Silent Cry [Fatal Frame]

(MafuyuxKei) "No sufras solo, muestrame tu llanto silencioso"

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. ~Yun~
        +1   -1
     
    .

    User deleted




    Holi~

    Despues de años sin escribir nada, vuelvo con un oneshot muy largo de mi videojuego favorito, pero ¿qué puedo decir? n.nU
    La inspiración me pegó de golpe despues de términar Fatal Frame 5 y escuchar la canción Silent Cry de Stray Kids. So, espero que lo disfruten n.n

    ~~~~~~~

    Los personajes le pertenecen a Tecmo, yo solamente los uso con fines de entretenimiento.

    Pareja: Mafuyu Hinasaki x Kei Amakura.

    Advertencia: Mención sobre el sucidio e intento de terror en un parrafo.

    ~~~~~~~





    Silent Cry





    Primero cayó una gota, luego otra, y otra, y otra…

    Fue así como comenzó el golpeteo constante de la lluvia que poco a poco inundó la silenciosa oficina del Grupo Editorial Takamine. Era la tercera vez que mis ojos pasaban por el mismo párrafo y yo seguía sin prestar atención al contenido del texto que estaba en mis manos. Maldito Yuu. Mi gran amigo había tenido la fortuna de viajar junto a nuestro maestro, Junsei Takamine, el mejor folklorista de todo Japón, a una casa antigua al norte de la ciudad. El Señor Takamine estaba interesado en una leyenda urbana sobre aquella mansión para agregarla a su próximo libro y finalmente había obtenido los permisos necesarios para hacer una rápida visita. Yuu se había ganado el honor de acompañarlo con su reporte acerca de todas las casas malditas que estaban en Tokio y con ello había demostrado que realmente le gustaban estos temas fuera de lo común del que tanto se enorgullecía esta editorial.

    Sí, cómo no. Yo sabía que aquello era una mentira. Las dos razones principales por la que nuestro sensei había elegido a Yuu para acompañarlo eran:

    Uno. Yuu pertenecía a la familia del Doctor Kunihiko Asou, el famoso científico y filósofo ocultista. El Señor Takamine no desperdiciaría el tener a su lado a un miembro de esa familia tan importante para el tema del ocultismo; cualquier tipo de información sobre todas aquellas investigaciones paranormales que el Doctor Asou había recolectado durante su vida eran de suma importancia para un folklorista como el maestro Takamine. Conociendo la ambición de nuestro sensei, sabía que era capaz de exprimir cualquier gota de información sobre el antepasado de mi ingenuo amigo.

    Solté un pequeño suspiro mientras observaba el escritorio frente a mí, detrás de todos aquellos documentos viejos se encontraba la segunda razón por la que no había ido con el Señor Takamine, ya que él necesitaba una niñera para su nuevo pupilo: Kei Amakura. Observé aquel joven de postura tranquila sonriendo con entusiasmo mientras leía aquellos tomos viejos y llenos de polvo. Es difícil creer que aquel chico tuviera veintidós años, ya que en apariencia y actitud podría llegar a pasar fácilmente por alguien de mi edad. Su cabello negro corto y sus grandes oscuros ojos le daba aquella imagen de chico universitario que no sabía nada de la vida. Chasquee la lengua. Era demasiado molesto ser el sempai de un sujeto como él. Parecía que a ese tipo no le había costado nada llegar al lugar donde se encuentra ahora, en cambio yo…

    Solté un pequeño gemido de sorpresa cuando de la nada aquellos ojos oscuros decidieron posarse sobre mí. Había sido atrapado. Rápidamente regresé a mi lectura haciéndome el bobo, tenía tan mala suerte que había sido atrapado in fraganti.


