⊱⊱⛓ Mi sádico emperador ⛓⊰⊰

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    "La órdenes del emperador son absolutas al igual que mi lealtad"



    Serendipia

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    "La venganza no es un móvil válido, es una respuesta emocional. No, nada de venganza. Solo castigo". - Thomas Jane.



    ▶ Nombre: Levent Yüce.

    ▶ Edad: 23 años.

    ▶ Cumpleaños: 26 de abril.

    ▶ O.S: Bisexual.

    ▶ Sobre él:

    Actual emperador de Zirconia; Levent era el segundo hijo de Ilkin "el grande", y por tanto, tan solo un príncipe destinado a servir a su país como general del ejercito imperial. Sin embargo, las cosas a veces no salen como deberían y la historia que se supone, ya está escrita, se borra para dar paso a una trama algo distinta, incluso si eso repercute en todo lo que alguna vez has llegado a considerar normal y te coloca en una posición inesperada.

    Para entender lo que fue su vida, primero tendría que hablarse de su país, de su hermoso Zirconia. Pues toda su vida la ha pasado ahí, y todo lo que sucedía a su alrededor, tenía que ver directamente con su patria.

    Se trataba de un lugar oculto entre grandes montañas, en el que el clima solía ser templado casi siempre, salvo en invierno, cuando los techos de las viviendas solían llenarse de blanca nieve. Debido a su ubicación, estaba bastante aislado y para sobrevivir debían valerse de sí mismos; eso les gustaba, porque se sabe que la gente ahí es bastante orgullosa, y no gusta deber nada a nadie que no sean los suyos. Debido a esto es que no existe forma alguna de comerciar con el país, pues ellos son agricultores, ganaderos, buenos constructores, y, en conclusión, dicen no necesitar nada de los extranjeros. A los que, dicho sea de paso, detestan. Aunque claro, tienen fundamento para hacerlo.

    Gracias a lo herméticos que son los zirconitas, muchas veces han sido atacados por los países colindantes que descubrieron su existencia e intentaron aprovecharse de sus recursos y su gente, usando como excusa la soberbia que caracteriza a los pobladores. Pero, sorprendentemente, la fuerza de los zirconitas es demasiada, no únicamente para lo cotidiano, sino para la batalla. Su intenso patriotismo les lleva a hacer lo imposible por defender su hogar, siendo extremadamente peligrosos, pues según las características típicas de esta raza, son sádicos, temperamentales y muy territoriales.

    Conocidos vulgarmente como "bárbaros", en los relatos de otras partes del mundo se dice que son gente violenta y sin educación, pero nada más lejos de la realidad, pues esa es una faceta que se muestra únicamente a los extraños. Existen Zirconitas intelectuales, y el pueblo en general está educado hasta cierto punto. Tanto es así, que incluso fueron capaces de aprender otros idiomas mediante los rehenes que tomaban en batalla.

    Zirconia es una tierra próspera, no solo en cultivo, también en minería. Debido a la abundancia que hay en minerales, es común ver a los pobladores con más de alguna pieza de joyería, entre los que más destacan el oro, plata, rubíes, diamantes y esmeraldas.

    Pero, regresando a Levent... él tuvo una niñez agradable, fue capaz de convivir con sus hermanos debidamente, y desarrollar ese lazo que los unía hasta que este se volvió irrompible. Ama a sus hermanos con toda el alma, al mayor y a los dos menores, mismos a los que mima como si no hubiera un mañana, y a los que les cumple cualquier capricho. La relación con sus padres no era tan estrecha, pues su madre era una mujer muy fría y distante, mientras que su padre solía estar ocupado todo el tiempo, de modo que fueron prácticamente criados por nanas y sirvientes.

    Aún así, le dolió como nunca cuando su madre murió a causa de una enfermedad sin nombre, probablemente malaria. Después entendería que el dolor era algo que venía en cadena, pues llegaron sucesos desafortunados a su vida, uno tras otro.

