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.Balanceó la copa de vino a la par que observaba sin interés el líquido y su fluir, era consciente de que su esposa estaba hablándole. Debes hacer algo con respecto a Cain, se niega a participar en la cena de esta noche. el tono de su voz suena desesperado y comienza a creer que de la mujer tranquila con la que contrajo matrimonio no quedaba nada. Ellos se habían casado a una temprana edad, un matrimonio por conveniencia para mantener su apellido. A Ambos les fue ordenado traer herederos a las familia y así lo habían hecho, Cain era a sus trece años el séptimo y último hijo de la pareja. Deja la copa de vino sobre su escritorio, está muy habituado a oír quejas por parte de "su mujer" sobre el menor de sus hijos. Este está a lado de ella con la mirada perdida en la ventana de su estudio, sabe que pese a que se encuentra en problemas no le interesa. Llama al rubio por su nombre y este le devuelve la mirada, es quien ha heredado su apariencia, los genes de su esposa parecían ser demasiado fuertes, de todos sus hijos es el que más se le parece, es una copia idéntica.
Cain no es como los demás. expresa. Puede notar que está lista para refutar por lo que prosigue haciendo un ademán para que guarde silencio. Es un genio, el orgullo de nuestra familia. lo era, en verdad lo era, aquel niño de trece años de edad era su mejor creación, un genio sin precedentes. Ha alcanzado el nivel de sus hermanos hace años, lo cual considerando mi educación y que asistan a las mejores universidades es una vergüenza. era cierto que ese niño era su obra maestra, pero al mismo tiempo era su más grande fallo. Su hijo estaba vacío, carecía de emociones, tacto, sensibilidad, despreciaba el calor humano. Creí ser claro cuando establecí que su educación está por encima de tu capacidad, yo me encargaré de él, que sus hermanos entretengan a los invitados.
La ve salir azotando la puerta, mentiría si dijera que no se lo esperaba. Vamos al hospital. le indica al menor incorporándose. Su hijo asiente emocionado por la idea de contemplar de primera mano aquel mundo que lo tenía obsesionado. Acaricia su cabeza al pasar a su lado y el otro lo ve sin comprender a que se debían esas acciones. No es nada. de todos modos no entendería su necesidad de "afecto paterno".
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Odiaba a esos idiotas que se atrevían a decir que Canadá era un lugar tranquilo, claro, les daba razón cuando hacían comparaciones entre países tercermundistas o con Estados Unidos, USA era caótico y la verdad prefería no tener que ir a ese país si no era un asunto serio, pero Canadá también tenía sus problemas, solían aparecer psicópatas donde menos se lo esperaba y algunos venían precisamente de USA cuando burlaban la frontera, creían que la policía de ese lugar no sería capaz de atraparlos. Pero él, no le gustaba dejar sus presas sin morder, sea quien fuese que sea, como en ese momento que perseguía sin tregua a un político poderoso que se hospedaba en su ciudad. No le importaba que fuese extranjero, si estaba cometiendo delitos contra otros omegas él no podría quedarse tranquilo, por suerte, su compañero pensaba igual, era de los pocos alfas con quien se relacionaba en un nivel equitativo, al menos porque nunca sentía menosprecio de su parte.
"Police!" Exclamó antes de irrumpir de una patada la puerta de esa mansión, una gran casa en las afueras de la ciudad, colindando con las granjas. Según la investigación en esa noche se llevaría a cabo un tráfico de fármacos y venta de personas.
Apuntó el arma al frente, nunca temía o temblaba en esas situaciones. La mansión era un desastre, veía varias personas intoxicadas en el suelo, de una sobredosis, cuando avanzó más encontró al anfitrión, su presa, en un charco de sangre debido a un disparo en el pecho... ¿Alguien se le adelantó? Dejó el arma para cubrir la hemorragia y gritar a su compañero que pidiera una ambulancia, no podía dejar que ese desgraciado muriera sin enfrentar la ley.
Tanto así, que él lo acompañó en el vehículo, siendo separado solo cuando iba ser pasado a la sala de emergencias para operar.
