Posts written by kaoru16

  1. .

    Desastres





    -...-

    -...-

    -...-

    - ¡Pero digan algo! – se quejaron ambos peliverdes.

    - Pff... - el primero en reaccionar fue "Hiroto" que comenzó a reír.

    - "Midorikawa" ... - comenzó Tatsuya sosteniéndose el puente de la nariz buscando la reserva de paciencia interior que conservaba solo para su novio - ¿Por qué estás vestido así?

    - ¿A que me veo lindo? – el peliverde de la otra dimensión lucía una falda plisada corta color rosa, con una franela blanca y una chaqueta crema.

    - ¿De dónde sacaste la ropa?

    - ¿No vas a alagar mi atuendo? – preguntó con un puchero, aumentando las carcajadas de "Hiroto".

    - Te vez precioso amor, pero necesito saber si estás pasando por alguna etapa de la adolescencia o solo quieres usar esto por hoy.

    - Solo es por hoy. Fuyupe nos ha prestado la ropa. – contestó feliz de que a Tatsuya le gustara cómo se veía – Pero si te gusta puedo vestirme así más seguido. – le respondió coqueto – Aparte de que las faldas son cómodas.

    "Midorikawa" dio una vuelta para lucir el atuendo, y por el movimiento la falta se levantó ligeramente.

    Hiroto miró hacia otro lado apenado, Midorikawa se enojó ligeramente porque el pelirrojo se había apenado viendo a su igual de otra dimensión en lugar de a él mismo. "Hiroto" seguía descalabrándose de la risa, mientras Tatsuya casi había saltado sobre su novio para mantener la falda en su lugar.

    -Muy bien a cambiarse. – ordenó Tatsuya, arrastrando a su novio fuera de la habitación.

    - ¿Vas a quitarme la ropa? ¡Qué descarado te has vuelto!

    - No empieces "Midorikawa", que luego no te aguantas.

    Lo siguiente que escucharon fue la puerta del cuarto de los Midorikawas cerrarse de golpe.

    Hiroto no podía creer lo que escuchó de su igual. "Hiroto" se estaba riendo aún más duro que antes. Y Midorikawa estaba preocupado.

    -Ahora no puedo entrar a mi propio cuarto. – se quejó el peliverde.

    - No van a demorar mucho. – comentó "Hiroto" luego de recuperar el aliento.

    - ¿Tan malo es Tatsuya en la cama? – Hiroto casi se ahogó con su saliva por ese comentario de Midorikawa.

    - No tengo ni idea de que tan malo sea mi hermano en la cama. – comentó algo sonrojado "Hiroto" tratando de borrar la imagen mental – Y tampoco quiero saber... Lo que quería decir, es que Tatsuya cuida mucho su intimidad. Créeme si esos dos hacen algo, jamás te vas a enterar, al menos que te cuente "Midorikawa".

    - Eso tiene sentido. – concordó el peliverde.

    Por su parte Hiroto estaba mudo escuchando la conversación... ¿Qué rayos pasaba por la cabeza de esos 4?

    -A todo esto, nunca respondieron – recordó "Hiroto" – ¿Por qué "Midorikawa" estaba vestido de mujer?

    - Es que luego de comer hemos salido con Tsunami, Tachimukai y Toramaru. Pero como a mí me conocen en la ciudad y no podían ver a dos Midorikawas, se nos ocurrió disfrazar a "Midorikawa" como una chica así podía salir con nosotros sin problemas.

    - ¿No era más fácil usar una chaqueta con capucha? – cuestionó Hiroto.

    - Eso no tiene nada de divertido. – respondió el peliverde.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Tsunami admiraba su nueva tabla de surf, Toramaru veía la carta en su mano pensando en el chico que se la entregó y Tachimukai agradecía silenciosamente que no hubiera más lágrimas de cocodrilo.

    -Es bellísima – el mayor en la habitación casi que vomitaba brillitos – Gracias chicos por acompañarme hoy.

    - De nada. – respondieron a coro los menores.

    - Me muero por estrenarla – y Tsunami comenzó a hablar y hablar de todo lo que haría apenas pisara el mar, mientras Tachimukai sutilmente le recordaba que aquello solo sería cuando acabara todo este desastre.

    - Ahora vengo. – avisó Toramaru siendo ignorado por el mayor y recibiendo un asentimiento del portero.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Cuando Fudo caminaba de regreso a la habitación de los Kidos con el hielo en mano, casi fue atropellado por "Kazemaru" que escapaba de la habitación de Haizaki y "Fudo", para comenzar a golpear como loco la puerta del cuarto de "Goenji".

    Ignorando olímpicamente los gritos que veían del cuarto frente al de los Kidos, entró a su destino encontrando a su estratega en el mismo lugar dónde lo había dejado cuando se fue.

    - ¿Ya terminaste de procesar la noticia?

    - ... -

    - Parece que no. – con toda su calma, Fudo guio a Kido hasta la cama y recostándolo boca abajo, le soltó la coleta, le quitó los googles y comenzó a pasar su mano por la parte posterior de la cabeza del estratega – Sabía que te saldría un chichón.

    Lo último lo comentó con seriedad, no podía creer que se hubiera dado semejante golpe y aún estuviera perdido en sus pensamientos.

    Colocó el paño con hielo en la zona afectada y se quedó ahí sentado junto al de rastas esperando a que reaccionara.

    - Fudo... - llamó por fin Kido luego de un largo rato de silencio.

    - Te escucho. – dijo sin dejar de sostener el paño con hielo sobre el chichón.

    - ¿Esto es una broma?

    - ¿Te parece una broma que te golpearas la cabeza y yo esté poniéndote hielo?

    - No, no... - el tono de Kido parecía derrotado, decaído prácticamente – Gracias por buscar hielo...- dejó escapar tal suspiro que Fudo juró que se le iba el alma – Me refiero... a esto... tu y yo... siendo novios... ¿Es una broma?

    Akio suspiró, Yuuto tenía la tendencia de ponerse emocional en los peores momentos... y si él no cuidaba sus palabras el de rastas terminaría explotando como la última vez, generalmente eso no era un problema, pero por el exabrupto de hoy ya se había golpeado la cabeza y no quería que algo así volviera a pasar.

    - ¿Qué te hace creer que estoy bromeando? – Kido trató de incorporarse para encararlo, pero Fudo lo detuvo colocando una mano en su espalda y con un poco de presión logró que volviera a recostarse.

    - Me siento un chiste para ti. Me ignoras, luego me besas y ahora resulta que estamos saliendo. Perdóname por no seguirte la línea de pensamiento y creer que...

    - ¿Creer qué cosa Kido?

    - Creer que mañana te reirás de mí por creerte. Así es que necesito que me digas ahora, si esto es una broma o no. Porque no soportaré que juegues conmigo, no con este tema. – como bien se dice, Yuuto puso todas las cartas sobre la mesa, no iría con rodeaos.

    - Uno creería que saliendo con un chico se evitaría los problemas hormonales de las mujeres, pero como siempre Yuuto Kido supera las expectativas.

    Eso fue un golpe directo al orgullo, Kido ahora sí se paró de la cama, tirando de paso el hielo.

