Posts written by †‹ELIANN›†

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    Capítulo 42.



    Desde hace tiempo que no podía dejar de ver la oscuridad como única estadía y momentos cíclicos de luz poco recurrentes, como si alguien le hablara o recuerdos llegaran al instante, estaba allí sentado en la oscuridad sin recordar por qué y ese brillo nuevamente le hizo recordarlo.

    El sonido de la bala, el ardor en su pecho un cuerpo cayendo sobre el suyo sangre manchando su ropa y mezclándose con la suya sangre tan similar y al mismo tiempo tan putrefacta.

    Todo se volvió oscuridad o tal vez él había cerrado los ojos no lo sabía y nuevamente otra luz lo ilumino.

    Allí estaban hombres que le hablaban pero no sabía que le decían no podía entenderlo, apretaban su pecho y como podían intentaban mantenerlo atento a algo, pesaba aunque ese cuerpo ya no estaba encima del suyo, la sangre seguía a borbotones.

    Suspiro porque el dolor apareció en su pecho y lo toco como si hubiera algo allí, nada no podía verlo pero no había alguna humedad que indicara que estaba sangrando, cuando la luz nuevamente le ilumino pudo ver que sus manos tenían sangre seca.

    Alguien igual a él le estaba llamando podía ver en su rostro la mortificación ¿qué le decía? no lo escuchaba sus labios se movían pronunciando un nombre, era el suyo ¿realmente? ¿O él de alguien más? K-a-i-t-o.
    ¿Kaito?. . .Kaito…

    ¡Kaito! Ese nombre le sonaba y parecía ser demasiado importante de recordar muy, muy importante tanto que le dolía el intentar hacerlo….Kaito….Kaito, quería recordarlo era familiar, sonaba hermoso para él y una sensación cálida y a la vez dolorosa.

    -¿Y por qué destruirías tu a tu propio padre? –Habló un hombre de expresión rígida atento a él –

    -Porque él crio un cuervo y es hora de que le saque los ojos –Respondió, el hombre le sonrió, lo que ese hombre no sabía es que había alguien más por quien él lo hacía –

    -Está bien chico me agradas aunque no me dices toda la verdad –Respondió con una risa muy suave y fingida –


    Sus manos estaban machadas de sangre por él, por él estaban manchadas de sangre lo sabía, por algo, lo había hecho por bien ¿por bien? asesino a su padre… ¿por bien? su padre… su padre, todos los recuerdos de lo que le había hecho su padre llegaron a su mente, su padre era un hombre horrible, un hombre que merecía una muerte más horrible que la que él le había dado.

    Y él lo hizo más que por el bien de todas esas personas, más que por el bien de esos niños…lo hizo por el egoísmo, no era dinero lo que quería, era algo más…algo más importante para él y tenía el nombre de Kaito… Kaito Shion.

    Las imágenes de las cosas que él había pasado con el joven llegaron a su memoria había sido poco tiempo, pero el tiempo más maravilloso de su corta vida que no podía igualarlo con nada, todo lo había hecho por él y ya no deseaba quedarse sumergido en esa profunda oscuridad ¡No podía renunciar a lo que tanto quería! él era egoísta un gran egoísta y deseaba a Kaito más que nada, se levantó de donde había estado sentado por no sabía si días o meses, no deseaba moverse su mismo ser se auto castigaba.

    Allí estaba nuevamente corriendo sin saber a donde solo sabía que esa luz que brillaba a lo lejos en la oscuridad significaba el chico por el que había hecho todo lo que hizo, si corría más podía alcanzarlo, podía verlo estaba allí parado esperando por él, pero se estaba dando la vuelta, como si se fuera a marchar.

    -¡No te puedes ir sin mí! –Corrió más rápido hasta alcanzarlo y sostenerlo entre sus brazos –porque me perteneces.

    Se despertó de golpe y su cuerpo se sentía pesado y adormecido, volvió a cerrar los ojos fuertemente intentado que la luz fuera menor o adaptarse a ella y esos puntos blancos que le hacían ver borroso, alguien le sujetaba su mano, sonrió al ver aquellos ojos mares observándole con una sonrisa apretó más su mano porque no deseaba dejarle ir.

    -Volviste –Susurro el joven completamente emocionado y con lágrimas en los ojos –
    -“siempre regresaría por ti” –Aquellas palabras quería decirla más no podía su garganta se sentía tan seca pero se dedicó a mirar al joven con todo el amor que sentía –

    Continuara.

