Posts written by Psychedelic.

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    Hola! Soy Koko, presentándome de nuevo en esta sección
    En vista de que la mayoría de entradas nuevas de este rincón del foro -por no decir casi todas- son parte del último reto de leyendas, decidí que no estaría mal hacer un pequeño aporte para entretener a quien desee leer material nuevo.
    Conseguí estas creepypastas cortas luego de buscar un poco en internet. Espero que sean de vuestro agrado.



    A Donde Van los Niños Malos

    Debí haber tenido 6 o 7 años cuando vivía en el Líbano. El país estaba arrasado por la guerra en ese entonces, y los asesinatos eran comunes y frecuentes. Recuerdo que en una particularmente viciada era, en la cual los bombardeos raramente pararon, yo me quedaría en casa sentado en frente de la televisión viendo un show muy, demasiado raro.

    Era un show para niños que duraba unos 30 minutos y contenía imágenes extrañas y siniestras. Hasta el día de hoy creo que era un intento apenas velado por los medios de comunicación de usar tácticas de miedo para mantener a los niños en su lugar, porque la moraleja de cada episodio giraba en torno a ideologías muy ''tensas'': cosas como, ''los niños malos se acuestan tarde'', ''los niños malos ponen sus manos debajo de las cubrecamas cuando duermen'' y ''los niños malos roban comida del refrigerador en la noche''.

    Era muy extraño, y en árabe por si fuera poco. No lo entendía mucho, pero en su mayoría las imágenes eran muy gráficas y comprehensivas. Sin embargo, lo que más me quedó grabado en mi mente fue el cierre. Era el mismo en casi todos los episodios. La cámara se acercaría a una vieja, oxidada y cerrada puerta. A medida que se acercaba más a la puerta, unos gritos extraños e incluso agonizantes se harían más oíbles. Era extremadamente espantoso, especialmente para una programación infantil. Entonces un texto árabe aparecería en la pantalla leyendo: ''Ahí es a donde van los niños malos.'' Eventualmente la imagen y el sonido desaparecerían, y eso sería el fin del episodio.

    En unos 15 o 16 años después me convertí en un fotógrafo periodístico. Ese show estuvo en mi mente toda mi vida, apareciendo en mis pensamientos esporádicamente. Eventualmente me cansé, y decidí investigar. Finalmente me las arreglé para descubrir la ubicación del estudio en donde mucha de la programación del canal se había grabado. Después de investigar más y eventualmente viajando al sitio, descubrí que ahora estaba desolado y había sido abandonado después de que la gran guerra había terminado.

    Entré al edificio con mi cámara. Estaba quemado por dentro. Quizás un incendio había ocurrido o alguien quiso incinerar todos los muebles de madera. Después de un par de horas cautelosamente haciendo mi camino dentro del estudio y sacando algunas fotos, encontré una sala aislada fuera del camino. Después de tener que romper algunos candados y abrir la pesada puerta, me paralizé por varios minutos. Trazas de sangre, feces y pequeños fragmentos de hueso estaban esparcidos en el suelo. Era una pequeña sala, y una extremadamente morbosa escena.

    Sin embargo, lo que más me espantó y me hizo nunca más volver, fue el atornillado y enjaulado micrófono colgando de el techo en medio de la sala....



    La Muñeca

    En los viejos tiempos, la mayoría de las veces los niños pequeños eran enterrados con su juguete favorito. Podría ser cualquier cosa—un barquito de madera, un pequeño bate de beisbol, una muñeca vieja, cualquier cosa que el niño amara.
    El juguete de Beth Parson—una muñeca de trapo con dos botones azules como ojos—fue enterrado con ella cuando murió, igual como siempre. Un par de semanas después del funeral, cuando su padre encontró la muñeca postrada en el antejardín, el decidió que pudo haber sido una confusión y tranquilamente lo enterró de nuevo. Una semana y media después, cuando la madre de Beth encontró la muñeca—sucia y húmeda—en el piso del viejo dormitorio de Beth, la llevó al sacerdote de la familia, y juntos la bendijeron y enterraron de nuevo, en el espacio de la pequeña niña.
    Cuando encontraron la muñeca la tercera vez, sentada en la vieja cama de Beth, había una pequeña nota: “Es muy helado y oscuro aquí. No me gusta. Por qué no me dejan venir a casa?“



    La Nuit

    En Francia, un joven músico ambiente llamado Charles se comprometió con un nuevo proyecto interesante. El iba a grabar el sonido de él durmiendo, y lo iba a lanzar con el nombre de ''La Nuit'' (en francés, La Noche). Charles vivía solo en una área rural, que evitaría que se grabaran cosas tales como alarmas de auto, trafico, etc. Planeó su proyecto durante muchos meses, comprando equipos sensibles que captaran todos los del exterior, incluyendo su sonido al dormir.

    Finalmente, el 27 de Septiembre, el decidió ejecutar su plan. Montó todo su equipamiento, y se quedó dormido a la medianoche.

    Al día siguiente Charles revisó la grabación. En la primera hora, la grabación reprodujo su propia tos y sus intentos de acomodarse, así como algunos ladridos de perros y un par de alarmas de autos (mucho en cuanto a su plan para distanciarse de los coches). Éstos continuaron a lo largo de la segunda hora, así, hasta que Charles oyó algo que lo horrorizó.

    Exactamente a las 3 horas y 24 minutos, la grabación reprodujo el sonido de la puerta de su habitación, abriéndose.



    El Cartero

    Howard era nuestro cartero. Él ha estado entregando nuestro correo por 4 años.

    Pero un día, desapareció. Alguien lo reemplazó.

    Tiene la piel palida, blanca. Es muy alto y delgado, y tiene pequeños ojos cafés.

    Un día, cuando repartía el correo, me acerqué a el.

    ''Buenos días, señor Cartero. Soy Katelyn, tengo 13 años. Puedo preguntar por su nombre? Porque Howard, nuestro antiguo cartero, desapareció.''

    ''Soy Richard, deberías leer el correo''

    ''Pe-pero tienes alguna idea sobre donde estaría Howard?''

    ''Solo lee el correo, pequeña estúpida!''

    Y se fué. El es muy rudo, nadie me llamó así antes.

    Éstaba a punto de llorar cuando revisé el correo.

    Ahora sé donde está Howard.

    Él siempré estará en nuestros corazones, y en nuestros buzones.

    Miren, tenemos la cabeza.
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    La historia me llamó la atención y la busqué en internet, y vi que en varios sitios decían que era falsa. Supuestamente, esta es la foto real -me parece lógico, ya que en la época en que parece haber sido tomada la gente no andaba por ahí con cámaras fotográficas; no era algo cotidiano, y no creo que un fotógrafo se hubiese prestado a tomar una foto así sin llamar a la policía antes-. De todas formas, no puedo negar que la historia estuvo bastante interesante, aunque concuerdo con Natdel, la forma en que estuvo narrada era un poco confusa, pero igual, fue entretenido.

