-
+1
.Buenas, después de tantísimo tiempo escribo algo sobre el anime de Inazuma Eleven aunque sea en el Go! :3, la verdad es que tras leer cierto fanfic de mi OTP no pude resistirme a escribir algo de ellos. Es un oneshot así que espero que lo disfrutéis al máximo. En parte el oneshot lo basé escuchando la música de At The Beginning que sale en la película de Disney Anastasia, no sé si la conoceréis pero bueno :v. Es un poco largo así que leedlo con tranquilidad y paciencia. La idea empieza con Shindou recordando el día en que conoció a Kirino y en cómo lo hizo, y también lo que pasó tres años después cuando ambos tenían nueve años. Si no se entiende sólo hay que preguntar :v
Disclaimer: Los personajes de IE Go! No me pertenecen a mí si no a Level-5. Este oneshot sólo tiene el objetivo de entretener y divertir al público, nada más.
OUR BEGINNING
Todavía recordaba el día en que todo empezó. Sí, aquél en que conoció a Ranmaru Kirino por primera vez. Cada vez que esos momentos pasaban por su mente, inconscientemente esbozaba una gran sonrisa. La verdad fue de una manera muy curiosa pero importante, la que los unió definitivamente. Dejó de tocar el piano conforme las memorias venían a su cabeza. Fue durante el invierno, cuando nevaba mucho. Él tenía seis años, al igual que Kirino. Cuando entró a la escuela vio a unos niños molestando a otro que… De no ser por su voz, creería que era una niña a juzgar por su larguísimo cabello rojizo suelto más allá de su cintura. Esa fue la única época en la que Kirino se había dejado el pelo así de largo. Le resultó extraño pero él no podía hacer nada para ayudarle y de hecho tampoco hizo nada al seguir el consejo de sus padres: “No vayas con desconocidos”. Él siempre fue obediente así que por esa ocasión pasó de largo… Más le sorprendió mucho que aquél chico fuera a su misma clase, presentado por el profesor. Al parecer… Acababa de trasladarse. Quizá esa era la razón por la que nunca se cruzaron por la ciudad de Inazuma.
Venía de Hokkaido hacía apenas una semana y aún no se había adaptado a su nueva vida, por lo que el maestro pidió que fueran amables con él. Ninguno de sus compañeros dijo nada en los próximos minutos excepto uno que decidió burlarse de su persona. Notó en ese momento que el joven bajaba la mirada, una de color turquesa… Expresaba timidez y hasta un poco de temor. Pero le vio alzar los ojos y responder con fuerza contra aquél que le insultó.
- ¡Soy un chico y seré jugador de fútbol profesional! – Habló. Apretaba sus manos con fuerza, contra su pecho cubierto por sus brazos. La posición indicaba inseguridad o al menos, eso es lo que Shindou veía desde su asiento. - ¡Y veréis que todos me respetaréis! ¡Sí señor! – Ante su afirmación tan apasionada, todos se quedaron en silencio. Shindou llevó su rostro de un lado a otro, viendo que nadie diría nada. Así que se levantó y sonriéndole, llevó su puño a su tórax.
- Estoy seguro que lo lograrás. – Dijo, su voz sonó suave.
Kirino se le quedó observando para luego bajar su cabeza. No esperaba que nadie fuera amable con su persona pero… Ese niño al parecer era distinto. Simplemente no se podía fiar. La gente así era la primera en darle la espalda, precisamente por eso no confiaría en nadie de esta aula. El profesor le indicó a dónde debía sentarse y procedió a dar clase. Fue atrás del todo, solo, sin nadie a su lado. Bueno, viéndolo desde un punto positivo no aguantaría tonterías ni nada por el estilo. Dejó la mochila a un lado y se retiró la bufanda roja en lo que se apartaba el cabello suelto. A su madre le encantaba que lo llevara así de largo pero precisamente por eso le tomaban por una niña y se burlaban de ello… Odiaba su pelo, sinceramente. Se apoyó en la mesa, abriendo un libro cualquiera. Al ser su primer día no sabía mucho qué tema estaban dando, por el momento y tal como le dijo el director de su nueva escuela… Que se centrara en adaptarse. Suspiró ligeramente y para cuando quiso darse cuenta…
La clase ya había terminado.
Vio que sus nuevos compañeros de clase se levantaban de su sitio y algunos iban a preguntarle o, mejor dicho… A arrasarle de tantas cosas que ni tenía tiempo a responderlas pero, como no… Empezaron los típicos gamberros a meterse con él y aunque trató de tener paciencia, al final fue hacia ellos para golpearlos uno detrás del otro en lo que huían. Es cierto que a ojos de cualquiera parecía una chica pero no lo era y debían aprenderlo… Además, tampoco tenían el derecho de burlarse. Por esa misma razón se veía en la obligación de defenderse a través de la violencia porque si no, estaba más que convencido que no lo aceptarían de ninguna otra forma. Otros se reían de su comportamiento y el escándalo que montó no era para menos. Se sentía muy enfadado… Siempre era lo mismo… Tal vez si llevara el cabello de otra forma… Alzó una de sus manos pero, antes de usarla para dar un puñetazo, vio que aquél chico de antes que había sido amable con él, le miraba riéndose y no le gustó en lo más mínimo.
- ¡¿Y tú qué miras?! – Le llamó la atención de una manera vulgar y muy brusca. Shindou se asustó y miró al frente aunque luego lo hizo de reojo en lo que Kirino bajaba la cabeza. Al menos así durante unos instantes antes de que le cogieran del pelo y tirasen de él. - ¡Aaay…! – Se quejó.
- ¡Si eres un niño no sé por qué te pareces tanto a una niñita! – Decía un chico más alto que el joven. - ¡Mejor lárgate de aquí o vete a jugar a las muñecas! – Seguía estirando de esa hermosa cabellera. - ¡Das lástima actuando así! ¡Eres un debilucho!
