Suspiros de amor (AkihikoxMisaki) One Shot Fluff, romance

Ante esa imagen, Misaki solo pudo suspirar, era uno de esos suspiros que le hacían ver cuan enamorado seguía estado de Akihiko.

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  1. kaedekamijou
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    Disclaimer:

    Junjou Romantica no me pertence, es obra de sus respectivos creadores.
    La la land y city of stars es obra de sus respectivos creadores.
    Fic hecho sin fines de lucro.


    Suspiros de amor



    One shot. AkihikoxMisaki. Fluff, romance. Ligero crossover con Sekaiichi Hatsukoi. Muchos años después de la edad actual de Misaki (22? creo).




    Sonrie y hace una reverencia de cortesía. Intercambia tarjetas de presentación con un chico de cabello castaño y ojos azules que le mira un poco tímido y hasta algo avergonzado. Misaki no lo culpa, después de todo la sorpresa y algo de incredulidad era la primera reacción que todos tenían al conocer a Yoshikawa Chiharu, sobre todo cuando quien se presentaba era un él y no una ella.

    Misaki también se sorprendió, pero no lo demostró. Sus años en este ambiente le han dado experiencia y tacto a la hora de tratar a las personas que se dedican a aquello que él se encarga de pulir para entregar al público.

    Eso y pertenecer al departamento más problemático, pero con mayor renombre en la editorial han hecho callo en su personalidad y proporcionado golpe de madurez sorprendente.

    Camino un par de pasos; de nuevo fue detenido por otros artistas, algunos de ellos estuvieron a su cargo y Misaki los saludaba con alegría y un poco de nostalgia, recordando los buenos tiempos en que solía perseguirlos hasta que terminaran el manuscrito o llevarlos en rastra hasta una conferencia o reunión que tuviesen.
    Así duró un par de horas, apenas tuvo tiempo de intercambiar un saludo con su artista favorito- personalmente- Ijuin sensei, quien era acompañado por su ayudante, Yuu Yanase, un chico bastante talentoso que ya había lanzado un par de historias por su cuenta.

    La velada terminó pasada la media noche, se despidió de su jefe y sus compañeros de trabajo.

    Sonrió con alivio al no ver un deportivo rojo estacionado en la acera.

    Sacó su teléfono y pidió un auto para llevarlo a casa.



    OoO




    Misaki veía a través de la ventana del auto las luces de la ciudad; aquellas que adornaban las marquesinas de los establecimientos de videojuegos o comida, junto con las luces mercuriales que iluminaban su rostro cada pocos metros que el auto avanzaba.

    El ruido de los otros autos era leve, como un murmullo; pero Misaki sabía que solo era por la hora, ya que a plena luz del día era un hervidero de gente y autos pasando de un lado a otro.

    Sonrió, pensando que tal vez extrañaría un poco todo ese espectáculo de luces y ruido, una vez que se mudara a Hokkaido.

    Si. Hokkaido. Aquella prefectura que hace más de diez años no sabía donde estaba.

    Al parecer la editorial Marukawa se expandiría al norte del país y estaban enviando personal para que comenzara a instalarse ahí. Temporal o permanentemente, eso aun estaba por decidirse.
    Misaki fue uno de ellos.

    Recordaba la tarde en que se lo comunicó a su hermano, y tuvo que alejar el teléfono de su oreja al escuchar el grito emocionado ya que ahora estarían más cerca del otro.

    Era un buen cambio, no es que lo buscara, pero era una buena oportunidad de avanzar y seguir creciendo. A sus treinta y cinco años había logrado la estabilidad necesaria que una persona promedio busca en su vida: tenía un trabajo bien remunerado -aunque muy exigente- un hogar, familia que lo apoya y…

    El auto disminuyó la velocidad hasta detenerse. Misaki notó que ya habían llegado a su destino.



    OoO




    Mientras el elevador subía, Misaki se recargó en una orilla, suspiró al verse reflejado en una de las paredes espejadas.

    Sus ojos, verdes y brillantes lucían cansados y ojerosos por el estrés del día; su cabello, hace unas horas bien peinado y pulcro, ahora lucia desordenado.

    Aflojó el nudo de la corbata antes de quitársela y guardarla en uno de los bolsillos del saco; el cual también se retiró ya que comenzaba a sofocarle.

    Se vio tentado a sentarse en el piso del ascensor, pero ya estaba por llegar a su piso y comenzó a balancear su peso en un pie y otro para aliviar el cansancio; cuando el aparato se detuvo y las puertas se abrieron, Misaki respiró hondo para dar el ultimo esfuerzo y arrastrar los pies hasta el departamento.

