Para que luchar, por que esperar de la vida cosas buenas y amables.Una simple ilusión, es esta pasión.Dejame disfrutar de esta farsa solo por esta ocasion
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- Déjame tener esas manos que son hermosas, prometo que no las lastimare al cortarlas.Y cuando todo esto termine gritaras... por más.
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-Si muerdes, juro que te romperé las piernas – le amenace para empezar a embestir su boca, sacando y metiendo mi hombría dentro de su boca, acallando sus gritos de desesperación.
-Mmm… agh- solo gemía ahogadamente mientras que de sus labios escurría su saliva mezclada algo de pre-semen. Ante mis vista o podía haber mejor escena.
Ardía, mi cuerpo pedía por el. Sutiles jadeos escapaban de mi boca por el placer que sentía, en cambio el veía su rostro enrojecido y lleno de lagrimas. No me importo para nada eso, solo que el aprendiera que me pertenece, me basta… al sentir sus dientes querer apretarme le tiro del cabello dándole una señal para que no cerrase su boca, este avergonzado solo trataba de no ahogarse respirando hondo por la nariz.
Al cabo de unos minutos me vine en su boca, y no saque mi miembro hasta verificar que se lo haya bebido todo, me miraba con asco pero lo bebió forzadamente, cuando lo saque este empezó a toser bruscamente mirándome con desprecio, con su mano se limpio el excedente de mi semilla que aun permanecía en sus labios, seguía temblando.
Me acerque a el con cuidado, dándole una cálida sonrisa pero cuando quise tocarle este me dio un manotazo aun con sus manos juntas. Sonrió ya que se ve divertido, me lanzo a su captura, atrapando su cuerpo con el mío, su cuerpo estaba caliente el calor que emanaba era mucho, ya no podía esperar más. Necesita hacerlo mío por completo… estaba deseoso de escuchar fuertemente de esos labios mi nombre.
-Te lo hare tantas veces que rogaras que me venga dentro de ti – le susurro al oído sintiendo los escalofríos que sufrió.
-Agh… N-No te atrevas – dijo con lágrimas en los ojos llenos de frustración
-Solo observa- dije para darle vuelta con brusquedad, haciendo quedar boca abajo. Sudaba, estaba agotado se veía en sus ojos ya escasos de esperanza. Levante un poco sus glúteos dejándome una buena vista de su entrada, aquel estrecho orificio cubierto por un rastro de sangre, aun palpitaba de dolor por lo que hize,no tardaría en pertenecer. Coloque tres de mis dedos en frente de el.
-D-Detente – susurro para morderse los labios al verme. Con obstinación apreté con fuerza su mandíbula forzándolo a abrir su boca, lo obligue a mojar mis dedos con su lengua… este sin salida obedeció. Cuando ya estaban bien húmedos los retire de su boca acercándolos a su entrada.
-Intentare soportar, pronto entrare en ti - se que lo deseas también, que nuestros cuerpos sean uno de nuevo, el que nuestros labios se enrojezcan por todos los besos que nos daremos. Escucho tu suave gemir cuando inserto el primer dedo, acaricio tus paredes tus paredes con el, no tengo miedo ya que no estabas tan apretado como lo imagine eso me enfurece. El solo pensar que otra persona te haya tenido antes que yo, pero a la vez quizás yo soy el responsable de ello, si te hubiera preparado antes de penetrarte quizás no te hubieras desgarrado tanto- No te contengas, tus gemidos son música para mis oídos - digo, cuando siento que ya tu entrada se dilataba un poco inserto el segundo, metiendo a ambos hasta el fondo como podía y a su ves haciendo como si en ves de dedos fueran tijeras, que se abrían y cerraran dentro de ti. Te escuchaba gemir y sollozar a la par de cómo proseguía, tus gemidos los cuales se debatían entre el dolor y el placer que sentías en estos momentos. Yo solo podía verte, solo eso sabes me frustra, ya no deseo esperar pero seria egoísta si solo yo disfrutara de esto.
-Ya…ahg… no más – profirió con terquedad intentando pararse inútilmente ya que no se movió ni un centímetro, en cambio solo se hirió más. Inserte el ultimo dedo dentro suyo con algo de brusquedad, oyendo aquel ahogado grito que libero con sutileza.
-Es tiempo - digo ya desesperado retirando mis dedos, acomodándome detrás de el cómodamente para penetrarlo- No te tenses o será peor para ti – digo para acercar mi miembro a su entrada y con algo de esfuerzo logro entrar en el, solo la punta pero sentía como sus paredes me absorbían y estrujaban mi virilidad otra vez, el placer recorría mi cuerpo. Lo sujeto de la cadera a este paso seria mas doloroso, sin darle tiempo arremeto contra el, con una sola embestida entro en su interior haciendo gritar de dolor.
-N-No te… muevas… – dijo con voz quebradiza apretando sus puños volviendo sus nudillo blancos, en cambio yo me regocijaba de éxtasis al estar dentro suyo, su interior era tan cálido.
