Posts written by †‹ELIANN›†

  1. .
    Pues continuación
  2. .
    Lo siento, lo volví a olvidar.

    No era la primera vez que pasaba y él lo sabía, desde el momento en que decidió casarse con él y pasar una eternidad a su lado, su tan amado Kaito era una persona muy olvidadiza y eso jamás le importo.

    Se olvidaba de cumpleaños, festividades, aniversarios entre otras cosas pero eso siempre estuvo bien.

    Después de todo se conocían desde niño, salían desde la segundaría, se casaron, sus dos hijos ya eran mayores de edad, estaban graduados y tenían un trabajo estable.

    Ellos tenían toda una vida, juntos y a veces el tiempo es insuficiente, pero aquello le cayó de un golpe pesado.

    -Señor Kamui, sé muy bien que esta noticia le caerá mal pero su pareja está en principios de Alzhéimer –Habló el doctor, el hombre nombrado se quedó completamente callado, ya tenía las sospechas pero aun así, deseaba que no fuera eso –Hay un tratamiento que puede llevar que lo ayudara.

    -Gracias –murmuro, estaba en un estado de silencio total que el doctor no podía creer, otras personas fueran empezado a llorar, pero él no lo hacía, simplemente se quedó en aquel silencio sepulcral pensando en miles de cosas –

    Solo la persona que le conocía de toda la vida sabía que estaba triste, que buscaba soluciones para salir de ello, o poder soportarlo, se levantó tomando el panfleto que le había dado el doctor y las indicaciones le agradeció nuevamente y salió, allí en la sala de espera lo estaba esperando su pareja con una sonrisa.

    -¿Qué ocurre? –le pregunto, observo aquellos ojos zafiros sabiendo que su pareja no estaba bien, Gakupo le sonrió le alboroto el cabello aquellas hebras que ya no eran tan azules como antes, pues algunas blancas habían crecido en su contorno –

    -No es nada –pronuncio, Kaito quería preguntar pero simplemente asintió llevaban toda una vida conociéndose sabía que no quería hablar de ello en esos momentos, así que se lo preguntaría en otro momento –

    Gakupo les había informado a sus hijos quienes si lloraron al saber la noticia, Kaito podía encontrar a su pareja sentado en el sofá pensativo mirando hacia la nada, quería preguntarle pero a veces sin querer simplemente se le olvidaba lo que debía preguntarle.

    -¿Gaku tú lavaste los trastes? –Le pregunto –iba a lavarlos pero ya estaban lavados.

    -“Tú lo hiciste” –Era la respuesta que debía de darle pero solo le sonrió –Si, lo hice.

    -oh, bueno ¿Te comiste mi helado verdad? –Le reclamo, Gakupo solamente río también se le había olvidado –

    -Lo siento, tenía antojos de algo dulce –expreso levantándose –

    -¡Pero porque mi helado! –Hizo un puchero por ello, ah su Kaito jamás dejaría de ser el mismo y eso le encantaba de él –
    -fue lo primero que encontré –la mirada de reproche de su pareja solo le hacía feliz pero al mismo tiempo una tristeza mayor albergaba su corazón – ¿Qué tal si salimos a comprar más helado?

    -Bueno pero eso no hará que siga menos enojado contigo por comerte mi último helado –Expreso –Bueno, solo un poquito.

    Aquello simplemente fue empeorando y Gakupo lo sabía conforme los años pasaban Kaito no recordaba ni a sus propios hijos, a sus nietos sí, pero a sus hijos y eso a los gemelos le dolía ¿Cómo podía olvidar todos los recuerdos que habían creado? pero no era que él no deseara solo estaba allí.
    -Padre –Habló el mayor de los gemelos quien le había visitado –papá pregunta por ti.

    -Lo sé –murmuro –De seguro se le olvidará.

    -No sé qué hacer, no soy tan fuerte como tú –Expreso mordiéndose el labio –No sé –El mayor de los dos simplemente río acariciando aquellas hebras moradas intentado reconfortarlo –

    -Todo estará bien Murasaki –comentó –Son cosas que no podemos evitar, él no tiene la culpa.

    -Lo sé, es solo que me pone muy triste que siempre me pregunte ¿quién soy? y luego me pregunte por ti cuando él debe saber que estas hospitalizado –murmuro –

    -Murasaki –expreso –Quiero que traigas a Kaito ¿sí? necesito ver al amor de mi vida una vez más lo extraño mucho.

    -El nombrado solo sonrió, ambos se amaban desde hace tanto y un amor como el que ambos tenían él lo deseaba –Claro yo lo traeré.

    Se despidió cuando el horario de visitas termino, recordando cosas, como el hecho de haber sido adoptado por ellos dos cuando él y su hermano tenían cinco años de edad, no querían separarse por esa razón nadie los había adoptado hasta que ellos lo hicieron, fue difícil acostumbrarse pero con el tiempo lo hicieron, eran una pareja demasiado amorosa.

    Nunca les falto nada, nunca pasaron hambre, siempre tuvieron todo lo que desearon y se habían convertido en lo que ellos querían pero los años no pueden quedarse atrás ¿no es así? suspiro llegando a su casa, su pareja le regalo una sonrisa triste la cual él correspondió dejando un beso en sus labios.

    Miro a su papá quien se encontraba en la habitación que le habían preparado ya que no podía dejarlo viviendo solo, se le acerco aquellos ojos azules mar le miraron con una gran tristeza.

