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+1
.Me ha gustado el capítulo.
Kisa en Ritsu ha conseguido un buen amigo.
Yukina y su radar, ahora Kisa se sentirá avergonzado por lo ocurrido con Yukina.
Esperaré con ansias la conti.
Sí, menos mal que Kisa ahora tiene a alguien en quien apoyarse y ya no se sentirá tan solo.
Creo que después de lo ocurrido ambos se sentirán avergonzados...
Muchas gracias por el comentario
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+2 .
Capítulo 5
Kisa se tiró sobre su cama y comenzó a dar patadas y a morder parte de las sábanas. Sentía mucha rabia, no podía creer lo que había hecho en un momento de desesperación. ¿Por qué siempre tenía que joderlo todo? Se sentía muy miserable y se odiaba por lo ocurrido.
- Soy lo peor...- Murmuró mientras gruesas lágrimas caían por sus mejillas. Comenzó a respirar de manera agitada y tuvo que hacer un gran esfuerzo por no gritar. Intentó calmarse pensando en otra cosa.
Le vino a la cabeza su abuela y su olor tan característico, una mezcla entre naftalina y galletas de mantequilla. Su abuela solía ir a recogerle al colegio. Kisa siempre corría hacia ella y le contaba entusiasmado todo lo que había hecho aquel día. De camino a casa, su abuela solía cogerle de la mano y le escuchaba atentamente con una sonrisa. Al llegar le servía la merienda que le había preparado previamente, siempre algo casero, y Kisa pasaba la tarde con ella hasta que su madre iba a recogerle.
Sin a penas darse cuenta, el recuerdo de su abuela le tranquilizó y los párpados comenzaron a pesarle, por lo que no puso resistencia y se dejó llevar por aquel sueño que le invadía.
Desde hacía días que era incapaz de pensar en otra cosa que no fuera Yukina. A veces pensaba en lo ocurrido y en lo patético que se sentía. Otras fantaseaba con tener una aventura con el psicólogo, pues tenía claro que solo una vez con Yukina no sería suficiente.
La parte buena era que ya no veía de esa forma a sus compañeros de trabajo. No, eso ya se había acabado. En ese momento, Yukina le tenía demasiado ocupado como para fijarse en otros. Se sentía tan atraído por él, que el simple hecho de estar un día sin verle le resultaba doloroso. Necesitaba verle.
Había pasado casi una semana desde ese fatídico día en el que se propasó con él y Kisa se sentía fatal. No podía borrar de su mente lo ocurrido y el no haber ido al psicólogo no estaba ayudando. La culpa era de su trabajo. Aquella semana era el final del ciclo y le resultaba imposible ir a ver a Yukina, aunque realmente lo necesitara. La parte buena era que aquel día era el último de aquella espantosa semana.
Kisa entregó el borrador a Takano y, ya con prácticamente todo su trabajo hecho, se fue al baño a desahogarse. Nada más entrar en el cubículo se puso erecto. Comenzó a masturbarse con desesperación y sin poder apartar de su mente a cierto psicólogo.
Se corrió y, sin poder evitarlo, se echó a llorar. Le daba asco la situación, le daba asco su vida y le daba asco él. ¿Cuándo iba a acabar aquella tortura? ¿Cuánto más tenía que aguantar?
Una presión en el pecho le cortó la respiración, como si alguien se hubiera sentado encima de él. Le costaba mucho respirar y eso le hacía llorar más. Un nudo en la garganta le comenzó a asfixiar y sintió mucho calor. Se ahogaba. No supo cuándo se puso a hiperventilar pero se dio cuenta de que debía parar aquello antes de que fuera a peor.
Pensó de nuevo en su abuela y eso le ayudó a controlar la respiración pero no a parar de llorar. La presión en el pecho se atenuó pero no se fue completamente.
Kisa, quien en algún momento se había dejado caer en el suelo del baño, sacó su móvil del bolsillo y marcó el teléfono de la clínica.
- Yukina...- Murmuró llorando.- No...no puedo...
