32.º Reto Literario: “Ira divina" – Teen Wolf, Ultima Luna “Derek x Stiles”

Descubrir que ambos se aman mutuamente, es motivo para ofender a una Diosa.

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    32.º Reto Literario: “Ira divina" – Teen Wolf, Ultima Luna “Derek x Stiles”





    ― ¡No puedo creer que me arrastres de nuevo! – Stiles conducía su viejo jeep mientras Derek estaba herido en el asiento copiloto - ¡Estas llenando todo de sangre!

    ― Perdóname por ensuciar tu estúpido coche, por si no te has fijado ¡Me dispararon cerval y plata!

    La carretera parecía tragárselos mientras la oscuridad de la noche era solo interrumpida por los faros delanteros, cuando Derek se quedo en silencio Stiles comenzó a ponerse nervioso de verdad, trato de mantenerlo despierto, discutieron y se gritaron, eso era lo normal entre ellos.

    ― Ya lo sabía – se dijo a si mismo – ya sabía que continuaríamos con esto

    ― ¿con qué? – pregunto Derek en tono bajo

    ― Nada

    ― Te refieres, me duele, te refieres a lo que paso entre nosotros

    ― No paso nada

    ― Stiles, hay razones para que… conduce mejor

    ― No entiendo tus malditas razones, y no se te ocurra morirte

    El teléfono de Stiles estaba sonando de nuevo, otra maldita vez. En circunstancias normales tomaría la llamada, sin embargo, nada era normal, la noche anterior en la discoteca Derek puso su mano, su increíblemente caliente mano, en la espalda baja de Stiles, lo empujo para decirle algo sobre unos cazadores, para pasarle el dato, pero se fueron hacia el rincón oscuro, solo ellos dos, sin nadie que los interrumpiera.

    Cuando no hay nada mas en que pensar, la mente de Stiles piensa en Derek, en sus ojos, su cabello, su chaqueta negra, sus manos, su aliento que siempre esta demasiado cerca y entonces, hizo cortocircuito.

    No debería suceder, claro, ¿Quién querría besar a un hombre lobo?

    Stiles Stilinsky

    No solo besarlo, porque cuando su mente volvió a funcionar sus piernas abrazaban a Derek, la mano de Derek estaba tocando la piel de su espalda, sus erecciones se estaban frotando y Stiles apenas podía respirar. El beso fue tremendo, sentía sus labios hinchados, la cabeza le daba vueltas y Derek lo aplastaba contra la pared.

    ― Te quiero – no pudo evitarlo, llevaba meses pensando en Derek, se masturbaba pensado en Derek, sufría pensando en Derek y ahora lo tenia entre sus piernas, con un par de molestos tejanos estorbándoles.

    ― ¿Qué? – la cara de Derek lo decía todo, que, incluso morreándose al fondo, en la oscuridad, con música a todo volumen… claro… el hombre lobo escucharía su confesión

    ― Vamos, ya lo sabes – volvió a besarlo, pero esta vez no le correspondieron, Derek dio un paso atrás y si no hubiera estaba incrustado en la pared, Stiles hubiera caído al suelo, lo invadió la vergüenza. – No finjas que no lo sabes

    ― Sé que te pones caliente, eso no es…

    ― Me pongo mas que caliente

    Negarlo no tenia sentido, hace treinta segundos estaban frotándose, pero ahora Derek lo veía con la cara desencajada.

    Se dio la vuelta y se alejó, Stiles lo siguió, no estaba pensando claramente, acabo en el callejón, ahí su mente se sereno, estaba haciendo frio, su chaqueta estaba dentro, en el guardarropa, solo tenía su teléfono y las llaves de su coche. Derek se quitó su cazadora negra y se la puso sobre los hombros.

    ― No quiero que mueras de neumonía

    ― Neumonía suena mejor que vergüenza – Stiles metió los brazos, y espero a que derrumbaran sus inútiles e infantiles, esperanzas.