    ~~~




    Sonreí levemente tratando de no soltar una pequeña risa por la actitud de mi sempai. A pesar de tener poco tiempo trabajando en este importante equipo, podía asegurar que mis dos compañeros eran muy agradables. Sin embargo, Mafuyu Hinasaki tenía mi atención por completo. Desde que llegué siempre me había tratado de una manera muy fría y distante. Asou sempai era una persona que radiaba amabilidad y tranquilidad, desde el primer momento en que nos presentaron, él se acercó a mí amistosamente dándome una bienvenida bastante calurosa al equipo del Señor Takamine. En cambio, Hinasaki sempai era más serio e introvertido, parecía una persona igual de fría que el invierno, aun así, no me parecía una persona desagradable. Pero había una cosa peculiar en él, ya que no dejaba de mirarme tan fijamente como hace unos momentos, lo había notado en innumerables ocasiones y a veces llegaba a ponerme algo nervioso con aquellas miradas tan profundas.

    (…)



    Las horas pasaron dentro de la editorial, la lluvia se escuchaba cada vez más fuerte y el sonido de un trueno no tardó en llegar. Subí a mirada para observar como Hinasaki sempai miraba preocupado a través de la ventana. Por alguna razón sentí una ligera molestia al pensar en mis sobrinas, traté de recordar mi rutina antes de venir al trabajo porque tenía la ligera sospecha de que no les había preparado sus pequeños impermeables, sólo esperaba que la niñera se hubiera dado cuenta de ello para que las niñas no se mojaran con esta lluvia.

    Mis pensamientos fueron interrumpidos por la secretaria del Señor Takamine que se dirigió apresuradamente al escritorio de mi compañero. Solamente alcancé a escuchar:

    —Joven Hinasaki… Su hermana menor…

    Sin decir nada más, Hinasaki sempai salió rápidamente de la oficina siguiendo a la secretaria.


    ~~~




    Miré molesto la fuerte lluvia que caía al otro lado de la puerta de cristal. Estaba desesperado. Sabía que a pesar de que viera aquellas gotas con furia no se detendría para dejarme salir e ir a ver a mi pobre hermana enferma. Estaba atrapado. No podía salir de la oficina porque estaba seguro de que me mojaría en vano, ningún auto se atrevería a conducir ante esta fuerte lluvia, así que viajar en trasporte público estaba descartado y caminar tampoco era una opción, mi departamento estaba demasiado lejos, me arriesgaría a pescar un resfriado. Si caía enfermo sólo agregaría un problema más. Chasquee la lengua.

    Hace unos minutos mi casera llamó diciendo que habían encontrado a mi pequeña hermana Miku desmayada por una intensa fiebre en las escaleras del edificio. La señora Hana estaba haciendo lo posible por bajarle la fiebre, incluso llamó a un doctor, pero mi hermanita pedía entre sueños mi presencia. Mordí mi labio. Me sentía responsable por el estado en el que se encontraba, ya que en la mañana ella mencionó que no se sentía muy bien, pero yo le había insistido que fuera a la escuela; Miku necesitaba distraerse, convivir con chicos de su edad, salir de casa y hacer muchas actividades, por lo menos para aliviar la perdía que ambos habíamos sufrido hace unos meses. Quería mantenerla tranquila y feliz. Era la única familia que me quedaba y por ello necesitaba velar por su bienestar, borrar las imágenes del cadáver de nuestra madre y tratar de que mi hermana viviera una vida normal nuevamente. Pero, yo no servía para eso, todo había salido mal y ahora Miku estaba sola sufriendo otra vez por tener a un hermano mayor bastante patético.

    Sentí mis ojos aguarse, así que simplemente sacudí mi cabeza para eliminar todos mis pensamientos y tomar la manija de aquella puerta.

    A la mierda mi salud, Miku es más importante.

    —Si necesitas un aventón puedo ayudarte.

    Me detuve antes de abrir la puerta cuando escuché una suave voz detrás de mí. Giré levemente la cabeza para toparme con la presencia de mi molesto kohai.

    —Tiene poco que saqué la licencia, — comentó Amakura, —pero puedo llevarte a donde quieras sin mojarte, además de que debo recoger a mis sobrinas.

