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Masumi~!
.User deleted
~Sasu~Love~Naru~ - Nyaah~! Que bueno que te gustó!! No estaba muy segura con esa idea por qué creo que estaba algo trillada ya...
NekoNek2 - Todavía un poco más de tristeza -creo- ¡Conty aquí ta'!
Sayuri99 SasuNaru Love - Es lindo cuando un personaje sufre, y no me refiero a que sea bueno que lo haga. Pero creo que nos ayuda a entender lo bueno que tenemos de la vida. Aunque sea de ficción, nos enseñan muchos valores.
lua-chan =><= - Jaja, si, mola un poco... A veces se pasa de frikoso y termina siendo desesperante. Pero me desespera por que soy exactamente igual a el
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Oscureciendo un Alma Pura
Un pequeño rayo de sol iluminó su mielado rostro, despertando lo al instante por la sensación tan corrosiva.
-Hum...-se refregó con cuidado los ojos, pasando sus tersas manos por ellos y tallandolos suavemente. Miró el techo por unos segundos, viendo un punto indefinido e intentando poner en orden su mente.
¿Fue un sueño? ¿Sus padres no habían sufrido ese accidente...? Todo sería como antes, cuando llegaban mimando a ambos rubios, amándose como toda una familia unida, ¿verdad?
Su mirada se fue desviando hacia un costado y la fijo en el retrato.
Lamentablemente la realidad era malvada...
-Oto-Chan, Oka-Chan...-murmuró con nostalgia mientras sus zafiros se aguadaban de nuevo.
Pero ya no lloraría más. Tenía que hacerlo por el y su familia. Ser fuerte y no mirar atrás...
Cerró sus ojos con fuerza, y las pequeñas lagrimas cayeron de apoco por el rabadillo de ellos. Los abrió de nuevo y pestañeó varias veces.
-Ya no lloraré, nunca más...-sonrió ampliamente y sus redondas mejillas se teñían de un rosa palido.
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Al mismo tiempo, otro rubio, hermano mayor de Naruto, estaba en su trabajo. Junto a su mejor amigo Itachi Uchiha.
-¿Por qué no le presentas a Sasuke?-preguntó el azabache a Deidara. El blondo quedó pensativo durante unos instantes.
Amigos no le hacían falta, tenía bastantes y todos le querían con todo su corazón. Pero Sasuke podría ser diferente...
-Sería buena idea. Después de todo el y Naru sufrieron lo mismo.-respondió con seriedad. Eso hizo que el Uchiha largara una pequeña carcajada. -¿De qué te ríes, bastardo?-infló sus mofletes de manera infantil.
-Por nada...-susurró Itachi mientras desviaba su mirada de la azulina.
-Como digas. Me tengo que ir...-con ambas manos tomo su maletín y caminó hacia la salida. Antes de salir miró hacia atrás y sonrió con felicidad.
-¿O-ocurre algo, Deidara?-cuestionó con desconfianza al ver la sonrisa tan retorcida por parte de su amigo. Deidara solo suspiró.
-Nos vemos después, Itachi...-le dijo con total calma.
El corazón del azabache se aceleró al ver el bello rostro del Uzumaki llenarse de brillo y vida inexplicables.
-S-si, adiós...-Deidara no dijo o hizo algo más, solo siguió con lo de antes: salir hacia su pequeña casita.
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Tomó entre sus manos una casaca anaranjada con negro junto a las llaves de su casa y salió de ella, cerrando la puerta tras de sí.
Necesitaba despejar su mente.
Ya habían pasado bastantes años desde la terrible tragedia que les ocurrió a sus padres pero parecía que la herida era de días antes. ¿Por qué seguía doliendo tanto...?
¿Estaría atado toda su vida a eso? ¿Tener que vivir todos los días con el dolor y la impotencia? El no quería eso pero sencillamente no podía sanar la herida.
