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yesterdayForgetful
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¿Ayudando a mi enemigo?
by yesterdayForgetful
Entrecerró los ojos y miró el cuerpo de Dib en el suelo de su base; después de una batalla explosiva las cosas habían acabado así. Se acercó un poco y le pateó la cara, más el joven Dib no dio ni la más mínima señal de dolor. Zim gruñó entre dientes y se dio la vuelta para empezar a caminar de un lado a otro, pensando en algún plan de qué hacer con él. GIR apareció volando.
—¡Jefecito!— Le llamó, pero Zim estaba tan pensativo que no lo escuchó. —¡Jefecito! ¡Jefecito! ¡Jefecito! ¡JEFECITOOOO!
—¡Ay! ¿¡Qué quieres!?— Le gritó lleno de enojo y frustración.
GIR se quedó flotando, sonrió y se quedo callado. Realmente se veía tierno como siempre. Zim solo dio un largo grito muy enojado.
—¿¡Qué no vez que estoy intentando pensar!? ¡No tengo tiempo para tus juegos, GIR! ¡Este humano esta inconsciente en la base y debo deshacerme de él!
GIR bajó al suelo y caminó hasta Dib, lo miró un segundo y habló.
—¿Y por qué no lo dejamos en su casa sin que nadie se de cuenta?
Zim lo observó con los ojos muy grandes, lo razonó lentamente y a regañadientes aceptó.
—Esta bien, GIR. Solo por esta vez. No puedo perder mucho tiempo como para destruir a mi archienemigo ahora. ¡Debo limpiar este desastre antes de que me llamen los Altos! ¡Será mi ruina si fallo en el examen de rutina y ven la mitad de la base destruida!
—¡Siiiii, taquitos!— Luego a GIR le explota la cabeza como es de costumbre, Zim no se sorprende mucho.
—Perfecto. Ahora debo hacerlo todo yo solo— Dice amargamente.
Caminó inseguro hasta Dib, casi con cautela, y lo tomó del cuello de la gabardina. Lo alzó y miró el rostro del otro, estaba, quizá, muy lejos, en otra galaxia. Zim hizo una mueca y le gruñó al rostro durmiente.
—No tengo de otra.
Una de las patas de su PAK tomó a Dib de la gabardina, luego salieron más patas y entonces Zim lo colocó detrás de sí para poder abrirse paso por la ciudad.
Era de noche. Zim iba a su paso con Dib colgando detrás. Su rostro estaba fastidiado pero concentrado en lo que hacía, la llamada de los Altos no tardaría en sonar en su base. Había pasado por media ciudad sin ser descubierto, pero eso si, hubo situaciones incómodas donde tenía que esconderse junto a Dib; pues andaba sin su disfraz.
Como cuando en un callejón oscuro casi es sorprendido por un vago, actuando de forma improvisada no tuvo más que optar por meterse en un contenedor de basura; gracias a todo que estaba vacío, aun así muy apestoso. Lo malo fue que con la rapidez y sorpresa no hizo bien los cálculos y terminó cayendo de espaldas al contenedor con el cuerpo frágil de Dib encima suyo, provocándole algo extraño en su interior y un sonrojo. Ya que no hubo peligro lo tomó de sus pequeños hombros y lo levantó con cuidado, ambos saliendo de ahí, continuando con la larga travesía.
Cuando finalmente llegó, subió por la casa de Dib hasta la ventana de su habitación. Ahora venía la parte difícil. Entrar en completo silencio para no alertar a su familia y ser descubierto.
Primero entró Zim y revisó los alrededores, todo bajo control. Ya que estuvo dentro bajó de sus patas robóticas hasta que sus pies tocaron el suelo. Volteó hacia la ventana y acercó al Dib inconsciente con mucho cuidado hacia sus brazos. Lentamente, Dib fue siendo colocado en los brazos del alienígena hasta hacer un lindo abrazo. Zim en realidad era muy cuidadoso con el cuerpo del otro.
Se acercó hasta la cama de su enemigo y lo recostó bocarriba. Lo arropó con la sabana para que nadie sospechara y lo observó por última vez para asegurarse de que todo estuviera en orden.
—Nunca había visto a Dib tan tranquilo. Siempre siendo una... larva humana gritona y molesta, y ahora, puedo ver una de sus facetas menos vistas.
Zim frunció la mirada tratando de explicar por qué había dicho eso, pero lo tomó desprevenido que la puerta se abriera de improvisto. Actuó rápido y se escondió debajo de la cama.
—Dib, ¡te dije que la última lata de soda era mía!
Dib no respondió, ni lo haría dentro de algunas horas. Gaz hizo una rabieta.
—Cuando despiertes, todos los huesos de tu horrible cuerpo estarán rotos— Y cerró de un portazo infernal.
Zim salió debajo de la cama e hizo un gesto de alivio. Miró a Dib unos momentos, activó sus patas metálicas y se puso en la ventana. Antes de huir, miró una última vez atrás el rostro de su enemigo y se sonrió ligeramente, pero no era una sonrisa de maldad, sino una de tranquilidad. Dib hizo ademan de despertar. Zim se alteró y no la pensó dos veces para subir al techo y guardar silencio.
—Nnnah... ¿Qué pasó?— Dib volteó a su alrededor. —¿Dónde estoy?
La puerta se abrió de golpe. Gaz estaba ahí con una lata de soda apretujada en su mano y el rostro lleno de ira pura.
—Que bueno que despiertas, hermanito. ¡Ahora lo pagaraaaaaas!— Le aventó la lata a la cabeza y se arrojó contra él.
Zim no sabía que estaba pasando allá abajo, pero se espantó en serio cuando escuchaba los gritos de Dib implorando piedad. Se aterró y salió corriendo de ahí mientras gritaba presa del pánico.
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No hay salida del jardín del edén, vamos a tomar el fruto del pecado desde el árbol...
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Jaja Pude leer todos los diálogos con sus voces. Tienes muy bien captados a los personajes. Sería interesante ver qué más pasa entre esos dos <3 . -
ann98+1 .
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Me encanta cómo va. Hace tiempo no entraba por el foro y encontrarme con este fic reavivó mi amor por el ZaDr. ^^
Por cierto, me encanta la firma con la letra de This Is The New Shit. *o*.
(INVASOR ZIM) (ORIGINAL) ¿Ayudando a mi enemigo? [ZADR] *COMPLETO*GÉNERO: Humor, Romance. |
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