    Él soltó una pequeña risita avergonzada mientras sus mejillas se teñían de un leve rosa. Nunca habíamos hablado más que para saludarnos o pedirnos ciertos documentos, así que supuse que se sentía avergonzado por confesarme su poca experiencia manejando. Aun así, al menos había encontrado a alguien lo suficientemente bobo como para arriesgarse a conducir bajo esta tormenta. Sonreí levemente, ya que de alguna manera me sentía afortunado.

    (…)



    El auto avanzaba lento pero constante. A pesar de que quería llegar lo más pronto posible con mi hermana, no podía exigirle más al pobre novato que se estaba arriesgando por conducir entre la tremenda lluvia que caía sobre el pequeño auto. Miré de reojo a Amakura preguntándome si realmente había sido una coincidencia el que le llamaran también de la escuela de sus sobrinas. Estaba a punto de preguntarle sobre ello, pero un frenado repentino me hizo volver poner atención al camino.

    —¡Rayos! Hay demasiado tráfico. —Expresó mi kohai con algo de molestia. —Lo lamento mucho, Hinasaki sempai. Sólo espero que no sea un accidente.

    Ante el movimiento lento del tránsito y la lluvia que no cesaba, supuse que sí había sido un accidente automovilístico.

    —Parece que si lo es… — dije mientras observaba el camino a mi lado. Y uno fatal.
    Noté la una silueta masculina que caminaba a lado de los autos casi estacionados por la lentitud del tráfico. Poco a poco, la silueta se fue acercando lo suficiente para dejar ver que su cabeza se movía de un lado al otro como si su cuello se hubiera roto y simplemente se mantuviera pegada al tórax por sus músculos. Una de sus piernas se arrastraba sobre el piso doblándose tal como si fuera de hule, sin embargo, a cada paso la piel de su tibial se deformaba para mostrar su hueso partido en dos. En su cuerpo habían incrustados varios vidrios y las heridas parecían sangrar abundantemente pero el suelo por donde pasaba no se manchaba a su paso. Él parecía buscar algo, seguramente había sido una muerte rápida, un impacto bastante fuerte para el cuerpo y el alma, que seguía vagando, buscando ayuda o alguna explicación.

    Me sentí incomodo y decidí desviar la vista de aquel fantasma, no quería que se diera cuenta de que yo podía verlo, ya tenía demasiados problemas como para cargar con uno extra o llevarlo a casa con mi hermana enferma. Esta vez no podía ayudarle a esa alma a descansar en paz.
    Para tranquilizarme de aquella visión decidí distraerme con Amakura, sin embargo, cuando giré mi rostro hacia él noté que miraba en la misma dirección en donde se encontraba el fantasma de ese hombre.

    ¡No puede ser que él también…!

    Mis ojos se abrieron por la sorpresa. Amakura notó mi mirada y volvió a encararme nuevamente con la suya, por unos segundos hubo una seriedad enigmática en sus ojos oscuros. Lo sabía, él sabía mi secreto. Desvió la mirada al camino nuevamente, parecía avergonzado.

    —¿Y por qué crees que sea un accidente? —Preguntó para terminar con aquella aura densa que se formó dentro del auto.

    —¿Eh? —Yo aún no asimilaba todo lo que había ocurrido. Desde siempre creí que sólo mi hermana y yo podíamos ver aquellas cosas que los demás no veían. Decidí recuperar la compostura, aquello no aseguraba nada, tal vez Amakura simplemente decidió mirar hacia ese lugar justo en el momento en el que el fantasma apareció, era una simple coincidencia…Entonces, ¿por qué tanta seriedad en su mirada? —Por el tráfico, estamos avanzando lento. Solamente espero que no haya sido fatal.

    —…Espero que no.

    Todo aquello había sido muy extraño.

