¿Por qué me gusta tanto?

Misaki, un día sentado, esperando el inicio de clases, se le acerca un chico y pregunta su nombre... ¿Quién y por qué lo hizo? | Historia alternativa sobre Usami y Misaki. |Romance, lemon, drama|

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  1. UsagiLee
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    ¿Por qué me gusta tanto?

    SPOILER (click to view)
    Los personajes son de Junjou Romantica, no míos, bla bla bla.
    Habrá drama, lemon, y es un universo alternativo.
    Tiene tiempo que no escribo así que....


    Prólogo.

    ┏━━━━━━༻✧༺━━━━━━┓
    —Me gustas, solo eso. Así que, por favor, quédate.
    —Me quedaré, solo si prometes no irte.
    …………………………………...
    —Te pedí que fueras honesto… ¡Sólo eso, idiota!
    —Lo siento...

    ┗━━━━━━༻✧༺━━━━━━┛

    Capítulo 1.


    Ring…. ring…

    —Demonios, demonios, ¡Voy llegando tarde a clase!

    Despertó.
    Se levantó de golpe, arrojó todas las sábanas de la cama, no tenía que perder tiempo, hoy es su primer día en la universidad, ¡No puede llegar tarde!
    Se quitó el pijama, lo más rápido posible; no hay porqué escoger ropa, fue entonces que cogió sus pantalones de mezclilla y una sudadera negra. Fue al baño, cepilló sus dientes y trató de acomodar su rebeldes cabellos, lamentablemente eso era pérdida de tiempo. Volteó a ver el reloj. Solo faltaban cinco siete minutos para empezar. ‘Por un demonio’ Pensó.
    Salé corriendo de casa, cerrando la puerta, yendo a su tan esperado día.

    Takahashi Misaki. Un chico de diecinueve años, logró aprobar el examen de ingreso a la universidad. Actualmente su hermano se mudó, por lo que vive solo en un mini departamento cercano al instituto.
    Sin experiencia en el amor, buen cocinero, amante del manga.

    —¡Oh no!
    La ceremonia ya había llegado a su final, todos los chicos entraban ya a sus respectivos salones. Bien, no era momento de perder la cabeza, es el primer día, aún tiene arreglo. Chequeó su cartera para ver los datos de su estadía estuandtil. Y… ¡Sin nada! Quizá él debería chequear las listas o siquiera preguntar en la dirección, mas… La gente se seguía esparciendo, opacando la ayudaba que le quedaba a Misaki. Empezó a entrar en pánico. Si ya estaba transpirando sudor por la súper carrera, ahora era peor. Caminó, esquivando a todos, buscando su salvación y llegó a donde un profesor, le reconoció por lo ya mayor de su apariencia.

    —Disculpe, soy un nuevo estudiante. He tenido problemas para ubicar mi aula, ¿Me podría ayudar?
    —Ajajaja, ¿Mala suerte tan temprano? Vale, acompañame, justo voy para el salón de orientación.

    Misaki siguió a su profesor, por su risa le pareció agradable, y no uno de esos profesores que te exigen de todo.

    —Tú nombre.
    Directo al grano.
    —Takahashi Misaki.
    En la computadora escribió su nombre, y buscó los datos, la tecnología es de gran ayuda.
    —Muy bien, Takahashi-san, tiene clase en 3 minutos con el profesor Kamijou Hiroki, salón 23, piso 2, edificio cerca de la cafetería. Sugiero que vayas lo más pronto, nos vemos.
    —Muchas gracias.
    Obedeciendo se dirigió a dicho lugar, al salir, ya no había absolutamente nadie afuera.
    Subió las escaleras y buscó su salón, 19, 20, 21, 22, ¡23! Al ver por la ventana no había llegado el profesor, su esperanza de salvar el día aún no moría.
    Entró a buscar un asiento libre, a lado de un chico con ligeros tonos cafés en su cabello grisáceo, usaba lentes.
    —¿Está ocupado?
    Señaló la butaca.
    —No, eres libre de sentarte.
    El chico sonrió.
    —G-gracias.
    —Silencio, la clase va a comenzar. Seré su profesor de literatura por ese semestre...—
    No se percató del momento de cuando el maestro llegó, al menos no se dio cuenta del retraso de Misaki.

