CONQUISTANDO TU CORAZÓN

Empieza el ultimo año de Hogwarts de nuestros muchachos, y estará lleno de sorpresas, amor, alegría.También de misterio y tristeza.(Darry;RonXBlaise;HermioneXPansy;NevilleXTeo;RemusxSeverus,SiriusX?)

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    Me encanta leer yaoiii
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    :=NEWWWA: :=NEWWWA: :=NEWWWA: Hola de nuevo, llevo un tiempo sin escribir nada pensando y pensando en qué historia podría escribir, hasta que puff, toda esta historia se presentó en mi mente como una ola de ideas. Pero como suele pasar, hay veces en las que un artista ya no tiene ideas y tiene que esperar a que venga el momento.
    Vale, no seáis muy duros y por favor espero que os guste mi nueva historia, hace tiempo que no escribía, por motivos personales.
    Así que aquí está mi nueva historia... disfrutadla.




    Conquistando tu corazón









    Capítulo I



    Era un día soleado de verano, después de haber vencido a Voldemort, Harry se había ido a vivir con Sirius a la mansión de los Black, podría decirse que ya tenía una familia y lo que era tener un amor paternal a su lado, no era su padre biológico, pero no importaba, le quería igual. Al final resultó que la maldición no le dio pero el velo lo mando a un mundo alternativo, gracias a Hermione y a Remus lograron sacarlo de ahí.
    -James, cachorro, ¿quieres ir a jugar al quiddich?-preguntó Sirius entrando es su habitación con una sonrisa y parándose en el marco de la puerta.
    -Sí, voy ahora, deja que mande esta carta.-dijo Harry mientras le daba la carta a Lulu, su nueva lechuza, echaba de menos a Hedwing, pero no se podía hacer nada.
    Al terminar de escribir la nota le dijo a Lulu que la mandara a la casa de los Weasley, y salió junto con Sirius al jardín para jugar al quiddich.
    Sirius se quedaba embobado de vez en cuando mirando a Harry sonreír, jamás le había visto sonreír y reír con tanta felicidad y eso le hacía reír a él también. Se parecía tanto a ellos, recordó con melancolía, la dulce Lily y su gran amigo James. Como les echaba de menos, no hay ni un día en el que o se arrepienta de haber cambiado su turno con esa asquerosa rata, aquel que era su amigo, les había vendido como perros a todos.
    Tras un largo día de risas, caídas, golpes y más risas, acabaron rendidos en el sofá riendo de las historias que contaba Sirius sobre sus padres.
    -Jajaja, ¡¿Enserio?!-preguntó Harry riendo.
    -Si, el pobre James tuvo una confusión con Lily y esta le dio una bofetada que le dejó marca durante una semana, jajajaja, lo que pagaría por volver a ver ese golpe.-comentó Sirius riendo.
    -Se querían...¿verdad?-preguntó con melancolía, intentando acordarse de algún recuerdo con ellos, pero no encontraba ninguno.
    -Cachorro...-susurró Sirius acercándose a Harry y atrayéndole a su cuerpo para abrazarle.
    Harry se acurrucó en él y empezó a llorar.
    -Ya, cachorro, ya, suelta todo lo que has guardado todos estos años.-dijo Sirius paternalmente.
    -No es justo, ¿por qué?, yo no quería esto, no quería ser famoso, no quería vencer a nadie ni ser el salvador de nada... quería conocerlos... quería saber lo que es tener un padre y una madre. Tener una familia, Sirius, una que me aceptara tal y como soy, no como los Dudley, y, sobre todo quería saber lo que se sentía al decir papá y mamá.-dijo llorando y liberando todo lo que había estando guardando todo durante estos años.
    -Cachorro, si pudiera y supiera algún hechizo de revivir a las personas, te devolvería a Lily y a James, no lo dudes, pero es imposible, aún que, siempre podrás hallarlos en tu corazón.-dijo mientras le acariciaba la espalda y le besaba la cabeza.
    Harry quería decirle una cosa a Sirius, una cosa a la que llevaba dando vueltas en su cabeza una y otra vez.
    -Sirius.-le llamó.
    -Dime cachorro.
    -Yo... podría... emm bueno... no se cómo decirte lo.
    -Tranquilo, confía en mi. Ya sabes que puedes contar conmigo y decirme todo lo que quieras.
    -No te molestaría si te llamo... papá, ¿verdad?
    Sirius no cabía en su asombro. Nunca nadie le había dicho esa palabra. Mentiría si no ha tenido un profundo sueño deseando de que alguien le llamara así. Se fijó en Harry, había sufrido tanto él solo, y ahora estaba entre sus brazos preguntándole que si podría llamarle papá. Se sentía tan bien, pero a la vez tan mal, no había estado con él todos estos años y sentía que les estaba quitando el cariño de Harry a Lily y a James. Pero ya pensaría en eso, ahora lo que importaba es hacer que Harry se sintiera como en una familia de verdad.
    -James.-le llamó la atención apartándole
    Harry pensó que no quería que le llamara así y empezó a llorar. ¿Cómo podría pensar eso?
    -No cachorro, mi bebé no llores, claro que me puedes decir papá.-dijo Sirius mientras le limpiaba las lágrimas.
    -Papá... se siente bien decirlo.-dijo Harry mientras bostezaba.
    -¿Tienes sueño bebé?-le preguntó.
    -Si.-dijo él.
    -Ya es tarde, vamos a la cama.-dijo Sirius levantándose.
    Harry extendió los brazos hacia Sirius y este sonrió. Se fijó en que había una pequeña diferencia entre James y Harry. Este último era mucho más pequeño y tenia una figura estirada, como la de una mujer, pero sin llegar a ser lo y era más cariñoso. Rió y lo cogió en brazos, no pesaba casi nada, seguro que era por esa familia muggle y le hirvió la sangre. Harry era tan noble, no fue justo que pasara por eso y que le trataran así.
    Lo llevó a su habitación, lo dejó en la cama y se fue a la habitación de Harry a por su pijama. Volvió a su habitación y se lo entregó.
    -Antes ve a ducharte.
    Harry asintió y se fue al baño, mientras que Sirius se fue al baño que había en la habitación de su hermano. Cuando se terminó de duchar se entretuvo mirando las fotos que tenía su hermano en sus habitación, en una de ellas estaban los dos de pequeños y riendo, y estaban sus padres sonriendo les y abrazando les. Ojalá las cosas nunca hubieran cambiado y ese hombre no hubiera convencido a sus padres de que se comportaran así. Volvió a su habitación y se encontró a Harry dormido con las gafas puestas. Negó con la cabeza, de tal palo tal astilla. Se acercó y se las quitó, las puso en la mesita de noche, se acostó y apagó la luz.
    Inconscientemente Harry se acercó a Sirius buscando ese calor paternal que hacía sentirse protegido.
    Sirius sonrió y lo acercó a él.
    Por primera vez, ninguno de ellos tuvo pesadillas.
    A la mañana siguiente ambos se levantaron para desayunar e ir a comprar algunas cosas a Londres Mágico.
    -Harry ¿estás listo?-le preguntó
    -Si, papá.-dijo Harry sonriendo.
    Ambos tocaron el transportador y llegaron justamente al lado del Big Ben Magic. Ambos se dirigieron a la principal tienda de ropa cara que vieron. Un Black seguirá siendo un Black al fin y al cabo.
    A Sirius se le fue la cabeza comprando ropa y capas para cualquier evento, también compró algunas botas, vans y botas, también se compró ropa para el.
    -Ven Harry, vamos a alguna peluquería en la que puedan... domar o al menos darle un look algo más... adecuado.-dijo mirando con horror el pelo de Harry.
    -¿Qué hay de malo en mi pelo?
    -No hay nada malo, pero tienes falta de cortar lo y de darle un look más apropiado a tu edad, más... hmm... ¿cómo decirlo?... sensual.-dijo al final.
    Al rato salieron de la peluquería y Harry llevaba un look más desenfrenado y por decirlo de alguna manera domado. Le habían cortado un poco el pelo y luego le habían dado una espuma para poder peinar su pelo y darle así un toque despeinado y sensual, a Sirius le habían dado un producto que servía para alisar el cabello y le habían cortado un poco las puntas.
    -Ahora vamos a ir a una óptica a que te quiten la miopía, ya he pedido cita, vamos.
    Al llegar a casa el pobre Harry estaba reventado y se fue a la cama. Al parecer dormir con Sirius le gustó y ahora ambos dormían juntos.
    Los dos pasaron un verano muy divertido. Para el cumpleaños de Harry vinieron todos sus amigos y lo celebraron a lo grande.
    El día después de su cumpleaños recibieron la carta de Hogwarts, Sirius se puso loco de contento y justamente al día siguiente fueron al Callejón Diagón a comprar todo lo necesario. Cabe decir que se encontraron con la familia Malfoy. Narcissa y Sirius siempre se llevaron bien aún cuando él era la oveja negra de la familia, pero no podía decir lo mismo de Lucius o de Draco, de tal palo tal astilla.
    -Sirius, que alegría verte, ¿qué tal primo?
    -Bien Narcissa gracias por preguntar ¿y ustedes?
    -Muy bien gracias por preguntar, un día podemos quedar y tomar un té, hace años que no lo hacemos.
    -Estaré encantado de ir Cissy, hola Draco... la última vez que te vi eras un niño pequeño.
    -Hola tío Sirius.-dijo cortante.
    Sirius se fijó en que Harry se había quedado embobado mirando a su sobrino y sonrió como si fuera la primera vez que se le ocurría una brillante idea.
    -En realidad, ¿por qué no hoy? Vamos, haré una cena familiar.-dijo con una sonrisa.
    -De acuerdo, estaremos encantados de ir, ¿a qué hora?-preguntó Cissy.
    -A las seis.-dijo Sirius.
    Dicho esto se despidieron y siguieron por sus caminos. Al llegar a casa Harry le preguntó.
    -Sirius, ¿por qué les has invitado?
    -Se que te gusta mi sobrino, James, te he visto.-dijo con una sonrisa picarona.
    -A mi no me gusta nadie, a demás es un hombre.-dijo con una cara de horror.
    En ese momento supo que nadie le había explicado a Harry que las parejas homosexuales estaban bien vistas en el mundo mágico, maldijo otra vez a esa familia muggle.
    -Harry sientate, a ver, dime por qué crees que está mal.-preguntó intrigado.
    -Por qué no se puede, es raro y malo.-dijo haciendo una mueca.
    -¿Quien dice eso?-indagó Sirius.
    -Todo el mundo.-dijo nervioso mirando sus manos.
    -¿Quién es todo el mundo?-preguntó haciendo se una idea-
    -Los muggles.-dijo Harry y Sirius sonrió.
    -Harry, aquí la homosexualidad está bien vista, no es nada malo ni raro.-dijo relajado.
    -¿Me vas a dejar de querer por qué me gusten los hombres?-preguntó preocupado.
    -No, claro que no, de hecho a mi también me gustan los hombres.-arguyó con una sonrisa tranquilizadora.
    -Vaya no lo sabía. Entonces habrá alguien que te llame la atención.-dijo Harry.
    -Lo hubo, Harry, lo hubo.-dijo melancólico.
    -¿Ya no?¿Qué pasó?-preguntó.
    -Ya no, murió.-dijo recordando el día que le dieron la noticia.
    -¿Quién fue?
    -Ya te lo contaré más adelante, ahora vamos a poner la ropa en el armario y a colocar lo demás.
    -¿Colocar?-preguntó desconcertado.
    -He comprado muebles y múltiples cosas para cambiar la decoración de la casa. Está demasiado apagada, vieja y sosa, como la dueña que la decoró.-dijo Sirius recordando a su madre.
    Colocaron la ropa y Sirius le dijo a Harry que se duchara y que se pusiera alguna ropa de la que habían comprado, mientras él decoraba la casa. Eran las doce, le daba tiempo a cambiar los muebles y los papeles de la pared y hacer la comida, bañarse y vestirse. Había pensado en lo que había visto en el Callejón, qué mejor manera de unir a Harry con su sobrino, había visto una pequeña mirada hambrienta de parte de su sobrino a Harry y se le había ocurrido sacar los dotes de los Potter, esa sensualidad que escondían. Será una cena formidable, pensó juguetón.
    Cambió completamente el salón de la casa, ese papel rojo oscuro, lo cambió por un crema y los sofás negros y de cuero, a unos blancos y de piel, con cojines de color rojo, verde y azul. Cambió la lámpara de araña a una más moderna. Retocó un montón la chimenea, esta era negra y la cambió a piedra y de color marrón, y puso unas cortinas blancas, cambió el suelo de mármol oscuro, a uno de madera claro.
    Pasó al salón, siempre odió ese color de la pared frío y austero de color verde oscuro y esa mesa marrón con esas sillas de madera recubiertas de un rojo vino y esas cortinas negras, todo eso quitaba luz a la sala y la hacía más pequeña y esa lámpara de araña de color negro. Primero cambió el color a un color gris claro, la mesa a un color blanco y las sillas del mismo color con cobertores azules, y esa lámpara negra a una dorada y brillante con retoques en plateado, y las cortinas las puso de una seda de color rosa pastel y ese suelo de color marrón oscuro a uno de color blanco y de mármol, los armarios, los cambió a un tono blanco con detalles en plata y dorado.
    Cambió el color de los pasillos de color gris oscuro a un color blanco, y esa madera del suelo y la de la pared a una de color grisácea, con tonos rosa pastel.
    Luego pasó a las habitaciones, quito esos papeles y las pintó blancas, las camas de madera oscura, las pasó a una madera clara y las sábanas de color crema con cojines marrones y rojos, las cortinas las puso de un gris claro, eso pasó en todas las habitaciones, en la biblioteca, lo único que hizo fue cambiar ese color rojo a un blanco y las mesas a unas de color marrón claro y renovar el suelo, todas las puertas fueron cambiadas a madera de roble.
    Y por último en la cocina, cambió ese papel marrón oscuro por un rosa pastel y los armarios negros y oscuros a unos blancos y aclarados, cambió todos los utensilios viejos a unos nuevos y a los elfos les otorgó ropa y no esos manteles sucios y desgastados.
    -Kreacher, puedes ir a comprar esto y luego quiero que te tomes la tarde libre.-dijo Sirius con una sonrisa, a Kreacher nuca le cayó bien, pero sabía que lo que había hecho hoy le había tocado un poco la fibra sensible.
    -Grrr, si.-dijo enfurruñado.
    Mientras Kreacher compraba eso, fue a la habitación de Harry y lo encontró terminando de ponerse la camisa. Guau, que cambio. Harry se había puesto unos pantalones ajustados, demasiado, le resaltaban las piernas y... para que negarlo, la cintura, la camisa era blanca y llevaba algunos botones de arriba sueltos, luego se había colocado una chaqueta de color negra y se había remangado las mangas y el pelo se lo había dejado desenfrenado, ahora que no llevaba gafas se le notaban sus ojos, y se había puesto unos zapatos de vestir de cuero, guau. Tan parecido a James cuando tuvo su primera cita con Lily.
    -Vaya... estás... no tengo palabras.-dijo Sirius.
    -Gracias papá.-dijo Harry.
    -Creo que hoy en la cena llamarás la atención de cierto personaje.-dijo mientras le guiñaba un ojo.
    Harry se sonrojó, hoy al ver a Draco se había quedado embobado, no llevaba su pelo con gomina ni iba tan elegante, iba espectacular, con sus pantalones pegados y esa camisa. Se le caía la baba.
    -James cierra la boca, se te cae la baba.-dijo Sirius burlonamente.
    Harry volvió en si y se puso tan rojo como el pelo de los Weasley. Eso hizo que Sirius soltara una carcajada.
    -Voy a hacer la cena, ¿vienes?
    -No, ahora iré, voy a escribir a Hermione y a Ron.-dijo mientras se sentaba en su escritorio.
    -Vale, si bajas y no estoy, me estaré duchando.-dijo Sirius.
    Después de un rato. Sirius terminó de hacer la cena. Había hecho una ensalada, un entrecot de ternera y una tarta de chocolate. La comida preferida de su prima. Le dijo a Kreacher que preparaba la mesa mientras el se duchaba.
    Después de ducharse, se arregló el pelo y se lo ató con una cinta blanca, se puso unos pantalones blancos con una camisa negra y se echo la chaqueta en el hombro y se colocó unos zapatos oscuros, se remangó las mangas y se desabotonó los tres primeros botones y salió a por Harry para ir al comedor, eran las 5:45, no tardaría en venir.
    -James, vamos, no van a tardar en venir.-dijo mientras miraba como Harry se estiraba.
    -Voy.-dijo levantándose.
    Ambos se dirigieron hacia la chimenea, y Sirius abrió la red flu para que pudieran entrar a la casa.
    Decir que Harry estaba nervioso era poco, estaba hecho un manojo de nervios, no sabía si podrían llegar a ser amigos, o lo volvería a insultar como siempre, recordar eso le causó un leve dolor de estómago.
    -Relájate James.-dijo Sirius.
    -Si, papá.
    De pronto la chimenea empezó a brillar y asomó su prima junto con su hijo y justamente después Lucius. Su hijo y esposo habían tenido una pequeña disputa de por qué tenían que ir a esa cena, <<simplemente porque no quiero perder lazos con la única familia que me queda, por muy mal que os caiga os aguantáis, o si no, fuera de mi casa, a demás, Harry nos salvó, le debemos un favor y un poco de respeto.>> fue lo único que dijo mientras se arreglaba el pelo, un Black siempre gana, pensaron los dos Malfoy.
    -Cissy.-dijo cariñosamente mientras abrazaba a su prima, esta llevaba un vestido negro que resaltaba sus curvas y unos tacones negros.
    -Sirius.-dijo ella devolviendo el abrazo.
    Los dos Malfoy iban de traje oscuro y de camisas claras.
    Draco e había quedado embobado mirando a Harry, estaba...umm... para chuparse los dedos. Con ese aire despreocupado, ese pelo indomable y esa ropa... ¡Merlín!... con esos pantalones que le marcaban las caderas y ese culo y esa camisa remangada y desabrochada con esa chaqueta y esos ojos sin esas gafas, ese tono verde esmeralda pura... una obra de arte.
    A Lucius le pasó igual, vamos, por una mujer muy guapa que tenía seguía siendo hombre. ¿Quién no miraría esa asombrosa figura?
    Sirius sonrió, no solo había logrado que el cambio de Harry llamara la atención a sus sobrino, sino que también Harry había robado la atención de Lucius, jah, debería dedicarse a la moda.
    -Harry, que guapo que estás.-dijo Narcissa.
    Harry había aprendido como comportarse cuando tenía a familias tan importantes delante de él, gracias a Sirius, le dijo que con la que se tenía que tener más clase y educación era con las mujeres, si te ganabas a las mujeres, te ganas el respeto de los hombres. La verdad es que las familias puras de magos tenían protocolos a seguir.
    -Muchas gracias señora Malfoy, usted también está realmente hermosa.-dijo mientras le tomaba la mano y la besaba. Lo hizo con tanta delicadeza, naturalidad y sensualidad, que era casi imposible. Si era posible eso hizo que los Malfoy, padre e hijo, abrieran aún más si se podía la boca.
    Sirius pensó que a este paso, serían dos perros babeando, eso le causó gracia y le hizo sonreír con malicia.
    -Oh, muchacho, llámame Narcissa o Cissy, como prefieras.-dijo Narcissa.
    Entonces supo que ya se había ganado el respeto, y sonrió con dulzura.
    -Claro Cissy.-dijo dulcemente.
    Sirius sonrió, Harry con su sola presencia, hacía que toda la gente le mirara, tenía esa sensación que te producía que tenías que mirarlo y no apartar los ojos de ahí.
    -Mucho gusto Potter.-dijo Lucius dándole la mano.
    -Igualmente señor Malfoy.-dijo Harry.
    -Preferiría Lucius.-comentó.
    -De acuerdo Lucius, yo igual.-otro punto a favor de Harry.
    -Potter.-saludó Draco con asentimiento de cabeza y un apretón de manos.
    -Malfoy, preferiría que me llamaras Harry.-devolvió el saludo de la misma manera.
    -Solo si me llamas Draco.-arguyó.
    Sirius sonrió, Harry los tenía a todos en el bote, perfecto.
    -Pasemos al comedor.-dijo Sirius guiando a los Malfoy al comedor.
    -He visto que has cambiado la decoración y los colores de las paredes.-comentó mirando la sala.
    -Si, la veía muy apagada y solitaria con los colores y el mobiliario que había comprado mi madre.-explicó Sirius.
    -¿El jardín sigue igual de espléndido?-preguntó Narcissa, siempre que venía de pequeña le encantaba visitar el jardín.
    -Si, acabamos de saber que a James se le da bien cuidar de las flores, ha traído más flores al jardín y le ha dado un gran cambio.-comentó Sirius.
    Es verdad en el verano, Harry salía todos los días a cuidar del jardín, le había comentado que en casa de los Dudley se encargaba de cuidar el jardín, le dijo que hacer eso le servía para olvidarse de los problemas y entretenerse cuando estaba aburrido y no tenía nada que hacer y que se sentía acompañado.
    -¿Si? Harry, ven, dime qué cambios has hecho.-preguntó.
    -Si gustas, podemos ir a verlo.-dijo Harry mientras le entregaba su brazo para que Narcissa lo cogiera.
    Ambos se encaminaron al jardín, y los hombres se quedaron sin saber qué decir.
    -Deberíamos...-dijo Draco señalando por donde se habían ido los dos.
    -Si...-dijeron Sirius y Lucius a la vez.
    Al llegar al jardín se quedaron maravillados. Había en el centro una fuente con unas figuras que parecían ser sirenas. También había caminos de piedras y múltiples plantas de distintos tipos y colores, rosas, crisantemos, claveles...
    -¿Veis aquella casa de allá?-preguntó Sirius.
    -Si.
    -Es un invernadero, James lo mandó a construir esta verano, ahí tiene, desde mandrágoras hasta plantas muggles exóticas, vamos, os sorprenderéis, el diseño del jardín lo hizo él.-dijo sonriente, Harry amaba sus plantas.