- Kisa-san, ¿qué ocurre? ¿Qué ha pasado?- El tono de voz era calmado pero se notaba cierto matiz de preocupación. Kisa respiró hondo, ya que sentía que la presión estaba empeorando de nuevo.
- Te necesito...
- ¿Qué ha pasado?
- Yo...me doy asco...soy...no merezco...- Kisa cada vez se sentía peor y el llanto iba a más.
- Dime donde estás.
- El baño...
- ¿De tu casa?
- Marukawa.
Se secaba las lágrimas pero rápidamente volvían a caer nuevas. No supo cuánto tiempo estuvo allí, pero en un momento dado escuchó pasos y una voz que reconoció al instante.
- ¿Kisa-san? Me han dicho que esta es tu planta...
- Yukina...- Murmuró con la voz entrecortada. El nombrado caminó hacia el cubículo donde se encontraba el mayor y se quedó parado al otro lado de la puerta.
- ¿Puedes salir? ¿O prefieres que entre?
- No quiero que me veas así...- Dijo Kisa con un hilo de voz y Yukina suspiró.
- Está bien. ¿Te ha pasado algo? ¿Quieres hablar de ello?
- Me siento muy mal conmigo mismo.- Respondió el editor sin parar de llorar.- Lamento mucho lo del otro día. Pensarás que soy...
- No pienso nada, Kisa-san. Esas cosas pasan y no quiero que te sientas incómodo por ello.
- Es que...- Comenzó a decir Kisa pero dudó.
- ¿Qué pasa? Puedes decirme cualquier cosa, no te voy a juzgar.
- Me atraes mucho, por eso la otra noche me dejé llevar.
- Está bien, Kisa-san. Es algo normal.
- Claro, como estás tan bueno... Te lo deben de decir a diario.- Dijo Kisa y escuchó que el psicólogo reía suavemente.
- No me refería a eso, pero gracias por el cumplido. ¿Quieres salir ya?
- ¿Hay alguien más?
- No, estamos solos.- Respondió Yukina y Kisa salió del cubículo sin alzar la vista del suelo.- ¿Estás avergonzado?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque te he hecho venir hasta aquí y porque odio que me veas de esta manera.
- No pasa nada, soy tu psicólogo..
- Ya...
- ¿Te queda mucho trabajo, Kisa-san?- Preguntó Yukina.
- No, ya he terminado.
- Perfecto, te acompaño a casa.
Kisa se lavó la cara y ambos salieron de la editorial en dirección a casa del mayor. Yukina iba charlando de cualquier cosa, era la primera vez que le escuchaba hablar tanto y Kisa supuso que lo hacía para distraerlo. Aquello funcionó y Kisa comenzó a sentirse mejor.
Yukina caminaba un par de pasos por delante de él, por lo que le sorprendió mucho ver como el menor se paraba justo delante de su casa. Kisa frunció el ceño pero Yukina no lo notó, pues estaba muy concentrado en lo que le iba contando.
- ¿Cómo sabes que vivo aquí?- Le interrumpió el editor. Yukina se puso serio de repente y no respondió.- Te has parado justo delante de mi casa.
- No, Kisa-san, ha sido...
- ¿Casualidad? Es increíble la cantidad de casualidades que se producen últimamente.- Le dijo Kisa cruzándose de brazos.- ¿Cómo sabías que este es mi edificio? ¿Sabes incluso cuál es mi apartamento?- Yukina se miró los pies y habló en un susurro.
- Sé cual es la ventana de tu dormitorio...- Kisa abrió los ojos como platos.
- ¿Qué clase de psicólogo eres tú?
- Si me dejas explicarte...
- ¡No!- Exclamó Kisa agitado.- ¡Estás enfermo! ¿A QUIÉN COÑO SE LE OCURRE ESPIAR A SUS PACIENTES?
- Yo no te he espiado, Kisa-san.- Negó Yukina y Kisa resopló.- Descubrí que vivías aquí por accidente...
- ¿De verdad esperas que te crea?
