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ଘMy ego's in this showଓ
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Para su suerte, la tan ansiada noche del sábado llegó rápido para Hong Tao. Su local favorito estaba situado en el barrio de Shinjuku, cerca del famoso vecindario de Kabuki-chō. Aparte de bares de ambiente, existían hoteles, hostales, moteles y locales comerciales de distinta variedad. Algunos mejores que otros.
Al pertenecer a un popular instituto, Hong Tao vigilaba su privacidad, pues quien sabe quién podría reconocerle en el peor de los momentos. Por eso, nunca usaba su nombre real además de utilizar una segunda línea de teléfono móvil con los chicos con los cuales se acostaba. Intentaba guardar las apariencias lo mejor que podía.
El local parecía un bar normal por fuera, pero era un punto de encuentro para los hombres que no querían ir directamente a un bar de ambiente gay. Por supuesto que cualquiera podría entrar, no se le negaba la admisión a nadie. Solo que los chicos que entraban ahí, sabían para lo que era. Y muchos de estos encuentros terminaban en un hotel o motel cercano.
El bullicio y las intensas luces de neón no eran de las cosas favoritas de Hong Tao. Pero ya había adquirido cierto amor por los callejones estrechos de las ciudades japonesas. Sacó una caja de cigarrillos sin empezar y comenzó a fumar sin prisas. Solo lo hacía de vez en cuando, así que una caja le podía durar perfectamente más de un mes.
En lo que fumaba, Hong Tao se dedicó a observar a la gente que pasaba. Hombres, mujeres y parejas de todo tipo. A veces, deseaba ser como ellos, demostrar su amor libremente. Pero sabía que eso era imposible siendo la persona que le gustaba su hermano.
Se preguntó que estaría haciendo ahora Gao Ling. Que apariencia tendría y sobre todo si ya habría encontrado pareja. Ese último pensamiento lo carcomía por dentro. Pues de ser la respuesta afirmativa, Hong Tao ya odiaba a aquella persona que había robado el corazón de su hermano.
Hong Tao le dió una última calada a su cigarrillo. Que más daba ahora.
***
Como de costumbre, el local estaba casi lleno. En el se podían escuchar múltiples conversaciones mezcladas con la música. Incluso tenía una pequeña zona de karaoke donde quien quisiera podía demostrar sus habilidades de canto. Hong Tao se dirigió a la barra y pidió un cóctel cargado de alcohol. Con suerte su mente pronto dejaría de pensar en tonterías. Cuando ya iba por la segunda copa, uno de sus ligues de la noche anterior lo reconoció y se acercó a él. Hong Tao casi lo había olvidado. Su apariencia era linda y casi delicada. Y ya le había demostrado lo que podía hacer en la cama. Hong Tao no salía acostarse con la misma persona dos noches seguidas. Pero quizás podría hacer una excepción.
—Y quien sabe si después podríamos iniciar algo más serio. Me pareces una persona interesante—le dijo aquel chico.
Ahí estaba. Hong Tao descartó hacer una excepción. No se acostaría con él por segunda vez sí sus intenciones eran ir en serio.
—Lo siento, no estoy interesado—le contestó Hong Tao sin rodeos.
Para su suerte la otra persona no insistió más y se marchó decepcionado. Hong Tao le dio otro trago a su copa. Estaba claro que la noche iba a ser larga.
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4 replies since 25/10/2023, 22:59 67 views
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