Dibújame *~Draw me~* ACTU. 23/10/2013 [ AKIHIKO x MISAKI- YOKOZAWA x KIRISHIMA ]

El odio, dolor y orgullo son tres potentes armas capaces de destruir al mundo con fiereza, ¿el amor será suficiente para combatirlos? ?

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    ---You know I'll take your hand---Cause you know I'm here for you -----------------I'm here for you--♥
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    49
    Location
    Brasil

    Status
    Offline
    Yokozawa-san... Sufrido mucho
    Quiero saber más sobre la história de los dos!!

    Espero con ansias la continuacion
    ~~
     
    Top
    .
  2. Alexx Jackson
        +2   +1   -1
     
    .

    User deleted


    :=ummse: Hola chicas! bueno, primero les pido una disculpa inmensa por la tardanza en la actu del fic, pero créanme no ha sido fácil y la univerisad me tiene consumida, espero traerles la conti en menos de una semana ( si es que alguien lo seguirá leyendo) les agradezco dejen sus comentarios así sean breves, estaré complacida y agradecida de verlos. gracias por acompañarme.



    CAPITULO 2 : MI HISTORIA, NUESTRO FUTURO.




    Los días seguían su curso natural, a veces mas rápidos otras mas lentos, pero al fin siguiendo esa lucha interna de cada una de sus vidas; Hiyori ese día había hecho una pataleta, al parecer separarse del peli azul para ir a una guardería no era el mejor de los ratos.

    Yokozawa pensando en la imagen de su niña sollozando, cerró sus ojos mientras se sentaba pesadamente en su oficina cuando un suspiro lo acompañó. Eran las 9 de la mañana y ya había salido de dos juntas, estar todo el día atendiendo casos judiciales le tenían presionado y de por si cansado, ser uno de los mejores abogados traía también factura de cobro.

    Rodó sus ojos mirando al esplendor el desorden que se albergaba a su alrededor.

    —Tsk!... Akihiko idiota — Murmuró al ver como su perfecto espacio ahora parecía un deposito de archivo, aun no se acostumbraba a compartir la oficina con su colega y no recordaba muy bien como fue que acepto tenerlo ahí por unas semanas; esperaba tener pronto su independiente orden de nuevo, pero desafortunadamente el daño que se había producido en la tubería de la oficina del desordenado peliplata, aun persistía y según obreros no habían podido dar con la solución.


    Suspiro lentamente llevando su mano hacia sus cabellos, no podía hacer nada… ni aunque quisiera, de todas formas antes de que Akihiko fuera solo su colega, era el hijo del dueño de la empresa y el hecho que no reconocía abiertamente pero lo tenia aun mas presente que los anteriores…era también su amigo, y su rara amistad valía la pena, aunque si, nunca se lo diría.

    — ¿Eh?— la llegada de un mensaje a su celular le interrumpió sus pensamientos que ahora se hacían más que molestos, nostálgicos.

    [Recuerda amor, te espero a las 5 en mi consultorio, se puntual. Te amo… Zen.]


    No lo había olvidado, a las 5:30 tendría su última sesión terapéutica e iria con él. Eso le alegraba.


    Aunque no quería aceptarlo, agradecía en su interior el que Kirishima le hubiese obligado asistir a dichos encuentros teniendo como cómplice a Hiyori a pesar de su clara resistencia. Los ojos del mayor siempre le imponían ese gran amor que consagraba, le gustaba aquel corriente que sentía combinado de anhelo y esperanza de amor y paciencia, soledad y devoción... amor en su más pura revelación.

    Los miedos poco a poco se habían ido, ya no habían largas pesadillas y eso era bueno; el dolor de su perdida seguía, pero su intensidad era menor. Definitivamente el amor hace milagros, y Kirishima además de ser uno de ellos, le brindaba aun más de lo que el mismo se permitía.

