Dos miradas diferentes (Misaki Takahashi x Shinobu Takatsuki)

Gracias a un proyecto escolar, Misaki encuentra a un amigo que poco a poco despierta una atrevida curiosidad.

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  1. RyanAngel98
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    Yaoizando
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    ¡Saludos, queridos lectores! Espero que el capítulo pasado haya sido de su agrado. Le mando un saludo especial a Sandy_Or11 por sus palabras. Con respecto a la duda, poco a poco se irán descubriendo las cosas. Sin más, les dejo con el nuevo capítulo. ¡Nos leemos pronto!

    ---

    ¿Cuándo fue la última vez que salí por placer? ¿Cuándo dejé que la rutina me absorbiese de tal forma? ¿Cuándo dejé que el trabajo mande sobre mí? ¿Por qué es que lo estoy haciendo de esta forma? En este tren de camino al punto de encuentro, iré a ver a un amigo. Después de tantas invitaciones, reservé tiempo libre para él. Su insistencia en querer verme me ha intrigado mucho y me ha dejado con incógnitas. La verdad es que ni siquiera deseo saber la respuesta… o quizá sé algo de ella y no quiero enfrentarla. ¿Será que entendió dónde teníamos que reunirnos? No parece haber respondido a mi mensa-

    —Oh… sí, sí. Sí, ahí estaré.

    Sí entendió.

    Misaki… Mi…yagi.


    ***



    La última vez que vi a Miyagi fue el año pasado. Me contó muy poco pero hasta donde entendí, la otra universidad le pagaría muchísimo mejor por tomar el puesto de asesor para una nueva maestría que esa institución había inaugurado.

    —¿A dónde?

    —Es algo lejos, pero…

    —¿Pagarán bien?

    —Mucho mejor que en la que est-

    —¿Qué harás?

    —La administración necesitará un profesor y asesor para los postulantes de esta nueva maestría, y… —¿Por cuánto tiempo? ¿Cuándo nos veremos? ¿Podremos hablar? ¿Podré ir contigo?— por eso te digo que es la mejor oportunidad que se me ha presentado después de tanto tiempo.

    Miyagi, ¿por qué me estás haciendo esto? ¿Acaso no ves el daño que esta distancia nos hará? Después de tantos desafíos que me pusiste para poder estar contigo… y ahora quieres separarte de mí.

    —Miyagi.

    ¿Es que ya no me quieres…?

    —Shinobu, aún no has terminado tus estudios. No me perd-

    —¡Miyagi!

    ¿Por qué estás ignorando mis sentimientos? ¿Por qué siempre quieres hacer las cosas como crees que sean mejor para mí? ¿Qué rayos está pasando por tu cabeza? ¿Cuál es tu concepto de mejor?

    —Shin… no quiero arruinar tu futuro.


    Recuerdo esa frase cada que paso un rato sin estar ocupado. Paso de mi trabajo a la universidad, luego al trabajo y después a la casa tarde en la noche. La rutina se repite así casi todos los días, excepto el fin de semana. En esos días intento lo mejor posible mantener mi compostura. En esos días intento lo mejor posible no extrañar a Miyagi. Y ahora, gracias a un nuevo amigo he podido distraer mi mente un poco. No sé cuánto pueda durar eso, sin embargo…

    —Takatsuki, un chico pidió en la recepción que te diéramos esto.

    —¿Un chico? ¿Cómo era?

    —Su cabello era castaño, sus ojos eran… verdes y…

    Misaki. Vino hasta mi trabajo para darme algo así.

    —¿Cuánto pasó desde que vino?

    —Como cinco minutos. Salió corriendo después de entregar el paquete.

    En los días que hemos estado conversando, le mencioné a Misaki acerca de mi puesto de trabajo en esta oficina. Pero nunca me imaginé que haría estas cosas por mí. Es la segunda vez que recibo una bolsita de regalo con bocadillos. La primera vez me llegaron unas galletas de sal y dos manzanas. Esta vez me ha puesto un empaque de gomitas, unos duraznos y un sándwich. Después de que terminara el trabajo, le escribí para agradecerle por el detalle. Le dije que pudo haberme hecho llamar y habríamos hablado un poco. Le hubiera podido agradecer en persona esto que ha estado haciendo… algo que ningún otro amigo ha hecho por mí.

    Al siguiente día me tocaba clase en la tarde. Intenté terminar unos documentos que me dejaron en el escritorio y que se volvieron algo tediosos. Le había dicho a mi supervisora que no iba a poder terminarlo todo a tiempo y ella me autorizó la salida enseguida ya que faltaba muy poco para mi clase. Abordé el tren y al llegar a mi parada, corrí hasta la facultad para subirme en uno de los ascensores.

    —Shinobu, la clase ya empezó —Misaki me envió un mensaje y me apresuré lo más que pude. Abrí la puerta del salón y… me senté en una de las sillas. Poco a poco mi respiración se compuso de la agitación y pude darme cuenta de que a mi lado no estaba él. En medio de nosotros estaba una compañera. ¿Por qué se sentó aquí si los otros días se había quedado en el otro lado del salón? El resto de la clase intenté prestar atención. Misaki me enviaba mensajes cada que la profesora volteaba al otro lado del salón. Respondía lo que podía y no podía evitar sonreír un poco por la forma en que me contaba sus desacuerdos con la teoría expuesta en la clase de hoy. De verdad que hice un esfuerzo al querer entender todo, pero no podía. No se sentía lo mismo. No había nadie más a mi derecha y a mi izquierda estaba una compañera. No estaba él.