    ~ · · · · ~

    -Es muy bonito, por fuera parece una simple casa.-comentó Narcissa.
    -Si, está encantado para que parezca una casa y sea pequeña.
    -¿Qué flores tienes?-preguntó.
    -Aquí tengo: mandrágoras, adormideras, adonis vernales, allium, alstroemerias... y aquellas de allá son exóticas, lamento no decirte los nombres, pero son complicados y difíciles de recordar, los muggles se complican demasiado. Y aquellas son unas rosas que me regaló un jardinero especializado en plantas raras. Son como rosas, pero más grandes y de color negro y el tallo es rojo.
    -Que bonitas, es increíble de que cuides tu todas estas plantas.
    -Me encanta cuidar de mis plantas, me relajo y me entretengo y no pienso en problemas ni nada.
    -El jardín esta incluso más bonito de lo que recordaba, oh, ¿y aquellas de allá?-preguntó señalando.
    -Son verbenas, y plantas para hacer infusiones.-explicó.
    Harry se acercó a un armario y lo abrió y de él sacó algunos sobres.
    -Son semillas de rosas, lirios alstroemerias, lisianthius y ave del paraíso, la ultima una flor un poco rara, es aquella de allá, parece realmente un ave, ten, son para ti.-dijo.
    -¡Qué amable!-arguyó Narcissa cogiendo los sobres.
    -Espera, te daré algunas semillas para plantas de infusiones.-dijo Harry mientras le entregaba otros cuatro sobres más.
    -¿ Y aquello qué es?
    Harry se fijó en lo que Narcissa estaba señalando. Un reproductor de música.
    -Es un reproductor de música, he grabado algunas canciones que eran de Walburga, sobre todo ópera, me ayuda a relajarme y a entretenerme.
    -Eres un muchacho muy atento y educado Harry, también te gusta hacer cosas relajadas como cuidar de las plantas y oír ópera y te gusta tomar el té. ¿Qué pasiones tienes a demás Harry?
    -Me gusta leer, libros sobretodo de amor o de pasión.
    -Ahh, vaya. Que afortunado será el qué se case contigo Harry.-dijo Narcissa.
    Harry se quedó pasmado, había dicho “afortunado”.
    -¿Perdoné?
    Narcissa sonrió, era evidente, puede que al chico le gustara jugar al quiddich y todo lo demás, pero tenía una parte femenina, no lo negaba, ni en apariencia ni en forma de ser.
    -No te preocupes, eso está bien visto entre los magos, no te avergüences de lo que eres Harry, nunca lo hagas.-dijo Narcissa.
    -Gracias.-dijo Harry con una sonrisa.
    Acto seguido entraron Sirius, Lucius y Draco.
    -Chico, has hecho un gran trabajo en el jardín, es hermoso.
    -Gracias.
    Lucius podía ver la cara de felicidad que tenía su esposa, parecía una niña pequeña a la que le habían regalado la cosa que más le encantaba, miraba todas las plantas que podía y con devoción. Sonrió con dulzura.
    -Cissy, por qué no invitamos a Harry un día y si quiere que nos ayude a renovar nuestro jardín.-preguntó.
    Narcissa lo miró con un brillo en los ojos y supo que estaba emocionada.
    -Será un placer ayudarles.-dijo Harry con una sonrisa.
    Draco vio que Harry no era como lo pintaban, tenía errores y era bondadoso de corazón, sonrió con dulzura, pero se dio cuanta enseguida. ¿Se estaba enamorando?Sí, pero no podía. ¿Cómo iba a enamorarse Harry de él después de lo que le hizo todos estos años? Tal vez, podrían ser amigos y tal vez, en un futuro podrían ser algo más, y pensó... ¿Y si lo conquisto poco a poco?




    Continuará....




    ¿Quién será la persona que robó el corazón de Sirius?(quiero que me digáis o que os hagáis una idea de quién fue el que robó el corazón de nuestro playboy.) ¿Draco y Harry lograrán estar juntos? Descúbranlo según la historia se desarrolla.
    Os estaréis preguntando de por qué no he matado a Sirius en mi historia, bueno, como podéis comprobar Sirius es un gran apoyo emocional para Harry y veía muy cruel el matarlo como hizo J.K.Rowling, tampoco he matado a Remus, como habréis observado.
    Os juro que en algunas partes como cuando Harry suelta todos sus sentimientos lloré :( :( :( :( como una niña pequeña y tuve que dejar de escribir durante unos minutos, lo se, tengo mucha empatía, ¿eso es malo? Luego hubo algunos momentos en los qué me caía de la silla de la risa, sobre todo la parte en la que Sirius, Lucius y Draco se quedan solos, jajaja nunca me había reído sola tanto en mi vida :=ahjahajhaja: :=ahjahajhaja: :=ahjahajhaja: :=ahjahajhaja: :=ahjahajhaja: .
    ¿Os hacéis una idea de como es la casa redecorada? Pienso estudiar eso, por favor no seáis muy duros con vuestras respuestas y perdonen si hay faltas de ortografía, en eso soy muy tiquismiquis. Y espero que os haya gustado mi primer capítulo de esta maravillosa historia.
    Byeee~ :=arribarriba: :=arribarriba:
     
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    Aprende a soñar con los ojos abiertos....