- Te vi en aquel bar por casualidad el día en que estabas con tus compañeros de trabajo y...
- Y decidiste seguirme hasta mi casa.
- Ibas con ese compañero tuyo y sabía que te ibas a arrepentir, por eso te llamé aquel día...
- ¡Qué atento eres con tus pacientes!- Exclamó Kisa y se frotó la cara con las manos.- ¿Y el otro día en el bar? ¿También me seguiste?
- Kisa-san...
- ¿Me seguiste?
- Sí, pero...
- ¡No puedes hacer eso! ¡Es acoso!
- Estaba preocupado por ti, Kisa-san. Sé que estás pasando un mal momento y...
- ¡Me dan igual tus excusas!- Dijo el editor.- Conocer mis intimidades no te da derecho a...
- Estoy enamorado de ti.- Dijo Yukina de repente y Kisa le miró sin poder articular palabra.- Desde la primera vez que te vi. No soporto verte sufrir y pensé que si me mantenía cerca de ti podría evitar que...
- Cállate.- Kisa le miró con lágrimas en los ojos.
- Sé que está mal, pero no lo he podido evitar. Quiero que te pongas bien, ahora mismo eso es lo único que me importa y es por eso que te he estado siguiendo de vez en cuando.
- ¿Te das cuenta de lo enfermizo que suena eso?
- Mi intención siempre ha sido buena.- Dijo Yukina.- Yo no aspiro a tener una relación contigo.
- ¿Por mi adicción?
- No, porque soy tu psicólogo y no puedo...
- Lo eras.- Le interrumpió el editor.- No quiero que me trate alguien que está peor que yo.
- Kisa-san...- Murmuró Yukina claramente dolido. Kisa no dijo nada más y se dirigió a su edificio con un nudo en la garganta y un gran cúmulo de emociones.. -
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Lo sabia... ¡El loco lo estaba espiando! Jaja, si claro, que te dañen un momento de "polvear", puede ser casualidad, pero que te lo jodan dos veces y el mismo ser... No querido, eso se llama "planificación". x'D
Por favor continuarlo.
He aquí nuevo lector, que quiere ver que hará ahora el psicoloco.~ :v. -
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Me ha gustado el capítulo.
Vaya con el sexy psicólogo, es todo un acosador locamente enamorado de Kisa.
No veo la hora de leer que hará ahora Yukina para estar con Kisa.
Esperaré con ansias la conti.. -
+2 .Lo sabia... ¡El loco lo estaba espiando! Jaja, si claro, que te dañen un momento de "polvear", puede ser casualidad, pero que te lo jodan dos veces y el mismo ser... No querido, eso se llama "planificación". x'D
Por favor continuarlo.
He aquí nuevo lector, que quiere ver que hará ahora el psicoloco.~ :v
Era todo mucha casualidad, demasiado sospechoso jajaja
Muchas gracias por el comentario
¡Un abrazo!Me ha gustado el capítulo.
Vaya con el sexy psicólogo, es todo un acosador locamente enamorado de Kisa.
No veo la hora de leer que hará ahora Yukina para estar con Kisa.
Esperaré con ansias la conti.
Hola!
Me alegra que te haya gustado el capítulo, aunque ha quedado un poco cortito...
Y tanto, Yukina estaba en modo acosador jajaj
Muchas gracias por leer y por el comentario
¡Un abrazo!. -
saorinatalia+1 .
User deleted
Hola, soy una lectora reciente y debo decir que en verdad me esta encantando demasiado, espero lo continues pronto, EN VERDAD ME ENCANTOOOOOOOOOOO. . -
.Hola, soy una lectora reciente y debo decir que en verdad me esta encantando demasiado, espero lo continues pronto, EN VERDAD ME ENCANTOOOOOOOOOOO.
Hola ^^
Gracias por darle una oportunidad a mi historia, me alegra que te esté gustando ☺️
Intentaré subir la continuación lo antes posible, pero no creo que pueda por lo menos hasta el fin de semana.
Muchas gracias por el comentario.
¡Un abrazo!. -
+2 .