    (…)



    El tiempo seguía pasando y ahora el tráfico se había detenido por completo. La desesperación se estaba apoderando de mi cuerpo, mi pierna se movía ansiosamente mientras soltaba uno que otro chasquido de mi boca. Si tan sólo no hubiera mandado a Miku a la escuela, si tan sólo me hubiera quedado con ella. La culpa se hacía más grande y mis manos estaban comenzando a temblar.

    —Lo siento, —escuché la voz de mi kohai, —debí desviarme cuando tuve oportunidad para tomar otra ruta.

    Me sentí aún más miserable cuando vi el rostro lleno de culpa de Amakura, y es que él me estaba haciendo un gran favor llevándome en su auto. Mientras que yo simplemente estaba quejándome internamente de la situación, mostrando mi molestia sin pensar en su sentir. Ni siquiera había iniciado una conversación con él en todo este tiempo dentro del auto, todo por estar pensando en mi hermana, en el tráfico y en la lluvia que no cesaba.

    —No te preocupes, esta es la ruta menos peligrosa, con esta tormenta los demás caminos son demasiado arriesgados.

    —Aun así, te ves muy preocupado… —En los ojos oscuros de aquel chico, de Kei Amakura, pude notar una genuina preocupación por mi persona ¿Tan mal me veía? —… ¿Está todo bien?

    Sonreí tristemente, estaba perdido, había fallado ocultando todo. Desde que este chico llegó no hice más que ignorarlo y apartarme de él, no por el hecho de que me desagradara, parecía una persona muy amable, pero siempre hubo algo en él que me atraía como un imán y eso me asustaba demasiado. No quería que algo molesto como el gusto por una persona me separara de mi deber principal: trabajar para darle una mejor vida a mi hermana. A pesar de que traté de mantenerlo alejado, el destino se las había arreglado para estar allí, solos los dos, con una tormenta externa que no paraba y otra tormenta interna dentro de mí con varios sentimientos que sentía que estaban al límite de desbordarse. Observé la suave mirada oscura frente a mí.

    Tal vez, sólo tal vez…

    —No…

    Dejé de luchar contra mis muros. ¿Podría confiar en este chico? No parecía una mala persona y a pesar de mi renuencia hacia él, nunca me trató mal. Su presencia era agradable, suave y tranquilizadora, casi igual a la de Yuu. Suspiré antes de seguir hablando.

    —Mi hermana menor está muy enferma, al parecer en la mañana tenía un resfriado, pero se le complicó durante sus clases. La escuela trató de comunicarse conmigo para ir a recogerla, pero no he hecho los papeleos para cambiar mi nuevo número de residencia o agregar el número de la oficina editorial. Con la mudanza y el trabajo, he dejado eso de lado… Al no tener otra opción, ella regresó a casa sola, no quiso quedarse en la escuela… ¡No entiendo la razón por la que no esperó! Pudo haber recibido ayuda de la enfermera, pero es que a veces es demasiado terca. —Mis manos comenzaron a temblar en ese momento. —Logró llegar a nuestro edificio, pero su fiebre estaba ya demasiado alta, además ya se había mojado en la llovizna debido a ello se desmayó subiendo las escaleras. Nuestra casera la encontró y se está haciendo cargo de ella. La casera me llamo para mantenerme al tanto y decirme que mi hermana murmura entre sueños que quiere que esté a su lado…

    Bajé la mirada sintiendo mis ojos aguarse nuevamente.

    —¿Pero sus padres…? —Preguntó Amakura con suavidad.

    —Mi padre murió hace unos años y mi madre se suicidó hace algunos meses.

    El cuerpo de mi kohai se tensó. Si estaba seguro de que eso pasaría, todos reaccionan igual.

