Posts written by †‹ELIANN›†

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    Bueno era de esperarse que con una vida sexual tan activa como la de él
    Algo tendría que salir después de todo no podía esperar tener una lavadora :v
    Bueno, yo quiero continuación.
    Me retiro... sayo ;D
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    ¡Ame!
    Al principio me imagine que el demonio era Gakupo por el hecho de que él técnicamente representa a la lujuria y Kaito a la avaricia.
    Pero weee no importa.
    Por otra parte me dejo picado como todo lo que escribes sin más me retiro
    sayonara.
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    Bueno está bien, no me quejo también me gusta está.
    Bueno es raro ver a un Gakupo shota pero es Gakukai así que no me quejaré
    porque aun así Is love Is life.
    ¿Cómo vos sabes que me gusto? ¿por el dibujo tal vez?
    Bueno me retiro hoy si no me pare a las cuatro de la mañana y bueno salí apurado para el trabajo
    nos vemos sayo ;D
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    Bueno son la cinco de la mañana y necesito comenzar a vestirme para mi trabajo
    pero me dije na primero voy a revisar un momento la pagina y zaz actualizas.
    tenía que leerlo antes de irme me gusto sabía que sería un Kaito arpía. (No me parece un tengun ya que si así fuera sus alas serían negras y llevaría una mascara o tendría una gran narizota)
    Pero ¿Kaito será el seme? por que si Gaku será el seme déjemelo crecer
    así como que le dará mas gustito a Kaito si vos me entiendes ¬w¬
    Bueno me despido ¡Continuación! sayonara
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    Aaahhh... ahora si pude leerlo con más calmita.
    Y ¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
    Continuación li
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    aaaaaaaaah son las 6 y ando saliendo para el trabajo y solo leí la mitad
    bueno no importa cuando llegue leeré hasta el final :D
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    Pues si te soy sincero casi grito como gay-afeminado viendo un piche arcoiris de colores que le parece putamente divino.
    Bueno así estuve de cerca, estoy feliz de que regresaras ya hace fatal Gakukai por aquí
    y yo esperare la continuación, me imagino a un Kaito Tengu y quiero dibujarlo como al Gakupo Lamia.
    Bueno nos veremos en la próxima chao.
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    “Pensamientos ante el miedo.”

    Kaito suspiro dejándose caer en la esponjosa cama, sintiendo su cuerpo fatigado por el día que había tenido cerro los ojos proponiéndose a dormir e imágenes azotaron rápidamente su cabeza apartando su tan preciado descanso.

    -“estúpido cerebro” –Se quejó –

    Hace varios días que estaba aceptando obsequios aunque sabía que no debería ¡Pero es que ese hombre lo tentaba demasiado! Regalarle diez litros de helado de su sabor favorito y marca favorita, regalarle un mini-refrigerador para tenerlo en su habitación repleto de helados de todos los sabores, una nueva y muñida cama (Ya que noto que necesitaba con urgencia una, eso era más resorte que cama) Pero había rechazado los autos, relojes y entre otras cosas materiales.

    Sabía que él lo estaba mimando así era como los hombres ricos consentían a sus amantes, ¿Eran acaso eso? ¡¿Tanto deseaba ese hombre su virginidad?! Aquello le aterraba. Pero aun así sus palabras de cariño, sus gestos, su sonrisa, su voz, todo de él le estaba enamorado y volviendo completamente loco.

    Él sabía, que nunca debería enamorarse de un cliente pero aun así había quedado desde hace tanto atrapado por ese hombre de largo cabello y brillantes ojos zafiros, por el resplandor de sus ojos cuando lo veía por lo sincera que se vía su sonrisa por tantas cosas y el corazón le dolía en el pecho porque aquello no era real.
    Para él ese hombre estaba jugando, porque un hombre como él no podía ir en serio con alguien que atendía llamada sexuales, nunca, todo era un juego lo peor era que aunque no quería aceptarlo había caído rendido.
    Debía librarse de alguna forma.
    ¿Cómo debía? No importaba cuanto intentara él siempre estaba allí, Dios conocía hasta su departamento, cuando estaba a su lado se sentía tan fuera de lugar porque ese hombre parecía forjado por los mismos dioses, pero al mismo tiempo se sentía tan seguro porque era una persona agradable y tratable pero. . .

    ¿Y si era una farsa? ¡Obviamente era una farsa! ¿Quién rayos en su sano juicio saldría con él? obviamente que nadie, había perdido su valor hace tanto cuando su hermana le paso el celular, cuando empezó a calentar hombres por vía telefónica y se le volvió un habitó, cuando su hermana le dijo; eres la perfecta puta.

    Se mordió el labio y empezó a llorar, porque se había enamorado de él, nunca se había sentido de esa manera, solo con él, era tan intenso, tan vivido, tan real, que solo deseaba ahogarse en sus lágrimas, para no tener que aceptar el hecho de que siempre fue un juego.

    -¿Y si le doy lo que quiere? –Se miró así mismo en el espejo, no entendía ¿Por qué lo codiciaba tanto? Ese hombre podía tener a todas las mujeres que él quisiera, hombres de igual manera ¿por qué insistía tanto en él? ¿Por qué esa determinación? bueno él era un pervertido, conocía muchas de sus depravaciones ¿tal vez era porque quería experimentar eso por una vez y pensaba que sería capaz de hacerlo? –Un juguete ¿eh? este solo sería un paso más.

    Su celular comenzó a sonar por el tono para él era obvio quien era, lo dejo sonar, dos veces, tres veces, cuatro veces, a la quinta no lo soporto y tomó el aparato porque era un tonto y había caído profundamente rendido ante ese hombre aun sabiendo.