Capítulo 6
Miró de un lado a otro antes de cruzar la calle corriendo. Se había entretenido en el trabajo y ahora llegaba tarde a su cita. Kisa se detuvo delante del restaurante para recuperar el aliento después de aquella carrera y, sin querer hacer esperar más a su novio, se dirigió adentro del local.
Su pareja le sonrió nada más verle y Kisa se sentó enfrente de él, todavía agitado por haber ido corriendo. Suspiró y le dedicó una sonrisa culpable.
- Soy un desastre, llevas casi una hora esperando...
- Shouta, no pasa nada. El trabajo es el trabajo.
- Ya, pero siempre te hago lo mismo.- Dijo Kisa.- De verdad que lo siento, Ren.
- Ya te he dicho que está bien.- Le sonrió el castaño.- No te preocupes. ¿Ya sabes qué vas a pedir?
- Sí, lo venía pensando por el camino.- Asintió Kisa y llamaron al camarero para que les tomara nota. Poco tiempo después les sirvieron la cena.
Kisa había conocido a Ren hacía menos de dos meses y comenzaron a salir prácticamente al instante. Ren trabajaba en un estudio de animación que iba a producir el anime de un manga que él había editado, así era cómo se habían conocido.
El editor se sentía ilusionado con aquella relación, pues hacía mucho tiempo que no salía con nadie. Hacía tiempo que no se sentía así, las cosas iban yendo a mejor poco a poco. Llevaba ya casi un año con su psicóloga y por fin sentía que hacía progresos, tal vez eran pequeños y lentos, pero eran progresos al fin y al cabo. Después de mucho tiempo, estaba preparado para mantener una relación con alguien, aunque fuera de manera muy lenta.
Cuando acabaron de cenar, pagaron y salieron del local sin ningún rumbo fijo. Ren le cogió de la mano y fueron hablando de todo un poco, sin llegar a profundizar en nada. Kisa se sentía muy relajado junto a su pareja, pero esa calma se fue rápidamente cuando el castaño pronunció la frase que Kisa más temía escuchar.
- ¿Te apetece pasar la noche conmigo?- Kisa se quedó congelado en el sitio y balbuceó la respuesta.
- Yo...mañana trabajo...muy pronto y...
- Si no quieres hacer nada me parece bien, pero me gustaría dormir abrazado a ti, Shouta.- La sonrisa que le dedicó Ren le calmó un poco los nervios.
- No quiero precipitarme.
- Ya llevamos dos meses, no sería precipitarse.
- Ya, pero...
- No tienes que darme explicaciones, si no te apetece está bien.
- Sí que me gustaría dormir contigo.- Dijo Kisa finalmente.- Pero solo dormir.
- Me acabas de hacer muy feliz, Shouta.
Ren le condujo hasta su edificio, que se encontraba bastante cerca de allí. Kisa se quedó impresionado, pues se veía que era un edificio de lujo que no tenía nada que envidiarle al suyo. Subieron en el ascensor hasta la octava planta y Ren abrió la primera puerta de aquel pasillo. Nada más entrar, se acercó a susurrarle.
- No hagamos ruido, mi compañero de piso está en casa.
- ¿Compartes piso?- Le preguntó Kisa en voz baja.
- Es la única forma de poder permitirme vivir en este barrio. Venga, vayamos a mi habitación.
Ren le condujo hasta su dormitorio, que era bastante amplio para solo una persona. La cama era enorme, cosa que gustó a Kisa, al igual que los dos armarios que tenía.
- ¿Tanta ropa tienes?- Preguntó Kisa curioso, haciendo sonreír a su pareja.
- En verdad no. En uno guardo toallas, sábanas, mantas...
- No me hubiera sorprendido que los dos fueran de ropa, se nota que eres un niño pijo.- Bromeó Kisa acercándose a Ren para darle un suave beso.
- ¿Algún problema con eso?- Preguntó con una sonrisa cuando rompieron aquel beso. Kisa negó con la cabeza.