    Tomó unas carpetas en su mano y dispuso a salir de ahí para adelantar su trabajo, encontrándose en la entrada con una cara conocida pero del cual el nombre escapo de su mente, estaba seguro que lo había visto pero no recordaba donde.

    —Disculpe, ¿Usami Akihiko se encuentra ahí? — ¡eso era!, el amigo de Akihiko, en la boda es donde le había visto. — lo siento, fui a su oficina pero estaba en remodelación y me mandaron aquí.

    Se detuvo un momento alejando rápidamente sus pensamientos

    — Ahora hace uso temporalmente en mi oficina, pero aun no ha llegado, si deseas espéralo, le diré a la secretaria que le avise, señor…

    — Hiroki, Kamijou Hiroki.


    *-*-*-*-*-*-*-*-*



    — ¡Usagi-san!— reprochó el castaño haciendo un mohín mientras el mayor le recostaba en un mullido sofá junto a una manta. La idea de quedarse encerrado en su casa le hacia dar nauseas, ya habían pasado tres semanas de reposo desde el día en que tuvo un leve sangrado y Akihiko exagerando como ninguno, no le había permitido ni pararse de su cama, aun cuando su medico y amigo si.

    —Kirishima dijo que descansaras, le hará bien al bebé amor… te prometo que mañana saldremos; a demás ya llame a Tenshai para que te acompañe y te diviertas con él mientras no estoy. — su mano se acercaba a la del castaño con la meta de darle una tierna caricia.

    Pero Misaki rehuyó sutilmente al contacto.

    —Mira que llamar a Ten en su único día de descanso…—suspiró— eres el colmo Akihiko.

    El peliplata le iba a responder algo, pero fue en ese instante que el susodicho llegó apareciendo tras la puerta, miro la incómoda escena de discusión en la pareja.

    Acercándose despacio, su rostro pareció suavizarse.

    —para mí es un gusto, además así chismoseamos todo lo que no hemos podido— dijo Ten en un tono cómplice y guiñando un ojo, en un leve intento de amilanar el ambiente.

    El menor dedicó una sonrisa pero no era para Akihiko; sin más, el mayor tomo su fino maletín y se dispuso a salir, pero su celular sonó, era de la oficina… Hiroki ya estaba ahí según le avisaban.

    Misaki trato de escuchar el motivo de la llamada, pero Akihiko sin ánimos de que se enterase y armara otra escena de celos como hace días anteriores, salió rápidamente… no sin antes dejar un beso en la frente de su pequeño amor el cual lo recibió sin interés y con una elevada molestia.

    “Las hormonas del embarazo” pensaba mientras salía de la casa despidiéndose de Ten.

    Misaki suspiró con desgano llevando su mano hacia su pequeña barriguita de casi 5 meses.

    “seguro se mirará con él” — una pequeña puntada le lastimaba el corazón. Las peleas con su esposo habían aumentando considerablemente; no le gustaba estar así, pero ni el mismo sabia que le pasaba, que ocurría. Usagi era un hombre maravilloso pero la duda y celos de que estuviera con Hiroki le carcomían el alma, a demás ¿porque se lo ocultaba?

    Sabia que aquel tipo era el amigo del peliplata, pero su corazón intuía constante y tortuosamente desde el día en que lo conoció que las intenciones del castaño mayor eran más ambiciosas que las de una simple amistad

    Le dolía desconfiar así, su corazón latía raro, una extraña sensación de miedo y frustración se fusionaban envolviéndolo en dolor pero sobretodo le afectaba el que su esposo no le mencionara palabra alguna.

    — ¿Paso algo cariño? — preguntó Ten mirando a Misaki perdido en sus pensamientos con su carita compungida.

    El castaño ladeo su cabeza negando con un suspiro, no le pasaba algo, le pasaba todo.

    Acomodándose en el sofá, le invito a sentarse a su amigo, despacio y con sentimientos encontrados se dispuso a compartirle a Tenshai su pena, sus temores “ridículos” pero sumamente sentidos.