    Gracias por el aporte c:
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    Hello! Hace mucho que no subo nada a esta sección así que quise regresar y compartir un creepy que encontré en Youtube. La historia original está en inglés, pero lo conseguí en español buscando por ahí.
    Si quieren leer la historia original, haced click aquí; también les dejo el link del video en el que Cryaotic -o Cry a secas- lo lee. Este hombre se merece un oscar, recomiendo 100% su video :'D sin más, espero que les guste


    Ickbarr Bigelsteine

    Cuando era un niño tenía pavor de la oscuridad. Todavía lo hago, pero cuando tenía más o menos seis años no podía pasar una noche entera sin llorar para que alguno de mis padres buscara debajo de mi cama o en mi armario a cual fuera el monstruo que pudiera estar esperando para comerme. Incluso con una luz de noche todavía veía figuras oscuras moviéndose en las esquinas de mi habitación, o caras extrañas mirándome desde la ventana. Mis padres hacían lo que podían para consolarme, diciéndome que era sólo una pesadilla o una ilusión óptica provocada por la luz, pero en mi joven mente estaba seguro de que al momento que cayera dormido, las cosas malas me iban a atrapar. La mayoría del tiempo me escondía debajo de las frazadas hasta estar lo suficientemente cansado como para dejar de preocuparme, pero de vez en cuando sentía tanto pánico que corría al cuarto de mis padres, despertando a mi hermano y hermana en el proceso. Después de un calvario como ése, no habría manera de que alguien tuviera una buena noche de sueño.

    Eventualmente, tras una noche particularmente traumatizante, mis padres se hartaron. Por desgracia para ellos, entendían bien la inutilidad de discutir con un niño de seis años, y sabían que no podrían convencerme de dejar a un lado mis miedos a través de la lógica y la razón. Tenían que ser ingeniosos.

    Fue idea de mi madre confeccionar a mi pequeño amigo para la hora de dormir.

    Juntó muchos pedazos de tela surtidos con su máquina de coser y creó a quien yo más tarde llamaría «Sr. Ickbarr Bigelsteine», o «Ick» para abreviar. Ick era lo que mi madre llamaba «un monstruo de medias». Estaba diseñado para protegerme mientras dormía por la noche, asustando a todos los demás monstruos. Ickbarr tenía un aire a un Frankestein en versión gremlin, con ojos grandes y blancos hechos de botón y orejas de gato caídas. Sus pequeños brazos y piernas estaban hechos con un par de medias rayadas en blanco y negro que pertenecían a mi hermana, y la mitad verde de su cara estaba hecha de una de las medias altas de fútbol de mi hermano. Su cabeza podría ser descrita como bulbosa, y por boca mi mamá le había cosido un pedazo de tela blanca, y bordado en forma de zig-zag una amplia sonrisa de dientes afilados. Lo amé desde el primer momento.

    De ahí en adelante, Ick nunca se separaba de mi lado. Así que cada noche a la hora de dormir, me diría dónde se escondían los monstruos y yo lo colocaba en el área de mi cuarto más cercana a lo macabro. Si había algo en el armario, Ick bloqueaba la puerta. Si había una extraña criatura rasguñando la ventana, apoyaba a Ick contra el vidrio. Si había una gran bestia peluda bajo mi cama, bajo la cama lo ponía. Algunas veces, los monstruos se escondían en mis sueños, e Ickbarr tenía que venir conmigo a mis pesadillas. Era divertido traerlo a mi mundo de ensueño, ya que juntos pasábamos horas combatiendo demonios y fantasmas. La mejor parte era, que en mis sueños, Ick podía realmente hablarme. —¿Cuánto me amas? —me preguntaba.

    —Más que a nada en el mundo —siempre le decía.

    Una noche, en un sueño, después de perder mi primer diente, Ick me pidió un favor.

    —¿Me puedes dar tu diente?

    Le pregunté por qué.

    —Para ayudarme a matar a las cosas malas —me dijo.

    A la mañana siguiente mi madre me preguntó dónde estaba mi diente cuando bajé a desayunar. Por lo que me dijo, el «hada de los dientes» no lo había encontrado bajo mi almohada. Cuando le dije que se lo di a Ickbarr ella solamente se encogió de hombros y se regresó a alimentar a mi hermana pequeña. Desde ese momento, cada vez que perdía un diente se lo daba a Ick. Siempre me agradecía y, por supuesto, me decía que me amaba. Con el pasar del tiempo, sin embargo, me quedé sin dientes de leche, y ya me estaba poniendo un poco viejo para seguir jugando con muñecos. Así que Ick sólo se sentaba ahí, en mi estantería, acumulando polvo y ausentándose lentamente de mi atención.

    Pero las pesadillas se volvieron peores. Tanto que empezaron a seguirme mientras estaba despierto, atemorizándome en cada rincón oscuro o arbusto que se movía. Luego de una noche particularmente mala volviendo de la casa de un amigo en bicicleta, y en la que podría haber jurado que una jauría de perros rabiosos me estaba persiguiendo, llegué a casa para encontrar que alguien me esperaba en mi habitación. En mi cama, de pie y completamente erguido ante la luz de la luna, estaba Ickbarr. Al principio pensé que mis ojos estaban jugándome bromas de nuevo, como lo habían estado haciendo toda la tarde, así que traté de prender y apagar las luces. Lo hice de nuevo, con ningún cambio. Me estaba empezando a poner nervioso.

    Comencé a retroceder hacia la puerta, sin quitar mis ojos de la silueta de Ick; mi mano estirada incómodamente, buscando el picaporte. Estaba a punto de irme a la mierda de ahí cuando escuché que la puerta era azotada contra su marco, dejándome encerrado en la oscuridad. En nada más que sombras y silencio.

    Hasta que escuché una voz familiar y estridente. —Dejaste de alimentarme; ¿por qué debería protegerte?

    —¿Protegerme de qué?

    —Déjame mostrarte.

    Pestañeé una vez y todo cambió. Ya no estaba en mi habitación, estaba en… otro lugar. Una especie de bosque, un lugar horrible, de pesadillas, donde partes de fetos abortados colgaban del follaje, y el suelo estaba infestado con insectos carnívoros. Una niebla espesa inundaba el aire con un olor a carne podrida, mientras luces de un verde amarillento parpadeaban en el cielo oscuro. Mi cabeza empezó a palpitar como si estuviera a punto de explotar, porque en mi mente, escuchaba la voz de nuevo.

    —Esto es lo que tu realidad será sin mí.

    Sentí unas pisadas que hacían temblar la tierra, aproximándose rápidamente.

    —Soy el único que puede pararlo.

    Estaba detrás de mí ahora, enorme y enojado.

    —Dame lo que necesito, y lo haré.

    Me desperté antes de poder darme vuelta.

    Al día siguiente revisé el armario de mis padres buscando los dientes de leche de mi hermano, y se los di todos a Ickbarr. Casi inmediatamente después de ello las pesadillas terminaron, y estaba relativamente en condiciones de seguir con mi vida normal.