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    Oh por kamisama no sé hay tantas dudas en mi cabeza...!!!!!

    Muy prometedora tu historia,no tardes con la conty....me fascino

    Mata ne!!!
     
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  3. Yuuri Bezarius
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    >//w//<)/// me encanto!! en serio esta genial... me atrapaste y e_e sobre todo porque es Drakoxharry e_e en serio es dificil encontrar este tipo T_T muxos prefieren el harryxdrako...
    >w<)/// aun asi no tardes en actualizar!
     
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    Holitaaaa :=NEWWWA: :=NEWWWA: :=NEWWWA:.
    -Aquí os dejo el añorado... chan chan chaaan... :=violins: :=violins:
    -Venga y da la conti y deja de hablar, charlatana. :=¬¬: :=¬¬: :angry: :angry:
    -Moooo~ :=SHOROO: :=SHOROO: :=SHOROO: , eres mala Isa-chan.
    -Ya, ya, soy el demonio, da la conti. :=angrys: :=angrys: :=MUAHAHA: :=MUAHAHA:
    -Venga deja me divertirme. :=BUABUA: :=BUABUA: :=BUABUA:
    -Nop, ahora da la conti. :=¬¬: :=¬¬:
    -Valeee, aquí nuestro esperado capítulo II disfrutadlo, ¿ya? :=wozardd: :=wozardd: :=WORKIN: :=WORKIN:
    -Shhh, calla, que ya empieza. :=tardesds: :=tardesds:

    Capítulo II



    Sirius miró a su sobrino, su plan de unir a estos dos estaba dando resultado, su sobrino no paraba de mirar a su hijo adoptivo. Rió internamente, como cuando un crío va a hacer una trastada.
    -Vamos a cenar.-dijo.
    Todos se fueron hacia el salón a cenar. Narcissa rió como niña pequeña cuando vio su comida favorita. En la cena se podría decir que Harry y Draco conversaron por primera vez sin gritar ni matarse a hechizos ni a golpes, se podría decir que se hicieron amigos. En la cena Lucius explicó que Voldemort los tenía bajo un imperio y le dio las gracias a Harry por haberles ayudado.
    -Bueno pues mañana nos vemos.-dijo Harry.
    Sirius sonrió pícaramente, era el momento de entrar en escena.
    -Cissy, aún es temprano, apenas son las diez y hace años que no nos vemos, ¿por qué no os quedáis y os tomáis una copa de vino?-preguntó a su prima, no iba a desaprovechar la oportunidad.
    -Tienes razón, querido, ¿nos podemos quedar?-preguntó Cissy a su marido con una mirada de... “Dime que no y duermes por el resto de tu vida en el sofá viejo u otra opción, sería que no vivirás para contarlo”.
    Lucius tragó hondo, lo mejor sería no intentar enfadar a su esposa.
    -Cl-jum Claro.-dijo Lucius.
    Narcissa sonrió como una niña pequeña a la que le habían cumplido su capricho, al fin y al cabo “Un Black siempre gana”.
    -Sirius, trae un wisky de fuego y un ron y esa botella de 1960 que he visto en la cocina.-le ordenó cariñosamente Narcissa.
    -Siempre tan buen ojo Cissy.-dijo con una sonrisa.
    -Por supuesto.-dijo arrogantemente la mujer sentándose en el sofá.
    Mientras Sirius fue a por las botellas a por la cocina y mientras Narcissa se había sentado y había hecho que Harry se sentara a su lado y empezaron a hablar.
    -Y Harry, ¿Qué piensas estudiar?-preguntó Narcissa.
    -Pues... estaba pensando en ser auror, pero... estoy pensando en estudiar para ser profesor de DCAO en Hogwarts o medimago.
    -Debo decir que sería una buena carrera.-dijo Lucius.
    -Y no has pensado en ser... ministro o algo así.-preguntó Narcissa.
    -No, creo que ya hice suficiente durante mis primeros 17 años.-dijo serio.
    -La gente es muy avariciosa Harry, no des nunca más de lo que puedes, pues pedirán más, ten lo por hecho y yo me lamento de haber hecho todo lo que hice, espero que me perdones.-dijo Lucius.
    Narcissa pensó que Harry le vendría como anillo al dedo a su hijo, harían una pareja muy codiciada. Y quien no, teniendo a esas dos semejantes bellezas. Ya había notado las miradas que se echaban cuando uno de ellos no se daba cuenta y apostaba a que Sirius lo sabía, ya hablaría con él y planearía algo, sonrió con malicia.
    -No hay nada que perdonar, pues lo que hiciste, fue para proteger a tu mujer e hijo.
    -Tienes un gran corazón Harry.- comentó Cissy con una mirada maternal.
    -Ya estoy de vuelta Cissy.-dijo Sirius con tres botellas y cuatro vasos en las manos y con una sonrisa y un brillo en los ojos alegre.
    -Sirius, ¿qué te parece si pasamos la navidad en la casa de campo de Escocia de tus padres? Supongo que la habrás heredado.-dijo Cissy mientras le guiñaba el ojo sin que ninguno de los tres otros presentes se diera cuenta.
    A Sirius le costó entender la razón de aquel guiño, pero llegó a esa conclusión. “Lo sabe” pensó y reaccionó.
    -Por supuesto, a mi madre no le hubiera gustado, pero como soy el último heredero, me pertenece.-dijo.
    -Harry, te encantará esa casa, tiene una gran extensión de jardín y un bosque privado la rodea.-arguyó Narcissa.
    -Me encantaría ir.-dijo con una sonrisa cordial hacia la mujer.
    -Sirius, ¿qué te parece si nos quedamos a dormir?-preguntó Cissy.
    -Me encantaría, he cambiado la decoración de la casa por completo.-dijo Sirius.
    Lucius y Draco, estaban absortos, se iban a quedar a dormir. Lucius pensó “¿¡Qué se le ha pasado por la cabeza, a caso se ha vuelto loca!? Cuando estemos a solas me lo va a contar.” por otro lado Draco estaba encantado, más tiempo para observar a Harry y esta vez no desaprovecharía la oportunidad, por fin podría ser completamente feliz y no lo desaprovecharía.
    -Tío, ¿cuál sería mi habitación?-preguntó, hace tiempo que no le llamaba Tío.
    -Al lado de la de James, ¿te importaría mostrarse la?-preguntó a su hijo.
    -Claro que no papá.-dijo Harry. No le importaba, pero un poco nervioso si que estaba, se iba a quedar a solas con Draco. Rogaba porque no pasara nada.-Sígueme.
    Draco siguió a Harry por la casa e intentó memorizar el camino.
    -Harry.-le llamó.
    Harry se volvió hacia Draco.-¿Si?
    -Perdona me.-dijo.
    Harry parpadeó confusamente, ¿Había oído bien? ¿Draco había dicho que le perdonara?
    -¿Per-perdona?
    -L-lo has oído bien, no me hagas repetirlo.-dijo mirando hacia un lado.
    -¿Por qué?-cuestionó.
    -Por todo, durante estos años... los insultos, las peleas, los hechizos. Todo.-dijo con la cabeza baja, esperando que no se enfadara y le insultara.
    -Creo que en eso, los dos tenemos la culpa, te perdono, solo si tú también lo haces.-dijo Harry con una sonrisa.
    Draco lo miró sorprendido, había esperado de todo menos eso.-Por supuesto. ¿Amigos?.- le volvió a tender la mano con nerviosidad y timidez
    Harry no volvería cometer ese error, le sonrió a Draco y en vez de darle la mano le dio un abrazo.
    Draco quedó embobado con el aroma de Harry, olía a vainilla y fresas y le devolvió el abrazo. Sintió algo en su interior y se quedó paralizado, acababa de... RECIBIR SU HERENCIA MÁGICA.
    -Harry.-dijo en un susurro.
    -¿Umm?
    -Nada.-dijo, dios no lo podía creer... ERA UN VEELA Y SU PAREJA ERA Él, o Merlín, es lo mejor que le ha pasado en la vida, pero ahora tenía que deshacerse del abrazo sin que Harry pensara que lo estaba rechazando y porque si seguían así la túnica no podría ocultar su erección y entonces estaría jodido. Muy jodido. Gracias a Merlín fue Harry quien empezó a deshacerse del abrazo.
    -Ven, vamos.-dijo siguiendo andando, pero... iban cogidos de la mano y Draco no iba a decir nada.
    Al llegar a la habitación, Harry se despidió de él con un beso en la mejilla y con un escueto “voy a cambiarme”.
    Joder, no aguantaría sin tenerlo en su cama gimiendo para él mientras le... mierda... tendría que ir al baño.

    ~ · · · · ~

    Mientras, Lucius había tenido que ir a su casa a por el baúl de su hijo para ir a Hogwarts y por ropa de cambio para mañana.
    Aprovechando que nadie estaba Narcissa empezó a hablar con su primo.
    -Sirius... ¿le hechas de menos?-preguntó, ambos sabían de quién hablaban.
    Sirius suspiró, claro que le echaba de menos, sus ojos, su piel, su risa, su carácter. Todo.
    -Cissy, claro que si, le amaba más que a mi propia vida.-dijo mirando a la nada con melancolía.
    -¿Le amabas?¿Ya no?
    -Claro que le sigo amando, pero... Cissy... no va a volver... quiero enamorarme otra vez, pero no puedo. La simple idea me asquea, y no puedo, no quiero enamorarme, le quiero de vuelta... Merlín lo que daría por volver a verle solo una vez más. Que él me abrazara. Pero está muerto y se llevó mi corazón a su tumba y no va a devolverme lo hasta que yo me muera.-dijo derramando lágrimas, después de 18 años de su pérdida, esta es la primera vez que lloraba por él.-Y esta, es la primera vez que lloro por él, me siento tan mal.
    -Sirius tú estuviste en shock, el dolor de su perdida te ocasionó tal dolor que evito que lloraras, no es malo, no te atormentes ni te tortures por ello, puedes desahogarte... no, no puedes... debes hacer lo, debes perdonarte.-dijo Narcissa abrazando le.
    Sirius empezó a llorar sobre su hombro dolorosamente. Susurrando su nombre y pidiéndole perdón a una persona que no iba a volver. Narcissa notó que Sirius realmente estaba dolido y que por fin había salido de ese shock que le tenía sujeto durante 18 años. 18 años en los que le fue imposible llorar por su pérdida.
    -Ay Sirius, mi pequeño primo, todo va a estar bien.-dijo mientras le acurrucaba en sus brazos y le pasaba la mano por la espalda suavemente. Miró hacia la chimenea e hizo una señal de que no hiciera ruido.
    -Snif, lo siento, disculpadme, pero...-intentó excusarse.
    -Tranquilo, ve a dormir, nosotros también no iremos a dormir.-dijo Narcissa.
    -Buenas noches.-susurró y se marchó a su habitación si esperar respuesta.
    -Cissy, él estaba enamorado de...-intentó hablar.
    -Sí, sí que lo estaba y sigue estando enamorado de él.-dijo.-Anda, vamos a la cama, supongo que me quieres preguntar el por qué he querido quedarme a dormir.

