Su Piel (Kazemaru en Teitoku)

Todos los Titulares del Instituto Imperial, estaban acostumbrados a ducharse luego del entrenamiento y al salir Kazemaru siempre estaba terminando de ordenar las cosas utilizadas. GENKAZE

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    Una mini serie creada gracias a conversaciones con una de mis autoras favoritas. Dedicado a uno de mis personajes favoritos de Inazuma.

    La mini Serie se denomina Kazemaru en Teitoku, son 4 one shots.
    Casi todos pueden leerse sin necesidad de leer los demás.

    Primera Parte...... Su Sonrisa
    Segunda Parte..... Su Cabello
    Tercera Parte....... Su Piel
    Cuarta Parte........ Su Carácter

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    Su Piel


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    En el Instituto Imperial predominaba un calmado ambiente desde hace ya un tiempo. Pero créanme, esa calma no es la típica de paz y felicidad. No, para nada. La calma a la que nos referimos es aquella fría y peligrosa, esa en la evitas realizar movimientos bruscos por miedo de llamar la atención del monstruo que se oculta entre la niebla... o para el caso actual, mantener un perfil bajo para no llamar la atención del comandante.

    Hace ya un tiempo que Kageyama Reiji vigilaba personalmente los entrenamientos. Situación que, por supuesto había afectado mucho en el comportamiento del equipo, anteriormente solo debían lidiar con la presencia de Kageyama en reuniones o durante los partidos.

    Pero ahora debían ver diario al comandante, Sakuma estaba a nada de sufrir un ataque de nervios o hasta de ansiedad, ruidos muy fuertes lo alteraban, llegarle por la espalda estaba prohibido, no podías realizar movimientos bruscos sorpresivos cerca de él. Sakuma era susceptible a cualquier cosa o persona. Podías compararlo con un fósforo, el mínimo roce producía una flama, o en términos sencillos: haz algo estúpido y serás el encargado de lidiar con la frustración de Sakuma.

    Por su parte Genda vivía tenso y hace un tiempo que dejó de medir su fuerza, en más de una ocasión balones de futbol que eran detenidos por el de melena café podían terminar aplastados en medio de las super técnicas. Genda era una persona que se dirigía mucho por su instinto, pero actualmente todo su ser se mantenía en un constante estado de alerta, lo que lo mantenía agotado, aparte de que el portero era uno de los principales receptores de la furia de Sakuma, generalmente Genda intervenía para evitar que el capitán terminara de desmoralizar con palabras a alguno de los otros miembros y terminaba recibiendo él la reprimenda que no le correspondía, pero callado lo aguantaba, Genda era consciente del disgusto general por Kageyama, pero sabía que a Sakuma lo alteraba mucho más que a cualquier otro. Él aún podía ser paciente por los dos y mantener pensamientos en frío mientras su amigo lo necesitara.

    Fudo era un caso aparte, el solitario rebelde volvió a su aislamiento, convivía lo justo y necesario con cada miembro del equipo y luego solo eran miradas matadoras lo que podías recibir de él. Bueno, había una particular excepción... o no, no era Kazemaru. Me refiero a Sakuma, si te tomabas el tiempo de medir la cantidad de palabras que salían de la boca de Fudo hacia las personas, Sakuma tenía el puesto número 1, pero no porque actuaran como grandes amigos y camaradas. Todo lo contrario, Fudo era el segundo receptor de la ira del capitán. El ojiverde no escatimaba para buscar situaciones que le recordaran a Sakuma su "deficiente" desempeño como capitán y con el peliplateado actualmente susceptible a cualquier estímulo, las discusiones terminaban mal... muy mal. En más de una ocasión tocó separarlos antes de que terminaran de llegar a los golpes. Y claro, estos espectáculos tenían sus consecuencias, ahora con Kageyama en los entrenamientos, una pelea terminaba en castigo. El comandante podía ser muy creativo cuando se lo proponía. Lo que nos lleva al puesto número 2 de personas que más palabras reciben de Fudo, o si, Kageyama tenían el segundo lugar del ranking. Si anteriormente Fudo criticaba su manera de hacer las cosas ahora llegaba hasta a insultarlo por su manera de caminar. Si fuera posible, hace mucho Akio Fudo le hubiera saltado a la yugular al entrenador. Pero siempre hubo alguien que evitaba que eso llegara a más.