    ― Stiles, piénsalo dos segundos, pasaste años enamorado de Lydia y no funciono con Malia, pero eso no significa que me quieras

    ― No funciono con Malia porque te quiero – Le ardían las mejillas, le hubiera gustado comenzar a llorar, pero eso no tendría sentido, ya que había expuesto sus sentimientos debía llegar al final – siempre haces eso, lo de tocarme y acercarte, por dios, hace diez minutos estabas moliéndome contra la pared

    ― No te estaba moliendo

    ― Bueno, los preliminares a molerme

    ― ¿Enserio quieres hablar de esto? No hay tiempo, debemos avisar a los demás de estos cazadores, no son normales

    ― ¿Es un enloquecimiento gay? He leído sobre eso, solo tienes que analizarlo, me estabas besando ahí dentro porque sientes algo por mi

    ― Me pusiste caliente, eso no signifique que me gustes, no seas ingenuo

    “Eres un maldito cobarde” esas palabras se quedaron atrapadas y Stiles comprendió algo idiota, Derek no lo beso ni lo toco porque al fin, según alguna fantasía suya, hubiera aceptado sus sentimientos. No, lo beso porque el sudor de Stiles gritaba pidiéndole sexo.

    Este seria un momento perfecto para que su sarcasmo saliera a relucir. Salvo que no tenía sentido intentar decir algo ingenioso. Sintió como caía la lagrima desde su barbilla, se llevo los dedos para limpiarse las malditas lágrimas. Cuando vio a Derek otra vez, en su rostro había pena, pero mejor que pena era lastima.

    ― Stiles… no me jodas

    ― Bien, esta bien. Esto nunca paso y quédate con tu maldita chaqueta

    ― Stiles espera

    Pero por una vez, Derek lo dejo irse, cuando encendió el motor de su jeep, por el espejo retrovisor no encontró a nadie.

    .

    Desgraciadamente la sensación se quedo y a las dos de la madrugada con cuarenta y dos minutos, con un frio de dos grados, cuando ni siquiera logro dormir sintiéndose miserable, respondió la llamada de Derek Hale, honestamente, realmente, debería admitir a si mismo, que esperaba otro tipo de conversación.

    Pero ahí estaba ahora, aparcando su jeep en la tierra frente a una vieja cabaña, observando a Derek que dormía pálido como papel. Con el corazón hecho un puño.

    Lo ayudo a llegar a un viejo sofá lleno de polvo, nada higiénico, no qué a él le importase si Derek tenía una infección, busco agua, pero no encontró ni un solo balde para recogerla de la llave en el cobertizo.

    Cuando consiguió encontrar una vieja cacerola, limpiarla y colocar agua a hervir en ella se rindió, casi no le quedaba batería y Derek ya no reaccionaba, incluso si se lo prometió era hora de llamar a los demás.

    *
    *

    Derek despertó por su instinto, logro medio cambiar a su forma lobuna y eso ayudo a terminar de cicatrizar la herida de su estómago, sentados en el suelo, Scott, Stiles y Lydia lo observaban.

    ― Voy a decirles – Lidya se encogió de hombros – Lo siento, pero, puede que al final te mueras y realmente prefiero explicarle a mi amigo Stiles porque no pueden estar juntos.

    ― Cállate, Lidya

    ― ¿Qué, de qué hablas? – Stiles miro hacia el hombre lobo y luego a la banshi que se retorcía un mechón de su pelirrojo cabello.

    ― No lo hagas Lidya… por favor – Derek ya no miraba a ninguno, estaba mirando sus pies descalzos, sentado en el sillón, pero Lidya decidió decirles lo que sucedía

    ― Derek ha sido maldecido – ella hablo y Derek se aovillo en su sitio – Ustedes saben sobre Paige, la novia de Derek en la secundaria, lo que no saben es que Paige… bueno ella, descubrió que Derek era un hombre lobo, busco leyendas y entre las historias había un ritual andino, de los Aymaras, una suplica a Mama Quilla la diosa de la Luna. Paige hizo el ritual, era un ritual de amor verdadero, ella realmente estaba enamorada de Derek, así que le pidió a Mama Quilla que ayudara a Derek a tener control absoluto sobre su lado lobuno… La diosa de La Luna es la regente de los lobos, no importa el nombre que le des, es una sola diosa y ella acepto las suplicas de Paige.

    ― ¿Qué sucede?

