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+2
.Hola
Es mi primera vez por esta sección del foro pero espero crear muchas historias mas aquí.
Aun no tengo muy claro lo que quiero hacer con esta historia, pero tengo una pequeña idea. Quiero que los capítulos sean cortos y no tengan que ir perfectamente ligados unos con otros para seguir con la trama. No sé si me explico muy bien. En fin , ya lo verán conforme pasen los capítulos.
Este es una especie de prologo que espero que les guste.
Bye bye
Conversaciones
Odio las conversaciones cortas.
Quiero hablar de átomos, magia, intelecto, música, atrapa sueños, muerte, extraterrestres, tatuajes, sexo, religión, el significado de la vida, galaxias lejanas, las mentiras que has dicho, tus defectos, tus olores favoritos, tu niñez, lo que te mantiene despierto por la noche, tus miedos e inseguridades, tus sueños, tus tristezas, tribus inmemoriales, de animales fantásticos y antiguos, viajes inexistentes y recuerdos olvidados.
Me gusta la gente profunda, que habla con la emoción de una mente retorcida.
No quiero escuchar un solo “que más”.
Edited by ~Akemi~ - 3/12/2016, 22:24
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Se ve interesante . Estaré esperando con ansia. . -
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Nombres
Ángel a sus 16 años se cambiaba por primera vez de casa.
Si se lo preguntaba estaba demasiado nervioso.
Todo ahí era nuevo (no en todo el sentido de la palabra pues comenzó a vivir en un pueblo con casas pequeñas y la pintura caída.) Su vecindario era nuevo, la gente era nueva, y por supuesto la escuela era nueva. Había dejado atrás a sus amigos de toda la vida, a su simpática novia, el patio donde había enterrado a sus innumerables peces dorados y los columpios oxidados donde se pasaba todas las tardes pensando que si se impulsaba con suficiente fuerza podía saltar y tocar una nube con las puntas de los dedos.
Se miró por última vez al espejo, acomodando su cabello castaño y ocultando esas molestas pecas de sus mejillas con un poco de maquillaje. Su madre se ofreció a llevarlo a su nuevo instituto, pero Ángel se negó, lo mejor sería caminar para quitarse los nervios de encima, así que despidiéndose de sus padres salió de su casa dispuesto a caminar esos dos kilómetros que lo separaban de su nueva tortura.
Llegó con el tiempo contado a su aula y tomó un fuerte suspiro antes de llamar suavemente a la puerta, encontrándose después de unos segundos con la que suponía era su profesora de Historia Universal.
-Tú debes ser el chico nuevo. Adelante.- Le dijo amablemente y Ángel entró inmediatamente encontrándose con el caos que era su nuevo salón de clases. –Atención. Él es su nuevo compañero Ángel Zarzo, espero que le den la bienvenida a esta clase.
Ángel sonrió tímidamente al sentir los ojos de sus compañeros sobre él y después de eso la profesora le indico cuál sería su lugar, una banca doble al fondo del salón. Era perfecto pues lo que menos quería en ese momento era llamara la atención. Sin embargo pudo sentir varios ojos sobre su espalda cuando cruzó el salón en silencio (sobre todo los ojos de las chicas que reían nerviosamente cuando él pasaba.)
La profesora comenzó a pasar asistencia y Ángel se dio cuenta que iban sentados en orden alfabético. No le sorprendería ser el último, después de todo, los apellidos con z eran poco comunes.
Llamaron a la puerta suavemente y la maestra soltó un suspiro pesado, dejando la lista de asistencia a un lado.
-Adelante.- dijo con voz molesta y después la puerta se abrió, dejando ver a un chico con la piel blanca como la nieve y el cabello negro como el carbón.- ¿De nuevo tarde Zuriaga?- regaño la profesora, pero el chico solo se encogió de hombros sin decir una palabra.
Sus compañeros ni siquiera parecieron notar al recién llegado. El chico avanzó por el salón sin hacer ruido y entonces llego frente a su banca. Al principio Ángel pensó que no había notado que él estaba ahí, pero eso era estúpido porque prácticamente se estaban viendo a los ojos, y fue cuando notó que le chico tenía los ojos más hermosamente azules que había visto y que una perforación adornaba su ceja derecha.