- ¡Su…! – Intentó decir más volvió a quejarse cuando notó dolor. Por eso odiaba su cabello… Porque pasaban cosas así. No se lo cortaba porque su madre no quería, más si no fuera por eso, no dudaría dos veces en reducir su largura. - ¡Déjameee!
- ¡Miraaaa, la niñita pelirroja se queja! – Se reía el chaval que a ojos de Shindou hacía algo muy maleducado. - ¡Encima de ser afeminado es forastero! ¡Óyeme bien rarito! – Llamó su atención. – No te creas que aquí te vamos a aceptar, ¿Oíste? – Sonreía. – Así que ni se te ocurra pen… - Fue empotrado de espaldas a la pared cuando recibió una tremenda patada. - ¡Aaah, aaaah…! – Gritaba por el tremendo golpetazo que había recibido.
- ¡No te vayas a pensar que me intimidas maldita bola de sebo! – Gritó, señalándole. No permitiría que nadie se metiera así con su persona tan a la ligera, no… Él sabía defenderse dentro de lo que cabe. Shindou alzó sus cejas muy sorprendido… El recién trasladado al parecer era fuerte, más le valía no enfurecerlo si no quería recibir. - ¡Soy un chico! ¡Y no soy la niñita pelirroja, soy Ranmaru Kirino! – Decía. - ¡Y a todos aquellos que se piensen que pueden darme patadas en el culo hasta hartarse más les vale que se preparen porque les daré su merecido! – Miró al resto.
Todos se miraron entre sí y algunos decidieron sentarse, siendo imitados por el resto justo cuando una profesora llegó. Miró a Kirino y le sonrió. Habló con él durante unos cinco minutos para que pudiera familiarizarse pero al parecer el niño no estaba de buen humor. Así pues, lo dejó tranquilo en lo que empezaba a explicar cosas que el joven ignoraba de pleno. Acababa de llegar a la escuela y prácticamente ya la odiaba. No se esperó un recibimiento así pero ya se lo estuvo imaginando mientras se mudaba. Era demasiado extraño que no pasaran estas cosas teniendo en cuenta lo largo que era su cabello y que en verdad parecía una niña. Al mirarse al espejo solía pensarlo… No tenía una apariencia masculina, francamente. Le enfurecía que las personas se pasaran el tiempo recordándole su afeminado aspecto. Los únicos en tratarle como alguien normal eran sus padres. Suspiró y de nuevo bajó la mirada. No sería capaz de hacer amigos a este paso… Menos aún teniendo a quienes ya empezaron a tratarle así de mal sin buscárselo. Abrió su estuche y cogió las tijeras. Por su cabeza empezó a pasar la idea de ir al baño para cortarse el cabello… Incluso las acercó a un mechón de su pelo para intentarlo más fue incapaz de ello…
Su madre estaba maravillada con su cabellera… Muchas veces se dedicaba mucho a peinárselo y cuidárselo… No quería que eso desapareciera porque a pesar de todo eran ratos que el propio Kirino apreciaba. Además, no imaginaba tan siquiera cómo sería la reacción de su progenitora si apareciera de golpe y porrazo sin toda esa belleza que colgaba de su cabeza y acababa casi hasta sus rodillas. Pero tenerlo así de extenso… Le parecía una locura. Muchas veces le daba por creer que como siguiera creciéndole llegaría el momento en que no importaría cómo se lo atase ni nada… No podría tenerlo recogido. ¿Quizá sería como Rapunzel? Esa idea disparatada le espantó de lleno… ¡Ni aunque se volviera la persona más pirada del universo! ¡No! ¡No dejaría que eso ocurriera! De repente, oyó la sirena que indicaba la hora del patio así que recogió todo y decidió acercarse a la salida aunque dudaba en salir de esas cuatro paredes… No se conocía la escuela y seguro se perdería.
- ¿Quieres que te enseñe cada lugar? – Una voz le sacó de sus pensamientos, a lo que sólo se giró para ver quién era. Sus ojos turquesas se hallaron contra unos marrones con ciertos tonos rojizos. Era aquél niño que antes había sido tan amable con él. – Supongo que necesitarás un guía.
- ¡No necesito tu ayuda! – Replicó, alejándose de él y dejándole ahí parado. Kirino caminó tanto como pudo. Por supuesto, no aceptaría la compasión de ese idiota. Él no quería nada de nadie, ya le quedó claro cómo iban a tratarle a partir de ahora así que se defendería con todos sus recursos. Se escondió tras una esquina, viendo que aquél extraño chiquillo se marchaba a lo que decidió regresar al aula y cerrar la puerta. Guardó silencio para que fuera creíble que ahí no había ni un alma. Cogió parte de su cabello para mirarlo. El color le recordaba al ocaso de cada atardecer… Muchos dirían que era un pigmento muy bonito pero le horrorizaba. Se levantó y fue hacia su asiento, cogiendo las tijeras y con ellas en mano volvió al dilema de antes… Se lo cortaría pero… Lo único que se lo impedía era su madre. Ella amaba su pelo… Y Kirino no deseaba que eso se convirtiera en un mero recuerdo.
Su mirada se llenó de tristeza. No podía hacerlo. Así que las dejó sobre la mesa en lo que se sentaba y suspiraba. Por su progenitora no le importaba aguantar todo lo que tuviera que soportar. Ya llegaría el día en que su look cambiaría, seguramente. Pero parecerse a una niña siendo un niño… Era muy desagradable. Muchos se metían con él por esa razón… Y precisamente por ese mismo motivo, era por lo que no tenía amigos. Se sentía solo pero no le interesaba mucho, total, ya se había adaptado a ello. Ahora relacionarse se le hacía extraño y estar rodeado de personas como que le incomodaba. Mientras menos se involucrase con los demás, mucho mejor para él. No porque cabía la posibilidad de que se metiera en problemas sin necesidad de buscarlos. Francamente no quería pasar por eso pero… ¿No era exactamente lo que vivía actualmente? Vio el reloj de la pared… ¿Cuánto duraba el recreo? Si supiera contar los minutos... De esa manera, decidió distraerse con algo y dirigió sus ojos hacia la ventana. Se puso de pie para ir hacia ella y abrirla. Hacía fresco pero el frío de Hokkaido era aún peor, por ello podía soportarlo bien. Apenas iba abrigado… Sólo llevaba una camisa de manga corta blanca, una negra de manga larga por encima y un jersey amarillo más la bufanda roja que permanecía en la silla. Sus pantalones eran un poco anchos y negros, y finalmente unas botas marrones. Sonrió al observar a unos gorriones hiendo de un lado a otro. Siempre le habían gustado los pájaros y de hecho, en su casa había un jardín con muchos sueltos. Pero a causa de ello, su madre le dijo que nada de jugar con la pelota… Lo que le llevaba a ir a parques para disfrutar del juego aunque luego terminase sucio y con heridas por las caídas.