    ~ · · · · ~

    Cuando sus padres estaban a punto de dormir, después del número de Lucius del por qué su mujer quería unirlos a los dos. Su simple respuesta... “Tu hijo ha hecho todo lo que le has ordenado al pie de la letra, es hora que decida por él mismo y más a la hora de decidir con quien quiere compartir su vida y no voy a dejar que lo destroces o que intentes imponerte en la felicidad de NUESTRO HIJO LUCIUS” y ahí se había callado y lo había aceptado.
    -Mamá, papá ¿Estáis dormidos?-preguntó.
    -No, ¿qué pasa?-preguntó su padre.
    -Acabo... de recibir mi...
    -¡OH MERLÍN! Siempre supe que la recibirías.-dijo su madre. -¿Cuál es el problema?
    -Mi pareja.-dijo Draco.
    “Mierda” pensó Narcissa, no había pensado en ello, ¿y si la pareja de Draco no era Harry?, adiós a sus planes.
    -¿Quién es?-preguntó preocupada.
    -Harry.
    -...¡NOOOO!-gritó su padre agarrándose de los pelos y tirándose a la cama.
    -¡SIII! ¡TE LO DIJE LUCIUS!.-dijo Narcissa empezando a dar saltitos por la habitación.
    -M-mamá.-susurró sorprendido.
    -Tu pareja es Harry, tú estás enamorado de él y él de ti, ¡es geniaaal!-victoreó por toda la habitación.
    Draco se había quedado asombrado, había dicho que Harry estaba enamorado de él.
    -¿Qué has dicho?-le preguntó a su madre.
    -Que Harry está enamorado de ti, pero no seas impulsivo, debes conquistarlo, por muy enamorado que esté no te va a aceptar de la noche a la mañana Draco. Harry es como una delicada flor, debes ir con cuidado.-dijo ella.
    -Gracias mamá, buenas noches.-dijo Draco saliendo de la habitación. Joder, se sentía tan bien, era correspondido, y por supuesto que iba a conquistarle, claro que lo haría. Ese moreno sería suyo, completamente suyo y de nadie mas. Gruñó interiormente al pensar que alguien más pudiera tenerlo. Ni hablar, Harry sería suyo y estaría a su lado y por supuesto, en su cama.
    -Harry.-susurró en la puerta de la habitación y oyó un “Pasa” de dentro.
    Y entró, y se fijó en la habitación y se sorprendió. Era una mezcla de Griffindor y Slytherin. Las paredes de color verde y plata, la cama redonda, en el centro de la habitación, de madera y de sábanas doradas y rojas. A un lado una chimenea con un sofá rojo con cojines en dorado, plata y verde. Un escritorio al otro lado y un armario al lado de la puerta y al fondo de la habitación una gran ventana que daba a una terraza y en las que había unas hermosas cortinas rojas.
    -El sombrero quería enviarme a Slytherin, pero le pedí que me enviara a Griffindor, aún así parezco más serpiente que león.-explicó el porqué de los colores de la habitación.
    -Así que Slytherin, eeh.-dijo.
    -Si.-dijo Harry sonrojado al notar como Draco se le acercaba peligrosamente.
    -No me sorprende.-susurró en su oído lentamente y Harry jadeó.
    -Ah, ¿No?-le siguió el juego.
    -No, siempre supe que ocultabas algo debajo de esa piel de cordero.-dijo en su oído, después de besar y morder su lóbulo. Harry gimió gustosamente.
    Ambos se miraron a los ojos, Draco vio que Harry tenía los ojos verdes esmeraldas mas bonitos que había visto en la vida, parecían acuosos, tan brillantes.
    Draco tubo que luchar contra su instinto cuando Harry gimió, porque si no, le hubiera hecho gemir tan alto que le dejaría sin cuerdas bucales.
    Harry, por su parte, sentía que en cualquier momento sus piernas le fallaría y acabaría en el piso.
    -Buenas noches Harry.-dijo Draco mientras le daba un beso en la mejilla y otro en el dorso de su mano derecha. -Que duermas bien.- añadió.
    -Buenas noches Draco.-dijo embobado.
    -Harry, antes que nada.-dijo Draco.
    Harry parpadeó y cuando se dio cuenta Draco estaba otra vez enfrente de él, sintió que le agarraba de la cadera y que unos labios se unían a los suyos en un beso tierno y dulce, delicado pero sensual.
    -Voy a conquistar te, prepara te.-dijo y le volvió a morder el lóbulo y a robarle otro beso y se fue. Dejándole en su habitación con un sonrojo que era más rojo que el pelo de los Weasley y pensando... “También me quiere...¡MERLÍN, ME QUIERE!” y se durmió con una sonrisa.

    ~ · · · · ~

    Draco pensó que si quería conquistar a Harry, debería hacerlo, pero con ayuda, así que se puso a escribirle una carta a Pansy pidiéndole ayuda.

    Querida Pansy:

    Necesito tu ayuda. Para mi gran pesar... tenías razón.
    Quiero conquistarle, pero no se cómo hacerlo o por dónde empezar.
    Jamás pensé hacer esto, el decir que tenías razón y el pedirte ayuda,
    debido a la situación he preferido tragarme mi orgullo y pedirte ayuda.
    Di me que debo hacer, ya que perdí la apuesta al saber que me he enamorado de Harry,
    como tu supusiste y yo no.
    Reúne a los chico y en el tren hablaremos.
    Por cierto, ¿qué tal tu madre, la operación resultó un éxito?
    No te lo vas a creer pero estoy en la mansión Black. Sí, la de mi tío Sirius
    y en ella, esta Harry, debo decirte que somos “amigo” ya que, y no te rías cuando leas esto,
    le pedí perdón y nos hemos hecho “amigos”.
    Te estarás preguntando por qué he puesto así la palabra amigos.
    Pues verás, él ya conoce mis intenciones de conquista y he de decir que es como una
    delicada flor. Sensual, precioso, fuerte, pero a la misma vez, inocente y débil.
    Sin más me despido.
    PD: Sé que estás enamorada de Greanger, si me ayudas, te ayudo, lo mismo que con los demás,
    comentase lo, y otra cosa, he recibido mi herencia y mi pareja, para mas gula, es Harry.


    Te quiere, tu gran amigo.
    Draco Malfoy.


    Después de escribir esta carta a su amiga, la mandó y se fue hacia la cama en la cual reposaba un pijama de seda negra. Sonrió gustosamente al recordar el sonrojo de Harry, y ese gemido. Se pasó la legua por los labios y se los mordió, no podría aguantar más el no tenerlo en su cama y entre sus brazos, eso sonaba un poco morboso, pero era verdad. Ese griffindor lo llevaba de cabeza.
    Al terminar de apagar la luz y recostarse, oyó como si alguien hubiera gritado y se levantó como un resorte.”Harry” pensó y rápidamente sus instintos salieron. Los colmillos le crecieron un poco al igual que las uñas y sus ojos se tiñeron de dorado y se fue hacia la habitación para proteger a su pareja.
    Al llegar, se quedó helado, Harry estaba teniendo una pesadilla, se revolvía entre las sábanas sudando y susurrando cosas sin sentido.
    Se acercó y le atrajo hacia él, haciendo que se despertara.
    -Dr-Draco.-gimió dolorosamente.
    -Shhh, calma bebé, todo está bien, estás bien.-dijo Draco.
    -Yo no quería...ellos murieron por mi... ella...-dijo Harry.
    -Shh, tranquilo.-le tranquilizaba Draco mientras le acunaba entre sus brazos, y pensó celoso “¿Quién es ella?”
    -Harry, has dicho ella...¿Quién?-preguntó.
    -Mi madre... murió por mi culpa... intentó protegerme... al igual que todos... siempre mueren... siempre acaban muertos por mi culpa.-sollozaba.
    -No, bebé, eso no es cierto.-dijo Draco y siguió acunando lo.
    -Draco.-gimoteó Harry.
    -Dime.-dijo él mientras le pasaba sus manos por su pelo y espalda.
    -¿No te irás verdad?-cuestionó mirándole a los ojos.
    Sus miradas se encontraron, los ojos de Harry brillaban a causa de las lágrimas, tenía los ojos hinchados y colorados al igual que la nariz,con un semblante de preocupación en la cara. Draco no quería que Harry siguiera sufriendo, se juró internamente que le protegería y cuidaría.
    -No, no lo haré nunca, y ahora, vamos a dormir.-dijo mientras se dormían ambos abrazados.

    ~ · · · · ~

    Mientras, fuera de la habitación, había tres personas con los oídos pegados en la puerta. Al finalizar la conversación se apartaron.
    -Esto me huele a boda muy pronto.-canturreó Narcissa.
    Los tres habían salido de sus habitaciones al oír el grito de Harry, pensando que alguien había entrado en su habitación, pero se calmaron al ver entras a Draco a la habitación de Harry con aire preocupado y con un aura que transmitía “Daña a mi pareja y no vivirás para contarlo” y con su parte veela saliendo a relucir.
    -¿Quién lo iba a decir? Tu hijo ha heredado tu herencia mágica, Cissy.-dijo Sirius.
    -Sí, y te puedo asegurar que no se harán daño el uno al otro.-respondió Lucius por su mujer.
    -Lo sé.-comentó Sirius.
    -Ahora que ya estamos seguros de que no pasa nada malo, deberíamos volver a nuestras habitaciones a dormir, mañana hay que madrugar.- comentó Narcissa, quien se despidió de su primo y se llevó a su marido a rastras a su habitación.
    Sirius volvió a la suya, sobre la cama había un cofre pequeño, con fotos y cartas. Todas de él. Hacía 18 años que no lo habría, 18 años en los que se había negado a hacerlo. Merlín le extrañaba tanto que hasta lo odiaba. Lo odiaba por hacerle sufrir cuando le prometió que no lo haría, cuando le prometió que no lo dejaría, que lo cuidaría y que le haría feliz y ahora... Ahora nada, ya no queda nada, ni promesas, ni besos, ni caricias... ni un “te amo” más. Se había quedado sin nada. Sin su voz, sin su rostro por las mañanas, sin sus besos. Nada.
    Cogió la última carta, la abrió y empezó a leer con sus ojos y mejillas bañados en lágrimas. Aquella última carta que recibió aquella mañana a solas, encima de la mesita y con una rosa, su última rosa.

    Para mi querido Sirius.

    Mi amor, te estarás preguntando por qué te has despertado y no estaba allí.
    He de terminar una cosa, acabo de descubrir algo que podría significar la victoria del lado de la Luz.
    Te prometo que en cuanto regrese te lo contaré.
    Pero no volveré hoy mismo, he de terminar una cosa, el señor Oscuro sabe que yo se algo y que tengo
    algo que le pertenece.
    Volveré en cuanto logre terminar lo que llevo estudiando dos años.
    La razón por la que no te llevo conmigo es por la que si él nos encuentra, tú estarías en peligro y
    y no voy a dejar que eso pase, te lo prometí. Prometí cuidarte y amarte para siempre y estar contigo.


    Te amo mi amor, no lo olvides.
    Hasta pronto


    Su última carta, su último “Te amo” su adiós. Lloró. Lloró desconsoladamente, cogió un abrigo y se transportó hacia el cementerio, allí donde descansaba. Solo un nombre y un ataúd vacío, pues no encontraron el cuerpo. Calló de rodilla sobre la tumba y empezó a llorar, lloró hasta quedarse sin lágrimas y sin voz, su cuerpo temblaba a causa del dolor y del frío, pero no le importaba, quería desahogarse de todo.
    -¿Por qué? Me lo prometiste... dijiste que... dijiste... dijiste que estarías conmigo... pero no es cierto... estás muerto, y te llevaste todo. Te llevaste mi corazón y mi razón de vivir. Todo... ¡MALDITO SEAS!... no hagas promesas que no vas a cumplir.-lloraba.- Te lo di todo, deja me enamorarme de nuevo, deja me sentir de nuevo, aunque no seas tú.-sollozó sin parar.
    Sirius siguió llorando, sin percatarse de nada al su alrededor. No se dio cuenta de que alguien le observaba, esa persona quería ir a consolarle, pero sabía que no podía, no era el momento ni el sitio más adecuado, tendría que esperar. Apretó los puños y se quedó mirando como Sirius sollozaba y lloraba de dolor, pero no se fue, se quedó allí, velando, por si alguien venía o por si le pasaba algo. Se quedó allí hasta que Sirius, cansado, desapareció murmurando “Mansión Black”. Fue entonces cuando él, suspiró tranquilo y se marchó.
    Sirius al llegar a su casa, más específicamente, a su habitación, se quitó el abrigo y lo puso en una silla, y se puso el pijama. Se asomó debajo de la cama y de ella sacó una caja algo más grande, de la cual sacó un oso blanco de peluche. Su regalo de cumpleaños, aún recuerda cuando se lo regaló. Sonrió y lo abrazó. Estaba tan cansado que se quedó profundamente dormido.









    Continuara....






    ¿Quien será la persona que estaba observando a Sirius? ¿Creéis que esa persona es mala, o solo quiere hacerle feliz? ¿Qué quiere decir con que no es el momento ni el lugar para acercarse a Sirius? ¿Qué oculta esta persona? ¿Draco ha conseguido el corazón de nuestro moreno? ¿Ayudaran Pansy y sus amigos a Draco? Descubran lo.

    HASTA LA PRÓXIMA :=WIJIS: :=BIENODOE: :=WORKIN:

    -¿No te olvidas de algo? :=detective: :=detective: :=¬¬: :=¬¬:
    -¿Lo he hecho? :=nuse: :=nuse:
    -María... :=ummse: :=ummse: :=ummse:
    -¡OOOH DIOS MIO! :=WTFf: :=WTFf: :=WTFf:
    -¿Te has acordado ya? :=uuhuhuhus: :=uuhuhuhus:
    -Tengo que comprar helado, ya decía yo. :=EEEE: :=EEEE: :=DFSDFSD: :=DFSDFSD:
    -GRRRR :=angrys: :=angrys: :=angrys: :=angrys:
    -¿Qué te pasa? :=nuse: :=nuse:
    -IDIOTA, DA LAS GRACIAS :=angrys: :=angrys: :=angrys:
    -HAIIII :=SHOROO: :=SHOROO: :=SHOROO: :=SHOROO: :=SHOROO:

    Gracias @LokillaxelYaoi porque te esté gustando mi historia, sobre las dudas... se irán resolviendo conforme la historia se vaya terminando.
    Gracias @Yuuri Bezarius... yo también pienso lo mismo sobre esta pareja.
    Lamento haberos hecho esperar, pero he tenido temporada de exámenes y buuuum, ha sido muy dificil encontrar tiempo, espero que lo disfrutéis.
     