    -Hola papá –murmuro inmediatamente no le respondió pues no le recordaba ¿quién era? –

    -Hola –Susurro, había cosa que olvidaba y lo sabía, pero aun así lo que no entendía era qué olvidaba – ¿sabes dónde está Gaku? –Le pregunto, quería verlo, porque se sentía mal y cuando lo viera sabía que estaría mejor –

    -Si mañana te llevaré a verlo –Respondió el brillo en los ojos de su papá de felicidad le hizo sonreír levemente –

    -¡Gracias! –Exclamo emocionado –

    Su hijo solo asintió para luego retirarse de la habitación, el día siguiente sería uno muy agitado hablando de manera psicológica, cerró los ojos respiro profundo y siguió, en esos instante deseaba ser tan fuerte como su padre porque los deseo que tenía en esos momentos era de echarse a llorar como un niño pequeño en los brazos de su papá sintiéndose protegido y que luego llegara su padre con un helado de vainilla y de uva para él, luego su gemelo llegaría y estarían en un momento familiar.

    Sintiéndose feliz, alejando todo dolor y problema.

    Pero ya no era un niño. . . el tiempo no se detenía seguía avanzando sin que él lograra hacer algo al respecto.
    Estuvo hablando con su pareja durante un largo rato, le dio el beso de buenas noches a su hijo, le deseo buenas noches a su papá y se acostó, con ese dolor en el pecho sin saber que hacer realmente con ese descosido.

    Esa mañana temprano reunió a sus padres, ambos se veían felices estando el uno con el otro, nuevamente ese dolor en su pecho se hacía más grande, porque algo le decía que aquello, parecía más una despedida que una reunión.

    Así era él nunca supo que palabras le dijo su padre a su papá, preguntarle era absurdo pues sabía que ya las había olvidado, pero el médico le había dicho que su padre había dado su última exhalación.

    Ver a su papá buscando y rogando por su padre era un gran dolor a su pecho, escucharle preguntar ¿sabes dónde está Gaku? y no poderle dar respuesta alguna.

    Kaito lo sabía pero no recordaba ¿por qué? ¿Por qué el dolor en su pecho que parecía querer asfixiarlo? nadie le decía nada, como siempre, le miraban como si se apiadaran de él, odiaba esa mirada, porque no sabía el por qué ¿por qué se apiadan de él? ¿Por qué lo tratan como a un tonto? como a un niño ingenuo, estaba cansado se sentía triste quería ver a Gakupo, pero no sabía dónde estaba o tal vez si no lo recordaba, odiaba no poder recordar.

    No poder recordar ¿Quiénes eran esas personas que lo trataban tan bien? ¿Quiénes eran esos niños? ¿Quién era el chico de cabello azul y ojos zafiro que le visitaba de vez en cuando y que le llamaba papá? hay cosas que olvida pero quiere recordar pero no puede recordar y eso le molestaba.

    Esa tarde cuando la pareja del joven de cabellos morados que lo trataba tan bien se había retirado un leve destello llego a su mente y tenía que salir, tenía que ir a donde su mente lo llevaba a ese recuerdo, fue difícil, salió a la calle y se perdió, para luego pedir un taxi y llegar al lugar.

    Camino y camino, perdiéndose por el camino por no poder recordarlo y a veces solamente se maldecía a si mismo por no poder seguir bien el camino que su mente le indicaba, hasta que en la última exhalación de ese leve destello en su mente lo logro, las lágrimas llegaron a sus ojos y dejo caer un suspiro de su vida.

    Lo sabía, siempre lo supo, su Gaku no regresaría pero siempre lo olvidaba, siempre lo olvidaba pero no quería y esa tumba lo indicaba, pero esas personas para no lastimarlo le decían que él estaba comprando helados o haciendo un trabajo, quería creerlo pero su razón le decía que todo era mentira.

    Se quedó allí sentado llorándolo, no sabía cómo regresar ¿regresar a dónde? ¿Dónde debía regresar si toda su vida estaba allí? en recuerdos enterrados, su hijo lo encontró allí al anochecer estaba dormido en la tumba de su padre, un gran dolor llego a su pecho.

    Llevaban horas y horas buscándolo, para encontrarlo allí en el lugar donde descansaba el hombre que él tanto amo desde que era un niño, no sabía cómo llego allí, como recordaba ese lugar exacto aun así lo despertó, su papá en un principio se asustó pero al poco tiempo acepto.

    Lo llevo de regreso a su casa, al caparazón vacío de su papá, porque era lo único que le quedaba de su pasado al cual deseaba aferrarse.

    Su papá comenzó a hacer lo mismo todo los días, se iba solo nadie sabía cómo llegaba pero lo encontraban allí en el cementerio en la tumba de su padre, con lágrimas secas en su mejilla y lamentándose, lamentándose el no recordar.

    No pudieron seguir manteniéndolo pues su papá un día tenía una mano fracturada por ello así que tuvieron que intentarlo.

    Escuchar en la tarde los gritos de súplica de su papá por ir a ver a su padre, una y otra vez todas las tardes hasta que su voz se quebraba y no podía seguir gritando por el dolor en su garganta se echaba a llorar.

    Y él no sabía qué hacer, no sabía cómo aliviar el dolor de su papá porque él no era su padre, porque alguien que se había ido era el único que podía hacerlo feliz nuevamente, todas las noches se encontraba llorando, llorando por lo que pasaba por no poder detenerlo, si alguien cuando niño le hubiera dicho que esto llegaría a pasar hubiera deseado jamás ser adulto y quedarse toda la vida con sus padres.

