25avo. Reto Literario: “Song of our Souls” // Ovejas Negras // Original

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    Shut your mouth and let me speak

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    Hi, hi, hi! He vuelto para presentar el segundo fic para el reto, antes de que lo cierren :D Este tiene algo especial, porque está parcialmente basado en la vida de mis padres. Lo he dramatizado, condensado y tematizado para que encaje bien (destruyendo la cronología original, porque no la sé por lo cierto), y he añadido la banda favorita de mi madre al popurrí para que sea más realista, además de porque crecí con esa banda en mis oídos. Hay que decir que mi madre sabe de esto y no le importa, y mi padre me dio datos y todo, pero no se lo leerá porque le conozco, nunca ha tenido paciencia para los libros. Pues ea, a por datos básicos y todo eso que se dice.
    QUOTE
    Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a sí mismos porque son todos reales.
    Pareja: Roger x Félix.
    Serie/caricatura/cómic/etc: Original
    Género: Romance, Drama
    Palabras: 5882
    Clasificación/Rating: Mayores de 13 años.
    Advertencias: Lenguaje vulgar, drogas.

    CANCIÓN ESCOGIDA: "Tie Your Mother Down", de Queen

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    Ovejas negras



    Verano de 1983

    —Lo siento, esto no funciona —dijo—. Eres genial, pero no puedo.

    Félix se quedó de piedra, pensando que con Joaquín las cosas estaban yendo bien. Habían estado un año estupendamente, y de repente, al segundo verano…

    Siempre era lo mismo, lo podía ver en los ojos del ex que se sumaba a la lista: la distancia. Consideraban que una hora y media de coche era suficiente para convertirse en un problema.

    Félix y su familia no eran de allí. Eran de Barcelona, y pasaban las vacaciones de verano y de invierno allí. La casa era una puñetera nevera de 1915 que lo resistía todo. Hasta sus propias estufas. Pero estaban en verano, y era la gloria vivir allí durante ese tiempo, y no sólo por la casa. El pueblecito era de esos pequeñuelos donde la vida es apacible, pero no lo suficientemente pequeño como para que no hubiera un par o tres de manadas de adolescentes recién llegados a la mayoría de edad para llamar la atención de la policía local.

    Además, Félix cazaba fácilmente las miradas de esos locuelos. Sabía con cuáles de ellos podía haber algo.

    Ahora se acababa de quedar sin el mejor candidato a pareja sólida.

    Félix volvió enfadado a su casa, intentando llorar y dar portazos, algo que le quitara la rabia de encima. Estaba harto.

    —Vuelves a llegar tarde —dijo su padre, mirándole de reojo, mientras miraba la tele.
    —No son ni las ocho y media.
    —Si quieres tener esa discusión de nuevo, adelante, que yo estoy preparado.

    Félix le desafió un instante y subió a su cuarto. Su hermano pequeño Arnau estaba tumbado en su cama, con pinta de aburrido. Él era menor de edad, podía salir aún menos de casa hasta lo que sus padres podían considerar «tarde». Sólo le echó un vistazo para saber lo que le había pasado a su hermano mayor:

    —Te ha dejado.
    —Cállate.
    —¿Qué ha sido esta vez? ¿Mamá ha irrumpido en medio de la plaza mayor?
    —Distancia. Pero no me lo ha dicho.
    —Tendrías que buscarte pareja en Barcelona, es más sencillo.
    —Sí, así lo tendrían más fácil para joderme la vida. ¿No te acuerdas de cuando mamá apareció en casa de mi novio de cuando estaba en secundaria y me llevó a rastras a casa diciendo que él era mala compañía?
    —Lloraste y destrozaste tu habitación —resumió Arnau.

    Arnau era más del tipo seguidor. Sus padres le controlaban igual que Félix, pero él estaba más centrado, y eso agradaba a su padre. En cambio, Félix era rebeldía pura. Odiaba que le controlasen, y peor era que su padre fuera intolerante con los gays.

    Aunque había oído peores historias del pueblo, eso sí. La familia de Casa Navidad, por ejemplo, que parecían estar peleándose todos los días de su vida. Conocía a los tres hijos, y estaban todos hechos unos zorros. Raro era que la policía no hubiera aparecido por allí. Pero la casa estaba en medio de la carretera y en medio del pueblo a la vez, quedado perfectamente aislada ante los gritos.

    En el caso de Félix, todo lo que había eran gritos y un par de bofetadas bien dadas.

    —Mierda de… todo —se quejó.

    Se fue a dar una ducha para darse el lujo de poder llorar sin que su madre le persiguiera por todo.

    Mantuvo la boca cerrada durante toda la cena. Arnau parecía estar de buenas con su padre y su madre no había preguntado nada. En aquella mesa donde cada comensal estaba a un metro y medio del resto, la tensión se cortaba a cuchillo.

    —¿Has quedado mañana con tus amigos?
    —No, esperaré unos días. Ya tendré tiempo de salir.

    No quería acercarse a Joaquín de ninguna manera. No si no quería darle un gancho de izquierda.

    Félix pasó unos días sin discutir con su familia, haciendo caso y dándose tiempo para descansar y digerir la ruptura, aunque cada vez le costaba menos. Sin tocar el tabaco, ni acercarse a la plaza del pueblo, donde solía haber aquel zumbado que le daba maría rebajada de precio. Joder, si sus padres se enteraban.

    También quemó todas las cartas de amor.

    Un día encontró al menor de los de Casa Navidad, Marc Sagalés. Estaba hecho un fideo, pobre diablo. Iba con su bici, saludando a todos como si fueran sus hermanos. Félix solía hablar con él cuando estaban con el grupito de amigos.

    —¿Vendrás este fin de semana? Vamos a ir a la montaña.
    —Ya veremos —respondió Félix, intentando no dar pistas a su madre sobre lo que solía ocurrir allí.

    Los viajes a la montaña que cobijaba el pueblo eran lo más divertido que se podía hacer en aquel pueblo. Fumar, beber, un radiocasete enorme para escuchar discos y casetes nuevos, una noche loca bastante típica. Félix esperaba impaciente por esos viajes porque él era el único que tenía discos de Queen en buen estado. El resto taladraban AC/DC, Status Quo, Scorpions y demás casi todo el tiempo. No era tan de su estilo.

    —No irás —sentenció su madre, cuando el pequeño Sagalés se fue. Félix le quiso derretir los sesos con la mirada al instante—. Te crees que no sé qué clase de indecencias pasan allí, pero a mí no me la pegas.
    —Me da igual lo que creas, soy una persona decente. Aunque te pienses que no.

    Por supuesto, su madre se refería al sexo. Félix era demasiado del tipo romántico para esas cosas. No era virgen, tampoco, pero no era una parte fundamental de su vida.

    Como sí lo era fumar cigarrillos a mansalva. Por lo menos no le podían decir nada a eso, su padre fumaba a pipa y puros.

    Pese a las protestas, justificaciones y una «casi pelea» con su padre, Félix tuvo que quedarse en el pueblo. Para aplacar su ira, su madre le dejó salir después de cenar a la plaza mayor. Siempre había gente allí.

    Félix saludó al personal, joven y viejo, y fue derechito al bar donde los jóvenes solían hacer planes durante sus vacaciones. Obviamente, había mucho menos gente, pues la mayoría estaban en esa excursión a la montaña.

    Allí, encontró a otro Sagalés, el mediano. Roger, otro fideo más para la colección. Su barba de tres días, su mirada cansada del humo de tabaco que respiraba, su chupa de cuero, su pelo largo, mal amontonado, medianamente liso, que le hacía sin querer una especie de cresta a lo punk, pero mal dejada por los lados.

    La joya desconocida de los Sagalés.

    Félix hacía tiempo que le conocía. Era un par de años mayor. Iba con el mismo grupo que él, pero solía hacerse con los de su año igualmente.