No puede morir, es un sospechoso importante Dijo desesperado al médico, iba recibir un regaño por parte de los superiores, habían irrumpido sin esperar refuerzos y pasó ese desastre.. -
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El chofér los había llevado hasta el hospital, quizás para las personas que no conocieran al par de rubios les pareciera tierno ver al pequeño llevando una bata, lo verían tal vez como un acto de imitación adorable. Cain no obstante era muy serio con su posición, a su edad era más capaz que sus hermanos, su último peldaño por atravesar era su propio padre, el director del hospital y distinguido cirujano. Estaban atravesando la recepción cuando escucha murmullos, gente movilizarse, es normal en un hospital, lo que no era realmente normal era el interés de su hijo. Solicitó un informe a una de las enfermeras, ¿un tiroteo? ¿Debían salvar a un criminal? La policía en verdad tenía demasiado tiempo libre pensó. Ordenó a su hijo que lo siguiera, debían reunirse con un conocido político para discutir su próxima operación, sin embargo lo detiene una voz masculina. Voltea su rostro, el sentirse ofendido es inevitable, ser confundido con un simple médico es un error que pocas personas cometerían, sin embargo el comentario despectivo murió en su garganta cuando sus ojos se posaron en la persona que se encontraba detrás de él.
Daddy. siente el tirón de Cain en su pantalón. Adivina por su tono que se encuentra tan extrañado como él por esa situación. No tiene siquiera tiempo de reprender aquel estúpido mote de su hijo, lo utilizaba en público porque así se lo había dicho su madre, cuestiones de apariencia ante el público suponía. Cain. el menor eleva la mirada, sin embargo él continúa concentrado en observar el rostro de tal vez el hombre más hermoso que había conocido en su entera vida. Entrarás conmigo en la sala de operaciones, prepárate. declara. La sonrisa que se dibuja en las facciones del rubio es quizás la más honesta que ha visto, resplandece y por un momento cree que aquel es un niño normal, pero no es así, ningún otro de su edad se emocionaría por asistir a su progenitor en la sala de operaciones.
Director.. no es necesario que usted en persona.. ¡es solo un delincuente!. escucha al doctor detrás de él, supone que es el de urgencias. Levanta una mano y solo ese ademán es necesario para callarlo. Le aseguro que cuidaremos bien de su sospechoso, señor policía. cruzó un brazo sobre su pecho e hizo una reverencia en un acto de caballerosidad. Avanza al interior de la sala de urgencias y detrás de él va su hijo con sus ojos brillando de emoción por operar a lado de su padre.. -
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No se detuvo en un inicio a observar de quién era el brazo, todos en ese lugar usaban bata blanca y eran similares en tamaño, así que tomó la primera, su mano tenía sangre seca y dejó algunos manchones en la ropa del director. En un inicio si bien no le importó de quién diablos fuese con tal de que ese hombre en la sala no muriera, cuando volteó la cabeza para hacer contacto visual con el evidente alfa, masculino y más alto que él, ojos carmín, normalmente no le interesan los hombres, se ha topado con suficientes tarados en su vida para evitar las relaciones amorosas pero aquel... Se siente golpeado por una onda invisible y retrocede por instinto, estaba agitado pero el rubor en sus mejillas no debía ser por correr ajetreado, algo más dentro de él y sabe perfectamente que era, su deseo por ser tomado por aquel alfa era demasiado. Pero era un adulto, cuando escucha de nuevo al hombre referirse a él, recupera un poco de la compostura carraspeando y asintiendo. Es alguien que no debe morir sin sufrir Se lo ha tomado un poco personal a ese delincuente pero luego de ver una de sus víctimas agonizar en sus brazos, se consolaba diciendo que insano sería que no.
Su compañero le ofrece una bebida mientras esperan, recibe la llamada del jefe por lo que debe dejar la sala de espera y salir atender el teléfono, ha hecho mal y debe hacer un informe pero no se arrepiente... si hubiesen esperado refuerzos tal vez era demasiado tarde, pero a su jefe no le interesa mucho así que luego debe esperar una sanción e ir a la oficina. No ha sido un buen día pero al menos espera que esa persona tenga éxito... si bien puso en duda que entrara con su hijo, el niño era una copia en miniatura de su padre, el semblante y el aura de esa persona no le dejaron poner en duda que sabía lo que hacía.... -
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Puede notar la decepción del rubio porque no sería el cirujano, sino el asistente, pero su hijo no deja pasar la oportunidad para recolectar información. Siente su sed de conocimiento, está seguro de que en unos años lo sobrepasaría sin demasiado esfuerzo. Cain tenía el intelecto, habilidad y determinación para volverse el mejor cirujano del hospital, había engendrado a un monstruo. Gracias a la asistencia de el menor la cirugía no se extendió demasiado, en ocasiones se encontraba a si mismo con la mente concentrada en esos ojos que lo habían mirado con intensidad, ese tono de voz.. las gotas de sudor que caían desde su frente y otras que corrían por su cuello, la sangre seca. La primera vez que observó a su esposa creyó que era hermosa, era capaz de apreciar su belleza aún sin sentimientos de por medio, pero estaba lejos de compararse a esa sensación que recorría su cuerpo. Resultaba misterioso, extraño y agradable.
