The Lost Song Between The Memories [14/15]

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +3   +1   -1
     
    .
    Avatar

    imgboxAll The Voices Can Be Heardimgbox

    Group
    Escritor master
    Posts
    24,884
    Location
    4Y 9M RIP GBE

    Status
    Anonymous
    ¡Muy buenas a todos, pajaritos y pajaritas! Me alegra estar de vuelta con vosotros con esta historia dividida en varias partes (el número de éstas puede variar). Espero que os guste mucho.

    Disclaimer: Los personajes de Sly Cooper pertenecen a Sucker Punch Productions; otros como Dynamo, Alice, Bruce, y especialmente Light y Shadow y otros secundarios, son de mi autoría.
    Pareja: Sly Cooper x Dynamo Blake; Tennessee "The Kid" Cooper x Selvi; Sir Galleth Cooper x Rioichi Cooper; Light Blake x Shadow Cooper.
    Serie/caricatura/cómic/etc: Saga de videojuegos de Sly Cooper
    Género: Humor, Romance, Misterio, Acción, Drama
    Clasificación/Rating: M (+16)
    Advertencias: Violencia, Muerte, Lenguaje Vulgar, Incesto.

    Resumen: Los problemas entre la Banda Cooper y la Banda Blake, finalmente se habían arreglado. Tennessee y Sly ya habían regresado tras un tiempo de pasar una dura transición en solitario. Tras ese tiempo, una visita inesperada llega a ellos: se trata de Light Blake, primo de Dynamo y su hermana Alice, y uno de los supervivientes de la tragedia que tuvo lugar hace muchos años en la infancia de Sly. Light, les explica su situación y su intención de querer encontrar a Shadow Cooper, la cual no es otra que la hija mayor del fallecido Rioichi, el tío de Sly y prima hermana de éste. Así pues, ambas bandas se ponen de acuerdo en ayudarle y viajan a Bruselas, Bélgica, con el fin de encontrarla y llevársela para alejarla de las garras del Gobierno Mundial. Lo que ninguno de ellos sabe, es que nada saldrá como ellos esperan... ¿Lograrán su objetivo o es su propio objetivo el que los pondrá en grandes aprietos?


    SPOILER (click to view)
    Las músicas que utilice irán dentro de cada spoiler. Por el momento dejo la única usada para esta parte:

    1. Sonic X - Shadow's Song


    34e3f841e80dbc0ff12a6f70a141aac0



    THE LOST SONG BETWEEN THE MEMORIES



    PART I NEW DESTINY



    La durísima transición por la que pasó la Banda Cooper finalmente había terminado. Tennessee hacía alrededor de un año que regresó, y al siguiente lo hizo Sly. Al principio hubo mucha tensión pero con un poco de suerte todo se arregló. Con el paso de las semanas, decidieron viajar en el tiempo para salvar a un antepasado de Sly, un mapache de la era medieval de Inglaterra: el líder de la Orden de Cooper: Sir Galleth, un renombrado ladrón de la época a quienes los reyes debían varios favores.

    Después de aquello, ambas bandas: la de Cooper y la de Blake, tuvieron que enseñarle a Sir Galleth el nuevo mundo. Para Dynamo fue realmente divertido, para Sly… Una molestia a tiempo parcial y un incordio a tiempo total. Sir Galleth era un personaje sacado de ninguna parte. Por boca de Rioichi: era un Cooper escandaloso, demasiado “apasionado”, charlatán, testarudo, de ideas disparatadas, exagerado hasta decir basta y lo peor de todo: era muy, muy, y hasta podría decirse que… Extremadamente mimoso.

    Todos se habían dado cuenta que Sir Galleth parecía especialmente interesado en Rioichi, el cual ni se daba por aludido. El maestro ninja, usualmente evadía sin demasiadas complicaciones a su antepasado. Sir Galleth a veces pillaba unas depresiones monumentales, por verse ignorado por el japonés. Tennessee, quien sin lugar a dudas perdía constantemente la paciencia con el inglés, comentaba muy a menudo que este mapache era un tipo bipolar, debido a que Sir Galleth cambiaba muy rápidamente de humor. Algo en lo que sin duda, Sly pareció darle la razón, a medias no obstante.

    La parte positiva es que Sir Galleth cambiaba los ambientes tensos que a veces se formaban entre los presentes. Bastaba con que dijera alguna de sus estúpidas bromas para que las turbias atmósferas se “neutralizasen”. Aquello fue algo que Rioichi notó especialmente. A Sly también le sorprendía la manera de Sir Galleth de evitar el conflicto ajeno, como había demostrado cuando Tennessee se cabreaba con él. Para Dynamo y Selvi, el inglés era muy divertido y amigable, siempre a disposición de todo el mundo y compartiendo sus cosas. Bruce era el único que se mantenía al margen, y Alice… De vez en cuando, también.

    Los meses fueron transcurriendo sin más. La Banda Cooper y la Banda Blake continuaron robando, y dando algún que otro golpe, cada vez más cerca del gobierno francés, lo cual alarmó a varios políticos y ejecutivos del parlamento. Los miembros de esta alta esfera, entonces, decidieron ponerse en contacto con los de Bruselas, y explicar lo que sucedía. Así pues, acordaron que Cooper estaba demasiado cerca de todos ellos, y que no podían permitir que siguiera avanzando hacia su terreno, debido a lo peligroso que eso podría ser para ellos.

    Entonces, se pusieron de acuerdo y Francia envió su embajador, para poder hablar más calmadamente del asunto y obtener un pacto. El encuentro entre ambas fuerzas de ambos países no tardó en suceder. Los medios de comunicación lo expusieron en la televisión por todo el mundo, pero la razón que se contaba sobre este “suceso” era una mera mentira y el primero en sospechar de ello fue Tennessee, y poco después Bruce. Los dos sintieron que aquí… Había gato encerrado.

    La preocupación de Tennessee pronto se reflejó en su comportamiento. Dynamo y Sly fueron quienes se percataron de ello. El pistolero, estaba más inquieto de lo usual, parecía más atento a su alrededor, como si se sintiera amenazado, tampoco dormía demasiado bien lo cual ya era motivo de angustia para los presentes. El hecho de estos actos, era, para Sly, una clara señal de que algo no andaba bien. Incluso Bruce salía por ahí a buscar información, usando la típica excusa de irse para ver si se ligaba a alguna chica.

    Hasta que un día, recibieron una inesperada visita. Al abrir la puerta, Sly se quedó casi mudo. Delante de él se presentó un zorro con grandes parecidos a Dynamo y a Alice. Sin lugar a dudas, Sly pensó que eran familia así que le dejó entrar. Bentley, se ofreció a ponerse en contacto con la Banda Blake para comentarle acerca del muchacho que acababa de llegar, a lo que Sly le pidió que esperase. Le ofrecieron bebida y comida al zorro y tras un rato de que pudiera tranquilizarse, la Banda Blake acudió a la base de la Banda Cooper tras el mensaje supuestamente urgente de Bentley. Cuando llegaron, Sly los puso al tanto de lo único que sabían.

    Dynamo y Alice, gratamente sorprendidos pero no por ello menos emocionados, saludaron al que era su primo, quien se presentó como Light Blake. Tras un rato, de hablar de cualquier cosa con él, Light decidió que era momento de contar a qué se debía su presencia aquí, en Francia. Sly intercambió miradas con el resto, y se puso de acuerdo en darle su turno de palabra, aún con el riesgo de que Light pudiera ser interrumpido tanto por el impulsivo de Tennessee como por el loco de Sir Galleth.

    - Veréis… He estado buscando a alguien que pudiera ayudarme. Llevo varios años tratando de encontrar a un ser especial para mí pero no he tenido ni la suerte ni los recursos para lograrlo. – Empezó a explicarse Light, sentado en el sofá, con los codos apoyados en sus rodillas. Su rostro lucía serio, lo cual a Sly le indicaba que el asunto no era para tomárselo a broma.
    - Si te especificas mejor, iremos por un buen camino. – Habló Tennessee, sentado en la silla con las piernas sobre la mesa. Un mal hábito que tenía desde hacía ya mucho tiempo.
    - Como sabéis… Los Blake y los Cooper han sido aliados gracias a la legendaria hazaña de aquí el maestro Rioichi. – Hizo un ademán hacia el mapache, quien mantuvo únicamente su castaña mirada sobre la contraria del zorro, en una impasible actitud. – Desde entonces, ambas familias han sido siempre muy unidas entre sí.
    - ¿Puedes ir al maldito grano? – El tono de Tennessee indicó que estaba perdiendo su paciencia. Algo que no le gustaba a este pistolero era que la gente hablara y se fuera por las ramas, en lugar de contar las cosas directamente.
    - Hm… - Light suspiró. – Estoy buscando… A Shadow Cooper.
    - ¿Shadow Cooper? – Repitió Sly. Ese nombre le era totalmente conocido, por supuesto jamás lo olvidaría.
    - ¿Le conoces, Sly? – Preguntó Dynamo, quien intuyó que el muchacho parecía tener conocimiento sobre el recién nombrado.
    - Era la hija mayor de mi tío Rioichi-san. Usualmente cuando yo era muy pequeño y mis padres estaban ocupados, era ella quien se hacía cargo de mí.
    - ¿Ella? – Habló Selvi. - ¿Es… Una chica?
    - Sí. – Asintió Cooper. – Rioichi-san tuvo dos hijos: Sasuke, el pequeño y con quien yo jugaba mucho, y luego estaba Shadow, que era mucho más mayor. Cuando yo era sólo un microbio de cinco años, ella ya tenía diez.
    - Cinco primaveras más mayor, vaya. – Dijo Sir Galleth. – Debe de ser toda una dama.
    - Lo era. – Suspiró Light. – Pero eso fue cambiando con el tiempo. Shadow y yo viajamos hace mucho a España, queríamos estar tranquilos una pequeña temporada y relajarnos. De vez en cuando regresábamos de visita a la familia y ella se divertía con los niños porque los adoraba y se desvivía por ellos. Más… Un día, en España… Shadow sufrió un grave accidente de tráfico. – Al oír eso, Dynamo fue el primero en mostrar un mayor interés. – Shadow quedó un largo tiempo en coma pero cuando despertó… No era ella.
    - ¿Cómo? ¿A qué te refieres? – Preguntó Sly, con el ceño fruncido y luciendo muy desconcertado. - ¿Cómo que no era ella?
    - Shadow perdió la memoria tras aquél suceso. Los médicos tras explicarme que las probabilidades de que ella recordara o que jamás pudiera hacerlo eran las mismas, me dijeron que debía de ser paciente y que tratara de ayudarla poco a poco. Para Shadow fue una época muy dura de su vida, más la suerte aún estaba de su lado y obtuvo sus recuerdos de vuelta, aunque nunca volvió a ser la misma. Esa chica extrovertida, alegre, llena de vitalidad y de energía, que se juntaba con los demás… Se perdió, parcialmente. Puede que le ocurriera por haber pasado por esa etapa, no estoy seguro.
    - Bien, ¿Y cuál es el problema entonces? ¿Ha vuelto a desaparecer? ¿Se ha dado a la fuga literalmente? ¿O… Está muerta? – Preguntaba Tennessee al ser conocedor de la tragedia de los Cooper que en su momento Sly les explicó a él y a todos. Sorprendentemente, el americano lucía bastante tranquilo, algo inusual en él.
    - Cuando la masacre de los Cooper y los Blake sucedió… Shadow había desaparecido. Lo supe porque, de haber sido asesinada por aquél grupo de desalmados… - Al decir eso, Sly desvió la vista al acordarse de que fueron la Banda de los Cinco Malvados, liderada por Clockwerk, en aquél entonces. – De haber sido asesinada, habría encontrado su cuerpo, sus dos garfios y su bastón. No encontré nada de nada, de ella. Así que fui investigando, por mi cuenta hasta que alguien se puso en contacto conmigo, alguien que no pensé que seguiría vivo.

    Todos se miraron los unos a los otros, intrigados. Las probabilidades de que fuera alguien en específico y que ellos conocieran, eran realmente bajas. Había cientos de miles de personas que podrían saber algo de la tragedia de los Cooper y de los Blake, y muy pocos dispuestos a hablar. Sly se mantuvo en silencio.

    - Se trataba del líder de los Cooper que parecía haber sobrevivido a aquél suceso: Akira Cooper. – Nada más escucharlo, todas las miradas fueron directas a Sly pero éste observó con los ojos bien abiertos a Light. Jamás se lo habría esperado.
    - ¿Mi padre? – Preguntó el mapache.
    - ¿Eh? ¿Es que tú eres su hijo?
    - Sí, lo soy. Me llamo Sly Cooper, soy el hijo de Akira y el sobrino de Rioichi-san, y por ende… Primo hermano de Shadow.
    - Entiendo. Es un gusto conocerte, Sly. – Sonrió Light. – Pues sí. Fue tu padre quien se puso en contacto conmigo. Al parecer, de alguna forma él también había encontrado información sobre la desaparición de Shadow, y halló que ella se encontraba en manos del Gobierno Mundial. Me explicó que la única manera de encontrarla, era acercándome al gobierno, localizarla y llevármela conmigo. Pero eso para un Blake era demasiado arriesgado y además… Era una misión imposible.
    - Lógicamente. Nosotros también somos sus enemigos. – Comentó Alice. - ¿Entonces, qué hiciste, Light?
    - Decidí buscar ayuda de alguien que pudiera echarme una mano. Akira no podía, por motivos personales que no quiso contarme. – Como ya era usual, el padre de Sly siempre andaba con sus misterios de aquí para allá. – Me pasé tiempo buscando quienes pudieran ayudarme para encontrar a Shadow y liberarla de las garras del Gobierno Mundial.
    - ¿Y no estará muerta? – Preguntó Tennessee. – Todos o casi todos los Cooper han muerto a causa del Gobierno Mundial. Lo más lógico es pensar que esa muchacha la ha palmado y punto, no podemos hacer nada por ella.
    - ¡No! ¡Sé que está viva! – Light alzó ligeramente la voz. – Mientras tenga esperanza, no voy a abandonarla. Shadow es importante para mí, y sé que con esa gente lo está pasando realmente mal. Ella ya ha sufrido más que suficiente, no merece seguir soportando esta tortura.

    Hubo un incómodo silencio entre los presentes. Dynamo y Alice eran los primeros en estar de acuerdo con su primo, más ellos tres no eran suficientes. Miraron entonces, a los Cooper, a Bentley y a Murray. Ninguno de ellos parecía del todo convencido. Bentley era el primero en saber de la gravedad del asunto, Murray parecía intuirlo de algún modo… Y el más intranquilo era Sly, que lucía muy pensativo. Tennessee yacía de brazos cruzados, dando a entender su cerrada posición. Sir Galleth parecía que intentaba obtener alguna idea, y Rioichi… Rioichi permanecía a la espera de alguna respuesta.

    Tennessee abrió sus ojos, lentamente, y pasó su vista por cada uno de los presentes con una temible seriedad que no fue pasada por alto por Selvi. Bruce continuaba en silencio, pero no por ello menos observador.

    - ¡¿Por qué estáis dudando?! – Sir Galleth saltó de repente, llamando así toda la atención. - ¡Se trata de una damisela en apuros! ¡Hay que ir a rescatarla! ¡Este fiel servidor, cual caballero de mi hermosa Inglaterra, no voy a dejar que ninguna dama honrada sea maltratada! – Decía, al parecer muy decidido a tomar las riendas del asunto. Light lo observó sorprendido pero esbozó una sonrisa aliviada y agradecida.
    - Por primera vez estoy de acuerdo con Sir Galleth-san. – Sorprendentemente, Rioichi apoyó al inglés, quien sonrió cual tonto de la vida por ello. – Shadow-san es un miembro más de la familia, ella es tan importante como cualquiera de nosotros. Si queremos que el clan prospere, la necesitamos. Y no sólo por eso. – Hizo una pausa, para mirar a cada uno de los presentes. – Debemos ir y ayudarla, es alguien de la familia y como tal no está en nuestras manos la opción de darle la espalda.
    - Sí, estos dos ‘agilipollaos’ tienen razón. – Asintió Tennessee, quien al parecer había cambiado de opinión. – La familia es la familia, es irremplazable. Puede que parezca difícil pero, pensadlo. – Pidió, aunque detuvo su vista especialmente sobre Sly. – Si vamos a rescatarla, estaremos cerca del Gobierno Mundial y podremos patearle el trasero. El hecho de reclamar lo que es nuestro, estará al alcance de nuestras garras.
    - Es arriesgado. – Opinó el propio Sly. – Sé que Shadow es de la familia, pero debemos pensar en qué situación está y con quiénes se encuentra. El Gobierno Mundial no es un enemigo al que podamos tomar a broma.
    - Mira, grandísimo imbécil – Tennessee se levantó, y se puso de caras a Sly. – No sé qué demonios circula por ese cerebro pero lo que está claro es que tienes miedo. – Señaló primero la cabeza para luego llevar sus manos a la cadera. - ¿Y sabes una cosa? No hay nada peor que un Cooper asustado, ¡Sólo te queda huir con la cola entre las piernas, como un perro!
    - Tenny. - Lo llamó Selvi. – Ya bas…
    - ¡No te entrometas! – El americano le alzó la voz, sin molestarse a mirarle. - ¡Esto es algo serio! ¡Y es un asunto familiar! ¡Pero es el asunto DE TODOS! ¡No sólo tuyo! – Tocó el pecho de Sly con el dedo índice de su mano zurda. - ¡¿Crees que no somos conscientes del peligro?! ¡¿Crees que no sabemos a lo que nos enfrentamos?! ¡¿O lo que piensas es que eres el único que lo ha pasado mal en esta puta vida?! ¡Déjame decirte que tú no lo perdiste todo después de aquél suceso! ¡Aún tenías a un padre, independientemente de que nunca antes lo supieras! ¡Si yo hubiera estado en tu lugar, me habría alegrado de que por lo menos alguien tan importante como un padre, hubiera continuado con vida, en lugar de actuar como un gilipollas y dejarme llevar por un absurdo rencor!

    Sly bajó la mirada. Incapaz de soltar nada de su garganta. Sabía, mejor que nadie, que a Tennessee no le faltaba la razón. Estuvo resentido con Akira, su padre, por el hecho de nunca antes haber sabido que había sobrevivido a aquella matanza de la que Sly fue testigo. Es cierto que yacía asustado, no por algo, el Gobierno Mundial era el enemigo de todo Cooper que se preciara… Puede que después de todo, muy en el fondo no quisiera enfrentarse a este rival tan grande…

    Y era consciente que Tennessee solamente le estaba diciendo esto porque… El pistolero en verdad perdió a su familia, frente a sus ojos, y se vio obligado a dejarlo todo atrás para poder mantenerse con vida de aquellos que acabaron con sus padres y que luego fueron a por él. Tal vez… Lo único que Sly hacía era ser egoísta al pensar en sí mismo en lugar de querer entender la situación por la que su prima Shadow estaría pasando…

    Light se mantuvo en silencio, al saber que esto era más una disputa familiar en la que no tenía derecho a entrometerse. Ya lo había intentado Selvi y se llevó un señor grito por parte del legendario pistolero… Con él no iba a ser muy diferente.

    - ¡¿Sabes qué?! ¡Mejor quédate tú aquí! – Habló Tennessee. - ¡Pero todos nosotros nos iremos a donde haga falta para ir a salvar a esa chica! ¡Así ni tú tendrás que sentirte asustado como un gatito indefenso, y nosotros no tendremos que preocuparnos por tus estupideces!
    - Yo es que… - Quiso hablar.
    - ¡Dime una cosa, pequeña rata de alcantarilla! – Le interrumpió el americano. – Si tú fueras una chica, con una gran familia como lo somos los Cooper, si hubieras perdido a casi todos tus seres queridos en una tragedia como lo fue la que tú viste, y fueras raptado por tu enemigo y lo estuvieras pasando mal y sin posibilidad de huir… ¡¿Cómo te sentirías?! ¡¿No desearías que alguien fuera a buscarte para sacarte de ese infierno?! ¡Créeme, yo he estado en la prisión de Washington en mis tiempos y no se pasa para nada bien! ¡Así que imagínate estar en las directas manos del Gobierno Mundial! ¡Como para desear únicamente la muerte! ¡Así que razona, Sly Cooper! ¡Se trata de alguien de tu familia! ¡Decídete! ¡Porque se te acaba el tiempo!
    - Te… - Iba a intervenir Selvi por segunda vez pero Rioichi no le dejó. El zorro albino le miró, viendo que el mapache japonés negaba con la cabeza. Así que no le quedó más remedio que dejarles.

    Observó a Sir Galleth, esperanzado de que él detuviera la disputa pero hasta el inglés parecía de acuerdo en la actitud de Tennessee. Esta vez, nadie negaba que el pistolero fuera quien llevaba la razón. Sólo estaba ayudando a Sly, a su modo.

