SongFic. Me cuesta tanto olvidarte (Kido x Fudo) (Original)

Una triste historia narrada con el más puro sentimiento, bajo el frío manto de invierno (Me cuesta tanto olvidarte "Mecano")

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    Bueno, aquí llego yo con mi nueva idea para darme a conocer un poquito más por el foro!

    Esta vez os presento un SongFic, que me salió de lo más profundo de mi alma...

    Es el segundo que escribo, y espero que os guste, ya que le he puesto mucho empeño.


    Bien, ahora lo normativo:


    Título: Me cuesta tanto olvidarte

    Canción de: Mecano

    Pareja: Kido x Fudo

    Apto: Todos los públicos.

    Advertencias: Ninguna.

    Autoría: Original mía.

    Link para escuchar:https://www.youtube.com/watch?v=5KyrYxaWfhQ

    Disclaimer: Así la canción como los personajes, no son de mi propiedad, y todos los derechos están reservados a sus respectivos autores.

    Frase: "Nacen los flores de abril, entre la nieve de enero..."




    *******************************************






    Me cuesta tanto olvidarte. (Kido x Fudo)






    Pasaban tan agotadores y dolorosos los días desde qué te habías marchado.


    Yo lo había dado todo, arriesgando mi reputación por estar a tu lado…


    Pero tú seguías ocultándome como si fuese una vergüenza permanecer a mi lado, simplemente no pude más.



    Entre el cielo y el suelo hay algo,
    Con tendencia a quedarse calvo
    De tanto recordar…





    Sabía qué a este paso, no quedaría ni un pelo en mi cabeza, aunque tampoco es qué hubiese mucho antes.


    Temía salir de casa. ¿Y si me cruzaba contigo?

    Caminaba solo por las calles cada mañana y cada tarde de tu ausencia, con las manos ocultas en los bolsillos, frías como las mañanas de invierno.


    La calidez de tus puños cerrados sobre los míos, se había extinguido muy rápidamente, la fría nieve cae sobre mis hombros, donde tu brazo se posaba con cariño tiempo atrás.



    Y ese algo qué soy yo mismo,
    Es un cuadro de bifrontismo
    Qué solo da una faz…





    Mis amigos se acercan a saludar, me preguntan como estoy, ¿Qué crees qué debo responderles? Quizá la verdad, pero, ¿De qué serviría?


    Una sonrisa arrogante brota en mis labios, bromeo un rato. Estos chicos no entienden mi dolor, pero no tengo intención de compartirlo con ellos.


    Me burlo de Sakuma, este chico es demasiado bueno conmigo, sin saber lo qué ha pasado entre nosotros, piensa qué te hice daño, pero no me odia…


    Oculto mi boca y la mitad de mi nariz tras mi gran bufanda, esa qué me regalaste aquel día qué fuimos, como dos niños pequeños, a construir muñecos, y lanzarnos bolas de nieve…



    Mis labios están temblando.


    Podría haber dicho qué se debía al frío, pero dudo qué se lo creyesen, mis lágrimas quieren salir siempre qué te recuerdo, pero ellos siempre me verán alegre, no creo que deba involucrarlos, son tus amigos, y no quieres qué ellos sepan lo qué hubo entre nosotros.



    La cara vista es un anuncio de Signal…





    Porque siempre muestro esa blanca sonrisa, como si estuviese en un anuncio de dentífricos, en los qué tengo qué sonreír exageradamente, para mostrar la eficacia del producto, me siento estúpido…




    La cara oculta es la resulta
    De mi idea genial de echarte,
    Me cuesta tanto olvidarte...





    Cuando llego a casa, exploto en llantos como nunca nadie me había visto.


    ¿Y quién hubiera pensado qué estaba tan destrozado?


    Me cuesta respirar, me estoy ahogando en mi propio mar de lágrimas, y aunque intente nadar contra la corriente, me pesa demasiado la amargura…


    Ahora recuerdo cuando te grité qué te fueras de mi vida y qué jamás regresaras.


    ¿Fue esa mi propia sentencia de muerte? Porque, sinceramente, estoy muriendo sin ti…Te extraño, Yuuto…


    Pero aquel día, por fin había dado a conocer lo mucho qué te amaba; Me había armado de valor para confesar ante todos mis amigos y familiares lo qué sentía por ti, me sentía liberado, pensé qué te sentirías de igual forma…pero me engañé a mi mismo…


    Cuando lo supiste, me dijiste qué estaba loco…Tú padre llegó en ese momento.



    Me cuesta tanto, olvidarte…
    Me cuesta tanto…





    Ese fue el momento más doloroso, cuando hablaste tan frío como el hielo qué cubría las calles aquella tarde, la más fría del invierno.


    Dijiste qué no era más qué un compañero qué venía a pedirte los apuntes…


    Te abofeteé con todas mis fuerzas y salí corriendo. Pude escuchar a tu padre gritando con disgusto, pero no me detuve.


    Mis pies se hundían en la nieve, y mi cara palidecía parcialmente con el frío, resaltando mis mejillas sonrojadas y los surcos de lágrimas qué derretían la escarcha qué cubría mi rostro.


