Una familia de tres (Nowaki X Hiroki)

Hiroki conoce al hijo de su vecino, que tiene seis años, sin saber lo mucho que les va a cambiar la vida a Nowaki y a él.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +3   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Hola ^^
    Aquí os dejo un nuevo fic que espero que os guste.


    Capítulo 1 - Masuyo

    Aquella tarde salió de trabajar más pronto de lo normal, puesto que ya había pasado el período de exámenes y llevaba el trabajo bastante avanzado. Hiroki decidió ir a su casa dando un paseo puesto que tenía tiempo, ya que Nowaki no llegaría hasta muy entrada la noche. Había tenido un buen día y se encontraba alegre, algo muy inusual en él, de normal desprendía un aura negra que hacía temblar a sus alumnos.

    Sin apenas darse cuenta llegó hasta su edificio. Subió las escaleras de dos en dos mientras tarareaba una canción que no sabía muy bien dónde la había escuchado. Se sentía feliz, había sido un gran día y solo esperaba a que llegara la hora en que Nowaki volviera de trabajar para completar aquel día tan maravilloso. Nowaki. Solo el pensar en él le hacía sentir inmensamente feliz, aunque jamás lo admitiría en voz alta.

    Hiroki paró en seco cuando llegó hasta su planta. Por un momento creyó que la vista le estaba engañando, pero a medida que avanzaba por aquel pasillo se daba cuenta de que lo que estaba viendo era real y no una visión. Delante de la puerta de su casa se encontraba un niño hecho un ovillo. El niño sollozaba y temblaba, esto hizo que la sonrisa de Hiroki se borrara de su cara.

    - Hola.- Dijo Hiroki al llegar a la altura de su puerta.- ¿Te encuentras bien?¿Te has perdido?

    - Mi papá está con una mujer y me ha pedido que me vaya a jugar.- Respondió el niño alzando la vista y sin dejar de llorar.- Pero yo quiero jugar con él...no tengo con quien jugar…

    - ¿Tu padre te ha dicho eso?- Dijo Hiroki intentando controlar el enfado que crecía poco a poco dentro de él. Con el buen día que estaba teniendo…¿Cómo podían tratar de esa forma a un niño? Hiroki iba a tener una pequeña charla con el padre de aquel niño.

    - Sí, no quiere que esté cuando viene esa mujer. Les molesto.

    - ¿Eso ha dicho?- Preguntó Hiroki y el niño asintió intentando controlar su llanto. El profesor suspiró, ¿qué debería hacer? No podía dejar al niño solo mientras su padre hacía a saber qué.- ¿Vives aquí al lado?

    - Sí, nos mudamos la semana pasada.

    - Entonces somos vecinos.- Murmuró el profesor. Sacó un papel y boli de su maletín, escribió algo en él y lo pasó por debajo de la puerta de sus nuevos vecinos.- Así tu padre sabe que estás conmigo y no se preocupa si no te ve aquí fuera. ¿Te apetece pasar a mi casa? ¿Has merendado?

    - No, hoy solo he desayunado.

    - ¿Cómo que solo has desayunado? ¿Y el almuerzo?- Preguntó Hiroki abriendo la puerta de su piso y dejando pasar al pequeño.

    - Mi papá se ha olvidado de prepararme la comida y como aún no tengo cole no puedo comer allí.

    - ¿Qué?¿Tampoco vas al colegio?- Hiroki ya se encontraba muy alterado, pero intentaba que no se notara para no asustar al niño. Ya estaba decidido, iba a hablar con aquel padre irresponsable y le dejaría unas cuantas cosas claras.

    - Aún no, mi papá dice que irá pronto a apuntarme a un cole nuevo porque el antiguo está muy lejos.

    - Está bien, siéntate y te prepararé algo de comer. Todavía es pronto para cenar, ¿qué te parece merendar crepes?

    - No lo he probado.- Dijo el niño sentándose en el sofá de manera que sus piernecitas quedaron colgando.

    - Pues ya verás, te van a encantar.- Le dijo Hiroki y se dispuso a prepararlo todo.- ¿Cómo te llamas?

    - Masuyo. ¿Tú cómo te llamas?

    - Soy Hiroki Kamijou.

    - Muchas gracias por dejarme estar contigo, Kamijou-san.- Dijo el niño poniéndose en pie y siguiendo al profesor hasta la cocina. Cuando le dijo esto sonrió enterneciendo al profesor. No era justo que aquel niño tuviera que pasar por lo que estaba pasando.

    - ¿Te apetece pintar mientras te preparo la merienda?

    - ¡Sí!

    - Muy bien, ahora te daré papel y boli.

    - Gracias.

    - ¿Cuántos años tienes, Masuyo?- Preguntó Hiroki mientras le dejaba el papel en la mesa y le daba tres lápices de colores, los únicos que tenía.

    - Seis. Antes era pequeño pero ya no.

    - Ya veo, eres muy mayor.- Le dijo Hiroki sonriendo para luego volver a la cocina.

    - Kamijou-san, ¿tienes hijos?- Preguntó Masuyo mientras dibujaba.

    - No, no tengo hijos.

    - Jo.- Dijo el niño haciendo un puchero.- ¿Hay niños como yo por aquí?

    - No lo sé, pero hay un parque cerca de aquí y seguro que van niños a jugar.

    - ¡Genial!- Exclamó el niño.

    Pasaron toda la tarde juntos, merendaron, pintaron, jugaron al escondite y Hiroki le contó un cuento en el que él era el protagonista. Masuyo no paraba de reír y eso hacía que el demonio Kamijou se sintiera muy feliz. Cuando lo había encontrado fuera se veía muy triste, sin embargo, unas horas más tarde ahí estaba aquel niño riendo sin parar.

    Hiroki decidió que ya era hora de devolver el niño a su padre, ya que éste no había dado señales de vida.

    - Soy Hiroki Kamijou, su vecino.- Se presentó con semblante serio cuando el otro hombre abrió la puerta. El niño se encontraba cogiendo de la mano a Hiroki y mirando al suelo.- He cuidado esta tarde de su hijo.

    - Se lo agradezco pero no tenía que haberse molestado.

    - No tiene edad para estar solo en la calle.

    - No estaba en la calle, estaba dentro del edificio.

    - Aún así, me parece muy irresponsable echar a su hijo de casa. Es un niño pequeño, solo tiene seis años.- Dijo Kamijou muy indignado mientras el niño seguía con la cabeza agachada.- Mira, lo último que quiero es meterme en su vida pero comprenda que no puedo dejar pasar esto.

    - ¿De verdad? ¿Y qué va a hacer?

    - De momento solo le pediré que sea un padre responsable.

    - Masuyo, métete en casa.- Ordenó y el niño entró mirando tristemente a Hiroki.- Usted no me da miedo, ¿cree que puede amenazarme con llamar a servicios sociales?

    - Yo no he dicho tal cosa, aunque debería puesto que Masuyo no está matriculado en el colegio y no se está nutriendo como debería.

    - Vamos, que soy un padre horrible, ¿no es así?- Preguntó aquel hombre con actitud desafiante.- ¿Cree usted que lo podría hacer mejor? Si es así, adelante, entre y lléveselo.

    - ¿Pero qué diablos está diciendo?

    - Me haría un favor si se lo llevara.- Dijo cerrándole la puerta en las narices, dejando a un Hiroki muy sorprendido y preocupado.


    Hiroki no sabía muy bien qué hacer, estaba preocupado por aquel niño, no quería llamar a servicios sociales pero tampoco podía dejarle a cargo de ese ser tan irresponsable que le había tocado por padre. Decidió que debía hablarlo con Nowaki, ya que él era pediatra y seguro que sabía cómo actuar en ese tipo de situaciones.

    Al cabo de un par de horas llegó Nowaki del trabajo. Hiroki estaba dispuesto a contarle lo sucedido pero decidió no hacerlo al ver la cara de su novio. Se veía decaído, Hiroki nunca le había visto con esa expresión de tristeza en el rostro.

    - Nowaki, ¿qué ocurre?- Preguntó Hiroki.

    - ¿Recuerdas a Yui-chan?- Dijo Nowaki con un hilo de voz y el profesor asintió. Yuiko era una niña que llevaba prácticamente toda su vida en el hospital, Nowaki hablaba mucho de ella y Hiroki sabía que la niña estaba esperando un trasplante que debía llegar pronto.- Ha muerto esta tarde.

    - ¿Qué?- Murmuró Hiroki sorprendido y fue a abrazar a su novio.- Lo siento mucho, Nowaki, sé lo mucho que querías a Yuiko...lo siento tanto.

    - Gracias, Hiro-san.- Dijo el médico correspondiendo el abrazo.- Creo que me voy ya a la cama. Buenas noches, Hiro-san.

    - ¿No quieres cenar?

    - No me entra nada.- Respondió el médico negando con la cabeza y metiéndose en la habitación.

    Pasaron un par de días en los que Hiroki hacía todo lo posible por animar a Nowaki, quien seguía algo decaído por la pérdida de su paciente.

    - Sé que es parte de mi trabajo pero no consigo acostumbrarme.- Le dijo el médico cuando estaban acostados en la cama, ya listos para ir a dormir.- Les veo tan pequeños, Hiro-san… No es justo.

    - No, no lo es.- Le dijo Hiroki abrazándole de lado.- Pero habéis hecho todo lo que habéis podido. No ha sido vuestra culpa que el trasplante no haya llegado a tiempo.

    - Lo sé, pero no puedo evitar sentirme triste.

    - Por supuesto, eres humano y querías mucho a Yuiko. Es normal que te afecte.

    - Pasó prácticamente toda su vida con nosotros.- Murmuró Nowaki suspirando y Hiroki le miró apenado. Al ver la cara de su pareja, el menor decidió cambiar de tema de conversación, no quería entristecer a Hiroki.- Bueno, ¿qué tal en el trabajo?

    - Como siempre. Miyagi es un desastre que lo único que hace es darme más trabajo y mis alumnos son unos cazurros que no tienen interés por nada. Si no fuera por lo mucho que me gusta la literatura…

    - Seguro que entre tus alumnos hay de todo.

    - No lo tengo tan claro.- Dijo Hiroki.- Por cierto, mañana tienes turno de día, ¿no?

    - Tengo turno de 24h.- Suspiró Nowaki y el profesor frunció el ceño.

    - ¿Otra vez? ¿Es que todos los meses te va a tocar un turno de esos?

    - Pero libraré dos días seguidos.

