El internado (AkihikoXMisaki) (NowakiXHiroki) (MiyagiXShinobu)

Akihiko es contratado como profesor en el internado en que trabaja Hiroki. Allí estudian Misaki y Shinobu, quien está enamorado de su profesor y cuñado, Miyagi.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Hola ^^
    Aquí os dejo un nuevo fic que no tenía planeado escribir pero ha surgido. Espero que os guste.
    Sé que el curso escolar en Japón empieza en abril (más o menos) pero me resultaba más cómodo poner que empezaba después de las vacaciones de verano.


    Capítulo 1 - Nuevo curso


    Esta historia ocurrió no hace mucho tiempo, en un internado masculino a las afueras de Tokio. Aquel internado tenía fama de ser uno de los mejores de Japón, aunque en este caso la fama era inmerecida, o al menos eso era lo que decían los estudiantes del centro, quienes se sentían explotados por todo el trabajo que tenían que hacer, sin disponer casi de tiempo libre. No todos los alumnos pensaban eso del internado, había un estudiante en particular que se sentía muy afortunado de estar ahí, y todo se lo debía a su hermano mayor.

    Cuando Misaki Takahashi, el alumno en cuestión, cumplió los catorce años, recibió la noticia de que su hermano se iba a casar. Él se alegró mucho por su nii-chan, quien siempre había sacrificado todo para darle lo mejor a Misaki. El estudiante pasó unos meses viviendo con su hermano y su cuñada, pero un buen día le ofrecieron a Takahiro, su hermano, un puesto de trabajo en EEUU y Misaki se vio obligado a tomar una decisión; abandonar Japón e irse con su familia a otro país o quedarse en un internado en Japón. La decisión no fue fácil, por un lado no quería separarse de Takahiro y su mujer, a la que ya quería como a una hermana, pero por otro lado no se veía capaz de empezar una nueva vida en un país cuyo idioma estaba muy lejos de dominar. Al final optó por quedarse en un internado. Así fue como al poco de cumplir los quince años comenzó a estudiar en aquella institución.

    Como cada verano, Misaki había pasado las vacaciones en Nueva York, donde vivía actualmente su hermano y había podido conocer por fin a Mahiro, su sobrino, que había nacido a principios de aquel año. Misaki estaba deseando que llegaran las vacaciones de navidad solo para volver a ver a su familia.

    Misaki aterrizó en Tokio el día antes del comienzo del curso y se trasladó en metro hasta la estación más cercana al internado, después cogió un autobús que le dejó en la puerta. Tadao Kusama, el conserje, le recibió con su ya típica sonrisa y le indicó la habitación que le había tocado aquel año.

    - Takahashi-kun, este curso compartirás habitación con el hijo del director.- Le informó el conserje.- Los docentes se reunieron al final del curso pasado y decidieron mezclar estudiantes de diferentes cursos, para ver si así los más mayores podéis guiar a los peques.- Tadao suspiró mientras le entregaba la llave de su habitación.- ¿Ya conoces a Takatsuki-kun? Es muy buen chico pero tiene un carácter difícil, es por eso que siempre le está dando dolores de cabeza al director.

    - Hemos hablado un par de veces.- Se limitó a responder el menor.

    - Seguro que acabáis siendo muy buenos amigos.- Tadao dudó un momento pero decidió hablar.- Verás, Takatsuki-kun no tiene muchos amigos, no debe ser fácil ser el hijo del director. Tiene mucha suerte de que os haya tocado de compañeros, no hay mejor sempai que tú, Takahashi-kun. Estoy seguro de que le vas a ser de mucha ayuda.

    - Intentaré ayudarle en todo lo posible.

    - Por supuesto que sí, eres muy buen chico.- El conserje sonrió y de repente pasó a estar serio.- Pero no por eso debes distraerte de tus responsabilidades, este es tu último curso y debes asegurarte el entrar a una buena universidad. Estoy seguro de que con mucho esfuerzo conseguirás estudiar en la universidad que te propongas.- Tadao volvió a sonreír y los ojos le empezaron a brillar.- Sino mira mi Nowaki, se esforzó mucho y ahora estudia medicina. Cuando tenía tu edad se sentía muy agobiado y estuvo a punto de tirar la toalla, menos mal que Kamijou-sensei supo guiarle. Es por eso que no debes dudar en pedir ayuda, Takatsuki-kun.

    - Lo haré.- Dijo Misaki asintiendo y forzando una sonrisa. Adoraba al conserje, él y su hijo Nowaki eran de las personas más amables del internado, pero en ese momento lo único que deseaba era tumbarse a descansar después de tan largo viaje.

    Misaki se alegró de que la habitación estuviera vacía, no tenía muchas ganas de socializar con su nuevo compañero. No había dejado las maletas en el suelo cuando escuchó una voz cantarina desde la puerta.

    - Misa-chaaaaan.

    - Kane.- Dijo Misaki alegre abrazando a su amigo.

    - ¿Me has echado de menos?¿Qué tal por EEUU?¿Cómo está tu hermano?¿Y tu cuñada y sobrino?- Preguntó el joven de pelo largo y moreno.

    - Bien, todo bien por allá. Mi sobrino es lo más mono que he visto jamás.- Respondió Misaki.- Oye, ¿qué tal tus vacaciones?

    - Horrible, he estado todo el verano aquí.- Dijo Kane sorprendiendo al otro.- Mis padres se han ido de viaje por Europa y querían hacerlo en pareja, vamos, que yo sobraba. ¿Te lo puedes creer? Mis propios padres me marginan.

    - Lo siento mucho, Kane. ¿Y qué has estado haciendo?

    - Nada, ¿sabes cuántos estudiantes eramos? Tres contándome a mí.- Dijo Kane con cierto rencor en la voz.- Menos mal que Nowaki también ha estado mucho por aquí, aunque no sé, creo que le pasa algo.

    - ¿Por qué lo dices?

    - No sé, estaba como decaído.- Comentó Kane.- Bueno, tendrías que haber visto las cenas...eramos solo nosotros tres, Nowaki y Tadao.

    - No suena tan mal, con Tadao siempre hay tema de conversación.

    - Y aún no sabes lo mejor, tuve que aguantar tres semanas a Miyagi-sensei.- Resopló Kane rodando los ojos.- Que yo no tengo nada en contra de él, pero era muy incómodo…

    - ¿Tres semanas?¿Por qué? Es decir, él también tenía vacaciones.- Dijo Misaki sorprendido.

    - No sé por qué, pero los rumores dicen que tuvo una bronca muy fuerte con su mujer y vino aquí solo para no estar con ella.

    - ¿Y quién ha esparcido esos rumores si solo erais tres estudiantes?

    - Está bien, le escuché hablando con Tadao.- Kane puso su sonrisa de cotilleos y bajó la voz.- Sospecha que su mujer se está viendo con otro.

    - ¿De verdad?- Preguntó Misaki sin poder creérselo.

    - Te lo juro.- Afirmó Kane.- Lo de sospechar lo he dicho para suavizar el asunto, en verdad pilló a su mujer en la cama con otro. Muy fuerte. Me da un poco de pena, él es muy buena persona, con decirte que al final me aprobó…

    - Su mujer es la hija del director, ¿no?

    - Eso creo.

    - ¿Crees que si se divorcian el director le echará?- Preguntó Misaki pensativo.

    - Espero que no, no creo que haya muchos profesores que me aprueben por pena.



    Akihiko Usami, un famoso historiador conocido por haber publicado más de diez novelas históricas, estaba atravesando un mal momento en su vida. Lleva ya casi dos años sin publicar nada, no sabía qué le pasaba, pero no conseguía concentrarse a la hora de escribir. Se sentía muy frustrado ante la situación, no podía continuar así, la editorial no paraba de acosarle y él se sentía un auténtico fracasado.

    Su mejor amigo, Hiroki Kamijou, le había sugerido dejar de forzar las cosas y tomarse un año sabático, lejos de sus libros. Hiroki le había insistido en que buscara una forma de abstraerse pero Akihiko no estaba por la labor. Visto lo visto, Hiroki se tomó la libertad de hablar con el director del internado en el que él trabajaba y éste había estado encantado ante la idea de que el famoso Akihiko Usami impartiera clases de historia allí. El famoso escritor se quedaría todo un curso allí, buscando la inspiración que había perdido.

    Akihiko no estuvo nada contento cuando se enteró de aquello pero al final cedió y firmó el contrato, la verdad era que no tenía nada que perder.
    La mañana anterior al inicio del curso escolar, Hiroki le acompañó a la que sería su nueva habitación y después le hizo un breve tour por las instalaciones. Pasearon por las aulas, las cocinas, el salón de actos, los jardines, el gimnasio y por último el ala donde estaban las habitaciones de los estudiantes.

    - Por aquí no vas a venir mucho.- Le dijo Hiroki mientras le enseñaba donde dormían los alumnos.- Pero está bien que lo conozcas.

    - Aún no hay muchos estudiantes.- Comentó Akihiko ya que solo se habían cruzado con un par.

    - Irán llegando a lo largo del día, para la cena ya estarán todos.- Dijo Kamijou y de repente paró en seco haciendo que el otro también parara. Le hizo un gesto para que callara y se escucharon unas voces que provenían de una habitación que estaba abierta.- Como no, siempre son ellos…- Murmuró Hiroki suspirando y sin moverse.

    - Nada, ¿sabes cuántos estudiantes eramos? Tres contándome a mí.- Se escuchó la voz de un muchacho.- Menos mal que Nowaki también ha estado mucho por aquí, aunque no sé, creo que le pasa algo.- Hiroki arrugó el entrecejo y se acercó sigilosamente para escuchar mejor, bajo la atenta mirada del escritor.

    - ¿Por qué lo dices?- Preguntó otra voz también juvenil.

    - No sé, estaba como decaído. Bueno, tendrías que haber visto las cenas...eramos solo nosotros tres, Nowaki y Tadao.

    - No suena tan mal, con Tadao siempre hay tema de conversación.

    - Y aún no sabes lo mejor, tuve que aguantar tres semanas a Miyagi-sensei.- Hiroki puso cara de sorprendido y le indicó a Akihiko que se acercara más.- Que yo no tengo nada en contra de él, pero era muy incómodo…

    - ¿Tres semanas?¿Por qué? Es decir, él también tenía vacaciones.- Dijo la segunda voz con tono de sorpresa.

    - No sé por qué, pero los rumores dicen que tuvo una bronca muy fuerte con su mujer y vino aquí solo para no estar con ella.

    - ¿Y quién ha esparcido esos rumores si solo erais tres estudiantes?

    - Está bien, le escuché hablando con Tadao.- De repente se oyó un susurro lo que hizo que Hiroki arrugara el ceño, quería enterarse bien de aquel cotilleo ya que sabía que Miyagi no se lo iba a contar.

    - ¿De verdad?

    - Te lo juro. Lo de sospechar lo he dicho para suavizar el asunto, en verdad pilló a su mujer en la cama con otro.- Hiroki se giró a Akihiko con la boca abierta por la sorpresa, pero el otro no compartía la misma emoción por aquel descubrimiento.- Muy fuerte. Me da un poco de pena, él es muy buena persona, con decirte que al final me aprobó…- Ante eso Hiroki resopló.

    - Su mujer es la hija del director, ¿no?

    - Eso creo.

    - ¿Crees que si se divorcian el director le echará?

    - Espero que no, no creo que haya muchos profesores que me aprueben por pena.
    Hiroki se cansó de estar escuchando, así que dio dos pasos pequeños y se puso justo en el marco de la puerta de aquella habitación.

    - Uchima-kun, ¿no tienes nada mejor que hacer con tu vida que hablar de la vida privada de un profesor?- Dijo Hiroki con cara de enfado, sorprendiendo a los dos estudiantes que dieron un salto al verle.

    - ¡El demonio!- Exclamó Kane sin poder contenerse.

    - ¿Cómo me has llamado, niñato?

    - No, sensei, no se refería a usted.- Dijo Misaki con nerviosismo.- Es solo una expresión que se lleva mucho ahora.

    - Takahashi-kun, no intente salvar a su amigo.- Dijo Hiroki y luego se dirigió al escritor, quien se había quedado mirando la escena desde una distancia prudente.- Akihiko, estos dos te van a sorprender mucho, pero no en el buen sentido. Es sorprendente lo tontos que pueden llegar a ser.

    - A ver, Kamijou-sensei, tampoco es cuestión de ponerse a faltar antes de comenzar las clases.- Dijo Kane haciendo que Misaki le diera un codazo para que se callara.

    - Tontos y descarados.- Suspiró Hiroki.

    - Bueno, descarado solo es uno, ¿no? El otro casi no ha abierto la boca.- Comentó Akihiko mirando a Misaki, quien se puso nervioso por ser el centro de atención.

    - Son los dos iguales, no te dejes engañar.- Negó Hiroki con la cabeza.- Y aún falta el tercero para completar el famoso trío. ¿Dónde os habéis dejado a Fujimoto?

    - Satoru aún no ha llegado.- Respondió Misaki.

    - Pero descuide que yo soy el primero que tiene ganas de verle, que me debe dinero.- Comentó Kane.

    - Entonces el verano bien, ¿no?- Preguntó Hiroki.

    - Bueno, yo he estado aquí encerrado mientras Misaki perdía la virginidad con una americana.- Dijo Kane haciendo que su amigo se pusiera rojo y le mirara con reproche.

    - Vaya, Takahashi-kun, igual no eres tan tonto como yo creía.- Comentó Hiroki intentando disimular una sonrisa para luego marcharse junto con Akihiko.

    - ¿POR QUÉ HAS DICHO ESO SI NO ES CIERTO?- Le gritó Misaki golpeándole.

    - ¡Qué más da! Lo importante es que he hecho reír a Kamijou.

    - ¡No se ha reído!

    - Se ha reído con los ojos.

    - Como habrás podido comprobar, los estudiantes están en una edad muy mala.- Le dijo Hiroki a Akihiko mientras se alejaban por el pasillo.- Estos tienen diecisiete años, son de último curso y están hormonales perdidos. Solo piensan en sexo.

    - Pues como nosotros.- Se limitó a decir Akihiko.

    - No, nosotros pensamos en más cosas a parte de eso.

    - Oye, el chico ese parece buena gente.- Comentó el escritor sorprendiendo al otro.

    - ¿Quién?¿Uchima?

    - No, Takahashi.

    - Todos son buena gente. Esto que quede entre nosotros, pero esos tres son mis favoritos.- Dijo Hiroki.- Aquí la mayoría de estudiantes son de familias ricas y, sinceramente, son todos demasiado formales, da grima hasta mirarles, pero estos tres son tan normales… Descerebrados pero normales.

    - Sí, se nota que les tienes aprecio…

    - El más normal es Takahashi, pero porque viene de una familia normal.- Explicó Kamijou ignorando el comentario del otro.- Sus padres murieron cuando él tenía ocho años y desde entonces su hermano mayor se hizo cargo de él, pero años después le destinaron en el trabajo a Nueva York y metió a Takahashi en este internado. Takahashi adora a su hermano mayor, para él es como un héroe. Ahora pasa las vacaciones en Nueva York con la familia de su hermano, va en verano y en navidad. Es por eso que el burro de Uchima ha hecho la coña de la americana.

    - ¿Y en las de primavera no?

    - Como ya te he dicho, no son de familia rica, supongo que no va porque tres viajes al año serían demasiado gasto.- Dijo Hiroki pensativo.- Piensa que este internado le debe costar un ojo de la cara a su hermano.

    - ¿Y por qué no se fue con…

    - Dios, no.- Interrumpió Hiroki y le agarró del brazo para arrastrarlo hasta una habitación que estaba vacía.- Cállate, que he visto a alguien al que no quiero ver.

    - ¿A quién?- Preguntó Akihiko en un susurro mientras escuchaban pasos fuera.

    - A Nowaki, el hijo del conserje.

    - ¿Por qué no quieres verle? ¿Desde cuando te escondes de alguien?

    - ¡Shh! Es complicado.

    - Bueno, tenemos tiempo.- Dijo Akihiko cruzándose de brazos.

    - Está bien.- Suspiró Hiroki.- Nowaki y yo nos conocemos desde hace años, desde antes de que me hicieran fijos. Yo le ayudé con sus exámenes de acceso a la universidad y desde entonces, bueno, no diría que somos amigos pero nos llevamos bien. El caso es que a principios de verano me crucé con el en Tokio y decidimos ir a tomar algo. Bebimos demasiado y acabamos...acabamos en un hotel.

    - ¿Te acostaste con él?- Preguntó Akihiko sonriendo.

    - Sí.

    - ¿Y qué pasó luego?

    - Pues no lo sé porque me fui antes de que despertara y ahora me da mucho palo cruzarme con él.- Dijo Hiroki.- ¿Qué debería hacer?¿Hablo con él y hago las cosas más incómodas?¿O simplemente hago como que nada ha pasado?

    - Actúa normal y si él dice algo pues lo habláis.- Dijo Akihiko.- Es así de sencillo.

    - No es tan sencillo, Akihiko…



    Shinobu Takatsuki era un joven de quince años pero sentía que su alma correspondía a la de una persona mayor, una persona mayor que había sufrido mucho a lo largo de su vida y que acumulaba mucho rencor. Shinobu no era feliz, sentía que estaba desperdiciando los que se suponía que debían ser los mejores años de su vida pero no podía hacer nada para evitarlo. Tan joven y al mismo tiempo tan amargado. Y el único culpable de eso era su cuñado y profesor, Miyagi.

    Shinobu se enamoró de Miyagi a los doce años, cuando comenzó a asistir al internado. Desde ese momento Shinobu vivía por y para Miyagi, todo su mundo giraba entorno a él. Vivía con la esperanza de que al acabar el instituto, él dejaría de ser su profesor y podría confesarle su amor. Todo iba bien hasta un año atrás, cuando su hermana le había presentado a su futuro marido, que resultó ser el mismo Miyagi. Desde entonces Shinobu vivía en una espiral de dolor y autocompasión de la que no sabía como salir.

    Shinobu se encontraba sentado en el asiento del copiloto, Miyagi había acordado con su padre que le llevaría al internado aquella tarde, ya que el director no vivía allí por lo que no acudiría hasta el día siguiente. El trayecto fue silencioso. Shinobu sabía que algo le pasaba a Miyagi, pues de normal intentaba sacar tema de conversación, pero aquella vez se había pasado todo el viaje sin decir palabra. El menor tampoco estaba por la labor de decir nada, cuanto menos tiempo pasara con Miyagi mejor le irían las cosas, tenía que desenamorarse como fuera.

    - Shinobu, antes de que bajes me gustaría hablar contigo.- Dijo el profesor una vez hubo aparcado.- Tu hermana y yo nos vamos a divorciar.

    - ¿Qué?

    - No quiero que pienses que esto va a cambiar las cosas entre nosotros porque no va a ser así. Quiero que sigamos llevándonos bien, ya sabes que te tengo mucho cariño.- Confesó Miyagi haciendo que Shinobu se emocionara.- Para mí eres como un hermano pequeño.- Algo dentro del rubio comenzó a doler y los ojos se le llenaron de lágrimas.

    - ¡Pues para mí no eres como mi hermano, viejo!- Le espetó Shinobu intentando no echarse a llorar, dejando muy sorprendido a Miyagi.

    - Ya sé que la noticia es impactante, pero tampoco es para que me hables así.

    - ¡Que te calles!- Gritó Shinobu antes de salir del coche y echar a correr, olvidando sus maletas. De malas formas cogió la llave de la habitación que le entregaba el conserje y se dirigió hacia los dormitorios. Entró sin decir palabra y se tiró sobre la cama que no estaba ocupada.

    - Oye, ¿te encuentras bien?- Preguntó Misaki, también tumbado en su cama, cuando se hubo recuperado de la sorpresa.

    - ¡Es evidente que no!- Dijo Shinobu rompiendo a llorar.

    - Y...bueno, ¿quieres hablar?

    - Lo que quiero es morirme.

    - Venga, no dramatices.- Le dijo Misaki.- Seguro que no es para tanto.

    - ¡Ha dicho que soy como su hermano!¡Hermano!- Gritó Shinobu.- ¡Tres años enamorado de él para nada!

    - ¿Él?- Murmuró Misaki sorprendido.

    - ¿ALGÚN PROBLEMA?

    - No, no, ninguno…- Negó Misaki rápidamente.

    - Oye, me apetece estar solo, ¿te puedes ir un rato?- Le preguntó Shinobu y en ese momento llamaron a la puerta.- Si es Miyagi dile que se vaya a la mierda.

    - ¿Cómo le voy a decir eso a un profesor?- Dijo Misaki mientras se levantaba y caminaba hacia la puerta.

    - Vengo a dejar las maletas de Takatsuki-kun, se las había dejado en el coche del profesor Miyagi.- Dijo el conserje una vez hubo abierto la puerta.

    - Muchas gracias.- Sonrió Misaki cogiendo las maletas y dejándolas a un lado de la cama de Shinobu.- Te voy a dejar un rato solo, pero no pienses que va a ser siempre así, tengo tanto derecho como tú a estar en esta habitación.

    - ¿Ya tenéis problemas?- Preguntó el conserje preocupado.

    - No, Tadao, son solo pequeños roces de convivencia.- Dijo Misaki para luego irse junto al conserje, dejando a Shinobu en la habitación.


    Hola ^^
    Espero que os haya gustado. No esperaba comenzar un fic hasta acabar el de Amistad porque no ando muy bien de tiempo, pero el insomnio anoche me hizo escribir esto y he decidido publicar el primer capítulo para ver si os gusta la idea.
    Muchas gracias por leer.

    Un saludo :)
     
    Top
    .
  2.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Nuevo trabajo siiii.
    Más que gustar me encanta y eso que solo es el primer capítulo, ya tengo ganas de leer más.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  3.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 2 - Primeras clases


    El comedor estaba compuesto por mesas de cinco y ocho personas, en las que los estudiantes podían sentarse donde quisieran. Los profesores se sentaban al fondo del comedor, donde había tres mesas reservadas para ellos. No tenían que hacer cola, ya que los encargados de la cocina dejaban bandejas con comida encima de las mesas, lo que resultaba mucho más cómodo para los estudiantes.
    Misaki bajó a desayunar junto con sus dos amigos, ya vestidos con los uniformes. Aquel día habían madrugado más de lo habitual porque era el primer día y querían ser puntuales. Como aún era muy pronto, la mitad de las mesas estaban vacías, por lo que pudieron sentarse en una de cinco que no estaba ocupada.

