-
xlarazondeser
.User deleted
Nombre: La misma historia
Pareja: Fudou x Kidou
Serie: Inazuma Eleven
Historia/Edición: xlarazondeser
Descarga directa: En algún lugar del corazón 9/20
Los personajes aquí presentados no me pertenecen, todo el crédito para Level 5La misma historia
(Fudou Akio)
Sentado frente aquel pequeño escritorio de la vieja oficina, relatándole una y otra vez a la taza de café todos mis pequeños traumas, pequeños que acomodados en fila llenarían la calle y le darían algunas vueltas, veinte quizás, ¡Qué sé yo!
Respirando despacio, de a poco por poco intentando tener un descanso, ¿Cómo así de fácil puede pasar el tiempo? De viaje una vez por los recuerdos, abriendo carpeta a carpeta un pasado ya olvidado por todos menos por mí, el aire frio que marca su llegada, el incesante tic tac que hasta parece que se detiene, un suspiro corre al viento intentando escapar de este lugar tan lleno de esas viejas emociones, ¿Quién hubiera dicho que todo terminaría así?, tan triste, tan amargo.
Un intento más, como muchos otros que le fueron detrás para intentar olvidar, recorriendo poco a poco cada tramo sin importar que tan pequeño sea…de aquella memoria que se niega a ser feliz no importa cuántas veces lo intente.
En medio del parque, el otoño es más que obvio y a cada paso aquellas luces que dan vida entre tal oscuridad me dejan ciego…para poder ver más allá, sumergido en aquellas escenas blanco y negro que relatan a pasos mi vida entera; las risas de fondo, las parejas y esos pequeños niños, los perros tan inocentes que se acercan buscando alguna muestra de cariño o algo de comida…sí, como un pequeño perro.
Guardando emociones, así me encuentro sin poder hacer nada por ello, una tras otra bajo mascaras sonrientes, esas que en el fondo lloran y sin más, caen lágrimas de desamor; recordando en cada trago amargo el rostro del ladrón, ese que se llevó la felicidad y la alegría, ese que se llevó las ganas de vivir, al que con más inocencia que fe espero todas las noches rogando que algún día se arrepienta, esperando que algún día lo devuelva…todo aquello que se llevó.
El segundo cajón del archivero en el fondo de la habitación me observa de lejos, esperando que lo abra como todas aquellas veces en las que he sido tan débil, tan débil como para dejarme engañar por las falsas muestras de afecto y viejas ilusiones que luchan contra todo para no disiparse, hace años que se quedó a oscuras, ese lugar en donde guardé mi corazón, ese que hace días me pide que lo deje libre ¿Por qué? ¿Por qué ahora?
El fuego que no calienta, que no quema, y yo tan necio sin insistir, esperando que se pueda y sin embargo mi mente lo duda, tratando de salir una y otra vez y en cada una de ellas una voz que me dice que si tan solo quizá me quedara un momento podría funcionar, podría convertir ese calor vago del recuerdo en realidad, una que no me abandone jamás, uno que pueda estar ahí para mí como siempre lo quise, uno que no se vaya sin decir nada, uno que sin importar que haga o diga…nunca se aleje, que nunca me haga sentir más el frío.
Y entre tanto, me encuentran en la calle, caminando con rumbo a ninguna parte, ninguno se atreve a preguntar y las miradas son esquivadas una y otra vez, línea tras línea de memoria en donde todo vuelve a repetirse; una vez más las mismas banquetas, los mismos árboles, las mismas bancas, pareciera como si fueran las mismas nubes, quizá lo sean…quizá me miren así como yo a ellas, caminando siempre sin rumbo fijo; de aquí allá sin esperar nada más, quizá lo mismo me espere siempre que me encuentro aquí, quizá quieran aliviar un poco mi pesar al mostrarme como aquel día tan feliz, ¿Me esperarían? Para hacerme sentir lo mismo, lo mismo con un aroma tan parecido, como dos copias exactas y sin sentido alguno les encuentras diferencias, a pesar de ser igual, todo es diferente o quizá…el diferente sea yo.