    - ¡Sal de aquí! – ya tenía su respuesta, Fudo no lo tomaba en serio y él no iba a formar parte de su diversión.

    - Kido, vuelve a la cama. – el ojiverde había afilado la mirada, pero se estaba conteniendo el enojo.

    - ¡Lárgate de mi cuarto!

    - Deja el maldito drama y regresa a la cama.

    - ¡Deja de fingir que te importo y vete de una vez!

    - ¡Deja de creer que sabes lo que pienso! – al traste se fue mantener la paciencia - ¡¿Crees que estaría aquí cuidando de alguien que no me importa?!¡Maldita sea Kido, el único que no se ha dado cuenta de que me pones el mundo de cabeza eres tú mismo! ¡Porque hasta el jodido tú de otra dimensión se dio cuenta!

    - ¡¿Y cómo quieres que me dé cuenta?! ¡No me dices nada! ¡Lo único que puedo hacer es tratar de adivinar lo que piensas! – Kido estaba rojo del coraje que se cargaba - ¡Deja de jugar conmigo!

    - ¡No estoy jugando contigo! ¡Acabo de llamar cuñada a tu hermana!

    - ¿Q-qué...? – a Kido se le bajaron los colores en un instante.

    - Acabo de llamar cuñada a tu hermana. – repitió más calmado – Voy en serio Kido, y no voy a buscarte flores o hacer un cursi cartel para demostrártelo. Pero tampoco voy a pelear, no por esto. – Fudo se veía resignado - ¿Tienes miedo? Imagínate que la persona que quieres te dice que tus sentimientos son una broma, es jodídamente doloroso.

    - Fudo... - pero el nombrado no lo dejó terminar.

    - Será tu decisión Kido, seguir esto o terminarlo aquí y ahora. Tú eliges.Porque yo tampoco voy a soportar que me hagas un drama cada vez que creas que juego con MIS sentimientos.

    -...-


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    -Lo siento mucho. – "Kido" no había dejado de disculparse con "Fudo". El mohicano estaba tirado en su cama con una almohada en la cara y el paño con hielo que había traído Haizaki entra las piernas.

    - ...-

    - Venga "Kido", déjalo ya. Para mañana estará mejor. Además, no es como que fuera tu culpa.

    - Fue mi rodilla la que lo golpeó.

    - Pero fue "Kazemaru" el que te arrojó y luego escapó.

    - Sí, pero yo lo arrojé primero.

    - No creo que "Fudo" esté molesto porque le arrojaras a "Kazemaru".

    -...-

    - ¿Ves? No se queja, ya no te preocupes.

    - Igual me siento mal...

    - No le des más vueltas a esto. Mañana estará mejor. – Haizaki por fin logró convencerlo – Ve a dormir, que es tarde yo vigilaré a "Fudo".

    - Está bien. Tengan buena noche... "Fudo" en verdad lo lamento.

    - Ve a dormir. – lo terminó de despedir el peligris, ya que el herido no tenía muchas intenciones de conversar.

    El estratega cruzó el pasillo hacia su habitación, pero cuando estaba por entrar, escuchó gritos de pelea y consideró que ese no era el mejor momento para regresar a su cuarto.

    Estaba pensando en bajar a la sala y esperar un rato, hasta que vio a "Kazemaru" salir de la habitación de "Goenji".

    - ¿"Kido"? – lo llamó el goleador al ver que se acercaba a ellos.

    - Necesito esperar un rato para entrar a mi cuarto, parece que están arreglando algunos problemas... - luego miró a "Kazemaru" – Tu escapada ha dejado un soldado caído.

    - No me lo recuerdes... - comentó con pesar el peliceleste.

    - ¿Tan malo fue el golpe? – preguntó el goleador que tenía una idea de lo que había pasado por lo que le contó "Kazemaru".

    - No ha hablado.

    - "Fudo" va a matarme. – se lamentó el velocista.

    - Venga que ha sido un accidente. Para mañana será agua pasada. – comentó "Goenji" tratando de animar a esos dos, que acarreaban un aura depresiva fuera de su puerta – Chicos, "Fudo" no haría nada contra "Kazemaru" y Haizaki no le dejará acercarse a "Kido" con malas intenciones. Pueden estar tranquilos.

    Los chicos aceptaron aquellos con algo de inseguridad, pero lo aceptaron.

    -Vengan dentro un rato, así se les pasa lo depresivo y "Kido" gana tiempo en lo que se terminan los problemas de su recámara.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Tobitaka abrió la puerta encontrando a un sonriente Toramaru.

    - Buenas noches. – saludó educadamente el menor.

    - Buenas noches – le respondió el saludo - ¿Puedo ayudarte en algo?

    - Si... digo no, solo he venido a entregarle esto. – le extendió la carta que le entregaron durante el día.

    - ¿Qué es esto? -Tobitaka inspeccionó el sobre aún sin abrirlo.

    - Me lo dio un amigo de usted. Nos reconoció cuando hemos salido a comprar una nueva tabla de surf para Tsunami y me ha pedido que se la entregue.

    - ¿Un amigo? – aquello era extraño, si fuera cualquiera de sus conocidos, le darían el mensaje directamente. – ¿Cómo era?

    - No logré verle bien la cara, usaba una gorra y lentes de sol. Pero como me dijo que sabía que nos estábamos quedando en el orfanato, imaginé que era alguna persona de confianza para usted. – en algún momento de esa conversación al mayor comenzaron a temblarle las manos.

    Ignorando a Toramaru que lo cuestionó por su errático actuar, Tobitaka rasgó el sobre. Rápidamente desdobló la carta y del interior cayó al suelo un pequeño antifaz escarlata.

    El pequeño goleador agarró el antifaz y le preguntó al mayor por el objeto, pero Tobitaka estaba absorto en sus pensamientos mientras leía la dichosa carta.

    -Toramaru – llamó el pelimorado cortando las preguntas del menor - ¿Quién más sabe de esta carta?

    - ¿Eh?... creo que solo usted y yo. Cuando me la entregaron Tsunami y Tachimukai estaban en la caja pagando y los Midorikawas se estaban disculpando con una de las empleadas del local, porque tiraron un escaparate con artículos de playa.

    - Ok... escucha, necesito que regreses a tu habitación y te olvides de esta carta. No le cuentes a nadie sobre ella Toramaru.

    - ¿Pero por qué? ¿Ha pasado algo malo? ¿Quién era ese chico? – era obvio que Toramaru no iba a acatar esas órdenes sin antes cuestionar. Pero aplicaría la misma lógica que Fudo, entre menos sepa, más a salvo estaría.

    - Te prometo que te lo explicaré todo. Él no era mi amigo y eso es todo lo que puedo decirte por ahora. Toramaru, si él se te acercó es porque no ha podido llegar mí, no salgas del orfanato, por favor.

    En otro momento el pequeño tigre hubiera saltado listo para atacar, Toramaru desde que no debía contenerse solía precipitarse a cualquier situación. Pero la preocupada mirada de su superior lo hizo desistir, nunca vio al siempre serio Tobitaka así de preocupado, ni siquiera en los más desesperados partidos que habían vivido.