Seguía ahí, abriéndose lentamente con cada recuerdo y sueño que tenía. Tener presentes los objetos de sus padres y esa foto, la causante de la mayoría de sus pesadillas.
-Ya no más...-siguió caminando sin rumbo fijo, perdiéndose entre la multitud de gente que caminaba en todas direcciones. Chocó con varias personas pero ni siquiera lo notaba...
Se había sumido en sus pensamientos. A pesar de que le causaba un terrible dolor tener que seguir pensando en su problema. ¿Por qué no decía nada? ¿Por qué parecía que no quería ayuda, que nada le dolía...? El no podía solo con esto y lo sabía perfectamente bien.
Pero aún así no hacia nada.
Masoquismo, quizás...
Sin darse cuenta las horas pasaron volando, llegando así la noche y con ella una oscuridad que penetraba las callejuelas, volviéndolas mucho más aterradoras. Pero nada.
-Hey, preciosa ¿quieres divertirte?-preguntó una grave voz detrás del rubio.
Al instante se volteó, viendo fijamente aquella silueta tan grande. Forzó la vista, para lograr ver con más claridad a la persona que al parecer le estaba acosando.
Bufó molesto y pretendió ignorarlo.
-Oh, eres muy grosera. Te pregunté bien, ¿te lo repito de nuevo?-el tono de voz se hizo más fuerte, resonando por toda la cuadra que en esos momentos se encontraba solitaria. El débil y pequeño cuerpo del oji-celeste se estremeció al escuchar la voz.
Con lentitud se incorporó, y junto fuerzas de voluntad para poder responderle.
-Piérdete. Y no soy chica, soy CHICO. Grábate eso en la cabeza muy bien.-respondió, fingiendo poder.
El rostro del sujeto se contorsionó, y, cegado por la furia empujó con fuerza al blondo. Lo estrelló con la pared y le inmovilizó colando una de sus piernas por entre las del Uzumaki, rozando su rodilla en la entrepierna del blondo.
-A-ahh...-gimió sin poder contenerse. Al instante se tapó la boca con ambas manos. El sujeto quedó quieto por unos momentos, admirando la gran belleza que poseía el doncel.
-Nos divertiremos, aunque no quieras...-y al finalizar con sus palabras literalmente le arrancó la ropa al menor, dejando al descubierto su piel acanelada. Se relamió los labios con perversidad y le miró de arriba a abajo, comiéndoselo con la mirada. Naruto comenzó a sudar frío y un miedo terrible embargó su cuerpo, impidiéndole el movimiento.
¡Corre idiota! ¡Hazlo ahora o sufrirás! ¡Te quiere lastimar...! ¡Corre, huye, solo escapada de este mal nacido!-le gritaba su subconsciente, dándole la orden de esfumarse de aquel lugar.
El miedo siguió creciendo.
-Te comeré enterito, cariño...-susurró cerca de su oído, lamiéndolo un poco con la punta de su lengua. Recorriendo desde el lóbulo hasta el interior de su oído, simulando penetraciones.
Naruto cerró sus ojos con fuerza y mordió su labio inferior, lastimandocelo hasta el punto de sacarse un poco de sangre.
-Ngh... ¡D-déjame ir...! P-por favor...-una mano se colo en la ropa interior del blondo, jugando traviesa mente con su miembro, acariciándolo con fuerza sin dejar de lamer su oído.
-Mmh, sabes delicioso...-dejó su orejita a un lado y se apartó de su cuello, viéndolo de frente.
Unas pequeñas lágrimas se deslizaron por su rostro, humedeciéndolo.
El miedo a la violación le paralizó.
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¡Hola-Nyuu~! Hmph, no estuve ocupada ni tengo una excusa para no continuar con el fic xD. Solo no lo hice... Me disculpo por eso.
Gracias por sus lindos comentarios.
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Superando mis miedos. -»¦«- SasuNaru -»¦«- ACTUALIZACION 07-05-2015 |
