4 Blondie Prince [Gillis x Saru + Muchas parejas] IEGO. CAPITULO 1

La vida de Gillis, Kinsuke, Yoichi y Chet era de lo mas tranquila, hasta que les llega una noticia impactante. "¿¡Cómo que somos príncipes!?"

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  1. Cheerlick~
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    Nombre: 4 Blondie Prince.
    Géneros: Yaoi, comedia, romance y mucho drama.
    Advertencias: Ninguna por el momento... por el momento...
    Notas: Uuf, quien lo diría, un fanfic para el go, ¿Alguna persona viva por aquí? xD. Si es así, ¡Hola! Un gusto en conocerte (?) Espero disfrutes este vil intento de fic que estas a punto de leer :D. Esta historia va a estar inspiradísima en una película llamada el diario de la princesa, obviamente no van a ocurrir los mismos sucesos que en la película (Creo) pero en fin, ¡Disfruta!
    Los personajes son de level 5.


    Parejas:
    (Primarias)
    SPOILER (click to view)
    Gillis x Saru
    Ichiban x Yoichi
    Taiyou x Kinsuke
    Yuchi x Chet.


    (Segundarias)
    SPOILER (click to view)
    Kirino x Kariya
    Tsurugi x Tenma
    Alpha x Fey
    Garshya x Vanfeny
    Namikawa x Makoto
    Minamisawa x Kurama


    (Terciarias)
    SPOILER (click to view)
    Shindou x Hikaru
    Gamma x Einamu
    Minaho x Manabe
    Hamano x Hayami


    Van a aparecer mas parejas a medida que avance el fanfic, asique arriba la esperanza :D.


    4 BLONDIE PRINCE.
    Prologo.



    ¿Escuchaste el rumor?

    No, ¿De qué rumor hablas?

    Ya sabes, el de la reina…

    Ah, hablas de ese rumor nuevo que surgió, ¿Verdad?

    Si, aunque hay una gran posibilidad de que sea cierto…—Ese era el nuevo tema de conversación de todos los sirvientes y sirvientas del palacio. Al parecer, un chismoso espió una de las conversaciones que tuvo la reina con su mano derecha y esta se esparció como espuma—

    Y es que, ¿Cómo no compartir algo tan escandaloso y jugoso?

    ¡Ustedes! —Gritó lo que parecía ser un jefe mayordomo a las sirvientas que chismoseaban por el pasillo— Déjense de pláticas y a trabajar!

    -¡S-Si señor! —Dijeron las mujeres y se fueron de ahí con sus escobas, trapos y cubetas. El mayordomo suspiró pesadamente. Ya sabía perfectamente de lo que hablaban, estaba cansado de esto, y lo peor de todo es que esa conversación se tenía que mantener en secreto. Si tan solo hubiera revisado antes de hablar con la reina—

    Caminaba por los pasillos revisando que todo estuviera en orden y todos estuvieran haciendo su trabajo, veía como todos hacían sus tareas, pero cuando él no miraba de nuevo se ponían a platicar. A veces su trabajo resultaba tan agotador que en vez de parecer un Jefe mayordomo parecía una niñera, y eso no le gustaba.

    Disculpe Señor Kudo…—Lo llamó uno de los tantos sirvientes—La Reina requiere de su presencia en la sala de juntas… —El hombre lo miró por unos segundos y después asintió–

    Enseguida voy…—El sirviente asintió y se fue. Kudo era la mano derecha de la reina, un hombre fiel a su servidora que nunca la traicionaría ni aunque le ofrecieran la más grande de las fortunas. Sin embargo, esta vez siente que le falló a su señora por el descuido que tuvo al dejar que su conversación se esparciera por todo el palacio. Gracias a dios que este rumor solo quedaría adentro de este—

    Estuvo tan concentrado en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta a que horas llego enfrente de la sala de juntas. Estaba detrás de una puerta gigantesca, blanca y de color crema con detalles dorados, combinaba perfectamente con el color de las paredes y la decoración del pasillo. Se dio un tiempo para calmarse, respiró hondo y entró a la habitación.

    La sala de juntas estaba conformada con una habitación grande. En el centro había unos sofás y sillones que lucían viejos pero gracias al buen mantenimiento se mantenían intactos, justo en el centro estaba una mesita de café, en la pared derecha había una chimenea con unas decoraciones y en la pared izquierda había una mesa junto unas sillas. También habían unos libreros, pero se encontraban en la pared de enfrente.

    Justo en los sillones estaba sentada la mujer a quien servía; Una anciana de 67 años, canosa y de ojos color miel, vestía con un hermoso vestido color blanco y, por supuesto, portaba su corona en su cabeza. Con tan solo verla sabias que era una Reina, y una mujer elegante y refinada.

    Su alteza…—Kudo hizo una reverencia a lo que la mujer le sonríe— ¿Qué es lo que necesita?

    Señor Kudo, empaque sus cosas, nos vamos a ciudad Inazuma…—Esas palabras sorprendieron por completo al hombre, ¿No pensara en…–

    Mi señora, sabe perfectamente que usted no tiene por qué malgastar su tiempo en ir a buscarlos, ya hemos mandado a varios agentes, estoy seguro que tarde o temprano los traerán…—Intentaba razonar pero la mujer negó con la cabeza—

    Precisamente es por eso que solicite tu presencia. Ya pasaron 6 meses, y ni siquiera han traído resultados. Lo único que sabemos es que mis 4 herederos están en aquella ciudad, y lo peor de todo es que es tan pequeña, ¿Cuánto más tengo que esperar? No queda mucho tiempo…—Y mas razón no le faltaba. Habían mandado a los 4 mejores agentes que tenían a esa pequeña ciudad llamada Inazuma para encontrar a los herederos, y ni aun así no había noticias. La investigación tardaba tanto que estaba desesperando a la pobre anciana— Por eso eh decidido que, si ellos no los encuentran, entonces yo misma iré a encontrarlos…

    Pero mi señora-

    No me harás cambiar de opinión Kudo… lo siento...—Dijo la reina levantándole la voz a su leal lacayo, y es que estaba estresada, ya no podía esperar ni un segundo mas, necesitaba ir a la ciudad inazuma cuanto antes… pero se preguntaran, ¿Por qué una Reina tenía que ir a una ciudad? Pues hay una buena razón para eso…—

    Hace 6 meses descubrió que su estúpido hijo tuvo una gran aventura con varias mujeres y nacieron 4 herederos…

    Y encima de todo, el muy descarado se atrevió en desaparecer después…

    Dios, ¿Cómo se atrevía ese soquete? Ni siquiera le dijo nada, solo desapareció sin dejar ningún rastro. Si por azares del destino se lo volvía a encontrar le daría la paliza más grande de toda su vida. Ahora tenía que buscar a sus 4 nietos para ver si al menos uno, aunque sea solo uno, se ofrecía para ser el siguiente sucesor a rey.

    Kudo miró la cara de preocupación de la mujer y suspiró resignado. Ni modo, no había opción…

    De acuerdo, preparare el equipaje, el avión privado y veré si consigo un lugar de estadía en la ciudad…—Aquellas palabras alegraron a la Reina quien sonrió agradecida—

    Muchas gracias Kudo…—El nombrado hizo una reverencia y salió de la habitación dejando a la Reina completamente sola… Algo le decía que las cosas dejaran de ser tranquilas en su vida—
    ___________

    Eso a sido todo amigos, ¡Hasta la proximaaaaaaa!



    Edited by Cheerlick~ - 17/9/2022, 08:07
     
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