    - Sí, pero te pasarás uno descansando.

    - Lo siento, Hiro-san.

    - No es culpa tuya.- Le dijo Hiroki.- Pero me pregunto si tu sempai también hace tantos turnos…

    - A todos nos toca de vez en cuando.- El profesor no respondió, se limitó a cerrar los ojos todavía abrazando a su novio.- ¿Y qué plan tienes para mañana? Es viernes, ¿harás algo después de trabajar?

    - Supongo que vendré a casa. Puede que compre algo para cenar.- Respondió Hiroki pensativo.- Quería ir a visitar a Akihiko pero creo que lo dejaré para otro día.

    - ¿Aún sale con ese chico?

    - Eso creo.

    - Me encantaría poder pasar más tiempo contigo.- Murmuró Nowaki y Hiroki abrió los ojos para mirarle.- Te prometo que el domingo estaremos todo el día juntos.

    - Más te vale.- Le dijo el profesor y Nowaki rió levemente.



    Volvió a su casa nada más acabar las clases con la intención de tumbarse en el sofá y relajarse. Había sido una semana muy larga, pero al menos ya llegaba a su fin. Esta vez no se sorprendió cuando vio a Masuyo sentado en el suelo junto a la puerta. Hiroki suspiró y se acercó al niño con una pequeña sonrisa.

    - Masu-chan, ¿qué haces aquí fuera?

    - Mi papá está con una mujer y yo quiero ir al parque.- Respondió el niño. Hiroki miró hacia la puerta del apartamento con el ceño fruncido. Volvió a sacar papel y boli como la vez anterior y escribió algo para después pasarlo por la puerta.

    - ¿Quieres ir al parque?- Preguntó el profesor y Masuyo asintió rápidamente con la cabeza. Hiroki le tendió una mano que el niño agarró sin dudar y ambos se dirigieron hacia el parque que había en aquel barrio.

    A esa hora de la tarde el parque estaba lleno de niños. Hiroki caminó junto a Masuyo hasta llegar a un banco que estaba libre.

    - Yo me quedaré aquí, no te preocupes.- Le sonrió el profesor.- ¿Dónde vas a estar jugando? ¿En la arena?¿En el tobogán?

    - Quiero ir al columpio.

    - Muy bien, yo te estaré mirando desde aquí.- Masuyo asintió y se alejó del mayor. Hiroki observó como el niño se quedaba un poco apartado de los columpios, mirando como tres niños jugaban en ellos. El profesor esperó a que Masuyo interactuara con ellos pero el pequeño se limitaba a mirarles desde la distancia, sin atreverse a acercarse. Al ver que pasaban los minutos y Masuyo no hacía nada, Hiroki se levantó suspirando y fue hacia donde estaba el niño.- ¿Ocurre algo, Masu-chan?

    - No.- Negó Masuyo sin apartar la vista de aquellos tres niños.

    - ¿Por qué no vas a jugar con ellos?

    - Porque no les conozco.- Murmuró el niño.

    - Bueno, si no te acercas nunca les conocerás.- Dijo Hiroki pero Masuyo no hizo ningún tipo de movimiento.- Vamos, te acompaño a conocerles.- El pequeño le miró con gesto dubitativo, pero finalmente cogió la mano del mayor. Cuando llegaron a donde estaban los tres niños, Masuyo se escondió un poco detrás de las piernas de Hiroki.- Hola. Este de aquí es Masu-chan, ¿vosotros como os llamáis?

    - Yo soy Shun-chan.- Dijo un niño con gafas dando un paso hacia delante.

    - Yo Rina.- Se presentó una niña con dos coletas.

    - Ken-chan.- Se limitó a decir el tercer niño, quien parecía el más pequeño de los tres. Hiroki empujó suavemente a Masuyo para que no se escondiera detrás de él.

    - ¿Os apetece jugar con Masu-chan?- El niño con gafas asintió con la cabeza y cogió de la mano a Masuyo.

    - Vamos a jugar a los exploradores.- Dijo Shun-chan y los niños volvieron a los columpios emocionados.

    - ¿Es su hijo?- Preguntó una voz a su espalda. Hiroki se giró y se encontró con una mujer joven que le sonreía.

    - No.- Respondió rápidamente Hiroki, pero después pensó que quedaría un poco raro estar con un niño que no tenía ningún tipo de relación con él.- Es mi sobrino. El hijo de mi hermana.

    - Yo soy Katsumi, la madre de Rina.

    - Hiroki. Encantado.

    - Nunca os había visto por aquí.- Comentó Katsumi sin borrar su sonrisa de la cara.

    - Bueno, Masuyo y su padre se han mudado recientemente a la zona.- Dijo Hiroki.- Es la primera vez que venimos.

    - Por eso estaba tan tímido.

    - Sí, supongo que sí.- Asintió el profesor.- Tenía muchas ganas de hacer amigos.

    - Pues deberíais venir más veces. Nosotros solemos venir viernes y domingo.- Dijo la mujer.- Aunque los padres de Shun-chan y Ken-chan los traen la mayoría de tardes.

    - ¿Son hermanos?

    - Sí. Shun-chan tiene seis años como mi hija y Ken-chan cinco.

    - Masuyo también tiene seis años.- Comentó Hiroki sin apartar la vista de los niños.

    Estuvieron un par de horas en el parque y, cuando empezó a oscurecer, Hiroki decidió que ya era hora de volver a casa.

    - ¿Te lo has pasado bien, Masu-chan?

    - Sí. ¿Podré volver?

    - Claro, volveremos un día de estos.- Sonrió Hiroki.

    - Rina me ha dicho que va el domingo.- Dijo el pequeño. Hiroki se quedó pensativo, el domingo no podía acompañarle, era el día en que Nowaki y él estarían juntos.

    - Lo siento, Masu-chan, el domingo no podré llevarte al parque.- El niño asintió entristecido.- Pero te prometo que la semana que viene iremos muchos días, ¿de acuerdo?

    - ¡Sí!- Exclamó emocionado.

    Llegaron al edificio y Hiroki devolvió a Masuyo a su padre, quien le agradeció haber cuidado del niño. Hiroki quiso decirle cuatro cosas pero decidió contenerse ya que estaba de muy buen humor aquel día. Normalmente los días en que Nowaki trabajaba él se sentía muy solo en el apartamento, pero aquella tarde no había sido así. Estar con el pequeño le había hecho más llevadera la ausencia de Nowaki y pasar tiempo con el niño había sido una experiencia agradable. Pero nada más. A Hiroki no le gustaban los niños y claramente no le estaba cogiendo cariño a Masuyo, por muy adorable que fuera el niño. El profesor no sentía ningún tipo de debilidad por aquel pequeño, simplemente había sido amable y ya está. Al menos eso era lo que Hiroki se repetía a sí mismo.

    Hola ^^
    ¿Qué tal? Espero que os haya gustado. Si veo que gusta continuaré la historia, este capítulo en verdad es un poco de prueba.
    Muchas gracias por leer.

    Un abrazo :)
     
    Top
    .
  2.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    El seme
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    127

    Status
    Offline
    Me encantó tu fic la verdad pobre niño la verdad como se atreve ese mal padre bueno para nada,además el debería adoptar a masuyo ya que es un buen niño y que el padre desaparezca de la fas de la tierra maldito hijo de su madre que le pasa maldito idiota bueno espero la conti y que masuyo no está solo ojalá que hiro san le cuente a nowaki que lo adopten para alejarlo de ese mal padre hijo de puta madre jajaja besos n.u
     
    Top
    .
  3.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Se ve muy interesante.
    Pobre niño con semejante padre. Espero que Nowaki y Hiroki lo adopten.
    Espero que lo continúes se ve muy prometedor.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  4. ttatsuk-san
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Ah, me ha encantado
    Por favor continua la,
    Esperaré ansioso el siguiente capítulo n.n
     
    Top
    .
  5.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 2 - Secreto


    Había pasado casi un mes desde que conoció a Masuyo y todavía no le había contado nada a Nowaki. La razón por la que Hiroki no le había hablado de su pequeño vecino era que a Nowaki le encantaban los niños y se moría de ganas de ser padre. El médico nunca se lo había dicho pero Hiroki lo sabía, siempre lo había sabido. Por ese motivo Hiroki creía que lo mejor era mantener a Nowaki alejado de Masuyo, para que no le cogiera cariño al niño y para que no se le metieran ideas extrañas en la cabeza. Nowaki sabía que al profesor no le gustaban nada los niños y Hiroki sospechaba que ese era el motivo por el que el menor no le había comentado nada sobre tener hijos, pero si descubría que Hiroki se estaba encariñando de Masuyo, sacaría el tema de tener hijos y eso era lo último que el profesor quería. No podían tener hijos, era imposible, no podía ser.

    Salió del trabajo y se dirigió, como hacía siempre que Nowaki trabajaba, hacia el nuevo colegio de Masuyo. Después de varios días discutiendo con el padre del niño, había conseguido que éste le matriculara en el colegio más cercano a su edificio. Cuando llegó Masuyo estaba en la puerta esperándole junto a su maestra.

    - Lamento llegar tarde, se me ha acumulado el trabajo.- Dijo Hiroki a modo de saludo.

    - No se preocupe, Kamijou-san, no han sido ni diez minutos.- Sonrió la maestra. Masuyo se acercó a Hiroki y le abrazó las piernas.

    - ¿Cómo ha ido, renacuajo?- Preguntó Hiroki acariciando la cabeza del niño.

    - Bien.- Respondió Masuyo liberando las piernas del mayor y cogiéndole la mano.

    - Muchas gracias por todo. Hasta el lunes.- Se despidió Hiroki y caminó junto con el niño hacia el parque, donde Masuyo solía jugar con sus nuevos amigos.

    Cuando llegaron Rina y su madre, Katsumi, ya se encontraban allí. La pequeña estaba jugando tranquilamente con la arena. Masuyo al verla se soltó de la mano del mayor y salió disparado hacia donde estaba su amiga para ponerse a jugar con ella de inmediato. Hiroki saludó cordialmente a Katsumi y se sentó junto a ella en un banco.

    - ¿Hoy no vienen Shun-chan y Ken-chan?- Preguntó Hiroki para entablar una conversación.

    - No, pero la madre de los niños me ha pedido que te pregunte si Masuyo puede ir mañana a merendar a su casa.- Dijo la mujer con una sonrisa.

    - ¿Y eso?- Preguntó Hiroki algo sorprendido.