    - Si te atreves a dejar a alguien de la estirpe de lado… - Dijo Tennessee. – Si te atreves a traicionar a un ser querido… Entonces te prometo que te mataré yo mismo, ¡Y me importará una puta mierda el jodido Código de Honor de los Cooper! ¡Una traición de un Cooper a otro, es una falta que merece la pena de muerte!
    - ¡Eso es una exageración, compañero! – Intervino Sir Galleth, por fin. – Mirad, gran pistolero, entiendo perfectamente vuestros sentimientos y que…
    - ¡Si los entiendes, entonces mejor cierra la boca inglés de mierda! ¡Nadie necesita aquí tus putos consejos así que te aconsejo que te mantengas al margen!
    - ¡Tranquilo! ¡Aquí todos hemos entendido tus razones! ¡Además no se puede negar que llevas la sangre de todo un Cooper corriendo por tus venas! ¡Sin embargo, mi fiel amigo…!
    - ¡Yo no soy tu amigo!
    - Yo creo que deberías de dejar ya la bronca, más no es necesaria. Pienso que aquí el muchacho ha entendido las cosas. – Hizo un ademán a Sly, que no había podido decir absolutamente nada, debido al enfado del americano.
    - ¡Hm…! – Suspiró y cerró los ojos. Apuntó, a Sir Galleth, con el mango de su escopeta. – Te lo advierto, maldito inglés… Deja de meterte en conversaciones ajenas a ti. No tengo paciencia con aquellos que meten sus narices en mis cosas sin venir a cuento y eso incluye a la familia.
    - Sabéis que tengo la razón y que ahora vuestra actitud hacia mí está equivocada. No hay motivo para hacer sentir mal al chaval – volvió a hacer alusión a Sly. – Él ha comprendido muy bien las cosas, ¿Qué tal si os relajáis un poco? Estáis muy alte…
    - ¡Mejor cállate! ¡Con tan sólo oírte me dan ganas de pegarte un tiro en la cabeza!
    - Rado… - Sir Galleth acabó su frase, en un susurro.

    Viendo el panorama, Rioichi decidió intervenir y rápidamente atajó el problema de una manera sencilla. Le explicó, brevemente a Tennessee, que a Sir Galleth no le faltaba la razón y que en parte estaba acertado al decir que Sly había comprendido la situación. El caballero, al observar al maestro ninja ponerse de su parte y defenderlo, automáticamente se puso feliz y no dudó demasiado en demostrarlo. El ambiente cambió en un visto y no visto. Esa atmósfera tensa y cargada de hostilidad, se convirtió en una más apacible, más relajada y en la cual, cada uno de los presentes pudiera sentirse cómodo.

    Eso a Light no se le pasó por alto, y después de él, Alice y Bruce también se dieron cuenta. No hacía falta decir que Rioichi ya era consciente de ello, razón por la cual… Sólo trataba de mantener inútilmente a raya los mimos excesivos del mapache. Por su lado, Tennessee miró de reojo a Sly y éste a él. Fue durante unos instantes, que sin embargo significó mucho para los dos.

    Horas más tarde, ambas bandas acordaron qué es lo que harían, después de acceder a otorgarles su ayuda a Light Blake, quien se alegró enormemente por ello. Por fin, su esperanza por encontrar a Shadow crecía… Él sabía que sería una misión realmente complicada, a la par que peligrosa. Y cuando miró al pistolero del Viejo Oeste, prácticamente se dio cuenta de lo que estaba pensando: iban a meterse de lleno en la boca del lobo. Sin embargo, en la mirada de Tennessee… Había algo más. Algo, que Light no pudo responderse. Tal vez algún sentimiento, tal vez algo sobre el tema…


    * * *



    Bueno, aquí termina la 1ª parte. Espero que os haya gustado mucho, tengo algunas terminadas pero no las puedo publicar y que queden todos mis mensajes juntos y seguidos, por eso necesito un review previamente, :). Espero que nos veamos pronto :D, ¡Gracias por leer!


    Edited by Silence Voice - 19/3/2022, 03:00
     
    Top
    .
  2. Dark Earth
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hola, me gustó mucho el escrito. ¿Es sólo la primera parte? entonces esperaré a las demás, la historia se ve interesante. ¡Conty!
     
    Top
    .
  3.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    imgboxAll The Voices Can Be Heardimgbox

    Group
    Escritor master
    Posts
    24,884
    Location
    4Y 9M RIP GBE

    Status
    Anonymous
    Buenas Dark Earth, bienvenida :D. Muchas gracias por comentarme, lo agradezco de todo corazón :), espero que la historia te siga gustando. Sep, era sólo la primera parte pero no te preocupes, hay algunas más :D, no creo que te vayas a aburrir.

    SPOILER (click to view)
    Aquí dentro dejaré la música que he usado por orden de uso. No es obligatorio que la escuchéis, sólo lo dejo por si os apetece :)

    1. Sonic X - Shadow's Song


    PART II AWAKENING



    Los días fueron transcurriendo sin demasiados problemas. Light pasó a formar parte de la Banda Blake, con sus primos Alice y Dynamo. Ellos, junto a la Banda Cooper, empezaron a preparar el viaje hacia la capital de Bélgica: Bruselas. Allí, no sólo estarían de lleno en territorio enemigo, al encontrarse en la ciudad la sede del Gobierno Mundial, sino que, según el propio Light… También se hallaba Shadow, escondida en alguna parte. Empezaron con el trayecto, a las pocas semanas. La hora de la verdad se acercaba. Extrañamente, el viaje estuvo más silencioso de lo acostumbrado para los chicos. Dynamo, fue el que sin duda se impacientó y se intranquilizó. Miró a Rioichi, quien lucía impasible como siempre. En contrapartida, Tennessee le sacaba brillo a su escopeta: un wínchester de calibre cuarenta y cuatro, que sin embargo, Tennessee mismo se encargó de inventar en su propia época, siendo pues su inventor anónimo aunque esto era algo que sólo “The Kid” sabía; no fue hasta casi veintitrés años después de su supuesta muerte, que estas armas empezaron a crearse de manera oficial.

    Dynamo pasó a mirar a Sir Galleth, quien parecía estar dormido y a la espera de que el viaje terminara. Y finalmente… Blake detuvo su vista en Sly, sentado a su lado derecho, junto a la pared de la furgoneta. Lucía serio, muy serio. Los ojos del mapache estaban entrecerrados y fijos hacia ligeramente abajo. Dynamo se dio cuenta que Sly en realidad pensaba, pero también se percató que se cogía con fuerza a su bastón. Era demasiado obvio saber que se sentía intranquilo. Y no era para menos.

    Aquí la historia sobre Shadow había sido impactante.

    Lo que Dynamo no terminaba de comprender, fue aquél arranque que le dio tiempo atrás a Tennessee, esa bronca monumental por no decir épica, que le echó a Sly. Tal vez se debió a cómo se sentía él y a lo mejor, a su capacidad por saber entender los sentimientos de esa chica a quien Light buscaba. El zorro, creía que esta era la primera vez en la cual, todos irían a Bruselas. ¿Impaciente? Por supuesto que lo estaba. ¿Y quién no? Si eran sus enemigos los que yacían allí, era motivo para preocuparse y más si iban a su terreno.

    No le parecía nada extraño pues que Tennessee se mostrara intranquilo y muy inquieto. Quizá como el que más. Era fácil saber cuándo algo iba mal, Tennessee era muy perceptivo en esas cosas y usualmente no fallaba. A diferencia de Sly y puede que incluso de Sir Galleth, Tennessee tenía un instinto de supervivencia mucho más desarrollado debido a sus duras experiencias en el Viejo Oeste; lo mismo con Rioichi en el Japón feudal.

    En cuestión de horas llegaron por fin a Bruselas. Una enorme ciudad, de grandes y elegantes e increíbles edificios altos y muy posiblemente antiguos, se abrió paso ante los ojos de cada uno. Bentley y Selvi dispusieron a encontrar un buen lugar como piso franco para evitar ser encontrados y mientras ellos se dedicaban a esta delicada pero importantísima y fundamental tarea, muy lejos de su posición, un laboratorio hallado en el subsuelo se encontraba muy activo y en presencia del que parecía ser el actual rey de Bélgica: Feitan.

    - Majestad. – Saludaron la mayoría, excepto aquellos que no estaban presentes.
    - Nos honra su visita aquí. – Dijo uno, tomando la delantera. Vestía de blanco, al parecer se trataba de un mono científico.
    - ¿Dónde está Cooper?
    - En la cápsula, señor. ¿Ha sucedido algo?
    - Necesito que la saquéis de ahí y que se ponga bajo mis órdenes. Hay rumores sobre una banda de ladrones y necesito a un experto rastreador para ello, ¿Y quién mejor que Cooper?
    - Señor… Ella lleva mucho tiempo ahí encerrada, la hemos mantenido viva gracias a la animación suspendida. No sabemos qué puede ocurrir si la saca…
    - ¿Acaso estás desobedeciéndome? – El monarca alzó ligeramente la voz. – Ve y busca a Etáin. Él seguro que puede hacerlo posible, es quien se hizo cargo de esa muchacha.

    Los científicos se miraron entre sí, algo dudosos pero… No les quedó más remedio que hacerle caso. Nadie podía llevarle la contraria a Feitan. Los especialistas entraron a la parte interna del laboratorio, donde allí se encontraba un zorro albino caminando por aquí y por allá, ocupándose de diversas cosas a pesar de tener a sus más expertos ayudantes consigo. El zorro era de unos impresionantes ojos verdes oliva, que destacaban por una especie de maquillaje negro alrededor de los ojos.

    Al ver que tenía compañía, se detuvo de inmediato.

    - ¿Se puede saber qué hacéis aquí? – Habló con un tono duro de voz. – Os he dejado claro que os ocuparais de las máquinas defectuosas.
    - Sí, Etáin verás… Ha venido Su Majestad Feitan. Nos ha pedido que saquemos de inmediato a Cooper de la cápsula y que la despertemos de la animación suspendida.
    - … - Etáin se mantuvo en silencio, pero, cuando puso en su espalda sus manos, fue una señal inequívoca que mostraba su lado pensativo. – Haced que pase, quiero que hable personalmente conmigo.
    - Sí señor.

    Nuevamente salieron de allí para darle la respuesta al monarca que parecía esperar impaciente fuera. Al ser conocedor de las palabras de Etáin, Feitan sin duda decidió entrar a la sala, viendo la cápsula donde yacía metida Cooper, quien se encontraba en una animación suspendida sin ser consciente de absolutamente nada de su alrededor. Quiso ir hacia allí pero el zorro albino detuvo sus gigantes pasos de lobo azabache. Feitan clavó sus dorados ojos en los verde oliva del científico. La expresión de Feitan no era amable, pero sí penetrante. Los de Etáin se mantenían calmados pero no por ello menos desafiantes.

    El silencio entre ambos era muy tenso, tanto que podría cortarse tranquilamente con un cuchillo. La atmósfera yacía cargada de mal rollo, por parte de cada uno de los dos.

    - Abre la cápsula y despierta a Cooper. – Ordenó Feitan.
    - Me temo que no puedo hacer eso. Es peligroso, para todos. Incluido para usted, Su Majestad. – Contestó Etáin.
    - ¿Por qué lo dices?
    - Os recuerdo que Cooper no recuerda absolutamente nada más allá de su nombre, además… - Hizo una pausa y cerró sus ojos. - ¿Debo también refrescarle la memoria al decirle que usted me encerró en prisión durante meses, con el único fin de poder experimentar con esa muchacha?
    - Eso te pasó por no querer obedecer.
    - Mi única intención era el bienestar de este ejemplar. Pero usted mismo se encargó de manipular no sólo su memoria, sino también parte de su genética. Le añadió habilidades que no debería poseer. ¿Sabe lo que me costó poder encontrar un equilibrio en su organismo para que no colapsara debido a ello?
    - Eso no me importa. Es un individuo más de los Cooper, está en mi derecho hacer lo que me plazca con ella. Lo único que hice, fue convertirla en la herramienta perfecta que necesitamos contra las amenazas.
    - Está usted loco, ni piense que voy a retirarla de la animación suspendida. Su vida puede depender de ello. Piénselo. – Contestó Etáin. – Ha pasado poco tiempo desde la última reconstrucción que hice para mejorar el estado de su cuerpo, y para aliviar la presión de las ondas cerebrales a causa de la intensa actividad neuronal del órgano en sí, todo esto causado por el excelentísimo trabajo del grupo de especialistas médicos a su disposición. – Usó claramente un sarcasmo en su última frase. – Esos desgraciados no deberían haberle tocado tan siquiera un solo porcentaje de lo que fue su memoria.
    - Borrársela era algo fundamental si deseábamos controlarla y tenerla en nuestro bando. Todas las habilidades que le han sido otorgadas a través de la manipulación de su genética, nos servirá como beneficio frente a las amenazas que traten de actuar contra nosotros.
    - Feitan. – Etáin lo llamó por su nombre. – Te conozco desde que eras un niño, has cambiado mucho. Sin embargo… Déjame decirte que jugar con la genética de un individuo puede ser nefasto, incluso si no hay causas negativas físicamente hablando para el propio ser. – Contaba. – Puede que logres mantenerla controlada, pero eso sólo será durante un tiempo al menos.
    - ¿A qué te refieres? – Feitan frunció el ceño. - ¿Acaso Cooper puede recuperar sus memorias?
    - No. Para ella le es imposible. Aquellos recuerdos que son eliminados intencionadamente con un método invasivo, hace imposible la recuperación de los mismos porque las conexiones neuronales así como esta actividad desaparecen. Ni siquiera las emociones vinculadas pueden hacerlo posible.
    - ¿Entonces? ¿Cuál es el problema que planteas, Etáin?
    - Puedes borrarle la memoria a un individuo, pero eso no te servirá para imponerte totalmente sobre él y hacer que haga tu santa voluntad. Es posible que Cooper obedezca, pero eso sólo durará un tiempo. Ella, tiene su propia manera de pensar y eso es imposible de manipular. A la larga, Cooper decidirá actuar según su propio criterio y es entonces cuando dejará de lado todo lo demás.
    - Eso es imposible. Ella no tiene memorias, no tiene recuerdos. No puede hacerlo.
    - No tener memoria y no tener identidad no le impide a nadie seguir cualquier pensamiento que obtenga. Y teniendo esto en cuenta y añadiéndole el hecho de la manipulación genética que ha sufrido… Mi recomendación es no sacarla de donde está. – Miró de reojo la cápsula. – Lo mismo que usted cree que es su arma perfecta… Puede volverse en su contra en menos de lo que imagina.
    - Eso no ocurrirá. – Feitan empujó a Etáin, para ir hacia la cápsula.
    - ¡Espera! ¡No es seguro retirarla de la animación suspendida! ¡Detente!

    Empezaron una acalorada discusión en la que ninguno estaba de acuerdo. Feitan se empeñaba en lograr su objetivo por sacar a Cooper del lugar en el que yacía mientras Etáin trataba de impedirlo. Para la mala suerte del científico, la máquina se sobrecargó demasiado por el traqueteo que el monarca estaba haciendo desde el ordenador que la mantenía operativa… Y finalmente la cápsula cedió y estalló.

    Feitan y Etáin salieron casi volando por los aires, sin demasiadas heridas para la fortuna de cada uno. Al mirar hacia adelante, vislumbraron una silueta oscura oculta en el humo. Era la figura de una mujer joven, y de un notorio cabello largo que llegaba hasta poco más de la cintura. Cuando el humo se disipó, pudieron reconocer esos ojos ámbar observarles fijamente, con gran seriedad. El mapache, de un pelaje gris, yacía tapado por una bata blanca que lo cubría.

    El momento de silencio que se hizo, fue sepulcral. La chica no se movió de su posición, parecía esperar a algo en concreto. Feitan se levantó, con la mirada bien abierta de lo asombrado que se encontraba. Etáin, lucía preocupado y más intranquilo.

    - Tú debes de ser…
    - Os agradezco que me hayáis liberado. – Le interrumpió la muchacha, haciendo una reverencia. – Mi nombre es Shadow Cooper, estaré a vuestra disposición para todo aquello que necesitéis.
    - Maravilloso… ¡Etáin esto es maravilloso! – Exclamó el monarca, girándose a ver al científico. - ¡Yo tenía razón! ¡No iba a pasar nada malo! – Dijo mientras el aludido suspiraba y se acercaba al mapache.
    - Joven, acompáñame. – Le dijo Etáin a Shadow, captando así su atención. – Necesitas ropa que ponerte.

    Shadow simplemente empezó a seguir al zorro albino, en total silencio. Salió de la parte interna del laboratorio para dirigirse a otra parte, pasando por un largo y demasiado iluminado pasillo con luces violetas. Llegó a una habitación muy amplia, con muchos armarios. Shadow miró de un lado a otro. Etáin le dijo que escogiera la ropa que quisiera, que encajara con su gusto.

    Se retiraron, para dejarla sola. El mapache se tomó todo el tiempo del mundo en revisar y explorar la amplia sala, inspeccionándolo todo y mirando las vestimentas como si fuera la primera vez que las veía, para luego dejar gran parte de ellas, tiradas en el suelo sin darle la mayor importancia. Al final, escogió una camisa de manga larga roja, una sudadera negra con capucha; unos largos pantalones con pequeñas franjas rojas y unas zapatillas con ambos pigmentos en combinación con el blanco.

    Después, salió y continuó al lado de Etáin y de Feitan, ya que ellos parecían tener que decirle o explicarle muchas cosas. Regresaron al laboratorio, donde allí, Feitan le puso al corriente de todo. Le enseñó la foto de un mapache que se hacía llamar Sly Cooper, y que había oído rumores de que su banda y él estaban en la ciudad. También le enseñó otra de un zorro rojo, de llamativos ojos verdes. El monarca le dio la orden de patrullar Bruselas y averiguar si los rumores eran ciertos.

    - ¿Qué hago si me encuentro con estos tipos? – Preguntó Shadow.
    - Simplemente destrúyelos. – Contestó.
    - De acuerdo. – Asintió, tomando las fotografías. – Así lo haré.
    - Toma, Shadow. – Etáin se había retirado unos momentos para venir ahora a entregarle su bastón de madera negra, y otros dos muchísimo más pequeños en comparación, tenían el mismo tamaño que el de una daga. Los tres artículos tenían la forma simbólica de los Cooper.
    - Puedes proceder cuando quieras. – Dijo Feitan. – Asegúrate de cumplir bien tu misión.
    - No se preocupe, yo me haré cargo de todo. – Respondió Shadow, quien se retiró de la sala.


    * * *



    Bueno, hasta aquí la 2ª parte. Espero que os haya gustado mucho y a ver qué conclusiones sacáis :v. Muchas gracias por leer y espero que nos veamos en la próxima actualización :D.
     
    Top
    .
  4.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Escritor master
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Hola! M'avorria, i com sabia que aquest fic no estava complet i havia pocs capítols penjats, m'he posat a llegir jeje

    Ho he llegit tot d'un tirón i he de dir dues grans coses, en general: en primer lloc, tío, no puc deixar de riur ambe l puto Sir Galleth jajajaja es com veure el somriure tonto i innocent de l'aang quan el rioichi li correspon d'alguna manera (com quan està d'acord amb ell de salvar a Shadow). Tio, aquest cavaller és un crack jajaja es molt més lapa que jo, i ja és dir! jajaja

    Sembla interessant com es capfica Tenny amb tot el tema de salvar a la Cooper, no sé si ja m'ho vas dir, el perquè, però tinc interès jeje

    La resta del capítol és com vida quotidiana a la familia Cooper, plase, not surprised jajaja

    Al segon capítol estás que te sales en la part "rollo espies" entre el rei Feitan i Etáin i la càpsula amb la Cooper dins. Tio, no recordava res d'això de tot el que em vas explicar lool però em recorda moltissim a un capítol de la serie "Castle" de la tele, que té un capítol o dos d'espies, amb zones amagades, assalts, llocs subterranis amagats i molta intriga jaja em sento així ara mateix, em mola molt. A més, que has aconseguit fer una molt bona ambientació en aquest subterrani i m'han molat els personatges, són molt realistes/naturals i em recorda molt a una peli jaja un ole per la meva escena preferida de moment en el fic jeje

    Apa, fins després, que he de correr a ducharme jajaja
     
    Top
    .
  5.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    imgboxAll The Voices Can Be Heardimgbox

    Group
    Escritor master
    Posts
    24,884
    Location
    4Y 9M RIP GBE

    Status
    Anonymous
    ¡Muy buenas, pajaritos y pajaritas! Vengo con la 3ª parte de la historia, así que disfrutadla mucho :D.

    Kaiku-Kun: Pardalet, m'he alegrat moltíssim de veure el teu review, realment no me l'esperava (com quasi sempre que em pilles desprevinguda quan em comentes :V). Ja et vaig dir que en Sir Galleth era MOLT PITJOR que tu jajajajaja, però és veritat... Ha recordat una mica (o molt) a l'Aang amb el somriure tonto :V. Volia també que Tenny reaccionés d'alguna manera i espera't, que encara queda molta acció per endavant :V. A la segona part bueno, era hora de posar els antagonistes i plase... Els antagonistes necessiten un ambient tipo així d'espies, misteriós i coses subterrànees :V.

    En fi, et deixo amb la 3ª part aviam què et sembla :D.


    SPOILER (click to view)
    ¡Nuevamente los spoilers! Os dejo las músicas que han sido usadas en este capítulo. Si queréis escucharlas para dar ambiente perfecto y si no, ¡Pues nada! :V

    1. Sly Cooper - París Soundtrack
    2. Sly Cooper - Nightclub Soundtrack (justo empieza cuando Tennessee habla en inglés en los túneles subterráneos).


    PART III HIJACK



    Después de encontrar una buena casa para hacerla un piso franco y su base, la Banda Cooper y la Banda Blake se pusieron manos a la obra. Bentley estuvo explicando la primera fase del plan, la cual era de lo más sencilla: hacer fotos de reconocimiento por la ciudad, para poder saber cómo era el terreno que pisaban y averiguar o tratar de ver a quiénes tenían por enemigos. Con mucha suerte, en ese tema Selvi fue de gran ayuda gracias a sus grandes conocimientos en la tecnología. Por la red y usando un programa en específico, logró tener acceso a información oculta que la civilización desconocía. Ahí, el zorro albino explicó sobre los policías y su modus operandi, también sobre un laboratorio hallado en el subsuelo y que allí parecían esconder lo que los científicos llamaban “el arma perfecta”.

