Dos miradas diferentes (Misaki Takahashi x Shinobu Takatsuki)

Gracias a un proyecto escolar, Misaki encuentra a un amigo que poco a poco despierta una atrevida curiosidad.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    180

    Status
    Offline
    ¡Saludos, queridos lectores! Quiero agradecerles el que se hayan tomado un momento para echarle un vistazo a esta pareja que no se ve a menudo. Pronto subiré el próximo pedazo. Apreciaría cualquier comentario que tengan. Los dejo con el fic y espero que nos leamos pronto.

    ---

    ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que me gustó alguien de tal forma? No tengo ni la más mínima idea. De hecho, me han atraído algunas personas desde que cambié de universidades hace casi dos años atrás, pero nunca me aventuré a contarles lo que sentía. Cómo es que habría de decirles que sólo me gustaban y que tenía curiosidad intentar algo con ellos si me otorgaban esa clase de permiso. No hay cómo saberlo, supongo. Al menos, eso es lo que cre-

    —Misaki, ¿entendiste? —me llegó la notificación del teléfono.

    —Oh… sí, sí. Sí, ahí estaré.

    Finalmente le respondí después de haberme perdido en mis pensamientos por casi cinco minutos. Para ser honesto, no me había sentido igual de perdido como ahora. Tengo veintidós años y aún no he experimentado lo que es tener una relación seria. Posiblemente porque busco vínculos serios sin el jugueteo que los demás quieren.

    —Misaki, ¿te apetece carne asada para la cena?

    —¿Como a qué hora?

    —¿Vas a salir? —saqué la bolsita de regalo más pequeña que tenía desde esa vez que mi hermano me regaló un reloj de mano hace tres años atrás—. ¿Es Shinobu?

    —Quizá… —apreté un poco la bolsita.

    A veces me pregunto cómo es que esa vez pude haberle pedido a Takahiro que responda una llamada de mi teléfono. De no haber estado ocupado ese día, mi hermano no se hubiera metido en la cabeza que tengo un posible interés por este amigo.

    —Vale, entonces no llegues tan tarde para comer todos juntos.

    ***



    Conocí a este amigo en una de mis clases en la universidad. Cuando lo vi por primera vez, algo en él causaba cierta intriga en mí. No sabía si era la forma en que su tenue voz apenas se oía o si era la forma en que siempre se vestía medio formal. La cuestión es que un día la profesora quiso que la clase haga parejas para analizar un texto y arreglar los errores que la máquina había efectuado sin darse cuenta. Justo ese día me había sentado en la fila delantera del salón y él estaba apenas unos asientos a mi izquierda.

    —Misaki, Shinobu y tú trabajarán juntos.

    Y sin más antelación, aquel chico de aura intrigante se sentó a mi lado.

    —Hola. Soy…

    —Shinobu, ¿verdad?

    —Misaki.

    Ambos estrechamos las manos e intercambiamos una tímida sonrisa entre nosotros. Al menos, yo creo que era tímida de mi parte. No es como si nunca antes lo hubiese visto sonreír así que no puedo decir si esa fue una sonrisa tímida o no. Lo que sí no puedo negar es que desde hace días estudio la forma en que hablaba, se expresaba y escribía en su cuaderno. Algunas veces casi me atrapaba en el acto así que sólo me quedaba pretender que estaba mirando a la puerta o a la pared. Y ahora lo tenía a mi lado y no sabía cómo entablar una conversación manteniendo contacto visual en aquel salón con varios ordenadores en frente de nosotros.

    —Creo que es mejor reemplazar este término de aquí por el de aquí, ¿no crees?

    Él pronunció mientras yo miraba entre el papel, la pantalla apagada del ordenador y la forma en que sus dedos se desplazaban sobre la lisa superficie del escritorio.

    —Sí, y para mejor resultado debemos usar el diminutivo —intentaba hablar sin dejar notar tanto la forma en que mis mejillas empezaban a enrojecerse —así tendremos una oración más efectiva con este contexto.