    De vez en cuando, me metía en la habitación de mi hermana y robaba lo que estaba destinado al hada de los dientes, o estrangulaba a uno de los gatos de la vecina para quitarle sus pequeños incisivos. Cualquier cosa para alejar las visiones. También comencé a notar que Ick se movía en mi cuarto cada vez que yo me iba, reordenando mis cosas y adicionando más cortinas. Se veía más vivo, de alguna forma. En la luz correcta sus dientes podían verse brillando y se sentía tibio al tacto. Por más que esto me asustara, no podía juntar el valor necesario para destruirlo, sabiendo perfectamente a dónde eso me llevaría. Así que continué recolectando dientes para Ick a lo largo de la secundaria y la universidad. Mientras más crecía, a más cosas aprendía a tenerle miedo y más dientes necesitaba Ick para mantenerme a salvo.

    Ahora tengo 22 años, un trabajo decente, mi propio apartamento, y una colección de dentaduras. Ha pasado casi un mes desde la última vez que Ick comió y las pesadillas están empezando a acorralarme de nuevo. Tomé un desvío a través de un estacionamiento después del trabajo esta noche. Encontré a un hombre forzando la cerradura de su auto. Sus dientes estaban manchados de amarillo gracias a una vida de tabaco y café, y aun así, tuve que usar el martillo para extraer los molares. Cuando regresé a mi departamento él me estaba esperando. En el techo, en un extremo. Dos ojos blancos y una boca de navajas.

    —¿Cuánto me amas? —me pregunta.

    —Más que a nada —le contesto, sacándome mi abrigo—. Más que a nada en el mundo.
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    Daphiel ya lo ha dicho en el tema de peticiones de rangos: esas barritas no tienen nada que ver con la calidad de los fics, sino con la cantidad de estos; como ya he dicho, simplemente es una especie de obsequio a quienes han compartido historias en el foro y una pequeña motivación para los escritores.

    Estoy de acuerdo con eso de que las barritas tienen un efecto negativo. Pero, aún si las cambiaran, me parece inevitable que en el foro aparezcan usuarios que escriban mal y se nieguen a recibir críticas, aún por más constructivas que sean, pues el ego de esas personas seguirá presente, independientemente de si tienen una barrita o no. Algunos usuarios que se creen más expertos o "superiores" por tener más mensajes que los demás o cosas así. Aunque ya no les den barritas, buscarán la manera de darse la razón a sí mismos y creerse mejores.

    Yo (desde mi punto de vista, claro) no creo que la primera solución que propones dé resultado. Porque para empezar, para hacer dichas barritas se tendría que convocar a otro concurso de diseño de barras -como se hizo para las que se usan actualmente-, se tendría que cambiar el rango a TODOS los que lo han pedido -cosa que podría demorar meses con lo muy rápida que es la página para actualizar rangos- y esto no solo demandaría un gran trabajo para los moderadores, sino que también podría generar quejas de parte de las personas que pidieron un rango de escritor antes del cambio. Además, sería un poco discriminatorio; un fic "de calidad" como dices, no solo involucra tener buena ortografía y no escribir en lenguaje de chat. Las palabras que uno use, la forma de narrar, de todo ello depende qué tan bueno o malo es un fanfiction, y para decidir en verdad qué fic es bueno y cual es malo quienes den los rangos tendrían que tomarse el gran trabajo de leer los 70 fics que les manden, cosa que está de más decir que es extremadamente trabajosa, tomando en cuenta también que ellos tienen una vida fuera del foro y sus propios asuntos que atender.

    Pero a fin de cuentas, lo que es bueno y malo es algo muy subjetivo y va de acorde a los gustos de uno. Hay gente a la que -no sé cómo- le gusta leer fanfictions bastante sencillos, con tramas flojas y que son capaces de aguantar la mala escritura. Sé que no tienen mucho criterio, pero bueno.

    Segundo, el foro tiene reglas para la publicación de fanfics, que sin embargo, no se cumplen. Ahí dice claramente que los usuarios deben cuidar su ortografía, no EskrivIr Azí, etc, pero solo algunas personas lo cumplen. Yo creo que la solución más viable sería que se volvieran más estrictos con las reglas para dar un rango de escritor; podrían conseguir a un moderador que leyese rápido y pudiese darle una ojeada veloz a los fanfictions, para asegurarse de que cumplan con las reglas de ortografía y demás (que a mi también me exasperan, no lo niego). A mi opinión también podrían negarle el rango a aquellos autores que dicen cosas como "no publicaré otro capítulo hasta que haya tal número de comentarios", pues ellos solo contribuyen al aumento de los comentarios que a duras penas dicen "conti" y nada más. Pero, de ahí nada más. Porque, como ya he dicho, estas barritas no significan la gran cosa y tomarse el trabajo de cambiarlas y modificar todo el sistema me parece totalmente innecesario. En todo caso lo mejor sería resaltar que estas barritas no son un gran reconocimiento o algo así :l
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    Yo también solo quería opinar. Perdón si parezco metiche (?)

    A mí también me jode mucho ver "fanfictions" que, como dices, no tengan una trama bien planteada, tengan horrores ortográficos, no tengan sentido o le cambien totalmente la personalidad a los personajes hasta hacerlos irreconocibles para el lector. Me fastidia mucho que últimamente el foro se esté llenando de historias como estas; sin embargo, yo tampoco creo que se deba cambiar el sistema de rangos.

    Nunca faltarán escritores que escriban fanfic apestoso tras fanfic apestoso solo para escalar en los rangos rápidamente y hacerse con el título de "Escritor Master" aunque escriban peor que un niño de primaria, eso es un hecho. Pero, como dice en la nota aclaratoria que has puesto, estos rangos no son un reconocimiento realmente, son un incentivo para los escritores, para que sigan escribiendo. Yo lo tomo como una motivación para que los que escriben lo continúen haciendo, y por efecto de esto, vayan mejorando, dándose cuenta de sus errores y aprendiendo a narrar mejor, a fijarse en si pusieron una tilde o un gerundio mal, etc, etc. Creo yo que ese es el objetivo de estos rangos :l Todos hemos sido principiantes alguna vez, de seguro todos hemos escrito mal al principio, pero eso no significa que uno no pueda mejorar y acabar por escribir fanfictions de calidad.

    Y, como dice Sxbyl, a mí en verdad nunca me ha impresionado mucho eso de los rangos de escritor; conocí una vez a una usuaria que era escritora master, y cuando fui a leer sus fics... nada que ver, no me interesaron. Yo lo veo más como un adorno para tu perfil que otra cosa. Las mejores escritoras que he conocido en este foro ni siquiera tenían rangos de escritores. No es como si esa barrita significara tanto realmente .-.
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    En realidad, "azul" es "bleu" (?)