    —Hombre, si es Félix —dijo, mirándole con una sonrisa algo ausente—. He oído lo de Joaquín. Lo siento.
    —No, qué va. No lo sientes.
    —De acuerdo. No lo siento. ¿Contento? —replicó algo apático, bebiendo luego un sorbo de su cerveza.
    —Sí. Me gusta que me digan la verdad —dejó claro, mientras pedía una birra.
    —Tampoco te han dejado subir a la montaña, veo —cambió de tema Roger.
    —Mis padres, se creen qué se yo. Son unos paranoicos controladores.
    —Qué me vas a contar.

    Félix miró a Roger, como pidiendo disculpas. Olvidaba que su compañero de birra era de Casa Navidad.

    —¿Cómo estáis?
    —¿Cómo vamos a estar? Mal —contestó, de nuevo sin intención de ser duro.
    —Pensaba que no vivías allí. —Félix se dio cuenta de que eso quedó muy mal—. ¡Es decir! Lo que me ha dicho Marc era eso…
    —Hace dos años que no vivo allí. En cuanto cumplí los dieciocho, me largué. Pero de mi padre no te puedes librar. Y cuando no lo hace físicamente… —Y terminó dándose unos golpecitos en la cabeza, soltando humo.
    —Joder, dame uno, necesito despejarme.

    Roger se rio y le pasó uno, ya encendido.

    El barman apagó la tele que nadie miraba y puso música de la radio. Queen estaba sonando.

    —«Tie Your Mother Down» —anunció Félix—. Joder, nos viene que ni pintado.
    —¿Qué? ¿Por qué?
    —¿No sabes inglés?
    —No acabé los estudios. Nunca han sido lo mío. Los idiomas son lo que peor llevo.
    —Pues quiere decir “ata a tu madre”. Es una canción sobre la rebeldía contra la familia y labrar nuestro propio camino.

    Roger la miró, sonriendo con algo más de confianza.

    —Pues está hecha para mí. Y es cañera. Me gusta.

    Ah, esa sonrisa, joder. Félix la conocía demasiado bien. Esa que decía a todos los que la veían «estoy deprimido porque mi familia es una mierda y vivo solo pero sé que soy guapo igual».

    Se quedó un segundo bloqueado y luego cambió de tema.

    —Si no estudias, ¿de que trabajas?
    —De lo que puedo, pero mi sueño es reparar coches. Verle las entrañas a cada uno, estudiarlos, dejarlos como nuevos. Coches de todo tipo, caros y baratos —explicó, con los ojos iluminados por unos instantes—. Sé hacerlo, sólo falta que me paguen.
    —¿Se parece a lo que hace tu padre?
    —Un poco. He aprendido de él. Él es el herrero y el chatarrero del pueblo. Se saca un pastón que no duda en fundirse en todo tipo de mierdas. El lameculos de mi hermano se va a dedicar a lo mismo, pero él tiene más cabeza.
    —¿Lameculos? —preguntó, a medias divertido y ofendido por su amigo.
    —Ah, no se lo recrimino, hace bien. Cada uno tiene su manera de sobrevivir al bastardo fascista de mi padre. Él recibe menos palizas siendo así. Le irá bien.

    Una curiosa manera de describir a su querido hermano pero, bueno, le quería. Además, había oído historias. El hermano mayor, Xavi, era el que más había recibido de su padre. Para cuando pudo salir de esa casa horrible, ya estaba muy tocado.

    Félix divagó entre sus pensamientos mientras la canción de Queen seguía en marcha. Entonces, de las sombras, salió un chico mayor. Se acercó a Félix y a Roger, y este último se giró, esperándolo.

    —Me voy.
    —Vale. Cuídate.
    —Claro.

    Charla corta, pero suficiente para Félix. Ahí mismo le tenía, Xavi, con su mirada ojerosa y cansada, un corte de pelo similar al de su hermano allí presente, pero menos presentable. Félix nunca le había visto tan mal. Tenía todo el aspecto que la marihuana no le freía lo suficiente las neuronas para hacerle olvidar lo que había olvidado en su casa.

    —No digas nada. No quiero meterle en problemas.
    —No, claro que no —prometió Félix.

    Le miró mientras se iba. Le conocía en persona también. Era un poeta, un artista. Era muy sensible. El blanco ideal para su padre. Le dolía que hubiera caído en las drogas.

    La canción de Queen terminó y el locutor empezó a hablar sobre giras de la banda.

    —Ojalá vengan y tenga el dinero. Dios, me encantaría poder ir a verle. Mi Freddie…
    —Seh, ese tío sí que sabe montarse una buena parranda. Sería la leche verle.
    —Seguro que vuelve pronto.
    —Vaya, fanático de Queen, ¿eh? Me gusta. Hay pocos por aquí.
    —Es mi banda favorita, me muero por ver a Freddie cantar. Se come al público cada vez.
    —Seguro que no es por… ya sabes —dijo Roger, con una risa algo obscena.
    —¡No!
    —Vale, vale, no te sulfures… Oye, la semana que viene voy a ir con la Tribu a la montaña. Apúntate. Pero no se lo digas a tus padres.
    —¿La Tribu? —se rio Félix.
    —Claro, el grupo de amigos más cañero que encontrarás aquí. La liamos parda. Tráete tu música.

    Félix iba a responder que sí, pero antes de que siquiera se encarara, Roger le robó un beso en los labios. Luego sonrió y se fue sin mediar palabra.
    Él se fue poco después, contento, a casa, y no fue capaz de discutirse con nadie. Se encerró en su habitación y repasó lo que había pasado un montón de veces.

    A los hermanos de Casa Navidad era a quienes había conocido primero Félix en su momento. Eran todos menores entonces, alocados, trabajando casi siempre en el garaje de su padre, pero se les solía ver juntos en la plaza mayor con los jóvenes. Marc era demasiado pequeño. Xavi era muy del tipo de Félix, pero tanto que no cuadraba con él. Tardó poco en fijarse en Roger, pues, pero ninguno de los dos estaba por salir con nadie. Roger estaba atormentando a su familia, y Félix era perseguido constantemente por su madre supuestamente por salir con malas influencias. Luego sus caminos o habían confluido de tal manera hasta entonces.

    Pero siempre había tenido debilidad por él. Por lo visto, estaba siendo recíproco.

    No contó nada de la noche en la montaña a sus padres. Dijo que se quedaba a dormir en casa de una amiga del pueblo, y se montó toda la coartada al respecto para que la dejaran en paz.

    Félix triunfó entre los amigos de Roger, en especial cuando pusieron el disco A Day in the Races, de Queen. Félix miró a Roger inmediatamente cuando la primera canción, que justamente era la que había sonado en el bar la semana anterior, empezó a sonar.

    —No me gusta que me besen y me dejen plantado —se quejó, sentándose de cara a él, mientras el resto se ponían a beber y a fumar con alegría.
    —Mientes.
    —No miento. Quiero mi beso.
    —Pues ven a por él.

    Félix tumbó a Roger, pero éste se rio enseguida.

    —Flojucho. Esto no se te da bien.

    El mediano de los Sagalés tomó enseguida el control y se puso encima para besar a su chico con más comodidad. Luego decidió ser compasivo y se tumbó boca arriba, para mirar las estrellas.

    —Esto es vida… Nada de lo que preocuparse, música sobre cómo tocar las narices a tus padres de fondo, un buen porro, un cigarro y birra.
    —Te hace olvidar toda la mierda que espera allá abajo. Es como si la familia estuviera a miles de kilómetros de distancia.
    —Eso no es familia. Mi familia es la que ves ahora —repuso Roger—. Mis colegas y amigos. La fiesta. Tú.

    Félix quedó algo impactado. Sonaba como algo que diría él.