    El resto de la clase prosiguió mientras él y yo discutíamos el texto. Al menos, mi mente intentaba concentrarse en lo que él decía, pero mis ojos miraban entre el papel y la pantalla del ordenador en frente de él. En diez minutos juntos, ya había notado el gris de sus ojos, el rubio medio oscuro de su cabello y la forma en que su expresión se mantenía sería. Entre ratos se le escapaba una pequeña sonrisa que según yo calificaría como tímida. Ver su sonrisa me hacía sonreír un poco mas no lo hacía al mismo tiempo que de reojo miraba a la pantalla o él se hubiese dado cuenta.

    —Terminen el trabajo antes de la otra clase, ¿entendido?

    Esa era la penúltima clase del día para mí. No sabía si era la última para él, pero debía encontrar una forma para mantenernos comunicados y terminar el trabajo para la próxima clase. Me quedaban siete minutos para poder llegar al otro salón, así que rápidamente empecé a escribir mi número en un pedazo de papel. Después de haber pensado excesivamente si darle mi correo electrónico iba a sonar muy formal o si darle mi número iba a sonarle muy directo, decidí dejarle el papelito cerca de su mano izquierda y salí a la carrera del salón.

    En toda la hora no dejé de pensar en el tono de su cabello o en el gris que se ocultaba en su mirada. Revisaba mi teléfono a ver si me había enviado algún mensaje o por si me llamaba. Aunque también llegué a pensar que quizá él consideró raro el hecho de que salí corriendo de tal forma después de haberle dejado mi número. No me dio tiempo a decirle que tenía cuatro clases ese día y que tenía una más después de la nuestra. Y así fue como después de que terminara la hora, empaqué mis cosas y bajé las escaleras para entrar a la estación del tren y subirme al mío para ir a casa. No recibí mensaje de él ni en la primera, segunda, tercera o… ni siquiera conté cuántas paradas habían pasado en las que me ponía a revisar si me había escrito. Justo antes de la penúltima parada me llegó el mensaje que tanto había esperado.

    —Misaki, ya te agregué a mis contactos —es lo que pude leer en la ventana de notificación y no pude evitar sonreír de lo más feliz. Empezamos a escribirnos todo el rato después de ese mensaje y luego compartimos nuestra red social preferida para comunicarnos con más comodidad. No sé cuánto tiempo había pasado en el que platicamos de muchísimas cosas. Me parecía que ya lo conocía desde hace meses.

    —Eres el primer amigo que he hecho en esa clase…

    —Tú también lo eres para mí, Shinobu.

    Fue así como me enteré de que Shinobu Takatsuki, de diecinueve años de edad, apenas tenía amigos en esa universidad. En mi caso, yo llegaba a considerar amigos a ciertos conocidos y terminaba un poco decepcionado cuando desaparecían con el tiempo. Shinobu me contó que él nunca se desesperaba en conocer a otras personas ya que la gente indicada siempre llega a la vida de uno sin importar cuánto tiempo pase. Yo en cambio tomaba la iniciativa para entablar conversaciones y darme a conocer con aquellos que parecían ser candidatos para una buena amistad.

    La primera noche conversamos un montón. La segunda no me escribió y creo que tenía que ver con su trabajo ya que él trabajaba a jornada completa y veía una o dos clases cada vez, ya que vivía con un compañero en un apartamento y ambos debían dividirse las cuentas. De igual le había contado que fui becado al empezar en esa universidad y que, debido al contrato de la beca, tenía que ver cuatro asignaturas cada semestre. No sólo eso, pero también trabajaba a media jornada y tenía otras responsabilidades fuera de lo académico. Así que me esperé al tercer día y ambos volvimos a chatear un montón toda la noche. Terminamos el pequeño proyecto de la clase y luego seguimos conociéndonos. Definitivamente había hecho un buen amigo y algo me decía que él pensaba lo mismo de mí. En cada clase nos sentábamos juntos y compartíamos risas e historias de las perspectivas que cada uno tenía. Disfrutaba la compañía de él y se me hizo un hábito lo de observarlo de reojo por la pantalla del ordenador. Estaba tan agradecido de que aquel salón tenía un ordenador para cada estudiante y cómo casi no usábamos el ordenador y se mantenía apagado, se me facilitaba el poder estudiar un poco más sus rasgos faciales. Algo en mí me decía que él ya sabía que lo observaba entre ratos, pero como nunca decía nada yo seguía haciéndolo.