    - ¿Tan mal has dormido, Misa-chan?- Preguntó Kane mientras untaba una tostada.

    - Mi compañero de habitación se ha pasado la noche llorando.- Suspiró Misaki.- Me da pena, he intentado consolarle varias veces pero no me ha dejado.

    - Haberle puesto un corcho en la boca.- Comentó Kane.

    - ¡Qué burro eres!- Exclamó Satoru.- Ese chico está sufriendo.

    - Y Misaki también, no le deja dormir.

    - Espero que se le pase pronto.

    - ¿Y no sabes qué le pasa?- Preguntó Satoru.

    - Creo que le han rechazado o algo de eso.- Se limitó a decir Misaki encogiéndose de hombros.

    - Entonces hay que buscarle una novia para que deje de molestar a Misaki.

    - Kane, estamos en un internado masculino, ¿de dónde vamos a sacar una chica?- Dijo Satoru llevándose la taza a la boca, comenzó a sorber y de repente se atragantó.- ¡No puede ser!

    - ¿Qué pasa?- Preguntaron Misaki y Kane a la vez.

    - No os vais a creer quien acaba de entrar por la puerta.- Satoru sonrió emocionado.- Akihiko Usami.

    - ¿Quién?- Preguntó Misaki siguiendo la mirada de Satoru.- ¿Ese de ahí? Estaba ayer con Kamijou. ¿Le conoces?

    - Claro que le conozco, me he leído todos sus libros.

    - ¿Es escritor?

    - Misaki, ¿de verdad no sabes quién es? Es un autor muy famoso, ha ganado un montón de premios.

    - No será tan bueno cuando está aquí.- Comentó Kane con la boca llena, ganándose una mirada de reproche por parte de Satoru.

    - Es de los mejores historiadores de Japón.

    - ¿Entonces tenemos que inclinarnos ante él cada vez que le veamos?

    - Kane, creo que no eres consciente de la suerte que tenemos de tenerle de profesor.- Le dijo Satoru.

    - ¿Suerte? Suerte sería que cancelaran las clases de hoy.

    - Me siento un poco mal por no saber quién es.- Comentó Misaki.- Ayer estuvimos con él y ni siquiera le dijimos nada, habrá pensado que somos unos incultos.

    - Probablemente.

    - Venga ya, no será para tanto.- Dijo Kane.- Lo que pasa es que Satoru está en modo fangirl y lo exagera todo.

    - ¿Por qué no le pides que te firme algún libro?- Preguntó Misaki.

    - ¿Qué? No, no, qué vergüenza…

    - ¿Quieres que se lo pida yo?- Dijo Kane.

    - ¿Tú? No, ni hablar.- Negó Satoru con la cabeza.- Mejor que lo haga Misaki, me fío más de él.

    - ¿Qué? ¿Por qué yo?

    - Venga, Misaki, por favor, que a mí me da mucha vergüenza.

    - Está bien, se lo pediré después de clase.- Asintió Misaki suspirando.



    Como cada año, el director daba una charla de bienvenida en el salón de actos, a la cual debían asistir todos los estudiantes y profesores. Misaki y sus dos amigos se habían sentado en la última fila porque habían conseguido llegar tarde pese a haber madrugado. Junto a ellos se habían sentado tres profesores, los demás estaban repartidos en diferentes filas. Misaki no podía creer la mala suerte que tenía, entre esos tres profesores estaba el que menos le gustaba, Yamaguchi. Yamaguchi-sensei le había estado haciendo la vida imposible a Misaki desde el momento en que éste había comenzado a estudiar en el internado. Nadie sabía por qué, pero era muy evidente que Yamaguchi no le tenía nada de aprecio a Misaki.
    Misaki se encontraba sentado entre Kane y Satoru. Al lado de Kane se había sentado Hiroki, seguido de Akihiko y, cerrando la fila, estaba sentado Yamaguchi.

    - Joder, todos los años el mismo discursito.- Comentó Kane en un susurro.- No cambia ni las comas.

    - Este año ha hecho una pausa dramática cuando ha dicho lo del viaje.- Dijo Satoru.

    - Iréis, ¿no?- Preguntó Misaki también en un susurro.- He estado trabajando de canguro todo el verano para poder pagarlo.

    - Sí, sí que iremos.- Asintió Satoru.

    - Mi padre me ha dicho que me lo pagará si apruebo matemáticas.- Dijo Kane y chasqueó la lengua.- ¿Alguno de los dos quiere cambiarme el sitio? Kamijou tiene un tic y no para de darme codazos.

    - No es ningún tic, cazurro.- Le dijo Hiroki en voz baja y frunciendo el ceño.- Te estoy dando codazos para ver si te callas de una vez.

    - Pues no sea tan sutil.- Le dijo Kane.

    - ¿Sutil?- Murmuró Kamijou suspirando y luego se dirigió a Akihiko.- Te dije que estos tres eran muy tontos.

    - No, Usami-sensei, le juro que yo soy listo.- Dijo Satoru inclinando la cabeza para poder mirar al escritor.

    - Sato-chan, deja de fangirlear que como sigas así vas a mojar los calzoncillos.

    - Kane, no te tiro mi estuche porque tengo mala puntería y seguro que le doy a Kamijou.

    - Callad ya.- Dijo Hiroki molesto.

    - El tutor de los de último curso será Yamaguchi-sensei.- Anunció el director.

    - ¡No!- Exclamó Misaki sin poder contenerse.- ¿Es que siempre me he de joder yo?

    - ¿Decías algo, Takahashi?- Preguntó Yamaguchi con cara de pocos amigos.

    - No, sensei, no he dicho nada.- Negó rápidamente Misaki.

    - Se te va a hacer el curso muy largo, Takahashi.- Dijo el profesor poniéndose de pie, dispuesto a salir ya que el discurso había acabado.

    - Es increíble la mala suerte que tienes, Misa-chan. Ya nos podría haber tocado a Miyagi, que por algo es el mejor profesor.- Comentó Kane con una sonrisa que borró cuando se dio cuenta de que Hiroki seguía a su lado y que le estaba mirando muy mal.- Miyagi es el mejor profesor a excepción del gran Kamijou-sensei. Asistir a una clase de Kamijou-sensei es como tener una revelación. No exagero cuando digo que el motivo por el que me levanto todas las mañanas es Kamijou-sensei.

    - Uchima, cállate que me estás dando dolor de cabeza.




    Nowaki Kusama, un estudiante de veintitrés años, vivía junto a su padre en un internado a las afueras de Tokio. Su padre era el conserje de aquel internado, así que se había criado entre esas paredes y ese era su hogar. Tadao, su padre, le había propuesto mudarse a un piso más cerca de la universidad, ya que todos los días pasaba muchas horas viajando de un lado para otro, pero Nowaki siempre había rechazado aquella oferta. Sí, era cierto que todos los días acababa agotado, pero lo compensaba el poder ver a su Hiro-san.

    Hiroki Kamijou era el profesor de literatura de aquel internado. Nowaki le conoció en su último curso, cuando Hiroki fue contratado para hacer una sustitución, fue amor a primera vista y, desde aquel momento, Nowaki no quería abandonar el internado porque no soportaba la idea de estar lejos de Hiro-san. Nowaki había llevado ese amor en secreto, sin albergar ninguna esperanza de ser correspondido, era consciente de la diferencia de edad que había entre los dos y de que el hecho de haber tenido una relación alumno-profesor complicaba las cosas. Aunque con los años se hubieran hecho mucho más cercanos, casi como amigos, Nowaki era consciente de que no podía pasar nada entre los dos.

    Todo eso cambió a principios de verano, cuando Nowaki y Hiroki pasaron una noche juntos. Nowaki comenzó a tener esperanzas, Hiro-san debía sentir algo por él, de lo contrario no hubiera pasado nada entre los dos. Nowaki había tomado una decisión, iba a conquistar a Hiroki.

    La mañana del comienzo de curso, Nowaki había estado buscándole durante el desayuno, pero Hiroki no había bajado a desayunar. Eso era algo con lo que Nowaki ya contaba, ya que conocía muy bien al profesor y sabía que le costaba mucho levantarse por las mañanas. Nowaki decidió que le esperaría en la puerta del salón de actos y hablaría con él después del discurso inaugural del director.

    En un momento dado comenzó a salir gente del salón de actos y, al cabo de pocos minutos, salió Hiroki hablando con quien debía ser el nuevo profesor de historia. A Nowaki se le iluminó el rostro en cuanto le vio y no pudo evitar sonreír como un tonto. Se acercó a él dando zancadas y sin borrar su sonrisa.

    - ¡Hiro-san!

    - No-Nowaki.- Dijo Hiroki sorprendido.- ¿Qué tal?

    - Bien, tenía ganas de verte, Hiro-san.

    - La verdad es que ahora me pillas en mal momento, tengo clase en cinco minutos.- La sonrisa se esfumó de la cara de Nowaki y Hiroki sintió una pequeña presión en el pecho.- Por cierto, él es Akihiko Usami, el nuevo profesor de historia.

    - Un placer.- Dijo Nowaki sonriendo de nuevo.

    - Encantado. Tú debes de ser el hijo de Tadao, Hiroki me ha hablado mucho de ti.- Comentó Akihiko con gesto travieso, haciendo que a Nowaki le brillaran los ojos de ilusión y que Hiroki le mirara con ganas de estrangularle.

    - ¿De verdad?

    - Sí, Hiroki te aprecia mucho, lleva años hablándome de ti.- Mintió el escritor.- Desde que te ayudó a pasar los exámenes de acceso a la universidad.

    - Le estaré eternamente agradecido por eso.

    - Bueno, no fue para tanto y ya han pasado muchos años.- Dijo Hiroki y miró el reloj.- Deberíamos irnos a clase.

    - Hiro-san, ¿cuándo podré hablar contigo?- Le preguntó Nowaki antes de que se marchara.

    - No lo sé, ya nos veremos en algún momento.- Respondió el profesor comenzando a caminar.- Hasta luego, Nowaki.

    - Adiós, Hiro-san.- Murmuró Nowaki cabizbajo mientras observaba como los dos profesores se alejaban.



    Shinobu se había pasado la clase de matemáticas mirando por la ventana solo para no ver a Miyagi, para él era una tortura tenerle ahí delante como si nada. Se sentía dolido por lo ocurrido el día anterior. Shinobu era consciente de que Miyagi lo había dicho sin ningún tipo de maldad, pero eso no hacía que le dolieran menos sus palabras.

    Al acabar la clase, Miyagi se acercó al pupitre de Shinobu, quien se puso nervioso al verle caminar hacia él. Miyagi se puso en cuclillas delante de él para estar a su misma altura.

    - ¿Qué te pasa? Has estado toda la clase distraído.- Le dijo el profesor en voz baja.- ¿Es por lo de ayer? ¿Sigues enfadado conmigo?- Shinobu no contestó y siguió mirando por la ventana.- Así que no me hablas… No pensaba que el divorcio te fuera a afectar tanto.

    - Tu divorcio me da igual.- Dijo Shinobu sin mirarle.

    - ¿De verdad?

    - No, no me da igual.- Murmuró el estudiante girando la cabeza para mirarle.- En verdad me alegro.

    - Vaya, creía que te caía bien.- Dijo Miyagi sorprendido.- Lo que te dije ayer es cierto, te tengo mucho cariño y…

    - Sí, lo sé, como a un hermano pequeño.- Interrumpió Shinobu con cierto cabreo.- Me lo dejaste muy claro ayer.

    - No te entiendo, Shinobu, no sé de que va todo esto pero si quieres decirme algo simplemente dilo.

    - No me apetece hablar contigo.- Dijo el menor con un hilo de voz.

    - Ven al acabar las clases a mi despacho. Ahora tengo otra clase y no me puedo entretener.- Miyagi se incorporó y, sin esperar respuesta, se marchó.



    - ¿Cómo soy tan desgraciado?- Murmuró Misaki apoyando la cabeza en la mesa.

    - Deberías avisarle ya a tu hermano de que no te vas a graduar este año.- Le dijo Kane en voz baja. En aquel momento entró en el aula el nuevo profesor de historia y todo el mundo se calló, menos los tres de la última fila que continuaron hablando en susurros.

    - Así no le animas, imbécil.- Le dijo Satoru.

    - No necesito ánimos, necesito un milagro.

    - No, lo que necesitas es que el gilipollas de Yamaguchi se coja una baja.- Susurró Kane.

    - Yo le veo bastante bien de salud.

    - Mala hierba nunca muere.- Dijo Misaki levantando la cabeza.- ¿Cuándo ha entrado Usami?

    - Igual lo que necesita es un empujoncito.- Comentó Kane.

    - ¿Qué insinúas?- Preguntó Satoru arqueando una ceja.

    - Que le empujemos por las escaleras, a ver si hay suerte y se rompe algo.

    - Chicos, callad, que Usami-sensei nos está mirando.- Susurró Misaki.

    - ¿Cómo vamos a empujar a un profesor por las escaleras?

    - Pues con los brazos.

    - ¿Quieres que nos expulsen?- Dijo Satoru.

    - Ya de por sí Yamaguchi le hace la vida imposible a Misaki, ahora que es nuestro tutor tiene más poder y hará todo lo posible por joderle.- Dijo Kane frunciendo el ceño.- No sé tú, pero yo por Misa-chan empujo por las escaleras a quien haga falta.

    - Chicos, bajad la voz, no para de mirarnos.

    - No podemos atentar contra la vida de un profesor, Kane.

    - ¿Pero qué dices? No le vamos a matar, solo vamos a herirle.

    - Vais a conseguir que Usami-sensei se enfade.- Susurró Misaki.

    - Misaki, cuando acabe la clase quiero hablar contigo.- Dijo el profesor de repente, parando la explicación.

    - D-de acuerdo, sensei.

    - Ya que te va a echar la bronca, aprovecha y que te firme el libro.- Susurró Satoru.

    - Otra opción es envenenarle.- Murmuró Kane.

    - Silencio, Uchima.- Dijo Akihiko con desgana.

    - ¿Por qué a mí me llama por el nombre y a ti por el apellido?- Susurró Misaki frunciendo el ceño.

    - Porque tú tienes una cara que inspira confianza, Misa-chan.

    Cuando todos se marcharon, Misaki se acercó a la mesa del profesor para hablar con él. Usami le sonrió de lado y se quedó un rato mirándole sin decir nada, haciendo que el menor se pusiera todavía más nervioso.

    - Lo siento mucho, no pretendíamos estar hablando durante su clase…- Comenzó a decir Misaki con nerviosismo.

    - Me contó Hiroki que tu hermano vive en Nueva York y que pasas las vacaciones allí.- Comentó Akihiko sorprendiendo al estudiante.

    - ¿Kamijou-sensei?- Murmuró Misaki desconcertado.

    - ¿Por qué no te fuiste a vivir con él?

    - ¿Qué? Pues...porque no quería irme de Japón, además, nunca se me ha dado muy bien el inglés.- Respondió Misaki sin saber muy bien qué estaba pasando.

    - Bueno, me alegro de que no te marcharas con él.- Le guiñó un ojo el profesor haciendo que se sonrojara. Misaki cada vez estaba más nervioso por la situación, así que decidió cambiar de tema. Abrió su mochila y sacó un libro.

    - Disculpe, sensei, ¿pero me podría firmar el libro?- Preguntó aún sonrojado.- No es para mí, es para Satoru, a él le daba mucha vergüenza pedírselo.

    - ¿Y a ti no?- Preguntó Akihiko con una pequeña sonrisa.

    - Bueno...supongo que a mí menos.

    - Está bien, lo firmaré pero solo porque me lo pides tú.- Akihiko le cogió el libro y lo firmó rápidamente, después se lo tendió para que lo cogiera.

    - Muchas gracias, sensei.- Sonrió Misaki alargando la mano para coger el libro.

    - De nada, me tienes a tu disposición para lo que quieras, Misaki.
    Misaki salió del aula y se encontró con Kane, quien había estado esperándole. Su amigo le miraba con una sonrisa que no auguraba nada bueno.

    - ¿Qué pasa? ¿Por qué pones esa cara?- Preguntó Misaki arqueando una ceja.

    - He escuchado vuestra conversación.

    - ¿Y?

    - ¿Cómo que y? ¿No te has dado cuenta?- Dijo Kane riendo suavemente.

    - ¿De qué?

    - Pues de que vas a sacar muy buena nota este año en historia.

    - ¿A qué te refieres?- Preguntó Misaki sin entender.

    - Me refiero a que Usami va a querer hacer horas extras contigo.- Respondió Kane.- Te querrá hacer un examen oral…

    - ¿Examen oral en historia? ¿Pero qué estás diciendo?

    - Misa-chan, eres tan inocente que hasta duele.- Suspiró Kane.- Usami te quiere follar.

    - ¿PERO QUÉ DICES, DEGENERADO?- Exclamó Misaki alarmado, mientras iban de camino a los dormitorios.

    - Vamos, a ver, Misa-chan, ¿has oído las cosas que te ha dicho?- Preguntó Kane y Misaki asintió.- Bueno, pues lo importante no es lo que ha dicho, sino el tono con el que lo ha dicho. No ha hablado como habla en clase, te estaba tirando la caña claramente y tú no te has dado ni cuenta. De haberle pasado a Satoru ya estarían follando en su despacho.

    - No digas burradas, Kane.- Le dijo Misaki mosqueado.- Son todo imaginaciones tuyas, Usami-sensei simplemente estaba siendo amable conmigo.

    - ¿De verdad? ¿Entonces por qué ha querido que te esperaras al acabar la clase?

    - Pues...no lo sé, no me ha echado la bronca por hablar en clase.- Comentó Misaki pensativo.

    - Lo dicho, te la quiere meter.

    - Eres una persona horrible, Kane.- Suspiró Misaki haciendo reír a su amigo.




    Nowaki caminó decidido al despacho de Hiroki, sabía que debía estar ahí, ya que después de las clases la mayoría de profesores solían estar un par de horas en sus despachos. Llamó dos veces y cuando la voz del profesor le indicó que pasara, entró.

    - Ah, Nowaki, pensaba que eras algún estudiante.- Dijo Hiroki poniéndose de pie.- ¿Te puedo ayudar en algo?

    - Quería hablar contigo.- Dijo Nowaki seguro de sí mismo.- ¿Es ahora un buen momento?

    - Sí, supongo que sí.- Asintió el profesor suspirando.

    - Hiro-san, lo que pasó este verano…

    - Nowaki, iba muy borracho, ni siquiera lo recuerdo.- Interrumpió Hiroki haciendo que el otro sintiera una punzada en el pecho.

    - Pues yo sí que lo recuerdo, Hiro-san.- Murmuró Nowaki cabizbajo.

    - Lo siento, de verdad, no debería haber ocurrido.

    - ¿Por qué no? Ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida.- Dijo Nowaki dolido, sorprendiendo a Hiroki.

    - ¿Qué?

    - Llevo años enamorado de ti, desde que te conocí, y aquella noche…pensé que por fin íbamos a tener algo, pero cuando me desperté ya te habías marchado.

    - Me marché para evitar una situación incómoda.- Dijo Hiroki con un hilo de voz, aquella declaración le había pillado por sorpresa.

    - Yo quería despertarme a tu lado, Hiro-san.

    - Creo que te estás confundiendo, Nowaki, estoy seguro de que lo que sientes por mí es solo amistad.

    - No, no lo es.- Negó Nowaki.- Estoy muy seguro de lo que siento por ti, Hiro-san, y creo que tú también sientes lo mismo, aquella noche estabas muy receptivo.

    - Estaba borracho, Nowaki, lo habría hecho con cualquiera.- Le espetó Hiroki arrepintiéndose al ver la cara del menor.- No, no con cualquiera, tú no eres cualquiera… Lo que quiero decir es que no era consciente de lo que hacía.

    - Hiro-san, ¿yo te gusto?- Preguntó Nowaki con gesto serio.

    - ¿Qué?

    - Responde. Si me dices que no, te dejaré en paz y haré como que nada de esto ha ocurrido.

    - No, no me gustas.- Dijo Hiroki desviando la mirada.

    - Está bien, lo entiendo.- Sin decir nada más, Nowaki salió con el corazón en un puño, dejando a Hiroki con mal sabor de boca y un sentimiento de culpa que no entendía.



    Miyagi se había cansado de esperar a Shinobu, le había dicho que se pasara por su despacho y éste no había aparecido en toda la tarde. Él era su profesor, debía aprender a respetarle como a los demás, el hecho de ser parientes, bueno, de haberlo sido, no era escusa para el comportamiento que estaba teniendo.

    Miyagi fue con el semblante serio al dormitorio de Shinobu, llamó a la puerta y le abrió Takahashi, quien debía ser su compañero de habitación.

    - ¿Está Shinobu?

    - Sí, lleva toda la tarde encerrado en el baño llorando.- Respondió Misaki en voz baja.

    - ¿Y sabes qué le pasa?

    - Ayer dijo algo sobre un...una persona que le gustaba.- Murmuró Misaki.- Pero no me contó mucho, de hecho me echó de la habitación.

    - Si es que tiene un carácter…- Dijo Miyagi suspirando.- ¿Te importa dejarnos solos cinco minutos? A ver si consigo animarle.

    - Claro, si yo me iba de todas formas.

    - Shinobu-chin, soy yo.- Llamó Miyagi a la puerta del baño cuando el otro se hubo marchado.- Te he estado esperando y no has venido.

    - ¡Vete!- Le gritó Shinobu desde dentro.

    - Venga, Shinobu-chin, sal y hablamos. Además, ya sé lo que te pasa.

    - ¿Lo sabes?- Se oyó la voz ahogada del menor.

    - Sí, te has enamorado, ¿es eso?- Dijo Miyagi y Shinobu salió del baño, con los ojos rojos de tanto llorar.- Shinobu-chin, ¿no te corresponde esa chica?

    - ¿Chica? Viejo, no te enteras de nada.- Shinobu se dejó caer en la cama y Miyagi se sentó a su lado.

    - ¿Qué?

    - No es una chica.

    - Claro, perdona, es una mujer.- Dijo Miyagi sonriendo haciendo que Shinobu resoplara.