    Les hablo de Kazemaru, miembro del comité de reforzamiento, posiblemente el mayor causante de la situación actual e ignorante total de ello. Kazemaru había sufrido un gran retroceso, si bien es cierto desde que estaba bajo las órdenes de Kageyama, el peliceleste mostró una actitud completamente profesional, en la que realizaba todos los planes que se le dictaban con una precisión y frialdad que enorgullecían al comandante. Con el tiempo se suavizó un poco, Kazemaru ya no se sentía como el perro guardián de Kageyama, ya era un miembro más del equipo. Pero ahora volvimos al principio, con Kageyama en los entrenamientos, parece que Kazemaru volvió a su frío y estoico ser. Con la gran diferencia de que ya nadie podía hablar con él.

    Como el muy amado entrenador se dignaba a estar presente en los entrenamientos, el puesto de vocero ya no era necesario, por lo que el ex-atleta solo debía recopilar la información que pedía Kageyama sin interactuar con nadie. Lo otro que volvía inaccesible a Kazemaru, era que no se alejaba del entrenador. Kazemaru siempre estaba a un costado de este, listo para acatar sus órdenes o responder sus preguntas. Nadie en el equipo tenía el valor de acercarse al ex jugador del Raimon, bastaba con un movimiento de cabeza del comandante para alejar a cualquiera... bueno cualquiera menos Fudo y Sakuma, que a cada intento de contradecir a Kageyama terminaban calmándose al recibir una mirada de Kazemaru, bajo aquel inexpresivo rostro había a la vista un ojo color almendra que transmitían una gran calma... de alguna manera, evitaba que los entrenamientos terminaran en caos.

    Y claro, al finalizar el entrenamiento, los agotados miembros del equipo se retiraban a las duchas con prisa. Sabiendo que era la oportunidad para salir de la mira del comandante y con la certeza de que, al salir, Kageyama ya se habría retirado del campo y solo estaría Kazemaru terminando de arreglar todo. Pero a esas alturas, ya nadie tenía energía para acercarse al de coleta.

    Este era el pan de cada día en el Instituto Imperial. Los titulares cada día estaban más cansados de la situación y no me refiero al físico, es decir desde antes, Kageyama los obligaba a cumplir extenuantes rutinas de entrenamiento, ellos podían sobrevivir a los infiernos que eran las prácticas. El problema era el agotamiento mental, tener que pensar los movimientos que harías si deseabas acercarte al capitán, tener que soportar los gritos del mismo porque al final Sakuma encontraba la manera de gritar, ser salvado por Genda, para luego sentirte miserable por escuchar los gritos que se aguantaba callado el portero por ti y luego cuando tratabas de volver a entrenar normalmente no había manera de esquivar la mirada esmeralda que te congelaba apenas se posaba en tu miserable persona. Rematando tu pésimo día de entrenamiento, Fudo y Sakuma chocaban en algún momento y claro antes Kazemaru bastaba y sobraba para detener la riña, pero como el de coletas no se alejaba de Kageyama y este último no intervenía si no veía sangre... pues todo se volvía una mierda, la disciplina implantada por ese hombre podía llegar a enorgullecer a dictadores históricos.

    Por eso al sonar el silbato indicando el final del entrenamiento, podías apreciar la carrera hacia las duchas con tal de escapar del campo.

    Y justo nos encontramos aquí, en los vestidores. Las baldosas del piso ligeramente húmedas por aquellos te terminaban su baño, el ruido de las regaderas en uso sonando de fondo, el leve vapor en el ambiente por aquellos que abusaban del agua caliente, algunas toallas ya sin dueño abandonadas en las bancas, sin mencionar claro a los miembros del equipo, por ejemplo, Sakuma y Fudo siendo separados por Genda ante la preocupada mirada de algunos titulares. Fudo con una mano tenía al capitán agarrado por el cuello de su camiseta, mientras Sakuma sostenía con ambas manos la camiseta del rebelde por los hombros.

