29.º Reto Literario: “Writober” Hazbin Hotel Alastor x Ángel Dust "Promesa infernal" Nº26 Pecado

Au humano Solo es la típica historia de dos humanos llenos de pecados que un día se conocen ¿el resto? eso es una historia del infierno.

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    Solo soy un muñeco roto, tan frágil que cualquiera termina de deteriorar la coraza, será que...hay alguien que pueda amar, a este muñeco ¿hecho pedazos?

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    Una sonrisa se dibujó en sus labios, no solía visitar mucho el bar de la ciudad pero había descubierto algo ciertamente interesante en el lugar, un joven que estaba aquí desde Nueva York por un tiempo de vacaciones, ciertamente era un joven extravagante de cabello rubio y pecoso, además de ojos con heterocroma. Burlista, sin pelos en la lengua y con un encanto afeminado.

    El chico se le acerco con una sonrisa en los labios y comenzó a hablarle, rápidamente le respondió de manera sarcástica, pero entablando una conversación más a fondo descubrió que tenían gustos particulares en algunas cosas, no eran tan similares y sus opiniones lo habían llevado a debates verbales pero era peculiarmente entretenido. Y él ciertamente se estaba aburriendo un poco últimamente.

    Durante las semanas transcurridas se fueron conociendo un poco más, Ángel aunque él estaba seguro que ese no era su nombre le había dicho; que negocios particulares de su familia lo tenían allí. Pero no hablo que clase de negocios o qué diablos hacía en Nueva Orleans, primero eran por vacaciones ahora eran por negocios particulares.

    Una tarde luego de su trabajo decidió que luego de ser entretenido durante tanto tiempo por Ángel quien siempre llegaba a su casa antes de que se fuera al trabajo, además de que le cocinaba y siendo sinceros Ángel no era particularmente un mal cocinero y la comida italiana preparada por él no era mala en lo absoluto. ¡Pero vamos! Necesitaba algo de acción en su vida, tres semanas ya habían sido bastantes pero ¡Oh! Era el Mardi Gras y la ciudad estaba tan animada y festiva que solo debía esperar unas cuantas horas en el pantano a que un tonto intoxicado caminara por allí y bueno una presa sencillamente fácil. Además estaba seguro que Ángel estaba revoloteando entre en alcohol, el baile y las luces eso le encantaría ciertamente.

    Y no era como si él se prohibiera pasar algunas horas entretenidas en esa diversión. Pero en esos instantes de la noche se encontraba posicionado en el pantano escopeta en mano esperando una presa, el sonido de pasos le llamo la atención, se asomó ligeramente de su escondite eran tres personas.

    –Creo que estas muy lejos de tu territorio, niño –Hablo un hombre alto y corpulento con un revolver en mano –

    –Sí, bueno he decidido un poco saltar los limites –Esa voz, él conocía perfectamente esa voz y aun oculta por la penumbra de la noche y solamente alumbrada por la luna, Alastor pudo ver perfectamente la cabellera rubia de ángel –Claro que solo me he estado divirtiendo, nada de malo tiene un poco de diversión.

    –No cuando te metes en territorio ajeno e intentas suministrar tu porquería aquí.

    – ¡Porquería! ¡Ja! Que insulto, no es como la bazofia que tienen ustedes por favor yo solo tengo la más alta calidad.

    Alastor pasó por alto toda la conversación de mafiosos, mirando expectante que sucedería, su sonrisa estaba tensa en sus labios, esperando que ángel en realidad no estuviera mordiendo más de lo que podía tragar, una inquietud se volvió en la base de su estómago, bien que se había vuelto amigo de neoyorquino, el primer mafioso le apunto con su arma, ángel solamente sonrió y levanto sus manos y de un minuto a otro estaba disparando y tenía a los dos derribados.

    Armas, las armas estaban en sus manos y en ningún momento las vio, ángel solamente se estaba riendo.