    - De vez en cuando los niños suelen quedar para merendar, esta vez ha tocado en casa de los Hamasaki.- Explicó Katsumi.- Bueno, ¿qué me dices? ¿Traerás a Masu-chan?

    - Dudo mucho que su padre pueda llevarle.- Dijo Hiroki pensativo.- Lo consultaré con mi pareja y esta noche os digo algo, ¿de acuerdo?

    - Por supuesto.- Sonrió la mujer.- Crearé un grupo de whatsapp para que podamos hablar de las quedadas de los niños, ¿te parece bien?

    - Claro.- Asintió Hiroki.

    - Por cierto, siento si soy indiscreta pero me preguntaba a qué se dedica tu cuñado. Nunca se le ve por aquí, parece un hombre muy ocupado.

    - Sí, bueno, la situación del padre de Masuyo es complicada.- Se limitó a decir con cierto nerviosismo.- No es fácil ser padre soltero…

    - ¿Por eso le ayudas tanto?

    - Sí, por eso. Bueno y porque me gusta pasar tiempo con Masuyo.

    - Qué suerte tiene de tener un tío tan atento.- Hiroki sonrió pero no dijo nada, por lo que Katsumi continuó hablando.- ¿En qué trabaja su pareja?

    - Es pediatra.

    - ¡Wow!- Exclamó la mujer entusiasmada.- ¡Qué suerte! Masu-chan debe estar muy bien atendido.

    - Bueno, mi pareja tiene unos horarios que no son compatibles con los de un niño, es por eso que se ven muy poco.

    - ¿Y cómo se llama? Estoy muy contenta con el Dr. Yoshida pero nunca se sabe.

    - Mi pareja no hace consultas. Trabaja en el hospital, por lo que atiende casos más graves y de vez en cuando urgencias.- Respondió Hiroki.- Es por eso que tiene tan mal horario.


    Cuando Hiroki entró en casa después de dejar a Masuyo en la suya, Nowaki ya estaba preparando la cena. El médico le sonrió y le dio un rápido beso en los labios.

    - ¿Qué tal en el hospital? Has salido antes, ¿no?

    - Sí, por suerte.- Respondió Nowaki.- Sí que has salido tarde hoy, ¿no?

    - En verdad no, pero he ido a dar una vuelta.

    - Ah. Pues de haberlo sabido podríamos haber ido a dar la vuelta juntos.

    - A la próxima.- Dijo Hiroki.- Por cierto, ¿mañana trabajas?

    - Sí.- Asintió Nowaki sin apartar la vista de la sartén.

    - ¿Qué turno tienes?

    - Entro a las tres, ¿por qué?

    - Por nada, simplemente por saberlo.- Respondió Hiroki y sacó el móvil para enviar un mensaje confirmando que Masuyo iría a la merienda.

    - Hiro-san.- Le llamó Nowaki pero el profesor no apartó la vista del teléfono, que empezó a vibrar de manera constante.- Hiro-san.

    - ¿Eh?

    - ¿Con quién hablas?- Preguntó Nowaki y Hiroki guardó el móvil de nuevo en el bolsillo.

    - Con nadie, era solo trabajo.- Respondió acercándose un poco hacia donde estaba el menor.- Qué bien huele.

    - Hiro-san, ¿va todo bien?- Preguntó Nowaki con preocupación.

    - ¿A qué viene eso? Claro que va todo bien.

    - No sé, es que últimamente actúas de manera extraña.- Comentó Nowaki cabizbajo.- Es como si me evitaras.

    - Eso es una tontería, Nowaki.

    - Sí, supongo que serán imaginaciones mías...- Murmuró el médico desviando la mirada. Hiroki se sintió mal por mentirle a su pareja, pero consideraba que eso era lo mejor, la verdad sólo acabaría complicando más las cosas.

    - De verdad que todo está bien.- Dijo Hiroki pasando sus brazos alrededor de la cintura del otro y apoyando su cabeza en su pecho.- Ya sé que no te lo digo mucho, pero me encanta estar contigo.

    - Eres muy tierno.- Comentó Nowaki dándole un beso en la cabeza. El profesor se sonrojó un poco y se apartó del menor para que pudiera continuar cocinando.



    Al día siguiente, poco después de que Nowaki se marchara a trabajar, Hiroki recogió a Masuyo y le llevó a casa de sus amigos para la merienda. La madre de los dos niños le invitó a quedarse, pero Hiroki prefirió ir a una librería a comprar unos libros que le hacían falta. Se despidió de Masuyo y le dijo que en un par de horas regresaría a por él.

    Tenía planeado ir a casa de Akihiko a hacerle una visita, pero se entretuvo demasiado rato en la librería y cuando se dio cuenta de la hora tenía que ir a recoger al pequeño. Cuando llegó a la casa de los dos hermanos, Masuyo le pidió quedarse un poco más, por lo que esperó media hora tomando café con la madre de los niños. Finalmente consiguió que Masuyo se despidiera de sus amigos y volvieron a casa.

    - Buenas tardes, Kamijou.- Dijo el padre de Masuyo cuando le abrió la puerta. Se le veía más amable que otras veces, cosa que no pasó desapercibida para el profesor.- ¿Se ha portado bien?

    - Sí, es muy buen niño.

    - Anda, pasa.- Le dijo el padre y Masuyo entró en la estancia despidiéndose de Hiroki con la manita. El profesor ya se iba a marchar cuando volvió a hablar aquel hombre.- Creo que no hemos empezado con buen pie.

    - No, no hemos empezado bien.

    - La primera impresión no fue buena y luego tuvimos aquella bronca por lo de matricular en el colegio a Masuyo...- Comenzó a decir cruzándose de brazos.- ¿Y si olvidamos todo eso? Masuyo te ha cogido cariño y es mejor que estemos a buenas.

    - Supongo.- Se limitó a decir Hiroki. No quería llevarse mal con ese hombre, pero el discursito que le estaba soltando no le convencía para nada.

    - No es fácil ser padre soltero, Kamijou. Lo intento hacer lo mejor que puedo aunque siempre la cago y Masuyo todavía es muy pequeño por lo que hay cosas que no entiende. Es por eso que me gustaría agradecerte todo lo que has hecho este mes.

    - No lo he hecho por ti, lo he hecho por Masu-chan.

    - Lo sé.

    - Pero es un placer ayudar.- Dijo Hiroki sin relajar su semblante.- Cualquier cosa que necesi…

    - Muchas gracias. Ahora que lo dices, ¿te importa que Masuyo pase la noche contigo?- Interrumpió el hombre. Hiroki resopló, aquel sujeto era un caradura.- Me ha salido un curro temporal y empiezo esta madrugada, no me gustaría dejar a un niño solo en casa a esas horas.

    - Está bien.- Asintió Hiroki suspirando. Le fastidiaba mucho facilitarle la vida a ese hombre, pero lo hacía por el niño. Masuyo le necesitaba.

    - Te lo llevas ya, ¿no?- El profesor le miró con cierto odio pero asintió.- Y también le darás de cenar, ¿verdad?

    - Hombre, pues claro.

    - ¡Masuyo, prepara tus cosas que duermes con Kamijou!- Gritó el hombre. El niño se asomó un momento sonriendo para después volver a meterse en la vivienda. No pasaron ni dos minutos cuando el pequeño salió ilusionado, cargando una pequeña mochila y un peluche algo sucio de un mono.

    - ¿De verdad que me voy?- Le preguntó el niño a su padre sin borrar la sonrisa.

    - Sí. No des mucho por culo.- El hombre le dio dos palmaditas en la cabeza al pequeño para seguidamente cerrar la puerta, dejando al profesor y a Masuyo en el rellano.

    - Bueno, vamos a casa.- Le sonrió Hiroki sacando su llave.- Te prepararé la habitación de invitados.

    El niño se quedó en el salón dibujando mientras Hiroki sacaba un futón y lo tendía en la habitación que él usaba como estudio, aunque en realidad era la de invitados. Nowaki y él planeaban decorarla un poco y hacerla más acogedora, pero como no solían tener invitados, de hecho Masuyo era el primero en estrenarla, habían decidido dejarlo para más adelante.

    Mientras organizaba todo para que el pequeño se encontrara lo más a gusto posible, Hiroki no podía parar de pensar en Nowaki. En unas horas llegaría del trabajo y se encontraría con un niño durmiendo en su casa, por lo que Hiroki tendría que contarle todo. El profesor suspiró frustrado, sabía que tarde o temprano ese momento llegaría pero no esperaba que fuera tan pronto. ¿Y si Nowaki se encariñaba demasiado con Masuyo? El pequeño sólo era su vecino, existía la posibilidad de que en un momento dado el niño y su padre se mudaran a otro lado y perdieran el contacto. ¿Y si Nowaki sacaba el tema de tener hijos? Hiroki no quería, no estaba interesado y le partiría el corazón tener que decirle que no a su novio.
    La vibración de su móvil le sacó de sus pensamientos. Era un mensaje de Nowaki.

    Tengo que hacer turno doble. Un compañero está indispuesto y no hay gente para sustituirle.
    Lo siento mucho, Hiro-san. Nos vemos por la mañana.
    Te amo.


    Hiroki apretó el móvil en su mano, le cabreaba mucho que Nowaki tuviera tantos turnos. Estaba seguro de que era el único en hacer tantas guardias, Nowaki era demasiado buena persona y sus compañeros de trabajo se aprovechaban de él. El profesor no tenía ninguna duda de que era eso lo que pasaba. Su novio era un trozo de pan que no sabía decir que no.
    Por otro lado se sentía aliviado. Si Nowaki llegaba por la mañana, podía llevarse a Masuyo a desayunar fuera y de esta forma evitar el encuentro. Le diría a Nowaki que había salido a ver a sus padres.

    Pasó el resto del día con Masuyo, el niño se encontraba muy emocionado por dormir en casa del profesor, por lo que a Hiroki le costó convencerle de que ya era hora de ir a la cama. Finalmente consiguió que el pequeño se durmiera y él pudo ponerse a adelantar trabajo en el salón. Ya eran pasadas las doce de la noche, llevaba horas trabajando y ya había decidido irse a la cama cuando Masuyo apareció en el salón llorando.

    - ¿Qué ocurre?- Preguntó Hiroki con gesto preocupado.

    - Me duelen mucho las piernas.- Respondió el niño sin parar de llorar. El profesor le cogió y le tumbó en el sofá, intentando tranquilizarle. Pasó casi media hora y Masuyo seguía quejándose de dolor. A esas alturas Hiroki ya se encontraba muy preocupado.

