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.«La comunidad mágica llora la muerte del filántropo Draco Malfoy. Paz en la tumba al hijo, al amigo y al padre»
¿Padre?
No podía ser cierto, él le prohibió unirse a alguien, bien se lo recalcó el día del juicio. Draco Malfoy era suyo, nadie nunca podría tocarlo, y de eso se encargó alejando a cualquiera que tratase de acercarse con una intención más allá de la amistad. Además, conociendo a los Malfoy la fiesta hubiese sido el evento del siglo.
Harry cerró los ojos y recordó lo ocurrido aquella tarde en el Ministerio…
Los juicios a mortífagos comenzaron tres meses después de la batalla de Hogwarts.
El primero fue el de los Malfoy, donde Lucius pudo demostrar a través del papel firmado por Dumbledore y Shackelbolt, que junto a Snape, aportaron información importante para derrocar al señor Tenebroso. Testimonio que fue acompañado con los recuerdos de Luna, Narcissa y Draco, generando dudas de si los buenos eran tan buenos como decían, y los malos tan desalmados.
El fiscal llamó a Harry Potter a testificar, si el Salvador del Mundo Mágico acusaba a los Malfoy, el Ministerio conseguiría hacerse cargo de una de las fortunas más grandes de Inglaterra, y del liderazgo de los Sagrados Veintiocho.
Las preguntas fueron contestadas con monosílabos, hasta que llegó el momento de hablar sobre lo ocurrido en la mansión el día que Bellatrix torturó a Hermione. En el salón el llanto de la castaña se mezcló con las mentiras de Harry y los insultos de Ron hacia Draco, quien no comprendía porque la persona que juró amarlo y protegerlo, estaba siendo tan cruel.
—Es cierto que no me reconoció en la mansión, pero porque tenía un hechizo punzante, también que Narcissa mintió a Voldemort sólo porque quería salvar a su hijo, y Lucius lo traicionó porque el profesor Dumbledore le prometió salir libre de todos los cargos —expuso Potter con rabia cuando no aguantó la mirada de Draco sobre él—. ¡Ellos merecen estar en Azkaban!
Draco sintió que el mundo se le caía a pedazos, Harry lo miraba con tanto odio que el corazón le dolió. Sin importar el lugar donde se encontraban, preguntó al azabache la razón de su comportamiento.
La respuesta vino con la burla de Ron y Hermione, y las palabras prepotentes de Molly Weasley.
—Harry nunca te amó, se comprometió con mi hija Ginny dándole el anillo más hermoso que he visto, y que cargaba en una cadena junto a su corazón.
—¿Qué quieres decir con eso? El anillo… ¿el anillo que te di? —Draco miró a Potter que asintió con la cabeza—. Harry, ¡Confié en ti!
—No seas estupido hurón, a Harry le daba asco besarte y estar contigo, lo hizo porque era un plan del profesor Dumbledore, venceríamos a Voldemort si tu y tu familia, lo traicionaban.
La imprudente afirmación de Ronald dejaron en silencio el Tribunal, George y Bill Weasley pidieron se utilizaran sus recuerdos por parte de la Defensa, algo que no fue necesario porque la votación se inició de inmediato, declarando a los Malfoy inocentes.
Al salir, Potter se aproximó a Draco que estaba solo en la sala de espera del Wizengamot, los ojos grises se posaron en él cuando notó su presencia.
—Te salvaste de ir a prisión, una lástima que creyeran en tus mentiras.
—¡Aléjate de mí! —dijo el platinado retrocediendo, algo inútil porque el ojiverde lo tomó con fuerza del brazo—. ¿Me llamas mentiroso Potter?, Cuando me humillaste por un plan de tu amado Dumbledore, cuando el regalo más bello que te hice se lo diste a Ginevra como argolla de compromiso.
—Y espero que siempre lo recuerdes —dijo Harry burlándose, para coger de la cara Draco y besarlo con fuerza lastimando sus labios—. Te odio Malfoy, porque cada vez que te tengo cerca quisiera encerrarte, me enloqueces al punto de necesitarte hasta para respirar, por eso, nunca dejaré que alguien te tenga, ¡eres mío!
Al soltarlo, Harry se alejó, la última imagen del ojigris en su memoria fue del platinado llorando, y sonrió.
Ahora, once años después de ese recuerdo, Potter observó la pluma que Ginevra le mostraba, afirmando que el anillo pasó a ser el cálamo dorado. Estiró la mano para recibirla, fue hermoso ver que tan pronto la tocó, se convirtió en pequeños brillos similares a copos de nieve que se elevaron desapareciendo en el aire.
