Posts written by †H I P S T E R†

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    Debía admitirlo, el cuerpo de Ryu era simplemente caliente y le atraía en varios sentidos. Verlo desnudarse, con sútil torpeza e inconsciencia absoluta provocaba en su ser una excitación inmensa. Su enfermiza mente no paraba de pensar en miles de escenarios y posiciones que podrían probar, mientras lo observaba se dió cuenta de lo hermoso que era el chico, era como si con la droga que le había administrado hubiera sacado todo lo infantil del albino. Sonrió, lascivo. Se acercó con elegancia y comenzó a marrar sus muñecas con la corbata, las apretó de manera que no se pudiera soltar pero que tampoco le pudiesen lastimar. Tomó una pequeña botella de agua que estaba en el tocador y miró a Ryu a los ojos:

    Abre un poco la boca, ahora te daré agua...

    Tomó un trago de agua y se acercó al rostro del chico, tomándolo firmemente entre sus manos y uniendo sus labios de una forma feroz. Pasó el agua hacia la boca del albino, sin separar sus labios...



    SPOILER (click to view)
    Ya te había explicado un poco por MP el porque no había respondido a este rol. Volví a repasar todo y creo que ya estoy lista para continuarlo con normalidad. Ya tengo mis ideas claras y otra vez disculpa.


    Edited by †H I P S T E R† - 14/11/2016, 07:11
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    Hidehiko comenzó a tocar de nuevo y, mientras el rubio tocaba, Daisuke mantenía una ligera sonrisa en la cara. Le gustaba verlo tocar, tenía una extraña —pero no mala— manera de hacerlo y eso le recordaba cuando era niño y apenas comenzaba con sus lecciones de piano, su profesor era alguien amable y bastante joven en aquel entonces, así como él ahora. Recordar eso le hizo sonreír más, el rubio tenía talento, eso era bastante obvio, sin embargo era muy frío. Por lo menos en esos últimos minutos ya había podido tocar de una forma diferente y eso se notaba, la melodía ya no era sola una palabra, ahora ya se podía encontrar un débil sentimiento. El pelirrojo no podía apartar la vista del cuerpo del ojicamín, se acerco un poco a él por detrás de forma silenciosa para no interrumpirlo cuando una voz femenina —que Dai reconoció como la de la madre de Hide— le hizo sobresaltar. Al parecer ya tenían que bajar a comer, Daiske no quería estar en una mesa dónde toda la familia Nakahima estaría reunida. Aquella mujer se había portado amable, sin embargo seguía asustando al pelirrojo así como su hermano. Era el momento perfecto para irse...

    Creo que... y terminamos por hoy, y... tengo que disculparme con tu madre... —se rasco la parte de atrás de la nuca, nervioso— no puedo quedarme a comer, tengo que... uh... ir a resolver unos asuntos pendientes de mi departamento... —dijo como excusa, la cuál no era del todo mentira. Aún tenía que firmar unos documentos. Se alejó de dónde estaba el rubio, sabía que no se lo iba a tomar bien y prefería estar un poco lejos de él aguardando su respuesta.
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    Se aseguró de que su mirada no chocase con la de Nakahima en ningún momento. No sabía lo que le causaban ese par de ojos poco expresivos y en cierto modo bastante fríos. Quería girar su vista al rostro del contrario para poder apreciarle atentamente mientras se preparaba para interpretar todas esas notas pero, se contuvo, lo último que necesitaba era seguir demostrando sus expresiones bastante tontas. Apenas comenzó Hide a tocar y el pelirrojo cerró sus ojos para poder apreciar más a la melodía que era interpretada que a quien la interpretaba. Seguía sonando constante y bella pero bastante estética. Aún sentía sus mejillas calientes y eso le decía que su sonrojo aún no se había pasado para nada.