    El suave sonido de un piano se dejó escuchar en el rellano del pasillo, Misaki se detuvo un momento antes de negar levemente con la cabeza.
    Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro y avanzó con firmeza hacia la puerta al final del pasillo.

    Al abrirla, el sonido del piano se escuchó más fuerte y Misaki siguió un camino de sobra conocido, siguiendo la melodía; subiendo las escaleras, doblando a la derecha.

    Paso al lado de tres puertas antes de abrir con suavidad aquella de donde provenía la curiosa melodía.

    Ahí estaba. Sentado frente aun gran piano de cola color estaño, a oscuras, solamente iluminado por las luces exteriores que daban por la ventana que estaba abierta, dejando entrar la suave brisa nocturna.

    Su espalda recta. Su nívea nuca descubierta.

    Sus grandes manos moviéndose grácilmente por las blancas teclas del instrumento.

    Su cabeza, ladeándose ligeramente. Inmerso totalmente en las notas que producía.

    Ante esa imagen, Misaki solo pudo suspirar, era uno de esos suspiros que le hacían ver cuan enamorado seguía estado de Akihiko.

    Si pudiera contar cuantas veces le hacía suspirar de esa manera sin que se diera cuenta, seguramente llenaría un libro por volúmenes.

    Y es que con mas de quince años en pareja uno pudiera decir que no encontraría más momentos de ese tipo, aquellos que cautivaban en los primeros meses o tal vez años de noviazgo y, con el paso del tiempo se volvían habituales.

    Uno aprende a amar esos detalles y comete la equivocación de darlos por sentado. Misaki ni Akihiko eran ese tipo de personas.

    Misaki había aprendido a amar todo de Usami, desde su lado infantil y posesivo -lidiando con este último hasta hace unos años- hasta las locuras y caprichos que cometía de un momento a otro.

    Una de esas, fue cuando, después de haber sobrevivido al periodo del daikon una vez más, regresó a casa y se topó con un par de trabajadores subiendo el piano de cola al estudio del famoso escritor.

    Por supuesto reclamó a viva voz, gritó y lo regañó… pero Akihiko solo sonrió diciéndole que era “parte de su trabajo de campo”.

    Y si, efectivamente, la historia en ese tiempo era acerca de un chico, Misa, un joven mesero de un restaurante familiar que sueña con ser actor, y Ahiko, un joven pianista desempleado que ama el jazz americano; en algún punto de la historia sus caminos terminan cruzándose, ambos son diferentes entre si pero al final logran complementarse el uno al otro y triunfar en sus sueños.

    Rosa y cliché. Si. Pero era Akikawa Yayoi quien la escribía, por lo que rápidamente fue un éxito.

    Ya había pasado casi un año de su publicación y Akihiko no se deshizo del piano. Sino que tocaba espontáneamente.

    Misaki no tenia idea que Akihiko supiera tocarlo, aunque era obvio teniendo en cuenta la educación que tuvo como un “bochan”.

    Pero no lo hacia nada mal. A veces, cuando tocaba la limpieza en el apartamento, Akihiko dejaba la puerta abierta para que el sonido llegara hasta donde Misaki estuviera.

    Y cuando estaba libre, se sentaba en una silla y escuchaba atentamente. Sin interrupciones, sin juegos de esos con los que seguía molestando a Misaki.

    Era como entrar en una especie de trance, tener un momento de tranquilidad en su ajetreada vida como editor y como escritor.

    Nunca lo habían mencionado el uno al otro, pero así estaban bien.

    Akihiko se giró un poco al notar su presencia y le sonrió, Misaki lo miró con disculpa, como diciendo “me tardé más de la cuenta” y el escritor solo le respondió con un gesto, corriéndose un poco en el banquillo del piano.

    Misaki entendió y se ubicó a su lado, perdiéndose en el movimiento de sus dedos, preguntándose como sus manos eran capaces de crear tantas maravillas.

    En la escritura. En la música.

    Con él.

    Un sonrojo cubrió ligeramente su rostro al recordar esas mismas manos posándose en su cuerpo, acariciándolo con seguridad, expertas en hacerle sentir tan bien, ver estrellas y llevarlo al borde…

    Sintió la mano del mayor sujetar una de las suyas y llevarla a sus labios. Misaki se sonrojó, pero no la retiro.