    Que solo era una muñeca que parecía romperse.
    Y fácil podía hacerse pedazos.
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    Yo sigo vivo y seguire viniendo bueno cuando tenga dinero para un cyber ... situación país y sin computadora....sufro....sufroooooooo
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    “la curiosidad mato al gato”


    -¡Ese hombre con el que tu estas Kaito es una mierda! ¡Y no te merece! –Le grito su amiga Meiko mientras le levantaba la camisa mostrando sus muñecas con morados además de que le había quitado su preciada bufanda mostrando algunas otras marcas que no habían sanado –

    -¡Basta Meiko! él me ama –Contestó –

    -¡Si él te amara no te golpeara! –Se quejó la castaña nuevamente con él, la pelea de ellos era una guerra verbal, Kaito decía constantemente que su pareja le amaba, Meiko era todo lo contrario para ella, él estaba sufriendo de violencia domestica por ese samurái de pacotilla que se la daba del chico perfecto con su pulcra dentadura y su sonrisa de niño bonito –

    Ella odiaba a Gakupo Kamui, lo odiaba profundamente y no por solamente arrebatarle a su mejor amigo quitándoselo la mayoría del tiempo si no porque además de eso lo maltrataba, ambos se fueron de allí enojados el uno con el otro Kaito no parecía escuchar razones, no parecía ver que ese amor era toxico y que acabaría por destruirlo a él.

    Pero ella estaba decidida a sacarla de ese siclo masivo quisiera él o no, así que opto por colocar cámaras de vigilancia en la sala, cocina y habitación de la pareja, gracias a un amigo de ella lo habían logrado, así que luego de que hiciera todo eso y regresara a su hogar se dispuso a ver las cámaras parecía una charla normal se daban mimos; había caricias pero Meiko sabía que todo eso era una fachada ¡Ella no iba a caer por tonta! claro que no, todos los amigos y familiares de Kaito contaban con ella, varios ya habían desacreditado al samurái luego de comenzar a ver varios moretones en su amigo y aunque intentaba insistentemente que ambos terminaran no lo hacían.
    Pero así sea dándole pruebas a la policía lo haría, claro que lo haría, paso un día todo estaba normal, al día siguiente igual, cariños, mimos, risas, juegos, lo que una pareja normal sin hijos haría, hasta que por fin llegaron sus pruebas.

    Y era todo menos lo que ella se esperaba cuando vio aquello desde la habitación que la pareja compartía casi escupe el agua que se encontraba tomando en ese momento, la forma bestial en la que trataba Gakupo a Kaito, como lo azotaba y lo hacía retorcerse, qué bueno que aquellas grabaciones no tenían audio.
    Había grabado una buena sesión de pornografía con esos dos, sus mejillas habían quedado coloradas luego de ver todo lo que había pasado en esos dos ¡Aun no entendía como no había podido apartar la vista! No podía creer que Kaito con lo dulce, tierno y adorable que se veía ¡Fuera sadomasoquista! aquello la dejaba boquiabierta, sobre todo el comportamiento de Kamui luego del sexo era tierno, amable y consolador.

    Su corazón latía a mil luego de lo que había visto decidió bajar la pantalla de su laptop pronunciando un; Oh cielos, repetidas veces hasta que su mente lograra captar en realidad lo que acababa de ver.

    Cuando su amigo le llamo para preguntarle sobre si había encontrado algo solo le toco decir; déjalos ser, no sabía ni siquiera como contarle lo que había visto, al momento de encontrarse nuevamente con Kaito sus mejillas se coloraron de rojo recordando como enserio se había metido en su privacidad.

    -Meiko ¿te encuentras bien? –Le pregunto algo afectado su acompañante –Te vez algo turbada.

    -Estoy bien, muy bien, excelente…y como está tu ano, digo banano ¡Como está tu helado! –Se corrigió rápidamente dejando aún más confundido al joven –

    Kaito le siguió preguntado que si se encontraba bien, al poco tiempo llego Gakupo lo cual atormento más la mente de la castaña eso dos juntos, podía recordar como Kaito hasta el fondo, se tapaba la cara del bochorno, realmente no debía haberse metido en sus vidas ¡Y menos para descubrir su vida sexual!

    No lograba ver a Kaito y Gakupo juntos, aquello le duro casi un mes, luego una semana para no ver a Kaito solo sin pensar en ese momento en el que se tragaba todo el “sable” del samurái o era “apuñalado” por este sin consideración alguna.
    Pero al menos ahora le servía de apoyo a la pareja para que no le siguieran considerado un caso de violencia doméstica, Meiko los apoyaba en su relación y aunque se había vuelto algo sumamente extraño en cierta parte era muy bueno.

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    “Esto es más que una sola llamada”



    Aun no entendía cómo podía estar allí, pero luego de unas cuantas llamadas y largas horas de charlas nocturnas se encontraba en un lujoso hotel “que obviamente él no estaba costeando y no podía costear” Trago saliva aun algo nervioso en aquella habitación más grande que su departamento.

    Desde que llego allí miraba hacia todos lados, porque ¡Ese lugar era una maravilla! Aun no podía creer que se encontraba en un lugar como ese, se relamió los labios mirando hacia todos lados para volver a suspirar. Cielos debía calmarse pero a cada minuto que pasaba sentía que debía huir de allí tal vez decirle que se le presento una urgencia o quien sabe qué.

    Bueno sabía que en un hotel así de lujoso no lo iban a matar ¿verdad? o… ¿Sería un sádico? no, no… no creía eso sus conversaciones lo hacen ver como una persona bastante amable y tranquila ¡¿Y si había hecho eso para traerlo al hotel y luego asesinarlo allí?! ¡Porque era un millonario sádico y asesino! ¡¿Qué demonios hacía allí metido?! ¡La primera regla es no conocer a personas que son tus clientes porque posiblemente estén locos! ¡Y la estaba rompiendo!

    Cuando se levantó del lujoso sofá para huir de allí porque sus nervios juntos con sus pensamientos lo estaban volviendo loco, la puerta de la habitación se abrió revelando a un hombre bien parecido en un traje hecho a la medida, de ojos zafiros relucientes y larga cabellera morada era el hombre que había conocido en la heladería.
    Su corazón latía de manera agitada, trago saliva nuevamente ¿acaso su apariencia tan común bastaría para un hombre como ese? no lo sabía, además las ideas sobre su posible pronto asesinato no dejaban de rondarle la cabeza.

