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Fue entonces cuando el Soberano comenzó a
abandonar las audiencias.
Acompañando al Emperador en los paseos y los festejos,
nunca quieta,
sólo ellos compartían los paseos y las noches de primavera.
Se había despedido de su madre hace más de una semana y entrado a un carruaje con otros desconocidos. Llevaban el mismo destino así que fue inevitable sentir cercanía con los otros, a diferencia del resto de sus medios hermanos en el harén, estos no planeaban envenenarlo ni tratarlo menos por el rango de su madre. Adler era hijo de una concubina sin nobleza, además, su madre tenía el número dieciséis y era visitada rara vez por el rey, no era de extrañar que no tuviera mucho poder en el palacio tampoco, ni siquiera se sorprendió cuando su padre le ordenó partir hacia el imperio enemigo luego de admitir una vergonzosa derrota contra ellos. El resto de sus hermanos eran alfas y los omegas estaban muy jóvenes para ser enviados todavía. Se estiró en su asiento mientras apartaba con la mano la cortina, estaban ingresando a la ciudad al fin así que podía apreciar el bullicio, era un imperio próspero por lo que apreciaba y mucho más amplio que su hogar. Detrás de ellos venían apenas dos carruajes más con los tributos materiales que querían dar la impresión de ser un dote, muy poco a su parecer. No estén asustados. Exclamó a los menores y acarició la cabeza de estos antes de bajar, había muy poca diferencia de edad entre ellos pero Adler había tomado con naturalidad el papel protector de hermano mayor, rayando incluso a un tono maternal cuando cuidaba de Alex, el menor de todos.
El carruaje se detuvo al fin y sintió que, al menos, se detuvieron los días de viajar incómodamente y en un terreno repleto de obstáculos. Es el primero en bajar y camina al frente como el representante, tan solo detrás del ministro que los ha acompañado para entregarlos junto a las escoltas. En el gran salón se arrodilla ante el trono junto a los gemelos y el rubio omega. El velo que se han colocado obstruye su visión así que no puede ser capaz de apreciar mucho a su alrededor.
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El país al que pertenecían era muy pequeño y con pocas riquezas, se habían interesado más en las artes y lo académico, era lógico que con el poco poder militar que poseían fueran una presa fácil. Primero los había invadido el reino del moreno donde perdieron su independencia y ahora, eran el lugar por el que imperio los había amenazado. Siendo los principales responsables habían tenido que desembolsar más, razón que su padre optó por enviarlo junto a su hermano. Ellos también eran hijos de una concubina más, en el pasado ha conversado con su hermano lo molesto que eran esos sistemas repletos de concubinas, si hubieran ascendido al trono lo primero que habría hecho era prohibir la poligamia, más no fue posible. Desde niños sabían que los enviarían como dote a algún lugar, sus rasgos eran andróginos y confundibles con los de un omega a pesar de que habían nacido como alfas, sumado al sútil aroma de sus feromonas, su padre sabía que serían un regalo exótico para cualquiera. Sujetó la mano de Hao al bajar, al tener pocas riquezas su país había apostado por exaltar la belleza de ambos, así que más de la mitad de lo poco que enviaron eran accesorios y trajes para ellos, razón por la que estaban adornados más de lo normal ahora que caminaban hacia el trono. Liberó la mano de su gemelo menor y se arrodilló de igual manera. Lo único positivo, por más molesto que fuera convertirse en una concubina, era que podría continuar viviendo con su hermano, siempre estuvo asustado pensando que serían enviados a lugares diferentes.
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Realmente no le gustaba la guerra, era el único de sus hermanos que no disfrutaba de expandir el imperio subyugando a los demás. Sin embargo, entre Abel y Caín habían provocado la situación actual, creyó hablar muy bien con sus hermanos y dejarles claro que no atacarían al reino vecino porque era mejor dialogar, más, su hermano mayor había decidido actuar porque tenían una apuesta de quién ganaría primero. Suspiró recordando el dolor de cabeza al decirles que retiraran las tropas porque se habían rendido, era de esperar, a diferencia de ellos no había otra fuerza militar tan agresiva. Las negociaciones, sin embargo, habían fluido con mucha rapidez, supone que después de exhibir como Cain podría arrasar con el país entero si quería había demostrado que ellos eran superiores. Después de firmar un acuerdo y zanjar el asunto con un intercambio de bienes, pensó que por fin todo se calmaría. No esperó que enviaran personas para ellos. Se sentó en uno de los tronos más abajo que su padre, Emmet era el centro en la habitación y sus hermanos ocupaban una posición similar a él, observó la comitiva entrar, de sus hermanos él era con el mayor número en el harén y aunque le emocionaba recibir a alguien nuevo, sus concubinas hacían tantos problemas que no sabe si sea sensato recibirlo, más, ahora que observa el rubio no se arrepiente, Yuuki amaba todo lo hermoso.
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Observa el goteo de la sangre sin emoción, es el día de su coronación oficial y le han presentado sacrificios, así como es el día en que asume el poder, de igual forma es el día en que debe contraer matrimonio con la elegida por el consejo de sabios. Parpadea lentamente sintiendo el pesar con cada movimiento, su respiración es tranquila imitando a la obtenida durante el sueño, sus pies avanzan entre la multitud, emerge como un rey, el peso de la corona sobre su cabeza es suficiente para que le tome unos segundos más de lo esperado volver a incorporarse. Sostiene la mano de su ahora reina, fuerza una sonrisa una vez se encuentra saludando a sus súbditos, quisiera estar inmerso en sus libros, escondido, donde ningún humano alcance a verlo, pero desde ese día es imposible.
Fue coronado a sus trece años, siendo el rey más joven en asumir sus responsabilidades, sus padres perecieron el día anterior en un incidente fuera del país. Los demás países los veían como débiles, insuficientes, es lo que se ganaba el rey anterior por mantenerse neutral, él no cometería ese error. Apenas pasa una semana para que asesine al consejo y a todo noble que deseaba continuar con los pasos de su padre, decidió forjar un estado militar, el servicio era obligatorio para todo hombre que gozara de la edad suficiente, se negaba a morir en nombre de la paz. Después de que su esposa engendrara a su tercer hijo había muerto por una complicación durante el procedimiento, no es como si hubiese algún sentimiento por ella, de igual forma mató a los doctores porque era molesto que no pudieran cumplir con su rol.
Sus hijos crecían a la par que lo hacía su imperio, cada paso que estos aprendían a dar parecía presagiar un nuevo territorio tomado por sus hombres, por supuesto no les ofreció misericordia a sus herederos, por el contrario, se encargó de ser más duro con ellos que con los soldados. Años después de establecerse como imperio bélico alcanzaba nuevamente una etapa molesta, le habían ofrecido una esposa, ya que él no estaba realmente interesado en tomar una esposa era el único que no contaba con un harem a diferencia de sus hijos que gozaban de sus privilegios.
Debe vestir formal para la ocasión por lo que lleva su corona y toma lugar en su trono habitual, mantiene su codo apoyado en su trono y el mentón sobre su palma, intenta no verse tan importunado, pero es difícil en especial cuando encuentra que su tiempo sería más valioso en otras actividades.