    - ¿No se te pasa ni un poquito?

    - No.- Negó Masuyo abrazándose al mayor y con la cara roja de tanto llorar.- Duele un montón.

    - Tranquilo que pronto se te pasará.- Hiroki enrolló con una manta al niño para que no pasara frío y, con el pijama puesto, salió a la calle en busca de un taxi. Le pidió al taxista que le llevara al hospital más cercano y en menos de cinco minutos ya estaban allí. Hiroki suspiró al ver que se trataba del hospital en que trabajaba Nowaki, pero decidió no darle mayor importancia, en aquel momento lo importante era que Masuyo se pusiera bien.

    Entró en urgencias con el niño cargado en brazos, quien no había parado de llorar en todo el trayecto. La recepcionista le indicó que esperara sentado en una silla y que en unos minutos le atenderían.
    Poco tiempo después le llamaron y Hiroki entró en la consulta con Masuyo, quien se agarraba a él con fuerza. El profesor quiso que la tierra se le tragara al ver el médico que les había tocado.

    - ¡Kamijou!- Exclamó Tsumori sonriendo.- ¿Has venido porque echabas de menos a Nowaki?

    - ¡Por supuesto que no!- Dijo Hiroki algo indignado.- Masuyo lleva más de dos horas quejándose de que le duelen las piernas.

    - Vaya decepción, ya creía que no podías vivir sin nuestro Nowaki.- Comentó el médico mientras se acercaba a la camilla.

    - ¿Nuestro?- Murmuró Hiroki con cara de odio.

    - Por favor, tumba a Masuyo en la camina.- Hiroki obedeció y el pediatra comenzó a examinar las piernas del pequeño, quien estaba asustado y no se soltaba de la camisa del pijama del profesor. Hiroki le acariciaba la espalda al pequeño para darle ánimos.- Mmm… diría que son dolores de crecimiento pero voy a pedir una segunda opinión que nunca viene mal.

    - ¿Cómo una segunda opinión?- Frunció el ceño el profesor. Su instinto asesino aumentaba por momentos, sabía perfectamente a quién iba a llamar aquel medicucho.- Si ya sabes que es eso no veo por qué…

    - ¡Hasta ahora!- Tsumori se fue dejando a Masuyo y a él solos en la consulta. El pequeño le miraba con gesto asustado, por lo que Hiroki le sonrió para tranquilizarle y le beso la frente. Masuyo se acercó más a él, por lo que el profesor decidió cogerle en brazos hasta que volviera aquel médico al que tanto odiaba. Pasaron un par de minutos en los que Masuyo no se soltó de Hiroki y entró Tsumori seguido de Nowaki, quien se quedó muy sorprendido al ver a su pareja allí y en pijama.- Bueno, Nowaki, lo dejo en tus manos.- Tsumori salió de la consulta, dejando a la pareja y al pequeño. Se produjo un silencio en el que Nowaki miraba alternativamente a Hiroki y a Masuyo, sin saber muy bien qué estaba pasando y por qué diablos su Hiro-san se encontraba a esas horas en urgencias y cargando a un niño al que no había visto jamás.


    Hola ^^
    Muchas gracias por los comentarios! Finalmente he decidido continuar la historia.
    ¿Qué os ha parecido el segundo capítulo? Espero que os haya gustado.
    Muchas gracias por leer.

    Un abrazo :)

    P.D: El miércoles, si todo va bien, subiré el nuevo capítulo de El Internado.
     
    Top
    .
  6.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Por fin Nowaki se va enterar de la existencia de Masuyo, se pondrá muy feliz y él también lo cuidará como Hiroki y saldrá con ellos como una familia, ahora Hiroki no se librará de que Nowaki le diga de tener ellos un hijo.
    Esperaré con ansias la conti.
    Me alegra saber que el miércoles subirás un nuevo capítulo de El Internado.
     
    Top
    .
  7. Arwen09
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Super emocionante!!! Es una ternura Hiroki.
     
    Top
    .
  8. ttatsuk-san
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Ah, me encanta este tipo de fics, el tuyo es mi favorito, esperaré el siguiente con mucho gusto
     
    Top
    .
  9.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    El seme
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    127

    Status
    Offline
    Me encantó el fic conti por fa quiero saber que va a pasar con matsuyo san enserio y que nowaki acepte a matsuyo ya que el ha sufrido por ese mal padre.
     
    Top
    .
  10.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Hola ^^
    Muchas gracias por todos los comentarios que dejasteis sobre el capítulo anterior :)


    Capítulo 3


    Se produjo un silencio en el que Nowaki miraba alternativamente a Hiroki y a Masuyo, sin saber muy bien qué estaba pasando y por qué diablos su Hiro-san se encontraba a esas horas en urgencias y cargando a un niño al que no había visto jamás.

    - Le duelen las piernas.- Murmuró Hiroki sin saber muy bien qué decir para romper aquel silencio. Nowaki asintió sin salir de la sorpresa y se acercó a la camilla mientras Hiroki volvía a tumbar al niño, quien no quería soltar al mayor.- Será solo un momento, Masu-chan, yo estoy aquí.

    - Masu-chan, tranquilo, no te voy a hacer daño.- Le dijo Nowaki al pequeño con voz suave. Masuyo dejó de moverse inquieto pero no aflojó el agarre de la camisa de Hiroki. Nowaki comenzó a masajear las piernas del niño en silencio.

    - ¿A qué hora acabas el turno?- Preguntó Hiroki por decir algo. Se sentía muy incómodo y sabía que Nowaki estaba un poco mosqueado.

    - Hoy no hay mucho trabajo así que me puedo ir antes, sois mi último paciente.- Respondió Nowaki sin mirarle.

    - Genial, entonces te esperamos.- Dijo Hiroki. Masuyo le miró sin entender de qué estaba hablando y el profesor le sonrió.- ¿Sabes quién es, Masu-chan?

    - Sí, el doctor.- Respondió el pequeño ya más calmado, mientras el pediatra le seguía masajeando las piernas.

    - Es Nowaki.- Le dijo Hiroki y el niño abrió los ojos sorprendido. Hizo contacto visual con el médico, quien le sonreía, y el pequeño se escondió en el pecho del profesor.- ¿Qué te pasa? No me digas que ahora te da vergüenza.

    - No.- Dijo Masuyo sin cambiar de posición.

    - Son dolores de crecimiento, Hiro-san.- Le dijo Nowaki.- Si le vuelve a pasar, los masajes alivian.

    - De acuerdo.- Asintió Hiroki.

    - Masu- chan, te has portado muy bien.- Sonrió Nowaki metiéndose una mano en el bolsillo y sacando una piruleta. El niño despegó su cabeza del pecho de Hiroki para poder ver lo que le estaba tendiendo el médico, sonrió ilusionado y alargó la mano para coger la piruleta.

    - Gracias.

    - ¿Siempre llevas chuches en los bolsillos?- Preguntó Hiroki arqueando una ceja.

    - ¿Quieres una, Hiro-san?- Le ofreció Nowaki y el profesor negó con la cabeza.- Voy a cambiarme, esperadme junto a la entrada.

    Caminaron en silencio hasta casa, por suerte el hospital sólo estaba a unos quince minutos andando. Masuyo se durmió en los brazos de Hiroki poco antes de llegar al edificio.

    - Voy a acostarle.- Susurró el profesor nada más entrar en su casa, Nowaki asintió y se metió en la habitación que compartían. Hiroki dejó a Masuyo durmiendo en la habitación de invitados y se dirigió a su dormitorio, encontrándose con Nowaki metido en la cama. El médico le observó tumbarse a su lado sin decir palabra. Aquel silencio del menor le estaba matando, pero no sabía muy bien qué decirle.

    - ¿Piensas darme una explicación, Hiro-san?- Dijo Nowaki finalmente con tono calmado pero con cierto reproche. Hiroki suspiró y se giró levemente para mirarle a los ojos.

    - Masuyo es el hijo de nuestro vecino.- Comenzó a explicar el mayor.- Le conocí hará cosa de un mes y siempre que puedo me hago cargo de él. No tiene una situación fácil en casa, es por eso que me estoy implicando más de lo que debería.

    - Todo eso me parece muy bien, Hiro-san. Lo que no consigo entender es por qué me lo has ocultado.- Nowaki le miraba con el ceño fruncido y algo dolido, cosa que hizo sentir culpable a Hiroki.- Llevas un mes mintiéndome, comportándote de manera extraña y poniendo excusas. De verdad que es un alivio saber que te estás viendo con un niño, porque ya pensaba que…

    - Nowaki, lo siento muchísimo.- Interrumpió Hiroki posando su mano en el brazo de su pareja.- Lo último que quería era hacerte daño.

    - ¿Pero por qué no me lo contaste?

    - Pues porque a ti te encantan los niños y a mí no. Me daba miedo que comenzaras a pensar que me gustan y me propusieras tener hijos o algo así.- Respondió Hiroki sorprendiendo a Nowaki.- Yo no quiero tener hijos, me gusta que seamos tú y yo solos. No quería que me dijeras de adoptar y tener que decirte que no.

    - Hiro-san, yo soy feliz contigo, no necesito a nadie más.- Dijo Nowaki rodeándole con sus brazos.- Es cierto que me gustan los niños, pero ya paso tiempo con ellos en el trabajo y con eso me sobra.

    - ¿Lo dices de verdad?

    - Claro, Hiro-san.

    - Tampoco te lo había dicho porque...- Comenzó a decir Hiroki algo avergonzado.

    - ¿Por qué, Hiro-san?

    - Porque es la primera vez que le caigo bien a un niño y tú tienes un don con esos pequeños monstruos que claramente yo no tengo. Sabía que si conocías a Masuyo él te querría más que a mí y me pondría muy celoso.

    - Eso es muy infantil, Hiro-san.- Rió Nowaki suavemente avergonzando todavía más al profesor.

    - ¡Cállate!

    - Shh, no grites o despertarás a Masu-chan.- Dijo el menor dándole un beso en la frente.- Además, no tienes nada de que preocuparte, ese niño te adora.

    - Sí, eso lo sé.- Suspiró Hiroki.- Pero siempre pregunta por ti, tenía muchas ganas de conocerte.

    - ¿De verdad?

    - Sí.

    - Me alegra saber que le has hablado de mí.- Dijo Nowaki muy feliz.

    - Qué remedio, me preguntó si estaba casado.

    - ¿Y qué le contestaste?