    Luego de dos años un día cuando fue al lugar donde estaba internado su papá en la mañana como siempre lo hacía, luego se iría a trabajar y regresaría a la tarde hasta que la noche cayera, pero aquella mirada que le regalaron los enfermero le dijeron cosas que no deseaba saber, salió corriendo hasta llegar al cuarto perteneciente a su papá, para encontrarlo vacío y que un doctor solo le mirara negando.

    Se dejó resbalar ahogando un grito agónico en su garganta en ningún momento pudo hacer algo para ayudarlo, por no poder hacer nada por aquel ser que le había dado tanto en su vida y lloro, lloro como si fuera un niño, sabiendo que sus padres no llegarían para él, sabiendo que no estaría en el regazo de su papá, no escucharía a su padre tocar la puerta y luego mostraría dos helados, entonces su hermano llegaría asomándose por el hombro de su papá sonriéndole diciéndole; todo estará bien.

    No, porque ya no había nadie para él, se sentía tan vacío y destrozado.

    Los doctores el dijeron que intentaron calmarlo porque durante toda la noche él había estado gritando por su pareja molestando a los demás pacientes, se había instalado en un rincón no dejando que los enfermeros lo tocaran en un momento dijo; Gaku viniste por mí.

    Suspiro más tranquilo y luego cerro los ojos, aquello lo dejo aun dolido pero se tranquilizó como pudo para hacer lo correcto.

    Al lado de la tumba de su padre estaba la de su papá porque no podían mantenerlos separados nunca y él sabía que en algún lugar ellos volvían a estar juntos.
  3. .
    Que cansancio (recién llego del trabajo)
    Esta muy bueno el oneshot.
    Me fuera gustado también a mi saber que paso.
    si mucho más que decir me retiro sayonara.
  4. .

    Silencio.



    Cuando el lobo se recuperó el zorro se mantuvo tranquilo, callado, taciturno, perdido en los confines de sus pensamientos cosa que alertaba a su pareja ¿qué le pasaba? ¿Había hecho algo mal? ¿Por qué se encontraba en ese estado?

    El zorro se encontraba alejado de la cueva con sus pies metidos en el río desde que su pareja había enseñado a cazar al cachorro sentía que el pequeño poco a poco estaba madurando.

    -Kaito –Habló el lobo a sus espaldas acercándose – ¿qué ocurre?

    -Nada –Respondió sin mirarle realmente –

    -Habló enserio –contestó el lobo sentándose a su lado –

    -Yo igual –Profirió pero aun no le miraba –

    -Kaito, no puedes ocultarme nada a mí ¿qué te pasa? –Pregunto acariciando el hombro del zorro, las orejas del zorro cayeron dándole una mirada muy triste a su acompañante –


    -Tengo miedo Gakupo, mucho miedo –Susurro –

    -¿de qué? –indago –

    -De perderte… nunca había tenido tanto miedo desde…desde ese día yo. . .

    -No me perderás Kaito –Respondió –
    -¡Tú no lo sabes! –Exclamo – ¡No eres inmortal Gakupo!. . .no lo eres ¡Yo los he perdido a todos! A todo en mi vida…yo siempre estaba solo y sin compañía y ahora que te tengo, ahora que me di cuenta de este miedo de saber que no eres tan fuerte, tan invencible como yo creía…pensar…que algún día te perdería, que algún día te perderé… no, no quiero, no quiero volver a pasar por ese dolor, no quiero estar solo otra vez Gakupo.

    -No lo estarás yo siempre estaré aquí para ti –Le abrazo por un momento se resistió pero luego se dejó envolver por sus brazos –Yo siempre estaré para ti –Acaricio su cabello sintiendo como el zorro comenzaba a llorar –

    -Yo quiero creerte pero la vida me ha enseñado que no es verdad –Hipo, temblaba el dolor en su pecho era fuerte, no quería pasar nuevamente por la soledad no más, no podía volver a soportarlo –

    -Yo te enseñaré que no es así que yo siempre estaré para ti –El zorro se alejó de pecho del lobo observándole, esos ojos mares se mostraban acuosos tristes y torturados –Yo no moriré por ti, yo viviré para ti, para que puedas sonreír, para que seas feliz estando conmigo y yo siempre contigo.

    -¿me lo juras? –pregunto secándose las lágrimas –

    -Te lo juro –Respondió el zorro sonrió ligeramente para asentir –

    -Bien –Se aferró al lobo –

    Cuando el cachorro se acercó al río observo a sus padres abrazados haciéndose mimos sonrió y decidió no interrumpirlos yéndose por otro camino, necesitaban ese momento solo para ellos dos.

  5. .
    Es que el sacrificio de la novia no sé me suena a tipo zombie...
    pero bueno...
    este... estuvo bueno el final.
    bueno yo quería saber más del hard.
    pero no me quejo.
    Nos leemos sayonara.
  6. .
    Me llaman la atención secreto feroz y las plumas del arpía.
    Sacrificio de novia por alguna razón me suena a necrofilia.

    mhh... tengo pensando un dibujo de Gakupo arpía o un Kaito igual
    yo me voy por la arpía.
    me retiro sayonara.
  7. .
    Si yo lo dibuje....wi más para leer.
    No sé que decir estoy cansado.
    así que continuación
  8. .
    Oh rayos...oh rayos..oh rayos
    ¡¿Por qué me dejas así?!
    Yo quiero saber...
    Continuación la necesito !!!!
  9. .

    Lluvia.



    Dicen que la lluvia es pasajera, pero ¿qué puedes hacer cuando llueve dentro de ti? cuando la tormenta que arrecia está en ti mismo, no puedes salir de esa profunda oscuridad de ese frío que a los huesos te llega a calar y la ropa mojada no se secara, a lo lejos el sol no saldrá ni un arcoíris brillando diciendo que todo mejorara.