    ― Stiles, tienes que entender que esto va más allá de nuestras posibilidades

    ― ¡¿Qué estás diciendo?!

    ― Derek hizo que mordieran a Paige, Derek la traiciono y no importa lo que nosotros sepamos, para Mama Quilla, Derek es el asesino.

    ― Y… ¿Qué es esa maldición?

    ― Si alguien ama a Derek con la misma intensidad que Paige, si Derek acepta esos sentimientos y busca ser feliz de nuevo… entonces… Mama Quilla tomara la vida de esa persona para castigar a Derek

    ― Pero yo no te amo – dijo Derek con los ojos azules de ira – Y tu no me amas, Stiles, la maldición no habla de ti

    Pero era mentira, porque al intentar alejar a Stiles, Derek acepto sus sentimientos.

    La noche volvía a caer y esta noche era luna llena.

    ― Lo hago por tu bien – dijo una voz suave, agradable – él es un mentiroso

    La diosa tenia el cabello blanco, atado en dos trenzas largas y la piel pálida como yeso, sus ojos eran rojos y parecía entristecida.

    ― Escucho los latidos de su corazón, dicen tu nombre pequeño niño, en sus sueños te encuentra, pero no te retiene.

    Los cuatro retrocedieron contra la pared de la cabaña, Scott no lograba transformarse y Derek dio un paso al frente.

    ― Déjalos ir… fui yo quien te lastimo, fue mi culpa que Paige muriera

    ― Eres un lobo malo – la diosa se puso de pie – un lobo

    Derek logro mirar a Stiles, si, se había enamorado, de ese sarcasmo, de esos aspavientos con las manos, de su honestidad. Mientras intentaba resistirse veía esos ojos cafés, fijos en él. Stiles trato de esconder sus sentimientos por miedo al rechazo, Derek lo intentaba por miedo a este preciso momento.

    ― ¡Corre!

    Mama Quilla, diosa de la luna, utilizo su influjo para convertir a Derek, mas fuerte, mas animal que hombre.

    ― Eres el asesino Derek Hale

    Stiles observo a Scott, su amigo seguía de pie, sin lograr convertirse en hombre lobo, se fijó en Lidya, con los ojos abiertos. Entonces se fijo en el lobo que lo veía, en esos ojos que brillaban.
    Escucho los gritos de sus amigos, vio la silla que Scott arrojo, escucho a Lidya gritando, pidiéndole que corriera, observo a la diosa pálida como la cal.

    ― Vamos Derek, lucha contra esto – las palabras salían, pero no parecían llegar a su destino, las fauces comenzaron a babear, una dentella brillo salvaje – vamos Derek…

    Fue doloroso ver a Derek luchar contra si mismo. Como lograba retroceder mientras otra parte de él avanzaba. Scott no lograba acercarse, Lidya estaba desparramada en el suelo.

    ― Lucha Derek, Paige quería que tuvieras el control absoluto sobre tu parte lobuna, no pueden quitarte eso

    ― Pero puedo quitarle algo más – la diosa tenia un arco en la mano y Stiles supo que no vería el sol otra vez – Lo sé joven amante, has peleado contra druidas, demonios y resucitados, pero yo soy una diosa, te evito el dolor de ser traicionado.

    No dolió, fue como la aguja de una inyección, un leve pinchazo, escucho a su mejor amigo llamarlo, pudo ver los ojos de Lidya llenos de lágrimas y sintió las manos de Derek sostenerlo.
    Stiles lucho por mantener los ojos abiertos, por escuchar lo que Derek le decía, recordó la primera vez que lo vio.

    ― Si te amo – dijo con la voz estrangulada de ira e impotencia – lo hago… Mírame Stiles… te amo, cada día, todos los días… te he amado tanto tiempo… y he rezado tanto para que tu no me amaras, ojalá no me amaras.

    Derek observo a la diosa que no sonreía, parecía consumida en la tristeza, el cuerpo de Stiles se iba poniendo mas frio y mas pesado entre sus brazos.

    ― Nunca lo olvides Derek Hale, - sentencio la diosa en voz queda - mientras la luna exista no te permitiré la felicidad de un amor correspondido.

     
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