    -¿Te hice esperar mucho? –Pregunto aquella voz le hizo estremecer sus ojos zafiros fijos en los suyos como la mirada de un animal salvaje –

    -ah….ah – ¡¿Y ni siquiera podía encontrar su voz?! ¿Qué tan patético puede verse ahora? seguro mucho –no…tanto –logro responder –“Solo lo suficiente para pensar en que podrías matarme” “Debería dejar de ver ese programa de crímenes” –

    -Así que tú eres Kaito –Comentó, el nombrado asintió tragando saliva – ¿nos hemos visto antes?

    -Que yo sepa no jajá –Se rasco la mejilla con algo de nerviosismo para que su acompañante se acercara sentándose a su lado, su corazón latía demasiado acelerado estaba demasiado nervioso –

    -¿Estás bien? Estás temblando –Comentó acercándosele, o su perfume olía tan bien –

    -yo…solo…solo….eh –En esos instantes quería volverse una volita e irse de allí –

    -Jajá, yo también estoy muy nervioso –Comentó aminorando un poco el ambiente –No sé me nota mucho porque ya sabes seguridad en el trabajo, pero si lo estoy.

    -¿enserio? –Comentó mirando esos ojos zafiros aquella hermosa sonrisa solo le hizo tranquilizarse un poco –

    -Y dime ¿paso tus expectativas? – ¡¿Qué si las pasaba?! ¡O cielos claro que sí! – ¿Ese rubor en tus mejillas es un indicativo que si? –Comentó con una gran sonrisa en los labios –

    -Es un gran si –Respondió haciendo reír a su acompañante –Supongo que yo no las tuyas, soy bastante común.

    -Para mí eres muy adorable –Comentó de manera baja y sensual acariciándole la mejilla –Tienes unos grandes y hermosos ojos, además de unos labios tan –a cada palabra se iba acercando hasta que sus labios se encontraron besándose, por más que debiera rechazar ese contacto de labios no quiso le correspondió disfrutando de los contrarios como sus lenguas se encontraban el hormigueo que generaba en todo su ser, un gemido se escapó de sus labios se separaron cuando el aire se hizo necesario –Suaves y tentadores –Termino aquella última frase –

    Sus labios se volvieron a encontrar en otro de esos besos que quitaban el aliento, a cada momento Kaito sentía como aquel hombre se iba posicionando sobre él hasta tenerlo encima suyo, su cuerpo se estremeció al sentir como aquella mano se adentraba por sobre su ropa acariciando su piel, otro gimoteo salió de sus labios, se asustó cerro fuerte las piernas su mente quedo en blanco y lo empujo diciendo solo una palabra; ¡No!
    Su acompañante estaba estático en el suelo sin entender lo que había pasado en realidad, mientras se Kaito se encontraba allí sentado abrazándose a sí mismo lágrimas salían de sus ojos recorriendo su mejilla.

    -Lo siento yo…lo siento…lo siento –Murmuro –yo…yo me debería de ir…yo –Se levantó aun no sabiendo como si sus piernas temblaban cuales gelatina –

    -Espera –Expreso Gakupo tomándole del brazo – ¿Qué hice mal?

    -…a….g…as…. –No sabía que palabras formular, solo sabía que tenía miedo, porque no quería no así no un simple momento –no hiciste nada malo –Bajo la mirada –Soy yo.

    -por otra parte su acompañante se sentía culpable de lo que había pasado podía ver el miedo y dolor en sus ojos ¿Acaso había sido víctima de una violación para reaccionar de esa manera? no lo sabía ¿acaso un cliente había hecho eso y por eso se asustaba? mucho menos podía saber eso –aun así perdóname –Se sentó en el sofá halándole para que quedaran juntos –No quise asustarte –le abrazo y trato con cariño pensando en que hacia lo correcto –

    -Suave y lento para no asustarle como si tratara con un animalito asustado, besaba su rostro, frente y labios, acariciaba lentamente su cuerpo y eso para Kaito estaba bien –Gracias –Susurro porque jamás había sentido esa especie de afecto por nadie –“He conocido a un hombre muy extraño, pero bueno” –Cerro sus ojos y se quedó dormido en sus brazos –

    Pero lo que Kaito no sabía es que todo ese nuevo cambio en su vida apenas estaba comenzando.
  12. .

    Solo un duplicado.


    Él realmente no lo entendía, no lograba hacerlo, a veces la mente solo se le nublaba a veces no tenía recuerdos a veces solo estaba en blanco.
    Aquellos recuerdos se veían tan lejanos, aquellos donde él estaba con sus padres, aquellos de su graduación, donde conoció y como conoció a su pareja.

    Como si no fuera él.

    Tal vez no era él.

    Porque no tenía emoción alguna cuando veía a sus padres se sentía tan vacío y el brillo en los ojos de ellos le decía que ellos sentían lo mismo como si no miraran a su hijo.

    Entonces llegaba a una encrucijada cuando miraba a su pareja, aquella que le sonreía, no lo entendía y aun no sabía el hecho de porque lo soportaba a veces solo aspiraba reteniendo el mayor aire posible en sus pulmones para liberarlo calmándose ¡Porque no le agradaba! no le agradaba el hecho de como ella lo trataba como si solo fuera una mascota o su sirviente personal dándole órdenes y más órdenes a cada instante, hora y momento del día.

    No podía estar lejos porque siempre le preguntaba dónde estaba y sabía que ella algo le ocultaba.
    Sus besos él lo sentía tan secos, tan áridos las caricias no transmitían ningún calor.

    Su trabajo no le gustaba quería hacer otra cosa como cantar, tocar la guitarra e incluso pintar.

    Pero a veces cuando tenía la oportunidad de estar en el patio de su hogar sin que su pareja le molestara se acostaba mirando al cerezo y pensaba un poco en ella, en sus cabellos rosas como los cerezos y en sus ojos azules como el cielo.
    Pero ese pensamiento él lo despreciaba porque nunca lo había sentido suyo, era como si alguien más pensara por él.