    —Sabes que yo voy en serio —le advirtió—. No sueltes frases como esa si no es sincero.
    —Oye, ¿no lo ves? Somos dos ovejas negras. Somos los descarriados, los que decidimos no seguir al resto, los que se fueron solos. Tenemos que cuidarnos mutuamente. ¿Quién lo hará sino?
    —Eres un romanticón —se burló Félix.
    —No finjas que no te gusta.

    Félix se rio y se dejó besar toda la noche por su oveja negra, un particular príncipe azul a sus ojos.

    * * *


    Otoño de 1984

    Félix cerraba una carta más para su amado mientras escuchaba Fat Bottomed Girls de Queen, de fondo. Una de tantísimas durante ese último año.

    Todo había ido muy deprisa el verano anterior. Simplemente los sentimientos estaban allí, y aunque su nuevo novio era taciturno y le costaba sonsacarle sus problemas (en especial familiares), Félix era feliz estando con él, especialmente porque sabía que la mitad de las sonrisas que sacaba día a día eran por él. Roger, aunque no era ni mucho menos tan hábil (ni se predisponía tanto) al escribir como su hermano mayor, pero incluso con las faltas ortográficas más tontas y sangrantes se esforzaba para responder todas las cartas con palabras de amor y hechos rutinarios que a Félix le interesarían.

    En la misma carta podía haber palabras melosas a la vez que esto:

    «Mi hermano mayor se ha vuelto a meter en problemas, pero está bien. Creo que ha conocido a alguien, no estoy seguro. No me lo quiere decir. Y tiene un trabajo estable.»

    Félix tenía el impulso de salir corriendo de su casa para calmar a su novio y cuidarle cuando leía cosas como esa. Pero también había música. Hablaban de bandas que descubrían, como The Cure, The Police, bandas que se estaban empezando a hacer famosas, y hablaban de compartir gastos a la hora de comprar sus discos. Roger tenía dinero (sin pasarse). Félix no.

    Y es que Roger era su refugio. Félix se distanció de sus amigos al dejar la secundaria, y las peleas con su padre se endurecieron cuando sólo después de un año, dejó la carrera de Derecho, lo que su padre quería para él.

    —Ni me gusta, ni me interesa pasarme un montón de años empollando libros de leyes.
    —¡Tú mismo! Pierde el tiempo en una carrera sin sentido. ¿Qué mierda dijiste que querías estudiar? ¿Historia? ¡Eso no te da para vivir! Ni siquiera para cobrar un sueldo mínimo y seguir viviendo aquí.

    «Habla el que suspendió el examen de acceso a la carrera de informática», pensó. Pero si lo decía en voz alta, además de una bofetada se ganaría la respuesta «pero aquí me tienes, trabajando para Siemens en el extranjero y luego por todo el país cobrando una pasta». Su padre tenía que ser uno de los puñeteros afortunados de ser escogido para traer la informática a gran escala a España. Cuando estuviera jubilado, estaba seguro Félix, que su padre no dejaría de contar las mil y una batallitas de sus viajes interminables mientras su esposa se pudría sola educando a los hijos.

    Su madre tampoco se ponía de su parte, sólo recalcaba con más tacto que tenía que ser práctico. Así que renunció a su sueño de estudiar Historia en la universidad y escogió lo que más se le acercaba y que le daría un trabajo digno.

    —He escogido Turismo —anunció ese año, al acabar las vacaciones—. Puedo trabajar en hoteles, en visitas guiadas, hay trabajos de gestión…
    —Bien —dijo su padre, mirando la tele. Era todo lo que conseguiría de él.

    En la siguiente carta, le contó a Roger esa elección. La respuesta de su novio fue sorprendente para él:

    «No deberías haberte doblegado a su voluntad. Tendrías que haber escogido Historia. ¿Por qué dejas que te controle?»

    La respuesta que le dio era simple: no tenía la fortuna de tener un trabajo que le pudiera pagar todo y una casa lejos de su padre. Vivir en Barcelona era infinitamente más caro que no en el centro de la región, donde Roger tenía su vida.

    Para colmo, Queen parecía que se iba a separar. Félix había oído ya en muchos sitios las batallas constantes dentro de la banda por la música y por Freddie, y el pobre barcelonense quería creer que sólo eran rumores para desacreditarles, pero que su cantante favorito lanzara un disco por su cuenta y que a Félix no le gustara era una muy mala señal.

    Dejó de seguir a Queen una temporada por ello. Sólo conservaba sus discos favoritos cerca. Le deprimía que su banda favorita estuviera pasando por algo así. La música tenía que ser un refugio no otro motivo de pesadumbre.

    Pero para eso tenía a alguien especial en su vida. Un sábado horrible de ese año…:

    —¿Sí? —habló por el interfono.
    —Hola, Félix.

    Casi se le cayó el telefonillo de la mano.

    —¡Roger! ¿Qué haces aquí?
    —No trabajo los sábados.
    —Odias la ciudad.
    —Pero a ti no.

    Félix sonrió como un tonto y se olvidó de ser discreto cuando dijo a sus padres que su amigo del pueblo había bajado a verle.

    —No hace falta que lo ocultes, sabemos que es tu novio —dijo con cierto retintín su madre—. Vuelve pronto. Hoy papá está de mal humor.

    Félix abrazó a su madre y le dio mil veces al botón del ascensor para que subiera rápido los nueve pisos de distancia que había con el suelo.

    —¡Hola! —le saludó, saltando a sus brazos.
    —Hola, ¿cómo te encuentras?
    —Ahora mucho mejor —le sonrió.
    —¿Te estás dejando crecer el pelo? Se te riza.
    —Qué va, si mi padre lo ve, además de llamarme de todo me cortará el pelo personalmente.
    —Me lo creo. Vamos, demos un paseo en coche.

    Félix le siguió hasta su Seat 127 de segunda mano y subieron a las montañas desde donde se podía ver toda Barcelona. La ciudad se expandía rápidamente. Ya casi llegaba al pie de la montaña sin ningún campo de los que la madre de Félix siempre hablaba.

    —¿Crees que Queen se separará? —fue lo primero que Félix le preguntó a su novio, cuando llegaron.
    —¡Ah, no hablemos de cosas tristes! ¡Te he venido a ver para pasarlo bien! Mira, hasta he hecho un mix de tu banda favorita para la ocasión.

    Las letras mal garabateadas de Roger en el papel del casete fueron toda una sorpresa. La primera canción de todas era «Tie Your Mother Down».

    —Nuestra canción…
    —Nuestra canción. Y una gran primera canción de disco.

    Roger puso el casete en marcha y dejó que sonara. Los recuerdos del año pasado fluyeron rápidamente y, con ellos, los besos. Todos decían a gritos «te devoraría entero, pero no puedo». Félix era una persona con demasiados tapujos. Si no los hubiera tenido, habrían acabado en prisión por escándalo público.

    «Mi príncipe azul me rescata una vez más», se decía, totalmente enamorado. «Lástima que vaya a durar tan poco este rescate».

    —Sería genial que pudiéramos vivir juntos —dijo.
    —A mí me encantaría —correspondió Roger—. Pero tendríamos que tener dinero, y eso es lo último que tenemos, la verdad.
    —Ya…
    —No te preocupes, lo arreglaremos.

    Félix se abrazó durante un largo rato a Roger, como si aquello fuera poner la pausa a su vida.

    * * *


    Verano de 1986

    Pero la vida seguía. Queen volvió con todas sus fuerzas con su Live Aid y su nuevo disco después, y giraban por el mundo tan felices. Todo el mundo decía que algo muy gordo (más que los escándalos públicos) había hecho que Freddie sentara un poco la cabeza y volvió con los suyos.

    Y de tal forma, Félix seguía también. Sus estudios eran medianamente aburridos, pero tenía un trabajo que le daba cuatro monedillas y de paso su padre perdía poder sobre él. Éste, viendo que su hijo mayor se empezaba a descontrolar, puso un enorme cerco de prohibiciones sobre él que su hermano pequeño no tenía («porque era un lameculos», como decía Roger).