    - Es un hombre. Muy tonto, además.- Miyagi le miró con sorpresa pero no dijo nada.- Es un imbécil, cree que soy un mocoso.

    - Bueno, igual es que no te conviene, Shinobu.

    - ¡Qué sabrás tú!

    - Tienes razón, por lo visto yo no sé nada.- Murmuró Miyagi.- ¿Te ha rechazado?

    - No me he declarado.

    - ¿Por qué no?

    - Porque sé que me va a rechazar.

    - Eso nunca se sabe. Además, no tienes nada que perder.- Intentó animarle el profesor.

    - Sí, mi orgullo.

    - Tanto orgullo no es bueno.- Miyagi sonrió suavemente y Shinobu se le quedó mirando un momento. Sin pensárselo dos veces, el menor se inclinó y posó sus labios sobre los del profesor, quien abrió los ojos sorprendido pero no se separó. Shinobu, al notar la tensión en el otro, se apartó lentamente y supo que había hecho mal en cuanto vio la cara del mayor. Sin poder evitarlo rompió a llorar.- Shinobu-chin…

    - Cállate, no digas nada.- Dijo Shinobu alejándose de él.- Vete, por favor.

    - Yo creía que me estabas hablando de algún compañero de un curso superior.- Murmuró Miyagi aún sorprendido.- No pensaba…

    - No pensabas que eras tú.

    - No llores, por favor, que no pasa nada.- El mayor intentó acercarse pero Shinobu le apartó de un manotazo.- Todos nos hemos pillado de algún profesor en alguna ocasión.

    - ¡Yo no estoy pillado!- Exclamó enfadado y luego bajo la voz.- Yo te quiero, Miyagi.

    - Soy el marido de tu hermana.

    - Os vais a divorciar.

    - Cierto, soy el ex-marido de tu hermana, tu profesor y te saco diecisiete años. No puede ser, Shinobu, estaría muy mal.

    - Miyagi, te quiero de verdad.- Dijo Shinobu tumbándose en la cama y dándole la espalda.

    - No puede ser, Shinobu, es imposible. Lo siento mucho.- Dijo Miyagi y Shinobu comenzó a llorar de forma más sonora.

    - Por favor, vete, no te quiero ver.- Le dijo Shinobu. Miyagi suspiró derrotado y se marchó sin decir nada más.

    Hola ^^
    Aquí os dejo el segundo capítulo, espero que os haya gustado. El tercero lo subiré el miércoles 20 (si no pasa nada).
    Y mañana publicaré el siguiente capítulo de Amistad, si no me da tiempo no lo subiré hasta la semana que viene porque este finde estaré fuera y me resultará imposible. Intentaré subirlo mañana sí o sí.
    Muchas gracias por leer.

    Un abrazo! :)
     
    Top
    .
  4.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha encantado el capítulo.
    Muy divertido con el trío (Misaki, Kane y Satoru), muy bueno Kane cuando le dice a Misaki que Akihiko se la quiere meter, ya me los imagino sobre el escritorio del despacho de Akihiko.
    Pobre Nowaki y pobre Shinobu rechazados por sus amores.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  5.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 3 - Castigo y copas


    Hiroki amaneció de mal humor, como ya era costumbre, se duchó rápidamente y se dirigió al comedor a desayunar. La noche anterior se había quedado hasta tarde leyendo, por lo que los párpados le pesaban y se sentía muy cansado. Se sentó junto a Akihiko en una de las mesas de profesores y comenzó a servirse café en silencio. De repente divisó a un joven muy alto y de ojos azules, se trataba de Nowaki. No habían vuelto a hablar desde lo ocurrido el día anterior y Hiroki se sentía mal por como estaban las cosas entre ellos.

    Los ojos de Hiroki se abrieron como platos al ver que la nueva encargada del comedor le tocaba el brazo a Nowaki mientras los dos reían. Hiroki frunció el ceño cabreado sin saber muy bien por qué. No le gustaba ver que la nueva, que si no recordaba mal se llamaba Emiko, tonteaba con Nowaki, porque estaba claro que la chica estaba tonteando. Hiroki resopló frustrado, hecho que llamó la atención de su amigo.

    - ¿Qué te ocurre?- Preguntó Akihiko mirándole de reojo.

    - Nada.

    - Mentiroso.

    - Emiko, la nueva, creo que le gusta Nowaki.- Murmuró Hiroki sin apartar la vista de aquellos dos.

    - Bueno, ¿y qué si es así?- Dijo el escritor encogiéndose de hombros, haciendo que el otro se girara a mirarle enfadado.

    - ¡No, si a mí me da igual!

    - ¿Entonces por qué te cabreas?

    - Porque...pues...joder, porque me da la gana cabrearme y punto.

    - Hiroki, si te gusta Nowaki no debiste haberle rechazado.- Comentó Akihiko llevándose la taza a la boca.

    - ¿Quién ha dicho que a mí me guste? Creo que estás sacando conclusiones precipitadas.

    - No intentes engañarme, Hiroki, te conozco y sé que estás celoso.- Dijo el escritor.- Aunque, sinceramente, no tienes ningún derecho a estarlo.

    - ¿Por qué?- Preguntó Hiroki irritado con la situación.

    - Porque le rechazaste, tú oportunidad con Nowaki ya pasó. Será mejor que te olvides de él.- Sin añadir nada más, Akihiko se levantó y se fue dejando a un Hiroki muy cabreado y pensativo.




    Miyagi intentó no pensar en aquel mocoso mientras daba clase. El muy imbécil había decidido faltar a su clase y Miyagi sabía que no estaba enfermo, simplemente se sentía avergonzado por haberle besado. Miyagi había pasado muy mala noche pensando en lo ocurrido. Ese niño era un terrorista, como si él no tuviera ya problemas suficientes en su vida, ahora va su ex-cuñado y se declara. Miyagi suspiró frustrado mientras los estudiantes resolvían los ejercicios que había mandado. Maldito Shinobu, siempre dándole dolores de cabeza.

    Miyagi salió del aula con paso acelerado y se dirigió a los dormitorios en busca de Shinobu. No iba a permitir que faltara a sus clases así como así. Estaba ya cruzando el jardín para ir al edificio donde se encontraban los dormitorios, cuando se cruzó con el susodicho.

    - Shinobu-chin, has faltado a mi clase.- Dijo Miyagi con gesto serio y bloqueándole el paso.

    - No tenía ganas de verte.- Murmuró el menor sin mirarle.

    - Sé que estás avergonzado por lo ocurrido pero…

    - No estoy avergonzado, estoy enfadado.

    - ¿Estás enfadado conmigo?

    - ¡No, estoy enfadado conmigo por haberme fijado en un imbécil como tú!- Le espetó mirándole por fin a los ojos.

    - ¿Es que no ves que no puede ser?- Susurró Miyagi para que nadie les escuchara.- Eres menor, es ilegal, tu padre me echaría a la calle y podría ir a la cárcel.

    - Nadie tiene por qué enterarse.- Murmuró Shinobu esperanzado, pero Miyagi negó con la cabeza.- ¿No te gusto ni un poquito?¿Nada de nada?

    - Shinobu-chin…

    - Déjalo, es mejor que no respondas.- Shinobu suspiró derrotado e intento seguir su camino, pero el profesor le paró.

    - Shinobu, tú eres muy importante para mí, ¿lo sabes?

    - Sí, como un hermano.- Murmuró Shinobu.- Ya me lo has dicho antes.

    - Será mejor que te busques a alguien de tu edad, será todo más sencillo.- Shinobu no dijo nada, simplemente miró mal a Miyagi y se marchó.




    - La vida me odia.- Murmuró Misaki decaído. Acababan de salir de clase de inglés, Kane y Satoru habían estado toda la hora hablando, mientras que Misaki había decidido ignorarles, ya que sabía que el profesor le tenía manía.

    - No, la vida no, quien te odia es el gilipollas de Yamaguchi.- Dijo Kane.

    - No puedo creer que te haya castigado.- Comentó Satoru.

    - Yo sí que me lo creo.

    - Voy a tener que pasar toda la mañana del sábado con él.- Dijo Misaki suspirando.- ¿Por qué se empeña en torturarme? Además, erais vosotros dos los que estabais hablando.

    - A ver, Misa-chan, esto es como cuando te toca la lotería, si te toca te ha tocado y punto, excepto porque esto no es nada bueno.- Dijo Kane.- ¡Qué bien huele a comida! Espero que haya algo de carne para cenar.

    - Yo no tengo hambre...creo que voy a pasar de la cena.

    - Misaki, intenta no pensar en eso.- Le dijo Satoru pasándole un brazo por los hombros.- Aún quedan muchos días hasta el sábado.

    - No tantos, hoy ya es martes.

    - Kane, gracias por la ayuda.

    - De nada, Sato-chan.

    - De verdad que no tengo hambre, tengo el estómago cerrado.- Dijo Misaki deshaciéndose del agarre de su amigo.- Me voy ya a la cama. Hasta mañana, chicos.

    - Vaya, esto es grave.- Dijo Satoru cuando se marchó Misaki.

    - Ya ves, ni los octogenarios se acuestan tan pronto.- Murmuró Kane.- Tenemos que hacer algo con Yamaguchi.

    - No podemos hacer nada, es un profesor.

    - Tus padres están forrados.- Dijo Kane.

    - Y los tuyos también.

    - Ya, pero los míos no me van a dar dinero ni aunque se lo pida de rodillas.

    - ¿Qué estás tramando?- Preguntó Satoru mientras llegaban al comedor, donde ya había gente empezando a cenar.- Si es ilegal…

    - Estoy seguro de que Yamaguchi tiene algún trapo sucio, algo que podamos usar en su contra para que le echen.- Dijo Kane sentándose en su mesa de siempre.- Deberíamos contratar a un detective.

    - No seas ridículo, no voy a pedirle dinero a mis padres para contratar a un detective.

    - Ya veo lo que te importa tu amigo…

    - No vas a hacerme sentir mal.- Le dijo Satoru empezando a comer. Al poco tiempo, el profesor de historia se acercó a ellos.

    - Buenas tardes, chicos.- Saludó Akihiko y se sentó en aquella mesa, sorprendiendo a los estudiantes.- Os veo bastante solos hoy, ¿Misaki se encuentra mal?

    - Se podría decir que ha tenido un mal día y no tenía ganas de cenar.- Respondió Satoru.

    - ¿Quiere que le diga que habitación es la de Misa-chan para que pueda hacerle una visita?- Propuso Kane con una sonrisa de lado.

    - No, no quiero importunarle.- Negó el profesor.- ¿Pero qué le ha ocurrido?

    - Yamaguchi-sensei le ha castigado el sábado por la mañana.- Le informó Satoru.

    - Injustamente porque Misa-chan no estaba haciendo nada malo, lo que pasa es que el imbécil de Yamaguchi se ha empeñado en joderle.- Dijo Kane cabreado.

    - ¿Es eso cierto?- Preguntó Akihiko sorprendido.

    - Sí, desde hace años que le putea.

    - Kane, esa boca, no estás hablando con cualquiera.

    - No importa.- Dijo el profesor poniéndose de pie.- Que paséis buena noche.

    - Adiós, sensei.- Dijo Satoru mientras observaba alejarse al profesor.

    - Qué descarado es este hombre.- Dijo Kane riendo.- Ni siquiera disimula.

    - ¿Todavía estás con eso?

    - ¿Quieres apostar?- Arqueó una ceja Kane, haciendo que el otro resoplara.- Si a lo largo del curso Misa-chan y Usami follan, me invitarás a cenar donde yo quiera.

    - ¿Y si eso no ocurre?

    - Pues al acabar el curso te pagaré yo una cena.

    - De acuerdo.- Aceptó Satoru seguro de que iba a ganar.

    Akihiko se sentó al lado de su amigo, quien se había pasado todo el día con cara de enfado. Dudó un momento pero decidió preguntárselo.

    - ¿Qué opinas de Yamaguchi?

    - Me es indiferente.- Respondió Hiroki algo sorprendido.- ¿Por qué?

    - Me han dicho que le tiene manía a Misaki.

    - ¿A Takahashi? Bueno, el chaval es un poco simple…- Murmuró Hiroki encogiéndose de hombres.- Aunque es de los que mejor me cae.

    - ¿Quién es el que mejor te cae?- Preguntó Akihiko con curiosidad.

    - Uchima, por supuesto.

    - Siempre le estás gritando.

    - Bueno, es una relación amor-odio.- Dijo Hiroki.- Bueno, ¿a qué viene lo de Takahashi? ¿Ha ocurrido algo?

    - Ha castigado a Misaki.

    - Bueno, Akihiko, los profesores tenemos esa potestad.

    - Pero lo ha hecho sin motivo alguno.- Le dijo el escritor.

    - ¿Y quién te ha dicho eso?- Preguntó Hiroki apartando su plato a un lado.- ¿Ha sido Uchima? ¿O tal vez Fujimoto?

    - No me gusta Yamaguchi.- Dijo Akihiko cruzándose de brazos.

    - Ni a mí la nueva del comedor, pero qué le vamos a hacer.- Murmuró Hiroki y de repente tuvo una idea.- Salgamos el sábado.

    - ¿Qué?

    - Hace mucho que no salimos juntos.

    - ¿Por qué quieres salir?- Preguntó Akihiko extrañado.

    - Me apetece ir a tomar una copa con mi mejor amigo, ¿tan raro es eso?

    - Supongo que no. Está bien, salgamos el sábado por la noche.




    El sábado llegó rápidamente para desgracia de Misaki. Yamaguchi le había puesto a ordenar su despacho y a clasificar todos los papeles, mientras le observaba sentado de brazos cruzados. Misaki quería que llegara pronto la hora de comer para que acabara aquella tortura.

    - Me sorprendes mucho, Takahashi.- Dijo el profesor rompiendo el silencio en el que habían estado durante más de una hora. Misaki se giró para mirarle sin dejar de colocar libros en la estantería.- Me parece increíble que seas tan negado para el inglés teniendo en cuenta que pasas las vacaciones en EEUU.

    - Con mi hermano hablo en japonés.- Se limitó a decir Misaki algo dolido por aquel comentario.

    - Me apiado de él, debe ser muy frustrante. Es decir, el verse obligado a hacerse cargo de ti… debió ser muy duro para él.- Misaki optó por ignorarle, ya que si decía algo acabaría arrepintiéndose. No le gustaba que hablara así de su familia, además, no era un tema fácil para él.- Aunque tampoco debió ser fácil para ti, supongo que no es agradable ser una molestia.- Misaki notó como las lágrimas comenzaban a amontonarse en sus ojos, pero se contuvo para no darle el gusto de verle llorar.- ¿No dices nada? ¿Me das la razón?

    - Usted no conoce a mi hermano.- Murmuró Misaki intentando que no le temblara la voz.- Y tampoco me conoce a mí.

    - Créeme que sí que te conozco, llevo años observándote.- Dijo el profesor poniéndose de pie y acercándose a él.- El inocente Misaki, pobrecito, huérfano y en un internado para no causarle molestias a su hermano… el bueno de Misaki, todos piensan que es un santo, ¿no es así? Pero a mí tú no me engañas, Takahashi, sé que no eres tan inocente como pareces.

    - No sé de qué está hablando.- Dijo Misaki inquieto por la cercanía.

    - Lo sabes perfectamente.- Yamaguchi se acercó todavía más a Misaki, quedando a pocos centímetros de su cara.- Lárgate, ya me he cansado de verte.

    Misaki no esperó a que se lo dijera dos veces y salió corriendo de aquel despacho. Se metió en el baño más cercano y rompió a llorar. Dio un salto al oír que la puerta se abría, no quería ver a Yamaguchi y menos en ese estado. Su cuerpo se relajó cuando vio que se trataba de Nowaki.

    - Misaki, ¿qué ocurre? ¿Por qué lloras?- Preguntó el mayor preocupado.- ¿Por qué no estás en los jardines con tus compañeros?

    - Estaba cumpliendo un castigo con Yamaguchi...pero me ha dicho...no es una buena persona.- Misaki no podía parar de llorar y su cuerpo le temblaba. Nowaki se acercó a él y lo atrajo hacia sí mismo para abrazarle.

    - ¿Qué te ha dicho?

    - M-me ha dicho que soy una molestia para mi nii-chan.

    - Eso no es cierto, Misaki.- Dijo Nowaki suspirando mientras el menor enterraba la cara en su pecho.- Tu hermano te adora y haría cualquier cosa por ti, ya lo sabes. Además, de haber sido la situación al revés, ¿no hubieras cuidado de tu hermano?

    - Sí, claro que sí.

    - ¿Y hubieras pensado que tu hermano es una molestia?

    - Nii-chan nunca será una molestia para mí.- Murmuró Misaki algo más calmado.

    - Pues estoy seguro de que tu hermano piensa lo mismo de ti.- Dijo Nowaki sin dejar de abrazarle.- No hagas caso de lo que te pueda decir Yamaguchi porque no es cierto, ¿entendido?

    - Gracias, Nowaki.- Sonrió Misaki rompiendo el abrazo y limpiándose las lágrimas.- Y siento haberte mojado la camiseta.

    - No te preocupes, ya se secará.- Le devolvió la sonrisa el mayor.



    Cuando llegó al vestíbulo Akihiko ya estaba esperándole, no iba demasiado formal pero sí que se le veía arreglado. Hiroki le sonrió y pasando por su lado se dirigió hacia la puerta.

    - Espera, aún falta uno.- Dijo el escritor sorprendiendo a Hiroki.

    - ¿Qué? Creía que íbamos a ser solo nosotros dos.

    - He invitado a Nowaki, espero que no te importe.

    - ¿Cómo? ¿Por qué has hecho tal cosa?- Preguntó Hiroki cabreado, de pronto relajó el gesto.- ¿Y él ha dicho que sí?

    - Bueno, no le he dicho que tú venías. Quería que fuera sorpresa.

    - Eres cruel, Akihiko.- Dijo Hiroki y en ese momento apareció Nowaki, quien se sorprendió al verle allí.

    - Hiro-san, no sabía que también venías.- Comentó Nowaki.

    - Bueno, cuantos más mejor, ¿no?- Sonrió Akihiko y dio una palmada.- Venga, que el taxi está al llegar.

    Fueron a un bar en el que no había demasiada gente y en el que podían hablar tranquilamente. Comenzaron a beber de forma tranquila, ninguno de los tres quería pasarse con la bebida.

    - Bueno, Nowaki, ¿qué te cuentas?- Dijo Akihiko rompiendo un silencio incómodo.

    - Poca cosa la verdad, esta semana comienzo las clases así que andaré algo liado.

    - Así que este es tu último fin de semana de libertad, espero que lo hayas aprovechado bien.- Comentó Hiroki sin poder dejar de sentirse incómodo por la situación.

    - No he hecho mucho, esta mañana he ayudado a mi padre, luego he estado un rato con Misaki, por la tarde he ido con un amigo a…

    - ¿Has estado con Misaki? ¿Qué habéis hecho?- Interrumpió el escritor.

    - Bueno, he estado intentando animarle.- Respondió Nowaki sorprendido por el interés.

    - ¿Qué le pasaba?

    - Yamaguchi le ha dicho unas cosas muy feas durante el castigo.- Dijo el menor.- La verdad es que se ha comportado como un auténtico imbécil con Misaki.

    - ¿Qué le ha dicho?

    - ¿Qué más da, Akihiko?- Preguntó de repente Hiroki.- ¿A qué viene tanto interés por Takahashi?

    - Solo me preocupo por mis alumnos.

    - No me vengas con esas, llevas toda la semana haciendo preguntas sobre él. ¿Te crees que no sé lo que pasa?- Dijo Hiroki enfadado.- He sido yo quien te ha conseguido este empleo, si la cagas también vendrán a pedirme explicaciones a mí.

    - No voy a…

    - Akihiko, que no te vea cerca de Takahashi.- Dijo tajante el profesor de literatura.

    - No sé a qué viene esto, Hiroki, creo que te estás confundiendo.- Le dijo el escritor.

    - He visto la forma en que le miras y no puede ser, será mejor que te busques a otro. Además, un polvo no compensa que te despidan.

    - No tienes ni idea, Hiroki.- Dijo Akihiko con enfado.

    - Es tu alumno menor de edad, no lo olvides.

    - Hiroki, será mejor que dejes de meterte en la vida amorosa de los demás y te centres en la tuya, igual así no estarías tan solo.- Le espetó Akihiko haciendo que el otro abriera los ojos sorprendido. El escritor se largó del local dejando a los otros dos solos.

    - Igual he sido demasiado duro.- Murmuró Hiroki y se dirigió a Nowaki, quien había permanecido callado observando la escena.- Pero no puede mantener una relación con un alumno de diecisiete años. Además, no tenía ningún derecho a hablarme así…

    - Puede que esté enamorado.- Dijo Nowaki sorprendiendo al profesor.

    - ¿De un crío?- Resopló Hiroki.

    - El amor no entiende de edad, Hiro-san.

    - Aunque fuera así, es una relación imposible, así que es mejor que se olvide.- Dijo Hiroki haciendo que Nowaki desviara la vista al suelo. Hubo un silencio algo incómodo y el profesor carraspeó para llamar la atención del otro.- Hablando de amor, he visto que te llevas muy bien con la nueva del comedor.

    - ¿Emiko? Sí, es simpática, pero nada más.

    - Es que como os vi tan cercanos el otro día pensé que había algo entre vosotros.

    - Pues no hay nada, ya sabes que estoy enamorado de ti.- Le dijo Nowaki.

    - ¿Estás seguro de eso? Es decir, puede que tus sentimientos hacia mí no sean tan fuertes y acabes olvidándote de mí.- Dijo Hiroki posando la vista en su copa.

    - Llevo años enamorado de ti, ya te lo dije.

    - ¿Y si no es amor? ¿Y si solo crees que lo es pero en verdad no lo es?

    - Hiro-san, yo te amo.- Le dijo Nowaki mirándole a los ojos.- Te amo más que a nadie, es por eso que te dije que te dejaría en paz. Lo último que quiero es incomodarte.

    - Imagínate que empezamos a salir y acabas cansándote de mí, me destrozarías, Nowaki.- Murmuró Hiroki con rostro preocupado.

    - Eso no pasaría jamás.

    - ¿Cómo estás tan seguro?

    - Porque te amo.- Dijo Nowaki acercándose a él y cogiéndole una mano.- Es tan simple como eso.