    Porque no podía evitar estar encerrado en su habitación mirando hacia la pared mientras siente que la vida se le escapa con cada respiración, las lágrimas salen de sus ojos y el dolor en su pecho parece consumirle tan lenta como dolorosa.

    Hace unos días fue su cumpleaños debía ser un evento feliz pero no lo fue.

    Porque todo acabo ese mismo día.

    De solo pensarlo la garganta parecía cerrársele y el dolor se aferraba más a su pecho como si fuera a consumirlo se sujetaba a las sabanas como si esto aminorara el dolor, un grito silencioso y desgarrador salió de sus labios con incontables lágrimas de los mares que tenía por ojos ahora tan rojos e hinchados.

    Nadie nunca piensa que todo terminaría de esa manera.

    Nadie nunca espera que un amor tan bello acabe así.

    Nadie piensa que al tener un amor tan perfecto como él sentía tenerlo lograra tener un final.

    Pero era así y aquello le estaba haciendo pedazos.

    Todo estaba tan bien él pensaba que era así, ellos eran felices, no era una pareja que discutieran tan seguido y mayormente solían arreglarlo a la hora o al día siguiente ninguno podía durar tanto tiempo molesto con el otro.


    Gakupo era alguien romántico quien siempre tenía un detalle hacia él, sea una canción, un chocolate, helados, un verso, un oso, cualquier cosa siempre lo sorprendía.

    Pero todo cambio el día de su cumpleaños aquel donde Gakupo dijo tenerle planeada una sorpresa y se llevó la sorpresa de su vida.

    -Vamos a encontrarnos en el parque de siempre a las nueve de la mañana –Fueron sus palabras –pasaremos el día juntos.

    El afirmo que lo esperaría y así fue, llego allí a las nueve con diez minutos pero Gakupo no estaba se sentó a esperarlo, pasaron las horas y horas, llamaba a su celular y no respondía, no lo entendía ¿Dónde estaba? duro allí hasta la seis de la tarde más que molesto estaba triste ¿qué pudo presentársele a Gakupo que no le envió ni un mensaje diciéndole que no iría? se fue hacia la casa de los padres de su pareja para ver si estaba allá necesitaba saber el por qué.

    Llego a la casa y todo se encontraban llorando no lo entendía ¿qué pasaba? hasta que el padre de Gakupo le hablo diciéndole aquellas palabras que lo dejaron muerto en vida.

    -Gakupo fue asaltado de camino al parque recibió dos disparos uno en el pecho y otro en el abdomen no sobrevivió –El dolor que llego a su pecho no se comparaba a ninguno que había sentido antes, las piernas le temblaban y se dejó caer al no soportar su peso –

    El grito agónico que salió de sus labios por el dolor que invadía no solo su corazón si no también su alma, no importa que pensara que Gakupo era fuerte que él podía cuidarse solo, al final no dejaba de ser un ser humano ¿verdad? un ser humano…un simple ser humano…que le fue arrebatado.

    Se sentía perdido sin saber que hacer ¿qué podía hacer? todo parecía una pesadilla un mal sueño pero no importaba que tanto se pellizcara jamás despertaría, era tan irreal... aquello era demasiado irreal.

    No, no él no quería creerlo, no quería creer que Gakupo su Gakupo se encontrara muerto no podía ser posible, todo debía ser una mala broma, si…no…no podía ser posible… ¿por qué? ¿Por qué hoy? ¿Por qué en un día que jamás olvidaría?

    Odiaba aquel que le había arrebatado el amor de su vida.

    Y se preguntaba ¿qué tanto tuvo que sufrir Gakupo? ¿Cuánto había tenido que durar con vida sabiendo que él no llegaría? ¿Qué no podría verlo por última vez? ¿Qué no cumpliría su promesa? y las lágrimas volvía a sus ojos y el dolor se hacía más fuerte.

    ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? se preguntaba una y otra vez ¿por qué había pasado eso? ¿Por qué lo habían alejado de él? ¿Por qué?

    Kaito no celebro su cumpleaños cuando llego a su casa, no soplo las velas, no quiso hablar con su familia se encerró en su habitación a llorar toda la noche.

    Al día siguiente velaron a su amado y era tan irreal verlo allí, como si estuviera durmiendo en aquel traje que lo hacía ver tan apuesto, todo parecía una farsa, una simple ilusión, una mentira, quería decirle despierta Gakupo, por favor despierta, buscar en él en mínimo atisbo de respiración y decir sigue con vida.

    Pero no importaba nada… no era así.

    Y ahí cuando aquel agujero sería su último paradero y la tierra le dijera que jamás podía verlo deseo lanzarse allí quedarse con él morir en ese instante.

    Pero sus piernas no pudieron, el brazo en su hombro que intentaba brindarle confort no lo dejo, los sueños que ambos desearon realizar lo mantenían allí.

    Desde ese día Kaito se encontraba llorando y cuando dejo de llorar fue como si toda la felicidad fuera sido extraída de él, ya no era el mismo chico feliz y sonriente, ya no era alguien animado se encontraba sumamente serio con una expresión perdida en la nada.

    Cuando Gakupo murió el Kaito alegre murió con el dejando a un cascaron vacío, quien no volvió a celebrar su cumpleaños, quien en contada ocasiones sonreía y fue en el momento en el que logro el sueño de ambos volverse un gran cantante.

    Kaito cumplió el sueños de los dos, porque solo cantando podía volver a vivir, porque solo cantando podía sentir a Gakupo con él.

    Porque solo cantando olvidaba el dolor dentro de él.

