Hasta que Namako los una

Todo lo que hacia falta era una nueva manager... no es asi? (varias parejas) (YAOI) [CAP 2]

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  1. Ichirouta Kyousuke Aru
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    ¡Raimei! ¡Blue Train! (les dije que sería mi saludo jaja) ¡minna volví! Y antes de lo dicho~ ¡yei! Bueno, sin más aquí llego con el capítulo 2, espero les guste

    SPOILER (click to view)
    Agradecimientos:
    A tod@s los que han leído este fic.
    A Kaze por haberme dado la idea.
    A Astarth-chan por haberme ayudado con el capítulo.


    Capítulo 2: ¡Que el plan comience!


    –Ajá, y entonces pasan esto para acá y sustituyen valores –se puede ver claramente como un ya estresado Sangoku intentaba explicar a Tenma y a Shinsuke una clase de matemáticas, no le estaba yendo bien.

    –¡Ya entiendo! –Saltó con emoción el más bajo mientras mostraba el ejercicio resuelto, y de manera correcta esta vez, a su “tutor”– ¡Sangoku-senpai! ¡Lo hice!

    –Bien hecho Shinsuke –lo felicitó el mayor, para luego dirigir su mirada hasta Tenma, para darse cuenta de que había desaparecido– ¿Huh? ¿A dónde se fue Tenma?

    –Ni siquiera lo había notado… ¡mira! Está allá con Tsurugi –señalaba Nishizono mientras veían como Tsurugi, contra todo pronóstico, le explicaba al castaño el ejercicio, y por lo visto estaba entendiéndolo. Los otros dos no pudieron evitar reír mientras veían la escena, no podían ser más obvios.

    .....En otro lugar.....



    –Namako… ¿Segura que esto funcionará? –preguntó por… enésima vez ya… el estratega del Raimon, obteniendo como respuesta una mirada asesina de la nueva manager– bueno ya… perdón.

    –¿Podría dejar de ser tan pesimista por una vez en su vida? –expresó con cara de pocos amigos mientras veía a su alrededor– bien, no hay nadie cerca. ¿Hizo lo que le pedí?

    –Sí, ya tengo lo que le diré.

    –¡Bien! Comenzaremos luego del entrenamiento, con el atardecer –sentenció la menor en el momento en que la campana sonó. Ambos se dieron sonrisas cómplices y se fueron a sus respectivas clases.

    .....En una clase de 2do año.....



    Aquí podemos ver a Kirino poniendo atención a lo que su maestro de matemáticas escribía en el pizarrón, era el maestro más estricto de todos, no podía perder ni un segundo. Detrás de él, se encontraba el mismísimo Shindou, con su mirada fija en el de cabello rosa, pensando en lo que ocurriría esa misma tarde. Todo bien hasta que un sacapuntas de los grandes lo golpeó en la mejilla derecha, quien por el golpe cayó de la silla, para luego notar como toda la clase, excepto uno que estaba dormido, lo miraba fijamente, intentando contener la risa. Eso era malo…

    –Señor Shindou, hablaremos después de clases –Expresó el maestro lleno de rabia bien disimulada. Shindou solo pudo bajar un poco la cabeza y asentir– bien, como estaba explicando…

    .....A la hora del almuerzo.....



    –Entonces… ¿Te han castigado después de clases? –Preguntó Hamano, sí, él fue quien se durmió. A un lado del moreno estaba sentado Kurama, alias el culpable del castigo de Shindou, quien trataba de no reír a carcajadas en ese mismo momento.

    –Te dicen que sí… –respondió más que estresado Takuto, sintiendo una mirada asesina sobre él– temo por mi vida… –diciendo lo último en un susurro mientras llevaba algo de comida a su boca.

    –Shindou-senpai ¿puedo hablar con usted un momento? ¿En privado? –Preguntó Namako, la dueña de esa mirada, resaltando lo último, mientras se ponía de pie.

    –¿Por qué no hablamos aquí? ¿Con todos nuestros amigos presentes como testigos? –preguntó de vuelta el estratega, obteniendo como respuesta un gruñido. Sin más se puso de pie y siguió a la menor hasta un lugar privado. Una vez allí, Namako empezó a gritar.

    –¿¡Se puede saber en qué estaba pensando!? ¡Acaba de arruinar TODO el plan!

