Su Carácter (Kazemaru en Teitoku)

Todos los titulares del Instituto Imperial, estaban acostumbrados al tranquilo Kazemaru. Kageyama lo consideraba un joven muy dócil, hasta que lo vio defender a sus amigos. TODOSxKAZEMARU

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    Una mini serie creada gracias a conversaciones con una de mis autoras favoritas. Dedicado a uno de mis personajes favoritos de Inazuma.

    La mini Serie se denomina Kazemaru en Teitoku, son 4 one shots.
    Casi todos pueden leerse sin necesidad de leer los demás.

    Primera Parte...... Su Sonrisa
    Segunda Parte..... Su Cabello
    Tercera Parte....... Su Piel
    Cuarta Parte........ Su Carácter

    NOTA: Se recomienda leer Su Piel, para comprender el inicio.

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    Su Carácter


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    Kazemaru estaba preguntándose: ¿Qué diablos estaba pasando?

    Una semana, llevaba una maldita semana, tratando de entender a tres de los titulares del equipo y su extraño comportamiento, pero enterarse de la verdad solo había logrado sacar su instinto protector.

    Todo había comenzado el sábado en el entrenamiento matutino del club, desde que llegó estuvo ansioso esperando por Genda.

    Había quedado muy preocupado desde que Fudo básicamente lo corrió de los vestidores, había llamado a Genda apenas llegó a su casa, pero nada. Le llenó el buzón de mensajes y nada, nunca hubo respuesta.

    Pero él no pensaba rendirse. Llamó a Fudo y Sakuma, esperando obtener respuestas de alguno de los dos... mismo resultado nada.

    Esa noche casi no durmió preocupado por esos tres. Tenía el leve presentimiento de que algo malo había pasado y él no estaba enterado. Así es que el sábado se despertó aún más temprano y se encaminó al club luego de verificar que ninguno de los tres había respondido a sus mensajes o devuelto alguna de las llamadas.

    Estaba verificando el equipo que sería utilizado en la práctica cuando los primeros miembros del equipo llegaron.

    -Buenos días Kazemaru

    - Buenos días, vayan a cambiarse y estiren los músculos.

    Ok, ninguno de los llegados eran sus tres preocupaciones, seguiría esperando. Pero pasaba el tiempo, faltaban cinco minutos para que iniciara la práctica cuando Kageyama hizo presencia en el campo.

    -Ocho en punto, comencemos con 30 vueltas al campo - avisó el comandante, para preocupación de Kazemaru. El resto del equipo se miró las caras preocupados, el capitán no estaba presente, tampoco el portero titular del equipo.

    - Disculpe comandante - se acercó Kazemaru, al ser el único capaz de dirigirse al temible hombre - Faltan algunos integrantes del equipo y no he recibido ninguna justificación de su ausencia y yo... - no quería que el hombre notara su preocupación, pero tampoco quería meterlos en problemas.

    - No los esperes, el capitán junto a los jóvenes Genda y Fudo, están en un entrenamiento especial. Hoy no se unirán a nosotros. - Hubo una pequeña pausa, donde dejó claro que no daría más explicaciones - Comiencen a correr.

    Así transcurrió el entrenamiento, con un ambiente cargado de pesimismo y preocupación, faltaba el capitán, faltaba su guía y pilar. Tampoco estaba Genda, el apoyo emocional y segundo soporte del equipo. Extrañamente también extrañaban a Fudo, si es cierto que lo que mejor hacía era pelear con Sakuma, pero eso en cierta forma era parte de su rutina ya. Ahora todo lo que había era calma... una nada agradable calma.

    Todos estaban exhaustos luego del entrenamiento, como siempre Kazemaru y el comandante verificaban la información del desempeño de cada miembro del equipo, mientras estos se duchaban.

    Así terminó el día, sin rastro de Genda, Fudo o Sakuma. No hace falta decir que su preocupación solo aumentó.

    El domingo era día de descanso, volvió a llamar a sus amigos con el mismo resultado del día anterior... nada.

    Lunes, por fin. No había manera de no interactuar con ellos ese día, los vería en clase y a la hora del almuerzo. Sería fácil conseguir respuestas... estaba muy equivocado.