La cirugía finalizó dos horas después y ambos se despojaban de sus guantes, no le extraña que su hijo salte con preguntas sobre las técnicas que había utilizado. Su esposa desconocía ese lado del menor, de conocerlo tal vez no estaría tan decepcionada por su actitud. Conociendo al menor aún no ha comido así que le ordena ir con Yuuki, que por el horario debía encontrarse aún en el hospital, y alimentarse, una vez cumpliera con sus condiciones podrían discutir la cirugía del día. Cuando abandona la sala le es tendida una toalla con la cual se encarga de deshacerse del sudor. Da indicaciones básicas del cuidado de el paciente de ahora en más a los doctores en guardia para que no lo estropeen, su situación es delicada pero está fuera de peligro.
Encuentra a otro policía en la sala de espera, francamente era decepcionante no encontrarse con el hombre que había visto anteriormente pero maneja la situación con profesionalismo. Le explica que sería llevado a una habitación en el quinto piso que será resguardada por sus guardias mientras ellos designan a los policías que vigilaran la habitación. Si es todo, me retiro. no tenía razón de encontrarse allí. Emmett desgraciadamente no es un hombre tan paciente como su tranquila apariencia sugiere.. -
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Es una lástima que deba dejar el hospital aun cuando no salen de cirugía pero supone que su jefe no dejaría pasar mucho rato sin castigarlo, era un omega después de todo, cuando ingresa a la oficina recibe el discurso que esperaba además de la sensación, le quitan su placa por diez días... será largo, pide un último permiso para ir en persona y ver que el hombre que arrestó esté vivo, es solo un civil en ese momento por lo que tiene prohibido acercarse o hacer algún contacto con el hombre. Antes de volver de nuevo debe cambiarse a sus ropas normales y dejar los papeles sobre la mesa, ha pasado casi cuatro horas y según su compañero el hombre ha salido de cirugía y está estable... parte de sus razones por ir a ese lugar son contradictorias, desea volver a ver aquel doctor pero a la vez ver con sus ojos que ese hombre no iba a morir y debería ser castigado... Al ingresar se dirige a la habitación, es obvio que no puede entrar y sus compañeros que bloquean la puerta deben estar al tanto, pero se conforma con solo verlo por el espejo y fruncir las cejas... durmiendo tan tranquilo, amará cuando despierte.
Decide entonces bajar, no tiene motivos para encontrarse más en el hospital.. más que tal vez intentar ver a aquel hombre, era el director según escuchó, lo más probable es que no lo atendiera. En el jardín se encuentra el mismo rubio acompañado del pelirrojo, están comiendo, recuerda entonces que él mismo tampoco había comido nada... ya que está cerca se va a la cafetería pero siguiendo el ejemplo de los niños decide buscar un lugar más calmado y solo para comer.
Diez días Y soltó un suspiro, era decepcionante pero supone que así era el protocolo, no, lo más seguro es porque un omega desobedeció sus órdenes.. -
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Después de que su hijo menor se marchara decidió encargarse de visitar los alrededores del hospital. Prefería caminar y observar con sus propios ojos como se desenvolvía este. Habían improvisado bastante con la infraestructura e incluso los planes de expansión estaban listos, ya habían adquirido los terrenos que se encontraban próximos con la sólida idea de crecer. Su padre le había heredado el hospital cuando tenía veinte y él y su madre habían muerto, a diferencia de sus hijos él había sido hijo único, por lo cual heredar todo no fue un mayor problema. En su camino encuentra al mismo castaño de hace unas horas no necesita aumentar su paso pues van en direcciones opuestas, al momento en que están de frente sonríe, es un gesto poco llamativo y coincide con la imagen sobria. Señor policía. saluda con aquel sobrenombre pues no ha tenido el honor de escuchar su nombre. Imagina será tan encantador como él. Su imagen al contrario de él es más rebelde, desaliñada en el buen sentido, aunque admitía sentirse cautivado por el uniforme que portaba en un principio cubierto de sangre de aquel criminal.