El viento sopló y meció su larguísimo cabello. Kirino cerró los ojos para sentir la brisa que parecía acariciar su rostro. Eso le relajaba mucho. De hecho solía pasarse el tiempo mirando el cielo, las nubes… Era una manía que tenía desde que era capaz de usar la memoria… Su madre hacía lo mismo así que tal vez era algo que heredó de ella. Prácticamente Ranmaru era muy parecido a su progenitora, especialmente en lo físico. La mujer era catalogada como una de las más bellas de todas las amistades que tenía; incluido en el trabajo. De su padre tal vez habría algo en su carácter. Escuchó de nuevo la sirena y rápidamente vio a sus compañeros entrar uno tras otro. En ese momento cuando sus ojos permanecían en la entrada, se cruzó con Shindou, quien también se le quedó mirando mientras se preguntaba si tal vez habría permanecido en el aula todo el tiempo. Kirino caminó hacia su asiento, evitando a los gamberros que antes se burlaron de su apariencia. Otro profesor entró, presentándosele aunque al poco de empezar la clase, su nombre se le olvidó. Más lo que sí se le fue de la cabeza fue el libro que le tocaba usar. Se puso muy nervioso y más cuando el maestro vio el eje del problema. Así que le pidió a Shindou que se sentara a su lado, cosa que el castaño así lo hizo mientras lo ponía entre los dos para permitirle leer. El ambiente entre ambos se enrareció casi al instante. Kirino miraba a otra parte para no tener que centrarse en lo cerca que estaba el chico, quien no paraba de apreciar la largura del cabello de su nuevo compañero. Era el primer niño que conocía y que lo tenía así de extenso.
Pero de repente vinieron a clase y pidieron la ayuda del hombre que dejó de explicar para decirles a sus alumnos que volvía enseguida. Para Shindou fue una oportunidad única así que posó sus ojos sobre el peli rosa, llamando así su atención.
- ¿Has ido al patio? – Le preguntó con amabilidad.
- No. – Sonó frío por su lado. – No me interesaba hacerlo.
- ¿Por qué? – Arqueó una ceja. Era incapaz de comprenderlo. - ¿Es que no quieres conocerte la escuela?
- Estaba más cómodo aquí en soledad. – Respondió, cruzándose de brazos. - ¿Por qué tanta curiosidad?
- No sé, me caes bien. – Sonrió, sorprendiendo al otro. – No me gustó que esos chicos se metieran contigo… - Miró a los gamberros que se entretenían entre ellos, olvidándose de querer ir a molestar a Ranmaru. – Pienso que no debieron hacértelo pasar así de mal.
- No es la primera vez que me pasa así que ya puedes dejar de preocuparte por mí y dejarme en paz. – Kirino por su parte fue muy tajante. Lo último que quería era la lástima de alguno de sus compañeros.
- Tampoco tienes que ser así conmigo… - Murmuró, inflando ligeramente las mejillas.
- Lo mismo te digo. – Bufó. - ¿No se dice que no hay que fiarse de los desconocidos?
- Pero eres mi am… - Intentó decir.
- Soy nuevo en esta escuela, yo no tengo amigos. – Giró su rostro, moviendo así parte de su cabello. Shindou bajó la mirada.
- ¿Estás así porque esos chicos te trataron mal, verdad? – Preguntó.
- No, de hecho ni me importó. – Ahora mismo se preguntaba cuándo se callaría el chaval. Al parecer estaba decidido a no cerrar el pico y eso, sólo hacía que su paciencia lentamente se colmara. – Como ya te dije… Tengo experiencia en que me pasen estas cosas, estoy adaptado a eso. – Comentó sonando impasible.
- ¿Y por qué? – Mostró su confusión. - ¿Porque dicen que pareces una chica?
- En parte. – Suspiró.
- ¿Qué tal sí…? – Sonrió mientras alzó los ojos, los cuales se cruzaron con los turquesas del joven que lucía muy serio.
- Mira, ¿Qué te parece si guardas silencio y me dejas tranquilo? – Ofreció de malas maneras. – Eres un pesado.
- Oh… Perdón. – Se puso triste. – Sólo quería conocerte.
- Si lo haces tendrás problemas así que no. – Se apoyó en la mesa viendo que el profesor regresaba.
Shindou se le quedó mirando muy extrañado. La verdad, él no pensaba lo mismo pero se conformó con no decir nada. Al parecer, Ranmaru no era de los que se abrían tan a la ligera pero, si analizaba sus palabras o pensaba en ellas, algo le decía que el chico sufría mucho y que se sentía muy solo. Eso de no tener amigos… No debía de ser muy fácil de llevar. Pero lo que más le llamaba la atención era eso… ¿Por qué no los tenía? ¿Sería que prefería no hallarse junto a nadie? No, seguramente no sería eso. Volvía a pensar en ello en lo que se distraía observando el cabello de su compañero. La verdad e independientemente de que fuera el primer niño que conocía con tal extensión… Se le hacía bello. Muchas niñas se dejaban el pelo largo pero no de esta manera. Además, a Kirino tampoco le quedaba tan mal. Quizá él lo odiaba precisamente porque se metían con su persona a causa de ello… Tal vez pensaba que se veía más femenino por eso y aún cuando Shindou lo creía algo absurdo, suponía que para Kirino resultaba ser una molestia pero… ¿Entonces por qué no se lo cortaba? ¿Sus padres no le dejarían? Cerró sus ojos durante unos instantes para regresarlos al libro. Notó que el chico ignoraba de pleno el tema que daban pero, dado que era su primer día tampoco iba a llamarle la atención. Suponía que aún debía de adaptarse. Más si tan sólo le dejara ayudarle… Aunque Shindou yacía seguro que eso no pasaría, ni aún pidiéndoselo.