    Kazemaru llegó temprano esperando como siempre encontrar a Genda sentado en su pupitre y a Sakuma junto a él hablando de cualquier tema, más al rato llegaría Fudo y comenzaría a molestarlos. Esa era la rutina diaria. Pero los tres puestos estaban vacíos.

    Pasaban los minutos y ninguno de los tres llegaba. No fue hasta que el profesor de la primera hora de clase ingresó por la puerta, que dos cabelleras marrones y una platinada entraron corriendo al salón. Agitados por la carrera que seguro habían pegado para llegar a tiempo.

    A Kazemaru se le fue el alma a los pies, Genda tenía las manos vendadas y varios morados en la mejilla. Sakuma tenía parches en el rostro en la mejilla. Por último, Fudo tenía un vendaje en la cabeza. Los tres se veían agotados, aparte de heridos.

    ¿Cuántas heridas está cubriendo el uniforme?

    Se cuestionó alarmado el de ojos almendra. Peor aún, pensó que el profesor reñiría a los tres por llegar tarde.

    -Lamentamos la demora - habló Sakuma por los tres. Kazemaru solo se preocupó más, Sakuma habló entrecortado, estaba agitado sí, pero el capitán también estaba ronco. ¿Qué está pasando?

    - Se me notificó sobre su particular situación, entren no quiero problemas. - el viejo profesor parecía fastidiado por ser tan permisivo. Pero igual los dejó pasar.

    Entraron tomado asiento y para desgracia de Kazemaru, parece que los tres evitaron hacer contacto visual con él.

    Llegó la hora de almuerzo y no tuvo tiempo ni de ponerse de pie, cuando Genda, Fudo y Sakuma salieron corriendo fuera del aula. Se asomó por el pasillo, pero habían desaparecido.

    Eso era extraño...

    El resto del día no fue muy diferente a la mañana, sus amigos entraron al salón corriendo casi con el profesor. Agitados, sudados y despeinados. Los dejaron pasar, ninguno volteó a verlo. Terminaron las clases y al igual que la hora de almuerzo, tomaron sus cosas y corriendo fuera del salón, se perdieron en medio de los interminables pasillos.

    El entrenamiento fue igual al sábado. Ninguno de los tres hizo acto de presencia y Kageyama los escusó hablando de un entrenamiento especial. Se fue decepcionado y sumamente preocupado a su casa. Ahí había gato encerrado...

    El resto de la semana no fue mejor, por más que trató de encontrar un momento para conversar con alguno de los tres era imposible. Se sentía ignorado, varias veces logró perseguirlos por los pasillos, pero por más que gritó llamándoles nunca voltearon. En clase llegaban justo a la hora de iniciar, no tenía tiempo de abordar a ninguno. Siempre llegaban juntos y se iban juntos, siempre con prisa, siempre corriendo.

    El miércoles notó que Fudo pasó toda la clase sosteniéndose la frente, parece que tenía dolor de cabeza y estaba tratando de pasarlo por alto. Más de un profesor le preguntó en varias ocasiones si necesitaba ir a la enfermería, pero él lo rechazaba. Ese día notó que para salir de clases Genda y Sakuma básicamente lo arrastraron para apurar el paso...

    El jueves, había examen, fue solo un momento que levantó la mirada para pensar en una de las respuestas capciosas que hacen los profesores, pero lo notó. A Genda le costaba escribir... su examen pasó a segundo plano, para dedicarse a observar al portero, Genda escribía un poco y luego debía soltar el lápiz y sobarse la mano, como tratando de apaciguar el dolor. Frunció el ceño. Ayer Fudo, hoy Genda...

    Igual que el día anterior, apenas terminaron las clases esos tres se levantaron a prisa para salir, pero logró notar que antes de salir por la puerta, Sakuma le cuestionaba sobre su mano... los siguió igual que los días anteriores, tal vez fue suerte, pero logró darles alcance y sostener a Sakuma de un brazo, deteniendo la carrera de los otros dos.