Bienvenidos. dice al fin. Es un honor para nosotros recibirlos, en especial dadas las recientes tensiones diplomáticas. expresó con el tono suave que reservaba al público. Por supuesto, hubiese preferido que su reino simplemente desapareciera con sus reyes, pero podrá esperar. es directo al respecto, no necesitaban otros reyes cuando él estaba a cargo. Yo me quedaré con el mayor, se vería mal que tomara a alguien tan joven. decretó antes de incorporarse. Sígueme.
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Es el mayor de los hijos, por lo tanto, es quien ha entrenado más tiempo para complacer a su padre, comprendía sin la necesidad de que fuera expresado verbalmente que este tenía un grado alto de desagrado por todo lo que considerara débil, no le molestaba en particular, él también creía que los débiles debían de desaparecer sin dejar rastro. Al igual que su padre no ha tomado esposa porque su mente estaba más ocupada en la guerra que en otras actividades, cosas como la paz o una vida familiar le resultaban aburridas, sin embargo, si goza de un harem para atender sus necesidades básicas. Su padre es el primero en elegir y después se retira, supone deben imitar sus acciones. Yuu, rubios. mencionó, no era secreto para nadie que al menor de los hermanos le gustasen los rubios, en especial porque se encargaba de reafirmarlo frente a todos de diversas formas que alteraban los nervios del patriarca.
Observó al par de pelinegros esperando en un inicio que Abel hiciera su elección, pero finalmente la toma por él porque le molesta su tardanza y toma a un pelinegro del brazo hasta que finalmente lo tiene en su hombro para retirarse a sus aposentos.
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Se dedica a analizar a los demás cuando están reunidos después de meses de encontrarse invadiendo nuevos territorios, era una pena haber perdido la apuesta con el mayor, pero no es como si hubiese perdido demasiado, solo parte de sus territorios obtenidos, por fortuna el mayor no utilizaba su cerebro para más que la guerra, era fácil tomar ventaja de esas situaciones. Mantiene su expresión aburrida y de hecho le tienta bostezar la mayor parte del tiempo pero se contiene, al menos hasta que su padre decide retirarse dejándolos con la elección de tomar lo que desearan. No se molesta en observar al rubio por la conocida fijación de Yuu por lo que analiza al otro par, pero como siempre su hermano era tan bestia que no le permitiría darse un tiempo de pensárselo.
Suspira, piensa que tal vez debe pertenecer en realidad a otra familia. Soy Abel. se presenta. Segundo príncipe del reino, no tengo un harem aún, por lo que serás el único a mi lado. extiende su mano hacia el otro. ¿Tu nombre?. -
.SPOILER (click to view)Pensaba que también podría meterse lo sobrenatural si gustas darles alguna raza o algo así
Eran tres países diferentes unidos bajo el nombre de reino, demasiado pomposo al parecer de Adler, pero era lo que había. Así que no era de extrañar que sus ropas también lo fuesen. Estaba vistiendo el traje tradicional de novia de su país, adornado con cadenas de oro en su cuerpo, desde el collar de omega que sujetaba la del cuello hasta que esta descendía y abrazaba su cintura, su ropa era escasa y con la adición de que estaba más hecha para bailar ya que era el traje de novia de una concubina, la esposa tradicional tenía un traje más cubierto. Le exasperaba como era menospreciado como omega incluso en ese aspecto. La mofa a sus reyes no le afecta y luego de ser enviados como sacrificios para mantener las apariencias tampoco siente el enojo por replicar y defender a un padre que nunca hizo nada por él. Otra razón por la que sintió afinidad cuando los alfas gemelos expresaron su desprecio por los harén, concordaba en que tener tantos vientres y un sin fin de hijos era demasiado molesto, empezando porque un solo alfa ni siquiera podía atender a todas sus esposas sexualmente de manera correcta, era natural que se cansara de otras y nunca las visitara, como había ocurrido con su madre.
Sin embargo, su destino había sido el nacer en uno y ser entregado a otro, por lo que entendía el emperador no tenía otros en el harén así que tal vez no fuera tan molesto tener que competir con una gran cantidad de personas. Cuando se le dio la orden se levantó, tan solo dando un vistazo a los menores que pronto habían sido elegidos y separados. Pertenecerían a palacios diferentes así que verse a menudo sería algo complicado, piensa hablar eso con su nuevo esposo cuando logre ganar un poco de favor. Lo siguió a sus aposentos, le extraña ser llevado a un lugar donde estaba este en vez de a la habitación que le sería dada en el lugar del harén, por más que ese estuviera vacío. Cuando se detuvo se presentó bajo la intimidad de la alcoba, apartó su velo para permitirle ver su rostro. Soy Adler, no tengo un rango importante, pero me esforzaré Rompió la distancia, su brazo estaba cubierto por un tatuaje color ojo que hacía juego resaltando en su morena piel y el mismo color de sus ojos. Su corazón latía con algo de nerviosismo, era su primera vez y no había recibido mayores instrucciones para complacer a un alfa.
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Estuvieron en silencio durante la reverencia, coincidía con su hermano y el moreno que era una lástima ser repartidos, hubiera preferido que un mismo heredero los tomara para facilitar la convivencia y poder continuar viviendo con Hao en tranquilidad o al menos la que le permitiera un lugar como el harén. En el pasado había comparado esos palacios con los burdeles, no veía mayor diferencia entre tener un montón de omegas adornados luchando entre ellos por las visitas ocasiones de un solo alfa, pero consideraba lo peor cuando estos engendraban. Tener tantos hermanos y un solo trono estaba destinado a muchos problemas, él y Hao habían enfrentando múltiples intentos de envenenamiento por el simple hecho de existir como alfas desde niños. Más, lo peor había sido cuando dedicidieron que ellos estarían mejor como concubinas que como alfas reales por la belleza de ambos. Levantó la mirada cuando uno de los herederos se acercó y se despidió fugazmente de Hao antes de ser llevado con tan poco elegancia. Por desgracia, había sido seleccionado por uno que sí poseía un harén, aunque cree que es mejor que el pelirrojo que era conocido por tener el mayor número de omegas en su palacio... Ahora compadece un poco al menor. Es llevado sin rechistar y cuando le llevan a la cama se siente algo ofendido de presentir como solo quería usar su cuerpo. Ah, cierto, existía para eso. Soy Shen Intentó detenerlo momentáneamente con la mano para, al menos, presentarse aunque duda que le importara al otro. Prefiero ser el único en un harén Declaró sus intenciones desde un inicio, no lo amaba pero consideraba una molestia tener varios cuando él era más que suficiente para complacerlo. Se retira las prendas que quiere salvar para que no sean rotas por el otro que no controlaba su fuerza, decide besarlo cuando lo observa a punto de destrozar su cheongsam diseñado a juego con el de su hermano, prefiere quitárselo él mismo con cuidado.
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Pronto solo son él y Alex los únicos, a diferencia de los otros, parece que no ha tenido tan mala suerte en el que le ha seleccionado, sería único y el otro se veía lo suficientemente civilizado para presentarse y no arrastrarlo de una vez a la alcoba, además, de preguntar su nombre. Levantó su mirada y como no había recibido el permiso de levantarse prefirió no tentar su suerte. Soy Hao, mi hermano y yo somos los cuartos príncipes de Xianzhou Exclamó, al observar su mano la tomó para levantarse, aunque era un alfa lo habían criado para actuar como un omega así que sus movimiento eran delicados, le ofendía un tanto ese factor porque no consideraba que fueran débiles. Siguió al ajeno donde le llevaba, por desgracia, no le sorprendía que fuese en dirección diferente hacia donde habían llevado a su hermano.