    —E-es Usagi..., dijo que iría a su trabajo, tú mismo lo escuchaste, pero yo...siento que también mirará al tal amigo ese— gimoteo con desdén.

    — ¿Hiroki?

    El castaño asintió mirándolo con tristeza y vergüenza, sabía que estaba siendo exagerado que quizá no le entendería, más aun cuando ni el mismo lo hacía.

    —hace poco los escuche hablando por teléfono, sabes... no puedo quitarme esto que siento, sé que es su amigo y su trabajo, pero ¿y nosotros? Tengo miedo Ten... la forma en como le sonríe, le habla...

    —pero Misaki... eso en cierta parte, es...normal.

    El menor le miró desconcertado...”normal” ¿a qué se refería?


    —Veras Misaki...— Tenshai suspiró como si pidiera ánimos internamente, apoyándose sobre el sofá continuó —Akihiko y Hiroki...

    Las lágrimas no se dejaron esperar, sin poder evitarlo, el castaño sollozó llevando sus manos a su rostro cuando escucho un poco de la historia pasada entre Akihiko y Hiroki, su compromiso, su antigua relación... le dolía saber que estaba en lo cierto y que el corazón de alguien más le pretendía a su esposo.

    —Calma, Misaki... te conté esto considerando necesario el que lo supieras, pero pequeño... mírate, estas esperando a su hijo, eres su esposo, Akihiko te ama.

    Misaki sonrió entre lágrimas al ver a su pequeña compañía en su vientre, acariciándola suavemente se dio cuenta de la veracidad de las palabras de su amigo, era cierto, Usagi-san era su vida y su hijo su universo, no había de que temer. El peliplata le había demostrado con hechos como le amaba.

    —por qué no secas esas lágrimas y te arreglas esplendorosamente para Akihiko, salgamos un ratito y démosle una visita, estoy seguro que se alegrara al ver a su esposo e hijo.

    Misaki convencido por la emoción en las palabras del mayor le sonrió e iba a responderle, pero sus palabras se vieron cortadas cuando una pequeña pero extraordinaria sensación le embargo. Miro su vientre, llevo su mano hacia él y la detuvo a pocos centímetros de la barriguita, y ahí estaba un golpecito de nuevo, los primeros movimientos de su bebe, sonrió hermosamente correspondiendo al maravilloso tacto, era su hijo, su pequeño moviéndose expresándole su amor y existencia.

    — ¡Ten! ¡Ten! Ten!...¡siente!— le gritó maravillado llevando la mano de su desconcertado amigo hacia él.

    — Él bebe se está moviendo...– suspiró entre lagrimas

    —Akihiko estará feliz con la sorpresa— le sonrió Ten expresándole también su gusto y emoción.


    Sorpresa encontrarían, pero lo último que sentirían esa tarde era felicidad.

    *-*-*-*-*-*-*-*




    — ¡Deja esto por lo menos organizado Akihiko!, todos los días es lo mismo— le reprocho Takafumi al peliplata cuando le vio entrar a su oficina compartida en compañía del castaño que le había estado esperando.

    —Jaja! Que desconsiderado eres Yokozawa... mira que no te dije nada cuando Kirishima y tú desorganizaron el escritorio hacien...— pero un certero golpe en la cabeza le hizo callarse lo que tenía que decirle en burla a su amigo

    Retirando sus cosas Yokozawa salió del lugar con un vano disimulado sonrojo, dejándolos solos.

    Cuando el peliazul cerró la puerta, Hiroki sonrió naturalmente mirando por la gran ventana como el hombre caminaba rápido por los pasillos intentando desaparecer, Akihiko no había cambiado nada, su humor y desquite seguía intacto y eso, eso le encantaba.

    —Entonces cuéntame— le dijo Akihiko mientras arreglaba un poco su escritorio, topándose con un hermoso portarretratos en donde Misaki le sonreía ampliamente con su mano posada en su plano vientre, sus violetas ojos brillaron sin pasar desapercibidos por Hiroki a quien todavía su corazón le dolía por la no correspondencia de su amor.