    - ¡Ten los huevos en alguna ocasión para poner orden, oh señor capitán del equipo!

    - ¡Claro! ¡Como a ti te basta con hacer un berrinche para sentirte importante!

    - ¡Sakuma, Fudo! ¡Sepárense! – Genda siendo el más alto de los tres, no lograba alejarlos, por más que trató de interponerse.

    - ¡A diferencia de ti, no soy un cobarde! ¡Tengo las pelotas de decirla a Kageyama en su cara que me vale mierda su actitud!

    - ¡Basta! - el portero quería golpearlos a ambos.

    - ¡Y gritando has logrado mucho! – sarcasmo puro, profirió el capitán.

    - ¡Me lo dice el capitán que le grita a todo el equipo porque se le acercan por la espalda!

    - ¡Calma por favor! – Fudo y Sakuma habían desarrollado la habilidad de ignorar al portero en medio de sus peleas.

    - ¡No me vengas con esas mierdas! – Sakuma a cada momento se enojaba más. - ¡Te la pasas intimidando a todos con la mirada, creyéndote la gran cosa con tu actitud barata de chico malo!

    - ¡Kazemaru tiene más pantalones que tú!

    - ¡No metas a Kazemaru en esto!

    -¡SUFICIENTE! – rugió el portero. Habían colmado su paciencia. Tomó las manos de ambos y de un jalón ya los había separado, Fudo terminó estrellado contra los casilleros y Sakuma tropezó hasta caer al piso - ¡Me tienen harto! ¡HARTO! ¡Ustedes no son los únicos que la están pasando mal! ¡Miren a su alrededor! – Genda señaló a los miembros del equipo que veían la pelea con cierto temor – ¡Somos un equipo y nos estamos cayendo a pedazos! ¡Nadie está feliz con Kageyama! ¡Pero ustedes dos son el colmo! ¡En lugar de unirse contra él, se quieren sacar los ojos entre ustedes!

    - Genda / Yo no – ambos acusados trataron de defenderse, pero el de melena café no dio lugar a réplicas.

    - ¡SILENCIO! – de verdad que habían agotado su paciencia - ¡No quiero escuchar nada de ninguno de los dos! ¡Por mí mátense si quieren! ¡Pero NO arrastren al equipo con ustedes!

    Y con eso Genda tomó sus cosas y salió de los vestuarios propinando un portazo que resonó por el eco del lugar. Fudo bufó luego de ser regañado, Sakuma se apresuró a ponerse de pie y tomar sus cosas para correr tras su amigo. Tal vez se había pasado un poco...

    - ¡Genda espera! – Sakuma por fin le dio alcance al portero.

    - Ahora no Sakuma – habló el de melena café. Es cierto que ya no pensaba gritarle, pero seguía molesto y no quería decir algo de lo que luego se arrepentiría. Necesitaba alejarse un momento para pensar.

    - No Genda, lo siento. – y eso bastó para detener el caminar del portero – De verdad lo siento, tienes toda la razón. Deberíamos estar todos unidos en contra de Kageyama, pero hemos hecho todo lo contrario... sin darnos cuenta le hemos facilitado el trabajo, un equipo separado es débil. Y Fudo y yo no hemos hecho mejor la situación.

    - Eres el capitán Sakuma – le recordó – si nos marcas la dirección nosotros te seguiremos y te apoyaremos incondicionalmente, pero no puedes cargar con todo y arrastrarnos al fango si sientes que la situación te supera... No estás solo, somos 11 en el equipo. Y si ninguno de ellos está para ayudar, siempre me tendrás para cuidarte la espalda.

    Ahora Sakuma se sentía mal, Genda fue el mejor amigo de todos, dejó que descargara su frustración con él y nunca le reclamó. Era un pésimo amigo y un peor capitán.

    -De verdad lo siento, he sido una persona horrible – Sakuma miró al piso deprimido y Genda posó su mano en el hombro derecho del pelo plateado, estaba muy feliz por ver a su amigo reflexionar sobre sus actos. Pero alguien le ganó las palabras.

    - Tienes razón, eres horrible – llegó Fudo a romper la armonía. Genda quería estrellar la palma de su mano contra su frente y Sakuma ya se había vuelto a enojar – pero supongo que, si Kageyama nos molesta a los dos, podemos aplicar la del enemigo de mi enemigo es mi amigo... o algo así.

