Si fueras mío (Hiroto x Midorikawa one-shot)

Hiroto se ha enamorado con el tiempo de su mejor amigo Midorikawa. Todo está medianamente bien hasta que empieza a fantasear con él. "Y... ¿si fueras mío?"

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. supermiku
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    ¡Buenas! Este es un pequeño one-shot que escribí hace tiempo y quería publicar aquí.
    Recuerdo que los personajes de la historia no me pertenecen, sino que son parte del universo de Inazuma Eleven.
    Como habréis supuesto, y si no lo habéis hecho, os lo digo XD, este one-shot contiene lemon :v
    Bai bai, espero que disfrutéis y gracias por entrar en la historia<3

    --------------------------------------------------------------------------------

    Mi nombre es Kiyama Hiroto, soy alumno del instituto Inazuma y mejor amigo de Midorikawa Ryiuji, la persona de la cual me enamoré hace poco y por cada minuto que pasa sufro más en silencio.
    Todo empezó cuando Mido y yo habíamos quedado con Kazemaru para dar una vuelta. Fuimos a un pequeño parque a las afueras de la ciudad, donde nos pusimos a jugar con la pelota de fútbol, ya que nos encanta practicar ese deporte. Una vez se hizo tarde, Kaze se tuvo que ir a casa, y Mido y yo nos quedamos solos. Estuvimos un rato jugando, pero una vez nos cansamos, guardamos el balón y nos subimos a los columpios.

    -Hacía mucho que no nos subíamos aquí, ¿verdad? -dijo Mido con una encantadora sonrisa que, sin saber por qué, me hizo sonrojar.
    -La verdad es que sí, nos divertíamos mucho cuando éramos pequeños, correteando y jugando por doquier -le dije yo con una mirada de lo más dulce.
    -Ya sé, quieres que... Para recordar más aún viejos tiempos, ¿me columpie fuertemente y salte a la de tres para que me cojas en el aire? Como hacíamos antes, ¿recuerdas?
    -De acuerdo, ¡es una buena idea! -dije bajándome de mi columpio y preparándome para el salto que se iba a producir.

    Entonces Mido empezó a columpiarse cada vez más fuerte, moviendo sus pies hacia delante y hacia atrás para coger impulso, hasta que empezó la cuenta atrás y a la de tres dio un gran salto que hizo que, al llegar a tierra, no pudiese recibir bien el impacto y cayéramos, haciendo que tuviese en brazos a Mido, juntándose nuestros labios por unas milésimas de segundo, lo suficiente para que mi corazón diese un vuelco y desde ese día empezase a fijarme en Mido más de lo que solía hacer, hasta tal punto que imaginé una fantasía con él.
    Al principio me supo fatal, ya que, no sé cómo, pero pensé que se enteraría de que me gustaba, tal vez por la forma de actuar con él, que con el tiempo fue cambiando, o porque creía que iba a descubrir que tenía esas fantasías con él era algo que, por muy estúpido que sonase, tenía miedo a que ocurriese.
    La primera fantasía que tuve no quise acabarla, ya que era la primera vez que tenía una, me sentía mal por él y me parecía algo repugnante, además de por los motivos anteriores. Las dos siguientes me pasó casi lo mismo que con la primera, pero pensé que si no las acababa, me sentiría peor, ya que como dicen, no es bueno dejar un trabajo sin acabar. Así que después de pensar en eso, todas las fantasías las disfrutaba como si cada una de ellas fuera la última que iba a tener.
    La cuarta, la cual fue la primera que acabé, iba sobre aquella vez en la que Mido y yo nos quedamos encerrados en clase porque unos gamberros le dijeron al profesor que ya no había nadie más en el aula. En un principio Mido se alteró mucho y empezó a hiperventilar, pero le calmé y salimos por la ventana hasta colarnos en otra aula y así poder salir. Eso fue lo que pasó en realidad, pero en mi fantasía todo fue diferente.
    El motivo por el cual estábamos encerrados era porque yo mismo había cerrado la puerta y por "error" se me había caído la llave traspasando la puerta de tal forma que no se podía alcanzar. Y en vez de escapar por la ventana nos quedamos allí, atrapados, los dos solos.
    Primero le pedí perdón a Mido por haber sido "tan torpe" y dejar caer las llaves así, y como reacción, cayó desmayado entre mis brazos, teniendo yo así todo el control sobre él. Lo deposité sobre uno de los pupitres y empecé a quitarle la ropa al mismo tiempo que yo me la iba quitando. Una vez quedamos los dos en ropa interior, Mido despertó confuso y al ver lo que sucedía simplemente se dejó llevar, sin juzgar todo lo ocurrido, es más, el mismo fue quien ayudó a quitarme los bóxers, y él por su cuenta se quitó los suyos, poniéndose al finalizar a cuatro patas, conociéndose así cómo iba a ser el desenlace de esa escena.
    ...
    Después de esa fantasía pasaron unos pocos días hasta que Mido y yo pasamos por una situación con la cual no pude evitar fantasear con ella.
    Mido y yo fuimos un día a la playa, ya que hacía mucho calor y ya éramos lo suficientemente mayores para no tener que ir acompañados con adultos. Lo primero que hicimos fue darnos un refrescante baño, obviamente, y luego comimos un poco de ramen que trajimos. Al acabar de comer ya era por la tarde y no hacía mucho sol, y al oportuno de Mido le entró sueño, así que estiró la toalla en la arena, se tumbó y se echó una larga siesta, tan larga que para cuando se despertó yo ya estaba empezando a recoger las cosas. Así que nos dimos otro pequeño baño para irnos refrescados, acabamos de recoger todo y nos fuimos a casa.
    Eso fue lo que pasó en realidad, pero en mi fantasía, nuevamente, todo fue prácticamente diferente.
    Fuimos a la playa con el mismo motivo, pero en este caso cuando llegó el momento de que Mido se echara la siesta, al quedarse dormido, aproveché la situación para lo que creo que ya sabéis.
    Y así fue pasando el tiempo durante dos años, entonces Mido, al pasar al curso siguiente, me dijo que el próximo año se cambiaba de instituto. Al enterarme de esa noticia me quedé petrificado, y a su vez arrepentido por no haberle confesado lo que sentía antes, así que decidí decirle que quedáramos por la tarde en el parque donde comenzó todo para mí, porque debía decirle algo importante antes de que pasara más tiempo y de que se fuera. Él, como no, aceptó y me dijo que ahí me esperaba, a las 17:00 como acordamos.
    Al llegar la tarde yo llegué más pronto, más que nada porque quería prepararme para cómo iba a ser la confesión. Estuve como unos diez minutos en los que aún no me decidía cuando de repente llegó él, Midorikawa Ryuji, el hombre por el cual había empezado a fantasear y estaba empezando a volverme loco.

