Últimos vestigios

Albus/Gellert, leve

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    Disclaimer: Harry Potter es propiedad intelectual de J. K. Rowling y de la Warner Bro, yo solo uso sus personajes para una sana diversión sin ánimos de lucro.

    Pareja: Albus/ Gellert
    Ninguna advertencia. Acto para todo público (siempre quise decir eso xD)

    Realmente no se decir de esta cosa sin brillo o alma que he hecho, solo se me hizo necesario venir y publicarlo. Lamento las molestias xD

    ---------------------------------------

    Fawkes dormitaba sobre uno de los brazos del mueble del otro lado de la habitación. La pequeña llama de la vela –única luz de la habitación- luchaba por no extinguirse. Y le pareció que él también trataba de no extinguirse. De no desaparecer. De no perder el calor que le mantenía vivo. Aún cuando la luz de su vida fuera desaparecido hace tanto, y, desde entonces, se dedicase a vivir de fugaces brillos artificiales.

    Suspiró, y la llama vaciló. Poco a poco, los brillos que no le permitían caer en la oscuridad se hacían menos nítidos. No significaba que desaparecieran, todo lo contrario, a cada momento que pasaba, vacilaran o no, se hacían más fuertes. El que se desvanecía era él. Ya estaba viejo, senil. Ya no era el vivaz joven de antes, ese mismo que se desafiaba continuamente a mejorar. No podría contra esa maldición que le consumía.

    Tampoco quería pelear. No más. Le parecía cobarde, humillante, pero él ya estaba perdiendo su fuerza y la carga sobre sus hombros debía de ser pasada a alguien más. La llama chispeó un poco, cortando el silencio de su despacho. Esa carga que también representaba el futuro del Mundo Mágico, su mundo, ya no podía ser sostenida por esos hombros huesudos y degastados que eran los suyos. Sería injusto para todos. Incluso más injusto que dejar ese peso sobre un chico que apenas comenzaba a vivir. Pero así era la vida, injusta. Siempre había sido injusta. Desde mucho antes de que Tom se cambiase el nombre y alzara la varita lleno de odio y rencor en contra de todos.

    Se vio ambas manos, famélicas, huesudas. Daba lástima, y la negrura de una de ellas no cambiaba nada.

    Pero, a pesar de todo, no lamentaba ser tan viejo. No lo lamentaría nunca. Había vivido tantas cosas, buenas y malas, cómicas y trágicas, que casi, tan solo casi, podía recordar el pasado con una sonrisa. Una muy leve.

    Había sostenido tantas esperanzas, sueños y deseos con esas manos. Había acariciado tantas metas. Había alzado su varita por el Bien y en contra del Mal ya tantas veces, que en sus palmas, en ambas, existía una hueco en el que sabía se ajustaba de forma perfecta su varita.
    Cierra los ojos y la leve sonrisa vacila como la llama de la vela. Sostener esperanzas, deseos y sueños. Acariciar metas. Bien y Mal. No siempre sus manos hicieron eso.

    Muchos años atrás, siendo realmente joven, comenzando a vivir, sus manos, torpes y llenas de raspones, le habían sido tan útiles. Solo útiles si se trataban de sostenerlo a él, de acariciarlo a él, de solo balancear el Bien y el Mal que poco a poco se confundían en sus profundas charlas con él.

    Él, con sus rizos dorados y los ojos azules, vistiendo únicamente su galantería y esa sonrisa engreída casi permanente en su rostro. Deseaba haber sostenido un poco más su cuerpo contra el suyo. Deseaba haberlo acariciado siempre que tuvo oportunidad hasta aún sentir su piel contra sus palmas. Deseaba que el Bien y el Mal no le fueran hecho alzar la varita y decidir por quién pelearía.

    Toma aire y abre la boca. Pero no habla, no puede. El nombre se le atasca en la garganta, de tal forma que se obliga a toser para volver a respirar con normalidad. ¿Cuántos años han pasado desde la última vez que pronunció su nombre en voz alta? ¿Cuándo fue la última vez que se permitió pensar en él?

    Hace ya tanto tiempo que le parece forma parte de la Historia, y realmente así lo hace. La última vez, sí. Hace décadas, en medio de un tumulto de gente expectante por el desenlace. Frente a cientos de miradas que esperaban aquello acabara bien. ¿Cómo podría acabar bien algo que le oprimía el corazón? Habían pasado años sin verse, y ahora debían de luchar.

