| Hohoho aquí están las votaciones y de paso sha te anoto •Sosuke•
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♥Shot No1♥
Personajes Originales Hinashi
Arima es un joven muy pacifico que de no ser porque es hijo de un Hombre empresario y hermano menor de Kousei uno de los chicos más cool del campus, nadie sabría nada de él, reservado, tranquilo y simplemente observador, así es él. Sólo una “amigo” tiene y digo “a m i g o”, porque Soma era el hijo único de una gran empresa que siempre había estado interesado en cuidar de Arima, y el al tenerle tanta atención se enamoro perdidamente
Soma siempre había sido un chico de un nivel intelectual tan alto que gracias a la energética disciplina que su madre, le dio rindió muy rápido los frutos, ya que era el chico más inteligente de la secundaria, y no batallo nada en entrar a la universidad T . A pesar de esas cosas impresionantes, y que su madre y su hermano siempre le han mostrado, cariño, respeto y admiración, nunca jamás ha sentido amor, sólo Arima le da dado amor, de amigos, pero para el chico de ojos color ámbar, ya con eso le bastaba, dado que no se daba cuenta del amor que el chico albino le tenía.
Una noche en la que todos estaban a punto de dormir, Soma que estaba en su cuarto, vio por la ventana pasar una estrella fugaz, rápidamente se levantó de su cama y corrió hacia donde pasaba.
“Por favor es la última que te lo pido, Hinashi mi estrella guardiana, concédeme poder confesármele a Arima, te lo he pedido desde los 7 años y ya estoy en la universidad, por favor!!” – pensó el chico con los ojos cerrados y las manos puestas en su corazón, con un nuevo anhelo en su corazón se fue a dormir a su cama. Aunque una lagrima recorrió su rostro al recordar el tiempo transcurrido y, nunca se ha concedido ese deseo.
La mañana transcurrió como si nada en el desayuno, su padre ni lo mirada, su madre y hermano Takumi le prestaban atención, hasta que su celular sonó y sonrió, su madre supo quien era porque solo con Arima ponía esa cara tan boba.
Soma respondió de manera inmediata a lo que el menor le había dicho, se levanto y se salió de la casa
S o m a - chan~ – se escucho por la calle que daba a la universidad, y ahí venía el chico albino de ojos color negro que tanto amaba
Buenos días Arima-chan - le saludo y como contestación e menor lo abrazo y froto su mejilla con la de él
Soma-chan, hoy quiere hablar una chica conmigo, pero no quiero hacerlo. De seguro a chica solo quiere el número de mi hermano nee, ayudame por favor - le rogó a su amigo
Pero ¿Que podría hacer yo? - pregunto el chico
Dile que no puedo hablar con ella!! - contesto el chico
Hazlo tu! - replico el azabache
POR FAAAAA - grito levemente haciendo un mini berrinche - Estoy harto de pasar por lo mismo todos los días
Esta bien, esta bien, yo le diré - no pudo resistirse ni un segundo más
Gracias - sonrió
Ya más tarde Soma fue en lugar de su querido Arima, pero al volver con su amigo estaba realmente serio cosa que percato de inmediato el chico albino
¿Que paso? - Arima
Nada importante - Soma dudo un poco pero prosiguió - No quería el número de Kousei, quería declarar su amor por ti.....
Que? No puede ser? - contesto totalmente impresionado
Pues si idiota, ahora eres popular hasta con las chicas - de pronto Soma se enojo demasiado
Pero yo..... - quiso hablar pero el otro no lo dejo
Ahora debes de ser feliz, ya tienes su atención. Claro que si yo te confesará que desde los 7 años estoy enamorado de ti y que por como eres me acerque a ti y que estoy totalmente seguro de que soy gay, eso no te importaría claro porque una chica te mando preguntar si quieres ser su novia - iba a continuar su reclamo pero los labios de Arima se lo impidieron, su beso comenzó dulce pero poco a poco ese beso casto se tornó en uno más erótico, sus lenguas se cruzaban y jugaban la una con la otra, hasta que se repararon sus rostros más un hilo de saliva, era el testigo de su acto anterior
Eso lo tomaré como una confesión de amor, Soma. Yo, también te amo y no tengo ojos para nadie más que no seas tu - Arima abrazo a Soma - ¿Quieres ser mi amante?