  2. .
    Cada vez se pone más interesante y quiero más.
    No me parece tan necesario que Gakupo le diga a Kaito
    ¿Puedo cortejarte? sería más divertido que lo hiciera de repente.
    Como que Kaito comenzará a encontrar venados, cerdos y algunas aves
    en la entrada de su casa y luego no sepa por qué, su familia piensen que lo
    están maldiciendo o que los lobos lo están amenazando y cuando Kaito le pregunte
    a Gakupo el porque le diga simple; "Te estoy cortejando" "¿No te gustan mis regalos?"
    Sería más salvaje xD no sé digo yo.
  3. .
    Kaito puede ser tanto inocente como inteligente
    puede tener los conocimientos que le han inculcado
    pero seguro como se lo han hecho en términos avanzados
    para su tecnología esto son sus conocimientos

    más lo de estar en la sociedad cotidiana es otra cosa
    ya que no está acostumbrado a interactuar
    y sigue viendo las cosas como un niño allí su lado inocente.
  4. .
    Es como tu decidas, aunque sería interesante ambos puntos de vista.
    Mhh... Fukui Significa "afortunado"
    Me gusta, bueno yo esperaré la continuación.
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    Mi querido cubito de hielo.

    Kaito era un hombre frío demasiado jamás podías saber lo que realmente sentía, sus ojos parecían inexpresivos y vacíos como si todo ese helado que comía en cantidades lo hubieran vuelto alguien tan gélido como el postre que le encantaba comer.

    La mayoría de las parejas que había tenido terminaban con él por la misma razón la manera de ser poco cariñosa del joven de cabellos azules terminaban corriendo a todo aquel que se le acercara.

    Hasta que Gakupo llego, a diferencia de Kaito él era bastante expresivo y cariñoso todo lo contrario Gakupo era romántico y detallista, sus amigos y conocidos del joven le dijeron que no lo intentará con Kaito que era más frío que el hielo.

    Ellos tenían razón Kaito no era alguien cariñoso en público y muy poco en privado pero cualquiera que tuviera la suficiente perfección podía notar que el joven si estaba enamorado de él, la forma en la que aquellos ojos azules se iluminaban al estar a su lado, la ligera y casi imperceptible curvatura en sus labios cuando estaban juntos o cuando le tomaba de la mano.

    Muchos le decían que acabara su relación con Kaito que no era buena, porque Gakupo era expresivo le regalaba grandes ramos de flores, grandes obsequios como peluches o chocolates, pero Kaito siempre parecía tener la misma expresión, muchos no notaban cuán feliz y avergonzado se encontraba el joven por dentro, lo acelerado que latía su corazón o las ganas que tenía de lanzarse a abrazarlo y decirle lo mucho que le amaba pero solamente se contenía.

    Gakupo sabía lo mucho que Kaito atesoraba los regalos que le daba hasta el punto de tener guardado los globos ya desinflados en un cajón, junto a sus cartas y algunas rosas ya marchitas.

    -¿por qué no terminas con Kaito? –Le hablo uno de sus amigos –No lo entiendo Gakupo, Kaito es un literal cubo de hielo, no te trata con cariño no te devuelve los gestos de amor, ni siquiera se nota que te ama, estás perdiendo tu tiempo.

    -Kaito si es un cubo de hielo –Afirmo Gakupo, el joven que se encontraba escuchando a escondidas se lamentó por ello mordiéndose el labio ¿acaso Gakupo sería igual a los otros y terminaría con él? si tan solo no le diera tanta vergüenza y lograra demostrarlo más –Pero él es mi cubito de hielo y yo lo amo tal cual es no lo cambiaría por nada.

    Kaito sonrió y sintió ganas de llorar por la felicidad que sentía, siempre tenía miedo de que Gakupo en algún momento terminara con él pero parecía amarlo inmensamente tanto como él, porque aunque no lo demostrara vaya que amaba a ese hombre.

    -“tengo que ser amoroso aunque sea una vez” –Se dijo a si mismo alejándose antes de que notaran su presencia, regreso donde estaban los demás, Gakupo estaba sentado a un lado de él, así que antes de que tomara su lugar se lanzó propinándole un beso sorpresivo él jamás lo besaba en público y de hecho estaba más que avergonzando Gakupo se encontraba sorprendido pero luego de un instante le correspondió con la intensidad de siempre –

    Al separarse Kaito se encontraba con el ceño fruncido y levemente sonrojado Gakupo estaba sonriendo y le beso en la frente diciéndole que lo amaba, Kaito se ocultó en su pecho respondiendo; lo sé, pronunciando un casi inaudible; yo igual, que no paso desapercibido por su pareja.