    No como sus antiguas peleas, esas llenas de inocencia infantil y deseos de adolescente. Esas que terminaban en pieles sudadas, juntas, contra el piso, sobre el césped o en la cama. En esas en que los insultos eran acallados por besos fugaces, ardientes.

    La batalla se había alargado. La habían alargado. No sabía que pensaba su contrincante, pero él apenas podía respirar a causa del dolor que sentía aplastaba su pecho. Cada hechizo, cada maldición. Rayos de colores volando de un lado a otro, alejando un poco más a la molesta turba que los rodeaba. Un rayo verde que levantó la tierra a su alrededor y les permitió verse una última vez. Frente a frente, a pocos metros de distancia y con los labios resecos, ansiosos. Alzó la varita, luchando contra sus deseos de abalanzarse sobre el otro y besarle como tantas veces había soñado. Enterró en lo más profundo de su corazón sus sueños y esperanzas y gritó el hechizo con odio.

    El odio de su voz retumbó un poco más de lo que hubiera deseado, dándole a entender a su público algo que no era verdad. Porque no era odio en contra de su supuesto enemigo, sino en contra de sí mismo, en contra de las circunstancias y los adultos que le habían desquiciado para que siguiera un deber sin sentido.

    Ya no hubo vuelta atrás.

    El hechizo impactó contra el pecho de su oponente y mientras caía, ambos se llamaron con necesidad.

    -Albus…- pudo leer en esos pálidos labios agrietados antes de que la nube de polvo a su alrededor se disipara.

    -Gellert…- susurró él y si no fuera estado entre tanta gente, fuese caído al suelo también.

    Una parte de sí murió ese día junto a la libertad de su antiguo amigo, de su primer y amado amante. Una parte que se llamaba juventud y que solo hablaba de sueños opacos.

    La vela se hace más pequeña y Fawkes le mira fijamente. Tenía que seguir adelante, sin importar qué. Sabía que no le quedaba mucho tiempo de vida, pero algo era algo y él no descansaría hasta estar acabado. El fénix permaneció en silencio, observando a su noble dueño levantarse de su asiento y caminar con una determinación sin olvidar por el despacho. Ese era Albus Dumbledore, director de Hogwarts. Ese era el hijo mayor de los Dumbledore, el prodigio. Ese era Albus, el chico pelirrojo que se reía cuando Gellert le acariciaba las costillas, el amante fiel que una vez juró luchar por el Bien Mayor.

    Ahora ese Bien Mayor tenía otro significado, y lucharía hasta el final por él. Era hora de despedirse de ese mundo como solo él podría hacerlo. Aquello era un último réquiem por su juventud.


    Y mientras deliraba en aquella fría cueva, ignorante del peligro del que Harry trataba de librarse, pensó en él. En su pequeña hermana y lloró. En Gellert y el amor que aún le profesaba. En su hermano y la familia que terminó de destruirse por una tonta pelea. Pero solo lloró por su pequeña Ariana.

    Más tarde, sobre la torre de Astronomía, pensó de nuevo en todos y en todo. Mientras caía, cuando sus ojos veían extinguir su propia vida, solo quiso tener un caramelo de limón que borrase esa amargura en su paladar. Todo estaría bien. Tenía esperanza en todos, sabía que se librarían del mal. Y, tal vez, con un poco de suerte, se encontraría con Gellert del otro lado.
     
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  2. ShowGirl92
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    Me encanta. La verdad es que me gustan muchísimo este tipo de historias, en las que se deja todo a la imaginación (aunque normalmente piense que cuanto más hard, mejor) xD Siempre quise pensar que Gellert algún día se arrepintió de haber utilizado a Dumbledore, y se encontrarían en el otro lado, y se lo perdonarían todo y serían felices. Como ya he dicho, me encanta. Nunca antes había leído un fic en el que la pareja fuera ésta. Creo recordar que una vez los vi como secundarios, pero fue muy, muy light. Y creo que a esta pareja les quedan mucho mejor las historias de ese tipo (leves/lights o como se quiera decir...). El caso, que ya me estoy desviando del tema, es que me gustó muchísimo el fic, y tenía que felicitarte. Gracias por haberlo escrito.
     
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1 replies since 4/8/2011, 02:52   92 views
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