    - Pues que no, obviamente.- Respondió Hiroki.- Pero le dije que vivía con alguien muy especial para mí.

    - Hiro-san.- Nowaki se abalanzó sobre él sin parar de sonreír.- Si no fuera porque estoy muerto y porque hay un niño en la habitación de al lado, te haría el amor durante toda la noche.

    - ¡No digas esas cosas!

    - No grites, Hiro-san, Masu-chan está durmiendo.



    Hiroki despertó a la mañana siguiente más tarde de lo acostumbrado. Nada más salir del dormitorio unos brazos pequeñitos rodearon sus piernas, miró hacia abajo y se topó con la mirada de Masuyo, quien le sonreía.

    - Buenos días.- Dijo el niño y Hiroki correspondió la sonrisa mientras le acariciaba suavemente el pelo.

    - Buenos días, Masu-chan. ¿Ya te encuentras mejor?

    - Sí, ya no me duele.

    - Me alegro. ¿Has desayunado?

    - Sí.- Respondió el niño deshaciendo el abrazo y caminando hacia el sofá donde se encontraba el médico sentado.- Nowaki me ha hecho el desayuno. Estamos viendo dibujos.

    - Muy bien.

    - Buenos días, Hiro-san.- Le sonrió Nowaki mientras el niño se sentaba a su lado.- Tienes el desayuno sobre la mesa.

    - Gracias.- Dijo Hiroki y comenzó a desayunar mientras los otros dos miraban la tele. El profesor se sintió raro, aquella escena le resultaba muy agradable y por un segundo pensó que no le importaría que todas las mañanas fueran así.

    - ¿Mi papá tiene que venir a por mí?- Le preguntó el niño desde el sofá.

    - No, te llevaré yo más tarde. Tú padre trabajó de noche y seguramente estará descansando.- Respondió el mayor y Masuyo sonrió.

    - ¡Bien!

    - Pues podríamos hacer algo, ¿no, Hiro-san?- Propuso Nowaki.- Ya que ninguno de los dos tiene que trabajar hoy… Bueno, a no ser que te hayas traído trabajo.

    - Sí que tengo trabajo pero lo haré esta noche.- Dijo Hiroki. Había planeado ponerse a trabajar nada más levantarse, pero no quería dejar escapar la oportunidad de pasar el día con Nowaki y Masuyo.- Bueno, ¿qué os apetece hacer?

    - Masu-chan, tú mandas.- Le dijo Nowaki sin borrar su sonrisa. El niño le miró muy emocionado.

    - ¡Al parque!

    - ¿Seguro, Masu-chan?- Le dijo Hiroki.- Al parque vamos siempre, ¿no te gustaría ir a otro sitio? ¿Al cine, tal vez?

    - ¿Al cine?- Murmuró el niño pensativo.- Nunca he ido…

    - Pues te va a encantar.- Dijo Nowaki sacando su móvil.- Mira, elige qué película quieres ver.

    - Esta.- Dijo el niño señalando la pantalla del móvil del médico. Nowaki sonrió de lado.

    - Esa es para mayores de dieciséis años.

    - Pero es de dibujos...- Se quejó el niño.

    - Sí, pero son dibujos para adultos.

    - Pues entonces esta.

    - Sí, esa sí que me parece apropiada.- Asintió Nowaki.

    - ¿Cuál vamos a ver?- Quiso saber Hiroki mientras acababa de desayunar.

    - ¡Es de elfos!- Respondió Masuyo entusiasmado.

    - Suena genial.- Comentó Hiroki haciendo reír a Nowaki.

    - Podemos ir a dar un paseo por el centro, comer y ya luego ir al cine.- Dijo Nowaki y el profesor asintió.

    Masuyo no paró de hablar durante todo el camino de vuelta. Le había encantado la experiencia de ir al cine y tenía muchas ganas de que llegara el día siguiente para poder contárselo a sus compañeros de clase.
    Hacía tiempo que Hiroki no se sentía tan bien, le encantaba ver al pequeño tan feliz y el hecho de que Nowaki estuviera con ellos lo hacía todavía más especial. En aquel momento se sintió un poco idiota por no habérselo contado antes a su pareja, había sido un tonto.

    - ¿Me tengo que ir ya a mi casa?- Preguntó Masuyo cuando llegaron al edificio.

    - Tu padre debe de estar preocupado.- Respondió Hiroki. Él tampoco quería separarse del niño, pero la realidad era que Masuyo tenía un padre. Por desgracia ellos jamás serían algo más aparte de sus vecinos, o eso era lo que Hiroki pensaba.

    - Sí.- Asintió el niño decaído.

    - No te preocupes, Masu-chan.- Le dijo Nowaki sonriendo.- Mañana iremos Hiro-san y yo a recogerte al colegio.

    - ¿De verdad?- Preguntó Hiroki sorprendido.

    - Claro, pasaré a buscarte a la universidad cuando acabe de trabajar y de ahí iremos a por Masu-chan.

    - ¿Y podremos estar un rato en el parque?- Preguntó Masuyo ilusionado.

    - ¿Qué dices, Hiro-san? ¿Iremos al parque?- Hiroki miró a Nowaki con una sonrisa de lado y asintió. Masuyo abrazó las piernas del profesor y en ese momento se abrió la puerta de la casa del pequeño.

    - Hombre, Kamijou.- Dijo el padre del niño a modo de saludo.- ¿Se ha portado bien?

    - Sí.- Respondió Hiroki de forma cortante.

    - Anda, pasa.- Le dijo a Masuyo y el pequeño se despidió de sus dos vecinos con la manita, para después meterse en la vivienda.

    - ¿Mañana irás tú a recogerle?- Preguntó el hombre.

    - Sí.

    - Genial. Buenas noches.

    - Tengo las cosas de Masuyo en mi casa.- Dijo Hiroki antes de que el hombre entrara en su vivienda.

    - Da igual, será mejor que tengas algo de ropa de Masuyo en tu piso.- Sin decir nada más, el padre del pequeño cerró la puerta, dejando a la pareja en el pasillo.

    - No me gusta ese hombre.- Dijo Nowaki en voz baja.

    - A mí tampoco.



    Los días y las semanas fueron pasando y, sin apenas darse cuenta, llegó el verano. Ya habían pasado cuatro meses desde aquel día en que se encontró a Masuyo delante de su puerta y tres desde que Nowaki conoció al pequeño. Poco a poco la relación con el niño se había hecho más fuerte, hasta el punto de que prácticamente vivía con ellos. Masuyo solía dormir más de cinco veces por semana en su apartamento y Nowaki y él le habían comprado algo de ropa, ya que la que tenía le venía pequeña o estaba rasgada.

    Hiroki quería a Masuyo como a un hijo y eso que sólo lo conocía de unos pocos meses. No habían hablado de ello, pero Hiroki sabía que Nowaki se sentía de la misma forma. En aquel momento de sus vidas, Masuyo lo era todo para ellos dos y el simple hecho de que en cualquier instante pudieran separarles de él le torturaba.

    - Te ha llamado Usami.- Le dijo Nowaki después de darle un pequeño beso de bienvenida. Hiroki dejó las bolsas de la compra sobre la encimera.

    - ¿Es que no sabe que tengo móvil?- Frunció el ceño el profesor.

    - Me ha dicho que pases a recoger los libros que le prestaste.

    - ¡Yo le hice el favor de dejárselos!- Dijo Hiroki molesto.- ¿Qué le cuesta venir él?

    - No te cabrees que no es para tanto, Hiro-san.- Sonrió Nowaki ganándose una mirada de reproche por parte del mayor.

    - ¡Y tanto que lo es!

    - No lo es, lo que pasa es que estás molesto por lo de Masu-chan.- El médico le miraba sin dejar de sonreír, lo que hizo enfadar más a Hiroki.

    - No estoy molesto, estoy preocupado.- Comentó el profesor.- Es la primera vez que se queda a dormir en casa de un amigo. ¿Y si tiene miedo? ¿Y si nos echa de menos?

    - Va a estar bien, Hiro-san.- Le dijo Nowaki posando sus manos en la cintura de su pareja.- Y si pasa algo, que no va a pasar, la madre de Shun-chan nos llamará inmediatamente.

    - Tienes razón.- Asintió Hiroki poco convencido.- ¿A qué hora hay que ir mañana a recogerle?

    - A las diez.

    - ¿Tan tarde?

    - ¿Las diez de la mañana de un domingo te parece tarde?

    - Pues sí.

    - Hiro-san, ya verás como cuando vayamos a por él no quiere venir.- Dijo Nowaki.- Se lo debe estar pasando genial con Shun-chan y su hermano.

    - Eso espero.- Suspiró Hiroki y en ese momento llamaron a la puerta. Kamijou fue a abrir y se encontró con su vecino, el padre de Masuyo.

    - Kamijou, tenemos que hablar.- Dijo aquel hombre de forma brusca. Hiroki se tensó al instante. Ya se temía lo peor. Su vecino tenía la capacidad de alejarles de Masuyo si él quisiera.

    - ¿Sobre qué?

    - Masuyo.- Hiroki asintió y un sudor frío le recorrió la espalda. Jamás había tenido tanto miedo como en aquel momento. No podía permitir que les apartaran de Masuyo. Se propuso que haría cualquier cosa para que eso no ocurriera.

    Hola ^^
    ¿Qué os ha parecido? Espero que os haya gustado el capítulo.
    Siento haber tardado tanto en subirlo pero he estado muy liada, os prometo que no tardaré tanto en subir el siguiente capítulo.
    Muchas gracias por leer :)
    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  11.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Era de esperarse que Nowaki adorara a Masuyo.
    Que bonita y dulce familia forman.
    Espero que este tío se tenga que ir y que les deje a Masuyo a Hiroki y Nowaki.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  12.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 4 - Padres


    Kamijou fue a abrir y se encontró con su vecino, el padre de Masuyo.

    - Kamijou, tenemos que hablar.- Dijo aquel hombre de forma brusca. Hiroki se tensó al instante. Ya se temía lo peor. Su vecino tenía la capacidad de alejarles de Masuyo si él quisiera.

    - ¿Sobre qué?

    - Masuyo.- Hiroki asintió y un sudor frío le recorrió la espalda. Jamás había tenido tanto miedo como en aquel momento. No podía permitir que les apartaran de Masuyo. Se propuso que haría cualquier cosa para que eso no ocurriera.