    Aquello desconcertó a los presentes, especialmente a Light.

    Por supuesto, Bentley contó que aquello lo averiguarían mientras fueran avanzando en sus estrategias. Por el momento, lo primordial eran las fotos de reconocimiento para ver el territorio por el cual se moverían. La tortuga indicó que sería importante tener en cuenta edificios que fueran de gran interés en Bruselas. Así pues, Sly y Dynamo, los encargados de llevar esta sencilla pero fundamental tarea, empezaron a llevarla a cabo. Salieron del piso franco para dar rulos por la ciudad, con el cuidado de que no llamaran la atención. Para Cooper, no era tan difícil. Él siempre estaba acostumbrado a esta clase de cosas. El que se debía de esforzar, quizá un poco más, era Dynamo, por el simple hecho de no tener las mismas habilidades. Aunque no por ello era peor que Cooper, ni mucho menos.

    Mientras hacían las fotografías, Dynamo a veces tenía el presentimiento de que estaba siendo observado. De vez en cuando, miraba a su espalda o a otra dirección, al percibir que un par de ojos le miraban fijamente desde aquellas direcciones… Pero ahí… No había nada. Era de noche, lo cual dificultaba un poco más el hecho de poder localizar a alguien. El zorro creyó que simplemente eran ilusiones suyas por hallarse en un lugar desconocido, y que tal vez era un poco normal la “ilusión” de que alguien estaba ahí, cerca de su persona.

    Sly fue siguiendo a unos guardias que tenían la pinta de hablar sobre algo interesante. Desde los techos y saltando de vez en cuando entre los cables de electricidad y las farolas, continuaba su “persecución de incógnito” mientras seguía a esos par de policías que parecían ir hacia alguna parte en concreto. ¿Su error? No prestarle atención a Dynamo, a quien sin duda perdió de vista. En un rato, Sly vio que esos dos guardias entraban en un edificio muy grande, y él decidió seguirles.

    No había duda que Bruselas era una gran ciudad de grandes y majestuosas construcciones. El suelo que pisaba era un pelín resbaladizo pero no era un problema para un maestro del robo como él. Pasito a pasito, finalmente Sly vio que esos guardias entraban en una habitación y al hacerlo el mapache… Esos dos hombres ya no estaban. Miró de un lado a otro, totalmente desconcertado y sin terminar de entender lo que había pasado. Hasta que se dio cuenta que había un mecanismo como una especie de ascensor muy bien escondido y hecho de manera que pasara desapercibido por la vista de cualquiera, que servía para bajar en alguna parte…

    - Bentley, he descubierto algo interesante. – Se puso en contacto con su compañero a través del bino-com. – He estado siguiendo a un par de polis y al entrar en un edificio y seguirlos hasta una sala, parece ser que hay como un ascensor que baja hacia alguna parte. – Explicó. - ¿Qué debería hacer? ¿Continúo y los sigo?
    - No sé Sly, tiene pinta de ser un poco arriesgado. ¿Has hecho fotos de reconocimiento?
    - Sí, las he hecho.
    - Estupendo. Venid Dynamo y tú al piso franco y allí veremos qué podemos hacer.
    - Recibido.

    Sly se dio la vuelta y regresó por donde había venido. Al salir del edificio, notó algo: la ausencia del zorro. Miró de un lado a otro incluso después de haberse subido a un techo tras ayudarse de una farola y un toldo. No había rastro de su compañero por ninguna parte y eso lo intranquilizó de sobremanera. Se desplazó de un sitio a otro con la esperanza de poder encontrarle… Pero no tuvo suerte. No había rastro de Dynamo por ningún lado. Es como si… Como si la tierra se lo hubiera tragado de repente.

    - Chicos, hay un gran por no decir que un problema muy gordo. – De nuevo, Cooper se comunicó a través del bino-com.
    - ¿Qué sucede Sly? – Esta vez fue Selvi quien respondió desde el otro lado.
    - No veo a Dynamo por ninguna parte. He buscado por muchos sitios cercanos al área en la que hemos estado y… No hay pistas sobre él. – Contó. – Hace como media hora o así.
    - ¿Estás seguro? – Le preguntó el zorro albino. – Puede que Dy se haya movido a zonas más lejanas con el fin de obtener más información, ¿Qué tal si buscas por allí?
    - Puede que…
    - Sly-san. – De repente, Rioichi intervino en la conversación. Seguramente habría cogido el comunicador de Selvi para hablar con él. - ¿Dices que Dynamo-kun ha desaparecido?
    - Sí, así es. – Asintió el mapache, mirando a todos lados mientras procedía a subirse en un lugar mucho más alto y poder echar un vistazo desde el bino-com, aumentando o disminuyendo el zoom del mismo. – Me he subido a lo alto de un edificio para ver desde las alturas y verificar lo dicho por Selvi.
    - Entiendo. Espérame en esa posición, iré a ver qué sucede.
    - De acuerdo, Rioichi-sama. Aquí estaré.

    Así pues, Sly se sentó en el techo en el cual se había subido pero mientras su ancestro japonés se dirigía hacia su encuentro, el mapache no perdió el tiempo en esa espera. Cooper se mantuvo vigilando zona por zona para ver si podía localizar a un zorro saltando de un lado a otro. Sería sencillo encontrar a Dynamo teniendo en cuenta su gran capacidad de salto. Pero… No había rastro de él. Mirase a donde mirase… Cooper no podía dar con su persona. Ahora mismo, eso sólo lo ponía más nervioso de lo que estaba y le intranquilizaba muchísimo.

    Pronto, Rioichi apareció y eso alivió a Sly. Los dos se miraron y asintieron. El más joven ya puso al tanto al japonés de que mientras se había estado dirigiendo hasta esta posición, había intentado averiguar dónde estaría el zorro usando el bino-com pero que no tuvo suerte. Rioichi se cruzó de brazos y miró el entorno desde las alturas. Entonces, propuso usar su aura para tratar de encontrar al zorro y llevarlo al piso franco, y de paso, que explicara qué demonios le había pasado. Pero claro… Eso contando con que fueran a encontrarlo.

    Sly aceptó esa propuesta y dejó que Rioichi se hiciera cargo de ello. El maestro ninja se concentró, y de nuevo, miró el entorno mientras su aura dorada le rodeaba muy ligeramente. Sly permaneció a la espera.

    - Parece ser que Dynamo-kun ha ido a alguna parte. – Dijo Rioichi de repente, causando el desconcierto de Sly, quien frunció el ceño sin terminar de entenderlo. – Hay rastros de su aura que forman un camino hacia alguna parte, pero…
    - ¿Pero? – Se impacientó el más joven con esa pausa tan rara.
    - Es extraño… No es un comportamiento natural el de Dynamo.
    - Espera, ¿Qué significa eso?
    - Significa que es posible que se haya encontrado con alguien y haya sido llevado forzadamente hacia algún lugar en concreto. Pero es extraño porque, de ser así… Habría de poder ver las pistas aurales del otro individuo, lo cual me es imposible.
    - Ah… - Sly llevó su mano a la cara. – Esto suena siniestro.
    - Lo es, Sly-san. Es siniestro sin duda. ¿Qué clase de persona es capaz de esconder su aura y los rastros que deja la misma? – Se preguntó Rioichi para sí mismo y dejando de usar su energía. – Lo único que te puedo decir es que es posible que hayan secuestrado a Dynamo-kun.
    - ¡¿Qué?! – Alzó ligeramente la voz. - ¡¿Y ahora qué hacemos?!
    - Deberíamos regresar con Bentley-san y pensar en un plan. No sabemos quién ha sido el responsable, ni a dónde han llevado a Dynamo-kun ni cómo estará él. Es prudente hacer esto por su bienestar.
    - ¡Pero…!
    - No podemos ser imprudentes, Sly-san. – Le interrumpió el japonés. – Estamos en un lugar desconocido, en el territorio enemigo. Si queremos saber dónde está Blake-san… Debemos pensar como nuestro rival y para ello necesitamos saber quién es.

    La verdad a Rioichi no le faltaba razón y eso Sly lo sabía perfectamente, motivo por el cual decidió acceder y hacerle caso. Los dos Cooper regresaron en pocos minutos al piso franco donde pusieron al corriente al resto. El primero en angustiarse sobre todo fue Selvi y Sly se disculpó por ser un irresponsable y no haber estado atento. No obstante, Tennessee fue el que se quejó y eso no ayudó para nada al ambiente hasta que Sir Galleth habló y comentó que no había de qué preocuparse, que encontrarían sano y salvo al zorro rojo aunque de ello dependiera su vida. Por supuesto, en eso Rioichi le dio la razón.

    El inglés se sintió tan feliz que trató de ir y abrazar al japonés pero éste, con su bastón de madera, enganchó al mapache de su camisa, para girar sobre sí mismo y “lanzarlo” contra el pobre de Tennessee. El americano y Sir Galleth acabaron tirados en el piso.

    - ¡Maldito inglés de mierda! ¡Sal de encima, coño! – Tennessee le dio una patada a Sir Galleth, apartándolo violentamente. - ¡Puaaj! ¡Huelo a mapache inglés!
    - ¡Mis disculpas! ¡Más no deberíais hacer ese comentario, estimado familiar! – Habló Sir Galleth como si nada. - ¡Los ingleses no somos mala gen…!
    - ¡Sois una panda de desgraciados! ¡Siempre dando por culo!
    - ¡Vuestra idea está totalmente errónea! ¡Ya veréis que…!
    - Galleth-san, Tennessee-san, guardad silencio. – Les exigió Rioichi, cruzado de brazos.
    - ¡Wag! ¡Yo me voy a pegarme una ducha! ¡Odio este asqueroso olor! ¡Iug! ¡Quiero vomitar!

    Todos o casi todos suspiraron y llevaron sus manos a la cara. Como siempre, Tennessee no tenía remedio alguno… Él y sus payasadas, nunca dejarían de tener lugar. Por esa especie de “regaño”, Sir Galleth se entristeció y no le quedó otro remedio a Alice para tratar de animarlo.

    De mientras, y cuando Tennessee terminó de ducharse, fue que Sly y Rioichi pudieron poner al tanto de la situación a los chicos. A partir de ahí, tanto Bentley como Selvi empezaron a pensar una manera de poder encontrar a Dynamo. No fue a otro que a Bruce el hecho de proponer la idea de usar los grandes conocimientos de Rioichi sobre el aura de seguir los rastros de la energía de Dynamo para saber a dónde había ido. Era algo lógico, pero pronto el maestro ninja explicó el fallo que tenía: hasta cierto punto, el rastro de aura de Dynamo se perdía. Sí, era lo más extraño de todo.

    Entonces Bentley preguntó que cuántos usuarios y quiénes podían usar el aura. Rioichi contó que usualmente eran escasos, los únicos casos oficiales habían sido los Cooper y los Blake, nadie más. Entonces, al decir eso, fue que una pieza encajó… Su enemigo era alguien de una de las dos estirpes. Eso causó un pálpito en el corazón de Light. Miraron luego a Sly y acordaron que tomarían ese “ascensor” que había encontrado el mapache para saber a dónde conducía. Tennessee, decidió que él formaría parte del grupo que marchara hacia allí. Entonces acordaron que serían el pistolero, Sly, Rioichi y Selvi por si había algún sistema de seguridad que sólo pudiera piratearse desde allí.

    Selvi no pareció muy convencido pero, el primero en prometerle que estaría a salvo fue el propio Tennessee, lo cual avergonzó al zorro albino. Por su mala suerte, Sir Galleth era el que se quedaba sin hacer nada. Más Bentley le explicó que eso no era del todo así. Le contó, que no podían ir todos, porque unos debían actuar desde cierto punto, y los demás, en un sitio en el que estuvieran a salvo, como lo era el piso franco. De ese modo, estarían actuando desde dos lugares al mismo tiempo.

    Sir Galleth pareció entenderlo… A medias, no obstante.

    Así pues, el grupo decidió proceder. Siguieron a Sly, que era el único que conocía el sitio que había encontrado. Debido que iban desplazándose por los techos o que directamente no pisaban suelo firme, era por lo cual, Selvi iba a la espalda de Rioichi. La razón que explicaba el hecho de no ir con Tennessee… Es porque el pistolero continuaba teniendo problemas con sus piernas, y además de eso, su tiempo de reacción con alguien en su espalda se reduciría y aumentaría, en consecuencia, los riesgos de que Selvi pudiera salir herido. Era mejor para Tennessee, que otro cargara con el zorro albino y él protegerlo a distancia, gracias a su gran maestría con el uso de las armas.

    En cuestión de media hora llegaron y entraron al edificio, y siguieron caminando por el pasillo. Rioichi soltó a Selvi y Tennessee casi se resbalaba, haciendo ruido con las espuelas de sus botas de vaquero. Siguieron a Sly cuando ya todo se quedó tranquilo y avanzaron hacia la sala, la cual era bastante amplia. El mapache les señaló el ascensor y entre todos se miraron. Asintieron y se subieron. Automáticamente, bajaron a un pasadizo subterráneo que parecía ser, aparte de oscuro… Muy largo. No obstante, lo que llamó la atención de los chicos fue la presencia de un vagón en unas vías… Eso, a Tennessee le recordó viejos tiempos.

    - Oh yeaaah! – Exclamó el pistolero. – Well, guys! It’s time for Tennessee!!
    - Em vale, no te nos motives demasiado, Tennessee. – Le dijo Sly. – Bien, ¿Qué hacemos?
    - Nosotros subiremos al vagón. – Señaló Rioichi. – Tennessee irá delante en las vías usando su deslizamiento estrella por el que puede moverse por ellas. Sé que nosotros también podemos pero es mejor mantenernos en el vagón por si acaso, además, no podemos dejar a Selvi atrás.
    - Cierto. – Asintió el mapache.
    - Es posible que hayan puertas más adelante que sólo se puedan abrir con un mecanismo de apertura a distancia, si eso es cierto y no me equivoco… El único que podrá dejarnos paso es el propio Tenny. – Comentó Selvi. – Ya sabéis... Cuando me salvó.
    - ¿Eh? – Sly no pareció pillarlo del todo.
    - Sí entiendo. – Asintió Rioichi. – Eso sucedió cuando tú aún no habías regresado, Sly-san.
    - Ah, vale. – Rascó su nuca. – Bien, entonces… - Miró al pistolero. – Contamos contigo, ¿Eh? – Sonrió.
    - SURE! – Exclamó. – Uh-uh!! “The Kid” is back in business!! – Hizo girar su wínchester del calibre cuarenta y cuatro, cubriéndose ligeramente más su rostro con su sombrero.

    Entonces, Sly, Rioichi y Selvi subieron al vagón que por el peso, empezó a avanzar de manera automática mientras Tennessee, iba por delante en las vías. Le observaban saltar de una vía a la otra, con gran precisión y como si realmente no le costara nada. El tío parecía entusiasmado y Selvi no podía dejar de mirarle. Es como si el pistolero estuviera en un parque de atracciones a lo Viejo Oeste. Quizá por eso estaría tan feliz, por sentir que volvía a vivir en su época.

    Rápidamente, a lo lejos, una enorme puerta redonda con diferentes mecanismos de apertura en torno a ella, se abrió paso hasta los ojos de cada uno.

    - ¡Tennessee! – Lo llamó Sly.
    - Shoot! Let’s do it!! – Veloz como un rayo, Tennessee apuntó a todas las aperturas y fijó el blanco en cada una de ellas para dispararlas en un abrir y cerrar de ojos. – YES MAN! CRACKSHOT IS WORKING! IT’S THE TENNESSEE’S POWER! YIIII-HAAW!!!
    - Este tío está como una cabra. – Bufó Sly.
    - Bueno, es Tennessee-san después de todo. – Sonreía Rioichi con cierta comprensión. – Ahora dependemos de su habilidad para abrirnos paso hasta donde quiera que lleve esto.
    - ¡¡WOOW!! – Gritaron Sly y Selvi cuando el vagón salió despedido por los aires durante unos instantes antes de aterrizar a las siguientes vías.
    - Eso ha sido peligroso… - Comentó el zorro albino.
    - ¡¿Se puede saber a quién se le ocurre hacer un sitio así bajo tierra?!
    - Alguien que busca ocultar algo. – Rioichi pareció no inmutarse demasiado por lo recién sucedido.
    - Hm… - Suspiró Sly, quien miró al frente, fijándose en el pistolero. – “Sólo espero que Dynamo esté bien”.


    * * *



    Bueno, hasta aquí la 3ª parte. Espero que hayáis disfrutado mucho con ella, y nos veremos en la próxima actualización :D.


    Edited by Sly D. Cooper - 12/12/2016, 16:47
     
    Top
    .
  6.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Escritor master
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Mira que soc eh? Podria haver previst el que passaria amb EL PUTO TÍTOL jajajaja i encara vaig i em sorprenc XD a que ha sigut Shadow? No, no m'ho diguis! :VV Hay que ver eh, puto Sly, es un despiste, podria estar mirant al seu noviet de tant en tant per assegurarse que el segueix XDD
    Eh, puntazo lo de la vagoneta i les vies jaja Tenny té ara un bon protagonisme jeje i per fi el crackshot en acció! D'altra banda, vaia parell Tenny i Sir Galleth, no deixen de barallar-se, i mira que el britànic no vol fer mal a ningú XD

    Crec que no tinc res més que dir, así que a reveure :V
     
    Top
    .
  7.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    imgboxAll The Voices Can Be Heardimgbox

    Group
    Escritor master
    Posts
    24,884
    Location
    4Y 9M RIP GBE

    Status
    Anonymous
    ¡Muy buenas, pajaritos y pajaritas! ¡Aquí vengo con la cuarta parte! ¡Que la disfrutéis mucho!

    Kaiku-Kun: Bueno, ja tu saps que els títols poden tenir diferentes interpretacions :V (estic amb la radio amb el disc de Nickelback posat -el de No Fixed Address- :V) però sobre Shadow... Què tal si ho veus per tu mateix? Segur que així és molt més divertit hahahaha però sí, Sly és un putu despistat :V. Sobre Tenny... Plase, en aquesta història té bastant d'acció ell aquí jajajajaja i com no, té que barallar-se amb Sir Galleth!!! Jajajajaja, tot i així et dic pel moment que segurament en Sir Galleth és la solució als problemes que hi aniràn apareguent :V.


    SPOILER (click to view)
    ¡Sí, sí! ¡Los spoilers con música, plase!

    1. Breaking Benjamin - Blow Me Away


    PART IV TRAP



    Un golpe, y solamente el paso de los instantes… Todo sucede en un abrir y cerrar de ojos, sabiendo que alguien es el responsable y que, sin embargo… No sabes quién lo ha hecho. Ése era el problema de Dynamo, esposado y encadenado de manos, pies y piernas para impedir cualquier movimiento de su parte. El zorro había permanecido inconsciente por un larguísimo rato, hasta que despertó.

    Cuando abrió los ojos, lo primero que ocurrió fue el miedo que se apoderó de él por no saber a dónde estaba, ni cómo había llegado hasta aquí… Solamente recordar un golpe en la nuca que lo dejó a merced de aquél que hubiera ido a por su persona. Mirase a donde mirase, Blake sólo era capaz de ver una sala amplia, con montones de cajas amontonadas en distintas zonas, una puerta grande con cinco o seis aperturas, y ninguna de ellas se abría de manera individual si no se trataban todas al unísono. Parecía ser un escenario solitario, frío… Donde la luz apenas llegaba, y donde las sombras gobernaban con total libertad.

    Sólo se escuchaba su respiración, eso era lo único que rompía verdaderamente el silencio de este lugar fantasmal. Pero no lo era tal y como él creía. Si Dynamo había terminado aquí, eso significaba que alguien, obviamente, le trajo y le dejó aquí sin dejar un solo rastro… Ni siquiera pudo percibir el olor de alguien en concreto. Pero el zorro sabía que su “depredador” estaba presente… Y ése, se trataría de algún ser de grandes capacidades, para poder camuflarse de manera que ni siquiera el propio Dynamo pudiera detectarlo a través de su fino olfato y su infalible oído.

    No le servía de nada moverse. Las esposas apretaban sus muñecas y tobillos, de tal modo que impedían cualquier movimiento con el que pudiera soltarse. Las cadenas mantenían inmóviles sus piernas y tenía varios candados con las cuales éstas se mantenían sujetas. Lo más irónico es que las llaves estaban colgadas a pocos metros de su persona. Dynamo miró de un lado a otro, y aunque no veía a nadie… Dudaba. Tras media hora tomó la decisión de conseguir aquellas llaves y empezó a moverse cual gusano arrastrándose por el suelo para alcanzarlas.

    Sin embargo, su cuerpo se quedó quieto cuando un pie pisó violentamente y con fuerza su espalda, haciendo que Blake se quejara.

    - ¿S… Sly? – Preguntó cuando alzó la vista y vio a un mapache con una boina azul y un antifaz cubriendo sus ojos, además del vestuario. – “No… ¡No es él!” – pensó al darse cuenta de que aquella mirada no era castaña, sino ámbar… Y además: muy fría.
    - Veo que tratabas de escaparte. Tal y como me dijeron eres culo de mal asiento. – La voz era sin duda la de una mujer y pronto se quedó confirmado cuando Dynamo observó que su interlocutora, se quitaba su boina y de ella caía una larguísima melena oscura que pasaba poco más de la cadera de su dueña. – Pero no te preocupes, no tendrás que sufrir más críticas por ello, pues yo misma te voy a eliminar.
    - ¡¿De qué estás hablando?! ¡¿Quién eres?! ¡¿Y por qué te vistes como Sly?!
    - ¿Sly? – Repitió, entonces, sacó una foto de su bolsillo. – Ah, ya recuerdo. Ese mapache… - Susurró y posó su vista sobre el zorro.
    - ¡¿No vas a…?! – Iba a preguntar de nuevo Dynamo pero se calló automáticamente cuando, al ver que hablaba con una mujer y que ésta era un mapache… Lo que Light contó horas antes, regresó a su mente. – Tú… ¿Eres Shadow…? – Al formular esa cuestión, Blake pudo apreciar una gran confusión en su interlocutora.