    El cerco se estrechó cuando su padre supo que «esos ruidosos y maricas de Queen» venían a tocar a Barcelona ese verano.

    —Entonces, ¿no puedo ir? —suplicó Félix.
    —No. Estás con tu familia este verano. Ahora que todos tenemos vacaciones tenemos que pasarlo juntos.
    —Me dijiste que si tenía dinero y podía pagármelo podría ir.
    —Y no lo tienes, o ya te habrías comprado la entrada.
    —¡Porque tú te has preocupado de quitarme la mayoría!
    —¡Vives bajo mi techo y tenemos muchos gastos, necesitamos el dinero!
    —¡Esa es tu excusa para todo! ¡Deja de pegarte comilonas de político y viajar en primera clase y en coches de empresa si tan poco dinero tienes!

    Félix vio la bofetada venir, y la recibió bien, pero se sintió mareado igual. Su padre, que tenía todas las venas marcadas en la cara y el cuello, no fue capaz de abrir de nuevo la boca del cabreo que llevaba encima. Y, por supuesto, no hubo concierto de Queen.

    Roger se subió por las paredes cuando lo supo.

    —¡Ese tío es un desgraciado! ¡Escápate conmigo al concierto! Estoy seguro de que puedo colarte.
    —Y yo estoy seguro de que no —contestó con voz apagada—. No, mira, ve tú. Pásatelo bien, disfrútalo.

    Roger le abrazó con fuerza. Félix dejó que le enterrara en su perenne chupa de cuero, que ya estaba hecha trizas.

    Si tan siquiera el concierto hubiera sucedido mientras estaban en Barcelona… La casa de Félix allí estaba a tiro de piedra del estadio donde se realizaría el concierto. La mayor parte de las veces, cuando su padre ponía el fútbol, escuchaba más el público a través de la ventana que no por la tele. Pero estaba lo suficientemente lejos como para no ver más allá de las gradas. Podría haberlo oído, por lo menos.

    Pero no, estaban en el pueblo, y el concierto era en pleno verano.

    Félix se perdió el concierto y odió a su padre para siempre por ello. Y lo odió más cuando Roger le dijo que la segunda canción que tocaron era su canción, y no estuvieron juntos para disfrutarla. Y lo odió una vez más cuando Freddie murió años más tarde por su enfermedad y él no había llegado a verle en directo.

    * * *


    Primavera de 1988

    Una de tantas, tan seguidas, tan habituales.

    —¡Soy mayor de edad y tengo todo el derecho del mundo a hacer lo que me dé la real gana! ¡No soy tu esclavo!
    —¡Mientras te comportes como un niñato y te emborraches y te drogues con el mindundi ignorante de tu novio no vas a hacer nada! ¡Estás estudiando, no tienes trabajo, te estoy manteniendo, y harás lo que yo te diga!
    —¡Lo único que haces es viajar al quinto coño y dejarnos a todos aquí tirados hasta que vuelves el fin de semana y crees que puedes ser padre un par de días! ¡Mamá es quien nos ha criado, no tú! ¡Tú eres basura como padre!
    —¡Eres tú el que sólo hace que traerme problemas! ¡Te has pasado años de tu vida esforzándote para ser todo lo que te dije que no fueras!
    —¡Es mi vida y la viviré como a mí me salga de los huevos!

    El enfrentamiento entre las entidades más tozudas en kilómetros a la redonda dejaba a la madre y al hermano pequeño fuera de juego, aunque también gritaban para imponer la paz.

    —¡Entonces haz las cosas bien, haz las maletas, lárgate, y ten tu puta vida de mierda, si tan desesperado estás por tenerla! ¡Pero no esperes nada de nosotros si sales por esa puerta!

    Félix no podía más. Cada día era una pelea distinta, cada día estaba más cerca de poner el pie fuera de casa. No sabía cómo hacerlo, pero tenía un sitio donde ir. No podía seguir en esa situación.

    —¿Sabes qué? Me has amenazado mucho con eso ya —dijo sin gritar. «No hay huevos», decía la mirara de su padre.

    Félix corrió a su habitación, sacó un par de maletas, puso un montón de ropa dentro, sus discos y todos los libros de la carrera de Turismo que estaba a nada de terminar, y se plantó de nuevo en la puerta de casa.

    —No te vayas, así no… —le suplicó su madre. Ella también era de la opinión de su marido, pero tenía el suficiente corazón como para desearlo un camino menos tortuoso que el que iba a elegir—. Encontraremos la manera…
    —No, mamá. Ya es hora.
    —Si sales por esa puerta, puedes olvidarte de volver.
    —Léeme los labios, desgraciado: Yo no tengo padre. Dentro de unos años te enterarás de que tengo mi vida feliz con Roger allí en el pueblo y lamentarás toda tu vida no haber sabido comprenderme mejor, porque nunca te has molestado. Te restregaré en tu maldita cara que puedo hacer mi vida sin tu asqueroso dinero.

    Echó una mirada de compasión a su madre y a su hermano y se largó de un portazo, bajando las escaleras a trote, medio llorando y desequilibrado por el peso de las maletas.

    Se pasó todo el trayecto tren (que llevaba a dónde sabía que Roger vivía) pensando en cómo se lo haría para atender a la universidad, aunque apenas le quedaban unos meses de carrera, y dónde conseguiría un trabajo que no le obligara a depender de su novio. También intentó pensar qué diría Roger al respecto. Siempre le había empujado a rebelarse contra la injusticia de su padre (por la propia experiencia) pero también era una entidad solitaria que nunca había aceptado compañeros de piso.

    Cuando se plantó en el portal de Roger, en un pueblo a media hora de dónde los padres de Félix pasaban las vacaciones cada año, dudó. Estaba allí solo, sin familia a la que acudir, con lo puesto, las maletas, y poco más que el orgullo herido y una extraña sensación de libertad.
    Llamó al timbre.

    —¿Sí?
    —Hola —saludó, conteniéndose las lágrimas.
    —¡Félix!

    Se oyó ruido de telefonillo repentinamente colgado con torpeza y al cabo de medio minuto, Roger estaba allí, delante de él.

    —¿Qué…? —se preguntó, pero le vio, y vio sus maletas. Era evidente—. Al final lo has hecho.
    —No podía más —respondió, con voz temblorosa. Luego todos sus problemas se le echaron encima—. Pero sigo estudiando, no tengo dinero, ni trabajo, y… ¡No tenía a nadie más a quien acudir! Lo siento…
    —No, no, no te disculpes. Pasa. Te haré un hueco. Las ovejas negras tenemos que cuidarnos las unas a las otras, ¿recuerdas? Y pondremos nuestra canción a todo trapo hasta que la policía venga y nos obligue a bajarla.

    Félix se rio entre lágrimas y se dejó guiar por ese diminuto piso.

    * * *


    Otoño de 1991

    Sería ingenuo pensar que la vida fue fácil y feliz a partir de entonces.

    Félix pasó mucho tiempo deprimido intentando reconstruir su vida al lado de su novio. No tener a su familia le dolió mucho más de lo que se hubiera pensado. Acabó la carrera a la vez que tenía un trabajo en Barcelona, en prácticas en una cadena de hoteles. Tenía que levantarse tan pronto para llegar al tren que los pocos pasajeros que iban a esas horas le conocían, sabía dónde bajaba y le despertaban si llegaba su parada y se quedaba dormido. Eran sus nuevos amigos, como quién dice.

    Además, ser sólo un visitante veraniego en aquella zona más bien campestre tenía muchas pegas: no conocía a nadie. Dependía de Roger y de sus amigos para despejarse. Pero era feliz con él, escuchando música siempre que podían, jugando a los videojuegos de Nintendo que habían empezado a llegar allí entonces.