    Después de un largo suspiro aceptó la petición, al final del día, Tobitaka era su superior y él debía obedecer. – Está bien, prometo guardar el secreto. No lo defraudaré.

    -Buen chico.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    -¿Te sientes mejor? – preguntó el ojiverde rompiendo el silencio en la recámara.

    - Si hace poco ha dejado de dolerme la cabeza. – Les tomó un rato, pero luego de desahogarse y gritarse, Fudo dejó a Kido entre la espada y la pared. Seguir ese raro noviazgo estaría en sus manos.

    Un no bastaba para librarse de Fudo...

    Un sí implicaría comenzar la tarea más titánica que tendría en toda su vida.

    Quizás fue el golpe en su cabeza o la sincera mirada que le dirigió Fudo... tal vez fue el hecho de sentir su corazón golpeando tan fuerte contra su pecho que juraba que Fudo podía escucharlo o puedo ser la voz dentro de su cabeza que le exigía gritar SÍ.

    No estaba del todo seguro que fue, pero terminó aceptando esa relación.

    Oficialmente era el novio de Fudo Akio... eso sonaba tan desastrosamente bien y tan jodidamente problemático al mismo tiempo.

    De alguna manera Fudo logró que volviera a recostarse, recogió los hielos y los envolvió con el mismo paño que había volado en medio de su arrebato.

    Y ahí estaban otra vez en la posición inicial, Akio cuidando se lastimada cabeza y él atontado por los cuidados.

    -"Kido" está demorando. – comentó el de rastas.

    - "Kido" nos está dando privacidad.

    - Este también es su cuarto, deberías irte.

    - No hasta que te baje un poco el chichón.

    - Me he dado peores golpes.

    - No me importa.

    - Eres extraño.

    - Y aún así aceptaste salir conmigo... por cierto, deberías hablar con Haruna, creo que la sorprendí cuando la llamé cuñada y no me quedé a verificar que siguiera respirando.

    Kido iba a regañarlo por la falta de tacto al soltarle semejante bomba a su hermana, pero escucharon unos gritos fuera del cuarto seguido de varios ruidos.

    Ambos quedaron de pie en un instante y cuando el de rastas estaba por abrir la puerta. Fudo lo detuvo.

    -¿Ahora qué? – Si Akio creía que por el golpe en la cabeza no iría a ver lo que estaba pasando afuera, podía esperarse una mandada a la mierda.

    - No salgas sin esto. – el ojiverde el extendió sus googles...

    ¿Cuándo se las había quitado?... ah cierto, cuando él estaba procesando la noticia de su noviazgo.

    -Gracias. – se sonrieron como dos cómplices, Kido aprovechó para tomar su liga y hacerse su típica coleta. Ahora sí, ambos asomaron la cabeza para ver a dos pelirrojos y un peligris correr hacia la habitación de los Midorikawas.

    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Venían subiendo las escaleras escaleras Goenji, Baddap, el trio de Fubukis, los Endos, Canon y Someoka. Todos conversando sobre diferentes cosas.

    Canon y Baddap hablaban sobre las posibles modificaciones que debían hacer para que el campo funcionara.

    Goenji y los Endos hablaban sobre realizar entrenamientos grupales, sería bueno para aprender entre las dos dimensiones.

    Someoka conversaba con "Shiro", por alguna razón surgió el tema del "Someoka" de la otra dimensión.

    Shiro y Atsuya hablaban sobre la nueva técnica que tenían en conjunto.

    Todo estaba bien cuando llegaron al final de las escaleras, pero si dieron tres pasos fue demasiado.

    Dos gritos resonaron por toda la planta alta, se escuchó un fuerte golpe, seguido del estruendo de varias cosas cayendo. Todos se detuvieron un momento por el susto y luego apuraron el paso hacia la habitación de los Midorikawas.

    Pero no fueron los únicos, el rudo fue lo suficientemente alto como para alertar a los Hirotos y Tatsuya que rápidamente fuero hacia la habitación del frente.

    También se asomaron desde la habitación de los Kidos, Fudo y Kido.

    Desde la recámara de "Goenji" aparecieron las cabezas del goleador de fuego, "Kido" y "Kazemaru".

    Haizaki apareció desde la puerta de su cuarto, "Fudo" no planeaba pararse de la cama.

    Milagrosamente ni Kazemaru ni Asuto se despertaron, tampoco hubo reacción en la habitación de Afuro y Kogure, ni en la de Tsunami, Tachimukai y Toramaru.

    Gracias a los pelirrojos que habían abierto la puerta para llegar a los peliverdes, pensando que estaban en peligro.

    Los demás solo debieron asomarse desde la puerta, para encontrar a ambos peliverdes en el piso, bajo una pila de cosas.

    Tatsuya y Hiroto estaban tratando de sacarlos, mientras los dos caídos se reían por su travesura.

    -¿Qué es esto? – cuestionó "Hiroto", que en lugar de ayudar a sacar a los aplastados, estaba curioseando entre las cosas.

    - ¡Ahí están! – exclamó Midorikawa feliz.

    - ¡Ya quiero verlos! – respondió el otro.

    El resto del equipo que observaba el intercambio, no podía creer que esos dos ignoraban olímpicamente que los dos pelirrojos que los estaban sacando de la avalancha de cosas y le prestaban atención a lo que tenía "Hiroto" en la mano.

    -¿Qué es eso? – se acercó Haizaki a ver lo que sostenía el chico del rayo.

    - Son videos... creo. – "Hiroto" sostenía estuches de CD que tenían nombres extraños.

    - A ver... - se acercó Atsuya curioso también – Aquí dice: Génesis, Polvo de Diamante...

    - ¿Épsilon? – Haizaki levantó una ceja por los títulos tan extraños.

    - Prominence... - dijo "Kido" mientras levantaba del piso otro de los estuches.

    - Este se llama Caos. – "Kazemaru" también agarró uno que estaba en la esquina de la habitación.

    - ¿Eso aún existe? – comentó Hiroto incómodo rememorando el pasado – Pensé que padre se había deshecho de todas esas cosas.

    - Me quedé con unas copias, pensando que en algunos años nos sentaríamos todos a rememorar el pasado. – contestó Midorikawa por fin fuera de la pila de cosas – Pero se me ocurrió que podríamos verlos junto con nuestras versiones de otra dimensión.

    -Perdonen que me entrometa – comentó "Endo" - Pero ¿qué son esos nombres que tienen los CD?

    - Son videos de la Academia Alius. – dijo Midorikawa entre feliz y apenado.

    - ¡Tatsuya! ¡Fuimos aliens en esta dimensión! – gritó emocionado "Midorikawa".

    Continuará...


    He estado pensando en descontinuar esta historia aquí, pero eso quedará a espera de la respuesta de Xiao Bai
  2. .

    Pensamientos




    Ignorantes a los dos espías fuera de la habitación, estaba Kido tratando de quitar a Fudo de su cama. Pero el mohicano parecía gato clavando las uñas en la cama.

    - ¡Suelta las sábanas! – lo jaloneaba de la camiseta Kido.

    - ¡Oblígame!

    - ¡Eso intento! – esto de jalarlo por la ropa no estaba funcionando, hasta escuchaba las costuras ceder, pero nada con Fudo.