    Ella se quedó desconcertada, como tratando de responderse mentalmente cómo era posible o el por qué ese chico sabía su nombre. Más, ese lapsus tan breve terminó muy pronto cuando el mapache decidió no darle demasiada importancia.

    - ¿Qué es lo que pretendes? – Dynamo mantenía su mirada sobre la chica. – La que me ha traído aquí… Eres tú, ¿No es así? – En estos momentos él sonreiría desafiantemente pero era consciente que algo aquí no le encajaba. - ¿Por qué me has traído aquí?
    - ¿No lo oyes? – La sonrisa del mapache no le gustó en lo más mínimo a Blake. – Tus compañeros han venido a rescatarte. Qué patéticos que son. No se dan cuenta que la razón por la que te rapté y te dejé aquí fue precisamente para que vinieran y cayeran en mi trampa.
    - ¡¿Qué?! – Quiso levantarse, pero le fue inútil. - ¡¿Por qué?! ¡Se supone que tú…!
    - Mi misión es destruiros, a Sly Cooper y a ti. Solamente estoy cumpliendo con mi cometido.
    - ¡Pero…! ¡Sly es tu familia! ¡No puedes hacer eso! ¡No debes ha…!

    Dynamo no tuvo tiempo a hablar cuando la puerta de aquellos seis mecanismos, se abrió y de ella, aparecieron primero Tennessee, acompañado de Sly, Rioichi y por supuesto: Selvi, que les había ayudado a encontrar el camino debido a que las vías parecían tener varios senderos que conducían a distintos lugares. Al llegar aquí, el grupo se sorprendió enormemente, no sólo por cómo lucía Dynamo… También por la presencia de la chica.

    Tennessee permaneció cerca de Selvi así como Rioichi. Sly, fue el que avanzó por su cuenta. Intentó ir hasta Dynamo, pero la mujer se lo impidió al lanzarle un garrote con el mismo tamaño que una daga. Sly esquivó el objeto, viendo que tenía la forma simbólica de los Cooper.

    - ¡Tú debes de ser Shadow! – Dijo Cooper. - ¡Bentley desde el piso franco me avisó de una sombra que acechaba entorno a nosotros! – La señaló.
    - Then! She’s a stalker! – Comentó Tennessee.
    - ¡Tennessee no es momento de bromas! – Le regañó Selvi.
    - ¿Stalker? – Repitió la propia Shadow, que se rió y negó con la cabeza. – Tú ni siquiera vales tanto para que yo sea algo así. El único stalker aquí eres tú… Sly Cooper. – De su espalda, sacó su bastón con la misma forma familiar de los maestros del robo; y de madera oscura con una S en relieve color escarlata. – Te agradezco que hayas venido con tu tropa de payasos, muy pronto vais a estar como merecéis… Muertos.
    - ¡No me hagas reír!

    Rápidamente Sly se lanzó contra Shadow, ese momento en el que mantuvo distraída a la chica, fue que dio la oportunidad al resto de coger a Dynamo. Selvi alcanzó las llaves y liberó a su compañero de las cadenas y de las esposas, dejándolo libre de todas las ataduras. Entonces, Rioichi les indicó que subieran al vagón porque la situación era crítica. A Shadow esto no se le pasó por alto. Persiguió a Sly, después de recuperar su pequeño garrote en cuyo instante, el grupo tomó ventaja sobre las vías. Pero fue sólo una ventaja momentánea.

    Shadow salió de la sala y empezó su persecución. Gracias a su velocidad, no le costó demasiado ir pisándole los talones al resto. Así que, viéndose obligado a frenarla… Fue que Tennessee decidió permanecer aquí para darles tiempo al resto a huir. Selvi se negó a ello pero era demasiado tarde… El vagón siguió avanzando a la par que el pistolero se detuvo. El zorro albino sólo pudo ver la silueta del americano volverse más pequeña conforme más distancia los separaba. Y se angustió.

    - No te preocupes, Selvi. – Le habló Dynamo, a su lado dentro del vagón. – Es Tennessee… Él estará bien.
    - ¿Tú crees? – Miró al contrario, viéndole asentir.
    - Él es un tipo duro y resistente. – Comentó Sly, captando la atención de los dos muchachos. – Siempre sale de los apuros en los que se mete. ¿No es así Rioi…? – Iba a preguntarle al maestro ninja pero se calló al verlo tan y tan serio. - ¿Rioichi-sama? – Lo llamó, desconcertado. - ¿Sucede algo?
    - Sí, tenemos un problema.
    - ¿Cuál? – Esta vez hablaron todos al unísono.
    - No podemos dejar a Tennessee-san pelear con Shadow-san. Esa chica es muy peligrosa.
    - ¿Por qué? Es solamente una…
    - No Sly-san. No te equivoques. No comprendo la actitud de Shadow-san contra nosotros, pero lo que tengo claro es que sus habilidades no son normales.
    - Como no expliques con mayor precisión a qué te refieres, me temo que ninguno de nosotros te va a entender, Rioichi. – Le dijo Dynamo, observando al japonés de brazos cruzados pero su expresión, sus ojos, ya mostraban su confusión.
    - Shadow-san es una usuaria que tiene grandes conocimientos sobre el aura. Y esto lo sé porque ella misma sabe ocultar la suya, así como los rastros de la misma… Y me temo que eso es sólo el principio.
    - Eso explicaría el por qué sólo pudiste seguir el rastro de Dynamo. – Asintió Selvi. – Sí, la verdad… Tiene sentido.
    - Espera. – Intervino Sly. - ¿Estás diciendo entonces, que un usuario puede ocultar su aura?
    - Si ha avanzado su poder y su dominio en ella así como sus conocimientos, tranquilamente puede hacerlo. Y el hecho de que Shadow-san lo haya demostrado sólo significa que tiene mucho que mostrarnos todavía.

    Los otros tres tragaron saliva y miraron hacia atrás, temiendo por Tennessee. Para que Rioichi pareciera tan serio y tan intranquilo, era motivo suficiente para preocuparse y más cuando acababa de decir eso sobre esa chica que, a pesar de ser una Cooper… Todo indicaba que estaba en contra de todos ellos y lo cual la convertía en un enemigo potencialmente peligroso. Mientras ellos continuaron en el vagón, esperaban que Tennessee estuviera bien y no fuera un imprudente.

    No obstante… El americano se encontraba tirado en el suelo, privado de su wínchester y sin sus revólveres, ahora a manos de Shadow, quien simplemente se deshizo de las armas al arrojarlas al suelo sin darle el mayor interés. Permaneció observando a Tennessee, viendo que éste, a pesar de los tremendos golpes que se había llevado, volvió a levantarse.

    - No sé si es que eres sordo o tonto, pero yo que tú dejaría de desafiarme de esa manera.
    - Jeh… Lo siento por ti, señorita pero… No conozco la palabra rendirse, ¿Estamos? – Miró con una sonrisa triunfante a la chica. – Qué cojones, tú no eres una señorita.
    - Hm. – Shadow cerró sus ojos y así como el americano, también esbozó una sonrisa y negó con la cabeza. – Pagarás caro tu error de plantarme cara. En el estado en el que se encuentran tus piernas, dudo mucho que puedas hacerme gran cosa.
    - Tú qué coño…

    Tennessee no tuvo ni tiempo a reaccionar cuando de repente, Shadow desapareció y apareció en su espalda y recibió un brutal golpe que lo empotró a la pared de las vías. No fue algo agradable, incluso pequeñas rocas cayeron encima de él. Shadow se acercó y lo cogió por la cola, para proceder a pisarle con fuerza las piernas. El pistolero aguantó el dolor, como pudo mientras era observado impasiblemente por su rival. Era una situación bastante complicada, no obstante… Tennessee logró pensar a tiempo.

    Creó una onda aural con la que alejó a Shadow de él. Tennessee se levantó y rápidamente cogió sus armas, apuntando con su wínchester del calibre cuarenta y cuatro, al mapache que se puso en pie como si nada le hubiera ocurrido. No obstante, antes de que pudieran intercambiar algún golpe, los dos se sacudieron violentamente a causa de un violento movimiento sísmico debajo de sus pies. Las paredes mostraron grietas cada vez más grandes, mientras el temblor en la tierra continuaba.

    - What the hell?! – Maldijo Tennessee. – What’s goin’ on now?!
    - Hm… - Hizo Shadow. – It’s seems like this place is falling down. – Le contestó en su propio idioma sin esfuerzo alguno. – Heh, you and your pathetics friends gonna die here. – Sonreía mientras observaba al pistolero.
    - YOU WHAT?!
    - Well, poor dumbass raccoon… - Shadow alzó su bastón, que empezó a brillar intensamente. – See you in the afterlife!
    - WAIT! – Extendió su mano pero fue demasiado tarde, Shadow había desaparecido. – FUCK’HER!! DAMN STALKER!! – Gritaba muy enfadado hasta que la tierra volvió a temblar y su cuerpo reaccionando por ello. – SHOOT! I HAVE TO SAVE’EM!

    Tennessee pronto comenzó a deslizarse por las vías tan rápido como podía… O mejor dicho: tanto como sus piernas le permitían. Los fuertes pisotones que Shadow ejerció, sin duda le había hecho un daño considerable. Pero por sus narices que Tennessee no se daría por vencido. Evitó que algunas rocas le cayeran encima, viéndose obligado a saltar para aterrizar exitosamente sobre la vía contraria y así, constantemente con el fin de llegar hasta Sly y los demás.

    Vio el vagón, pero no los vio a ninguno de los cuatro. Tennessee, pensó que tal vez habrían logrado escapar… Pero lo que no querría es que Shadow les hubiera hecho algo. ¿Qué era esa habilidad de aparecer y desaparecer que le había demostrado? Era muy extraño.

    - ¡Ah…! – Cayó de la vía y vio que una roca quedó encima de ambas vías, impidiéndole el paso. No había hueco por el que meterse. – Oh, oh… - Hizo. – Esto no tiene buena pinta. – Se levantó, apuntó la roca con su wínchester y disparó. Más no hubo suerte. - ¡Mierda! ¡Es demasiado gruesa! ¡No pueden atravesarla las balas! – Se quejó y miró hacia atrás. – Hm… - Sonrió, resignado al ver que tampoco había salida de escape porque montones de piedras impedían que pudiera retroceder. Se había quedado atrapado y sin escapatoria. – Está bien… Tú ganas, Shadow. Esta partida es tuya.

    Sly y los demás con un poco de suerte habían llegado hasta el pasillo que los condujo anteriormente a este lugar. Localizaron el ascensor y trataron de subir, pero les fue imposible. Justo enfrente de ellos, habían montones de policías que al parecer ya estuvieron esperándolos desde hace rato. No podían retroceder, porque de lo contrario, probablemente acabarían sepultados por el derrumbe de las paredes rocosas que formaban el túnel de las vías. No obstante… Ninguno sabía qué le había pasado a Tennessee ni por qué tardaba tanto.

    Sly tenía un mal presentimiento, así como Rioichi.

    Entonces, la policía los arrestó y fueron llevados a una furgoneta, una vez salieron al exterior. Allí, vieron el edificio alejarse cada vez más y hacerse más pequeño por una distancia cada vez mayor. Selvi se cuestionaba ahora mismo y de manera constante sobre si Tennessee estaría bien.


    * * *



    Hasta aquí ha llegado la 4ª parte. Espero que os haya gustado mucho :D, nos veremos en la próxima actualización. Si tenéis cualquier duda sobre la historia, consultadme, ¡Quizá os conteste seguro no lo hago :v!


    Edited by Sly D. Cooper - 8/3/2017, 16:35
     
    Top
    .
  8. Dark Earth
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    wow cada vez se pone más interesante, esa Shadow parece realmente fuerte para haberlos metido en semejante aprieto, ¿Qué harán ahora? Han montado un follón enorme. Bueno, no después de todo se dice que biológicamente, las mujeres somos más inteligentes que los hombres, jejeje, a falta de fuerza física, se compensa con más intelecto. Espero que Tennessee esté bien y no la haya palmado tal y como parece ahora... Con lo mucho que lo quiero D:

    Estaré impaciente para la proxima actualización :V
     
    Top
    .
  9.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    imgboxAll The Voices Can Be Heardimgbox

    Group
    Escritor master
    Posts
    24,884
    Location
    4Y 9M RIP GBE

    Status
    Anonymous
    ¡Buenas, pajaritos y pajaritas! Os traigo la 5ª parte del fanfic. Muchas gracias por leer y comentar :D.

    Dark Earth: Hola querida, me alegra verte por aquí nuevamente. Veo que te vas pasando poco a poco por mis historias, gracias por ir comentándome <3, te lo agradezco mucho. Espero que esta actualización no te decepcione, ¡Y que lo disfrutes mucho!


    SPOILER (click to view)
    Nuevamente dejo el spoiler para la música. No es obligatorio escucharla ni mucho menos, solamente la dejo por si os apetece escucharla.

    1. Sonic X - Shadow's Song


    PART V WHO I AM?



    Ahora sí que estaban en grandes aprietos. Sly, junto a Rioichi, Selvi y Dynamo habían sido metidos entre rejas gracias a la trampa de Shadow. De Tennessee no sabían absolutamente nada y Bentley ya se pensaba lo peor para el pistolero, y más cuando éste no dio señales de poder salir de las vías, en cuyo lugar había habido un derrumbe. Todo era un completo desastre. A pesar de que Sir Galleth intentaba animar la cosa, esta vez no servía de nada.

    - No habrá otro remedio que ir y sacarles de allí. – Habló por fin la tortuga, después de un buen rato de pensar, con mucho estrés, su próximo movimiento. – No podemos dejarlos allí, corren peligro.
    - Ya me dirás tú cómo. – Contestó Bruce que estaba sentado en el primer sitio que había pillado. – Te recuerdo que ahora mismo son los prisioneros menos queridos de sus anfitriones. No te digo que los dejemos allí, es obvio que debemos liberarlos pero hay que pensarlo cuidadosamente.
    - Bruce tiene razón, Bentley. – Alice salió a la defensa del lobo. – Esa prisión es de alta seguridad, será extremadamente difícil llegar hasta ellos.
    - ¡No si contamos con un servidor dispuesto a darlo todo! – Exclamó Sir Galleth. - ¡Yo: Sir Galleth Cooper, iré a sacar a mis valerosos compañeros!
    - Sir Galleth, no es para tomárselo a broma. – Dijo Bentley, que se pasó la mano por la cara, bufando en el proceso. – Maldita sea… Shadow al final nos tendió muy bien una trampa que no supimos ver venir…
    - Hablando de ella. – Dijo Bruce. – Light, tú que se supone que la “conoces” – recalcó la última palabra en su tono de voz. - ¿Por qué demonios está en nuestra contra esa rata peluda?
    - No lo sé… - Negó el aludido con la cabeza.
    - ¿No lo sabes? – Repitió Alice.
    - Me llevó años saber dónde se encontraba Shadow… Por lo que sé, ella no era así. Es cierto que perdió la memoria una vez pero la recuperó independientemente de que su forma de ser cambiara parcialmente. Parte de su personalidad extrovertida se conservó.
    - Si pues… Ahora no parece que sea así. – Alice se cruzó de brazos. – Además, no contábamos con que fuera a ser alguien que se convirtiera en un enemigo nuestro.
    - Yo opto por averiguar sobre la dama. – Opinó Sir Galleth. - ¡Todos los misterios tienen un por qué! – Y no tardó demasiado en motivarse, algo muy o demasiado típico de él. - ¡Así que maaaaaanos a la obra! ¡Es hora de la acción!
    - Espera, espera Sir Galleth. – Lo llamó rápidamente Bentley antes de que Cooper pudiera hacer alguna locura. – Debemos pensar muy bien las cosas. – Le dijo en un intento por tranquilizarlo. – Light, ¿Has dicho que Shadow estaba en las garras del Gobierno Mundial?
    - Sí, así es. ¿Por qué?
    - Piénsalo… Si tú tienes un enemigo muy fuerte, que por alguna razón termina en tus manos sin poder defenderse y tienes a tu libre disposición hacerle lo que desees… ¿Qué harías?
    - Ponerlo a mi favor. Volver ese enemigo, un aliado. – Respondió de inmediato, y fue ahí cuando se dio cuenta. – Oh no… - Dijo en voz baja. - ¿Estás queriendo decir que…?
    - Me temo que sí. Es probable que el gobierno le haya hecho algo a Shadow y que por esa misma razón esté en nuestra contra. Necesitamos encontrarla y averiguar qué es lo que ocurre.
    - Eso es un suicidio. – Habló Alice. – Ya has visto lo que les ha sucedido a mi hermano y los chicos. Es posible que Shadow sepa que Sly todavía nos tiene a nosotros para que tratemos de ayudarle, de ser así, ella sólo estará esperando la oportunidad para cazarnos.
    - Opino lo mismo. – Habló Bruce. – Esa rata peluda, es muy inteligente. No se le ha pasado nada por alto hasta el momento. Si se las ha apañado para atrapar a Sly y a esos idiotas, es motivo para mantenernos alerta. Está del bando enemigo, no podemos simplemente ir a buscarla y a decirle cuatro preguntas. Es demasiado peligroso.
    - ¿Entonces qué hacemos? – Preguntó Sir Galleth. - ¿Nos quedamos aquí, sin hacer nada? ¡Eso sería aún peor! ¡Rioichi y los demás nos necesitan! ¡Y nos necesitan ahora mismo!
    - Sir Galleth no hay que ser imprudente. – Lo regañó Bentley. – Todos aquí estamos en la misma situación. Es cierto que Shadow es nuestra enemiga pero, pensadlo… Sigue siendo un miembro del Clan Cooper, sigue siendo familia de Sly… Puede que ahora sea una amenaza para nosotros pero debemos averiguar qué es lo que sucede con ella.

    Todos permanecieron callados. Murray se mantuvo solamente escuchando lo que ellos hablaban. Usualmente, el que daba buenas ideas o era Dynamo, o era Sly, los dos por mero ingenio. Además, Alice también era de gran ayuda en muchas ocasiones. Pero era demasiado obvio darse cuenta que esta situación era muy crítica… Tenían a Shadow Cooper como su rival, y no debían de infravalorarla, menos después de lo que les había pasado a sus compañeros por su culpa. Shadow era una amenaza importante, que podría ponerlos en bandeja frente al gobierno en un abrir y cerrar de ojos.

    Bentley lo que trataba de hacer, era entender por qué Shadow estaba en contra de ellos. Era una Cooper, encima muy cercana a Light e incluso familiarmente a Sly. ¿Qué razón explicaba pues, ese comportamiento totalmente hostil? La única cosa que le daba sentido a esto… Es tal y lo que Bentley se imaginaba: un lavado de cerebro, como aquellos que hacía la Condesa en su momento, pero a mucha mayor escala.

    - Un científico. – Habló la tortuga de repente.
    - ¿Qué? – Reaccionaron Alice, Light y Galleth.
    - Necesitamos encontrar a un científico.
    - ¿Para qué? – Sir Galleth frunció el ceño, a modo de desconcierto total.
    - Si lo que pienso es cierto, entonces no habrá duda de que un científico nos podrá dar las respuestas que necesitamos saber.
    - Crees que le han hecho algo a Shadow, ¿Verdad? – Habló Light, sabiendo a dónde quería ir a parar Bentley.
    - Lo que creo es que probablemente le han lavado el cerebro a una escala importantemente dañina. Si es así, eso explicaría el por qué Shadow nos ve como a sus enemigos y no como a sus aliados. Creo que ella desconoce realmente su realidad… Es probable que ni siquiera sepa quién es ella.
    - ¿Estás diciendo entonces… Que le han borrado la memoria o algo así? – Alice se quedó boquiabierta.
    - Es lo que sospecho. Por eso necesitamos encontrar algún científico. Miraré por la red a ver qué puedo encontrar.
    - ¿Y qué hacemos nosotros de mientras? – Preguntó Sir Galleth.
    - Esperar, ¿Qué no es obvio? – Bruce llevó sus manos detrás de su cabeza. – Para cosas como estas, es mejor que los genios digan y los demás den ideas a ver qué.

    De mientras, muy lejos de allí, a la otra punta de la ciudad… Sly y los demás ya habían sido metidos en prisión y los guardias vigilaban como si de ello les fuera la vida. No sabían nada de Shadow y mucho menos sobre qué había sido de Tennessee. Lo que sí estaba claro era que necesitaban salir de aquí pero ya. El problema era la alta seguridad que había… No podrían escapar sin ser detectados. Esta vez, ni siquiera los poderes de Rioichi sobre el aura servían. Dynamo y Selvi yacían angustiados pero, Dynamo confiaba plenamente en que todo saldría bien, y más en presencia de los Cooper… Especialistas en encontrar siempre una ruta de escape.

    Era sólo cuestión de tiempo a que pudieran lograrlo.