- No me he traído pijama.- Comentó Kisa de repente.
- Pues tendrás que dormir desnudo.- Dijo Ren sonriendo de lado y haciendo reír suavemente al editor.- Ahora te dejaré uno de los míos.
- Gracias.- El castaño abrió un armario y sacó un pijama de manga larga, se lo tendió a Kisa y después se dirigió hacia la puerta.
- Te doy un poco de intimidad para que te cambies.- Dijo Ren y salió de la habitación. Kisa se puso el pijama rápidamente y comenzó a cotillear los libros que tenía en una estantería.
Poco tiempo después, Ren volvió y lo hizo con un bol de palomitas.
- He pensado que te gustaría ver alguna película.
- Sí, pero que no sea muy larga o me quedaré dormido.- Dijo Kisa. Ren encendió la tele que tenía en su habitación y le indicó al editor que se tumbara en la cama.
Kisa apartó rápidamente la mirada cuando Ren comenzó a desnudarse para ponerse el pijama. No quería fijarse en su cuerpo, pues sabía que si lo hacía acabaría acostándose con él y Kisa todavía no se sentía preparado. Quería ser capaz de controlar la situación cuando llegara el momento.
Ren se tumbó a su lado y comenzaron a ver la película mientras comían palomitas. Kisa no llegó a ver el final, pues se quedó dormido.
A la mañana siguiente, Kisa fue el primero en despertarse. Cogió una toalla del armario y algo de ropa de su novio para no llevar la misma que el día anterior y se dirigió a darse una ducha.
Suspiró frustrado cuando salió de la ducha y se dio cuenta de que había olvidado coger ropa interior. Se ató la toalla a la cintura y salió del baño. Escuchó ruidos en la cocina y deseó que se tratara de su novio, pero Kisa no iba a tener esa suerte. Intentó pasar por la cocina lo más rápido posible, ya que le daba vergüenza ir con solo la toalla, pero paró en seco cuando se dio cuenta de quién se encontraba desayunando en aquella cocina. Kisa pensó que la vista le fallaba. Y lo mismo debió de pensar Yukina, pues se quedó muy sorprendido al ver al editor.
- Buenas.- Murmuró finalmente Kisa, sin poder ocultar su tono nervioso.
- Buenos días.- Dijo Yukina y le dedicó su ya típica sonrisa, esa sonrisa que hacía meses que no veía.- ¿Qué tal?
- Pues nada, aquí estoy, sintiéndome muy incómodo.- Comentó el editor con un notable sonrojo en sus mejillas.- Voy a ponerme algo de ropa...
- Sí, no te vayas a resfriar, Kisa-san.
Kisa se encerró en la habitación de su novio, quien seguía durmiendo profundamente, y se vistió rápidamente con la esperanza de abandonar aquel apartamento lo antes posible. No se creía su mala suerte. Después de todo lo que le pasó con ese psicólogo... Aquello debía de ser una broma.
Salió ya vestido del dormitorio y volvió a encontrarse con Yukina, quien le miró esta vez con gesto serio.
- Así que tu eres el famoso Shouta, Ren no para de hablar de ti.
- Sí, bueno, nos estamos conociendo.- Dijo Kisa dirigiéndose hacia la puerta.- No sabía que vivías aquí...
- Ya me he dado cuenta, tu cara ha sido todo un poema.- Yukina le siguió hasta la salida.- Supongo que nos veremos muy a menudo, ¿no?
- No sé, no lo creo.- Respondió Kisa nervioso y el menor le cogió del brazo suavemente.
- Mantengo todo lo que te dije aquella noche. No he podido dejar de pensar en ti, aunque sepa que lo nuestro es imposible.- Le susurró Yukina. Kisa se deshizo del agarré y salió del apartamento.