    Porque él amaba a su pequeño cubito de hielo que lentamente se iba derritiendo en sus dedos.

    Él amaba tanto a su pareja porque cuando miraba a sus ojos podía ver que ese amor le era devuelto de igual medida y tan sincero.
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    Cada día esta historia me parece más interesante.
    Gakupo tiene ganas de devorarlo y no solo de manera literal
    se huele en el aire.

    Una cosa los lobos son cariñosos y le gusta dejar marcas de olor
    Por ser de la manada, me imagino que Gakupo al irse buscando encariñar
    Más con Kaito y verlo como de la manada buscara dejarle estas marcas de olor
    como frotar su cabeza con la de él o jugar con él.
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    Rompimiento.



    No es que su pareja le diera especialmente miedo en realidad, ya que Gakupo era un hombre amoroso, comprensivo y amable, pero… si en todo había un pero, cuando se enojaba Gakupo Kamui quien había sido criado y entrenado como todo un samurái era de temer.

    Así era su amado y adorado novio quién podría compararse con un feroz asesino si se le hacía enojar como aquella vez en el tiempo en los que aún no eran pareja en una discoteca un grupo de chicos le habían drogado y su cuerpo se sentía muy pesado mientras le arrastraban intentado llevarle fuera Gakupo se percató de esto, no recordaba mucho de esa noche pero aquellos hombres terminaron de igual manera que él yendo al hospital por motivos diferentes.

    También estaba aquel día en donde ambos llevaban dos años de relación, Gakupo estaba muy celoso y a pesar de que él lo sabía no le prestaba mucha atención ya que no veía el motivo del porqué de sus celos, Dell era solo su amigo y eso no cambiaría, pero aun así a Gakupo no parecía agradarle en lo más mínimo, un día Gakupo estaba muy enojado con Dell llegando al punto en él que sin meditarlo mucho lo golpeo.

    Dell al ser igual de agresivo le devolvió el golpe, ambos se pegaban fuerte pero quien mayor ventaja tenía era Gakupo y fue separado de Dell por cuatro hombres, Dell había quedado con la nariz rota, el ojo morado, tenía un corte en el labio y lo único que Gakupo tenía malo era su camisa la cual Dell había halado por lo cual algunos botones habían salido volando.

    Kaito y Gakupo discutieron luego de aquello él había intentado detener aquella pelea pero su pareja no le escuchaba cegado por la ira, la relación acabo luego de aquello, con un “¡Bien!” por parte de ambas partes para que Gakupo se marchara con pasos fuertes pateando todo, luego el agudo dolor que sintió en su pecho al ver marchar a su amado.

    Largas noches se pasó llorando porque aquel lado que le pertenecía a su pareja estaba completamente vacío, extrañaba su calor, extrañaba su voz susurrando que le amaba, extrañaba aquellos brazos fuertes que le hacían sentir protegido, los latidos de su corazón que le adormecían, extrañaba no despertar en la mañana con el olor del desayuno, levantarse y escucharle tarareando una canción mientras cocinaba, extrañaba el olor de su cabello, los besos de sus labios, las caricias en su cuerpo, extrañaba tantas cosas y apenas había pasado un semana.

    Luego llegaban aquellos pensamientos de que Gakupo no confiaba en él de que no creía lo suficiente en él y se había atrevido a golpear a uno de sus amigos, Gakupo siempre había sido celoso y posesivo pero jamás había llegado hasta esos extremos.

    Como si la vida te colocara aquello que debes ver aun si te doliera Kaito se enteró sin siquiera preverlo sin haberlo pensando en algún momento, supo del porqué del punto de quiebre de su ahora ex pareja su tan querido amigo Dell planeaba en aquel día en la que lo había invitado de campamento y al cual Gakupo se había negado a ir y él aceptado ir no importaba si este quería o no ya que a veces la actitud renuente de su pareja por su amigo le era exasperante por más que lo amara.

    Dell planeaba violarlo, lo había escuchado del grupo de amigo de Dell hablaban sobre una droga especial, sobre que Dell planeaba usarla en él y abusar de lo más preciado que era para Kamui y darle en cara, hacer que ellos terminaran para así poder quedarse con su persona, Dell lo había logrado en alguna forma él y Gakupo habían terminado, pero él no tenía deseos de ver, hablar o siquiera estar en la presencia de alguien ese día solo iba por más helado cuando lo escucho, entonces el dolor en su pecho se hizo más grande.