    - Pasa.- Se hizo a un lado para dejar entrar a aquel hombre. Se dirigieron al salón donde se encontraba Nowaki.- Toma asiento.

    - Iré directo al grano.- Comenzó a decir mientras se sentaba en el sofá.- Sé que sois pareja.- Hiroki y Nowaki se miraron entre ellos con preocupación, el profesor ya se temía lo peor. Estaba convencido de que les iba a prohibir acercarse al pequeño.

    - No, no, no.- Negó Hiroki.- Nosotros sólo somos compañeros de piso.

    - Vuestra habitación está pared con pared con la mía.- Dijo el padre de Masuyo con gesto serio.- La verdad es que es una lástima.

    - ¿El qué?- Preguntó Hiroki tensándose.

    - Que no vayáis nunca a tener hijos. ¿No os jode eso?- Ambos le miraron sin entender de qué iba el asunto.

    - Disculpa, pero creía que querías hablar de Masuyo.- Le dijo el profesor y aquel hombre asintió.

    - Masuyo no es hijo mío. Es el hijo de una novia que tuve pero que falleció, no tenía a nadie más y le prometí que yo me haría cargo del niño. El problema es que ya no puedo más.- Explicó rápidamente.- La situación me supera, la paternidad me viene grande. Yo no estoy hecho para esto y sé perfectamente que Masuyo es más feliz cuando está aquí con vosotros. Llevo meses pensándolo y he decidido daros al crío.

    - ¿Pero qué demonios?- Hiroki le miró frunciendo el ceño.- ¿Darnos? ¡Debes de estar de broma!

    - Vaya, creía que os interesaría...- Murmuró su vecino.

    - Hiro-san, ¿podemos hablar un momento?- Dijo Nowaki interviniendo por primera vez. Ambos se levantaron y caminaron hacia el dormitorio.- Creo que va en serio.

    - ¿Lo de quedarnos a Masu-chan? Es una locura, Nowaki. Ese hombre debe de estar borracho.

    - No lo está.- Negó Nowaki.- ¿Qué le decimos?

    - Yo le enviaría a…

    - Hiro-san, ¿tú quieres ser padre?- Interrumpió el médico.- ¿Te gustaría que Masuyo fuera nuestro hijo?

    - Nowaki, yo…- Hiroki suspiró y se sentó en la cama.- Si me lo llegas a preguntar hace unos meses te habría dicho que es una locura pero, sinceramente, no hay nada que me gustaría más. Adoro a ese niño, tú y él sois las personas más importantes de mi vida y, de verdad, que quiero que sea nuestro hijo.

    - ¿Pero?- Preguntó Nowaki con cierta tristeza.

    - No me fío de ese hombre. Me da miedo que nos lo dé, desaparezca y al cabo de meses o años vuelva y nos lo quite. Ahora mismo él es su tutor legal.

    - ¿Y si conseguimos arreglar los papeles? Si conseguimos que todo sea legal, ¿querrás que sea nuestro hijo?

    - Por supuesto.- Asintió Hiroki.- Pero no es tan fácil, no creo que dejen que dos hombres le adoptemos…

    - ¿Y si sólo uno es su tutor legal?

    - No sé, podría ser.- Dijo el profesor pensativo.- ¿Quieres intentarlo?

    - Sí.

    - Muy bien, pues vamos a salir y a decirle a ese hombre que nos dé dos días para pensarlo porque es una decisión muy importante.

    - De acuerdo.

    - Y ahora mismo iremos a casa de Akihiko.- Dijo Hiroki decidido.

    - ¿Por qué?

    - Estudió derecho, más idea que nosotros tendrá.



    Misaki fue quien les abrió la puerta y les sirvió té mientras charlaban tranquilamente con el escritor.

    - Calculo que lo tendré acabado en menos de una semana.- Dijo Akihiko.- Te lo enviaré a ti antes que a mi editora.

    - De acuerdo, lo leeré nada más me lo envíes.- Asintió Hiroki y su amigo le miró arqueando una ceja.

    - Tú no has venido a recoger tus libros.

    - ¿Por qué lo dices?

    - Estás demasiado amable, normalmente te quejas cuando te digo que te voy a enviar algo. ¿Qué es lo que quieres?

    - Bueno, verás, Nowaki y yo necesitamos asesoramiento legal.- Dijo el profesor con nerviosismo.- Y como tú eres abogado…

    - No ejerzo.

    - Por favor, Akihiko, sabes que si no fuera importante no te lo pediría.- El escritor le miró y suspiró.

    - A ver, ¿en qué lío os habéis metido?

    - Nuestro vecino tiene un hijo de seis años.- Comenzó a decir Nowaki al ver que su pareja no sabía por dónde empezar.- Hiro-san y yo nos hemos estado haciendo cargo de él desde hace meses, pasa más tiempo con nosotros que con su padre. El caso es que hoy nos ha hecho una visita nuestro vecino y nos ha propuesto quedarnos permanentemente a Masu-chan.

    - Y es lo que nosotros queremos.- Continuó Hiroki.- Queremos criarlo y ser sus padres, pero nos da miedo que ese imbécil continúe siendo su tutor legal y que pueda quitárnoslo en cualquier momento.

    - Comprendo.- Dijo Akihiko.- ¿Cuál de los dos quiere ser el tutor legal?

    - ¿Pero se puede hacer?- Preguntó Nowaki.

    - Será tedioso porque habrá que hacer muchísimo papeleo pero si el actual tutor legal está de acuerdo, lo veo posible.

    - ¿De verdad, Akihiko?- Sonrió Hiroki esperanzado.

    - Sí. No os preocupéis, ese niño va a ser vuestro. Yo me encargaré de todo.

    - Muchas gracias, Usami-san.

    - Sí, Akihiko, no te imaginas cuánto te lo agradecemos.

    - Os traigo un poco de bizcocho que he hecho.- Misaki salió de la cocina cargando una bandeja y platos pequeñitos.- Todavía está caliente.

    - Misaki, vamos a ser tíos.- Le dijo Akihiko sorprendiéndole.

    - ¿Eh?

    - Qué tonto eres, Akihiko.




    Pasaron casi dos meses desde aquel día. Akihiko no había dejado ningún cabo suelto y ya tenía todos los papeles listos, aquella tarde se haría oficial y Hiroki se convertiría en el tutor legal de Masuyo. Nowaki y él habían comprado un piso al otro lado de la ciudad, pues no querían que el anterior tutor de Masuyo supiera dónde se encontraban. Había pasado todo muy rápido, pero a la pareja les había dado tiempo a organizar todo en la casa nueva y habían dejado que Masuyo eligiera los muebles de su nueva habitación.

    Le habían explicado la situación al pequeño y estaba encantado de empezar su nueva vida, le daba un poco de pena tener que cambiar de colegio pero Nowaki le había tranquilizado diciéndole que era una gran oportunidad para hacer más amigos.

    Masuyo se había encariñado bastante de Misaki, con quien había pasado mucho tiempo ya que iban con frecuencia al apartamento de Akihiko para hablar de temas legales. Nowaki muchas veces bromeaba con que Masuyo estaba enamorado de Misaki, cosa que al escritor no agradaba mucho.

    - Hoy acaba todo.- Dijo Akihiko.

    - Por fin.- Sonrió Nowaki.- Nos morimos de ganas de que Masuyo se mude definitivamente con nosotros.

    - ¿Y si se echa atrás?

    - Hiroki, no te preocupes.- Le dijo el escritor.- Ese hombre no tiene ninguna intención de hacerse cargo de un crío.

    - Hiro-san, todo va a salir bien.

    - Buenas tardes.- Sonrió Misaki quien acababa de llegar.- Siento llegar tarde, hoy ha sido un día bastante estresante en el trabajo.

    - No te preocupes, llegas a tiempo.- Le dijo Akihiko.

    - ¿Y el peque?- Preguntó Misaki.

    - En el cuarto de los osos.

    - ¿A qué hora habéis quedado?

    - Nos iremos en diez minutos.- Le dijo Hiroki.- No creo que nos lleve mucho tiempo.

    - De acuerdo. Masu-chan y yo iremos al parque.- Dijo Misaki dirigiéndose al cuarto de los osos.

    - Te llamaremos al acabar.- Dijo Akihiko.

    - Misaki, muchas gracias por cuidar de Masuyo.- Le sonrió Hiroki.

    - Siempre es un placer, sensei.

    - Hace años que no soy tu profesor.

    - Ríndete, Hiroki, nunca se acostumbrará.- Comentó Akihiko.

    Los tres adultos acudieron a la cafetería donde habían quedado para firmar los papeles. El padre de Masuyo ya se encontraba allí cuando llegaron. Por suerte, aquel hombre no se echó para atrás, más bien al contrario, parecía encantado de finalmente poder desentenderse del niño.

    - Mañana llevaré todos los papeles al juzgado.

    - Akihiko, te debemos una muy grande.- Le sonrió Hiroki.

    - No ha sido para tanto.

    - Deja que os invitemos a cenar esta noche.

    - Gracias, Hiroki, pero no. Hoy es nuestro aniversario y he planeado una cena romántica.- Dijo el escritor claramente emocionado.

    - ¿Cuánto tiempo lleváis juntos?- Quiso saber Nowaki.

    - Seis años.

    - ¡Había un perro muy grande en el parque y me ha chupado la mano!- Exclamó Masuyo cuando los tres entraron en el apartamento del escritor. El niño corrió hacia Hiroki y le abrazó las piernas para, seguidamente, hacer lo mismo con Nowaki.

    - ¿Te lo has pasado bien, cielo?- Le preguntó Hiroki.

    - Misaki me ha comprado chuches.

    - ¿Le has dado las gracias?

    - ¡Sí!

    Poco tiempo después abandonaron el apartamento del escritor y se dirigieron a su nueva casa, donde llevaban sólo una semana viviendo. Hiroki se dirigió a la cocina pues aquel día le tocaba a él preparar la cena y Nowaki fue a darse un baño con Masuyo.
    Cenaron tranquilamente mientras Masuyo no paraba de hablar de lo bien que se lo había pasado con Misaki, pero de pronto se quedó callado y pensativo.

    - ¿Va todo bien?- Le preguntó el médico con una sonrisa.

    - ¿Ya sois mis papás?

    - Bueno, a partir de ahora vivirás siempre con nosotros. ¿Recuerdas lo que hablamos?- Dijo Hiroki acariciándole suavemente la cabeza.

    - Entonces… ¿os tengo que llamar papá?