    Por otra parte, en palacio se encontraba el rey Feitan, en presencia del Dr. Etáin. Los dos parecían seguir discutiendo del mismo tema, acerca de Shadow. Pero no fue por demasiado tiempo a que la propia Shadow apareció de la nada. Feitan se sorprendió, pero Etáin no tanto, quizá porque este científico ya era consciente de las habilidades del mapache. Cooper se mostraba seria, impasible y fría, como si nada de lo que hubiera sucedido tuviera relación con su persona. Pero, a ojos de Etáin era demasiado obvio que algo pasaba con Shadow.

    - Majestad, Sly Cooper y Dynamo Blake han sido metidos en prisión junto a sus cómplices. – Habló el mapache. – He cumplido mi misión.
    - Hm… - Suspiró y miró la copa de vino que yacía en su mano derecha. – Bueno, te dije que los destruyeras pero… En fin, también está bien así. Mejor para mí, así podré darme el lujo de mandar sus vidas al infierno. – Dijo. – Buen trabajo, Shadow. Más tu tarea aún no ha terminado.
    - ¿Qué? – Shadow se mostró desconcertada. – No logro comprenderlo.
    - Sly Cooper tiene más cómplices ahí fuera, que estarán esperando la oportunidad para ir y rescatarlos. Encuéntralos y mátalos.
    - Señor, usted me dijo sólo acerca de Sly y Dyna…
    - ¡No me importa! – Le interrumpió sin piedad. - ¡Tú sólo estás aquí para obedecerme! ¡Nada más! ¡Así que busca a esos desgraciados y mátalos! ¡Quiero que me los traigas muertos!
    - No voy a hacerlo. – Sorprendentemente y tras unos minutos, Shadow contestó con una clara negativa. – Quiero que me responda a algo, Majestad. – Pidió sin mucha amabilidad. - ¿Qué significa eso que Sly Cooper es familia mía? ¿Qué quiso decir ese zorro cuando me comentó que no podía destruirlos porque yo pertenecía a la familia de ese mapache? ¿Y cómo es que ellos sabían mi nombre? ¿De qué me conocen? – Cuestionaba. – Usted sabe sobre esto, estoy convencida de ello. Así que, Majestad por favor… Quiero saber quiénes son, quiero saber quién…
    - ¡SILENCIO! – Le gritó, haciéndola callar. Feitan se levantó, visiblemente molesto. - ¡Ellos son sólo la amenaza de este mundo! ¡Por eso deben morir! ¡De no ser así, ellos destruirán el mundo! ¡Por eso estás tú aquí, Shadow! ¡Para traernos la paz! ¡Y paz es lo que me aseguraré que tenga mi gente!

    Y sin decir nada más, Feitan se retiró de la sala del trono, una sala espantosamente grande, de bellas decoraciones, finas cortinas de terciopelo en las ventanas, muebles grandes, llenos de objetos de distintos tipos, cuadros supuestamente históricos… Y un largo etc.

    Shadow permaneció en silencio, y sin decir nada pero en presencia del Dr. Etáin, que la observaba con calma. El doctor suspiró y se acercó a ella, indicándole que salieran. Hasta que no estuvieron fuera del palacio no intercambiaron una sola mirada, y mucho menos una palabra. Etáin sabía que los vigilaban, y que hablar de cualquier cosa, aquí, sería arriesgado. Una vez en el exterior, el científico llevó a Cooper a su hogar. Allí le ofreció un café con leche, dejándole el pote de azúcar al lado para que se echase la cantidad que prefiriese.

    Shadow dudó en sentarse, pero aún así lo hizo, observando fijamente a su anfitrión.

    - Dime Shadow… - La llamó Etáin. El zorro albino se sentó y miró amablemente a Cooper. – Más allá de tu nombre… - Hizo una breve pausa. - ¿Recuerdas algo?

    Al hacerle esa pregunta, Etáin guardó silencio para dejar a Shadow responder o reaccionar. Lo que vio, es que la chica bajaba la mirada, y la desviaba de un lado a otro, hacia arriba, hacia abajo, o a ambos lados, y de manera pensativa, incluso al fruncir el ceño constantemente. Era un gesto significativamente importante, que le demostraba al zorro que su invitada trataba de hacer un esfuerzo por poder recordar algo, y que simplemente no lograba.

    - No puedo. – Contestó Shadow. – Lo único que recuerdo es cuando salí de esa… Máquina extraña y os vi al rey y a ti enfrente.
    - Entiendo. – Asintió, bufando la taza de su café.
    - Doctor, ¿Por qué no puedo recordar nada? – Preguntó. - ¿Quiénes eran esos tipos que parecían conocerme? ¿Cómo sabían mi nombre? ¿Quién soy yo?
    - Todo a su tiempo, Shadow. Aún no estoy seguro. – Etáin no tuvo el valor de decírselo abiertamente, razón por la cual le mintió a la chica.
    - ¿Entonces usted tampoco sabe por qué ese zorro rojo me dijo que Sly Cooper era familia mía? ¿Yo tengo familia?
    - Lo único que te puedo decir es que debes saber ver quién es tu auténtico enemigo. Usa los ojos, jovencita, pero úsalos bien. Tienes que ver más allá de lo que ves.

    Shadow se quedó pensativa. Ignoró de sobras el café, y dirigió su mirada ámbar hacia la ventana. Etáin la dejó hacer, sin decirle nada para no incomodarla o molestarla. El silencio se alargó por un largo rato. El científico se mantuvo leyendo un libro, pero sin perder de vista a Cooper, quien se había levantado para ver el paisaje de la ciudad a través del cristal. Ella yacía cruzada de brazos, tratando de pensar o más bien intentaba responderse a preguntas tan simples sobre sí misma que sencillamente… No les hallaba solución.

    Cuando intentaba recordar, su mente automáticamente se quedaba en blanco. No sabía nada de su pasado, nada de quién era. Lo único que ella sabía, eran aquellas cosas que sucedieron desde que salió de aquella máquina y vio al rey Feitan y al Dr. Etáin. El monarca parecía ser un hombre ambicioso, egoísta, cruel e insensible al sufrimiento de los demás. En contrapartida… Etáin lucía ser humilde y comprensivo, que quería lo mejor para los de su entorno. Aunque… ¿Qué quiso decirle el doctor con ver más allá de lo que veía? ¿Saber quién era su auténtico enemigo?

    - Tengo que irme. – Habló Shadow de repente.
    - ¿Te marchas ya? – Preguntó Etáin.
    - Debo atender un asunto. – Contestó de manera fría. – Si sucede algo, póngase en contacto conmigo, doctor. Estaré a su completa disposición.
    - De acuerdo, gracias por hacérmelo saber. – Asintió mientras Shadow alzaba su bastón de madera negra, cuyo extremo en forma de C curvada, empezó a brillar.
    - ¡Control Aural!

    Y sin más, Shadow desapareció de allí. Etáin permaneció tranquilo, aunque suspiró y negó con su cabeza, luciendo preocupado a la par que entristecido. Si él pudiera ayudar a Cooper, lo haría pero ella ya no podía recordar por propia voluntad, ni siquiera si se esforzaba en ello. Y eso era algo que simplemente, el zorro albino no podía confesarle a la chica… Se imaginaba la cantidad de problemas que eso le provocaría al mapache. Era mejor que Shadow se mantuviera en calma, justo como ahora.

    Entonces, Etáin se dirigió hacia su habitación, movió un libro y la estantería se movió para dejar paso a una puerta que el científico abrió, entrando en una sala mucho más amplia. Caminó hacia un ordenador en el cual empezó a trabajar.

    - Lo lamento, Su Majestad... No dejaré que Shadow se convierta en su marioneta. – Habló para sí mismo, mientras observaba la pantalla. – Su familia está aquí para llevársela y me encargaré de hacer todo lo posible para ayudarles.

    Por otra parte, Shadow se había teletransportado en un abrir y cerrar de ojos al que parecía ser su propia casa. Descansó unos minutos apoyada en una pared antes de andar por la vivienda. Al entrar en su habitación, se acercó a aquél otro mapache que ocupaba su cama, con varias partes de su cuerpo cubiertas en vendajes. Se aproximó para observar y examinar que estaba bien. Le cambió algunos esparadrapos, y trató las heridas abiertas sin dificultad.

    Cuando terminó su tarea, se dedicó a ver el arma de fuego que usaba el chico, con toda la curiosidad del mundo.

    - Hm. – Hizo Shadow. – Está claro que no eres de aquí. – Comentaba pero para sí misma, ya que su “invitado” todavía permanecía inconsciente. – Estas armas no se crearon antes de mil ochocientos setenta… ¿De dónde eres tú? – Miró al mapache. – El doctor me dijo que viera más allá de lo que veo, sin embargo… ¿Qué significa eso?

    Era algo que no se quitaba de la cabeza. No obstante, Shadow guardó silencio y dejó el arma apoyada en la pared. Se dirigió a la cocina para hacerse un bocadillo de cualquier cosa mientras esperaba a que su huésped despertara. Permaneció a la espera, mirando a través de la ventana y viendo la oscura noche que se abría paso ante sus ojos ámbar.

    El sosiego era algo que no rompía. Lo dejaba fluir, así como el viento que empezó a soplar. Cuando Shadow terminó de comer, estuvo de brazos cruzados, totalmente pensativa. Recordaba todo lo sucedido hasta ahora. Sabía que Sly y Dynamo eran sus objetivos y que ahora que éstos estaban entre rejas, ella ya había cumplido con su cometido. Francamente, nada acerca de ese par de idiotas, le importaba lo más mínimo. Eran sus enemigos, ahora ya yacían donde merecían.

    No obstante… ¿Por qué sentía que algo no le encajaba?

    - Hm… - Sintió entonces que el forastero parecía despertar. Movió la cabeza, para mirarle y confirmarlo. - ¿Eh? ¡¿Dónde narices…?!
    - Parece que has vuelto en sí. – Habló la chica, captando la atención de su invitado que reaccionó al instante. Se hubiera puesto en pie de haber podido… Sus heridas eran lo único que se lo impidieron.
    - ¡Tú! ¡Maldita! ¡Por tu culpa quedé atrapado allí!
    - … - Shadow permaneció en silencio.
    - ¡¿Qué hago aquí?! ¡¿Acaso me has traído para matarme o algo así?! ¡¿Cómo he llegado aquí, por cierto?!
    - Te rescaté del derrumbe de las vías ferroviarias que hay debajo de la ciudad. No consideré necesaria tu muerte en aquél lugar.
    - ¿De qué estás hablando?
    - Hablo de que Sly Cooper y Dynamo Blake eran mis objetivos. El resto erais indiferentes para mí. Ahora que ya cumplí mi misión, no tiene caso que vaya a por vosotros aún sabiendo que sois sus aliados.
    - ¡¿Los… Los has matado?!
    - No. Están en prisión, nada más. No tuve que ir a tal extremo, más de haber sido necesario lo habría hecho de todos modos.
    - No puedo creer que estés hablando enserio. – Dijo. - ¿Eres consciente que iremos a rescatarlos, verdad?
    - Ese no es mi problema. – Shadow usó un tono frío en su voz. Puso una mano sobre su cadera, mirando fijamente a su interlocutor. – Si los sacáis de donde están, entonces volveré a asegurarme de que vuelvan al calabozo.
    - No lo comprendo… - Se puso de pie, a pesar de que no debería por sus heridas. – Tú que eres una Cooper… Que eres parte de la familia… ¿Por qué estás contra nosotros?

    Shadow frunció el ceño, mientras observaba a su invitado con una expresión que mostraba su desconcierto. Otra vez le volvían a decir eso… Y por más que tratara de pensar o de recordar, simplemente su mente quedaba en blanco.

    - ¿De qué estás hablando, forastero? – Preguntó entonces la chica.
    - Hablo de que tú eres Shadow Cooper, y así como yo – puso su mano en su pecho. – Así como Sly, Rioichi e incluso Sir Galleth… Nosotros somos tu familia.
    - … - No dijo nada.
    - ¿Por qué estás del lado de nuestros enemigos?
    - Serán vuestros enemigos, pero no son los míos. – Volvió a cruzarse de brazos. – Sly Cooper y Dynamo Blake eran mis objetivos. Y yo ya he cumplido con mi cometido, pero si los sacáis de prisión y si es necesario me aseguraré de destruirlos definitivamente la próxima vez.
    - Shadow, piénsalo. – Pidió su interlocutor. - ¡No puedes ser tan ciega! Si realmente estuvieras en nuestra contra, me habrías dejado morir allí en el derrumbe… Y sin embargo no lo permitiste.
    - Eso no tiene nada que ver. No eras mi objetivo, no tenía sentido dejarte morir.
    - ¿A pesar de que soy un miembro más de la banda de Sly? – Preguntó pero no obtuvo respuesta.

    Hubo un silencio largo entre los dos. Ninguno dijo absolutamente nada. A Shadow no le importaba mantenerse taciturna, y su interlocutor aunque lucía inquieto, parecía que trataba de entender la situación. No valía la pena los intentos que hiciera para convencer a Shadow de que estaba en un error al tratarlos como si fueran sus enemigos… Parecía que a ella no le interesaba lo más mínimo.

    - Está claro que tú no eres de aquí, ¿Cierto? – Entonces, la propia Shadow decidió hablar. – Exijo saber quién eres.
    - Soy Tennessee “The Kid” Cooper, y no, no soy de este lugar. – Contestó el vaquero. – Soy del Viejo Oeste, nacido en el mil ochocientos veintiséis.
    - Imposible.
    - No, yo también lo creí. Pero bueno… Al parecer actualmente en esta época moderna ya es posible hacer un viaje en el tiempo, ¿No?

    Shadow, que se mantenía cruzada de brazos, alzó una ceja pero no respondió. En lugar de decir algo, giró su rostro para mirar por la ventana y luego para observar el reloj de pared que marcaba las cuatro y media de la madrugada. Era tarde, pero ella no tenía sueño. Supuso, automáticamente, que no necesitaba dormir, por el momento.

    - En la cocina tienes comida en el frigorífico. – Habló la chica. – Cuando te hayas recuperado, te aconsejo que te largues de aquí. – Le dio la espalda, para proceder a marcharse.
    - Eh, ¿A dónde vas? – Tennessee llamó su atención. - ¡Eh! ¡Oye! ¡Te estoy hablando! – Insistió pero Shadow simplemente desapareció de su rango de vista. - ¡Ah! ¡Pero qué asco de tía!


    * * *



    Hasta aquí llega la 5ª parte, ¿Qué os ha parecido? Estoy abierta a todas las opiniones :V. Muchas gracias por seguirme y nos veremos pronto.

    See'ya!
     
    Top
    .
  10.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Escritor master
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Kaiku-kun entra desinteressadament a la sala :V

    Ja feia dies que em tocava passar per aquí, des de la fa dues setmanes si mal no recordo, que va ser l'últim cop. I bé, no ha defraudat, ha sigut some nice battling underground, la que he vist jeje Shadow té bones dots de batalla, i lo de fer-se invisible ha estat una passada! I pobre, la han convertit en un puto bloque de hielo XD I no m'ha sorprès gaire lo de la poli, encara que està bé que hi hagi "sobrecarregament d'accions simultànies" (tenny atrapat, la resta detinguts) perquè així dona moltes vies per evolucionar la història.

    Des del moment 1 sabia que Etáin no era tan mala persona i només era un "mandao" del rei dels collons, que sí que em cabreja XDD i la pobre de Shadow que la ha pillat al mig de tot el tinglao. Això sí, encara que sigui per un fet merament d'objectiu, o mecànic, o com li vulguis dir (que no em surt la paraula adequada) em mola que Shadow hagi salvat a Tenny. No és que sigui una conversa molt agradable la següent, però mira, és un puntazo XD

    Muerte al rey Feitan lml

    Hasta lueguito :P
     
    Top
    .
  11.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    imgboxAll The Voices Can Be Heardimgbox

    Group
    Escritor master
    Posts
    24,884
    Location
    4Y 9M RIP GBE

    Status
    Anonymous
    ¡Muy buenas, pajaritos y pajaritas! ¡Ya disponible la 6ª parte del fanfic! ¡Que lo difrutéis!

    Kaiku-Kun: Yeup, Shadow és sens dubte molt forta físicament i té grans capacitats per la lluita, tot i així vigila, que no es fa invisible, només apareix i desapareix d'un lloc a l'altre o com ella vulgui :V. No és que l'hagin convertit en un bloc de gel (encara que en part és així), només que han alterat totalment la seva memòria i és ella mateixa que no entén o no li dóna importància a les seves emocions i ni tan sols es molesta en mostrar-les (sí, toh mu'raro :V). M'alegro que no hagi defraudat, volia fer molta acció en aquest fanfic per poder trobar maneres d'avançar el fanfic a més de repartir una mica l'atenció. Has tingut bona impressió amb l'Etáin :V, de fet, ell ha influenciat de certa forma a que Shadow rescatés a Tenny, així que podem dir que no és 100% mecànic el seu comportament, té emocions, però li costa la vida demostrar-les i entendre-les. En fi, et deixo amb el fic, espero que el disfrutis molt :D.


    SPOILER (click to view)
    Que no falte el spoiler con la música, :)

    1. Forbidden Friendship - John Powell


    PART VI COOPER PLAN!



    Una noche más, y él continuaba a la espera. Sentado frente a la ventana del piso franco, casi en solitario, no dejaba de pensar en que no estaba de acuerdo con Bentley de ser paciente para encontrar la manera de salvar a sus compañeros de la cárcel en la que habían terminado a causa de la trampa que Shadow Cooper les tendió. Miró a Light, que estaba descansando en el sofá, así como Bruce que se hallaba dormido. Alice se hacía un vaso de leche, mientras Bentley en la mesa continuaba pegado a su ordenador haciendo vete a saber qué. Murray también parecía tener su tiempo de tranquilidad.

    Cuantos más minutos pasaban, Sir Galleth más se percataba que no podía quedarse de brazos cruzados sin más. ¡Tenía que ir a por Sly y los chicos! ¡Porque además no iba a dejar al maestro ninja en esas circunstancias! Así que, con esa idea en mente pasaron varias horas en las cuales esperó a que todos se durmieran, lo cual sucedió para su fortuna. Cogió su lanza y salió por la ventana, subiendo por una tubería hasta llegar al techo. Observó su entorno, viendo que la gran ciudad de Bruselas se abría paso hasta sus ojos castaños.

    El aire sopló, haciendo que tuviera que cubrirse momentáneamente con los brazos. Entonces, decidió ponerse en marcha y a pesar de no saber muy bien dónde estaba esa cárcel, Sir Galleth yacía muy dispuesto a encontrarla aunque le costara la vida. Empezó a merodear por las calles, alejándose de la seguridad del piso franco y arriesgándose a ser encontrado por sus enemigos, aunque eso era lo que menos le preocupaba. El hecho de pensar que Rioichi y los demás permanecían encerrados, era algo que a este mapache no le gustaba en lo más mínimo.

    Saltó de un lado a otro, continuando pendiente de su entorno, acercándose a edificios de importante interés turístico, e incluso aquellos con una larga historia en sus muros. Pero eso era algo que a Sir Galleth le importaba poco. ¿Dónde estaría esa prisión? ¿Y cómo podría encontrarla? Suspiró, negando con la cabeza para alejar el pensamiento negativo de que no podría conseguir su objetivo, y se centró y empeñó en justamente lo contrario: ¡Él: Sir Galleth Cooper, lo lograría! ¡No se iba a rendir!

    Empezó por trepar y escalar por un edificio especialmente alto, usando como no su lanza con la forma simbólica de los Cooper, haciendo el movimiento estrella de subida que precisamente, Sly y el resto aprendieron de él a lo largo del paso de la historia. Sin embargo, resbaló cuando tocó una parte especialmente lisa y desgastada y comenzó a caer hacia abajo. Casi se decía que, como no encontrara la manera de compensar la caída, se iba a matar fijo.

    Más no tenía lugar por el cual agarrarse, y la alarma crecía cada vez más en su cuerpo por estar en peligro. Inconscientemente pensó que iba a morir en ese mismo lugar, en este preciso instante. Y cerró los ojos esperando por un impacto que irónicamente: nunca llegó. No sintió el momento en que dos brazos le rodeaban y que con mucha agilidad, se bastó para llegar correctamente al suelo y aterrizar en él. Sólo pudo abrir los ojos, para entender qué había pasado y fue entonces que se sorprendió enormemente.

    - ¡TENNESSEE! – Gritó, casi sin podérselo creer.
    - ¡Heeey! ¿Qué? ¿Ibas a suicidarte o algo así?
    - No, por supuesto que no. ¡¿Por quién me tomas?! ¡Jamás haría algo así!
    - Vale, vale. – Movió sus manos. – En fin, al menos te encontré justo a tiempo antes de que te matases.
    - ¡Te lo agradezco!

    El abrazo que Sir Galleth le dio a Tennessee, fue algo que éste último no se esperó. Se quedó estático en el sitio, con la mirada bien abierta por la impresión, hasta fijarla de reojo a su interlocutor, en quien poco a poco rodeó por segunda vez con sus brazos, con la diferencia que no era para salvarle la vida. Era curioso porque… Hasta ahora no se había llevado bien con el inglés, aunque el hecho de haberlo visto casi a punto de matarse habría influenciado en la actitud que tenía ahora mismo.

    Se separó de él, viendo la sonrisa de Sir Galleth, a lo cual, Tennessee solamente ocultó inútilmente sus ojos con su sombrero, porque el otro se lo levantó para verlo, en un acto inconsciente lleno de inocencia y curiosidad.