    Porque su ex pareja hizo lo que siempre había hecho y lo que nunca le había molestado en hacer protegerlo, Gakupo por más celoso que estuviera jamás llegaría a esos extremos al menos que estuviera su vida o integridad en peligro así era él.
    Deseo echarse a llorar sin consuelo alguno en los pasillos de ese supermercado en la sección de congelados más resistió todo el dolor en su pecho y se retiró si comprar siquiera lo que lo había llevado allí en primer lugar, no podía creerlo había sido tan tonto en no entender las señales, en saber de él, confiar más en él, creer más en su pareja… él era tan, tan tonto, Gakupo nunca mereció estar con él debía estar ahora con alguien mejor.

    Pero su corazón egoísta deseaba estar con él, deseaba poder nuevamente sentir su calor, sus voz susurrando lo mucho que le amaba al oído, sus brazos fuertes y protectores envolviendo su cuerpo, que esos ojos zafiros le miraran demostrándole lo mucho que le amaba, deseaba que le sintiera hacer querido como solo él sabía hacerlo, deseaba que le hiciera el amor como solo él sabía hacerlo, deseaba tanta cosas que por su estupidez jamás obtendría nuevamente.

    Y se recluyo nuevamente, manteniendo una muy mala y pésima dieta a base de helados y paletas, a veces su cerebro le decía sal necesitas haría para respirar o ambos nos pudriremos aquí, haciéndole caso muy rara vez salió a aquel parque cerca de su casa, allí le vio nuevamente al notarlo su corazón se aceleró y no sabía que hacer se había quedado estático las piernas le temblaban, ambas miradas se encontraron y sentía que en ese momento iba a desfallecer luchaba con tantas cosas en su interior, la felicidad de verlo, el reproche por lo que hizo, las ganas de correr para abrazarlo y que las piernas no le fallasen cayendo al suelo.

    Cuando Gakupo prosiguió de largo luego de un momento paralizado siguiendo su camino como si no le conociera entonces cerro los ojos, contuvo las ganas de llorar porque en su mente había solamente una frase una frase que era tan dolorosa como tan veras “todo ha terminado” resistió el impulso de salir corriendo, porque sus piernas no parecían querer moverse se decía así mismo que no siquiera quedando como idiota y caminara ignorara todo aquello, pero no podía porque él estaba más que destrozado.

    Un doloroso y agónico grito salió de sus labios lágrimas gruesas brotaban de sus ojos, sus piernas cedieron derrumbándose al suelo llorando como si fuera un niño perdido y asustando, porque así lo era, porque así se sentía sin su ahora ex pareja, pero de lo que no se había dado cuenta Kaito era que Gakupo se había detenido en ese instante en que ambos se daban la espalda meditando si disculparse o no, si voltearse o no, aquellos ojos mares que le habían mirado con una profunda tristeza y al mismo tiempo con la mayor felicidad de todas, como si hubieras tirado a la calle a un perro y cuando tu humanidad te fuera arrastrado a buscarle de nuevo allí estuviera felizmente triste por tenerte de vuelta, porque él se sentía abatido sin su pequeño, sin su más grande amor, porque lo único que había intentado era protegerlo pero no se supo explicar no él jamás sabía explicarse con la cabeza caliente como la tenía.

    Pero ¿Cómo podía calmarse? ¿Cómo siquiera podía estar tranquilo al enterarse de que ese maldito que decía llamarse el amigo de su pareja planeaba abusar sexualmente de él drogándolo haciéndolo sentir culpable y que luego él rechazara a Kaito por haberlo traicionado? No podía, no podía estar tranquilo, porque alguien intentaba herirlo a él y sobre todo herir a su niño ¡y nadie lastimaba a su Kaito! ¡Nadie! ¡Primero lo mataba!

    Cuando escucho aquel grito que había salido de los labios rápidamente se volteó para mirarlo allí en el suelo sucumbiendo ante el dolor, apretó los dientes intentado contener las lágrimas mientras aquel nudo en su garganta se hacía fuerte y la opresión en su pecho más dolorosa, llego a su lado y le abrazo.

    Le ayudo a levantarse y le llevo al departamento que solían compartir del cual se había ido para pasar a vivir en un hotel encontrándolo en condiciones deplorables paletas de helado y botes de helados regados por todos lados, no tenía que ser muy listo Kaito se había descuidado cargarlo se le había hecho tan fácil ¿pero qué tenía para decir él? si había estado de igual manera, aquella separación le había consumido a ambos.

    Ellos volvieron prometiéndose nuevas cosas, porque se amaban, porque a pesar de todo se amaban locamente, porque no podían estar enojados tanto tiempo con el otro, porque sin el otro sentían que agonizaban.

