Aquellos gritos de Fudou provocaban éxtasis a su captor hasta el punto de excitarlo

Kageyama: (lame sus labios mientras deja caer la última gota) Lindo canario, muy lindo

Kidou: (aumentando la velocidad para llegar hasta la camilla de Fudou apartando a Kageyama) AKIO!

Al escuchar ésa voz los gritos de Fudou cesaron al instante

Kidou: (tomando la mano de Fudou) Akio, aquí estoy, mírame

Fudou: (con la respiración alterada lo mira y poco a poco lograba recuperar su vista) Yuuto?

Kageyama: (sorprendido al ver ésa reacción en el canario) Esto no … se supone que perdería la razón

Este tipo es un... un IDIOTA

Kami-sama perdóname por estos pensamientos pero es que es exasperante

Caen con solo decir unas cuantas palabras, creo que se debe a mi apariencia, dicen que soy demasiado apuesto, tan hermoso como un ángel

Sí claro... un ángel... sobre todo eso

Yo soy un demonio, uno que le gusta crear caos y muchas cosas más...

Parece que estamos en medio de la naturaleza

Según las coordenadas estamos cerca de un pueblo

Sé que dije que quería un reto pero...

ESTO ES TAN PÁTETICO

Gouenji: (frunciendo el ceño al escuchar cómo le llamaba) Tu preciado e intocable Kidou ha sido MIO! MIO LO ENTIENDES?! … (mirando a Kidou quien le miraba horrorizado) Su interior era tan caliente, sus gemidos llenaron la habitación, lo violé hasta que lo dejé sin fuerzas, mis manos tocaron hasta lo más íntimo de tu preciado Emperador, es más, sus lágrimas me parecían realmente sensuales que sólo podía seguir haciéndolo mío una y otra, y otra … y otra vez (sonríe de lado) Y lo volveré a hacer (señala a Kidou) RECLAMO A YUUTO KIDOU COMO MIO!!

Tal vez cambiaste ahora, pero sé que me abandonaras, si te digo que sàya no saldrás conmigo, te vas a aburrir y comenzaras a salir con tu amigo Hera- lloraba mientras miraba otro lado.

-¿Con Hera? Qué horror, que espanto, no vuelvas a decir algo así. Atsuya, si me fuera a aburrir de ti no me habría tomado tantas molestias por enamorarte- dijo Afuro.

-CÁLLATE, TU NO SABES ESO, tal vez ahora me ames, tal vez me necesitas, pero llegará un momento en que no lo harás y me abandonarás-

-Ese momento no llegará, tú me cambiaste, me enseñaste muchas cosas, te amo y eso no cambiará- dijo tomando al menor por el mentón y girándolo para verlo, comenzó a quitarle las lágrimas que salían de sus bellos ojos.

-¿Lo dices en serio?- pregunto sonrojado.

-Lo digo enserio- dijo para mirarlo a los ojos y bajo la atenta mirada de la luna se fueron acercando hasta darse un tierno beso que duro tan solo unos segundos.

Al acabar ya los dos desnudos pude comprobar cada rasgo, cada músculo, cada facción de Midorikawa, su cuerpo era perfecto... Mucho mejor de cómo lo había imaginado en todas mis fantasías. Ya lo había visto en otras ocasiones desnudo: en los vestuarios, de pequeño... pero nunca había tenido tiempo como para detenerme y percatarme la obra de arte que tenía por aquel entonces como mejor amigo.

-Ah.. N-no eres el ah... Único que se va a mngh.. Esforzar aquí -esa entrecortada frase que salió de la boca de mi pequeño Mido acabó con mi cordura y cada vez aceleré más y más las embestidas,

Fudou: (lo recuesta en el sofá) Kidou por favor resiste, iré por agua (se levanta pero siente que la frágil fuerza de Kidou lo detiene y le mira) No estás bien. No entiendo nada. No creo lo que está pasado (se arrodilla ante él) Me estoy volviendo loco Kidou, en serio.

Bien lo predijo mi ahora mentor y… amante… Reiji Kageyama.

Kidou: - Tu falta de educación e inapropiado gusto de llegar a destiempo me irrita incluso me resulta de mal gusto. Pero qué podría esperarse de una persona… de tu clase (le miré con desprecio).

Era como un juego sensual que sólo nosotros comprendíamos. Cada escalón que bajaba era un grito de deseo por besarte y dejar que me hicieras tuyo y me tomaras de manera salvaje y lujuriosa. Es que tu mirada!!, es un libro abierto para mí, por más que fingieras ése carácter tan duro, estoy seguro que me sigues amando … como yo te amo a ti… pero no te lo haré saber NUNCA.

mi rostro no estaba frío… sino caliente, producto de la llama que se encendía lentamente en mi interior, hasta el Tornado de Fuego de Gouenji tendría envidia de lo ardiente que comenzaba a sentirme.

Era sin dudas él… su porte… su elegancia… esos malditos googles… y sin dudas… ése placentero y fino cuerpo…