No se lo podía creer, con lo bien que marchaba su vida últimamente. ¿Por qué tenía que pasarle aquello? ¿Por qué tenía que volver a ver al psicólogo buenorro? Buenorro y loco, porque a Kisa no se le olvidaba como estuvo acosándolo. Y para colmo tenía una preocupación nueva; Ren no sabía lo de su adicción al sexo. ¿Y si Yukina se lo contaba? No podía hacerlo, los psicólogos no pueden ir hablando de sus pacientes así como así, al menos dando nombres, ¿no? ¿Pero y si lo hacía? Yukina no había destacado por su profesionalidad en el pasado, era muy probable que se lo contara a Ren. Kisa sentía que estaba muy jodido.
Se pasó toda la mañana pensando en aquello. Le había costado mucho conseguir estar en una relación y le daba miedo que Yukina se la jodiera. Sí, sabía que él debía haberle contado a Ren cuál era su situación, pero no quería espantarlo y Kisa sabía que aquello era algo que era mejor contar cuando se tuviera cierta confianza.
No pudiendo aguantar más aquella sensación de angustia, Kisa salió mucho más temprano de lo normal del trabajo y se dirigió a la clínica de Yukina para hablar con él y rogarle que mantuviera la boca cerrada. Se llevó una gran sorpresa al ver que aquella clínica se había convertido en una funeraria. No entendía nada y solo le quedaba un sitio donde encontrar a Yukina.
No tardó mucho en llegar al apartamento de su pareja y llamó al timbre rezando para que Ren no se encontrara en casa. Poco tiempo después, le abrió la puerta Yukina.
- Ren no está.- Dijo a modo de saludo.
- Mejor. ¿Podemos hablar? Será solo un minuto, te lo prometo.- Yukina asintió y se hizo a un lado para dejar entrar a Kisa.- He ido a tu clínica y...
- Ya no ejerzo. ¿Te apetece tomar algo?
- No, gracias.- Negó Kisa.- ¿Ya no trabajas de psicólogo? ¿Por qué?
- Después de como me comporté contigo, no me sentía capaz de seguir trabajando. Hice las cosas muy mal, me dejé llevar y la cagué.- Respondió Yukina.
- ¿Y ahora qué haces?
- Soy pintor.
- ¿De casas?
- No, de cuadros.- Dijo Yukina.- Pinto de todo, pero lo que más me piden son desnudos, así que si alguna vez estás interesado...
- ¿Eh? No, yo no...no creo que...- Kisa comenzó a hablar de forma muy rápida por culpa de los nervios y el menor rió.
- Te estaba tomando el pelo para ver si te relajabas un poco. Lo siento.
- Voy a ser directo.- Dijo Kisa intentando serenarse.- He venido a pedirte que no le comentes nada a Ren sobre lo mío.
- Ya sé que no se lo has contado. Tranquilo, no pensaba decirle nada.- Dijo Yukina.- Ren me lo cuenta todo, ¿sabes?
- ¿Todo todo?
- Sí, absolutamente todo. Compartimos piso desde hace muchos años.- Dijo Yukina.- La verdad es que me sorprende que no lo hayáis hecho todavía.
- Necesito tiempo.- Se limitó a decir Kisa.- Aunque eso no es asunto tuyo.
- Eso es cierto, no es asunto mío.
- Bueno, si ya está todo aclarado...- Comenzó a decir Kisa pero fue interrumpido.
- ¿Te gusta Ren?
- ¿A qué viene eso?
- Me preocupas.- Le dijo Yukina y el editor le miró con el ceño fruncido.
- Olvídate de mí.
- Ya te he dicho que no puedo.
- Deberías alegrarte porque por fin he encontrado a alguien.
- Ren es un gran amigo, casi como un hermano, pero te está utilizando.- Le dijo Yukina y Kisa dudó por un segundo. Parecía que aquel hombre estuviera diciendo la verdad, pero no podía ser. Kisa confiaba más en Ren que en Yukina.
- ¡Serás falso!- Le dijo Kisa con enfado.
- Intenta darle celos a su ex contigo.- Dijo Yukina.
- ¡Mentiroso! ¡Lo que pasa es que te jode que yo esté con él!
- Una cosa no quita la otra.- Dijo Yukina y escucharon el sonido de unas llaves. Kisa supo inmediatamente que se trataba de Ren y entró en pánico.
