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◊♥◊Jack◊♥◊SPOILER (click to view)✿ Datos personales ✿
♥ Se llama Jack Murder
♥ Tiene dieciseis años
♥ Es bisexual y versátil
♥ Esta pensando en dejar el instituto, no está trabajando pero busca cualquier cosa que le salga
✿ Algunos datos de su historia✿
♥ El pertenece a una familia de abogados compuesta por una madre ausente y divorciada que tan sólo viene en navidad, un padre maltratador que descarga sus frustraciones con el hijo mayor y una hermana pequeña que le adora con locura. Su infancia se podría resumir en una palabra: desastrosa. Plagada de múltiples palizas de su padre, peleas en el colegio debido a no saber gestionar la rabia y pequeños ratos de tranquilidad en compañía de la pequeña Alice, su hermana.
♥ Siempre ha estado muy unido a Alice, es su alma gemela, su niña pequeña a pesar de ser sólo dos años menor y él, es su guardián. En el colegio la espiaba en los recreos, espantaba a cualquier posible interesado en ella, sin duda era el típico chico protector con complejo de hermano. De cualquier forma él no tenía amigos, y ni los necesitaba, la tenía a ella. A menudo se enfrentaba a muchas peleas callejeras, incluso tiene mala fama de matón cuando no es así. La ira que tiene en casa, el soportar las palizas de su padre le hacían necesitar desahogarse de alguna manera, así que, a cualquier capullo abusón, le provocaba con tal de acabar partiendole la cara.
♥ Y eso siguió así hasta hará seis meses, cuando Alice murió. No fue ninguna enfermedad, ni ningún asesinato, en verdad fue la cosa mas absurda del mundo. Jack le dijo que la llevaría al parque de atracciones con un dinero que tenía él ahorrado así que, como toda chica presumida que ella era, se fue a duchar. Estaba emocionada, tanto que, no se esperó el caerse en la ducha y desnucarse, muriendo al acto. Jack se echa la culpa, no puede olvidar la sangre, la expresión fría de su amada hermana... Desde entonces apenas come ni duerme.
♥ Sus calificaciones han empeorado, y esta a una pelea de la expulsión en el instituto.
✿ Algunos datos de su personalidad✿
♥ A primera vista tenemos a un chico callado y bastante arisco, alguien a quién le importa bien poco relacionarse con otras personas. Los rumores dicen que le gusta estar solo y que tan sólo es un macarra sin remedio, pero en verdad es un chico muy sensible con un gran vacío en su corazón.
♥ Si sabemos mirar mas allá veremos a alguien tranquilo e introvertido, no por ello vergonzoso oh no, él carece de vergüenza. Una buena persona con un corazón que no le cabe en el pecho, alguien que daría su vida si a otra persona le hiciera falta. Es el típico que ayuda a bajar gatos, a cargarle las bolsas a las abuelas (si estas no salen espantadas por sus pintas) etc... A pesar de sus muchas peleas, jamás ha pegado a alguien que no se lo mereciera. Por otro lado, se ve incapaz de pegar a un inocente.
♥ Si se encariñase de alguien llegaría a ser emocionalmente dependiente de él, un protector nato que no dejará que nadie lastime a esa persona nunca mas.
♥ Tiene la mala costumbre de ocultar su dolor y desviar el tema con tal de no parecer un llorica sin remedio.
✿ Gustos y disgustos✿
♥ El incienso con un aroma suave
♥ El osito de peluche de su hermana, duerme con él
♥ Los animales, aunque no tiene ninguna mascota
♥ La música rock y metal
♥ Salir a la calle a hacer cualquier cosa que estar en su casa
♥ Dibujar anime, se le da bastante bien
♥ Su padre, las peleas y todo lo que tenga que ver con la violencia
♥ Las personas superficiales
♥ Que malinterpreten lo que quiere decir
♥ Ser juzgado por su aspecto
♥ Las drogas
✿ Aspecto✿
◊♥◊Allen◊♥◊SPOILER (click to view)『I saw something I never seen in you it's got me shaking
I must be hallucinating
I hear it happens, I'm just saying
I think I'm in love again!』
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✾Nombre:
Allen Lake.
✾Edad:
16 años.
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Su cumpleaños es el 04/01. {♑}
✾Altura — Peso:
1'62 mts. — 55 kg.
✾Orientación:
Antrosexual.~
No puede definirse completamente todavía.
✾Rol:
Versátil.
✾Ocupación:
Es un simple estudiante de secundaria,
aunque es sus días libres ayuda a sus padres en la florería de la familia.
✾Preocupación actual:
¡No puede ganar el último nivel de Geometry Dash!
✾Aficciones:
— Es un gran adicto a los videojuegos y puzzles, puede pasar horas y horas pegado a su computador sin desprender sus dedos del teclado mientras juega Mario Kart.
— Ya le es costumbre pasear en bici al atardecer por una pequeña plaza cerca de su hogar, podríamos decir que se ha vuelto su pasatiempo.
— Le entretiene peinar cabello, de quien sea menos el suyo. Es experto en lograr peinados locos y extravagantes totalmente antiestéticos.
— Viajar, viajar y viajar.~
✾Sobre él:
— Pocos días luego de su nacimiento, Allen fue acogido en un pequeño orfanato precario de pura casualidad.
¿Casualidad? Sí, eso mismo.
Su madre había dejado a ese indefenso y adorable bebito a merced del frío viento de invierno en las desoladas calles de Londres, sin nadie que lo protegiera o cuidara, en un desgastado carrito de compras –como si fuera basura– .
Tal vez por falta de dinero para poder criar a esa pequeña criatura, o quizás por capricho, su madre abandonó a su propio hijo.
El niño fue hallado por una bondadosa mujer que paseaba tranquila mirando vidrieras de diferentes locales de vestimenta, sin esperar encontrar a ese chico en su camino. Inmediatamente la señora lo llevó al hospital más cercano del lugar para revisar su salud, milagrosamente el niño se encontraba en perfectas condiciones. A eso se le podría llamar pura suerte.
Realmente el tiempo que vivió en el orfanato fue bastante corto, meses bastaron para que una pequeña familia –compuesta por dos jóvenes hombres– se encariñara con el pequeño niño de ojos café y terminará llevándolo a su hogar.
Cómo al niño suertudo no se lo había nombrado en su corta estadía en el orfanato, sus padres lo bautizaron con el nombre de Allen; el pequeño sobreviviente.
Sus padres decidieron nunca contarle su triste pasado al pequeño niño, ser abandonado por tu propia madre es algo horrible y no hay necesidad alguna de darle importancia a ese lamentable hecho.
— En su familia nunca faltó amor, siempre rodeado de besos, caricias y cariño paternal. Allen creció como un niño normal que adoraba increíblemente a sus padres, nunca le molestó o incomodo el hecho de tener papá y papi, los amaba a los dos por igual y ya.
Claro, ellos eran muy diferentes entre sí; "Papá" era una persona sobreprotectora, descuidada y altanera; mientras que "Papi" era delicado, perfeccionista y bastante bondadoso.