    -Sakuma ¿Qué está pasando? Explícame eso del entrenamiento especial

    Al capitán se le habían bajado los colores, pero ni tiempo le dio de seguir cuestionando. Un movimiento brusco por parte de Fudo y ya no vio nada, sintió un tirón de Sakuma al soltarse. Cuando alejó el objeto que había caído en su cabeza, resultó ser la chaqueta del equipo, Fudo se la había tirado y Genda había jalado a Sakuma. Ahora los veía a los tres correr lejos de él...

    Llegó el viernes, ahora el afectado era Sakuma, llegó al salón de clases siendo sostenido por Genda, mientras Fudo cargaba su mochila. El mal presentimiento que cargaba desde el fin de semana se había convertido poco a poco en enojo. Ya no tenía dudas, algo malo estaba pasando y la situación se les estaba saliendo de las manos.

    Esperó pacientemente. Hoy tenía una oportunidad única. Serían más lentos por Sakuma, pero no pensaba detenerlos, ayer eso había fallado. Fudo era listo y podría distraerlo rápidamente para hacerlos escapar. Hoy solo los seguiría, a una distancia prudente y se aseguraría de averiguar qué estaba pasando.

    Sonó la última campana indicando el final de clases, como suponía Genda y Fudo se acercaron a Sakuma para ayudarlo a levantarse. Bien era hora del plan.

    Salió a prisa del salón, antes de que ellos siquiera terminaran de recoger sus cosas. Corrió por los mismos pasillos que sus amigos recorrieron durante toda la semana.

    Hasta llegar al mismo lugar donde siempre los perdía, se ocultó tras unos casilleros y esperó. No pasó mucho tiempo antes de escuchar los pasos apurados de Genda y Fudo.

    El portero había tenido que cargar al capitán, pues al correr a la hora de almuerzo Sakuma solo había empeorado la lesión.

    Espero en silencio hasta que vio como se acercaban a una puerta, tocaron antes de entrar y como Kazemaru esperaba, los recibió el comandante.

    -Han demorado 13 segundos

    - Es mi culpa - habló alterado el capitán, aún en la espalda del portero - han tenido que cargarme, comandante ya no puedo correr.

    - ¿Y así te haces llamar capitán? No eres nada, más que una escoria.

    - Ayer se lesionó y aún así ha corrido y cumplido con tu maldito "entrenamiento especial". - para sorpresa de Kazemaru, Fudo estaba defendiendo a Sakuma - La única escoria que veo eres tú, mal parido intento de entrenador.

    - Fudo calma, no pasa nada. - trató Sakuma de tranquilizarlo.

    - Kageyama, esto es una locura. Si alguno de nosotros decide reportarte por abuso de poder, volverás a prisión. - gruñó Genda.

    - Ustedes son los que aceptaron esto, incluso cuando les avisé las consecuencias de sus actos.

    - Tu nos obligaste, no hables como si tu amenaza fuera una nimiedad - Fudo estaba apretando los puños, para contener el enojo.

    - Kazemaru es nuestro amigo, no vas a alejarlo de nosotros. - defendió Sakuma.

    - Ni vamos a permitir que arruines su futuro en el futbol - gruñó Genda.

    - Si tan decididos están a protegerlo, ya saben lo que deben hacer. - Kageyama se alejó de la puerta permitiéndoles el paso.

    Aún con el enojo palpable, los tres titulares ingresaron a la sala, siendo seguidos por Kageyama.

    Por su parte la mente de Kazemaru era un caos...

    ¿Qué estaba pasando?

    ¿Kageyama quería alejarlo de sus amigos?

    ¿Cómo era eso de arruinar su futuro en el futbol?

    ¿Qué había tras esa puerta?

    ¿Por qué ninguno de los chicos les dijo nada?

    ¿No lo consideraban su amigo acaso?

    ...

    Eso último no importaba, aún si para ellos él no era su amigo, ellos si eran importantes para él. Y aún si no querían su ayuda, él planeaba sacarlos de ese problema con Kageyama.

    Sacándolo de sus pensamientos, escuchó la puerta abrirse. Kageyama salió del lugar y se encaminó hacia el club. Esperó hasta perderlo de vista y sigilosamente ingresó al lugar donde el comandante salió anteriormente.