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Sonríe cuando sus hermanos y padre entienden a quién quería tomar desde que llegaron, era bien sabida en el imperio su obsesión con los rubios así que no le sorprende que figure uno entre las concubinas enviadas. Esperó con paciencia y cuando fue su momento se levantó para saludar como una princesa al omega menor, era el último hijo y el menor, tenía 17 años así que no había tanta diferencia. Soy Yuuki, el tercer príncipe Extendió su mano, su naturaleza y carácter más amable lo hacía uno de los herederos más populares, aunque él no tenía interés en el trono e invadir otros reinos. Acompáñame Le ayudó a levantarse para guiarlo a sus aposentos, estaba pensando cuál de todos los palacios ofrecerle en el harén, por mientras prefería mantenerlo a su lado.. -
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Lo primero que busca una vez en su alcoba son los documentos que estaba leyendo previo a la interrupción de la nueva visita, deja su corona a un lado sin nada de delicadeza, no sentía apego a ornamentos tan ostentosos, le provocaba dolor en el cuello de todas formas. Desvía su atención del informe de la última misión de sus espías a un país que pretendía aplastar cuando el moreno se presenta, recuerda entonces que no se ha presentado como persona, sino como rey, era natural presentarse ante otros, aunque él mismo no lo solía hacer. Emmett, rey de Noxus. se presentó entonces con una escueta sonrisa. Le enseña al otro los documentos que sostenía. ¿Sabes leer? preguntó. Estoy interesado en que puedes ofrecerme para avanzar militarmente. nunca parecía ser suficiente, conquistar uno o dos reinos en el año era normal, pero este era el quinto, estaban en una racha especialmente satisfactoria.
Acaricia sus sienes con algo de cansancio reflejado. Será la invasión más problemática que tendremos y la última antes de entrar en un periodo de paz, por lo que necesito toda la ayuda con la que pueda contar.
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En realidad, llevarlo a su habitación era más bien para explorarlo, sus demás concubinas eran "locales" por así decirlo, así que un extranjero era especialmente llamativo, pretendía solo olfatearlo un poco y tal vez observar sus reacciones sobre eso, pero el otro había unido sus labios de forma en que en un inicio le desconcertó. Retrocedió por lo repentino del contacto rasgando parte de la tela que sostenía entre sus manos. Cain. se presentó. Primer príncipe, heredero. es el próximo en la línea de sucesión, el rubio mayor no creía realmente en derecho por nacimiento, su rango se lo había ganado venciendo a sus hermanos en diferentes campos como evaluación de su padre, lo hacían cada año para medir la fuerza de cada uno y ver quién era merecedor de llevar la corona.
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Mantiene silencio aún cuando los demás son llevados, parece ser una regla no hablada el que pertenece al pelirrojo, no le importaba, de todos modos sería abandonado tan pronto descubriera su naturaleza, es un hombre bestia defectuoso. Alexandre. responde de forma escueta, no importaba si se aprendía o no su nombre. Lo sigue en silencio, no le molesta verse separado de los demás, eran sacrificios como él mismo, por eso prefirió actuar temeroso y no enseñar su verdadera personalidad, era fastidioso lidiar con personas.
Observa la habitación del otro cuando están a solas, ¿lo tomaría? ¿Así de rápido? Ser una concubina parecía ser más molesto de lo que pensó. Se deshizo de su abrigo y lo observó con tranquilidad, esperaba que terminase antes de la noche, no podía arriesgarse a que pasara ese tiempo, más si un acto sexual estaba ocurriendo, era difícil controlarse.
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Es un placer. mencionó a la par que balanceaba su cola inquieta, a diferencia de sus hermanos no podía esconder su verdadera apariencia, por lo que tanto su cola como cuernos eran visibles todo el tiempo. Le indica que lo siga, pero no acude a su alcoba porque tiene algunas tareas pendientes aún de su trabajo, en vez de eso van a su oficina donde ordena té con algo para acompañar. Se coloca sus gafas para ayudar a su vista, tenía aún que leer la información con respecto al asalto que lideraría la próxima semana. Había vencido a Cain en una prueba para variar por lo que era su oportunidad de tomar el liderazgo de la invasión a las primeras tres ciudades del reino al que atacarían, dependiendo de sus resultados tal vez su padre le otorgaría la totalidad de la misión.. -
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Ha analizado a su alrededor la alcoba, el recibimiento había sido diferente a los que conocía en su reino, para empezar, las concubinas solían ser llevados al palacio donde estarían, dependiendo del rango el palacio podía ser una casucha sin más. Pero en esta ocasión, había sido arrastrado a la alcoba y le ponían un documento en frente. Adler comenzó a lamentar su poco interés en el estudio, pero de todas maneras, podía ver que el idioma era diferente al de su país. Tomó el documento. No tengo poder militar, soy hijo de una concubina que perdió el favor hace años Leyó los caracteres sin entenderlos, pronto dejó el documento para acomodarse al lado del otro en la cama donde leía, acariciando sus hombros. Me enviaron para engendrar más herederos O algo así le había dicho su nana antes de despedirse. Se abrazó, prefería que lo usaran o lo hicieran ejercitarse a hacer trabajo de escritorio. Pero puedo aprender, si eso es lo que quiere mi esposo. Nunca había visto letras así Su tono es más infantil, había tan solo cumplido los diecisiete recientemente ese año.
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No entiende como un omega con concubinas retroceda ante un simple beso, más, no está en posición de comentar esas cosas de su nuevo dueño. El sonido de la tela rasgada le provoca bajar la vista, normalmente él mantiene sus rasgos de dragón escondidos, sin embargo, piensa que debe ser el nerviosismo actual que ha disminuido su concentración debido a que su vientre, pálido y sin una sola marca, exhibe un par de escamas alrededor del ombligo. No quería que destruyeras mi ropa, es un regalo que comparto con mi hermano En vano, puede observar como la tela está destrozada en las manos ajenas, hace un puchero en lo que arrebata esta e intenta unirlo, sin éxito porque la tela rota no es capaz de unirse sin más. Se ha colocado sobre el otro, la diferencia entre sus cuerpos es notable cuando siente el abdomen firme del albino a diferencia de su cuerpo que estaba hecho para ser suave y delgado. Piensa que el imperio actual no debe ser tan bueno si lo va heredar un bárbaro como ese. Suspiró para arrojar la tela y mirar con un puchero al causante de arruinar su ropa favorita, se hubiera vestido en harapos de haber sabido que su atuendo sería tan poco apreciado por el otro.
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Su habitación personal estaba repleta de ropa y accesorios, así como libros, a diferencia de la de sus hermanos que tenía armas y demás cosas que a él no le gustaban tanto. Se deshizo de su atuendo tradicional también y palmeó su cama para indicarle al ajeno que se acercara, lo abrazó tan pronto estuvieron juntos. No estaba pensando ser un bruto y tomarlo tan pronto, más, Alex era adorable, quería dejarlo adaptarse un tanto. Estarás aquí un tiempo, todavía no decido cuál palacio darte Exclamó, el aroma contrario le gustaba, pero detectaba algo extraño que no podía distinguir todavía. Omite hablar de sus demás concubinas y la pelea que había ocurrido, su harén era muy problemático así que ocupaba calmar las cosas antes de incluir al nuevo. ¿Prefieres hacerlo ya? Me gusta hablar con el cuerpo Piensa que es la mejor manera en conocer a sus esposas y esposos. Su cuerpo era diferente al de sus hermanos, especialmente Caín, no estaba tan trabajado como el mayor, pero tampoco era tan delgado.