    —Lo siento…

    —No pasa nada… —Sonreí levemente. Quería tranquilizarlo, no quería volver a escuchar el mismo discurso que había escuchado desde hace unos meses. Lamento tu perdida, ahora tienes que ser fuerte, seguramente era una buena persona. Nadie sabía lo que en realidad se sentía, aquellas palabras simplemente estaban vacías, eran obligadas, no había empatía. —Ahora la que me preocupa más es mi hermana menor, ambos seguimos aquí, soy la única familia que le queda. —Suspiré antes de seguir hablando, mi boca ya no podía detenerse. —Hace algunos meses…»

    » Yo había regresado de recoger a mi hermana de la escuela. Fui a preparar la comida mientras Miku iba a buscar a nuestra madre a su cuarto, mi madre no se encontraba muy bien de salud en aquellos días. Recuerdo, el grito de horro de Miku que me hizo sentir un escalofrío en todo mi cuerpo. Me apresuré a ir con ella, sentía que mi cuerpo pesaba a cada paso, sólo esperaba que mi hermana estuviera bien, que mi madre estuviera bien, pero al llegar al lugar solamente pude ver el cuerpo sin vida de mi madre balanceándose de un lado al otro sostenido de la rama del árbol de su jardín. Se había colgado del árbol de cerezos ¿Puedes creerlo? Se colgó de su árbol favorito.

    Solté una pequeña sonrisa por lo irónico de la situación. Aunque muy en el fondo sabía que mi madre no se había matado, algo la había matado, lo supe cuando debajo de su cuerpo estaba la cámara que la abuela Mikoto nos había enviado, un tesoro familiar antiguo que no desprendía nada bueno. Mi madre la guardo con ella para protegernos de lo que tuviera aquella cámara, pero eso le costó la vida.

    —Y tu hermana ¿Está bien?

    Negué con la cabeza.

    —No lo sé, no sé qué es lo que realmente piensa o siente Miku sobre lo que pasó. Lo único que he hecho por ella fue mudarnos de la casa y esconder la cam… —Solté un pequeño suspiro. Hablar sobre aquel tesoro familiar no era lo mejor. —Esconder las cosas de mi madre. Ella no me ha dicho nada sobre el tema, parece estar tranquila; yo tampoco he hecho el esfuerzo por hablar con ella, debido al trabajo y a los asuntos legales de la muerte de mi madre. Aun así… —Recordé la tranquila imagen de Miku, siempre tan callada, observando los alrededores para tratar de ayudar a cualquier alma en pena, y cuando me miraba siempre me regalaba una pequeña sonrisa. —…Lo único que puedo pensar de mi hermana es que es muy fuerte. No quiero que Miku sufra por lo que le sucedió a nuestra madre, quiero que ella sea feliz, que tenga una vida normal y tranquila. Como la única familia que le queda es mi deber velar por su felicidad.


    ~~~




    Fruncí el ceño después de escuchar las palabras de Hinasaki sempai. Tal vez no me hubiera molestado si él no hubiera mostrado esa sonrisa falsa, apagada y triste; aquella sonrisa la solían llevar las personas con grandes cargas sobre sus hombros.

    «—Ahora yo te cuidaré, hermanito. Tu hermana mayor está aquí. No llores, no te dejaré solo»

    El recuerdo de mi hermana mayor abrazándome en el funeral de nuestro padre llegó a mi cabeza, no sólo eso, sino todo el esfuerzo y sacrificio que tuvo que hacer por mi bienestar. Sacrificó parte de sus sueños para que yo cumpliera los míos mientras me mostraba una “bella” sonrisa, una perfecta sonrisa apagada. Y ahora, estaba en el hospital, marchitándose lentamente debido a una enfermedad desconocida.

    Hinasaki sempai y mi hermana Shizu eran iguales, ambos se pusieron pesadas cargas por la única razón de ser los primogénitos, tenían aquel pensamiento inducido por los mayores de que por ser los primeros hijos en nacer tenían que ser responsables de los hijos que nacieran después de ellos. Y una mierda. Mordí mi labio inferior por recordar a mi hermana, lo preocupado que me encontraba por ella, la frustración por querer decirle que viera por ella y que se olvidara de mí, vi a Shizu en Hinasaki sempai, ahogándose entre tantos problemas simplemente por dar la imagen del perfecto hermano mayor.