    Encontró un largo pasillo con una cantidad de puertas innumerables... colegio de ricos, mira que tener dinero para tales instalaciones...

    -Estás divagando Kazemaru... - se dijo a él mismo. Eso no era importante.

    Caminó hasta que escuchó ruidos tras una de las puertas, por suerte había un cristal junto a la misma que permitía ver el interior. No podía creerlo...

    -------------



    Sakuma estaba de nuevo en esa maldita habitación del demonio. Después de entrar, debía esperar a ser escaneado por las máquinas en el techo. Un minuto después se proyectaba un holograma de una cancha de futbol, contra algún equipo rival.

    Su tarea no era nada simple, debía realizar un tiro a puerta superando a la defensa del equipo. El problema, era la violencia con la que estos atacaban, siempre había alguna barrida que lo mandaba al piso, un choque de hombros que lo lanzaba a un costado hasta caer, alguna patada para robarle el balón que terminaba impactando su pantorrilla.

    Las pocas veces que lograba burlarlos a todos y llegar a portería, ya no tenía fuerzas para realizar algún tiro, por lo que este iba débil y era fácilmente detenido.

    Intentó una y otra vez, con peores resultados que los días anteriores. Ayer mientras trataba de burlar a la defensa, uno de ellos había chocado contra él, cayó al piso sobre su pie derecho en mala posición.

    No fue fractura por suerte, pero Kageyama había sido claro, hasta que no lograran cumplir con la tarea impuesta, no daría su brazo a torcer.

    Debía ser fuerte, por Kazemaru lo sería.

    -¡Otra vez!

    -------------



    Kazemaru guardó su teléfono, después de aquel momento de shock que había sufrido, casi se precipito a la habitación al ver a Sakuma caer, era de locos una lesión con aquel entrenamiento.

    Pero no lo hizo, usó todo su autocontrol para contenerse y lo logró. Sacó su teléfono y filmó a Sakuma, asegurándose de que se notara la lesión en el cojear de su amigo y la crueldad del entrenamiento.

    Tenía al capitán, le faltaban dos más por encontrar.

    Siguió caminando hasta que volvió a escuchar estruendo. Corrió hacia la puerta, ahora encontrando a Genda... era igual de horrible que la situación con Sakuma.

    -------------



    Genda trataba de recobrar el aire en sus pulmones, ese tiro le había quitado por completo el aliento. Sus manos quemaban de la potencia del tiro. Estaba recostado en la red luego de ser arrojado a esta por un tiro del holograma.

    Ni siquiera reconocía al jugador, pero era brutal su fuerza. Tenía toda la semana tratando de detener un tiro, solo UN tiro de aquella máquina y siempre era el mismo resultado, la fuerza, la potencia, el giro, todo.

    Siempre terminaba estampado contra la portería, sus manos habían llegado al punto de lastimarse la piel por el roce contra los guantes y el tiro. Pero no planeaba rendirse, como pudo volvió a ponerse en pie y desde su garganta le rugió al goleador.

    - ¡¿Es todo lo que tienes?!

    -------------



    Al igual que con Sakuma, filmó aquel salvaje entrenamiento, se aseguró de realizarle zoom a las manos de Genda y que se notara el desgaste de los guantes junto al temblor de manos. Quería correr a buscarle un botiquín, pero aún debía encontrar a Fudo.

    Siguió caminando, hasta que llegó a la última puerta que buscaba. El solitario rebelde estaba en el piso tratando de ponerse en pie, mientras balones volaban de todas direcciones...

    -------------



    Fudo estaba en el piso tratando de orientarse, veía borroso y si levantaba la vista el cuarto le daba vueltas, a diferencia de los otros dos, su cuarto no proyectaba un holograma, pero de las paredes volaban en todas direcciones balones de futbol.

    Su tarea consistía en evitar ser tocado por algún balón, pero mientras más esquivaba más había, más veloces, de más direcciones.

    Por más que trataba, siempre terminaba golpeado. Joder que ya no aguantaba la cabeza.

