Monstruo

Monstruo.

No importa lo que haga, no puedo huir de eso.
Tiene apariencia humana, pero es más poderoso que uno.
No necesita garras ni dientes, pues sus palabras son su arma más letal.
Mientras más me alejo, se empeña en buscarme,
sé que jamás me dejara ir porque soy la causante de su amargura.
Soy todo lo que aborrece y eso es la viva representación de mi miedo.

Hoy de nuevo me ha vuelto a maldecir y otra vez volví a llorar,
me he preguntado si tiene corazón y llegué a la conclusión que quizá no funciona conmigo.
Soy tan miserable por no poder acallar las voces que me dicen que nada estará bien.

Vuelve a comenzar otro día y sonrió fingidamente ante el mundo,
Ellos no saben lo que se esconde en mi cabeza: son sus gritos ensordecedores.
Día tras día oculto mis ganas de morir tras esas risas falsas,
y eso, sigue luciendo estoico y calmado, como si nada pasara.

Toc, toc, toc.
¿Quién es? Me cuestiono, aunque ya sé la respuesta,
es ese monstruo vestido de persona que me vuelve a visitar.
Nadie sabe lo que trama, ninguno puede experimentar el poder que tiene sobre mí.

Toc, toc, toc.
¿Quién es? Me preguntan mis conocidos y yo solo sonrió secamente.
No puedo decirles que es mi monstruo así que solo contesto como siempre:
Es mi madre.