    Primero fue la muerte de su madre, más tarde, su padre moriría tras ser emboscado en las lejanías de Malaquita, una provincia sureña del país. No a manos de alguien, sino ahogado cuando intentaba salvar a los sobrevivientes del altercado, después de ahuyentar a los enemigos. Murió como un héroe, y eso fue lo que mitigó su tristeza. Pero luego, cuando cumplió los dieciséis años, su hermano mayor fue asesinado durante una batalla contra un país vecino, que quería robar parte de lo que les pertenecía.

    Se decía que una muerte en la guerra era muerte de honor, por ello cuando se enteró de que su hermano fue asesinado, ascendió al trono con el corazón destrozado, pero satisfecho porque su padre y su hermano habían muerto protegiendo aquello a lo que tanto amaban. Siendo tan joven, fue complicado para él dirigir un imperio, especialmente siendo Zirconia un país autosuficiente, pero con algo de ayuda por parte de los ancianos consejeros, lo logró, y también hacer sentir a sus hermanos que seguían siendo una familia, a pesar de ya quedar solamente tres de los que originalmente eran seis.

    Nada habría cambiado, de no ser por lo que llegó a sus oídos algunos años después.

    Se corrió el rumor de que su hermano no había sido asesinado en batalla, sucedió tras haberla ganado. Justo antes de regresar a Malaia, la capital. Y es que, desgraciadamente, Kerem había puesto sus ojos en un soldado enemigo, mismo que le dio muerte en cuanto se le presentó la oportunidad. Y aunque eso no hizo la diferencia, pues igualmente, el que el emperador pereciera no consiguió el que les dejaran paso libre a sus tierras, ciertamente consiguió que Levent, que le adoraba, enfureciera y deseara a exterminar al maldito que terminó con la vida del antiguo soberano.

    Rastreó la fuente del rumor, y cuando descubrió que ese rumor había sido regado por un veterano de guerra, le exhortó a contarle todo tal y como había sucedido. Y así lo hizo el hombre, pues le relató las cosas a como las recordaba, fue entonces cuando supo la verdad.

    Fue una noche antes de su regreso a Malaia, cuando el asesinato sucedió. Un tipo al que todos conocían por la terrible fama que acarreaba, sedujo al emperador, y este cayó en sus embrujantes encantos. Nadie se dio cuenta de lo que sucedió hasta la mañana siguiente, cuando vieron a ese hombre salir discretamente de la carpa de su majestad. Los ancianos obligaron a los soldados a callar el incidente, porque tras la muerte del emperador, sabían que para el siguiente en la línea de sucesión, sería difícil sobrellevar el asesinato de Kerem, y necesitaban que estuviera centrado en dirigir a el país, en lugar de estar cegado por la furia.

    Ese descubrimiento hizo a Levent cabrearse a niveles inimaginables, y aunque fingió indiferencia, también encargó a sus hombres de confianza que buscaran al malnacido que mató a Kerem. Todo esto, mientras jugaba a ser el hermano y el emperador perfecto.


    ▶ Personalidad:

    Es un emperador justo y generoso, un hermano amoroso, una persona compasiva y tierna. Tan benevolente, lleno de gracia y dulzura... o eso es lo que se dice de él, porque no muchos han conocido su parte oscura. Esa que oculta tras tanta tontería.

    No hay que dejarse engañar, porque enojado, es la encarnación del mal en persona. Esto lo saben algunos pocos, esos que le conocen desde que era un niño y son ajenos a sus hermanos, quienes ignoran lo cruel que Levent puede llegar a ser.


    ▶ Gustos / disgustos:

    + Pasar tiempo con sus hermanos, tiene dos, un chico y una chica, a los que ama y protege tanto como es posible.
    + Su bebida predilecta es el vino de jamaica artesanal que fabrican al norte de Zirconia.
    + Las joyas, especialmente los rubíes, de ahí el que sean parte de su vestimenta usual.

    - Las personas faltas de carácter, no las tolera.
    - Que le reten, él no cede ante los retos, pero si se le insiste, tal vez te deje saber porqué no debes impacientarlo.



