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QUOTEFichas
Kura San.SPOILER (click to view)Nombre: Falco Ashmore
Peso y altura: 1,60 m y 50 kg (inicialmente); 1,74 m y 57 kg (posteriormente)
Edad: 15 (inicialmente, crecerá a medida que avanza el rol)
Rol: Versátil
Ocupación: Piloto en entrenamiento
Sobre él: Joven torpe e ingenuo pero muy testarudo, siempre tiene ganas de probar cosas nuevas, es por ello que ha causado más de un problema que le ha llevado a varias sanciones, sobre todo monetarias.
Su padre fue en su tiempo piloto de combate y capitán del ejército hasta que perdió la visión en una guerra y se dio de baja permanentemente. Falco, por su parte, heredó el sueño de su padre, convertirse en general del cuerpo de aviación. Y aunque le hayan dicho millones de veces que dejara de perseguir ese objetivo, por su falta de talento y torpeza, él se comprometió a conseguirlo.
Su especialidad, incluso si no es bueno en nada, es la puntería, pues de más pequeño siempre gustó de golpear a las mascotas mecánicas con un tirachinas y piedras.
Ama pilotar sobre todas las cosas y también ayudar en el hostal que dirige su madre con su hermano mayor, ya sea de botones o en el mantenimiento de naves.
Le disgustan mucho las comidas que le sirven en el ejército, pues para él, estas son muy insípidas, tiene un paladar muy sibarita.
A pesar de ser un chico energético es muy inseguro, un solitario en toda regla, se pasaba todo el día montado en los artefactos que su padre podía traerle de la milicia, ya sean monopatines a propulsión o motos especiales, pero por su torpeza siempre los acababa rompiendo.
(Siendo un adolescente, lo mejor sería que su personalidad se desarrolle por completo cuando madure)
Extras:
- Tiene una cicatriz de una quemadura en el estómago por caerse una vez entre las tuberías que expulsaban vapor.
- De vez en cuando tiene que estirarse para liberar tensiones.
- Suda bastante.
Apariencia:
Rostro
Uniforme
BanannaSPOILER (click to view)Nombre: 3S.
Edad: 16 años, inicialmente.
Fecha de nacimiento: 23 de marzo de 1855.
Altura y peso: 1.75m y 70 kg al principio, 1.83 m y 85 kg después.
Ocupación: Mecánico.
Orientación sexual/rol: Bisexual / Activo.
Sobre él…
Samuel Shad Sallow nació con una llave inglesa en la mano. Eso es lo que siempre ha dicho su padre, Shad Simon Sallow, orgulloso propietario de uno de los talleres más eficientes, pese a su modesto tamaño, de la ciudad; y es que Samuel demostró desde su más tierna infancia un don innato para lo que a ingeniería y mecánica se refiere.
Para ilustrar esto, basta nombrar algún ejemplo. Con cuatro años, ya desmontaba y volvía a montar la radio de la casa sin que este proceso afectase al funcionamiento del aparato. A los diez años, había construido su primer gato mecánico con piezas desechadas o perdidas del taller, el cual, por cierto, aún funciona, aunque ha sufrido algunas modificaciones a lo largo de los años. Con doce, ya trabajaba codo con codo con su padre en cualquier tarea, incluso reparando auténticas naves, al contrario que los aprendices de su edad o incluso mayores que él, que seguían atascados en trabajos menores.
Pero este despliegue de genialidad tiene su cara B, y es que Samuel se lleva divinamente bien con cualquier máquina, pero su trato con las criaturas vivas es un poco más difícil. No es el más risueño del lugar, y su impaciencia se mezcla con un carácter fuerte, lo que lo convierte en una especie de Miguel Ángel Buonarroti: la gente le admira, pero pocos son los que desean conocerle, al menos a primeras.
En el fondo, 3S es un pedazo de pan. Sí, es duro en sus formas. Sí, se queja de todo (si está nublado, porque es deprimente; si hace sol, porque la luz le molesta). Sí, las personas, independientemente de su edad y de su sexo, suelen caerle mal. Pero no dudes en ningún momento en que este muchacho vaya a darte la espalda si necesitas ayuda. Y su tozudez lo hará increíblemente persistente a la hora de proteger o echar una mano a quien considera que lo necesita.