    Su día transcurrió como debe ser, sin problemas y entablado amistad con el chico a su lado, que por cierto, su nombre era Sumi Keiichi, nada mal ¿No?
    El timbre sonó, anunciando el fin de una hora, para los alumnos del aula 23 era su fin de clases de hoy.
    —Hey Misaki, vamos por algo a la cafetería, tengo hambre, ¿vas?
    Terminó de meter sus cosas a su mochila.
    —¡Sí! Vamos.
    Alzó su pulgar mostrando la aceptación.

    Ya en la cafetería, nuestro chico castaño fue a sentarse a una de las mesas, ¿Será que atienden ahí?
    Dejó sus cosas sobre sus piernas, y esperó que su nuevo amigo le imitase, pero…
    —He, Misaki, he dejado mi billetera debajo del pupitre, iré por ella rápido, regreso.
    —Si quier-----
    Antes que pudiera decir algo, este desapareció.
    Suspiró, entonces, debía pensar en qué ordenar, o ¿Mejor le esperaba? No tardaría mucho, ¿cierto?
    Eligió la segunda opción.
    Sacó su móvil para ver la hora, y responder mensajes de su hermano mayor, preocupado por cómo le fue a su hermanito.

    De repente, entró un chico al local, bastante alto, y se sentó detrás de Misaki, a ambos les dio igual. Hecho lo anterior, guardó el teléfono. Su amigo ya tardó…
    Intentó matar el tiempo escuchando la canción de fondo de la cafetería… era un rock alternativo y suave, nada mal. Sus dedos se movían un poco, al ritmo de la canción. No conocía su nombre, mucho menos el grupo pero tenía buenos acordes.
    Él no era un melómano, pero sí que tenía canciones que le gustaran.
    Detrás de él, el chico alto se paró del asiento y cambió a unas de las mesas vacías, precisamente la que estaba a un lado de la mesa de Misaki. Prosiguió a quitarse los audífonos y esperar algo o alguien. Sus pies se movieron por instinto también, continuando.
    Los segundos pasaron, la canción avanzó, Misaki detuvo sus dedos, era entretenido pero no para tanto. Se sentía vigilado, puede que sea imaginación suya, así se sentía, los segundos transcurrieron, formando minutos, sintió su estómago gruñir, sus manos se volvieron más sudorosas, y su compañero de clase de llegó.
    Pasados unos ocho minutos más, donde el sol pudo cambiar de dirección, y la tarde se extendió, el chico se aburrió, ya ni las canciones de la rádio le agradaban, parecía una colegiala plantada en su cita, aunque por supuesto no es así; solo es un universitario con las esperanzas hechas añicos. Silencioso en palabras y cabizbajo, tomó sus cosas y salió del local, demasiado molesto. Era un hecho, mañana no le dirige la palabra, ¿No se supone que los amigos están ahí para ti? ¿Por qué le abandonó con la excusa de su cartera? Si no quería que comieran juntos, fácil, se lo hubiera dicho y ya, se ahorran las decepciones y mentiras.
    No se esperó más y corrió directo a su nuevo hogar.

    ……….

    Nuevo día, segundo día, ¿Será que este día le irá mejor que ayer?
    El joven castaño de ojos verdosos, esta vez no se le durmió el gallo, y logró despertar a tiempo, después de lavar sus dientes salió de casa para cumplir sus deberes.
    A pesar de estar un poco desmotivado por el día anterior, una voz por dentro le decía que debe vencer con ello o sino será un perdedor, y Misaki no es un perdedor, al menos sus metas es no serlo.

    Su salón de clases se encontraba cerrado, pues claro, primer hora y por mayor seguridad y control las puertas abren a la hora exacta de clases. Suspiró, no había nada que hacer, son órdenes de arriba, ahora solo le quedaba esperar varios minutos. A metros de él, habían unas escaleras, no iba a quedarse todo el rato parado, decidió sentarse solemne, sin hacer escándalo. El día de ayer no tuvo la oportunidad la bella escuela a la que logró pasar, y sí que lo era: gigantesca, jardines amplios y sumamente limpios, locales que él apenas en su corta vida entró, dentro de los salones, les equipaba con todo material, para nuestro pequeño Misaki era el paraíso del estudio, y eso que nunca imaginó quedar, es decir, en la escuela media sus notas eran del asco, de no ser por su esfuerzo al estudiar y el temor de ser un inútil e insignificante humano.