    Kaito y Gakupo eran desiguales y al mismo tiempo armonizaban perfectamente ellos se complementaban y desde que vivían juntos el uno no podía estar sin el otro, por más enojados que estuviesen preferían dormir dándose la espalda para amanecer abrazados que dormir separados en camas contrarias mientras su mentes los hacían pedazos por no poder dormir con él otro.

    Muchos podrían decirle que ellos tenían una relación poco saludable por lo mucho que necesitaba el uno del otro, pero para ellos no era así, dependían de su pareja en cierta parte como no poder vivir sin ella pero también tenían su propia vida, Gakupo por muy celoso que estuviere no se metía en la vida de Kaito al menos que requiriese su intervención y Kaito quien también tenía su temperamento cuando se lo proponía de igual manera.



    No se suponía que se tratase de esto era más bien un drabble más corto que tratara sobre las cosas que temían de su pareja pero lo dejaré para otro momento porque termino haciéndose muy largo, sin más me retiro sayonara.
  8. .

    Me encanta.



    Lo que le encantaba a Gakupo de su amado no solamente era la voz y dulzura de este, si no su dedicación Kaito podría ser el hombre más torpe del mundo y con demasía despistado, pero cuando se trataba de su trabajo era otra persona, en sus ojos cuales dos mares profundos se reflejaba el entusiasmo y la entrega.

    Hasta el punto de llegar completamente agotado, Kaito era alguien que amaba su trabajo aunque la mayoría del tiempo le hacía hacer cosas vergonzosas como vestir de mujer o solo usar su bufanda o traje de baños ridículamente pequeños.

    A Gakupo le encanta eso de él, le encantaban muchas cosas de él y era que aun en su torpeza o que olvidara hasta su cumpleaños su pequeño era perfecto ¿y por qué negarlo? le encantaba poder sorprenderlo todos los años porque jamás se lo esperaba ya que nunca se acordaba.

    A Kaito le encantaban muchas cosas de Gakupo que ya eran para él casi incontables desde su largo cabello que caía en cascada, su piel cual escultura de mármol griega, su voz gruesa pero no grotesca, sus ojos cuales dos hermosos zafiros, sus labios finos de un color rosa, la forma en la que lo sorprendía, la forma en la que lo amaba, hasta la forma en la que lo regañaba.

    Kaito adoraba muchas cosas de Gakupo, la forma en la que lo protegía, en la que lo abrazaba, en la que susurraba en su oído lo mucho que le amaba haciéndole estremece ¿y para qué negarlo? la forma en la que le hacía el amor.

    A Kaito le encantaba cada cosa de Gakupo pero algo que más le encantaba de él era la forma en la que siempre se dedicaba a su relación, él era bastante dedicado y aunque a veces Kaito se sentía mal por no recordarse del cumpleaños, aniversario y entre tantas otras cosas, parecía que Gakupo era feliz con sorprenderlo con verlo sonreír.

    Kaito amaba a Gakupo más que nada y la comprensión que le daba el samurái todo el tiempo aun por sus torpezas, Gakupo se encargaba de enamorarlo todo los días pero ¿qué más podía amar a ese hombre que sentía no merecer?


    Ojo; no es que a Gakupo le guste menos solo porque dice que le encanta una sola cosa de él, le encantan muchas pero siendo simplicista enumera una solamente, mientras Kaito inumera todas aquellas y aun le faltaron.
  9. .
    . . . .Ejem...
    me gusto bastante la historia
    me parece interesante
    y me pregunto como se desarrollara
    cuando Kaito y Gakupo lleguen a conocerse.
    Si Kaito crece en apariencia
    rápido y Gakupo pensado que es mayor
    tiene relaciones con él ¿es pedofilia?
    no sé digo yo.

    -Si a los engaños premios habría muchos ya ganados no me interesa tener novio eso es historia ya lo sé todo.
    -¿A quién crees que engañas? él es lo que tú más quieres ocultarlo tratas es hermoso lo que sientes (ooohh, oohh)no lo disimules piensa bien donde esta tu corazón
    -No van a oír que lo diga no, ¡no!
    -tu sueño es, no lo niegues uoo
    -¡Jamás lo haré!, no hablaré de mi amor.

    Me acorde de está canción por alguna extraña razón.
    Ahora si sayonara.
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    Familia



    Kaito había obtenido un gran miedo a la familia de Gakupo, aquella presentación con su hermana no había sido la mejor de todas de hecho le tenía un gran pavor a la tigresa a tal punto de que cada vez que les visitaba terminaba oculto detrás de Gakupo.