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Le sorprende no ser llevado a ningún aposento, supone que no ha llamado lo suficiente la atención de nuevo dueño porque el otro estaba interesado en trabajar cuando recién recibía una concubina, incluso, era el primero. De todas maneras se sentó en silencio, elegante como le han enseñado y tomó la taza de té, el vistazo que ha dado a los documentos le hace percatarse que no entiende lo que dice,su conocimiento de lectura no sería útil si el idioma era diferente. Bajó la taza en sus manos. ... Abel, el idioma es diferente aquí, ¿debería aprenderlo también? Es su manera de pedir permiso, le han enseñado que debía ser más sutil con sus acciones aunque él piensa que es molesto andar por las ramas para pedir cualquier cosa.. -
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Sonríe cansado ante su respuesta, esperaba que al menos como una ofrenda el país derrotado tuviera la amabilidad de inculcarle algunas nociones básicas, mataría a los encargados del palacio ya que no era culpa del moreno no encontrarse debidamente preparado. Leer es una herramienta poderosa para la guerra, la información lo es, en general. toca su frente con su dedo índice. Lo que está aquí es valioso, solo debes aprender a utilizarlo. se incorporó y le ordenó seguirlo hasta otra habitación, decidió ocupar la biblioteca principal donde buscó unos libros sencillos para aprender a leer, su mejor referencia de crianza eran sus hijos menores, porque Cain podía hacerlo básicamente todo con facilidad, tal vez si gozara de las nociones básicas sociales sería su heredero ideal.
Tomo lugar frente al otro y comenzó primero por explicarle las letras, como se llamaba cada una y las hacía escribirlas en un papel que le tendió.
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No comprende el concepto de que un bien material fuese tan preciado para una persona, porque realmente para él lo que más tenía valor era aquello que no se podía poseer, quizás un poco sus armas favoritas, pero siempre serían forjadas por herreros adecuados. Extendió una de sus manos e hizo que aparecieran escamas de las puntas de sus dedos que destruyó y refinó hasta formar pequeños hilos, anteriormente lo había utilizado para coser sus propias heridas, no debía ser tan complicado como la piel. Una de las escamas la utilizó para mantener alrededor de su dedo el inicio del hilo. Dejó al otro de lado para ir a donde estaba la prenda, uniendo los pedazos como estaban anteriormente, debido a que el hilo era muy fino no se daban indicios de que aquello era un arreglo.
Observó la tela asegurándose de que no existieran huecos y al encontrarse satisfecho se la tendió al otro, gracias a ese momento aprendió que las aplicaciones de aquel hilo debían ser aún estudiadas, no solo servía para sus heridas en medio de la batalla, aunque coser prendas de vestir era más fácil que volver a colocarse su brazo.
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El abrazo lo toma desprevenido por lo que solo puede permanecer ahí tieso dejando al otro hacer cuanto deseaba de él, ese era el destino de una concubina, suponía que el otro se cansaría pronto de él, en especial al estar al tanto de su verdadera forma. La razón de no ser apropiado es porque no podía compartir palacio con otras omegas, ya que en una anterior ocasión había ocasionado el celo de algunas, no estaba bien visto a los ojos de un amo. Lo que yo piense no es importante. replica. Soy una ofrenda. era solo lo obvio, el que le gustara solo era temporal, nada era permanente en el mundo, mucho menos un ser como él.
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La suave voz del otro interrumpe sus pensamientos por un momento, le recuerda que en efecto ya no está solo ¿debería dejarlo en su habitación? No había tomado algún sitio donde tener un harem apropiado por lo que no sabía exactamente donde acomodarlo. Sería útil. respondió con sinceridad, tener a una persona que le ayudase a transcribir información era algo necesario. Con su cola le tiende algunos papeles en blanco al igual que una pluma y después tinta, empieza a enseñarle con paciencia y se detiene cuando nota que algo lo ha conflictuado. Nunca había enseñado a alguien. sus hermanos no lo necesitaban de todas formas, con alguien como Cain siendo excepcional y con Yuu con aquel retorcido carácter y memoria, no era un sitio donde enseñar a otros fuera sencillo, pero su nueva esposa estaba al nivel de un niño pequeño.
Me esforzaré para enseñarte bien. expresó con una sutil sonrisa adornando su rostro.. -
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Formó un puchero que debió esconder rápidamente cuando fue apartado del otro, lo único que conocía de los harén es que el sexo y la belleza eran las armas más poderosas, parecía que no poseía la segunda porque al esposo que le han regalado no muestra interés en su cuerpo, mucho menos podrá asegurar su posición si no consuma como planeó. En lugar de eso, era llevado a una biblioteca donde el otro le ha puesto a estudiar. Una tortura para Adler, pero si eran los deseos del ajeno no podía rebelarse, tomó la pluma obediente y prestó atención, sus trazos eran torpes y con gran fuerza, como si fuese un niño, pero es que nunca le había interesado aprender eso de pequeño y siendo un omega no lo habían formado porque la cultura de su reino iba más inclinada al omega que debía servir para el embarazo. No soy un niño... Le recuerda en voz baja y con un leve mohín cuando el otro parece tratarlo como uno, sabe que la brecha entre ellos es grande porque los hijos del contrario se veían bastante crecidos, incluso el mayor heredero era mayor que él. Aprovecha cuando el ajeno lee los resultados de su esfuerzo para unir su mano sobre la mesa, podía apreciar la diferencia entre la pálida piel contraria y la morena suya.
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No esperó que se responsabilizara de sus actos, el otro le parecía más un omega malcriado que hacía y tomaba lo que quería, sabe que fue este el que golpeó las fronteras de su país y acabó con las aldeas cercanas, no es que le importara mucho su política cuando ni siquiera podía ascender al trono fácilmente. Tomó la tela de nuevo y analizó los detalles, la colocó contraluz y sus ojos agudizaron la pupila de reptil cuando la veía con atención, debía estar perfecta. Te perdono Exclamó al fin luego de darse cuenta que había vuelto a la normalidad, más no hizo intentos por ponerla de nuevo porque temía que el otro no hubiera terminado. Volvió a recostarse donde le indicó que continuara, podía ser caprichoso pero había llegado como concubina al fin y al cabo. Lo atrajo de nuevo con un abrazo para dejarlo sobre él, Caín era un omega muy grande, el más que él había visto.
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Al haber tomado varias esposas había escuchado esa frase en diferentes ocasiones, especialmente las que venían de casas pobres o que habían sido subyugadas por sus hermanos. Acarició la mano del menor mientras pensaba, la sensación de la tela, el calor contrario. Entiendo Respondió, no estaba del todo de acuerdo, solía tratar bien a sus concubinas pero no le gustaba cuando estas hablaban de ser objetos, más, es consciente de que en realidad deberían serlo, razón por las que venían a él y soportaban la competencia debía ser uno de los motivos. ¿Sabes leer? Prefirió cambiar el tema, se estiró para tomar uno de los libros cercanos y colocarlo en las manos del contrario. .