    Concentrándose en la música podía sentir los dedos del rubio moviéndose de nuevo de manera mecánica y absorta de emoción, quizo escuchar un poco más para asegurarse de que el rubio podía hacer un cambio para después compartir un comentario y, como si fuese que su acompañante le había leído el pensamiento, Dai inmediatamente abrió los ojos y los dirigió a la figura del ojicarmín con un poco de entusiasmo.
    ¡Eso es! —dijo asintiendo y tratando de controlarse— Fue un breve cambio en la tonalidad de la melodía... Pero aún así se pudo apreciar... —apartó su mirada de nuevo y sonrío muy ligeramente— ¿Puedes intentarlo de nuevo? Deja fluir tus dedos y déjate llevar por la música... No seas muy técnico... —En ese último comentario le miro directo a los ojos por unos segundos mientras se ponía detrás de Hide, cruzando los brazos— Intenta hacer esa melodía de nuevo...

    Prefería estar a las espaldas del rubio, se sentía menos expuesto a su mirada y podría concentrarse mejor en las clases que debía darle.
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    Le miro por instantes, algo nervioso de su presencia. Después de que el rubio corriera el mechón de su cabello se alejó un poco de él.
    Se sentía un poco inseguro a su lado, no sabía lo que el contrario podría hacerle aunque, si se lo pensaba mejor, Dai no era una persona que podría llamarle la atención a alguien como Hidehiko...

    E-Está bien... No hace falta que hagas eso... — pasó las manos por su cabello despeinado para ponerlo en orden¿P-Podríamos proseguir? Tengo... Cosas que hacer... Y-Y sería bueno que llegara a tiempo...

    Era mentira. En realidad no tenía nada que hacer pero el rubio no sabía eso. En todo caso a Hide le importaría nada lo que hiciese con su vida privada, así que no creía que fuese a pedirle explicaciones de nada.

    Camino lentamente hacia el piano acariciando con cuidado la madera de este. Se giró a ver al ojicarmín.
    Si quería que eso terminase pronto tendría que ponerse un poco más <i>firme</>, palabra que obviamente no conocía demasiado estando en compañía de Nakahima.

    Se aclaró la garganta antes de hablar.

    Toca una vez más... —su voz se escucho mejor de lo que Daisuke creía que sonaría— Esta vez te interrumpiré mientras tocas... Por si algo no va bien...

    Mientras hablaba intentaba no mirar la figura del rubio porque sabía que no podría mantenerse firme. Aunque hablo claro, aún se podía notar un poco de su timidez, sin embargo trataba de disimularla, así como sus estupidos sonrojos que le causaba sin motivo aparente...
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    No podía comprender al rubio, simplemente no podía. Aquellos cambios tan bruscos de actitud confundían a Daisuke, no sabia como hablar o actuar frente a Hidehiko sin tener miedo a recibir una mala reacción de parte del contrario. Primero actuaba de forma cortante e indiferente y de un momento a otro era totalmente lo contrario —llegando a parecer incluso dulce—.
    El pelirrojo llego a pensar que el rubio podría ser un gran actor o que simplemente era bipolar. No importaba el motivo, para Dai, Nakahima se volvía —solo un poco— más aterrador cuando estaba calmado, porque tenía miedo de que en cualquier momento mostrase su frialdad y—probablemente— verdadero ser.
    Quería irse, en verdad que quería irse, no lo negaba. Pero una parte de él no quería hacerlo y le obligaba a quedarse ahí mismo con el rubio, ¿Acaso se volvió masoquista o algo parecido?

    Aún estaba temblando ligeramente cuando cuando Hide pasó su mano por su mejilla. Era consciente de cuál era el estado de su rostro en esos momentos y no le sorprendería que él también se diese cuenta, después de todo, no podría ocultarle nada al rubio.