    Sonriendo por inercia, Hiroki se sento comentándole sobre el trabajo que queria desempeñar en la empresa, ya no regresaría a Inglaterra por una temporada, pues su madre ahora se encontraba acomodada en Japon y con el pretexto de tomar un nuevo aire, decidio quedarse.

    Paso un considerable tiempo, los asuntos laborales pasaron a ser personales, y entre risas y recuerdos los dos viejos amigos tomaban un poco de te chino en sus finos pocillos, perdidos en las memorias, en cuando eran niños y soñaban ser grandes.

    Rieron y se alegraron, pero el ánimo de Hiroki fue mayor cuando Akihiko mientras buscaba unos documentos en su biblioteca le dio el sí a su propuesta de trabajo.

    *-*-*-*-*-*-*-*




    Misaki caminaba emocionado subiendo las pocas escaleras hacia la oficina de Akihiko tomado de la mano con Ten y con la otra sobre su vientre esperando el próximo contacto de su bebé, pero su sonrisa se desdibujo mientras ascendía y miraba tras la ventana la escena de gritos de felicidad y abrazos de su esposo y...esa persona.

    —Entonces Hiro...mañana empiezas, te espero aquí puntual con el perfil de cargo

    — ¿es enserio Akiii?— sonrió feliz el castaño mayor abalanzándose a sus brazos cargándose de él como siempre lo hacía, dándole reiterados besos en su mejilla.

    No se dieron cuenta que dos pares de ojos los miraban hasta que el grito desgarrador de Misaki entro peligrosamente en sus oídos alertándolos.

    El pequeño sostenía su vientre de rodillas en la gran alfombra de la sala de estar del piso, Ten le sostenía preocupado preguntándole por su bienestar; al ver la última escena el pequeño había tropezado sin darse cuenta en el último escalón, haciéndolo trastrabillar y casi caer si no fuera por el agarre de Tenshai.

    Akihiko corrió de inmediato soltando a Hiroki, su objetivo era solamente cargar a Misaki y llevarlo a que le atiendan, pero un grito le detuvo y su corazón no pudo estar más confundido.

    —no... no me toques— le dijo el pequeño mientras el dolor, la duda, el amor e inseguridad le llenaban, sobretodo el temor, una gran punzada en su vientre le recordaba su bebé y temió por su bienestar.

    El peliplata aun sorprendido tomo a Misaki entre sus brazos para sacarlo de ahí, en ese momento su hijo era su prioridad y lucharía por ello, las preguntas vendrían después.

    *-*-*-*-*-*-*-*




    —Llegaste— le musitó susurrando el ojialmendra con una sonrisa a Yokozawa que cruzaba la puerta del consultorio de su pareja, mirándolo y metiéndose entre sus brazos, llenándose de su aroma y protección, pocas veces lo hacía y en casi ninguna lo admitía pero estar así le reconfortaba totalmente, y más aún cuando a su corazón le atacaban pequeñas punzadas de dolor emocional y temor, como en ese momento experimentaba lo último.

    El último encuentro con el terapeuta e iría con Zen, no sabía que le deparaba, que se podrían decir, pero al mismo tiempo que inquietud, una gran apoyo le sostenía la espalda, mirarlo a sus ojos era sencillamente despejar sus tinieblas con luz abrazadora.

    Luego de una hora, ambos se encontraban sentados en el confortable lugar, como siempre las sesiones terapéuticas se desarrollaban ahí y aunque para Yokozawa ya era conocido por las anteriores veces asistidas, Zen miraba a su alrededor mirando las hermosas y abstractas pinturas que invadían el consultorio dándole un ambiente de más confianza y tranquilidad, suave música instrumental se escuchaba llenándolos de quietud.

    El último paso que se daría en ese momento era uno de los más importantes y necesitaba de todo sentido de calma.