    - ¿Y qué estabas haciendo, exactamente? – El forajido decidió cortar el incómodo silencio.
    - Intentaba encontrar la prisión en la que se hallan Rioichi y el resto. No estoy dispuesto a esperar tal y como dice Bentley sólo hasta que se le ocurriese algo.
    - Aah, te entiendo. A mí a veces me ha pasado. Esa tortuga es demasiado prudente y algo aburrida. – Tennessee rascó su espalda con el mango de su wínchester. – Pero no creo que un palurdo como tú encuentre la cárcel tan a la ligera.
    - Bien, ¿Alguna idea compañero? Soy todo oído.
    - Mmm… - Se cruzó de brazos. – No soy muy bueno haciendo planes, francamente. Sin embargo, creo que por esta vez te puedo echar una mano. – Lo señaló brevemente con su escopeta. - ¿Qué te parece si actuamos en equipo? No es plan de ir a decirle a Bentley lo que queremos hacer porque no estará de acuerdo con nosotros.
    - Me parece bien. – Asintió con una sonrisa.
    - Bien, busquemos un lugar ideal en el que escondernos para hablar del tema, aquí podrían encontrarnos y no sería lo mejor para nuestros traseros.

    Sir Galleth no dijo nada pero empezó a seguir al forajido que iba bastante más rápido que el inglés a la hora de moverse, aunque el mapache daba las gracias de que el americano vigilase que lo tuviese lo suficientemente cerca para no perderse. Sir Galleth en parte no evitaba sentirse feliz. Nunca había podido cooperar codo con codo con Tennessee porque él no le dio una sola oportunidad, debido a su rencor sin sentido hacia los ingleses. Simplemente cuando lo conoció, no pareció ser capaz de aceptarle sólo por ser de Inglaterra.

    Ahora por lo menos, tenía su momento a su lado, y estaba seguro que sería muy interesante. Tennessee era un tipo de lo más hiperactivo y carismático, usualmente había demostrado que solía salirse con la suya casi siempre y Sir Galleth se apenó profundamente por el rechazo del americano. No llegó a comprender su desprecio hacia él, o su actitud en ciertas ocasiones… Un comportamiento agresivo y cerrado.

    Encontraron un techo que les servía de escondite momentáneamente. Tennessee se detuvo ahí, esperando que el inglés llegase. Descansaron un poco, ofreciéndole a Sir Galleth una barrita de chocolate que el otro no supo ni qué era ni de dónde había sacado pero que simplemente aceptó.

    - ¿Y bien? ¿Qué hacemos? – Preguntó Sir Galleth.
    - Las prisiones y más las de alta seguridad, suelen destacar mucho en una civilización, por las vallas que tienen, algunas torres de vigilancia… - Contaba Tennessee. – Quizá tú nunca has visto una porque en tu época aún no existían, pero en la mía sí y sé lo que me digo.
    - Bueno, no es muy difícil de imaginar.
    - Me alegro que lo digas porque no tengo la santa paciencia de describir lugares ajenos. – Dijo Tennessee, a pesar de que irónicamente hacer lo contrario a lo que le había dicho solía dársele bien. – Buscaremos un edificio rodeado de vallas metálicas o de muros altos y robustos, si tiene una o más torres de vigilancia será pan comido.
    - Vale, ¿Y luego qué? Deberemos entrar digo yo. – Sir Galleth se cruzó de brazos. – Yo nunca he entrado en una prisión de las de tu estilo, caballero.
    - Tú no pero yo sí. – El americano esbozó una pícara sonrisa. - ¡No te preocupes por ello, inglesucho! ¡Yo soy un maestro a la hora de escaparme! Entrar en una prisión es francamente muy fácil, al menos para mí.
    - Entonces tendrás que enseñarme.
    - Y lo haré, aprenderás sobre la marcha. – Se puso de pie. – Tendremos que tener cuidado, Shadow Cooper se marchó hace unas pocas horas y puede estar acechándonos.
    - Bueno, estamos juntos en esto, ¿No? – Tennessee le miró, asintiendo pero su expresión era de puro desconcierto. Sir Galleth se levantó, sonriéndole a su interlocutor. – Entonces no tendremos nada de qué preocuparnos, ¡La unión hace la fuerza!
    - Hm… - Rascó su nuca. – Debes saber que soy un pésimo compañero de equipo, siempre he actuado en solitario en mi época y hace relativamente poco que empecé a hacerlo con los chicos, así que no te esperes milagros de mi…
    - ¡Yo confío en ti, Tennessee! – Se adelantó el inglés, sorprendiéndole ampliamente, tanto que se quedó mudo. - ¿Eh? ¿Qué pasa? – Sir Galleth se extrañó por el silencio del americano y más aún al ver su mirada.
    - Nada. – Se cubrió parte del rostro con su sombrero. – Venga, vamos allá.
    - ¡¡Oh sí!! ¡Es hora de la acción! ¡Estimado Rioichi, espérame! ¡Muy pronto estaré a…!
    - ¡¿TE QUIERES CALLAR?! – Le gritó exasperado. - ¡MUEVE EL CULO DE UNA VEZ!
    - Jo… Mira que eres aguafiestas.
    - ¡¿QUIERES HACERLO TODO TÚ SOLO?! ¡PORQUE NO TENGO INCONVENIENTES DE DEJARTE AQUÍ TIRADO!
    - ¡Noooo! ¡No, no, no! – Movió rápidamente sus manos, en una de las cuales sujetaba su lanza de Cooper. - ¡Ya me callo, ya me callo!

    Tennessee resopló, molesto y entonces, empezó a avanzar mientras Sir Galleth lo siguió, observándole con mucha curiosidad no obstante. Era la primera vez que actuaban juntos y el hecho de que el americano hubiera aparecido, salvándole la vida y dispuesto a ayudarle… Hacía que el inglés sintiera una gran felicidad.

    Y por eso Shadow Cooper no le preocupaba. Por muy fuerte que ella pudiera ser… Mientras el americano y él estuvieran unidos, esa chica no podría con ellos porque, si estaba en lo cierto Sir Galleth, Tennessee jamás le daría la espalda. Al menos confiaba en ello porque Sly y los demás no pudieron engañarle al explicarle todas esas cosas impresionantes que hizo el forajido en su tiempo.

    Sir Galleth yacía totalmente convencido que, independientemente de los problemas personales que pudiera tener el americano, éste permanecería a su lado en todo momento, y le protegería en caso de estar en peligro.

    Siguieron avanzando por la ciudad hasta que Tennessee se detuvo en el techo de un edificio. Sir Galleth se tumbó bocabajo junto a él. El forajido le señaló la prisión y que ahora comenzaba lo bueno. El inglés no evitó ponerse algo nervioso pero, continuó tras su familiar. Los dos se acercaron al edificio rodeado de puntiagudas vallas, y de altos y fuertes muros de cemento y roca. Había varias torres de vigilancia que Tennessee reconoció perfectamente a la distancia.

    Se pegó tanto como pudo en una esquina que daba sombra, y tuvo que rodear a Sir Galleth y apegarlo a él, tapándole la boca para que no hiciera escándalo, con tal de encontrar el momento de avanzar y entrar.

    - Me temo que no hay modo de entrar si no es escalando. – Habló en voz baja el americano. – Dado que tú eres el experto en esta área, espero que estés preparado, porque dentro será difícil esconderse.
    - ¡No hay problema!

    Tennessee no le miró muy convencido pero aún así, decidió asentir con la cabeza. Tennessee fue el primero que decidió escalar, usando el garrote del mango de su wínchester mientras detrás iba Sir Galleth. Los dos, debían de vigilar cuándo pasaban las luces para no ser descubiertos y tuvieron mucha suerte cuando lograron estar dentro de los patios de prisión para rápidamente, esconderse tras unos bidones.

    - ¿Y ahora qué? – Preguntó el inglés en voz baja casi susurrante, mirando a su interlocutor.
    - Debemos meternos dentro de los pasillos de las celdas, y encontrar las de Sly y los demás. – Contó. – Seguramente los habrán separado, lo cual jode aún más el puto plan. Qué hijos de puta que son la chusma esta de la autoridad.
    - ¿La… Chusma? – Preguntó.
    - La policía, colega. La policía. – Contestó, y le miró viendo aún la confusa expresión del otro. – En tu época vendría a ser los guardias y toda esa clase de vigilantes a las órdenes de un rey.
    - ¡Aaah! ¡Lo pillo, lo pillo!

    Tennessee asomó su rostro para ver qué podía hacer. Se estuvo unos momentos, observando su entorno y escondiéndose de vez en cuando antes de que las luces de las torres de la vigilancia llegasen hasta su posición. Sir Galleth permaneció en silencio lo cual fue de agradecer para el americano. Más el inglés empezaba a impacientarse.

    - ¡Eh, mira, mira! – Tiró de su chaleco marrón, para captar su atención.
    - ¿Qué pasa? Estoy…
    - Ese tipo de ahí debe de ser un guardia, y parece llevar… ¿Llaves?

    Tennessee miró a Sir Galleth y luego a donde él señalaba. Efectivamente, se trataba de un policía que patrullaba por uno de los pasillos entrantes al resto donde estaban las celdas. El americano esbozó una pícara sonrisa y dio un pequeño golpetazo al casco del inglés, mareándolo momentáneamente.

    - ¡Buen trabajo! ¡No eres tan inútil como pensaba después de todo!
    - ¿Eso supongo que es un halago?
    - Tú espérame aquí, yo me hago cargo de ese.

    Tennessee se movió tan rápidamente que las luces de vigilancia ni siquiera se percataron de su presencia. Llegó hasta el guardia, a quien dejó inconsciente en un visto y no visto. Le quitó las llaves aunque no fue lo único. Lo llevó a un rincón lo bastante oculto donde lo desnudó para hacerse con su ropa y ponérsela por encima de la suya. Cuando volvió hasta la posición de Sir Galleth, sorprendió a éste.

    - Os habéis pasado, camarada. – Habló el inglés.
    - ¡Hey! ¡No me jodas! ¡Esto se hacía mucho en mi época!
    - Qué crueldad… Quitarle las vestimentas a alguien es…
    - ¡Deja de ser un puto finolis y vamos! ¡Tenemos que rescatar a Sly y al resto!
    - ¡Oh sí! ¡Casi se me había olvidado!
    - ¡Ah! – Tennessee llevó su mano a la cara. - ¡Venga, manos a la obra!
    - ¡Espera! – Lo detuvo. - ¿No debería conseguirme yo, una vestimenta como esa?
    - Sí, pero, ¿Ves algún guardia más por aquí? ¿A qué no? Pues no te queda otro remedio. – Dijo. – Aunque espera, me la quitaré para que la uses tú.

    Y sin más, Tennessee se retiró el “disfraz” de guardia para entregárselo a Sir Galleth, a quien tuvo que enseñar incluso para ver cómo se ponía. Cuando terminó, nadie diría que Cooper era un intruso. El inglés se miró a sí mismo, sintiéndose la mar de extraño, ya que consideraba que esta vestimenta era realmente… Muy rara. Tennessee se rio ligeramente, porque precisamente no le quedaba bien a Sir Galleth la ropa de guardia de prisión.

    - ¿Y tú qué harás? – Le preguntó Sir Galleth. – Si te pillan…
    - Soy demasiado rápido para que me atrapen, no te preocupes por mí. Estoy acostumbrado a las prisiones. – Se adelantó. – En mi época, me llevaron a la prisión de Washington, que por aquél entonces era una de las peores de mi país, más lo que hice fue causar una puta revolución y salí de allí sin muchas complicaciones.
    - Vaya, eres un tipo de lo más problemático.
    - ¡No lo sabes tú bien! ¡Me encantan los pleitos, es como sentirme en casa!

    Sir Galleth esbozó una pequeña sonrisa, y negar ligeramente con la cabeza, como diciendo que el americano no tenía remedio, porque realmente era así. Aún así, que le hubiese explicado parte de sus aventuras como forajido de la ley, resultaba hasta divertido. Puede que después de todo… Ellos dos tuvieran muchas cosas en común aunque pudiera no parecerlo.

    Salieron de los bidones y se dirigieron a la entrada de uno de los pasillos del edificio. Primero fue Sir Galleth, para cubrir en todo lo posible a Tennessee. No había mucho ruido, dado que los prisioneros se mantenían durmiendo y más a estas horas. Pocos eran los que permanecían despiertos así que pudieron seguir avanzando sin demasiadas complicaciones.

    - Espera, es por allí. – Tennessee detuvo a Sir Galleth antes de que éste pudiera girar a la derecha.
    - ¿Cómo estás tan seguro?
    - Puedo sentir el aura de Sly y Rioichi. Están cerca. Hey asegúrate de mirar bien porque deberíamos encontrar también a Selvi y a Dynamo.
    - Claro, no me olvidaría de ese par de mozuelos.

    Tennessee volvió a bufar sin entenderle demasiado aunque supuso que se refirió a ambos zorros. Siguieron por el pasillo para subir por unas escaleras y ascender en el edificio. Los dos avanzaron juntos aunque pronto tuvo Tennessee que saltar para quedarse en el techo y no ser visto cuando un guardia apareció y habló brevemente con Sir Galleth, que a pesar de no entenderle bien, supo actuar correctamente.

    El guardia se marchó, y afortunadamente le había indicado la posición de Sly, lo cual se lo contó a Tennessee. Ambos, buscaron y encontraron al mapache.

    - ¡Eeeeh! ¡Eeeh! – Lo llamó Tennessee. - ¡Sly Cooper!

    Al oír esa voz tan familiar, el aludido miró por la rejilla y vio a un par de ojos castaños demasiado conocidos. Se acercó y vio que se trataban tanto de Tennessee como de Sir Galleth.

    - ¡¿Vosotros?! – Era increíble que estuvieran actuando juntos y más para algo tan delicado como esto. - ¡¿Cómo habéis llegado hasta aquí?!
    - Ha sido relativamente fácil. – Habló el inglés. – Tennessee me guió hasta este sitio y entre los dos te encontramos.
    - Tenemos las llaves. – El americano sonreía, alzando la mano de Sir Galleth y viendo de manera sugerente a Sly para darle a entender que lo iban a liberar.

    Aún sin creérselo, abrieron lentamente la celda de Cooper y lo liberaron de sus esposas. Tennessee se rio por el patético atuendo de prisionero de su descendiente pero Sir Galleth les cortó antes de que pudieran empezar una peligrosa disputa que pudiera ponerlos en evidencia. Siguieron avanzando cautelosamente por el pasillo mientras le iban contando poco a poco a Sly cómo se las apañaron para encontrarse y llegar hasta aquí.

    Sly les comentó que le habían quitado tanto su ropa como su bastón y que necesitaba recuperar ambas cosas. Más Tennessee le dijo que era importante sacar antes a los demás, con lo cual, se pusieron de acuerdo en actuar juntos. Sly les dijo que la celda de Rioichi no estaba muy lejos de la que había sido la suya, así que él mismo les guió hasta el japonés hasta que pudieron encontrarlo. Para evitar sospechas de los otros guardias, Sir Galleth tuvo que volver a actuar como uno mientras silbaba como si nada malo ocurriera.

    Rioichi esbozó una pequeña sonrisa cuando les vio a ellos juntos y fueron al encuentro de Sir Galleth, quien por poco se tiraba encima del maestro ninja para querer abrazarle. Entonces, una vez que Rioichi quedó libre, él mismo fue el guía que los llevó hacia Dynamo y Selvi al notar las auras de cada uno. Sly comentó que Selvi no había despertado la suya, más Tennessee mismo fue quien le dijo que aunque era cierto, tenía el rastro de la de ellos, lo cual era bastante lógico pensar.

    Tennessee les pidió a Rioichi y a Sly que fueran rumbo a los patios de la prisión así que se separaron momentáneamente. El americano y el inglés, encontraron a Selvi a quien liberaron y el zorro albino que hasta ahora había estado atemorizado y preocupado, los abrazó a ambos, aliviado de que hubieran venido a buscarle. Y junto a él, fueron a por Dynamo, el último del grupo que quedaba. Fue más complicado hallarle, ya que estaba en la última celda del pasillo más alto del edificio.

    Dynamo aunque se extrañó ampliamente de ver a Sir Galleth y a Tennessee actuar juntos, se alegró ampliamente de verse libre nuevamente y entre los cuatro, empezaron la fase dos del plan: ¡Escaparse! No obstante… No todo les salió tan bien como hubieran deseado. Un par de guaridas les pillaron y gritaron, dando enseguida la voz de alarma. Tennessee los disparó con su wínchester de manera que no pudieran salir detrás de ellos.

    Empezaron a correr, abriéndose paso a tiros gracias al americano y a muchos golpes precisos de Sir Galleth. Tenían que darse prisa, dado que Sly y Rioichi los esperaban fuera, eso contando con que hubieran podido salir, de lo cual, el forajido estaba convencido. Rioichi era un maestro ninja, había vivido una de las épocas más duras del mundo… Tenía experiencia de sobra para situaciones así.

    Fueron descendiendo, mientras Dynamo también les ofrecía su ayuda. Aunque no fuera tan fuerte físicamente, se valía muy bien a base de puños y patadas. Entre los tres, protegían a Selvi, que era el más vulnerable del grupo. Tennessee lo mantenía todo el tiempo detrás de él mientras Sir Galleth y Dynamo se mantenían a los laterales y casi la retaguardia. Se habían puesto alrededor de Selvi para que no le pasara nada. Pudieron llegar hasta los patios, donde vieron a Sly y a Rioichi enfrentarse a muchos guardias que salieron para atraparlos.

    Y la situación se volvió aún más crítica cuando la propia Shadow apareció, tal vez atraída por la escandalosa alarma de la prisión que se escuchaba en algunos sectores de la ciudad que yacían lo suficientemente cerca. Tennessee apuntó a ella, dispuesto a dispararla pero Dynamo le bajó el arma, recordándole que vinieron aquí para llevársela y que no estaba en el plan herirla. Eso frustró al americano, aún más porque el zorro tenía razón.

    ¿Qué podrían hacer, entonces?


    * * *



    Hasta aquí ha llegado la 6ª parte, muchas gracias por seguirme hasta ahora :D. Nos veremos pronto en la próxima actualización.

    See'ya!


    Edited by Sly D. Cooper - 28/12/2016, 00:25
     
    Top
    .
  12.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Escritor master
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Kaiku-kun inspeccionant presó :VVV

    Because yes. ¡¡Galleth al rescate!! Tio, es nota que és un Cooper, la paciència la ha cagat fa molts anys i ja no en queda ni de residual, al seu cos :V irònicament qui ha acabat sent rescatat ha estat ell, però és un detall sense importància :VVV i QUE-BONIC, please, Tenny, abraçant sense queixar-se! Això és una vegada cada 100 anys jajaja Tenny està en tot lo de buscar la presó a mig camí d'enviar-lo a la merda i d'elogiar el seu esforç i la seva energia. Els puntazos de "se ocultó bajo su sombrero" són molt reveladors jeje

    La Chusma, nom propi que li he donat a l'escena en el que Tenny fa de profe jajaja aquest pobre tindria paciència per ser-ho, però Sir Galleth sembla un alumne molt aplicat jajaja no em sorprendria que hagués posat una nota mental sobre lo de la poli jajaja bo lo de la disfressa també, ha estat curiós.

    Un capítol d'aquells que penses que res pot sortir bé. EUA vs UK, quina puta por nen jaja es que pensava que en qualsevol moment es mataven entre ells i alertaven a tot el personal :V a més em foten gracia les reaccions dels dos sobre les accions de l'altre XD com lo de "mozuelos" tio, m'ha matat, vocabulari medieval plase!

    La part de la batalla en sí, pos bueno, és una batalla, però mira que ho tenien bé per escapar en silenci i al final... zasca, inclús Shadow els ha escoltat desde la altra puta punta de la ciutat (això és metafòric XD). Com es nota que et "DA" QUEEN OF DRAMA!!
     
    Top
    .
  13.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    imgboxAll The Voices Can Be Heardimgbox

    Group
    Escritor master
    Posts
    24,884
    Location
    4Y 9M RIP GBE

    Status
    Anonymous
    Buenas, pajaritos y pajaritas, ¿Qué tal estáis todos? ¡Espero que hayáis comenzado bien el año nuevo! Así que para empezarlo todavía mejor, traigo la actualización de la séptima parte. Tendréis que tenerme un poco de paciencia porque no he tenido mucho tiempo para la octava :V.

    Kaiku-Kun: M'agrada que el capítol t'hagi agradat, i que els puntazos de tots dos t'hagin fet gràcia en certa manera. Volia fer aquella combinació de UK i USA, i sembla que m'ha quedat bastant bé, també per la diferència de vocabulari, que cap dels dos s'empana massa del que diu l'altre i lo pitjor és que tots dos son molt escandalosos. Tot i així volia destacar una miqueta la part "tendre" de Tenny i el seu problema a la hora de confiar en algú. Espero que aquest capítol t'agradi :V

    Sin más os dejo la siguiente parte, que espero que disfrutéis mucho :D.


    SPOILER (click to view)
    Una vez más, ¡Los spoilers! Todo sea por la música <3

    1. Edge Of Revolution - Nickelback
    2. Kiss It Goodbye - Nickelback


    PART VII DEFEAT THE ENEMY! A TEAM BATTLE!



    - ¡Tennessee! – Lo llamó Sir Galleth. - ¡¿Qué hacemos?!
    - ¡¿Por qué demonios me lo preguntas a mí?!
    - ¡Tú eres el que hace los planes! ¡¿O no?!
    - ¡Por supuesto que no!

    Su fuga de la cárcel había empezado bien, al menos la primera fase que se trataba de rescatar a los chicos. Seguramente, cuando Bentley se enterase de esto –si es que no se había enterado ya-, la bronca que les echaría no se la quitaría nadie. Pero eso era algo que ahora mismo, a ninguno le interesaba. En este mismo instante, lo realmente importante era escaparse y con la presencia de Shadow Cooper, todo indicaba que las cosas se complicarían… Y mucho.