    Fudo miró a un costado avergonzado y tanto el capitán como el portero, vieron sorprendidos al solitario rebelde... ¿Eso era un intento de disculpa?

    -Pero no quita que sea divertido fastidiarte capitán – volvimos al Fudo petulante... bueno, eso era mejor que nada. – Por cierto, Genda. Dejaste tus guantes olvidados en los vestidores.

    - ¿Y no podías traerlos? – se quejó Sakuma por Genda.

    - Ya bastante hice con venir a avisar. – Fudo siempre sería Fudo.

    Genda resignado avisó que lo esperaran que iría por ellos.

    -Te esperamos – dijo Sakuma.

    - Si demoras mucho, nos vamos sin ti – avisó Fudo.

    Genda no puedo hacer más que reír al escuchar a esos dos volver a discutir. Su relación era así, vivían peleando.

    Llegó a los vestidos llevándose la sorpresa de encontrarlos vacíos, o casi. La mayoría de los titulares ya habían terminado de ducharse y abandonado las instalaciones. Encontró sus guantes sobre una de las bancas que tenían los vestuarios y se relajó soltando un suspiro, a veces era común que se hicieran bromas en el equipo, si alguien olvidaba algo, lo escondían y luego tocaba poner patas arriba el lugar hasta encontrarlo.

    Tomó sus guantes y los guardó en su mochila dispuesto a salir corriendo para alcanzar a Fudo y Sakuma, pero unos pasos llamaron su atención. Parece que alguien acaba de salir de la regadera.

    ¿Quién había demorado tanto?

    - ¿Genda? – llamó Kazemaru sorprendido. Era la primera vez que se encontraba a alguien al salir de las duchas. Cuando él terminaba el equipo entero ya estaba rumbo a sus casas. – ¿Aún estás aquí?

    -... - por su parte a Genda se le había secado la garganta... él no esperaba esa vista. Oh Dios, que no la esperaba. La mochila se deslizó por sus hombros hasta caer al suelo y poco le faltó a él mismo para terminar igual.

    Kazemaru se había asomado por el pasillo, completamente mojado, se notaba que estaba en proceso de secarse; el cabello suelto y húmedo caía grácilmente por sus hombros dejando escurrir algunas gotas de agua que ya no podía cargar, ambos ojos almendras estaban a la vista del portero por tener el cabello mojado los mechones celestes se pegaban entre ellos revelando aquella siempre oculta pupila. Adornando su rostro resaltaba un sonrojo gracias al agua caliente y su piel... era mucha piel expuesta, en algunas zonas levemente rosada producto del contacto con el agua y el jabón. Por más que el cuerpo de Kazemaru estuviera marcado por el ejercicio, se notaba suave al tacto y tentadora a la vista... ¿Eso era un lunar? Si, sí lo era, Kazemaru tenía un pequeño lunar rojo en la clavícula derecha... Si lo mordía ¿Qué haría Kazemaru?

    Tragó toda la saliva que se había acumulado en su boca sin darse cuenta, Kazemaru iba a matarlo con esa mirada inocente que le dirigía. Tenía una vista de infarto, y posiblemente Genda estaba a nada de sufrir uno.

    - ¿Ocurre algo? – Kazemaru se acercó preocupado al ver que Genda solo se le quedó viendo sin responder - ¿Está todo bien? ¿Olvidaste alguna cosa?

    -Guantes – su cerebro no le dio para más, fue lo primero que pudo procesar y responder.

    - ¿Olvidaste tus guantes? – Genda no pudo más que asentir, tenía la garganta cerrada - ¿Te ayudo a buscarlos? – rápidamente negó. Kazemaru solo lo miraba extrañado por su actuar, inclinando la cabeza tratando de entender el silencio de su compañero.

    La mente de Genda era un desastre, los demás lo matarían si llegaban a enterarse del privilegio con el que había sido bendecido.

    - ¿Seguro que no quieres ayuda? – volvió a cuestionar Kazemaru, sinceramente estaba preocupado por Genda, su lenguaje corporal indicaba que el portero estaba nervioso. Pero no terminaba de entender el motivo de dicho nerviosismo.