    - ¡Esto es maltrato a parejas!

    - ¡Tu y yo no somos pareja! – pasando al plan B, lo tomó del tobillo derecho, pero Fudo sostuvo la cabecera de la cama.

    - ¡Claro que sí! ¡Eres mi novio!

    - ¡¿QUÉ?! – de la impresión lo soltó.

    Fudo se alarmó al escuchar el golpe que se dio Kido contra el piso. Inmediatamente se paró de la cama y corrió a socorrerlo.

    - ¡¿Estás bien?! – el ojiverde no había caído en cuenta de que seguía gritando.

    - ¿Q-qu-qué dijiste? – balbuceó Kido, veía a Fudo incrédulo, como si fuera una especie de alíen o algo así.

    - ¿Te quedaste sordo? – ahora era Fudo el que miraba raro a Kido – Te he preguntado si estás bien.

    - ¡Eso no tarado, lo que dijiste antes! – Kido juraba que Fudo elegía estratégicamente los mejores momentos para jugar con sus nervios.

    -¡Ah! – Fudo por fin entendió - Dije que eres mi novio.

    - Tu y yo no somos no-novios. – hasta nervio le daba al de rastas decir la palabra.

    - Claro que sí.

    - Claro que no. ¿Cómo no voy a saber que estoy saliendo contigo?

    - Ese es muy tu problema si acabas de enterarte.

    - Y según tú – Kido quería golpear al idiota de su aparentemente novio - ¿Desde cuándo estamos saliendo?

    - Desde que nos besamos.

    - ¿Disculpa?

    - Voy a creer que el golpe de verdad te ha dejado sordo. – Fudo estaba de lo más divertido con Kido rojo del enojo – Desde que nos be-sa-mos.

    - Tú me besaste. – le recriminó.

    - Tampoco te negaste.

    - ¡No me dejaste opción!

    - Y te vi poner mucha resistencia – le recordó con sarcasmo – sobre todo cuando te aferraste a mí.

    - Iba a caerme, no es como si de verdad quisiera hacerlo.

    - ¿Por qué no admites que te encantó mi beso? Y nos ahorramos todo este teatro que estás montando.

    - ¡No voy a admitir nada! – Kido pareció volver en sí y parándose ofendido siguió sus reclamos - ¡Porque tú y yo NO estamos saliendo!

    - Sigue creyendo eso, porque hasta no demostrar lo contrario sigues siendo mi novio.

    - ¿Qué diablos te hace creer que aceptaré eso tan fácil?

    - ¿No te has dado cuenta verdad? – la cara de Kido fue suficiente respuesta para diversión de Fudo – Has renegado que no somos novios, pero no has tratado de terminar conmigo. Ni siquiera has dicho que no te gusto.

    -... -

    - Así es que querido novio mío – le remarcó la palabra sabiendo que había ganado – ya que creo que debemos pasar tiempo de calidad juntos, me tendrás por aquí un rato.

    - ... -

    - Tu sigue procesando la información, yo iré a espantar los dos fisgones que tenemos en la puerta y buscaré hielo para tu cabeza, de seguro te sale un chichón.

    Kido quedó ahí parado viendo a la completa nada. ¿Él quería ser novio de Fudo? Buscaba alguna negativa en su cabeza, pero no había ninguna queja. Las pocas que encontró él mismo se encargó de deshacerlas.

    Por su lado Fudo abrió de golpe la puerta esperando encontrarse a "Kazemaru" y a "Kido", pero se le habían escapado.

    Bueno, mientras no los molestaran no le tomaría importancia. Salió del cuarto dejando a Kido solo y bajó las escaleras para buscar hielo y algún trapo o algo para la cabeza de su novio.

    Sin quererlo sonrió al repetir esa palabra en su cabeza, era mínima la sonrisa, pero ahí estaba esa pequeña curvatura al final de sus labios.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    -¡Funciona! – gritaron emocionados Canon y sus bisabuelos.

    Ellos junto a Baddap, Goenji, Someoka y el trio de Fubukis, observaban impresionados el campo celeste claro cubrir el orfanato.

    Si parecía funcionar, hasta que el campo se tornó azul oscuro y comenzó a oscurecerse hasta que desapareció.

    Se escuchó una exclamación general de desánimo. Pero Baddap que era el encargado de hacerlo funcionar, se veía tranquilo.

    -Primera prueba fallida. Se debe modificar durabilidad y...

    El peligris murmuraba las modificaciones que debían realizarse, Goenji lo escuchaba atento, pensando en la ayuda que podría brindarle y Canon miraba orgulloso a su novio. Baddap no era expresivo, pero era perseverante.

    Sabía que ese primer intento solo era el comienzo de un proceso de pruebas y errores hasta lograr el objetivo.

    -¿Necesitas ayuda? – le ofreció esperando que aceptara y ambos pensaran en soluciones. Pero se llevó una sorpresa.

    - Negativo, eres un distractor para mí. Goenji me asistirá.

    Hasta el nombrado se sorprendió por la respuesta, ni decirles Canon. El peliverde pareció meditarlo un momento antes de responder algo, pero al final entendió lo que quería transmitirle su novio.

    -Está bien. Pero luego debes invitarme a un helado.

    - Copiado.

    Los presentes no sabían si enternecerse o analizar esa relación. Definitivamente los opuestos se atraen y esos dos eran buena prueba de ello.

    Sin saberlo la parejita derivó los pensamientos de los presentes a diferentes personas.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Goenji disimuladamente observó a cierto peliplatinado que veía enternecido la escena. Hasta que notó que Atsuya lo pilló mirando a su hermano de esa dimensión y le sacó la lengua. Rápidamente apartó sus ojos por la vergüenza de ser descubierto. Internamente se sintió algo mal, porque Baddap el MUY inexpresivo exsoldado, la personificación de las carencias de emociones, lograba demostrarle en pocas palabras sus sentimientos a Canon. Y él no lograba mucho más avance con Fubuki... es decir, habían dormido juntos y abrazados, pero Kido gritando había arruinado el momento y como ahora Fubuki se la pasaba pegado a Atsuya y "Shiro", era casi imposible encontrarlo solo.

    Era momento de ponerse en las pilas y generar acercamientos más directos... o recurrir al desesperado plan de pedirle consejos a Baddap.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    "Shiro" por su parte miraba a cierto pelirosa, recordando al "Someoka" de su línea de tiempo. No lo malentiendan, eran amigos y nada más. Muy buenos amigos de hecho, habían forjado su amistad entre los entrenamientos y las conversaciones estratégicas para el progreso del equipo.

    El pelirosa es un joven disciplinado y bastante maduro. Al inicio había llegado al equipo como parte del comité de reforzamiento, diciendo que venía a incrementar el nivel. Siendo honesto no le parecía la gran cosa, hasta recordaba que Atsuya lo había nombrado como "El Tirano", porque llegó imponiendo entrenamientos y cambiando la rutina del equipo. Sobre todo, se enfocó en la actitud de Atsuya.

    Aquello se le hiso incómodo al inicio, muy literalmente era la primera persona que se atrevía a poner en su lugar a su hermano sin llegar a los golpes. Porque sí, había una larga lista de personas en Hokkaido... y posiblemente fuera de Hokkaido... que deseaban resolver uno que otro problema con el menor utilizando la violencia.