    ▶ Datos extra:
    • En Zirconia todo tipo de amor está bien visto.
    • Su hermano menor se llama Ilkay, tiene diecinueve años, pero Levent no le permite ser partícipe del ejercito. Su hermanita se llama Melek, tiene quince años y un carácter terrible que suele disfrazar ante sus mayores.
    • Ellos no tienen conocimiento acerca de la verdad de la muerte de Kerem.
    • Levent tiene un harem mixto desde que cumplió los quince años, y muchas veces le han insistido para que se case y forme una familia, pero él no está interesado en ello.



    ▶ Apariencia:

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    <b>▶ Ilkay:
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    <b>▶ Melek:
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    .: Masita :.

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    Un amor teñido en rojo

    ● Nombre: Mako Suzuki

    ● Edad: 27 años.

    ● Cumpleaños: 1 de Diciembre

    ● Altura: 1.70 metros.

    ● Peso: 72 kilogramos.

    ● Orientación sexual: Gay

    ● Rol: Versátil/Pasivo

    ● Un poco sobre él:

    Nació en diciembre, con la primer nevada de invierno, sus padres eran personas pobres, herreros de poca monta que tenían lo justo para sobrevivir, todo lo que tenían era apenas una casa, un taller y su ropa puesta, pero pese a todo, recibieron a su primer y único hijo con amor.

    Fue cuidado tan bien como se pudo en sus precarias condiciones de vida, tenían lo suficiente para vivir, comida, un techo y ropa para vestir, fueron buenos años donde su niñez fue relativamente tranquila y serena, jugando y aprendiendo el noble oficio de su familia. Su modesta vida era hasta cierto punto envidiable pero el paso del tiempo era imparable y pese a no tener grandes dificultades, la salud de su padre comenzó a deteriorarse rápidamente, en un intento por curarle, Mako empezó a ejercer el oficio de herrero en un intento por seguir obteniendo dinero de su educación, pero el trabajo de un niño jamás podría compararse con el de un artesano con varios años de experiencia por lo que todo fue un intento vano.

    Su padre murió y su situación económica no era lo suficientemente buena como para permitirle seguir aprendiendo del oficio de otro maestro herrero por lo que sin demasiados conocimientos académicos tuvo que enlistarse en el ejercito a los 15 años.

    Los entrenamientos eran duros, su cuerpo era delgado y débil por culpa de su precaria situación así que adaptarse al nuevo régimen de entrenamiento fue especialmente difícil para él. A menudo recibía palizas, golpes y heridas por no ser capaz de "acatar" las órdenes de sus superiores, pero aún así no se rindió, lo que tenía su cuerpo de débil lo tenía él de testarudo y poco a poco fue adquiriendo forma. Sus manos se llenaron de cayos producto del uso de la espada, su cuerpo una vez frágil y escuálido se contorneo con suave musculatura que le permitía el nivel justo de flexibilidad y dureza necesarios para la batalla. Su mente se llenó de conocimiento táctico y militar, además de pasión por su reino.

    Lamentablemente al cumplir veinte años su madre siguió el camino de su padre y falleció mientras él estaba en una misión. No pudo acompañarla en sus últimos momentos pero al menos tuvo el alivio de que en los últimos años pudo recibir una mejor alimentación y unas condiciones de vida mejores a las que tuvo con su padre.

    No miró atrás y continuó.

    Sus habilidades y carrera militar florecieron rápidamente, tenía un talento innato y rápidamente fue notado por los altos mandos quienes lo usaban generalmente como un pequeño haz bajo la manga. Sus estrategias podían competir con la de generales y comandantes con décadas detrás, así que naturalmente se gano tanto enemigos como amigos, haciendo que un aspecto no tan agradable de su vida comenzara a los veintidós años.

    En el ejército pasaban mucho tiempo solos los hombres en lugares fríos e inhóspitos, a veces una misión de una semana se extendía a meses y bueno, las necesidades humanas llamaban. Mako entendió en ese momento que era muy atractivo, su figura grácil y apuesta era un deleite para ancianos y hombres hoscos que ofrecían ciertas ventajas o favores a cambio de "servicios íntimos". Fue desagradable, pero pudo sacar ventaja de esto eventualmente.