El chico se sentó a su lado sin decir una palabra, ni siquiera preguntó su nombre o mostró el menor interés en conocerlo, simplemente sacó su libro de la mochila que llevaba y prestó atención a la clase.✰
Por un momento Ángel se temió que la clase fuera eterna, pero para su suerte terminó a los noventa minutos.
Suspiró largamente mientras se estiraba en su lugar y después oyó una voz chillona a su lado.
-Ángel ¿verdad?- Era una de sus compañeras quien lo llamaba.
-Sí.
-Nos preguntábamos si querías comer con nosotros en la cafetería.- Ángel miró a un lado donde estaba su compañero que no le había dirigido la palabra en todo el día, y al ver que no tenía la intención de hacerlo volteó a ver a la chica.
-Me encantaría.
La chica se sonrojó y Ángel se levantó de su lugar tomando sus cosas y acercándose a un grupo de chicos que le dieron la bienvenida. Todos parecían amables y trataban de integrarlo a la conversación, cosa que agradeció. Cuando llegaron todos pidieron diferentes cosas, entre ellas papas y refresco, la comida ahí era verdaderamente cara.
-La cafetería aquí es una mierda. Por estas fechas solo podemos comer aquí, pero en primavera se abren varios puestos más baratos y con mejor comida.- Le explicó un chico con una sonrisa arrogante.
-¿Enserio?
-Sí, debes probar lo que preparan en primavera en los puestos ambulantes.- le animó una chica bastante pequeña para su gusto.
Al parecer todos estaban bastante interesados por él. Todos le hacían bastantes preguntas como de donde venía, porque se había mudado, donde vivía, si tenía hermanos. Las típicas preguntas para poder conocer a alguien.
-Eres alguien bastante interesante Ángel.-Le dijo una chica sonrojada. Él no lo consideraba así, pero de todos modos le sonrió por el cumplido.
-Te debe agradar una buena charla después de pasar toda una clase sentado con “El Señor Silencio”
-¡Eso es grosero de tu parte!-Le reprendió una chica al chico llamado Fernando, el mismo que tenía esa sonrisa burlona que no le agradaba a Ángel.
-Solo digo la verdad.
-¿Por qué le llamas así?- preguntó Ángel curioso.
-Prácticamente nunca habla.
-¿Es mudo?
-No, solo no le gusta hablar con nadie. Lo hace de vez en cuando pero no escuchamos muy seguido su voz- le dijo esta vez una chica.
-Me alegro de que digas eso, pensé que no le agradaba.
-¡Oh no! No te lo tomes personal, él simplemente es así.
-¿Por qué?
-No lo sé. Supongo que le parecemos aburridos.
-Es una lástima, él tiene una cara tan hermosa.- Exclamó una chica con un puchero de tristeza.
-Si me lo preguntan tiene cara de idiota.- Dijo Fernando, claramente molesto por el comentario.
-Pero nadie te preguntó.
La conversación se quedó ahí, pero Ángel se quedó pensando mucho tiempo después.
No en todas las clases tenía que sentarse con ese silencioso chico, pero aun así no podía evitar mirarlo fijamente, aunque el chico parecía no notarlo.✰
Después de todo el día no había estado tan mal.
Cuando salió de la escuela el sol trataba de abrirse paso entre las nubes sin lograrlo. Eso era algo bueno pues quería ir a casa caminando y el calor solo hubiera hecho que se cansara. Además quería explorar un poco el pequeño pueblo entes de llegar a su hogar, así que se desvió del camino que había tomado en la mañana.
Tras caminar un rato parecía no haber nada interesante, excepto una tienda de música y un pequeño café, pero de ahí en fuera el pueblo parecía muy aburrido en comparación con la ciudad en la que antes vivía.
Iba a dar media vuelta cuando el chirrido de unos columpios lo dejó congelado en su lugar. Odiaba esa clase de ruidos, desde el chirrido de una puerta que necesitaba aceite hasta el de una motocicleta al pasar rápidamente. Pero en vez de alejarse de ese ruido se acercó, encontrándose con unos juegos abandonados y un chico meciéndose en los columpios al que Ángel rápidamente reconoció.
Sin saber porque se acercó él. No debería hacerlo, tal vez lo molestaba con su presencia, además, si no le había hablado en el salón de clases que le hacía pensar que lo haría en unos juegos abandonados.
