36.º Reto Literario "San Valenkink Vol II" – The Walking Dead | "Para quitar culpas" | Rickyl

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    Rick Grimes x Daryl Dixon
    TWD
    Promt: 13.Contra el escritorio || Los personajes practican relaciones sexuales en su lugar de trabajo.
    Notas: Uff, ando contra reloj. Espero resulte por lo menos pasable, lo escribí cuando iba en el transporte jaja, y es que tenía muchas ganas de hacer mi primera participación aquí en el foro <3. So...
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    Para quitar culpas



    Cuando Rick Grimes decidió hacerse policía, se había imaginado siendo partícipe de casos que parecen de película, esos que elevan la adrenalina, donde tu compañero es Bruce Willis y juntos tendrían que salvar el día. Esas que a pesar del riesgo, todas las emociones -y principalmente la causa-, te hacen agradecer el empleo.

    En cambio, con frecuencia tiene que lidiar con otras situaciones menos "intensas". Como hoy.

    La penitenciaría estaba casi desolada. Solo era él, su compañero y unos cargos menores que tenía que atender; empezando por el primero en llegar desde la noche anterior por beber en la vía pública, una pareja que había cometido faltas a la moral al haber decidido tener relaciones íntimas en el auto; y aquel que parecía "cliente frecuente": Daryl Dixon. El último expediente del día.

    —Sí, ¿sabes?, la vida a veces es tan, es tan...ya sabes, con muchas casualidades que no puedes hacer nada con ellas...

    Mientras se dirigían a la celda de Dixon, Shane estaba parloteando algo que realmente Rick no prestaba atención, puesto que sabía que detrás de tanta palabrería estaba una razón oculta. Y se reveló:

    —Ni siquiera sé cómo pasó, pero... empecé a salir con Lori.

    Aquellas últimas palabras las había soltado lo más rápido y suaves posibles, con la intención de no hacer daño.
    ¿Que su mejor amigo y su ex esposa estaban saliendo?, le sorprendía más el no verse afectado por la noticia.

    Rick no respondió nada, porque, ¿qué puedes responder bajo ese contexto?

    Shane, por otro lado, buscaba algo que rompiera el silencio y callara las voces de la culpa (esto último en primera instancia). Encontró una excusa en el recluso llegado -también- anoche, basando su intuición en todas las veces que Dixon había caído en estas celdas y su amigo siempre estaba al pendiente de él.

    — ¡Hey, Dixon! —Exclama golpeando los barrotes de aquella celda utilizando la culata de su arma— ¡Levántate!

    Daryl abrió sus ojos perezosamente, con más de eso se levantó quedándose sentado en su cama (si acaso esa tabla con sábanas contaba como una), inmediatamente llevó una de sus manos a su cabeza. La resaca se estaba haciendo presente.

    Y mientras él se despabilada, Rick se enternecía ante las acciones.
    Por extraño que pareciera, ver a un hombre de apariencia ruda como la de Daryl, haciendo ese par de cosas lo hacía ver vulnerable. Lo hacía ver adorable a sus ojos.

    Entonces, Daryl fijó su mirada en Rick, y él -que ya lo estaba mirando-, fijó la suya en la contaría. Shane se dio cuenta de eso (una vez más).

    —No puede ser que estés aquí de nuevo —comenta mientras lee el expediente—. Pelea en un bar para motociclistas, ¿no?

    — ¿Pelea?, hasta donde sé una pelea requiere a más de uno, ¿dónde está el otro? —pregunta Rick con inmediatez. Shane solo levantó una ceja interesado, "Rick en defensa del vago este. Como siempre", piensa.

    —Hospital —Suelta sin más.
    Rick solo asintió y miró a Daryl. Asintió de nuevo pero ahora en su dirección, como diciendo "bien ahí".

    Entonces por supuesto notó los moretones en el pómulo de Daryl, el labio roto y una herida sin gravedad por encima de la ceja, pero que igual no debería ser ignorada para curaciones.

    —Levántate. Te diré algo, si lavas los baños, puedes irte ahora mismo...