    Chequeó su celular, aun no era hora de entrar, ¿Madrugó?
    El chico alto de la cafetería tomó presencia, y no tardó en sentarse a un lado de Misaki, tragó en seco, no le conocía, sin embargo se sentía una gran indiferencia de clases, ¿Qué hacía un chico súper guapo sentándose junto a alguien que no lo es?
    El castaño se encogió de hombros, un frío se escabulló en él, el ambiente se volvió tenso, simplemente debía ignorarlo, ¿No?

    —Hola, disculpa, ¿Cuál es tu nombre?
    ¡Le habló! Y muy respetuoso, para su sorpresa, los nervios radicaron en sus piernas, tembló del susto, y la mirada de aversión del chico ojos violeta no ayudó en responderle firme.
    —Uhm, Misaki.
    ¡¿Qué acababa de hacer?! ¡Decir el primer nombre es de mala educación! Que le tragara la tierra, por el contrario, el peliplateado no hizo ningún comentario.
    —P-perdón, ¿Y el suyo?
    —Akihiko.
    Contestó como si no notara los nervios del ojiverde.
    —Ah
    Las campanas tocaron, indicando el inicio a clases, interrumpiendo el comienzo de su charla.
    —Bien, nos vemos, Misaki.
    Su nombre lo dijo casi en susurro, pero lo suficientemente fuerte para ser escuchado, fue cuando se fue, dejando a Misaki muy confundido.

    Continuará...


    ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★ ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★ ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★ ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

    ¡Hey! Hola o.o
    Ehm, hace tiempo no publicaba una historia, y esta vez me gustaría publicar esta, y obviamente continuarla ajajaja, si es que otras cosas no me atacan (?)
    Como verán en universo alternativo, cada día desde hace uhhhhh tiempo, no pasa que no vea algo de Junjou Romantica, los amo <3 He roleado a Usami porque <3 Por lo que, trataré de apegarme a sus personalidades a lo más, no sé si la trama vaya a ser cliché, ajajaja, total, todo lo saco de mi cabeza y así, lel, espero les guste, y den consejos, si le quieren tirar mierda, pueden hacerlo siempre y cuando argumenten ajajajaja.
    Ya tengo el drama planeado, al igual que el lemon 6u6, pero no sé, igual falta corregir y así, ya saben, conocen a Usagi, no es fácil escribir y que te guste sin que edites.
    Sin más, les dejo hasta cuando recuerde publicar el segundo capítulo c;
     
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  2. ‡Andrea-Sary‡
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    Hola

    Me gusta tu historia...realmente fue cruel lo que le hizo su amigo pobre Misaki

    Primer encuentro de Misaki y Akihiko, deseo saber más...continúalo por favor
     
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    CONTY SE NOTA QUE ESTARA BUENA LA HISTORIA :3
     
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  4. monochibi
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    awwwwwwwww que tierna historia espero conty
     
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  5. UsagiLee
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    ... continuación capítulo 1.

    Nuevo día, segundo día, ¿Será que este día le irá mejor que ayer?
    El joven castaño de ojos verdosos, esta vez no se le durmió el gallo, y logró despertar a tiempo, después de lavar sus dientes salió de casa para cumplir sus deberes.
    A pesar de estar un poco desmotivado por el día anterior, una voz por dentro le decía que debe vencer con ello o si no será un perdedor, y Misaki no es un perdedor, al menos sus metas es no serlo.