    Porque solo cantando escuchaba la voz de Gakupo cantar con él.

    Porque solo cantando la lluvia dentro de él aminoraba y se volvía solo una pequeña llovizna.

    Porque solo cantando olvidaba que él también estaba muerto por dentro.


    Estás dos historias ligan dos pedidos el de
    Love Light que quería lluvia y el de Fantasmita-chan
    Quien había pedido este desde hace tiempo.
    Bueno si más me retiro sayonara.

    me siento sad.
  10. .
    Pues yo digo que continuación.
    Por mi está bien por que en cada momento
    se hace más interesante.

    Edited by †‹ELIANN›† - 29/9/2017, 02:17
  11. .

    Otoño.



    Kaito odiaba cuando caía el otoño a diferencia de muchos, el otoño significaba que ya vendría el invierno con eso él se congelaría del frío, ya que vivía en un granero, Kaito no conocía a sus padres de hecho lo dejaron tirado en algún rincón, la criada de una familia rica lo recogió a partir de los siete años comenzó a vivir en el granero junto con los caballos.

    Y allí estaba en el bosque recogiendo leña para la chimenea que nunca vería y no sentiría durante el frío invierno, el gélido aire le calaba los huesos su ropa eran muy ligera, tal vez ese invierno si moriría pero realmente no era que le doliera así no molestaría a nadie ya.

    Hasta que observo una gran llamarada de fuego, cualquiera se fuera congelado donde estaba porque una llamarada de ese tamaño solo significaba una cosa un dragón estaba cerca pero Kaito no sintió miedo al contrario se acercó, hasta que lo observo de cerca un magnifico ejemplar de dragón de color negro y cuyas escamas resplandecían en morado al ser reflejadas por el sol, estaba luchando con un grupo de caballeros a los cuales todos destruyo parecía una gran masacre.

    La sangre manchaba la tierra los caballeros estaban desmembrados o calcinados y el olor a carne quemada era fuerte, cuando acabo con los soldados la mirada del dragón y la de él se enfocaron su cuerpo sintió un escalofrío trago saliva, los ojos violetas de la criatura estaban atentos a los suyos, Kaito sabía que podía matarlo de un solo mordisco pero hace tanto que no le temía a la muerte, dejo caer la poca leña que había recogido para acercarse de manera lenta al dragón, el feroz ser no se movió de su lugar y el niño logro tocarlo sus escamas eran tan cálidas y su piel estaba tan fría.

    Escucho un ligero gruñido la larga cola del animal lo termino alzando para acabar en la espalda cerca de aquellas enormes alas, ¿moriría? no lo sabía ¿qué pasaría? tampoco le importaba, se acostó en su espalda sintiendo la calidez que le generaba y allí estuvo tranquilo.

    Ahora que habían pasado diez años pensaba que aquello que había hecho cuando niño era una total y completa locura, en primera por haberse acercado a un ser tan letal como lo era un dragón en segunda porque en ningún momento tuvo miedo.
    Pero allí estaba en otro otoño acercándose a la cueva del dragón porque era mejor pasar los días en la cueva cálida que le pertenecía al dragón que pasarlos en el granero a pesar de que sus jefes se enojarían con él por perderse otro invierno y de seguro lo lacerarían con el látigo no le importaba en realidad, sus brazos, piernas y espalda tenían heridas procedentes de sus congéneres y ni una sola procedente del letal y feroz animal cuya cueva visitaba casi todo los días y en la cual se hospedaba los otoños e inviernos.

    -Bienvenido de vuelta –le hablaron Kaito sonrió rápidamente se había dado cuenta de su presencia –

    -Estoy de vuelta –Expreso, sintió el olor de algo que se cocinaba para adentrarse más a la cueva allí en una olla estaba hirviendo un caldo – ¿qué es?


    -Lagarto –menciono –

    -¿eso no es canibalismo? –Ironizo para que el dragón le mirara de manera seria –bromeo, huele bien.


    -Recogí algunos de esos vegetales que tanto te gusta traer –comentó mientras observaba como el joven se acercaba a la olla hirviente –No sé en qué momento pueda estar listo.


    -le falta poco –pronuncio con una sonrisa –hiciste esto por mi ¿eh? –El dragón se encogió de hombros –Gracias Gakupo.


    -Desbaste toda una aldea consiguiendo esos vegetales además de que me traje algunos animales de ganado –Kaito rio –


    -Nunca dejarás de hacerlo ¿eh? –Volteó a mirarlo aquella característica forma casi humana que el dragón solía utilizar estando con él, exceptuando las grandes alas en su espalda, los colmillos y sus afiladas garras podía parecer un humano, sus ojos también cambiaban de color volviéndose zafiros pero igual de salvajes que todo de él –


    -Yo solo fui por vegetales ellos me atacaron los destruí simple y fácil –Le restó importancia –


    La cueva que le pertenecía al dragón era grande, al fondo de esta había diversos tesoros porque a Gakupo le llamaban mucho la atención las cosas brillantes, objetos hecho de plata y oro además de diamantes, más al fondo estaba el ganado que él había dicho encerrados en una jaula que el mismo Kaito tiempo atrás había construido por el mismo motivo Gakupo solía traer presas vivas y era un desperdicio perderlas.


    -¿Puedes bajar la olla? –Habló para que el dragón se levantara alejando la olla del fuego –

    Comieron en completo silencio disfrutando la compañía del otro, Gakupo a veces le contaba a Kaito las cosas sobre el universo que él sabía Kaito lo escuchaba atentamente porque apreciaba más la compañía de Gakupo que de sus semejantes, pero Gakupo no le permitía estar tanto tiempo con él porque Kaito debía estar con los suyos.

