Entre ser o no ser, yo soy
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Mi verdadero yo
Pareja: GoenFubu
Advertencia: Lemon, Gore, Muerte de personajes.
Era un día lluvioso y helado en la ciudad de Nueva York, el viento soplaba con fuerza, las calles desoladas hacían de aquella metrópoli pareciese una ciudad fantasma. No había ni una sólo alma en las calles, todos se refugiaban en sus casas ante la tormenta.
En lo alto de un edificio de apartamentos se encontraba una joven de ojos grisaseos, tez pálida, de cabello color plata y vestimenta de color negro, la cual consistía en una camiseta con el logo de una banda "Slipknot", unos jeans ajustados un poco rasgados y unos converse, su nombre era Shirou Fubuki tenía 24 años de edad. Se encontraba sentado a los pies de una ventana mientras observaba la lluvia y la desolada ciudad, mientras sobre su regazo estaba una libreta y pluma, estuvo cerca de 30 minutos mirando fascinado la lluvia cuando el sonido del reloj anunciaba una nueva hora, 12:00 p.m. marcaba este, hizo que apartada la vista de la ciudad y comenzará a leer lo último que había en esta.
Querido diario:
"Miles de escenarios se plantean en mi mente, y el no poder mostrarme como soy ante los demás me lleva a plasmar mi verdadero ser en historias.
Ese es mi mejor escape al sentir que exploto, debido a la imagen que he forjado ante los demás por años la cual difícilmente podré cambiar para mostrar a la real.
Mi verdadero yo está escondido por 4 máscaras y una reja, la cual impide que salga y cause estragos a mi alrededor.
Me pide a gritos salir, en ocasiones una máscara está dispuesta a sucumbir a tan exquisita invitación pero tres más saltan en su ayuda he impiden algo que podría salir mal de ocurrir aquello.
Mientras pasa más tiempo contenida, más fuerte se escucha una voz en mi mente que clama fúrica y frenéticamente:
"Déjame salir, no te arrepentirás."
Esa petición es como una invitación a lo prohíbo.
4 máscaras tratan de resistir, pero al final del camino sólo ha de haber un ganador.
¿Quién triunfará al final?
31/10/2016
Terminó de leer con una sonrisa de lado en su rostro, cerró la libreta y colocó la pluma entre los resortes de esta. Se levantó de su lugar y se dirigió hacia la cocina dejando la libreta en una mesita a la entrada de esta, se dirigió a uno de los cajones de la alacena y tomó un cuchillo, al tenerlo en su mano comenzó a contemplarlo como si fuera una reliquia. Era un cuchillo de adamasco, con un filo excelente y de una singular forma, pues no se parece a cualquiera de los otros cuchillos, este tiene cuatro filo que se unen y están en forma de espiral sin duda letal para su víctima.
La habitación fue iluminada por un rayo seguido de truenos, provocando un corto dejando la habitación en la oscuridad que era iluminada por los relámpagos intermitentes, cogió su celular y observó la hora que este marcaba, 1:00 p.m.,
-Aún tengo tiempo -dijo a la nada
Con el cuchillo en la mano salió de la cocina para dirigirse a su habitación. Dejo el arma sobre su cama para dirigirse al cuarto de baño para tomar una ducha larga de agua tibia.
Habían pasado cerca de 4 horas desde salió de la ducha, de las cuales dos se demoró en su dicha tan relajante mientras pensaba con cuidado lo que acontecería pronto, ahora se encontraba frente a su closet envuelto en una toalla por su cintura dejando ver como por su pecho bajaban gotitas de agua dando una vista espectacular mientras observaba con detenimiento las prendas pensando cual usaría para la ocasión.
Los relámpagos continuaban iluminando la habitación, el suministro de energía fue cortado completamente debido a la fuerte tormenta para evitar daños severos a los aparatos eléctricos, por lo cual Fubuki había sacado una lámpara de baterías mediana y la coloco sobre el buró para arreglarse correctamente.
La vestimenta que había escogido, después de probarse diversas combinaciones por espacio de 2 horas, consistían en un pantalón de cuero entallado oscuro, una camisa negra con la leyenda "Marilyn Manson" y el rostro del artista y unas botas largas que le llegan un poco por debajo de las rodillas, además de que decidió usar un poco de delineador negro en sus ojos para hacer su mirada más penetrante.
Tomó su celular y observó la hora, 8:00 p.m. marcaba.
-Tengo que prepararlo todo -dijo mientras una sonrisa de lado adornaba su rostro
Buscó en el cajón de la mesita de noche una llave y una lámpara de mano, tomó el cuchillo y salió de su habitación para dirigirse a la última puerta que se encontraba en el pasillo.