    Justo antes de entrar en mi casa, tú me habías alcanzado, jadeabas sonoramente, mientras descansabas apoyando la mano en la barandilla qué rodeaba mi vivienda.


    Tus ropas estaban húmedas y llenas de escarcha. Al contrario qué yo, tu cara mostraba el color vivo de siempre, y un leve sonrojo adornaba tus pómulos, debido a la precipitada carrera qué habías emprendido tras de mí…


    Creí qué te disculparías por hablar de mí tan frívolamente, pero esto me demostró qué ser ingenuo y tener esperanzas, no me llevarían a ninguna parte.


    Me empujaste entre reclamos, porque tu padre sospecharía después de aquella repentina agresión por mi parte.


    Fue suficiente para mí, te eché de allí a gritos, te dije qué no volvieras nunca…y simplemente te fuiste en silencio…


    Menuda idea la mía; decirte qué no volvieras…



    Olvidar quince mil encantos
    Es, mucha sensatez…




    Puedo no ser la persona más sensata del mundo, pero me gustaría serlo por una vez, para poder olvidarme de ti…


    Tenías tantas cosas qué adoraba, todo de ti era tan perfecto, qué eras un sueño real para mí.


    Poseías más de quince mil encantos qué solo yo quisiera poder descubrir, ¿Cuánto tardarás en mostrárselos a alguien más?



    Y no sé si seré sensato,
    Lo qué sé es qué me cuesta un rato,
    Hacer las cosas sin querer…





    No sé si tendré la sensatez de olvidarte algún día, y volver a sonreír de verdad.


    Me cuesta tanto sonreír sin querer hacerlo, fingir algo así, no es algo qué yo haría… ¿Por qué lo hago entonces?


    A penas puedo comer, me siento cansado y sin fuerzas ni ganas para salir a pasear cada mañana, pero me convenzo a mi mismo de qué algo cambiará si sigo fingiendo qué todo va bien, pero mis esfuerzos parecen ser en vano, pues todo sigue igual…


    Igual qué ayer, igual qué siempre…tan idénticos pasan los días en tu ausencia, qué el invierno no logra terminar, y no supe cuando pasó la Navidad…




    Y aunque fui yo
    quien decidió
    qué ya no más…





    He tratado de convencerme, de qué mi decisión fue la acertada.


    Me prometí no volverlo a intentar, pues ya me has fallado suficiente, pero el adiós no es algo qué pueda seguir soportando, ¿Hace cuanto qué no te veo?



    Y no me cansé de jurarte,
    Qué no habrá segunda parte
    Me cuesta tanto olvidarte…





    Había jurado no volver a pensar en ti, te dije qué jamás te perdonaría, y nunca volvería a tu lado…


    Pero te añoro tanto… ¿Podré seguir cumpliendo estas promesas hasta la muerte?


    No puedo olvidarte, Yuuto…



    Me cuesta tanto, olvidarte…
    Me cuesta tanto…





    Este vacío de tu ausencia me está destrozando, pero sé qué tú no darás el primer paso, sé qué no volverás a mí, y yo no lo haré a ti…aunque:


    Te echo de menos, Yuuto…



    Y aunque fui yo quien decidió qué ya no más,
    Y no me cansé de jurarte, qué no habrá segunda parte
    Me cuesta tanto olvidarte…





    Akio se levantó del banco del parque, en el qué se encontraba sentado, leyendo aquella carta, qué jamás enviaría a su amor perdido.


    Las lágrimas brotaban de sus ojos con amargura, oscureciendo aquellos orbes de verde y vivo mirar…


    Cerró los ojos tras leer su propia firma en aquel papel, donde, por primera vez en su vida, había plasmado sus sentimientos hacia alguien; se sentía como una niña enamorada, era absurdo…El amor era un auténtico asco, el peor sentimiento qué había vivido jamás…


    Dobló el papel entre sus manos y lo observó unos instantes, con duda, para finalmente arrojarlo a la papelera qué había junto al banco.


    Se puso en pié, e inició el camino, rumbo a su casa donde amargas lágrimas lo esperaban.


    Caminó lento por las calles; La cara oculta en su bufanda, las manos en los bolsillos y la mirada baja… La nieve parecía derretirse bajo él, pero aquella primavera tardaba demasiado, el invierno la cubría impidiendo su llegada.


    Alcanzó al fin su destino, y sacó las llaves para abrir la puerta…



    Me cuesta tanto olvidarte…





    Se detuvo antes de poner la llave en la cerradura, y se giró mirando tras él.


    La nieve volvía a caer, ese día de primavera.

    Parecían melancólicas lágrimas heladas, qué caían del cielo, como danzantes pétalos de cerezo…


    Hacía mucho qué no veía brillar el sol, y aunque estuviese nevando, la luz de sus rallos iluminaba los cristalinos copos, en una hermosa imagen.