    Sin mencionar palabra, asintió ligeramente con la cabeza ante las instrucciones del mayor y se apresuró a salir de la habitación de música. Una vez afuera Dai suspiró profundamente, como si hubiese retenido el aire durante todo ese tiempo. Camino siguiendo las instrucciones del rubio y llego a la puerta que suponía era el baño, dio dos toques —por educación—, y al no recibir respuesta alguna se adentró en el cuarto de baño y cerro la puerta detrás de sí. Dejó caer su peso sobre la puerta y deslizó su espalda por toda la madera hasta quedar sentado sobre el suelo abrazando sus piernas y recargando su rostro sobre sus rodillas mientras todo su cuerpo temblaba.
    Dai era un chico muy sensible con respecto a sus emociones y en esos momentos solo quería ser indiferente y desaparecer. Trataba de calmarse y dejar de temblar pero, el recuerdo del rostro de Hidehiko tan cerca del suyo sumando la leve caricia, le provocaba varias sensaciones —y no del todo desagradables—. Se preguntaba: ¿Por qué el rubio habría hecho eso? ¿Por qué le había acariciado la mejilla?
    El pelirojo pensaba que le desagradaba a Nakahima y por ello él se comportaba de esa manera con Dai, entonces, ¿por qué?
    Respiró profundo varias veces para calmarse y volver a su estado normal —aunque por dentro era complicado—. Cuando logró calmarse un poco, decidió volver lo mas pronto con Hide y continuar con la lección. Mientras más rápido terminara, más pronto se iría de ahí. Inventaría alguna excusa para no quedarse a cenar y se disculparía con la madre del rubio, después de todo ella no tenía la culpa de lo que hiciera su hijo y además se había portado cordial y educada cuando se presentaron.
    Se levanto para lavarse la cara, se miró en el espejo que se encontraba ahí. Su cara se veía un poco decaída y eso le molesto; el pelirrojo odiaba ese tipo de expresiones —según Dai nada atractivas— así que se enjuago un poco la cara y mojo ligeramente su cabello despeinándolo más de lo que estaba y creando un look rebelde y "atractivo".
    Dio un último suspiro antes de salir del baño con cuidado de no encontrarse a ningún integrante de la familia y volver al cuarto de música con Hidehiko.
    Dio dos ligeros toques en la puerta antes de entrar a la habitación y quedarse cerca de la puerta. Sus nervios volvieron a aparecer apenas vio la figura del rubio, tratando de evitar a toda costa la mirada del ojicarmín.

    Será mejor continuar con la lección... Supongo que tendrás más actividades por realizar... —su voz había sonado un poco más segura de lo que en realidad se sentía.
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    Se posicionó justo enfrente del chico aún jugando con la corbata entre sus manos. Su sonrisa enferma se hizo aún más amplia ante las palabras dichas por Ryu. Tenía planeadas tantas cosas para el albino, que no sabía con cual de ellas comenzar hasta que se le vino a la mente una idea tan lasciva y tentadora que no podía esperar para ponerla en práctica. Tomó por el mentón al contrario acercándolo a su rostro mirándole directo a los ojos con total deseo -Date la vuelta quitándote tus prendas superiores y pon tus manos en tu espalda -Le ordenó con una voz profunda y llena de una enorme excitación.
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    -Si, ya dije que tengo cosas que hacer... -Se limitó a responder. En realidad no había pensado muy bien las cosas así que no tenía otra excusa más que esa además, el tono de voz de Hidehiko no ayudaba mucho en inventar algún otro pretexto que pareciera más convincente.

    -N-No hace falta que me ayudes... -Sintió un poco de pánico cuando el rubio lo tomó por el brazo y le hizo girar. Lo observó por unos instantes antes de apartar la mirada ya que no soportaba verlo después de lo que pasó apenas hace unos minutos. A pesar que cuando la voz de Hide se volvió un tanto más suave, Dai aún se sentía temeroso e incluso estaba temblando un poco... si lo que el ojicarmín quería era asustarlo, lo había logrado y enormemente- Podrías decirle que me sentí mal y tuve que ir a casa ó cualquier otra cosa, pero por favor... -¿Volver a estar con su madre y con su hermano? Ya era demasiadas emociones fuertes las que le hacía sentir Nakahijma al pelirrojo en un solo día como para volver a ser intimidado por su familia...- A-Al menos déjame ir al baño... -bajo su cabeza un poco girando su rostro, no se libraría tan fácil de esa situación sabiendo como era la actitud del mayor, además sentía como sus ojos picaban un poco y sabía que estaba sonrojado, parecía un pequeño niño indefenso y no quería que Hide le mirara en ese estado...
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    Capítulo 3
    Light.