    No tenía una familia reconocida, no tenía dinero ni un nombre, no era fácil ascender por muy habilidoso que fuera por lo que usar su cuerpo y mente siendo esta su mejor estrategia después de todo. A la increíble edad de 25 años ya era un comandante respetado y honorable que pelearía tanto en el campo de batalla como en la cama fervientemente con tal de conseguir lo que quería, lo que le hizo ganarse el respeto de muchas personas, era alguien formidable al fin y al cabo.

    Todo cambió cuando llamó la atención de las personas equivocadas y tuvo que huir tras un tumultuoso periodo de su vida, ahora es perseguido por quien antes era su emperador y por los que alguna vez fueron sus camaradas. ¿Quieres saber más? Tendrás que descubrirlo tú mismo.

    ● Personalidad :

    Es extrovertido, alegre, habla con un ánimo contagioso, pero esta es una fachada usual, ya que dentro se oculta un carácter coqueto, algo sádico y desconfiado, un poco salvaje y violento, pero que sólo suelen verlo las personas con las que a combatido, sus manos están tan manchadas de sangre que es natural que su mente no haya salido tan bien librada de estas batallas.

    Pero la mayor parte del tiempo encontraras a alguien amable y cariñoso, empático, no dudará en ayudar si se lo piden pero también no le temblará la mano al cortar y desgarrar la carne si se ve en peligro. Un lobo solitario que podría contarte sus aventuras si le das una copa a cambio.

    ● Apariencia :

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    ● Extras :

    Ama a los gatos, son su animal favorito y siempre que pueda los cargará
    Siguió en silencio perfeccionando su oficio de herrero, por lo que forjó el mismo su espada
    Debido a que recibió una educación tardía, leer y escribir son cosas que aún se le dificultan por lo que tiende a pedir ayuda si hay alguien cerca.
    Es un habido bebedor, pocas veces lo podrás ver realmente borracho.
    Su cuerpo esta lleno de cicatrices, en especial en su brazo derecho.
    Aún posee unos cuantos aliados en el ejercito de su antiguo reino.
    Es surdo



    Había pasado más de medio año vagando por las llanuras de su reino, yendo de pueblo en pueblo no quedándose más de lo necesario en cada lugar para evitar llamar la atención puesto que apenas el ejercito lo viera podrían capturarle y llevar su cabeza a palacio y él personalmente aún tenía ganas de vivir unas cuantas décadas más, así que en general mantenía un perfil bajo y se movía periódicamente pasando cómo una sombra a cada lugar que iba.

    No fue hasta que decidió que iba a aventurarse a un reino vecino que sorpresivamente fue capturado, pero no por su tierra natal si no por un viejo enemigo.

    Debió quizá haber pensado mejor su decisión, pero ya había recorrido todos los pueblos fronterizos, había conseguido eludir a la guardia y los soldados pero su suerte se estaba acabando, ese último mes casi fue descubierto dos veces y sospechaba que sus persecutores empezaban a entender su estrategia y hacían chequeos de rutina en caravanas de migrantes y comerciantes o hacían revisiones aleatorias a puestos como restaurantes o posadas. Comenzaban a pisarle los talones lo que hizo que la idea de viajar a otro reino fuese mucho más tentadora.

    Compró un caballo a un comerciante local y simplemente se marchó. Había aprendido a sobrevivir a la intemperie por lo que el viaje en un principio fue agradable y calmado, incluso pudo encontrar algo de placer carnal en un poblado en tierras neutrales.

    Probablemente ahí bajó su guardia y comenzó a confiarse al estar lejos de los ojos del emperador. Fuera de las murallas de su país no era más que un hombre joven sin nombre ni pasado, uno más del montón y eso era mucho más divertido que ocultarse en las sombras de ruinas o casas abandonadas.

    Siguió movilizándose hasta que un peculiar ejercito con uniforme familiar lo rodeo sin previo aviso. Había querido zafarse bromeando y fingiendo ser algún tipo de comerciante pero no. Uno no escapa de sus pecados tan fácilmente y fue retenido, golpeado y despojado de sus armas. Después de unos días como prisionero en una inmunda cloaca donde todo olía a humedad y suciedad se le fue informado su destino.