    Los dragones eran seres solitarios los cuales se unían en grupo en muy raras ocasiones y dependiendo de qué tipo de dragón eran, Gakupo era un dragón de lo más raro solo había pocos de su especie y eran desdeñados por los otros, eran de la clase de dragones que podían tomar forma humana, pero conocido por ser los más peligrosos, en muy raras y contadas ocasiones venían caballeros a acabar con el dragón que habitaba esa cueva terminando como los anteriores muertos.

    Llegando a la montaña se podían apreciar distintos cuerpos de guerreros ya muertos por intentar derrotar al dragón que allí vivía, algunos tenían siento de miles de años y aunque decían que los dragones devoraban humanos eso era mucha mentira, a Gakupo no le gustaba la carne humana prefería de otros animales.

    Aunque Gakupo no se lo permitía al final Kaito termino quedándose con él todo el tiempo, porque él no deseaba estar con las personas que lo maltrataban constantemente y le hacían sentir poca cosa por haber sido abandonado, nunca conoció a sus padres y nunca sintió el amor luego de haber conocido al dragón.

    Sentirse protegido por alguien.

    Sentirse querido y cuidado.

    No había sensación más reconfortante que la que tenía estando al lado del dragón mientras paseaban por el bosque en busca de agua y algunos frutos.

    Aunque el dragón no sabía lo que era el amor lo que sentía por ese joven de grande ojos azules era eso pero no le había dado nombre.

    Y aunque Kaito nunca había recibido amor sentía que esa palabra era lo que descría aquel sentimiento que le generaba el dragón.

    En la profundidad del bosque puedes ver a un dúo muy extraño de un dragón junto a un humano.

    La llegada del otoño solo significaba que dormiría arropado entre las grandes alas de un enorme dragón y eso no era tan malo.


    kyouya_loveless Gracias por tu comentario aunque bastante largo me gusto.

    Espero más :D
    Igualmente de
    Yanis Zhigure1
    Fantasmista-chan
    Y Bell
    Porque me siento feliz cuando comentan.
    Sin más me retiro sayonara.
  12. .

    Verano.




    Pensó que ese verano sería uno cualquiera ni tendría diferencias con los otros irían a acampar al bosque como todos los años junto a sus padres y hermanos luego Akaito le haría una mala broma, después Zeito intentaría perderlo en el bosque y por último Mokaito y Kamaito lo buscarían obligando a sus dos idiotas hermanos que lo buscasen por inconscientes y tarados.

    Tal vez Taito intentaría matarlo con una motosierra eso sería lo distinto lo vio meterla en el maletero en la noche.

    Suspiro para dejarse caer en su cama fuera preferido quedarse en casa a pasar el verano con sus amigos, salir a la playa con Miku, ir a la piscina con Meiko, esquiar con Luki, otra cosa, cualquier cosa menos ir a acampar al bosque como todos los años.

    Esa misma mañana tendría que salir temprano, cerró su puerta y ventanas con pasador porque no sabía de esa manía que tenía Taito por querer matarlo aunque bueno también lo hacía con Nigaito y con Daito, así que no se sentía el único en amenaza de muerte constante por su hermano, un punto a favor.

    Temprano en la mañana su padre los despertó y aun de mal humor se levantó sin ganas realmente de ir se preparó para estar durante cuatro horas en un auto junto a sus hermanos, preparo sus audífonos para ignorarlos de la manera épica en la que siempre lo hacía, los cantos de emoción de Nigaito, las cosas de Kizaito, los intentos de asesinato de Taito entre otras cosas locas de su demente familia.

    Estuvo mirando por la ventana comiendo algunas golosinas y a veces volteaba a mirar hacia sus hermanos para encontrar con que Akaito estaba discutiendo con Kamaito y luego Kamaito le daba la paliza de su vida eso era divertido.

    Lo único que le gustaba de esos paseos eran los paisajes eran completamente maravillosos y alusivos los adoraba, como el de la gran laguna en medio de toda la arboleda que se veía desde la carretera donde subían por la montaña, esa laguna reflejaba el cielo.

    Cuando las horas al fin terminaron llegaron a lo claro del bosque donde solían acampar todos los años, rápidamente Nigaito se bajó emocionado mientras Mokaito junto a Kikaito preparaban la fogata todos se colocaron a preparar sus carpas para pasar las semanas.

    Los primeros días fueron normales bañarse en un río cercano, jugar con uno de sus hermanos las típicas anécdotas de terror a la que estaba tan acostumbrado que ni ya miedo el daban aunque sus hermanos se esmeraron este año tanto que Nigaito había pegado un gran brinco, aunque quisiera negarlo él también se asustó solo un poquito.

    Y llegaron a un punto en el que sus hermanos lo dejaron perderse en el bosque como todos los años, estaban recogiendo leña y los muy lo dejaron atado a un árbol, lucho un rato por lograr desamarrarse y lo logro al cabo de media hora las cuerdas cedieron y pudo salir ahora tenía que encontrar como regresar al campamento.

    Estaba atardeciendo y cada día sentía perderse más en las confinidades del bosque, suspiro sentándose cerca de una laguna se sentía cansado tomó su cantimplora para beber agua y comer un poco al menos los cretinos de sus hermanos no lo dejaron sin comida ni agua y él lo había traído porque ya se conocía sus trucos.