- No puede verme aquí, hará muchas preguntas.- Dijo Kisa agobiado y Yukina le agarró la mano para llevarle hasta su dormitorio.
- No suele entrar aquí.- Le dijo Yukina y cerró la puerta. Se hizo un silencio incómodo en el que escucharon como Ren entraba en el apartamento y se dirigía al baño.
- ¿Crees que saldrá a alguna parte?- Preguntó Kisa y el menor se encogió de hombros.- Ya sé, quedaré con él para que se marche.- Kisa le envió un mensaje proponiéndole ir al cine y se sorprendió mucho al leer la respuesta.
"Lo siento, hoy no va a poder ser. Estoy en el trabajo y parece que me quedaré hasta muy tarde"
- ¿Ocurre algo?- Le preguntó Yukina al ver la cara que ponía Kisa. Escucharon unos golpes en la puerta y el editor se escondió detrás de una columna.- Ren, no te he oído llegar.
- Seguro que estabas escuchando música. Me marcho a cenar fuera, dudo mucho que duerma en casa.- Escuchó que decía Ren y Kisa se sintió traicionado.- Hasta mañana.
- Adiós, pasadlo bien.- Dijo Yukina para después cerrar la puerta y dirigirse a Kisa.- Bueno, no querrás hacer esperar a tu cita.
- No es conmigo con quien ha quedado.- Comentó Kisa con una sonrisa amarga y le enseñó el mensaje.
- Lo siento mucho, Kisa-san.
- Me marcho a mi casa.- Dijo el editor y Yukina lo paró.
- Ren todavía no se ha marchado.
- Me da igual.
- Se enfadará conmigo si te ve salir de mi dormitorio. No me metas en vuestras movidas, por favor.- Le pidió Yukina y Kisa suspiró.
- Está bien.- El mayor se sentó en la cama a esperar que su supuesto novio se marchara.- ¿Me enseñas tus desnudos? Tendremos que matar el rato con algo.
- ¿Masculinos o femeninos? ¿Qué quieres ver?- Preguntó el menor con una sonrisa, sentándose a su lado y sacando su móvil.
- Masculino.
- Mira, este es el primero que pinté.- Dijo Yukina orgulloso.- Estaba un poco nervioso por tener a alguien desnudo delante de mí pero ya me he acostumbrado a eso y ahora me salen mucho mejor. Este es el último que he pintado.
- Sí que has mejorado.- Asintió Kisa.- Es impresionante.
- Muchas gracias.- Sonrió Yukina con un leve sonrojo.
- ¿Y dónde tienes los cuadros?
- La mayoría los tienen sus dueños, otros los expongo durante un tiempo y al final son comprados, y los que no consigo vender están en mi taller.
- ¿Siempre pintas ahí?
- Sí.- Asintió Yukina y escucharon la puerta principal cerrarse.- Ya se ha marchado.
- Será mejor que me vaya.- Dijo Kisa.
- Deberías esperar cinco minutos, a veces vuelve a por algo.- Le dijo el menor y Kisa asintió. Continuaron viendo las fotos de los desnudos durante casi un cuarto de hora, hasta que finalmente Kisa se puso de pie.
- Siento haberte molestado.
- Kisa-san, ¿estás bien? ¿Quieres hablar?- Le preguntó Yukina con preocupación.
- No, gracias. Me había hecho ilusiones pero tampoco me gustaba tanto.- Dijo Kisa.- Lo superaré.
- Si necesitas cualquier cosa puedes llamarme y...
- Creo que será mejor que no.
- Está bien.- Asintió Yukina.- ¿Vas ya a casa?
- Sí.
- Te puedo acompañar, si quieres.
- Me apetece estar solo.- Le dijo Kisa y se dirigió hacia la salida.- Gracias por distraerme con tus desnudos.
- Ha sido un placer.- Le dijo Yukina.- En verdad, me gustaría pedirte un favor.
- ¿El qué?- Preguntó Kisa todavía sin fiarse un pelo de aquel hombre.