Rodeado de paredes que retienen más que recuerdos, su rostro parece estar ahí, como siempre lo había estado, sonriendo , mentira tras mentira y yo sonriendo porque era peor decir: “Disculpa, no entendí el chiste”, el comediante de la clase, un eco que se esconde , solo quiere aparecer cuando estoy bien, quiere hacerme daño y como siempre lo consigue, repitiendo hasta el cansancio cada palabra, relatando detalle a detalle mis desgracias y con un cigarrillo en la mano sonríe al verme llorar, claro, por si fuera poco él tan solo comenzaba.
La luna logra apreciarse desde la ventana, a veces me pregunto si el arquitecto de aquel departamento estuvo en contra mía, la brisa trae despacio pero no se lleva nada, la luz de fuera me impide dormir y sin pensarlo me pongo a platicar con las estrellas con la esperanza de que algún día alguna de ellas me entienda, con la esperanza de que algún día de estos se cansen de mí y con tal de alejarme me den un consejo, en estos momentos con tan solo eso me conformo.
Una y otra vez, lo mismo cada noche, cuando el frío invade mi cuerpo, la razón toma vacaciones y los recuerdos no quieren dormir, los mismos vagos pensamientos sin sentido invaden la habitación, viene el insomnio y con él el dolor.
Cada concepto exagerado, cada acción cortada por el “Me acuerdo…” y al final el amanecer, ese que reclama como nunca que debo ir a dormir, que quizá después sea un mejor momento para pensar con tranquilidad, que es momento de dejar de recordar, todo vuelve a su lugar en aquel pequeño cajón, todo vuelve a la normalidad o por lo menos eso parece, poco a poco se vuelve costumbre y al ser costumbre duele más.
Una vez más intentando no llorar, sentado frente al pequeño escritorio en aquella vieja oficina, mis manos tiemblan y el frio sigue aquí, me he cansado ya de decirle que se vaya, al parecer nunca me hará caso, quizá ya deba dejarlo en paz y resignarme, una última ojeada a la historia, misma que pareciera que no me canso de releer, el mismo final en toda ocasión y sin embargo parece que cada vez tiene más páginas.
Se acaba el tiempo, ya es casi de día, el libro debe cerrarse y abrirse uno nuevo que sigue sin gustarme pero que para mí mala suerte no puede detenerse, no puede borrarse y eso es lo peor, es tan triste saber que queriendo o no si das una hojeada nunca podrás ignorar esa parte de la vida que tanto te persigue y por más que intentes correr conoce atajos, que sin importar cuánto avances te seguirá y jamás te dejará en paz, a veces los pierdes de vista, tal vez también se cansen y tomen un descanso o algo así…siempre regresan…con más animo quizá, de cualquier modo en mi situación no me ayuda.
La oficina queda iluminada, las estrellas se han ido y yo ni cuenta me había dado, desde hacía un rato estoy hablando solo, el parque comienza llenarse de gente, los niños rumbo a la escuela, los adultos al trabajo y unos más que vagan intentando encontrar que sería bueno hacer aquel día.
Aquí una vez más todo parece estar en orden, cada hoja en su lugar, cada cajón cerrado, cada lápiz sin desgastar…una pequeña pluma me acompaña en el bolsillo y mi mente comienza a despejarse, el día parece estar perfecto una vez más, es el momento de escribir una página más, la taza de café ya está vacía y los recuerdos parecen haber ido a dormir, es momento de que siga con esto, todo debe continuar.FIN
Edited by xlarazondeser - 21/10/2016, 18:41
. -
janithaxz .
User deleted
Que linda historia, aunque para mi fue algo complicado, no entendi quien narraba ni que fue lo que paso, dejando eso de lado me encanto.
Matta ne~. -
xlarazondeser .
User deleted
janithaxz La historia era narrada por Fudou, para quien no es verdaderamente relevante. Me alegra que te haya gustado, muchas gracias por leer. .
La misma historia (Fudou Akio) (One shot) (9/20)De viaje una vez por los recuerdos, abriendo carpeta a carpeta un pasado ya olvidado por todos menos por mí. |