    - Yo...yo...creo que me gustas.- Dijo Hiroki en voz baja y sonrojado.- Me morí de celos al verte con esa chica. Me gustas, Nowaki, pero eres tan joven...seguro que te acabas hartando de mí.- El profesor sonrió con cierta amargura.- Acabarás conociendo a alguien más joven que yo y con menos mal genio y...y yo no podré soportarlo.

    - Te prometo que jamás te haré daño, Hiro-san.

    - No prometas cosas que no puedas cumplir.

    - Dame una oportunidad, por favor.- Le dijo Nowaki.- No tengas miedo de lo que pueda pasar, yo intentaré hacerte la persona más feliz y te juro que jamás…

    - Nowaki, ya es tarde, volvamos al internado.- Le cortó Hiroki.

    - Has dicho que te gusto, ¿por qué no lo intentamos?

    - Mañana quiero madrugar, será mejor que volvamos.- Nowaki no insistió más, sabía que era inútil, pero empezó a crecer una esperanza en él. No estaba todo perdido, iba a enamorar a Hiroki.


    Hola ^^
    Espero que os haya gustado el capítulo. Lo he escrito en un momento y está sin revisar, así que lo siento si hay errores. Estaré unos días fuera, es por eso por lo que he querido subir ya el capítulo, porque hasta que no vuelva no podré escribir nada.
    Muchas gracias por leer.

    Un saludo :)
     
    Top
    .
  6.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha encantado el capítulo.
    Satoru perderá la apuesta, Akihiko en nada conquistará a Misaki y se lo tirará en su despacho encima de su escritorio.
    Pobre Misaki con este maldito profesor, espero que Akihiko consúele ya a Misaki y manden a ese profesor fuera del internado.
    Vamos Nowaki tú puedes dominar a Hiroki.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  7.     +3   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 4 - Conversaciones


    La semana comenzó con cierta tensión en el ambiente. Shinobu no se hablaba con Miyagi y siempre que podía huía de él. Había decidido olvidar al profesor pero le estaba resultando muy complicado. Miyagi parecía no querer dejarle tranquilo, no paraba de buscarle para preguntarle si se encontraba bien y Shinobu se estaba empezando a cansar. En otro momento toda aquella atención le habría gustado, pero Miyagi le había dejado claro que jamás pasaría algo entre los dos, así que no tenía sentido ilusionarse.

    Shinobu suspiró frustrado al recordar que le tocaba clase de matemáticas. Se dejó caer en su pupitre de siempre y se quedó contemplando a la nada hasta que una voz le hizo volver a la realidad, se trataba de Hideo, el chico que se sentaba a su lado y que siempre intentaba entablar una conversación con él.

    - Deberías apuntarte al club de teatro. Este año se ha animado más gente y ya llegamos a las dos cifras.- Dijo Hideo sonriendo.- Vamos a representar una obra de teatro para Navidad, Kamijou es el profesor encargado y es muy divertido verle discutir con el presidente del club.

    - ¿Quién es el presidente este año?- Preguntó Shinobu sin ningún tipo de interés, mientras hablara con Hideo no pensaría en cierto profesor.

    - Uchima, es de último curso.

    - Ah, sí, el melenudo que siempre va con Takahashi.- Asintió el rubio.

    - Uchima le propuso a Kamijou representar Romeo y Julieta, pero Kamijou le dijo que eso ya estaba muy visto.

    - Es que lo está.

    - Bueno, Uchima dijo que él haría de Romeo si Kamijou hacía de Julieta.- Dijo Hideo riendo.- Kamijou se enfadó y nos ha dicho que vamos a representar La casa de Bernarda Alba, porque solo aparecen personajes femeninos y así todos tendremos que hacer de mujer. Si cree que con eso ha fastidiado a Uchima, no lo ha conseguido, estaba muy feliz de poder usar falda.

    - ¿Y os reunís mucho?

    - Los martes y los jueves, aunque si tenemos que discutir algo o se acerca una función también nos reunimos los sábados.

    - Suena divertido, pero no creo que sea para mí.- Comentó Shinobu.

    - Oye, ¿te apetecería venir conmigo a la biblioteca después de clase?- Propuso Hideo sonriendo.

    - ¿No sueles ir con tus amigos?- Shinobu arqueó una ceja y el otro se encogió de hombros.- Bueno, no veo por qué no…

    - Perfecto y si luego quieres podemos ir a las canchas.

    - Está bien.- Asintió Shinobu.



    El descanso acababa de comenzar cuando Akihiko se cruzó con el profesor de inglés. Desde que Nowaki le contó que Misaki estaba triste por culpa de Yamaguchi, había intentado contenerse y no ir a decirle de todo a esa persona, pero en ese momento que lo tenía delante, sabía que no iba a poder controlarse.

    - Buenos días, Usami.- El escritor no le devolvió el saludo, simplemente se paró en medio del pasillo, impidiendo al otro continuar su camino. Yamaguchi arqueó una ceja extrañado e intentó esquivarle para poder seguir caminando, pero Akihiko se adelantó y volvió a bloquearle el paso.

    - He oído que castigaste a Misaki el sábado.- Murmuró el escritor con voz grave y cara de pocos amigos.- Y que le hiciste llorar.

    - Eso no es cierto.- Murmuró Yamaguchi.

    - Yo creo que sí que lo es.

    - Takahashi es un irresponsable que…

    - No voy a consentir que hables mal de Misaki, ¿entendido?- Interrumpió Akihiko y el otro le miró sorprendido.- Y más te vale que no vuelva a ocurrir algo parecido.

    - ¿Me estás amenazando?- Preguntó el profesor de inglés arrugando los ojos.

    - Sí.

    - No es asunto tuyo si castigo o no a un alumno.

    - Creo que no me has entendido bien.- Dijo Akihiko aparentando estar tranquilo.- No quiero verte cerca de Misaki, no quiero que le mires, ni que le hables, ni nada. A partir de ahora te limitarás a ser su profesor y a ignorarle lo máximo posible, de lo contrario me aseguraré de que desees no haber nacido.

    - ¿Por qué te importa tanto Takahashi?- Preguntó Yamaguchi nervioso.

    - Porque sí.

    - Soy el tutor de Takahashi y…

    - ¿Tengo que volver a repetirlo? No te acerques a él.

    - ¿Todo bien?- Preguntó una voz a las espaldas del escritor.

    - Sí, Kamijou, simplemente estábamos charlando.- Dijo Yamaguchi forzando una sonrisa.- Si me disculpan, tengo cosas que hacer.

    - ¿Te has vuelto loco?- Preguntó Hiroki una vez se hubo marchado el de inglés. Su amigo desvió la vista suspirando.- ¿Acaso quieres que lo sepa todo el mundo? No puedes ser tan trasparente, Akihiko.

    - Se metió con Misaki…- Murmuró el escritor.

    - No debería importarte. ¿No te das cuenta de que te puede caer una buena si alguien se entera?- Hiroki suspiró cansado.- No debiste haberle amenazado.

    - Yo no me avergüenzo de mis sentimientos.

    - ¿Qué sentimientos? ¿Que te quieres tirar a un alumno? ¿A eso llamas sentimientos?

    - Me he enamorado de él.- Confesó Akihiko y hubo un breve silencio en el que Hiroki le miraba incrédulo.

    - Dime que no es cierto, dime que me estás gastando una broma de mal gusto.

    - ¿Qué hay de malo en eso?

    - ¡Que es tu alumno menor de edad!- Exclamó Kamijou y luego bajó el volumen de voz.- Akihiko, no hagas ninguna tontería, no vale la pena. No conoces al muchacho, solo sabes de su existencia desde hace una semana, ¿cómo puedes decir tan a la ligera que te has enamorado? Es decir, ¿acaso has hablado con él?

    - Me enamoré en el momento en el que le vi en su dormitorio.

    - Estás mal de la cabeza.- Murmuró Hiroki negando.

    - ¿De verdad? Yo creo que estoy mejor que tú, al menos tengo claro lo que siento y no intento engañarme a mí mismo.

    - ¿Qué demonios insinúas?

    - Que estás enamorado de Nowaki y el pobre, por algún motivo que no llego a comprender, siente lo mismo por ti, pero tú eres incapaz de darle una oportunidad porque te encanta autocompadecerte y regodearte en tus desgracias.- Le dijo el escritor enfadado.- Como sigas así se va a acabar hartando de ti y entonces sí que tendrás motivos para sentirte tan desgraciado.

    - ¿Es eso lo que opinas de mí?- Preguntó Hiroki dolido.- Entonces no entiendo como has podido ser mi amigo durante veinte años…

    - Sí, es lo que pienso y si te lo he dicho es para ver si reaccionas de una vez.

    - ¿Sabes qué? Si quieres follarte a Takahashi, adelante, ya me da igual lo que hagas.- Dijo Hiroki alejándose poco a poco.- Pero luego no vengas a contarme tus penas.

    - Hiroki, te lo he dicho por tu bien.

    - Pues no te preocupes tanto por mí y preocúpate más por ti, que te va a hacer falta.- Sin esperar respuesta, el profesor de literatura se marchó enfadado. Iba a ser un día duro para sus alumnos.



    Misaki y Satoru se encontraban sentados en el jardín, todavía hacía muy buen tiempo para pasar los descansos fuera del aula. Hablaban del nuevo tomo de The Kan cuando Kane llegó corriendo y se tumbó sobre el césped.

    - ¡Misa-chan, tengo muy buenas noticias!- Exclamó Kane muy sonriente.

    - ¿Sobre qué?

    - Sobre tu vida amorosa.

    - ¿Mi vida amorosa?- Dijo Misaki sorprendido.- Yo no tengo de eso.

    - Volvía de mear cuando…

    - Di del servicio o del baño, pero no digas mear.- Le interrumpió Satoru.

    - ¿Desde cuándo eres tan fino? Bueno, volvía del excusado cuando he presenciado una conversación muy interesante.- Kane se encontraba eufórico y no podía parar de sonreír.

    - ¿Y qué tiene que ver eso conmigo?- Preguntó Misaki frunciendo el ceño.

    - Usami ha amenazado al imbécil de Yamaguchi.- Dijo Kane sorprendiendo a los otros dos.- Nowaki le contó lo ocurrido el sábado y Usami le ha dicho que si vuelve a acercarse a ti le partirá las piernas.

    - ¿De verdad?- Preguntó Satoru sin creérselo.- ¿Usami-sensei ha dicho que le partirá las piernas?

    - Es posible que no lo haya dicho así, pero leyendo entre líneas…

    - ¿Y por qué ha hecho eso?- Preguntó Misaki extrañado.- Es decir, es mi problema, no el suyo.

    - Es que aún no te he contado lo mejor.- Sonrió Kane.- Luego ha aparecido Kamijou y ha tenido una pequeña pelea con Usami. Kamijou le ha dicho que debe tener cuidado porque si alguien se entera de que te la quiere meter, Usami tendrá muchos problemas.

    - ¿Lo ha dicho así?- Arqueó una ceja Satoru.

    - En verdad ha dicho “tirar”.

    - Qué vergüenza, no les voy a poder volver a mirar a la cara jamás…- Murmuró Misaki sonrojado.

    - Ay, Misa-chan, qué inocente eres.- Suspiró Kane.- ¿Por dónde iba? Ah, sí. Usami le ha dicho a Kamijou que está enamorado de Misa-chan.

    - ¿QUÉ?- Exclamó Misaki con los ojos como platos.- ¡Eso no puede ser cierto!

    - Pues es lo que ha dicho.- Dijo Kane encogiéndose de hombros.- Por cierto, también me he enterado de que entre Nowaki y Kamijou hay algo, ¿os lo podéis creer? Pero se ve que Kamijou se está haciendo de rogar, creo que debería echarle una manita a Nowaki…

    - Ni se te ocurra, no es asunto tuyo, Kane.- Le dijo Satoru.

    - Chicos, creo que lo mío es más importante que lo de Kamijou.- Dijo Misaki suspirando.- ¿Qué se supone que voy a hacer? Es mi profesor, me voy a sentir muy incómodo en clase.

    - Yo iría a su despacho a comerle la boca.- Comentó Kane.

    - ¡No digas burradas, esto es muy serio!- Exclamó Misaki con el ceño fruncido.

    - Podrían expulsar a Misaki por eso, Kane.- Dijo Satoru.- Lo mejor será que se olvide del tema.

    - Exacto, haré como que no sé nada e intentaré mantenerme alejado de él.- Dijo Misaki intentando convencerse a sí mismo de que eso iba a funcionar. Se puso de pie y comenzó a alejarse de sus dos amigos.- Nos vemos en clase, quiero pasar antes por mi habitación a recoger unas cosas.

    - ¡Hasta ahora, Misa-chan!

    - Espero que no te lo hayas inventado solo para ganar la apuesta.- Le dijo Satoru con gesto serio.

    - ¿Me crees capaz de algo así? Te juro que no me lo he inventado.

    - Está bien, pero deja de animar a Misaki, está claro que a él no le gusta Usami.

    - Yo creo que sí que le gusta.- Comentó Kane sonriendo.



    Shinobu estuvo toda la tarde con Hideo. El chico no le desagradaba pero Shinobu siempre había disfrutado de la soledad, aunque en ese momento sentía que no podía estar solo. Si volvía a su dormitorio, lo único que conseguiría sería pensar en Miyagi, tenía que evitar a toda costa pensar en él.
    Habían estado un rato jugando al baloncesto en las canchas, ya empezaba a oscurecer y pronto sería la hora de la cena, así que se encontraban recogiendo las pelotas y guardándolas.

    - Eres muy mono, ¿lo sabías?- Comentó de repente Hideo sorprendiendo al rubio. Shinobu no supo qué decir, no había esperado que esa frase saliera de la boca de su compañero. Hideo sonrió de lado y comenzó a caminar hacia el edificio principal, donde se encontraban los dormitorios y el comedor. Shinobu no supo muy bien por qué lo hizo, pero dio un par de zancadas y agarró del brazo a Hideo, le atrajo hacia él y le dio un beso. Hideo respondió al beso y Shinobu comenzó a sentirse incómodo, había sido una mala idea, ese no era Miyagi. Nadie jamás podría compararse a Miyagi.

    - Ya hace diez minutos que deberíais estar en el edificio.- Dijo una voz grave. Shinobu abrió los ojos sorprendido al reconocer la voz de Miyagi, quien debía ser el encargado aquel día de asegurarse de que ningún alumno estuviera por los jardines a esa hora. Rompieron el beso y Shinobu miró a Miyagi, quien tenía el rostro serio y no le miraba.

    - Lo sentimos, sensei.- Dijo Hideo algo avergonzado de haber sido pillado en esa situación. Hideo tiró del brazo de Shinobu para dirigirle hacia el edificio, ya que éste se había quedado mirando a Miyagi. Shinobu no podía creer su mala suerte, de todos los profesores había tenido que ser Miyagi.



    El despertador sonó por tercera vez y a Misaki no le quedó más remedio que salir de la cama. Shinobu salió del baño con una toalla enrollada en la cintura, tenía mala cara, Misaki supuso que no había pasado buena noche.

    - ¿Tienes insomnio?- Preguntó Misaki desperezándose.

    - No, lo que tengo son demasiadas cosas en la cabeza.- Respondió el rubio sin mirarle.

    - Bueno, si necesitas ayuda con algo solo dímelo.- Misaki iba a meterse en el baño cuando el Shinobu volvió a hablar.

    - Me he echado novio.- Misaki le miró sorprendido pero no dijo nada.- Pero no es la persona de la que estoy enamorado.

    - ¿Entonces por qué sales con él?

    - Porque espero que con el tiempo me guste.

    - ¿Y si eso no pasa?- Preguntó Misaki y Shinobu se encogió de hombros. Cuando Misaki salió del baño Shinobu ya se había marchado a desayunar. Misaki se sentía nervioso, aquel día tenía clase con Usami y no sabía cómo actuar delante de él. Debía hacer como que no sabía nada pero a Misaki nunca se le había dado bien disimular.

    Llegó el momento de la clase de historia y Misaki evitó a toda costa hacer contacto visual con el profesor, mientras Kane reía por lo bajo ante la actitud de su amigo. Al acabar la clase, Misaki intentó salir de allí lo más rápido posible pero su amigo le agarró del brazo y le guió hasta la mesa del profesor. Misaki sintió que el pánico le invadía e intentó zafarse, pero Kane le tenía bien agarrado.

    - Usami-sensei, ha sido una clase muy interesante.- Sonrió Kane sin soltar a su amigo.- Se me ha pasado la hora volando.

    - Me alegro de eso, Uchima.- Dijo el escritor sin apenas mirarle pues toda su atención estaba puesta en Misaki.- ¿A ti también te ha gustado? Te he notado hoy un poco distraído.

    - Sí, bueno, no, es decir, sí que me ha gustado.- Respondió Misaki poniéndose rojo y sin mirarle a los ojos.

    - ¡Pero qué tímido eres, Misa-chan!- Exclamó Kane haciendo que su amigo se sonrojara todavía más.

    - Deberíamos irnos ya o llegaremos tarde a nuestra próxima clase.- Dijo Misaki.

    - Cierto. ¡Hasta luego, Usami-sensei!- Saludó Kane con la mano mientras Misaki tiraba de él para que saliera. Una vez estuvieron lejos del aula, Kane soltó una pequeña risa.- ¿Por qué no te has despedido de tu futuro marido?

    - Cállate, idiota. No te imaginas el mal rato que me has hecho pasar.



    Hiroki odiaba tener que encargarse de las extraescolares, pero al menos ese año le había tocado supervisar el club de teatro. El curso anterior le tocó el de cocina y fue un auténtico desastre. Miró el reloj suspirando, solo habían pasado diez minutos, aún le quedaba más de una hora de esa tortura.

    - Kamijou-sensei, el telón no baja.- Le dijo un alumno.

    - Llama a Tadao.- Se limitó a decir Hiroki. Un par de minutos después entró en el salón de actos aquel alumno acompañado de Nowaki. El profesor no se sorprendió mucho al verle, había veces en las que Nowaki ayudaba a su padre. Nowaki se subió a una escalera y comenzó a arreglar el problema del telón.

    - Vaya culazo tiene Nowaki.- Dijo alguien que se acababa de acercar a donde estaba él. Hiroki se giró con la boca ligeramente abierta por la sorpresa, como no, se trataba de Uchima.

    - Creo que te he entendido mal, Uchima.- Murmuró Hiroki sin poder disimular su sorpresa.

    - ¿Qué? Imposible.- Negó Kane con una sonrisa.- ¿Le ha visto bien el culo? Son como dos cocos, me dan unas ganas de darle un mordisco…

    - ¡Uchima!- Exclamó Hiroki y su voz resonó en todo el salón de actos. Todo el mundo le miraba y él no podía controlar la ira que crecía dentro de él.- ¡Deja de decir guarrerías y ponte a repasar el texto!

    - Lo siento, sensei, no quería cabrearle.- Dijo Kane fingiendo inocencia.- No sabía que a usted también le gustaba Nowaki.

    - ¡No digas idioteces!- Gritó Hiroki cada vez más enfadado. La gente ya les ignoraba pues era normal ver aquel tipo de comportamiento entre los dos.

    - ¿No le gusta? Entonces eso me pone las cosas más fáciles, así no tendré competencia.- Dijo Kane sonriendo. Hiroki le miró con cierto odio y Kane, por primera vez en mucho tiempo, sintió miedo, aquella vez se había pasado y la cara del profesor se lo decía. Al parecer Kamijou sí que tenía algo con Nowaki y no había sido buena idea darle celos.

    - No eres ningún mandril en celo, Uchima, así que evita fijarte en lo que no debes y céntrate en tus estudios, porque te advierto que este curso te va a costar mucho aprobar mi asignatura.- Le dijo Hiroki en voz baja.

    - De acuerdo, sensei, Nowaki ni se mira ni se toca.- Dijo Kane intentando aparentar estar calmado.

    - Hiro-san, esto ya está.- Sonrió Nowaki acercándose a ellos dos.- Simplemente se había quedado atascado.

    - Muchas gracias, Nowaki.- Dijo Hiroki ya más calmado.

    - Bueno, yo me voy a repasar el texto.- Dijo Kane sonriendo nervioso.- Os dejo solos, pareja. Me refiero a que sois dos personas y dos personas hacen una pareja, no a una pareja sentimental. Aunque también podría ser perfectamente y no pasaría nada, de hecho creo que haríais muy buena pareja...sentimental.

    - Uchima, vete.- Le espetó Hiroki con cara de pocos amigos y Kane salió corriendo de allí.- Lo siento, no sé que le pasa hoy, está más imbécil de lo normal.

    - Está bien, en verdad Kane siempre me ha parecido muy gracioso.- Dijo Nowaki sonriendo.

    - Sí, para partirse.- Murmuró Hiroki y se quedó un momento pensativo.- Oye, me preguntaba si te gustaría hacer algo este fin de semana...es decir, podemos cenar o ir al cine o cualquier cosa...si te parece bien, claro.

    - ¿Eh? ¿Como una cita, Hiro-san?- Preguntó Nowaki ilusionado.

    - Sí, como una cita.- Respondió Hiroki desviando la vista.

    - Me parece una idea genial, Hiro-san.- Sonrió Nowaki.- Estoy deseando que llegue el fin de semana.



    Shinobu se sorprendió al ver a Miyagi sentado en su cama. Miyagi tenía el rostro serio pero al ver a Shinobu entrar en el dormitorio, sonrió de lado.

    - Te estaba esperando.- Dijo el mayor poniéndose de pie.

    - Pues aquí estoy.

    - He visto que ya me has olvidado.- Miyagi sonrió de manera forzada y esperó a que el otro dijera algo, pero al no hacerlo continuó hablando.- En verdad te creí cuando te confesaste, pensé que de verdad estabas enamorado de mí, pero ya veo que no. Se ve que debe ser algún tipo de don familiar, tu hermana me hizo lo mismo, fingió estar enamorada de mí para luego irse con otro.

    - ¿Y qué querías que hiciera? Tú me rechazaste.- Dijo Shinobu intentando no alzar la voz.- Me dijiste que nunca iba a pasar nada entre nosotros, de alguna forma tengo que intentar olvidarme de ti… Además, no tengo por qué darte explicaciones.