    Descubrió que Roger era una persona muy fácil para convivir. No juzgaba a nadie, no presionaba a nadie, se preocupaba (a veces hasta cuando no debía, descubrió pronto su lado celoso), dejaba que todo el mundo hiciera su vida como le diera la gana mientras él tuviera la misma libertad. Trabajó durante años en la Renault de planchista, tal y como él había deseado siempre, pero se acabó yendo, trabajando por más dinero en sitios menos apasionantes.

    La sombra de la familia de Roger, aunque parecía que no, siempre estuvo presente. Xavi acabó en prisión porque le delataron como traficante. Echó al traste su trabajo y casi acaba con su propia relación. El pobre hermano de Roger nunca se recuperó psicológicamente de lo que había vivido en su propia casa, y le habían convertido en una persona volátil, propensa a los arranques de ira y una depresión profunda que su alta sensibilidad mantenía viva. Félix nunca olvidaría la vez que fue a verle a la cárcel. Parecía salido de una pelea de bar constante.

    Roger encontró una casa de campo de las antiguas donde poder vivir con tranquilidad, después de años trotando entre casa y casa. Aquella la encontró de pura suerte, compartiendo una parte con otra familia, pero lo hizo porque Xavi vivía apenas cincuenta metros más allá, en el mismo caminito. Así podía cuidar de él y de su familia si era necesario.

    Para ponerle las cosas más fáciles, Félix se buscó trabajos a corto plazo cercanos hasta que encontró una gran oportunidad en un hotel de Vic, la ciudad más grande de todo el centro de la región.

    Lo que nunca dejó de existir fue la música. Siempre que lo necesitaban, su canción estaba allí para levantarles el ánimo.

    Costó ni más ni menos que tres años de penurias, dolor, llantos y alguna que otra pelea por el estrés, pero por fin encontraron la estabilidad que tanto deseaban en una casita en el mismo pueblo donde había esa casa de campo, a finales de 1991.

    Coincidió con la muerte de Freddie.

    —… ha muerto a la edad de 45 años. La banda dice que estaba gravemente enfermo, pero mantienen los deseos de Freddie y no dan detalles de qué ha sido lo que le ha matado. Les mantendremos informados.
    —No puede ser… No le he podido ver… —dijo Félix, mientras se echaba a llorar en brazos de Roger. Éste no fue capaz de decir nada. Pusieron una de sus baladas de fondo en vez de su canción, porque consideró que era demasiado animada. Después de un rato llorando y pensando, dijo—. Quiero ver a mis padres.
    —¿Estás seguro?
    —Sí. Ha pasado demasiado tiempo.

    Con la noticia de su cantante favorito aún fresca en su mente, Félix viajó solo hasta Barcelona para reconciliarse con su familia. Estuvo tentado de volver muchas veces, pero no podía echarse atrás. Roger le había enseñado a hacer las cosas bien y quería demostrarle que podía.

    Llamó al timbre de su casa.

    —¿Sí?
    —Hola mamá.
    —¡Félix! ¡Sube, sube!

    Temblando como una hoja, subió y se encontró con su padre de cara, con los brazos cruzados y los labios firmemente pegados. Su madre la abrazó con fuerza y le dejó pasar.

    —Quiero disculparme. Dije un montón de cosas horribles cuando me fui. No me arrepiento de haberme ido. —Las caras se tensaron ante esa frase—. Era justo lo que necesitaba. Necesitaba mi vida, necesitaba tener el control de lo que me pasaba, necesitaba espabilarme por mi cuenta sin una red que me salvara de la caída. Y fallé. Me fui a vivir con Roger el mismo día. Pero sin él, este fallo podría haber acabado mucho peor. Podría estar en la calle, o en prisión, o muerto, pero en lugar de eso estoy aquí, tengo un trabajo estable, una casa con mi pareja, estamos reconstruyendo nuestras vidas a nuestra manera. —Se pausó un segundo—. Necesitaba caer, necesitaba equivocarme de verdad, para poder aprender, madurar, crecer. Estando aquí en casa nunca lo habría logrado. Pero de verdad que me disculpo por cómo dejamos las cosas. No vengo aquí a restregaros nada. Vengo porque quiero que volváis a mi vida. Quiero poder visitaros con mi novio, quiero poder pasar vacaciones todos juntos otra vez, quiero que me visitéis a mí también.

    Su madre se lanzó a sus brazos al instante, una vez más, orgullosa de que su hijo hubiera crecido, y lo dijo tal cual. Su padre, por otro lado, sólo supo rascarse la cabeza. Por todos era sabido que las emociones y cómo expresarlas no eran lo suyo.

    —Te veo bien. Siento lo del marica ruidoso ése, sabía cantar muy bien. ¿Vendrás para Navidades con Roger?

    Probablemente la mejor respuesta que pudo haber recibido. Se acordó de Freddie, aceptó a Roger y le acababa de lanzar un discreto cumplido. Félix le abrazó con cuidado, como si en cualquier momento retrocedieran tres años y otra pelea estallara. Pero no sucedió.

    Cuando Félix volvió a casa, Roger le recibió. Félix se echó a llorar una vez más, fundiéndose en un abrazo con su novio.

    —Quieren que vayamos a su cena de Navidad. Sé que odias la Navidad y que no lo celebras, pero…
    —Pues claro que iré. Pero ahora pongamos esta canción y bailemos. Es un día para celebrar.

    Tie your mother down
    Tie your mother down
    Lock your daddy out of doors
    I don't need him nosin' around
    Tie your mother down
    Tie your mother down
    Give me all your love tonight



    FIN



    [----------------------------------------------------------------------------]


    Repito, muchas cosas no pasaron tan cercanas las unas a las otras, y la mayoría de escenas me las he tenido que inventar porque, bueno, es que yo no estaba ni en proyecto :'v pero por las historias que me han contado ambos por separado, esta es mi interpretación.

    Con una diferencia: ellos se separaron cuando tenía cinco años. Y mi padre nunca fue del todo feliz porque no supo decirse a sí mismo la verdad: Que no tendría que haber sido.
     
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    Ja t'havia dit que em passaria a llegir el fic, així que aquí em tens. Fa una burrada de temps que no et deixava cap review, ahahaha. Quina nostàlgia. La veritat és que el fic comença d'allò més bé, oi?? Vaia una familia que s'ha presentat davant els meus nassos... tota una colla de controladors chaval, jajajaja. Puc entendre a Félix... la meva rebeldia també és molt així, i haver de llegir i veure com és la família fa que em senti força incòmode perquè sé com se sent el sentiment.

    Però per un altre banda puc imaginar-me un pueblucho en el culo del mundo, on la gent mata el temps fent festetes típiques que tothom coneix. Pensar en tanta gent reunida escoltant música de los años catapumchinchin fa que m'entri la gràcia, mira què et dic XD. I waow, algo que m'he oblidat de dir... el fic iniciant amb una ruptura, HAHAHAHAHA, PARDALETA PLS.

    QUOTE
    —Tampoco te han dejado subir a la montaña, veo —cambió de tema Roger.
    —Mis padres, se creen qué se yo. Son unos paranoicos controladores.
    —Qué me vas a contar.

    Aquesta sóc jo fins fa pocs anys, ahahahaha. Ara ja no és així però no sé si sentir-me feliç o una completa desgraciada. Però waow, m'ha encantat trobar una conversa simple com aquesta, em sento identificada hahahaha. Veus per què va bé donar una oportunitat a un fic?? Sempre et trobes amb coses genials com aquestes que et treuen un somriure, després et fan riure i pensar <<just like me!!>> i és que realment val la pena. No sé com la gent pot arribar a ser tant estúpida només perquè pensin que no els hi agradarà...

    #frustrationhere

    Saps? Se'm fa curiós... en el fic, la familia de Casa Navidad (dels Sagalés) em recorden moltíssim a una família que viu per aquí Gualta-Ullà-Torroella i l'Estartit. És la familia dels Cabrera i tenen molta mala fama (sembla que son una colla de desgraciats [i desgraciades] que es passen el temps barallant-se entre ells i sempre porten problemes allà on van.). És increíble la semblança que hi trobo al fic!