Información adicional:
—Debido a que su trabajo físico es duro, está desarrollando una musculatura perfilada, aunque sigue siendo esbelto.
—Dibuja de forma excelente, y no sólo planimetría y diseños de máquinas, sino también humanos, paisajes y animales. Además es un ejercicio que le gusta, suele llevar consigo un cuaderno y un lápiz de carbón.
—Tiene dos hermanas, Susana, de quince, y Sally, de cuatro. Se lleva bien con las dos, teniendo particular debilidad por la pequeña Sally.
—Se hace llamar 3S (Three S) desde siempre. Es su firma, además. Incluso su familia lo llama así, de forma que hay mucha gente que no sabe qué nombres se ocultan tras esas siglas, y la mayoría ni se lo pregunta, de tan normalizado que lo tienen.
Apariencia:Al inicio
Cuando sea algo más mayor
- ¡No es suficiente!¡Repítelo!- me gritó un hombre de piel morena que se hacía llamar Mr.Sandersson, mi instructor en el ejército.- ¡Cadete Ashmore, si piensa que con ese nivel va a llegar al puesto de tu padre lo lleva claro!- exclamó volviendo a darme "ánimos". Obedeciendo a su orden intenté realizar de nuevo la maniobra, en primer lugar, ascender; luego, debía realizar varios toneles y por último, descender en picado para luego ascender bruscamente. Se suponía que esta acción desorientaría a los pilotos enemigos y se acabarían estrellando en el suelo sin gastar nada de munición.
Mis manos dentro de los guantes se notaban sudorosas, mi cuerpo pegado al asiento sufriendo duras sacudidas y mi corazón latía como loco debido a la adrenalina del momento. Estaba a punto de lograrlo, pero entonces, me di cuenta que había descendido demasiado rápido y no era capaz de frenar el avión. Asustado, me preparé para el impacto, que no ocurrió debido a que fui sacado a tiempo, pero el avión no corrió la misma suerte y literalmente rodó por la pista. Maldición, no sólo había fallado la práctica, sino que ahora me tocaba pagar de nuevo la reparación del material.
- ¡Ashmore!- y además, me tocaba tragarme una bronca.
Luego de oír gritos, quejas y regañinas, me dirigí al taller que me habían dicho que fuera. Normalmente solíamos ir a otro que se encontraba más cerca, pero ellos no se veían dispuestos a reparar un avión entero.
En cuanto llegué, llamé a la puerta y exclamé.- ¿Hola, se encuentra ahí Shad Simon Sallow?- esperé a que me respondieran, mientras tanto, me cuestionaba cómo era que al ser mi padre unos de los mejores de su promoción yo no tuviera talento ninguno, seguramente ha sido que los genes de mi padre no fueron los suficientemente fuerte como para dejarme algunos. Sí, seguro que ha sido eso.
Edited by Kura san. - 17/3/2018, 14:53
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Fígaro estaba sentado frente a mí, mirándome con su sus ojos bicolores, uno azul y otro amarillo —no había encontrado dos bombillas iguales en el momento y, por pereza, lo había dejado así— mientras movía su cola de forma lenta y pesada, haciendo un ruido que indicaba que tendría que cambiarle pronto el aceite a las juntas. Parecía que verme comer una manzana sentado en un cubo de pintura volteado para que sirviese de taburete era lo más fascinante que su software vería jamás, al menos hasta que llegaron visitas y mi gatito metálico me abandonó para ir a recibir a aquel que preguntaba por mi padre.
Yo estaba solo en el taller. Papá había ido a hacer unos recados y tanto el otro oficial, un irlandés al que llamábamos Green, y dos aprendices, cada uno más tonto que el anterior, estaban o haciendo “visitas a domicilio” o, como era el caso de Derek, en cama con 40º de fiebre. Pese a saberlo, me tomé mi tiempo, esperando en cierta forma que el chaval ese pensase que no había nadie y se largase.
Sin embargo, mi sentido del deber terminó por obligarme a ponerme en pie y fui a la entrada, con la manzana a medio comer, justo para ver a Fígaro frotarse de forma torpe contra las piernas de un muchacho bajito y delgaducho con uniforme de cadete a quien miré con una ceja enarcada de arriba abajo, dando un buen mordisco a la fruta antes de decidirme a hablar.