    Pero la atención de Daryl seguía en Rick.

    —Dixon, presta atención— Entonces una idea nació y la ejecutó impulsado por las ganas de expiar sus faltas hacia su amigo— ¿Qué?, ¿te lo quieres cog*er?

    Ambos, Daryl y Rick, miraron con cierto desconcierto a Shane.

    — ¿Qué...? —Rick trató de contener las incoherencias de su amigo, aunque apenas y pudo pronunciar la primera palabra antes de que Shane hablara de nuevo.

    — ¿Tienes fetiches con los uniformados o qué? Bueno, has tenido una noche difícil, ¿no? —hace una pausa muy breve para actuar como si estuviera pensando, con la cabeza gacha y los labios apretados. Y luego vuelve a su posición casual— ¿No te gustaría un respiro, eh? Aquí tienes a mi amigo.

    —Shane, maldita sea, tú...

    — ¡Oh, vamos, hombre! —Y ofrece una mirada rápida a los dos, una acompañada de una sonrisa cínica— ¿Qué?, ¿me van a decir que no hay nada aquí? ¡Vamos!

    Sin perder más tiempo, Shane saca unas llaves del bolso de su pantalón, y luego abre la celda de Daryl.

    Más tardó en guardar de nuevo las llaves que en dar media vuelta en dirección a la salida, con el claro objetivo de marcharse.

    —Me iré durante... ¿Una hora?, ¿les parece suficiente?

    Y se va ya sin esperar respuesta o reclamo, solo se va dejando las palabras al aire, con la seguridad que esos dos las tomarían. Y así, talvez Rick no recuerde mucho eso de él saliendo con su expareja, talvez no tenga ganas de pensar en algo más que en el buen acostón que le espera.

    Rick deja ir un suspiro molesto y pronuncia sus mejores maldiciones dentro de sus pensamientos.

    —Vamos, Daryl —pronuncia con suavidad—, vamos a cerrar tu expediente.

    El mencionado solo asiente y sube de nuevo su mano para calmar las molestias en su cabeza, esta vez haciendo un gesto en signo de ligero dolor, producido cuando accidentalmente tocó aquella herida cerca de la ceja.

    Por supuesto, Rick que estaba atento a todo se apresuró a ir por aquel botiquín de primeros auxilios que por normas de seguridad estaban colocados en puntos estratégicos (como los extintores y otras medidas de seguridad). Solo caminó unos pasos y regresó para abrir completamente la celda y adentrarse en ella.

    —Déjame revisarte —comenta cuando se encuentra frente a él, alzando un poco el mentón de Daryl, delicadamente, como si aquel hombre tan rudo fuera de puro cristal.

    El otro solo le miró con el ceño fruncido.

    —No lo necesito —pronuncia sus primeras palabras desde que se había despertado. Mira la cara de Rick y luego cae en esa trampa de iris celestes. Maldice y después de dar una mueca con fastidio asiente una vez dándole permiso.

    Rick no duda y se dedica a curar la herida de Daryl, ambos envueltos en un silencio que podría caer en lo “total” de no ser por el sonido de las respiraciones mutuas.

    Daryl comienza a maquinar ideas en su mente, la oportunidad que siempre ha querido estaba justo ahí. Ya se estaba cansando de meterse en líos para que lo atraparan, lo encarcelaran un día y aprovechar eso para ver al oficial Rick. Todo porque no sabía cómo llegar directamente con él y explicarle su sentir. No es muy bueno haciendo eso.

    Y ahora que el imbécil de su amigo había colocado las cartas sobre la mesa, ¿por qué no aprovecharlas?

    “Da igual si es este día o el otro”, Pensó.

    Entonces se atrevió:

    —Deberíamos hacerle caso al imbécil ese de tu amigo.

    — ¿Sobre qué? —dice un poco dudoso.

    —Sobre… aprovechar el tiempo a solas.

    Rick quedó en silencio, dejó de realizarle las curaciones al hombre frente a él y quedó pensativo un momento.

    —Estoy en horas de trabajo.