-Comencemos -pensó mientras introducía la llave por la cerradura y abría la puerta
La habitación se encontraba inmersa en la oscuridad, ni siquiera los relámpagos de la tormenta entraban en ella, con la lámpara alumbró hasta encontrar otra pero de mediano tamaño para iluminar un poco la habitación. Al localizar su objetivo cerró la puerta y se dirigió a prenderla, una vez que la habitación estaba medianamente iluminada tomó asiento en el suelo a un lado de esta, mientras observaba a su verdadero objetivo.
Frente a él se encontraba un chico esposado de manos y pies, a pesar de la oscuridad en la habitación, tenía una venda oscura que cubría su ojos; se podía apreciar que era de estatura alta a pesar de que estaba hecho un ovillo, su cabello era color crema y era de tez morena, vestía unos vaqueros un tanto gastados, una camisa blanca sucia y sólo llevaba un tenis de color rojo.
Fubuki se encontraba observándolo mientras jugaba con el cuchillo entre sus manos, Shuuya Goenji era el nombre de aquel chico quien era su novio, hasta que lo dejo hace 3 meses al enterarse de que parecía trastorno de personalidad. Tiempo desde el cual es cautivo en esa habitación.
-Hola cariño, me extrañaste -dijo mientras se acercaba a él gateando cual felino asechando su presa.
Al escucharlo el pelicrema comenzó a temblar, recordando cómo sus amigos le advertían de que no se le declarada y a pesar de todo lo que le decían no podía entender sus razones pues se le hacia una persona dulce y amable, una vez que se le hubo confesado le advertían que tuviera mucho cuidado de hacerlo enojar o hacer que demostrase alguna emoción. Sintió como el paño que cubría sus ojos era removido y lo primero que observó fue el cuchillo que llevaba el peliplata, fue en ese momento en el que supo que no importaba lo que hiciese su destino estaba marcado ese día.
-Por fin llego el día -comenzó a relatar fubuki -después de lo último escrito en mi diario hay al fin un ganador
Continuó con su monólogo pues goenji parecía estar ausente, su mirada estaba sin vida, cosa que notó fubuki pero le restó importancia.
-¿quieres saber quién es? -le dijo a su oído con una sonrisa torcida
Con cada palabra que pronunciaba solo hacia estremecer más al chico, quien se encogía más en su lugar esperando lo peor, cerró los ojos con fuerza esperando su final fue ahí donde comenzó a recordar momentos que vivió con el peliplata y sus amigos.
FLASH BACK
《H-Hola so-soy fubu-ki –decía un peliplata sonrojado
-*Que lindo es* Hola, soy goenji -respondió mientras acariciaba la mejilla contraria, fue un gesto que no pudo evitar》
《-Goenji, eres mi amigo por eso te quiero decir que tengas cuidado con fubuki -decía un castaño preocupado
-No sé a qué te refieres endou -respondió confundido
-endou tiene razón, fubuki no es lo que crees -decía un peliazul
-Kazemaru, endou entiendo que se preocupen, pero -suspiro un tanto frustrado- fubuki es una persona muy amable, no entiendo por qué me dicen eso.》
《Fubuki, quisieras ser mi novio? -pregunto mientras sostenía las manos del menor
S-sí, sí quiero goenji -dijo feliz mientras se lanzaba a los brazos de su ahora novio》
FIN DEL FLASH BACK
-Por fin conocerás quien soy en realidad –dijo mientras comenzaba a realizar cortos con el cuchillo sobre la piel contraria lo cual sacó de su trance al pelicrema.
Realizaba cortes lentos y superficiales sobre la piel de Goenji, quien solo podía esperar a que todo terminase de una vez por todas, llevaba tres meses cautivo en aquel apartamento desde el día en que decidió cortar al peliplata, desde ese día que vio cómo su rostro no demostró sentimiento alguno al terminar su relación supo que algo andaba mal. Desde ese momento sabía que sus días estaban contados.
Los cortes iban por todo su cuerpo, sus brazos ya estaban cubiertos de cortes de diversos tamaños y profundidades, fubuki corto la camisa del pelicrema dejando al descubierto su trabajado pecho, su sonrisa era de lado y su mirada comenzó a detonar lujuria.
-Sabes, fuimos poco tiempo pareja sin embargo -dijo sentado sobre las caderas del contrario mientras pasaba el cuchillo por el pecho, sin realizar corte alguno, para detenerlo en el botón del pantalón y posar su mirada en esa zona- sin embargo en ese tiempo no tuvimos relaciones como toda pareja
Dejó el cuchillo a un lado y con sus manos desabrocho y quito el pantalón con todo y bóxer.