    Habían pasado un par de semanas desde que se había topado al sujeto raro de la tienda de dulces y no podía sacarlo de su mente. Sus expresiones serias y frías, las enormes ojeras que hacían un perfecto contraste con su pálida piel, su cabello de un profundo color azabache y sus ojos tan oscuros, fríos e inexpresivos… Todo en él era extraño, pero era más extraño el motivo por el cual le había llamado la atención al joven Yagami. Ni siquiera él era capaz de descifrar una razón por la cual no podía apartar sus pensamientos de aquella rara silueta. “Estoy volviéndome loco al seguir pensando en ello, creo que será mejor dejarlo pasar
    A pesar del pensamiento del castaño, sabía que no podía hacerlo, ya que se había repetido una y otra vez la misma frase cada semana con el motivo de restarle importancia al asunto, pero una vez más el pelinegro volvía a su mente.





    Consultorio de la familia Takafumi.



    Light se encontraba parado contemplando el letrero del consultorio de la madre de Alitz; su prima. Se encontraba debatiendo mentalmente si había sido una buena idea visitar a su tía en una pequeña sesión para comprender lo que le estaba pasando a su persona.
    Aún podía sentirse el clima frío de aquellas fechas, el castaño sintió como una brisa helada se colaba dentro de su abrigo causándole varios escalofríos por todo el cuerpo, soltó un pesado suspiro que terminó por convertirse en una pequeña nubecilla de vapor y opto por entrar.

    El sonido de una pequeña campanilla sonó anunciando la llegada del ojimiel. El drástico cambio de temperatura incitó al castaño a quitarse su grueso abrigo color beige y colocarlo en el perchero que se encontraba a un lado de la puerta. Alitz salió a recibirlo.

    –¡Light! Que sorpresa verte aquí. – Exclamo su prima con cara de confusión.

    Y realmente era de esperarse, era bastante extraño que el nipón se pasara por ahí sin ninguna invitación de por medio; y no era porque necesitara ser invitado, si no que más bien era debido a que el castaño estaba siempre ocupado y rara vez tenía tiempo libre como para estar paseándose por ahí. Una sonrisa se formó en su rostro mostrando su perfecta dentadura.

    –¿Así es cómo recibes a tu primo favorito? – Bromeo.
    –Claro que no. – suelta una risita– Pasa, ¿Quieres chocolate caliente? – Le pregunto caminando a la cocina seguida del castaño.
    –Prefiero un poco de café, si no te molesta.
    –Oh claro, no hay problema.
    –Gracias.
    –¿Light? –Le llamo.
    –¿Sí?
    –Puedo preguntar, ¿Qué es lo que te trae por aquí? – Le entrego una taza con café caliente ya preparado.

    Light sintió un escalofrío recorrerle la columna ante la pregunta de la castaña e inmediatamente se le vino a la mente aquel chico pálido de cabello azabache que le había estado robando el sueño las últimas semanas. Se limitó a sentarse, tomar un sorbo de su taza de café y sonreír. Su prima le imito.

    –Necesito hablar con tu madre sobre algo que me ha estado molestando últimamente.
    –¿Y con eso te refieres a…?
    –Ali, te quiero. Pero esto es algo que prefiero no contarte por el momento.
    –Suspiro– Está bien, como quieras, Light. –Hace un puchero–
    –¡Hey! No te enojes. – Dice pellizcando su mejilla.
    –¡Vale! ¡Ya suéltame! –Le golpea su mano, riendo.
    –Hahaha eres tan tierna.
    –¡Cállate! –Le golpea su brazo.
    –¡Hey! ¿Qué pasa aquí?