—Shad Simon Sallow no está. ¿No eres muy bajito para estar en el ejército? —pregunté, apoyando un hombro en el marco de la puerta de entrada, con los pies cruzado uno tras otro mientras me rascaba una mejilla con la mano que sujetaba el fruto verde. —Fígaro, duerme. —dije cuando el gato intentó maullar, aunque su dispositivo vocal últimamente estaba dando algunos problemas, por lo que su sonido daba un eco mecánico y extraño. En cuanto pronuncié esas palabras, Fígaro se hizo bola en el suelo y se apagó. Volví mi mirada al chico. —¿Qué quieres? —inquirí de forma algo borde, dando un nuevo bocado a la manzana.SPOILER (click to view)Un principio interesante xD Se me ha ocurrido que los padres de estos dos se conozcan de antes, tal vez incluso que tengan cierta amistad, aunque se muevan más dentro de lo "profesional". Ya me dirás xD. -
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Fruncí levemente el ceño sobre su comentario, ¡todavía era un adolescente, maldición, tenía que crecer! Inspiré y traté de no responderle.- Venía para solicitar una reparación completa, uno de nuestros aviones ha quedado destrozado.- le dije cruzándome de brazos, omitiendo el claro detalle de que había sido yo quien lo estrelló.- Si puede hacerme el favor de darle el encargo le agradecería, si no, me pasaré en un rato a hacerle el pedido personalmente .- añadí mientras veía cómo se comía la manzana, no podía seguir aquí por mucho más tiempo, debía volver para completar la práctica y así volver a casa para ayudar a mi madre con el hostal.
- En fin, nos vemos.- dije sin decir mucho más, pues tenía prisa. Esa persona, no sé qué me ha visto en la cara para hablarme de esa forma. ¡Ni siquiera el instructor me hablaba de esa manera tan borde! Inflé las mejillas, haciendo un mohín, si lo volvía a ver y me hablaba de esta manera, juro que se entera quién soy yo.
Caminé con paso rápido por las calles, quería ver si esta vez lograba realizar aquella maniobra correctamente, cuando llegue ese momento estaré un paso más cerca de mi sueño.
Al llegar al campo de entrenamiento volví a subir a un avión, me coloqué correctamente los arneses y lo puse en marcha. Esta vez no me salió desastrosamente mal, pero no quería decir que lo había conseguido, ocurrió lo mismo que en la vez anterior, pero esta vez conseguí hacer un aterrizaje algo forzoso antes de acabar aplastado contra el suelo. Bueno, un avance es un avance.SPOILER (click to view)Claro, me parece buena idea, al menos para que empiece a romperse el hielo xD. -
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—Ya se lo diré yo cuando vuelva. —dije con calma, despidiéndome después con un gesto de cabeza, aunque me quedé ahí, en la puerta del taller, hasta que el cadete desapareció de mi vista, momento en el que tiré el corazón de la manzana junto a un árbol de alrededor y me agaché para coger a Fígaro y llevarlo dentro.
Una media hora después, cuando ya había terminado de cambiarle el aceite y estaba revisando su chip de voz, papá llegó con una enorme y pesada caja llena de pequeñas piezas de recambio. La dejó en el suelo con un suspiro de alivio al desocupar sus brazos y se acercó a mí, palmeándome la espalda mientras me veía hacer.
—¿Ha ocurrido algo interesante? —me preguntó, a lo que yo me encogí de hombros.
—Un enano quería una reparación completa para un avión destrozado.
—¿Un… enano? —mi padre soltó una carcajada y sacudió la cabeza. —¿Y qué hace un enano con un avión?
—Destrozarlo. —respondí yo, dejando la Allen a un lado cuando me di por satisfecho mientras mi padre volvía a reírse, alejándose de mí con una sacudida de cabeza. Recoloqué con cuidado el dispositivo dentro del gato y lo encendí, escuchando cómo ronroneaba con mayor fluidez que antes. —Era un cadete. —añadí entonces.
—¿Cadete? Pero hay otros talleres más cerca de la base. —se masajeó el entrecejo, algo que solía hacer cuando pensaba, y terminó cogiendo una bolsa con herramientas para tirármela encima. —3S, te toca.