    - No hace falta, nos puedes seguir llamando como hasta ahora si quieres.- Le sonrió Nowaki.

    - Pero si vais a ser mis papás os tengo que llamar papá, ¿no?

    - No si no quieres. Nosotros sólo queremos que te sientas cómodo.- Le dijo Hiroki.

    - Vale.- Asintió el pequeño.

    - Masu-chan, ya es casi tu hora de ir a la cama.- Le dijo Nowaki mirando el reloj.- Venga, a lavarte los dientes y a dormir.

    - ¿Ya?- Preguntó el niño sorprendido y el médico asintió sonriendo. Los dos adultos se pusieron a recoger la mesa mientras Masuyo estaba en el baño.

    - No me puedo creer que ya haya terminado todo.- Comentó Hiroki sin poder disimular su sonrisa.

    - Somos padres.- Dijo Nowaki ilusionado.- Jamás pensé que nos ocurriría algo así.

    - Yo tampoco.- Dijo el profesor y en aquel momento volvió a entrar en la cocina el pequeño.

    - ¡Ya está!

    - Muy bien, ahora a la cama.- Le sonrió Hiroki.

    - ¿Me arropáis?- Pidió el niño poniendo cara de chico bueno.

    - Claro, ve metiéndote en la cama que ahora vamos.- Le dijo Nowaki. No tardaron ni dos minutos en acabar de limpiar todo. La pareja entró en la habitación de Masuyo, quien ya se encontraba en la cama abrazando su peluche. Hiroki se aseguró de que el pequeño estuviera bien tapado con la manta y le dio un beso en la frente. Nowaki se inclinó un poco para hacerle cosquillas y darle también un beso en la frente.

    - Buenas noches, Masu-chan.

    - Que descanses, cielo.

    - Buenas noches, papá.- Le dijo Masuyo a Nowaki para luego dirigirse a Hiroki.- Buenas noches, papi.

    Hola ^^
    Espero que os haya gustado el capítulo.
    Muchas gracias por leer.

    Un abrazo :)
     
    Top
    .
  13.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Menos mal que ese tipo le ha dejado la custodia a Hiroki y Nowaki, hacen una bonita familia, que escena tierna cuando los llama papá y papi para darles las buenas noches.
    Que bien que Akihiko les haya ayudado, jajajaja ese Akihiko celoso de un niño.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  14.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Muchas gracias!
    Me alegro de que te haya gustado el capítulo, intentaré subir el siguiente a lo largo de esta semana :)
     
    Top
    .
  15.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Hola ^^
    Aquí os traigo un nuevo capitulo. En este ya han pasado más de dos años desde el anterior. Espero que os guste :)


    Capítulo 5 - El cumpleaños


    Corría por la calle con cuidado de no chocarse con nadie. Le tocaba recoger a Masuyo de su clase de natación y se había entretenido corrigiendo en su despacho. Hiroki se sentía fatal por haberse despistado de aquella manera y no podía quitarse de la cabeza la imagen de su hijo llorando porque nadie había ido a recogerlo.

    Entró en el recinto sin disminuir la velocidad pero paró en seco al ver que su hijo no estaba llorando, más bien al contrario, no paraba de reír mientras hablaba con un hombre algo mayor, a quien Hiroki reconoció al instante.
    Masuyo hizo contacto visual con su padre y corrió hacia él sonriendo. Hiroki correspondió el abrazo sin apartar la mirada de aquel hombre que caminaba hacia ellos con semblante serio.

    - Cielo, siento haber llegado tarde.

    - No pasa nada, papi, el abuelo se ha quedado conmigo.- Dijo Masuyo sorprendiendo todavía más al profesor.

    - ¿Conoces al abuelo?- Preguntó Hiroki.

    - Claro, viene siempre a verme nadar.- Sonrió el pequeño y en ese momento llegó hasta ellos el hombre en cuestión.

    - Hiroki, cuanto tiempo.

    - Hola, papá.- Le dijo Hiroki de manera fría.- No esperaba verte aquí.

    - Pues vengo dos veces por semana a ver a Masu-chan.

    - ¿Verdad que nado bien, abuelo?- Preguntó el niño sin parar de sonreír.

    - Nadas muy bien, eres el mejor.- Dijo el hombre acariciando la cabeza del pequeño. Hiroki no podía creer lo que estaba viendo, ¿desde cuándo su padre sonreía?

    - Así que vienes siempre a verle…

    - Me he jubilado, tengo mucho tiempo libre y disfruto viendo a mi nieto, ¿hay algo malo en eso?- El hombre volvió a poner su expresión seria para dirigirse a Hiroki.

    - En absoluto, pero tal y como quedaron las cosas hace dos años…

    - La gente cambia de opinión, Hiroki. No estoy orgulloso de aquello, lo lamento.

    - ¿Y mamá?- Preguntó el profesor intentando no sonar esperanzado.

    - En casa.

    - No, que si ella ha cambiado de opinión.

    - Hiroki, yo he tardado más de dos años en darme cuenta del error que cometí aquel día.- Le dijo su padre y le acarició la mejilla con afecto, cosa que no hacía desde que Hiroki era muy pequeño.- Tu madre necesita más tiempo para asimilarlo y aceptar que no hay nada malo. Ten paciencia.

    - ¿Ella sabe que vienes a ver a Masuyo?

    - Sí, de hecho me pregunta mucho por él. Tiene curiosidad.- Hiroki asintió y el pequeño tiró de su camisa para llamar su atención.

    - Papi, ¿puedo invitar al abuelo al cumpleaños?

    - Claro, cielo.

    - Abuelo, este sábado es mi cumpleaños, ¿vendrás a mi fiesta?- Preguntó el niño sonriendo con ilusión. El hombre miró a su hijo con cierta duda.

    - Será bastante informal, papá. Unos pocos amigos del cole de Masuyo, algún padre y Akihiko y su pareja.- Explicó Hiroki.

    - Iré encantado.- Le sonrió su abuelo.- ¿Cuántos años cumples? ¿Nueve?

    - ¡Sí!- Asintió Masuyo.

    - ¿Y qué quieres que te regale el abuelo?

    - Papá, no tienes que comprarle nada.- Le dijo Hiroki y su padre le miró seriamente.

    - Me he perdido ya dos cumpleaños desde que lo adoptasteis, voy a regalarle lo que quiera.

    - Muy bien, papá, pero no lo malcríes.- Hiroki se ahorró el comentario de que si se había perdido esos cumpleaños había sido porque él había renegado de su hijo, de Nowaki y del nieto al que tanto caso hacía ahora mismo.

    - Yo sólo quiero que vengas a mi fiesta.- Le dijo Masuyo a su abuelo.

    - Qué buen niño eres.- Sonrió el hombre y se dirigió a su hijo.- Te veo el sábado, hijo.

    - Adiós, papá.- Dijo Hiroki y su padre dudó un momento en si decir algo o no, pero finalmente acabó hablando.

    - Tu madre también me pregunta mucho por ti, ¿sabes? Se alegrará cuando le diga que hoy he hablado contigo.- El profesor no dijo nada y su padre se marchó después de acariciarle la cabeza a su nieto.


    Nowaki no pudo evitar poner cara de sorpresa cuando Hiroki le contó que su padre solía ir a ver a Masuyo a natación y que estaba invitado el sábado a la fiesta.

    - Como si no tuviera ya suficientes cosas por las que preocuparme.- Se quejó Hiroki mientras Nowaki cocinaba.

    - ¿Lo dices por Masu-chan?- Preguntó el médico sin apartar la vista de la sartén.

    - Claro que lo digo por él. Esto no puede seguir así, Nowaki.

    - Es sólo una fase, Hiro-san.

    - Pues se me está haciendo muy larga.- Comentó Hiroki.

    - Tampoco han sido tantas veces.

    - Ocho noches, Nowaki, y hoy será la novena.

    - Puede que hoy no se pase a nuestra cama.- Dijo Nowaki y su pareja negó.

    - Le pasa algo. Nunca nos había dado problemas en ese aspecto.- Suspiró Hiroki.- Desde el primer día ha dormido en su cama, no entiendo qué le ha podido pasar para que de pronto necesite dormir con nosotros.

    - Es una fase.- Repitió Nowaki.- Se le pasará pronto.

    - ¿Y si no es así? Me duele un montón la espalda.- Dijo Hiroki.- Paso todas las noches con su codo en mi espalda.

    - Deberíamos hablar con él.- Dijo Nowaki.

    - Ya le pregunté la primera noche que vino a nuestra cama y no quiso decirme qué le había pasado.- Habló Hiroki con tono preocupado. Nowaki se acercó a él y le abrazó suavemente.

    - Todo irá bien, Hiro-san. Puede que Masu-chan necesite un poco de tiempo.- Le dijo el médico.- ¿Has hablado con Misaki?

    - Le llamé hará un par de días y me dijo que Masuyo no le ha contado nada.

    - Mañana por la tarde tengo libre, ¿por qué no le llevamos a merendar a esa heladería que le gusta tanto? Así podremos hablar tranquilamente con él.

    - De acuerdo.- Asintió Hiroki.- ¿Pero y si eso no funciona?

    - Lo único que se me ocurre es que lo llevemos a un psicólogo infantil.

    - ¿Por qué huele a quemado?- Preguntó Masuyo, que acababa de darse un baño. Nowaki miró la sartén e hizo una mueca.

    - Tu padre se ha despistado hoy un poco.- Le dijo Hiroki mientras Nowaki solucionaba el problema de la cena.

    Poco tiempo después de cenar acostaron a Masuyo en su cama y se quedaron con él hasta asegurarse de que estaba dormido. Hiroki y Nowaki vieron un capítulo de la serie que seguían y después se metieron en su habitación.
    Llevaban poco tiempo dormidos cuando les despertó el chirrido de su puerta al abrirse, escucharon unos pasos pequeños y, seguidamente, notaron que alguien se metía entre ellos en la cama.

    - Masu-chan, ¿todo bien?- Susurró Nowaki, era lo que decía todas las noches.

    - Sí, pero quiero dormir con vosotros.- El niño dio la misma respuesta de siempre. Hiroki no dijo nada, simplemente suspiró e intentó volver a dormirse.

    A la mañana siguiente, Hiroki amaneció muy cansado. Era muy incómodo dormir tan apretados y, aunque Nowaki no se quejaba, sabía que él tampoco estaba descansando lo suficiente.

    - Venga, Masu-chan, ve a vestirte o llegarás tarde al cole.- Le dijo Hiroki y el niño salió de la habitación para irse a la suya.- No puedo más, Nowaki, va a acabar con mi espalda.