¿Muchas diferencias? Allen creé lo mismo, no sabe como dos personas tan opuestas se llegaron a enamorar de una forma tan apasionada. Milagros que provoca Cupido, tal vez.
— Nunca fue el tipo de chico común al cual le encantaban los deportes y programas de acción, más bien era del tipo extrovertido y juguetón que preferiría bromear con las chicas y jugar videojuegos en su pc antes de golpear un balón.
— Su vida estuvo llena de aventuras fascinantes y viajes por países exóticos que cualquier persona moriría por visitar; desde África hasta Asia son 17 los países que tuvo la suerte de conocer.
Todo esto gracias al abundante salario de su Papá, el cual alcanzaba –e incluso sobraba– para cubrir todos los gastos de su Papi y él.
¿Esta clara la diferencia entre "Papi" y "Papá"?
Podríamos considerarlo como un niño aventurero y entusiasta, siempre con ansias de conocer nuevas y diferentes personas, diferentes lugares y diferentes culturas. Un aficionado a las travesías riesgosas.
Lo malo es que en África no tenía demasiada señal como para jugar al Clash of Clans, ¡Qué molestia!
— A causa de sus intermitentes viajes y variadas mudanzas en su infancia, nunca tuvo amigos fijos o duraderos, ya que por más que se encariñase con ellos, cuando llegase la hora de mudarse tendría que despedirlos para siempre y encontrar nuevamente otros compañeros. Esta rutina lo apenaba bastante, pero no le molestaba del todo ya que adoraba siempre conocer a nuevas personas.
Gracias a su personalidad energética y sociable le era bastante fácil conseguir nuevos amigos en cada diferente ciudad a la que viajaba. Cada persona distinta y única entre sí, la gente que se cruzó en su vida siempre se diferenciaba a la anterior, con sus propias características y personalidades distintivas y especiales. Es increíble la variedad de personas diferentes que podemos encontrar al solo expandir un poco más nuestro círculo social. ¿No?
La verdad es que en sus lejanos viajes conoció a gente de lo más interesante, por ejemplo; un japonés que podía recitar el abecedario con su boca cerrada y un francés que podía tocar su ojo izquierdo con la lengua. ¿Impresionante, cierto?
— En conclusión; tuvo una vida de lo más interesante y entretenida, siempre contento y agraciado dió vuelta los planes meticulosos del destino al dejarlo abandonado con apenas días de vida en las heladas y peligrosas calles.
Ciertamente, un chico bastante afortunado.
— Actualmente tendrá que reintegrarse a un nuevo instituto, como siempre, gracias a una nueva mudanza por parte de sus padres.
Aparte, tendrá que supervisar un puesto de flores que –en muy poco tiempo– logró abrir su padre.
No es que le fascine la idea de "trabajar" pero solo es algo momentáneo que deberá aguantar por lo menos un año completo.
✾Personalidad:
— A ver, podríamos compararlo indirectamente con un perro; es una persona charlatana, extrovertida e hiperactiva.
— Algunas veces llega hablar de una manera tan apresurada y constante que puede rabiar al mismísimo Dios si así lo quisiera.
— De la misma manera en la que le gusta hablar le gusta que le hablen, no se interesará demasiado en una persona que no siga sus largas conversaciones, pero tal vez podría hablar con la pared hasta que esa persona se digne a dirigirle la palabra.
Sí, es algo molesto.
— Es bastante paciente, puede esperar el tiempo que sea necesario para obtener algo que en verdad le interese.
— Debería decir que es un gran metiche, es decir; se interesa demasiado por la vida personal de los demás, no por ser un chismoso o algo parecido, sino que odia ver a sus amigos apenados o enojados, extrañamente piensa que es su deber reanimarlos.
— En verdad es bastante aventurero, le gusta mucho inspeccionar lugares desconocidos y cuevas oscuras, ¡Es tan divertido!
¡Ah, pero cuando está jugando!
— Odia que lo interrumpan mientras juega, simplemente lo aborrece ¡Si lo haces puede que te golpeé!
Nota mental: Mantenerse lejos de su alcance cuando esté frente a la computadora.
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❥ Le gusta:
— El sol del mediodía. ¡Es tan brillante y hermoso!
— Los hurones. Conoció a estos hermosos animales en su viaje a Inglaterra, de hecho tiene uno como mascota y su nombre es Nicky.
— Los videojuegos, obviamente.
— Los tulipanes; de toda la gran variedad de flores que conoce, el tulipán es su favorita. A su parecer, la más hermosa entre todas las demás.
— El otoño y la manera en que éste decolora el follaje de los árboles. Las calles de la ciudad pintadas de colores rojos y anaranjados por hojas caídas de árboles se convierten en paisajes realmente dignos de admirar.
— ¡El pan con mantequilla!
— Las ferias ambulantes y comidas exóticas que se venden dentro de ellas.
— ¡Hablar, hablar y hablar!
✘ No le gusta:
— El silencio; lo incómoda bastante.
— Las historias románticas, ¡Diabéticas!
— El color de la sangre; sí, se paraliza al ver demasiada sangre derramada en un mismo lugar. Pueden llamarlo marica, gallina o lo que sea, pero en verdad ese líquido color carmesí le aterra.
— La carne de cerdo; luego de ver como asesinaban a un pobre cerdito –por culpa de un documental– decidió nunca volver a probar nada que contenga partes de ese animal.
La carne de vaca es otra historia, esa es muy rica como para dejarla.
— La ironía; en verdad no la entiende. Ciertamente no es bueno para detectar personas irónicas.
— ¡Qué lo ignoren!
— Viajes en autobús; le causan náuseas por ninguna razón concreta. Simplemente esos vehículos lo marean.
✾Extra:
— A veces no se da cuenta de las verdaderas intenciones de la gente que lo rodea, es ignorante de los verdaderos sentimientos de las personas hacía él.
Por esto nunca difiere entre la amistad y la falsedad, no sabe diferenciar a un verdadero amigo de un bravucon que solo busque humillarlo.
Sí, así de tonto puede ser.
— Es bastante fácil engañarlo con mentiras improvisadas; nunca se dará cuenta del pequeño engaño por sí mismo.
— Le gusta pensar que en verdad es hijo legítimo de sus padres, prefiere ignorar totalmente el tema de su madre y demás.
Nunca le ha dicho a nadie la particularidad de su familia, no es que se avergüence de sus dos padres, sino que se avergüenza de contar los actos de su verdadera madre.
— A lo largo de su vida se ha enamorado de cientos de personas, pero la cosa queda en un simple enamoramiento.
Nunca ha salido con alguien, tampoco dado su primer beso o confesado a una persona.
— Necesita lentes para ver de cerca, nos es nada grave.
— Su padre es dueño de una reconocida marca de Lácteos, –fábrica heredada por su padre–.
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✾Apariencia:
❤ Color seems so bright...
...And the stars light up the night...
...My feet they feel so light...
...I'm ignoring all the signs...