    Natsuki, la madre de Ali había entrado a la cocina interrumpiendo la pequeña “pelea” entre ambos jóvenes. Una enorme sonrisa iluminó su rostro al ver a Light sentado en la mesa.

    –¡Light! ¡Qué alegría verte aquí! ¿A que debemos tu visita? –Pregunto con demasiado entusiasmo la pelinegra.

    Natsuki era una mujer alta de rasgos finos y piel algo pálida, cabello pelinegro y ojos de un tono azul grisáceo que resaltaban su hermosura. A pesar de tener más de 30 años y una hija, aún mantenía su figura delgada y joven. Además de ese carácter alegre y simpático. Al verla, Light sintió una tranquilidad que hace días no experimentaba y por primera vez en un par de semanas, se sintió aliviado.



    POV Light



    Movía mi pierna hacia arriba y hacia abajo rítmicamente en señal de nerviosismo. Acababa de decirle a mi tía todo lo que me había estado pasando durante los últimos días. Desde los pensamientos incoherentes hasta los sueños indecentes –húmedos–.
    Dejó su libreta a un lado, acomodo sus gafas y me miro.

    –Veras Light, por lo que has estado pasando las últimas semanas es un comportamiento normal entre los chicos de tu edad*. Dado que aún estas en la etapa de la “adolescencia” y…
    –¿Normal? –La interrumpí– ¡¿Qué tiene de normal que un chico tenga sueños eróticos con otro chico?! ¡Eso no tiene nada de normal! Al contrario, ¡Es anormal! –Exclame histérico.
    –Light. –Me llamó Natsuki– No tiene nada de malo que te guste otro chico. –Hablaba de una forma serena, lo cual me hizo sentir ansioso.
    –Claro que sí lo tiene. ¡Yo no soy gay!
    –No dije que fueras Homosexual, solamente decía que no tiene nada de malo que te guste otro hombre –La mire mal– Hoy en día es cada vez más común ver parejas del mismo sexo.
    –¡Me reúso a pensar que me guste un chico!

    Ella simplemente suspiro y me miró como mi padre solía hacerlo cuando yo hacía algo mal. Me removí ansioso en el sillón, esta situación se estaba tornando incómoda.

    –Light… -Habló con una voz baja y cautelosa. Me removí de nuevo- Tal vez ahora no quieras aceptar tus emociones. Este suceso puede ser algo impactante sobre todo para ti, –Oh tía, no tienes idea… – así que te recomiendo que dejes de preocuparte y trates de aclarar tus ideas porque, posiblemente sólo te estés guiando por una falsa alarma.
    –¿Dejar de preocuparme? –dije irónico– Dime, ¿Qué harías en mi lugar?
    –Saldría con esa persona. De esa manera podría saber cuáles son mis verdaderos sentimientos hacia ella.
    –Ese es el problema –repliqué– no lo conozco, no sé nada sobre él y no me interesa hacerlo. No es más que un tipejo realmente extraño…
    –Creo que ese es uno de tus mayores defectos, Light. Eres una persona bastante cerrada de pensamiento.
    –Claro, como digas, tía. –mencioné sin mucha importancia levantándome de mi asiento– bueno, aún tengo cosas por hacer y esto está quitándome mucho tiempo, así que me retiro.

    Me di media vuelta dispuesto a salir de una vez por todas de este asfixiante y frío consultorio, cuando la voz de la tía Nat me hizo girar de nuevo hacia ella.

    –Light. No olvides que cuando piensas en una persona no es sólo porque sí, siempre existe un motivo o emoción de por medio…

    Asentí ante sus palabras y sin decir algo más me despedí con un ademan de mano.
    Si antes me sentía liado, ahora estaba hecho nudos.