Hai - le respondió sin dudarlo
En la noche al volver todo adolorido a su casa, su mirada se fijo en la estrella fugaz que a simple visto reconocía
Maldito Hinashi, te pedí confesar mi amor, no ser el uke - cerró las persianas pero con un sonrojo notable y una sonrisa amplía
FIN
♥Shot No2♥
Title: Obsession Pairing: KouNoi Type: One-shot (intento de eso) Raiting: +16
Solo era un simple juego, un juego que empezó con besos fingidos y caricias de odio. Koujaku abrió las piernas de Noiz sin cuidado y con desesperación, necesitaba follarse al rubio. Ver la entrada rosada del alemán tan estrecha lo hacia estremecerse, la forma tan deliciosa que tenia de succionar sus dedos lo excitaba al punto de sentir su miembro, ya erecto, palpitar con ganas de invadir esa diminuta abertura. No duda ni se contiene y de un solo movimiento entra en el menor. Su respiración agitada y el sudor recorriendo su frente solo era el comienzo. Iba a llevar al ojiverde al mismísimo cielo.
El rubio soltó un gemido de dolor ante la introduccion de aquel trozo de carne en su entrada. Sus manos se aferraron a las sábanas con fuerza lastimando ligeramente sus uñas. Su boca solo exclama incoherencias sin sentido. Sabia que la primera vez era doloroso, pero no se espero que fuera así. Sus piernas temblaron estremeciéndose y pese al dolor que sentía, lo disfrutaba. Sucumbe ante aquel dolor recorriendo su cuerpo al punto de olvidar sus pensamientos.
Koujaku acelero el movimiento de sus embestidas, sus manos cojieron las piernas del menor forzándolo a abrirlas— Maldición Noiz tu agujero, es mejor que el de tu hermano —exclama con la respiración agitada; su placer y deseo por el rubio era notorio. Desde que lo vio tras el trasero de Aoba, Koujaku lo deseo al punto de querer tenerlo con las piernas abiertas succionando su miembro y gimiendo para él. Aun a sabiendas de su mal carácter, le gusta provocarlo, hacerlo enojar e iniciar peleas que terminarían en golpes, por que después de todo, eso era lo único que le permitía tocar a Noiz.
El ojiverde levanta la mirada observando con algo de asombro los ojos rojizos llenos de lujuria que Koujaku tiene en el rostro. Aun se le hace imposible de creer que lo esta haciendo(jodiendo) con el azabache, ni en sus más locos sueños imagino esto. Noiz no se muestra ni es un sumiso con afición a que le rellenen el trasero, pero tampoco sé rehúsa a sentir y embriagarse en placer que le ocasiona el sentir dolor. Ante ese pensamiento, con un buen fundamento como base, Noiz admite que es versátil con tendencia a recibir que dar. Conclusión que muy difícilmente piensa, ya que el tener al viejo embistiendole con fuerza no ayuda mucho. Koujaku sintiendo la mirada del alemán acelera el ritmo, llegando a tocar aquel punto enloquecedor para el rubio. Noiz, suelta un gemido de placer y goza al sentir la dureza del japonés golpear aquella zona que desconocía. El ardor que siente con cada penetración lo llevan a pensar que esta mas allá, esa sensación producto de no usar lubricante lo enloquece. Su garganta deja escapar gritos de placer, gemidos sin sentido que claramente son escuchados por Koujaku y él mismo.