    -Hola Hiroto-kun! -me dijo con toda la alegría del mundo... Lo que me complicó las cosas e hizo sonrojarme.
    -H-hola Mido -le dije entrecortadamente.
    -Bueno, ¿qué me querías decir? -dijo en un tono cariñoso... Mierda, ¿por qué de esa manera?
    -Bueno, han pasado ya dos años desde que quería decírtelo, pero creo que ya es momento de soltar todo lo que he ido acumulando... -Y en ese mismo momento me incliné hacia sus labios, esos labios los cuales tantas veces quise besar y los que tantas veces aparecieron en mis fantasías.

    Me quedé unos segundos pudiendo apreciar el sabor de esos dulces labios, hasta que me separé. Pude comprobar como Mido se había quedado en shock..."¿Significará lo que desgraciadamente creo?" pasó por mi cabeza parándome el corazón por unos segundos, hasta que empezó a hablar de nuevo... Rompiendo de esa forma el silencio.

    -Hiro-kun, yo... -de pronto se le salieron unas cuantas lágrimas... ¡¿Qué significaba eso?! Me estaba volviendo completamente loco...
    -L-lo siento, n-no hace falta que digas nada, yo sólo... Quería confesarme antes de que te fueras... No queria guardarme esto para el fin de mis días. No espero una respuesta inmediata, cuando sepas qué es lo que sientes, por favor ven a mi casa cuanto antes, esperaré lo más paciente posible -y entonces me fui corriendo en dirección a casa... Algo decepcionado por la reacción de Mido y sin haberle dado la oportunidad de responder a lo que le había dicho.

    Estuve caminando un rato cuando de repente noté una cálida sensación invadiendo mi brazo... Era la mano de Midorikawa Ryuji, era él...

    -Hiro... Yo... He pensado también en esto y ya me di cuenta de que actuabas algo raro conmigo hace unas semanas -mierda, se dio cuenta.- Y al ver eso ya deduje que te gustaba... Entonces pensé en todo lo que habíamos vivido y en cómo me he sentido siempre que estoy contigo, así que... Bueno... -y en ese momento, de nuevo, no pude controlarme y volví a besar esos labios que tanto me habían gustado, esta vez pudiendo comprobar como ellos participaban en aquel beso tan intenso, acabándose simplemente por falta de aire.
    -Me alegro de que hayas dicho eso... No sabes cuánto me alegro... -y entonces saqué de la mochila que llevaba encima un papel y un bolígrafo, y apunté una frase, la metí en el bolsillo de Mido y me fui a casa.