...I think I'm in love again! ❤
¿Sabéis de esas mañanas que uno se levanta, haciendo las cosas de forma mecánica sin saber porque y sin una pizca de motivación? Así era como lo hacía siempre este huraño pelirrojo. Se levantaba, estiraba la sábana, se vestía, se cepillaba los dientes... todo con una cara de póker mientras le pesaba todo el cuerpo. ¿Para que tenía que ir al instituto? ¿Para que levantarse de la cama? De todas formas el día iba a ser un completo desastre, y la verdad es que desde que su hermana murió, es como si su vida se hubiera esfumado por la ventana. Además, su padre ayer le golpeó de nuevo y sentía tanto los hombros como la lumbar cargados,
posiblemente tenga amoratada esa zona.
Una vez en el instituto, se sentó en su asiento, era un lugar central pero al lado de la ventana. No era su lugar ideal, a él le gustaba sentarse detrás del todo para poder aislarse más de lo que le rodeaba, pero el profesor ya le había calado en más de una ocasión sin prestar atención por lo que le forzó a cambiar de asiento. Una molestia desde el punto de vista de Jack.
Escuchó unos cuchicheos por parte de los demás alumnos "Ayer lo vieron pelearse en la calle A con esos macarras tan peligrosos... ¿Porque no expulsarán alguien así del instituto?"
Jack se giró malhumorado para mirarles con esa mirada que llega a intimidar en la justa cantidad que esas personas cerrasen su enorme bocaza por lo menos durante un rato. - Idiotas - murmuró mientras sacaba de su mochila un cuaderno cualquiera para seguir dibujando a lápiz un dibujo de Deadpool que dejó a medias. Dibujar era sin duda una de las pocas cosas que le gustaba y le distraía, a más de darsele francamente genial ¿Quién dijo que todos los chicos malos no tuvieran a un artista metido dentro de ellos? A más, de ese modo no pensaba en nada más que no fuera ese dibujo.
Jack no era como cualquier otro estudiante, no le gustaba relacionarse, no le gustaba la gente, ni los compañeros, ni los profesores,
ni siquiera estudiar, así que dibujar era lo mejor de ir a esa aula.
Su dibujoSPOILER (click to view)
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❥ He was walkin' around with a loaded shotgun
Ready to fire me a hot one.
It went bang, bang, bang
Straight through my heart
He shot me, he shot me
Bang, Bang❣
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Últimamente los días en la ciudad de Londres se habían vuelto grises y húmedos; señal del comienzo de otoño y despedida del verano.
Los grandes ventanales de los edificios de la ciudad estaban completamente empañados; mirar hacía el exterior se había vuelto todo un desafío.
Lamentablemente, para todos los indigentes que se encontraban descansando en las inmensas calles céntricas de Londres el sueño nocturno se les había negado; las frías ráfagas de viento de la madrugada se habían convertido en molestos zumbidos constantes que azotaban todo a su paso, sin ninguna intención de cooperar con la gente que planeaba emplear todo su lunes en la vagancia y el descanso.
Absorto al clima del exterior, Allen se hallaba luchando contra sus propios instintos para abandonar la calidez de las sábanas que lo arropaban.
Al contrario de la pobre gente que luchaba contra la naturaleza climática, el pequeño pelinegro descansaba tranquilamente como si no tuviera responsabilidad alguna en la vida.
Fue Nicky quien se encargó, a base de pequeñas mordidas en sus pies, de recordarle que todavía debía alistarse para ir al instituto.
Esos segundos antes de despertarse en los que aseguraba que no tenía mayor obligación que descansar eran una buena forma de comenzar el día.
Los tediosos y tétricos lunes tan odiados por la mayoría de las personas, lo traían agobiado.
Mientras que con desgano elegía la ropa que usaría ese día pensaba en cual sería su rutina esta vez; el día de ayer había ido al instituto directamente, luego a comprar algo de pan para almorzar, dio una o dos vueltas con su bici por la misma plaza de siempre, comió algo no muy elaborado y se fue a dormir. Bastante aburrido, ¡Eso no tenía nada de adrenalina! Desde su última mudanza sus días se habían vuelto demasiado regulares, tal vez debería inspeccionar en totalidad la ciudad, puede que haya algo que realmente valga su atención.
Con Nicky entre sus brazos y su pijama aún puesta salió de su habitación para descubrir cual sería el desayuno que su papi –como le gustaba llamarlo– le habría preparado esta vez.
El reloj marcaba puntualmente las 05:30 de la madrugada, Allen ya había abandonado la comodidad de su hogar y, montado en su bici, paseaba lentamente por las calles de la ciudad.
Todavía era demasiado temprano para que comenzarán las clases y él no tenía intención alguna de ser el primero en llegar.
La única razón que lo había incitado a dar tal paseo matutino era la vista del sol que lentamente se asomaba entre la niebla.
Aunque el clima no favorecía el paisaje, aún se podía distinguir el rojizo color de los primeros rayos de luz que daban comienzo a un nuevo día.
Las calles comenzaban a plagarse de gente puntual que daba inicio a su rutina laboral, los locales de mercadería y demás abrían lentamente sus puertas y daban la bienvenida a quien sea que se detuviera a observar.
Allen admiraba atentamente como toda la ciudad despertaba y, instantáneamente, comenzaba a trabajar.
Esa era la frecuente rutina de la ciudad de Londres, al menos para él, la productividad y la eficiencia era su primordial característica.
Con un sonoro bostezo comenzó a pedalear hacía su instituto. La verdad que tenía ganas de pasear un poco más, pero el tiempo estaba en su contra y había avanzado fugazmente mientras andaba perdido en sus pensamientos.
Para su ingrata mala suerte, las puertas del instituto se cerraron en su cara; había llegado tarde.
— ¡Rayos! Tal vez la idea de dar un corto paseo antes de llegar no era muy buena.—
La vieja y arrugada secretaria de preceptoria que había fichado su llegada se encargó de reprenderlo y darle un largo sermón por su tardanza, haciendo que se demorará más de lo que ya estaba.
Con paso rápido y acelerado emprendió una carrera hacia su salón de clases; en verdad que llegaba muy tarde está vez.
Luego de recorrer varias escaleras y oficinas llego a su destino. Su pelo que tanto se había empeñado en dar lustre se encontraba completamente revuelto, la ropa que su padre había planchado el día anterior estaba arrugada y empapada de sudor.
— Tal vez también es una mala idea correr en la mañana.—
Con sumo cuidado intentó arreglar su cabello y secar el sudor que caía por su frente, cuando se vio más o menos presentable entro –por fin– a su salón de clases.
Mala idea.
Su aspecto de corredor de maratón había llamado la atención de la mayoría de sus compañeros, quienes lo veían reteniendo la risa.
El rostro amargado del profesor delataba que no le había gustado para nada que interrumpieran su clase, ese era motivo suficiente para que rápidamente Allen se dirigiera a su pupitre.
Una de las únicas personas que mantenía su vista baja, sin intrigarle las pintas aceleradas que el pelinegro traía, era un pelirrojo que con lápiz en mano trazaba línea tras línea en las hojas de su libreta.