    Tal vez estaba muy cansado con su vida pero al mismo tiempo sentía que su vida era demasiado corta.
    Hace unas semanas atrás había conocido a un chico casualidades de la vida cuando intentaba escapar un instante de su vida, se tropezó con él, cuando vio esos ojos azules como el mismo mar tan brillantes como si fuera un pedazo del cielo nocturno algo en su ser cimbro, su mente se quedó en blanco y no sabía que decir, el chico se disculpó con él y se retiró.

    Luego de eso se encontraron de tropiezo varías veces, en el centro comercial, en el parque, en una tienda de música hasta que de tantos encuentros que parecían una extraña cadena de aquello a lo que llaman destino decidieron hablarse allí sentados en una heladería notando todas aquellas cosas que tenían en común.
    Así se hicieron amigos.

    Suspiro miro hacia la pantalla que reflejaba las distintas llamadas que había tenido ese mismo día.

    Su madre, su hermana, su padre, sus amigos, su pareja, todos lo habían llamado constantemente, tenía mensajes de todos, en esos instantes un pensamiento único pasaba por su mente lanzar el celular por la ventana quedándose en su soledad ¿por qué no lo podían dejar en paz? ¡¿Por qué tienen que estar constantemente alguien a su lado?! Era como si estuvieran al tanto de un niño, estaba obstinado de eso.
    De sentir que no lo dejaban respirar.
    Todos le hablaban del trabajo, del trabajo y del trabajo ¡Como si él no lograra hacer nada más en su vida! Habían cosas más interesantes que hacer como salir, disfrutar de la naturaleza, de una playa, una piscina, un picnic ¡Pero es que hasta su pareja quería que él tuviera su cabeza metida en el trabajo! Por eso fue que saco dinero en efectivo y se quedó en un hotel.

    Quería sentir paz y tranquilidad, quería hacer más cosas en su vida que solo cuentas, cuentas y más cuentas.
    Se sentía sofocado sin saber por qué razón, una inmensa irritación y ganas de llorar lo ahogaban.
    Su celular volvió a sonar y el insistente sonido solo hacía que aquellos deseos de aventarlo se volvieran más grande hasta que observo quien era, la única persona que no pertenecía al grupo de sus amigos aquella que sentía que lo entendía contesto.

    -Hey Gakupo ¿Cómo estás?

    -Kaito te necesito ahora, ¿no tienes nada que hacer? –le interrumpió –

    -Uh, no, en estos momentos no –Contestó – ¿Qué pasa?
    -Solo…solo te necesito, te mandaré mi dirección por mensaje ¿está bien? –murmuro –

    -¡Si! No te preocupes iré para allá –Con aquello colgó –

    Gakupo le envió el mensaje donde estaba la dirección del hotel y la habitación en la que se encontraba, dejo el celular nuevamente en la cama, el cual por una larga hora no dejo de sonar constantemente hasta el punto de que la batería pronto se vería agotada, tocaron a su puerta al observar por la mirilla era Kaito.

    Sintió un ligero alivio recorrer su cuerpo al verle abrió la puerta para dejarle pasar y cuando estuvo dentro del cuarto la puerta cerrada antes de que su acompañante formulara una palabra lo abrazo, abrazo ese cuerpo unos centímetros más pequeño que el suyo, se aferró como si su vida dependiera de ello, escucho algunas palabras de Kaito preguntándole; ¿Qué pasaba? entre pasos torpes lo guio a la cama dejándose caer con el joven sobre él aun abrazándolo.

    Kaito levanto la mirada, cuando admiro aquellos ojos llorosos cerro los ojos, apoyo la cabeza en el pecho de Gakupo devolviendo aquel abrazo, no supo cuántas horas se quedaron allí el celular se había apagado por que la batería se descargó de tantas llamadas.

    -Gakupo ¿Te sientes mejor? –Pregunto levantado nuevamente la mirada –

    -Sí, un poco –Contestó –

    -Es sobre… ¿lo que pasa con tu familia? –murmuro ya él sabía de todo lo que estaba perturbando la mente de su amigo, escucho un suspiro con un ligero; Sí –

    -Quiero escapar Kaito, quiero irme lejos, quiero que no sepan de mí… solo… no sé porque tengo estos pensamientos, es como… como si ellos no fueran mi familia, como si no fueran mis amigos, como si ella no fuera mi pareja desde hace ya siete años –Susurro –Como si todos fueran desconocidos… no siento amor hacia mi familia.

    Kaito realmente no podía comprender los sentimientos de su amigo ni mucho menos sus pensamientos pero aun así le apoyaba y a veces le aconsejaba –No creo que sea lo correcto se preocuparan por ti.

    -Pero siento que no tengo vida –respondió –Que solo quieren que trabaje y ya, no me dejan hacer nada más, no puedo estar ni en el patio de la casa hasta que ella o alguien más me encuentra y me regresa a hacer el trabajo.

    -Pero ¿lo has hablado con ellos? –se acomodó un poco para mirarle –

    -Ya lo he hecho, incansablemente, pero… ya te he dicho muchas veces la respuesta…siempre es la misma –Hizo una mueca –Siento que no puedo más.

    -Yo quiero ayudarte –Kaito se acomodó sus rostros estaban muy cerca y el corazón de ambos se encontraban latiendo a gran velocidad, la mirada zafiro se encontraba admirando detalladamente esos mares azules de su acompañante, su acompañante se había quedado silencio se relamió los labios de manera instintiva tragando saliva, Gakupo alejo su mano derecha de la espalda de su amigo para acariciar su mejilla –

    -La única persona que quiero en mi vida eres tu Kaito, la única persona en la que confió –Acariciaba lentamente la mejilla que se estaba tornando de un color rosado por la vergüenza–La única persona que me ha arrancado una sonrisa en tanto tiempo, la que me hace sentir paz y tranquilidad, eres tú –luego de aquellas palabras lo beso, era un beso lento, suave, como si no desearan arruinar el aire que los envolvían se aferraron más al cuerpo del otro, como si fueran tenido sed por años y al fin se le diera la tan preciada agua –

    -Gakupo –Se separaron lentamente tomando nuevamente aire y cuando el nombrado iba a repetir la acción su acompañante se alejó –yo… no pienso que sea lo correcto –murmuro –tú… tienes tu pareja y esto… esto…no –pero le callo con otro beso, se resistió por un momento pero aquellos labios eran demasiado tentadores como para negarse a ellos –Hablaremos. . . –Nuevamente lo alejo logrando respirar –Con tu familia… los dos…y si…nada se soluciona.