-No crees que la ocasión lo amerita -dijo mientras masajeaba el miembro del mayor.
Goenji ante las caricias comenzó a temblar, era un sensación extraña entre placer y temor, cerró sus ojos aquellas caricias resultaban tan bien pero aún no olvidaba la situación en la que se encontraba. Abrió sus ojos al sentir algo húmedo pasar por su miembro, cuando levantó su cabeza un poco para poder observar mejor notó como la cabeza de fubuki subía y bajaba, aún sorprendido y sin dejar de temblar de placer hecho su cabeza hacia atrás nuevamente y estiraba lo que las esposas le permitían las manos sin importar que le lastimasen, el peliplata se encontraba dándole la mejor felación de sus cortos 25 años de vida.
Fubuki estaba satisfecho al ver las diversas reacciones de su exnovio ante sus diversas caricias, podía sentir como en su boca el miembro de su novio endurecía más y este temblaba reprimiendo los sonidos mordiendo su labio. Cosa que no le gustó mucho al peliplata, tomó el cuchillo y realizó un corta largo y un poco profundo en el pecho de goenji, quien soltó un grito mezclado entre dolor, placer y sorpresa, el peliplata dejo su trabajo para dirigirse a su novio.
-No reprimas tu voz cariño, déjame escucharte -dijo mientras realizaba otro corte está vez cerca del miembro del pelicrema
Al ver así a su amado goenji, completamente excitado, aterrado e indefenso se quitó su ropa para quedar en igualdad de condiciones. Se posicionó sobre las caderas del pelicrema colocando el miembro sobre su entrada, mientras que con una mano se apoyaba sobre el pecho sangrante del mayor, con la otra tomó el miembro para posicionarlo y comenzar a introducirlo de una manera lenta y tortuosa. Mientras bajaba lentamente sintiendo como era llenado de poco por goenji.
- a-ah...e-eres t-tan...ahh...grande -decía perdido en el placer.
Como el placer era tanto detuvo su lento bajar y apoyado con ambas manos sobre el pecho de goenji entro de una sola estocada. Al sentir el miembro dentro se estuvo quieto un tiempo sintiendo el cálido glande, estaba disfrutando tanto aquello que comenzó a mover su cadera en círculos lentamente, tomó el cuchillo y comenzó a realizar pequeño cortes en el pecho de goenji mientras aumentaba el ritmo de sus caderas subiendo y bajando con más intensidad cada vez.
Conforme pasaba el tiempo el peliplata aumentaba el ritmo a la par que realizaba cortes e intermitentemente clavar ligeramente el cuchillo, haciendo que el pecho de goenji estuviera bañado en sangre, dejo el cuchillo y froto sus manos por el pecho del baño impregnándolas de sangre para después comenzar a acariciar su propio cuerpo bañándose en la sangre de su amado.
Goenji por su parte estaba aterrado, el sentir como deslizaba el cuchillo por su piel y en ocasiones clavándolo lo hacía que desease terminar con aquello de una vez, más sin embargo había cierta parte suya que parecía ajeno a todo aquello, a pesar del dolor y temor por lo que pasará al final, se encontraba excitado el menor con sus movimientos provocaba que se excitada cada vez al punto de estar cerca el clímax de ambos. Sus muñecas estaban severamente lastimadas debido a los movimientos que realizaba al estirar sus brazos presa del placer, si bien era la primera vez que ambos tenían y al pelicrema no le gustaba bajo las circunstancias que se dio, no podía negar que lo estaba disfrutando, pero a pesar de eso mordía su labio con fuerza para evitar emitir sonido alguno provocando que sangrase en ese acto.
-a-ahh...ah...y-ya n-no -gemía de placer fubuki al sentir cerca el final.
El menor alcanzó la llave las esposas y liberó las manos de goenji, quien al sentirlas libre abrazó al peliplata para llegar ambos al clímax.
- AHHH! -exclamó el menor al correrse entre ambos y sentir como era llenado por la semilla del mayor.
Fubuki calló exhausto sobre el pelicrema, ambos tenían la respiración entre cortada.
-Sabes esa fue la mejor primera y última vez que tuvimos -dijo el peliplata una vez que recuperó el aliento.
Tomó el cuchillo y lo acercó al cuello del mayor
- Pero sabes que al final el ganador fue mi verdadero yo, aquella personalidad que nadie conocía hasta el día de hoy –dijo mientras realizaba el ultimo corte en el cuello del chico sobre la vena carótida provocándole una muerte por desangramiento.