—¿Yo? ¿Por qué? No me apetece nada ir con los militares…
—Me da igual, llevas todo el día tocándote los cojones. ¡Venga! ¡Mueve el culo y a trabajar! —me ordenó, aunque con un tono resuelto y divertido que contrastaba bastante con las caras de asco que yo le ponía.
—Pero si es casi la hora de la comida…
—Le pediré a Sussy que te lleve un bocata. —abrió la caja para empezar a catalogar y organizar las piezas que había adquirido. —Te aconsejo que vayas ya. Cuanto antes empieces, antes acabarás.*****
Llegué a la base sobre la una de la tarde, cargando con la mochila de herramientas y cara de haber mordido un limón, como solía decirme Susan a veces. Pocos eran los que quedaban correteando entre edificios, ya que la mayoría debían estar en la cafetería, lugar que en esos momentos, incluso estando lleno de hombretones sudorosos y comida de calidad cuestionable, se me antojaba realmente apetecible. Mucho más que el campo de entrenamiento.
Me acerqué a un hombre cualquiera y le hice un gesto con la cabeza a modo de saludo.
—Vengo del taller de Sallow. Nos han avisado que hay un avión que reparar…
—¿Vas a poder llevártelo?
—Hombre, la idea era repararlo aquí, la verdad. —el tipo me miró como si fuese yo una especie de elefante púrpura salido de la nada o algo así.
—¿No eres un poco joven para andar arreglando aviones?
—¿Y no eres tú un poco viejo para estar a pie de trinchera? —solté con toda la naturalidad del mundo, sin que me importase mucho el rango que ostentase ese hombre o la fama que tuviese entre los suyos, que a juzgar por cómo me miraba ahora debía ser bastante respetable; debía estar poco acostumbrado a que nadie le respondiera, pero me negaba a dejarme amilanar. —¿Qué? ¿Me llevas al avión o nos quedamos aquí hasta que nos muramos de ancianos? Aunque debo decir que tú me llevas siglos de ventaja… —veía cómo se le hinchaba una vena en la frente, pero no relajé mi expresión ni cedí, esperando a poder reunirme con mi paciente de metal.SPOILER (click to view)3S no le tiene miedo a la muerte.
Bien, pues a ver cómo se va desarrollando todo xD. -
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Terminada la práctica me dirigí a las duchas a quitarme este sudoroso uniforme, que seguramente tendría que lavar en tiempo récord para ponérmelo de nuevo en la sesión vespertina. Dejé las prendas en una bolsa de tela para llevármelas y me relajé con el agua fría, refrescando mi mente del bochorno que sufría dentro del avión. --------
En cuando salí, con el uniforme de respuesto, me acordé del avión destrozado, el cual se encontraba a mi cargo. Así que con prisa me dirigí hacia el depósito donde se encontraba sólo para encontrarme con ese tipo.
Todavía me encontraba algo molesto por su comentario, no por ser algo pequeño de estatura tenían que subestimarme, podía arreglármelas yo solito, aunque eso sea algo cuestinable... Aun así, decidí acercarme, prefería aguantar sus comentarios a una carrerita bajo pleno sol de verano con el uniforme por ser un irresponsable.
- ¿No iba a venir Sallow? - le pregunté, por la duda más que nada, quién sabe, a lo mejor lo había enviado y estaba quedando como un gilipollas.
Entonces me di cuenta de quién se encontraba detrás suya, el Capitán, por mi frente cayó un sudor frío, pero ya era tarde para huir.
- Cadete Ashmore, ¿no se suponía que era usted quien se encargaría del avión?- me preguntó con un tono de voz amenazante, claramente molesto.- Si es así, ¿cómo es que no se encontraba en la entrada recibiendo a este joven?- cuestionó de nuevo, a lo que intentando no sentirme demasiado intimidado le respondí.
- S-señor, me encontraba en mantenimiento revisando los demás aviones utilizados en la práctica.- respondí, omitiendo el claro hecho de que me había dado una relajante ducha, porque ahí ya no tendría excusa.. -
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Cuando ese hombre se convenció de que matarme resultaría contraproducente, conseguí que me llevase, por fin, al depósito, y nada más poner un pie en él pude identificar, sin lugar a dudas, cuál era el avión del que me tenía que hacer cargo. Corrí junto al pobre monstruo volador malherido y le puse las manos encima.