La clase se pasó volando, al menos para el castaño. Y las otras no fueron muy distintas. A partir de ese día pasaron muchos otros y así unos tres años en los que siguieron siendo compañeros de clase. Todo seguía igual excepto el cabello de Kirino que creció más todavía. Las niñas le tenían envidia por lo largo que era y a Shindou le encantaba. Por alguna extraña razón estaba muy pendiente de Ranmaru, quien por lo menos se le había abierto. Podría decirse que ahora eran amigos, pero no evitaba que el chico le pegara de vez en cuando. Le resultaba raro… El joven era violento y arisco cuando en otras ocasiones se mostraba tímido y sensible. No obstante aprendió a tratarle conforme le conocía más. Llegó a saber que sólo se dejaba el pelo así porque su madre lo adoraba y no quería cortárselo para que esos ratos tan agradables con su progenitora no se convirtieran en un recuerdo. Al mismo tiempo, Kirino le contó que a causa de su cabellera, era por lo que no tenía amigos y por lo que le trataban así de mal como cuando se dio con esos gamberros tiempo atrás. Por eso lo odiaba. Con todas esas explicaciones, Shindou fue capaz de entenderle y su amistad se estrechó más con el chaval, quien lentamente con los pequeños detalles del castaño, empezó a no despreciar tanto su bello pelo. Muchos al verlos constantemente juntos, solían decir que eran algo así como inseparables o buenos amigos, lo cual sorprendía especialmente a jovencitas interesadas en alguno de ambos. Más sin embargo los abusones del colegio siempre estaban presentes para estropear cualquier calma posible.
Y hoy no fue la excepción.
Siendo por la tarde vieron a Shindou, a lo que le acorralaron para meterse con él. El muchacho intentaba huir de esa situación más al ser sólo uno le era imposible. No sabía qué hacer pero no podía quedarse ahí sin hacer nada. Le había dicho a Kirino que le esperaría fuera porque él tenía que recoger sus materiales, ya que usualmente llenaba su mesa de cosas y para salir era el último, como ya se volvió habitual. Shindou veía las risas de los chicos que pronto empezaron a empujarle de un lado a otro, haciéndole caer o dándole algún golpe. Replicaba y exigía que le dejaran en paz pero sabía que eso no serviría. Y acertó de pleno. Esos idiotas al ser cinco se aprovechaban porque él era débil y yacía en desventaja numérica. Ni siquiera con Kirino aquí serviría y además, no deseaba que su amigo se expusiera a una circunstancia como esta. Apartó a uno de los chicos así que otro se encargó de hacerle la trabaqueta para que cayera al suelo. El dolor se hizo presente en el joven cuando se hizo raspaduras en las piernas. Se quejó por ello y justo en ese momento, escuchó la voz de Kirino. Tragó saliva. No era un buen momento para que su compañero hiciera acto de presencia más al ver lo que sucedía, pronto vio en su mirada turquesa la molestia y el enojo. Notó, cuando dejó caer su mochila, que ésta iba cargada de cosas y que por ello guardó sus tijeras en el bolsillo porque ya no le cabía nada más. Ranmaru a veces era un poco bestia cuando traía material escolar al colegio. Avanzó un par de pasos, dispuesto a plantar cara.
- ¿Por qué os habéis metido con él? – El chiquillo de nueve años miraba molesto a los otros cinco. Es cierto que no podría con todos pero con que consiguiera que Shindou y él escaparan, era suficiente. – Sois unos cobardes atacando en grupo.
- Uy mira quién está aquí. – Comentó uno, riéndose. – La Barbie Pelirroja acude al rescate de su Príncipe Azul.
- ¡JAJAJAJAJAJAJA! – Rieron los otros cuatro.
- ¡¿Qué tal si le añadimos a la fiesta?! – Ideó otro. - ¡Seguro se lo pasará bien!
- ¡Bien pensado! – Dijo otro.
Se acercaron a Kirino que pronto se puso en guardia. Eran los típicos imbéciles que gastaban su tiempo en meterse contra los más débiles… Pero él no era un tonto y sabía claramente lo que irían a hacer. Nadie se metía con Shindou y salían de rositas. Él era su amigo, su mejor amigo. El único que le demostró que su cabello no era tan horrible ni resultaba ser un problema para su apariencia, que cada uno era como era y ya está, nadie podía cambiar eso. El único en decirle que realmente le agradaba su pelo y que era el más bonito que nunca había visto. Aún cuando le golpeó por ello al sentir vergüenza, sin duda, aquellas palabras llegaron hasta su corazón. Fue gracias al castaño que aprendió a querer su cabellera, al menos, dejar de odiarla tanto por los problemas que había estado sufriendo desde pequeño. Y además de ello también estaba su madre. Por ellos dos su autoestima se podía mantener, porque era capaz de ver que alguien apreciaba algo que le hacía sentir un prejuicio contra sí mismo.