    QUOTE
    Pero de mi padre no te puedes librar.

    Fa uns anys jo pensava el mateix de ma pare. Aquesta frase sempre ha estat al meu cap, i ara... ays. Qui diria que la vida pot canviar d'una manera tan dràstica. Es passa molt malament, creu-me. No sé com de proper ets tu amb el pare, tot i que sembla que molt, però espero que no arribis a patir el que jo perquè nano quin pal més gordo.

    QUOTE
    - Pues quiere decir “ata a tu madre”. Es una canción sobre la rebeldía contra la familia y labrar nuestro propio camino.

    Amb raó em va agradar tant la maleïda cançó dels collons!!! JAJAJAJJAJAJAJA. Un altre cop m'hi sento identificada amb l'escena. És genial tio. Mira que hauré tingut baralles amb ma mare per pura rebeldia, i també amb tota la família en general perquè no accepto les normes imposades i perquè volia anar a la meva bola. Ara que tot això ja no hi és i que no hi ha quasi ningú que faci això se'm fa estrany i fa que em pregunti on son aquelles putes i brutals baralles que tenia amb la resta per deixar clar que jo faria el que em sortís de la figa :vvvvv

    #wheresmylife?

    Hahahahaha, el que em faltava... un fanàtic dels cotxes (?). Tot l'oposat a mí. Per a mí els cotxes no deixen de ser algo així com llaunes de sardines amb l'única funció de portar-te més aviat a un lloc i rebre tot el cop en cas d'accident només per acabar fet un autèntic desastre per ser enviat a la deixalleria. En serio, odio els cotxes com no pots imaginar... potser va ser arrel de patir diversos cops varios accidents de camí a La Junquera, acompanyant a una amiga de ma millor amiga, dins del cotxe de la estúpida pava que conduia a 200km/h amb el móvil a la mà sense prestar atenció a la carretera mentre el cotxe anava fent zigazagues tota la estona i quasi ens la fotiem... Ho tindria que haver gravat per denunciar-ho. Quina puta por que vaig passar.

    I bueno sé que la marihuana a la llarga és dolenta... però tant destructiva pot ser que en Xavi no estigui ni presentable sortint pel carrer???? En serio?? Sí que ho ha d'haver passat malament el pobre desgraciat, fa que tingui pena per ell (i sí, sona cruel :V). El fet que hagi caigut en les drogues em recorda a la mare d'una coneguda meva que el passat va ser drogadicta i ara fins fa poc (no sé si fa un parell o tres d'anys) ha tornat a caure en el vici de les drogues. La veritat és que espanta tot aquest rotllo, o al menys m'espanta a mí.

    Ohó, la conversa sobre el famós Freddie. M'ha recordat molt a la teva mare, puc preguntar si t'has basat en ella???

    #didyoumeancuriosity?

    HAHAHAHHAHA, y sin comerlo ni beberlo ahí tenemos el beso inesperado. Yes man!! Menos mal que Félix està content per una vegada en el fic (?), el pobre té una família... i ho entenc, amb gent així és difícil trobar motius per ser feliç i més amb una ruptura pel mig. Jo no entenc de ruptures, però imagino que son fotudes...

    QUOTE
    —Esto es vida… Nada de lo que preocuparse, música sobre cómo tocar las narices a tus padres de fondo, un buen porro, un cigarro y birra.

    Sona massa bé això! Excepte beure birra perquè no m'agrada (ja la he tastada :V), lo altre no em molestaria. De fet li vaig confessar a ma germà que tenia interés en saber com es sent un fumant marihuana i ell, el molt idiota, em va aconseguir un porro (que encara m'està guardant suposadament). Mira em va fer una gràcia quan em va dir que tenia el porro i que me'l donaria quan jo se'l demanés... JAJAJAJAJAJA, va ser brutal. Ma germà conseguint porros per la germana petita...

    #fucktheworld(?)

    Dios el teu fanfic m'està molant molt més gràcies a que estic escolant de fons les cançons de Nickelback que tant em recorden a Tenny, massa bo tio jahahahahaha.

    QUOTE
    Todo había ido muy deprisa el verano anterior. Simplemente los sentimientos estaban allí, y aunque su nuevo novio era taciturno y le costaba sonsacarle sus problemas (en especial familiares), Félix era feliz estando con él, especialmente porque sabía que la mitad de las sonrisas que sacaba día a día eran por él. Roger, aunque no era ni mucho menos tan hábil (ni se predisponía tanto) al escribir como su hermano mayor, pero incluso con las faltas ortográficas más tontas y sangrantes se esforzaba para responder todas las cartas con palabras de amor y hechos rutinarios que a Félix le interesarían.

    Primer: modo maniático ON des de que he llegit lo de les faltes ortogràfiques però, segon: modo maniático OFF & modo cursi-troll ON perquè m'ha semblat súper graciós el fet de que lo de les faltes ortogràfiques sangrantes resulta un detall que acaba sent molt divertit per lo torpe que sona realment hahahahaha. Qui no arribaria a estimar coses així si estàn fetes amb dedicació...

    QUOTE
    —Ni me gusta, ni me interesa pasarme un montón de años empollando libros de leyes.
    —¡Tú mismo! Pierde el tiempo en una carrera sin sentido. ¿Qué mierda dijiste que querías estudiar? ¿Historia? ¡Eso no te da para vivir! Ni siquiera para cobrar un sueldo mínimo y seguir viviendo aquí.

    Per alguna raó aquesta escena fa que senti ansietat. No voldria que aquesta discussió hagués sigut algo real entre ta pare i tu, de veritat. I és que encara sento aquella profunda decepció quan em vas explicar lo que ta pare pensava realment de quan vaig anar a Tona i que, sincerament i tot i que sigui desconsiderat dir-ho així, actuar com un autèntic hipòcrita per després anar per l'espatlla fotent comentaris quan els podria haver acceptat tal cual si me'ls hagués dit de cara. He de dir que ma pare feia algo bastant similar, i ma mare directament és que no "feia" sinó que encara fa lo qual em sembla terrible.

    Per això dic, i insisteixo... prefereixo pensar que és només una escena del fic, i no algo que ha passat de debó.

    QUOTE
    «No deberías haberte doblegado a su voluntad. Tendrías que haber escogido Historia. ¿Por qué dejas que te controle?»

    HELLELUYAH!!!! Algú que pensa el que jo, collons!! Dios tota aquesta història de renunciar a algo per fer un altre cosa només per culpa d'algú més em toca moltíssim el que ve a ser la figa, i és que puc entendre a Félix perquè a mí m'ha passat moltíssims cops... i ara em sento putament estúpida. Merda. Creu-me que estic gaudint del fic, però joder, també és com donar-me un bany de realitat a mí mateixa!! Té collons la cosa! JAJAJAJAJAJAJA.

    Però sí, sempre he pensat que viure a Barcelona ha de ser molt difícil perquè tot allà és encara més car. Tot i que jo visqui en el cul del món, em sento afortunada perquè és més fàcil guanyar-te la vida, encara que hagis d'ajustar més el cinturó (suposo, sé que la gran majoria dels de Barcelona també ho fan... ay, quina pena tot tio.)

    #whenleaveawaythepity?

    QUOTE
    —¡Roger! ¿Qué haces aquí?
    —No trabajo los sábados.
    —Odias la ciudad.
    —Pero a ti no.

    DIABETES, DIABETES, DIABETES...
    DIABETES, DIABETES, DIABETES....
    DIABETES... DIABETES... .... ... ...

    I'VE DIED !!

    #backfromdeathtonight(?)