    Su salón de clases se encontraba cerrado, pues claro, primera hora y por mayor seguridad y control las puertas abren a la hora exacta de clases. Suspiró, no había nada que hacer, son órdenes de arriba, ahora solo le quedaba esperar varios minutos. A metros de él, había unas escaleras, no iba a quedarse todo el rato parado, decidió sentarse solemne, sin hacer escándalo. El día de ayer no tuvo la oportunidad la bella escuela a la que logró pasar, y sí que lo era: gigantesca, jardines amplios y sumamente limpios, locales que él apenas en su corta vida entró, dentro de los salones, les equipaba con todo material, para nuestro pequeño Misaki era el paraíso del estudio, y eso que nunca imaginó quedar, es decir, en la escuela media sus notas eran del asco, de no ser por su esfuerzo al estudiar y el temor de ser un inútil e insignificante humano.

    Chequeó su celular, aun no era hora de entrar, ¿Madrugó?
    El chico alto de la cafetería tomó presencia, y no tardó en sentarse a un lado de Misaki, tragó en seco, no le conocía, sin embargo, se sentía una gran indiferencia de clases, ¿Qué hacía un chico súper guapo sentándose junto a alguien que no lo es?
    El castaño se encogió de hombros, un frío se escabulló en él, el ambiente se volvió tenso, simplemente debía ignorarlo, ¿No?

    —Hola, disculpa, ¿Cuál es tu nombre?
    ¡Le habló! Y muy respetuoso, para su sorpresa, los nervios radicaron en sus piernas, tembló del susto, y la mirada de aversión del chico ojos violeta no ayudó en responderle firme.
    —Uhm, Misaki.
    ¡¿Qué acababa de hacer?! ¡Decir el primer nombre es de mala educación! Que le tragara la tierra, por el contrario, el peliplateado no hizo ningún comentario.
    —P-perdón, ¿Y el suyo?
    —Akihiko.
    Contestó como si no notara los nervios del ojiverde.
    —Ah
    Las campanas tocaron, indicando el inicio a clases, interrumpiendo el comienzo de su charla.
    —Bien, nos vemos, Misaki.
    Su nombre lo dijo casi en susurro, pero lo suficientemente fuerte para ser escuchado, fue cuando se fue, dejando a Misaki muy confundido.
    ….

    Se metió al aula, desconcertado. ¿Qué demonios había pasado hace momentos?
    No es como si Misaki fuera una persona de nivel popular y de tal manera la gente se le acercase. Por supuesto que no, en su vida ha tenido dificultad para las amistades, no se trata de un problema para llevar a un psicólogo, sino que, la gente simplemente no tiene el interés; muchas veces le tacharon de aburrido, su vida escolar fue eso, agregando sus no tan buenas notas. Siempre puede pasar desapercibido.
    Ahora un chico desconocido (ni tanto, ya sabe su nombre), a simple vista, cualquiera le parecería un sujeto con buen sustento económico, y, por si fuera poco, difícil de acercarse.
    Al estar esperando en su asiento respectivo, tuvo la desgracia de ver en la puerta a su nuevo ‘amigo’. ¿Es correcto llamarle amistad a quien te deja plantado con mentiras?, repudio, fue la expresión al recordar el día anterior.
    ¬¬¬—Misaki, perdona por dejarte ayer.
    No contestó, se limitó a ignorarle. Si cree que puede jugar con él está en un completo error.
    —Mira, sí fui por mi cartera, pero un maestro me estancó, verás, necesitaba mi ayuda para unas cosas de biblioteca, creí no demoraría tanto y vamos, es un maestro.
    Pese a todo, era imposible ignorarle, con unos audífonos seguro y se sentiría mejor, mas, Sumi está justo a su lado.
    —…me equivoqué, fueron como dos horas, supuse te habías ido y al terminar me fui, ni cómo contactarte.
    O tal vez Misaki es el equivocado. Volteó su mirar para él, un lado prefería no creerle, pero otro sí. Continuar hablándole sería la mejor opción, no es como si alguien hubiese muerto. Ya saben lo que dicen ‘Primero mi culpa, y la segunda vez es tu culpa.’
    ¿Qué más daba intentarlo de nuevo?
    Iba a disculparlo, no obstante, un demonio tomó presencia, listo para impartir su clase sobre la literatura clásica.
    ‘Será para después’ pensó.
    Durante la clase simuló prestar atención, para su suerte no fue sorprendido en la lela. Simplemente no logró concentrarse: primero un chico le habla de la nada; segundo, su amigo resultó no ser un patán. Más que nada, el primero llamó más su atención. ¿Quién era Akihiko? Le sonaba el nombre, pero no nada, se acercó de simple casualidad, ¿Habrá perdido algo?, sus preguntas no tenían sentido. Ciertamente no le desagradó, más sí le ha tomado de sorpresa.