    Elle




    En algún hotel de Japón, en una habitación oscura reinaba el silencio, hacía tiempo que había apagado el computador debido que no podía concentrarse en lo que hacía y comenzaba a irritarse notablemente. En aquella oscura habitación todo estaba hecho un caos: papeles desordenados, platos semivacíos de dulces y bolitas de papel regadas por toda la habitación.
    Elle nunca había sido tan desordenado, normalmente tenía cada cosa en su lugar, los papeles acomodados y apilados estrictamente, entonces ¿Qué era la causa de aquel desorden? Pues fácil, su nombre era Light Yagami.

    La mente del detective estaba encaprichada con la imagen del castaño, no había momento en que no le recordara cada facción de su rostro distrayéndolo de sus actividades y rompiendo su concentración en menos de 5 segundos. Tanto era su interés en el chico ojimiel que lo llevo a indagar más en la vida privada del joven**, se sorprendió al ver el historial académico que el chico portaba; tenía de los mejores promedios en todo Japón y no sólo eso, también descubrió algunos de sus intereses personales cómo lo era el querer entrar en la policía japonesa en la cual trabajaba su padre una vez que se graduase, donde también cabía mencionar que ya había ayudado a resolver un par de casos en el pasado.

    El azabache estaba recostado bocarriba con ambos brazos extendidos a lo largo de la cama, tratando de organizar sus ideas que en esos momentos se encontraban como su habitación misma. Cerro los ojos pesadamente, nunca había sentido tal cansancio y realmente necesita dormir inmediatamente. Estaba a punto de caer rendido en el mundo de los sueños cuando un par de toques sonaron en su puerta haciéndole abrir los ojos de golpe y maldecir internamente a quién sea que había tocado la puerta y de que estaba un 75% seguro de que era Watari.

    – Adelante. –pronuncio con su voz gélida y algo irritada.
    – Con permiso.
    – Watari. ¿Qué sucede? – Presentía que algo no estaba bien.
    –Señorito Ryuuzaki, le llego una carta… –

    El pelinegro lo observó impasible, al parecer estaba en lo cierto. Nunca recibía cartas al menos de que fueran de una persona en específico y en esta ocasión esperaba que estuviera equivocado...

    –Es de Beyond Birthday.




    Aclaraciones del capítulo:

    *En este Fic Light tiene 20 años y según leí, la adolescencia se termina hasta los 20/21 años...
    **Sólo para recordar que L es mayor que Light y, que en mi FanFic, Elle tendrá 23.

    SPOILER (click to view)
    Notas finales:
    Sólo para explicar a quién no comprende el cómo está estructurado la forma de narración.
    Cuando aparece "POV" ("POV L" por ejemplo), significa que narra ese personaje, pero cuando está solamente el nombre del personaje ("Elle" por ejemplo) quiere decir que sólamente se narran los hechos y NO narra el personaje.


    ¡Hola! *Saluda e inmediatamente se esconde detrás de Beyond* ¡Por favor no me maten!
    Beyond: No la maten, la necesito viva... por ahora...
    Ignoraré ese comentario... Bueno, después de UN AÑO sin actualizar nada me dije a mi misma "Mi misma, dejaste abandonados tus fics ¿Que tal si pones tu enorme trasero en una silla y te pones a escribir las continuaciones?" así que aquí me tienen trayendo una continuación a este Fanfic. Para los lectores que siguen mis otros Fics quiero decirles que en esos me tardaré otro poquito (un par de días, lo prometo) en actualizar, ya llevo más de la mitad escrito (mentira) y tal vez para el viernes ya están todos actualizados.

    Muchas gracias a los que comentaron hace tiempo, y aunque ya haya pasado les deseo feliz navidad, año nuevo, día de reyes(?) y San Valentín... Los amo<3
    Nos leeremos pronto<3

    Beyond/Me: Chao~
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    Por fin había logrado calmar sus nervios, aunque aún se sentía de una forma algo extraña.