—Oh, oh, pobre, pobrecito… ¿Quién te ha hecho esto? —le susurré mientras acariciaba el metal como si fuese la más suave de las pieles. Poco tardó el enano de ojos azules en aparecer, haciéndome girar mi cabeza hacia él con el ceño fruncido. —He venido yo. —le respondí con un tono de voz bastante borde antes de volver a poner mi atención en el avión.
Escuchaba a medias la conversación entre Señor y Ashmore, o más bien la bronca de uno y las excusas con las que se intentaba defender el otro. Resoplé y me giré hacia ellos.
—Disculpad. —tratar de “usted” a la gente con la que tenía poca confianza, incluso si eran de un rango superior al mío, no era algo que acostumbrase a hacer. —Un asalvajado, a quien yo sugiero atar por muñecas y tobillos a cuatro caballos para que lo desmiembren a modo de castigo, ha destrozado impúdicamente una maravillosa belleza alada. Nada me gustaría más que ponerme a trabajar, pero entre gritos y lloriqueos es imposible, así que os agradecería que siguieseis… esto —hice un gesto circular con las manos en dirección a ellos, para indicar que me refería a la discusión —en otra parte, o cojo mis cosas y me voy.
Apenas dije esto, Señor, es decir, el capitán, quien había estado frunciendo el ceño progresivamente, con los dientes bien tensos y los puños apretados, incapaz de entender cómo alguien, mucho menos un mocoso, se atrevía a hablarle así, respiró hondo, terminando con un resoplido, y sacudió la cabeza.
—¿Eres 3S? —asentí y él se masajeó el ceño mientras farfullaba de forma tan bajita que a mí apenas me llegaba el sonido: —De todos los mecánicos de la ciudad, me tenían que enviar a… —carraspeó y clavó sobre mí una mirada fría —Haz honor a tu reputación. —y diciendo esto, tras mirar también de forma amenazante a Sallow, se fue del depósito, de forma que yo pude evaluar los daños del avión.. -
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¡Pero qué grosero!, pensé, estaba más que claro que esta persona no tenía escrúpulos a la hora de abrir su bocaza. ¿Asalvajado, yo? Más lo es él por hacer tal sugerencia, pero prefiero callármelo, no quiero más problemas de los que ya tengo.
Haciendo un amago por no hacerme sonar molesto me acerqué al avión y le hablé.- ¿Cómo lo ves?- dije. Sabía en el fondo que me estaba arriesgando a escuchar otra de sus groserías, pero bueno, el avión y evitar una posible bronca valían la pena.
Observé el avión con suma calma, me recordó a aquellos tiempos en los que mi padre volvía de la base con cosas para mí repitiendo siempre: "Espero que esto dure, aunque con tus manazas lo dudo". Y tenía razón, ninguno sobrevivió hasta ahora.
Suspiré ante el recuerdo, y en ese momento me di cuenta de que me encontraba ante un desconocido, pero no cualquier desconocido, este era descarado y se hacía llamar... ¿3S? Creo que eso es lo que llegué a escuchar de la boca del capitán. Se llame como se llame ahora mismo me encuentro en un depósito de aviones con él, esperando con impaciencia a que me diera su diagnóstico y pagarle la reparación para salir cagando leches al hostal de mi familia. Seguro que me echan en cara haber llegado tarde, pero esta vez no era mi culpa, ¡no señor! Bueno... quizás un poco sí.. -
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Respondí al chaval con un gruñido que, para aquellos que pudiesen entender mi lenguaje basado en sonidos graves y animalescos, venía a decir “espérate, pesao’”, y es que apenas había podido empezar a apuntar mentalmente la larga lista de partes que reparar. Con algo de esfuerzo, ya que con la caída la puerta había quedado abollada y costaba abrirla, pude entrar para poner en marcha el motor. Escuché un sonido ahogado antes de que las aspas empezasen a girar, aunque no llegó a ocurrir mucho más, pues se escuchó una pequeña explosión dentro de la estructura interna y pronto empezó a salir humo.
—¡Joder, por Dios bendito! —exclamé mientras salía del avión para abrir el motor, dejando que se ventilase. Miré los daños y después me giré a Ashmore. —Esto es un desastre. Voy a tardar días en arreglar esto… ¡Puede que semanas!