    Pues, mi nick va en honor a la primera OTP de la cual me enamoré, Shizaya
    <3 Huh, no sé, con esto de la segunda temporada recordé el amor que tenía por la serie y en especial por este par, así que empecé a leer doujinshis, y encontré uno llamado Psychedelic Dreams, de algo así como los alter-ego de Shizuo e Izaya. Me gustó mucho así que me inspiró a cambiarme el nick (?) solo que cambié "Psyche" por "Psycho" porque, esa es mi palabra favorita :DD
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    WOW! veo que la gente shipea muchísimo por aquí (?) en mi caso yo no tengo muchas OTP's, pero a estas las sigo con el alma:

    RinHaru, de Free!
    SaruMi, de K Project
    Shizaya, de Durarara!!
    YoReki, de Karneval (Antes shipeaba GareNai, pero esta otra ship se robó mi corazón)

    Y.... eso es todo lo que en serio shipeo (?) en cuanto a parejas hetero me gustan CeltyxShinra de Durarara!!, pero ellos son canon -y hermosos-
    no recuerdo ahora mismo si tengo alguna más xD
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    Hay gente demasiado guapa en este foro *^*
    Hiba eres súper linda, quiero abrazarte! Laguna, no te creas feo, tu sonrisa es muy tierna c: Okami, estás tan preciosa como siempre, creo que ya te he dicho lo linda que me pareces :3 Xeyrophobic me encanta el color de tu cabello :'D y la forma en que cargas a tu perro me mató de la risa xD Yami-chan yo también amo esa peluca <3 Emí no te creas fea o te pego, tienes una cara demasiado caguai y esos lentes te quedan de maravillas <3

    Bueno, ahora dejo una foto de mi asquerosa cara :'D esta fotito me gusta mucho, la encontré perdida en mi facebook; estaba aún en la escuela, qué recuerdos qué suerte que ya pasaron esas épocas (?) c: creo que se nota bien el color de mis ojos, jeje, no me responsabilizo por pantallas rotas:

    SPOILER (click to view)
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    No sé si comentar o no puesto que mi experiencia en videojuegos es prácticamente nula -sí, soy la clásica chica que ni siquiera sabe exactamente cuál será la diferencia entre una consola o un playstation o qué será que cosa-, así que intentaré opinar de acuerdo a lo que he visto.

    Así como dicen arriba, el término "gamer" está demasiado prostituido. Yo considero un gamer a una persona que se dedica plenamente a jugar videojuegos como forma de ganarse la vida -PewDiePie, por ejemplo; aunque no crean que solo los que tienen canales en Youtube se dedican a eso. Por mis amigos hombres he descubierto que existen varios campeonatos de videojuegos que dan premios que, en efecto, pueden hacer que un jugador profesional se dedique exclusivamente a eso-. No considero gamers a las personas que juegan Los Sims o DOTA por diversión -porque digo, hasta yo juego Los Sims y no sé nada sobre juegos xD-, sino a aquellos que sí tienen una vasta experiencia y conocimientos respecto a videojuegos o que se dedican profesionalmente a ello.

    Si de algo me he dado cuenta es que en estos últimos años el mundo se ha puesto de cabeza y las cosas que antes eran consideradas "para frikis" ahora están increíblemente de moda; antes los superhéroes y cómics eran para "ñoños", antes los anteojos grandes eran ridículos, antes preferir jugar jueguitos de mesa o de video en lugar de salir a hacer algo "de verdad" era para nerds inadaptados sociales. Ahora está demasiado de moda el ser nerd, y el concepto de "nerd" se ha atrofiado totalmente: nerd ya no es el muchachito con gafas grandes que juega Calabozos y dragones y saca las mejores calificaciones de la clase, no, ahora nerd es el que fangirlea con Los Vengadores, se encierra a jugar World of Warcraft y usa anteojos grandes aunque no los necesite. Por esta extraña moda de querer ser todos nerds nació el concepto de Gamer que, como no podía ser de otra forma, se ha atrofiado con el pasar del tiempo.

    Ahora veo que casi cualquier persona que juega algún videojuego muy a menudo se cree gamer, y vamos, eso es ridículo. Estoy totalmente de acuerdo con Sia y Xeyrophobic cuando dicen que ahora hay muchas chicas que creen que por esta misma moda de ser nerd y jugar juegos, el ser "gamer" les dará una especie de status, y empiezan a llamarse así cuando el único videojuego de terror que conocen es el ridículo Five Nights at Freddy's y el juego con más acción que juegan es Mario Kart :l

    Pero bueno, dejando TOOOOOODO eso de lado y yendo al asunto original de este tema (?) -e ignorando la palabrita "gamer", por favor-, yo creo que sí hay discriminación hacia las chicas que juegan juegos, en especial en internet. Así como hay discriminación hacia las mujeres en la web en varios temas muy lejanos a los videojuegos. Ya que los juegos y MUCHAS otras cosas -superhéroes, carreras de autos, animes gore, etc etc- están atribuidas a hombres, es normal que los varones discriminen a las chicas que "se meten" en lo suyo, pues -y en esto ya aplican mis clases de sociología- la masculinidad no es algo que esté 100% definido; ser "masculino" es "no ser femenino", "ser hombre" es "no ser una niñita", y por ello es que los chicos que han crecido bajo esta mentalidad -que son la gran mayoría, pues esta es la enseñanza que antiguamente los padres daban- detestan que las chicas se metan en las cosas que les gustan y consideran "para chicos", pues -incluso sin darse cuenta- sienten que lo están convirtiendo en algo "para niñas". Y de ahí que vienen las burlas y críticas de parte de hombres hacia las chicas que juegan juegos, porque si las critican sienten que ellas están metiéndose en donde no les corresponde, que ellos son los que están en lo correcto, y así se sienten bien. Lamento si mi intento de explicar fue una total mierda, es que las palabras no se me dan fácilmente :x

    Que otras chicas se burlen de las que juegan solo es una prueba del machismo que perdura en nuestra sociedad :l es algo que va a seguir sucediendo hasta que se rompa el paradigma de que "azulito es para chicos, rosadito es para niñas" y todas las demás separaciones entre géneros que nos han metido en la cabeza desde la infancia. Antes de irme, quería decir que tampoco entiendo eso de que la gente crea que las gamers deben ser bonitas o feas o qué cosa; a los hombres no los juzgan por su apariencia sino por lo que juegan, ¿cuándo dejará la gente de ser tan superficial?

    Saludos
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    Hi!
    Pues, en mi caso, no miento ni bromeo cuando digo que no tengo un grupo ni artista favorito :l
    Yo no soy de seguir bandas ni cantantes; tengo gustos muy raritos para la música. Puede que una canción de un artista me fascine y odie el resto de su producción musical, eso me pasa muy a menudo. Pero no puedo venir aquí solo a decir eso así que... Uhm (?)