    Con una negativa aún mas fuerte que la anterior, Genda sacudió su cabeza moviendo su melena de un lado a otro. Kazemaru tenía que ponerse ropa y tenía que ponérsela AHORA.

    Kazemaru aún con nada de ropa en su ser y solo cubierto por la toalla, se acercó al portero realmente preocupado – Genda ¿Seguro que está todo bien? Si tienes algún problema puedes contarme.

    Esto no estaba pasando, esto NO le estaba pasando a él. Kazemaru lo más seguro era que había querido transmitirle confianza para que le contara si tenía algún problema. Pero el mismo Kazemaru era el que estaba ocasionando estragos en su persona.

    Estaba caminando hacia él, con nada de ropa solo cubierto por una toalla, con las gotas de agua corriendo por esa piel que eran la tentación personificada, con su encantador cabello celeste suelto y moviéndose al compás de su cuerpo, casi parecían flotar con el aire y en su rostro su sonrisa amigable y preocupada coronada con un sonrojo en las mejillas...

    ¡Eso no se le hace a un hombre!

    En cámara lenta lo vio acercarse, juraba que un aura dorada cubría a ese majestuoso ser y así como sentía eterno su acercamiento y agradecía por esta ofrenda del cielo, captó el momento exacto en el que Kazemaru tropezó, culpa de las baldosas y la humedad en el cuerpo del peliceleste.

    Kazemaru se fue hacia atrás y Genda tiró un paso al frente atrapándolo del brazo y atrayéndolo hacia él. Y así quedaron, abrazados en medio de los vestidores, completamente solos y con uno de ellos sin nada en su cuerpo. Parece que la toalla salió volando por la salvada del portero y ahora Kazemaru presentaba un potente sonrojo producto de la vergüenza.

    El cerebro de Genda había dejado de funcionar, en el instante que el de ojos almendra chocó contra su pecho y observó la toalla terminar de caer al piso, su mente quedó en blanco. De lo único que era consciente era de sus brazos rodeando la espalda de Kazemaru... su piel era aún más suave de lo que había imaginado. Los corazones golpeaban fuertes contra sus pechos, uno por vergüenza, el otro por algo más.

    Ahora ambos estaban en silencio, analizando cuál debía ser el siguiente movimiento de cada uno. Kazemaru comenzó a temblar, tal vez por frío, tal vez por otra cosa, más que nada por la salud mental de Genda.

    Pero no dio tiempo de pedirle al portero si podía cerrar los ojos y voltearse, tampoco dio tiempo de ofrecer una disculpa por la osadía de abrazarlo.

    La puerta de los vestidores fue abierta con un estrepitoso golpe.

    -No puedo creer que aún no encuentres los -

    -Genda, estabas demorando mucho y Fudo –

    Ninguno de los dos logró terminar su reclamo. Fudo y Sakuma, quedaron en blanco ante la imagen que tenía frente a ellos. Si prestabas atención, podías ver el momento en el que la cordura de ambos se volvía pedazos.

    - ¿Qué están haciendo? – la pregunta les salió perfectamente sincronizada en un tono de voz frío y peligrosamente bajo. Iba a correr sangre.

    - ¡No esperen no es lo que parece! – Genda colocó tras su espalda a un avergonzado Kazemaru.

    Mientras Fudo cerraba la puerta de los vestidores y Sakuma se acercaba a la toalla tirada en el piso. En completo silencio, el capitán extendió el objeto hacia el peliceleste, que aún oculto tras el gran cuerpo del portero se cubrió rápidamente.

    -Kazemaru – llamó Fudo, al asegurarse que Kazemaru fue a su taquilla por ropa – ponte ropa y vete...

    Iban a matarlo, el portero del Instituto Imperial estaba seguro de que esos serían sus últimos momentos de vida, sus horas estaban contadas. No había dejado testamento, solo esperaba que sus padres no olvidaran alimentar a su hámster.

    -Chicos – llamó Kazemaru por el extraño ambiente que comenzaba a formarse, ya tenía el pantalón puesto y la franela a medio poner, nunca se había vestido tan rápido – no es lo que piensan. Solo quería ayudarlo con su problema y bueno, hemos terminado así.