    –Putas escorias baratas –Fue lo que dijo para tirar sus cadáveres al pantano y que los cocodrilos hicieran el resto –

    Ángel con sus ojos chequeo la zona intentado encontrar a algún testigo pero no vio nadie, se encogió de hombro y salió del lugar como si nada hubiera pasado. Alastor escondido en su sitio intentaba sopesar cual era la sensación que había sentido cuando vio matar a Ángel sin duda fue única le revolvía el estómago de una buena manera y su sonrisa se había anchado con fascinación por supuesto que no era igual a su manera de matar pero era. Letal y seductor podría decir que incluso era estimulante lástima que desperdiciara tan buena carne con los reptiles acuáticos dueños de esas aguas, bueno sería en otro momento.

    Por supuesto que esa noche capturo una presa, una que ciertamente no devoraron los habitantes de las aguas del pantano. Por supuesto que tener a su presa entre sus manos mientras la desmembraba y hacia buenos pedazos de carne para comer colocando los restos en el congelador no pudo borrar esa estimulante sensación. Incluso Ángel había aparecido como si nada esa mañana y había desayunado un poco de su comida le había gustado aunque claro él no sabía lo que estaba comiendo.

    –Pasaste una linda noche sin mí, sonrisas –Pregunto mientras su barbilla estaba apoyada en su mano y su codo en la mesa –

    –Sinceramente fue una noche de nuevos, estímulos.

    –Oh, estímulos –Sonrió de manera coqueta – ¿Alguien tuvo una noche de aventura?

    –Se podría decir de alguna manera, si, hubieron eventos interesantes.

    – ¿Esa es toda la información que obtendré? ¿No hablaras de que encontraste a una mujer encantadoramente sexual y tuvieron el gozo de su vida?

    –Oh, mi estimado amigo usted sinceramente tiene una mente llena de pensamientos impuros, pero no mi noche no estuvo llena de esos estímulos carnales.

    –Que aburrido que eres, sonrisas –Murmuro –Si yo fuera la mitad de condenadamente sexy como tú, bueno no pasaría una noche sin “estímulos carnales”

    –No es que no los tengas ciertamente.

    –Buen punto, si los tengo y son tan….mh.

    – ¡No requiero de tanta información!

    – ¡Vamos, sonrisas! Estás cerca de los 30 no me mientas y seguirás siendo virgen, que desperdicio.

    –No estoy interesando en actos, libidinosos.

    –Uh, si sigues así las personas van a comenzar a pesar que eres un extraño asesino en serie que devora a su víctima o algo así y que le gusta vivir en el pantano. –La sonrisa de Alastor era tensa, su mirada se enfocó en él y destilaba enojo si ángel había comenzado a descifrar sus sonrisas –No es que lo seas por supuesto, pero ¡Oye! deberías mantener un poco más las apariencias ya sabes no vaya a ser que te confundan con el dichoso fantasma del pantano.

    –Tomaré tu consejo en cuenta, mi estimado amigo. –Respondió dándole una probada a su desayuno –

    –Si bueno somos amigos y no quiero que cosas terribles te pasen ¿sabes? –Se encogió de hombros restándole importancia al asunto, Alastor sonrió a pesar de ser alguien que está hasta el cuello en la mafia era muy ingenuo –Vaya esto está muy bueno.

    –No es carne animal no que estás comiendo –Sonrió sádico, ángel detuvo su masticar procesado las palabras de Alastor luego soltó una risa –

    –HAHAHA, sonrisa. Estás de broma ¿Cierto? –Miro la sonrisa de Alastor luego a su plano luego a su amigo, no, esto no podía, intento no procesarlo ciertamente Alastor no estaba bromeando y una extraña sensación se arremolino en su estómago al saber que lo que estaba comiendo era carne humana –Bueno, el mundo está lleno de porquería ¿Por qué no liberarnos un poco de ella? –menciono para seguir masticando si no pensaba en lo que era no lo vomitaría ciertamente –Además ¿quién soy yo para juzgar?

    –Ciertamente nadie, te vi en el Mardi Gras lanzando tus victimas a los habitantes de pantano, de seguro lo disfrutaron.

    –Si bueno, te las hubieras traído a ti si hubiera sabido de tus gustos. Pero la verdad dudo que te hubieras perdido de un gran sabor de seguro su carne estaba amarga de tanta droga de porquería.

    La forma en que se lo tomo ángel fue tan natural y encantadora no había nada de falso en sus palabras después de todo Ángel era un chico joven, demasiado joven aun e ingenuo al mundo solo conocía la mafia y la familia ¿pero realmente conocía lo atroz que era? A veces lo dudaba aunque el chico no le hubiera dicho en ningún momento su edad y parecía querer aparentar más de la que tenía, bueno no se lo iba a preguntar de todas formas.