    —Estoy seguro… —Llamé su atención con suavidad, calmando un poco la furia que había brotado en mi por los recuerdos que brotaron por su historia. — Estoy seguro de que tu hermana sabe todo el esfuerzo que haces por ella, seguramente te observa desde lejos y sabe realmente todo lo que haces para que ambos estén bien. También se preocupa por ti, ve todo el dolor, cansancio o molestia que escondes para mostrarle una sonrisa. Ella sabe que no estás bien. —El recuerdo de mi hermana llorando silenciosamente en su cuarto para no preocuparme llegó a mí. —Y eso le preocupa mucho más que si demostraras lo que realmente sientes. Seguramente si le mostraras aquello que tanto te guardas, ambos aliviarían su dolor juntos, ambos desahogarían lo que guardan en sus corazones. Eres su única familia, su único pilar y por eso, ella también quiere protegerte y ayudarte para que estés bien. Ahora son los dos contra el mundo, al final notarás que tanto uno como el otro son iguales, sienten lo mismo, no por la jerarquía de nacimiento un hermano tiene que hacer más y el otro menos…

    Le dije todas las palabras que siempre quise decirle a Shizu, nunca me lo permitió, nunca aceptó que su hermano menor la ayudara porque ella quería estar bien para mí, ella se encerró en su pensamiento anticuado, y yo quería que le pasara lo mismo a Hinasaki sempai. Le mostré una genuina sonrisa, quería que él se sintiera seguro conmigo para desahogar un poco todo lo que tenía guardado.

    —Gracias…

    Él bajó la cabeza y después sus hombros comenzaron a temblar levemente, noté que pequeñas gotas comenzaron a caer sobre sus manos recargadas en sus piernas. Sonreí con tristeza y giré mi rostro hacia el camino para darle un poco de intimidad. A algunos hombres no nos gusta que nos vean llorar.

    —Eres un buen hermano, Hinasaki sempai… —Seguí hablando, tratando de animarlo un poco. —Lo haces bien, estás haciendo un esfuerzo increíble, tú…

    Mis palabras callaron cuando sentí un pesó en mi hombro. Giré nuevamente mi vista hacia el chico a mi lado, mi sempai estaba recargando en mi hombro, su cuerpo temblaba cada vez con más violencia, él seguía luchando con el llanto que exigía salir. Y entonces me di cuenta que, si bien, este chico eran mi superior dentro de la editorial, en realidad él era un joven de sólo diecinueve años, un joven que había quedado huérfano junto a su hermana y que no sabia qué hacer ante tantas situaciones nuevas en su vida, ante responsabilidades que no eran todavía para él. Sin más me quité el cinturón de seguridad y rodeé su tembloroso cuerpo entre mis brazos. Hinasaki sempai no tardo en aferrarse a mi cuerpo mientras seguía desahogando todos esos sentimientos que se había guardado durante meses.

    —Mafuyu… —Dije su nombre con suavidad. En este momento ya no era necesario usar los honorarios, simplemente éramos solo nosotros, dos chicos normales y corrientes… —Deja salir eso que tanto ocultas… —Sólo nosotros dos dentro de una burbuja llena de aquellos sentimientos que tanto ocultábamos. —No seas el único que sufre, compárteme todo tu dolor, yo estaré aquí, siempre estaré aquí si tú lo necesitas —Mi camisa comenzó a humedecerse mientras pequeños suspiros salían de los labios de Mafuyu, volví a recordar el llanto silencioso de Shizu, así que simplemente lo abracé con más fuerza, como si con ello yo me convirtiera en una esponja que absolviera un poco del dolor de aquel chico. —Deja salir esas sombras que tanto ocultas…


    ~~~




    Ante las palabras del otro, Mafuyu se alejó para verlo a los ojos mostrando sus claras orbes cristalinos por el llanto y simplemente se dejó llevar posando sus labios sobre su compañero. Sintió la tensión del otro, pero no se detuvo, no cuando después de unos segundos los labios contrarios comenzaron a corresponderle acariciando suavemente los suyos.