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  5. Yuuri Bezarius
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    >//w//<)/// waaaa me encanto e_e jajaja ese Drako todo un pervetidillo, y su mama me esta empezando a caer bien!!
    n-n y sobre todo gracias por darte el tiempo TnT se lo que es estar en temp de examenes ToT)s y es horrible!
    XDD aun asi espero con ansias el prox. cap. y suete con los parciales!!! :=WIJIS: :=amors:
     
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  6. antooop
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    :=NEWWWA: :=NEWWWA: muy buena historia como va. se puso interesante
    mw causoo mucha gracia la parte en la que Narcissa ya quiere una boda :=ahjahajhaja: :=ahjahajhaja:
    pobre de Sirius
    conty por fa :=hurrahrr: :=arribarriba: :=uuhuhuhus:
     
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  7.     +1   -1
     
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    lectora principiante, yaoista de corazon
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    una historia que se ve es muy prometedora jaja dos Malfoy practicamente enbobados por harry una cissy casi dando brinquitos un harry sexy y no son olvidemos de sirius jajaja muy bueno el primer capitulo, sube pronto el próximo capitulo
     
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  8.     +1   +1   -1
     
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    Me encanta leer yaoiii
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    -Hola, holitaaa... :=NEWWWA: :=NEWWWA:
    -¡CORTA EL ROLLO YA! :=angrys: :=angrys: :=angrys:
    -Mooo~ Isa-chan ya basta. :=BUABUA: :=BUABUA: :=BUABUA: :=SHOROO: :=SHOROO: :=SHOROO:
    -Está bien pero para de hablar que ya es hora. :=ummse: :=ummse: :=tardesds: :=tardesds:
    -Lo sé.... bien aquí tenéis el nuevo capítulo... Disfrutadlo. :=MAULS: :=MAULS: :=MAULS:






    Capítulo III






    A la mañana siguiente, Draco se despertó debido a los rayos de sol que entraba por la ventana y se fijó en Harry, quien dormía tranquilamente sobre su pecho. Empezó a acariciar sus cabellos y a pasar su mano por toda la cara cariñosamente, como leves caricias. Harry sonrió y abrió los ojos y miró a Draco, quien le devolvió la sonrisa.
    -Buenos días.-susurró Harry.
    -Buenos días, bebé.-le contestó Draco mientras le acariciaba sus cabellos con suavidad:-¿Has dormido bien?
    -Muy bien...-dijo mirando las mantas y enrollándolas entre sus manos y sintió como Draco le alzaba la cabeza suavemente.
    -¿Qué te pasa?-le preguntó preocupado mirando a Harry a los ojos.
    -Nada... solo que... parece raro... esto.-balbuceaba.
    Draco sonrió con dulzura. Adoraba esta parte de Harry, el sonrojado y balbuceante, como un niño pequeño perdido, pero vio en esos ojos el miedo a ser herido y tristeza y se juró internamente que haría lo imposible para que Harry fuera feliz:-Harry... no es algo que un Malfoy alga normalmente o usualmente...-empezó a hablar poniéndose en frente de Harry:-Harry estoy completamente enamorado de ti y quiero que sepas que haré todo lo que esté en mi mano con tal de que seas feliz, pero primero voy a conquistar te... te amo.-dijo mientras le daba un pequeño toponcito en los labios y un beso en la frente y salió de la habitación.
    -Tonto... ya lo has hecho.-comentó sonriente.
    Harry se vistió con una camisa blanca, con unos pantalones verde pistacho y unos zapatos marrones junto con una chaqueta de color marrón.
    Mientras Draco había recibido una carta de Pansy... rogaba que le ayudara.

    Querido Draco:

    En primer lugar te diré: Te lo dije y en segundo
    claro que te ayudaremos, pero te daré un pequeño adelanto.
    Primero alagar lo bello que está todos los días, y mantener una conversación que
    a el le guste, por ejemplo, de sus gustos.
    Después ve entregándole una flor distinta cada día, yo te
    ayudaré. Regala le bombones, poemas...
    Te aseguro que le gustará.
    Se cordial con el y mima le y cumple sus caprichos.
    Comienza hoy por una Acacia Amarilla que significa amor secreto.
    Buena suerte y me despido.


    Te quiere tu gran amiga
    Pansy Parkinson

    Draco cuando terminó de leer la nota sonrió y se cambió. Se puso unos pantalones azules claros junto con una camisa de color blanca y zapatos oscuros y una corbata verde. Cogió la flor y salió hacia la habitación de Harry. Tocó la puerta y le abrió Harry ya vestido con el pelo revuelto, sensual.
    -Bebé que bien te ves.-dijo mirándole de arriba a abajo, haciendo que Harry se sonrojara.
    -Emmm...¿Querías algo?-preguntó nervioso.
    -Dicen que los ángeles no existen pero acabo de ver uno... y que se vería muy bien con esta bella flor.-dijo cogiendo le la mano y besándola y después colocó la flor sobre su mano no sin antes besar uno de los pétalos mientras miraba a Harry y se perdía en sus ojos verdes esmeraldas.-Te veré en el salón.-dijo mientras se daba la vuelta y se iba con una sonrisa en los labios.
    Harry se quedó en la puerta mas colorado que un semáforo, miró la flor y sonrió y se sonrojó aún más. Entró de nuevo a la habitación y convocó un jarrón con agua y colocó la flor en él, sabía el significado de la flor. Era verdad lo que decía Draco, le estaba conquistando poco a poco. Llegó al salón y se colocó al lado de Draco. Ambos vieron que en el salón estaban sus padres. Narcissa estaba leyendo una carta apartados de los dos hombres que hablaban de negocios. Draco vio, como su madre al terminar la carta la arrugó, como si estuviera verdaderamente enfadada y acto seguido, la quemó y se dirigió a los demás.
    -Perdonadme, pero he de hacer una cosa.-comentó antes de perderse por la chimenea.
    Todos miraron a Narcissa y se preguntó el por qué de tan mal humor y cuál será eso que tiene que hacer.
    -Chicos, buenos días, venga tenéis que desayunar, pronto será la hora de irse a Hogwarts.-dijo Sirius.
    -Buenos días, vamos ahora mismo.-habló Harry soñoliento.
    Draco y Harry se fueron al comedor, donde los duendes les sirvieron un zumo de calabaza, tostadas y pastas de frutas a los dos.
    -Draco...-lo llamó Harry.
    -Dime.-contestó.
    -¿Por qué crees que tu madre estaba tan enfadada?-preguntó.
    -Ni idea bebé, pero no debe ser nada bueno.-arguyó Draco con la mirada perdida.
    -Draco...-lo volvió a llamar.
    -Dime bebé.-dijo y se levantó para sentarse al lado de Harry.
    -En Hogwarts no me vas a ignorar... ¿verdad?-preguntó Harry. Él estaba empezando a enamora de Draco y no quería que esto fuera solo un juego. Le dolería demasiado.
    -Jamás.-dijo mientras le tomaba del mentón y le miraba a los ojos con seriedad y sinceridad:-Termina de desayunar Harry, te estuve observando durante años y no comes nada.-dijo serio.
    Harry comió de mala gana, se había acostumbrado a comer casi nada.
    -Pero no tengo hambre.-dijo notando que su estómago le empezaba a doler y le empezaba a dar arcadas.
    -Harry.-le llamó la atención haciendo que se girara para mirarlo:-¿Tienes problemas a la hora de comer, como... anorexia o bulimia?-le preguntó serio.
    -Emmm...-no habló más, miró al plato y se le saltaron las lágrimas:-No lo se... hace solo unos meses que me vine con Sirius, pero... con los Dudley comía siempre lo mínimo o simplemente me dejaban semanas sin comer.-dijo mirando al suelo y con leves sollozos.
    -¿Sabes qué vamos a hacer?-le preguntó Draco. A él siempre le había preocupado la apariencia de Harry, tan escuálido y tan débil, y viéndole ahora, así, tan triste y desprotegido, llorando, le revolvió el estómago y se le ocurrió algo para que no estuviera triste.
    -Dime.-gimoteó.
    -Cada día vamos a ir comiendo una porción de más, para que tu estómago se acostumbre e iremos a ver a un medimago, le diré a nuestros padres que saquen cita para el fin de semana que viene, para que se lo digan a McGonagall.-dijo Draco mientras le apretaba las mejillas cariñosamente.
    Harry no dijo nada, solo le abrazó siendo correspondido por Draco.
    -Tenemos que irnos.- comentó Harry acordándose que se irían ya para la estación.
    Así que se fueron a la habitación a guardar los pijamas en la maleta y ambos salieron de sus habitaciones a la misma vez. Harry sonriente y un Draco enfadado.
    -Puf... es verdad... ese Weasley.-empezó a maldecir en susurros. Draco siempre había pensado... y pensaba... que el pelirrojo estaba enamorado de Harry. Pues no le iba a dar el gusto. Sonrió maligno. ¿Qué mejor manera de conquistar al moreno que empezando por ser bueno con sus amigos? Decidido, hoy, un Malfoy y Slytherin, se sentaría entre leones.
    -¿Qué estás murmurando?-preguntó Harry.
    Y a Draco se le ocurrió una cosa:-Lo bien que te quedan esos pantalones ajustados... te levantan el trasero.-dijo pasando por delante dándole una nalgada a Harry y sonriendo al notar el enorme sonrojo de Harry.-Sip, no hay nada mejor que ver a Harry Potter sonrojado y no era mentira, realmente esos pantalones azul oscuro le levantaban ese jugoso trasero y nada que decir de la camiseta gris pegada con esa chupa de cuero.
    -Maldito pervertido.-murmuró Harry caminando hacia el salón dónde seguramente estarían todos esperándolos.
    -Pero te encanta... acepta lo.-comentó sonriente y arrogante Draco.
    Harry no comentó nada más y siguió andando. Parecía una señal de tráfico.
    Ambos entraron en el salón y...