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Se mantuvo en su lugar, en efecto, analizando la personalidad del otro supone que el omega debe necesitar no solo calor en la cama, alguien con habilidad también era necesario. Asintió y se acomodó de mejor manera dejando el té de lado para observar los papeles. Las letras eran diferentes, bastante si las comparaba con las de su país que se basan en ideas y habían sido más asimiladas a las formas de las cosas con trazos complicados. Me esforzaré Correspondió la sonrisa con educación para prestar atención. No creía ser malo en lo académico, pero la teoría que soltaba su esposo era bastante complicada, de todas formas se esforzaba por sobrellevar el ritmo. Alzó la hoja orgulloso cuando logró escribir el nombre del mayor. Lo logré... Abel Trazos que trataron de ser delicados y tinta negra, había escrito el nombre de su esposo como forma de respeto, además, no sabía como escribir el propio en ese idioma.. -
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El reclamo del moreno le provoca reír brevemente, aprovecha el momento en que se ha acomodado para arreglar el mechón que caía sobre su rostro dejándolo tras su oreja. No he dicho nada, ¿verdad? cuestiono con diversión. Debería ser muy obvio la forma en que lo trataba. Era un hombre entrando próximamente en sus treinta y cinco, ya que había tenido hijos a una edad donde apenas se lo consideraría un adolescente, tal vez menos que eso, siendo Cain el mayor con dieciocho años cumplidos. Es suficiente por ahora, necesito un baño antes de la cena y creo que será beneficioso para ti de igual forma, después de días de viaje. parecía que el moreno estaba cansado y no era sabio enseñar a una mente agotada. Llamo a sus sirvientes que le indicaron al moreno que siguiera a su rey hasta el baño de este.
Era bastante amplio, le gustaba en especial porque estaba rodeado de naturaleza, el vapor del agua molestaba al inicio pero uno se acostumbraba. Eran unas termales amplias y con el cielo expuesto, disfrutaba de ver las estrellas cuando tomaba un baño de noche, no tardaría demasiado en anochecer de todas formas. Sus sirvientes lo despojaron de sus prendas al igual que a su invitado, su cuerpo está cubierto de cicatrices de guerra, estando en la intimidad se permite liberar la cola de dragón que se balanceaba inquieta al igual que los cuernos en su cabeza.
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No estaba buscando su perdón, principalmente porque no lo requería, era su dueño, podía hacer lo que deseara con este, solo se debió a su curiosidad sobre la aplicación de sus habilidades. Permitió al otro atraerlo a un abrazo aunque de nuevo era extraño, sus concubinas no lo tocaban si él no lo ordenaba así y no solía ser muy a menudo. Recostó su cabeza en el pecho ajeno, acomodándose. En estos instantes donde estaba relajado es que su cola se presentaba rodeando la cintura del otro, no pasa demasiado para que su respiración se vuelva más tranquila y se quede dormido en sus brazos.
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Es un reflejo que muestre desagrado por la forma en que acaricie su mano, quisiera no ser tan expresivo cuando las cosas no le parecían, pero la verdad es que no podía evitarlo. Si. respondió. Se hablar y leer cinco idiomas diferentes, el idioma de Noxus en específico por si decidían invadir. su padre era un hombre muy temeroso, pero pensaba que al menos en aquello había tenido toda la razón. No era un pajarillo ignorante como las otras esposas llevabas ahí, le fue inculcado todo tipo de arte, no solo aquello que fuera apropiado para omegas, la razón de esto es que no lo era del todo.
¿Qué número de concubina me corresponde? cuestionó. Estaba habituado a todo el teatro alrededor de las posiciones dentro de un harem. Debo presentar debidamente mi respetos a la concubina con más estatus para que mi estancia no sea desagradable.
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Es inevitable sonreír cuando el pelinegro lo hace porque nunca ha visto a alguien tan orgulloso de un logro que para las personas de su familia era tan simple. Si, es perfecto. respondió. Le indican que la cena estará pronto para la familia, aparentemente deben celebrar su más reciente logro militar por lo que estarán juntos, ordena a sus sirvientes que preparen una habitación para su futura esposa a lado de la propia y lo lleven a tomar un baño para vestir apropiadamente.
Espera que con lo tímido que es su acompañante pueda soportar las vestimentas de su país, no solo los hombres que prestaban servicio en guerra vestían escasos de prendas, sino también todos sus habitantes, eso se debía principalmente a las altas temperaturas de la época actual.. -
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Es cierto que el mayor no le había dicho nada, más, Adler no necesitaba de palabras para entender que no lo estaba viendo como omega sino como a un niño más. La sonrisa volvió a su rostro cuando indicó que no seguirían estudiando, realmente no disfrutaba eso pero era lo que pedía su matrimonio así que debería complacerlo. Le siguió y le permitió a los sirvientes desnudarlo, en su palacio anterior tenía apenas dos sirvientas que se encargaban tanto de él como de su madre, no podía quejarse porque al menos no necesitaban hacerlo ellos mismos. A diferencia del ajeno, su raza era la de un hombre bestia, su madre era un majestuoso tigre de bengala que había cautivado al emperador durante un par de años antes de ser olvidada por este porque encontró una raza más exótica. Él era un tigre normal, no era tan majestuoso porque todavía parecía muy joven. Se acercó delineando la cola con los dedos, áspera, si ejercía un poco de fuerza podría incluso cortarlo. Es bastante imponente Exclama antes de romper la distancia y ahora encargarse de los cuernos, tenían una sensación firme. Sus piernas rodearon la cintura del otro para acomodarse en el baño, era amplio pero prefería estar sobre él.
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Su abrazo es suave, recordó cuando lo aplicaba con Hao cuando este era más joven. Las manos que acariciaban primero su espalda pasaron a su cabeza y cuando pensó en permitirle tocar su propio cuerpo, se percató de que su esposo estaba dormido. Parpadeó confundido, por la fuerza en que lo había tomado y la manera en que lo desnudó pensó que el otro tendría más interés en su cuerpo. Suspiró y se dedicó a acariciar los cabellos del otro, la cola rodeando su cuerpo era firme, incluso asfixiante, pero no le molestaba, Hao cuando era joven hacía lo mismo si dormían juntos. Pronto se encontró cerrando los ojos también, tantos días en una caravana no le había permitido dormir cómodamente. Se aferró al cuerpo del cuerpo y sus cuernos delicados crecieron tan pronto se durmió y olvidó esconderlos.
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No le sorprende haber terminado eligiendo a la concubina más problemática, los otros jóvenes se veían tranquilos, especialmente los alfas daban la impresión de ser bastante obedientes. Sin embargo, no se queja del todo, Alex tenía el físico que le gustaba así que debía soportarlo. Eres el veinte Le respondió sin mucho interés y buscó en el libro uno de los poemas. Leelo, por el momento pasarás conmigo, no irás al harén todavía Le aclara, la voz del rubio es relajante, lo envuelve en un abrazo mientras lo escucha leer, ha tenido unos días estresados entre su propio harén y los problemas que causó Caín con su invasión prematura, no le extraña cerrar los ojos y quedarse dormido mientras el rubio lee su poema favorito. Ha heredado más los rasgos de su madre por lo que sus cuernos no eran nada notorios como los de su hermano, su cola, no así, es igual a la de su progenitor, esta se aferra con fuerza al cuerpo de su nuevo omega.