    Vale tota la escena en la que es troben m'encanta, se'm fa molt cuca. I per fi la mare no em sembla tan putament cargante jajajajaja, ja li estava agafant mania actuan d'aquella manera tan controladora tio... però saps? Quan van a aquella muntanya m'he enrecordat de quan tu em vas portar a aquell racó a la nit, i vam veure tot el que era Tona i crec que també la plana de Vic de la zona el que no oblidaré serà aquella pujada infernal. Em va encantar anar allà així que no em costa res imaginar a aquest parell de tortolitos en el mateix lloc. I PARLANT DE TORTOLITOS...

    QUOTE
    Roger puso el casete en marcha y dejó que sonara. Los recuerdos del año pasado fluyeron rápidamente y, con ellos, los besos. Todos decían a gritos «te devoraría entero, pero no puedo». Félix era una persona con demasiados tapujos. Si no los hubiera tenido, habrían acabado en prisión por escándalo público.

    WHAT THE FUCK!!!!!

    #normas?pa'qué?

    QUOTE
    Y de tal forma, Félix seguía también. Sus estudios eran medianamente aburridos, pero tenía un trabajo que le daba cuatro monedillas y de paso su padre perdía poder sobre él. Éste, viendo que su hijo mayor se empezaba a descontrolar, puso un enorme cerco de prohibiciones sobre él que su hermano pequeño no tenía («porque era un lameculos», como decía Roger).

    JAJAJAJAJAJAJAJAJ, dios quina puta gràcia enserio. El lameculos del fic, és que ja s'ha guanyat el mote i tot. POBRET! Quin paio enserio, però fotre això li treu la tensió al fic perquè, a qui puc enganyar??? No esperava trobar-me això un altre cop jajajajajaja. Hòstia santa.

    I waow, la discussió entre pare-fill ara em recorda a les que tinc jo amb ma germà. Ell em va tirar a la cara que havia escoltat que m'anava a comprar l'ordinador nou i per fotre la pregunta sarcàstica de si li molestava, sembla que això... que li va molestar :V perquè em va dir que sí perquè necessitàvem els diners a casa quan ell era EL PRIMER en no fotre res més que comprar begudes per a ell i la seva nòvia i li vaig tenir que recordar que ell s'anava de restaurants amb la seva mestressa (així li diem l'àvia i jo a la nòvia) i ningú li havia dit res fins ara, i ell em va dir que eren només quinze euros, així que li vaig tenir que contestar que eren els meus diners i que faria el que em sortís de la figa i que no m'importava una merda el que ell pensés i que se'n anés a un altre lloc amb el seu egoisme. Mira, el vaig fer callar en un tres i no res, i perquè va tenir sort perquè si hagués continuat l'hagués silenciat per molts dies si li hagués dit que "ell ha fotut a viure a la nòvia a casa sense demanar la opinió de ningú quan sabia que no podiem tenir-la a casa i que ella era una pánfila i una vaga de collons que menja, enbruta i desordena a mansalva" (fa pocs dies li vaig escoltar dir un comentari a la veïna, mostrant el seu poc agraïment. Literalment va dir: <<si no fos per ma mare, ja hauria agafat les maletes i hauria marxat>>), així que fixa't quina joia que tenim a casa ara.

    En fi... sento haver tret tota aquesta merda, per alguna raó la escena m'ho ha recordat i molt.

    #frustration

    JAJAJAJAJAJJA!!! Inesperat trobar-me la paraula <<mindundi>> al fic! Et pots creure que és com parlo jo moltes vegades de ma germà per no dir directament el seu nom o com habitualment faig??? Hahahaha, dios santo com estic gaudint amb el putu fic, anirà dret als meus preferits així de clar t'ho dic.

    Però en mig de la discussió trobo comentaris en els diàlegs que jo mateixa vaig pensar del meu pare moltes vegades i que d'una manera o d'altre, quan em cabrejava moltíssim amb ell, vaig arribar a dir-li i recordar-ho ara em fot un mal que t'hi cagues. Costa creure que vaig arribar a ser tan propera a una persona a la que vaig odiar amb ganes durant més de la meitat de la meva vida... ays, merda.

    #nowomanocry

    QUOTE
    —¡Es mi vida y la viviré como a mí me salga de los huevos!

    Just acaba de aparèixer aquesta frase i m'he quedat pensant en una cosa: potser hauria de començar a pensar en fer-la l'eslogan de tota la meva vida dels cops incontables en les quals he arribat a dir aquesta puta frase... I ho dic de debò. ÉS LA FRASE QUE MÉS HE ARRIBAT A REPETIR.

    I de mentre mare i germà petit allà pel mig fotent crits. Aquesta baralla de gallos i gallines em recorda molt a les meves baralles en ma família on cosina, tía i germà gran es posaven pel mig quan ma pare i jo ens posavem a cridar-nos mutuament dient brutalitats, insults i un colló de tonteries enormes i també inexplicables buscant tenir la raó sense voler entendre l'altre perquè un ja ho ha intentat (jo amb ma pare) i l'altre que ho intentava però no acabava de aconseguir-ho (ma pare amb mí).

    Saps? No em sorprèn quan el pare amenaça a Félix a fotre el camp. De fet puc entendre la situació perquè a mí m'ha passat molts cops amb ma àvia materna i ma pare (especialment en 2017), i creu-me, potser amb l'àvia materna no vaig tenir collons, però amb el pare sí i no va ser agradable, ja ho saps. Clar que al marxar de casa és patiment i és dolorós però sí, et queda un sentiment de llibertat que un no sap explicar amb precisió utilitzant les paraules, a mí em va passar tot i sabent que estar a casa la Valèria era només algo curt i temporal perquè ella no em volia molt de temps a casa seva (cosa del seu actual ex novio he de dir).

    En serio, m'estic veient força identificada amb Félix i estic flipant perquè no pensava que anés a passar. Per això el fic m'està agradant tant. El fet de que Roger li faci espai al seu pis em sembla un gran detall perquè s'agraeix moltíssim quan algú et deixa estar a casa teva quan agafes les coses i te'n vas de la teva (ho dic per experiència). Se'm fa una escena que de tot cor m'estimo molt i m'encanta que la hagis fet, és com si em tornessis a l'any 2017 en una època molt traumàtica per a mí encara.

    Quan fas una descripció de Roger sent un company de convivència no evito veure que coincideixo amb ell en moltíssimes coses, i m'ha sorprès perquè realment no m'ho esperava. I he de dir una cosa en majúscules: VAIA UN FIC HAS CAGAT, DESGRACIAT!! I hòstia al final en Xavi de traficant !! Waow, per a mí inesperat (el prenia només per un fumeta perdut per la vida XDDDDD).

    La veritat és que he gaudit molt del fic. No m'esperava el final que li has posat però em deixa amb una molt bona sensació, però enserio, també he patit força llegint la història però també necessitava fer-ho. No vull tornar a escriure els meus drames, perquè sento que no cal que vegis la vida que porto actualment i potser necessiti lo que Félix quan va marxar de casa seva i la seva vida va arribar a aquell declive total. Un no s'espabila fins que es troba en la única opció de acabar encara pitjor del que està, o buscar la manera de millorar i reconstruir la pròpia vida mica en mica, però la diferència està en si algú és allà per donar-te la mà. En el meu cas lo més lògic seria dir que aquella mà és el meu germà però per molt que costi creure, en ell és amb qui menys hi compto per com s'ha comportat fins ara actuant com si jo no hi sigués. Però en fi... m'ha encantat el fic, no tinc cap queixa ni cap crítica al respecte quan usualment sempre en tinc però així estàn les coses. Considero que el review ja és força llarg per allargar-lo més, i ja són les 4 de la matinada I ENCARA SEGUEIXO AQUÍ HÒSTIA SANTA!!!

    Així que piraré a dormir abans no es faci gaire més tard. Espero que el review et robi un riure ni que sigui :VVVVV

    Bye bye Pardaleta!!
     