    Cuando conoció al padre de Gakupo fue bastante distinto de hecho ambos estaban tranquilos recostados en el árbol de manzanos, en sus formas animales, Kaito estaba oculto entre las patas de su pareja a tal punto que solo se veía una mota blanca, el tigre movió sus orejas y levanto su cabeza para mirar a su padre quien estaba delante de él un enorme tigre unos centímetros un poco más pequeño que su hijo y con una gran cicatriz en el rostro producto de su mismo cachorro él único de tantos que pudo quitarle su territorio.

    -¿Qué pasa? –pregunto al tener los fieros ojos amarillos de su padre sobre él –

    -Me enteré que tu pareja es un conejo –Gruñó –

    -¿y eso qué? –Respondió –

    -¡¿Así que es verdad?! –Gruñó – ¡Eres una desgracia! –Y se abalanzó contra su hijo quien lo esquivo, la muñida bolita de pelos blanca salió rodando, alertándose de lo que pasaba, se quedó sorprendido observando como Gakupo luchaba contra otro tigre –

    Cuando el otro tigre se dio cuenta de la presencia de Kaito rápidamente fue a abalanzarse contra él quería despedazar a aquello que deshonraba su gran linaje, pero fue detenido por su hijo, hubo una gran pelea entre ambos quienes habían terminados con profundas cicatrices hasta que su padre se dio cuenta de que ese amor no había debilitado en lo absoluto a su cachorro simplemente se retiró.

    Gakupo se había quedado jadeando mirando por donde se había marchado su padre Kaito aun asustado se le acercó para mirar sus heridas ambos regresaron a la cueva en ese momento, Kaito curando las heridas del tigre y el tigre luchando con su instinto para dejarse sanar por quien más amaba.

    En el momento en que Kaito conoció a la madre de Gakupo ella tenía a dos cachorros de apenas un año de edad detrás, rápidamente se escondió detrás de su pareja por la forma en la que aquellos cachorros le miraron al escuchar el gruñido del tigre mayor estos se escondieron detrás de su protectora.

    -así que decidiste tener un conejo de compañero –Hablo su madre –Siempre quisiste ser único y especial ¿no? hijo –Gakupo suspiro ya era la segunda vez que alguien le decía eso –

    La tigresa se retiró junto a sus cachorros, no era que la familia de Gakupo odiara a Kaito pero les era más difícil que a los conejos aceptarlo, los conejos aceptaban a Gakupo porque estaban a salvo con su presencia, pero para los tigres el conejo era solamente una botana, jamás podría proteger al tigre ni mucho menos serle un igual.
    Kaito no era que quisiera estar separado de la familia de Gakupo pero prefería estar en distintos lugares que rodeado de la familia de Gakupo así de simple, como en un volcán con lava ardiente a punto de explotar lo prefería mil veces más, aunque no era tan distinto el volcán a punto de explotar y la familia de Gakupo si se ponía a pensarlo detalladamente.
  11. .

    En casa.


    Sin duda ver como su mascota se devoraba todas esas golosinas era algo sorprendente y te distraía un rato ver que se encontraba tranquilo y que no parecía causarle algún malestar más que reconfortante.

    Aunque Gakupo se había encontrado un poco hiperactivo durante todo el viaje ladrándole a otros perros desde el asiento lo cual hacia que los dueños de ellos le miraran raro, acostándose en el asiento de atrás y sacando la mitad del cuerpo por la ventana, sin sacar la lengua.

    Realmente era algo extraño pero que resultaba realmente divertido por el comportamiento de su novio mascota, cuando al fin lograron bajar Gakupo se veía más animado que nunca la casa era bastante grande y espaciosa mucho más que aquella que había tenido con su matrimonio fallido.

    Al tener la puerta abierta Gakupo entro recorriendo el lugar corriendo por la sala, cocina, la habitación que serviría para oficina, las habitaciones de arriba y al final el patio.

    -¡Kaito! –Exclamo mientras se tiraba a rodar en el patio –

    -¿qué pasa? –pregunto riendo por el carácter de su mascota completamente emocionado –

    -Ven –Hizo señales que sus brazos para que se acercara –

    -¿Dime? –Volvió a hablar cuando estaba cerca para que Gakupo le tirara al suelo con él –

    -Mira –extendió su mano al cielo sonriendo –Es un buen lugar, para admirar al cielo contigo, para plantar rosas, para hacer una vida juntos.

    -Aquellas palabras hicieron sentir una alegría inmensa, Gakupo siempre era alguien muy sincero y la forma en como lo miraban aquellos ojos solo le hacían sentir más feliz –Si –Se abrazó a él para besarlo –Y seremos felices, este es nuestro nuevo hogar Gakupo.