    —Ah, está bien, te perdono.
    —Ohh, muchas gracias, Misaki. Creí que tu rostro de ‘alejase, no tengo tiempo para hablar’ no se borraría.
    —¿Qué dices?
    —Te las has pasado perdido, al menos me he dado cuenta. Dime, ¿Tan difícil fue perdonarme?
    —¿Eh? No, de hecho, pensaba en algo más.
    —¿Sí? Dime, espero ayudarte.
    —Eh…
    Dudaba en hablar de eso. Para su amigo podría resultar tonto sus pensamientos, hasta a él mismo le resultaban tontos. Y la sensación de fiar o no, aún no se iba.
    —…bueno, ¿Sabes quién es Akihiko?
    Ojalá no haya hecho mal, además que puede saber algo.
    —¿Akihiko? Claro, es de la familia Usami, se le ve siempre solo, dudo puedas acercarte a él, creo que le gusta leer. ¿Porqué?
    —Ah no, por nada.
    Guardó la calma, e hizo como si no le importara.
    Dentro de él gritaba: ¿Quéééééééééée? ¿Usami? Sabía era rico, pero no que se pudría en dinero. ¿Qué hice mal? ¿Por qué me habló?
    Fue que continuó su camino a casa sin saber respuestas.


    Han pasado dos días desde la última vez que vio al chico de ojos violeta, luego de que su amigo le dijera de dónde provenía, creó sin fin de motivos para que él se le acercase a un ‘don nadie’.
    El primer día lo llevó anteriormente dicho. El segundo día supuso que volvería a verle, al no recibir ninguna anomalía, dejó por alto el tema, prefirió centrarse en la clase y su nueva vida universitaria.
    Misaki ya regresaba a su departamento, su amigo esta vez no le pudo acompañar, y por lo menos, avisó. A una cuadra del instituto tuvo que parar cruzar la calle. El sol ya se encontraba en su punto máximo, los amarillentos colores señalando que dentro de poco el día termina y la noche da su venida se esparcían por la ciudad; son momentos como este que Misaki imagina variopintas de cosas, muy tranquilamente.
    El semáforo cambió de color, dando el paso libre por la carretera a los patones. Cruzó.
    Al paso, en una cafetería con los vidrios capaces de dar la vista tanto afuera que, por dentro, reencontró con el súper chico.

    Akihiko estaba sentado, charlando con un chico, él no ocultaba la expresión de ‘’kill me please’’, mas, al otro le importó poco y seguía charloteando. Sobre la mesa estaban dos cafés, -o eso suponía, el contenido no era visible-, dos libros con la pasta gruesa, más un cuaderno color azul.
    Misaki se alertó, no podía entrar y entablar amistad por medio de palabras, sin dudas, sería muy raro, Y Usami ya estaba con un acompañante. El entrar y pedirle explicaciones será lo más estúpido de su vida, ¿qué tal si se ríen de él?
    Se encogió de hombros, apretó sus cosas con más fuerza, retomó sus planes de origen: llegar a casa.
    Sin embargo, el peliplata le vio pasar.
    —Si me disculpas, Isaka, debo retirarme, tengo algo que hacer.
    Se levantó del asiento, tomó su mochila, los libros, y la libreta.
    —Akihiko, piensa en lo que te dije, será la mejor decisión de tu vida.
    La desesperación era visible, al otro le valió un comino y se fue, abandonando el lugar.