    Pero "Someoka" nunca perdió el temple, de alguna manera muy bizarra y aún incomprensible para él, su gemelo había comenzado a respetar y reconocer a "El Tirano".

    Pensándolo un poco, posiblemente fue aquello lo que los acercó, a veces y solo a veces, "Shiro" necesitaba un hombro en el cuál apoyarse y desahogarse, amaba a su hermano... pero en ocasiones también quería matarlo. Y era precisamente eso lo que evitaba que tuviera amigos con los que compartir su frustración, porque todos comenzarían a hablar mal de su hermano... ese tampoco era su objetivo. "Someoka" lo escuchó pacientemente cuando lo necesitaba y a veces hasta le aconsejaba cómo tratar de corregirlo, incluso llegó a regañarlo él mismo cuando "Shiro" no podía más. Y esa amistad brindada, apoyo y comprensión, fue lo que comenzó a crear sentimientos. Sentimientos que no deberían estar ahí, porque nunca hubo señales para algo más, pero en el corazón no se manda.

    Y ahora era tan extraño ver a una persona igual a su platónico, pero que técnicamente no era la misma persona de la que gustaba, parado a pocos metros de él y ser tan diferente, porque este Someoka sí había peleado con Atsuya hace apenas unas horas atrás.

    Suspiró, como si aquello liberara un poco los sentimientos que no podía compartir con nadie. Porque si de algo estaba seguro, es que ni loco le diría eso a Atsuya.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Shiro por su lado se hiso el desentendido, como si no hubiera notado la penetrante mirada de Goenji y aún menos la mueca que hizo Atsuya. Él sabía que tenían química, tampoco es que fuera ciego. Con pequeños actos Goenji había demostrado su interés hacia su persona y él no es que se hiciera el difícil. Pero parece que iban a pasos de tortuga. Tampoco es que fuera un aventado e iría a reclamarle a Goenji sobre sus muy lentos intentos de cortejo, pero hacía falta algo de motivación.

    Pensando que "nadie te comprende mejor que tu mismo", se le ocurrió comentarle de su inexistente relación con Goenji a "Shiro" y Atsuya. Con suerte esos dos le darían un consejo.

    Tratando de no mirar a Goenji, se enfocó en su igual y notó las leves miradas que le dirigía a Someoka...

    ¿Existe un "Someoka" en la otra línea de tiempo?

    Sus pensamientos sobre Goenji tomaron un segundo plano, por la curiosidad de aquellas miradas.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Atsuya quería reírse. Sus hermanos eran dos completos casos perdidos, es que eran tan obvios que solo les faltaba un letrero sobre sus cabezas.

    "Shiro" cree ciegamente que nunca notaría el interés que le tiene a "Someoka". De verdad su gemelo había pensado que lograría ocultarle aquel "secreto" a la persona que ha estado con él desde antes de nacer.

    Inicialmente pensó en decirle que no se esforzara tanto en ocultar lo obvio, pero luego de mediarlo con la almohada, prefirió no decir nada. Esperaría paciente hasta que el mayor le confiara su secreto.

    Ahora estaba también su otro hermano mayor de otra dimensión. No es que fuera difícil notar la cara de felicidad que tenía Shiro durmiendo entre los brazos de Goenji. Habría que estar ciego para no notar que junto al goleador de fuego su hermano se sentía seguro y protegido. Por más que todos creyeran lo contrario él JAMÁS se opondría a la felicidad de sus hermanos. Tampoco es que dejaría vía libre tan fácil, por lo menos con "Someoka" se encargó de retarlo bastante y ponerle una que otra traba en el camino, el pelirosa le demostró ser digno se su hermano. Ahora solo debía vigilar a este Goenji, pero por lo que había visto, no era mala pareja para su hermano.

    Quizás era buen momento para cortar con los pensamientos de Atsuya, pero hay un pequeño secreto, muy bien oculto por debajo de los buenos deseos hacia sus hermanos.

    A Atsuya Fubuki le gustaba alguien... pero este secreto está tan bien atesorado, que el nombre no saldrá a la luz.

    Lo siento, no se puede contar el trasfondo de aquella persona, porque se delataría rápidamente. Pero si les puedo contar la razón por la que el menor guarda tan celosamente esto, porque nadie lo notaría, incluso al haber convivido bajo el mismo techo al viajar a esta dimensión, el motivo del misterio es "Shiro".

    Atsuya guarda celosamente sus sentimientos hacia aquella persona, porque conoce a su hermano. Muchos creen que el único que tiene complejo de hermano siendo un celoso compulsivo es el menor de los "Fubukis", pero aquello no es más que una falsedad muy disimulada.

    El que tiene un verdadero complejo de hermano en realidad es "Shiro", porque sí, los hermanos mayores suelen ser mucho más celosos del cuidado de los menores.

    Por eso aquello debía ser un secreto, porque "Shiro" podría llegar a poner sus manos en el cuello de aquel chico... y eso sería una gran tragedia.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    "Endo" tenía una sonrisa de tristeza, miraba a su bisnieto convivir con su novio y no podía evitar pensar en Sakanoue. Su pequeño pupilo, se había metido rápidamente en su mente y corazón. No había pedido permiso a nadie, solo se instaló en su alma y no había hecho amagos de salir.

    Él como capitán y ganador del Futbol Frontera, estaba acostumbrado a recibir halagos por aquel titánico logro, de llevar a un equipo formado de cero hasta la victoria. Aún sentía vergüenza por tanto cumplido, pero en cierto punto se acostumbró al cariño y emoción de las personas.

    Sakanoue había sido el primero en darle la bienvenida cuando lo vió llegar, estaba emocionado de conocerlo, aún más al unirse al equipo del Tonegawa Tousen, construyeron los cimientos del equipo y poco a poco lo hicieron crecer. No eran profesionales, pero el entusiasmo del menor le hizo a él mismo creer que no había imposibles.

    Y eso era lo que pensaba ahora... que era imposible que aquel ser tan lleno de carisma estuviera en quién sabrá qué parte de alguna dimensión o línea de tiempo.

    Sakanoue era un pequeño tesoro en bruto que se prometió cuidar y cultivar, quería ver al chico crecer como jugador. Para él era un compañero de equipo muy especial, así como lo eran "Goenji", "Kido" y "Kazemaru". Lo consideró un buen amigo... hasta que el chico se lanzó.

    Muy literalmente se lanzó a sus labios, la noche antes de enfrentarse al Raimon, el chico lo había besado, pidiéndole que no dijera nada hasta que ganaran el partido contra su antiguo colegio. Que con la victoria tendría algo que decirle.

    Y "Endo" deseó fervientemente que ese partido lo ganaran, porque él quería escuchar aquello que el menor guardaba.

    Ya sabemos el resultado del partido, el Raimon salió victorioso y Sakanoue le dijo a "Endo" que no se sentía digno de contarle aquello, porque aún no podía pararse junto a él con la frente en alto. Quiso protestar y decir mil cosas, incluso cosas que él mismo no terminaba de entender pero que tenían nombre y apellido, Sakanoue Noboru.