Raro le parecía nunca antes haberse percatado de su precencia en clase, si los rumores eran ciertos, ese chico era un supuesto matón; o al menos eso decían todos.
— Ah, huelo a sudor.—
Decidió dejar pasar ese pequeño detalle por hoy. Había corrido demasiado y ya tenía ganas de dormir nuevamente, así qué solamente se limitó a recostar su cabeza en su banco y comenzar a contar ovejitas hasta que el profesor lo despertará.SPOILER (click to view)¡Ya comenzamos, que emoción!
—Jack es todo un dibujante profesional.~ Debería usar sus dotes para dibujar SpideyPool, digo nomás.
El inicio te quedó muy bien. ♡
— No te imaginas cuántas ganas le tengo a estos dos, ya quiero ver cómo será su primer encuentro.~
— Ah, debo decirte algo; ubique a nuestros niños en Londres porque no sabía de dónde era Jack realmente así que lo convertí en un inglés.(?) Dime si me equivoco y en verdad no viven allí, me había olvidado por completo de preguntarte esto antes.
— No sé si te agradará mi respuesta, pero debo confesar que soy muy mala con los comienzos.
Está respuesta en particular me quedó bastante rara, no me termina de gustar realmente pero la señorita inspiración ya se ha ido y no volverá en un largo, largo rato.(?)
— Tal vez luego te envié un MP para compartir nuestro odio hacia el Live action de Death Note, god, tienes razón; esa película es horrible.
— Y una cosita más, está es la canción que escribí al comienzo. Por si te interesa escucharla.
Sin más que decir, espero tu respuesta.~ ♡. -
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Jack seguía trazando las lineas del cuello de Deadpool cuando escuchó al nuevo entrar. Tan sólo una mirada de reojo al oír la puerta abrirse y esa fue toda la atención que le prestó. No le interesaba si el nuevo llegaba tarde, tenía pintas de haber corrido un largo maratón y su olía a sudor, eso le traía al fresco, prefería seguir dibujando ajeno a todo lo correspondiese al aula.
Aunque eso le pasó factura.
Alguien, mucho rato después a eso, cogió su folio y sin previo aviso estiró de él haciendo que una raya cruzase toda la hoja - ¡Oye! - se quejó para toparse de cara con el profesor. Fruncó el ceño, ya sabía lo que pasaría, adiós a Deadpool para siempre. -Si su atención en clase fuese igual que sus dibujos, sacaría matricula. Pero esto no es arte, así que deje de perder el tiempo y preste mas atención. - Y sin decir nada más arrugo el dibujo y lo tiró a la basura para seguir dando ese coñazo de materia.
Si las miradas matasen, Jack hubiera matado a sangre fría a ese maestro. La clase empezó a cuchichear de nuevo y esta vez Jack si que habló - Cerrad el pico panda de metiches - Y con eso, Jack se ganó una nueva reprimenda por parte del profesor, castigándolo en el pasillo. El pelirrojo cogió sus cosas y sin rechistar obedeció, prefería estar fuera que ahí dentro un segundo más.
Una vez fuera se sentó en el suelo, si creía que esperaría de pie lo llevaba claro ese profesor de pacotilla. Y ahí se quedó pensando en como habían cambiado las cosas desde la ausencia de ella. Aunque iba a dos cursos por debajo, el verla entre los pasillos haciendole alguna broma o su sonrisa al levantarse era lo que hacía que estuviera mínimamente motivado para estudiar. ¿Alguien sabe esa sensación de querer llorar haciéndote un nudo en la garganta pero siendo incapaz de llorar? Así estaba Jack cada vez que pensaba en ella.
Como mártir, ahí se quedó como bobo hasta que sonó el timbre. Se levantó y en eso, el maestro se asomó diciendo que en esta semana le tocaría hacer una redacción que pensase en su comportamiento. Estaba de mal humor, sin darse cuenta en que tropezó con el nuevo chico - Lo siento - dijo restándole importancia para seguir con su camino, el recreo. Lugar donde pretendía sentarse bajo la copa de un árbol apartado, comer el almuerzo que él se había preparado y seguir dibujando o quizás, dormir un rato.SPOILER (click to view)Quizás algún día lo dibuje, no pierdas esa esperanza
(Ojalá yo fuera capaz de dibujar igual)
Yo también le tengo muchas ganas, es de esos roles que antes de comenzarlos sabes que van a ir bien encaminados, ¡Estoy emocionada!
Sobre la ubicación, perfecto, yo había pensado en que fuera inglés, así que elegir Londres fue una buena elección.
Tu intro está bastante bien así que ni te preocupes ^^
Mira, yo cuando vi a Light con mechas rubias y a L con la piel de color pensé, esto no puede seguir bien... Aunque tengo que decir que la actuación de L, el muchacho como actor, lo hace bastante bien no es culpa suya que el guión sea el que hay...
Jajaja, me hace gracia el contraste de canciones, yo estaba escuchando una totalmente distinta, una tranquila con un tono entristecido y la tuya es totalmente lo contrario, pero creo que le pega perfectamente a tu chico
Esta es la que estaba escuchando yo. -
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«¡Los feroces mounstros de la ciudad de Tokyo atacaban nuevamente el parque Shikisaka, la esperanza de la humanidad estaba perdida!
Cientos de personas gritaban desesperadamente en busca de su salvador.
Y ahí es donde él entra, ¡El increíble y guapetón héroe de Japón; Allen-Man!
Con sus bellos y seductores movimientos logra conquistar a los horribles monstruos para luego hacerlos volar miles de metros sobre el cielo con su gran y superpoderosa patada derecha. ¡Nadie se esperaba el golpe!
Todas las personas aclamaban el nombre del sexy superhéroe, ¡Allen-Genial-Man!
De nuevo, Allen había salvado el día.
La gente exclamaba feliz el nombre de su salvador;
¡Allen, Allen, Allen!...»
— Allen...Allen...¡Despierta jovencito!—
Allen no demoró demasiado en darse cuenta que la única persona que llamaba a su nombre era el profesor de Matemáticas, y no una gran multitud agradecida por haber salvado su vida.
Ya era la décima vez en el año en que ese anciano profesor arruinaba su genial sueño, justo cuando estaba por la mejor parte.
Todas las miradas se habían vuelto sobre él, realmente se había olvidado que podía hablar mientras dormía.
¡Yo y mi mala suerte!
No transcurrió mucho tiempo antes de que se oyera un nuevo regaño por parte del profesor cascarrabias, esta vez él no era el regañado, la víctima del anciano era el chico pelirrojo y antipático que desde el comienzo de clases había llamado su atención.
Se ve que a él tampoco le importaban las matemáticas.
“Dibujar en clase” ese fue su delito.
¡Eso era para principiantes! Solo las personas geniales como él podían pasar la mitad de la clase dormitando sin el que profesor se diera cuenta; eso sí que era extremo.