    Hasta que un día la profesora asignó una pequeña presentación. Debíamos investigar el uso del lenguaje llano en cualquier sitio que encontremos de la ciudad y que lo comparemos con otro. También podíamos recurrir a los sitios web de otros países ya que la clase estaba compuesta por gente de otros lugares también. No era algo difícil, pero para Shinobu sí parecía ser algo un poco tedioso. Tanto le disgustó la idea que él decidió no asistir ese día.

    —¿Qué tal estuvo todo? —él me escribió.

    —Un poco aburrido.

    —Creí que a ambos nos gustaba esta clase.

    —No fue lo mismo hoy —le expliqué que cada uno presentó desde su asiento y la profesora podía proyectar lo que teníamos en nuestras pantallas y así todos podían ver sin tener que levantarse de donde estaban. Aun así, él sentía algo de molestia lo de querer presentar algo para los demás ya que debía proyectar su voz para todo el salón.

    —Me sentí un poco desanimado.

    Él me preguntó la razón, pero ni yo mismo sabía por qué me sentí así en la clase. Una parte de mí quiso decirle que ver su silla vacía a mi lado me había hecho sentir cierta tristeza. Algo en mí quiso decirle que me hizo falta. Algo en mí quiso hacerle saber que imaginaba su sonrisa que había perdido timidez después de unos meses, y que imaginaba sus preciosos ojos grises que hacían perderme cada que los observaba por la pantalla. Y aunque apenas habían pasado unos meses, podía sentir un antiguo sentimiento surgir en mi alma.
     
    Top
    .
  2.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Iniciad@

    Group
    Member
    Posts
    7

    Status
    Offline
    Aayyy me gusta!! Me gusta esa pareja!! 😍

    Misaki será el uke verdad? Dime que si! Jajajajaja no puede ser otra cosa. Es demasiado adorable ♥️

    Actualiza pronto 🙏🏻🙏🏻
     
    Top
    .
  3.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    180

    Status
    Offline
    ¡Saludos, queridos lectores! Espero que el capítulo pasado haya sido de su agrado. Le mando un saludo especial a Sandy_Or11 por sus palabras. Con respecto a la duda, poco a poco se irán descubriendo las cosas. Sin más, les dejo con el nuevo capítulo. ¡Nos leemos pronto!

    ---

    ¿Cuándo fue la última vez que salí por placer? ¿Cuándo dejé que la rutina me absorbiese de tal forma? ¿Cuándo dejé que el trabajo mande sobre mí? ¿Por qué es que lo estoy haciendo de esta forma? En este tren de camino al punto de encuentro, iré a ver a un amigo. Después de tantas invitaciones, reservé tiempo libre para él. Su insistencia en querer verme me ha intrigado mucho y me ha dejado con incógnitas. La verdad es que ni siquiera deseo saber la respuesta… o quizá sé algo de ella y no quiero enfrentarla. ¿Será que entendió dónde teníamos que reunirnos? No parece haber respondido a mi mensa-

    —Oh… sí, sí. Sí, ahí estaré.

    Sí entendió.

    Misaki… Mi…yagi.


    ***



    La última vez que vi a Miyagi fue el año pasado. Me contó muy poco pero hasta donde entendí, la otra universidad le pagaría muchísimo mejor por tomar el puesto de asesor para una nueva maestría que esa institución había inaugurado.

    —¿A dónde?

    —Es algo lejos, pero…

    —¿Pagarán bien?

    —Mucho mejor que en la que est-

    —¿Qué harás?

    —La administración necesitará un profesor y asesor para los postulantes de esta nueva maestría, y… —¿Por cuánto tiempo? ¿Cuándo nos veremos? ¿Podremos hablar? ¿Podré ir contigo?— por eso te digo que es la mejor oportunidad que se me ha presentado después de tanto tiempo.

    Miyagi, ¿por qué me estás haciendo esto? ¿Acaso no ves el daño que esta distancia nos hará? Después de tantos desafíos que me pusiste para poder estar contigo… y ahora quieres separarte de mí.

    —Miyagi.

    ¿Es que ya no me quieres…?

    —Shinobu, aún no has terminado tus estudios. No me perd-

    —¡Miyagi!

    ¿Por qué estás ignorando mis sentimientos? ¿Por qué siempre quieres hacer las cosas como crees que sean mejor para mí? ¿Qué rayos está pasando por tu cabeza? ¿Cuál es tu concepto de mejor?