    — ¿No quieres entonces? —Rick tragó saliva.

    Lo pensó tanto, como si de verdad no se muriera de ganas por hacerle el amor a Daryl Dixon. Dio una leve negativa con la cabeza, como diciéndose a sí mismo no creer en lo que estaba a punto de hacer.

    De un momento a otro, así repentinamente, el deseo de Rick sale a relucir con un beso apasionado que es bien recibido.

    Labios, saliva, lenguas, mordidas…y no podían pensar en nada más.

    Daryl se siente emocionado y lleva una de sus manos hacia la pierna derecha del oficial, desde ahí comienza a acariciar hasta llegar al centro, donde da apretones y caricias en círculos con su pulgar.

    Rick se emociona aún más, así que se separa de aquel beso para aflojar su corbata, pone sus manos en el cinturón, pero se detiene ante el pensamiento de causarle alguna incomodidad al contrario, como si no quisiera verse desesperado.

    Daryl nota el titubeo de las acciones ajenas, y entonces decide tomar la decisión. Agarra con seguridad la prenda y tira hacia abajo. Hace lo mismo pero con más delicadeza con los Calvin Klein de tela blanca que tapan la excitación de Rick.

    Cuando aquel oficial es mostrado sin impedimentos, Daryl decide ya no perder más tiempo, entonces se quita cualquier vergüenza o duda, y reafirma su sentir cuando toma con una mano aquella extensión de Rick. La toma, la acaricia y le da atenciones en movimientos lineales de arriba-abajo.

    Como ya no hay vergüenza, Daryl se decide por meter aquella extensión de piel a su boca, probando todo, lamiendo, succionando.
    Rick se siente tan extasiado que anhela probar y probar más con este hombre.

    Cuando Daryl decide que es suficiente de aquella labor, Rick piensa que es correcto darle las mismas atenciones, para que ambos puedan disfrutar igual. Empieza por desvestirle.

    Entonces, pasan un buen tiempo dándose caricias, probando piel, besándose no solo en los labios, sino en su ser. Daryl no va a reconocer –o al menos no pronto- que casi se derrite por dentro cuando Rick hizo un camino de besos iniciados en su cuello, caídos por el torso y terminando en aquella zona tan sensible.

    Todas esas acciones grabadas en las sabanas de aquella cama ajada de prisión.

    Después de un tiempo que Daryl consideró prudente, se separó del nuevo beso que habían iniciado, entonces solo miró hacia abajo y abrió sus piernas con lentitud y ligereza. Rick –que había seguido la mirada-, notó lo que trataba de decirle.

    Ese celeste le miró directamente, y escuchó al dueño decir:

    — ¿Estás seguro de continuar?

    Daryl lo miró un poco confundido, ¿acaso todo lo que han hecho no era respuesta suficiente? Sea como sea, se sintió tan bien cuando Rick había dicho eso, se sintió cuidado, querido; talvez después de esto pueda proponerle ir a una cita formal, talvez lo logre, talvez Rick ya lo había pensado también.

    Rick recibe su respuesta con un asentimiento de cabeza y luego un “sí” seguro.

    El oficial, estira una de sus manos para alcanzar su cartera del suelo, saca un preservativo (que Shane le obligaba a llevar “por si acaso”). En planes de colocárselo, Daryl lo detiene y lo hace por él.

    Se siente un poco nervioso ahora que ese hombre está entre sus piernas. Rick se había tomado el tiempo de estimularlo con anterioridad, pero, aun así había algo de temor en la idea.

    Pero de cualquier manera los dos se las arreglan para tranquilizarse y proceder. Así sucede, haciendo de esa celda de prisión una caja que guarda sonidos acuosos, gemidos y quejidos en representación del placer, o aquel sonido de la cama que pareciera avisar que está a punto de caer.

    El calor se junta en sus vientres y comienza a derramarse, primero en Daryl después en Rick.

    Y la última pregunta que se hacen es: ¿estará por acabarse la hora?

    Edited by = T o c h t l i = - 17/3/2023, 20:01
     
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