    ~ · · · · ~

    Narcissa entró en una casa destartalada, pero se sorprendió al ver el interior, todo estaba como nuevo.
    -Es un hechizo, por eso a primera vista parece destartalada.-comentó una voz.
    Narcissa se asustó un poco, pero reconoció la voz y bajó la varita.
    -¿Por qué?-preguntó ella.
    -¿Por qué, qué?-le contestó la persona con otra pregunta.
    -Sabes a lo que me refiero, no te hagas el tonto.-dijo de mal humor.
    -Vaya Cissy, no cambias.-comentó sonriente.
    -Le has hecho daño, mucho, y, ¿ahora vienes como si nada?-preguntó enfadada.
    A la figura se le oscureció la mirada y la perdió un rato mirando a la nada, pensando en todos estos años:-Tuve que hacerlo, o sino, él estaría muerto.
    -No puedes huir más, cada día se hunde más en su soledad, solo te quiere a ti.-comentó Narcissa.
    -Aún no... espera un poco.-dijo.
    Narcissa se acercó a la figura con aire amenazante:-Te lo diré una sola vez... aparece y pronto, estoy segura de que no aguantará mucho y hará alguna tontería y te lo digo de verdad, y como no aparezcas prepara te... porque el Señor Oscuro no te habrá matado, pero yo, si lo haré. Así que se un hombre y afronta las cosas y afronta las ya.-le dijo.
    -Cissy... procura que esta tarde no vaya nadie a la mansión Black.-le comentó con una sonrisa.
    -Me habías preocupado diciendo que aún no era el momento.-arguyó enfurruñada.
    -No es el momento porque Harry y Draco deben ir a Hogwarts, si me presento lo único que podría lograr sería un caos, prefiero ir en la tarde.-dijo él.
    -Que todo te salga bien, ¿sabes que vas a tener que enamorarlo de nuevo...no?-preguntó.
    -Cissy... le amo y si tengo que arrodillarme frente a todo el mundo mágico para pedirle perdón, no dudes en que lo haré.-explicó con seguridad.
    -¡Por Merlín! ¡Qué dejado estás! ¡Ni pienses que vas a ir a verlo así!-exclamó.
    -Cissy...-intentó hablar pero fue cayado.
    -¡No! ¡Ahora mismo vamos a comprar y a que te arreglen ese pelo! Mientras me cuentas qué es lo que te ha pasado en estos 17 años.-chilló histérica a la vez que pronunciaba un hechizo translador.
    Ambos aparecieron en una tienda de ropa y Narcissa se puso manos a la obra... al cabo de una hora, Narcissa ya llevaba 20 bolsas con ropa... como se nota que es una fan de la ropa.
    -Toma, ponte esto, ni pienses que vas a salir de aquí vestido así.-dijo mirándole de arriba a abajo.
    El hombre no le negó nada y se fue a cambiar, y, cuando salió, Narcissa lo arrastró hasta una peluquería.
    -Ahora, cuenta me.-comentó mientras que al joven le arreglaban el pelo.
    -Estuve un tiempo en coma en el mundo muggle, después me las apañé para vivir hasta que viera que era el momento de aparecer.-comentó.
    -¿Y tuviste que esperar 17 años?-preguntó.
    -Debía hacerlo, lo único que quería es que estuviera a salvo.-dijo.
    -Fue a Azkaban por un delito que no cometió.-dijo enfadada.
    -Lo sé. Me enteré hace un año.-dijo mirando a la nada.-Cree me cuando te digo que hubiera hecho todo lo que estuviera en mi mano con tal de que esté feliz y que no hubiera ido a Azkaban.-habló mientras sus ojos se empañaban.
    -Lo sé y cree me a mi, él no te culpa de eso, te culpa de que no estés con él.-dijo ella.
    -Ya... pero eso, esta tarde, va a cambiar.-habló.
    Narcissa sonrió y no volvieron a hablar del tema. En vez de eso le estuvo preguntando que había hecho durante esos años en el mundo muggle.
    -Fui profesor de historia.-arguyó.
    -Historia muggle... y es entretenida.-preguntó.
    -Ha de decir que si.-objetó.
    Al terminar Narcissa se quedó maravillada. Al muchacho le había quedado el corte de pelo como anillo al dedo. El estilo se llamaba “undercut” le quedaba muy bien.
    -Mira, si hasta pareces más joven.-se burló.
    -¡Mira quién lo dice!-exclamó el juguetón.
    -No te pases.-amenazó.
    -Dejaré en paz tu vejez.-objetó con los brazos en alto en son de paz.
    -Mocoso.-murmuró.
    -Cissy... ya no somos niños.-comentó.
    -Aún así sigues siendo un mocoso para mi.-dijo.
    -¡Pero si solo nos separan dos años!-exclamó frustrado.
    -Lo mismo da.-dijo ella.
    El muchacho se rindió, sabía que iba a ser imposible conversar con ella cuando se ponía en ese modo a si que salió de la tienda siendo seguida por una malhumorada Narcissa detrás de él.
    -¿Has olvidado tus modales? ¡No puedes dejar a una mujer hablando sola!-exclamó enfurruñada haciendo un berrinche como una niña pequeña.
    -¡Mira cómo lo hago!-le gritó de vuelta.
    -Vale, vale...tú ganas.-dijo vencida y vio como el muchacho sonreía arrogante.
    -Lo sé.-comentó.
    -¿Vas a comprarle algo?-preguntó Narcissa.
    -¿A quién?-preguntó confuso.
    -¿A quién sino genio? A Sirius.-habló.
    -¿Y por qué tengo que hacerlo?
    -Emmm... no sé... porque... te largaste dejándole solo una nota y una rosa, porque fingiste tu muerte, te perdiste sus 17 cumpleaños, le dejaste en Azkaban y... ¿piensas ir a su casa sin ningún detalle?-preguntó enfadada.
    -Vale, vale... ya entendí.-dijo.
    -¿Y bien?-volvió a cuestionar.
    -¿Y bien, qué?-preguntó astido el muchacho.
    -¿Qué le vas a comprar?-preguntó.
    -Estoy pensando Cissy, no molestes... emm... haber... no le gustan las joyas... ni las cosas bonitas... ¿Qué tal?... sí, creo que le gustará.-murmuraba.
    -¿Qué le vas a comprar?-preguntó.
    -Diecisiete rosas, una carta y un cachorro.-comentó con una sonrisa.
    Narcissa no estaba muy segura, pero no dijo nada, al fin y al cabo él conocía mejor que nadie a su primo y estaba segura de que lo que le iba a dar a Sirius funcionaría.
    -¿Qué raza le vas a comprar?-preguntó Narcissa.
    -Emmm... ¿Qué tal dos cachorros?-preguntó.
    -Buena idea...¿Y que raza?-cuestionó de nuevo.
    -Un cocker spaniel ingles y un springer spaniel inglés, a él le encantaban...-dijo recordando cuando le dijo que le gustaban esas dos razas.
    -¿Y de qué color?-preguntó Narcissa.
    -Si hay... un cocker marrón claro y un springer marrón oscuro, de preferencia, ambos hembras, creo que tiene ganas de tener una preferencia femenina en casa.-comentó en respuesta.
    Narcissa no dijo nada más.
    Ambos de dirigieron a una tienda de animales y el joven cogió a los cachorros tal y como había querido, ambas hembras, una cocker marrón clara y una springer de marrón oscuro. Eran tan bonitas, sobretodo la springer, esos ojos le recordaban a Sirius, eran tan parecidos. A demás, compró muñecos con los que los cachorros podrían jugar, champú, cepillos, cepillos de dientes especiales para perros, comida, cuencos para la comida y camas junto con unas mantas para las temporadas de frío.
    -¿Y ahora?-preguntó Narcissa quien llevaba en brazos a uno de los cachorros.
    -A la floristería.-dijo sonriente mientras cargaba al otro.
    Ambos fueron a la floristería y pidieron un ramo de diecisiete rosas.
    -Cissy mentiste.-pronunció el joven.
    -¿A qué te refieres?-preguntó.
    -No me perdí 17 cumpleaños... me perdí 18.-comentó:-Por eso el ramo de diecisiete.
    -Vaya.-fue lo único que dijo.
    -Bueno, ahora que tenemos todo, he de preparar una carta.-comentó.
    -Te llevo, yo tengo que ir a dejar a la estación a los chicos.-habló.
    Narcissa trasladó al muchacho a su casa y de allí se despidió y de fue a la mansión Black. Cuando llegó, se encontró con los chicos, quienes entraban en el salón con las maletas y se fijó mejor, Harry sonrojado y su hijo sonriendo. ¿Qué se ha perdido?
    -¿Qué me he perdido?-preguntó.
    -Nada.-habló Harry antes que Draco al ver las intenciones de este.
    -Nada.-pronunció el también.
    -Bueno chicos... hora de irse.-comentó Narcissa sonriente.
    Y así, todos se trasladaron hasta la estación, donde la mayoría de la gente ya se despedían, otros subían a buscar sitio o para buscar a sus amigos y contarse lo que no se habrían podido contar por carta.
    -Portaros bien y que no nos llegue ninguna carta.-dijo Lucius.
    Los chicos asintieron y se despidieron.
    -Adiós papá.-dijo Harry mientras abrazaba a Sirius.
    -Cuida te cachorro, y escribe me todas las semanas.-le dijo.
    Cuando Harry se estaba despidiendo de los señores Malfoy, Sirius se acercó a Draco.
    -No dejes que le ocurra nada.-le pidió.
    -Descuida, estará bien, yo me encargaré.
    -Si me entero que le haces algo malo... Voldemort solo será una hormiga en comparación conmigo.-comentó con aire siniestro que causó miedo en Draco pero supo disimularlo.
    -Jamás lo volveré a hacer.-dijo antes de que sonara el silbato que indicaba el primer aviso.
    -Nos veremos en navidad.-dijeron los chicos y se subieron en el tren.
    -Supongo que tu buscarás a tus amigos.-comentó triste Draco.
    -Ven.-dijo mientras le cogía de la mano y le arrastraba hasta el vagón en el que sabía que estarían sus amigos.
    Mientras iban andando los alumnos se quedaban de piedra. No todos los días veías a Malfoy y a Potter agarrados de la mano y sin pelear.
    -Draco... nos miran.-dijo cohibido.
    -Pues deja les.-respondió este con simpleza, pero sin soltar su mano.
    Ambos siguieron andando. Harry estaba feliz, Draco no le había echado a un lado y eso lo ponía contento. Se pararon enfrente de un camarote y Draco... enfadado de la mirada de los demás se volvió hacia ellos de mala gana.
    -¿Qué os pasa? ¿Acaso queréis una foto?-preguntó borde y burlonamente.
    Nadie dijo nada y con rapidez, se largaron tan pronto como habían venido.
    -Deberías ser un poco más amable.-dijo algo nervioso por si Draco le hablaba mal.
    -Pero Harry~... me ponen de mal humor que sean tan cotillas.-comentó enfurruñado, pero dulcemente.
    -Lo sé.-dijo él.:-Pero al menos intenta lo.
    -Lo haré, pero no prometo nada.-dijo.:-Bueno, entremos.
    Ambos entraron encontrándose con la mirada alegre de Pansy, la socarrona de Blaise y la inquisidora de Theo, junto con la curiosa de Crabbe y Goyle.
    -Buenos día Harry...¿Te podemos llamar así no?-preguntó Pansy.
    -Si... solo si yo puedo llamaros por los vuestros.-contestó.
    -¡Por supuesto!-exclamó.

    ~ · · · · ~

    Era su caligrafía de eso estaba seguro... dudaba en abrirla... ¿Estaría soñando? Pero tomó valor y con manos temblorosas abrió la carta.

    Para mi querido Sirius.

    Aquí te dejo las 17 rosas que me faltaban por darte para
    tus cumpleaños. Esos, los cuales me he saltado y no he estado presente y
    no sabes cuanto lo siento y deseo tanto pedirte perdón y que me perdones.
    Ahí tienes tu ramo y esos dulces cachorros que espero que te
    hayan robado el aliento, pero no más del que me robaste a mi.
    Lo siento por no haber aparecido durante estos 17 años, siento
    no haber estado contigo cuando me necesitabas, pero era necesario o sino
    él iría a por ti. Intenté proteger te, ¡Merlín si lo intenté!
    Te pido perdón, pero si yo te perdía, me volvería loco y lo mejor que
    puede hacer fue desaparecer.
    Sé el dolor que te causó mi “muerte” pero era necesario
    Sabes que te amo y que estaré dispuesto a esperar por ti o a
    volver a conquistar te, porque lo haré.
    Te amo mi amor, solo quería lo mejor para ti.


    Con cariño y profundo amor.
    Te quiere tu amado



    Al terminar de leer la nota se desplomó, estaba vivo, él estaba vivo...¡Merlín estaba vivo! Se levantó rápidamente y empezó a mirar a su alrededor.
    -Tan despistado como siempre.-comentó una voz a sus espaldas.
    Sirius se dio la vuelta y lo vio... Allí, en el sofá, sentado con una sonrisa dulce y esos ojos que lo miraban con profundo amor.
    -...-Sirius no podía pronunciar palabra... miraba al hombre que estaba delante de él. Era él... no pudo hacer nada más que correr hacia él y desplomarse a llorar sobre el abrazándole y llorando desconsoladamente.
    -Shh, bebé, ya ha pasado... estoy bien... estoy aquí... no me voy a ir... solo quiero saber algo...¿Me perdonas?-preguntó suavemente sobre su hombro.
    -Si... siempre.-gimoteó.
    El muchacho no aguantó mas y lo besó. Lo besó como si no existiese el mañana, probó esos labios que tanto le habían hecho falta.
    -Te amo.-dijo cuando se separaron juntando sus frentes.
    Sirius rió alegremente y para el muchacho, fue el mejor sonido de su vida.:-Yo también... te amo.
    Se oyó un quejido y ambos se giraron hacia los cachorros y rieron al verlas pelear juguetonamente y acercarse a ellos.
    -No te has olvidado.-comentó Sirius.
    -Jamás me olvidaría de una cosa que te hace feliz o que te gusta.-dijo él.



    Continuará






    ¿Quién será la pareja de Sirius? ¿Os hacéis una idea? ¿Qué pasará en el tren? Todo estoy y mucho más conforme la historia se vaya desarrollando... Byeeee~


    -Ya está... :=BIENODOE: :=BIENODOE:
    -Te vuelves a olvidar de algo. :=detective: :=detective: :=detective:
    -No... esta vez no me he olvidado de comprar helado. :=nuse: :=nuse: :=nuse:
    -María.... :=ummse: :=ummse: :=ummse:
    -Oh es verdad... :=ideasss: :=ideasss: :=ideasss:
    -¿Ya? :=nuse: :=nuse: :=nuse:
    -Tengo que estudiar adiós~ :=BIENODOE: :=BIENODOE: :=BIENODOE: :=duouou: :=duouou: :=duouou:
    -Un día de estos la mato. :=MUAHAHA: :=MUAHAHA: (n/a: lo dice en forma de susurro.) En fin... lo haré yo. :=WORKIN: :=WORKIN: :=WORKIN:

    Gracias @Fernanda Alvarez1, @Antooop, @Yuuri Bezarius por vuestros comentarios, por leer mi historia y porque os guste mi historia. El nombre de la pareja de Sirius vendrá en el capitulo que viene, por favor no me matéis mientras tanto.
    Y gracias a los demás que están leyendo mi historia. :)
    Hasta la próxima. :)

    Cocker Spaniel


    http://static9.depositphotos.com/1594920/1...aniel-puppy.jpg


    Springer Spaniel


    http://footage.framepool.com/shotimg/qf/58...orro-marron.jpg


    Camas (solo tenéis que imaginaros otra de diferente o igual color)


    www.mascotaspe.com/wp-content/uploa...ara-perros2.jpg


    Undercut (no le hagáis caso al hombre... solo es el pelo)

    www.undercuthairstyle.com/novit/wp-...t-hairstyle.jpg

    Edited by kiriekuru-chan~ - 20/12/2015, 15:59
     
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  9. antooop
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    :=NEWWWA: va muy buena la historia. Ahora me dejaste con la curiosidad de saber quien es la pareja de Siruis. :=NOIP:
    me gusta como va la relacion entre Harry y Draco muuuy tierna y adorable :wub: :wub: :=DFSDFSD:
    tambien escribes muy bien y es entendible :=ewriting: :=ideasss:
    por fi continualo.
    saludos PD:no olvide anteriormente de saludarte lo siento :unsure:
     
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    :=NEWWWA: :=NEWWWA: estuvo muy emocionante el capitulo, con muchos misterios y alegría, espero sigas así gracias por seguir actualizando :=ewriting: y espero con ansias el próximo capitulo, suerte :=hurrahrr: :=hurrahrr: :=hurrahrr:



    :=PENSDF:
     
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  11. Suyi-chan
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    Holaaaa aquí os traigo el siguiente capítulo esperado