    -Kaito –Habló sonriendo –

    -¿Si? –Respondió –

    -Bienvenido a casa –le envolvió entre sus brazos mientras su acompañante no sabía que hacer sintiendo que podía morir de la alegría –

    -Estoy en casa –Susurro envuelto entre aquellos fuertes y reconfortantes brazos –por siempre en casa.
  12. .

    Rivales.


    Ellos hace mucho que llevaban haciendo aquello caricias ocultas en la oscuridad de la noche.
    Solo la luna sabía su secreto ambos pertenecían a clases distintos aquellos que llevaban años siendo acérrimos enemigos, pero de aquello que comenzó con una enemistad se fue convirtiendo en amor, la competitividad que tenían ambos hombres por ser mejor que el otro en realidad los fue acercando y una noche sin siquiera notarlo se contaron sus mayores miedos.

    Entonces se volvieron amigos que en las noches miraban las estrellas sumidos en silencio.

    Y sin siquiera pedirlo se fueron enamorando hasta el punto de que no había vuelta atrás.

    Ellos eran enemigos, grandes rivales y se amaban profundamente.

    El mayor miedo de ellos era enfrentarse en el torneo que daban sus clanes cada año para ver quién era más fuerte.

    Ambos eran conocidos como los mejores guerreros de sus clanes lo más dotados.

    -Quiero que escapemos –Habló su acompañante aquella noche donde el duelo estaba decidido –

    -¿qué? no podemos no perseguirán y…

    -¿acaso quieres que terminemos matándonos como quiere el clan? –Respondió –

    -yo. . .no –Susurro –pero….

    -él se levantó –Entiendo –miro directamente a los ojos de su pareja –Te espero mañana temprano Kaito.

    -¡Gakupo! –Se levantó de golpe a verle marchar él no quería, no quería pelear pero no conocía otra vida más que la de su clan y vivir como fugitivos era un gran riesgo, tomó la mano de su amante y haciendo que se detuviera plantándole un largo beso en los labios con sabor a sal, se separaron aquello había sido una despedida –Estaré allí.

    Al día siguiente ellos estaban allí temprano como lo habían prometido y el campo de batalla se tiño con la sangre de aquellos amantes que su libertad al fin habían obtenido.
  13. .

    Pensamientos del dolor.


    Kaito al escuchar el aullido del cachorro salió corriendo a toda velocidad para encontrarlo llorando sobre el cuerpo de su pareja, el corazón de Kaito se paralizo al ver que ese gran y majestuoso lobo negro no se movía en lo más mínimo.

    -Fuyu ¡¿Qué paso?! –Exclamo el zorro llegando al lado del cachorro que se echó a llorar en sus brazos –

    -Yo, todo paso muy rápido estaba siguiendo un delicioso aroma, luego estaba atrapado luego papá fue a buscarme y me salvo…luego cayó –Explico de manera rápida casi sin respirar para luego tomar una gran bocanada de aire –

    Kaito sintió aquel fuerte dolor agónico en pensar lo más temido para él, perder al lobo, jamás se le había pasado por la cabeza, perder al único ser que le había demostrado amor, cariño y comprensión que no lo había menospreciado y que le daba ese amor incondicional.

    Se acercó al lobo cambiando de piel notando que el sangraba un poco por algunas heridas que se regeneraban también que tenía unos extraños piezas blancas con finales en rojo, la respiración del lobo era muy lenta y pausada, se sintió tranquilo pues las heridas estaban siguiendo su curso normal de regeneración, se acomodó intentado cargar al lobo aunque este era por mucho muy pesado, el cachorro igualmente intento ayudarle así sea llevando la cola de su padre.

    Así haciendo un gran esfuerzo lo lograron regresar a la cueva, Kaito volviendo a cambiar de piel a la de un pequeño zorro se acomodó a lado de él, el cachorro de una manera temerosa igual lo hizo, sintiendo en su pecho un gran dolor por ver a su padre de igual manera, soltó una última lagrimita frotándose con el negro pelaje de él, para luego imitar la acción que pensaba hizo su papá dormirse, pero no era así el zorro no estaba dormido.

    Miles de pensamientos circulaban su mente y uno de ellos era ¿qué haría él si perdía al lobo? en todo momento estuvo atento a las pulsaciones de su pareja, y su mente viajaba a futuros muy oscuro sin él lo cual le hizo acurrucarse más a aquel lobo negro.