-Hola- le saludo con una voz chillona una vez que estuvo lo suficientemente cerca para que el chico lo notara. Se sentía un idiota.
El de ojos azules levanto levemente la mirada y la clavó en Ángel quien por un momento temió que lo ignorara, pero el chico no lo hizo, por primera vez en todo el día su rostro cambio esa expresión seria que lo caracterizaba y lo miró con una cara extraña.
-¿Me has estado siguiendo?
-Oh no. No es lo que crees.- se apresuró a decir. –Yo pasaba por aquí, estaba visitando los alrededores.- ¿Visitar los alrededores? ¿Qué clase de frase estúpida era esa? En realidad se sentía sumamente nervioso.
No era intención del azabache atormentarlo o incomodarlo, así que notando su turbación decidió cambiar de tema.
-¿Eres nuevo no es así?
-Sí, acabo de mudarme.
-Ya lo sé, de lo contrario no pasarías por aquí- Ángel no sabía a qué se refería, pero tampoco se esforzó mucho por averiguarlo.
-Yo quería arreglar las cosas contigo.
-¿Arreglar?
-Siento que no te agrado mucho.
-Llegaste hoy ¿Cómo es que piensas que no me agradas?-El chico regresó su mirada al suelo, como si la presencia de Ángel no le interesara en lo más mínimo
-Soy tu nuevo compañero y ni siquiera me dirigiste la palabra.
-¿Y por qué no lo hiciste tú?
Ángel se quedó sin palabras, solo escuchando esa voz cristalina y clara, como un susurro helado. Casi se rió de sí mismo por haber sido tan idiota.
-Lo lamento, no he preguntado siquiera tu nombre.- El chico lo miro sin expresión alguna de nuevo y un susurro salió de sus labios.
-Alejandro.
-Un placer Alejandro. Espero que podamos tener muchas conversaciones de ahora en adelante.
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Comienza interesante, pero para ver como va a ir hay que esperar a más capitulos, sobre todo por lo que decías al principio en el primer mensaje hejjeje . -
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¡Hola! Vengo a dejarles un capítulo mas de "Conversaciones"
Esté capítulo es verdaderamente corto. Esto es un poco de la idea que tengo para crear esta historia, hacer unos capítulos mas cortos que otros. No sé si han leído "Aristóteles y Dante descubren los secretos de Universo" Pues el autor hace capítulos desde menos de una pagina hasta cinco hojas que es como quiero estructurar mi historia.
Dado que la mayoría de los capítulos son cortos estaré actualizando seguido.
En fin, las dejo con el segundo capítulo agradeciendo a Anne onondera takano y a Kiekun por comentar y darle una oportunidad a lo que estoy escribiendo.
Bye bye Labios
Ángel había descubierto el secreto de Alejandro; solo hablaba cuando lo obligabas a hacerlo.
Si algún profesor pedía su opinión entonces Alejandro podía estar unos cuantos minutos hablando, o si pedían que leyera en voz alta entonces su voz salía clara y fuerte para que todos pudieran escucharlo. Pero después esos labios se sellaban y no volvían a abrirse hasta la próxima vez que eran requeridos.
Alejandro tenía unos labios bonitos.
Se verían más bonitos si de vez en cuando sonriera , y si soltaran algunas palabras más a menudo.
Pero de eso se encargaría Ángel.
Edited by ~Akemi~ - 10/6/2016, 15:27. -
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Me ha gustado los dos capitulos. Al menos ya se han empezado hablar un poco en ese parque abandonado .
Esperare con ansias la conti.. -
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Palabras
Ante todo, Alejandro era muy educado y si le hablabas nunca te dejaría con la palabra en la boca; un punto a favor de Ángel, sobre todo porque no habían hablado mucho desde esa vez en la que se vieron en el parque, aunque de eso solo habían pasado una semana. Alejandro solo tenía la “amabilidad” de saludarlo por las mañanas y contestarle cuando le pedía un lápiz o una goma que eran la perfecta excusa para que hablaran.
Pero parecía que Alejandro no estaba dispuesto a cooperar demasiado. Ángel le había preguntado si tenía hermanos; Alejandro le había dicho que no y no se interesó por preguntarle algo, el chico tampoco jugaba videojuegos, no tenía amigos en esa escuela, o siquiera tenía una película o un color favorito.