-Parece no disfrutarlo, pero porque tú interior aprieta y absorbe mi miembro con gusto, es tan caliente – dije con una sonrisa de triunfo moviéndome lentamente, oyendo sus quejidos y replicas ordenándome que parada- El sonido que hace tu entrada cuando te embisto es magnifico – confieso moviéndome con mayor rapidez, incrustando sus dedos y uñas en su cadera, me relamo los labios con fervor mientras paso mi lengua por su espalda saboreando el sudor que emanaba de su tersa piel.
-A-Agh… no digas…ngh, eso – dijo entre gemidos incontrolables, con su boca abierta dejando salir su aliento caliente sobre la almohada. Levante su pierna izquierda colocándola en mi hombro derecho para embestirlo con más severidad, desgarrando su interior… entrando hasta el fondo- ¡Aaahh! O-Onegai…ngh… D-Duele – decía apenas ya que sus gemidos junto a mis jadeos omitían toda suplica.
-Eres un buen niño – digo para subir su otra pierna a mi otro hombro, directamente lo estábamos cara a cara, mientras yo estaba lanzando todo mi cuerpo contra el suyo, entrando hasta el fondo, este chico nunca experimento estas cosas en su vida. Lo creo al ver sus ojos cristalizarse y sus labios enrojecen por mi cercanía, aumento la velocidad de mis movimientos embistiéndolo con más fuerza que antes. Su sangre era un excelente lubricante, me permitía moverme con algo más de facilidad.
-Ngh… agh ¡Aaahh! – grito para apretar sus paredes y venirse ensuciando su abdomen y el mío, me detengo y lo miro con alegría y lo fuerzo a corresponder mi beso, el ya estaba exhausto no se pudo negar, saboreaba sus labios sin ningún problema, para seguir con mi lengua descendiendo hasta su cuello el en cual repartí besos que lo hacina estremecer.
-Aun no terminamos - digo para volver a moverme en su interior pero esta vez saliendo por completo de su interior para volver a entrar con rapidez, para escuchar como gemía extasiado por ello. Ya lo estaba disfrutando lo siento en su voz, aquella suave voz que libera sus gemidos repletos de placer.
-M-Más… muévete mas – pidió avergonzado tirando su cabeza para atrás, con gusto obedecí acelerando mis embestidas dando en aquel punto sensible que el tenia, aquel lugar que lo hacia gemir sin control. Me incline a su pecho y comencé a morder sus pezones con fiereza sin detener mis movimientos, jadea lleno de placer cerrando sus ojos dejándose llevar por mi.
El tiempo transcurrió lentamente… antes de llegar al fin di mi ultima embestida insertándome hasta el fondo de su interior viniendo hay, llenándolo completamente de mi semen, respirábamos agotados pero yo antes de terminar lo hice lamer mi miembro, este ya no sabia que hacia y se dejo llevar. Lo succionaba con tanta obediencia, metiéndolo hasta el fondo de su boca, llenándome de placer cuando estuve apunto de venirme lo agarre de los cabellos alejándolo de mi miembro, para venirme en su rostro, vi como con su lengua lamia un poco del semen que escurría de su labios. Y sonrió, me había sonreído, vi sus ojos. En ellos ya no había brillo, estaba como perdido, me agradaba su obediencia y nos acostamos en la cama, yo lo abrase con fuerza.
-Nadie te alejara nuevamente de mi lado, desde ahora eres mío Akaito – le digo contento.
-Meito, Meito…Meito – solo repetía mi nombre una y otra vez mirandome. Creo que perdió la noción de quien era, olvido todo y ahora solo me recuerda.
-Si, di mi nombre solo debes pensar en mi –te digo besándote con desespero oyéndote gemir tan dulcemente
Le hice el amor toda la noche hasta que el sol apareció, estaba tan exhausto que no pudo levantarse siquiera, mientras yo fui con todos tus papeles a comprar unos pasajes de avión, nos iríamos un tiempo, era tiempo de olvidar… era tiempo de olvidar mis errores.
-Creo que si no hubieras muerto Kaito, nunca habría conocido a tu hermanito ¿Quieres que lo confiese? Pues fui yo quien le corto los ojos a tu amado y también fui quien abuso de ti esa noche y termine matándote para que nadie mas te pudiera tener- confieso ante su tumba, al lado mío tenia a Akaito quien me abrasaba el brazo con miedo, el parecía un niñito no sabia que hacer o pensar.
-Ya vámonos no quiero estar aquí, no me gusta este lugar – dijo con miedo, aunque escucho que yo mate a su única familia no pareció comprender nada. Eso solo hace más fáciles las cosas.
-Tranquilízate ya no volveremos a aquí – digo con una sonrisa cariando tu cabello.
Lo desaparecí, me lo lleve de Tokyo a un lugar donde nadie nos pudiese rastrear o encontrar. Disfrute de el cuantas veces desee, lo ame y yo se que en el fondo de aquellas palabras gentiles que el decía ocultaba el odio que el creía tener sobre mi, aun espero que nunca recupere la razón. Ya que si algún día lo hiciese seria a última vez que viera el sol.
Fin...
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Gracias por leer este fic...
Nos veremos luego quizas por el foro
Hasta luego
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