    Capítulo IV



    -Y, cuéntanos... ¿qué tal tu verano? Escuché que te pasaste algunas semanas en el hospital.-dijo Pansy, con un aire de preocupación y pensó que se parecía a Hermione.
    -Sí, estuve debido a que perdí mucha magia.-comentó.
    -¡Que horror, podrías haber muerto!- chilló la chica.
    -Pansy...-murmuró Blaise.
    -No Blaise, era solo un crío... no tenían derecho...-dijo.
    -Tranquila.-dijo Harry. Sep... igual que Hermione.
    -Bueno Draco ¿qué tal tu verano?-preguntó Theodore pícaro.
    -¿Y el tuyo y tu novio Theodore?-le respondió arrogantemente.
    -Muy bien... mi leoncito y yo nos fuimos a París solo nosotros.-dijo sonriendo zorrunamente.
    -¿Estás saliendo con un griffindor?-le preguntó Harry.
    -Si...-dijo sonriendo.
    -¿Y quién es... lo conozco?-preguntó.
    Theodore iba a hablar pero fue interrumpido por un golpe de la puerta,de la cual aparecieron varias personas. Una cabellera pelirroja, otra morena y otra castaña.
    -¡Ch-chicos!-chilló Harry al ver a Ron, Hermione y Neville apuntando a los demás con las varitas.
    -¿Te han hecho algo?-preguntó Hermione abrazándole y mirándole preocupadamente.
    -No..solo...-intentó hablar pero de nuevo fue callado.
    -¿Qué le has hecho Malfoy?-le preguntó Ron.
    -Chicos...-intentó de nuevo hablar.
    -¡Cómo yo me entere de que...-Ron iba a chillar pero fue callado.
    -¿Por qué no escuchas a tu amigo?-preguntó Blaise.
    Todos se giraron a Harry quien estaba algo enfadado:-¿Ya os habéis dado cuenta de mi existencia?
    -Pero...
    -¡Calla Ron!-le cortó y añadió:-No me han hecho nada, ni ningún hechizo ni he bebido ni olido nada, estoy con ellos porque Draco y yo somos amigos... y antes de que Ron me vuelva a interrumpir diré que ayer fue un día bastante entretenido. Sí queréis que os lo explique os sentáis y tranquilizáis y si no lo hacéis, ya podéis salir.- se solía poner borde cuando no le escuchaban.
    -Lo sentimos amigo.-dijo Ron bajando el brazo y guardando la varita, acción que fue copiada por los otros dos.
    -Bien... el caso es que...-empezó a relatar todo lo sucedido ayer, saltándose lo de los besos, la noche juntos y la conversación que tuvieron de que él le iba a conquistar.
    -¡Ohh, eso es fantástico, no más peleas!-exclamó sonriente Hermione a la que Pansy no paraba de mirar.
    Pansy no cabía en su gozo, la gatita había cambiado un montón, su pelo estaba más arreglado, al igual que sus dientes y se le notaban las curvas...¡Vaya curvas! Desde hace años que sabía que ella era guapa, pero ahora no era guapa, era una diosa en si. El año pasado se habían propuesto conquistarles, ¿y qué mejor oportunidad de hacerlo que ahora?: -Bueno, ahora que se han hecho amigos, nosotros también, creo que nos hemos comportado de una manera fea y como niños inmaduros así que os pido perdón.-dijo ella mirando en especial a Hermione.
    -¿Cómo?-preguntó esta.
    -Lo que has oído gatita, no voy a repetirlo.-dijo Pansy guiñándole el ojo, haciendo que Hermione se sonrojara.
    -Ehh...perdonada y yo también os pido perdón, sobre todo a ti, Draco, por el golpe de hace años.-le dijo.
    -No pasa nada, de todos modos me lo merecía.-dijo él.
    -Yo... ejem... yo también... quiero pediros perdón.-comentó Ron mirando a Blaise, quien se sonrojó y bajó la mirada.
    -No...no pasa nada... creo que la culpa fue de todos... fuimos unos críos.-dijo mirando a hacia la ventana.
    Ron sonrió dulcemente hacia Blaise. Era muy tierno, demasiado para ser una serpiente. Se fijó en que tenía las mejillas sonrojadas y estaba avergonzado, ya que evitaba su mirada. Le había estado observando desde hace dos años, sabía cuando estaba alegre o cuando triste o enfadado. Sabía cuantas sonrisas tiene y todas sus reacciones.
    Harry miraba todo con una cara de interrogación, no sabía por qué sus amigos se comportaban así.:-Ron, ¿y tus maletas?-le preguntó al darse cuenta de que Ron no traía sus maletas.
    -Mierda.-susurró saliendo de la habitación.
    -Mira que es despistado.-comentó Neville con aire desganado.
    -¿Y eso?-preguntó Harry.
    -Ha salido corriendo y ha dejado su maleta cuando ha oído que te habían visto con Draco y que este te llevaba agarrado de la mano, y, ¡Cómo no salir corriendo! Ha sido bastante inesperado.-dijo Neville.
    -Tienes razón Neville.-dijo amable Draco.
    -Sabes que siempre llevo razón.-dijo Neville arrogantemente.
    -No me tientes.-comentó Draco.
    -Vale, vale.-dijo Neville sentándose con las manos en alto, como en sentido de son de paz.
    Harry se quedó alucinado, ese no era el Neville que él conocía, estaba más cambiado.
    Era más alto y un poco mas fornido, sa había cortado el pelo y se había dejado un poco de barba. También se había arreglado esos dientes y llevaba otro tipo de ropa, esta más pegada.
    -Neville.-dijo mientras se abrazaban.
    -Harry, ¿qué tal?-le preguntó.
    -Bien... lamento lo de tu abuela.-le dijo.
    -No pasa nada, total, ya era mayor y era inevitable.-comentó con un aire triste pero enseguida se recompuso.
    -Cuéntame, ¿qué tal tu verano?
    -Bien, para que negar.-le contestó.
    -¿Nada nuevo?-preguntó socarrón moviendo las cejas de arriba a bajo.
    -¿Quién eres tú y qué has hecho con mi Neville?-le preguntó asombrado haciendo que todos rieran.
    -Las juntas.-dijo con un suspiro.
    -Ehhh.-se quejó Theodore.
    -Ohh, no te enfades.-le dijo mientras se sentaba a su lado y le miraba con ojos de perrito apaleado.
    -...Sabes que no me puedo enfadar contigo.-dijo con una sonrisa.
    Neville sonrió y para asombro de Harry y Hermione besó a Theodore en los labios y este le correspondió.
    -Neville... tú...-intentó hablar Harry.
    -Sip... llevamos saliendo un año, dentro de dos semanas hacemos dos.-dijo con una sonrisa mientras se sentaba encima de Theodore y este le abrazaba por la cintura.
    -Vaya... no me lo esperaba... de todos modos enhorabuena.-dijo Harry con una sonrisa y sa volvió a sentar al lado de Draco.
    Nadie notó la mirada que Neville le hecho a Harry diciéndole “Me lo tienes que contar, todo”. Cabía decir que en estos dos últimos años Harry y Neville se habían hecho mejores amigos, junto con Ron. Los tres tenían un secreto. (n/a: que muy pronto será revelado) Harry le devolvió la misma mirada.
    Todos se giraron hacia la puerta de la cual entraba Ron con tres baúles y murmurando vete tú a saber.
    -Os quejáis de que soy un despistado, pero... ¿y vosotros? He tenido que cargar con los tres baúles.-se quejó y Neville abrió la boca.
    -Es verdad, se me había olvidado mi baúl.-comentó y le pidió perdón a Ron.
    Harry se fijó en Ron, él también había cambiado mucho. Tenía el pelo más desordenado y físicamente estaba muy bien.
    -Ya ya...-dijo con una sonrisa juguetona y revolviéndole el cabello.
    -Para ya... no... mi pelo lo dejas tranquilo.-dijo golpeándole una de las manos.
    -Lo que tu digas.-dijo Ron.
    Todos alucinaron, o Ron estaba ciego o lo sabía.
    -Ron... Neville tiene novio.-le dijo Harry.
    -Si... ya lo veo...-dijo mirando a Theodore.
    -No te...-iba a hablar Harry pero fue cortado por Ron.
    -El año pasado, el último día les vi y me fui a hablarles.-dijo tranquilamente.
    -Querrás decir que fuiste a amenazar a Theo.-corrigió Neville.
    -También.-aprobó Ron.
    -¿Y no me dijisteis nada?-preguntó.
    -Pero si estabas en coma inducido.-le dijo Ron mientras le abrazaba y le tiraba hacia atrás y le empezaba a hacer cosquillas.
    -¡Nooo! Jajajaja, traidor... jajajaja...-reía Harry.
    Draco miraba embobado a Harry, era tan tierno cuando sonreía, había visto que Ron miraba demasiado a Blaise y por eso sabía que no le gustaba Harry. Eso lo dejó más tranquilo.
    El viaje fue divertido y lleno de risas, los alumnos que pasaban por la puerta y miraban por el cristal quedaban alucinados y eso solo provocaba más risas de parte de los chicos.
    -Bueno y qué tal si hacemos una cosa.-dijo Pansy.
    -¿Qué?-preguntó Harry.
    -Todos los viernes haremos un juego distinto en la Sala de los Menesteres.-le contestó.
    -Vale.-dijeron los griffindors a la vez.
    -Peroooo...-dijo con una sonrisa. Todos la miraron.:-Tendremos que llevar alcohol.
    -No.-dijo Ron.
    -Me parece bien.-dijo Hermione a la vez que Ron y todos la miraron.:-Oh, venga ya, ya me he saltado muchas reglas, que más da una más.
    -Ese es el espíritu Hermione.-dijo Theodore.
    Ron, Harry y Neville se miraron y a la vez dijeron con una sonrisa:-Nos apuntamos.
    -¡HURRA!-chilló Pansy haciendo reír a todos.
    -Oye, ¿sabéis que ha pasado con Snape?-preguntó Harry.
    -Si, estuvo en San Mungo... estuvo gravemente herido... pero lograron contrarrestar el veneno... va a volver a Hogwarts, de eso no nos libramos.-dijo Blaise.
    -Me sorprende que mis alumnos me quieran tanto.-dijo una voz desde la puerta que les heló la sangre y se oyó una risita.