    No paraban de salir guardias de la prisión, y las alarmas no dejaban de sonar escandalosamente, razón por la cual Shadow se vio atraída por el ruido. Sly y Rioichi continuaban peleándose contra los policías, pero con un poco de suerte, el resto del grupo les fue a ayudar. Pudieron seguir avanzando a pesar de todo este follón que en poco tiempo se había montado por un fallo estúpido en los planes de Tennessee. Aunque para nadie era de extrañar, cuando después de todo se trataba del americano: un amante de los problemas ajenos –“virtud” que el propio Sly había heredado, al parecer-.

    Empezaron a correr, sin dejar a Selvi atrás al ser el más vulnerable. Rioichi se las apañaba para protegerle bien mientras Sly y Dynamo cubrían las retaguardias, siendo Tennessee y Sir Galleth los que se ocupaban de los laterales para una mayor protección en el grupo. Sin embargo, Shadow Cooper se plantó delante de ellos, con los brazos cruzados y con su bastón en su mano izquierda. Tenía los otros dos pequeños garrotes en su espalda. No obstante, el americano era el que mejor sabía que ahora no podían detenerse, lo cual sólo significaba una cosa: debían pasar por encima de Shadow y eso sólo sacaba un problema más: un duro enfrentamiento contra ella.

    Era demasiado evidente que Shadow estaba en contra de ellos y no se la quitarían de en medio tan fácilmente.

    Intentaron evitarla al pasar por la derecha, dejando de ir hacia adelante para saltar las vallas, pero Shadow se las apañó para hacerlos caer de los duros muros, enviando ráfagas de aura usando su bastón. Sly y Rioichi cayeron al suelo pero con suerte, evitaron que por la caída, Selvi que estuvo en la espalda del maestro ninja, pudiera hacerse daño. Buscaron otra salida mientras quitaban de en medio a los guardias que estaban demasiado cerca de ellos. Pero no lo tenían nada fácil porque Shadow continuó atacándoles sin piedad.

    - ¿Qué hacemos? – Preguntó Dynamo. – No hay modo de que podamos hacer nada teniéndola a ella de enemiga. – Dijo mientras daba un par de puñetazos por aquí y por allá a varios policías.
    - ¡Si tan sólo tuviéramos a mano nuestros bastones…! – Se quejaba Sly, que cubría en todo momento a Selvi mientras el zorro rojo y Rioichi cooperaban en este mismo detalle.
    - Vosotros cuatro ocupaos de salir. – Tennessee se puso delante del grupo. – Yo me haré cargo de ese mapache. – Obviamente se refirió a la chica, anulando las ráfagas aurales de ésta cuando el americano hizo girar velozmente su wínchester, neutralizando así las ofensivas.
    - ¡Tennessee! ¡Ya lo intentaste antes y…! – Iba a decirle Dynamo.
    - ¡No importa! ¡Sé que fui derrotado pero esta vez no será igual! – El aludido se adelantó, totalmente decidido a plantar cara. - ¡No conozco la palabra rendición, así que marchaos! ¡Yo me haré cargo de esa payasa!
    - ¿Estás seguro? – Preguntó Selvi. – Ella es una enemiga formidable, no lo vas a tener nada fácil.
    - Soy consciente de ello. – Miró de reojo al zorro albino. – Pero… ¿Soy un Cooper, o no? – Sonrió. - ¡No os preocupéis por mí! ¡Voy a estar bien! – Alzó su mano derecha. - ¡¡Es hora de volver a la carga!! ¡Y a tener mi revancha!
    - Pero Tenny… - Selvi tragó saliva, no muy convencido a pesar de la clara determinación del pistolero.
    - ¡Soy Tennessee “The Kid” Cooper! ¡No tengo nada que lamentar! ¡Y jamás me daré por vencido! ¡Así ha sido siempre, así he vivido siempre y no lo voy a cambiar nunca! – Alzaba la voz, para destacar todavía más su posición. - ¡¡Marchaos de una vez!!

    El grupo se miró entre sí, menos Sir Galleth que permaneció observando al americano muy sorprendido. Observó luego a los demás, y suspiró. Sly y el resto, asintieron y empezaron a buscar otro punto de salida mientras Tennessee se quedaba frente a Shadow, desafiándola tras apuntarla con su wínchester y decidido a no cambiar de opinión. Él iba a ser su rival nuevamente, y las consecuencias las asumiría sobre la marcha. Más mientras pudiera darles tiempo a los demás a huir, él estaría de pie, aguantando lo que fuera que pasase.

    Sin embargo, Tennessee reaccionó y miró hacia atrás cuando sintió una mano posarse en su hombro derecho. Vio a Sir Galleth ahí, a su lado.

    - ¿Pero qué estás haciendo? – Preguntó el americano.
    - No te voy a dejar solo con semejante enemigo, ¡Es mi deber como familia tuya, apoyarte!
    - ¡¿Eres estúpido o qué, inglés de mierda?! ¡Ya dije que me ocuparía yo de este asunto! ¡Tengo una revancha pendiente con esa enferma mental! – Señaló a Shadow que también parecía algo sorprendida por la presencia de Sir Galleth.
    - Soy perfectamente conocedor sobre vuestra posición, valeroso pistolero, ¡Sin embargo no os puedo dejar en solitario frente al peligro! – Volvió a exclamar, apretando su puño izquierdo para hacer énfasis. - ¡Dejad que os ayude en agradecimiento por ocuparos del rescate de nuestros camaradas!
    - Cht… - Hizo y resopló. – Está bien, haz lo que te plazca. Pero como te metas en mi camino te prometo que te voy a pegar un tiro y vas a lamentarlo mucho.
    - ¡No hay problema! – Alzó su brazo. - ¡Yo confío en vos!
    - ¡Ah! ¡Vete a la mierda! – El americano ocultó parte de su rostro con su sombrero. - ¡Pero basta de cháchara! ¡Es hora de la acción! ¡Vamos a por todas! – Exclamó.
    - ¡¡De acuerdo, compañero!! – Sir Galleth lucía muy feliz. - ¡Esto será pues una batalla en equipo! – Extendió su mano hacia Tennessee, dándole a entender que deseaba que la estrechase.
    - Eres tan… - Iba a decir hasta que suspiró. Escupió en su mano para estrechar la del inglés, que se quedó extrañado y un tanto asqueado. - ¡Que sea lo que el destino quiera!

    Tennessee se alejó inmediatamente y fue hacia Shadow, neutralizando sus ráfagas aurales nuevamente. Preparó su mango en forma de C puntiaguda, para golpearla pero la chica lo esquivó sin demasiados problemas. Actuó tan velozmente que inmediatamente después, envió al pistolero a la otra punta del recinto, sin embargo, ella acabó del mismo modo cuando Sir Galleth había imitado sus mismos ataques físicos.

    Por supuesto, Shadow no le vio venir.

    Tennessee se levantó y comenzó a dispararle a la muchacha, que simplemente parecía “desvanecerse” en el aire de lo rápida que era. Apareció en la espalda del americano, intentando asfixiarlo cuando rodeó con fuerza su cuello, ejerciendo presión contra el mismo. No obstante, Tennessee se las apañó y sin necesidad de la intervención de Sir Galleth, la alejó a base de patadas en el estómago lo suficiente fuertes y constantes que sirvieron para que ella lo liberase.

    Aunque eso no fue todo. Sir Galleth fue ingenioso y con su lanza, rodeó el tobillo de la chica para hacerla caer al suelo tras arrastrar hacia atrás su pie. Shadow se estampó contra el suelo y en cuestión de segundos, el inglés trataba de mantenerla inmovilizada de manos y pies. Tennessee quiso ayudarle en esta tarea al no ser capaz de dispararla porque, después de todo, vinieron a Bruselas por ella, al aceptar la petición de Light y ayudarle.

    No obstante, su estrategia no funcionó.

    Shadow comenzó a gritar de la concentración y ambos Cooper pudieron apreciar el aura amarilla de la chica rodearla cada vez más. Era tan fuerte que comenzó a hacer serias grietas en el suelo, hasta comenzar a arrasar con éste y hacer de un pequeño bache, un pedazo de hueco enorme que hizo caer a cientos de guardias que estaban presentes. Menos mal que el recinto era grande, que si no…

    Automáticamente, la onda expansiva los alejó a los dos y Shadow se liberó de ellos. Sir Galleth suspiró, sintiendo que el esfuerzo hasta ahora había sido en vano porque la chica todavía lucía con mucha energía. Tennessee apretaba su mandíbula, y sus ojos mostraban su creciente molestia. Entonces, no dudó en alzar su wínchester para disparar contra la joven que simplemente desapareció de su posición.

    - ¡Ah! ¡Ya no está! ¡¿Cómo ha hecho eso?! – Sir Galleth se quedó impresionado.
    - ¡Otra vez ese jodido truco! ¡Ah! ¡Esta chica es un fenómeno! – Se quejaba el americano. - ¡Vigila tu espalda, Galleth! ¡Es un consejo que puede hacer la diferencia de tu muerte o seguir viviendo!
    - ¿Sabéis? ¡Eso no ha sido agradable!
    - ¡No pretendía serlo!
    - ¡AAY! – Se quejaron los dos cuando salieron volando por los aires cuando Shadow, encima del muro nuevamente, había creado una ráfaga aural que los levantó a los otros dos del suelo para estamparse contra el mismo a varios metros.

    Quedaron cubiertos de polvo y trozos de rocas, así como muchos guardias que intentaron ir a por ellos de no ser porque Tennessee se levantó rápidamente y empezó a dispararles a los más cercanos. Sir Galleth se puso de pie, sacudiéndose sus ropas.

    - Esto no va para nada bien… - Decía el inglés, medio tosiendo.
    - ¡¿No me digas?! ¡No me había dado cuenta! – El enojo de Tennessee era tal que fue puramente sarcástico. - ¡Mejor piensa una manera de salir de aquí! ¡Con tantos guardias estorbando, acabaremos entre rejas en menos de un abrir y cerrar de ojos!
    - Mmm… - Sir Galleth miraba su entorno. - ¿Qué tal eso de ahí? – Señaló lo que parecía una puerta de escape subterránea. – Podría servir, ¿No crees?
    - ¡Joder! ¡¿Cómo no he podido verla?!
    - Eres muy impaciente.
    - ¡Cállate! ¡Debemos de llegar ahí cuanto antes!

    Los dos asintieron, poniéndose inmediatamente de acuerdo en usar esa puerta para escapar. Lo único que habían hecho hasta ahora era distraer a Shadow para evitar que fuera contra Sly y el resto, y su estrategia había funcionado. Una vez el humo por la onda expansiva de Shadow se dispersó, pudieron tener una mejor visibilidad de su terreno. Shadow apareció y por poco no les daba con alguno de sus golpes, porque ambos se apartaron y ella pasó por en medio. Revotó en el suelo con sus pies, casi como si saltara para alzarse del mismo e ir nuevamente a por ellos.

    Entonces, Sir Galleth usó su lanza a modo de bate de béisbol, enviando a la muchacha a la otra punta. Tennessee lo celebró ampliamente, por esa buena “jugada”, lo cual sonó a chiste malo. Rápidamente aprovecharon ese momento para correr hacia la puerta. Tennessee se las apañó para abrirla y dejó que Sir Galleth fuera el primero en pasar para mantenerlo seguro. Justo cuando el americano entraba, Shadow fue a por él.

    - ¡¡No escaparéis!! – Gritó ella, intentando alcanzar la puerta con sus manos.
    - Kiss it goodbye to the “no door”!! – Se burló Tennessee, terminando de cerrar la puerta contra la cual se estampó la chica.

    Tennessee y Sir Galleth lograron escapar de Shadow y en cuanto bajaron las escaleras, se encontraron con un túnel subterráneo por el que comenzaron a correr, sin saber a dónde terminarían, pero más valía esto que seguir ahí en la prisión a merced de sus enemigos, rodeado de guardias y con la temible Shadow por rival. Por esta vez… La derrotada había sido ella, debido a la burla del americano que gritaba por el túnel celebrándolo.

    Sir Galleth se reía de vez en cuando por sus palabras, entendiéndole a medias en ocasiones por el diferente vocabulario inglés de ambos, ya que el de Sir Galleth era más antiguo y complejo, y el de Tennessee… Más vulgar y despectivo. No obstante, a Sir Galleth le gustaba ver al americano tan feliz como ahora. Le resultaba un tanto extraño verle con una sonrisa tan sincera como esa, ya que Tennessee raras veces sonreía así.

    - Oh, oh… Amigo tenemos un problema. – Avisó Sir Galleth, al mirar hacia atrás.
    - ¿Qué pasa? – Cuestionó el otro.
    - ¡¡Esa dama nos persigue!! – Señaló con su lanza.
    - ¡¡Me cago en…!! – Tennessee se detuvo y justo cuando Shadow apareció, a punto de alcanzar a Sir Galleth. - ¡Tu casa no está por aquí! ¡Es por allí! – La cogió por la espalda, lanzándola por la dirección contraria a la que había llegado y tirándola al agua de al parecer: el alcantarillado. - ¡Buen viaje!

    La vieron desaparecer por la corriente del agua que iba en dirección contraria. Sir Galleth se quedó sorprendido por la acción del americano y los dos, siguieron corriendo, en mutua compañía tras perder de vista a la chica, a quien definitivamente habían derrotado.


    * * *



    Bueno, aquí termina la séptima parte. Espero que os haya gustado, acepto toda clase de comentarios excepto aquellos ofensivos :V. Muchas gracias por leer y/o comentar, no podría seguir adelante :D. Nos veremos en la próxima actualización.

    See'ya!
     
    Top
    .
  14.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Escritor master
    Posts
    11,057
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Kaiku-kun torna! Contenta que estaves, doncs ara més!

    Una vegada més em rendeixo a la teva capacitat de donar-lis caràcter singular als personatges. No, en serio, el moment entre Tenny i Sir Galleth abans de la batalla ha sigut supertendre, em venen ganes de shipejar-los collons! M'ha fet molta gràcia que per venjança de l'amabilitat extrema del britànic, en Tenny ha fet un "pacto de escupitajo", com diuen als Simpson XD que asquito jajaja

    No esperava menys de Shadow. Quan he vist que entre els dos la tenien immobilitzada i Tenny ja pensava en portarla cap a la guarida per retrobar-se amb en Light, he pensat "... si, i uns pebrots". Ja tardaves a fer esclatar el terra jajajaja i per un segon pensava que Shadow es quedaria allà a la presó, quan Tenny li havia tancat la porta als morros XD golpe de aura y ale, a seguir persiguiendo XD menos mal que després l'aigua bruta la ha mantingut desconcentrada jaja per fi poden marxar en pau, aquest parell XD

    I bueno, fins aquí XD com diu el Wyoming (el tío de El Intermedio), "mañana más, pero no mejor, porque es imposible" XD
     
    Top
    .
  15.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    imgboxAll The Voices Can Be Heardimgbox

    Group
    Escritor master
    Posts
    24,884
    Location
    4Y 9M RIP GBE

    Status
    Anonymous
    ¡Muy buenas pajaritos y pajaritas! Lamento muchísimo la tardanza, he estado liada con otras cosas :V, pero trataré de que este fic siga adelante, no voy a abandonarlo. Gracias por vuestra paciencia.

    Kaiku-Kun: Merci pel review, i sí, Tenny i Sir Galleth fan molt bona parella, llàstima que en aquest fic no vagin a ser-ho pas, y'know :V. Perdona que trigués amb aquest fic però aquí et deixo la següent part, disfruta-la tant com vulguis :D


    SPOILER (click to view)
    He aquí la música usada para la octava parte:

    1. Sly 2 - Museum OST


    PART VIII CANE OPERATION!



    Las horas habían transcurrido. Tennessee y Sir Galleth habían llegado hasta el piso franco que les servía a sus compañeros y ellos para esconderse. Afortunadamente, quedaba cerca del centro urbano de Bruselas. Bentley no evitó echarles sus típicos sermones por el riesgo al que se habían expuesto innecesariamente, aunque básicamente todo lo ocurrido había sido obra del propio Sir Galleth y su impaciencia. De todos modos… Algunos de ellos agradecieron al mapache inglés por sus agallas y su iniciativa. Bentley se quedó sin argumentos para seguir culpabilizando a Galleth, así que cambió de tema como ya era de esperar.

    - Bien, dado que estamos ya todos reunidos de nuevo…
    - ¡Y menudo milagro, por cierto!
    - Cállate Tennessee. – Le regañó Selvi.
    - Deberíamos averiguar la manera de alejar a Shadow de…
    - Bentley-san. – Habló de repente Rioichi, interrumpiéndole. – Disculpa que me adelante pero hay algo importante.
    - Claro, ¿Qué sucede Rioichi? – Accedió la tortuga, sabiendo que con el japonés todo era mucho más sencillo dada su buena faceta comprensiva.
    - Nos faltan nuestros bastones, a Sly-san y a mí. – Contestó el ninja. – Creo que también los artilugios de Selvi-kun y Dynamo-kun.
    - Es verdad, nos los confiscaron. – Ambos zorros hablaron al unísono.
    - Ya decía yo que echaba algo de menos en vosotros. – Tennessee estaba asomado en la ventana, como vigilando. – Menuda pandilla de inútiles, siempre dando problemas.
    - Oye, que no fue nuestra culpa. – Reprochó Sly. – Shadow nos tendió una trampa de las buenas, no supimos predecirlo. Oye Light… - Se giró ver al otro. – Tal vez deberías venir con nosotros y ayudarnos con nuestra misión, ¿no te parece?
    - Yo…
    - Ahí es cuando le doy la razón a este idiota. – Se adelantó Tennessee. – No has movido el culo desde que aceptamos ayudarte. Estamos haciendo todo el trabajo sucio mientras tú estás aquí tan ancho, sin hacer nada. – Dijo. – Digo yo que serás útil para algo más que para no hacer absolutamente nada. ¿A lo mejor si Shadow te ve, podría reconocerte? Eso sería una gran ventaja.
    - Es un buen punto el que propones Tennessee pero… - Light tragó saliva. – Si lo que Bentley dijo es cierto y le lavaron el cerebro o algo así… no creo que…
    - Pienso que hay que intentarlo. – Comentó Rioichi. – Podrán manipular la mente pero nunca el corazón. Podrás ayudarnos con eso.
    - ¿Seguro que será suficiente?
    - Por supuesto… ¡Que no! – Rio el americano. - ¿Qué te crees? ¿Qué esto será en un abrir y cerrar de ojos? Esa chica es rara pero es un peligro a pesar de todo.
    - Entonces mi buen amigo… ¿Qué proponéis vos? – Como no, Sir Galleth se añadió a la conversación.
    - Propongo que cierres el pico y dejes a los listos pensar.
    - ¿Eso lo decís por vos?
    - ¡Ah! ¡Que alguien me quite a este británico de la cara!
    - Vamos Tennessee-san, a veces Galleth-san también da buenas ideas. – Dijo Rioichi para relajar el ambiente. - ¿Qué piensas que deberíamos hacer, Galleth-san?

    El inglés miró sorprendido al japonés. Raras veces le daban la oportunidad para opinar sobre algo, quizá porque siempre había metido la pata… o casi siempre. A Sly en algunas ocasiones no pareció importarle que cometiera esos errores ya que eventualmente lograron sus objetivos de todas maneras.

    Sir Galleth sonrió como nunca y rascó su nuca, aprovechando que no usaba su casco. Bentley y Alice le ayudaron en cuestión a la vestimenta, para que no usara siempre esa pesada y ruidosa armadura. Rioichi esperó en silencio a que dijera algo, así como el resto. Resultaba un tanto extraño tanto sosiego… y eso Sly era el primero en pensarlo.

    - Mmm… - el inglés cruzó sus brazos, llevando su mano derecha al mentón donde resaltaba su perilla. – Pienso que deberíamos ir a por vuestros bastones. Son nuestras más fieles y allegadas armas.
    - Estoy de acuerdo con él. – Siguió Sly. – Los necesitamos, siempre nos son útiles para cualquier cosa.
    - ¿Decidido entonces? – Preguntó Rioichi, mirando a los chicos en general. – Entonces nuestra misión consistirá en encontrar nuestros bastones.
    - ¿Y qué hay de nuestras cosas? – Habló Selvi.
    - Por supuesto, también hablaba de eso. – Dijo el ninja. – Pero no podemos ir todos, y menos con lo que ha pasado. Debemos hacer un grupo pequeño que sea… eficiente, en cuestión a sigilo.
    - Bien, yo me quedo aquí. – Dijo Tennessee. – Soy el más escandaloso de todos cuando me lo propongo y si no vamos a liarla, entonces paso.
    - Pues uno menos. – Sly se quedó tan ancho. - ¿Qué hay de ti, Bruce? A lo mejor puedes echarnos una mano.
    - ¿Yo actuar con unas ratitas peludas como vosotros que sólo sabéis hacer locuras? Nah, paso.

    Sly suspiró y miró a Rioichi a ver qué decía él. El japonés permanecía pensando, con los ojos cerrados y los brazos cruzados. Sir Galleth lucía un tanto inquieto, dado que deseaba ir pero se temía volver a cometer un error de los suyos y echarlo todo a perder.

    - Sin tus protecciones, y yendo con ropa ligera, eres igual de sigiloso que nosotros, ¿O no, Galleth-san? – Habló de nuevo Rioichi, viendo asentir al otro. – Bien, creo entonces que seremos Sly-san, tú y yo.
    - ¿De verdad? – Preguntó el inglés sorprendido. Parecía que el universo se había puesto de su parte. Antes quiso acción y la buscó al no tenerla. Y ahora… parecía que la tendría de sobras.

