Silencios Blancos (original) (+18)

love_nuth

Posted on 12/4/2015, 22:10

User deleted

Bueno este es mi prime fic publicado aquí. Espero le den una oportunidad c:
Amo escribir dramas y me fascina ir jugando con la personalidad de los protagonistas. Este fic contendrá violación así que si no toleras leer sobre este tema estas advertido. Los protagonistas tiene 15 años (Rian) y 16 (Dylan) Sin mas espero les guste

Capitulo 1

PREFACIO

Una madre le juro a su hijo que los monstruos que lo atormentaban no eran reales. Mamá no sabía que papá era el monstruo

Rían estaba sentado como siempre al final de todos sus compañeros. Tenía su mirada fija en el cielo gris y aunque su cuerpo estuviera ahí, su mente no lo estaba. Observaba a los pájaros y soñaba con poder volar para así poder irse lejos del monstruo que vivía en su casa. Pero eso era imposible aunque lo deseara y cuando tocara el timbre para que todos regresaran a sus hogares el también tendría que hacerlo. Regresaría al lugar que más miedo le daba, el lugar donde todos sus miedos se materializaban y lo lastimaban. No quería hacerlo, no quería regresar a casa, pero si no lo hacia su madre estaría triste y eso no quería él.
De nuevo se enfocó en el paisaje afuera de su ventana, se podían ver los árboles que rodeaban a la gran escuela, los niños jugar por el césped y hasta los pocos rayos de luz penetrar los vidrios de las aulas. Quería; o más bien dicho deseaba que nunca llegara la noche, que jamás el sol se ocultase ya que cuando la oscuridad llegaba, él también lo hacía. No quería que de nuevo la oscuridad lo absorbiera, no quería temer a que el sol se fuera pero no podía impedirlo, la noche siempre llegaban, tan oscuras y frías como siempre e igual de dolorosa como él lo recordaba. A veces solo quería cerrar los ojos y así olvidarse de todo por lo menos unos segundos, pero no podía porque tan solo con que sus ojos se oscurecieran él ya tenía miedo. Miedo de lo que le esperaba, de lo que le tocaba, de lastimar a su madre, de no hacer feliz...a papá.
El timbro sonó y Rían soltó un gran suspiro, si tan solo tuviera el valor de hacer algo, tan solo algo. Pero no podía. Su madre no entendía sus señales secretas y lo único que se limitaba a decirle era la típica frase tan conocida por el desde que tenía 10 años "Los monstruos que te atormentan hijo no existen" Claro que no existían, porque no eran ellos lo que lo lastimaban si no un monstruo más humano… su propio padre.

Siempre esperaba a que todos sus compañeros salieran primero ya que no le gustaba que lo tocaran o miraran, sentía rabia o dolor cuando alguien lo miraba o trataba de tocarlo. Nadie tenía derecho a tocarlo, nadie. Por eso odiaba a sus compañeros porque siempre trataban de tocarlo y eso a él no le gustaba. Solo quería que lo dejaran en paz, que se alejaran de él, así de fácil y así de difícil.
Tomo su mochila y empezó a caminar a su casa, no quedaba muy lejos de la escuela por lo que prefería caminar a tomar un bus ya que ahí es donde habían muchas personas, que lo estarían rozando, en un lugar cerrado con muchas personas. Eso no le gustaba, no le gustaba para nada. Prefería caminar y así pensar en otras cosas, como en lo que había en las vitrinas de las tiendas de ropa, los chocolates o caramelos de las tiendas de dulces o simplemente sentarse en una banca mirar pasar a los autos a distintas locaciones. Le gustaba sentarse en la silla que quedaba al frente de la academia de danza de la ciudad, le fascinaba ver a través del vidrio como jóvenes y adultos repasaban bailes o como podían trasformar simples movimientos del cuerpo en mensajes sublimes que el espectador podría dar sentido. Pero así como venía se iba y como todo lo bueno se acababa, ya empezaba a hacerse de noche y el debía llegar a su casa.
Siguió el camino de siempre y a paso lento llego hasta su casa. Una casa grande de color blanco y con acabados en madera. Tenía un color muy tétrico pero que le gustaba a su padre. Subió los tres escalones que había hasta dar con el pasillo de la entrada, su corazón cada vez se aceleraba más. Inserto la llave en la cerradura y dio la vuelta haciendo escuchar el ligero "clic" al abrirse. Entro y cerró con cuidado, levantando su mirada para observar el reloj que estaba en mitad de la sala. 18:50, su madre estaba a punto de irse a trabajar en el turno de la noche. No la saludo, no servía de nada, ella siempre estaba atrasada. Abrió la puerta de su cuarto y boto la mochila a un lado. Se quitó su ropa y se puso su pijama, camino hasta la puerta de su cuarto y le puso seguro. Tal vez así el no entraría...
Escucho a su madre despedirse de él mientras se adentraba a su cama, llevo sus cobijas hasta taparse completamente. Su corazón palpitaba rápido, su pulso parecía estar loco, su mente trabaja a mil y su cuerpo temblaba. Escucho la puerta de la entrada abrirse, escucho la voz que tanto miedo le daba. Rezo para que esta noche no entrara a su cuarto, para que algo divino lo protegiera. Sintió el miedo roer sus huesos cuando escucho como paso de largo su cuarto. Tembló, una ligera energía se desplazó de su cuerpo. Empezó a rezar más duro, más fuerte y a hiperventilar. Miedo, angustia, dolor e iras fueron los sentimientos que pasaban por su mente en ese momento. Cerró los ojos y soltó el aliento cuando escucho el ligero "clic" de su puerta. Y todo se volvía a repetir...
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