    — Estas de suerte, nuestro amado Emperador, Levent, ha pedido que te arrastremos vivos hasta Malaia, creo que...quiere ajustar cuentas personalmente

    Apenas escuchó el nombre del afamado emperador su sangre se congelo y todos los músculos de su cuerpo se tensaron en una peculiar ansiedad. Sabía porqué deseaba verlo "personalmente" probablemente querría decapitarlo con sus manos pero aún así nunca creyó que los acontecimientos del pasado regresaran y golpearan su cara tan pronto. Qué ingenuo fue.

    Y así en un par de días se encontraba caminando directamente a Malaia, golpeado, magullado, despojado de toda posibilidad de huir, como un perro rabioso. Incluso habían colgado en su cuello un collar de acero unido a una gruesa cadena la cual ataban al piso o tiraban los soldados para que se moviera. Las esposas también eran de pesado metal fundido que era pesado por si mismo. No había forma de escapar, tampoco es como que fuera un idiota suicida, sabía sus posibilidades de escape las cuales no superaban el cero por lo que cooperaba dócilmente sin decir una sola palabra a la espera de su juicio.

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    Listo bb! un par de niños nuevos listos para rolear! si ves algún error o algo que quisieras que cambiara sabes que soy todo oidos <3 gracias por tu paciencia y esperemos que este rolecito dure mucho mucho tiempo <3

     
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    El vapor se extendía por sobre el agua, dejando entrever, a penas, como aquellas siluetas borrosas se movían de forma lenta pero sensual una sobre la otra. El choque de labios era muy suave, casi como una cruel jugarreta, pero también una muy placentera. Él estaba ahí con una dama perteneciente a su harem, una hermosa mujer de treinta años, tan experimentada como cuidadosa y comprensiva. A él le gustaba la manera en la que ella parecía esmerarse en hacerle sentir bien, y en recompensa, él era suave, tratándola como una delicada estatuilla de cristal. Ambos sabían lo que querían y cómo complacer al otro. Era por eso que sabían cómo y dónde tocar.

    — ¿Se siente bien, alteza? — él le dedicó una leve sonrisa.

    — Muy bien — afirmó, y nuevamente se acercó a besar los carnosos labios de la castaña, aunque no logró su cometido.

    — ¡Majestad, majestad! — el nada sutil mensajero se adentró en la zona de las aguas termales gritando como si hubiera perdido el juicio, asustando de paso a la amante del emperador, fue entonces cuando notó que había sido impertinente, por lo que se quedó en la orilla y se dio la vuelta, completamente apenado — Una disculpa, mi señor, pero venía a darle un aviso importante.

    Levent refugió entre sus brazos a la avergonzada mujer e hizo una mueca; en otras circunstancias, esto no le habría molestado, pero la verdad es que no gozaba de que los miembros de su harem pasaran por situaciones embarazosas, aunque, debido a que se supone que estaría ahí solo, y Eyra no avisó que le visitaría, sabía que no era culpa del mensajero, así que haciendo uso de su infinita paciencia, optó por mejor preguntar lo que sucedía.

    — Alteza, acerca de su encargo... finalmente le encontraron.

    Por fin.

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    El sonido del trote de grandes caballos se escuchaba a través de la arboleda del bosque, se trataba ni más ni menos del emperador de Zirconia, Levent Yüce, que cabalgaba junto a los guardias que solían custodiarlo. Él iba a la cabeza, seguido de cerca por su segundo al mando y otros tres hombres robustos y de aspecto fiero. Habían abandonado esa mañana la provincia Piedra Luna, en donde solían reunirse los comerciantes de Zirconia para consultar al emperador; se estaban dirigiendo a Malaia, la cabecera del país, para ir a ver el rostro del asesino del antiguo emperador, Kerem.

    Estuvo esperando por mucho tiempo, porque sabía que en algún momento podrían capturarlo, pero no estaba seguro de cuándo. Así que cuando el mensajero se apresuró a comunicarle la captura del dichoso Mako Suzuki, no dudó en ir en su encuentro. Luego de tanto, por fin podría ver el rostro de aquel que apagó la luz de su adorado hermano mayor, finalmente... podría castigar a ese malnacido con sus propias manos.