Una vez finalizado su acto, observó por última vez el cuerpo ensangrentado y sin vida de su novio, saco lentamente el miembro flácido de su interior y se levantó del suelo, sintiendo como bajaba por su piernas sangre y semen sintiéndose completo, tomo la lámpara de mano y apago la otra, salió de la habitación y cerro con llave. Fue a su habitación y tomo una ducha para limpiarse, al salir se vistió con una sudadera roja, que alguna vez fue de su novio, y unos bóxer ajustados negros, fue hasta la mesita donde estaba su diario y escribió en él.
Querido diario:
A pasado tiempo desde la última vez que escribí, así que seré breve.
Por fin ha habido un ganador y ese fue mi verdadero yo, aquel que estaba muy escondido en el fondo de mí, una personalidad fría, siniestra y sobre todo vengativa.
La razón de que ganada es simple, conocí a un chico su nombre era Goenji, con el pensé que mis problemas de personalidad se esfumarían, pero no fue así al final me fallo igual que todos, igual que los hicieron mis padres quienes al enterarse me encerraron en casa por largo tiempo. Pero al final su destino fue el mismo que el de mis padres, no soportare ni una traición más.
Más sin embargo antes de que llegará su inminente final he disfrutado con el del mejor sexo de mi vida, me sentí tan pleno tan completo. Tal vez esta sea la última vez que escriba, pero no me arrepiento de nada, conmigo no se juega y quien lo quiera hacer que lo intente pero no saldrá bien librado de esto, un ejemplo de esto fue aquel que se atrevió a querer lo que era mío, ese maldito era Toramaru Utsunomia, así es ERA porque ya no está entre nosotros y nadie sabrá donde están sus restos.
31/10/2017
Al terminar de escribir recordó lo ocurrido con Toramaru.
FLASH BACK
Fubuki se encontraba caminando por las calles cerca de la zona llamada Hora Cero, cuando a lo lejos vio a su novio pero no sólo a él, sino también a Toramaru quien se encontraba muy cerca de su novio, para sus ojos aquel chiquillo era una amenaza que debía ser acabada.
Los siguió por largo rato hasta observar que tomaban caminos separados.
-oh, Toramaru que sorpresa -dijo fingiendo asombro al salir por una calle frente a el
- fubuki, no sabía que vivías por aquí -dijo extraño, aquello no le gustaba en lo absoluto
-paseaba por las calles, hoy me levanté con ganas de salir y caminar -dijo mientras estiraba sus brazos
-ya veo, mi apartamento está cerca, si gustas ir para que descanses un rato -dijo con una sonrisa en el rostro
-claro te sigo -dijo imitando la sonrisa del pelinegro
Caminaron cerca de 15 minutos hasta llegar a un edificio de apartamentos pequeño, se dirigieron al último piso y entraron al último de los 3 apartamentos que había en ese piso. Toramaru iba a decir algo pero un paño que cubría su boca y nariz haciéndolo perder el conocimiento.
Cuando despertó se encontraba atado a una silla de manos y pies, en una habitación a oscuras y una mordaza en su boca.
- Hasta que despiertas, ya pasó más de un día -decía fubuki mientras preparaba una ballesta que fue a comprar durante el tiempo que el pelinegro estuvo inconsciente.
Toramaru comenzó a forcejear para tratar de liberarse, pero el amarre de las ataduras era fuerte.
- Sabes, no me gusta que estés cerca de lo que es mío -dijo a la par que disparaba una flecha en la pierna derecha del chico- así que le haré un favor al mundo con esto
El peliplata seguía disparando flechas que daban en las piernas, los brazos e inclusive en la entrepierna de toramaru, evitando los puntos vitales de momento. Se acercó a un agonizante toramaru y colocó la ballesta debajo del mentón.
- adiós pequeña plasta -dijo con una sonrisa de lado para disparar la flecha y atravesarle el cráneo.
Al terminar limpio todo y secciono el cuerpo del pelinegro para meterlo en bolsas y tirar todo a la basura.
FIN DEL FLASH BACK
Observo la hora en su celular, 11:55 p.m..., faltaban escasos minutos para que terminara el día. Con una sonrisa se fue a su habitación y tomo un frasco de pastillas para dormir, su intención era dormir para siempre, escapar del mundo cruel en el que vivía, se fue satisfecho pues la última persona que había jugado con él no lo volvería a hacer más, y a su vez había disfrutado estar con él.
FIN
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Hola a tod@s, he regresado después de un largo tiempo con esta historia que surgió a raíz de una tarea la cual modifique, ya que estamos cerca de halloween decidí hacer mi primer historia de esta temática.
espero les guste, se aceptan todos los comentarios o criticas.
Sayo
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