    - Sí, sí tienes que darme explicaciones porque me hiciste creer que yo te gustaba.- Dijo Miyagi agarrándole de los brazos.

    - ¡Pero tú me rechazaste!- Gritó Shinobu sintiendo como las lágrimas se acumulaban en sus ojos.- Te besé y me rechazaste… ¿tienes idea de cómo me sentí? ¿De cómo me siento?

    - Shinobu-chin, ¿por qué te has ido con otro?- Murmuró Miyagi en voz muy baja y sin soltarle.

    - Porque me dolía que no quisieras nada conmigo.- Respondió Shinobu rompiendo a llorar.- Pensé que con otra persona todo sería más fácil, que con el tiempo sentiría por esa persona lo que siento por ti, pero...pero no eres tú.

    - Vas a acabar conmigo.- Dijo Miyagi y le besó. Shinobu se quedó unos segundos quieto debido a la sorpresa, pero cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo se acercó más al mayor y correspondió el beso.

    - Creía que no…- Comenzó a decir Shinobu después de aquel beso, pero Miyagi le interrumpió.

    - Me gustas, Shinobu-chin, pero nadie se puede enterar de esto, ¿entendido? Absolutamente nadie.

    - Te prometo que no se lo diré a nadie.- Dijo Shinobu y desvió la vista sonrojado.- ¿Podemos seguir besándonos?

    - Eres adorable.- Murmuró Miyagi sonriendo y se inclinó para besarle de nuevo.

    Hola ^^
    Aquí os dejo el cuarto capítulo, espero que os haya gustado. Intentaré actualizar lo antes posible, pero me gustaría subir el próximo capítulo de Amistad antes que este.
    Muchas gracias por leer.

    Un saludo :)
     
    Top
    .
  8.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Adoro a Kane, a Nowaki le ha ido bien que Kane le diera celos a Hiroki así ha conseguido una cita con él.
    Menos mal que Miyagi ha sentido celos al ver a Shinobu besarse con otro y ahora están juntos.
    Esperaré con ansias la conti de este y el de amistad.
     
    Top
    .
  9.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 5 - Primera cita


    Siempre había presumido de no necesitar a los demás, también era cierto que se sentía cómodo estando solo y teniendo su propio espacio, pero odiaba la situación en la que se encontraba en ese momento. Sus compañeros de clase antes simplemente le ignoraban y él les ignoraba, Shinobu era feliz con ese tipo de relación, no extrañaba el entablar una amistad. Pero sus compañeros de clase ya no le ignoraban, más bien al contrario, desde que rompió con Hideo todo el mundo le miraba y murmuraba cosas sobre él. Él era consciente de que no caía bien, mientras que Hideo era una persona muy popular, por eso no le extrañaba que toda su clase estuviera de parte del otro. Lo que Shinobu no entendía era por qué tenían que posicionarse, no tenían por qué meterse en la vida de los demás y comentarla.
    El único consuelo que tenía Shinobu era Miyagi, quien ya se había dado cuenta de la situación e intentaba animar al menor, aunque sin mucho éxito.

    Misaki también se había dado cuenta de que la actitud de Shinobu había cambiado. Al enterarse de que había roto con aquel novio que solo le había durado un día, Misaki intentó hablar con Shinobu para hacerle saber que podía contar con él para lo que hiciera falta, pero Shinobu no estaba interesado en ese tipo de amistad. Misaki ya tenía amigos y no necesitaba ninguno nuevo, es por eso que Shinobu estaba convencido de que Misaki solo sentía compasión hacia él. Se habían conocido justo en el momento en que Shinobu peor estaba, era normal que Misaki sintiera lástima por él, pero Shinobu no iba a permitir que nadie le compadeciera, prefería estar solo.

    Era viernes por la tarde y Shinobu se encontraba bastante aburrido. Miyagi había salido a firmar los papeles del divorcio, así que no podía ir a su despacho a molestarle. Tampoco tenía ganas de ir a la biblioteca porque sabía que Hideo y sus amigos estarían allí. Shinobu no quería esconderse de nadie, pero sentía que debía dejar que las cosas se enfriaran. Decidió pasar la tarde en su dormitorio, allí sabía que estaría tranquilo ya que Misaki normalmente se quedaba hasta la hora de cenar con sus amigos.

    Shinobu bajó las persianas para que la habitación quedara a oscuras y se dejó caer boca abajo sobre la cama. No supo cuánto tiempo pasó, pero en un momento dado escuchó movimiento en la puerta. Se dio la vuelta para ver si se trataba de Misaki, pero allí no había nadie. Encendió la lamparita que tenía al lado de la cama y en seguida vio que había algo en el suelo, justo delante de la puerta. Se levantó rápidamente y vio que era un sobre a nombre de Misaki. Se asomó al pasillo pero allí ya no había nadie.
    Misaki llegó media hora antes de la cena y lo primero que hizo Shinobu fue tenderle el sobre.

    - Está a tu nombre, alguien lo ha pasado por debajo de la puerta.

    - ¿Quién?- Preguntó Misaki frunciendo el ceño.

    - No lo sé, no le he llegado a ver. ¿No va firmado?

    - No, no hay ningún nombre.- Murmuró Misaki observando bien el sobre.

    - Igual viene dentro.- Comentó Shinobu y el mayor lo abrió. Se quedaron un momento en silencio mientras Misaki leía aquella misteriosa carta, conforme pasaba el tiempo su cara se ponía más roja.- Bueno, ¿de quién es?

    - No lo sé.

    - ¿Y qué dice?- Preguntó Shinobu curioso. Misaki no contestó, simplemente se puso de pie y se dirigió hacia la puerta con la carta en la mano.- ¿Te vas? ¿Es que no me lo vas a contar?

    - ¿Por qué iba a hacerlo?- Preguntó Misaki dejando de caminar y girándose para mirarle.- Llevo casi dos semanas intentando acercarme a ti y no me has dejado. Te has puesto borde y me has tratado mal cuando yo lo único que quería era que nos lleváramos bien. No te lo tengo en cuenta porque sé que lo estás pasando mal, pero no esperes que ahora, de buenas a primeras, te cuente mis cosas porque eso es algo que hacen los amigos. Y tú y yo no lo somos.- Shinobu desvió la vista al suelo y se sentó lentamente sobre la cama. Misaki suspiró y se acercó a él.- Así no es como funcionan las cosas, Shinobu.

    - Siento haber sido un borde contigo.- Murmuró el rubio sin mirarle.- Sé que tengo un carácter difícil y encima tú me pillaste en muy mal momento. Lo siento, Misaki.

    - ¿Pero ya estás mejor?

    - Sí, un poco.- Asintió Shinobu.- Aunque…

    - ¿Qué? Sea lo que sea me lo puedes contar.- Le dijo Misaki sonriendo.

    - Nunca he tenido un amigo.

    - ¿Ninguno?- Preguntó Misaki.- Pero con la gente de tu clase te llevas bien, ¿no?

    - Me odian.

    - Vaya, no tenía ni idea.- Murmuró Misaki sorprendido.- Pero no me suena haberte visto solo…

    - Siempre estoy rodeado de gente pero al mismo tiempo siempre estoy solo. Me siento con ellos en el comedor pero nunca formo parte de la conversación, me ignoran y yo intento ignorarles.- Dijo Shinobu.- Nunca le había dado mucha importancia a eso, es solo que a veces...a veces me gustaría tener…

    - Un amigo.

    - Sí.

    - Venga, que ya es hora de cenar.- Dijo Misaki agarrándole de la mano y tirando de él para que se levantara.

    - No quiero que seas amable conmigo solo porque sientas lástima por mí.- Murmuró Shinobu cuando ya casi estaban llegando al comedor. Misaki paró de caminar y le miró arqueando una ceja.

    - Yo soy amable con todo el mundo y, además, no siento lástima por ti.

    - ¿No?

    - No. Creo que el único que siente lástima por ti eres tú.- Dijo Misaki sorprendiendo al menor.- Y la autocompasión no es nada buena, Shinobu.

    - ¿Entonces por qué intentas ayudarme?

    - Porque es lo que siempre hago.- Misaki se encogió de hombros.- No quiero que lo pases mal, pero te aseguro que no lo hago por lástima. Ahora vamos, mis amigos deben estar esperándonos.

    - ¿Y si no quieren que me siente con vosotros?

    - Créeme que querrán.- Respondió Misaki sonriendo y ambos entraron en el comedor.

    - Misa-chan, te lo has perdido.- Dijo Kane cuando los recién llegados se sentaron junto a Satoru y él.- Nowaki le ha guiñado un ojo a Kamijou.

    - ¿Y?

    - ¿Cómo que y? ¡Es lo más emocionante que ha pasado hoy!

    - O eso es lo que tú crees.- Murmuró Misaki mientras se servía un poco de agua a Shinobu y a él.

    - ¿Ha ocurrido algo?- Preguntó Satoru.

    - Alguien me ha dejado una carta en mi habitación.

    - ¿Quién?- Preguntaron Kane y Satoru a la vez.

    - No está firmada.

    - ¿Y qué dice?- Preguntó Kane. Misaki miró a su alrededor y sacó disimuladamente la carta de su bolsillo.

    - Querido Misaki, no he podido evitar fijarme en ti…

    - Empieza bien.- Comentó Kane riendo.

    - Calla y deja que siga leyendo.- Dijo Satoru dándole un codazo.

    - me gustaría conocerte mejor y pasar el máximo tiempo posible a tu lado. No dejo de pensar en ti y…

    - Misaki, te estás poniendo rojo.- Rió Kane.

    - ...y estoy seguro de que puede surgir algo muy bonito entre nosotros. Si estás interesado y quieres darme una oportunidad, reúnete conmigo mañana a las once de la noche junto al gimnasio.

    - Estoy flipando.- Comentó Satoru.

    - ¿Y no tienes ni idea de quién puede ser?- Preguntó Shinobu.

    - La verdad es que…

    - Está claro.- Interrumpió Kane.

    - No tenemos pruebas de que haya escrito él la carta.- Le dijo Satoru.

    - A ver, a principios de semana dijo que estaba enamorado de Misaki y ahora aparece esa carta de un supuesto admirador secreto… no hace falta ser muy listo.

    - Kane, es un profesor.- Susurró Misaki sorprendido a Shinobu.- Dudo mucho que vaya a jugarse el puesto por mí.

    - ¿Un profesor?- Preguntó Shinobu sin disimular la sorpresa.

    - No se lo cuentes a nadie.- Dijo Misaki y Shinobu asintió.- Kane escuchó el otro día como Usami-sensei decía que estaba enamorado de mí.

    - Me parece un método un poco infantil para alguien como Usami-sensei.- Comentó Satoru.- Es decir, con una carta anónima… A mi eso me suena a adolescente. Es posible que Misaki haya llamado la atención de alguien más.

    - ¿Y qué vas a hacer, Misaki?- Preguntó Shinobu.- ¿Vas a ir?

    - No lo sé.

    - ¿CÓMO QUE NO LO SABES?- Exclamó Kane llevándose las manos a la cabeza.

    - No grites, estás llamando mucho la atención.- Le dijo Satoru.

    - A ver, Misaki, Usami quiere hacerte de todo donde el gimnasio, es una oportunidad única.- Dijo Kane en voz baja.- Yo ni me lo pensaba. De hecho, si quieres voy yo en tu lugar.

    - Dudo mucho que Usami-sensei se conforme contigo.

    - Ahora mismo acabas de admitir que se trata de Usami.- Le dijo Kane a Satoru con una sonrisa.

    - No, me refería en el hipotético caso de que…

    - Chicos, centrémonos.- Dijo Misaki.- ¿Y si es solo una broma?

    - ¿Una broma? ¿Quién iba a hacer algo así?- Preguntó Satoru y Kane dio un golpe en la mesa.

    - Es posible que no sea de Usami.- Dijo Kane con semblante serio.- ¿Y si es de Yamaguchi?

    - ¿Yamaguchi?- Dijo Saturo haciendo una mueca.- Eso es un disparate.

    - No, no lo es. Tengo dos teorías.

    - A ver, Kane, sorpréndenos.- Suspiró Misaki.

    - Yamaguchi siempre ha tenido un rollo raro contigo y, sinceramente, no sé si le gustas o si te odia.

    - Si le gusto tiene una manera muy rara de demostrarlo.

    - Supongamos que en verdad le gustas y que te putea solo para llamar tú atención porque es imbécil y no sabe hacerlo de otra forma, en ese caso tendría sentido que haya decidido hacerte llegar esa carta.- Dijo Kane.- Ahora bien, imagina que en verdad te odia…

    - No me resulta difícil imaginarlo.- Comentó Misaki.

    - y que además odia a Usami.

    - ¿Qué tiene que ver Usami con Yamaguchi?- Preguntó Satoru.

    - Yamaguchi sospecha que a Usami le gusta Misaki.- Explicó Kane.- Y Usami le amenazó, le dijo que no volviera a acercarse más a Misaki.

    - ¿Insinúas que Yamaguchi puede haberme enviado esta carta con la intención de acercarse a mí solo para joder a Usami y ya de paso putearme?- Preguntó Misaki y Kane asintió.- No sé, me parece muy rebuscado.

    - Estamos hablando de Yamaguchi, todo es posible.- Dijo Kane.

    - ¿Siempre son tan interesantes vuestras conversaciones?- Preguntó Shinobu haciendo reír a Kane.

    - No, de normal suelen ser muy tontas.- Respondió Satoru.

    - Vale, decidido, no voy a ir, prefiero quedarme con la duda.- Dijo Misaki.

    - Tengo una idea.- Dijo Kane.- Deberías preguntarle a Usami si ha sido él.

    - ¡Ni hablar!

    - Pues entonces tendrás que ir mañana.- Le dijo Kane.

    - ¿Y si es solo un alumno? Es muy probable que no haya sido ninguno de los dos profesores.- Dijo Satoru.- Como ya he dicho, me parece un método muy infantil.

    - Bueno, no pienso ir.

    - ¿Y si no fueras solo?- Le dijo Kane.

    - Dudo mucho que a su admirador secreto le parezca bien que vaya con escolta.

    - Su admirador no tiene por qué enterarse, Sato-chan. Simplemente tenemos que ir un poco antes y escondernos.- Dijo Kane.- Si vemos que es Usami os dejaremos follar tranquilos y si vemos que es Yamaguchi pues… habrá que intervenir.

    - A mí me parece bien. Me quedaré más tranquilo si sé que no vas solo, Misaki.- Le dijo Satoru.

    - Está bien, iré si vosotros os escondéis.- Asintió Misaki después de pensárselo.




    Había elegido un lugar bastante informal, se trataba de un restaurante familiar. Muchos dirían que no era el sitio ideal para una primera cita, pero Hiroki sabía que Nowaki se sentiría más cómodo en aquel local que en un restaurante elegante. Incluso para el profesor, quien había crecido rodeado de lujos, era preferible ir a cenar a un sitio más sencillo, sentía que de esa manera podrían estar más relajados.

    Hiroki sentía sus manos temblar, hacía mucho tiempo que no se sentía tan nervioso por algo o por alguien. Sabía que Nowaki le gustaba, no sabía hasta que punto pero era consciente de que sentía algo por él y deseaba que todo saliera bien en aquella primera cita. El camarero no tardó mucho en traerles el pedido y comenzaron a cenar mientras charlaban de los estudios de uno y del trabajo del otro. Aparentemente la cosa iba bien pero Hiroki no estaba completamente feliz con aquella cita, parecía más un encuentro entre dos amigos que una velada en pareja, algo fallaba.

    - Lo he tenido bastante claro desde el principio. Tengo compañeros a los que les está costando bastante decidirse pero yo desde que empecé a estudiar supe que quería especializarme en pediatría.- Hiroki intentaba estar atento a lo que decía pero no podía apartar la mirada de sus manos, estaba gesticulando más de lo normal. Se fijó en los movimientos corporales del más joven, eran muy exagerados. Hiroki sonrió de lado.

    - Estás nervioso.

    - ¿Eh?

    - Tus manos. Estás moviendo mucho las manos.- Comentó el profesor.

    - ¿Y eso te molesta, Hiro-san?- Preguntó Nowaki con media sonrisa.

    - No.- Negó Hiroki.- En verdad me ha tranquilizado saber que tú también estás nervioso.

    - ¿Estás nervioso?

    - Claro, al fin y al cabo es una cita, ¿no?- Dijo Hiroki algo avergonzado.

    - ¿Te puedo hacer una pregunta?- Dijo Nowaki algo dubitativo.

    - Supongo que sí.

    - ¿Qué te ha hecho cambiar de opinión? Es decir, me rechazaste y luego…

    - Han sido muchas cosas, la verdad.- Suspiró Hiroki.- Ha tenido que ver la charla que tuvimos el sábado pasado en aquel bar. Te dije que me gustabas y…

    - En verdad me dijiste que creías que te gustaba.

    - Bueno, sí. Lo que quiero decir es que después de eso me quedé muy pensativo y luego Akihiko me dijo ciertas cosas que, bueno, son bastante ciertas.- Dijo Hiroki y desvió un momento la vista para luego volver a mirar a su acompañante.- Lo que quiero decir es que a mí me han hecho mucho daño y tengo miedo, me da miedo que me vuelvan a hacer daño.

    - Hiro-san, yo jamás…

    - Shh, déjame acabar.- Le interrumpió Hiroki.- Tú dices que jamás me harás daño pero no puedes saberlo, no sabes qué va a pasar en el futuro. Tampoco puedo yo afirmar que jamás te haré daño porque eso no sería realista.- El profesor se quedó callado un momento pensativo y después continuó hablando.- Me prometí a mí mismo que jamás volvería a sentir aquel dolor y lo único que he conseguido ha sido no volver a sentir las alegrías que lo precedieron. El miedo no me está dejando vivir algo que me hará feliz porque temo que esa felicidad tarde o temprano se acabe y me deje roto de nuevo. No se puede vivir con miedo, Nowaki.

    - Siento mucho que alguien te haya hecho daño, Hiro-san.- Dijo Nowaki con gesto serio.- Pero me alegro de que hayas decidido abrirte a mí.

    - Quiero que lo intentemos, pero vayamos poco a poco.

    - Por supuesto, yo solo quiero que te sientas cómodo conmigo.

    - Ya me siento cómodo contigo.- Dijo Hiroki sonriendo.

    - ¿Te apetece ir a dar un paseo, Hiro-san?- Propuso Nowaki y el profesor asintió. Salieron a pasear por un parque que había cerca de aquel restaurante. Estaba algo vacío, simplemente había un par de parejas más caminando por allí. Hiroki comenzó a hablarle de los últimos libros que se había leído, mientras Nowaki le escuchaba atentamente sin borrar su sonrisa. Le encantaba cuando el profesor se apasionaba por algo.

    Estuvieron casi media hora paseando y hablando de cualquier cosa. Después de eso decidieron pedir un taxi y volver al internado pues ya era algo tarde. Entraron por los jardines y se dirigieron hacia el edificio principal, donde estaban los dormitorios. Cuando llegaron a la altura del aulario, a Hiroki le pareció ver a alguien de pie junto al gimnasio. Pensó en acercarse por si era algún alumno que estaba a esas horas fuera de la cama, pero rápidamente desechó ese pensamiento, no iba a permitir que ningún alumno le fastidiara su cita con Nowaki.

    Entraron en el edificio y se quedaron un momento en el hall mirándose, ya que sus dormitorios estaban en diferentes direcciones y debían separarse. Nowaki se acercó a él y le dio un casto beso en los labios que Hiroki no dudó en profundizar. Por suerte nadie pasó por allí en ese momento. Finalmente se separaron y Hiroki desvió la mirada sonrojado, cosa que hizo reír suavemente al menor.

    - Sé que he dicho que quería ir despacio pero...no me importaría que vinieras conmigo a mi dormitorio.- Dijo Hiroki sin mirarle.- Si quieres, claro.

    - ¿Estás seguro?- Preguntó Nowaki y el mayor asintió. El moreno le cogió de la mano y caminaron juntos hacia los dormitorios de los docentes. Por el camino tuvieron que soltarse las manos ya que se cruzaron con Yamaguchi, quien se dirigía velozmente hacia el hall. Hiroki no le dio importancia, a nadie le interesaba lo que fuera a hacer Yamaguchi a esas horas, lo único que importaba era que iba a pasar la noche con Nowaki. Y se iba a asegurar de recordar todo a la mañana siguiente.


    Hola ^^

    Este ha sido el quinto capítulo, espero que os haya gustado.

    Intentaré no tardar mucho en subir el siguiente.

    Muchas gracias por leer y a las que comentáis.

    Un abrazo :)
     
    Top
    .
  10.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Que linda cita la de Hiroki y Nowaki. Y ahora queda la mejor parte esos dos en la habitación de Hiroki.
    Esperemos que la carta sea de Akihiko y no de Yamaguchi.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  11.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 6 - El encuentro


    Salió de su dormitorio con la esperanza de que Misaki acudiera a la cita, esta era su única oportunidad con el estudiante y debía salir todo bien. Akihiko caminó sigilosamente por los pasillos hasta llegar a los jardines del internado. Ya se estaba acercando al gimnasio cuando vislumbró una silueta que se movía inquieta. Aunque estaba muy oscuro, Akihiko no dudó ni un instante de que se trataba de Misaki.

    Al verle llegar, Misaki se quedó quieto y esperó a que el profesor se acercara hasta él. Akihiko se quedó parado delante de él, poniendo un poco de distancia para no agobiarle. Se quedaron un momento en silencio, mirándose el uno al otro, finalmente el escritor decidió romper aquel silencio.

    - No sabía si ibas a venir, me alegro de que lo hayas hecho.- Sonrió Akihiko.- No sé si esperabas que fuera otra persona…- Misaki no le estaba escuchando. Se le había secado la boca, le temblaban las piernas y el corazón le iba a mil, era más de lo que podía soportar.- ...porque desde que te vi me has gustado y, es posible que esté siendo muy atrevido, pero me gustaría…- Le era imposible escucharle, cada vez se encontraba físicamente peor. Quiso avisar a sus amigos, quienes estaban escondidos en un lateral del edificio, pero no quería que Usami pensara que no le interesaba, así que decidió aguantar un poco más.- ...si tú quieres. Sé que es un poco sorprendente y que aparte de la diferencia de edad soy…- El corazón le latía tanto que le estaba empezando a doler el pecho y las manos le sudaban.- ...mis intenciones son buenas, te lo aseguro. Bueno, ¿qué me dices, Misaki? ¿Te gustaría salir conmigo?- Misaki quiso responder pero no pudo articular palabra. Se quedó allí parado mientras Akihiko esperaba una respuesta y cuando ya no pudo soportar más aquel silencio, ni el dolor en el pecho, salió corriendo hacia su dormitorio.