Sus facciones enseñan a un hombre maduro, no es un omega joven e inexperto y saberlo incita su instinto con la atroz necesidad de lo más básico y primitivo. Curioso, pensó, en su entera vida jamás había escuchado aquello que denominaban como instinto alfa. Su retoño parecía interesado en las interacciones entre ambas posiciones y había iniciado una investigación con el pelirrojo, de la cual se suponía él no tenía idea. Cain comprendería con los años que pocas cosas no alcanzaban sus oídos y si lo hacían es porque no le interesaban.. -
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Cuando terminó su almuerzo, se dirigía a la salida, no había visto de nuevo al hombre que deseaba y si bien era desalentador, lo cierto es que ya no tenía motivos para seguir en el hospital, por el contrario, sus compañeros podrían sospechar que deseaba asesinar o desconectar el respirador de aquel sospechoso... no sería del todo mentira pero una parte de él le gustaría que enfrentara la justicia frente a las víctimas. Por eso, su retirada era inevitable, eso al menos hasta que su suerte empezó a mejorar y se topaba de nuevo con aquel hombre... evidentemente era mayor que él, un alfa alto hecho y derecho, él tampoco estaba del todo joven, pues 26 años y soltero era preocupante entre sus conocidos omegas. Apenas se encuentra frente a él, se ha detenido en apreciar sus rasgos, en verificar que en efecto, sus ojos eran de color carmín y llamativos. Sonríe ante el mote, a diferencia de antes que lo tomó por la guardia baja, ahora es capaz de mantener la compostura del momento, si bien está acalorado por el deseo de su parte baja, al menos es posible verlo a los ojos y hablar. Adler Corrige al fin, ese era su nombre, el apellido pertenecía a su padre, un alfa del que no tiene mucho que hablar, le gustaría utilizar el de su madre de soltera.
La operación fue exitosa, gracias. Es más bajo, notable pero es de los omegas que le gusta encarar a los alfa en todo lo que sea posible, por lo que en ese momento mantiene su cabeza en alto para poder mirarlo, aunque en sus ojos se refleje el deseo, en el mayor percibe el mismo aroma de instinto, será que van a terminar teniendo... El director debe estar casado, pero la existencia de una pareja formal no ha detenido su deseo por alguna razón.. -
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Encuentra los gestos y ademanes realizados realmente cautivadores. Es una persona real, no parte de aquel pútrido mundo donde el dinero y reconocimientos eran necesarios para sobrevivir. Había pasado un tiempo desde que tuvo una conversación con alguien fuera de su círculo social. Su nombre le es indicado para su deleite, suena a música clásica, suave y agradable. Adler. repite por el mero gusto de escuchar como sonaría con su propia voz. Decide que es demasiado bueno como para llamarlo así una única vez. Por supuesto. responde. La cirugía había sido un éxito por su propia experiencia y la asistencia de su hijo menor. Es misterioso, a diferencia de los alfas en su posición no encuentra en lo más mínimo molesto que aquel le observe directamente a los ojos. Las personas continúan circulando alrededor de ellos pero para el director de aquel hospital el tiempo parecía haberse detenido, es entretenido observar a esa persona, sus facciones eran delicadas pero su complexión no pertenecía a la de un omega promedio, su aroma delataba su posición e igualmente era diferente.
Oh, es la hora del almuerzo. dice ignorando el ambiente que los rodea, es fácil de comprender a donde los llevaría todo aquello, pero prefería extender el juego un poco más. Los juegos previos eran tan interesantes como el plato principal y ese era en menú que definitivamente debía probar. ¿Le gustaría acompañarme? cuestiona señalando la señalización del comedor, suponía que ese sitio era el destino de el policía en primera instancia. Me encantaría conversar un poco más si me lo permite.. -
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Ser el director de hospital debe haberle ganado cierto estatus o habilidad, no tiene idea, no está metido en el mundo de la ciencia para decir que reconoce de algo a ese hombre, pero por su postura y confianza puede darse cuenta que sabe lo que hace y eso es suficiente. No esperaba ser invitado, si bien pasar a lo que obviamente deseaban ambos hubiese sido más fácil para él y no le molestaba saltarse los coqueteos, normalmente era así, no intimaba demasiado con un alfa principalmente por su personalidad rebelde y desafiante, algunos les suele molestar que un omega los contradiga o tenga su propia opinión respecto a un tema. Pero de todas formas asiente, ya ha comido pero un postre le sentaría bien, solía tener un gran apetito la verdad, se ejercita diariamente así que suele aumentar la ingesta de alimentos, nunca se ha podido quedar quieto en un escritorio tampoco.