Entre el mar de sensaciones se pregunta si esto podría convertirse en una obsesión, una peligrosa y dependiente obsesión, la que no desea olvidar; rodea el cuerpo del azabache con sus piernas dándole una mejor posición. Siente el placer apoderarse de su cuerpo, lo desea… Mas duro, fuerte y sin palabras, solo la acciones que van más allá de la lógica y que sucumben ante un deseo prohibido. Sus manos rodean el cuello de Koujaku, sus labios se acercan dudosos a la boca del mayor rogándole por un beso que no tardo en llegar. Sus lenguas se juntan, una intentado dominar y la otra dándole pelea. Ninguno comprende en que momento los besos pasaron a tener sabor metálico, pero Noiz cree que ese sabor viene de su boca, producto de las ligeras mordeduras que Koujaku le da a sus labios. La sensación de calor lo invade, la dureza de su agarre estremece su cuerpo; Noiz lo siente, ese momento en el que se hizo adicto. Koujaku se aferra al rubio mordiendo su cuello con fuerza, la sangre y saliva recorren el cuerpo de Noiz quien solo gime de placer. El tiempo es corto, ambos lo saben; no es necesario mirar el reloj de la pared para saber que ambos están por llegar al tan deseado clímax. El primero en caer es Noiz, al sentir la mano del azabache apretar con fuerza su miembro; Koujaku le sigue gruñendo su nombre.
Sus respiraciones agitadas se mezclan, ya no saben de quien es el sudor y saliva que mancha ambos cuerpos, mas eso no importa. Koujaku relaja su cuerpo y abraza al rubio, no lo comprende ni quiere hacerlo, sin embargo algo dentro le obliga a hacerlo. Noiz solo se relaja y cierra sus ojos, no sabe por cuanto tiempo podrá sentir el abrazo y calor del azabache, así que disfruta todo lo que puede.
A fin de cuentas... Aoba no tardará en llegar.
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♥Drabble No1♥
Si estás leyendo esto, espero que lo disfrutes tanto como yo mientras lo escribía. Este es un drabble de 597 palabras. Pareja: EscociaxInglaterra. (ScottxArthur) Serie: Hetalia. Disclaimer: Los personajes son creación de Hidekaz Himaruya. Todos los derechos a él y a su staff.
Un, dos y salpicón, era la constante tonada que se escuchaba con su caminar por aquellas calles cubiertas por charcos, el clima de aquella noche era un asco, pero nada anormal para este lugar; siempre tan lluvioso… tan frío, pero no tanto como su dueño, Inglaterra, ¿eh? Ese sí que era un cabrón frío, un maldito hipócrita, un bastardo egoísta, alguien digno de odio, pero no. Lo último que sentía hacia él era odio, ¿Cómo admitir que estas perdidamente enamorado de un desgraciado? No, no, la pregunta más bien sería ¿Cómo podría ese bastardo enamorarse de una persona aún más mala que él?
La respuesta es simple, no hay una manera en que el amor de Escocia pudiera ser correspondido, siempre había sido una ilusión intangible… Quizá estuvieran relacionados entre constantes conflictos, inclusive hasta se llevarán mal, pero había algo entre los dos… Pero hoy, hoy todo se había ido directamente a la mierda, ser un país siempre ha representado una pérdida de individualidad, una entrega en cuerpo y alma hacia tus ciudadanos, para bien o para mal. Y el mal siempre es más constante, hoy día se ha hecho una realidad la independencia de Escocia, lo que significa que todo lazo con Inglaterra se había roto, no idioma, no moneda, no más relación entre los dos.
No más nada.