    Trató de ponerse en pie para reiniciar, pero antes de siquiera alzar la vista, volvió a ser lastimado.

    -¡JODER! - gruñó aún estando en el piso - ¡No voy a rendirme maldito!

    Y no iba a hacerlo, aquello era por Kazemaru, no pensaba dejarse vencer, no sin dar pelea.

    -------------



    Volvió a guardar el teléfono, apretando los puños de impotencia. Ya tenía la información.

    Kageyama se lo iba a pagar muy caro...

    Corrió fuera del pasillo hasta el club de futbol, buscó al comandante, pero no lo encontró.

    - ¿Pero qué?... - se preguntó molesto. - ¿Dónde se metió?

    - Kazemaru - llamó Banjo - El comandante dijo que te espera en su despacho.

    - Gracias - no se detuvo a pensar mucho en ese llamado. Simplemente corrió hacia la oficina de Kageyama, mientras tecleaba algunas cosas en su teléfono.

    Cuando estaba a punto de llegar a la tan temida oficina, frenó su paso y antes de entrar, tomó una gran bocanada de aire, necesitaba serenar su agitado corazón. Estaba a punto de encarar a el más temido hombre que conocía y no podía dejar que notara su propio miedo.

    -Kageyama - llamó entrando con el ceño fruncido, quería que ese hombre notara que estaba molesto y no era un juego.

    - Kazemaru ¿Ya no soy comandante? No sabía que le faltaras el respeto a los entrenadores.

    - Yo respeto a los entrenadores. Pero lo que usted está haciendo no es un entrenamiento especial, es TORTURA. - remarcó la palabra - Ellos están lastimados y si siguen de esa manera solo terminarán lesionándose más.

    - No deberías meter las narices donde nadie te ha llamado - el hombre afiló su mirada tras los oscuros anteojos.

    - Si me incumbe, usted los amenazó utilizándome a mí. No pienso permitir que les hagas más daño. ¡DÉJALOS EN PAZ!

    - ¿Y si no lo hago? - Kageyama sonrió burlón - ¿Qué piensas hacer? ¿Acusarme?

    - Así es. Tengo en video cada uno de los entrenamientos que está realizando, eso es cruel y ninguna asociación estará de acuerdo con esos entrenamientos.

    - Te recuerdo que personalmente fui llamado, aún estando en prisión para ser entrenador.

    - Y yo le recuerdo que es la corporación Kido la que tiene el verdadero poder sobre este equipo. Así su hijo no esté en el equipo. ¿De verdad cree que Kido no hará nada si le envío los videos que tengo?

    - ¿Me estás amenazando, Kazemaru? Podría deshacerme de ti ahora y nadie sabría.

    - Es verdad... Yo no puedo contra usted... Pero - dijo decidido mientras alzaba el teléfono - Estoy a un botón de enviarle los videos a Kido, no importa lo que me haga, no podrá evitar eso. Estará acabado...

    - Me sorprende... ¿Hasta qué punto estás dispuesto a llegar solo por ellos?

    - Haré lo que sea con tal de mantenerlos a salvo - Kazemaru en ningún momento perdió su postura. No retrocedería, no ante Kageyama, no cuando sus amigos lo necesitaban...

    - Bien, en ese caso no me queda más opción. - Kageyama se puso en pie caminando hacia el de cabellera celeste. Metió la mano la mano en su chaqueta como buscando algo. Kazemaru acercó el teléfono a él mismo, preocupado por lo que pensara hacer. Su mano tembló, más su determinación aumentó.

    Él no importaba, salvaría a sus amigos.

    Cuando estuvo frente a él, Kageyama sacó su mano de la chaqueta y por instinto Kazemaru cerró los ojos...

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    7,8,9,10 segundos... aún no pasaba nada. Abrió los ojos, aún temeroso y se encontró tres tarjetas extendidas frente a él.

    Miró a Kageyama extrañado.

    -Estas son las llaves de acceso para las habitaciones. Sácalos y cúra sus heridas. Solo por hoy accederé a que falten a la práctica.

    .

    .

    .

    .

    -¿Qué?...