Pero no sé nada de medicina si lo que quiere es hablar de eso Su acento es un poco brusco, algo de británico, para hablar con sus superiores suele cuidar un poco más su vocabulario, en ese momento no lo consideraba necesario, no estaban haciendo ningún negocio y él no era su jefe.
En el comedor pide un trozo de pastel tal como planeó desde el inicio, chocolate con fresas suele ser su favorito, disfrutaba de las cosas dulces y extra dulces al punto de ser empalagosas. No le sorprende que para el director haya una mesa desocupada, se sienta en el sitio, el comedor era ruidoso pero no se quejaba si iba hablar con esa persona.. -
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No se muestra incordiado por la respuesta tosca o la forma tan casual de dirigirse a él, muy por el contrario se encuentra altamente fascinado. Había pasado un tiempo desde que alguien se había comunicado de forma tan soez. Lo sigue de cerca y a diferencia de su acompañante ordena una taza de té y lo acompaña con unas galletas. Como era natural todo fue llevado a la mesa que tenían reservada para las pocas ocasiones en que decidía abandonar su oficina y comer con los demás. Su propia morada no contaba con tanta vida, así que encontraba reconfortante aquel ambiente lleno de risas, voces y felicidad. Recibe el té con una sonrisa y expresa un breve agradecimiento, no siente el usual antojo de comida que expresaba a esas horas, asume que tiene que ver con su conversación con su esposa esa mañana, lo correcto sería decir que no se encontraba de el "humor" suficiente y una humeante taza de té podría arreglarlo, claro la inusual pero atractiva compañía también inducía un efecto similar en su actitud.
¿Luzco como un hombre tan aburrido que solo me crees capaz de hablar de medicina? cuestiona. Sonríe, debe verse así a los ojos de los demás, es totalmente compresible. Las palabras que lo describirían serían: serio y recto. Las mismas no iban de la mano con lo que sería una charla amena. Es entendible que se preste a la confusión, pero no soy un doctor todo el tiempo o el director. mucho menos era un padre y esposo las veinticuatro horas del día, a veces estaba bien deshacerse de esos títulos y relajarse como en ese instante. Aún no me he presentado, mi nombre es Emmett, un placer conocerte Adler. realmente lo era, nunca había conocido una persona más hermosa. No podía esperar para hundir sus dientes en aquel delgado cuello.. -
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Por supuesto que pensaría que aquella persona querría hablar cosas serias, fuera de coger o querer acostarse con él, no puede imaginar otro ambiente con aquel hombre... simplemente porque ahora solo se está poniendo como un animal en celo y porque él nunca ha sido de conversar demasiados con otros, no al menos cuando no se trataba de trabajos, y en todo caso sus amistades se reducían a otras mujeres y omegas con las que solía hablar de cosas más... a su estereotipo, o al menos escuchar a sus amigas, él era desaliñado por lo que nunca se maquillaba ni mucho menos para trabajar, sería impensable, otra razón es que ahora solo ha dejado su cabello largo porque sigue postergando el tiempo para ir a la estética, su trabajo solía extenderse a horarios nocturnos y sus descansos solía aprovechar para dormir o hacer alguna otra, principalmente dormir porque la mayoría del tiempo acababa exhausto.
Apoya el codo en la mesa, le han dado un cubierto así que evita comer con los dedos a pesar que le gustaría probar el dulce directamente con el índice.
Un placer. ¿Qué querría hablar un letrado hombre con usted conmigo entonces? No solo la apariencia, siendo un omega no esperaba que un alfa lo invitara para realmente charlar de algo, cuando cruzaba miradas con ese hombre era obvio lo que deseaban, incluso sentía la piel bajo su collar de omega cosquillear en ansias de una mordida.