    Hay muy pocos grupos que tengan más de una canción que me guste. Uno de ellos es The Alan Parsons Project. Es un grupo de los 70's formado por el sujeto del título :'D me encanta el estilo de esta banda. Sus canciones tienen una cierta "magia", si podría decirlo así. No puedo parar de escuchar algunas de sus canciones; estoy obsesionada con Eye in the sky, en especial con una línea de la canción que dice "I can read your mind" c:

    Otro artista que me gusta mucho es Christopher Cross. Sí, es otro cantante "antiguo"; me enamoré de su música por una canción suya, Sailing, que es simplemente mágica y maravillosa. Adoro a ese hombre
    <3 En cuanto a grupos más "modernos", pues, me gusta 30STM, en especial por el sensual Sr. Leto *^* soy adicta a The Kill, podría cantar esa canción como loca aunque me tiraran zapatos xD

    No conozco nada de música en español, y en verdad no me gusta el español así que nunca busco canciones en este idioma y me he sentido un poquito rara al leer respuestas de otras personas por aquí (?) pero bueno. Aparte de estos artistas solo escucho canciones random, las que me llamen la atención por ahí. Soy rara :DD
  11. .
    Muchas gracias por cerrar ese par de temas, gemelin :3 ¿podrías por favor borrar también este?

    https://mundoyaoi.forumfree.it/?t=70419967

    Como siempre, muchas gracias por adelantado c:
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    Holis, me preguntaba si podrían cerrarme estos roles -que ya están inactivos- :

    https://mundoyaoi.forumfree.it/?t=70012010
    https://mundoyaoi.forumfree.it/?t=68838688

    Muchas gracias de antemano c:
  13. .
    La gente aquí es tan linda >w< esta vez no tengo mucho tiempo como para halagar individualmente a cada uno, así que solo dejare en claro que todos me parecen hermoshos y yo soy un bicho raro (¿)

    Me dieron ganas de subir una foto porque estoy aburrida :DD encontré esto en mi facebook, no tengo ni idea de cuando me tomaron una foto tan horrenda, pero bueh, que les sirva para apreciar mi felleza (?) c:

    SPOILER (click to view)
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    Hey people! What's up? ok eso me quedó imbécil
    Hey, pequeña sección del foro amante de K Project! hace años que no escribo un fanfiction -literalmente, llevo más de un año sin escribir- pero desde hace tiempo quiero hacer algo de mi OTP, así que aquí les traigo.... esta cosa (?). Es un pequeño One-shot, muy sencillo, inspirado en todos esos hermosos doujinshis SaruMi que se encuentran en Tumblr. Mis habilidades para la escritura no son las mejores, pero de todas formas, espero que lo disfruten si lo leen c:


    Título: Valentine's Gift
    Pareja: SaruMi (Fushimi Saruhiko x Yata Misaki)
    Género: Intento de Comedia, pseudo-drama, romance
    Notas: Inicialmente agregué una escena de lemon al fic, pero me quedó como limón podrido (?) así que preferí borrarla, perdón. Toma una galleta (?)


    Valentine's Gift

    La tarde estaba a punto de caer encima de la ciudad, y ahí se encontraba él, de pie al borde de una esquina, con su fiel skate a su costado y una pequeña cajita azul entre sus manos. La gente que caminaba por dicha calle a esas horas no podía evitar mirar de reojo al joven de cabellos naranjas que se mantenía inmóvil, congelado, mirando fijamente al enorme edificio que se ceñía enfrente suyo. Lo único que se movía en él eran sus manos, que temblaban levemente, como si tuviese frío y no sintiese el calor que invadía a la ciudad aquel día. Tuvieron que pasar casi 5 minutos antes de que se diese cuenta de las miradas que se estaba ganando gracias a su pose de estatua.

    - Esto es solo un problema - pensó el joven rojo, soltando un fuerte suspiro y limpiándose el sudor de la frente.

    El calendario marcaba el 14 de Febrero, y como todos los años, los miembros de HOMRA se habían tomado el día libre, ya fuera para pasear con sus chicas o divertirse con amigos, dejando el bar prácticamente vacío. El rey rojo, Suoh Mikoto, se había acomodado como siempre en su gran sofá, fumando cigarrillos sin descanso mientras Kusanagi limpiaba los trastos y organizaba las botellas sobre los estantes del lugar. Los dos hombres habían estado "ocupados" -al menos en el caso de Izumo- por toda la mañana, así que la pequeña Anna se había quedado totalmente sola, sin nadie que pudiese entretenerla más que Misaki.

    Como era lógico, el joven skater no se había podido negar a cuidar de la niña, y tras pasar más de dos horas intentando entretenerla con juegos, mangas, anécdotas tontas e incluso pequeñas bromas al rey -que terminaron con su patineta a punto de ser chamuscada-, acabó por darse por vencido, y por eso mismo, aceptó gustoso la sugerencia de la pequeña de ir a comprar harina, cocoa, mantequilla y huevos al supermercado, y hornear galletas de chocolate juntos, sin sospechar las intenciones ocultas que la princesa tenía.

    - "Horneémos galletas para Saruhiko", pudo empezar diciendo eso - refunfuñaba Yata, mirando el paquete forrado de azul que llevaba entre sus manos.

    Al skater nunca se le hubiese ocurrido que la pequeña Anna quisiese hornear galletas para regalárselas por San Valentín al soldado azul; Fushimi era un traidor, ¿cómo podía simpatizar con él? - Ese mono estúpido, ¿Acaso se ha estado acercando a ella en secreto? - pensaba Misaki, mientras observaba el enorme moño azul que decoraba la cubierta del paquete. Debió haber sospechado desde que la niña le mandó a forrar la caja de ese color.

    A pesar de haberse puesto histérico al descubrir el plan de la menor, y haberse negado repetidas veces aún enfrente de su rey, Yata había acabado por obedecer a Anna, y había recorrido todo el camino desde el bar hasta la sede del clan Azul en su skate, a fin de entregarle las galletas a Fushimi. Durante toda su ruta había pensado en qué manera darle el paquete al azul; no podía simplemente tocar el timbre del lugar y pedir que viniese Saruhiko para entregarle el regalo en sus manos, algo así sería absurdo. No solo porque él formara parte del clan rojo, sino por la vergüenza que algo como eso conllevaría.

    Yata recogió su patineta del piso y empezó a dar vueltas por las afueras del lugar, mirando sin mucho interés a la cerca de color negro que resguardaba al edificio. A pesar de no estar en verano, el calor ese día era insoportable, y tuvo que quitarse la gorra de la cabeza para no sudar en exceso; a cada paso que daba sentía que el calor aumentaba, pero pronto se dio cuenta de que no se debía al clima, sino a la desesperación que tenía en ese momento. ¿Qué iba a hacer ahora con ese paquete de galletas? le había prometido a Anna que se lo llevaría a Fushimi, incluso si lo último que quería era tener que verle la cara al otro. No podía simplemente tirar el regalo al basurero, luego de lo mucho que les había costado a ambos el hacer la mezcla y evitar quemar la cocina al momento del horneado; - ¿Y si me las como y le digo que las entregué? - pensó el skater, pero pronto desechó la idea, pues sabía bien que no podría mentir si tenía esos enormes ojos rojos puestos encima suyo.