    Ellos dos compartían un secreto y ese secreto lo atabas a cadenas, Ángel era un mafioso, Alastor un asesino en serie los dos ocasionaban muertes, vaya ¿Quién dirían que tendrían algunos gustos más en común de lo que pensaban?
    Más pronto que tarde Ángel regreso a Nueva York pero ambos mantuvieron su conexión a través de cartas conversaciones absurdas sobre ellos aquí y allá, algunos huérfanos sin hogar o alguna catástrofe, algunas recetas de cocina y un poco de discusión musical, nada perjudicial además de que Ángel se quejaba de que a veces su padre era un completo bastardo.

    Había aceptado el consejo de Ángel de que necesitaba tener una integridad más solidad que solo ser un solitario locutor de radio y coqueteaba con algunas chicas o salía en citas, era repúgnate para él pero esperaba que le diera algo de consistencia a su fachada. Luego de un año completo Ángel volvió pero esta vez se quedó con Alastor en vez de un hotel.

    Aunque el mafioso no era tan tonto, Alastor era su amigo pero era un maldito psicópata caníbal no iba a dormir con tranquilidad en la misma casa que él, dormía con una pistola debajo de su almohada. Pero luego de que las noche pasaban comenzó a tener menos desconfianza, sabía que Alastor elegía sus víctimas al azar era un oportunista no un cazador.

    Además nunca asesinaba a alguien que conociera.

    Ángel se daba dé cuenta de que las cosas iban variando, un toque por aquí, una manita por acá y Alastor le permitía invadir más su espacio aunque él ciertamente era muy suspicaz con su espacio personal le había permitido entrar en él, no se ganaba un irritante chirrido de dientes cuando tocaba a Alastor, ahora podía tocarlo con total y completa tranquilidad ¡Y eso no era algo que se gane todos los días!

    Ángel no era tonto siempre se había sentido insanamente atraído por los hombres más que por las mujeres, a pesar de que todos dijeran que era algo antinatural no podía evitarlo y sabía que no todos los hombres compartían sus gustos; ya se había ganado unas cuantas palizas.

    Pero le gustaba Alastor podría decir que incluso estaba enamorado, Alastor actuaba como el perfecto caballero siempre sonriente sin ninguna palabra ofensiva no le hacía de menos o decía que era una basura como sus padres; si era un psicópata caníbal pero las personas son una mierda y el mundo está muy infestado de ellas. Además él es un mafioso asesino ¿acaso puede opinar? Sin dudas no. Conjuntamente se sentía muy celoso no era que Alastor se fuera todas las tarde pero ciertamente fingía una relación con una chica de nombre Minzy, él hombre le había dicho que en realidad Minzy no le importaba y que no estaba interesado emocionalmente en ella.

    Oh pero la chica si, ella estaba locamente enamorada de él. Lo había leído en las cartas que le mandaba y eso lo ponía tan celoso que solo quería tomar su arma y volarle lo sesos a la muy zorra, pero a diferencia de ella, él conocía perfectamente a Alastor.

    Conocía su más oscuro secreto, conocía la admiración y el cariño que sentía por su madre, antes de encontrarla muerta, abusada sexualmente, hecha pedazos y desmembrada con los gusanos comiendo su piel, porque su madre no vivía cerca y él la visitaba cada fin de semana solo para encontrarla así, lo habían hecho solo para robarla pero decidieron saciar su estúpido libido sexual en ella. Alastor lo había contado como si fuera un reporte de radio pero su sonrisa estaba tensa y en sus ojos se veía su molestia aún era algo que lo afectaba, aunque por un comentario sabía que Alastor se había encargado de sus asaltantes. Alastor se tenía merecido el infierno desde los 20 – 21 años desde que hizo su primer asesinato. Y tal vez fuere que si esto o aquello no hubieran pasado las cosas serían distinta bueno le gustaba ya Alastor ¿Qué importaba si era retorcido como la mierda?