Antes de que el exasperado profesor botara a la basura el dibujo que el pelirrojo había hecho, tuvo el tiempo suficiente para divisar lo que era; una ilustración del rostro de Deadpool bastante genial.
Eso era algo nuevo, no sabía que ese chico dibujará tan bien.
Una verdadera lastima que el profesor hubiera roto ese genial dibujo en miles de pedazos.
Todavía le interesaba ver el dibujo completo, por alguna razón no podía dejar que se perdiera entre todos los otros montones de basura.
Sin más, ¡Una segunda reprimenda para el pelirrojo! Ese chico si que se había ganado el odio del profesor. Y ¡Pum! Bye, bye pelirrojo, el chico fue echado de la clase. Vaya castigo, zafar de las explicaciones del viejo profesor de matemáticas, eso era más bien ganarse la lotería.
El tiempo en esa tediosa clase avanzaba más lento que caracol sobre mantequilla, tantos números y resultados había escuchado que ya su mente parecía funcionar con números binarios como una computadora.
— ...Y entonces hacen esto, luego esto, suman esto otro y ¡Listo! Este es el resultado.—
¡¿Qué?! ¡No había entendido absolutamente nada de lo que el viejo había explicado!
Las matemáticas realmente se le daban fatales, o tal vez el profesor explicaba increíblemente mal.
Diez minutos, seis, cuatro, dos, ¡Receso!
La campana comenzó a sonar de forma estridente para dar fin a esa fastidiosa clase, era una pena que todavía le faltará cursar física y Biología; desearía ya poder irse a su casa y comer un buen estofado preparado por su padre.
¡Paw! Sin darse cuenta, el señorito rebelde al que el profesor había llamado la atención más de una vez, impacto contra su cuerpo de forma brusca, ni siquiera lo miro al pedirle perdón. ¡Qué modales traes!
Solamente se limitó a mirarlo intrigado de reojo, no le causaba ninguna gracia comenzar una pelea con el chico más intimidante del salón.
Luego de procurar que todos sus compañeros hubieran abandonado el salón de clases, decidió recolectar las destrozadas piezas del dibujo de Deadpool que el profesor había descuartizado descaradamente en frente de todos.
Ese dibujo era muy bueno como para dejarlo tirado.
Al sumergir su mano en el enorme cesto de basura sintió varios objetos viscosos rozar sus dedos, tuvo que aguantar sus ganas de vomitar e intentar llegar hasta el fondo de todo para hallar los trozos de hoja en donde se encontraban esparcidos las partes del dibujo.
No fue para nada fácil encontrar cada trozo de hoja, algunos se hallaban mojados por un líquido verde del que preferiría no saber su procedencia.
Unos cortes de cinta y gran paciencia fue lo único que necesitó para rearmar el dibujo; tal vez no se encontraba exactamente igual que antes de ser destrozado, pero todavía podía distinguirse el rostro de Deadpool que formaba.
En verdad era un hermoso dibujo, lo mejor sería devolvérselo a su autor.
Y su autor era...el supuesto matón de la clase.
Tal vez esa no era una idea muy sensata.
Pero le daba tanta pena adueñarse de ese dibujo, se notaba que la persona que lo hizo se había esmerado demasiado en él. No podía quedarse con algo que no le pertenecía.
Sí en verdad quería devolver eso, primero tendría que encontrar la ubicación del dueño.
No es que sea demasiado difícil distinguir una cabellera anaranjada entre todas las demás, lo difícil era saber cómo comportarse ante alguien que podría destrozar tu bello rostro de un solo golpe.
Recorría cada pasillo y recoveco que encontrará mientras buscaba al pelirrojo; parecía haberse escondido dentro de otra dimensión o desaparecido completamente de la faz de la tierra por arte de magia.
— ¿Alguien ha visto a un pelirrojo con rostro de matón y pintas de emo pasar por aquí?—
Luego de preguntar lo mismo a cada persona que se le cruzara en su camino, pudo encontrar al matón antipático durmiendo plácidamente bajo el resguardo de un árbol.
En ese preciso momento le surgió una gran duda, ¿Estaba durmiendo o estaba muerto? Parecía bastante tieso y por más que tuviera una hoja de palmera descansando sobre su cabeza no se inmutaba.
La imagen que precenciaba en ese momento era bastante divertida; ver al supuesto malote del salón dormir como un bebé, con una hoja de palmera como sombrero, no era algo que se viera todos los días.
Ni en sus sueños se atrevería a despertar a esa bestia, tal vez podría reaccionar de una forma violenta y proporcionarle una dolorosa patada en sus partes íntimas.
Con el sumo cuidado de no hacer ruido, se acercó lentamente a la bella durmiente y dejó el dibujo reconstruido al lado de su cabeza.
Al acercarse tanto a ese chico no pudo evitar notar las ojeras que traía, ¿Había llorado? Ya le era costumbre preocuparse excesivamente por la gente que no conocía, y, aunque ese chico era intimidante, le intrigaba la razón de las lágrimas que parecía haber derramado.
Tal vez se había desconcentrado demasiado observando las suaves facciones del rostro del pelirrojo, ya que no notó cuando éste comenzó a abrir repentinamente sus ojos.
Mierda, ¡De seguro que ahora me desvirga de un madrazo!
Un grito de doncella falleció en su garganta al notar como el pelirrojo lo observaba confundido, sin dejarlo decir palabra alguna, comenzó a correr como si lo persigiera la parca.
— ¡Corre rápido McQueen, no quiero morir tan joven!—
Luego de gritar esa infantil frase escapó a toda velocidad del campo de visión del matón.
Corría más rápido que la luz, más desesperado que rengo sin su bastón y más asustado que Sullivan al ver que lo perseguía una niña de cinco años.
En verdad, nadie lo estaba persiguiendo.
Pero se veía muy épico corriendo, estilo Piratas del Caribe, así que decidió seguir con su escena de película de ficción hasta llegar al salón donde tendría su próxima clase.— — —
Había estado durante toda la clase de biología, y la mitad de la de física, riendo como un idiota al recordar su pequeña aventura.
Al correr de las garras de ese matón –que ni siquiera lo estaba persiguiendo– se sentía como un doble de riesgo recorriendo las sendas de la selva del Amazonas mientras intentaba escapar de las manos de un enorme gorila que lo confundía con una banana con patas.
¡Eso había sido divertido!
Desde que comenzó sus estudios en ese instituto, nunca sintió tanta emoción y adrenalina. Justamente eso era lo que le estaba faltando a su vida, ¡Algo de diversión!
No conocía nada acerca del chico emo pelirrojo, pero ahora le surgía un leve interés por descubrir los motivos de su fama de matón.SPOILER (click to view)¡Hola!
Ah, ¡Lamento la demora! ;^;
El día de ayer fue muy agitado, así que no tuve ni un segundo para checar mi celular.
Pero mira el lado bueno, ¡La inspiración hoy llamó a mi puerta!
Así que, aquí te dejo esta pequeña respuesta para que puedas reírte un poquito. Porque sí, hice esta respuesta un poco más cómica de lo normal; estaba de buen humor.