    Se sentía bastante frustrado en ese momento, pues de ninguna manera quería ver a Saruhiko, mucho menos en ese día; algunos años antes, cuando aún eran compinches y camaradas, se pasaban el día de San Valentín yendo a jugar videojuegos, comiendo crepes o simplemente recorriendo la ciudad en busca de algo en que gastar el tiempo. Yata no podía negar que extrañaba mucho esos viejos tiempos de amistad con el azul, y por eso mismo, se le haría demasiado incómodo tener que verlo tan de repente. Además de que no estaba seguro de si aguantaría ver esa amplia y perturbadora sonrisa en el rostro del otro.

    Ya se había paseado por todo lo largo de la entrada de la sede, mirando de reojo a las plantas bien cuidadas que decoraban a la fachada, cuando de pronto algo llamó su atención. No muy lejos de él, había un pequeño contenedor azul, y al verlo más de cerca, pudo darse cuenta de que se trataba de un buzón de correo.

    - ¡Eso es! tiraré esta cosa ahí - pensó Misaki, sonriendo contento al sentir que había encontrado la solución perfecta a su problema. ¿Cómo no había visto ese buzón antes? Pudo haberse ahorrado un buen rato de estrés; pero ya eso no importaba, pues lo que tenía que hacer ahora era depositar la cajita ahí antes de que nadie lo viera. En especial si ese alguien era parte de HOMRA o Scepter 4. Una vez se hubiese desecho del paquete, podría marcharse en paz; incluso si la cajita nunca llegaba a manos de Saru, algún afortunado podría hacerse con el contenido de esta.

    Con bastante calma caminó hasta el buzón, mirando a sus espaldas de tanto en tanto para asegurarse de que nadie conocido estuviese ahí en ese momento. Una vez se encontró frente al contener azul, abrió la tapa de este y cogió de nuevo el paquete, listo para tirarlo, pero no pudo evitar quedarse un par de segundos observando el bonito moño que Anna había conseguido hacer para decorarlo; esperaba que alguien que valiese la pena encontrase ese regalo, pues de otra forma, sería un gran desperdicio luego de todo el esfuerzo que habían puesto en él. - Tanto esfuerzo para un traidor - pensó Yata.

    Sin embargo, cuando ya estaba a punto de tirar la caja dentro del buzón, notó una presencia extraña detrás suyo; no fue necesario que volteara a ver, pues en pocos segundos se dio de quién era la persona que se encontraba ahí, e inmediatamente, sintió un fuerte escalofrío recorrer su espina dorsal.

    - Qué extraño es encontrarte por aquí, Mi~sa~ki - escuchó esa voz, y sus sospechas quedaron totalmente confirmadas.

    - ¡SARU! - gritó el skater, con un tono de voz entre avergonzado y enfadado.

    Volteó, e inmediatamente se encontró con Saruhiko, vestido con su clásico uniforme azul, parado detrás suyo y con esa característica sonrisa suya en sus labios. Yata sintió que se le helaba la sangre, ¿es que acaso el universo estaba en contra suya ese día?

    - ¡Qué es lo que llevas ahí, Misaki? - preguntó Fushimi, señalando el paquetito azul. Yata pudo sentir cómo su rostro hervía por la vergüenza; cuan rápido como pudo escondió el regalo tras su espalda, pero aquello solo consiguió empeorar la situación, pues la sonrisa de Fushimi se ensanchó aún más, a la vez que sus ojos azules se clavaban encima de los del skater - ¿Es que acaso estás llevando un regalo...?

    - C-c-claro que no! - tartamudeó el mayor, poniéndose cada vez más nervioso, y esforzándose por esconder el paquete de las curiosas miradillas del azul.

    - Es gracioso que un virgen como tú le esté enviando un regalo de San Valentín a alguien - dijo Saruhiko, acercándose más a Yata, hasta que finalmente consiguió arrancarle el paquete de las manos.

    - ¡Mono idiota! ¡dame eso! - rugió el skater, dando brincos para intentar alcanzar la caja; Fushimi había alzado la mano en la que llevaba el objeto, dejándolo muy lejos de su alcance.

    - Hmm... ¿Qué se supone que es esto? - Saruhiko agitó la caja junto a su oído, escuchando atentamente para adivinar cuál sería su contenido.

    - Idiota! vas a romper las malditas galletas! ¿sabes cuánto tiempo tomó hacerlas?! - gritó Yata, lleno de furia, casi sin darse cuenta de que le estaba dando la respuesta que quería al azul.

    Fushimi dejó de agitar el paquete, y miró algo perplejo a Misaki; este se detuvo al instante y no pudo evitar sorprenderse al ver el rostro del menor, que pasó de la confusión al enojo. Se mantuvo mirándolo fijamente por un par de segundos, hasta que Fushimi frunció ligeramente el entrecejo y le devolvió el regalo en sus manos.

    - ¿Así que en serio es un regalo de San Valentín....? - preguntó el azul, mirando de reojo al buzón. Chasqueó su lengua con fastidio, dándose media vuelta para marcharse - bueno, pásala bien, quizás consigas quitarte lo virgen de una vez - dijo finalmente. Saruhiko colocó su mano encima de la funda de su espada, y empezó a caminar, dejando detrás suyo a un inmóvil y confundido Yata.

    ¿Qué diablos acababa de pasar? La escena se había desarrollado tan rápido que Misaki tuvo que poner en marcha a todo su cerebro para darse cuenta de lo que ocurría. - ¿Por qué diablos se fue? ¿qué onda con esa cara? - se preguntó el pelirrojo, mirando a lo lejos a Fushimi. Tenía el paquete de vuelta en sus manos, sin necesidad de haber iniciado una pelea ni ni siquiera haber discutido por más tiempo con el soldado azul. Esta actitud de parte suya lo dejó totalmente desconcertado; usualmente Saruhiko no lo dejaba en paz hasta luego de haber peleado, o siquiera insultarse un poco más. - ¿Qué demonios le pasa hoy? - pensó Yata, cada vez más enfadado por no entender la situación.

    Siempre que se encontraba con Fushimi, solo deseaba que este se perdiera y lo dejase en paz cuanto antes; no aguantaba verlo, lo único que deseaba siempre era poder olvidarse de esa cara y alejarse lo más posible de su persona. Por eso mismo, más tarde se quedaría horas de horas golpeando su cabeza contra la almohada, preguntándose por qué esa vez, en lugar de solo montar de nuevo su skate e irse de regreso al bar, había echado a andar detrás del azul, aumentando cada vez más su velocidad para alcanzarlo antes de que lo perdiera de vista. Acabó por ir corriendo, agitando su brazo izquierdo en el aire y gritándole al otro para llamar su atención.