    —Hey, ¿Eres incapaz de saludar?
    Tomó de su hombro, deteniéndolo.
    —…¿Qué?
    No dijo más.
    —No te hagas el tonto.
    —¿Disculpa? Solo cruzamos un par de palabras.
    Misaki se puso a la defensiva, es verdad que su vida anterior fue objeto de insultos hirientes y típicos en el instituto, pero ¿Por qué ahora a sus diecinueve años no toma cartas en el asunto de defender su persona? Aparte que él no fue el grosero que empezó.
    Akihiko quedó unos segundos sin decir nada, eso bastó para pensarla de rápido; en su vida le habían contestado así, claro, amigos y familiares quizá y le respondieran con un tono agresivo e intentó que le diera igual.
    —Tienes razón, me disculpo. ¿Vas a casa?
    —Sí.
    Relajó sus cejas, de inmediato su expresión enfada cambió, no por una feliz, más bien por una donde vio de reojo al chico.
    —¿Vives cerca?
    —Algo.
    —…
    Usami no sabía cómo continuar la conversación, se le dará bien escribir historias, pero no se considera bueno en el arte de socializar. Misaki se limitaba a analizar qué sucedía.
    —¿Y tú vives lejos?
    —No mucho, relativamente es un trayecto ideal.
    —Hum…
    —Supongo que tengo que irme.
    —Oh, bien, que te vaya----
    —¡Akihiko! ¡Mira! Nuestra compañía ha sacado un nuevo tomo del manga The Kan, debes leerlo, amigo.
    Un intruso toma presencia y arruina la ‘bonita’ despedida de ambos chicos, al peliplata solo le cabreaba más y más Isaka, ¿No le dejará en paz siquiera su tarde? Además, ¿Desde cuando él lee manga? Sus ojos se ponen en blanco mientras que, por detrás a Misaki le brillan los ojos.
    —Isaka-san, no estoy interesado, así si eres tan amable de---
    —¡The Kan! ¡¿Sacó nuevo tomo?! Oh por dios, debo ir por él ahora mismo.
    —Ujum, deberías, está en manos de una muy buena edición.
    —Y no lo dudo, lo sigo desde niño, es una obra maestra.

    ¿A Misaki le gusta eso? Pero si solo eran dibujitos para niños.
    —¿A que sí? ¿Ves Akihiko? Hay personas que aprecian lo bueno.
    —No me llama la atención, no harás que acepte.
    De tanta emoción por desear leer ya los nuevos capítulos, no evitó que escuchara su pequeña ‘discusión’.
    —¿Y eso?
    Pregunta Misaki con cierta curiosidad, no obstante, oh oh, ¿Fue correcto hacerlo?
    —Akihiko es tiene talento, y necesita demostrarlo, pero es un testarudo.
    Si antes los ojos eran en blanco, ahora ni siquiera se notaban de la oscuridad en su mirada.
    —¿Podrías no charlotear sobre mí?
    —Pero si es tu amigo, ¿no?
    —Eh…
    Isaka comprendió, sí, es un irritante al luchar por lo que quiere, pero siempre hay momentos donde la gente estar a so-las.
    —Mira la el día, se hace más tarde, me tengo que ir, Akihiko, piénsalo.
    Dio paso atrás, y se fue caminando hasta donde la vista del castaño alcanzó.
    Nuevamente solos, Misaki voltea hacia Usami.
    —Wow, no sabía que tenías un amigo en una editorial.
    ´´Momento, ni siquiera sé nada de él.’’ Pensó.
    —¿Amigo?
    Ignoró la pregunta.
    —¿Puedo preguntar sobre qué insistía?
    —Nada importante.
    —Bieeeen… ¿?
    —¿Te vas?
    —Sí, pero ahora creo que compraré el nuevo tomo de mi manga favorito.
    —Y yo a devolver un libro, si gustas vamos.


    Ya que estaban en el centro, no había porque tardarse, el lugar quedaba no tan lejos.
    Caminaron por las calles, no cruzaron muchas palabras, sin duda fue algo incómodo. Misaki intentó evitar temas íntimos, como de su familia, quizá, si él tocara ese tema… adiós a Usami Akihiko, y optó por cosas más simples entre los estudiantes, ya saben, como qué tan difícil era cierta materia, la escuela y eso; entonces Akihiko con normalidad fue contestando. De cierta manera, se estaban acercando más a más, pero eso no evitaba que los malos pensamientos atacaran la pequeña cabecita de Misaki pensando variopinta de cosas, y su acompañante no se quedaba atrás, solo que este guarda silencio.