    Kazemaru no se creía lo que había escuchado... quizás cuando cerró los ojos, Kageyama lo dejó inconsciente. Y ahora soñaba eso.

    Kageyama suspiró al ver la impresión del ojialmendra. Tomó la mano izquierda, la que no tenía el teléfono fuertemente agarrado contra el pecho del defensa y le colocó las tarjetas de acceso.

    -Ya veo que sí puedes defenderte. Me quedaré tranquilo, porque llegué a pensar que estabas a merced de esos tres. Pero creo que pondrás en su lugar a cualquiera que se pase de listo... Además, esos tres demostraron lo mucho que les importas, cualquiera es buen partido. - Kageyama desordenó levemente sus cabellos antes de marcharse de regreso al club.

    ¿Qué acaba de pasar?

    ¿A qué se refería Kageyama con que esos tres eran un buen partido?... no se refería a...

    Un intenso color rojo adornó su rostro. Bien que era distraído pero eso sí lo entendió... ¿Kageyama le dio su bendición para salir con Genda, Fudo o Sakuma?

    Parecía un muy mal chiste... pero parece que fue así.... Podía seguir ahí tratando de entender lo que pasaba por la mente del comandante. Pero era más importante la salud de sus amigos.

    Corrió de regreso al pasillo para liberarlos.

    -------------



    Kageyama caminaba hacia la cancha del club de futbol del Instituto Imperial, desde que notó el comportamiento de los miembros del equipo, se había preocupado por su nueva mano derecha. Era un chico muy responsable y decidido. Pero parecía bloquear todo bajo una mirada seria y ojos fríos, como si prefiriera mantener alejado a las personas, pero Kageyama vio a través de esa fachada.

    Era un joven preocupado y dulce, que se sentía inferior. Pero esa determinación de no dejarse vencer fue lo que terminó agradándole al comandante. Kido era un genio, líder por naturaleza, una persona que casi a la primera lograría lo que se proponía. Kazemaru, por el contrario, era un joven común, que debía esforzarse diariamente para mantener el nivel.

    Sus dos pupilos, habían ganado espacio en su casi inexistente corazón. Por eso, ver a los titulares del equipo con las hormonas revolucionadas por el despistado joven, prendió las alertas en su cabeza.

    Creyó que con su presencia en los entrenamientos todo volvería a la normalidad, pero con el incidente en los vestidores...

    Digamos que el instinto paternal que creía no poseer salió a flote. Puso a prueba a esos tres bajo amenazas falsas, creyendo que renunciarían luego de unos días.

    Pero la determinación de ninguno de ellos cayó, por más lastimados que estaban, siguieron cumpliendo con los brutales entrenamientos. El único reclamo que recibía era al inicio cuando le exigían que dejara a Kazemaru fuera del problema.

    Debía decir que su plan lo había sorprendido a él mismo. Había creído que a Kazemaru le faltaba carácter para defenderse de los buitres, pero el joven le demostró que podía ser un león con tal de defender a aquellos que quería.

    Aparte de que los tres titulares, le demostraron que harían lo que sea con tal de protegerlo.

    Con eso estaba bien, escogiera a quién escogiera Kazemaru, sabía que estaba en buenas manos.

    Observó la tablet que cargaba con él, donde las cámaras de video mostraban a Kazemaru ayudando a Fudo a caminar, mientras que Genda llevaba en su espalda a Sakuma.

    Más le valía a esos tres cuidar a su pequeño protegido o él se aseguraría de volver sus vidas un infierno.

    -------------



    Kazemaru estaba feliz de ver los ánimos de esos tres. Genda trataba de detener la riña entre Fudo y Sakuma, mientras él buscaba algunas vendas y desinfectante.

    Aún no logra creer que cayeron en otro de los planes locos de Kageyama, pero guardaría ese secreto, solo porque no quería crear un problema ahora que todo volvió a la normalidad.

    -¿Kazemaru, cómo conseguiste las llaves? - le preguntó Genda, luego de dejar a Fudo y Sakuma con un chichón en la frente.

