Para no volver (One shot) (Fudou Akio) (4/20)

Y de repente el tiempo se sintió como antes, como aquellos días de instituto en donde solíamos creernos grandes con un cigarrillo en la mano, ahogándonos con el humo.

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  1. xlarazondeser
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    Nombre: Para no volver
    Pareja: Kidou x Fudou
    Serie: Inazuma Eleven
    Historia/Edición: xlarazondeser
    Descarga directa: En blanco y negro 4/20
    Los personajes aquí presentados no me pertenecen, todos son propiedad de Level 5




    Para no volver


    (Akio Fudou)



    Y de repente el tiempo se sintió como antes, como aquellos días de instituto en donde solíamos creernos grandes con un cigarrillo en la mano, ahogándonos con el humo, fingiendo esa madurez que hasta hoy en día a muchos nos sigue haciendo falta, queriendo correr cuando el camino se disfrutaba mejor paso a paso. Ese instante fue así, con ese olor particular, con ese "no sé qué" recorriendo la espalda entera hasta llegar a la nuca, con esos recuerdos que se hacían más frescos, como si hubieran sido ayer, como si esas risas aún se escucharan tan cerca, como si los amigos aun estuvieran dando la vuelta a la calle, contando esos tontos chistes...como siempre.

    Fue entre la nostalgia, eso y unos tragos de alcohol, sus imágenes paseaban de un lado a otro en mi cabeza, como si no quisieran irse a dormir, como si todo lo vivido pudiera ser tangible, como si de una nueva oportunidad se tratara, pero era más que obvio que aquello no era verdad ¡Qué daría yo si así fuera! Pequeños suspiros escapaban de a poco, como esperando a que su voz los callara, que trajeran una vez más la calma que faltaba desde hace tiempo. Esa misma inquietud me hace voltear a mi alrededor, una pequeña foto acomodada perfectamente en el centro de la mesa se roba mi atención como en muchas ocasiones antes, su sonrisa...sus ojos.

    La promesa de no olvidarte nunca había resultado ser un arma peligrosa, no como esas que usas para terminar con todo en un abrir y cerrar de ojos, no, eso era más parecida a aquellas que mientras pasa el tiempo más se entierra en el pecho y te hace sentir un dolor inmenso, algo inimaginable, algo que destruye sin importar que hagas, tan complicada había sido mi vida desde entonces, desde aquel día en el que todo terminó, así, tan de repente, justo como comenzó.

    Las horas, los días, y así, hasta llegar a los años, tantos que pareciera mentira. Siempre con esa imagen en la mente, sin poder evitarlo y, por momentos, sin querer hacerlo, acompañado siempre por la soledad, donde no hay más palabras, ni risas, mucho menos gritos. Con pasos apresurados al salir del trabajo, pensando en cómo sería si tú estuvieras esperándome al momento de abrir la puerta del viejo departamento que guarda mis más grandes penas, sé que es tarde, que debo detenerme, concentrarme en algo más, pero parece inútil, inútil igual que yo, justo como dijiste antes de partir para siempre.

    Y vuelve ese viento, ese que recorre mis manos con prisa, como si tuviera que llegar pronto a algún otro lado, vuelve y con él el leve recuerdo de algo tan tonto que solo me hace sonreír, debo darle las gracias, hace mucho que una sonrisa sincera no se dibujaba en mi rostro. Tomo asiento en una banca del parque, de esas de color gris que escasean gracias a la insistencia de la ciudad de que todo sea verde, una fuente cercana salpica sin piedad a un par de niños, su madre recurre tan solo a cubrirse la cara con ambas manos, sabe que no hay vuelta de hoja y enojarse no va a solucionar nada, sin más que hacer tan solo advierte que no mojen a la gente que pasa; los niños a esa edad no tienen remedio, sus travesuras inofensivas no tendrán un fin pronto.

    El humo del cigarro que aun sostengo toma su propio rumbo, un suspiro más y termina de consumirse, mi mano tiembla despacio, parecen nervios o quizá la seña innegable de que debo dejar de fumar, parece sencillo, pero en la práctica no lo es tanto. Por un momento el mundo parece ir más despacio, como aquellos días en que sin permiso paseábamos por los parques con el suéter en la cintura y la mochila casi vacía, con esa adrenalina tonta que nos llenaba la cabeza pidiendo a gritos que nadie nos descubriera, como si de un momento a otro fuera a pasar algo extraordinario, como en esas viejas ocasiones, en donde todo nos sorprendía, en donde mirábamos arriba y no podíamos creer que tan grande era la ciudad, hoy, esa misma que parecía ser tan grande, la recorro en dos horas, de mala gana, aguantando el pésimo servicio de transporte público, hoy ya no sorprende nada, ni los arboles enormes en los parques, ni los grandes edificios, nada.

    Mi mirada parece perdida, como intentando reconocer un rostro entre la gente que de a poco pasa, con prisa, como siempre ocurre en las grandes ciudades, recuerdo que nunca te gustaron, la idea era irse de aquí, pero terminé por "echar raíces", de esas de las que tanto me burlaba y me quejaba, supongo que esas platicas planeando la vida eran tan solo un momento para distraer la mente, un pasatiempo más antes de entrar a una clase o salir a comer algo, como para hacer más ameno el camino, nadie hubiera pensado que todo eso no era real, bueno, quizá si, las burbujas en donde nos encerramos suelen ser tan eficientes, tanto que a veces no parece que estemos dentro.