    -Idiotas –Murmuro pateando una inocente piedra, se estaba haciendo de noche, el frío comenzaba a calarle los huesos y no había logrado hacer ni una fogata –

    Se abrazó así mismo por el frío tendría que pasar la noche allí o el tiempo en el que sus hermanos tardaran en conseguirlo, quien sabe tal vez escuchara la motosierra de Taito y el saldría corriendo primero, un sonido en la oscuridad lo alerto, abrió los ojos de inmediato mirando hacia todos lados, siguió el sonido y se tapó la boca maravillado por lo que veían sus ojos.

    Era como ver un unicornio, pero no era igual su cuerno era distinto, además de que su melena brillaban y parecían una constelación, su pelaje era negro como la misma noche, el animal levanto la cabeza y pudo observar dos hermosos ojos azules cuales zafiros relucientes Kaito estaba maravillado con lo que veían sus ojos.

    Se quedó inmóvil intentado no asustarlo no quería que se marchara quería seguir admirando la belleza del animal delante de él, lentamente se le fue acercando cuando estaba frente a él levantado su mano con la mayor lentitud que pudo logro acariciar el hocico del anima sentía una gran felicidad.

    Era magnifico.

    -¿Estás perdido? –le habló, se sorprendió por ello pero asintió –

    -mis hermanos me buscaran al menos eso creo –murmuro –

    -No puedes pasar la noche aquí es peligroso –expreso –Hay muchos depredadores rodeando la zona.

    -Yo no he visto ninguno –murmuro –

    -mi presencia los mantiene lejos –pronunció –Sígueme te llevaré a un lugar seguro para que pases la noche y en la mañana te llevaré con tu familia.

    -Gracias –Comenzó a seguirlo por el bosque pero era más rápido de lo que pensaba el animal se le quedo mirando un momento como reclamándole en silencio que fuera tan lento –

    -Sube –expresó luego de regalarle esa mirada de reclamo silenciosa –

    No dijo nada con cuidado se subió en su lomo, se echó a correr y de repente estaban volando se asustó tanto que se aferró al cuello del animal, llegaron a una gran cueva dentro de una cascada que era iluminada por cristales de distintas tonalidades.

    El animal de repente tomó una forma humana con un cabello largo de color morado y piel tan blanca como la nieve, estaba completamente desnudo lo cual hizo que las mejillas del joven se coloraran de rojo.

    -¿Qué eres? –pregunto desviando la mirada –

    -Soy un Kirin –Habló Kaito quedo sorprendido por sus palabras un Kirin era un buen augurio, eran seres tan puros como poderosos –

    -Muchas gracias por su ayuda –Sonrió su acompañante solo asintió – ¿tienes nombre?

    -Gakupo –contestó para que el joven asintiera, quería seguir hablando pero la expresión seria del Kirin le hizo mantener callado –

    La noche paso tranquila sentía tanta paz alrededor del ser mítico, nunca había dormido tan bien como esa noche, al amanecer le llevo junto a su familia y una gran tristeza albergo su ser.

    -Me encantaría volverte a ver –La tristeza en su voz era papable acaricio por última vez el hocico del animal sonriendo –Adiós Gakupo.

    -Adiós –Fueron sus últimas palabras antes de verlo marcharse hasta ver el último destello de su crin en morado –

    -Adiós –Susurro para suspirar alejándose sus hermanos jamás le creerían lo que había pasado –

    Al regresar al campamento obviamente sus padres estaban felices porque estuviera devuelta y sus hermanos sorprendidos porque haya regresado por su cuenta.


    Mantuvo en completo silencio el hecho de que conoció un hermoso Kirin, ese verano había sido el más maravilloso de su vida y jamás olvidaría esos recuerdos.

    Todos los veranos, lo buscaba pero jamás lo encontraba, pero luego de haberlo visto Kaito se había convertido en alguien al que podían llamar suertudo, todo lo que él quería hacer lo lograba sin fallar ni una sola vez.

    Kaito sabía que la razón era por el Kirin negro que todas las noches aparecía en sus sueños majestuosos era él.

    Cuando cumplió la edad de los dieciocho años ya no le era obligatorio ir al campamento y el dolor que persistía en su pecho, ese verano falto, no deseo ir no importa cuando su corazón le dictara por ir e intentarlo una vez más.


    Paseando por la ciudad comiéndose un helado mientras la tristeza aumentaba en su pecho, su amigo le decía algo pero no sabía de qué exactamente le estaba hablando solo asentía al azar como si estuviera de acuerdo con sus palabras.

    Hasta que sus ojos se abrieron de par en par, hacia él caminaba la figura elegante de un hombre de largos cabellos morados, ojos zafiros y tez blanca como la nieve tiro el helado que se estaba comiendo dejando sorprendido a su acompañante y por un impulso salió corriendo quería sentir que estaba allí que no era una alucinación.

    -¡Gakupo! –Sintió como el nombrado le devolvía el abrazo –

    -Kaito –Susurro acariciando su cabello, se quedaron en aquel abrazo por un largo tiempo –

    Gakupo en silencio lo había cuidado, Kaito lo presentía pero jamás lo sintió tan cerca como ahora que estaba envuelto en sus brazos, jamás se sintió tan feliz ahora que tenía su presencia.

    Lo que Kaito no sabía era que el Kirin lo había elegido, porque en todos los humanos que había conocido a través de los años él era especial.



    Aclaraciones.
    La referencia al Kirin que hago aquí en la historia son de los Kirin pertenecientes al manga 12 reinos.
    Taiki del reino Tai que es un Kirin negro, y que es unos de mis kirin favoritos luego de Keiki y Enki.
    Aunque claro Gakupo no sufre la misma debilidad por la sangre que los del manga.