    El tiempo pasaba lentamente mientras Mafuyu seguía llorando en silencio desahogando toda aquella tormenta de emociones que había guardado durante meses, mientras Kei trataba de llenarlo de calma acariciando sus labios con lentitud, limpiando sus lágrimas con suavidad y abrazándolo con fuerza, él quería crear un ambiente lleno de comodidad para el menor.


    ~~~




    Me bajé justo en frente del edificio donde vivía con mi hermana mientras cerraba la puerta del auto tras de mí. Aun sentía los ojos hinchados por el llanto, en cierta forma me sentía avergonzado por el hecho de que Kei me viera de esa forma tan vulnerable, sin embargo, me sentía más tranquilo, como si me hubiera sacado un peso de encima. De algo habían servido aquella hora atrapados en el tráfico. Me giré para sonreírle al que ahora se había convertido en mi compañero.

    —Gracias por traerme, Kei. Podemos ir a tomar algo después. —Dije con una sonrisa suave mientras notaba como el otro se sonrojaba levemente. Ya volvía a actuar como bobo.

    —De acuerdo, —me sonrió de vuelta provocándome una peculiar alegría y malestar en mi pecho, —me gustaría hablar contigo de varias cosas, como por ejemplo tu don de ver fantasmas.

    —¿Qué…?

    Me tensé al escuchar aquello. Entonces al final él también…

    —Yo también puedo. —Confesó descaradamente. Este chico siempre lograba impresionarme de una manera u otra. —Espero que tu hermana se recupere pronto, Nos vemos.

    Kei arrancó antes de que yo pudiera decir algo más, así que simplemente sonreí y negué con la cabeza. Había conseguido un compañero bastante interesante.

    Sin aguardar más tiempo entré rápidamente al edificio para ir con mi hermana, ahora, estaba decidido a no guardarle más secretos para estar bien. Tenía mucho de qué hablar con ella.


    ~~~




    Conducía en silencio mirando la carretera frente a mí, hasta que no pude más y solté una pequeña risa. Mafuyu no era tonto, se había dado cuenta de mis sentimientos por él desde antes de este caótico viaje, incluso estaba seguro de que sabía que no había sido coincidencia de que yo saliera temprano al igual que él. Lo que uno puede llegar a hacer por la persona que le gusta, ahora tengo que cubrir horas extras en esta semana. Simplemente, no quería dejarlo solo con todos esos problemas que cargaba, se notaba bastante o por lo menos yo lo notaba…

    …Y ahora, mi primer beso fue robado por ese chico tres años menor que yo.

    Bueno, al menos me sentía feliz de que pudiera desahogarse conmigo, él lo necesitaba. Observé rápidamente el cielo, notando que poco a poco las nubes comenzaban a dispersarse dejando pasar pequeños rayos de sol. La tormenta había terminado. Ahora tenía ganas de sacar a mis sobrinas de la escuela para ir a visitar a Shizu al hospital, llevaría flores de azúcar y algo de takoyaki. Estaba seguro de que a las tres les encantaría, les sacaría una sonrisa.

    Esta vez no seré cobarde y le diré a Shizu lo genial que es como hermana mayor. No quiero que vuelva a llorar sola una vez más.

    .
    .
    .

    ~~~~~~~

    Notitas de autora traviesa:
    1. No supe como describir el sucicidio de Miyuki Hinasaki, ya que no hay mucha información sobre el momento de su muerte, sólamente que Miku la encontró muerta colgada en su árbol de sakura. Ni siquiera sé si Mafuyu estaba allí, así que esa parte es de mi propia cosecha cerebral (?)
    2. Me puse a juguetear con el sigificado de los nombres de los pupilos de Junsei Takamine, por ello varias palabras resaltadas.
    Y ya~


    Edited by ~Yun~ - 13/6/2022, 14:32
     
    Top
    .
0 replies since 10/6/2022, 21:00   38 views
  Share  
.