    Akihiko le observó alejarse corriendo mientras se sentía la persona más desgraciada del mundo. Sabía que existía la posibilidad de ser rechazado, pero creía que Misaki iba a aceptarle. Descubrir que Misaki no sentía nada por él era un duro golpe.



    Miyagi había acudido al dormitorio del menor por petición de éste. Al principio había tenido dudas, pero Shinobu le había asegurado que estarían tranquilos. No quiso preguntar dónde iba a estar Misaki después del toque de queda, como profesor debía de preocuparse de que un alumno estuviera fuera de su cama a esas horas, pero como pareja de Shinobu era mejor no hacer preguntas y disfrutar de tiempo asolas.

    Para Miyagi era extraño pensar en Shinobu como su novio. Jamás se había interesado por nadie de su mismo sexo y ahora, sin saber muy bien cómo, había acabado encaprichado de un menor. Porque era solo eso, Miyagi no estaba enamorado, o al menos eso era lo que se repetía para sí mismo cada vez que pensaba en Shinobu, lo cual se estaba volviendo muy frecuente.

    Cuando le abrió la puerta, Shinobu se lanzó sobre él y comenzó a besarle. Miyagi sonrió por lo ansioso que estaba el rubio y correspondió el beso. Cuando se separaron Shinobu le guió hasta su cama y ambos se sentaron en ella, dejando un pequeño espacio entre ellos.

    - Es peligroso que nos veamos en tu habitación, Shinobu-chin.

    - Tenía ganas de estar contigo.

    - Vas a acabar conmigo.- Suspiró Miyagi acariciándole una mejilla. Shinobu rió suavemente y la cogió la mano.

    - ¿Entonces ya habéis firmado el divorcio?

    - Sí, oficialmente ya no estamos casados.- Respondió el profesor.- Ayer vino a verme tu padre.

    - ¿Y eso?

    - Vino a decirme que lamenta que las cosas no salieran bien entre Risako y yo.

    - Yo no puedo decir lo mismo.- Murmuró Shinobu haciendo que el otro sonriera.

    - No hace falta que lo jures, Shinobu-chin.- Dijo Miyagi apretándole levemente la mano que tenía entrelazada con la suya.- La verdad es que cuando descubrí que Risako se estaba viendo con otro pensé que…

    - Espera, ¿qué?- Dijo Shinobu sorprendido y apartando la mano.- ¿Qué demonios acabas de decir?

    - Vaya, Shinobu-chin, creía que lo sabías. Es decir, tus padres lo saben y supuse que…

    - No, nadie me ha dicho nada.- Interrumpió el estudiante.- ¿Mi hermana te puso los cuernos?

    - Sí, pero la cosa ya no iba bien de antes. Supongo que era cuestión de tiempo que nos divorciáramos.

    - ¡No es excusa!- Exclamó Shinobu enfadado.- ¡Yo jamás haría algo así!

    - Lo sé.- Asintió Miyagi.

    - No entiendo como mi hermana ha podido hacerte algo así. Es una auténtica…

    - Cuidado con lo que vas a decir, Shinobu.- Le dijo Miyagi con semblante serio.- Es tu hermana al fin y al cabo.

    - ¿Es que no estás cabreado?

    - Ya no.

    - Pues yo lo estaría.- Dijo Shinobu cruzándose de brazos y con el ceño fruncido.

    - Es complicado y no todo es blanco o negro.- Dijo Miyagi.- Si no hubiera sido por eso, seguiríamos atrapados en un matrimonio que no nos hacía feliz a ninguno de los dos.

    - No sabía que las cosas estuvieran tan mal entre vosotros dos.

    - Sí, desde poco después de casarnos.- Suspiró Miyagi.- Intentamos arreglar nuestras diferencias con un hijo que nunca llegó y solo empeoramos la situación.

    - No me cuentes esas cosas que os imagino haciéndolo y me pongo de malhumor.- Le dijo Shinobu.

    - No pienses en eso, Shinobu-chin.

    - Oye, ¿sigues sintiendo algo por ella?- Preguntó Shinobu pero no obtuvo respuesta, ya que en ese momento entró un muy alterado Misaki. El rubio se quedó mirando a su compañero sorprendido, Misaki siempre había sido un chico tranquilo y en ese momento parecía estar fuera de sí.- Miyagi, será mejor que te marches.

    - Claro.- Asintió el profesor levantándose de la cama.- Buenas noches.

    - ¿Qué ha ocurrido?- Preguntó Shinobu una vez Miyagi se hubo marchado.- ¿Quién era tu admirador? No me digas que Yamaguchi…

    - Era Usami.

    - ¿Y te ha hecho algo? ¿No iban a acompañarte Kane y Satoru?

    - No, no me ha hecho nada.- Respondió Misaki intentando tranquilizarse.- Creo que se me ha declarado...aunque no estoy seguro.

    - ¿Y eso?

    - He entrado en pánico y he salido corriendo.- Dijo Misaki.

    - Puede que sea mejor así, si él no te gusta…

    - No sé si me gusta o no, Shinobu.- Le interrumpió el castaño.- Solo sé que la situación me superaba, ha sido demasiado para mí.

    - Lo entiendo, te has puesto nervioso.- Dijo Shinobu.- ¿Por qué no te tumbas un rato e intentas relajarte?

    - Creo que voy a darme una ducha.

    - Como quieras. Y si quieres hablar, ya sabes.

    - Gracias, Shinobu, pero lo único que me apetece es dormirme y olvidarme de todo.



    A la mañana siguiente Misaki amaneció agotado. No había conseguido dormir nada, se había pasado toda la noche dándole vueltas a lo ocurrido. ¿Qué habría pensado Usami de él? ¿Por qué se había puesto así? ¿Qué era lo que sentía por él? ¿Le gustaban los hombres? Misaki tenía un montón de preguntas y muy pocas respuestas. Se sentía muy confuso.

    Dudó un momento entre bajar a desayunar o quedarse en su habitación, finalmente decidió pasar del desayuno. No se sentía con fuerzas de cruzarse con Usami. ¿Cómo iba a mirarle a la cara después de haber salido corriendo? Misaki deseaba que no llegara el lunes y tener que verle en clase.

    Poco tiempo después de la hora del desayuno alguien llamó a su puerta y Misaki le indicó a aquella persona que pasara. No se sorprendió mucho al ver a Kane entrar aplaudiendo.

    - ¡Bravo! ¡Así se hace!- Exclamó su amigo sin dejar de aplaudir.- Deberías escribir un libro; “Cómo cagarla profundamente en menos de minuto y medio”.

    - Kane, no estoy de humor…

    - Vale. Pongámonos serios.- Dijo Kane sentándose en el borde de la cama de Misaki.- ¿Qué te pasó anoche? ¿Por qué le rechazaste de forma tan cruel?

    - ¿Eh?

    - Bueno, está bien que no quieras nada con él y le rechaces. Pero, joder, el hombre te dice todas esas cosas, te abre su corazón y tú vas y…

    - No me encontraba nada bien, por eso me fui.- Dijo Misaki rápidamente.- ¿Qué dijo?

    - ¡Pues que está enamorado de ti!- Exclamó Kane como si fuera la cosa más obvia del mundo.- Que solo tiene intenciones buenas contigo y que sería muy feliz si le dieras una oportunidad. Que no le importa la diferencia de edad ni que sea tu profesor, lo único que desea es hacerte feliz.

    - ¿De verdad dijo todo eso?- Preguntó Misaki.

    - ¡Claro, joder!

    - Y yo salí corriendo…- Murmuró Misaki.- Me dolía mucho el pecho y me costaba respirar, pensé que si me quedaba más tiempo allí parado me moriría.

    - ¿Tan nervioso te pone Usami?- Preguntó Kane.

    - Eso parece.

    - ¿Pero a ti te gusta? Es decir, nunca hemos hablado de si te gusta o no.- Dijo Kane pensativo.- Bueno, tienes ojos en la cara así que seguro que te has dado cuenta de lo bueno que está.

    - Sí, a ver, es guapo.- Dijo Misaki avergonzado.

    - Y parece buena gente.

    - Sí, es simpático.

    - Vale, por lo sonrojado que estás yo diría que te gusta.- Dijo Kane sonriendo.

    - Es posible, bueno, no sé.

    - ¿Te gustaría descubrirlo?

    - ¿Cómo?

    - Sal con él y a ver qué pasa.

    - No voy a salir con él si no sé si me gusta.- Dijo Misaki negando rápidamente con la cabeza.

    - ¡Pero sí que te gusta!- Exclamó Kane.- ¡Tú eres el único que aún no se ha dado cuenta de eso!

    - ¿Cómo estás tan seguro? ¿Acaso me conoces mejor que yo?

    - ¡Por lo visto sí!

    - Kane, estoy cansado y no tengo ganas de discutir contigo.- Suspiró Misaki.- Te veo más tarde, ¿vale?

    - Sutil forma de echarme.

    - ¿Qué tiene eso de sutil?

    - Me voy a ir.- Dijo Kane poniéndose en pie.- Pero que sepas que aunque me vaya a ti te seguirá gustando Usami y seguirás lamentándote por la cagada de ayer.

    - ¿Y qué esperas que haga?- Preguntó Misaki frunciendo el ceño.- Lo hecho, hecho está.

    - Pues espero que te dignes a salir de la cama de una puta vez y vayas a buscarle.

    - No digas idioteces.

    - Muy bien, pues ahí te quedas. Ya te arrepentirás de no ir y comerle la boca.- Después de eso Kane se marchó dejando solo a Misaki con sus pensamientos.




    Desde la noche anterior se había sentido la persona más miserable del mundo. Misaki había salido corriendo. Él se había declarado y Misaki había salido corriendo. Misaki había huido de él. Misaki pensaba que él era tan patético que no se había conformado solo con rechazarle, sino que había decidido echar a correr.

    Se sentía devastado. Creía que tenía esperanzas con Misaki y no había sido así. Misaki jamás querría estar con él, cuanto antes lo asimilara mejor.
    Pasó el día encerrado en su habitación pues no tenía ganas de cruzarse con Misaki. Hiroki había ido a mediodía a verle, ya que le parecía extraño que no hubiera bajado a comer. Akihiko decidió mentir y decirle que estaba enfermo, tenía tan mal aspecto que Hiroki le creyó al instante. Su amigo se quedó a hacerle compañía un rato y le contó su cita con Nowaki, con quien al parecer había comenzado a salir de manera oficial. Akihiko se alegraba por su amigo, pero en ese momento no era capaz de exteriorizarlo.

    Aquella noche se acostó pronto pero no consiguió dormirse. Eran las dos de la mañana cuando escuchó unos suaves golpes en su puerta. Pensó que era su imaginación, pero se volvieron a repetir al pasar unos segundos. Suspirando se levantó de la cama y fue a abrir. No se esperaba encontrarse con Misaki en pijama delante de su puerta. Se pellizcó disimuladamente para comprobar que no estaba soñando.

    - Ya sé que es tarde.- Comenzó a decir el estudiante y Akihiko notó que le temblaba la voz.- Pero no podía dormir porque...porque ayer no quise irme.- El escritor se sorprendió al escuchar eso y volvió a ilusionarse al instante.- Estaba muy nervioso y comencé a encontrarme muy mal. Lo siento.

    - ¿Nervioso por qué?

    - Es que yo jamás…- Comenzó a decir Misaki poniéndose cada vez más rojo.- ...yo jamás he estado con alguien. Ni siquiera he besado a alguien…

    - ¿De verdad?- Preguntó Akihiko enternecido ante la sinceridad del menor.

    - Me puse muy nervioso al pensar en que tú sí que has estado con gente y yo… yo no sé besar.- Misaki no era capaz de mirarle a los ojos, era muy vergonzoso todo aquello que estaba diciendo. Pero después de estar todo el día pensándolo, de tener esa conversación con Kane y no poder dormir, Misaki había decidido explicarle lo ocurrido a Usami.

    - ¿Eso significa que quieres intentarlo?- Preguntó Akihiko sonriendo de lado.

    - ¿El qué? ¿Besar?

    - Salir conmigo.- Dijo Akihiko riendo.- Bueno y besar también.

    - Sí, me gustaría intentarlo.- Asintió Misaki notando su cara arder. Akihiko, sin decir nada, le atrajo hacia él y le dio un beso.

    - No ha ido tan mal, ¿no?- Rió Akihiko suavemente.

    - Ha estado bien, Usagi-san. ¡Usami! Quería decir Usami, es que sigo muy nervioso…- Dijo Misaki haciendo reír al mayor.

    - Me gusta Usagi. Llámame Usagi-san.

    Hola ^^
    Bueno, este ha sido el sexto capítulo y espero que os haya gustado.
    Muchas gracias por leer!

    Un abrazo :)
     
    Top
    .
  12.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Hasta a mí me ha dolido como Misaki sale corriendo cuando Akihiko se le declara. Menos mal que tiene a su buen amigo Kane y le ha hecho abrir los ojos, y así le ha dado una oportunidad a Akihiko.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  13.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 7 - Vacaciones de navidad


    Hiroki quería matar a alguien, concretamente a Kane Uchima. Era 22 de diciembre, el último día de clase antes de las vacaciones de Navidad y los alumnos del club de teatro debían representar la obra que llevaban ensayando desde septiembre. Todo iba bien hasta que Uchima había decidido no participar en la representación.

    - Este muchacho es lo peor que me ha pasado en la vida.- Murmuró Hiroki frustrado.

    - Seguramente le ha entrado el pánico escénico.- Comentó Nowaki, quien había ido a ayudarle a preparar todo para la función.

    - Nada de eso.- Negó el profesor con gesto cabreado.- Me ha dicho que su personaje no está a la altura, que él se merece un papel más importante. Dice que quiere ser Bernarda Alba el muy…

    - ¿Qué papel tiene?

    - Mujer 3.- Respondió Hiroki.- Que no se queje tanto que tiene un par de frases.

    - Creo que deberías ir a hablar con él, Hiro-san.

    - ¡Ni hablar! No pienso ceder solo porque un niñato se haya puesto en modo diva.

    - La obra comenzará en una hora, ¿quién va a sustituirle?- Preguntó Nowaki.

    - Lo haré yo si es necesario.- Dijo el profesor y en ese momento apareció Kane por la puerta del salón de actos.- Por ahí viene el cabrito…

    - Kamijou-sensei, lo he estado pensando.- Comenzó a decir el estudiante mientras se acercaba a donde estaba la pareja.- Puedo conformarme con un rol menor, estoy dispuesto a interpretar a una de las hijas.

    - Nowaki, hoy es el día en que acabo en la cárcel por homicidio.

    - Tranquilo, Hiro-san.

    - Quiero lucirme, ¿qué hay de malo en eso, sensei? Me he depilado las piernas y todo.- Dijo Kane levantándose la pernera.- Mire que piernas más bonitas y ya verá cuando me ponga la falda…

    - Nadie va a fijarse en tus piernas, Uchima.

    - Eso ha sido cruel, sensei.

    - Te doy dos opciones.- Dijo Hiroki.- O interpretas a la mujer 3 o no sales en la obra. Tú decides.

    - ¿Y quién va a sustituirme?

    - Yo.

    - ¿Va a ponerse falda, sensei?- Preguntó Uchima sonriendo.- Decidido, no quiero salir en la obra, prefiero verle con falda.

    - Kane, ¿de verdad no vas a salir después de estar meses ensayando?- Preguntó Nowaki mientras agarraba del brazo a Hiroki para que no saltara sobre el estudiante.

    - Es una lástima, pero merezco ser el protagonista y voy a luchar por ello.

    - Uchima, no eres el único miembro de este club. Te ha tocado ser mujer 3 y harás ese papel, ya tendrás más suerte en la próxima obra.- Dijo Hiroki intentando controlar su enfado.

    - ¿Y cómo sé que usted no amañará el sorteo de los personajes en la próxima obra?- Dijo Kane arqueando una ceja y haciendo que el profesor se enfadara más.- Exijo que la próxima vez se haga ante notario.

    - Lárgate de aquí inmediatamente.- Dijo Hiroki apretando la mandíbula. Kane observó el rostro del profesor y decidió que ya había tentado demasiado a la suerte.

    - Mire, por esta vez interpretaré al personaje que me ha tocado, pero en la próxima…

    - Que te vayas ya a cambiarte, zopenco.- El estudiante se marchó dejando sola a la pareja.- Jamás he tenido tantas ganas de darle un puñetazo a alguien.

    - Hiro-san, la violencia nunca es la solución.

    - Pero sí un desahogo.




    Se encontraba trabajando en su despacho con la esperanza de no pensar en las vacaciones. En los últimos años había pasado las navidades con su familia política pero con el divorcio las cosas habían cambiando y ese año no tenía ningún plan. Pensó en ir a visitar a su madre pero lo descartó enseguida, ya que su relación se había enfriado mucho tras la muerte de su padre. Pasaría las navidades en el internado junto con Nowaki y Tadao.
    Shinobu entró en su despacho sin llamar y, tras cerrar la puerta, se acercó al mayor y se sentó sobre su regazo.

    - ¿No tienes que ir a ver la obra de teatro?

    - Nadie se dará cuenta de que no estoy.- Respondió el menor sonriendo.- Tenía ganas de verte.

    - Pues ya me has visto.

    - ¿Qué te pasa, viejo? Estás raro.- Comentó Shinobu frunciendo el ceño.

    - No es nada.- Suspiró Miyagi.- Ya sabes que no me gusta que te me acerques tanto en el despacho, cualquiera podría entrar y pillarnos.

    - Están todos en el dichoso teatro ese.- Dijo Shinobu y le comenzó a besar el cuello.- Relájate.

    - Shinobu-chin…

    - ¿Qué?

    - Contrólate, ya sabes que no quiero hacer nada hasta que cumplas los dieciocho.- Dijo Miyagi apartándole suavemente, haciendo que el otro frunciera el ceño.

    - ¿Todavía estás con eso?

    - Eres menor de edad.

    - ¡Es que no es justo! Tengo quince años, todavía falta mucho para…

    - Por favor, no me recuerdes tu edad.- Le pidió Miyagi.

    - ¿No me quieres, viejo?

    - Sabes perfectamente la respuesta.

    - ¡Pues a veces lo dudo!- Exclamó Shinobu poniéndose en pie y alejándose un poco de él.- Se supone que soy tu novio pero me tratas como a un crío. ¿Por qué no me deseas?

    - No es eso, ya te lo he explicado varias veces.- Dijo Miyagi con tono cansado.

    - Las parejas se acuestan, Miyagi.- Murmuró el menor.

    - Nosotros no. Ya te dije el tipo de pareja que somos.

    - ¡Pues no me vale!- Gritó Shinobu enfadado.- No quiero ser como mi abuela, no tenemos por qué esperar hasta el matrimonio.

    - ¿Qué tiene eso de malo, Shinobu-chin?

    - No, si es muy respetable, pero yo no lo quiero para mí.- Dijo Shinobu cruzándose de brazos.

    - Venga, no hagas un berrinche de esto.- Le dijo Miyagi.- No tendremos que esperar tanto, solo hasta que seas mayor de edad.

    - ¿Lo ves? Ya me estás tratando como a un crío.

    - Ven, Shinobu-chin.- Le dijo Miyagi tendiendo una mano. El rubio se lo pensó un momento pero finalmente se acercó al profesor, quien le rodeó con los brazos.- Ya sabes que yo te quiero mucho pero no puede ser. Ten paciencia, por favor.

    - Pero no soy tan pequeño.- Suspiró Shinobu.- Algunos de mi clase ya lo han hecho…

    - ¿De verdad? ¿Quién?

    - No seas cotilla, viejo.

    - Encima que me intereso por tus amistades…

    - Los de mi clase no son amigos míos.- Dijo Shinobu.

    - Ya lo sé, tus amigos son esos tres de último curso.- Comentó Miyagi sonriendo.- Te van mayores, ¿eh?

    - Qué tonto eres, viejo.- Rió el menor.- Te voy a echar de menos estas navidades. Se me va a hacer raro que no vengas a casa.

    - Bueno, estará el nuevo novio de tu hermana. No te enamores también de él.- Dijo Miyagi para molestarle. Shinobu resopló pero finalmente acabó riendo.

    - En verdad no tengo ganas de conocerle.

    - ¿Por qué? Será divertido, un nuevo cuñado…

    - Preferiría quedarme contigo a ir con mi familia.

    - Matarías del disgusto a tu madre si no vas en Navidad.- Dijo Miyagi.

    - Secuéstrame.- Shinobu posó sus manos en los hombros del mayor.

    - Sí, claro, un delito más para la lista.- Rió Miyagi.- Solo serán dos semanas y, además, es posible que me deje caer algún día por tu casa para felicitarle las fiestas a tus padres.

    - ¿De verdad?- Preguntó Shinobu ilusionado.

    - Claro.

    - Sí que le tienes cariño a mis padres.

    - En verdad es solo una excusa para verte.- Sonrió Miyagi para luego besarle.



    Como cada día después de la cena, se reunieron los cuatro en el dormitorio de Shinobu y Misaki. Kane llevaba ya casi un cuarto de hora quejándose de la injusticia que se había cometido aquel día, seguía pensando que él debía haber sido el protagonista de la obra.

    - Han sido solo dos frases pero se ha podido apreciar los matices que les has dado.- Le dijo Satoru en un momento dado.

    - ¿Me estás vacilando, Sato-chan?

    - Un poco. Es que pareces un disco rayado.

    - Por cierto, Shinobu, ¿dónde estabas durante la obra?- Le preguntó Kane.- No te he visto entre el público.

    - No me encontraba muy bien y he decidido quedarme descansando.- Mintió el rubio.

    - Es una lástima que te hayas perdido las dos frases de Kane.- Dijo Satoru.- A mí me han cambiado la vida.

    - Una bromita más sobre mis dos frases y le digo a Kamijou que te gustaría unirte al club.

    - Kane, no serás capaz.

    - Yo creo que no ha estado tan mal.- Comentó Misaki.- Aunque deberías haber dejado que actuara Kamijou.

