Solo un poquito mas; Jedtavius ficlet

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    Título: Solo un poquito mas
    Fandom: A night at the museum
    Pareja: Jededaiah/Octavius
    Género: fluff
    Advertencias: ninguna
    Longitud: 887 palabras
    Notas: ninguna


    Disclaimer: Los personajes no me pertenecen pero los amo profundamente y quiero mostrarlo de alguna forma

    A Jedediah le gustaba mucho ser abrazado por Octavius.

    Al principio lo atribuía a su amistad. Habían pasado mucho tiempo con otras miniaturas que si bien les agradaban, nunca habían parecido comprenderlos del todo. El dirigir a tanta gente era estresante y algo muy particular en el museo, pues ellos lo hacían "de verdad" y no mediante conocimientos implantados. Eso era algo en lo que Jedediah y Octavius podían entenderse bastante bien, algo por lo que Jed gozaba enormemente de esa amistad que le permitía desahogarse y compartir más experiencias en ese rubro.

    Después comenzó a decirse a si mismo que se debía a la calidez que emanaba el cuerpo de Octy, pues cada que se abrazaban, el sentía una curiosa sensación en el pecho y el estómago, como si estuviera pegado al pequeño fuego que Larry les permitía encender en los días más fríos de invierno.

    También se dijo que era por el olor de su amigo. Algo que ya comenzaba a parecerle extraño, pero que no podía dejar de notar.
    Ambos tenían la costumbre de competir en todo, ya no como parte de esa rivalidad, de esas rencillas que nunca saldaban, sino como una forma de demostrarse cuan bien se llevaban y cuanto se divertían juntos.

    Y en varias de esas ocasiones, el rubio permitía al general ganar, únicamente por que Octavius se ponía efusivo y al abrazarlo, Jed podía oler su cuello.

    Octavius tenía un olor característico, algo que el vaquero jamás había percibido en otra figura del Museo. Incluso, el sudor del castaño le gustaba.
    Al inicio eso le pareció extremo, asqueroso incluso pero aún así no podía sacarse de la cabeza que realmente no era un olor desagradable, sino algo más bien penetrante y atractivo que hacía a Jed desear que Octavius no soltara su efusivo agarre.
    Quizás, y sólo quizás, si el general...no se...se acercará más...

    Eso calmaría las ansias del rubio de traerlo bruscamente hacia si, pues eso sería increíblemente incómodo y extraño.
    Por eso, cuando habían escalado aquel globo terráqueo de la forma más estúpidamente divertida posible, y Octavius se encontraba celebrando como le había ganado al vaquero por milésimas de segundo, Jedediah no pudo evitar más hacer la petición desesperada que su corazón y cuerpo le pedían.

    - Octy...¿crees que podrías acercarte? - Jededaiah había bajado el ala de su sombrero. No soportaría que Octavius lo viera con el rostro colorado.

    El castaño se detuvo en mitad de un ridículo baile de festejo y miro con curiosidad al rubio.

    - ¿Así?- dio un rígido paso en su dirección y se quedó estático, sin comprender.

    - Sólo un poco más - murmuró Jedediah, continuando con su negativa a levantar su sombrero.

    - ¿Qué tal ahora? - Octavius estaba a un paso de Jedediah y seguía igualmente confundido por la petición de su compañero.

    - Un poco más- Octavius iba a comenzar a protestar pero pudo observar al vaquero mover sus manos nerviosamente, así que pensó que era buena idea seguir con su rara petición.

    - Jed...- susurro Octavius con genuina preocupación. Su rostro estaba contraído y sus ojos brillaban por su seriedad.

    - Sólo un poquito más- dijo el rubio, levantando la cabeza por fin, recibiendo la preocupación de Octavius con mejillas sonrojadas y el labio inferior aprisionado entre sus dientes con nerviosismo.

    Octavius se quedó rígido. No por que el amanecer hubiera llegado, no al menos aquel que los hacia volver a ser meras figurillas, sino por el resplandor que Jededaiah emanaba, un brillo en sus ojos devastador y cautivante.

    Octavius suspiro muy suavemente, impactado por todo lo que comunicaba su amigo sin siquiera decir una palabra.

    Deslizó sus manos con sutileza hasta la cintura del vaquero y tiro de el hacia adelante. Sentía su pecho unido al suyo, y los corazones de ambos habían comenzado a martillearse de forma mutua.

    Jedediah, por su parte, mordió su labio con tal fuerza que la sangre brotó en un pequeño punto. Evitaba emitir cualquier ruido vergonzoso que arruinara el momento.

    Enredo sus manos en el cuello del general y oculto su cabeza en hueco del cuello de este.

    Aspiro aquel olor a sudor que tan mal lo ponía, un olor fuerte, brusco y extrañamente delicioso.

    Octavius sintió cosquillas gracias a la barba ligera de Jedediah, pero en ningún momento rompió el contacto, sólo mantuvo su brazo firme en aquella cintura que hasta el momento, había sostenido sin pensar.

    Ahora, ambos sentían sus cuerpos hormiguear gracias a algo largo tiempo oculto, algo no confesado que buscaba salir a como diera lugar.

    Pero no hubo necesidad de hablar, no cuando Jed poso sus labios en el cuello de Octy, y este jadeo deliciosamente, riendo también por lo inesperado de la acción y por caer en cuenta que lo había estado esperando desde hace mucho.

    - Sólo un poquito más - fue el turno de Octavius de pedir, antes de que Jedediah mandará al demonio su sombrero y el casco del romano para después sonreírle con coquetería mientras sostenía su cuello con cierta brusquedad.

    Acto seguido, se besaron de tal forma que sus rodillas empezaron a temblar, completamente aterradas de todo el amor, ansia y deseo reprimidos entre esos dos amigos.

    Sabían que su relación había cambiado para siempre, pero se negaban a ponerle freno a algo que habían deseado desde hace mucho.

    Edited by Zydrate - 31/7/2021, 06:06
     
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