    Mientras los días pasaban se había pensado en un amor unilateral con su caballero sonrisas, pero un día sin más luego de su cita semanal con Minzy, Alastor llego crispado e incluso parecía con las claras intenciones de matar a alguien, se enteró poco después de que Minzy había invadido su espacio personal y descaradamente le robo un beso, claro que Alastor se quedó tieso de la impresión, la chica poco después sonrojada y avergonzada abrió la puerta de su hogar adentrándose sin más dejándolo al locutor mudo y sin saber que hacer más que un sentimiento de gran indignación ninguna otra chica se había aventurado a tanto con él, el descaro de ella solo lo molesto.

    Ángel estuvo hablando sobre algunas formas de asesinarla si tanto le molestaba, incluso podía hacerlo él mismo no es como si le importara mucho y realmente le había hecho hervir la sangre que besara a Alastor no es que fuera suyo pero no quería a esa zorra besándolo. Alastor se quedó pensándolo y dijo que algo como eso sería contraproducente y que prefería dejarla que interferir con su fachada. Ángel bufo irritado pero tenía que darle la ligera razón, entonces paso lo impensable Alastor de repente se apodero de sus labios. Ángel estaba sorprendido lo estaba besando y o vaya eso era sorprendente Alastor tenía un sabor a Whisky y café, pero no era repugnante podía decir que incluso adictivo, cerró los ojos y se dejó llevar por aquel beso.

    –Ciertamente eso no fue desagradable –menciono Alastor pensativo, los labios de Ángel sabían dulces y afrutados, no era en su totalidad incomodo besarlo e incluso sentía que podía volver a hacerlo cosa que paso cuando el chico enredo los brazos alrededor de su cuello y lo atrajo a otro beso –

    Podía acostumbrarse a eso incluso.

    Ellos no sabían en qué nivel estaban la relación que ellos tenían pero ciertamente había subido de nivel, Alastor no se sentía incómodo con el toque o los besos de Ángel aunque evidentemente no habían pasado a algo más íntimo aun si Ángel lo quisiera así los besos estaban bien por ahora. Ángel se quedó en New Orleans hasta el cumpleaños número 30 de Alastor cuatro días después se marchó.

    Por supuesto que con un mal sabor de boca no quería dejar al hombre que le gustaba y dejar lo que habían avanzado en ese periodo de tiempo, pero necesitaba regresar a New York no podía seguir retrasando más su regreso o su padre no estaría nada contento, pero las cartas seguían siendo una constante entre ambos.

    Para Anthony Dust.
    De Alastor Walker.

    Querido amigo afeminado Anthony los días han sido sumamente tediosos aquí en New Orleans, no hay mucho que reportar además de uno que otro avance policial sobre el fantasma del pantano sería bueno estar contigo en estos momentos podríamos ir a un bar o al auto cine en cambio me quedo aquí en mi soledad, una cosa que reportar encontraron a Minzy en su club nocturno al parecer se cayó por las escaleras y se rompió el cuello una forma muy particular de morir ¿No lo crees? Sobre las cosas que me mencionaste de tu padre yo creo que podrían mejorarse no lo conozco y si quieres puedo charlar con él, por otro lado si me gustaría conocer a tu gemela Molly has hablado tanto de ella que puedo decir que es tan particularmente interesante como tú así que he decidido tomarme unas vacaciones de la radio y hacer un viaje ¿tal vez a New York? Eso sin duda sería entretenido, no he tenido vacaciones en mucho tiempo y sería bueno conocer al fin la ciudad de la que tanto me has hablando. Voy a ir el lunes de la próxima semana necesito terminar mis equipaje y acomodar ciertas cosas en la radio para dejar a mi sucesor.

    Ángel estaba demasiado emocionado por la carta de Alastor se lo contó a su hermana incluso, ellos se llevaban bien y no se ocultaban nada bueno, tal vez le oculto que Alastor era un psicópata caníbal solo para no asustarla pero del resto si le había dicho de los avances que había tenido con el locutor Molly no estaba muy convencida de las acciones de su hermano no porque no supiera de su gusto por los hombres o que ese hecho le perturbara si no por su padre y como lo tomaría, pero llego el lunes, el martes y el miércoles, Alastor no aparecía preocupado y alterado por no recibir una carta del susodicho explicando su retraso el jueves tomó el tren a primera hora de la mañana para viajar hacia New Orleans, al llegar tomó una taxi hacia la casa de Alastor al llegar encontró la puerta abierta algo fuera de lo común pero había manchas de sangre en la entrada, sorprendido entro hacia el lugar para encontrar la escena de una batalla había demasiada sangre en el suelo y apestaba horrible, la batalla solo parecía en el salón principal y la cocina así que decidió seguir el rastro de sangre que se dirigía hacia el bosque, había huellas de perros y varios pares de pies, siguió en rastro mientras seguía la sangre.