En grupo y en coordinación, esos gamberros comenzaron a golpearlo y aunque trataba de defenderse, apenas sí tenía tiempo. Shindou quería ir para ayudarle pero Kirino le exigía que se mantuviera al margen en lo que logró brindarle a uno de esos chavales un tremendo puñetazo, seguido de una patada que alejó a otro, más aquél trío todavía seguía haciéndole daño. Continuaba siendo injusto después de todo… Cinco contra dos, estaba clara cómo de mala era la situación. Pero Ranmaru no se daría por vencido… ¿No decían acaso que los pelirrojos eran de mal carácter? Pues bien, llegó la hora de demostrar que ese mito era cierto porque incluso su madre que también tenía el mismo color de cabello, era de armas tomar. Con precisión, Kirino llegó a repartir muchos golpes contra esos abusones pero, en un descuido, uno de ellos le tiró al suelo y otro le cogió de su pelo, obligándole a estar de rodillas sin poder deshacerse del agarre. Otra vez… Ahí estaba de nuevo esa indignante circunstancia que se había repetido constantemente en su vida.
- ¡Kirino! – Le llamó Shindou al ver a su amigo. - ¡Dejadlo en paz! – Exigió pero le dieron una tremenda patada, cuyo pie fue puesto en su garganta. - ¡Cht…!
- Tú será mejor que te mantengas quietecito si no quieres que te estrangule aquí mismo. – Le decían en lo que sus ojos observaban esa egocéntrica sonrisa que rozaba con la crueldad. – Es lo que se merece la Barbie Pelirroja por entrometerse en el asunto… Aunque después de todo ya teníamos intenciones de joderle la vida.
- ¡Mal… Maldito…! – Alcanzó a decir. - ¡Ag…! – Hizo cuando apretaron contra su cuello.
- ¡Shindou…! – Habló Kirino, intentando mirarle. - ¡Ay…! – Se quejó cuando tiraron de su pelo.
- Quieta, Barbie Pelirroja. – Rió su agresor.
- ¡¡AAAH!! ¡¡DEJADLO!! – Gritó Shindou que sin saber cómo, logró sacarse de encima al chaval que le pisaba la garganta, tirándole al suelo y corriendo hacia aquél que tenía cogido a su mejor amigo. - ¡KIRINO…! – Casi le alcanzaba de no ser porque otro intervino y le cortó el paso. - ¡TÚ…!
- Jeh, ¿No se supone que los caballeros son los que salvan a sus damas? – Se burlaba. – Qué pena… - Rápidamente rodeó al castaño, oprimiéndole al tenerle bien cogido, pasando su brazo por su cuello, dispuesto a apretarle. - ¡Esto por imbécil! – Le dio un tremendo rodillazo en la espalda que hizo gritar al chico. - ¡Y esto por entrometido! – Y esta vez su estómago fue la diana.
- ¡AAH…! – Volvía a chillar por el golpe. Tenía cerrado uno de sus ojos, tratando de liberarse. - ¡Ki… Kirino…! – Extendió su mano. No podía pensar en nada más que en su compañero. Es cierto, desde hacía mucho, siempre pensó que su deber era proteger a su mejor amigo… No importaba cuán afeminado fuese, se consideraba pues precisamente lo que le llamaron… Su caballero. - ¡Ya… Ya v…! – Calló al ver que el peli rosa sacaba las tijeras de su bolsillo. Se extrañó ante eso pero rápidamente sabía lo que iba a hacer el otro. Lo único que podía llevar a cabo era observar impotente cómo esas lágrimas bajaban de ese fino rostro… De esas dos gemas que tenía por ojos. - ¡Espera…! – Dijo para que Kirino le mirase. - ¡Kirino! ¡No…! ¡No lo hagas…!
- ¡Jajajaja miren! ¡La niñita se puso a llorar! – Aquél que tenía cogido ese extenso cabello, meneaba la cabeza de su dueño con vulgaridad. - ¡Deberías llamar a tu mamá! ¡Para que venga a ayudarte dado que tu caballero no puede hacerlo porque es un…! ¿Eh? – Arqueó una ceja al darse cuenta de la herramienta cortante del joven en lo que guardaba silencio. - ¿Crees que eso te servirá para liberarte? ¡Jajajajaja! ¡No podrás hacerme nada con eso!
- Hm… - Kirino sonrió. Posicionó mejor las tijeras en su mano, mirándole de reojo. – Esto… No es para ti. – Ante esa respuesta, el abusivo chaval se sorprendió muchísimo al ver que Ranmaru en unos pocos segundos, cortaba su cabello para poder liberarse aunque aquello supusiera deshacerse de lo que Shindou y su madre adoraban. Kirino se apartó enseguida mientras el agresor se quedó sin habla. - ¡SI NO QUIERES MORIR SERÁ MEJOR QUE OS LARGUÉIS TÚ Y TUS PERROS! – Gritó enfurecido mientras pasaba el dorso de su mano por sus mojadas mejillas. - ¡PORQUE ESTOY DISPUESTO A DEFENDERME DE VERDAD! – Alzó las tijeras.
- ¿Eh? – Shindou se sorprendió al ver que le soltaban y como tres de ellos se marchaban corriendo. Dos permanecieron. Caminó hasta su compañero, poniéndole detrás de él. - ¿Ahora qué? Ya no estáis en la misma ventaja.
- Hmm… Hm… - Uno temblaba.
- No… No puede ser… - Y el otro miraba su mano que todavía sujetaba todo ese cabello. - ¡¿Cómo es que has tomado una decisión así?!
- Porque Shindou es más importante para mí que mi pelo. – Se mantenía serio. Shindou se movió hacia un lado.
- ¡Maldito seas…! – Corrió hacia el chico.
- ¡Tu casa no está por aquí, es por ahí! – Shindou cogió al abusón de la camisa, giró sobre sus pies para enviarle fuera del colegio. - ¡Buen viaje! – Rió en lo que el único que quedaba se iba corriendo como un cobarde. El ambiente se quedó tranquilo cuando esos dos decidieron tirar la toalla, más los cabellos cortados de Kirino se hallaban tirados en el suelo mientras el joven bajaba la mirada mientras se dejaba caer de rodillas al suelo. - ¿Estás bien…? – Le preguntó mientras se acercaba y se ponía a su altura. – Lamento no…
- Descuida… - Respondió, alzando su mano. – Estoy perfectamente… - Cerró sus ojos, volviendo a llorar. – No tienes la culpa.