    No estaba demasiado seguro de si se trataba de un golpe de suerte, o que Tennessee funcionaba algo así como un talismán que atraía la fortuna –aunque tampoco entendió a qué venía tal disparate-, pero sin duda… se sentía muy contento. Nunca, hasta este momento, había podido actuar con Rioichi. De hecho… a excepción de Sly, parecía que ninguno había actuado a su lado para cualquier misión.

    Todos tenían más que claro que en cuestión a experiencia, Rioichi era uno de los más veteranos. Él mejor que ninguno sabía lo que debía de hacer, cómo actuar y sobretodo: nunca perder la calma. No por algo era un ninja experto, y por supuesto todo un maestro del robo. El simple hecho de poder ir a su lado, para Sir Galleth era todo un honor.

    De alguna forma le había admirado mucho, a pesar de que el propio Sir Galleth era muy anterior a Rioichi en cuestión a cronología.

    - Sólo debemos pensar dónde encontrar los bastones, y los artilugios de Selvi-kun y Dynamo-kun. – El maestro del aura continuaba pensativo.
    - ¿Tal vez si improvisamos lo descubramos? – Sonrió Sly con las manos ligeramente alzadas tras encogerse de hombros.
    - Yo os puedo sugerir algo. – Habló Tennessee captando la atención. – Os confiscaron los bastones antes de entrar en prisión, ¿No es así? Entonces, no deben de estar fuera de ésta. – Dijo pero no obtuvo respuesta. – Quiero decir que algún guardia o alguien deba estar guardándolo todo en algún lugar cercano a la cárcel. De hecho, Rioichi, tú deberías poder encontrarlo. Nuestras auras también se almacenan en nuestros objetos, especialmente los más cercanos así que podrás hacerlo.
    - Cierto, pero para localizar y sentir el aura necesito acercarme al lugar en el que estén.
    - ¡No es problema! – Habló Sir Galleth. - ¡¡Yo os guiaré mi buen camarada!! ¡No hay nadie mejor aquí que yo en exploración!
    - Sí, salvo la última vez que casi te matabas tú solo. – Se rio el americano, haciendo que Sir Galleth se deprimiese brevemente.
    - Pues… ¡Bien que vos acudisteis a rescatarme!
    - ¡Lo hice porque me dabas pena!
    - ¡No es cierto! ¡Cuando os di ese abrazo os vi feliz en el fondo!
    - ¡¿Qué, qué?! ¡Vale, decidido! ¡Vas a morir!
    - Venga vosotros dos, dejad de discutir. No tiene sentido. – Intervino Sly antes de que empezaran una pelea sus dos familiares.

    Rioichi permaneció observando a los chicos en silencio, viendo a Sly calmando el asunto entre el americano y el inglés. Esos dos parecían no saber convivir demasiado bien en armonía. O eso, o es que el odio ciego de Tennessee era absurdamente incoherente. Aunque el japonés le dio vueltas al asunto de los bastones. No conocía muy bien el mundo moderno en el cual se encontraba viviendo ahora, pero con la poca experiencia que tenía de éste gracias a sus vivencias con Sly y los chicos, iba aprendiendo con bastante rapidez.

    Si bien el aprendizaje estaba en su lista de virtudes. Miró a Selvi y a Dynamo que no parecían muy seguros de que las cosas pudieran salir bien, lo cual era extraño porque era Dynamo el más optimista de los presentes la mayor parte del tiempo. Quizá es que los últimos sucesos le habían creado alguna pequeña inseguridad. No era para menos, después de todo. Shadow había demostrado ser implacable.

    - Un cuartel. – Habló entonces Rioichi.
    - ¿Disculpa? – Bentley alzó una de sus cejas al oír al mapache.
    - Un cuartel de vigilancia próximo a la cárcel. ¿Existe un sitio así?
    - Existir existe pero… ¿Por qué?
    - Si bien los bastones pueden estar allí. Algún edificio cercano donde haya gente trabajando como policía podrían estar velando por los bastones.
    - Eso tendría sentido. – Dijo Bentley. - ¿No crees que sería demasiado evidente que pensaran que iréis a recuperarlos?
    - Sí, eso ya lo sé.
    - Mm… Rioichi, ¿Qué tienes en mente exactamente? – Preguntó la tortuga.
    - ¿Qué? ¿Todavía no lo pillas, Bentley? – Rio Tennessee cuando dejó de lado su disputa con Sir Galleth. – La pasma espera a que vayamos a recuperar lo que es nuestro pero… lo que sí no esperarán es un segundo problema en la cárcel. De eso está hablando. Causar un escándalo en prisión para distraerlos, sabiendo que acudirán para ayudar y es entonces que uno de nosotros irá a por los bastones. – Miró al japonés. – Vaaaaya… quién me iba a decir que pensarías tú en algo así, eso sería más propio de mí.
    - Yo aprendo de los demás observando, Tennessee-san. Tal vez tú algún día puedas hacerlo también.
    - Espera, ¿me estás llamando tonto en mi cara?
    - ¿Tal vez? – Rioichi esbozó una desafiante sonrisa.
    - Jeh… Jejejeje… - Rio. - ¡Me gusta!

    Sly se llevó la mano a la cara. Entonces, los chicos le dieron el tiempo necesario a Bentley para poder encontrar el lugar que Rioichi había descrito. Y en unos minutos lo encontró, explicando dónde quedaba. Entre él y el grupo que iría, estuvieron organizando el cómo llevar a cabo la misión que bautizaron como: “Operación bastón”. Un nombre gracias a Sly. Rioichi continuó atento a las indicaciones de Bentley y mirando la pantalla de su ordenador portátil, donde había un mapa hecho digitalmente con gran precisión.

    Uno no se podía esperar menos de Bentley. Entre Selvi y él, eran un equipo temible y ambas bandas se beneficiaban ampliamente de sus grandes habilidades tanto tecnológicas como inventoras y mecánicas. Por supuesto… Sir Galleth entendía menos con cada palabra. Él… más bien alucinaba en colorines de la tecnología. Sly ni se molestaba en explicarle las cosas.

    Bentley se mantuvo con su preferencia de explicárselo a Rioichi, con tal de que Sly escuchase, y le resolviese las pequeñas dudas que tuviera, que básicamente eran pocas. Para Dynamo y Selvi era divertido ver a los tres mapaches atentos a una sola persona, y frente a una pantalla. Una vez Bentley terminó su teoría, dejó que los tres se preparasen y luego se marcharon.

    Era por la tarde, y había bastante tráfico. No les era nada nuevo actuar de día, porque tampoco era la primera vez, ni sería la primera vez que lo hicieran. Sólo… debían ser cautelosos, de no ser vistos. Sly solamente se preocupaba más de Sir Galleth aunque Rioichi lucía muy calmado, aunque eso tampoco era extraño en él. Rioichi siempre estaba tranquilo pasara lo que pasara. Sly a veces dudaba de si eso era bueno o malo, le inquietaba porque el japonés solía tener buenas ideas para las situaciones.

    Estaba claro que el ninja tenía el mejor índice de adaptación frente a las circunstancias.

    - ¿Por dónde quedaba ese edificio? – Preguntó Sir Galleth.
    - Pues… A unas cuantas calles desde aquí.
    - Debemos seguir recto hasta aquella del fondo. – Señaló Rioichi. – Luego tendremos que girar hacia la izquierda para subir. Seguiremos la carretera, daremos un rodeo y en teoría tendríamos que estar próximos a nuestro primer objetivo.
    - ¿Te has memorizado el mapa? – Preguntó Sly.
    - Más o menos. Los barrios de esta época son un poco más complejos que los de la mía pero una vez los aprendes y te adaptas, se vuelven sencillos.
    - Disculpad mi atrevimiento pero este servidor no comprendía demasiado bien la teoría del inteligentísimo Bentley.
    - Básicamente Bentley-san nos explicó una manera de llegar a nuestro primer objetivo, aunque, ahora que hablamos de eso… - Se detuvo en un techo. – Debemos poner claro que somos un equipo de tres pero sólo uno puede ir a por nuestros bastones y las cosas de Selvi-kun y Dynamo-kun.
    - Yo puedo ocuparme de eso. – Dijo Sly. – Estoy acostumbrado a recuperar objetos.
    - Olvídalo, iré yo. – Rioichi llevó su mano a la cadera tras ponerse mejor la capucha que cubría su cabeza, a excepción de sus orejas que siempre sobresalían. – Sly-san, tú tienes un parecido importante con Tennessee-san en cuanto a causar problemas se refiere.
    - Claaro, cla… ¡Oye!
    - Galleth-san puede ayudarte con ello. Todavía no estoy seguro si es tan hábil con esa misma “capacidad” – resaltó con las comillas usando sus dedos. – pero… teniendo en cuenta lo charlatán que es a veces y lo rápido que alza la voz, los guardias no tardarían en oírle.
    - Jo… yo más sólo deseo hacer el bien.
    - Y lo estarás haciendo Galleth-san. Ése es el plan. – Dijo Rioichi, poniéndole una mano en el hombro. – Se trata de hacer escándalo en la prisión, vosotros dos sois los más indicados. Yo no valgo para esas cosas, no va con mi carácter.
    - Vamos Rioichi-sama… eres un Cooper, ¡Lo llevas en las venas!
    - Un ninja ante todo es sigiloso, y ligero como el viento. Vosotros dos ocupaos de ir a la prisión en cuanto la veamos, del resto me ocuparé yo.
    - ¡Em…! ¡Esperad! Insisto… ¿No vais a necesitar ayuda, mi buen camarada?
    - No, yo no. Pero Sly sí. Céntrate en eso, Galleth-san.

    Galleth resopló casi desanimado aunque Sly echó una pequeña risilla. De ese modo, continuaron moviéndose entre cables eléctricos de las calles, toldos, farolas y otro tipo de rincones inhóspitos que sólo ellos usarían para abrirse camino, hasta su objetivo. Se oían con gran claridad a los coches, y alguna que otra discusión de algún que otro conductor enfadado. Parecía una escena muy típica en el denso tráfico de Bruselas dado que muchos ciudadanos no lucían alarmados o algo por el estilo.

    A Sir Galleth se le hacía curioso, aunque Sly le llamaba para que no se distrajera. En más de una ocasión, Sir Galleth estuvo a punto de caerse de uno de los cables eléctricos, agarrándose con las manos. Sly le ayudó, mientras Rioichi llevaba su mano a la cara. Bueno, esto era mejor que no el escandaloso de Tennessee. Más tarde, recorrieron una larga distancia y vieron la prisión, por fin. Sir Galleth y Sly se miraron entre sí y asintieron, para despedirse momentáneamente de Rioichi que se quedó solo y continuó a sus anchas.

    Le vieron desaparecer en un abrir y cerrar de ojos, como ya era de esperarse. Entonces, el francés y el inglés se dirigieron hacia la prisión.

    - Creo que la otra vez salimos por aquí. – Decía Sly en voz baja. – Esta vez tenemos la ventaja de que las torres de vigilancia no usan esas estorbosas luces.
    - ¿No hace falta subir por los muros? Digo, porque mi buen amigo el americano y yo los escalamos la primera vez.
    - Nah, tranquilo.

    Se pegaron de espaldas al muro durante unos instantes justo cuando un guardia de la torre se giraba para ver si había algo. Unos momentos después, pudieron continuar. Sir Galleth vio entonces la alcantarilla y avisó a Sly de ello. El francés dio una oportunidad a la idea del británico. Entraron por la rejilla, encontrando un pasillo subterráneo que Sir Galleth comentó haber usado para salir y regresar con ellos tras distraer a Shadow la última vez. Sly sintió un poco más de seguridad usando esta ruta alternativa, y pensando al mismo tiempo que Rioichi estaría esperando a que ellos lograran su objetivo.

    Eso de liarla en prisión le divertía, pero por otra parte le inquietaba. Hacerlo, significaba posiblemente atraer de nuevo la atención de Shadow y, sinceramente… no tenía muchas ganas de enfrentarse a ella. Era una mujer fuerte, ¿Quién sería el guapo de desafiarla sin antes acabar aplastado? Era muchísimo peor que Carmelita Fox, si es que eso podía ser posible.

    - Es por aquí. – Sir Galleth era quien guiaba a Sly.
    - ¿Estás seguro que esto es buena idea?
    - Mi buen amigo el americano y yo pasamos por aquí.
    - ¡Pero eso fue para salir!
    - Más también sirve para entrar, ¿No es así?
    - Siempre y cuando podamos escondernos después. ¿Por qué lugar queda?
    - Mmmm… - Se detuvo para pensar. - ¡Creo que en pleno centro del patio!
    - ¡¿Qué?! ¡Oh por el amor de Dios!
    - ¡Tranquilidad! ¡Este servidor tiene un plan!
    - Más te vale, ¡Más te vale! – Dijo. – “No quisiera que Rioichi se decepcionase con nosotros.” – pensó.

    Finalmente llegaron a la apertura. Sir Galleth fue el que subió, para abrir. Tuvo que hacerlo con cuidado. Sly le comentó que vigilara sobretodo las torres con los guardias. El inglés entonces mencionó sobre esperar hasta la noche pero sólo le sirvió para llevarse un regaño, recordando que Rioichi también estaba en el plan y estaría en su posición hasta que ellos hubieran logrado su objetivo.

    Lograron seguir adelante, salieron del túnel y lograron esconderse justo a tiempo en un rincón que pillaron. Se miraron mutuamente, y Sir Galleth observó curioso a Sly, como preguntándole qué harían a continuación. Como era evidente, Sly llevó ahora la iniciativa. No sabía cómo, pero liarla significaba eso… Liarla.

    - No habría sido tan mala idea traer a Tennessee después de todo. – Dijo Sly. – A él se le da mejor que a mí.
    - Está a otro nivel.
    - Tú mismo lo has… - Iba a decir hasta darse cuenta de las palabras de su compañero, a quien miró con mala cara. – A veces pienso que tu don para cabrear a la gente es incluso mejor que el mío.
    - ¿Yo… Cabreo a la gente? ¿Qué es eso de cabrear?
    - Oh Dios… - Sly llevó su mano a la cara. – Lo que tú conoces por sacar a alguien de quicio. – Dijo, pero Sir Galleth no cambió su cara. - ¿Sacar de sus casillas? ¿Tocarle las pelotas? – no hubo resultado. – Hm – resopló. – Enfadar, enfadar a alguien. Enfurecer, básicamente.
    - ¡Aaaah! ¡Lo pillo, lo pillo! ¡Tendríais que haber sido claro desde un inicio buen camarada!
    - ¡¡Ya lo he sido!! ¡¿Qué tal si aprendes nuestro dialecto?!
    - Es muy difícil.
    - ¡Joder! ¡Pues esfuérzate!
    - ¡EH! ¡VOSOTROS!

    Vale, después de todo su plan empezaba a funcionar. No es que discutir hubiera sido idea de Sly desde un principio pero… parece que surtió efecto. Un guardia los había visto, por el escándalo que montaron. Sir Galleth y Sly se miraron sólo para echar a correr. Entonces, el guardia dio voz de alarma y rápidamente la prisión se llenó de ruidos, gritos, policías que vigilaban corriendo por aquí y por allá, y… ¿Por qué no? Muchos de los presos chillando a todo pulmón, insultando cada cual peor que el otro.

    Esa fue la señal ideal para Rioichi, que había estado esperando un buen rato. Menos mal que era muy paciente, que si no. Vio a los guardias del pequeño cuartel salir corriendo en dirección a la prisión, aunque básicamente otros dos de ellos permanecieron para no dejar el edificio vacío, ya que de todos modos tampoco es que fuera especialmente grande. Aún así, Rioichi se las apañó. Siendo el más sigiloso del mundo, se abrió paso por los pasillos.

    Cuando sentía a alguien acercarse, rápidamente saltaba para quedarse en el techo, viendo a los guardias pasar por debajo de él sin darse cuenta de su presencia. Ya estaba acostumbrado a hacer esto. Siguió avanzando, hasta llegar a una sala siendo protegida por un guardia que no parecía tener la intención de moverse de allí. Lo peor es que era otro pasillo con algunas celdas cercanas. De todos modos… Rioichi se las apañó. Hizo algunos ruidos, y con eso atrajo la atención de su objetivo que por curiosidad se acercó, aunque también por los sospechosos que eran los ruidos.

    En cuanto estuvo lo suficientemente cerca, Rioichi se abalanzó sobre él, dejándole inconsciente en cuestión de milésimas de segundo. Ser un maestro ninja, tenía sus grandes ventajas. Rápidamente cogió las llaves y con ellas abrió la sala, encontrando sin mucho esfuerzo los bastones y los objetos pertenecientes a Selvi y a Dynamo. Distribuyó bien cada objeto por su cuerpo. Ahora que tenía su bastón en mano, todo sería mucho más sencillo.

    Llegó el momento de salir. Había una ventana, que estaba muy cerrada con seguridad. Romper el cristal con su bastón era inútil, porque era de madera pero… decidió usar el de Sly, dado que era de oro macizo. El bastón de Sly era el más especial de la estirpe, era la llave que abría la Cámara de Cooper que el Dr. M intentó abrir para apoderarse del botín que había dentro, hacía ya mucho tiempo. Ese bastón, siempre pertenecía a cada Cooper que era escogido como el guardián que protegiese el legado y la fortuna de la familia.

    Es por eso que un bastón de tal importancia, merecía ser uno de los mejores. Por eso era tan pesado, aunque a manos de Sly pudiese lucir ligero.

    Rioichi comenzó a golpear el cristal con fuerza con el bastón, lo hizo varias veces sin dudarlo. La ventana comenzó a obtener grietas hasta romperse. Justo en ese momento varios guardias vieron a Rioichi de espaldas. Intentaron atraparle, pero fue inútil. El mapache saltó potentemente y fue libre antes de que llegaran tan siquiera a alcanzarle. Así pues, salieron corriendo, pero ya sería en vano.

    Rioichi aterrizó en un camión casualmente aparcado. Saltó al suelo y muy ágilmente llegó hasta la prisión. Se preocupaba por si a Sir Galleth y a Sly les hubiese pasado algo pero… sentía sus auras moverse inquietas, y eso le bastó para saber que estaban bien. Siguió el rastro y entró en la prisión por cualquier hueco que encontró. Los vio salir, a sus familiares, al patio así que él corrió para abrir la puerta del túnel que había localizado con sus ojos castaños, a distancia.

    - ¡Rápido, vamos, vamos! – Les metió prisa.
    - ¡Sabía que llegarías justo para echarnos una mano! – Sly saltó hacia el túnel.
    - ¡Muchas gracias, buen camarada! – Sir Galleth hizo lo mismo y tras él, el propio Rioichi.

    Se escuchó varios golpetazos al otro lado, seguramente de guardias que se estamparon de pleno contra la apertura. Sly se tronchó de risa, mientras aprovechaban la ocasión para escapar de allí. Rioichi movió su mano frente a su nariz, por el mal olor.

    - Toma, Sly-san. – El maestro ninja extendió el bastón al más joven. – Esto es tuyo.
    - ¡¡¡OOOH!! ¡MI BASTÓN! ¡¡LO HAS RECUPERADO!! – Sly se puso tan contento que no dudó ni dos segundos en coger su tan preciado objeto. – Oh, ahora soy el mapache más feliz del mundo. ¡Qué digo! ¡El Cooper más feliz del mundo!
    - He recuperado las cosas de los demás, ahora debemos regresar para devolvérselas.
    - Tienes razón.
    - ¿Cómo os ha ido? ¿Muy sencillo? – Preguntó el ninja.
    - ¡Buah! ¿Sabes? No ha sido difícil pero… - Sly rascó su nuca. – Pienso que con Tennessee no habríamos tardado tanto.
    - Disculpad que no sea tan bueno como mi gran amigo, es sólo que causar tantos problemas de esa magnitud no es del todo mi punto fuerte.
    - Ya me he dado cuenta. De todos modos Rioichi-sama… ¿Por qué pensaste en Sir Galleth como una opción?
    - Galleth-san es capaz de encontrar maneras de huir o rutas para escapar en cualquier momento que sea necesario, se le ocurren buenas ideas para llevar a cabo un plan o una estrategia, es bueno improvisando y además… parece resistente en batalla. Pensé en todo eso, para llevar a cabo esto.
    - Va- vaya… - El inglés sonrió un tanto inquieto. – Quién me haría saber a mí que vos sabríais tan bien de mis, em… habilidades.
    - Tengo algo llamado ojos que me sirven para observar. Y observo, Galleth-san. – Dijo Rioichi. – Para conocer bien a tus semejantes, debes detenerte para mirar y escuchar, de ese modo podrás reaccionar en consecuencia. Hay que tener mucha paciencia para ello.
    - Algo de lo que nosotros carecemos en cierto modo. – Rio Sly.
    - Bueno, se aprende sobre la marcha.
    - Eh pero mira el lado positivo. – Sly miró a Sir Galleth. – Alguien tiene en cuenta tus capacidades.
    - Siempre tengo las de todos en mente, Sly-san. No hago favoritismos a nadie.
    - Jeje… je… Ya se ve, ya.
    - ¡¡SOIS UNA GRAN FAMILIA!! – Gritó de repente Sir Galleth rodeándoles con sus hombros. - ¡¡Vamos a celebrarlo cuando lleguemos!!
    - Oh cielos… - Los otros dos llevaron sus respectivas manos a sus respectivas caras, en una reacción instantánea.


    * * *



    ¡Hasta aquí la 8ª parte! ¡Espero que os haya gustado y hasta la próxima!
     
    Top
    .
25 replies since 26/10/2016, 18:57   928 views
  Share  
.