    -Me iré… me iré y no regresaré, haré de mi vida lo que deseo –Expreso –pero… ¿me acompañarías?
    Kaito sabía que aquello era arriesgado, que podía perderlo todo, pero aquella adrenalina que corría en su interior, su corazón latiendo de manera tan agitada, esa mirada zafiro tan penetrante y es que desde que se tropezó con él por primera vez sintió una extraña magia recorrerle el cuerpo, porque él le creaba una sensación que allí donde estaba es donde debe estar –Si…lo haré.

    Gakupo sonrió mostrando una sonrisa que solo Kaito le sacaba, lo abrazo y soltó un suspiro dejando caer sus hombros como si todo el peso que sentía en ellos ya no estuviera, al igual que obtenía el debido aire para respirar, porque Kaito era para él un soplo de vida, desde que se hicieron amigos era aquello que aminoraba la gris, lúgubre y sombría vida que llevaba, ¿para qué negarlo? No lo dudaba estaba enamorado de él y sabía que en el momento en que no se negó a aquel beso el joven sentía la misma atracción hacia él.

    -Vayamos a casa y hablemos con ellos entonces –Se levantó tomando su celular que se encontraba apagado –
    Kaito asintió para acompañarlo, en el mismo auto de Gakupo se fueron cuando ingreso a su hogar inmediatamente fue recibido por su pareja y padres, que le pedían una explicación de por qué había desaparecido así y la razón de la que no contestara las llamadas, pero cuando vieron a Kaito detrás de él todo empeoro, su pareja gritaba ¿Qué quién era? ¿Y qué hacía con él? Todo se volvió un viaje de gritos de un lado hacia el otro, nadie entendía nada.

    Gakupo subió furioso a la habitación, Kaito intento calmarlo, la pareja y padres de Gakupo estaban alterados, todo se había tornado extraño de un segundo para otro, Gakupo caminaba de un lado al otro en su habitación decía palabras sin sentidos y varios improperios, Kaito lo miraba intentado tranquilizarlo.

    -Debo irme, quiero irme, no deseo estar más aquí –miro a su acompañante el cual suspiro asintiendo levemente –

    -Si ves que es lo mejor, hazlo –Murmuro, Gakupo le observo un momento el rostro decaído de su amigo, se acercó levantando su barbilla –

    -Sé que quieres ayudar Kaito, sé que deseas que todo vaya mejor, pero las cosas no irán como yo deseo si no hago los debidos cambios -Expreso –Yo necesito hacer esto, no, en mi corazón siento que debo hacerlo.

    -Está bien, hazlo –Comentó –pero dale unos últimos días a tu familia para verte ¿sí? no te vayas así como así.

    -Eres el más bello ángel que he conocido –Sonrió dejando un beso en la frente –

    -Tú también eres una maravillosa persona Gakupo –Correspondió su sonrisa, luego de un rato Kaito se retiró, para sus familiares Gakupo se encontraba mucho más calmado, no lo habían visto así en bastante tiempo, ese chico realmente hacía un cambio en él –

    Cuando le prohibieron volver a hablar con Kaito, Gakupo no dijo nada guardo silencio.
    Su familia y amigos lo veían más calmado, tranquilo, hacia su trabajo, no se escapaba, nada.

    Como si de un momento a otro fuera perdido el espíritu rebelde que él estaba teniendo y eso vaya que les hacía mantener aliviados.

    Hasta que un día que muchos temieron y el motivo por el cual jamás le dejaban solo llego, Gakupo encontró algo que no debía de encontrar.

    -¡Como pudieron hacerme esto! ¡¿Cómo?! –Exclamo enojado – ¡Mantenerme oculto esto!

    -Gakupo…

    -¡No me llames así! ¡Gakupo está muerto! –Vocifero – ¡No soy más que un clon! ¡Una copia barata de ese hombre que ustedes querían en sus vidas! Y yo haciéndome malditos líos mentales pensando que nada encajaba ¡¿Pero cómo demonios se suponía que yo encajara si jamás seré ese tipo?! ¡¿Cómo diablos siquiera quisieron que yo fuera un muerto?! Demonios.

    -Escúchanos

    -¿Escucharlos? ¡¿Escucharlos?! ¡Escucharlos una mierda! ¡No voy a escuchar nada! ¡En más estoy cansado de todos ustedes! ¡Estoy cansado de esta vida miserable! ¡Estoy cansado de no encajar! ¡Estoy cansado de estos recuerdos que no son míos! ¡Estoy hastiado de todo! ¡¿Saben siquiera cuantas veces he pensado yo en matarme por su maldita culpa?! Aunque claro de seguro mi muerte no les importaría porque podrían crear otro estúpido Clon, de seguro el próximo que creen será mucho mejor que este defecto que tiene presente –La traición, el enojo, la irá era presente en su rostro, no dijo nada más solo se fue de allí dando un portazo –

    El auto de Gakupo iba a gran velocidad hasta que se detuvo de golpe, sus manos temblaban y lágrimas salían de sus ojos –un clon…solo un simple clon de un hombre muerte…solo eso…. ¡Solo un clon de un muerto! ¡Una maldita y desdichada copia barata! –Se miró en el espejo y odio su reflejo ese rostro no era suyo ¡Esos recuerdos no eran suyos! ¡Él no tenía nada! ¡Él no había logrado nada!

    Cuando llego con Kaito no dijo nada solo se dejó caer en el sofá soltando un largo suspiro -¿Estás bien? –le pregunte el joven de mirada azulina como el mar –

    -Cerro los ojos un momento y asentía levemente –si –logro salir de sus labios tan suave, tan exhausto –Kaito… tú… ¿me quieres?