    —Shin… no quiero arruinar tu futuro.


    Recuerdo esa frase cada que paso un rato sin estar ocupado. Paso de mi trabajo a la universidad, luego al trabajo y después a la casa tarde en la noche. La rutina se repite así casi todos los días, excepto el fin de semana. En esos días intento lo mejor posible mantener mi compostura. En esos días intento lo mejor posible no extrañar a Miyagi. Y ahora, gracias a un nuevo amigo he podido distraer mi mente un poco. No sé cuánto pueda durar eso, sin embargo…

    —Takatsuki, un chico pidió en la recepción que te diéramos esto.

    —¿Un chico? ¿Cómo era?

    —Su cabello era castaño, sus ojos eran… verdes y…

    Misaki. Vino hasta mi trabajo para darme algo así.

    —¿Cuánto pasó desde que vino?

    —Como cinco minutos. Salió corriendo después de entregar el paquete.

    En los días que hemos estado conversando, le mencioné a Misaki acerca de mi puesto de trabajo en esta oficina. Pero nunca me imaginé que haría estas cosas por mí. Es la segunda vez que recibo una bolsita de regalo con bocadillos. La primera vez me llegaron unas galletas de sal y dos manzanas. Esta vez me ha puesto un empaque de gomitas, unos duraznos y un sándwich. Después de que terminara el trabajo, le escribí para agradecerle por el detalle. Le dije que pudo haberme hecho llamar y habríamos hablado un poco. Le hubiera podido agradecer en persona esto que ha estado haciendo… algo que ningún otro amigo ha hecho por mí.

    Al siguiente día me tocaba clase en la tarde. Intenté terminar unos documentos que me dejaron en el escritorio y que se volvieron algo tediosos. Le había dicho a mi supervisora que no iba a poder terminarlo todo a tiempo y ella me autorizó la salida enseguida ya que faltaba muy poco para mi clase. Abordé el tren y al llegar a mi parada, corrí hasta la facultad para subirme en uno de los ascensores.

    —Shinobu, la clase ya empezó —Misaki me envió un mensaje y me apresuré lo más que pude. Abrí la puerta del salón y… me senté en una de las sillas. Poco a poco mi respiración se compuso de la agitación y pude darme cuenta de que a mi lado no estaba él. En medio de nosotros estaba una compañera. ¿Por qué se sentó aquí si los otros días se había quedado en el otro lado del salón? El resto de la clase intenté prestar atención. Misaki me enviaba mensajes cada que la profesora volteaba al otro lado del salón. Respondía lo que podía y no podía evitar sonreír un poco por la forma en que me contaba sus desacuerdos con la teoría expuesta en la clase de hoy. De verdad que hice un esfuerzo al querer entender todo, pero no podía. No se sentía lo mismo. No había nadie más a mi derecha y a mi izquierda estaba una compañera. No estaba él.

    Apenas terminó la clase, empaqué mis cosas y salí del salón rápido para encontrármelo. Caminamos despacio para luego bajar las escaleras del décimo piso hasta el tercero.

    —Feliz cumpleaños, Misaki.

    —N-No quería que lo dijeras así.

    —¿Cómo, entonces?

    —Estamos bajando estas escaleras para luego encontrarnos con más gente que está saliendo de sus salones para irse a su próxima clase. No se siente bien. Además, me gustaría pedirte algo.

    Caminé a su lado lentamente. Me tocaba trabajo en una hora más. No quería volver a la rutina aún. Quería disfrutar un poco más su compañía ya que no pudimos sentarnos juntos el día de hoy. Poco a poco cruzamos el puente que conecta a las dos facultades. Quise subir por la escalera automática para subir al sexto piso de la segunda facultad, pero Misaki sugirió la escalera que normalmente los demás no usan ya que no son automáticas. Le había contado a él que muchos prefieren la comodidad de estas tecnologías por el simple hecho que no quieren poner un poco más de esfuerzo. Subimos hasta el sexto piso y caminamos hasta su salón. No quería despedirme de él aún.

    —Shinobu, ¿puedo pedirte algo?

    —Dime.

    Ya habíamos llegado a la puerta de su salón, mas él sólo siguió caminando de largo hasta las mismas escaleras que habíamos usado para subir: las escaleras de “emergencia”. Empezamos a bajar poco a poco de nuevo y realmente me confundí. ¿Es que no tenía clase en verdad?