    Esa horrible sensación que lo había estado persiguiendo desde el lunes se había enredado en su estómago con mayor fuerza, más adentro del bosque encontró el cadáver de dos perros ya siendo comido por los insectos del lugar, su corazón se estaba estrujando a cada paso que daba y rezaba a todo ser existente o inexistente porque Alastor estuviera bien y vivo, pero sus suplicas no fueron escuchadas.

    Encontró a Alastor clavando en un árbol su cuerpo se veía bastante magullado y golpeado aunque se notaba que había dado bastante pelea tenia partes faltantes y grande mordidas de los perros, los gusanos ya estaban y las larvas ya estaban haciendo de su alimento el cadáver y un olor fétido envolvía el ambiente pero lo que más hizo querer hacer vomitar a Ángel además del estado del cadáveres eran las enormes astas de ciervo que clavaron en su cráneo y las orejas que colocaron en su cabeza escribiendo con sangre.

    El cazador ha sido cazado.

    Como un ciervo en temporada lo persiguieron acorralaron y atraparon, no pudo resistir más a la imagen cuando Ángel estaba devolviendo su almuerzo en uno de los matorrales del pantano sintiéndose enfermo, merado y destruido gruesas lágrimas de dolor surcaban sus ojos por sentir que su amor le había sido arrebatado porque él realmente amaba a Alastor y estaba comenzando a pensar que de su forma tan extraña Alastor le devolvía el afecto.

    Solo había que pensar un poco en los pequeños detalles y todo estaba allí aunque fuera imaginario.

    Ángel realmente se había imaginado una larga vida con Alastor, siempre creyó que Alastor morirían antes que él de vejez ya que él era más joven, jamás se imaginó siendo asesinado por ser un mafioso ni a Alastor por ser un asesino en serie. Solo se imaginó en alguna cabaña de un bosque compartiendo su vejez con Alastor y perderlo en circunstancias normales y no tan trágicas y grotescas. Esto era una pesadilla una pesadilla de la que quería despertar pero no podía y estaba seguro que jamás borraría esa imagen de sus ojos.

    Allí aprendió que la vida es una mierda, un doloroso quejido escapaos de sus labios mientras ansiaba crecía su sed de venganza ¿pero de quién? ¿Contra quién tenía que ir? ¿A cuántos tenía que matar? No importaba cuanto tardara mataría a todos y cada uno de esos infelices así tendría que incendiar toda la maldita ciudad, la única que sabía en donde se encontraba era su hermana pero o los bares eran grande lugares para tomar información.

    Además los imbéciles no evitaron fanfarronear sobre que habían matado al fantasma del pantano que en realidad era el asesino de la radio, así le había apodado, Ángel fingió escuchar atentamente con una sonrisa de calma en los labios mientras el grupo de borrachos hablaban de cómo y cuánto le costó cazar al asesino de la radio, lo había tomado de sorpresa mientras desayunaba ellos dijeron que tenía las maletas listas para huir de lugar así que fueron más agresivo con él, Alastor había tomado a uno y le corto el cuello con el cuchillo que cargaba al segundo se lo clavo en la frente, ellos no le permitieron tomar su escopeta los perros lo atacaron, Alastor los esquivo los mareo dentro de la casa y salió adentrándose a su tan conocido pantano, uno de los perros lo alcanzo mordiendo su pierna Alastor tomó una enorme piedra y con esta lo golpeo tan fuerte que lo mató con el siguiente hizo lo mismo.

    Pero al final su destino estaba sellado.

    Ángel se encargó de esos malditos y que Alastor hiciera el resto en el infierno.
    Después de todo era como una siniestra promesa el hecho de que ambos se encontrarían nuevamente en el infierno, esperaba asegurarse esta vez no perderlo.
     
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