Ángel en serio quería hablar con ese chico que era todo un misterio, un misterio que él quería ser el primero en resolver. Pero un día, simplemente explotó.
-¿Te parezco aburrido?- Algunos alumnos ya habían salido del salón y Alejandro lo miraba con un rostro neutral.
-Un poco- admitió sin vergüenza.
-¿Y puedo hacer algo para cambiarlo?
-No lo sé. ¿Puedes?
-¿Me estás viendo la cara de pendejo?
-Yo nunca dije eso.
Alejandro iba a salir del aula hasta que Ángel le cortó el paso. Lo miro con esos ojos azules, delineados con una capa apenas visible de maquillaje negro, y se cruzó de brazos.
-No sé qué es lo que quieres hacer Ángel, pero no me interesa. Hazte a un lado.
-Conocerte tal vez.
-¿Estás haciendo una apuesta con alguno de los chicos? ¿Algo como “Hacer Hablar Al Señor Silencio”? Si así dejas de molestarme les diré que me hablaste y que me caes de maravilla.
-¿Crees que yo haría algo como eso?
-No sé qué más pensar. Te has vuelto irritable.
-¿No crees que solo me interesa conocerte?- Alejandro de lo pensó un momento y luego dijo firmemente.
-No.
Alejandro dio un paso al frente, y esta vez Ángel se hizo a un lado. Cuando estaban de espaldas la voz de Ángel salió afilada, directo hasta Alejandro.
-¿Por qué no hablas con nadie?
-Porque no me interesa hablar con nadie.
-¿Por qué?
-¡Oh claro! Voy a hablar con ese idiota de tu amigo ¿cómo se llama? ¿Fernando? De lo mucho que me gustan los pechos de las chicas, de cuantas veces al día me masturbo, o de que actriz porno es mi favorita. Eso debe ser muy entretenido ¿Por qué no lo pensé antes?- le dijo con el mayor sarcasmo posible impregnado en su voz, y si Ángel se hubiera volteado en ese momento, tal vez hubiera visto la cara enfurecida y sonrojada de Alejandro; pero no lo hizo.
Alejandro tomó unas profundas respiraciones para calmarse, y después su voz salió de nuevo tan pura y clara como lo era siempre.
-Las palabras son importantes, no deberías simplemente gastarlas hablando de cosas que no te interesan.
Palabras.
Palabras.
Palabras.
De eso se trataba todo.
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+1 .
Me ha gustado . Esperare con ansias la conti . . -
+2 .
Amigos
Aunque Ángel había tomado varias notas mentales del misterio llamado Alejandro, había tenido una cómplice.✰
-¿Entonces conoces a Alejandro?
-Ya te dije que no lo conozco, hemos hablado un par de veces pero en general pienso que se aburre conmigo. Aunque siempre que hacemos trabajos en equipos lo hacemos juntos y podemos hablar aunque sea unos momentos.
Ángel estaba en la cafetería con una de sus compañeras, la misma que había defendido a Alejandro el primer día en que él llegó, su nombre era Clara y parecía una persona amable, en general no se metía con nadie, era muy amistosa y fue ella quien más lo integró al grupo y hasta el momento con quien mejor se llevaba. Se sentía seguro para preguntarle acerca de Alejandro.
-¿Y por qué te interesa tanto?- Preguntó Clara acomodando su melena castaña con las puntas rosadas.
-Siempre me han gustado los misterios.
-Y Alejandro es uno.
Esa chica comenzaba a comprenderlo.
-¿Así que solo lo buscas para resolver un misterio?- Había en su voz un tono acusador que no le agradaba a Ángel.
-No. También me gustaría ser su amigo.
-Eso será difícil. A nadie en esta escuela considera su amigo. En general es educado con todos, pero por dentro creo que piensa que somos unos estúpidos.
-Eso es un problema. Pensaba acercarme más a él, pero creo que me resultara imposible.
Se quedaron un momento en silencio en el que Ángel tomó el té que estaba bebiendo entre sus manos. Estaban a mitad de otoño y aunque el viento comenzaba a soplar él no sentía frio.
-Puedes hablar con alguien.-Dijo de pronto Carla haciendo que Ángel volviera su atención hacia ella.
-¿Con quién?