    -¿Uh...? -apenas estaba procesando las palabras dichas por el ojicarmín cuando cayó en la cuenta de que estaban peligrosamente cerca, podía sentir la respiración de Hidehiko rozar contra su cara. Estaba en shock sin saber cómo reaccionar ante lo que estaba pasando...

    Abrió los ojos como platos al escuchar tal declaración de Hide. Después del comentario de su hermano había sacado sus propias conclusiones y había pensado en esa probabilidad, pero el hecho de que él se lo confirmara era algo que nunca se hubiera esperado y no sabía como reaccionar ante lo que le había dicho... se quedo tan anonadado que no sintió el dedo del mayor bajar por su pecho no tampoco el momento en el que se alejó. Fue nuevamente su voz lo que lo hizo reaccionar otra vez. Sentía su pulso acelerado y su cara Estaba completamente roja debido a las acciones de Nakajima.

    -Yo... no me siento muy bien... -murmuró levantándose de dónde estaba sentado y le dio la espalda al rubio- Tengo que irme... - dijo mientras tomaba su mochila de donde la había dejado-Olvidé que tenía unos pendientes por hacer -mintió- ¿Te parece si la próxima clase agregamos una hora en compensación? -dijo sin mirarle.


    SPOILER (click to view)
    No te preocupes ^^
    Oh lo que hizo Hide ni yo me lo espere :0


    Edited by †H I P S T E R† - 23/1/2016, 16:45
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    No contestó y simplemente le ofreció una sonrisa en respuesta antes de de que se retirara.

    A pesar de que la madre del rubio se había retirado aún sentía el ambiente algo tenso debido a que aún se encontraba el hermano de Hidehiko con ellos, y al parecer Dai no le agradaba en lo absoluto...

    Se sorprendió un poco ante las palabras de quien creía era Makoto. Si antes se había sentido ansioso, ahora tenía los nervios de punta gracias los comentarios del chico...

    No respondió, se había quedado sumido en sus pensamientos, ¿A qué se refería Makoto cuando dijo aquello? Si él y Hide eran ambos hombres, al menos que el rubio fuera... No, no podía ser eso... ¿Oh si?

    No reaccionó hasta que escucho la voz de Nakajima, parpadeo un par de veces y después suspiro profundo como si todo ese tiempo hubiera estuviera conteniendo la respiración y se dejo caer sobre el taburete. No creía que la familia de Hidehiko fuera tan intimidante -aunque de algún modo se lo había esperado debido por cómo era el ojicarmín con él...-

    -Sólo... dame dos minutos...- Le pidió en un murmuro mientras trataba de calmar su ansiedad un poco ahora que sus familiares se habían retirado- Te... te pareces un a tu madre... -comentó sin mirarle a la cara y con vista en sus manos que se removían algo anciosas sobre su regazo-
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    Gracias! ;D
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    SPOILER (click to view)
    ¡Por dios! ¡Es casi un año sin haber contestado rol!¡Me merezco ir a la horca! Dx
    Te debo MÁS que unas simples disculpas... de verdad lo siento y si ya no quieres continuar el rol estas en todo tu derecho u.u
    Pero en verdad lo siento... no había podido entrar en la página y es por ello que no había podido contestar u.u
    Una vez mas lo siento mucho


    Una sonrisa ladina se mostró en el rostro de Eiri. Le agradaba que su presencia pusiera tan nervioso a su acompañante, eso lo hacía sentirse superior. Ese sentimiento se intensificó al escucharlo tartamudear de esa manera. -Así que... James-pronuncio su nombre con una voz juguetona, saboreando las palabras para probarlas en su boca... se acercó aún mas al joven hasta estar a escasos centímetros de él... -Me agrada tu nombre... -Le susurra estirando una de sus manos para acariciar su mentón y bajar un poco por su cuello en un gesto lascivo.-