    Mientras la otra no dejaba de tocar en un extremo del piano, Akihiko guio la mano de Misaki al instrumento, moviendo sus dedos en un compás similar al que él estaba ejecutando, el castaño entendió, soltando una risita a la vez que se recogía las mangas de su camisa hasta los hombros.

    Cuando Akihiko estuvo seguro que ya lo dominaba, lo soltó y comenzó a tocar lo que Misaki ahora comprendió, era el inicio de la melodía.

    —Recuerdas aquella melodía que no podía escribir para la historia de Misa y Ahiko?— Misaki asintió, Akihiko estuvo frenético buscando “algo” que encajara en un momento donde Ahiko comienza a tocar y Misa llega y canta junto a él.

    Aikawa y Misaki lo ayudaron arduamente para que escribiera algo bonito y romántico… el resultado no lo convenció del todo, pero era el único bloque que tenia para terminar el resto de su novela.

    Akihiko no estuvo muy conforme con ese trabajo, pero vertió el resto de su inspiración y tiempo en las novelas que tenía su verdadero nombre.

    —Si… no olvido que aquella vez Kamijou-sensei casi tumba la puerta para reclamarte el haber publicado algo asi—. Se burló Misaki, ahora era divertido, pero en su momento realmente se había asustado. Tuvo una especie de dejavu en su época de universitario cuando era su alumno.

    —Y no pierde oportunidad en recalcarlo— contestó Akihiko con algo de humor, — ¿pero sabes algo? Creo que ya la conseguí— Misaki lo miró totalmente sorprendido, inmediatamente quiso saber el resultado.

    —Lo acabas de tocar—. Señaló su mano, la cual reposaba ligeramente en las teclas del piano, Misaki lo miró extrañado, pero el mayor tomó uno de los pentagramas y lo volteó, Misaki notó que eran una serie de estrofas escritas en ingles y comenzó a leerlas:

    City of stars
    Are you shining just for me?
    City of stars
    There's so much that I can't see
    Who knows?
    I felt it from the first embrace
    I shared with you
    That now our dreams
    They've finally come true


    Desde que Akihiko se lo habia llevado una temporada a Londres hace unos años ya no tenia tantos problemas para entender el idioma, aunque su pronunciación era un poco curiosa, podía defenderse frente a un extranjero, sobre todo le sirvió de mucho en su trabajo como editor ya que solía brindar soporte a los editores extranjeros para adaptar la obra escogida al inglés.

    —Es hermosa, Usagi-san—. Akihiko sonrió tomando la hoja y poniéndola en frente de ellos.

    —Vamos—. El castaño tardó dos segundos en comprender lo que le pedía. Si hubiera sido su viejo yo, seguramente estuviera riéndose y negándose nerviosamente.

    Ahora no.

    —Solo no te burles de mi acento. Sigo trabajando en ello.

    —Tu acento es hermoso, Misaki. Tan dulce—. El aludido entornó los ojos, pero decidió ignorarlo. Colocó su mano en la posición correcta y esperó la instrucción de Akihiko, a pesar de que habia otra hoja con las notas musicales, Misaki no tenia idea de lo que decía.

    Akihiko cantó suavemente la primera estrofa y Misaki suspiró por ¿quinta? ¿decima? Vez en el día.

    Su voz, suave... como un susurro, aún así, la sentía resonar en sus oídos con fuerza.

    El siguió en la siguiente estrofa, siguiendo la letra ya que no se la había memorizado del todo.

    Un estribillo.

    El coro.

    Un dueto.

    Una risita de parte de Misaki al leer una onomatopeya, Akihiko era muy meticuloso con las palabras, que incluyera un sonido era demasiado tierno para la pieza. Como un aire de inocencia para describir el sonido del corazón.

    Miraron al otro fijamente. Intensamente.

    Akihiko suspiró y le sonrió con dulzura. Misaki fue el que terminó la estrofa.


    Se mantuvieron en silencio un par de segundos antes de que Akihiko acercara su rostro al del moreno y lo besara con suavidad, degustando el sabor de esos labios que conocía a la perfección.

    Misaki suspiró en el beso, una vez más. ¡Oh, como deseaba que esos suspiros nunca terminasen!

    —¿Y bien?— el castaño asintió cerrando los ojos, recargando su cabeza en el hombro del mayor.

    —Es perfecta. Describe muy bien lo que esos dos sentían por el otro y también es un canto lleno de calidez y amor con el que una persona se puede identificar fácilmente—. Akihiko asintió agradeciendo las palabras profesionales de Misaki y besó su frente afectuosamente.