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Los halagos eran esperables, la verdad estaba comenzando a cansarse cuando son interrumpidos. Asintió, por lo que entiende el omega todavía no deseaba compartir la habitación o el baño con él. Antes de ser llevado por las sirvientas se despide besando la mejilla del mayor. La habitación que le corresponde está al lado de la contraria, ordena que traigan su equipaje para acomodarlo en el lugar. Al pedirle que tome un baño observa con algo de inquietud el traje que le espera, era muy expuesto a lo que estaba acostumbrado, pero no podía quejarse si el contrario quería verlo vestirse así. Pide a las sirvientas dejar su maquillaje en una mesa y da instrucciones para el resto del equipaje. Espera que su hermano se encuentre bien.. -
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No es tímido en su desnudez en lo absoluto, apenas le dirige una mirada cuando lo toca de forma familiar o se apega a él haciendo que sus sirvientes murmuren sobre el atrevimiento de su nuevo acompañante. Considero que el baño es un tiempo de paz mental, de relajación. expresó. Apartó al otro suavemente dejándolo a su lado, mientras el recibía las atenciones de las doncellas que se encargaban de asearlo, de igual forma lo hacía el moreno. ¿Deseas asegurar tu posición con un heredero? cuestionó. Era directo en especial para los asuntos como aquel, todo se trataba de política, a fin de cuentas.
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Son despertados por los sirvientes a cargo de cuidarlo, no era inusual que debido a su naturaleza se perdiera de las ocasiones especiales como esa, por lo que aquellas personas están correctamente entrenadas para despertarlo y encargarse de él. Se deja cargar aún entre sueños, nota como su prometido es llevado a otra habitación, no le importaba compartir su baño, pero debía ser algo de su padre. No tardan demasiado en prepararlo para la noche, viste como siempre de negro con su pecho descubierto, en esta oportunidad no debe llevar sus armas así que se siente ligero. Baja primero al salón esperando por los demás, es inusual que sea él quien cuente con puntualidad.
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Se detiene un poco antes de poder chasquear con la lengua por su molesta actitud, tan solo se limita a seguir órdenes hasta que el pelirrojo estaba dormido. Su mirada se dirige a la ventana, pronto anochecería y sería desechado como en tantas oportunidades. Los sirvientes del pelirrojo irrumpen la escena despertando a este para advertirle del evento de esa noche, aparentemente tenían agendada una cena. No le extraña que un sujeto como ese lo desee en su baño. En un inicio es cauteloso para desnudarse porque la presencia del otro lo incomoda pero finalmente las prendas ceden.
Avanza sintiendo como el agua lo cubría lentamente, pero se detiene cuando esta llegaba a sus rodillas. Intenta no asesinarme. es lo que dice a modo advertencia cuando finalmente la noche domina y su apariencia cambia, deja de lado la expresión aburrida por una más madura al igual que su cuerpo, ahora sus orejas y cola eran visibles al igual que su figura más adulta y ligeramente musculosa. Te ofrecieron un omega defectuoso. espetó con calma mientras avanzaba.
El rasgo más resaltante era el cambio en su aroma por supuesto, ya que de noche era un alfa.
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Quisiera decir que logró relajarse mientras tomaba un baño, pero la verdad no es así, le preocupaba un poco su acompañante ya que no sabía que tan diferentes serían las tradiciones entre su pueblo y el del menor, esperaba que no se sintiera incómodo por ello. Al salir de sus aposentos decide esperar al otro, creía que sería más sencillo de esa forma si se mantenía acompañado. Acaricia sus sienes, no pensó que tener una concubina fuera tan molesto.. -
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El mohin que exhibe no desaparece cuando es apartado,ni cuando siente las manos de los demás sobre él que ayudan a su aseo. Estaba bastante exasperado de que sus encantos no funcionaran en su marido. No era su culpa su propia edad, estaba en el punto ideal para casarse, incluso, algo mayor porque los omegas deben contraer matrimonio mucho más joven. Quiero que mi esposo me de mimos .Respondió ante su comentario, claro que quería un heredero también y como el otro decía podría gozar de más poder, pero prefería no expresar eso directamente. Fue llevado cuando su aseo estuvo listo porque molestaba demasiado al patriarca. No sabe si es peor su situación actual o la de seguir viviendo en un harén repleto de enemigos.
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El tiempo ha pasado más rápido de lo que piensa y no le sorprende que le despierten. Es llevado por aparte a una alcoba, supone que esa debe ser la propia pero no entiende mucho del edificio, también sabe que debería ir a saludar a la concubina mayor aunque nadie le ha dicho dónde están. Le llevan al baño y la ropa que le recibe causa que arquee las cejas, las personas de ese lugar vestían muy raro a su parecer. Cuestiona a una de las sirvientas dónde se encontraba el resto de concubinas que debía visitar y también pide que desempaquen sus cosas. Le es dicho que asistiría a una cena, le sorprende que le lleven a él y no a una concubina diferente, supone que se debe a que ellos eran los premios de esa noche. Su mirada se relaja en el salón y mantiene el semblante inexpresivo a pesar de lo desnudo que se siente con esa ropa qur exhibe toda su piel delicada e impoluta sin una sola cicatriz. Tiene los hombros desnudos y parte de sus pectorales, en la espalda la tela se cierra peligrosamente rozando el inicio de sus glúteos, un traje muy atrevido sin duda.
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Se siente algo cansado cuando le despiertan y gruñe por lo bajo en lo que se desesperaza y le llevan al baño, no sin antes decir que también lleven a su concubina y pedir que traigan un traje para Alex, no da mayores instrucciones porque las sirvientas de su palacio saben muy bien sus gustos. En el baño se sentó bajo el agua relajándose por el vapor Alex tenía una personalidad muy fuerte a su parecer que no combinaba con la hermosa cara que tenía. Estaba a punto de llamarlo cuando lo escuchó hablar, enarcó una ceja ¿acaso el otro pensaba en él como si fuera Caín? Yuu era bien conocido por su libido y sus planes pacíficos de negociación,no por decapitar a sus concubinas. Estaba a punto de preguntarle a qué se refería cuando lo observó mutar.
El pelirrojo pensó que estaba soñando, frente a él el pequeño muchacho que recibió al que deseaba coger tan pronto lo vio, había cambiado en un alfa, de su mismo tamaño -incluso pensaría que Alex le ganaba por unos milímetros- y con un físico similar al de Cain. Su vista descendió ¡Y qué atributos tenía entre las piernas! Se levantó, sin ocultar su sorpresa y caminó hacia el menor. Palpó todo su cuerpo para asegurarse que fuese real y, por supuesto, también sujetó el miembro del menor. Es increíble... Exclamó al fin antes de sentarse de nuevo por el asombro. Alex... No puedo enviarte al harén. Con el aroma fuerte de feromonas que percibe y la apariencia del otro no podía hacerlo,sus concubinas eran todas omegas aunque hubiesen hombres y mujeres. Le indicó que se sentara, agradece haber enviado fuera a sus sirvientas porque cuando se bañaba con sus concubinas prefería privacidad por si surgía el sexo. Es complicado... Uh, el traje que te espera tampoco te quedará, te daré uno de los míos. Nunca había estado con otro alfa pero admite sentir curiosidad.