    Bueno espero les haya gustado y por favor comenten.
  13. .
    Yo creo que esta genial y que el aroma es el de Luka.
    Por que el señor Megurine abrió el ducto de ventilación
    Para que conectara con el de Luka al entrar ambos en celo
    sentiría las feromonas pero en vez de hacerle bien en realidad le crea repulsión.
    Bueno en mi me retiro
    esperaré el próximo sayonara.
  14. .

    Primavera.



    Era la primavera y los cortejos recién empezaban, las aves cantaban y esas pequeñas ninfas no dejaban de molestarlo constantemente colocándole flores, gruño mientras el grupo de ninfas reían a su alrededor colocándole flores trenzando su cola estaba exhausto odiaba la época de cortejo.


    -¡Kaito! –Exclamó un potro llegando a su lado – ¡¿no estás emocionado?!


    -Para nada –Respondió bajándole los humos al joven –

    -¡Vamos el cortejo es una gran época! Ya quisiera ser yo un gran centauro y participar –Sonrió para que el nombrado rodara los ojos –Tienes suerte.


    -¿Suerte de qué? ¿De qué alguien me persiga para luego con una cuerda atraparme y ser su pareja? uh, que suerte tengo –Ironizo cruzándose de brazos –


    -Pues….si yo fuera grande buscaría atraparte sin duda –Sonrió sonrojado para que su acompañante bufara –

    -No digas estupideces Len –Habló para retirarse observando que las ninfas habían hecho un gran trabajo con su pelaje blanco había quedado hermoso y brillante, tal vez ellas no tenían casi nada de malo –

    -Yo no digo estupideces tú me pareces. . . –pero dejo de hablar al verse interrumpido –

    -Buenos días Kaito ¿listo para la carrera? –menciono un centauro grande y fornido de un pelaje negro como la noche, Kaito trago saliva ante sus palabras conteniendo un sonrojo –

    -Algo realmente no estoy tan convencido será mi primera carrera –pronunció –

    -Estoy seguro de que encontrarás pareja –Habló sonriéndole, Kaito asintió le estaba hablando el mejor de los centauros el que decían que estaría próximo a ser líder –

    -Gracias por esperarme Gakupo –Habló, el joven potro al verse ignorando de semejante manera se retiró haciendo rabietas, pero ninguno de los adultos le prestó atención –

    -“¡Ya verán me volveré un gran centauro y derrocare a ese cabeza de semilla!” –Pensó el potro mirándoles con rabia mientras se alejaba –“¡Lo haré!”


    -Entonces supongo que al fin que harás la carrera elegirás a Luka ¿no? es la mejor de las Centauras –Su acompañante se rasco detrás de la nunca –

    -Tenía visto algo más en mente –Comentó, vamos no le había esperado todo este tiempo solo para correr con él porque era un buen amigo, claro que no había estado esperando el momento para poder tomarle como su pareja, Kaito era uno de los centauros más hermosos con un pelaje blanco como la nieve del invierno y ojos tan azules como los del mismo mar, una sonrisa tan resplandecientes como las estrellas en el cielo –


    -¿enserio? ¿Qué? –Pregunto pero el Centauro de pelaje negro se retiró – ¡Gakupo! ¡No me dejes hablando solo!



    -La carrera ya dará comienzo –hablo hasta ahora Kaito le había puesto un poco más de cuidado a él, su cola negra tenía un hermoso trenzado tenía collares y ornamentas que lo hacían ver tanto maravilloso como elegante y solamente suspiro, lo adoraba pero sabía que a él jamás lo escogería alguien como él –

    él no iba a estar junto con Gakupo estaría adelante con las hembras, no porque fuera una sino que en si era un centauro de clasificación única, solo había pocas cantidades de machos que podrían concebir igual que una hembra lo haría y él era uno de esos machos y Kaito aún no entendía el gran valor que él tenía.


    La carrera dio comienzo y Kaito no deseaba que otros machos lo atraparan así que se aseguraba de estar por demás adelante, aunque a veces era como un potrillo recién nacido que solía tropezarse con sus propias patas, esta vez estaba tan concentrado en no dejarse agarrar que era sumamente sorprendente que aún no fuera terminado de cara al suelo.

    Eso le sorprendía a Gakupo quien al haber iniciado tiempo después que su opuesto de blanco pelaje llevaba desventaja, pero no dejaría que aquello lo detuviera había esperado mucho tiempo para hacer a Kaito su pareja y no dudaría en atraparlo él solo deseaba tener lo mejor y Kaito era uno de ellos.

    Kaito se quedó sorprendido cuando alguien había logrado enlazarlo, quería destruir ese amarre y seguir corriendo pero lo sostenían tan fuerte que en un mal jalón termino dando en el suelo –“adorada primavera” –se quejó en su mente quejándose bien ¿quién sería su pareja? –

    -Fue difícil atraparte pero no imposible –Aquella voz, rápidamente levanto la cara del suelo para mirar a Gakupo quien sostenía el lazo que lo tenía cautivo –Ahora eres mío.

    -Ahora soy tuyo ¿eh? –sonrió, ambos se sonrieron, no pensaba que él fuera el otro pensamiento en la cabeza del centauro azabache pero estaba feliz por ello –

    Bendita primavera ahora tenía pareja y quien más que con el centauro que deseaba.
    Ya no podía odiarla tanto después de todo.



    No me maten, pero es que no pude evitar imaginarme a Gakupo y Kaito de centauros.
  15. .
    Está muy bueno el capitulo.
    No sé que decir tengo algo de sueño.
    Me retiró sayonara.
2564 replies since 17/10/2013
.