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    CAGÜEN LA PUTA DE OROS, NENA, QUIN TROS DE REVIEW!!! Crec que t'has superat, ha de ser el més llarg que has parit mai, joder (lo únic que pariràs, m'atreveixo a dir hahaha). He començat pel final i sí! He rigut bastant XD em convenia, he tingut un malson amb tu involucrada que m'ha deixat tocadet. Em costarà respondre a tot lo necessari aquí XD

    [Quick Reminder] El fic passa al poblet de Viladrau, i la nevera de 1915 és la meva casa de vacances que tant trobo a faltar. En Roger es el meu pare i la familia la he caracteritzada tal qual era. Inclús la casa es diu "Nadal" al món real, però limitaven els problemes a dins de casa. En Xavi (que no s'ha aclarat) no en tenia prou amb marihuana. Estava ficat en l'heroina i un cop va acabar a la presó perquè el van delatar com a traficant (ma mare el va anar a veure allà dins i tot). I no és que en l'escena no pugui sortir al carrer, és que estava comprant droga (amb en Roger cobrint-lo), però crec que ho he fet massa discret perquè ningú ho noti XD En general, sobre la familia del meu pare, tinc moltíssima informació al respecte. En canvi, en el cas d'en Fèlix, m'he de basar en les meves pròpies interpretacions, pro la majoria de "records i comentaris" d'en Fèlix sobre la seva familia son comentaris de ma mare sobre els seus pares. I lo dit, tot i que ho he dramatitzat i condensat, els fets van passar tal qual estan escrits. El que no sé és si ma mare no va poder anar al concert de Queen pels seus pares o perquè no tenia pasta. Mai m'ho ha aclarat.

    Lo de les faltes ortogràfiques és totalment el meu pare, hauries de veure com em sagnen els ulls de tant en tant hahahahaha

    El meu pare sempre m'ha recolzat en totes les decisions que he près, una per una, inclús donant-me tota una mensualitat en pasta per seguir el meu camí (la meva carrera). Si feia o faig algo malament, m'ho diu, però mai s'interposa. Lo del tema de Tona és algo que encara hem d'aclarir, fes-m'hi pensar, encara que més avall a la resposta ja dic lo principal XD

    Quin vici que li has agafat a que et toquin la figa eh? (buah, era massa fàcil fer el chiste hahahahaha), vull dir la expressió, que la fas servir molt XD si tu i el meu pare us haguéssiu avingut a la perfecció si haguessiu tingut la mateixa edat. La raó per la qual no us aveniu ara és perquè ell ja té l'experiència dels milers de conseqüències dels seus actes, i no li agrada veure's reflectit en tu (interpretació pròpia) perquè ja sap què vé a continuació, i com tú no ho has experimentat, o ho has experimentat poc, no ho veus. Jo tampoc ho veig, que consti XD no soy el Oráculo de Delfos XD. El resultat d'aquests anys d'experiència és que ha hagut de relaxar certes postures rebels per, bàsicament, sobreviure decentment, això inclogui fer les paus amb la familia, renunciar a part del seu pensament més radical i ser més obert de ment en quant a cuidar-se a sí mateix (cosa que abans no feia ni de conya, i això sí que ho sé). És supercreepy la quantitat brutal de similituds que tens tu amb el meu pare a la teva edat.

    La muntanya és el Matagalls, al Montseny, i sí que es pot veure el poble als peus XD ara crec que no es pot, pro abans es podia pujar de nit i acampar allà. Also, el meu pare un cop va rebre una multa precisament per aquest tipus d'escàndol públic quan jo tenia uns... quinze anys XD me'n vaig enterar de pura xiripa aquell mateix any mentre ell i la seva novia de llavors se'n reien.

    El lameculos, sempre n'hi ha un a cada familia nombrosa XD és una bona forma de sobreviure en families així. El meu tiet ho va ser, perquè va acabar deixant els estudis per tenir pasta més ràpid, amb el pretext d'acontentar al seu pare (però se li donava fatal estudiar com al meu pare, i ell també feia la seva vida secreta, no et pensis). Al final la jugada li va sortir malament, perquè la falta d'estudis li va tancar moltes portes fins fa uns... deu-quinze anys.

    Llàstima, li podries haver afegit el comentari de regal al teu germà, aviam si s'empana. Una mica overkill, però necessari XD

    OH BOY, es que allà a Viladrau la paraula es feia servir molt, era de la època. El meu pare encara la fa servir de tant en tant. A més, és una paraula TAN I TAN específica que valia la pena fer-la servir.

    Sobre lo del teu pare... l'odi i l'amor es disparen a la mateixa zona del cervell, per les mateixes hormones. Això fa que sigui biològicament impossible entendre "odi" i "amor" com a oposats, ja que sorgeixen del mateix. Tú estimaves molt al teu pare, encara que et putegés tant la majoria de la seva persona. És completament normal que recordar les discussions també et faci patir. El veritable oposat de l'amor i l'odi, abdós per igual, és la indiferència, la capacitat d'ignorar completament, emocionalment i físicament, a una persona.

    De tot el següent paràgraf, que ja em sabia, només he retingut això: "ex novio" POR FIIIIN la Valeria s'ha desempallegat del capullo integral aquell.

    Oi que es fa estrany descobrir que t'identifiques tant amb els meus pares (els dos)? XD repetimos: la única raó per la qual no et portes amb ells és la diferència d'edat i experiència XD

    El meu pare va fer el mateix per ma mare, deixar-la viure a casa seva, però fent-ho va convertir en seus els problemes de ma mare, i es va construir una relació de dependència al seu voltant en la que el meu pare carregava amb els problemes dels dos (intentant solucionant-los) i ma mare estava simple i purament boja per ell. El desequilibri va acabar en desastre,, que és la diferència que es nota més en aquest fic. De què et sona el que descric en aquest paràgraf? XD

    Nah, en Xavi a.k.a. Joan va acabar tan desequilibrat mentalment per la seva familia i la seva pròpia sensibilitat que fins que no va tenir parella estable i fills no va saber viure la seva vida de forma sana (massa heroina). El desequilibri mental va ser tal que tenia arranques violents del no res. Un día va tenir un arranque amb qui no tocava i li van respondre amb un tret al pit. Rest in peace.

    El final l'he deixat igual que la peli "Bohemian Rhapsody", sobre Queen: al moment àlgid. Quan els meus avis materns es van enterar de que ells dos eren parella estable, els dos amb feina (encara que no tan bona com la que descric) i que pensaven tenir un fill, va començar el procés de reincorporar-los a la vida. Els pares del meu pare sempre van quedar en un segon pla, però el meu avi patern creia en la familia tradicional (franquista), així que quan va saber que el meu pare tenia novia i jo anava en camí, va estar content amb el meu pare. De fet, lo únic que va fer el meu avi pels meus pares va ser trobar-me totes les dates possibles del meu sant per ells, i a mí em solia fer regals de petit.

    Jo no comptaria amb una altra persona per tirar endavant amb la vida, et pot passar com als meus pares (no parlo d'una relació, però et pots trobar amb conflictes). Prefereixo que tiris pel teu compte, encara que estiguis en "declive total" com dius. També tinc algo a dir al respecte quan parlem per whatsapp.

    En fi, m'alegro de que t'hagi agradat tant! Lo dit, la història dels meus pares dóna per moltíssim i és un exemple magnífic sobre què fer i què no fer, només que he hagut d'acomodar el final al reto. De fet, jo ja estava repetint la història dels dos, i crec que estic frenant a temps abans de que passi (encara que amb els meus pares m'ho porto bé). Diga'm algo quan acabis de llegir aquesta resposta!
     
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    Me tomó su tiempo leerme todo este fic, pero wow, una historia basada en la familia que tiene música ligada. Me gusta. Roger es mucho más oveja negra que Félix, por lo que veo. Félix ha vivido siempre cómodo, pero tiene mucho encanto. En cambio... se nota que Roger lo ha pasado muy mal. Ojalá supiéramos qué fue de ese final, pero los one-shots son así, ya se sabe...
     
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