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Permite a las sirvientas vestirle y se maquilla por su cuenta de nuevo, al igual que su hermano se encargaba de delinear sus ojos con carmín y adornarse con un par de pendientes en sus orejas, era lo único que no podían disimular del todo al ser estas extendidas como elfos. Cuando sale, el primer paso que da deja al descubierto su muslo y se tapa de inmediato, más, no esperaba ver a su esposo ahí fuera. Lo siento... Nunca he usado nada así. Carraspea para recobrar la compostura, toma el brazo del mayor para caminar hacia el salón, conteniendo sus expresiones cuando el aire acaricia toda la desnudez de su cuerpo, más que aprender a escribir, cree que lo más complicado será estos atuendos. Tan pronto llega sonríe ante la presencia de su hermano que parecía más relajado e igual de desnudo que él.. -
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Sus sirvientes son muy atentos a sus necesidades a tal punto en que no debe expresar su molestia para que actúen para separarlos, de momento esa era la mejor opción para mantenerlo en su línea. Acude a sus aposentos donde es preparado para la cena que estaría dando en honor a los recientes logros de sus herederos, nada muy elaborado, un banquete familiar donde podrían pasar la noche antes de que cada uno volviera a sus obligaciones. Baja seguido por sus guardias encontrando sorpresivamente en el salón a una parte de los invitados a esa cena. Como es natural toma lugar en la punta de la mesa donde su silla especial había sido acomodada. Indiquen a los demás que su presencia es requerida. espeta a su mayordomo, le fastidiaba un poco la impuntualidad.
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Mantiene su mirada clavada el vino que le servían mientras esperaba, su padre luce molesto como de costumbre, por primera vez no se debe a su retraso. Sus ojos se desvían cuando su más reciente adquisición aparece vistiendo con prendas propias de su nación, no pasa demasiado para que esté a lado de este olfáteandolo con curiosidad. No mal. mencionó en cierta medida complacido, prefería verlo con prendas así antes que las otras.
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Gruñe molesto cuando está tocándolo de esa forma en especial porque su zona íntima es tratada sin cuidado como si fuese un objeto, aprieta con fuerza sus dientes, terminando por clavar sus colmillos en su labio inferior hasta que la sangre cae por su comisura. No pasa demasiado para que la herida se cure por si sola, una de las ventajas de ser un hombre bestia, supone. No me molestaría estar en una celda o ser exiliado, es normal. respondió. Esos eran los tratos que había recibido hasta el día, los alfas tendían a sentirse intimidados por su aura con facilidad y expresaban desagrado ante el cambio de su figura.
Se dedica por su cuenta a su aseo y al salir permite que lo cubran mientras escucha como se organizan con sus vestimentas, mientras espera que lo guíen mueve sus orejas y su cola para retirar los excesos de agua.
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Lo primero que nota, a parte de que las prendas le sientan muy bien, es la clara incomodidad de su concubina. Lo guía con firmeza hasta el salón sin observar de más su cuerpo expuesto, era normal en su cultura que vistieran de esa forma. Toma lugar a un lado de Cain dejando al pelinegro con su hermano, no serían muchas las oportunidades que tendrían de congeniar debido a que estaban separados, en especial cuando comenzaran a ir a la guerra.. -
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En su habitación es terminado de arreglar, debía asistir a la cena y como concubina del patriarca debía ir perfecto. Es adornado con joyas y la ropa no le contrae, la que él usaba también era muy expuesta. Gruñe cuando se percata que su esposo tampoco le ha esperado, sigue a la sirvienta que le indica el camino, pero está convencido, esa noche no lo dejará dormir hasta lograr que el otro tome su virginidad, de esa manera también podrá adquirir rango en el palacio. La silla está al lado del patriarca como su esposa, podía no ser emperatriz pero ante la ausencia de alguien más en el harén y ocupando esa posición se la han entregado a él. Al menos eso es de su agrado. Toma asiento y puede ver las caras de los demás que vinieron con él, le relaja ver que a los gemelos parece irle mejor que a él, e incluso Alex, que era muy pesimista ante su destino todo el tiempo. El festejo no inicia sin la palabra del mayor, eso le hace percatarse que en efecto ha sido entregado ante alguien de mucho rango.
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No comparte la opinión de su esposo respecto a sus atuendos, pero debe asimilar que eso sería lo actual. Le permite olfatearlo, no eran los únicos ahí así que no podía actuar con el capricho anterior, con la salvedad de que debe aprovechar las miradas para dejar en claro que es la nueva concubina y pronto la favorita, por lo que tan pronto el otro ha dejado de tener su nariz contra él, vuelve a besarlo. La vida de una concubina es dura, piensa cuando debe mostrar esos actos públicamente, no así, ante la mirada del emperador se limita a contactos breves que no incordien el festejo, siente la mirada de envidia del moreno, Adler había comentado muy orgulloso y confiado como conquistaría a quien sea que lo entregaran para ascender al rango de esposa legítima, parece que no le es sencillo.
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Sonríe, piensa que es gracioso todo lo que el otro le ha dicho desde que llegó, no lo culpa, con los hermanos que él tiene no es de extrañar que también piensen en él como un bárbaro. No puedo enviar a mi esposa...esposo a una celda, tan solo no puedo dejarte vivir con el resto de concubinas Yuu podía ser liberal, pero es consciente de que la infidelidad no era permitida como normas del imperio, al menos de parte de las concubinas. Tampoco se vería bien en su imagen si surgían rumores en su harén. Terminó por asimilar la situación, no es la primera vez que algo le sorprende y ni la primera en que algo solo le queda aceptarlo, le había ocurrido en muchas ocasiones. Recuerda la derrota que sufrió en el entrenamiento con Caín o cuando sus hermanos mayores, siendo omegas, lo habían descalificado indirectamente de la lucha por el trono. Es consiente de que muchos nobles tenían altas expectativas cuando nació alfa, ahora ninguno lo considera como un heredero al trono posible porque si no es Caín, Abel es el próximo con mayor potencial.
Después de ayudar al alfa a su aseo regresó a su habitación. Mi esposa es especial, preparen uno de mis atuendos para él también Observó resignado como debería esperar hasta mañana para colocarle el revelador traje que habían traído al omega, aunque el que le pusieron también lo era así que eso servía para complacerlo. Es de los últimos en llegar y se inclina como disculpa ante el patriarca, no lo habla pero cree que su padre ha comprendido el contratiempo cuando ve la apariencia de la concubina nueva.
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Al ser discreto y recibido un buen entrenamiento para servir como concubina, puede percatarse de los sutiles detalle de su esposo, cree que no mirarlo mucho es la forma en que el omega muestra su respeto ante su incomodidad, le halaga, pero que su esposo sea el único que no lo mire tampoco es bueno. La buena relación de su hermano llama su atención, Shen estaba más que dispuesto a hacerse su lugar y deshacerse de su competencia como siempre ha hecho desde niño. Gracias Susurró a su esposo al percatarse de que le ha dejado espacio para que conviva con su hermano, ante los ojos de los demás evita abrazarlo o mostrar cariño corporalmente, de todas maneras le habla en voz baja, le sorprende que Shen sea el único sin empezar a aprender leer y escribir, le gustaría decir que le enseñaría pero en su posición actual era complicado.. -
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Sus hijos al igual que las concubinas elegidas hacen acto de presencia tan pronto lo ha solicitado, en un alivio no ir a otros extremos en esta ocasión. Se incorpora levantando una copa, en su mano lleva el anillo que lo identifica como el líder de aquella nación, brillando con orgullo en su dedo índice. Mis hijos, como saben, han sido largos años de contiendas, donde hemos probado una vez más ser la nación más fuerte de la región. inicia su discurso con firmeza, dirige sus miradas a todos los presentes antes de proseguir. Por lo que este banquete es en honor a ustedes, mis herederos, beban y coman cuanto deseen, porque pronto iremos a la guerra una vez más. es claro con ello, su ambición no se detendría así. Toma nuevamente lugar y con un ademán indica que empiecen a servirles a los demás.