    Edited by †H I P S T E R† - 14/2/2016, 21:21
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    Seguía sin mirarlo directamente a la cara; aún estaba avergonzado. Apenas el rubio comenzó a hablar y Dai se inclinó levemente hacia él para escucharlo mejor y para mirarlo de reojo. Estaba atento a lo que Hide fuera a decirle, sin embargo el ojicarmín fue callado por la puerta abriéndose y la voz de una mujer. Al parecer era la madre de Hidehiko e inmediatamente recordó lo que él le había contado sobre ella; así que trató de comportarse lo mejor que pudo. Se levantó junto a Hide cuando él lo hizo. Mostró su más hermosa sonrisa que pudo hacer, claramente sin exagerar.

    Dio un reverencia cuando el rubio le presentó mientras murmuraba un mucho gusto que sonó más seguro de lo que Dai se sentía. La mujer era realmente intimidante, ahora sabía de donde había sacado Hidehiko esa habilidad. Ante su pregunta se limitó a asentir ligeramente con la cabeza.

    -Así es, y el gusto es todo mío, señora Nakajima -utilizó un tono de voz calmado y educado.

    Conservó su compostura en todo momento, incluso cuando el hermano de Hidehiko había aparecido en la habitación también diciendo ese tipo de cosas. Dai sintió un poco de nauseas y comenzaba a ver un poco borroso... en realidad estaba nervioso, tener a la familia del rubio en un mismo cuarto le hacía sentirse algo presionado... A pesar de todo logro mantener su autocontrol.
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    Una vez había dictado la orden de que le dejaran solos en la casa, regreso por donde vino, directo al cuarto de Ryu. No se espero encontrarse al ojiazul tambaleándose por los pasillos. Criss se detuvo observándolo, sus mejillas estaba un poco sonrosadas y se veía acalorado; el albino se le acercó tomándolo por la manga recargándose casi en él. Lo miró a los ojos, sus pupilas estaban dilatadas y tenía una cara que hizo a Christoper encenderse de inmediato y, como si no fuese suficiente, le habló con una voz suave e infantil, totalmente distante a la que solía usar; seca, retadora y brusca. Era todo, sus ojos grises se oscurecieron consecuencia de la excitación. Necesita poseer al muchacho y lo necesitaba ahora.

    -Tengo algo mucho mejor que eso.

    Y sin previo aviso, el pelinegro lo tomo en brazos caminando apresuradamente hacia su cuarto. Abrió la puerta de una patada y se adentro en ella aún con el albino en brazos. Lo depositó sobre la cama y se alejó un momento, se dirigió a su cajón donde sacó una de sus corbatas y la desenrollo. Dio la vuelta mostrando la corbata al albino.

    -Tengo un pequeño juego para ti...

    Le dijo con una retorcida sonrisa pervertida y camino lentamente hacia el albino jugando con el pedazo de tela entre sus manos...
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    Detuvo su caminar al estar frente la puerta de Ryuu. Respiró hondo y se mordió ligeramente el labio inferior mientras abría la puerta lenta y delicadamente; procurando no llamar mucho la atención por si estaba despierto o despertarlo si estaba dormido... Quería ser lo más sigiloso posible para que no se viniera su plan abajo. Echó en rápido vistazo a la habitación visualizando al albino recostado sobre la cama, dormido.

    "Muy bien, es hora de comenzar" pensó.

    Comenzó a rociar el spray que contenía la droga por toda la habitación, cuidando de no inhalarlo él también, de lo contrario, sería caótico. Terminó de rosear toda la pieza y salió de ella cerrando la puerta con cuidado de no despertarle. Criss salió en busca de la servidumbre; quería que se tomarán el día y les dejaran la casa sola para ellos dos. Después de todo tenía bastantes cosas que hacer con el albino y no quería ni un solo tipo de interrupción...
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