Ah, hace tiempo no estaba en un hospital, solo cuando debo acompañar víctimas o revisar cadáveres en la morgue, nada fuera del otro mundo, se lleva el primer bocado a la boca y sonríe, era dulce y agradable.. -
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No recuerda la última ocasión donde le habían tratado de "tú" incluso su esposa con la que llevaba largos años de matrimonio lo continuaba tratando de usted. Me pregunto lo mismo. era obvia la atracción, el instinto era más fuerte que sus propios deseos como personas, a fin de cuentas alfas y omegas en esencia compartían rasgos animales. Sus ojos se cruzan y siente la imperiosa necesidad de morder, debe contenerse y hacerlo con su mejilla interna, no tarda en sentir el sabor de la sangre, misma que succiona para evitar preocupaciones innecesarias. Su deber como policía debe mantenerlo ocupado, es en verdad un trabajo admirable. espeta. Con tranquilidad endulza su té con los pequeños cubos de azúcar, acto seguido los disuelve con los movimientos de su cuchara. Poco escapa de mis oídos aquí. explica. Bebe su té y cuando encuentra el sabor en su punto expresa su satisfacción por medio de una baja exclamación. El que perdieras tu placa no es una excepción.
Sería más sencillo así, saber a lo que ambos iban en ese momento, a lo que apuntaban. Pero la policía no tiene jurisdicción sobre este hospital, eres más que bienvenido a visitarnos, Adler. él siempre tendría tiempo disponible en su agenda para tan apetecible persona. Toma una de las galletas y la acerca a su boca dando una mordida no muy grande, era un hombre habituado a la etiqueta. Limpia las migajas que han quedado alrededor de sus labios.. -
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Enarca una ceja ante lo que escucha, no habían pasado más que un par de horas, menos de tres tal vez... y ya se había disparado ese rumor, peor aún, que llegase a oídos de esa persona que no tenía nada que ver con la fuerza judicial, tal vez debería replantearse si ignorar a las personas ajenas a su jefe y colegas era bueno, no tenía las conexiones que la mayoría pero la única forma de obtenerlas era mediante "pagos" que no le apetecía realizar, si bien el sexo casual es normal para él, acostarse para subir de rango u obtener ayudas no le gustaba, hería su orgullo tal vez. Parte la mitad del pastel y lo ingiere de una vez, comía de más cuando estaba un poco alterado, ahora lo estaba, haber escuchado eso lo hizo sentirse algo incómodo. Solo hoy estará bien Si no tenía motivos para regresar no tenía sentido que esté visitando ese lugar, solo levantaría sospechas y quienes fuera que le habían dicho sobre su placa a ese hombre también le contarían a los demás que estaba perdiendo el tiempo en el hospital, las historias del porqué no dejarían de aparecer y la verdad prefiere evitarse esas escenas, en especial si aquel era un hombre casado.
Ya hemos hablado suficiente. Tomó lo que quedaba y la fresa la atravesó con su tenedor y la llevó a la boca para masticarla. Realmente le hubiese deseado acostarse con ese hombre pero ahora estaba un poco incómodo. Se levantó de la mesa haciendo un leve ademán de despedida. Recordó que ya no tenía la placa y debía buscar qué hacer esos diez días, tal vez por fin pueda ir a cortarse el cabello.. -
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¿Habría tomado el mal hábito de hablar de más de su esposa? Parecía ser el caso. Emmett no acostumbraba a jugar con su comida, al menos ese era el caso anteriormente. Bebió lo último de su té de un sorbo, era una pena por las galletas, pero comería después, era más importante atrapar al escurridizo policía. Mi culpa. dice al alcanzarlo. Quizás debería empezar a imitar más los actos de su hijo mejor que prefería mantenerse en silencio antes que volverse como la mujer con la que se había casado. Fue su jefe quien llamó y le otorgó aquella información, él no la había buscado. Probablemente el sargento habría oído rumores sobre como operaba su familia e intentó encontrarse en mejores términos. Detuvo su andar al colocarse frente a él, no era su costumbre esforzarse tanto para interactuar con otros pero aquel omega valía el esfuerzo que volcaría. Permíteme enmendar mi error. solicita. Sus ojos buscan los ajenos y al encontrarlos siente una corriente eléctrica recorriendo su cuerpo, es intensa y volátil, sus pensamientos se detienen por unos instantes y solo puede imaginar una estupidez.
Destinado era una palabra que jamás le había llamado la atención pero no negaba su existencia. Sus propios padres le habían inculcado que su destino no dependía del calor de otra persona, sino del imperio que ellos mismos crearon y en orden de protegerlo había hecho sacrificios. Encontrar a su compañero a tal edad, después de haber engendrado a sus herederos, luego de años de matrimonio, era bastante hilarante si le preguntaban. Mi oficina está cerca..
Daddy meets loveCon Elthen. |