    Ingresó a los terrenos del palacio, aceptando los saludos de sus compatriotas. Quería ir a ver directamente a su nueva presa, pero antes tuvo que abrazar a sus hermanos y asegurarles que en cuanto se desocupara, pasaría algo de tiempo con ellos. Después siguió su camino, a una edificación alejada del palacio, pero que era considerada como parte del territorio de la familia imperial. Si bien el lugar era bastante grande y tan lindo como la casa de un noble, debajo de esa construcción, había otro espacio que no lucía así de bien. Uno que hacía más de dos décadas no se ocupaba, pero que era el sitio perfecto para mantener la situación alejada de sus hermanos.

    — ¿Está aquí? — los mercenarios, porque eso es lo que eran, mercenarios pertenecientes a la compañía especial del emperador, asintieron en respuesta a su pregunta y le abrieron las puertas.

    Ingresó a paso firme, altivo, orgulloso y furioso también. El rojo que siempre portaba como vestimenta, en sus tatuajes y hasta en su cabello, le hacían parecer imponente e intimidante, por ello fue que el guardia que vigilaba de cerca al extranjero, se inclinó ante él, temeroso incluso si tenía conocimiento acerca de su gran amabilidad para con aquellos que le eran fieles.

    — Así que eres tú... pequeña rata asesina — murmuró, con la mirada oscurecida por la evidente rabia que sentía.

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    ¡Hola, mi amor!

    Lo siento mucho, en verdad lo siento. Como ya te había comentado, es un poco difícil adaptarme a mi nuevo horario y como que todo se me complica últimamente. Quería responder desde hace días, pero terminaba quedándome dormida. Perdón. :c


    Edited by Serendipia - 29/5/2022, 04:47
     
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    Su viaje fue tortuosamente apresurado, Prácticamente no lo trataban mejor que un saco de papas, había sido capturado antes por sus enemigos, había sido torturado y encerrado un par de veces, tenía varias cicatrices de eso por todo su cuerpo, pero eso no hacía el proceso más llevadero. Los golpes, la falta de comida o descanso comenzaban a pasarle factura haciendo que se sintiera cansado y somnoliento la mayor parte del camino. Sus captores para su suerte al menos no lo habían golpeado con tanta frecuencia, suponía que este sería un privilegio del emperador de este reino.

    Había peleado contra esta gente hacía muchos años, fue una de sus derrotas más notorias en su carrera militar, una que sus enemigos usaron mucho tiempo para pisotear sus méritos, si lo pensaba detenidamente, su enfrentamiento con Zirconia fue el detonante de su caída en desgracia a los ojos de su emperador. Los chismes y habladurías comenzaron ahí, la cantidad de personas que se alzaron en su contra también empezó a aumentar. La conspiración para quitarlo del camino también fue mucho más directa después de la terrible muerte de "él" que aún después de tantos acontecimientos le parecía sospechosa.

    Su estómago vacío se retorcía al llegar a estas conclusiones durante el viaje, más porque tenía una cierta historia no relacionada con el ámbito militar, esta historia había sido empujada al fondo de su mente por conveniencia, ya que los sentimientos que se habían entremezclado en esa ocasión eran muy diferentes y particularmente especiales. Incluso ahora, años después, tras perder guerras, sus títulos su honor y su hogar, el nombre de esta persona retornaría de vez en cuando a su mente dejando una sensación fantasma de añoranza y tristeza. Así que al entrar a la que habría sido la ciudad natal de él y ser arrojado a un cuarto en una propiedad elegante pero modesta de su tierra los sentimientos contradictorios se arremolinaban a su alrededor.

    Sólo supo quedarse arrodillado mirando el suelo bajo sus pies al ser anunciada la llegada de este emperador "Levent" el hermano menor de Kerem.

    Incluso cuando la voz fría y hostil de este joven no logró sacarlo de su ensimismamiento, nada lo habría logrado más que al alzar la vista, ser recibido por unos ojos que resultaban tan familiares como extraños...esos dos hermanos compartían este rasgo tan particular. La ironía.

    — Es un placer conocerlo senior, es una lastima que sea bajo estas circunstancias.