¡Mi meta es lograr que te rías! Admite qué lo logré.~
¿No? ¿Chistes muy malos?
Ah, soy tan anticuada. :'c
Y tengo que disculparme por otra cosa, en algunas partes use un vocabulario algo informal y descuidado, pero tranquila; es parte de la esencia del personaje. [?]
Por sí no sabes; «Madrazo» en Colombia es darle un golpe a alguien.Igual no soy de Colombia. V:
Por ejemplo, ¡Me va dar un madrazo! significa ¡Me va a dar un buen golpe!
Tal vez ya sabías su significado y estoy escribiendo esto para nada y parezco una anciana enseñándole a hablar a una persona de 20 años; pero mejor prevenir que lamentar. [?]
Y otra cosa x2, ya vi la película de Death Note, y god! ¡Light es un llorica! Ah, tengo que descargar varias cosas que pienso sobre esta adaptación de Netflix con alguien, así que no te sorprendas si descubres un mensaje mío titulado Light marica en tu bandeja de entrada.¡Espero tu respuesta!
Edited by °Clift Curd° - 29/8/2017, 03:58. -
.SPOILER (click to view)Hola~ No te preocupes por la demora, que soy alguien paciente y de todas formas, mereció la pena. Me divertí mucho leyendo las acciones de tu personaje. Y si, me hiciste reír, lo confieso.
Y hablando de demoras, perdona por la mía, he estado enferma con faringitis, pero ya estoy en forma para rolear
Tranquila sobre la forma de narrar de tu personaje, ya te había entendido, yo soy española pero mi chico es colombiano así que conozco muchos dialectos sudámericanos B) Eso y que mi abuela de niña me ponía muchas telenovelas venezolanas, méxicanas...
en fin, cualquier cosa que echasen por la tele xD Al final de tanto oír uno ya aprende, recuerdo que la palabra de cuando era niña que mas me chocaba era "botar" aquí botar es dar saltos, no tirar. Pero bueno, en fin, que te entiendo, tu escribe sin temor xD
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Light es una nenaza! ¿Donde se ha visto que él sea de esa forma? Y luego está L y él final que da a entender que escribe su nombre... L nunca haría eso! ¡Él es el bueno! (super fangirl de L) Deberían haber cambiado los nombres y hacer como que estos personajes son otros y no los del manga, la gente estaría mas contento si este Kira, es solo un pardillo mas que se topó con la Death note y no el cabronazo de Light, que otra cosa no, pero tiene mas huevos que este chiquillo con mechas rubias. ¿A quién se le ocurre ponerle mechas? Dios... podría estar todo el día críticando la pelicula, me pasó lo mismo con Dragon Ball.
Sin duda, la hora del recreo era su hora favorita del día. No estaba en su casa, y a pesar de permanecer bajo el perímetro del instituto, ningún profesor o metiche se atrevía a importunarle, si no que le dejaban comer y descansar en paz. Aunque ya lo dice un dicho popular: lo bueno, dura muy poco.
Estaba disfrutando de esa pequeña siesta mientras una suave y fresca brisa le acariciaba. Si bien era cierto, escuchaba el murmullo de sus compañeros hablar, pero eso era mínimo y a lo lejos. Hasta que su sueño se vió interrumpido por algo que le molestaba, una olor desagradable que cosquilleaba su nariz, hasta el punto de hacerle abrir los ojos. Parpadeó un par de veces al ver ese rostro sin entender muy bien que diablos hacía ahí. Y cuando aún estaba más dormido que despierto ese grito lo despertó del todo.
-¿Que diablos... - se quejó frunciendo el ceño y preguntándose que se suponía que le pasaba a ese tipo por la cabeza. ¿Todavía había gente de nuestra edad que le gustasen los cars?
De pronto, notó que era lo que le había despertado, y no era ese nuevo forest gum que ahora corría a toda velocidad, si no, el desagradable olor. Se apartó por instinto de ese inmundo dibujo. Apestaba. Lo tomó de un extremo con bastante asquito y no supo que pensar. Se debatía entre si el chico nuevo, que no se acordaba como se llamaba, se estaba intentando burlar de él, o tenía una extraña forma de ser amable. De todas formas, ni loco pintaría sobre en ese papel por muy bien que le estuviera quedando Deadpool. Como justó sonó el timbre, se levantó y lanzó esa hoja pegada a la basura, ignorando por completo el esfuerzo de ese chico al rebuscar de la basura cada pedacito. Pero siempre podía hacer otro en una hoja de papel que diera menos asco.
Se fue a la clase que le tocaba y se dedicó a hacer exactamente lo mismo que en sus anteriores horas, absolutamente nada productivo. Dibujar, en alguna se quedó dormido o si no, miraba distraído por la ventana. Últimamente sopesaba la opción de dejar el instituto, pero para eso, tenía que encontrar un trabajo. Detestaba la idea de tener que pasar mas horas de la cuenta en su casa.
Cuando sonó el timbre para irse a casa, vió como el chico de antes salía por la puerta - Oye tú, el rarito - le llamó posicionándose ante él - ¿Se puede saber que rayos era lo de antes? ¿Porque me das algo de la basura, me gritas en toda la cara y luego sales despavorido? ¿Acaso querías burlarte de mi? - preguntó con los brazos cruzados.
El resto de la clase ya estaba especulando, diciendo la pobre suerte del novato, el abusón del instituto le daría una paliza y tonterías así. Este querido pelirrojo no quería pegarle, tan sólo darle un toque de atención. Nadie se iba a burlar de él sin avisarle de las pésimas consecuencias que eso contrae.. -
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...Every moment I live is agony.
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—Entonces, la ley de los gases propuesta por Boyle-Mariotte explica qué; el volumen y la presión se relacionan en una cierta cantidad de gas y su temperatura es siempre constante. ¿Entienden?
La profesora regordeta y anticuada de física torturaba, como siempre, a sus alumnos con sus malas explicaciones. Ya se había vuelto una costumbre para los adolescentes contestarle al unísono y en forma de cántico un desganado “Seeh” a todas sus preguntas.
No importara lo que dijera, la respuesta comunitaria que obtendría sería siempre un vago “sí”, los alumnos de cuarto año ya no tenían ganas de aprender y los profesores se habían hartado de explicar cientos de teorías que solo escucharía la pared y las moscas que descansaban en los ventanales.
El único menso que no se había unido al coro de respuestas era –como no– Allen.
Con el dedo anular de su mano izquierda urgandose la nariz y su mano derecha rascando una picadura de mosquito que desde la semana pasada irritaba su cuello, se ocupaba de ignorar completamente una de las leyes más importantes sobre los gases.
Inmenso problema tendría cuando en su vida cotidiana le preguntasen “Si la temperatura del helio dentro de un globo no cambia, pero aún así, si lo hace su volumen, ¿Cómo puedo saber cuál es la presión que oprime al helio?” Obviamente, nadie preguntaría una tontería así, que de seguro está mal planteada; pero bueno, solamente tendría que estudiar esto para el examen y luego olvidarlo por completo, como de costumbre.