    - ¡Mono imbécil! - dijo, recuperando el aliento, cuando por fin consiguió que Fushimi se detuviera - ¿Es que acaso estás sordo, tremendo idiota? ¡Te he estado llamando desde hace media cuadra!

    - Tsk, sí que eres bueno para causar alboroto - dijo el menor, al ver las miradas curiosas que se fijaban en ambos a lo lejos. - ¿Qué más quieres, Misaki? Pensé que estabas ocupado. ¿O es que tan rápido te cancelaron la cita? - dijo, de nuevo con ese tono de voz que tanto irritaba al pelirrojo. Se dio media vuelta para verlo directamente, y mostrarle esa amplia sonrisa suya, pero que esta vez, carecía de verdadero ánimo.

    A Misaki no le costó mucho trabajo el darse cuenta de que la expresión del otro era totalmente fingida; lo que no entendía, sin embargo, era el por qué de esa actitud. Cuando estaba cerca suyo, Fushimi siempre lo fastidiaba, se reía maliciosamente y se burlaba de él. Y en cambio ahora, parecía tener más ganas que él mismo de irse cuanto antes. Y todo por una pequeña cajita con galletas. En la mente de Yata, toda esa situación parecía un absurdo.

    - ¿Qué mosco te ha picado a ti? - preguntó el skater, intentando no sonar rudo con su pregunta, cosa que por supuesto, no logró. - ¿En serio solo vas a dejarme parado como idiota? ¿Qué demonios te sucede?

    - Ahora te preocupas por mí, Misaki? - dijo Fushimi, con tono burlón, dirigiéndole una sonrisa sarcástica al otro - O es que te sientes muy solo si no vengo yo a pelear contigo....?

    Misaki se quedó de nuevo mirando al azul, apretando la cajita entre sus manos. Frunció el ceño; le era imposible no irritarse con las palabras del soldado, sobre todo si venían acompañadas de esa odiosa mirada de superioridad que tanto adoraba dirigirle. ¿Desde cuándo Fushimi conseguía cabrearlo de esa manera?
    Miró fijamente los ojos azules del otro; el sol brillaba sobre los lentes de sus gafas, impidiéndole al pelirrojo verle bien. Tragó saliva con fuerza, y tras permanecer unos cuantos segundos con su mirada fija en la del otro, alzó sus brazos, y le ofreció el regalo, extendiéndolo hacia él, aún con sus manos temblando.

    - ¿Huh? - Saruhiko no pudo evitar mostrarse sorprendido, pero intentó disimularlo lo más rápido que pudo - No estoy con ganas de juegos, Misaki, ¿qué quieres?

    - Es para ti - dijo el menor, apresurándose por responder antes de que el otro pudiese decir algo más.

    Por suerte ya no había nadie a esa hora por esa calle, pues de otra forma, hubiesen visto como Yata se sonrojaba desde el cuello hasta la frente, extendiéndole ese pequeño regalo a Saruhiko, mientras este le miraba totalmente atónito y confundido. Misaki tuvo que agachar su cabeza para no ver la expresión que tenía Fushimi en ese momento; estaba casi seguro de que el azul se burlaría de él y se iría, pero ahora que estaban en una situación como esa, no pensaba marcharse de ahí con el regalo aún entre sus manos.

    - N-n-no malpienses las cosas, las hizo Anna, o bueno, las hicimos juntos, pero ella tuvo la idea, yo no quise tener nada que ver en esto - Yata empezó a tartamudear, casi desesperado por evitar que el menor se hiciese una idea equivocada de la situación. - E-es un regalo de su parte, más te vale que te las comas, o sino barreré el piso contigo, maldito mono!

    Misaki se mantuvo firme en su posición, negándose a bajar sus brazos y esforzándose por mantener su actitud. Ya tenía a Saruhiko enfrente, no pensaba dejarlo irse sin que antes aceptara el regalo; se quedó mirándolo fijamente, con aire desafiante, esperando a que cogiera la caja y se marchara. Pasaron un par de segundos antes de que Fushimi se moviera; Yata extendió sus brazos lo más que pudo, casi pegando la cajita al rostro del menor, pero este le sorprendió al sonreír nuevamente, esta vez, de manera mucho más natural y calmada. Saruhiko tenía la expresión de ya haberlo entendido todo; Misaki, por su parte, se sentía más confundido que nunca.

    - ¿Qué diablos te sucede ahora? - preguntó el mayor, viendo la sonrisa de Fushimi.

    - Huh, cielos - dijo Saruhiko, riendo a la vez que se llevaba la mano a la frente - Esa niña me sorprende a veces

    Misaki miró al azul con total desconcierto, ladeando su cabeza en claro gesto de duda y confusión. Seguramente se hubiese quedado así por toda la tarde, de no ser porque Fushimi colocó su mano debajo de su barbilla y, antes de que el pelirrojo se diera cuenta, le dio un pequeño y superficial beso en los labios, suficiente como para que el skater sintiera que sus piernas se hacían gelatina.

    - Q-Q-Q-QUÉ DIABLOS, TÚ, MALDITO! - Yata se separó de inmediato, con la cara totalmente roja, empujando a Fushimi y retrocediendo un par de pasos. - Qué diablos estás haciendo, mono de mierda?! te dije que no malpensaras las cosas!!

    - Pero yo no estoy malinterpretando nada, Mi~sa~ki - ya con su típico tono de voz, Saruhiko cogió de nuevo la cajita del obsequio y se sonrió. Quitó el enorme moño azul del empaque y lo puso encima de la cabeza de Yata, antes de coger a este por el brazo y arrastrarlo con él.

    - ¿Y ahora qué estás haciendo?! SUÉLTAME! - aún con el rostro rojo cual tomate, Misaki intentó soltarse del agarre del menor, pero todos sus esfuerzos fueron en vano, pues la fuerza de este era superior a la suya; podía escuchar el chirrido de sus pies contra el cemento de la acera, y el tap-tap de los pasos de Fushimi, quien iba mucho más calmado y sereno. - ¿Qué diablos crees que haces?!

    - Pues estoy yendo a disfrutar mi regalo de San Valentín. ¿No es eso obvio, Mi~sa~ki? - dijo, pronunciando el nombre del mayor con su clásico tono cantarín. Los dos empezaron un extraño juego de jaloneos durante todo el camino por la avenida, hasta que Misaki no pudo más y acabó por rendirse, dejándose jalar pero sin dejar de gritarle en la oreja al otro. Saruhiko se rió; su risa, esta vez, no tuvo ni un ápice de maldad ni perversión. Sonó como una risa normal, la que soltaría una persona feliz y divertida. Yata le miró con los ojos bien abiertos, estupefacto por esto, antes de que el azul lo introdujera en las instalaciones de Scepter 4. Antes de que cruzaran la puerta, el gracioso moño acabó por caerse de su cabeza, quedando tirado en el piso, a la espera de que alguna persona lo fuese a recoger. Sin duda, esos no serían ni Misaki ni Saruhiko.