    Y una vez más un suspiro sale de mi boca, el frío comienza a pegar con fuerza, los recuerdos se esconden a prisa, tienen miedo a mojarse y ya de camino a casa poco importa, a pasos cortos, como intentando nunca llegar, aunque siempre termino girando la perilla de aquella puerta, sola y con ese pequeño olor a humedad que nunca supe de donde venia. Las cuentas por pagar amontonándose en la mesa junto a una gran taza de café, sucia, como era de esperarse, dos sillas y un plato de comida, seguro que la cajera de aquel supermercado me debe tener bien ubicado, el único imbécil que compra comida para uno, de la barata, por supuesto, junto a una cajetilla de cigarros y de vez en cuando una o dos cervezas, mismas que nunca tomo completas.

    Pequeñas lagrimas se asoman de repente, ese olor a nostalgia volvía cargado de esas viejas imágenes, esas que parecen borrosas; amigos de los cuales apenas si recuerdo sus nombres, otros más que no tengo ni idea y unos que quisiera no recordar, esa sensación en el pecho que da un valor insospechado a esas que creíamos tontas acciones, nadie en ese momento hubiera pensado que momentos tan simples ahora tuvieran tal magnitud. Tantas cosas, tantos sueños, tantos chistes a los que nunca encontré significado, tantas personas y, entre tantas, llegas tú, más que nadie, ocupando la mayor parte de mis pensamientos, gastando mi tiempo, aunque para ser honesto el tiempo nunca ha sido un problema contigo.

    Después de tantas cosas, de las mentiras que de piadosas pasaron a crear una doble vida, una que nunca me imaginé que te correspondería a ti, después de esos enojos que acababan de a poco conmigo, de esas miradas con culpa, o aquellas otras intentando ver la verdad a través de tus ojos, nunca lo conseguí, eso es cierto. Un suspiro y nuevamente la nostalgia, siempre quise aferrarme a algo que no iba a suceder, y es que es la verdad, tú jamás ibas a cambiar y mucho menos por mí, fue tonto creerlo, eso también lo sé, pero es que cuando uno es así de ingenuo todo parece ser posible, casi como en las películas, de esas historias que solo se ven a través de una pantalla. Justo lo que te molestaba, eso fue justo lo que me quedó cuando te fuiste y, por supuesto, a lo que me aferré después, cuando ya no quedaba nada más, tan solo esas noches sin dormir, llorando, como siempre, casi igual que cuando estabas tú. Ahora todo eso suena tan tonto ¿No? Creo que si me hubiera retirado a tiempo el dolor no hubiera sido tan destructivo, pensando de esta manera he sido yo el de la culpa, como un suicidio o algo parecido, como un estúpido intento más para hacerme daño.

    Las horas pasan al igual que la madrugada, entre cobijas como cuando era niño, creyendo ciegamente que con eso los fantasmas no se acercarían, la almohada se humedece conforme mi llanto se hace más grande, el trabajo comienza a las siete y aún sigo preguntándome porque no me han despedido, la madrugada pasa despacio, o al menos eso parece, los recuerdos y ese viento frío recorren sin descanso la habitación, fue en ese momento, perdido entre el pasado que llegó a mí aquella sensación, esa que apenas si se puede describir, se sentía como antes, como en las muchas ocasiones en las que nos sentíamos seguros riendo entre amigos, como si lo malo estuviera tan lejos, como cuando nos sentíamos protegidos. Todo en ese momento se sintió como aquellos días, cuando una simple sonrisa lo curaba todo, como si de nuevo volviera a ser el niño que confiaba, que lo intentaba y se divertía en el proceso, se sintió tan como antes, como si fueras a recostarte a mi lado y susurrar que nada pasaba, todo se sentía tan tranquilo y en esa calma tan esperada por fin se comprendía el mensaje, a veces solo eso se necesita.

    Una sonrisa sin explicación antes de que el sueño gane la batalla de todas las noches, el despertador suena antes de que el tenue color azul ilumine la habitación, un último bostezo antes de poner ambos pies en la alfombra, un café, como siempre, tan cargado que hasta ahora me sabe mal, camino con prisa hasta la parada del autobús, con suerte consigo un lugar, menos gente que de costumbre, como tanto reclamé por años. Las mismas calles ahora parecen distintas, conforme comienza el camino pude notarlo, hay tantas cosas de las cuales me perdí mientras me concentraba en pensamientos tan vagos, lo que lo hizo diferente tan solo fue el juzgar demasiado rápido, ahora que todo se siente como antes esta ciudad sigue sorprendiéndome y es que la verdad es tan simple como eso, a veces el sorprenderte es lo único que necesitas para darte cuenta de lo que significa el tiempo y estar aquí siendo testigo de todo, como debió haber sido desde un principio.

    FIN

     
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    Adict@ al Yaoi
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    Hai!!! tanto tiempo de no leerte ups jejeje gomen

    Vaya vaya con Fudou, que pena que hasta que pierdes algo sabes lo importante que era asi como las pequeñeses

    Debe ser horrible quedarse solo y pensar en que pudo haber cambiado algo para no estar en esa situacion, pero ni modo son consecuencias mi querido rebelde

    Ese Kidou salio malo jejee ojala y encuentre su verdadero amor


    Un gusto leerte ....Sayo
     
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1 replies since 15/7/2017, 04:50   144 views
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