- Ki- Kirino… - Tragó saliva y sólo pudo abrazarlo. – Lo siento mucho… - Dijo. – Debí haber sido más fuerte.
- Mamá me va a matar… - Lloriqueaba. – Me matará… - Repitió. – Cuando se entere de lo que he hecho… O mejor dicho… Cuando lo vea… - Su espalda temblaba.
- Entonces hagamos una cosa. – Le miró de frente. – Te acompaño yo, se lo explico y luego le dices que me prometiste que no volverás a cortarte el cabello.
- ¿Eh? – Alzó sus cejas.
- De hecho quería pedírtelo… - Rascó su nuca un poco avergonzado. – Siempre me ha gustado mucho tu pelo… - Desvió la mirada. – Pero… Yo bueno… Verás yo…
- Hm… - Sonrió. – Está bien. – Shindou le observó al oírle. – Te prometo que no volveré a cortármelo. – Comentó. – Lo haré sólo por ti.
- Tampoco hacía falta eso… - Se puso rojo. – Además es mi culpa que hicieras eso, no supe defenderte… - Se entristeció.
- Eran cinco contra nosotros, es lógico. – Se levantó, ayudando a su compañero. – Es culpa nuestra, de los dos. – Rió mientras tocó su cabello notablemente más corto. Suspiró con cierta tristeza. – No me acostumbraré a esto…
- Hm… - Bajó la cabeza. – Yo tampoco… - Suspiró. – Te veías tan lindoo…
- ¡OI! – Le pegó.
- ¡Ay…! – Se quejó. - ¡¿Qué acaso no es la…?! – Al mirarle le vio muy, muy rojo y eso le cautivó por completo. – Oh…
- ¡Venga, vamos a casa! – Fue a coger su mochila y a partir de ahí, siguieron andando.
Sí, fue aquél día donde todo empezó para ellos dos. Es cierto que a Kirino al final no le sentó bien cortarse el cabello… Esa misma tarde su madre se puso histérica perdida pero milagrosamente y con la ayuda de Shindou, evitó castigarle casi de por vida gracias a que el chico le comentó a su progenitora que le hizo un juramento al castaño de no volver a cortárselo. Desde entonces su amistad con Kirino permaneció intacta, con la única diferencia de que mejoró considerablemente hasta tal punto de haberse enamorado de él. Aún cuando no se atrevía a confesársele, ese recuerdo jamás se iría de su mente. Ese fue su inicio con Kirino, donde el lazo que los unía se estrechó definitivamente para no romperse. Actualmente, era el amigo de su infancia que no se apartaba de su lado y por él… Seguiría siendo así para siempre.
Deseaba proponerle a su compañero el hecho de estar unidos para toda la eternidad pero no sabía cómo se lo tomaría. Estaba claro que Kirino era todo un tsundere, en ese aspecto sí que no había cambiado. Suspiró y decidió salir de la sala de piano para visitar a su amigo a su casa. Más tuvo la mejor de las suertes al encontrárselo por la calle, diciéndole que él iba a hacer lo mismo. Eso le hizo reír y le propuso ir a la colina de la ciudad a la cual se dirigieron una vez aceptó. El camino fue en silencio, muchas veces era así… No se decían nada, sólo compartían su mutua compañía. A Shindou se le hacía un tanto incómodo y le dio por mirar las dos coletas que se convirtieron en el peinado estrella de Ranmaru, quien permanecía más pendiente de los pájaros y del cielo que de cualquier otra cosa. En menos de veinte minutos llegaron a su destino desde el cual veían todo el increíble paisaje.
Los dos sonrieron mientras la tranquilidad invadía sus corazones. Sentados el uno al lado del otro, respetaban el sosiego que gobernaba el ambiente. Más Kirino decidió soltarse el cabello que rápidamente era mecido por el suave viento, captando así la atención del castaño.
- ¿Lo recuerdas? – Habló el de ojos turquesas con calma. – Aquél día en que ambos teníamos nueve años y me corté el pelo por culpa de esos abusones.
- Como olvidarlo. – Contestó, cerrando sus ojos. – Me supo bastante mal que lo hicieras… Era el más bonito de todos.
- Jajajajaja, ya estás otra vez con eso. – Rascaba su nuca en un gesto torpe. – La verdad es que fue gracias a mi madre y a ti que aprendí a amar mi cabello. – Dijo. – Por eso estoy tan feliz de tenerte en mi vida, Shindou.
- Hm… - Se puso rojo. – Y yo también me alegro de haberte conocido. – Alzó su rostro hacia el cielo. – Se puede decir que aquél día se convirtió en nuestro inicio.
- Sí, tienes razón. – Asintió Kirino. – Ahí fue donde todo empezó de verdad. – Le miró. – Nuestra amistad comenzó a viajar hacia adelante desde ese preciso instante.
- Sí. – Afirmó. – Me alegro de que todavía cumplas con esa promesa. – Acercó su mano para coger el cabello del joven.
- No iba a olvidarla a fin de cuentas. – Se ruborizó. – Es la más importante de todas.
- Kirino… - Murmuró sorprendido.
- Oye Shindou. – Le llamó.
- Dime. – Pestañeó desconcertado.
- Prométeme una cosa. – Dijo con una sonrisa. – Prométeme que siempre estaremos juntos.
- Hm… - Sonrió. – Entonces Kirino… - Se acercó a él. – Cásate conmigo. – Soltó.
- … - Cada vez su sonrojo fue mayor. - ¿Qué…? – Fue lo único que atinó a decir.
- Que te cases conmigo. – Repitió, con seguridad. - ¿Aceptarías ser mi esposo?
- ¡CHT…! – Apretó la mandíbula. - ¡ESO NO LO DUDES, BAKA! – Le golpeó, todo rojo. – Hm… - Cruzó sus brazos en lo que Shindou estaba tirado en el suelo con un chichón con vapor añadido. – Ya tardabas en pedírmelo.