    - Tuve que hablar con el comandante, sobre la ineficiencia de los entrenamientos sin el equipo completo. Puede ser perjudicial para el desempeño del equipo en los partidos... además estaba preocupado por ustedes. Parecían estar sufriendo... Sé que no soy su amigo, pero no podía quedarme sin hacer nada.

    -¿Cómo que no eres nuestro amigo? - Sakuma parecía seriamente ofendido.

    - Kazemaru, eres muy importante para nosotros - aseguró Genda.

    - Tanto que, si logramos esconderte del resto del mundo, nos ahorrarías muchos dolores de cabeza. - remato Fudo.

    Kazemaru sonrió feliz, ignorando el último comentario y su posible significado. Aquella cálida sonrisa, terminó sonrojando a los tres titulares. Ese defensa iba a matarlos, definitivamente.

    Kazemaru dejó pasar los sonrojos y procedió a curarlos. No importaba lo que pensara Kageyama, simplemente no dejaría que se volviera a meter con sus amigos. Después de todo...

    Tendría que lidiar con su carácter, si se atrevía a intentar algo así de nuevo.

    FIN.



    Llegamos al final de esta mini serie de One Shots, gracias a todos los que han seguido las historias. Espero que disfrutaran cada capítulo. Yo me he reido bastante con esto y me ha encantado el resultado.

    Este es el final, lo sé. Es abierto, pueden elegir con quién quedará Kazemaru. Sinceramente pensaba tirarme el FudoKaze al final (Ya saben, la OTP). Pero me dije que no, Fudo, Sakuma y Genda, cada uno tuvo un capítulo para demostrarle a Kazemaru su preocupación. Así es que no seré yo la que elija por él.

    Nos leemos en otra historia, hasta la próxima...
     
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    Bueno, este capitulo fue mas bien... agresivo. Eso me FASCINO! La sola idea de verlos malheridos, arriesgando sus vidas por una idea tan, TAN SIMPLE, me encanto demasiado. No podia parpadear mientras lo leia, y estaba apretando los dientes viendo como te saliste de la caja del romance para hacer el Shounen perfectamente agresivo y aventurero que se necesita para nivelar ese moe empalagoso de antes. Esta serie de OneShots es demasiado hermosa para dejarla como si nada. La adore. A veces me lamento de no tener amigos que vean Inazuma Eleven, es molesto notar que eres la unica persona que le gustan cosas asi en tu zona. :( Pero bueno, gracias por compartir esto, TE QUIERO~ <3 :D
     
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    QUOTE (Noriko Oumi @ 22/1/2020, 20:13) 
    Bueno, este capitulo fue mas bien... agresivo. Eso me FASCINO! La sola idea de verlos malheridos, arriesgando sus vidas por una idea tan, TAN SIMPLE, me encanto demasiado. No podia parpadear mientras lo leia, y estaba apretando los dientes viendo como te saliste de la caja del romance para hacer el Shounen perfectamente agresivo y aventurero que se necesita para nivelar ese moe empalagoso de antes. Esta serie de OneShots es demasiado hermosa para dejarla como si nada. La adore. A veces me lamento de no tener amigos que vean Inazuma Eleven, es molesto notar que eres la unica persona que le gustan cosas asi en tu zona. :( Pero bueno, gracias por compartir esto, TE QUIERO~ <3 :D

    Espero no te moleste que no responda en todos los capítuos, el internet está fallándome bastante y es la tercera vez que escribo esto...

    De verdad me alegro que disfrutaras los capítulos, sobre todo este que cambié todo lo lindo y cute por algo más dramático (?)
    No me gusto mucho la idea de hacer uno de mis personajes favoritos una damisela en peligro. Me gusta que sea despistado y que los otros lo cuiden, precisamente porque es despistado... pero no que deban correr a salvarlo las 24 horas del día, Kazemaru también puede velar por ellos.

    XD yo para compensar lo de los amigos que no ven Inazuma, he puesto a mi novio a ver el anime. Aún no terminamos la línea original, pero por lo menos vio Ares y Orión conmigo. Así es que me entiende cuando me pongo a hablar mis locuras XD

    De nada, encantada que disfrutaras la lectura. Se agradece el cariño u////u
     
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