    —Es que… no había hecho una lectura que íbamos a discutir en la clase de hoy… así que mejor falto para evitar que me pregunten algo sin saber la respuesta —ah, así que por eso estaba evitando entrar al salón.

    Bajamos poco a poco hasta llegar al primer piso de la facultad. Iba a abrir la puerta para que salgamos de la escalera, pero su repentino silencio me detuvo.

    —Shinobu… ¿confías en mí?

    ¿Qué?

    —Sí, ¿qué pasó?

    —Cierra los ojos, por favor.

    ¿Quiere que cierre los ojos? ¿Para qué? Es decir, lo hice tal como lo pidió pero por alguna razón, mi corazón empezó a acelerarse. Confío en él, pero estamos en el primer piso donde están las escaleras de emergencia. No hay nadie más aquí que nosotros. ¿Acaso…?

    —Este era el regalo que quería.

    Sentí sus brazos halarme a él y mis mejillas enrojecieron un poco. Mi subconsciente movió mis brazos y automáticamente correspondí su abrazo y cerré los ojos. Su aroma es tenue… Creí que había pasado media hora pero apenas un minuto tomó su regalo. Este era lo que quería pedir desde temprano. En esta noche del dieciocho de agosto, Misaki Takahashi, pidió como regalo un abrazo. Qué regalo para tan precioso.

    Al cabo de unos minutos después, ambos nos separamos. Él me escribió poco después de que haya llegado al trabajo.

    —Pensé que estaba abrazando una nube.

    —Me alegro de que te haya gustado. Sentí lo mismo de ti.

    Le conté la forma en que me desanimé un poco en la clase. Antes no me sentía así por no sentarme al lado de alguien y ahora sí. Quizá porque aparte de Miyagi, le hablo a Misaki en esta clase aparte de mi compañero de habitación. Misaki es un amigo muy preciado para mí. Así iba él creciendo en mí. Nos contábamos muchas cosas y hasta le conté de Miyagi… o al menos, de cómo nos conocimos. Él cambió de tema rápidamente. De hecho, cada que le preguntaba de algún interés romántico suyo, él sólo evitaba el tema. Misaki era un enigma para mí, al igual que…

    —Miyagi, ¿cómo va el trabajo por allá? —eso le había escrito desde temprano ese día y apenas él había respondido. Me contó de lo distinto que era trabajar en esa universidad que en donde antes estaba. Parecía gustarle muchísimo su nuevo puesto. Apenas él tenía tiempo para hacer videollamada. Podía ver sus ojos azul oscuro por la cámara y me sentía ser llevado por su ser.

    —Miyagi…

    Deseaba sus manos sobre mi rostro, llevándome a un beso profundo. Extraño su aroma. Extraño la forma en que él me tocaba.

    —Shinobu, ¿has hecho algún nuevo amigo?

    Ahí estaba él hablando de cualquier otra cosa en vez de hablar de nosotros. ¿Es que acaso no me extrañaba? ¿No puede ver la forma en que mi rostro expresa mi…

    —Miyagi… deseo tanto tu presencia aquí conm…

    —Shinobu, no estoy tan libre como crees ahora mismo. Yo también te extraño, pero…

    —Olvídalo.

    Nos despedimos después de eso y antes de apagar el teléfono, pude ver que Misaki había publicado algo como su estado.

    ¿Alguna vez has visto a alguien escapar del mar de sus propias emociones?
    ¿Alguna vez has visto alguien más ver al otro luchar en el agua sin parar?
    ¿Has visto al otro ahogándose y extendiendo su mano ante el espectador?
    Y es que el otro no escucha. El otro no parece escuchar el llamado de auxilio.
    Sí...
    El otro dejó que aquel se ahogue en sus propios sentimientos.



    ¿A Misaki… le gusta alguien?
     
    Top
    .
  4.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Iniciad@

    Group
    Member
    Posts
    7

    Status
    Offline
    Aaaww me encanta!!! Síguelo pls!🙏🏻🙏🏻

    Y sobre todo... Que Misaki sea el uke 🥰
     
    Top
    .
3 replies since 12/7/2020, 06:39   106 views
  Share  
.