-Ve a la biblioteca y busca a Carla. A ella puedes preguntarle muchas cosas sobre Alejandro.✰
No se había dado el tiempo de conocer la biblioteca, en primer lugar porque prefería usar su tiempo libre para buscar los salones donde tenía clase, y en segundo porque en realidad leer no era uno de sus pasatiempos favoritos.
Buscó a Carla por la biblioteca y pregunto algunas veces por las personas que estaban ahí, hasta que finalmente le dijeron que estaba en la sección de Historia. Ángel se la imaginaba joven, tal vez bella, pero se encontró con una señora anciana que se movía como un ratoncillo por los pasillos y acomodaba los libros con una concentración envidiable. Tal vez se había equivocado, tal vez aquella no era la mujer que buscaba, pero no hubo dudas cuando leyó el nombre bordado en su camisa.
—Disculpe ¿es usted Carla?
—Así es. Estas buscando algún libro en especial.
—Buco algo más que un libro, y usted puede ayudarme a encontrarlo. — La anciana lo miro con una sonrisa y le indico que se sentara en una de las mesas vacías. Aunque a decir verdad, la mayoría lo estaban.
— ¿Qué es lo que buscas?
— Tengo entendido que usted conoce a Alejandro.
— Así es. Es un chico encantador, pero algo solitario. ¿Le pasó algo malo?
—No en realidad. Pero no habla con nadie.
— Supongo que eres nuevo, de lo contrario te habrías dado cuenta de que a él no le gusta hablar. Incluso a mí me costó entablar una conversación con él.
— ¿Por qué? ¿Por qué es tan difícil?
— Alejandro es todo un Universo por sí solo. Supongo que todos lo somos a nuestra manera, pero algunos Universos son más fáciles de entender que otros. Guarda sus secretos celosamente y los esconde en su corazón.
—No lo entiendo.
— No tienes que hacerlo, simplemente tienes que sentirlo. Leerías todos estos libros antes de descubrir todos los secretos que gurda Alejandro.
Ángel había quedado más confundido que cuando había llegado. ¿Acaso esa mujer no podía simplemente decirle como podía hacer que Alejandro hablara?
—Te estoy diciendo esto porque he visto a Alejandro. Sé que no tiene muchos amigos, más bien que no tiene ningún amigo en esta escuela, y aunque él lo niegue, todos necesitamos compañía de vez en cuando.✰
Ángel se fue de la biblioteca sin haber obtenido respuestas, o por lo menos no las respuestas que él quería.
Justo cuando se iba a dar por vencido lo vio. Alejandro estaba saliendo de la escuela envuelto por el bullicio de todas las personas que lo rodean.
Lo siguió de lejos, pero Alejandro se dio cuenta de su presencia; se detuvo, dio medio vuelta y lo miro.
— Tú casa está al otro lado.
— ¿Y se supone que soy yo el que te acosa?
— Vete.
— Es un país libre, puedo caminar por donde quiera.
— No si estas persiguiendo a alguien.
— ¿ Y quién está persiguiendo a quién? Simplemente quiero caminar en esta dirección.
Pudo ver que estaba hartando a Alejandro, pero no se rendiría.
— ¿Qué quieres?
— Que seas mi amigo.
—Eso es todo.
—En realidad sí.
— ¿Por eso fuiste a buscar a Carla?— Ángel no respondió, pero finalmente Alejandro suspiró. —De acuerdo.
—Ella está preocupada por ti.
— Lo sé. Siempre hago preocupar a las personas.
Tal vez aun no entendiera a Alejandro, pero pronto lo haría.
Edited by ~Akemi~ - 1/7/2016, 17:42. -
+1 .
Me ha gustado .
Creo que apartir de ahora entre ellos habrá un acercamiento.
Esperare con ansias la conti.. -
wagakimi .w.+1 .
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Conty :3 . -
+1 .
no tengo por que dar explicaciones no le devo nada a nadie si me quiero caer; me caigo, y si me rompo, no importa que yo me reparo
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Me encanta!!!
Tu historia se sale mucho de lo común y de lo que estamos acostumbrados a leer, eso verdaderamente se agrade. Además tu forma de escribir es ligera y fácil de entender
Espero una continuación muy pronto!!!!
Por cierto también tengo un personaje llamado Alejandro y se parece mucho tanto física como mentalmente *-*. -
Mishachan+1 .