    - Pues sí, nos hemos quedado con las ganas de verle usando una falda.- Suspiró Kane.

    - Bueno, chicos, os dejo que he quedado.- Dijo Misaki poniéndose en pie.

    - ¿Ya vas a liarte con Usami?- Preguntó Kane sonriendo.

    - Le he dicho que me pasaría por su habitación para despedirme, el vuelo sale mañana muy temprano y no creo que me dé tiempo a verle.

    - Es posible que hoy te desvirgue.

    - ¡Qué burro eres, Kane!- Exclamó Satoru.

    - No digas tonterías.- Le dijo Misaki sonrojado.

    - A ver, lleváis tres meses juntos, creo que ya va siendo hora de que…

    - Eso no es asunto tuyo.

    - Ni tampoco tuyo, Sato-chan.

    - Chicos, dejad ya el temita.- Les dijo Misaki.

    - Estoy preocupado por vuestra relación.- Comentó Kane.

    - ¿Por qué? ¿Tan importante es el sexo?- Preguntó Shinobu y Kane le miró sorprendido.

    - ¡Por supuesto! El sexo es fundamental para que funcione una relación.

    - Kane, ¿qué sabrás tú?- Le dijo Satoru.

    - Me voy que llego tarde.- Dijo Misaki suspirando y dirigiéndose hacia la puerta.

    - Misa-chan.- Le llamó Kane haciendo que su amigo se girara a mirarle.- Piensa lo que te he dicho, aunque sea solo sexo oral…- Misaki no quiso escuchar más y salió en dirección a los dormitorios de los docentes. El camino se le hizo largo como cada vez que iba, tenía que andar lo más sigilosamente posible por si se cruzaba con algún profesor. Finalmente llegó a su destino sin ser descubierto. Llamó a la puerta y Akihiko rápidamente abrió.

    - Te estaba esperando.- Sonrió el escritor haciéndose a un lado para dejarle pasar.

    - Siento llegar un poco tarde, los chicos me han entretenido.

    - No te preocupes, Misaki.- Dijo Akihiko y ambos se sentaron sobre la cama del mayor.- Sé que me vas a volver a decir que no, pero si quieres puedo llevarte mañana al aeropuerto.

    - Usagi-san, sería raro que un profesor me llevara en coche. La gente sospecharía.

    - Entonces déjame pagarte un taxi. No me gusta que vayas solo y menos a esas horas.

    - Lo hago todos los años, no te preocupes.- Le sonrió Misaki.- Estaré bien.

    - No quiero alejarme de ti...dos semanas sin Misaki, no sé si podré soportarlo.- Le dijo Akihiko abrazándole.

    - No seas exagerado, Usagi-san.- Le dijo el menor sonrojado y dejándose abrazar.

    - Te quiero mucho, Misaki.

    - No digas esas cosas que me da vergüenza.

    - ¿Te da vergüenza que te quiera?

    - No, me da vergüenza que me lo digas.- Respondió Misaki y Akihiko le calló con un beso.

    - A mí no me da vergüenza decírtelo, así que tendrás que acostumbrarte.- Dijo el escritor después del beso.

    - Hablaremos todos los días, ¿verdad?- Le preguntó Misaki sin poder ocultar su sonrojo.

    - Por supuesto, hablaremos todo el tiempo que quieras.

    - Oye, ¿te puedo preguntar una cosa?- Dijo Misaki algo inseguro.

    - Claro.

    - Verás, es que Kane hoy ha dicho que...bueno, ya sabes como es él y ha dicho…- Akihiko le miraba atentamente ya que notaba que cada vez se estaba poniendo más nervioso.

    - Sabes que puedes decirme cualquier cosa, ¿verdad?

    - Kane, bueno, todos en general, hablamos bastante sobre...sexo.- Dijo Misaki sin mirarle a los ojos y prácticamente susurrando la palabra “sexo”.- Y...y sabe que tú y yo no…

    - Tranquilo, Misaki, soy yo, no tienes por qué estar nervioso.- Sonrió Akihiko para darle ánimos.

    - Da igual, no es importante.- Rió Misaki nervioso.- Será mejor que me vaya, mañana madrugo.

    - Misaki, no tenemos por qué hacer nada que tú no quieras. No tienes que sentirte obligado, de verdad.- Le dijo el escritor.- Cuando estés preparado lo haremos.

    - V-vale.- Asintió Misaki todavía nervioso y avergonzado. Akihiko se acercó a él, le acarició una mejilla y seguidamente le besó. Misaki correspondió el beso y se arrimó más a él.

    - Te voy a echar mucho de menos.- Le dijo el profesor cuando rompieron el beso.

    - Y yo a ti.- Dijo el menor en un susurro.



    Hiroki llegó a casa de sus padres el día de nochebuena por la mañana. Saludó a sus padres y se dirigió a su habitación para dejar las maletas. Iban a ser unos días muy largos, aunque adoraba a sus padres había ocasiones en las que no conseguía entenderse con ellos. Solo esperaba que aquellas vacaciones fueran lo mejor posible, aunque sabía que eso iba a ser difícil. Todos los años pasaba fin de año con sus padres pero aquel año no iba a ser así, Nowaki y él habían quedado en pasar la nochevieja juntos. Todavía no había planeado cómo se lo iba a decir a su madre.

    El día pasó con relativa calma hasta que llegó la hora de la cena. Akihiko había acudido para pasar la noche con ellos como hacía desde que se independizó. Hiroki no entendía como podía estar tan nervioso, ya era un adulto que vivía su propia vida y si no le apetecía quedarse todas las vacaciones con sus padres, no había nada que ellos pudieran decirle. Hiroki pensó que era el momento perfecto para decirlo pero su madre se le adelantó.

    - Bueno, Hiro-chan, ¿cuándo piensas casarte?- Le preguntó su madre y Akihiko le miró intentando disimular una sonrisa.

    - No tengo pensado hacerlo y lo sabes, mamá, mi carrera es lo primero.

    - Hiro-chan, no puedes pasarte la vida solo…

    - Mamá, no te preocupes por esas cosas.- Dijo Hiroki con tono cansado.

    - Tu madre se merece tener nietos.- Dijo su padre sin levantar la vista de su plato. Hiroki resopló.

    - ¿Por qué os metéis en mi vida? ¿Por qué no le decís lo mismo a Akihiko?

    - Porque Aki-chan es un famoso escritor y debe tener cuidado con quien se le acerca.- Le respondió su madre.- Además, su carrera es muy importante y cuantas menos distracciones tenga mejor.

    - ¡Ah, su carrera sí y la mía no!

    - Hiroki, nada de gritos en la mesa.- Dijo su padre sin prestar mucha atención.

    - Hiro-chan, tú solo es profesor.

    - Vale, mamá, me alegra saber que estás orgullosa de mí…

    - No me has entendido.- Suspiró su madre.

    - Bueno, que no pienso pasar nochevieja con vosotros.- Soltó Hiroki cruzándose de brazos.

    - ¡Hiro-chan!- Exclamó su madre sorprendida.

    - ¿Qué tontería es esa?- Dijo su padre.

    - Ya tengo planes.

    - ¿Con quién? ¿Quién es más importante que tu familia?

    - Mamá, por favor, no exageres que no es para tanto.- Dijo Hiroki suspirando.- He quedado con...un amigo.

    - ¿Con Aki-chan?

    - Mamá, tengo más amigos aparte de Akihiko.

    - Sí, claro.- Dijo el escritor riendo.

    - Hiro-chan, si tienes novia…

    - ¡Te juro que no tengo novia, mamá!

    - Doy fe.- Murmuró Akihiko.

    - Nada de gritos en la mesa, Hiroki.- Dijo su padre con tono cansado.




    El nuevo novio de la hermana de Shinobu no le llegaba ni a las suelas del zapato a Miyagi. Shinobu no paraba de mirarle con odio y no entendía muy bien por qué. Gracias a ese hombre Miyagi se había divorciado, pero aún así no podía evitar odiarle.

    Shinobu pasó toda la cena en silencio, no tenía ganas de participar en la conversación. Odiaba estar ahí, quería pasar las vacaciones con Miyagi y no con su familia. Shinobu observó a su padre, quien tampoco había hablado en toda la velada, estaba claro que no se encontraba feliz con la situación. Su padre todavía no le había perdonado a Risako su divorcio y que hubiera decidido traer a su nuevo novio a la cena de nochebuena no había hecho que la situación mejorara.

    El novio de Risako se marchó antes de los postres, les había dicho a sus padres que pasaría a verles y se tenía que marchar pronto.

    - Papá, has estado muy callado.- Comentó Risako.

    - No tenía nada agradable que decir.

    - ¿Pero qué te ha parecido Keiji?

    - Hija, ¿cuándo vas a dejar de hacer el tonto y volver con Miyagi?

    - ¡No pienso volver con Miyagi!- Exclamó Risako enfadada.

    - Miyagi se merece a alguien mejor.- Dijo Shinobu. Su padre le miró sorprendido y luego asintió, gesto que cabreó todavía más a su hermana.

    - ¡Sois mi familia! ¡Deberíais poneros de mi parte!

    - Risako tiene razón.- Dijo su madre.- Somos su familia y debemos darle todo nuestro apoyo. Todos cometemos errores y Risako no es la excepción.

    - Eso está claro.- Murmuró Shinobu.

    - ¿Y a ti qué te pasa conmigo?- Le preguntó Risako a Shinobu.

    - A mí nada.

    - ¿De verdad? Te has pasado toda la noche callado y cuando te has dignado a abrir la boca solo ha sido para meterte conmigo. ¿Tanto te afecta mi divorcio?

    - Ni te lo imaginas, lloro todas las noches.- Contestó Shinobu con tono sarcástico.

    - Ya es suficiente.- Dijo su madre dando un golpe en la mesa.- Todos queremos mucho a Miyagi pero no vamos a ponernos a discutir por…

    - Miyagi debería haber sido quien cenara con nosotros.- Le interrumpió su marido.- Y no ese Keiji.

    - Papá, te guste o no es mi novio.- Dijo Risako.- Además, estamos planeando casarnos el años que viene.

    - ¿QUÉ?

    - Cariño, tranquilizate.- Dijo la madre de Shinobu.

    - Yo no pienso ir a esa boda.- Murmuró el rubio.

    - ¿Serías capaz de no ir a la boda de tu hermana?- Le preguntó Risako claramente dolida.

    - Ya fui a una y todavía me dura el trauma.

    - ¡Shinobu, yo soy tu hermana!- Dijo Risako elevando la voz.- ¡Sé lo unido que estabas a Miyagi, pero tu hermana soy yo, no él!

    - ¡SILENCIO!- Gritó su padre poniéndose de pie.- ¡No habrá boda!

    - Papá, no puedes impedir…

    - Te has divorciado hace solo unos meses, no te vas a casar tan pronto.- Dijo su padre tajante.- ¿Acaso planeas divorciarte más veces?

    - Esta vez es distinto.- Dijo Risako.

    - Si quieres estar con el Keiji ese pues...bien, pero todavía es muy pronto para casarte con él.

    - Nos vamos a casar a principios de septiembre, te guste o no.

    - Justo un año después del divorcio.- Comentó su padre.

    - Ya lo hemos decidido y no hay marcha atrás.- Dijo Risako.

    - Pues muy bien.- Asintió el padre suspirando.- Te vas a ahorrar dos cubiertos, el mío y el de Shinobu. No queremos formar parte de eso.- Después de decir eso, se marchó dejando a Risako muy dolida. Shinobu imitó a su padre y salió del salón, mientras su madre consolaba a su hermana.



    Sabía que Manami sospechaba algo. Desde que había llegado a Nueva York unos días antes, había estado muy enganchado a su móvil y había una razón para ello. Usagi-san no paraba de enviarle mensajes y Misaki se sentía incapaz de ignorarlos, es más, le encantaba recibirlos. No había pasado ni una semana y ya se moría de ganas de volver a ver a Usagi-san. Mensajes de texto, llamadas y videollamadas, nada parecía suficiente para la pareja. Se echaban de menos y necesitaban verse.

    Misaki intentaba controlarse e ignorar de vez en cuando su móvil, pero siempre acababa pegado a él y Manami se había dado cuenta de eso. Misaki pensó que mientras fuera su cuñada la que sospechaba algo no pasaría nada, el problema era si esas sospechas llegaban a su hermano. Takahiro podía llegar a ser muy pesado si se le metía algo en la cabeza y si creía que Misaki tenía novia o algo de eso, sabía que le iba a hacer muchas preguntas.

    Este no era el único asunto que Misaki tenía en mente, pues había decidido acostarse con Akihiko al volver de vacaciones. No sabía muy bien cómo se lo iba a decir pero sabía que quería hacerlo. Llevaba ya un tiempo pensando en ello pero le daba algo de miedo tener relaciones y eso era lo que le había hecho esperar tanto, bueno, eso y la vergüenza que le daría que Akihiko le viera desnudo. Solo de pensarlo se sonrojaba.
    Había decidido no contarle nada de eso a Kane, porque le conocía y sabía que idearía algún plan absurdo para su primera vez y no quería que eso pasara. Ese era un asunto de dos, era algo entre Usagi-san y él.

    Aquella noche Manami se acercó a su dormitorio para preguntarle si identificaba alguno de los calcetines que traía en la mano.

    - Creo que son de nii-chan.

    - Lo suponía.- Dijo Manami con una sonrisa. Misaki pensó que se iba a ir después de eso, pero su cuñada no hizo movimiento.- Te noto mucha más feliz.

    - ¿De verdad?

    - Sí. Takahiro dice que es porque estás ilusionado por el viaje de final de curso.- Dijo Manami.- Pero yo creo que es por otra cosa.

    - No sé, yo creo que estoy como siempre.

    - ¿Cómo se llama él?- Preguntó su cuñada sin borrar la sonrisa.

    - ¿Eh? ¿Quién?

    - Tu novio.- Misaki la miró sin dar crédito, ¿cómo era posible que pensara que tenía novio y no novia?

    - No sé de qué me hablas.- Dijo el menor con una risa nerviosa que le delató al instante.

    - No te preocupes, no le pienso decir nada a Takahiro.- Dijo Manami.- Pero si quieres hablar conmigo sobre eso o cualquier cosa, ya sabes, me tienes para lo que necesites.

    - Gracias, nee-chan.- Dijo Misaki algo avergonzado. Manami iba a irse cuando el menor volvió a hablar.- ¿Cómo lo has sabido? Es decir, que es un chico...¿tanto se me nota?

    - No es que se te note.- Respondió Manami riendo.- Es que vas a un internado solo de chicos y sé que solo os dejan salir en vacaciones, la probabilidad de que se tratara de un chico era muy alta.

    - Tiene sentido.- Murmuró Misaki pensativo. Manami se marchó al poco tiempo después y él se quedó pensando en lo largas que se le iba a hacer la semana que le quedaba de vacaciones.


    Hola ^^
    Espero que os haya gustado el capítulo. Solo quería deciros que tardaré un poco más de una semana en subir la continuación porque estaré fuera.
    Muchas gracias por leer.

    Un abrazo!
     
    Top
    .
  14.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha encantado el capítulo.
    Jaja ese Kane es único me encanta.
    Que bien que al menos Hiroki si pasara fin de año con su pareja.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  15.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    468

    Status
    Offline
    Capítulo 8 - Primera vez


    Decidió ir unos días antes de que acabaran las vacaciones. Dejó su coche justo en la entrada y se dirigió algo nervioso, sin saber muy bien por qué, hacia la puerta. Le abrió su jefe y ex-suegro, quien sonrió al verle y le dejó pasar.

    - Me alegro de que te hayas decidido a venir.

    - Simplemente quería felicitarles las fiestas a su mujer y a usted.- Dijo Miyagi mientras seguía al hombre hacia el salón.

    - Mi mujer ha salido con Risako.

    - ¿Y Shinobu? Seguro que debe de estar estudiando.- Comentó el profesor intentando sonar lo más casual posible.

    - Está en su habitación. Se ha pasado prácticamente todas las vacaciones ahí encerrado.- Dijo su jefe.- ¿Te apetece tomar algo?

    - No, gracias, no me quedaré mucho tiempo.

    - En ese caso voy a decirle a Shinobu que baje a saludarte.

    - No, no se preocupe, ya subo yo.- Dijo Miyagi y sin esperar respuesta subió a la habitación del menor. Entró sin llamar y se encontró a Shinobu tumbado en la cama viendo una película en su portátil.- Shinobu-chin.

    - Viejo, ¿no sabes que hay que llamar a la puerta antes de entrar?- Dijo el rubio sonriendo.- Igual lo que querías era pillarme desnudo.

    - Eres un pequeño pervertido.- Rió Miyagi mientras Shinobu se levantaba de la cama y se acercaba a él. El profesor le agarró y le levantó del suelo, Shinobu rodeó con sus piernas la cintura del otro y comenzó a besarle.

    - Te he echado de menos. Odio estar aquí.- Le susurró el menor después de dejar de besarle.- ¿Puedo ir a tu casa? Quiero quedarme contigo hasta que acaben las vacaciones.

    - Mi casa está hecha un asco, Shinobu-chin.

    - Yo te ayudaré a instalarte.

    - Shinobu, sólo tengo mi habitación montada. La de invitados aún no está lista…

    - Bueno, pues dormimos juntos.- Propuso Shinobu sonriendo. Miyagi suspiró y bajó suavemente al menor.

    - A tus padres no les hará gracia que te vengas conmigo.

    - ¡Mi padre te adora!

    - No grites.- Le pidió Miyagi en un susurro.

    - ¿Es que no quieres estar conmigo?

    - Claro que quiero, Shinobu-chin, pero tus padres apenas te ven y seguro que les gustará que pases todas las vacaciones con ellos.

    - Pues que no me hubieran metido en un internado.- Dijo Shinobu cruzándose de brazos. En ese momento su padre abrió la puerta y entró en la habitación.- Papá, ¿puedo pasar unos días con Miyagi?

    - ¿Qué? ¿Y eso?- Preguntó su padre sorprendido.

    - Miyagi está solo y se acaba de mudar al piso nuevo.- Comenzó a decir el rubio con su mejor cara de niño bueno.- Podría ir a ayudarle con la mudanza y a hacerle compañía. Además, no me siento cómodo con Risako y…

    - Y su novio.- Asintió su padre suspirando.- Parece que no tenga casa… En fin, si no te importa llevarte a Shinobu, por mí no hay problema.

    - Pues entonces prepara tus cosas.- Le dijo Miyagi a Shinobu.- Te vienes conmigo.

    - ¡MUCHAS GRACIAS!- Exclamó el menor y comenzó a meter rápidamente ropa en una maleta.

    - Te agradezco mucho que cuides tanto de mi Shinobu.

    - Para mí siempre es un placer.- Sonrió Miyagi.

    - Si en algún momento te cansas de él y quieres…

    - ¡Papá, Miyagi no se va a cansar de mí jamás!- Gritó Shinobu frunciendo el ceño.

    - Shinobu, no te enfades.- Le dijo su padre.- Pero a veces tienes un carácter…

    - A Miyagi le encanta mi carácter.

    - Hijo, eres un caso.

    - Ya estoy listo.- Anunció Shinobu arrastrando su maleta.- Vamos, Miyagi.

    - Deja, yo la llevaré.- Dijo Miyagi en intentó coger la maleta pero el menor la apartó rápidamente.

    - Puedo solo, no soy tan débil como crees.

    - No seas así, Shinobu-chin, yo solo quería ayudar.

    - Shinobu, pórtate bien.- Le dijo su padre.

    - Vámonos ya.- Metió prisa el estudiante con la intención de salir de su casa lo antes posible.




    El hotel se encontraba en un pequeño pueblo no muy alejado de Tokio. El ambiente era muy rural y tranquilo, Hiroki lo había encontrado anunciado en una web de hoteles. En la web aseguraban que era uno de los hoteles más románticos de la zona, pero en ese momento Hiroki no era capaz de encontrar el romanticismo por ninguna parte.

    - Nowaki, te juro que en las fotos parecía mejor.- Murmuró el profesor mientras observaba la habitación que debía de haber sido renovada por última vez hacía más de sesenta años.

    - A mí me gusta, Hiro-san, ha sido una gran sorpresa. Muchas gracias por invitarme.- Dijo Nowaki sonriendo.

    - Es que no sabía qué regalarte por Navidad y, bueno, pensé que pasar fin de año juntos…

    - Hiro-san, te has puesto rojo.

    - ¡Cállate!

    - Muchas gracias, Hiro-san, me has hecho muy feliz.- Dijo Nowaki y le dio un rápido beso en los labios.

    - Bueno, ¿qué te apetece hacer? Podemos hacer senderismo, aunque hace un poco de frío…- Comenzó a decir Hiroki para cambiar de tema.

    - ¿Y si no salimos de la habitación, Hiro-san?- Le susurró Nowaki abrazándole por la espalda.

    - No podemos pasarnos los dos días encerrados.- Respondió Hiroki algo sonrojado.- Habrá tiempo para todo.

    - Pero hemos estado una semana sin vernos.- Dijo Nowaki comenzando a besar el cuello del otro. Hiroki giró un poco la cabeza para darle mejor acceso y llevó su mano derecha al pelo del más alto. Se estaban dejando llevar cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe y apareció una señora mayor cargando una gallina en brazos. La pareja se separó rápidamente e intentaron aparentar normalidad.

    - ¿Qué os parece la habitación? ¿Está todo a vuestro gusto?- Preguntó la mujer sonriendo.

    - Sí, está decorada con mucho encanto.- Comentó Nowaki haciendo que el profesor le mirara incrédulo.

    - ¿Y esa gallina?- Preguntó Hiroki.

    - Es la cena, quería presentárosla antes de...bueno, ya sabéis.- Respondió la señora sin borrar la sonrisa.

    - Bueno, pues un placer.- Dijo Hiroki fingiendo una sonrisa.

    - Se llama Betty.- Dijo la mujer y comenzó a dirigirse hacia la puerta.- Os dejo que os instaléis tranquilamente. La cena estará lista en un par de horas.

    - Nowaki, de verdad que lamento mucho haberte traído a este sitio.- Le dijo el profesor una vez se hubo marchado la señora.- Es horrible.

    - No está tan mal pero…

    - ¿Qué?