    -Si –Contestó –

    -¿por quién soy? ¿Por cómo soy? ¡¿Me quieres a mí?! –pregunto esa mirada zafiro estaba tan llena de dudas y desesperación –

    -Te quiero, porque desde que te conocí me atrajiste, porque algo siempre me llevaba hacia ti, te quiero porte tienes una personalidad maravillosa, por cómo eres conmigo te quiero Gakupo por esas y muchas cosas más –Expreso abrazándolo, el hombre allí correspondió su abrazo aferrándose a él, porque en ese instante se sentía más desesperado que nunca antes –

    -Kaito yo, hare una nueva vida y comenzaré de cero, pero ¿puedo comenzar de cero contigo? –el nombrado solo beso su frente sonriéndole, aceptándolo en silencio –

    él no sabía si decirle a Kaito, que su nombre no era Gakupo Kamui… que ese hombre no existía, pero él no era Gakupo Kamui y solo llevaba ese nombre, porque eso calificativo no hacía quien realmente era él alguien mucho más distintos, con gustos distintos, con deseos distintos, con metas distintas, ambos eran personas muy diferentes…

    Se quedaría con el nombre pero sabía que él jamás sería el mismo.



    Me dijeron que tenía hasta las doce para hacer algo porque mañana tengo que levantarme temprano por trabajo, estoy cansado y tengo mucho sueño, pero esto fue lo que logre hacer, espero les haya gustado y por favor comenten.
    Oyasumi para lo que estén leyéndolo de noche y como yo vayan a dormir.
  13. .

    El aullido de un lobo.



    El cachorro ya no se creía tan pequeño y había buscado independizarse de sus padres, obteniendo su propia madriguera no tan alejada de la cueva de sus padres ni tan cercana a la aldea humana era perfecta para él.

    No estaba fuera del territorio de su padre por lo tanto otros lobos no podían ni osarían atreverse a atacarlo, pero lo que no dejaba el joven lobo era al cachorro humano que ya no era tan cachorro, que se encontraba viviendo en su madriguera y la razón por la que busco tanto independizarse de sus padres era por él.

    No es que el humano estuviera informado de su cambio de piel ni mucho menos, es que un día orgullosos de la madriguera que había construido se la enseño al humano y él desde entonces pasaba largo periodos en su madriguera al lobo no le molestaba de hecho le encantaba tenerlo allí.

    Aoi solía ir a la madriguera del lobo por una sola razón en el orfanato donde él vivía no quería estar más regularmente se escapaba y estaba planeando hacerlo para siempre ¿Por qué razón? por qué había descubierto que las monjas vendían a los niños de allí a hombres ancianos y pedófilos.
    Él ya no era un niño, pero aun así un día intentaron venderlo, él salió corriendo, luego las monjas lo golpearon hasta mantenerlo encerrado, logro escaparse y ahora prefería estar paseando por la aldea vivir con el lobo, todo menos ir al orfanato.
    Un día el lobo observo que el joven humano aun no regresaba era extraño pues le había dicho que pronto regresaría, se preocupó un aullido llego hasta sus oídos, no era el de su padre, no era el de los lobos de las lejanías este era otro aullido.
    Y podía reconocerlo.
    Porque Aoi aullaba de esa manera muchas veces en la noche los dos juntos le habían aullado a la luna, podría reconocer ese aullido le necesitaba.
    Salió corriendo hacia la aldea humana sin importarle nada siguiendo aquel aullido desolador que le llenaba de agonía su pecho, aun si era una trampa o cualquier cosa peor no le importaría, él necesitaba protegerlo, cuidarlo, calmar ese dolor que su aullido le transmitía.

    Entonces lo encontró siendo golpeado por un grupo de humanos, su boca soltaba grande hilos de sangre, sus ojos azules zafiros se enfocaron con los del lobo pedían a gritos ayuda, el lobo no dudo ni un momento en atacar a los humanos, ellos temieron por sus vidas un enorme lobo negro les atacaba.
    Algunos humanos salieron corriendo otros agonizaban en el lugar, hilos de sangre escurrían desde su cuello, el joven se quedó mirando al lobo asesinarlos pero no tenía miedo, su conciencia se iba a y venía de a ratos no podía levantarse los golpes, las quemaduras, las laceraciones eran tantas, el lobo observo la debilidad en el joven y sabía que no podía llevarlo en su forma animal, cambio de forma enfrente de él.

    -Todo estará bien –Acaricio la mejilla del humano –Yo te protejo

    Eso fue lo último que escucho antes de perder la conciencia.


    Solo tengo una cosas que decirles a ustedes mis queridas lectoras ¡Feliz año!
  14. .
    Me había despertado temprano porque estaba de un mejor humor, hice mis deberes rápidamente y me preparé para ir a la universidad.

    -¡Gakupo! –exclamo Len a lo alto y a todo pulmón ¡Demonios! –

    -¿qué quieres enano? –contesté –

    -Solo quiero pasar rato con mi amigo –Sonrió de oreja a oreja –

    -Como sea –Len estaba demasiado cerca de mí, demasiado, se había arreglado mejor que ayer, bueno no debe importarme en lo más mínimo su aspecto y por primera vez cuando Len me andaba jaloneando para que le respondiera me topé con Kaito, miro a Len y luego me miro a mí y se fue ¿eso que vi en sus ojos eran lágrimas? Lo seguí rápidamente –

    -¡Gakupo! –me grito Len pero no lo escuche –

    Comencé a correr persiguiéndolo a Kaito hasta tomarlo del brazo intento resistirse pero lo jale hasta llevarlo a una zona apartada de la universidad, se puso en un rincón a llorar aunque se estaba tapando el rostro con las manos podía oír claramente sus sollozos.

    -Kaito no llores –pronuncie acercándome a él y abrazándolo –

    -debo estar ¿feliz? conseguiste a alguien mejor que yo –murmuro ocultando su rostro en mi pecho –no mereces una basura como yo, él será bueno para ti.

    -¿conseguir? oye Kaito yo no tengo nada con Len –contesté –Es solo un enano que me molesta y no me deja en paz.