    Apenas terminó la clase, empaqué mis cosas y salí del salón rápido para encontrármelo. Caminamos despacio para luego bajar las escaleras del décimo piso hasta el tercero.

    —Feliz cumpleaños, Misaki.

    —N-No quería que lo dijeras así.

    —¿Cómo, entonces?

    —Estamos bajando estas escaleras para luego encontrarnos con más gente que está saliendo de sus salones para irse a su próxima clase. No se siente bien. Además, me gustaría pedirte algo.

    Caminé a su lado lentamente. Me tocaba trabajo en una hora más. No quería volver a la rutina aún. Quería disfrutar un poco más su compañía ya que no pudimos sentarnos juntos el día de hoy. Poco a poco cruzamos el puente que conecta a las dos facultades. Quise subir por la escalera automática para subir al sexto piso de la segunda facultad, pero Misaki sugirió la escalera que normalmente los demás no usan ya que no son automáticas. Le había contado a él que muchos prefieren la comodidad de estas tecnologías por el simple hecho que no quieren poner un poco más de esfuerzo. Subimos hasta el sexto piso y caminamos hasta su salón. No quería despedirme de él aún.

    —Shinobu, ¿puedo pedirte algo?

    —Dime.

    Ya habíamos llegado a la puerta de su salón, mas él sólo siguió caminando de largo hasta las mismas escaleras que habíamos usado para subir: las escaleras de “emergencia”. Empezamos a bajar poco a poco de nuevo y realmente me confundí. ¿Es que no tenía clase en verdad?

    —Es que… no había hecho una lectura que íbamos a discutir en la clase de hoy… así que mejor falto para evitar que me pregunten algo sin saber la respuesta —ah, así que por eso estaba evitando entrar al salón.

    Bajamos poco a poco hasta llegar al primer piso de la facultad. Iba a abrir la puerta para que salgamos de la escalera, pero su repentino silencio me detuvo.

    —Shinobu… ¿confías en mí?

    ¿Qué?

    —Sí, ¿qué pasó?

    —Cierra los ojos, por favor.

    ¿Quiere que cierre los ojos? ¿Para qué? Es decir, lo hice tal como lo pidió pero por alguna razón, mi corazón empezó a acelerarse. Confío en él, pero estamos en el primer piso donde están las escaleras de emergencia. No hay nadie más aquí que nosotros. ¿Acaso…?

    —Este era el regalo que quería.

    Sentí sus brazos halarme a él y mis mejillas enrojecieron un poco. Mi subconsciente movió mis brazos y automáticamente correspondí su abrazo y cerré los ojos. Su aroma es tenue… Creí que había pasado media hora pero apenas un minuto tomó su regalo. Este era lo que quería pedir desde temprano. En esta noche del dieciocho de agosto, Misaki Takahashi, pidió como regalo un abrazo. Qué regalo para tan precioso.

    Al cabo de unos minutos después, ambos nos separamos. Él me escribió poco después de que haya llegado al trabajo.

    —Pensé que estaba abrazando una nube.

    —Me alegro de que te haya gustado. Sentí lo mismo de ti.

    Le conté la forma en que me desanimé un poco en la clase. Antes no me sentía así por no sentarme al lado de alguien y ahora sí. Quizá porque aparte de Miyagi, le hablo a Misaki en esta clase aparte de mi compañero de habitación. Misaki es un amigo muy preciado para mí. Así iba él creciendo en mí. Nos contábamos muchas cosas y hasta le conté de Miyagi… o al menos, de cómo nos conocimos. Él cambió de tema rápidamente. De hecho, cada que le preguntaba de algún interés romántico suyo, él sólo evitaba el tema. Misaki era un enigma para mí, al igual que…

    —Miyagi, ¿cómo va el trabajo por allá? —eso le había escrito desde temprano ese día y apenas él había respondido. Me contó de lo distinto que era trabajar en esa universidad que en donde antes estaba. Parecía gustarle muchísimo su nuevo puesto. Apenas él tenía tiempo para hacer videollamada. Podía ver sus ojos azul oscuro por la cámara y me sentía ser llevado por su ser.

    —Miyagi…

    Deseaba sus manos sobre mi rostro, llevándome a un beso profundo. Extraño su aroma. Extraño la forma en que él me tocaba.

    —Shinobu, ¿has hecho algún nuevo amigo?

    Ahí estaba él hablando de cualquier otra cosa en vez de hablar de nosotros. ¿Es que acaso no me extrañaba? ¿No puede ver la forma en que mi rostro expresa mi…

    —Miyagi… deseo tanto tu presencia aquí conm…

    —Shinobu, no estoy tan libre como crees ahora mismo. Yo también te extraño, pero…

    —Olvídalo.

    Nos despedimos después de eso y antes de apagar el teléfono, pude ver que Misaki había publicado algo como su estado.

    ¿Alguna vez has visto a alguien escapar del mar de sus propias emociones?
    ¿Alguna vez has visto alguien más ver al otro luchar en el agua sin parar?
    ¿Has visto al otro ahogándose y extendiendo su mano ante el espectador?
    Y es que el otro no escucha. El otro no parece escuchar el llamado de auxilio.
    Sí...
    El otro dejó que aquel se ahogue en sus propios sentimientos.



    ¿A Misaki… le gusta alguien?
     
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3 replies since 12/7/2020, 06:39   108 views
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