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    Epílogo

    Eran ya casi las 12 en punto de la noche cuando Misaki cruzó la puerta de entrada del bar, cargando su skate en su brazo, totalmente cabizbajo y agotado. El pelirrojo prácticamente arrastraba sus pies, haciendo que la suela de sus zapatos chirriaran al tener contacto con el piso. Aún así, ni toda la bulla que pudo hacer con esto consiguió despertar al rey, que dormía plácidamente sobre el sofá en el que llevaba echado todo el día. - Al menos alguien consiguió descansar... - pensó Yata, al pasar junto al monarca y ver los restos de cigarrillo tirados a su costado.

    El skater se sentía muerto; Fushimi no solo le había obligado a pasar el resto del día con él, sino también a hacer otras cosas que le hacían hervir la sangre al momento de recordarlas. - ¡Maldito mono! - gritó en su mente Misaki, apretando los dientes mientras sentía ese dolor puntiagudo viniendo desde sus caderas. Tuvo que apoyarse un segundo contra una de las paredes, esperando a que el malestar se apaciguara para continuar con su marcha.

    Dejó su patineta al costado de la barra, e intentó sentarse en uno de los banquillos frente a esta, pero sus esfuerzos fueron inútiles; Yata acabó por soltar un fuerte suspiro, caminar y coger un vaso de vidrio, moviéndose lentamente para buscar la caja de zumo de naranja que debería estar guardada por allí. Ya había visualizado el empaque anaranjado, cuando alguien de pronto apareció por detrás de sus espaldas.

    - KYAA! - gritó Misaki, haciendo malabares para no tirar el vaso contra el suelo - Anna! por qué me asustas así? ¡Izumo-san me hubiese matado si rompía uno de sus vasos!

    La pequeña albina se encontraba de pie detrás de él, con las manos tras su espalda y su mirada tranquila y serena como siempre. Su vestido rojo estaba un poco arrugado, como si se hubiese echado a dormir con él. Yata la miró y dejó el vaso sobre la barra, sintiendo de nuevo ese odioso dolorcillo en su parte baja por haberse movido. Como Anna estaba delante suyo, tuvo que aguantarse las ganas de quejarse.

    - A Saruhiko le gustó el regalo? - preguntó directamente la niña, sin dejar de clavar sus ojos encima del mayor.

    - ¿Saruhiko? - Misaki ya se estaba esperando esa pregunta desde mucho antes de llegar al bar; con mucho esfuerzo consiguió moverse, e intentó adoptar una pose normal y de confianza para no levantar sospechas en la pequeña. - Supongo que le habrán gustado, yo no sé. Solo le tiré la caja apenas lo vi; - dijo, mirando hacia otro lado para que se le hiciera más fácil mentir.

    - Ah, entiendo - dijo Anna, intentando hacer contacto visual con el mayor - en ese caso, muchas gracias por enviarle el regalo.
    - Bueno, estoy muy cansado; será mejor que me vaya a dormir antes de que desmaye de sueño. Tú también deberías ir a la cama pronto - dijo Yata con una sonrisa algo nerviosa - No es bueno que los niños se queden despiertos hasta tan tarde. Nos vemos mañana! - dijo finalmente el mayor, luego de dar brincos alrededor de la niña para coger su patineta y aproximarse velozmente a la puerta, saliendo a través de esta lo más rápido posible. Anna se mantuvo en su mismo sitio, despidiéndose del pelirrojo con un sencillo gesto de su mano.

    Poco tiempo después de que las campanas de la puerta sonaran con el movimiento de esta, Kusanagi, vestido aún con el mandil para lavar platos, entró por la puerta trasera del bar. Se desanudó la prenda y la dejó encima de la barra al ver a Anna ya sentada en uno de los banquillos; el rubio le echó una mirada al rey, y no pudo evitar soltar una risita al ver lo muy dormido que este estaba.

    - Y bueno, ¿te divertiste hoy? - dijo Izumo, dirigiéndose a Anna. - lamento no haberte podido llevar de paseo como querías. Podemos hacerlo mañana; ¿te entretuviste con Yata?

    La pequeña le miró, acomodándose su sombrerito sobre su cabeza; - Mandé a Yata-san a ver a Saruhiko. Hicimos unas galletas de chocolate para que se las entregara como regalo.

    El rubio rápidamente abrió sus ojos, y se acercó más a Anna, mirándola como si no creyera lo que acababa de decir.

    - ¿Mandaste a Yata con Fushimi?

    La niña asintió en silencio.

    - Cielos - Kusanagi se rió, apoyando sus brazos sobre la barra. - ¿En serio lo lograste? hace unos días traté de convencer a Yata de que le mandase aunque sea un mensaje de texto. Jamás se me ocurrió usar de pretexto un paquete de galletas - dijo el barista, riéndose alegremente.

    - Los dos necesitan algo de ayuda de vez en cuando - dijo Anna, con una pequeña sonrisa en sus labios.

    - Sí, eso supongo - le respondió Izumo, al tiempo en que el rey se despertaba de su larga siesta. Mikoto estiró sus brazos y se levantó con pesadez, para luego acercarse a ambos y sentarse en uno de los banquillos.

    - ¿Tienen algo para comer...? - dijo el monarca, totalmente somnoliento, sobándose la cabeza llena de cabellos rojos alborotados.

    Kusanagi fue de inmediato a buscar alguna botana que darle para que satisficiera su hambre, pero no fue necesario; Anna hurgó uno de sus bolsillos, y sacó de este un par de galletas de chocolate con forma de corazón, decoradas con una sencilla cubierta de color azul. Mikoto miró las golosinas un poco extrañado, pero se las comió sin decir nada, mientras Anna sonreía tiernamente.

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    > Y pues, creo que me quedó demasiado soso pero así soy yo, sosa :DD me ha costado mucho escribir este one-shot porque mi cerebro se resistió a darme algo bueno que escribir por días. Pero bueh, en fin; me gusta mucho la idea de que todos los miembros de HOMRA ayudan a Saru y Misaki en su relación (?) c: son tan bobos que en serio necesitan ayuda, jeje <3

    > En serio me da pena narrar a Mikoto así que intenté incluirlo lo menos posible ; __ ;

    > Feliz San Valentín! <3


    Edited by S u i c i d e - 13/2/2015, 04:25
  15. .
    Yo realmente odio la jerga de la gente del país en el que vivo. Por ejemplo, a los jóvenes de acá les encanta usar un "Alucina!" para TODO .-. "Me compré una gaseosa, ALUCINA; me voy de fiesta, ALUCINA; hola, ALUCINA" (¿) es casi una muletilla por acá y me saca de quicio :x otra cosa que dicen y no me gusta oír es el "manyas?". Lo usan en lugar de decir "entiendes?" y suena demasiado estúpido :I también odio que digan "osea" a cada rato, suenan como gente creída :x
3138 replies since 27/11/2012
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