    Solo faltaba alguien con quien compartir aquella bella imagen…


    Fudo dejó caer sus brazos, y alzó la vista al cielo, entrecerrando sus ojos; las lágrimas salieron de nuevo, mezclándose con los copos de nieve qué se derretían en contacto con sus pómulos…



    Cerró los ojos.



    Me cuesta tanto, olvidarte…






    Los abrió de nuevo, y bajó la vista al frente, helándose más qué el paisaje en el qué se encontraba…


    Yuuto Kido…


    Él estaba allí, igual qué aquel día, jadeante, con las mejillas sonrojadas, descansando con el brazo apoyado en la baranda, sus ropas humedecidas por la escarcha derretida…


    Solo una pequeña diferencia, marcaba la escena; Las lágrimas qué surcaban su rostro con tristeza, y el papel qué sostenía en su otra mano…


    Fudo lo reconoció, su carta, aquella de la qué creyó haberse deshecho hacía apenas media hora, en el parque qué ambos solían frecuentar cuando estaban juntos…


    Kido se dejó caer sobre la nieve, arrodillándose frente a Fudo.


    Su perspectiva de lo qué había pasado entre ellos, había sido muy diferente, no sabía qué había dañado tanto el corazón de su amado, y cuando lo vio llorando en el parque mientras leía una carta, qué luego tiró; Decidió cogerla para leer su contenido, aunque no le correspondiese, y no se arrepintió de haberlo hecho.


    Aquellas palabras tan puras, escritas torpemente sobre el papel arrugado, con un bolígrafo negro al qué le escaseaba la tinta, y su firma temblorosa al final de la hoja; Kido no pudo evitar llorar a leer aquellos sentimientos qué su amado pretendía abandonar junto a la carta, y echó a correr tras Fudo, haciendo uso de toda la fuerza qué sus piernas le permitían ejercer en cada zancada.



    Cuando alcanzó a Fudo, este lloraba con los ojos cerrados, y la cara alzada hacia el cielo, la nieve brillaba en fugaces colores bajo la incidencia de los rayos solares, danzando al compás de los latidos de su corazón.


    Akio bajó la mirada y le vio. No parecía alegrarse demasiado de verle allí, su cara demostraba un profundo sufrimiento, se le veía confuso, era comprensible, se preguntaba qué hacía allí, la persona qué tanto extrañaba, pero nunca esperó ver.



    A Fudo le flaquearon las piernas.


    Cayó arrodillado frente a Kido, sin poder contener el llanto, se cubrió el rostro con las manos, no podía estar más avergonzado; Habían leído su carta…Él, la había leído.


    -Venía a pedirte un favor…-susurró el de rastas, mirando fijamente al chico qué sollozaba ante él, el cual le miró con sorpresa y desilusión.



    Me cuesta tanto…





    -Creo… qué después de qué le diga a mi padre qué soy homosexual me echará de casa… Él es homófobo…-explicó en un susurro, con la mirada fija en el suelo.


    Kido comenzó a derramar lágrimas también-Yo tampoco puedo olvidarte…-murmuró entre sollozos-Cuando me eche… acógeme en tu casa… por favor-suplicó mirándole a los ojos.


    Akio movió su mano sobre la nieve, y la puso sobre la de Kido… aquel cálido sentimiento reconfortó el espíritu de ambos muchachos, qué juntaron sus frentes, llorando en silencio, bajo aquella fría pero hermosa nieve qué representaba su puro amor.



    Les costará tanto olvidarse, qué se amarán toda la vida para no hacerlo jamás…



    Bajo la primavera de hielo,

    Nacen las flores de abril,

    Entre la nieve de enero…




    Costará olvidarlo…




    *******************************************




    Y aquí termina mi segundo SongFic.
    Espero haberos deleitado con esta triste historia de amor.

    ¡Y también deseo volver a escribir muchas mas historias para todos y todas!

    ¡Ojalá comente mucha gente, y así sentirme motivada para trabajar al máximo en mis historias!



    Nos leemos!


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    Yaoizando
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    OOOOUNN <3 tengo amor profundo a este fic :,)
     
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  3. Arashi_chan
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    O nee_San...eso es muy bonito,si todos los amores fuesen tan puros como este,seria precioso que pena que el amor sea tan complicado y difícil de entender=)
     
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  4. xhikarux
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    alaa....es tan bonito, creo que llore y todo cuando lo lei.
    Es precioso, te hace darte cuenta de que el amor es un sentimiento complicado y que trae muchas complicaciones pero que al final es el sentimiento mas bonito.

    Simplemente maravilloso
     
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    Ahora soy artista sigueme en insta: clausfiredraws

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    Aquí en camita mientras trabajo riendome de mi propio chiste sin gracia O.o

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    Muchas gracias a todas y todos por gastar un trocito de vuestro tiempo en leer este songFic, me hace feliz leer cada comentario, me animáis a seguir escribiendo, espero poder escribir muchas más historias que sean dignas de vuestra atención.


    Os desea una feliz Navidad: Shidori23.



    Nos leemos!




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  6. Claribel Gazano
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    Sencillamente hermoso
     
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