    Con la selección del FFI, hubo una nueva oportunidad, pero esta vez sería al contrario. "Endo" le dijo a su pequeño pupilo que cuando ganaran el mundial, tenían que hablar. Todo esto también con la idea de presentárselo a sus más cercanos amigos... no falta explicar que aquel plan se fue al traste. Luego del ataque al estadio, viaje a otra dimensión, secuestro...

    Solo podía pedir que alguna deidad cuidara al menor, hasta que lograran rescatarlo... porque personas como Sakanoue, jamás deberían dejar de sonreír.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Luego estaba Endo... si alguien estaba volviéndose loco, era el pobre Endo. Literalmente su bisnieto llegó del futuro para decirle que tenía tres bisabuelas...

    Si alguien se hubiera tomado el tiempo de hablar con Goenji, el goleador explicaría con toda su serenidad que el amado capitán bateaba para otra liga. Pero Shuuya Goenji, no solo era el delantero estrella del Raimon y de Inazuma Japón, también era el mejor confidente que pueda existir.

    Goenji en más de una ocasión se había trasnochado escuchando a Endo parlotear sobre aquel defensa que le robaba los pensamientos. Pero si Goenji lograra ponerlo en palabras, fue un largo, muy largo, camino para que Endo sumara dos más dos...

    Porque sí, el capitán nunca puede hacer las cosas normales, Endo va por todas o nada. Una tarde comenzaron a hablar sobro cómo iba mejorando el equipo, hasta que nombraron a Kazemaru y Endo olvidó que existían más jugadores, parloteó sobre lo grandioso que era el defensa hasta entrada la noche y si no fue porque Goenji muy educadamente lo mandó a dormir, pues los agarraba el amanecer hablando del chico.

    Y así como esa tarde, vinieron muchas más en las que Endo hablaba sobre las virtudes de Kazemaru. Los estudios, su personalidad, comportamiento, determinación... hasta ahí todo bien.

    Luego vino una extraña etapa de celos, habían desarrollado la técnica combinada Pájaro de Fuego, al inicio lo que fue un logro en conjunto, terminó siendo un dolor de cabeza para el goleador. Endo comenzó a celar, sin notarlo, a Kazemaru de él. Si los veía conversando llegaba inmediatamente a unirse. Hasta un día que colmó el vaso, porque decidió llevarse lejos a Kazemaru con la peor escusa que logró encontrar... Hacer los deberes.

    Eso conllevó a una larga conversación, sobre Kazemaru y él. Explicándole que SOLO eran amigos y compañeros de equipo, que entendía que Kazemaru le gustaba, pero eran exagerados sus celos...

    Endo entró en crisis. Porque a él no le gustaba Kazemaru supuestamente. Endo estaba en negación y Goenji se preguntaba si debía considerar ser psicólogo en vez de doctor o futbolista.

    Por alguna razón Endo llegó a la conclusión de que Goenji estaba errado y aquello solo eran celos de amigos normales... y volvió a las eternas conversaciones sobre lo grandioso que era Kazemaru, Shuuya simplemente decidió esperar a que Endo cayera en cuenta de la realidad...

    Podía aguantar escuchar a Endo hablar y hablar sobre Kazemaru o solo fingir que escuchaba...

    Entonces comenzaron los momentos incómodos, porque ya no solo hablaba de cualidades de Kazemaru, el capitán por inocencia o quizás desconocimiento... o las malditas hormonas en palabras de Kido... empezó a resaltar otras cosas, su cabello, sonrisa, mirada... hasta que le empezó a detallar a Goenji cosas que notaba cuando estaban en los vestidores, y hubo que darle una tarjeta roja al capitán.

    Fue necesaria una intervención para explicar que no estaba bien acosar de esa manera a Kazemaru... que ni cuenta se había dado... a lo que Endo se escandalizó, porque aquello no era acoso, él solo cuidaba de los jugadores del equipo, o alguna escusa barata que Endo dijo en el momento.

    Logró convencerlo de que reconsiderara que cualquier persona que se estuviera cambiando se sentiría incómoda de notar que es observado bajo esas situaciones... una charla con Kido después lo entendió. Si, porque a este punto Shuuya Goenji tuvo que pedir ayuda, porque él no iba a lidiar solo con los descubrimientos emocionales y hormonales de Endo. No culpaba a sus padres por no darle alguna charla explicativa sobre abejas y semillas, cualquiera pensaría que Endo tiene la cabeza llena de fútbol, pero no era tan así.

    Lo peor era ver como Kazemaru jamás notaba como Endo se le quedaba viendo embobado... o cómo se le quedaba viendo en los vestidores...

    Pero volviendo al punto inicial, fue un muy, MUY largo camino, hasta que el capitán por fin aceptó sus sentimientos hacia el velocista y por suerte, estos dejaron de ser celos infantiles y hormonas desatadas, para convertirse en un querer mucho más maduro.

    Que Kazemaru abandonara el equipo y reapareciera como capitán de los Emperadores Oscuros, fue un duro golpe de realidad para Endo. Porque querer no solo significa poner a la persona en un pedestal. Querer a alguien implica cuidarlo, comprenderlo, aceptarlo con defectos... y en casos como este, salvarlo de él mismo.

    Endo comprendió tras ese partido que su querer no podía cegarlo, porque eso haría más mal que bien.

    Kido y Goenji, observaron orgullosos como ese amor infantil y revolucionado, se volvió en algo mucho más realista y menos fantasioso.

    Luego del FFI, Endo tenía planeado declararse a Kazemaru, Kido dijo que quizás sería mejor darle primero señales más directas sobre su interés romántico, pero Endo prefería mantener la sorpresa...

    Los sorprendidos fueron ellos con personas de otra dimensión y un golpe de realidad con un bisnieto.

    ¿En qué estaba pensando su yo adulto?

    Él ya había encontrado a su persona especial, no necesitaba a nadie más.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    La luz estaba apagada y Kogure esperó pacientemente por el rubio. Cuando notó la relajada respiración, se bajó de su cama y suavemente caminó hacia la cama de su compañero.

    -Afuro – susurró - ¿Está despierto? ¿Puedo pintarle la cara?

    Un suave silbido como de exhalación fue su respuesta. Aquello fue la señal que necesitaba el de menor estatura para proceder.

    Comenzó a rayar la cara del durmiente rubio y cuando quedó satisfecho, regresó a su cama. Ya apreciaría en la mañana su obra de arte, porque en medio de la oscuridad no pudo hacerlo...


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Estaba tranquilamente desde su ventana observando la noche estrellada. Era increíble todo lo que había ocurrido en una semana. Pero no se quejaba, de nada serviría enojarse y reclamar un: ¿por qué a nosotros?

    Él prefería ir de frente ante los problemas y eso era precisamente lo que estaban haciendo.

    Unos desesperados golpes en su puerta lo sacaron de sus divagaciones.

    - ¿"Kazemaru"? – se sorprendió de encontrarlo a esas horas... bueno, realmente se sorprendió de verlo agitado, sonrojado hasta las orejas y con cara de perro arrepentido a esas horas.

    - ¿Tienes tiempo para hablar con un amigo?