    -pero tú no permites que nadie invada tu espacio –respondió –

    -supongamos que le debo un pequeño favor únicamente… pero veo que aún no te amas –me aparte de él para que hiciera una mueca mirando hacia otro lado –Kaito yo, te he amado por muchos años y eso no va a cambiar tan fácilmente no dudes de mi amor por ti ¿bien? –Asintió sonriendo –

    -supongo que solo me sorprendió –soltó una ligera risa –estoy intentándolo enserio que si Gakupo, pero es tan difícil.

    -está bien no te preocupes –acaricie su mejilla para que él me halara de un mechón de mi cabello haciendo que le besara –

    Disfrute de ese beso como de ningún otro había extrañado tanto sus labios, le pegue contra la pared, nuestros cuerpos estaban tan juntos, sus manos pasaron a aferrarse a mis hombros, estaba de puntillas así que le cargue, para que quedara a una mejor altura.

    Nuestras lenguas batallaban la una con la otra, hasta que llegó el momento de separarnos por la falta de aire, no basto mucho tiempo antes de que ya estuviéramos besándonos de nuevo.

    -mh, Gakupo, estoy seguro que eso que siento no es un paquete de mentas –logro pronunciar entre beso y beso –

    -estás en lo cierto no es un paquete de mentas –Sonrió podía ver el deseo en sus ojos y yo también lo deseaba de igual manera o vaya que si –pero… no podemos –quería acercarme nuevamente a sus labios pero si lo hacía no podría resistirme –

    Lentamente bajo, suspire intentado calmarme hasta que fui yo quien fue llevado por Kaito a través de los pasillos de la universidad que se encontraban en esa instancia vacíos porque ya era hora de las clases, nos adentramos al baño que estaba vacío.

    -¿qué estas planeando Kaito? –Pregunte –

    -¿tú qué crees? –Habló cerrando la puerta del baño y sonriéndome –

    -No sé si…

    -oh vamos Gakupo tú lo necesitas yo lo necesito, no es viernes pero ¡Vamos! han sido cinco meses ya –Suspire tenía razón yo le necesitaba –

    -Está bien, ven aquí –le sonreí de manera coqueta para que se acercara a mí –

    -Espera esta vez…yo quiero ser un poco más diferente –Sonrió para hincarse –

    -No me digas que estar en un baño público en el cual podemos ser descubierto por algún trabajador de la universidad y posiblemente ser expulsados por estar realizando algo que no deberíamos te excita –Enarque una ceja observando su sonrisa –

    -y me llena de adrenalina ¿a ti no? además hay que cometer locuras de vez en cuando ¿no? –Sonreí –

    -Si –Desabrocho mi pantalón y bajo el cierre mi cuerpo tembló de ansiedad, cuando sentí como su lengua recorría mis boxes por sobre mi miembro hinchado solté un ligero suspiro sin poder evitarlo – ¿a qué esperas? sácalo sé que quieres

    -Si mi señor –Habló de una manera tan picara, trague saliva mientras bajaba mis boxes para liberar mi miembro otro suspiro escapo de mis labios, sintiendo como sus manos acariciaban desde la base hasta la punta, comenzó a dejar lamidas y besos para meterlo a su boca –

    -oh –Cerré los ojos por un momento para volver a mirarle, le tome de los cabellos para que fuera a un ritmo un poco más rápido me gustaba el sonido que salía de sus labios, le aleje observando como su saliva con un filo hilo de semen escapaban de sus labios, sus ojos estaban invadidos por la bruma del deseo –levántate

    -Si –se levantó para que yo alzara colocándolo sobre los lavamanos, le desabroche los pantalones y se los quite con todo y boxes –está frío –Se quejó por el mármol –

    -ya no sentirás el frío no te preocupes o al menos no le prestarás atención –Sonrió mientras yo pasaba a acariciar su pene, mis manos levantaron un poco su camisa hasta encontrarme con sus pezones, para mordisquearlos y lamerlos –

    -Ah…ah Gakupo –baje nuevamente al encuentro con su miembro, dejando un beso en la punta para luego lamerlo escuchaba sus quejidos que llegaban a hacer un eco en el lugar, sonreí ligeramente para luego meterlo a mi boca, aquel olor fuerte inhumaba mis fosas –oh…cielos Gakupo –sentía como se aferraba a mis hombros, me aleje para volverlo a besar inserte tres de mis dedos en su boca observando, como los lamía y succionaba con su lengua dándome un total y completo espectáculo –
    Saque los dedos para bajarlos hasta su esfínter introduciendo el primero su interior estaba bastante caliente y soltó un suspiro por ello –Alguien ha estado practicando la teoría sin mí.

    -mh…ah…es…ah –se sonrojo mientras yo sonreía, le bese nuevamente su cuerpo se encontraba temblando –Gakupo… por favor –Suplico –

    -¿por favor qué? –Respondí, sus mejillas estaban sumamente rojas –

    -Te necesito dentro de mí –Habló jadeando ante tal pedido no me pude resistir porque Kaito jamás había sido así –

    -Tú lo pediste –contesté me acomode para poder entrar lentamente en su interior se mordió el labio aferrándose a mis hombros –

    -mh…oh –Se quejó comenzando a mover su cadera –más.

    -¿más? –Asintió comencé con estocadas más rápidas que iban más profundo en su interior, oh vaya sí que se sentía bien –mmmhh… ah…Kaito.

    -Gakupo…ah…cielos Gakupo….

    -No grites tan fuerte –me acerque para susurrarle en el oído – ¿quieres que nos descubran? –negó con la cabeza mordiéndose el labio –

    -Mh, Gaku –me gustaba escuchar constantemente sus quejidos –ah…más –Comencé a ir más rápido llegando más profundo en su interior ah, qué bien me apretaba – me vengo.