- ¿No me digas que era lo que querías…? – Murmuraba.
- ¡¿Y todavía lo dudas?! – Replicó. - ¡No por algo me sentía celoso cada cuanto se te acercaba cualquier chica!
- Sí, eso ya lo notaba… - Se reincorporó. – Pero yo sólo te amo a ti. – Sonrió como un poseso.
- Hm… - Giró su rostro. – Yo… Yo también… - Susurró en voz baja.
- ¿Eeeh? – Llevó su mano a su oído, como fingiendo no haberle escuchado. – ¿Qué dices…?
- Que te quiero… - Siguió murmurando.
- ¿Queeeeeeee…? – Insistió.
- ¡¡QUÉ YO TAMBIÉN TE AMO, IMBÉCIL!! – Le gritó cuando su paciencia se colmó, mirándole con cara de pocos amigos.
- Eso está mejor. Yo también te amo. – Rió antes de besarlo.THE END
. -
gaby de víctor el rey .
User deleted
hermoso me encanta esta pareja XD y se k a víctor también le gustara me encanta tu forma de escribir espero leer mas de tus fics . -
.
Es que esta pareja es mi OTP en IE Go y no podía no subir nada de ella *^*, al fin encontré a alguien que pudo insipirarme y mañana seguramente haré otro oneshot de ellos, ¡Así que muchas gracias por leer! . -
Mai Lizen .
User deleted
OMG el onee-shot que hiciste fue muy......muy....hermoso y tierno 
lo adore!! que bien lo hiciste ^w^
Sabes, no soy tan fanática de esta pareja (por lo que rara vez leo fics de esta parejita) pero me llamo la atencion el titulo y mas aun el autor (es decir tu
) es asi que me anime a leerlo, la verdad no me agrada mucho ver a Shindou de seme (lo prefiero de uke, soy rara lo se XD) pero bueno la historia que escribiste de ambos y la trama fue muy linda.......al punto de que hiciste que me gustara verlo de seme de Kirino , lo vi como todo un caballero 
y Kirino resulto todo un uke tsundere 
.
La escena en la que Kirino se corto el cabello, me pareció tan triste pero a la vez tan valerosa de parte de Kirino, pues hizo eso por Shindou. Awww que ternura, hehe aunque ya presentía que lo iba a hacer, pues me recordó a una escena de Akatsuki no Yona, en la que Yona se corta su precioso pelo rojizo para poder salvar a Hak, su mejor amigo.
Bueno tambien otra escena preciosa fue cuando le propuso casamiento a Kirino, y claro el lo acepto, serán muy felices los dos, lo se
Bueno, espero leer mas fics tuyos
y claro estoy empezando a leer la 2da temporada de Espiritu Indomable, aun me faltan varios capitulos por leer XD 
pero avanzare poco a poco, mi tiempo libre no es lo suficiente para poder leer tranquila un fic completo, pero bueno. Tambien estoy muy feliz de al fin poder dejarte un comentario (aunque no sea en Espiritu Indomable) pero igual, ahora puedo comentar libremente los fics que me gustan 
tal vez no me recuerdes, por todo el tiempo que paso (y que no te pude contestar en FB, lo siento) pero bueno soy la chica que no podia comentar ningun fic porque no sabia como registrase en MY XD. Por eso tuvo que decirte que le gusto tu fic mediante FB (esa soy yo XD) y pues me dijiste que te avisara cuando logre registrarme (aunque lo hago tarde) , asi que eh aqui estoy yo XD un gusto volver a leer un fic tuyo Sly!!!! espero estes bien y un saludo!!! 
PD: Si no te recuerdas quien soy, una pista, mi nombre empieza con L XD)
Matta ne!!!
. -
.
Oh querida como no me iba a acordar de ti, ¿Corazón? Claro que sé quién eres, al fin entraste en Mundo Yaoi. Me hace muy feliz verte por aquí y que todavía leas el fanfic, pronto lo seguiré después de tenerlo 3 meses parado así que llegas justo en un buen momento. Espero que el foro te esté siendo una buena experiencia y si quieres relacionarte con los usuarios yo te recomiendo Juegos del Foro :v, te encantará. Gracias por haberme comentado, cariño, es todo un detalle de tu parte. Sé que Shindou también es bastante famosete de uke pero yo siempre lo he visto como seme y mira, al final decidí escribir algo de mi OTP. Es cierto que Kirino fue valiente pero se trataba por y para Shindou después de todo :v.
Un saludo querida, si quieres leer más sobre mí sólo hace falta que busques en mis temas, en caso de no saber cómo hacerlo es tan fácil como ir a mi perfil y justo donde veas "información", mueves el ratón hacia el lado derecho (>) y verás que te saldrá estadísticas y más abajo "leer todos los temas de este usuario". Enseguida te añado a mis contactos, ¡¡No puedes faltar en ellos!!. -
Esteban Asakura .
User deleted
me gusto ademas la forma de redacción es genial espero leer tus otros fics XD . -
Mai Lizen+1 .
User deleted
Awww no sabes cuan feliz me hace saber que aun te acuerdes de mi (incluso de tanto tiempo XD). Yo pues obviamente me acuerdo de ti Sly (¿como no?) eres una de mis escritoras favoritas!!!!! y a quien realmente, admiro mucho . Sipi , al fin 
y la verdad si era muy sencillo XD creo que yo era la que no entendía como hacerlo (si, soy una baka XD) .Hehe a mi tambien me hace feliz verte (y que manera que con un fic )
Claro, lo estoy empezando a leer, asi que aun me falta haaarto para llegar al ultimo capitulo que escribiste, pero ya se algunas cosas, como: el hijo de Goenji y Kido es : Hana XD y la verdad me cae bien o si (y su pareja futura, sera genial, estoy con ansias de continuar leyendo ^^ .Claro, me parece algo nuevo e interesante, aunque debido a mi falta de conocimiento no se como utilizarlo bien XD Juegos del Foro ¿eh? okey, lo hare primero vere como debo hacerlo (si, en definitiva, soy una completa novata XD) .Hehe como no iba a comentarte Sly? si es que adoro tu forma de escribir, y ademas que mejor forma de decirte que ya estoy registrada en MY ¿no? queria darte una sorpresa XD.
