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.Charlie & Simón
A mano
Este veinticuatro de diciembre, Simón estaba sentado afuera, mirando nada más que su celular. Esperaba ansiosamente el mensaje de su hermano, Charles. Lo quería ver. El mayor le prometió ir por él al rato desde las nueve, pero ya era más de media noche. Estaba molesto, y más que molesto, estaba furioso.
Desde siempre, su hermano mayor le ha prometido cosas, como llevarlo a pasear, andar con él, etc., pero nunca cumplía. Y el menor quería estar con él, a su lado, paseando y haciendo cosas que hacen los hermanos, pero nunc a le cumplía ese deseo.
-Ni siquiera porque es navidad.- susurró, mirando el móvil, que seguía aun igual.
Justo en ese momento, llegó un mensaje. José se alegró. Lo abrió eufórico. “Perdón, Simón. Mi tía se puso a beber mucho y ahora ya no me puede llevar a tu casa porque no puede conducir curda. ”, Decía el mensaje. La sonrisa en la cara de Simón desapareció de un momento a otro. Quería lanzar el aparato lejos, romperlo en pedazos, o al menos insultar de mil formas a su desgraciado hermano. Pero no. Prefirió quedarse callado y quieto. Si su hermano no quería estar con él, está bien, que así sea.
Pasaron los días, era treintaiuno de diciembre, día de año nuevo. Eran las once y media. Esa noche, Charlie le prometió a Simón esta vez no faltar. Él estaba en su casa, afuera, pensado que eso era falso, pero valía cero, ya que, de todas formas, él sería esta vez el que se quedara sin hacer nada.
La noche fue tranquila, se hicieron las doce, sonó el cañonazo. Todos se dieron el año nueva, abrazos y risas por doquier, y aun así, Simón no veía que Charlie llegara. Lo sabía, le falló de nuevo. Por la decepción se metió a dentro de su hogar, sin terminar de dar el año nuevo a todos. En eso un auto blanco llegó. De él bajó Charlie. Saludó a todos, dio el feliz año nuevo a todos, pero no veía por ningún lado su hermano menor. Puso un rostro algo triste, pero volvió a sonreír un poco cuando más gente llegó y lo saludó.
Charlie le mandó un mensaje a Simón, preguntándole dónde estaba, pero él no le contestó. Poco después se tuvo que ir, ya eran más de las una y media, y no podía estar allí mucho. Cuando el auto partió, pasó frente a la casa de Simón, y Charlie la miró con una expresión algo triste.
Cuando iban ya en la carretera, Charlie recibió un mensaje de Simón. Lo revisó apresurado, pero se extrañó al leerlo. “Ahora estamos a mano.”, decía. ¿A mano? Se preguntaba. Después tomó en cuenta al fin que Simón estaba molesto por todo lo de antes. Eso lo hizo entristecer.
A la semana siguiente, Charlie llegó a la casa de Simón en taxi. Tocó a la puerta, pero salió la madre de Simón. Él le preguntó donde estaba Simón, y ella lo dejó pasar, diciéndole que estaba en su cuarto. Le dijo que era bueno que hubiese llegado, ya que Simón había estado muy deprimido desde año nuevo. Él se preocupó y fue a su cuarto rápidamente.
Abrió la puerta de golpe y lo vio. Allí estaba, Simón, acotado en su cama mirando al techo. Al ver a Charlie se sorprendió, pero lo miró tan fríamente. Charlie se asuntó, nunca lo había visto tan frío. Simón le preguntó qué quería, y Charlie quedó un poco en silencio. Se acercó lentamente a él rascando su nuca.
Charlie le dijo que quería que salieran ese día. Simón se negó. Charlie se sorprendió. Le preguntó por qué no aceptaba. Simón no respondió. La verdad no sabía por qué se negó, si de verdad quería estar al menos un día con su hermano. Charlie le volvió a preguntar lo mismo, si quería salir con él. Esa forma de pedirlo fue distinta. Simón lo miró de reojo. Para luego suspirar y aceptar aburrido. Aunque por dentro saltaba de alegría. “¿Por qué me alegró tanto?...”, se preguntaba.
Salieron de la casa y se fueron al centro comercial. Ese día fue muy divertido para lo dos. Compraron helados, jugaron en el salón de video juegos, fueron a comer chatarra. El día fue genial. Charlie estaba tan feliz como Simón, él por que pudo verlo sonreír todo el día, y Simón porque al fin pudo hacer lo que tanto anhelaba: Pasó el día completo con su hermano mayor.
En la noche cuando llegaron a casa, Charlie se iba a despedir de Simón, pero vio su rostro. Se veía un poco triste. Él le preguntó qué pasaba, y Simón poco después le contestó que sabía que esta sería la única vez que saldrían, ya que el mayor nunca lo iba a ver. Charlie se sorprendió de eso, pero luego rió un poco. Le dijo que eso ya no pasaría más, y que de ahora en adelante, vendría todo lo que pudiera a pasar los días con su familiar favorito. Simón se sonrojó al oírlo decir eso ¿Su favorito? Eso era mucho decir. Sonrió.
Charlie se despidió y se dio la vuelta para irse, pero entonces sintió algo agarrarlo desde atrás. Era simón, que lo atrapó en un abrazo.
-Tú también eres mi familiar favorito, y el hermano que más quiero.- le dijo.
Charlie se sorprendió al oírlo, para luego sonreír. Se dio la vuelta y lo abrazó también. Simón por ser menor, era más bajo que él, “pero eso sólo lo hacía más tierno”, pensaba Charlie.Fin.
Fue cortito, pero me gustó escribirlo. Fue que mi primo, José Simón, estaba esperando el 24 a que su hermano mayor Charlie, lo viniera a buscar, y era tarde, entonces... básicamente fue lo que pasó al principio pero menos dramático... xD
El final si es original.
Espero les haya gustado~
¡Feliz año nuevo 2015 a tod@s!
Noriko O.
matta nee!!
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Todo lo bueno,alguna vez tiene que acabar en este mundo
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, me gusto muchooooo, enserio, es muy bonito, yo también le haría eso a mi hermano (si fuera hombre...y tuviera un hermano hombre XD) pero igual, un one-shot muy bonito 
Nunca pasaría eso en mi familia, si pasara, seria un milagro, pero naa, nunca pasa
Feliz año nuevo!
Nos vemos!!
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Nakai Sairus .
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esto genial me gusto ^^, es un one-shot en ti nori pero igual siempre has escrito historias geniales no me quejo jaja
Feliz ano ¡¡¡¡ digo año¡¡¡¡ jaja, saludos.
"A mano" -Charlie x Simón- [One-shot]Un One-shot corto, hecho en algo que pasó este 24 en la noche. |
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