—¡Oh, pobres soldados! —exclamó una voz femenina desde la entrada, tosiendo suavemente por el humo que aún flotaba sobre nosotros, aunque ya disipándose. —Rezarán todos por ir a la guerra con tal de no tener que compartir espacio contigo.
—¿A qué guerra? —gruñí sin ni girarme, acariciando una de las alas —curiosamente, las alas eran la parte que más indemne había salido del accidente—.
—¿Acaso importa? ¡Se inventarán una guerra para dejar de escuchar tus quejas constantes! —dijo ella en tono divertido, acercándose a nosotros. Era una joven muy hermosa, ya bien desarrollada, con el pelo rubio oscuro recogido en dos trenzas que marcaban su juventud y soltería. Llevaba un vestido simple, de tonos marrones, con botas negras, y cargaba una cesta de mimbre donde debía estar mi comida. Sonrió con dulzura al enano y le tendió una mano. —Soy Sussy Sallow. —se presentó con su voz aflautada. —Mi más sentido pésame, si te toca aguantar a este cascarrabias durante mucho rato.
—Vete al cuerno. —le solté, ya al otro lado del avión. No, lo pero era el morro, desde luego.
—Me iré, pues, pero me llevaré tu comida. —respondió Susan, alzando la barbilla con una sonrisa pícara, aunque luego se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. Muchos solían pensar que más que hermanos éramos novios, incluso prometidos, y es que no era extraño que viniese por el taller y se quedase cotilleando mi trabajo, en ocasiones incluso masajeándome la espalda o curando alguna pequeña herida que me hubiese hecho. —He visto que has arreglado a Fígaro. ¡Ya era hora…! Me estaba dando dolor de cabeza.
—Déjate de chácharas y dame el bocadillo. Y… Vale, voy a empezar por desmontar el motor. Antes de que explote y nos mate a todos.. -
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Sonreí y le tomé la mano igualmente.- Encantado, mi nombre es Falco Ashmore.- le respondí con mis ánimos ya renovados. He de admitir que esta señorita era muy mona, pero nunca en voz alta; por cierto, ¿su nombre era Sussy Sallow? Entonces eso quiere decir que es familia de Shad Simon Sallow, que le había traído el almuerzo al descarado de 3S.
Bueno, al menos, la llegada de ella había aligerado un poco la atmósfera, porque juraba que me tiraría sobre el tipo este a ver si callaba. Yo tendré unas manazas, pero él tiene una bocaza enorme.
Encima tendría que aguantarlo durante mucho tiempo, no sabía si eso era posible, pero bueno, no me quedaba de otra, así que habrá que intentarlo. Desde luego, había tenido suerte de salir ileso de aquel abismal fallo, todo gracias a mi instructor; pero bueno, no es momento para besarle el culo, tenía que estar pendiente a las reparaciones. Y ahora que lo miraba bien, me sentía algo mal por mi torpeza, y me gustaría poder colaborar en algo.
- Esto... si necesitas que haga algo, dímelo.- dije con un poco tímido a 3S y mientras tanto, en mi mente, me golpeé por la estupidez que había hecho. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo, seguramente me arrepentiría por ello.. -
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Terminé subiéndome al morro para poder ir desmontando el motor mientras Sussy se sentaba en la cesta y me miraba hacer, hasta que el tal Falco Ashmore ofreció su ayuda, momento en el que los dos pusimos nuestros ojos en él.
—Pues mira, sí. —contesté, limpiándome el sudor que empezaba a correr por mi frente con el antebrazo, sin importar que eso me pudiese manchar un poco con aceite. Ideal para acercarme a una chimenea encendida. —Busca al cretino que ha hecho esto y métele un tiro.
—¡3S! —me regañó mi hermana, sin poder contener una risotada que intentó ocultar tapándose la boca con la mano. —¿Pero no ves la carita que tiene? Está claro que ha sido él, un accidente.
Al oír esto, lo normal hubiese sido, dado todo lo que había dicho hasta ahora, que bajase al suelo y le diese una paliza por zabas, pero en lugar de esto resoplé, rodé los ojos y saqué la primera pieza del motor.