A si?? con que famosete de uke ¿eh? yo la verdad adoro verlo de uke (es mi personaje favorito de IEGO luego esta Tsurugi XD) Pues a lo que note, si, varias personas lo prefieren de seme XD. Waaa pero yo lo prefiero de uke (lo emparejo con otros tres personajes en las cuales el es el uke, ok soy mas rara aun XD) pero nee, siempre me gustaron las parejas raras, eso lo se
Me alegra que te animaras a escribir de tu OTP (que por cierto no sabia que era tu OTP en IEGO, ahora lo se) , me gustaria que escribieras mas fics de estos dos (aunque Shindou sea seme, pero igual, seria un gusto leerlo) . Claro, me enseñaste algo valioso XD no lo olvidare 
Yo tambien, intentare agregarte a mis contactos (no sabia que se podia hacer eso, ok me falta conocimiento) pero debe ser sencillo ¿no? Hallare la forma de hacerlo 
Un saludo nuevamente Sly!!!! me gusto volver a hablar contigo 
Besos a distancia!!!!
. -
.
LOS HÉROES SIEMPRE SON RECORDADOS..PERO SABES QUE?? LAS LEYENDAS NUNCA MUEREN...
- Group
- Clan Demonio
- Posts
- 13,938
- Location
- La secta de victor XD
- Status
- Anonymous
genial como siempre XD . -
paola-sama .
User deleted
me gusto fics muy hermoso
. -
.
♥ ¡Los tacos de pescado son lo máximo! ♥
- Group
- 100% Trapito
- Posts
- 3,197
- Location
- En mi casa, claro que si.
- Status
- Offline
Que hermoso! Por alguna razon me acordo muchisimo un capitulo de naruto shippuden y tambien el desgarrador y triste discurso de kushina, ¡gaste 2 rollos de papel!
Sin duda alguna tu one shot es hermoso, ya sabia de kokoro de que kirino era un bipo-cof, cof- tsundere de alma y pecho y me diran rara pero siempre me e tomado a shindou inocente aun que a veces me lo pongo como un macho que se respeta pero ñeeeee xD sin duda alguna me encanto! :'3
Sin mas que decir
SAYO~. -
Sara13laguay .
User deleted
Omg ~ Hola buenas !!
Este oneshot de Shindou y Kirino ha sido muy particular, nunca había imaginado,visto o leído a un Kirino con el pelo tan largo y descrito como pelirrojo.
Y quién diría que mini Kirino podía ser tan peleón (para defenderse pero aún así no me lo esperaba),de igual forma sigue siendo un crío adorable y me alegra que tenga el valor de hacerlo (pocos lo tienen y más a esas edades) y como bien has dicho,muy tsundere,(eso también me ha sorprendido, de hecho la mayoría de cosas del fic lo han hecho). La verdad es que me ha dolido que Kirino tuviese que estar sufriendo por querer conservar esos buenos momentos con su madre y posteriormente porque su cabello le gustase a Shindou, es decir, me parecen preciosas las dos cosas pero si tiene que sufrir a causa de ellas se me hace un agujero en el pecho. Yo creo que también debería pensar un poquillo más en si mismo, porque el acoso que sufre no es soportable.(Malditos niños discrimiadores buscapeleas).
Y el pobre Shindou se llevó unas cuantas borderías por intentar ser majo ;w;.
Sobre la pelea que tuvieron a los nueve años he flipado mucho, era demasiado para unos críos,y el lenguaje que usaban también ;-;,igualmente fue una pelea bastante épica.
Me dolió mucho cuando Kirino se cortó el pelo, las líneas antes ya estaba diciendo : No por favor :').Y la reacción de la madre fue muy exagerada por su parte.
Por cierto la promesa de Kirino a Shindou fue muy bonita pero qué piensa hacer cuando el pelo le llegue al suelo ? :"v
Ya llegando al final del fic,¿qué decir? Aparte del romanticismo del principo cuando Kirino se suelta el pelo y hablan del pasado y cómo empezó todo y tal fue una escena bastante cómica xD.
Bueno,y hasta aquí el comment, espero no haber sido molestia.
Sayounara !~. -
Ranmaru-Gini .
User deleted
KYAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!! *ABRAZA UNA ALMOHADA COMO UNA LOCA ENAMORADA* HOW MI PAREJA FAVORITA DE TODAS LAS DEL UNIVERSO ¡TENGO QUE MOSTRARLE ESTO A MAKOTO Y KAZUTO! ESTA G-E-N-I-A-L LO ADORÉ!! OSEA ESTA PAREJA ES MI VIDA SIN ELLA NO VIVO! COMO LA ADORO!! CUANDO LE PIDE MATRIMONIO QUEDO COMO... SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!.
OSEA ADORO A RANMARU! ME SUPER ENCANTO TU IDEA PARA ESCRIBIR ESTO... TE FELICITÓ!! ME SUPER ENCANTO! TE JURO QUEDE COMO "ES LO MEJOR" ME ENCANTO MUCHAS GRACIAS POR HABERLO ESCRITO DE ESTA PAREJA! GRACIAS ME ENCANTO!
BUENO BYE BYE~ MUCHOS ABRAZOS MANGA GINI. -
Elisa Lopez .
User deleted
Me encantó tu fic!!!! La escena en la que Kirino se cortó el cabello me recordó cuando Sakura hizo lo mismo en el bosque de la muerte cuando fue el examen chunnin.
No tengo mucho que decir solo que me encantó <3.
Our Beginning (Shindou x Kirino) - Oneshot~~ |
All The Voices Can Be Heard
Web
Contacts