    - Siempre tengo tiempo para ti, pasa. – se hizo a un lado dejándolo entrar a la recámara y cerrando la puerta tras él.

    Kazemaru se sentó en la esquina de su cama y "Goenji" tomó lugar junto a él, esperaba que el peliceleste diera el primer paso, pero el chico parecía tan metido en sus pensamientos que "Goenji" llegó a creer que se había olvidado de él.

    - ¿Todo en orden? – se decidió a preguntarle por fin.

    - Si... no... no sé – se lamentó al final.

    - ¿Quieres contarme? – le animó a hablar o nunca llegarían a nada.

    - Me gusta "Fudo"... - susurró aquello que lo atormentaba.

    - Eso ya lo sé y tú también lo sabes, no veo el problema.

    - Es que creo que me gusta más que solo gustar... - "Kazemaru" sabía que tenía un lío en la cabeza, que no podía expresar y rogaba porque "Goenji" entendiera – y creo que yo también le gusto...

    - "Kazemaru", Fudo se encargó de aclararle a ambos equipos y a ti incluido, que "Fudo" gusta de ti. Sigo sin ver el problema de que ambos se gusten.

    - Es que el problema no es que yo le guste... - trató de explicar desesperado – el problema es que yo le gusto más de lo que creía.

    "Goenji" de verdad quería ser un buen y comprensivo amigo, quería ayudar al velocista con su problema, pero "Kazemaru" no se lo estaba poniendo fácil.

    -No te entiendo. – por fin se resignó a decirle, él no era adivino ni vidente.

    - Escucha...

    Kazemaru comenzó a relatarle lo que había pasado hace apenas unos momentos.


    ~*~*~*~*~*~*~*~




    Apenas notaron que Fudo se encaminó hacia la puerta, ambos espías se alarmaron. Su primer instinto fue escapar, pero tenía que ser rápido, así es que "Kido" puso en marcha lo primero que se le ocurrió.

    Jaló a "Kazemaru" hacia la habitación frente a la que espiaban. Abrió sin tocar y solo empujó al velocista, mientras él entraba detrás y cerraba la puerta.

    "Kido" pegó la oreja contra la madera escuchando a Fudo salir al pasillo y luego alejarse lentamente. El estratega suspiró más relajado de no ser descubiertos y cuando volteaba para avisarle a "Kazemaru" que ya no había peligro se encontró con una escena bastante inesperada.

    Primero que todo, estaba Haizaki al fondo de la habitación viéndolo sorprendido, no solo por entrar sin tocar, sino porque resultó que ambos dueños de la recámara se estaban cambiando para ir a dormir en el momento de la interrupción.

    Haizaki estaba sin camiseta y con el pantalón a medio poner, el de cabellera gris tenía una pierna alzada sin terminar de meter el pie en el short.

    Cuando notó los paños menores el color de sus ojos fue el mismo que adornó su rostro. Kido sin querer, o tal vez queriendo, escaneó el cuerpo de su pupilo fascinándose por la vista y escandalizándose por sus propios pensamientos.

    Ok, admitía que fue mala idea entrar sin tocar y más aún, entrar precisamente a ESA habitación. Debía tomar a "Kazemaru" y salir de ahí...

    Espera...

    ¿Dónde está "Kazemaru"?

    Con un rápido escaneo, lo encontró, llevándose la segunda sorpresa.

    .

    .

    .

    "Kazemaru" estaba mudo. Su cerebro había dejado de funcionar en el mismísimo instante en que "Kido" lo arrojó ahí dentro.

    Porque solo a "Fudo Akio", se le ocurría cambiarse frente a la puerta de un cuarto sin antes trancar. A diferencia de Haizaki, el ojiverde tenía los pantalones puestos pero desbrochados y no llevaba camiseta.

    Y ahí fue a parar él, estaba sobre el solitario rebelde a apenas sosteniéndose de sus brazos para poner algo de distancia entre ambos, pero no hizo intento por levantarse de dónde estaba.

    "Fudo" lo veía sorprendió desde su posición, claro si el chico que te gusta te cae del cielo, pues tu solo agradeces y no te quejas. Pero o el golpe lo atontó o "Kazemaru" sonrojado sobre él lo hizo.

    Se olvidaron completamente del otro dueño de la habitación y del espía que arrojó a "Kazemaru" a esa situación. Porque ahí estaban los dos viéndose embobados y con los corazones acelerados.

    "Fudo" movió las manos hasta las caderas del velocista haciendo algo de presión y ese fue el detonante del verdadero caos.

    La pequeña presión extra le permitió sentir al peliceleste la dureza de "Fudo", un suave jadeo se le escapó entre la sorpresa y posiblemente su propia excitación.

    Se paró alarmado, con la idea de salir de ahí a toda costa... el precio a pagar de ese "a toda costa" fue quitar a "Kido" del camino hacia la puerta. Quizás eso último con demasiada fuerza, porque terminó arrojando al estratega sobre "Fudo" que aún seguía en el piso. Claro que esta vez no tuvo la misma suerte que con "Kazemaru".

    El de rastas cayó con una rodilla por delante dándole en el orgullo que tenía parado por cierto velocista.

    "Kazemaru" fuera de la habitación solo escuchó la maldición que soltó "Fudo", las excesivas disculpas de "Kido" y a Haizaki preguntándole a "Fudo" si quería hielo....

    Corrió directamente a la habitación de "Goenji" después de eso, porque no podía regresar tan agitado a la propia.

    ~*~*~*~*~*~*~*~




    "Goenji" estaba seguro de que podía vivir sin saber lo contento que se ponía "Fudo" por tener a "Kazemaru" sobre él, pero su amigo se veía tan desesperado, por un problema que aún no entendía, que no quería terminar de desanimarlo.

    -Yo sabía que le gustaba a "Fudo" – comenzó a explicar lentamente – pero no pensé que sería tanto, como para provocar eso...

    - Quieres decirme que no pensantes que "Fudo" gustara lo suficiente de ti como... para... ¿excitarse?

    - ¡Sí! – el peliceleste se tomó la cabeza desesperado – Pensé que solo era un capricho al inicio. Luego entendí que sí era en serio... pero eso...

    - Es completamente normal, sentirse así por la persona que nos gusta "Kazemaru". Dudo mucho que "Fudo" sea el primer ser humano al que le pasa eso.

    - Ya lo sé... - era frustrante no poder poner en palabras lo que pasaba por su cabeza.

    - ¿Te asustaste?

    - ¡No! – se apresuró a contestar – No... yo no le temo a "Fudo".

    - No "Kazemaru" – lo corrigió el goleador - ¿Te asustó tu propia reacción ante "Fudo"?

    - ... - se tomó un momento para meditar sy respuesta - Me sorprendió... es extraño, nos hemos cambiado tantas veces y nunca ha pasado nada así.

    - Las cosas son diferentes, estaban muy cerca. – recalcó lo último. – Trata de verlo por el lado positivo, de verdad le gustas.

    - Si noté lo feliz que estaba conmigo...

    - No seas pesimista. Ustedes se quieren solo que deben hablar claramente las cosas.

    - Parece que él quiere hacer algo más que hablar... - "Kazemaru" estaba cerrado a entender razones.