Sabía que había algo que aquel chico de orbes verdes no soportaba, y eso era ser abandonado, era algo imperdonable. Escocia metió una mano a su bolsillo y la revolvió hasta encontrar lo deseado, se pone un cigarrillo en la boca, y lo enciende, el sabor es amargo, pero no tan amargo como el sabor de la cruel realidad, había tratado de hablar con Inglaterra un rato antes, pero… sólo había recibido dos palabras, tan llenas de veneno, tan sinceras, que no quedaban dudas de lo que vendría a futuro… Una sonrisa retorcida se forma en el rostro del pelirrojo, mientras sigue caminando. A pesar de que el clima es un asco, esta noche sabatina le parece ideal; para sentirse triste, y saberse plenamente solo en la vida, sí…
Para saber que la persona que más quieres, te repudia más que nunca, sí, vaya que es un clima ideal…
Finalmente llega a una callejuela, que deja a la vista la parte trasera de un complejo departamental, comienza a subir por unas escaleras de metal realmente oxidadas, avanza mucho, puesto que llega a un quinto piso, se queda de pie en la escaleras, frente a una ventana cubierta con una cortina de mal gusto, Se recarga en el barandal, y saca su celular, escribe un SMS;
“Conozco dos palabras mejores que el ‘te odio’ que soltaste hace un rato”
Pasa un aproximado de quince minutos, no hay respuesta alguna, la luz dentro de aquel cuarto se mantiene apagada… Se muerde los labios, sabe que ya no existe nada entre ellos, sabe que nunca más volverán a ser lo mismo…
“Quita esas cortinas feas”
Envía otro mensaje, pasa menos de un minuto y la luz se enciende, Escocia sube al barandal, la lluvia se ha vuelto más fuerte, bufa levemente, sabe que el líquido que corre por sus mejillas, no es parte de la lluvia, envía nuevamente un SMS:
“Sal a tu ventana”
La cortina se mueve, y se muestra aquel rostro tan hermoso, con esa mirada tan profunda…
—Te amo—
Se deja ir hacia atrás, y sonríe con tristeza, mientras aquel rostro desaparece de su vista, ahora sólo ve las estrellas alejándose cada vez más de él, hasta ya no ver nada…
Y no volver a saber nada.
♥Drabble No2♥
No me olvides Adolf Hitler x Benito Mussolini
El silbato del tren resonó con fuerza en toda la estación de la ciudad alemana, en aquel lugar soldados del régimen nazi se encontraba parados firmemente allí detrás de su Führer, quien se despedía del Duce del régimen fascista que estaba asomado a la ventana charlando con aquel hombre. Los demás que se encontraban en aquella estación no podían escuchar con claridad de que hablaban exactamente aquellos dos líderes, pero lo mejor no era entrometerse, ya que, seguramente se trataba de algo importante, pero lo que no sabían es que una escena un tanto triste se estaba desarrollando en aquellos momentos.
—No me olvides…—Dijo Il Duce con sus brazos recostados en los bordes de las ventanillas mirando al hombre de cabellos negros.
—No te vayas—Se mantenía firme en su lugar y manteniendo su compostura, aunque la sola idea de la ida de Benito lo tenía abatido por dentro.
—Tengo que—Dijo el italiano—Italia me necesita.
Notando que parecía ser inevitable lo que iba a pasar, mantuvo un silencio que pareció ser eterno y ya resignado con la situación le dijo, más bien, le ordeno:
—Prométeme que volverás.
El destino podía ser sorprendente y a la vez desgraciado, Mussolini lo sabía perfectamente por lo que cumplir esa promesa parecía ser un poco lejana a la realidad.
—Lo intentare—Esa respuesta no convenció del todo al hombre alemán, pero se le hacía de alguna manera gratificante que el italiano dijera que lo intentaría.
En estos momentos tenía ganas de decírselo, pero el orgullo no se lo permitía; sin embargo Benito le saco las palabras de la boca diciéndolo el primero, justo unos momentos antes de que el tren encendiera sus motores.
—Ti amo.
El tren comenzó moverse y cada vez se alejaban más hasta el punto en que no era posible un simple tacto, solo pudieron saludarse desde la lejanía, hasta que el transporte no se vio más en el horizonte.
Hitler apretó su puño y se maldecía así mismo por su orgullo, aunque por lo bajo y de forma casi inaudible dijo:
—Ich liebe dich Benito…
Fin.
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