    —bienvenidos de nuevo, me alegra que ambos hayan asistido a este último encuentro de cierre, señor Kirishima es muy importante su presencia en este momento, lo que haremos con Takafumi será una bella despedida simbólica a su hijo, para que con ello puedan prosperar en la vida y no en la muerte.

    Zen no soltó en ningún momento la mano del ojiazul y menos cuando sintió el ligero temblor de este, el tema que a Yokozawa siempre le había llegado y afectado era su hijo no nacido y ahora acompañado de su gran amor cerraría esa fase.

    El terapeuta hizo cerrar los ojos al menor mientras le dirigía hacia el centro de la habitación, Yokozawa inseguro caminaba sin visión, solo confiado en el toque de su doctor, sintió que lo sentaba en un mullido cojín, sin abrir los ojos sintió como en sus brazos el terapeuta le colocaba una frágil figura... quedo estático, con una de sus manos temblorosamente la acerco un poco más hacia el objeto, ya sospechaba que seria.

    Con su mano sintió una suave y plástica carita, era un muñequito que simulaba ser un bebé, un juguete que ahora se tomaba como símbolo ante lo que a Takafumi significara.

    Yokozawa siempre soñó con tener a su bebe entre sus brazos, un sueño perdido que muchas veces se tornaba en pesadilla al culparse del trágico suceso, por lo que tocar al pequeño bebe inanimado le trajo muchas sensaciones, muchas ganas de abrazarlo y sentir que era suyo, que era ese pequeño cuerpito que no logro sentir vivo ni siquiera en su vientre.

    —Takafumi... — dijo con voz firme pero delicada el terapeuta— quiero que cerrando tus ojos físicos y abriendo los de tu alma, veas al pequeño que tienes entre tus brazos, es tu bebé...tu hijo, tómalo.

    Yokozawa ya estaba en su límite, contrayendo fuertemente sus parpados apretó entre sus brazos al pequeño bebé; lagrimas corrieron por sus mejillas sintiendo aquel momento como único y suyo, como ese encuentro con esa pequeña almita y su ser, como una conexión total trascendente.

    Zen solo le observaba en silencio meditando el profundo momento.

    —siéntelo Takafumi, está ahí, contigo...siempre lo ha estado, ese pequeño no te ha abandonado ni tu a él, y eso jamás pasara, porque siempre serás su padre y el será tu hijo.

    Los sollozos del peliazul se incrementaron, ahogándose como si quisiera decirle algo y no pudiera.

    —Takafumi ¿quieres decirle algo?

    —No... No puedo— susurró entre lágrimas, aún tenía miedo y culpa.


    El terapeuta índico con señas a Zen quien ahora lloraba silencioso a que se acercara a Yokozawa suavemente abrazándolo por atrás, siendo su apoyo en ese magno momento.

    Yokozawa se sintió abrazado con esos fuertes brazos que siempre le habían sostenido aun cuando no pensaba podía caer más, se sintió más seguro, compartiéndole aquel momento que era de él y su bebé también con Zen que era el más grande amor de su vida.

    —Tranquilo...estoy contigo— le dijo Kirishima al oído reforzando el agarre mientras Yokozawa sostenía con fuerza al pequeño bebé.

    El terapeuta al verlo preparado le repitió la pregunta —Takafumi ¿quieres decirle algo?—

    —Hazlo, le invito Kirishima, y Yokozawa sintiendo aquel momento comenzó:


    —Perdóname mi niño— susurró a la pequeña cabecita— perdóname por haber elegido la muerte y no la vida, pero ahora se estas allá en algún lugar feliz cuidándonos como el angelito que siempre fuiste, porque estoy seguro que aun sin saberlo mi bebe... yo ya te amaba antes de tu existencia. —sus lágrimas corrían, ahora sus sentimientos y afectos estaban expuestos, podía hacerlo podía sentir a su chiquito entre sus manos aun cuando tenía cerrados sus ojos, estaba ahí con él. —te amo te amo tanto. — lo repetía sublime, como si fuera una letanía, un credo. — te amo.