- Me gustaría pintarte. Con ropa, claro está. Es que tienes unos rasgos tan bonitos que quedarían genial, estoy seguro de que sería mi mejor obra.
- Tu mejor obra sería un autoretrato. ¿Tú te has visto la cara? Eres tan jodidamente perfecto que hasta da rabia.- Le dijo Kisa con cierto enfado, aquel no había sido su día y lo último que quería era ser pintado por el psicólogo loco.
- Bueno, piénsalo y si cambias de opinión pásate por mi taller.- Yukina le tendió su tarjeta y Kisa, después de cogerla, se marchó de aquel apartamento sintiéndose tan miserable como hacía meses que no se sentía.
Llegó a su casa y sacó todos los vibradores que tenía guardados. Fue usándolos uno por uno hasta que acabó tan agotado que a penas podía moverse. Sin poder evitarlo, se echó a llorar desconsoladamente. No era justo que aquello le estuviera pasando, justo cuando comenzaba a pensar que todo iba a mejor.
Hola ☺️
¿Qué tal? Espero que os haya gustado el capítulo. En teoría este iba a ser el último pero ha habido un cambio de planes. Los cuatro primeros capítulos del fic los tenía prácticamente escritos de hace tiempo y también tenía pensado el final. He cambiado de opinión y he decidido darle otro final al fic, uno menos deprimente. Resumiendo, que el fic se alargará unos pocos capítulos más.
Muchas gracias por leer 😊
¡Un abrazo!. -
+1 .
Me ha gustado el capítulo.
Pobre Kisa no tiene suerte en el amor, pero ahora que Yukina ya no es psicológico podrá acercarse a Kisa y enamorarlo, y más ahora que su pareja lo ha utilizado.
Que buena noticia que has decidido hacerlo más largo.
Esperaré con ansias la conti.. -
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Que bello te quedó el fanfic enserio la verdad me gustó casi lloro cuando Kisa dijo que su vida era un asco pobrecito mi niño hermoso ojalá que yukina lo enamore y le demuestre que el es el mejor para el que se pendejo de mierda de ren la verdad debería estar en ese fanfic y darle la prueba de que lo engaña ya que sería la demonishigami de este fanfic jejeje espero la contigo saludos y pásense a mi canal que subo videos pero ...por ahora no porqu le mi cel murió y uso el de mi mamá jajaja (sucrette tatsuya chan es mi canal ) . -
+1 .
😭😭acabo de leer el fic y es tan hermoso 😭😭, Ayala lo continúes, quiero saber si lista llega a ser feliz 😭😭😭😭😭😭😭😭 . -
.😭😭acabo de leer el fic y es tan hermoso 😭😭, Ayala lo continúes, quiero saber si lista llega a ser feliz 😭😭😭😭😭😭😭😭
Muchísimas gracias por leerlo. Me alegra que te haya gustado pero la verdad es que esta historia la he borrado de las otras plataformas y creía que también la había borrado de aquí. Lamento las molestias pero no la voy a continuar. Un abrazo y, de nuevo, gracias por leer ❤️❤️. -
+1 .
Pollito taquero
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😭😭acabo de leer el fic y es tan hermoso 😭😭, Ayala lo continúes, quiero saber si lista llega a ser feliz 😭😭😭😭😭😭😭😭
Muchísimas gracias por leerlo. Me alegra que te haya gustado pero la verdad es que esta historia la he borrado de las otras plataformas y creía que también la había borrado de aquí. Lamento las molestias pero no la voy a continuar. Un abrazo y, de nuevo, gracias por leer ❤️❤️
Bueno... fue bueno mientras duró 😢. -
+2 .QUOTEBueno... fue bueno mientras duró 😢
Sip🥺🥺😢.
Adicto. (YukinaXKisa)Kisa Shouta es un hombre de 32 años adicto al sexo. La terapia no le funciona pero su vida cambia cuando conoce a Yukina, su nuevo terapeuta. Aviso: No tengo ni idea de psicología. |
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