    Había muchas cosas por ser dichas, muchas preguntas, muchas respuestas, pero dudaba que este hombre quisiera nada de eso, probablemente sólo lo torturaría unos días y después lo mataría. Tenía hasta entonces para intentar escapar de todo. Era lo que mejor sabía hacer en realidad.


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    Ntp bb, sabes que andamos en el mismo barco horrible ahora :c yo también andaba algo falta de inspiración, nada me convencía pese a que sabía lo que quería poner, peeeeero creo que al fin pude escribir algo decente para estos niños, estan chikitos no pueden.
     
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    — ¿Placer...? — la expresión seria de Levent, abrió paso a una sutil y burlona sonrisa.

    En efecto, tener en frente al asesino de su hermano, le producía gran placer. Estaba satisfecho de finalmente tenerle en frente, y así poder volcar en él toda su ira y frustración. Él era el responsable de su amargura, y sería él quien la padeciera. Así que, con esto en mente, se dijo que era momento de que la verdadera diversión comenzara, no había tiempo que perder.

    Se inclinó para tomar la barbilla de aquel escuálido individuo y su mirada grisácea recorrió cada pequeño centímetro de aquel magullado, pero hermoso rostro. No había duda del porqué su hermano cayó en las artimañas de Mako Suzuki. Pensando en ello, su agarre se apretó, hasta el punto en el que, sabía, le estaba haciendo daño.

    — Eso ya lo veremos — fue entonces cuando lo soltó para erguirse y dar media vuelta, sin embargo, no salió de la habitación hasta que el carcelero se acercó, para escuchar sus órdenes — Aliméntalo, límpialo y encadénalo de pies y manos en el cuarto especial, volveré más tarde.

    Si bien no tenía intenciones de ser hospitalario con el extranjero, no planeaba dejar que muriera de hambre, debía ser él quien le asesinara con sus propias manos. Que le hiciera pasar hambre, solo aceleraría el proceso, y el quería matarlo lenta y dolorosamente, era más divertido, según su punto de vista. Mantenerlo en un estado decente, a su parecer, no haría menos doloroso su castigo. Tenía una manera peculiar de ver las cosas, tal vez.

    Después de abandonar aquella habitación, se encaminó al palacio, pues había prometido a sus hermanos que pasaría algo de tiempo con ellos. Así lo hizo, los tres fueron a cabalgar en los terrenos del palacio, e incluso se tomaron el tiempo de visitar unas cascadas cercanas, disfrutar de la vista y juguetear en el agua. Nadie imaginaría que ese rey de actitud encantadora pudiese mostrarse tan diferente ante un extranjero de sangre japonesa, pues una vez que sus deberes como hermano mayor se realizaron, él se presentó nuevamente en aquella casa aislada, específicamente en un cuarto no tan pequeño en el sótano, en donde Levent escondía sus tesoros, esos que no eran precisamente joyas, pero relucían de forma preciosa bajo la luz de las velas, al igual que el hermoso arnés de cuero que portaba junto a un holgado pantalón negro de seda.

    Se acercó suavemente al objeto de su furia y le sonrió.

    — Lo siento, ¿me esperaste por mucho tiempo? — pidió a su hombre que encadenara al prisionero de manos y pies, las cadenas que sujetaban al susodicho, colgaban desde el techo, y las que sujetaban sus pies, estaban fijas en el piso. De tal forma que quedara suspendido en el aire — No te han tratado mal, ¿o sí? Si es así, siéntete libre de decirme...

    Se aproximó a los estantes, tomó de uno de ellos un trozo de tela satín alargado de color rojo, se acercó con toda tranquilidad a Mako y ató este al rededor de sus ojos.

    — Desde ahora, solo yo tengo derecho a lastimarte — murmuró suavemente, con dulce voz, justo antes de golpear con un látigo de cuero una de sus esbeltas piernas.

    No, esto no se trataba de seducción. Su actitud, usualmente amable, se deformaba hasta llegar a este punto, en donde sus palabras lo eran, pero sus acciones no.

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    Entiendo, bebé. Yo también estoy en una especie de bloqueo, no sé si lo que he escrito esté a la altura, pero no quería abandonar el rol por mucho más tiempo.
     
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