    —¿Cómo se te ha ocurrido?— continuó el castaño, Akihiko meditó su respuesta algunos segundos.

    —La perspectiva de mudarnos. Supongo. He pensado muchas cosas, Misaki… una de ellas es lo afortunado que soy al tenerte en mi vida y lo mucho que significas para mi. Eres ese amor que siempre busqué, “lo sentí desde el primer abrazo que compartí contigo”— su corazón latió fuertemente al escuchar uno de los versos de esa melodía y abrazó al escritor con fuerza, pegándose a su pecho.

    —Tonto. Debería golpearte por usarme para tus novelas una vez más— la risa de Akihiko resonó en sus oídos, arrullándolo.

    —Ya deberías estar acostumbrado y vete preparando cuando lleguemos a Hokkaido, después de todo, tienes que pagarme de alguna manera por hacerme dejar el apartamento—. El menor lo golpeó ligeramente en el hombro antes de responderle.

    —Al menos tendremos una casa. Así no molestarás a los vecinos con tu piano como suelen quejarse aquí—. Akihiko comenzó a pasar su mano por la espalda del editor, moviéndola sobre la tela con suavidad.

    —Estamos en un penthouse, Misaki, una de las razones por las que no tengo vecinos.

    —Son los vecinos de abajo—. El castaño sintió que la mano que lo acariciaba ya comenzaba a colarse por debajo de su camisa.

    —No es mi culpa que el piso no sea a prueba de sonido… ahora ¿quieres darles una razón más para quejarse—. El editor reprimió un gemido al sentir la respiración del escritor hacerle cosquillas en su cuello y detuvo su mano traviesa de seguir aventurándose en la pretina de su pantalón.
    Conectaron sus miradas. Los ojos azules de Akihiko seguía viéndolo con un deseo ardiente, como una llama que nunca se apaga.
    Misaki sentía quemarse en ella al mismo tiempo que podría ahogarse en sus profundas mares azules. Tan contradictorio.

    Los ojos de Misaki solo reflejaban el mismo deseo, aunque rara vez lo notaba, pero Akihiko si lo hacia y solo le quedaba admirar aquellas gemas preciosas que lo veían con un profundo amor que no desaparece ni se pierde a pesar del tiempo transcurrido.
    Misaki se levantó primero, rompiendo el contacto brevemente, antes de extender su mano hacia el escritor, sonriéndole con emoción anticipada.
    Akihiko la tomó, firmemente, llevándolo a la salida del estudio, doblando a la izquierda y perdiéndose por el pasillo entre risas cómplices y besos traviesos.

    Que se perdieron tras cerrar la puerta al final del corredor.


    FIN


    Comentarios:

    ¿Creeran que no recordaba como publicar aquí? ayyy

    Mas de un siglo sin venir por estos lares… no se. La inspiración me golpeó para escribir esto, creo que quedó decente : ) espero que les guste y que aún haya alguien que conozca : P

    Si, Akihiko se invento la historia de la película. Al menos les dio un final feliz T_T

    Aqui esta la canción que provocó esto:



    Antes que me lluevan sartenazos por cortarles el lemon xdd lo siento, nunca vi lemon en este OS :O si lo digo ahora es porque he recibido algunos comentarios (a veces aqui o en otras plataformas) por hacer esto, no son comentarios fuertes, aclaro, pero yo soy de esas fickers que piensa que no lo ocupa en sus historias, o al menos no lo ocupa en tooodas las historias. Lamento si decepciono o decepcioné a algunos en otros fics que he hecho.

    Esperemos que la marea me traiga por aquí de nuevo. Se siente bien escribir para este fandom : )

    Gracias por leer :D dejen un comentario para saber si en verdad esta decente jejeje, ando oxidada con JR.
     
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  2. karyna saga
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    Simplemente hermoso 💕
     
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    "en mi vida privada mi mayor prioridad eres tu"
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    Kamijou, my sweet honey!! Me a encantado, sentí mucha nostalgia por muchas cosas y me has salvado la semana.
    Fue simplemente hermosa esta historia, pensat en los años que pasaron y que aún sigan juntos mis bebés y amando se como lo hacen. 😻😻
    gracias por esta linda historia.
    Mitsuko Usagi 😻
     
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    Maestr@ en Yaoi
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    Me ha gustado mucho. Muy hermoso.
     
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  5. Drewelove
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    ¡Precioso! Y tú forma de escribir me ha capturado durante toda la lectura.
    Misaki y Akihiko son true love
     
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4 replies since 3/4/2018, 05:47   306 views
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