    Zen lo sostenía ahí sentado en sus brazos, cerrando sus ojos, permitiéndose ver desde dentro, desde su interior acompañando a Yokozawa solemne.

    El terapeuta tomo los brazos del menor y los estiro junto con el bebe para dejarlo en la pequeña alfombra cercana a las piernas de Yokozawa.

    —bien Takafumi, lo has hecho muy bien, ahora quiero que dejes al bebé, a tu hijo al lado tuyo en la pequeña alfombra que te señalo sin abrir los ojos, recuerda que lo estás viendo con la mirada imperdible del alma, con la verdadera.

    Yokozawa no quería soltarlo, lo sentía tan bien entre sus brazos, pero sabía que debía hacerlo; simbólicamente dejarlo ir a descansar a donde ya pertenecía ahora como un pequeño ángel.

    Estirando sus brazos con su niño en ellos, lo deposito suave en la alfombra.

    —Adiós mi niño, gracias por haber estado conmigo y existir en ese momento, ahora lo sigues estando en mi corazón de ahí nunca te iras bebé, te amo.

    La sensación era sublime, tenía a su bebe ahí, en su corazón siempre lo había tenido, ahora lo sentía no con tristeza ni culpa sino con la más pura de las alegrías, como siempre debió ser.

    El terapeuta silencioso recogió el pequeño bebe inerte de juguete y se lo llevo, había cumplido, Yokozawa ahora lo había dejado ir sintiendo tranquilidad.

    Le hizo señas a Kirishima diciéndole que se colocara al frente de Yokozawa silencioso, lo cual lo hizo. Después de un momento el terapeuta le dijo en voz alta:

    —Takafumi, ahora vas a abrir los ojos de la vida, de tu cuerpo, del presente, para encontrarte lo que ahora es tu realidad, tu presente y futuro; quiero que lo tomes y te aferres a este momento porque es tu vida y la que seguirás viviendo, es ahora donde ya has dejado el dolor y las cargas atrás, ahora te espera un nuevo camino una nueva familia. Abre tus ojos y abraza tu futuro.

    Yokozawa fue abriendo despacio sus orbes, estaban un poco rojas por el llanto pero increíblemente despejadas de todo dolor, ahora albergaban esperanza y cuando se posaron a lo que miraban al frente se tiñeron del más grande amor.

    A quien miraban era a Zen quien estirado sus brazos se encontraba al frente suyo a unos pocos metros. Ahora él era su presente y su futuro.
    Sonriendo y dando unos pasos se acercaron abrazándose, aferrándose a la vida, a lo más puro; a lo que tenían y no vieron, al perdón, al amor.

    Yokozawa hundió su cara en el amplio pecho y Zen le abrazo como si en ello dependiera su vida.

    —Ahora eres libre Takafumi, estoy seguro que después de esto, tendrás tantos hijos como desees muchacho. — dijo el terapeuta sonriente, sabiendo que había cumplido su misión, Yokozawa ya no llevaba las culpas como cargas, el amor le había liberado y muy seguro se embarazaría tan pronto como él lo quería.

    —Te amo mi amor

    Tan pronto como salieron, Kirishima prendió su celular que había permanecido apagado en todo el encuentro, no quería que nada ni nadie interfiriera con el momento, creyó encontraría una o dos llamadas normales del hospital, pero su sorpresa incremento cuando eran 15 las llamadas perdidas y de un solo número —Akihiko...

    — ¿Paso algo?— pregunto Takafumi preocupado mientras Zen llamaba al peliplata

    —es Misaki amor, al parecer paso algo con el bebé.


    *-*-*-*-*-*-*-*




    La blanca habitación se encontraba quieta, imperturbable y solo acompañada por un sonido titilante que provenía del monitor cardiaco.