    ~ · · · · ~

    -Te he echado mucho de menos Reg.-murmuró Sirius.
    Régulus lo miró. Sirius estaba en el suelo sentado jugando con los cachorros, estaba un poco más dejado pero no por eso era menos guapo, al contrario se veía sensual. Se relamió los labios.
    -Lo sé bebé y lo siento.-dijo Régulus quien ayudó a levantar a Sirius del suelo con delicadeza.
    Aunque Régulus fuera el menor, su físico era mayor que el de Sirius. Era más alto y con más músculo. Ambos se abrazaron de nuevo.
    -Cuando me dijeron que tú... yo...-intentó hablar pero fue callado por un leve beso.
    -Shhh... no pienses más en eso. Ahora estoy aquí y no me voy a volver a ir, lo juro.-dijo juntando sus frentes y le acariciaba las mejillas.
    Sirius le pasó los brazos por el cuello y le besó. Era un beso dulce, esperado, lento que al cabo del tiempo se empezaba a tornar más caliente y desesperado. Régulus le agarró las nalgas y las empezó a acariciar haciendo que Sirius soltara suspiros leves. Luego le agarró mas fuerte empujándole hacia arriba haciendo que Sirius saltara y le abrazara la cintura con las piernas. Ambas lenguas se acariciaban lentamente, reconociéndose después de tanto tiempo. Régulus paró de besarle y vio que los labios de Sirius estaban rojos e hinchados, sonrojado, con los ojos acuosos y casi cerrados. Sensual. Siguió besándole, sus leguas se encontraban, jugaban, ambos sentían ese cosquilleo en el estómago, esa adrenalina por querer tener más del otro y por lo que pasaría. Sintió que Sirius jugueteaba con su cabello, él bajó las manos que tenía en la cintura de Sirius y las llevó hacia las nalgas, a las cual, les dio un pequeño azote haciendo que Sirius gimiera entre el beso. Le apretujaba y acariciaba suavemente las nalgas, haciendo que Sirius gimiera, temblara y suspirar de puro placer.
    De sus labios pasó a besar y morder el cuello de Sirius, dejando pequeñas marcas. Llegó a la zona de la clavícula y sonrió, veía que Sirius era una masa temblorosa, sabía que temblaba de antelación, ya que, la clavícula era uno de los puntos sensibles de Sirius y empezó a devorarle.
    Sirius se aferraba al cuello de Régulus, gemía y temblaba. No sabía a dónde agarrarse, las piernas le temblaban y si no fuera por Régulus quien le tenía sujeto de las nalgas, se caería. Ninguna parte de su cuerpo reaccionaba.
    Régulus al tener poco espacio en el cuello de Sirius le apretó más fuerte las nalgas y movió ligeramente la cadera simulando una estocada, haciendo que Sirius arqueara la espalda y a la vez, el cuello. Y empezó a besarle y morderle con más intensidad. Sabía que Sirius en cualquier momento se caería, así que le agarró de las nalgas y le impulsó hacia arriba haciendo que le rodeara con las piernas. Lo sujetó con un brazo mientras que con el otro lo dirigió a pellizcarle los pezones logrando gemidos de parte de Sirius.
    -Reg... a la habitación... aaah...-pidió.
    Régulus no se lo pensó más, los dirigió hacia la habitación. El viaje fue tortuoso, parándose para besarse y tocarse. Hizo un hechizo y los dejó a los dos desnudos a mitad del camino y estampó a Sirius contra la pared.
    -Reg...AHH.. ¡Merlín!...-gimió Sirius cuando Régulus lo subió aún más hacia arriba para jugar con sus pezones y con una mano estimular su miembro.
    -Te he echado tanto de menos.-murmuró Régulus contra su piel.
    -Ah... yo también...-dijo como pudo Sirius.
    Régulus jugaba con la punta del miembro haciendo círculos y presionando levemente la punta, luego lo acariciaba de arriba a bajo y tiraba y apretaba levemente de el. Se besaban con anhelo, sus lenguas se acariciaban provocando en ellos una sensación maravillosa. Se separaban debido a la falta del aire.
    Régulus miró a Sirius. Tenía la boca abierta con un río de baba saliendo de su comisura derecha, tenía los ojos entrecerrados debido al placer, las mejillas sonrojadas y con restos de lágrimas. Tenía el cuerpo arqueado y la cabeza hacia atrás. Se fijó en el pecho, sus pezones estaban erectos e hinchados a causa de sus mordiscos y chupetones y luego se fijó en el tatuaje con forma de runa y esas cicatrices. Cuando supiera el nombre de quien se las hizo que se fuera dando por muerto. Se acercó a su pecho y besó cada una de las cicatrices y cada parte del pecho.
    -Reg... cama... ahora...-murmuró Sirius.
    Régulus gruñó, su parte veela estaba saliendo, y, cómo no, llevaba diecisiete años sin estar al lado de su pareja. Sus uñas se alargaron y afilaron, sus colmillos crecieron un poco y los ojos le cambiaron a un color dorado brillante con las pupilas rasgadas. El aroma de Sirius a vainilla combinada con el olor a sexo se metía por sus fosas nasales nublando su razón, su calor le llamaba y le impulsaba a pegarse a él y quería hacerle chillar de puro placer, así que no perdió el tiempo y se dirigió hacia su habitación. Habitación que ambos compartían desde hace 17 años. Tiró a Sirius sobre la cama y se colocó sobre él cubriéndole con su cuerpo.
    -Abre las piernas mi amor.-le dijo con voz grave.
    Sirius hizo lo que Régulus le pidió y cuando este se posicionó le envolvió con sus piernas la cintura. Régulus le cogió sus brazos y los colocó sobre su cabeza manteniéndolos ahí mientras le devoraba el cuello. Se fue hacia la parte del cuello y el hombro derecho de Sirius, y lo olfateó para después pasarle la lengua y clavarle sus colmillos haciendo que Sirius se arqueara y moviera.
    -No muerdas...-se quejó moviéndose.
    -Shh... quieto...-murmuró Régulus
    -Reg...-se gimió.
    -Te amo.-dijo Régulus besándole la cara y el pecho dulcemente.
    -Yo también.-dijo pasando las manos por el pelo de Régulus.
    Régulus le besó y se fue hacia la pelvis, donde olfateó su aroma el cual siempre le robaba la razón y luego se fijó en el miembro de Sirius. Estaba erecto y goteaba presemen. Lo cogió y lo dirigió a su boca. Pasó su lengua por una de las venas hinchadas provocando que Sirius gimiera y arqueara la espalda y echara la cabeza hacia atrás. Luego empezó a jugar con la punta chupándola y pasando la lengua por el agujero varias veces. Luego abrió por completo la boca y deslizó los labios por toda la longitud centímetro a centímetro. Lo hacía lentamente, atento a las reacciones de Sirius. Este era bastante silencioso, pero notaba el placer que sentía, su pecho subía y bajaba con rapidez, emitía pequeños jadeos y temblaba levemente. Tenía la boca abierta con un río de baba y la cabeza echada hacia atrás. Aunque notaba los suspiros quería oírle gemir y chillar de puro placer. Tomó con su mano la parte que no cubría su boca y con la otra le acariciaba y apretaba los testículos.
    -No te calles... quiero oírte gemir...-pronunció en su oído lentamente haciendo que Sirius abriera la boca y emitiera un gemido, pero no lo suficientemente alto como para saciarse.
    Volvió a bajar hacia el miembro, pero esta vez no lo acarició ni nada, pasó hacia los testículos y sonrió. Sabía que le iba a doler, pero quería oírle. Chupó uno y a continuación lo mordió y chupó, aún sin dejar de morderle, porqué no pararía hasta que Sirius llorara de placer.
    -AAAH... ¡MERLÍN!... Reg... aaah... no... aaaah...-gemía, pero Régulus no paraba, chupaba mas fuerte y acariciaba el miembro y el otro testículo. Mordía cambiando la intensidad, primero suave y luego apretaba, para luego suavizar aún si sacar sus colmillos y sin desgarrarlo:-Ahh... AAAAAAAH... Rég-Régulus... por favor... ah...aaah.-gritaba de placer. Tenía la espalda arqueada, la cabeza hacia atrás con la boca abierta y los ojos cerrados con lágrimas de placer y dolor juntos y las manos enredadas en el cabello corto de Régulus.
    Régulus lo soltó y chupó la sangre sacando un gemido de parte de Sirius. Le temblaban las piernas. Notó como Régulus le cogía una de las piernas y le miró jadeante, gimió y volvió a echar la cabeza hacia atrás cuando notó que Régulus le pasaba la lengua desde la rodilla hasta uno de los testículos pasando la lengua por la parte interna del muslo y después morder entre el testículo y el muslo.
    -AAAGGH... aah...-gimió.
    Régulus sonreía, le gustaba lo que provocaba en Sirius. Descontrolarlo y enloquecerlo, hacerle delirar. Le miró. Estaba hermoso, con su pelo despeinado, las mejillas sonrojadas, la baba cayendo de su boca abierta, temblando y gimiendo. Era hermoso, siempre lo ha sido. Se acercó y le besó. Sirius lo atrajo aún más haciendo que el beso se tornara caliente, con sus lenguas acariciándose. Se separaron a causa del oxígeno y sin darle tiempo a respira, se volvió hacia su miembro y volvió a terminar lo que había empezado. Esta vez, chupaba con más rapidez notando como Sirius acariciaba y tiraba de sus cabellos. Oyó como Sirius gimió e intentaba respirar y notó como se tensaba. En ese momento empezó a chupar y mover con más rapidez su mano.
    -No... aah... Reg...-gimoteó Sirius moviendo las pierna.
    Régulus chupó fuertemente a la vez que le apretaba los testículos y le daba una nalgada. Eso bastó para que Sirius gimiera alto, apretara los dedos tantos de las manos como los de los pies, se estirara arqueado su cuerpo en una curva perfecta en la que solo pudo observar sus pezones erectos y convulsionara.
    -AAAAH... RÉGULUS...-gimoteó temblando e intentando tomar aire.
    Régulus se sorprendió. En todo el tiempo que estuvieron saliendo, Sirius jamás se había corrido tanto y en tan poco tiempo. Tragó su esencia y besó a Sirius quien le apegó y sus lenguas se encontraron.
    -Buen chico.-dijo después del beso.
    -Entra ya.-gimoteó.
    -Tengo que prepararte mi amor.-le explicó mientras le besaba la frente.
    -Da igual... no quiero preparación.-dijo.
    -¿Y cómo lo quieres, duro y rápido... o dulce y lento?-le preguntó mirándole a los ojos.
    Sirius se acercó a su oído y susurró:-Quiero que me hagas chillar de dolor y de placer... quiero que me golpees hasta que no pueda sentarme y que dejes mi culo completamente encendido, lo quiero duro y lento.-y a continuación le mordió el lóbulo.
    El miembro de Régulus se hinchó aún más si era posible y su parte veela salió por completo haciendo que su cuerpo creciera y su pelo también. Cogió a Sirius y lo colocó en cuatro patas: -Entonces te haré llegar al cielo nene.-dijo con voz grave:-Te lo haré tan duro y lento que me sentirás dentro de ti por un año entero, así que prepárate.-añadió mientras le daba una nalgada y Sirius gimió hechando su cabeza hacia abajo y notó como Régulus le pellizcaba fuertemente los pezones a la misma vez y chilló, eso le dolió y le gustó. Se colocó detrás de Sirius le abrió un poco las piernas y entró de una estocada y le mordió el hombro. Sirius abrió la boca y gimió alto, arqueó la espalda y se corrió.
    -¡Merlín! Ahhh...-gimió.
    Régulus sonrió con gusto, Sirius se había corrido con solo entrar una vez...¿Cuántas veces se correría hasta que él lo hiciera? No le dio tiempo a Sirius de recuperarse cuando empezó a bombardear su trasero. Las estocadas eran duras y lentas. Sirius apretaba los dedos de los pies y los puños y había echado el pecho a la cama ya que sus manos temblaban y no le podían sostener porque no tenía fuerzas. Régulus le penetraba sin parar, le besaba y mordía la espalda, le pellizcaba los pezones, olía el olor de la sangre que salía de la entrada de Sirius debido al tiempo que había pasado sin que el hubiera entrado y al no haber sido preparado, sonrió, su Sirius no no había estado con nadie más. El solo pensar que alguien le había tocado hizo que su parte veela gruñera y empezara a penetrarle con más fuerza haciendo que Sirius gimiera, chillara y se retorciera de placer. Este dirigió una de sus manos a su miembro palpitante y olvidado, pero no llegó debido a que Régulus gruñó, le mordió el cuello y le dio una nalgada.
    -Aaah...-gimió.
    -Nene te correrás con solo mi miembro.-le dijo mientras le volvía a penetrar.
    -Por favor...aah...ahh...Reg...aaah...-intentaba hablar, su miembro le dolía, así que dirigió su mano otra vez. No llego a su destino ya que fue interceptada por la mano de Régulus.
    -Dije que no, Sirius.-dijo con voz grave. Cogió sus manos y las ató detrás de su espalda.
    Volvió a penetrarle y a darle de vez en cuando alguna que otra nalgada. Solo llevaba unos minutos cuando Sirius se corrió fuertemente con un gemido alto y arqueando la espalda, y apretó su entrada. Régulus gruñó y empezó a penetrarle más profundo.
    -¡Reg!....aaah...aah... no... aah...-intentaba hablar, pero le era imposible. Se había corrido ya tres veces y estaba muy sensible, notaba aún más las penetraciones de Régulus.
    -Estás muy sensible.-murmuró Régulus contra su oído.
    Régulus estaba por venirse, pero aguantó y empezó a penetrar más rápido y fuerte a Sirius:-Abre más tus piernas precioso.-le dijo.
    Sirius abrió más las piernas y arqueó la espalda y abrió la boca de puro placer. En esta posición notaba mejor las penetraciones de Régulus: -AAAAH...aah...Reg... Reg... ¡MERLÍN!... nghh... no... voy a... -intentó avisar y volvió a abrir la boca de puro placer.
    Régulus aumentó la rapidez y la fuerzas de las estocadas, estaba por correrse. Le dio la vuelta a Sirius y le besó. Sus lenguas se encontraron creando una danza, se les acababa el aire: -Vamos precioso córrete para mi.-le dijo en su oído y le volvió a besar.
    -Nghh...-gimió en medio del beso Sirius arqueando la espalda y corriéndose por cuarta vez entre los dos. Cerró los ojos y sintió como Régulus se corría dentro de él y le mordía el cuello, gimió.
    Los dos se estuvieron en esa posición durante un rato hasta que notó como Régulus salía, pero luego notó como entraba algo.
    -Régulus...¿Qué es eso?-le preguntó.
    -No te lo quites.-le dijo.
    -Pero...-fue callado por un beso. Régulus había vuelto a su forma original.
    -Es una cosa.-le dijo.
    -¿Para qué sirve?-le preguntó.
    -Sirve para...

    ~ · · · · ~

    -Profesor Snape, Remus.-dijo Harry a modo de saludo.
    -Potter.-saludó con un movimiento de cabeza.:- Vaya, vaya, vaya... me dijeron que estabais todos en un mimo vagón y salimos a intentar que no os mataseis... pero vengo y me encuentro esto... ¿no habéis tenido tiempo de hacer las paces que las hacéis justo el último año?-preguntó con aire cansado.
    -Somos especialistas en romper las reglas.-arguyó Harry.
    -Eso lo se Señor Potter.-comentó arrastrando las palabras como siempre solía hacerlo.
    -Un placer verlo bien.-dijo Hermione.
    -Gracias Señorita Greanger, me siento alagado, usted si que tiene educación... no como otros.-dijo mirando a Blaise quien tragó duro.
    -Muchachos...¿qué tal?-preguntó Remus intentando calmar el aire.
    -Bien Remus, un verano entretenido.-le comentó Harry:-¿Y el tuyo?
    -Bien, para qué mentir.-dijo sonrojándose.
    Severus miró a Remus y movió la boca simulando una sonrisa arrogante que solo duró unos segundos.




    Continuará...

    ¿Qué será ese secreto entre Harry, Ron y Neville?¿Qué le ocurrió a Remus en el verano? Vayan descubriéndolo.
    ¿A qué no os esperabais que Régulus fuera la pareja de Sirius? Ehhh :=uuum: :=uuum: :=WTFf: :=WTFf: :=ahjahajhaja: :=ahjahajhaja: :=ahjahajhaja: :=ahjahajhaja:

    Hasta la próxima.
     
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  13. antooop
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    :=NEWWWA: te esta quedando muy bueno el fic Me gusta mucho el lemon. Me dejas con mucha intiga y me gustaa :=DANCIND: :=nuse:
    saludos :=deeaaah:
     
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  14.     +1   -1
     
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    Aprende a soñar con los ojos abiertos....

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    Me envuelve el misterio, esta genial y lemon.....OMG te quedó genial..!!

    Besos!!!
     
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  15. AmDeYa
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    Conty
    Plisssss
    Me encanto tu historia. El fic esta super interesante. Porfa conty. :=uuhuhuhus: :=SHOROO: :=uuum:
     
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28 replies since 25/10/2015, 21:16   3651 views
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