    En ese papel ponía "Esta noche, a las 21:00, en mi casa", y así fue, a las nueve en punto de la noche un pequeño individuo, el cual ya podía considerar mi novio aun sin haber habido una confesión directa, picó al timbre de casa. Yo simplemente le di un beso, lo cogí en brazos, subí las escaleras y lo deposité suavemente en mi cama.
    Entonces empecé a quitarme la camisa, mientras daba pequeños besos y mordiscos en el cuello de mi, oficialmente ahora, pareja. Este se estremeció, pero también se empezó a desnudar para no perder el ritmo.
    Al acabar ya los dos desnudos pude comprobar cada rasgo, cada músculo, cada facción de Midorikawa, su cuerpo era perfecto... Mucho mejor de cómo lo había imaginado en todas mis fantasías. Ya lo había visto en otras ocasiones desnudo: en los vestuarios, de pequeño... pero nunca había tenido tiempo como para detenerme y percatarme la obra de arte que tenía por aquel entonces como mejor amigo.
    Entonces le dije a Mido que se tumbara y se relajara para la noche más especial de su vida.
    Yo, en ese entonces, también era virgen como él, pero ya había imaginado e investigado lo suficiente como para hacerlo medianamente bien, o al menos como para que no le doliera.
    Entonces, desde mi posición: encima de él, fui bajando lentamente hasta tener ante mí su sexo. Empecé a besar la punta de su miembro, luego fui utilizando la lengua para ese trabajo, hasta que empecé a introducir su precioso pene en mi boca, haciendo que el placer se intensificara, pudiendo escuchar como la habitación se iba llenando de unos gemidos que eran música para mí.

    -A-ahh... mngh... -estaba gimiendo Midorikawa, mientras yo seguía con el trabajo.

    Al acabar con lo que estaba haciendo, empecé a pellizcar los pequeños pezones de Mido, intentando intensificar su excitación, mientras le decía con un dulce tono "relájate y no te dolerá". Le di un tierno beso e introducí un dedo, ya mojado anteriormente con mi saliva, en su entrada, preparándole para lo que vendría después.
    Mido se quejó un poco pero no paró de gemir, gesto que me hizo saber que podía continuar con la dilatación de su ano.
    Poco a poco fui introduciendo un segundo y un tercer dedo, hasta comprobar que su entrada ya estaba bastante dilatada. Entonces saqué los dedos de él, le di un tierno beso para que se disponiera a relajarse, me puse un cndón que tenía preparado en una mesita que había al lado de mi cama, y empecé a introducir mi miembro en él.

    -Ahh -ese fue el único gemido que escuché causado por el dolor, todos los demás seguidos fueron causados por el placer, un placer que inundaba ambos cuerpos.

    Empecé a acelerar las embestidas cuando de pronto noté un pequeño placer más... Mido estaba tocándome los pezones.

    -Ah.. N-no eres el ah... Único que se va a mngh.. Esforzar aquí -esa entrecortada frase que salió de la boca de mi pequeño Mido acabó con mi cordura y cada vez aceleré más y más las embestidas, además de utilizar una de las manos libres que tenía para masturbarle: quería dedicarme en todo momento a él.

    Seguimos así durante unos momentos. Y entre besos, caricias, gemidos y embestidas, pude comprobar como un líquido blanquecino salía del miembro de mi novio... cosa que me pudo confirmar que mi trabajo había resultado satisfactorio.
    Después de eso me quedé un poco más dentro de él hasta que finalmente, yo también eyaculé dentro del preservativo. Salí de dentro de él para ponerme a su lado.

    -¿T-te ha dolido tu primera vez? -Pregunté algo inseguro de mi mismo.
    -Un poco al principio, pero no te preocupes. -Se inclinó hacia mí y depositó un suave beso en mi sonrojada mejilla.
    -¿De verdad?
    -Que sí, tonto, además, después de todo has cumplido con tu palabra... -se acercó de nuevo a mí.- Me has hecho pasar la mejor noche de mi vida - esta vez no hubo besos en la mejilla, sino que nos dimos un tierno y dulce beso, con el cual terminó nuestra primera y no última noche juntos. De forma que sí, finalmente Midorikawa Ryuji fue mío. Esa noche y para siempre.

    ~Fin~
     
    Top
    .
  2.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Adict@ al Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    3,549
    Location
    Hokkaido-Korea

    Status
    Offline
    WOW........oh cielos hace un rato que no leia y tampoco comentaba, que buen One-shot

    Por Kamisama jaajajja que Hiroto tan mas pervertido teniendo tantas fantasias con Mido

    QUOTE
    Al acabar ya los dos desnudos pude comprobar cada rasgo, cada músculo, cada facción de Midorikawa, su cuerpo era perfecto... Mucho mejor de cómo lo había imaginado en todas mis fantasías. Ya lo había visto en otras ocasiones desnudo: en los vestuarios, de pequeño... pero nunca había tenido tiempo como para detenerme y percatarme la obra de arte que tenía por aquel entonces como mejor amigo.

    jajaja ame esta estrofa

    QUOTE
    -Ah.. N-no eres el ah... Único que se va a mngh.. Esforzar aquí -esa entrecortada frase que salió de la boca de mi pequeño Mido acabó con mi cordura y cada vez aceleré más y más las embestidas,

    Bien dicho y bien hecho mi pequeño uke peliverde

    Buen lemon, buena historia jajjaa oh cielos estos dos son unos pillos

    Sayo
     
    Top
    .
1 replies since 22/7/2017, 17:12   683 views
  Share  
.