    - Y con nuestra vida sexual.- Murmuró el pediatra.

    - Tenemos que hablar con él.

    - Lo haremos esta tarde, Hiro-san.

    Aquella tarde hicieron lo acordado el día anterior. Llevaron a Masuyo a su heladería preferida con la intención de solucionar aquel asunto. El pequeño estaba muy contento, veía mucho a sus padres pero pocas eran las veces en que sus trabajos les permitían pasar tiempo los tres juntos.

    - Y en el cole todos hablan de mi fiesta.- Dijo Masuyo, quien tenía la boca manchada de helado.- Shizen me ha preguntado de qué será la tarta pero como no lo sé, le he dicho que era un secreto.

    - Papá es el encargado de la tarta.- Dijo Hiroki.

    - ¿Te parece bien si la hago de galletas y chocolate?- Le preguntó Nowaki y el niño asintió efusivamente.

    - Espera, cielo, que te has puesto perdido.- Hiroki cogió una servilleta y comenzó a limpiarle los restos de helado que tenía por prácticamente toda la cara.

    - ¡Papi, para que me da vergüenza!- Dijo Masuyo haciendo reír a Nowaki.

    - Lo que me faltaba por oír.- Frunció el ceño el profesor.

    - Es que ya no soy un bebé, papi, que ya voy a cumplir los nueve.

    - Masu-chan, lamento decirte que para tu papi siempre serás un bebé.- Le dijo Nowaki sonriendo.

    - Bueno, pero es cierto que Masuyo ya es mayor.- Comenzó a decir Hiroki y el médico supo al instante que estaba tanteando el terreno.

    - Claro.- Asintió Masuyo contento.

    - Cielo, tu padre y yo estamos preocupados.

    - ¿Por qué?- Preguntó el niño mirando a ambos.

    - Simplemente nos sorprende que ya no quieras dormir en tu habitación.- Dijo Nowaki empleando un tono de voz bastante dulce para que su hijo no sintiera que le estaban riñendo.- Y nos preguntamos si te ha pasado algo en el cole o en natación. ¿Va todo bien, Masu-chan?

    - Sí, no ha pasado nada.- Respondió Masuyo desviando la mirada.

    - ¿Entonces por qué quieres dormir siempre con nosotros?- Le preguntó Hiroki.- ¿Has visto alguna peli de miedo? No te vamos a reñir si es así.

    - No, no he visto nada.

    - ¿Pero te da miedo algo, cielo? ¿Es por eso que no quieres dormir solo?- Hiroki necesitaba respuestas, necesitaba saber qué demonios le pasaba a su hijo.

    - Masu-chan, el miedo es algo que no se puede controlar. Nadie elige tener miedo o a qué temer, no tienes de qué avergonzarte.- Le dijo Nowaki.- Nosotros te queremos muchísimo y nuestra única intención es ayudarte.

    - No es miedo.- Dijo Masuyo.

    - ¿Entonces qué es?- El niño miró la cara de angustia de Hiroki y suspiró.

    - Ya me he enterado.

    - ¿De qué?- Le preguntaron sus padres a la vez.

    - Pues de eso.

    - ¿El qué?- Preguntó Hiroki con impaciencia.

    - Ya sé cómo se hacen los bebés.- Respondió Masuyo. Hiroki y Nowaki se miraron, el profesor no entendía nada y el médico estaba haciendo un gran esfuerzo para no echarse a reír. Ninguno de los dos había previsto esto.

    - ¿Si?¿Y cómo te has enterado?- Le preguntó Nowaki sonriendo.

    - Mi amiga Hana me contó que cuando dos personas se quieren mucho, se abrazan muy fuerte en una cama y así tienen un bebé.- La sonrisa de Nowaki se amplió mientras que Hiroki no sabía qué decir.- Y vosotros os queréis mucho y dormís siempre abrazados en la cama. Yo no quiero ningún hermano, me gusta estar solo con vosotros y pensé que si dormía en medio de vosotros no podríais abrazaros y hacer bebés.- Nowaki se tapó la boca con la mano para que su hijo no le viera reír y Hiroki intentó procesar aquella información.

    - Pero...- Murmuró el profesor sorprendido por lo que acababa de decir su hijo.- Masu-chan, papá y yo no podemos tener hijos.

    - ¿Por qué?- Masuyo miró a Hiroki con sorpresa.

    - Porque los dos somos hombres.- Respondió el profesor.

    - ¿Y?

    - Para que lo del abrazo funcione tiene que ser un hombre y una mujer.- Explicó Hiroki.

    - Entonces...¿vosotros no os abrazáis?

    - Ya lo creo que lo hacemos.- Rió el médico.

    - ¡Nowaki!

    - ¿Pero no hacéis bebés?

    - No, cielo.- Le respondió Hiroki acariciándole el pelo.

    - ¡Ah! Pues entonces hoy dormiré en mi cama.- Dijo Masuyo decidido, quitando un peso de encima a sus padres.

    A partir de aquella tarde Hiroki y Nowaki pudieron dormir tranquilos, cosa que agradecieron enormemente. El sábado llegó y Masuyo estaba muy ilusionado con su fiesta de cumpleaños. Los primeros invitados en llegar fueron sus tíos.

    - ¡Tío Misaki!- Masuyo se abalanzó sobre él y el editor le cogió en brazos.

    - ¡Feliz cumpleaños, Masu-chan!- Le dio un beso en la mejilla y lo dejó en el suelo. El niño fue a abrazar a Akihiko.

    - ¿Cómo está mi enano favorito?- Le dijo el escritor correspondiendo el abrazo.

    - ¡Bien!

    - Te hemos traído una cosita…

    - ¿De verdad, Usagi-san? ¿No eres capaz de esperar hasta la tarta?- Preguntó Misaki sin poder reprimir una sonrisa.

    - ¿Qué es?- Quiso saber el pequeño. Akihiko le entregó un paquete y Masuyo lo desenvolvió con prisa.

    - ¡Una tablet!

    - ¿Qué?- Hiroki se asomó al salón al escuchar lo que acababa de decir su hijo.- ¡Eso es muy caro!

    - Ya conoces a Usagi-san.- Le dijo Misaki.

    - Hiroki, no te quejes que ya le he puesto el control parental y todo.- Dijo Akihiko.

    - Siempre igual, Akihiko...- Suspiró el profesor.

    - Una vez al año no hace daño.

    - ¿Una vez al año? Cuando no es su cumpleaños es navidad y cuando no es navidad, es porque has visto algo que te ha recordado a él y has tenido que comprarlo. Me vas a echar a perder al niño con tantos caprichos.

    Los invitados fueron llegando, Masuyo se lo estaba pasando genial con sus amigos del colegio y los adultos charlaban tranquilamente. Hiroki estaba un poco cabizbajo porque su padre todavía no había llegado. Le preocupaba que Masuyo se hubiera hecho ilusiones para nada, lo último que quería era que su padre le hiciera daño a su hijo, ya bastante les había hecho a Nowaki y a él.

    - Hiroki.- Una voz le hizo salir de sus pensamientos. Akihiko caminaba hacia él riendo.- Nowaki me ha contado por qué Masu-chan dormía con vosotros.

    - Su inocencia es muy adorable.- Comentó Misaki sonriendo.

    - Le explicasteis que dos hombres no pueden tener hijos, ¿verdad?

    - Claro, Akihiko.- Respondió Hiroki.

    - ¿Pero le explicasteis qué hacen papá y papi para pasárselo bien?- Le dijo Akihiko guiñándole un ojo. Hiroki no le respondió, pero le dio un codazo en el estómago.

    - Te pasa poco, Usagi-san.- Le dijo Misaki.

    Los invitados se fueron marchando poco a poco hasta que finalmente quedaron los dueños de la casa. Hiroki y Nowaki estaban sentados en el sofá y Masuyo estaba encima, apoyando su cabeza en el regazo del médico y los pies en el del profesor. El timbre rompió aquella escena y Hiroki fue a abrir.

    - Vaya, papá, pensé que ya no vendrías.- Dijo Hiroki a modo de saludo cuando abrió y vio que se trataba de su padre.

    - Lo siento, me he entretenido. Tu madre pensaba venir pero al final se ha echado para atrás.- Explicó su padre.- Pero me ha pedido que os invite el domingo que viene a comer a casa, dice que preparará algo especial.

    - ¿Nowaki también? Porque nosotros somos una familia y si no vamos los tres no va nadie.- Dijo Hiroki cruzándose de brazos.- Te aseguró que no permitiré que se vuelva a repetir lo de aquella vez y mucho menos en presencia de nuestro hijo.

    - Hiroki, yo ya he aceptado que estés con un hombre.- Su padre le miró algo apenado.- Ya te dije que lamentaba lo de aquel día y te prometo que tengo muchas ganas de conocer a Nowaki. Masuyo me ha hablado mucho de él.

    - Eso espero, porque como vea alguna mala cara hacia Nowaki…

    - No la habrá, Hiroki.

    - Muy bien.

    - ¿Me dejas pasar para que pueda darle el regalo de cumpleaños a mi nieto?- Hiroki se hizo a un lado. Nowaki se puso en pie al ver entrar a su suegro en la estancia y Masuyo fue corriendo a saludarle.

    - ¡Has venido!

    - Por supuesto.- Le sonrió su abuelo y le tendió su regalo.- Siento llegar tarde. Feliz cumpleaños, Masuyo.

    - Muchas gracias, abuelo.

    - Nowaki, me alegro de verte.- Dijo el hombre estrechando la mano del médico.- Quería pedirte perdón por todo lo que dije la primera y última vez que te vi.

    - No se preocupe por eso, ya está olvidado.- Sonrió Nowaki y Hiroki suspiró. A veces pensaba que Nowaki era demasiado bueno para ser real.

    - Espero que nos puedas dar una segunda oportunidad. A mi mujer y a mi nos gustaría que vinierais a comer la semana que viene a casa.

    - Allí estaremos.- Dijo el médico.

    - ¿De verdad que mamá está de acuerdo?- Preguntó Hiroki intentando no mostrarse demasiado preocupado.

    - Sí, Hiroki, ha sido idea suya.

    - De acuerdo, entonces iremos.

    Hola ^^
    Espero que os haya gustado el capítulo. A medida que avance el fic se verá cómo Masuyo va creciendo.
    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
79 replies since 4/5/2019, 19:10   1900 views
  Share  
.