    Misaki estaba recostado en una camilla conectado a un suministrador de suero con un catéter en una de sus manos, miraba hacia la ventana mientras acariciaba su vientre, lloró embargado de emociones, el susto que había pasado no era para menos, pero ahora sentía un poco de tranquilidad, se encontraba estable, su bebe no corría ningún riesgo y aquel dolor que había sentido era producto de esas semanas de estrés y el detonante que había mirado hacia unas horas.

    Sintió que la puerta se abría y al intuir quien era solo cerro los ojos fingiendo dormir.

    Akihiko entro despacio, temiendo interferir en la aparente tranquilidad de su adoración, se acercó y miro como dormía, con sus ojitos cerrados un poco inflamados de tanto llorar, miro como sus manos se encontraban sobre su vientre, abrazándolo protegiéndolo, paso su mano por la frente del menor removiendo algunos mechones con suavidad.

    —Perdóname pequeño— le susurró pensando que no le escuchaba, colocando su mano delicadamente sobre la pequeña barriguita; había sentido tanto miedo e impotencia, las horas que trascurrieron le parecieron una eternidad en el infierno, el solo pensar que perdería a alguna o ambas de las dos mejores cosas que le habían sucedido en la vida, le hacía estremecer infinitamente sacudiéndolo con una tristeza inmensa.

    Lágrimas de alivio nacieron de los violetas ojos cuando su niño abrió sus esmeraldas y le sonrió.

    Misaki estaba cansado de sentir miedo, duda; entrelazando la mano del mayor le miro sonreído, pintando el perdón en sus pupilas.

    —Perdóname tu a mí... U-usagi yo...tuve tanto miedo...

    —Shhh, calma mi amor, estoy contigo, el bebé está bien y de lo demás hablaremos más tarde, ahora descansa. —Recostándose superficialmente a su lado le envolvió en sus brazos depositando pequeños besos en su frente y cabellos—duerme estaré aquí contigo, te despertare cuando Zen llegue para realizarte de nuevo la ecografía.

    —No sé si tu hijo me deje— le dijo el castaño limpiando una lagrima rebelde que corría por su mejilla.

    — ¿P-por qué?, ¿te duele?, ¿pasa algo?

    Negando con su cabeza y una linda sonrisa decidió ya no darle más largas a la preocupación de su esposo —Tu hijo quiere saludarte— tomando la mano de mayor y llevándola a un costado de su barriguita le sonrió esperando unos segundos hasta que la respuesta se vio manifestada

    Akihiko abrió los ojos enormemente llenos de alegría, con una fuerte sensación abrazándolo después de que un pequeño golpecito fuera percibido por tu tacto.

    —E-es...se...se está moviendo, nuestro bebe se mueve— Misaki asintió mirando el perfecto rostro de su amor iluminado por una alegría indescriptible.

    Akihiko removiendo un poco la bata de Misaki, beso la suave piel extendida en el vientre de su amor, —Hola bebe, soy papá...gracias, soy tan feliz... gracias por esta sorpresa — otra patadita fue sentida y ambos rieron tiernamente. El mayor abrazo cobijando de nuevo a Misaki con su amor y besándole en los labios le susurro bellas palabras, tranquilizándolo, devolviéndole esa calma que hace poco se había extinguido.


    *-*-*-*-*-*-*-*




    Akihiko lo cargo llevándolo de la silla de ruedas a la camilla de observación, le iban a tomar una ecografía para revisar como estaba el bebé.
    —hey, podía haber caminado exagerado, solo son dos pasos de la silla a la camilla— le dijo con un suave y hermoso puchero, amaba ser consentido y estar en los fuertes brazos del mayor... pero no se lo diría.

    Kirishima los miro sonreído, esos dos nunca cambiarían y se alegraba de que así fuera, lo que antes era angustia en sus rostros ahora era ilusión y anhelo mientras miraban con orgullo la pantalla en donde su pequeño amor se reflejaba.