La clase apenas comenzaba y ya más de medio curso se encontraba babeando su pupitre y admirando fijamente sus manos como si de una obra de Dalí se tratase.
El pelinegro no era la excepción; aunque ya no se volvería a dormir en clase, no le agradaba mucho el hecho de que todos sus compañeros oyeran los relatos de sus sueños que él mismo narraba mientras descansaba. Ah, tal vez debería implementar alguna forma de autocontrol para no hablar entre sueño y sueño, es algo bastante frustrante.
De nuevo se había perdido en el mar de sus pensamientos; en el mismo instante en que la profesora tomaba una tiza para explicar una de las formulas generales para poder calcular la presión, la temperatura y el volumen de los gases, Allen desempolvaba viejos remos que usaría para comenzar a navegar entre sus pensamientos y abandonar completamente la aburrida tierra de la realidad.
Una vez desconectado totalmente de la clase, recordó lo que su papi por tanto tiempo había planeado y que, por fin, hoy llevaría a cabo.
Hoy sería el día en que inauguraría la florería “Honey-Loney” en el sur de la ciudad.
Se había olvidado completamente de ese pequeño detalle, debería apurarse al llegar a su hogar para poder felicitar a su papi antes de que se vaya y tarde varias horas en volver a hacerle compañía.
Podría decirse que su papi con este suceso habría cumplido todas las metas que de pequeño se había propuesto; metas que por supuesto no eran nada parecidas a las que Allen tenía en mente para su futuro.
O mejor dicho, ¿Qué metas?
Nunca antes había pensado en algo como eso, tampoco en lo que haría con su vida luego de terminar la secundaria, hasta ahora poco y nada era lo que ese tema le había molestado; pero al alcanzar la sabiduría infinita mientras se quitaba un moco, pudo comenzar a reflexionar acerca de lo que le gustaría poder lograr antes de morir.
Es triste saber que, de momento, lo único que se le llegaba a pasar por la cabeza que en verdad quisiera hacer antes de llegar al último de sus días, sería, nada más ni nada menos que, ser feliz.
Tal vez sea una meta quisquillosa o muy huraña, pero más que nada en el mundo solo puede pensar en lograr la felicidad absoluta y poder comer hasta atragantarse para olvidar sus penas por el resto de sus días, incluso podría morir feliz. Morir con una sonrisa en el rostro sería algo genial.
Claro, es algo apresurado pensar en la muerte, pero la suerte es bastante bipolar, puede que un día estés disfrutando a pleno de tu vida y al otro internado de urgencia en un hospital.
Oh, creo que ese es un ejemplo muy depresivo, tal vez el tiempo de reflexión haya sido algo muy melancólico.
Por más de que estos profundos e intelectuales pensamientos parecían haber llegado a su mente de un segundo a otro y luego, como llegaron, se hayan desvanecido, no se veía muy filosófico desde otros puntos de vista.
Lo único que podía verse de Allen en esos momentos era su rostro de estúpido y su boca abierta de par en par, de la cual se escurría un fino hilo de saliva que paseaba por la manga de su buzo hasta llegar al cuero de su cinturón.
Obviamente, él ni cuenta se había dado de que en estos momentos parecía un zombie; no por tener pintas de estar medio muerto, sino por el hecho de no tener cerebro. Pues al menos eso parecía desde lejos –y desde cerca también–.
Volviendo a sus pensamientos, ahora el tema que rondaba dentro de su laguna mental era;“¿Moriré solo o en compañía de una bella pareja?, ¿Alguna vez perderé mi virginidad?, ¿Debería ponerle ketchup o mayonesa a las hamburguesas?” raras preguntas que él mismo inventaba lo comenzaban a atacar.
De nuevo cayendo en la duda, no tenía idea de si quería o no tener alguien en su vida, alguien que lo acompañe y soporte en cada una de sus penas y alegrías –o al menos en parte de ellas–.
Puede que compartir todos tus días con alguien que en verdad amas sea realmente divertido y entretenido, tal vez no estaría mal encontrar a esa persona que se convierta en el azúcar de tu café y en la crema de tu pastel.
Pero, de seguro que eso no sería nada fácil; con billones de personas en el mundo es completamente imposible encontrar a aquella que sea tu otra mitad, es decir; tu alma gemela podría estar al otro lado del mundo y tú ni siquiera lo sabrías.
¡Ah! ¿Y si nunca encuentro a mi verdadero amor y llego al fin de mi viaje en este mundo completamente solo, viejo, muerto y solo? Y lo que es aún peor, ¡totalmente muerto! Significa qué, ¿Moriré y nadie hablará conmigo mediante la ouija? ¡Moriré –de nuevo– de aburrimiento en el infierno sin nadie a quien pueda molestar!
De tanto pensar se había olvidado totalmente de los gruñidos que entonaba su estómago; por culpa de la “búsqueda del tesoro”recolección de un dibujo destrozadoque acaparó toda su primera hora libre, se le olvidó completamente almorzar, y ahora su barriga se lo estaba recordando.
Sus entrañas comenzaron a retorcerse como lombrices en busca de algo que digerir, el vacío de sus instestinos se comenzaba a notar y el hambre que sentía se acrecentaba más y más.
El peor de los castigos era tener que sujetar con fuerza su estómago por miedo de que se vaya a abrir y de él comiencen a intentar escurrirse sus intestinos. Puede parecer una escena de carnicería humana dentro de una película terrorífica, pero es el término más acertado que describiría lo que Allen sentía en esos momentos.
El dolor se había intensificado tanto que apenas podía mantener sus ojos abiertos, sus puños cerrados y apretados seguían ejerciendo presión contra su estómago con la mínima esperanza de apaciguar mágicamente los dolorosos síntomas que provocaba estar más de siete horas sin ingerir nada sólido. Y no, por sólido no me refiero a nada que no sea comestible; por más que quisiera no podría saciar su apetito voraz devorándose un ladrillo.
Lo único que logró inmutar el estado de trance en el que se encontraba por culpa del dolor, fue el chirrido irritante de la campana que anunciaba el fin del horario escolar.
Con pasos moribundos y desganados trataba de abrirse paso entre la marea de personas que, al igual que él, no veían la hora de llegar a la comodidad de sus hogares.
Mediante empujones, codazos y tropiezos logró llegar a la salida principal que, aglomerada de gente, le señalaba un claro camino por el cual al fin podría llegar a su hogar.
Lentamente y con el sufrimiento a flor de piel se alejaba de la tormentosa escuela.
Cuando al fin pensaba que podría descansar, la caprichosa vida lo vuelve a molestar.
Antes de poder cruzar la calle con su bici una persona lo detuvo tomándolo, de una forma un poco brusca, por su hombro izquierdo.
Dicha persona no era nada más ni nada menos que el tan querido matón del salón, quien ya debía tenerle un gran rencor acumulado por haberlo despertado de su risueña siesta horas atrás.