    –¡N-no fue mi culpa! ¡No tenía planeado que eso ocurriera! –gritó el mayor asustado, ¿Quién diría que una chica de 13 años se vería tan aterradora?

    –¿En serio? ¿¡Y por eso no le quitó la mirada de encima a Kirino-senpai!? ¡Kurama-senpai tuvo toda la razón de lanzarle su sacapuntas! –estaba muy alterada, eso no era lindo.

    –De verdad lo siento Namako… te juro que no fue mi intención… –se sinceró bajando la cabeza– esto me gusta mucho menos que a ti, pero es algo que no pude evitar…

    –Ahhh –de los labios de la de cabellera verde se escapó un largo y profundo suspiro de resignación– sé que no ha sido su culpa Shindou-senpai, lamento mucho haberle gritado… ¿qué haremos ahora?

    –Un momento… el castigo será luego del entrenamiento ¿no? –preguntó el pianista, recibiendo una respuesta positiva de parte de su acompañante– bien, ¿y que tal si falto hoy al entrenamiento para cumplir con mi castigo? Así lo terminaré para cuando el entrenador Endo dé fin a la práctica, después de todo el plan se llevaría a cabo luego de éste, ¿o me equivoco?

    –Eso es… ¡Perfecto! ¡Es un gran plan! Vamos a hacerlo –al igual que el día anterior, Namako se veía llena de alegría, dando pequeños brincos, hasta que de un momento a otro se detuvo– bien, repasemos el plan.

    –A ver… Llevarás a Kirino a la azotea, allí es donde entro yo y hago la declaración – repitió Shindou las palabras anteriormente dichas por Namako, mientras ella asentía.

    –Así es, y mientras todo ocurre, yo estaré cuidando que no haya nadie cerca y tomaré fotos de ambos para que puedas guardarlas –dijo lo último con una voz juguetona, causando que el contrario sufriera una metamorfosis y se transformara en un tomate

    –¡Namako no juegues con eso!

    –Jijiji.

    .....Luego de clases, en el entrenamiento.....



    –Oigan chicas –llamó Kirino a las managers mientras se acercaba a paso rápido hacia ellas– ¿Alguna sabe dónde está Shindou? Él no es de los que llega tarde…

    –Oh… no se preocupe Kirino-senpai, Shindou-senpai fue a cumplir su castigo –respondió con voz divertida la más nueva de las chicas, siendo apoyada por las demás, le causaba gracia la preocupación de Kirino.

    –Oh, bueno, si es eso… me devuelvo al entrenamiento, adiós chicas –y se fue hacia Tenma, con quien le tocó practicar ese día, mientras que, apartado de todo eso, se encontraba Tsurugi, maldiciendo por lo bajo al ayudante del entrenador y su tonta idea de armar parejas al azar.

    .....Mientras tanto.....



    En uno de los salones del instituto Raimon, mejor conocido como “El salón de castigo”, se encontraban Shindou Takuto y el profesor de matemáticas, el ambiente estaba tan tenso que podía cortarse con una cuchara de las diminutas, si, así de tenso… llevaban quien sabe cuántas horas, pero a juzgar por el cielo que podía verse desde la ventana del lugar, faltaba poco para que ese tormento acabara.

    –Señor Shindou, ya puede retirarse –habló, por primera vez en toda la tarde, el profesor. Shindou simplemente tomó su mochila y, levantándose de su silla y haciendo una reverencia a su superior, se retiró del lugar a paso rápido mientras sacaba su celular de su mochila y tecleaba rápidamente en él.

    -“Para: Namako
    Namako, ya he salido del castigo, pasaré por mi casillero a buscar la flor y me iré a la azotea, los espero allá
    Shindou”-


    Al cabo de unos segundos, lo que sorprendió al muchacho, le llegó la respuesta de la chica:

    -“Para: Shindou-senpai
    Bien, el entrenamiento ya acabó, esperaré a que Kirino-senpai salga del vestuario y lo llevaré. ¡SUERTE! X3
    Namako”-


    Bien, ahora sí estaba asustado… desechó ese tonto sentimiento y salió corriendo hasta su casillero, de allí sacó una hermosa rosa color carmesí, respiró profundamente y a paso algo rápido inició su camino hacia la azotea del instituto… Era ahora o nunca.

