[One-shot] Tomodachi (Tōdō x Misaki)

—Realmente ha sido un día genial, muchas gracias por invitarme a pasar este día contigo—Misaki Takahashi hizo una amplia sonrisa de felicidad a su amigo Shinnosuke Tōdō mientras caminaban a la par por el gran parque teñido de hermosos colores otoñales, típicos de aquella naturaleza oriental.

Ambos vestían yukatas de colores fríos haciendo una notable contrariedad a la personalidad tan agradable y calidad que ambos poseían. Y era una razón muy especial por la que ambos vestían de aquella forma al igual que otras personas que se paseaban por aquel parque y era porque se celebraba el tan tradicional “Shūbun no Hi” que, dejando de lado el ámbito religioso de ir a visitar a los seres queridos que dejaron el mundo para ir a un lugar mejor, también se celebraba el comienzo del otoño y que mejor lugar para festejarlo que en el parque de Shinjuku, la cual estaba cubierta por árboles que dejaban caer incesantemente sus hojas que, combinado con las luces de la noche, creaban un paisaje bellísimo

—Me alegro que te gustara Misaki— Tōdō hizo una de sus agradables muecas, aunque solo le duro unos pocos segundos al recordar algo importante—Espero no haberte traído problemas con tu amigo Akihiko.

— ¿Eh? —Lo miró y enseguida se puso algo colorado—No...Para nada, no me has traído problemas—Sin embargo Misaki Takahashi no había logrado irse así como así junto con su amigo al parque de Shinjuku, tuvo que hacer hasta lo imposible para convencer al famoso escritor para que lo dejase salir y lo había logrado, aunque a regañadientes del mayor.

Por otro lado el castaño no notaba que su amigo tenía la vista puesta en él, más bien en sus mejillas, se le hacía un tanto adorable ver a su compañero sonrojado, bueno, si íbamos a sincerarnos para Tōdō todo en Misaki se le hacía tierno, que le provocaba hasta incluso una tonta sonrisa en el rostro.

Continuaron caminando unos cuantos metros más, mirando hacia ciertos puestos deteniéndose cada tanto a ver lo que vendían, aunque no solo se detenían para eso a veces se daban golpes amistosos entre ellos y se perseguían por el camino iluminado y cubierto de hojas riendo a viva voz, pero se detuvieron por completo cuando llegaron a la mitad de un puente rojizo que dejaba a la vista el lago que tenían en frente junto con la noche estrellada y la luna llena, obnubilados observaban la hermosa obra que tenían frente a ellos y dejaban su mente completamente en blanco mientras disfrutaban de los hermosos tonos fríos en el cielo junto a la pureza del blanco de las estrellas y la luna.

Era un momento único, pero faltaba algo más.

A Shinnosuke Tōdō le faltaba algo más para que esta noche lo fuera todo para él y lo único que necesitaba, provenía de Misaki.

Tembloroso, acercó su mano al hombro del más bajo e hizo que se volteara para quedar frente a frente, el rostro serio mezclado con recelo de Tōdō y la cara de sorpresa y confusión de Misaki que, al siguiente segundo se tiño de un color rojo intenso al sentir de forma repentina los labios ajenos posados en los suyos. El menor se quedó estático en su lugar, sin poder creer lo que estaba pasando ¡¿acaso era cierto?! ¡¿De verdad Tōdō, su mejor amigo, lo estaba besando?! Esto no podía ser real.

Misaki colocó las manos en su pecho mientras que el otro sostenía su rostro con sus manos que, enseguida soltó cuando sintió que su amigo le empujaba levemente hacia atrás, dándose un poco de distancia como la que tenían hace unos minutos antes. No se dijeron nada, solo se miraban desconcertados y a la vez confundidos, pero el silencio no duro mucho el oji-verde apretando sus labios un poco dijo mientras se inclinaba hacia abajo.

— ¡Lo siento mucho! —Y tras decir eso Misaki salió corriendo de ese lugar rápidamente, perdiéndose entre la gente.

— ¡¡Misaki!! —Gritó el más alto quien se quedó parado allí ahora sumamente arrepentido por lo que había hecho— ¿Qué hice?...

Pasaron así los días, las semanas e incluso los meses en los que no se dirigían la palabra en lo absoluto, por cada día que pasaba Shinnosuke Tōdō se sentía cada vez peor, ¿Por qué demonios lo había hecho? ¿Qué perdía con esperar un tiempo más hasta aclararse bien? Si bien, Tōdō no se consideraba homosexual se sentía muy extraño al estar junto a Misaki, era mucho más fuerte que una simple satisfacción y muy idiota fue el pensar que con besarlo podría llegar a tener una idea de saber que rayos le pasara…¿o tal vez si la tenía?.

—Hola…—Dijeron de repente mientras se sentaban frente a él en la mesa, sacando de los pensamientos al chico que, al ver de quien se trataba se sorprendió demasiado.

—Misaki…—Dijo en un tono bajo.

—Quería pedirte disculpas por lo de aquella vez…y volver a ser amigos—En ningún momento Misaki alzo la vista la mantuvo siempre a gachas.

Shinnosuke por su parte no pudo evitar sonreír, no se esperaba para nada esto y era una grata sorpresa escuchar esto.

—Siempre fuimos y somos amigos Takahashi—El otro al oír eso enseguida levantó la vista y sonrió ampliamente asintiendo con su cabeza—Ven, vamos a por algo de comer—Seguidamente se levantó de su asiento a la par del oji-verde que fue con él nuevamente juntos.

«Tal vez nunca esto cambie, que siempre seremos simplemente amigos y jamás correspondas lo que yo siento, pero con tal de ver cada día tu sonrisa será todo para mí. Misaki.»