—Deja esto en el suelo. ¡Con cuidado! —le advertí al enano, extendiendo las manos para que cogiese la pieza, que pesaba un poco más de lo que podía parecer, aunque no tanto como para que hasta Sussy pudiese con ella.. -
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Ante tal respuesta, mi ojo sufrió un pequeño tic, ¡desagradecido! Al menos podría haber sido más delicado y haberse limitado a la paliza... pero bueno, a quién voy a engañar, esta persona no posee tacto ninguno con la gente. Por suerte, Sussy trató de calmar un poco las aguas, a lo que él resopló, ¿con un deje de desaprobación?
En fin, en cuanto me pasó la pieza la cogí con cuidado la pieza del motor, tal y como me había indicado, llenando mis guantes del negro del aceite, y por estar medio carbonizado... gajes del oficio.
La pieza pesaba un poco, pero nada en excesivo, pues no por nada me habían admitido en el ejército, ahí no admiten a un debilucho cualquiera; dejé la chatarra semi-carbonizada en el suelo con la mayor delicadeza que podía, y por suerte, no rompí nada, ya me bastaba con un avión por el día.
A lo largo de este tiempo, fuimos desmontando todo el motor, dejando yo las piezas en el suelo de la manera más cuidadosa y ordenada que podía, pues no quería escuchar más quejas suyas. Durante el proceso los escuchaba hablar, respondiendo sólo lo necesario, tampoco es que me interese hacer amigos, esto es sólo por el tiempo que pasaré reparando el avión y ya está.
En ese momento llegó el instructor, quien me llamó para hablarme.- Cadete, ya sabe que esta reparación corre de su bolsillo, ¿no?- dijo cruzándose de brazos.
- Sí, señor.- le respondí.
- Si su padre pudiera verle ahora mismo...- suspiró.- ¿Cuánto tiempo crees que tardará la reparación?- se dirigió esta vez a 3S.. -
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Fue un rato bastante ameno; yo desmontando, Falco amontonando y Sussy mirando y comentando algunas cosas. Que si Sally me echaba de menos, que si la radio seguía captando señales que no debería captar —cosa que, en realidad, había sido hecha a propósito, pero como mi padre no estaba seguro de qué era lo que provocaba las interferencias y me lo relegaba a mí, ahí seguía— y alguna cosa más así, sin demasiada importancia, hasta que el motor, medio quemado medio aplastado, estuvo en el suelo y yo pude bajar para ver si había piezas recuperables.
Entre tanto apareció un hombre de tez oscura que se dirigió directamente al enano de ojos azules mientras Sussy se ocultaba discreta y rápidamente tras el avión averiado, que eso de que hubiese mujeres en la base militar no estaba muy bien visto, y yo alcé los ojos para mirar, enarcando una ceja al ver que no era el único por allí que se metía con el Ashmore.
—¿Me ves con cara de adivino? —solté con desparpajo mientras me limpiaba las manos con un trapo, aunque el aceite no se va con tanta facilidad y al final lo único que hacía era quitarme un poquito de grasa y ensuciar el trapo. Me puse en pie y me acerqué a la cesta para coger mi bocadillo y darle un buen mordisco, sintiéndome desfallecer por el hambre. —El motor no sirve ni como pisapapeles. Tendré que ver si puedo hacer uno nuevo. ¿Tenéis por aquí motores que no funcionen pero que no estén… así? —inquirí, señalando con lástima el corazón del avión siniestrado.
El instructor me miraba con menos pasmo de lo normal; supuse que ya le habían avisado quién era el encargado del aeroplano, así que se lo tomaba con cierta filosofía.
—Cadete, vaya a mirar si hay motores como ha descrito él. —ordenó mientras yo me seguía comiendo mi bocadillo y Sussy procuraba seguir siendo invisible.. -
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- ¡Sí, señor!- respondí, yendo enseguida a por un motor tal y como 3S había descrito. Llegué al almacén de repuestos y busqué por ahí, allí había piezas de todos los tamaños y formas. El lugar ciertamente me provocó cierta impresión, ya que a pesar de haber llevado ya un tiempo en el ejército nunca había entrado en este lugar, y ahora que lo pienso, me resultaba ciertamente fascinante, pero no había venido al almacén a quedarme embobado; si tardaba demasiado esos dos carcamales me reprocharán, y nadie quiere eso, ¿no?