    .....En el campo.....



    –¡Kirino-senpai! –Gritó Namako, corriendo hacia el defensa con una carta en la mano– esto es para usted –sin más que decir le entregó la carta y se fue corriendo.

    –¿Huh? ¿Qué es esto? –fue lo único que se escuchó de su parte antes de abrir el sobre, el pobre no cabía en sí de la sorpresa… ¡ERA UNA CARTA DE AMOR!

    La carta decía: -“Kirino-senpai… sé que esto lo va a asustar o algo por el estilo, pero tengo la necesidad de decirlo… ¡USTED ME GUSTA MUCHO!... veámonos luego del entrenamiento en la azotea para hablar con más privacidad, por favor…
    Firma: Namako”-


    Bien… Kirino estaba algo preocupado, ¿Qué haría ahora? Iba a rechazarla claro está, pero no sabía cómo hacerlo… gran sorpresa se llevaría al llegar al lugar citado… sin pensar en más nada, emprendió su camino hasta el techo del Raimon…

    –¿Hola? ¿Namako? –llamó con voz algo alta el defensa número 3, buscando con la mirada a la nombrada… pero nada…

    –Kirino… –una voz lo llamó a sus espaldas, el pelilargo simplemente se dio la vuelta, sabía de sobra a quién pertenecía la voz.

    –Hola Shindou –lo saludó con tranquilidad, notando de pronto la seriedad en el rostro del otro, y rápidamente le preguntó algo preocupado– ¿pasa algo?

    –Kirino, yo… necesito decirte algo muy importante –sentenció sin cambiar su expresión, asustando más a su acompañante.

    Mientras, apartada de todo, se encontraba Namako, con una cámara en mano, preparada para iniciar la sesión fotográfica de la pareja– vamos Shindou-senpai… usted puede…

    –Shindou… ¿Qué ocurre?

    –Kirino… sabes que tú y yo somos amigos de la infancia, y que nuestra amistad es muy preciada para mí, y hasta hace unos años no pensaba en cambiarlo… pero… ehm… –de un momento a otro, Shindou se quedó sin palabras, los nervios le ganaron de un momento a otro.

    –¿Shindou? ¿Qué ocurre? –Kirino no sabía qué hacer, tenía una pequeña idea de lo que ocurría, y eso lo llenaba de felicidad, pero necesitaba escucharlo… Shindou abrió la boca como para articular una palabra, el menor de ambos pensaba que al fin lo diría, pero no lo hizo.

    –Espero puedas perdonarme… –y antes de que el defensa pudiera decir algo, el mayor acortó la distancia entre ambos, uniendo suavemente sus labios en un tierno beso. Ranmaru tenía los ojos abiertos de par en par, no se creía lo que estaba pasando, pero claro que no perdería esa preciada oportunidad, así que pasó sus brazos por el cuello del mayor y cerró los ojos para disfrutar mejor del contacto, mientras que Shindou no cabía en sí de la emoción, y sin perder tiempo, lo abrazó por la cintura, pegándolo más a su cuerpo.

    En su escondite, estaba Namako con la boca abierta y los ojos como platos, vale, ella había creado el plan, sí, ¡pero nunca pensó que eso pasaría! Como pudo comenzó a tomar fotografías, tratando que se viera a la perfección la romántica escena que se estaba llevando a cabo frente a sus ojos, claro que las fotos eran para Shindou, pero ¿Quién dijo que no podía tener unas copias para ella?

    Luego de que ese beso acabara, ambos unieron sus frentes y se miraron a los ojos, no había nada más que decir, con la mirada se comunicaban todos sus sentimientos, así que, con una brillante sonrisa, se tomaron de las manos y se fueron caminando hasta sus casas, ignorando el flash que los seguía desde atrás. Esto salió mejor de lo que Shindou y Namako esperaban, eso sí.

    Al día siguiente, Namako tuvo que explicarle a Kirino el por qué le había dado esa carta, un peso menos para el de cabello rosa.

    FIN CAPÍTULO 2



    Espero les haya gustado el capítulo, ¡hasta la otra semana!

    Ichirouta :=PAMDAXX:
     
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19 replies since 9/1/2015, 20:39   338 views
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