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nueva lectora! me ha encantado la historia... es muy ligera de leer pero muy significativa! conty! . -
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¡Me ha encantado tu historia! Me gustan las historias de narrativas faciles y cortas, me hace sentir que todo es mucho mas magico. Y debo decir, esto, sumado a mi obsesion por los personajes misteriosos, se me hace totalmente hermoso. Amo este tipo de historias, tambien. Es algo de lo que nunca me canso.
Los dos protas son un misterio en si, sinceramente. Sobretodo, por que para mi, las unicas caracteristicas que tengo para describir a Angel son curioso y insistente. Y no hay que olvidarse de ese aire poetico respaldado por las imagenes, que atraen al lector (o al menos a mi, repito) y que logran capturar ese toque minimalista y atrapante de las palabras.
Simplemente bella. Esas son las dos palabras que usaria para describir esta historia. Y por eso, me parece una lastima que no hayas actualizado en mas de 5 meses. Pero, creo que puedo comprenderte ^^
Y bueno, si algun dia llegas a leer esto, espero y continues con el mismo sazon de los capitulos anteriores.
PD: Perdona mi falta de tildes, en el teclado que estoy usando ahora no puedo hacer bien las tildes.. -
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Hola
Bien, supongo que deben estar odiándome por dejar abandonada esta historia, pero pasaron muchas cosas que me impidieron continuar. En primer lugar me introducí en el mundo del rol, hace mucho tiempo que había querido hacerlo, pero no tenía el valor, supongo que es porque no me relaciono muy bien con las personas (ni siquiera en internet) por eso fue algo importante para mí y me dejé llevar.
En segundo lugar, empezó mi segundo año en la prepa y entre los nervios de los primeros días, los nuevos profesores, las materias, y las amistades que he hecho esté semestre no tenía mucho tiempo de escribir.
Y en tercer lugar ¡SE DESCOMPUSO MI ANTIGUA COMPUTADORA! Era un dinosaurio y ya sabía que pronto tendría que cambiarla, pero un día simplemente dejó de funcionar. Murió con todo y los fics que estaba escribiendo (entre ellos este en el que ya tenía varios capítulos avanzados) y pues estuve en depresión escritora (?
Pero ya estoy de regreso y espero seguir con el curso normal de la historia.
En fin sólo quería agradecer a las lindas personítas que ha estado comentando, en serio me levantan mucho el animo, últimamente he tenido problemas para escribir, pero hoy revisé los mensajitos y de verdad me puse muy contenta. De verdad espero que les guste mucho y si más palabrerias les dejo el capitulo.Café
—¿Café de la amistad? Nunca había oído algo como eso— Soltó casi con burla Alejandro, mientras guardaba sus cosas en la mochila.
—Los amigos se hacen a base de conocerse.
—¿Y quién te ha dicho que quiero conocerte?
—¿Ósea que si eres mi amigo?
—Me tienes en esa categoría en contra de mi voluntad, así que supongo que tengo que serlo.
Ángel sonrió, estúpidamente feliz y sujetó a Alejandro.
—¿Entonces me dejarás invitarte una taza de café?
—Temo decirte que odio el café.
—No puede ser posible, todos aman el café, y más con este frío.
—Pues yo no.
—¿Entonces qué te parece un té? — Alejandro lo pensó un rato, pero luego asintió.
—Si lo vas a pagar tú, entonces acepto.
Caminaron un rato por las afueras de la escuela, mientras sentían como se les helaba la nariz, hasta que llegaron a un café poco concurrido, tal vez por la fachada que ya se veía vieja, pero las pocas personas que había le indicaron a Ángel que era el lugar perfecto. Sobre todo, porque, Ángel había descubierto una cosa más sobre Alejandro; las personas le ponían nervioso. No le gustaba esperar en una fila donde hubiera demasiada gente y se ponía nervioso cuando los reunían a todos en el patio.
Aunque podía estar equivocado, pues eso lo había deducido sólo por la observación.
Entraron al lugar, y lo primero que les llamo la atención fueron los aviones de juguete colgados en el techo. Ángel pudo ver cómo la cara de Alejandro se iluminaba y sonrió.
—Creo que te gusta.
—Este lugar es perfecto. — Se limitó a decirle, mientras sentía como el olor a té inundaba el lugar. — Y no huele a café, eso es un punto más.
Edited by ~Akemi~ - 15/1/2017, 22:27.
Conversaciones. (Original) |
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