Por supuesto no ha pasado por alto la apariencia de la concubina de Yuu. Puede ser útil como soldado, quiero que su nivel sea verificado mañana. expresa con interés, la tribu de hombres bestias no era común y si podía tener a uno en sus filas sería un factor crucial para la pronta invasión. Su mirada se dirige a su acompañante entonces recordando brevemente la carta de presentación. También lo eres, ¿no? cuestionó. Un hombre bestia. indicó, sus ojos brillaban sin poder evitarlo. Quiero ver tu fuerza. expresó su deseo enseñando un poco los colmillos.
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Está extrañado nuevamente por sus muestras de afecto que no ha solicitado, sus concubinas normalmente no actuaban de esa forma tan liberal. El banquete lo distrae lo suficiente pero lo que realmente capta su atención es la charla sobre especies. ¿Especie? cuestionó al pelinegro. Al igual que su padre le gustaba medir la fuerza de los demás. Él mismo era una excepción debido a su condición, se supone que un omega no debería de contar con la fuerza que él tenía o siquiera su físico, por lo que encontrar adversarios le era difícil. Cain, dragón de fuego. indicó señalándose.
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Sus orejas se mueven cuando el patriarca habla de él, era obvio que como hombre bestia disfrutaba de la cacería, en especial de las peleas, era un lado de él que no podía reprimir ni siquiera en el día. Me gusta entrenar. expresa su deseo al pelirrojo. Su cola se mueve de un lado a otro hasta que después la enreda en su cintura. Me gusta cazar. también le fascinaba asesinar pero no cree que decirlo en la mesa sea apropiado dado las circunstancias. Nunca ha participado en una guerra pero si lo ha hecho en misiones de asesinato, ya que pasaba como un omega en el día era fácil infiltrarse y acabar con el enemigo desde dentro por las noches.
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Debido a la posición que eligió no es capaz de hablar con el pelinegro sobre las especies, si no mal recuerda es un dragón, pero diferente a su padre y hermano. Solo ha visto transformado a su padre una vez, duda que el delicado alfa sea algo así de monstruoso como lo era el rubio. Se dedica a beber y comer sin aportar la gran cosa a la conversación, su raza era la más visible ya que era un demonio, no podía ocultar sus cuernos o cola como lo hacían los demás.. -
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Su mirada dorada se mantiene sobre el resto de presentes, nobles y otros invitados que asisten a la celebración, para finalmente volver a quien era su esposo. Supone que un imperio no puede existir solo porque sí, el hecho de que haya dominado a los demás iba más allá de ser más fuerte, la mentalidad en esa nación era totalmente diferente a la propia. Para empezar, el hecho de que especies como ellos que estaban aptas para la guerra y desarrollar su fuerza se vieran sobrepuestas por el simple hecho de ser omegas, su madre que tenía todo el potencial para ser una guerrera acabó pudriéndose en un harén sin favor del rey y él, que desde joven exhibió mucha más fuerza que muchos de sus hermanos alfas estaba relegado a su palacio sin posibilidades de entrenar para terminar siendo intercambiado como concubina. Emmet lo veía como un potencial soldado en vez de a la esposa que era, una parte de él se siente halagado y la otra no sabe qué pensar cuando el alfa que ha intentado conquistar desde que llegó no se fija en él. Tigre Exclamó, su forma estaba incompleta por su juventud así que al transformarse se notaba como un juvenil animal, más no era débil o eso pensaba.
Apartó la mirada del otro para probar los platillos diferentes a su reino, había sido enviado a un país de lunáticos porque nunca pensó que un emperador tuviera más interés en pelear con su concubina que tomarla. Las texturas nuevas llamaron su atención en un inicio pero cuando el sabor no convenció más su paladar prefirió dejar de lado la comida, no podría retirarse hasta que lo hiciera el mayor así que se dedicó a esperar.
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Debe admitir que encuentra graciosas las reacciones del contrario cuando toma la iniciativa, creyó que estaría más habituado a esos contactos. Escuchó sin gran interés el discurso, su posición actual le tenía más mortificado que también querer mostrar su valía en un campo con el que no contaba tanta experiencia. Si lo que Hao le indicaba era real, lo primero que debería hacer era adaptar sus conocimientos y buscar una manera de deshacerse del resto de concubinas para tener el poder a sus anchas. Levantó la mirada a su esposo al escucharlo. Dragón, agua Le pareció gracioso que sus elementos fueran diferentes. Sus cejas se arquean al percibir la emoción del ajeno, si luchaba con Caín que era tan reconocido por su fuerza bruta no cree poder seguir vivo. No pelear, te mostraré después, eres bruto Aclaró de inmediato al otro.
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La cola que se enrosca en su cintura le causa cosquillas. Según ha escuchado al resto de ministros, él se parecía más a sus abuelos, buscando el lado tranquilo y la neutralidad todo el tiempo, no le extrañaba que su padre no tuviera ninguna expectativa en él, especialmente en el campo de la guerra. Sin embargo, creía que se debía a Caín, su hermano opacaba al resto y solo Abel parecía lo suficientemente competitivo para continuar ese conflicto internos entre ambos, Yuu había descartado heredar y servir al frente como sus hermanos. La respuesta de Alex le provoca una sonrisa forzada, el lado vampiresco de su madre dominaba la sangre de demonio, irónicamente su sed de sangre no era grande, ha recibido muchas mofas como su libido era más el del un incubo que un demonio fuerte como su progenitor. Claro, te ves muy fuerte Si Alex demostraba ser tan útil no le sorprendería que su padre prefiriera usarlo como soldado en vez de dejarlo en su harén inservible. Come poco y evita el contacto visual con sus hermanos.
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Desde que atravesaron la frontera no para de pensar en que él y Shen llegaron a un lugar muy peligroso, dentro del palacio ese sentimiento no hizo más que crecer. Por doquier solo veía personas fuertes, enfocadas en la pelea, de la boca del gobernante escuchaba lo mismo. Miró a Shen y a él, eran una vergüenza como alfas para las personas de este lugar, empezando por su apariencia como por la poca aura de pelea que exudaban ambos, incluso en esos momentos estaba más preocupado por como complacer al omega que demostrar la utilidad que le estaban pidiendo. ¿Abel necesitaba que él también fuera fuerte? Se mordió el labio para pensarlo, debe cuestionar muchas cosas al mayor. Es distraído por su hermano que parece preocupado en ser asesinado por su esposo, como dragones gemelos lo lógico es que pelearan juntos porque su fuerza se fortalecía. Siente jaqueca, vivir era más difícil de lo que creía..
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