    Misaki apretó la mano que Akihiko le sostenía cuando sintió un poco de dolor en su corazón recordando que lo que ahora veía pudo haberlo perdido, pero todo se disipó cuando el pelilplata le sonrió emocionado, ahí estaba en esa sonrisa y mirada todo el amor y tranquilidad que quería hallar, devolvió su mirada hacia el monitor y sin poder evitarlo miro la cara de Zen que también sonreía diciendo:

    —si...lo tengo...

    —que... qué es Kirishima?— le preguntó Akihiko emocionado mientras Misaki también le miraba alerta esperando que su intuición atinara esperando que su bebe fuera...

    —Una hermosa y traviesa damita, felicidades—


    Misaki cerró los ojos, ¿tanta felicidad podía ser cierta?, Akihiko reprimió un grito y solo se dedicó a darle suaves besos a su amor —gracias, gracias, gracias.... una pequeña bebita, la princesa de papá— le susurraba emocionado, su corazón estaba lleno, nada reemplazaría aquel momento.

    —te amo, los amo tanto.

    —Y nosotros a ti Usagi-san...



    to be continued...


    _____________________


    gracias por leer y no olviden dejar su mensaje! gracias :D
     
    Top
    .
  3. Anndie
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    :=NOIP: :=NOIP: :=NOIP: no puedes dejarme asi
    }Me encanta tu fic
    Felicidades
     
    Top
    .
  4. Musubi-chan
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    algo no me cuadra con hiroki ¬¬, no quiero que me caiga mal peroaqui hay algo raro.... Hiro-san alejate de Usagi!! quiero conti!
     
    Top
    .
  5.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando al mundo

    Group
    Clan Vampiro
    Posts
    1,659
    Location
    Rumbo hacia el futuro~

    Status
    Anonymous
    TT^TT Estuvo fantástico Alexx-Nee-Chan como siempre logras sacar mi lado sentimental ¬¬
    Siempre que leo lo que escribes no puedo evitar emocionarme y gritar de la alegría,
    Y cada vez mi admiración y respeto por ti crecen... adoro como escribes, mi corazón se estremece con
    la delicia, emoción, nostalgia, alegría de tus redacciones... :=DANCING:

    Sin mas que decir... fue... !Maravilloso!

    Espero la actualización :P

    :=DANCIND: Te quiero muchisisismo :=amors:
     
    Top
    .
  6.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    ~Yo no soy un ángel~

    Group
    Escritor experto
    Posts
    674
    Location
    Sonriendo y disfrutando de la vida. Porque la vida no es eterna. *u*

    Status
    Offline
    :=NEWWWA: :=NEWWWA:

    nueva lectora; soy angiell


    me gusta tu fic , es muy romantico y me gusta

    chica no lo dejes que de ahora en delante yo estare pendiente de tu historia

    animo

    suerte y espero con ansias la conti
     
    Top
    .
  7. desileo
        +2   +1   -1
     
    .

    User deleted


    En mi rato de osio lo leí y ¡qué genial! me gusto como manejas a usagi y misaki, en verdad que en el fondo soy una romántica empedernida. Con la pareja trifecta me hizo recordar a una situación bastante similar a yokozawa (soy estudiante de nefermería) y en verdad he visto las diversas reacciones de estos casos desdela total calma hasta los episodios de depresión.

    En verdad me das muchas esperanzas para todas esas mujeres ¡muchas gracias!
     
    Top
    .
  8. de los ángeles
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hola espero que siga la historia
     
    Top
    .
  9. de los ángeles
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Continua
     
    Top
    .
  10.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    94
    Location
    argentina

    Status
    Offline
    Conti conti
     
    Top
    .
  11.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    495
    Location
    argentina

    Status
    Offline
    Esta bueno la historia
     
    Top
    .
  12.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    495
    Location
    argentina

    Status
    Offline
    😀
     
    Top
    .
26 replies since 29/8/2013, 23:47   1277 views
  Share  
.