    La librería ahora estaba a tan solo un paso de ello, literalmente, esperaron que la puerta fuera abierta por ser automática.
    Entraron.
    Paraíso de libros. Secciones por ahí y por allá. Literatura antigua, moderna, clásica, infantil, políticas, de aventuras, de amor, claro, de todo. Contaba con aire acondicionado y vaya que lo notaron, un muy agradable clima allí dentro. En el centro se podía apreciar un pequeño estante con mesitas y sillones para beber café, ¿Será que también chocolate? Por el momento, solo dos ancianas con gran cuidado en su estilo disfrutaban una grata charla por los libros. Más al fondo, justo a un lado de los libros infantiles, la sección de manga hizo su presencia, y lo cual, los ojos de Misaki fueron capturados.
    En sí, no era biblioteca, una librería, y de las mejores que existen.

    —Iré por allá, buscaré el tomo y regreso, ¿Tú?
    Volteó a verlo señalando el lugar previo, segundos después se percato que se dirigió muy informal para apenas conocerse, y eso se considera falta de respeto. Su expresión cambió a constipada.
    —Vale, yo solo dejaré esto.

    Luego de un rato, se perdió, mejor dicho, perdió de vista a Usami.
    Dio un largo recorrido a todo el lugar, solo personas desconocidas a su alrededor.
    Se sentía como esos niños que van de campamento al bosque, y por babosear a otro lado asombrándose por algo, los demás lo dejan, tal vez no a ese punto exagerado, pero si estaba preocupado.
    Se sentó en un sillón del estante, y aun lado vio lo prohibido.
    No, no era literatura erótica, en cambio, era un cuaderno sin forrar con pasta gruesa color azul marino ¿Por qué prohibida? El nombre del propietario era nada más y nada menos que el desaparecido Usami. No había nombre de una asignatura, la letra estaba muy amontonada, hecha apropósito.
    La tomó en sus manos, y la abrió.
    Si era un diario lo dejaría enseguida, al menos con poca cordura y respeto a la privacidad piensa aquello.
    Al principio le costó entender, obvio, no lo tomó desde el inicio, se fue por la mitad de las páginas.
    Una historia.
    Una novela.

    —¿Qué estás leyendo?
    —¡WAH!
    Usami apareció por detrás de él, pero muy cerca.
    —¡No asustes a la gente!
    —Oh, te asustaste.
    —Por supuesto.
    —Así tendrás la mente…
    —¿Ja? Dilo más fuerte.
    —… Como sea, ¿Nos vamos?
    —… Está bien.
    Tomó la libreta y la guardó en su mochila, olvidando que NO es de él, y es de su ahora ¿amigo?

    El día terminó siendo noche.
    Misaki llegó a su caruto, tiró sus cosas, y sacó su nueva lectura; por su parte, Akihiko, cayó en cuenta que uno de sus cuadernos ya no estaba.

    ...

    Continuará...

    ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★ ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★ ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★ ☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

    Tenía esto terminado hace tiempo, pero ya saben, muchas weas, tarea, escuela, vida social (? xD Vacaciones, estudios everwhere, y no olvidemos flojera uwur lo impedían. Quizá tiene por ahí una cuanta falta de ortografía y gramática u.u ya al final solo he copiado de word y pegado.
    Gracias por leer esto :D Obvio falta MÁS historia, osea, es el cap 1 idk, y no quiero dejarlo así :c El que lo lean y sus comentarios hacen feliz mi cora aqh <3 Yyyyyy, no tengo idea si es corto o no, según eran 8 páginas arial 12, pero, ya saben, siempre cambia la wea.
    Sin más, ojalá alguien siga por ahí en el foro que aún lea historias uwu y de Junjou Romantica porque tanta arena que le echa pos no e.e hay gente que saben apreciar lo bonito uwu xd
     
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    Hola!!! Estuvo muy bueno este capítulo!! :3 espero la continuación con ansias :3
     
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  7. monochibi
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    jajaja espero conty muy lindo :3
     
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6 replies since 10/1/2018, 05:18   401 views
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