Ni siquiera escuchó lo que le preguntó la pelirroja, subió a la habitación y buscó la caja donde guardaba la cadena que sujetaba la argolla. El tejido que con los años varió a dos eslabones plateados, era tan sólo uno oxidado y corroído, mientras el otro se disolvió convirtiéndose en una sombra gris de mercurio. Sobó sus ojos con cansancio, recién comprendía que ese regalo significaba algo más, era un mensaje del sangre pura.
Al bajar a la sala, lo esperaban Ron y Hermione, debían estar a las once en el entierro de Draco Malfoy.
Una vez allí, el Trío de Oro percibió la sinceridad en los sentimientos de los presentes, quienes al verlos se apartaron dejandolos rezagados a una de las esquinas del salón, algo que se repetía con mayor frecuencia, desde que se supieron los eventos previos a la gran batalla.
El ataúd fue colocado en una piara para arder en el fuego azul que al apagarse dejó ver una urna en forma de dragón que fue puesta dentro del mausoleo familiar, después de unas palabras de Lucius, el lugar comenzó a desocuparse, tiempo que Harry aprovechó para saludar a sus antiguos amigos, y preguntar la razón del deceso de Draco.
Luna y Neville lo ignoraron, George y Bill le pidieron nunca más buscarlos a menos de que quisiera una orden judicial. Al salir los Weasley, Harry vio en la puerta al niño rubio que tenía unos ojos similares a los suyos, quiso acercarse, pero fue inmovilizado por la magia del menor, quien sacó de entre la túnica una figura en forma de grulla.
—Mi padre le dejó esto, cuando termine de leerla, ¡váyase! —Harry sintió el ave posarse en su hombro—. Diez años, donde el dolor del rechazo lo mataron lentamente, lo odio porque usted lo asesinó.
Esas palabras le dolieron a Harry, el hijo de Malfoy lo acusaba directamente de una muerte, en la que —a su parecer— no tuvo nada que ver. Al quedar solo, recobró el movimiento, y tomó el pájaro que se convirtió en una carta.Si lees esto es porque he muerto, ¡Felicidades cara rajada! como siempre lo arruinas todo.
En los Sangre Pura hay una leyenda que dice que cuando dos almas gemelas se unen en sincero amor, la magia les da un regalo. Mis padres fueron afortunados, y como premio obtuvieron una criatura tan extraña como hermosa. Harry, soy un Veela Masculino, y uno con la posibilidad de concebir.
Así es Potter, Scorpius fue tu primogénito. Lo supe el día de la batalla, pensé que podría decírtelo de una manera especial, de ahí mi regalo. La cadena hecha con lágrimas de felicidad, y el anillo con una pluma del nido que construiría, el cual al ponértelo, te permitiría ver a nuestro bebé, una magia similar a una profecía.
Pero nunca te lo colocaste, lo profanaste cuando se lo diste a Ginevra, rompiendo cualquier lazo afectivo y mágico con Scorpius, pero gracias a eso, él pudo vivir. Desafortunadamente, no fuiste tan noble conmigo, me condenaste con las palabras de que era tuyo, por eso, la cadena se transformó en dos grilletes.
Potter, te amo, a pesar de que me dejaste indefenso, me golpeaste, casi me asesinas, y de las veces que me humillaste.
No te odio, y jamás podría desearte mal porque necesitas vivir por tus niños, sé que los amas, era la familia que deseabas, la que pude darte, la que debimos tener.
Te deseo suerte, sigue siendo el estúpido que bebe la Amortentia que Molly y Granger te dan desde sexto año para que ames a Ginevra, sigue bajo el hechizo de repulsión que te hace odiar a mi familia, el muñeco de Dumbledore, de los Weasley y de la sangre sucia. Al menos con mi muerte, la maldición que lanzaste el día del juicio de posesión, se rompió y las personas podrán ver en lo que te convirtieron.
te amo, y verás que la magia bendice a los que reconocen sus errores, y para nosotros aún hay una recompensa.
Draco Malfoy Black.
Esa noche Harry fue a cenar con su familia a La Madriguera, olió la hidromiel que Molly le ofrecía, dejó la copa en la mesa y lloró con amargura, reconoció el olor de Draco, y entendió que todo era una mentira. Sus hijos lo abrazaron, la carta en su bolsillo se convirtió en una pequeña hada que brilló sobre ellos.
Albus sonrió, por alguna razón sabía quién era.
—Él nos protege papá, y Scorpius pronto estará con nosotros.
Harry lo entendió, besó la frente de su hijo, para murmurar lo que los chicos secundaron.
«Gracias mi Veela»
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34.º Reto Literario "Fluff vs Angst" – Harry Potter, «Diez años de ser estúpido», HarryxDraco.Con la muerte de Draco, Harry descubre lo que significa ser él. |