El punzante dolor de su estómago se extendía por sus viceras que se estrujaban y enroscaban unas sobre otras intermitentemente. Los nervios que le provocaba estar frente a tal figura impotente no ayudaban en nada a su malestar, es más, hasta lo hacían sentir muchísimo peor.
El pelirrojo no demoró ni un segundo en abrir su boca y comenzar a narrar un gran testamento de interrogaciones y bramidos que entraban por uno de los oídos de Allen y se desplazaban hasta salir por el otro.
En verdad el pelinegro no tenía intención alguna de entablar una conversación con ese chico en la condición en la que estaba, sus alaridos ruidosos resonaban en su cabeza y se convertían en bombas a punto de explotar.
Generalmente no tenía problema alguno al hablar con los demás, relacionarse y socializar, pero realmente el pelirrojo había logrado intimidarlo; a este pequeño terror se le puede sumar la agonía que sufría físicamente, con todo esto la tarea de “pensar coherentemente” se convertía en todo un desafío.
Imposible resultaba podar hilar sus pensamientos y formular una respuesta consisa para todas las preguntas y acusaciones que le habían sido lanzadas ferozmente por aquel chico.
De nuevo otro rugido de león por parte de su estómago, tenía demasiada hambre y el sentimiento de vacío en su interior le provocaba unas ganas impresionantes de vomitar, ganas ineludibles de regurgitar.
De un momento a otro comenzaba a perder cada atisbo de razón y comprensión, su mente daba vueltas y por su garganta pedían desesperadamente ser expulsados sus jugos gástricos.
Sin rodeos ni intervalos o previos avisos, su estómago comenzó a contorsionarse como un malabarista de circo, y lo que venía evitando desde que sus entrañas comenzaron a bailar tuvo que suceder.
No puedo contenerse, de una forma poco elegante expulsó por su boca hasta el pollo con papas que había cenado la noche anterior.
Dicha sea su suerte que el lugar a donde su vómito fue a parar fue....los lustrosos zapatos del matón.
...Nunca pensé que mi muerte estaría tan cerca.
Minutos tardó en reconocer la gravedad de lo había hecho, solo tuvo que recobrar un poco su compostura para girarse lentamente en el lugar y comenzar a llorar internamente.
Está había sido la peor vergüenza y humillación del siglo.
¡Superman, sálvame!
Obviamente todos los alumnos que se encontraban varados en las puertas del colegio se convirtieron en el público de primera fila de esta pequeña escenita que Jack y Allen protagonizaban, y por supuesto, parecía no tener un buen final.
Allen ya se hallaba completamente pálido y desvalido de sufrimiento y dolor, todo culpa de no haber comido. Puede que sus padres tuvieran razón cuando mencionaron que el pelinegro tenía una salud un tanto “delicada” e inestable, que estúpido fue él al no creerles.
Aprovechó los minutos de distracción en los que Jack se había encargado de refunfuñar y observar lo que ahora manchaba sus zapatos para poder fugarse de la escena del crimen montado en su bicicleta a toda velocidad –la velocidad a la cual su estado deplorable le permitía llegar–.
No tenía ganas, energía o intenciones de hablar o disculparse, se sentía pésimo y llevaba sus ánimos arrastrados por el suelo; ganarse enemigos no era algo que le encantará, pero en este caso parece no haber otra opción.
Poco le importaba ahora pensar en lo que pasaría cuando el pelirrojo y él se vuelvan a enfrentar, lo único que carcomía sus pensamientos era la búsqueda de algún tipo de planta medicinal que pueda curar su malestar, o en su defecto un gran pollo asado marinado en barbecue que sea digno de saborear.
Ya las pocas energías que guardaba las había gastado, no le quedaba ímpetu alguno que logrará hacerlo avanzar en su bicicleta.
Al haberse alejado una buena cantidad de metros del colegio optó por caminar mientras convertía su bici en algún raro tipo de bastón, pues se impulsaba en este con cada paso que daba.
¿Qué raro no? Un día que comienza de la mejor de las maneras, pero luego termina de la más terrible forma.
Ah, tal vez debería acostumbrarse a tener una existencia basada en telenovelas mexicanas, pues toda la aventura de este absurdo día traía el material suficiente para crear una muy buena película.
—Ugh, mi aliento huele a vómito.
Sinceramente, un día agotador y descabellado, seguramente se arrepentiría de todo lo sucedido el día de mañana.
Ya no había razón alguna para apurarse, el tiempo había volado y su papi seguramente habría abandonado su hogar varios minutos atrás.
Pero tampoco podía comenzar a vagar por las calles, no podía olvidar la razón de sus complejos; el dolor de su estómago era persistente y parecía no querer ceder.
A paso lento pudo llegar a su hogar, el interrogatorio de su padre no tardo en llegar pero perdió toda dureza al comprobar el estado miserable que Allen llevaba sobre sus hombros.
—Papá, ni te podrás imaginar la pericia que he sufrido el día de hoy.
Peor castigo del que parecía haber sufrido no podría haber, sería considerado maltrato agregarle más problemas u obstáculos de los que ya le habían dado al pelinegro desahuciado.
Luego de haber devorado todo lo que encontrará en la alacena, el chico indispuesto cayó rendido a la comodidad de su cama de la cual no se levantaría hasta que el pitido de su alarma anunciará un nuevo día.SPOILER (click to view)
KIIIILL MEEE!Sorry not sorry.
{Mientras escribía está respuesta me imaginaba a Allen de la misma forma que el bicho de allá arriba}.
¡Hola! ¿Cómo va?
Ay, yo y mis retrasos salvajes. Pero bueno, la semana de exámenes ya ha terminado y por suerte he aprobado todo. Ya podré estar tranquila en los días de verano.
Oh, espero que la tardanza no te haya acomplejado.
Debería decirte que tengo un cierto gusto por causarles puro e insoportable sufrimiento a mis niños, es decir, no puedo estar más de un minuto sin humillarlos.
Lo lamento mucho por Allen, pero tiene que aprender como la vida puede joderte (?).
¿Qué mejor que vomitar en los zapatos de tu futura pareja? Esa de seguro es una muy buena primera impresión.
Jajaja, lamento mucho haber denigrado tanto a mi niño y ensuciado de una forma tan asquerosa los zapatos de Jack.
Pero vamos, ¿quién no se enamoraría de alguien que vomita en tu cara y luego se fuga? Toda una ternurita, no era su intención quedar tan mal frente al matónque de matón no tiene nada:'(.
Admito que me ha costado bastante decidirme entre “vomitar los zapatos de Jack” o “orinar sus propios pantalones y salir corriendo”, pero orinarse en frente de la muchedumbre hubiera sido una experiencia bastante incómoda para los dos. No estoy diciendo que vomitar en sus zapatos sea algo mejor, pero es entendible el accidente al ver la forma deplorable en la que estaba, eso creo.
Tal vez me he sobrepasado un poco al escribir más de 2.000 palabras, pero tenía que compensar todos esos días que te he hecho esperar.
Espero que te encuentres realmente bien, ¡Clift out!.
◊♥◊I'll be your gravity, you be my oxygen◊♥◊ |
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