    - Hiro-san, yo no quiero comerme a Betty.- Murmuró Nowaki con cara de lástima.

    - A mí también me da un poco de pena, pero no hay nada que podamos hacer.- Suspiró Hiroki.- Así es la vida.

    - Lo sé, pero ahora que le hemos visto la cara…

    - ¿Quieres que nos vayamos? Podemos pasar fin de año en el internado con tu padre.- Propuso Hiroki.

    - ¡No!- Exclamó Nowaki.- Te has tomado muchas molestias para organizar estos dos días juntos.

    - Sí, pero es que este sitio…

    - El sitio está bien. Un poco antiguo pero es acogedor, ¿no crees?

    - Muy bien.- Asintió Hiroki.- Pero como mañana nos presente a un cerdo, te juro que yo me largo de aquí.

    - Pobre Betty…

    - No pienses en eso.- Le dijo el profesor acercándose a él.- ¿Por dónde íbamos?- Hiroki sonrió levemente y rodeó con sus brazos el cuello del menor, lo atrajo hacia él y comenzó a besarle. Se detuvo unos segundos después al notar lo tenso que estaba Nowaki.

    - Lo siento, Hiro-san, es que ya no me apetece…- Dijo el más alto sentándose en la cama.- No paro de pensar en Betty.

    - Maldita mujer…- Murmuró Hiroki con el ceño fruncido.

    - Será mejor que deshaga la maleta, al menos así me distraeré un poco.

    - No, espera.- Dijo el profesor decidido.

    - ¿Qué ocurre, Hiro-san? Ya te he dicho que no es necesario que nos vayamos.

    - Ahora vengo.- Se limitó a decir el mayor para luego salir corriendo de la habitación.
    Nowaki se quedó sentado en la cama esperando a que su pareja volviera, intentó no pensar en la pobre Betty pero le fue imposible. Poco tiempo después, Hiroki entró de manera brusca y con una gallina en brazos.

    - ¿Hiro-san?

    - ¡Nowaki, corre, coge nuestras maletas que nos tenemos que ir ya!- El aludido se puso de pie de un salto y obedeció a su novio.

    - Hiro-san, ¿por qué tienes a Betty?- Se atrevió a preguntar Nowaki una vez salieron de la habitación e iban recorriendo los pasillos del hotel lo más rápido posible.

    - Es evidente, la he secuestrado.

    - ¿Por qué?

    - ¿Cómo que por qué? ¡Estabas a nada de echarte a llorar!- Exclamó Hiroki cuando ya estaban muy cerca de la salida.- ¡Y si tú lloras yo lloro!

    - ¡Oh, Hiro-san!- Dijo Nowaki con una sonrisa.- Eres muy tierno.

    - Cállate y salgamos de aquí cuanto antes.- Metió prisa el profesor. Justo cuando estaban cruzando la puerta, se escucharon unos gritos.

    - ¡Ladrones! ¡Se llevan a Chiqui!

    - ¿Cómo Chiqui?- Murmuró Hiroki frunciendo el ceño.

    - Hiro-san, creo que te has equivocado de gallina.

    - ¡Mierda!- Exclamó el mayor sin soltar al animal.- Bueno, al menos he salvado a una…

    - Ve sacando las llaves del coche, Hiro-san.

    - ¿Cómo? Por si no te has dado cuenta tengo las manos ocupadas.- Dijo Hiroki y Nowaki paró de correr, haciendo que el otro también parara. El menor comenzó a buscar en los bolsillos del profesor.- Date prisa que la señora cada vez está más cerca.

    - ¡Aquí están!- Exclamó Nowaki con las llaves ya en la mano. Ambos volvieron a correr hasta llegar al coche.- Sube, Hiro-san, ya está abierto.- Hiroki entró en el vehículo y dejó a la gallina en el asiento trasero mientras Nowaki se sentaba en el de copiloto.

    - Joder, como corre la vieja, deberían hacerla olímpica.- Comentó el profesor mientras se alejaban del hotel con el coche.

    - Hiro-san, ¿qué vamos a hacer con la gallina?

    - No lo he pensado.

    - De momento podemos llevarla al internado.- Propuso Nowaki.- Al menos hasta que le encontremos un hogar.

    - Dios.- Murmuró Hiroki sin apartar la vista de la carretera.

    - ¿Qué ocurre?

    - Akihiko me va a matar cuando se entere de que he metido una gallina en su coche.




    Pasaron toda la tarde organizando las cosas de Miyagi. Todavía les quedaban por vaciar muchas cajas, pero al menos ya habían colocado toda la ropa y todos los libros. Ambos se encontraban agotados, por lo que cenaron comida precocinada y se dirigieron a la cama. Shinobu se encontraba nervioso, que Miyagi hubiera aceptado dormir con él ya era todo un logro y no quería meter la pata. Si Miyagi se sentía a gusto compartiendo cama con él, querría repetir más veces. Shinobu se propuso no espantarle y para eso tenía que controlar sus impulsos, no podía insinuarse a Miyagi por mucho que quisiera, debía comportarse.

    Shinobu se puso el pijama en el baño y cuando salió, Miyagi ya estaba dentro de la cama leyendo. Sin decir nada, Shinobu se acostó en el lado libre, lo más lejos posible del mayor.

    - ¿Tienes sueño?- Preguntó Miyagi sin apartar la vista del libro.

    - Un poco.

    - Entonces apagaré la luz.

    - No me molesta.- Dijo Shinobu y se puso de lado dándole la espalda.

    - ¿Todo bien?

    - Sí, ¿por qué lo preguntas?

    - Estás raro.- Dijo Miyagi acercándose un poco hacia él, haciendo que se tensara.- ¿Te has enfadado conmigo?

    - No, hoy no.

    - ¿Entonces qué te pasa?

    - No me pasa nada.

    - Ya.- Suspiró Miyagi y se alejó de nuevo, volviendo a su posición inicial.- Si estás incómodo puedo ir a dormir al sofá.

    - ¡No!- Exclamó Shinobu dándose la vuelta para mirarle.- ¡Quiero dormir contigo!

    - ¿Entonces por qué parece que no quieras estar aquí?- Preguntó el profesor.

    - ¡Porque me pones!

    - Shinobu-chin, no grites esas cosas que los vecinos…

    - Sé que no quieres hacer nada y no pienso insistir más, bueno, al menos por ahora.- Dijo Shinobu.- Pero me pones y si me acerco a ti seguro...seguro que se me pone dura, Miyagi.

    - Qué bestia eres.- Comentó Miyagi riendo. Shinobu desvió la vista avergonzado y el profesor tendió una mano hacia él.- Anda, ven y acércate. Durmamos abrazados.

    - ¿Es lo que quieres?- Preguntó Shinobu todavía sin mirarle.

    - Por supuesto.- Shinobu sonrió y se abrazó a él, apoyando la cabeza en su pecho.- Y no pasa nada si se te pone dura, Shinobu-chin, posiblemente a mí me pase lo mismo.

    - Si eso pasa y tú quieres, puedo…- Comenzó a decir Shinobu sonriendo de lado.

    - ¿Puedes qué?- Preguntó Miyagi arqueando una ceja.

    - Te la puedo chupar si quieres.- Después de decir eso, tanto Miyagi como Shinobu comenzaron a reír.

    - Ay, mi Shinobu-chin, que tiene las hormonas revueltas…

    - ¿Y de quién es la culpa?

    - ¿Mía?

    - Por supuesto.- Asintió Shinobu sin dejar de abrazarle.

    - Estoy pensando en cambiar de trabajo.- Dijo Miyagi llamando la atención del menor, quien levantó la cabeza para mirarle.

    - ¿Qué idiotez es esa? ¿No te gusta ser profesor?

    - No me gusta ser tu profesor.

    - ¿A qué viene eso ahora? ¿Qué tengo de malo?

    - Que no te veo como a un alumno.- Respondió Miyagi.- Creo que las cosas irían mejor entre nosotros si dejáramos de ser profesor y alumno.

    - Miyagi, entonces no nos veríamos.

    - Podríamos vernos durante las vacaciones.

    - ¡No!- Gritó Shinobu incorporándose y alejándose de él.- Ahora sí que me he enfadado, Miyagi.

    - Shinobu, cielo, ya es bastante grave que seas menor de edad, si a eso le sumamos que eres mi alumno…

    - Llevamos tres meses juntos y nadie lo sabe, ni siquiera lo sospechan.- Dijo Shinobu con enfado.- Solo tenemos que seguir así dos años más, entonces acabaré el instituto y…

    - ¿Y qué pasará?- Preguntó Miyagi suspirando.- ¿Crees que cambiarán las cosas?

    - ¡Pues sí!

    - Shinobu-chin, lo mejor será que me busque otro trabajo.

    - Vete a la sofá, Miyagi.

    - Pero no te enfades, simplemente hago lo que creo que es mejor para nosotros.- Le dijo el profesor intentando acercarse a él.

    - ¡Ni se te ocurra tocarme!

    - Por favor, Shinobu…

    - A veces pienso que no quieres estar conmigo.- Dijo el menor con lágrimas en los ojos.- Y ahora me dices que no te gusta ser mi profesor…

    - ¿Cómo puedes pensar que no quiero estar contigo? Y si he dicho eso es porque no me gusta ser tu profesor, me gusta ser tu novio.- Dijo Miyagi y Shinobu se abalanzó sobre él.- ¿Qué te pasa? Me estás asfixiando.

    - Eres mi novio.

    - Sí, lo soy.- Asintió el profesor extrañado.

    - Mi novio.

    - Sí, Shinobu-chin.

    - Mi novio que va a seguir trabajando en el internado.- Murmuró Shinobu sin soltarle y Miyagi suspiró cansado.- Al menos hasta que acabe el instituto.

    - Shinobu si alguien se entera…

    - Nadie lo hará.- Dijo el menor muy seguro.- Ni siquiera mis amigos lo saben.

    - Pero si lo supieran...

    - No pasaría nada, mis amigos saben guardar secretos, Miyagi.- Dijo Shinobu aflojando su agarre pero sin separarse del mayor.

    - Bueno, Kane es muy…

    - Kane será muchas cosas pero jamás lo contaría, mira, no ha dicho nada de lo de Misaki y…- Comenzó a decir el rubio y cuando se dio cuenta de lo que estaba diciendo calló.

    - ¿El qué de Misaki?- Preguntó Miyagi con curiosidad.

    - Nada, olvida lo que he dicho.

    - Las parejas no deben tener secretos, Shinobu-chin…

    - Está bien, pero como se lo cuentes a alguien te juro que te mato.- Le amenazó Shinobu.

    - No diré nada, te lo prometo.

    - Misaki y Usami están liados.

    - ¿QUÉ?

    - No grites, piensa en los vecinos.

    - Pero...¿cómo?

    - Viejo, olvídate de ellos.

    - ¿Cómo voy a olvidarme? Con lo inocente que parece Misaki…

    - Todavía no lo han hecho.- Comentó Shinobu.

    - ¿No? ¿Por qué?- Preguntó Miyagi.

    - Qué cotilla eres…

    - ¿Pero es algo formal o…

    - Están enamorados, si es eso a lo que te refieres.

    - Si tu padre se entera echará a los dos del internado.- Comentó Miyagi con preocupación.

    - Mi padre no se va a enterar.

    - Esperemos que no.- Dijo Miyagi.- Por cierto, ¿cómo es que no lo han hecho todavía?

    - No seas morboso, viejo.- Dijo Shinobu cerrando los ojos.- Buenas noches.

    - No te puedes dormir ahora, necesito detalles.- Le dijo el mayor pero el rubio le ignoró.




    Las vacaciones llegaron a su fin y comenzó la vuelta a la rutina. Akihiko llegó la tarde de antes del comienzo de las clases con la esperanza de ver a Misaki lo antes posible. Acababa de entrar en su dormitorio cuando escuchó dos golpes en su puerta, pensando que sería Misaki fue corriendo a abrir.

    - Akihiko, ¿y esa cara de decepción?

    - Hiroki, ¿qué tal tu escapada romántica?- Preguntó el escritor colocándose en la puerta para bloquearle el paso.

    - Un desastre, pasamos fin de año aquí con Tadao.- Respondió Hiroki.

    - ¿Y eso?

    - Digamos que el hotel no era de nuestro agrado.- Dijo el castaño suspirando.- Oye, ¿no me vas a dejar pasar?

    - ¿Para qué?

    - ¿Cómo que para qué? Pues para hablar con mi mejor amigo un rato.

    - La verdad es que estoy un poco cansado y ya me iba a acostar.- Dijo Akihiko.

    - ¿Tan pronto? ¿Te encuentras mal?

    - No, estoy bien, solo quiero dormir.

    - De acuerdo, Akihiko.- Asintió Hiroki.- Si necesitas algo no dudes en llamarme.

    - Estoy bien, Hiroki, no te preocupes.- Dijo Akihiko.- Oye, ¿qué hicisteis con mi coche?

    - ¿Tu coche? ¿De qué hablas?- Preguntó Hiroki con una risa nerviosa.

    - No sé, esperaba que me lo dijeras tú.

    - Akihiko, creo que debes tener fiebre o algo de eso.- Dijo Hiroki comenzando a alejarse de allí.

    - Hiroki, me gustaría saber por qué mi coche huele a granja.- Le dijo Akihiko con semblante serio.

    - ¿A granja? Anda, acuéstate que estás diciendo locuras.

    - Mira, no sé qué rollo tenéis Nowaki y tú pero mi coche huele a animal de granja. A saber qué habéis hecho en mi pobre coche. Lo habéis profanado.

    - Akihiko, estás obsesionado con tu coche.- Dijo Hiroki parando de andar.- Sé que es lo que más quieres en este mundo y sé lo mucho que te costó dejármelo, pero te juro que no hemos hecho nada raro con el coche, son solo imaginaciones tuyas.

    - Ahora mismo estoy cansado, pero quiero que mañana a primera hora de la mañana nos sentemos en mi coche y quiero que inspires profundamente, a ver si así tienes valor de seguir mintiéndome a la cara.- Dijo Akihiko sin relajar su postura.

    - ¡Que tu coche no huele a granja!

    - ¡Que sí que…- Comenzó a decir Akihiko pero se calló al ver aparecer a Misaki por el pasillo, por suerte Hiroki estaba de espaldas y no le vio. Misaki observó que su novio no estaba solo y retrocedió unos pasos para esconderse en una esquina.- Hiroki, de verdad que estoy cansado y no me apetece discutir, así que te espero mañana antes del desayuno en el parking.

    - No pienso ir a oler tu coche solo porque estés paranoico.

    - Buenas noches, Hiroki.

    - ¡Está bien!- Exclamó el castaño resoplando.- ¡Metí una gallina en tu coche!

    - ¿QUÉ?

    - Lo siento pero no me quedó otra, la cosa se nos complicó y…

    - No te mato porque te he cogido cariño, pero te juro que si fueras otra persona ya estarías enterrado junto a un árbol.

    - Te pagaré la tapicería.- Dijo Hiroki rápidamente.

    - ¿Sabes qué? Da igual, solo es un coche.- Dijo Akihiko sorprendiendo al otro.- Ya hablamos mañana, ¿vale?

    - Si que estás cansado…- Murmuró Hiroki.- Buenas noches.

    - Buenas noches.

    - Creía que no se iría nunca.- Misaki salió de su escondite y caminó rápidamente hacia donde estaba el escritor.- ¿Qué ha pasado con tu coche?

    - Nada importante, no te preocupes.- Sonrió Akihiko y cogió de la mano al menor para guiarle hacia el interior de la habitación. Una vez estuvieron seguros en el dormitorio, comenzaron a besarse apasionadamente, dos semanas habían sido demasiado tiempo alejados. En ese momento Misaki lo tuvo claro, quería acostarse con Akihiko y quería que fuera esa noche.- Te he echado mucho de menos, Misaki. Te quiero.

    - Yo también te he echado de menos.- Dijo Misaki algo sonrojado.

    - ¿Te lo has pasado bien con tu familia?

    - Me gusta estar con ellos pero faltabas tú.- Respondió Misaki y Akihiko volvió a besarle. Ambos se tumbaron en la cama sin dejar de besarse y el corazón de Misaki comenzó a acelerarse. Iban a hacerlo. Misaki llevó sus manos temblorosas al pecho del otro con la intención de desabrocharle la camisa, pero finalmente no se atrevió.

    - Se ha hecho un poco tarde, será mejor que me vaya.- Dijo Misaki separándose un poco de él.

    - Claro, debes de estar cansado después del viaje.- Asintió Akihiko algo apenado.- Nos veremos mañana.

    - Buenas noches.- Misaki se levantó y se dirigió a la puerta con rapidez. Salió de la habitación y comenzó a caminar hacia su dormitorio. Lo había vuelto a hacer, había huido. ¿En verdad quería hacerlo? Sí, se moría de ganas por hacerlo con Usagi-san. ¿Entonces por qué se alejaba? Misaki no era capaz de comprenderse pero tenía una cosa clara; quería a Usagi-san.

    Misaki dio media vuelta y corrió hasta llegar al dormitorio del profesor. Entró de manera brusca y sin llamar, sorprendiendo a su novio quien se estaba cambiando y no llevaba camisa. Akihiko le miró sorprendido y Misaki se ruborizó al ver el torso desnudo del mayor.

    - ¿Te has olvidado algo?- Preguntó el escritor al ver que el otro no decía nada. Misaki asintió y sin mirarle dio unos pasos hacia él.- ¿Estás bien, Misaki?

    - Usagi-san.- Murmuró el menor todavía sin atreverse a mirarle a los ojos.- Me gustaría…

    - Misaki, te veo nervioso, ¿quieres sentarte?- Dijo Akihiko con tono amable. Misaki negó y como no sabía muy bien cómo decirle que quería acostarse con él, decidió pasar a la acción. El menor, temblando ligeramente, comenzó a quitarse la camisa que llevaba, dejando su pecho al descubierto. Akihiko le miró sorprendido pero no dijo nada, simplemente acortó un poco la distancia que les separaba. Misaki tragó saliva y dio un paso al frente, quedando a escasos centímetros del mayor y, sin levantar la vista, colocó una mano en el abdomen de Akihiko.

    - Quieres hacerlo.- Susurró el profesor. No era una pregunta, Akihiko sabía muy bien qué le estaba tratando de decir Misaki. El menor ya se sentía preparado.

    - Solo si tu quieres…- Murmuró Misaki atreviéndose a mirar al otro a los ojos por primera vez desde que entró en la habitación. Akihiko sonrió de lado y le besó mientras le levantaba del suelo para llevarle hasta la cama. Misaki acariciaba la espalda del mayor con manos temblorosas mientras Akihiko no paraba de besarle, primero la boca, luego la barbilla seguida del cuello.

    Misaki jamás había experimentado algo así y sintió pudor al ver que ya estaba duro y que Akihiko al estar sobre él debía haberlo notado. Se relajó un poco cuando Akihiko presionó su erección sobre su cadera.

    - No te imaginas las ganas que tenía de que llegara este momento.- Le susurró el mayor al oído. Misaki se puso todavía más duro al sentir el aliento de su novio en su oreja.- Te deseo.

    Akihiko comenzó a lamer y morder los pezones del menor, provocando que éste se retorciera de placer y excitación, mientras que con una mano libre le acariciaba la entrepierna por encima del pantalón. Misaki sentía que se iba a volver loco y solo acababan de empezar.

    - Usagi-san.- Gimió suavemente cuando notó una mano deslizarse por debajo del pantalón y acariciar su miembro.

    - Paciencia, Misaki.- Le dijo Akihiko dándole unas suaves sacudidas para después sacar la mano de su entrepierna. Misaki protestó con un pequeño gruñido, cosa que hizo sonreír al mayor, quien le quitó de forma muy lenta el pantalón y la ropa interior, dejando a Misaki completamente desnudo.

    - No me mires.- Dijo Misaki con la cara roja.

    - ¿Por qué? Eres precioso.

    - Me da vergüenza.

    - Tranquilo, solo soy yo.- Le dijo Akihiko acariciando sus piernas.

    - Es porque eres tú que me da vergüenza.- Murmuró Misaki y Akihiko le besó suavemente. El escritor se incorporó un poco y se quitó el resto de la ropa.

    - Mira, Misaki, ahora estamos en igualdad de condiciones.

    - No digas cosas vergonzosas.- Dijo Misaki y Akihiko rió levemente. El menor ya se encontraba más relajado, aunque le seguía preocupando lo que venía a continuación.

    - ¿Puedes abrirte un poco de piernas para mí?- Misaki desvió la vista muy avergonzado pero obedeció, exponiendo su entrada ante el mayor.- ¿Estás seguro que quieres hacerlo?

    - Sí.

    - Si en algún momento cambias de opinión o no te sientes cómodo…

    - Simplemente hazlo, Usagi-san.- Akihiko asintió. Abrió un cajón de su mesita de noche y sacó un bote de lubricante. Untó sus dos dedos en él y lo acercó al agujero del castaño.

    - Está frío.- Dijo Misaki con una pequeña risa nerviosa.

    - No te preocupes, en nada te haré entrar en calor.- Ya tenía un dedo metido y al ver que Misaki no se quejaba, más bien al contrario, metió otro. Misaki lo estaba disfrutando, Akihiko podría haber pasado más tiempo preparando a su pareja, pero no podía esperar más. Volvió a coger el lubricante y se echó un poco sobre él y, sin pensarlo dos veces, comenzó a entrar poco a poco en el menor.- ¿Te hago daño?

    - No.- Negó Misaki.- ¿Ya está dentro?

    - Casi, ¿sigo?

    - Sí, sí.- Akihiko hizo caso a su novio y entró completamente en él. Esperó unos segundos a que se acostumbrara y, al no escuchar ningún tipo de queja, comenzó a dar embestidas, primero de manera suave y pausada, para luego seguir de manera más rápida y brusca.
    Misaki lo disfrutó más de lo que había imaginado. Era cierto que al principio le dolió un poco, pero el dolor no duró mucho y pudo centrarse en disfrutar del placer que le daba su novio. Aquella noche durmieron abrazados en la cama del profesor, sintiéndose más felices que nunca.

    Hola ^^
    ¿Qué tal? Este ha sido el octavo capítulo. Espero que os haya gustado.
    Muchas gracias por leer.

    Un abrazo :)
     
    Top
    .
756 replies since 12/3/2019, 17:31   17564 views
  Share  
.