Hurgué entre las piezas más grandes y encontré varios motores, entre todos ellos había uno que era parecido, pero no del todo igual. Dudé si llevárselo o no, seguramente me llamarían estúpido por ello.
Refunfuñé ante mi pensamiento, así que me llevé el motor y algunas piezas extra conmigo a ver si podían hacerle un arreglillo.-------
- Este es el motor que más semejanza compartía con el descrito.- dije dejándolo con cuidado sobre el suelo.- También creí que necesitarías esto.- me dirigí ahora a 3S mostrándole varias partes del motor que le podrían servir para modificar el motor, claro, eso si le daba la gana tomarlas y no le daba por burlarse de mí, porque entonces sí que las tendríamos claras; menos mal que no me considero una persona violenta, aunque resulte irónico, pero el tipo en el fondo, muy muy en el fondo, todavía, no se merecía el puñetazo.
Es decir, sabía que 3S no era mal tipo, si no, no hubiera venido, además de eso se veía que trataba a las máquinas con bastante afecto. Pero eso no cambiaba el hecho de que sea una persona irritante con todas las letras.. -
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Durante el rato que Ashmore había tardado en ir a por el motor, yo había mantenido una especie de duelo de miras con el instructor, clavando mis ojos en los suyos mientras me comía con toda la calma del mundo, sino más, mi bocadillo y, después de eso, la manzana que Sussy me había incluido, sabiendo de mi gusto por estas frutas.
A la vuelta de Falco al depósito, me había terminado mi comida y estaba con algo de mejor humor, y es que el hambre y el sueño siempre agriaban mi carácter un poquito más. Me puse en pie, habiendo estado usando el cesto como asiento, y me acerqué a lo que me había traído, acuclillándome para evaluar el motor y las piezas.
—No está mal. —comenté para mí, aunque al coger una de las piezas, torcí el morro y la dejé caer al suelo con un pequeño resoplido que no iba tanto hacia Falco como hacia la pieza en sí. Me puse en pie otra vez, cruzando los brazos sobre el pecho, y miré al instructor. —¿Qué? ¿Te vas a quedar aquí todo el día? Con un pelma de uniforme me basta y sobra, gracias. —después le hice un gesto con las manos, como barriéndolo fuera del depósito.
Cuando, tras sostenerle la mirada y aguantar algunos reproches sobre mi comportamiento, conseguí que se fuese, volví a posar los ojos en el enano mientras mi hermana, suspirando con cierto alivio, salía de su escondite, arreglándose la falda.
—Suficientes emociones por hoy. —comentó, tomando la cesta. Se puso de puntillas para besarme la mejilla y después besó la de Falco. —Un placer conocerte. Ánimo con este granuja, ¡no te dejes vencer! —bromeó, guiñándole un ojo antes de escabullirse para volver a casa, no la fuesen a pillar aún.
—¿Se puede saber cómo cojones te has cargado ese avión? —y, mientras esperaba a que me contestase, me senté en el suelo para empezar a trabajar en la reconstrucción del motor.. -
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Toqué mi mejilla algo sorprendido, desconecté del mundo en ese instante, me encontraba sumamente avergonzado y extrañado, ¡tenía quince años por favor! No soy más que un adolescente con las hormonas revolucionadas, en ese momento, la pregunta de 3S puso mis pies en la tierra.
- Bueno, pasó en el entrenamiento por un fallo en mis cálculos.- comencé diciendo mientras me rascaba la sien.- Una simple equivocación en la maniobra hizo que me cargase un avión entero, qué cosas...- terminé, añadiendo un deje de ironía al final de mi frase, siempre he odiado estropear las cosas que se me confiaba, pero igualmente lo hacía por culpa de mi torpeza.
Me apoyé en una de las paredes, mirando curioso mientras él reconstruía el motor, sus manos se movían con suma maestría manejando sus herramientas, todo lo contrario a mí, verlo me provocaba cierta envidia.- Sé que no me concierne, pero, e pregunto, ¿cuánto tiempo llevas haciendo esto?.- me digné a preguntarle mientras seguía mirando, pues no sabía qué más hacer.
Miré el reloj que tenía dentro de uno de mis bolsillos, ya eran casi las cuatro de la tarde, supongo que un poco tarde como para ir a ayudar a mi madre y a mi hermano. La próxima vez que vaya me disculparé..
• Slow as Clockwork • |