    ¡Ese era el peor momento que se podía elegir para ser tan ambiguo!

    Bueno... era su fin.

    Sakuma colocó una mano sobre el hombro de Genda asustándolo en el proceso – Debemos hablar.

    Fudo tomó la mochila de Kazemaru y medio en contra de su voluntad lo encaminó a la puerta y se aseguró de dejarlo afuera de los vestidores.

    -Ve a casa – fue lo último que ordenó, antes de darse la vuelta con planes de regresar junto al capitán.

    -Fudo espera – lo detuvo Kazemaru - ¿Por qué están actuando así? No es la gran cosa, fue un accidente.

    - ¿Cómo que no es la gran cosa? Te prohíbo que te quedes solo con algún miembro del equipo en los vestidores. No vas a mostrarle tu piel y mucho menos tu cuerpo a nadie... y amárrate la cola, no te vallas a casa con el cabello suelto

    - Fudo, somos deportistas. Se supone que nos cambiamos a diario juntos. No entiendo el problema tan grande que ven solo porque "estoy mostrando piel". Y tengo el cabello mojado, si me amarro el cabello ahora será un problema cuando lo suelte.

    Fudo solo pudo suspirar. Kazemaru no lo iba a entender... y él no se lo iba a explicar – Kazemaru... no puedes ir mostrando tanta piel a las personas y esperar que no ocurra un accidente. – aclaró Fudo – Sobre todo no a porteros con segundas intenciones. – recalcó al pensar en otro portero muy amigo del peliceleste.

    -¿Cómo que accidente?

    - No lo vas a entender. Ve a casa – volvió a recalcar – Y amárrate el cabello.

    Fudo no lo dejó decir nada más, inmediatamente entró a los vestidores y Kazemaru escuchó el pestillo puesto.

    Genial, tendría que esperar hasta mañana para aclarar sus dudas y preguntarle a Genda si estaba bien...

    Durante el camino a casa, no pudo hacer otra cosa más que pensar:

    ¿Qué accidente podía causar mostrar un poco de su piel?

    Fin...
     
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    Hola~ Se que debera comentar en Su Caracter, ya que es el capitulo final, pero realmente mi shipp favorita es Genda x Kazemaru (I'm so sorry~ n.nU). Me le los cuatro hace como una semana atras, y realmente no comprendo como no tienes ningun comentario, ¡ESTAN BUENISIMOS! Es tipo, respetando la personalidad de todos, pero sin dejar de lado ese mariquismo que nos gusta tanto a las fujoshis. xD Me dio cosita con Genda el mismo estaba en su mente tipo "Ya, aqui me muero. Le dejo todo a mi pantera". Esito. xD
     
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    QUOTE (Noriko Oumi @ 22/1/2020, 19:49) 
    Hola~ Se que debera comentar en Su Caracter, ya que es el capitulo final, pero realmente mi shipp favorita es Genda x Kazemaru (I'm so sorry~ n.nU). Me le los cuatro hace como una semana atras, y realmente no comprendo como no tienes ningun comentario, ¡ESTAN BUENISIMOS! Es tipo, respetando la personalidad de todos, pero sin dejar de lado ese mariquismo que nos gusta tanto a las fujoshis. xD Me dio cosita con Genda el mismo estaba en su mente tipo "Ya, aqui me muero. Le dejo todo a mi pantera". Esito. xD

    No te preocupes por el orden de los comentarios, al contrario. Me alegra que te gustaran lo suficiente todos los capítulos como para dejarme un comentario en cada uno.

    Por el GenKaze no te preocupes, cada quién tiene derecho a su shipp favorita. Y últimamente les he agarrado cariño a esos dos XD tengo un OneShot donde se shippean bastantes, pero no lo tengo aquí, está en mi wattpad.

    JAJAJAJAJAJA me encantó que lo de mariquitismo xD morí de la risa. Siempre trato de mantener lo más que pueda la personalidad de cada personaje, no soy muy fanática de volverlos OCs... Genda ya estavba viendo la luz al final del tunel XD
     
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