    Amaba a su pareja y el miedo a perderla por primera vez se hizo en su vida, siempre pensó que el lobo era fuerte y que en ningún momento corría peligro era astuto e inteligente podría librarse de muchas cosas…y ahora…ahora en ese estado, veía que su pareja era tan vulnerable como cualquier otro animal del bosque y que podía perderlo en algún momento y eso le dolía más que nada, más que todo.

  14. .
    Bueno si se ve y no quema lo cual es bueno :D
    aah esos dos son una ternura juntos.
    no tengo mucho que decir sigo deprimido
    así que me retiro sayonara.
  15. .

    Hermana.



    Kaito se había levantado tarde ese día, primero porque el tigre no le había dejado dormir bien, segundo porque le dolía un poco para caminar aunque a ese dolor se acostumbraba de a poco, salió un momento de la cueva su pareja de seguro se encontraba patrullando su territorio, soltó un largo bostezo para caminar hacia el río necesitaba tomar un baño con gran urgencia al sentirse todo pegajoso.

    Cuando llegó inmediatamente entro comenzando a limpiarse todo iba bien, nada podría interrumpir esa tranquila atmosfera que había, hasta que el crujir de una hoja alerto todos sus sentidos miro hacia todas partes, su nariz alerta a los olores que había, no lograba ver nada hasta que logro ver unos brillantes ojos azules salvajes.

    ¿Acaso su pareja estaba intentado jugarle una broma? decidió ignorarlo y seguir con lo suyo, grave error ese tigre que le acechaba no era su pareja y el conejo se dio de cuenta cuando aquel rugido que dio al venírsele encima, salió rápidamente del agua comenzando a correr gritándole constantemente al tigre que; dejara el juego que no era divertido, pensando aun que era su pareja.

    Pero el tigre no parecía detenerse los gritos se escuchaban lejos logrando que Gakupo se alertara y saliera corriendo, sus patas se movían lo más rápido que podían hasta terminar saltándole encima al otro tigre que había acorralado a su pareja contra un tronco, Kaito quedo sorprendido porque la similitud de ambos eran grande hasta que peleando se detuvieron de golpe ambos separándose.

    -¿Gakupo? –pronunció el otro tigre –

    -¿Gakuko? –Habló Gakupo – ¡¿Pero qué mierdas crees que haces?! –le grito –

    -¡Lo mismo digo yo! ¡¿Qué haces arruinándome una buena botana?! –le reclamo –

    -¡Esa botana es mi pareja! –le grito de igual manera, la ahora tigresa miro un momento al conejo acorralado contra el tronco que aún lo miraba con sus grandes ojos azules abiertos en la sorpresa, miro la piel blanca del conejo marcada por mordidas y algunos chupones para luego abrirle la boca a su hermano revisándole los colmillos y si eran efectivas mordidas de sus dientes no tan fuerte para lacerarlo pero si lo suficiente para dejar huella –

    -Oye –escudriño un momento al conejo blanco oliéndolo efectivamente aun con el agua seguía bastante impregnado el olor de su hermano –Este conejo –Hizo más memoria – ¿no era este el conejo con quien nuestra madre nos dijo que los conejos solo servían para botanas y tu dijiste que era bonito?

    -No lo recuerdo –gruñó en respuesta mientras su hermana arqueaba una ceja y el conejo se sonrojaba ¿desde hace cuánto el tigre le observaba? –

    -Si lo recuerdas –Sonrió burlona –

    -¡Cállate! ¡¿Qué haces en mi territorio?! –Rugió –
    -De hecho ¿no era el territorio de nuestro padre? –Enarco una ceja –

    -Era, lo dijiste bien –Su hermana suspiro –

    -ya veo porque he visto al viejo vagando por mis territorios le he suplicado a mi pareja que no le mate –Suspiro –

    -¿entonces viniste a reclamarme lo del viejo? –Enarco el tigre una ceja –

    -No, como crees vine a saber cómo estabas –Ironizo –Eso y que madre está esperando otra camada…ya sabes hay que tener especial cuidado con los cazadores.

    -Sí, si –contestó –

    -Aunque pensándolo bien supongo que tú nunca tendrás cachorros, siempre dándotela del importante ¿no? –Enarco una ceja su hermana –Bueno ya dije todo lo que tenía que decir así que me retiro –Se levantó para luego mirar hacia el conejo –Y lamento haberte querido devorar Cu-ña-da.

    Kaito no se atrevió a decir nada, de hecho aún seguía en estado de shock pensando en lo que paso y es que conocer a la hermana de su pareja fue lo más extraño que le paso en la vida.
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