    -ah –me queje cuando Kaito se corrió me falto poco para venirme pero no podía hacerlo dentro de él, me salí para terminar manchándolo a él, suspire, nos quedamos así un momento, rayos que eso hacía sido demasiado intenso –

    -Podríamos continuar con esto –me sonrió –
    -Tu sabes que sí, pero es hora de irnos –mencione –

    -Lo sé –Respondió para alarme del cabello ¿Qué tiene en contra de mi cabello perfectamente arreglado? me beso, un beso largo, hasta que fui a tomar papel para limpiarlo se arregló y salió del baño al poco tiempo salí yo –

    Aunque perdí una de mis clases, ingrese a la siguiente Len me pregunto a donde me había ido entre otras tantas cosas porque era un enano que no sabía mantener la boca cerrada la mayoría del tiempo lo ignore, pero realmente me sentí más calmado luego de hacerlo nuevamente con Kaito, porque él me hacía tanta falta.
  15. .
    Cuando abrí los ojos observe esa luz clara y molesta, uh… no recuerdo bien, estaba saliendo dirigiéndome a mi departamento para toparme con Gakupo quien me iba a dar mi buena dosis de helado mi medicina favorita hasta que… Meiko, ella golpeaba contra mi auto.

    -Veo que has despertado –Hablo alguien, un doctor –que bueno, no hemos llamado a ningún familiar ya que no tiene familiares cercanos.

    -¿y Gakupo? –pregunte –

    -¿Es un familiar? –me pregunto –

    -Es mi novio –contesté, el medico asintió –

    Hizo unos chequeos para que luego se retirara me dijo que tenía un brazo lastimado, además de que había tenido una operación por sacarme vidrios incrustados en mi cuerpo, la colisión podía haberme dejado con heridas más graves, en coma o peor aún muerto, pero que no paso a peores gracias a Dios.
    Lastimosamente me tenía que quedarme algunos días en el hospital para observar mi avance, suspire mirando por la ventana será muy aburrido estar aquí sin hacer absolutamente nada, mire mi brazo lastimado, esto no le gustará nada a la editorial.

    ¡Cierto! ¡La editorial! Llame a una de las enfermeras para que me comunicara con algunos de la editorial por suerte no era el Sr. Hiyama, era el presidente de la editorial quien se presento estuvo hablando conmigo preguntándome ¿Qué había sucedido? Yo le conté lo que había pasado él no podía creerse que Meiko fuera la causante de mi accidente.
    Pero también me conto que esa misma noche se fue del país, suspire por lo que había pasado, el presidente de la editorial hablo conmigo sobre que iban a atrapar a Meiko por lo que había hecho, nada se podía quedar sin justicia y mucho menos algo que hizo sin lógica o razón alguna.

    El presidente de la editorial se retiró porque además de hacer lo de Meiko tenía que atender unos asuntos importantes y hablar con la prensa que querían saber sobre mi estado de salud, ya que se había revelado que yo era Aisu, en la tarde me llegaron muchos regalos todo de mis fans esperando que mejorara mi salud.
    Peluches, chocolates, arreglos florales, globos con dedicatorias, cartas, tarjetas, jamás me había sentido tan querido, estaba tan feliz por recibirlos, cuando la tarde estaba casi cayendo un gran alboroto se hizo afuera, la puerta se abrió de golpe para rebelar a Gakupo que al verme sonrió se veía mal hasta que dos hombres vestidos con uniforme de guarda espaldas lo sujetaron.

    -¡Suélteme! –Exclamo Gakupo –Ustedes mastodontes sordos GRR –Gruño cuando lo golpearon, los doctores no dejaban de gritar órdenes las enfermeras de intentar calmar todo, Gakupo pataleaba y todo se movía en cámara lenta –

    -¡Alto! ¡Suéltenlo! –Pedí – él es Gakupo Kamui ¡Es mi novio!
    Todos se detuvieron y al fin los guarda espaldas soltaron a Gakupo, suspiro para que los doctores se disculparan los hombres se retiraran y le accedieran el paso a Gakupo, suspiro para sentarse en la silla respiraba con bastante agitación y había un moretón en su mejilla, me sonrió con su labio roto le mire preocupado.

    -¿Qué paso? –pregunte –

    -Yo también estoy encantado de verte querido –menciono mientras yo sonreía –Estuve desde que me enteré del accidente intentado entrar –Expreso –. . . –Tomó una gran bocanada de aire –pero esos mastodontes no me dejaban entrar, yo les hablaba de que me dejaran entrar de que era tu novio pero aun así solo pensaron que era otro fan enloquecido.

    -Pero yo le avise a un doctor que tú eras mi novio –Pronuncie se encogió de hombros por ello –

    -Cuando no pude esperar más logre colarme y bueno este fue el resultado –Señalando a su mejilla magullada y su labio roto –pero noquee a dos de ellos.

    -¿Cuántos eran? –pregunte –

    -Estoy muy bien gracias, todo valió la pena si pude volver a verte dulzura –Sonrió –Eran cuatro noquee a dos por eso me golpearon con más ganas

    -Extendí mi mano hacia él para que se acercara y propinarle un beso en los labios –lo siento, no pude ir a cenar.

    -No te preocupes lo que me alegra es que estés bien –respondió sonreí –Te amo dulzura.

    -Yo también te amo querido –Respondí acariciando su cabello –

    Las enfermeras volvieron para atender las heridas que los guardaespaldas habían causado en Gakupo, luego de eso nos quedamos un rato hablando hasta que se hizo de noche, observarlo allí sentado durmiendo con algunas curas en su rostro y unos parches fríos, me hizo pensar en ciertas cosas que no he hecho en mi vida.

    Tengo ya veintisiete casi veintiocho años, me han faltado tantas cosas por hacer de las que me he cohibido durante todo este tiempo, memorizando en mi accidente estuve tan, pero tan cerca de la muerte ¡Y no he disfrutado absolutamente nada! No lo he hecho, no digo que salir a la disco y tomar es lo que deseo hacer.

    No, es todo lo contrario ¡Quiero viajar! ¡Quiero conocer! ¡Explorar nuevos horizontes! Y cielos no he hecho definitivamente nada de eso, además de comer como un enloquecido, arrepentirme hacer gimnasio y luego de rebajar volverme a comer como un enloquecido en un obscuro y amargo circulo vicioso.
    Entonces una pequeña idea llego a mi mente y sonreí ¡Oh vaya que sería una grandiosa idea!


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