    - Eso fue un accidente. No ha pasado nada más, no te rompas la cabeza por una reacción corporal. Incluso es normal querer hacer e imaginar ciertas cosas con la persona que nos gusta... Además, con lo último que me dijiste lo más probable es que tenga algo más que solo el orgullo herido por la escapada que montaste, no creo que le queden muchas ganas de hacer algo más.

    - No podré verlo a la cara nunca más... ni a "Kido". – ya más relajado ambos comenzaron a reír, no podían hacer más.

    - "Fudo" tiene suerte de tenerte, deja que las cosas entre ustedes se den natural. No te preocupes pensando en cosas que aún no han pasado.

    - Gracias "Goenji" eres un gran amigo.

    Continuará...

    EXTRA - Haruna




    Haruna estaba seriamente preocupada por los equipos, no precisamente porque están en medio de una guerra contra el futuro o por otras dimensiones, no nada de eso. La hermana menor de Kido está preocupada por la salud mental de estos chicos.

    Retrocedamos unas pocas horas para entender estos pesares.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Luego de finalizada la comida, estaban Haruna y Aki lavando los platos. Natsumi recibió una llamada de su padre y Fuyupe estaba acomodando sus pertenencias en la habitación que le correspondía del lugar.

    Las dos conversaban sobre cualquier trivialidad. Cuando a la cocina entraron ambos Midorikawas.

    - ¿Haruna? – llamó Midorikawa.

    - ¿Podemos hablar contigo? – terminó "Midorikawa"

    - Claro chicos – les regaló una sonrisa a ambos - ¿Qué necesitan?

    - Tu ropa – respondieron a la par.

    - ... - a Aki se le cayó un plato y Haruna solo se les quedó viendo sin aliento.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Luego de aquella extraña petición y conseguirles a los chicos algo de ropa de Fuyupe, porque obviamente ella no tenía otro cambio de ropa en el lugar. Haruna pidió explicaciones.

    En este momento se arrepentía de haber preguntado, pero solo los dejó ser. Hay personas que solo debemos aceptarlas como son, en lugar de tratar de entenderlas...

    Intentó no pensar en lo que esos dos peliverdes junto a Tsunami, Toramaru y Tachimukai estarían haciendo, porque ese era el combo perfecto para el desastre.

    Las chicas estaban por tomar un descanso en la sala del orfanato luego de terminar de limpiar la cocina, cuando vieron varios juguetes apilados en una esquina. Pensando que evitarían accidentes y ayudando a mantener el lugar ordenado comenzaron a acomodar los juguetes en estanterías y un baúl.

    Así las había encontrado Afuro cuando bajó a la sala.

    - ¿Necesitan ayuda? – ofreció al verlas tan atareadas.

    - Por favor. – aceptó Aki – No alcanzamos las repisas más altas y el baúl ya está lleno.

    - Un placer servir a tan encantadoras damiselas. – haciendo gala de su caballerosidad y modales, Afuro acomodó todo lo que le pidieron las chicas, que estaban encantadas de recibir algo de ayuda.

    - Muchas gracias Aphrodi. – le dijo Haruna.

    - No es ningún problema. – el rubio les regaló una sonrisa – Venía a pedirles un favor, si pueden ayudarme les agradecería.

    - ¿Qué necesitas? Aquí estamos para apoyar al equipo, más bien los equipos. – comentó con gracia Haruna.

    - A veces se nos olvida que ahora son dos, no es nuestra culpa que la mayoría de ellos sean los mismos jugadores. – se burló Aki.

    - Si es algo extraño. Agradezco ser el único yo por aquí.

    Las chicas se rieron algo nerviosas y evitaron mencionar que en alguna parte de Corea quizás estaba una copia de él.

    -Bueno cuéntanos – regresó Haruna al tema - ¿En qué podemos ayudarte?

    - Necesito una sandía... y maquillaje.

    Por segunda vez en el día, ambas chicas quedaron mudas. Por suerte ningún plato se quebró ahora.

    Les tocó llamar a Natsumi y pedirle maquillaje, por suerte la chica siempre cargaba un pequeño kit de emergencias con ella, Afuro le prometió devolverlo al día siguiente, asegurando que no gastaría muchas cosas.

    Natsumi había querido interrogarlo, pero Haruna ya con la experiencia más temprana de los Midorikawas, le rogó que no lo hiciera. Costó un poco convencerla, pero al final cedió y no preguntó nada.

    El rubio les agradeció la confianza y subió las escaleras de regreso a su habitación.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Para finalizar su día, estaban planeando el menú para el desayuno de mañana.

    -Podríamos comprar huevos y hacer un desayuno occidental. – sugirió Natsumi.

    - Eso suena delicioso. – Haruna parecía encantada con la idea.

    - Algo diferente de vez en cuando nos vendría bien a todos. – concordó Aki.

    - Creo que puedo hacer masa para pancakes, si me despierto más temprano tendré todo listo para cuando ustedes lleguen. – Fuyupe quería contribuir, sabiendo que sus tres amigas despertarían más temprano para hacer la compra.

    - Me parece perfecto, te lo encargamos Fuyupe. – le sonrió Aki y la pelilila le correspondió la sonrisa.

    Así las encontró Fudo cuando entró a la cocina. Las chicas guardaron silencio esperando que él dijera algo y luego de meditarlo unos segundos habló por fin.

    -Buenas noches. – fue el escueto saludo y pasando de largo sin esperar respuesta fue al congelador buscando hielo.

    Las chicas lo escucharon gruñir por lo bajo cuando encontró envases con comida congelada que no lo dejaban sacar la hielera.

    -Déjame ayudarte. – ofreció Haruna al ver que estaba matando con la mirada una bolsa de guisantes.

    Entre ambos sacaron lo justo y necesario para darle acceso al hielo.

    - ¿Puedo preguntar para qué necesitas el hielo? – comentó la de lentes al ver que Fudo buscaba un paño de cocina, la chica pensó que solo quería algo frío de tomar, pero eso quedó descartado.

    - No necesitas preguntarme si puedes hacer una pregunta, cuando ya la haz hecho. – Haruna no esperaba que le respondiera tirando pétalos de rosas, pero esperaba que no fuera tan... pedante – Pero si quieres saber, pues el hielo es para Kido. Se ha caído y se golpeó la cabeza.

    - ¡¿Mi hermano está bien?!

    - Creo que se está quedando algo sordo, pero estará bien cuando termine de procesar algunas cosas.

    - ¿Algunas cosas?

    - Si... - Fudo estaba por retirarse de la cocina con el hielo envuelto en un paño limpio, pero antes de salir se detuvo y le comentó a la chica – en algún momento te contará, gracias por el hielo... cuñada.

    Y con su tendencia de dejar a la gente sorprendida, Fudo salió de la cocina, no solo dejando a Haruna muda, sino también al resto de las managers que habían escuchado toda la conversación.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Las chicas habían tenido que tomar a Haruna y sentarla en uno de los sofás de la sala, porque la de lentes se había quedado viendo a la completa nada.

    -Por lo menos sigue respirando. – dijo medio en broma, medio en serio Aki.

    - Haruna, ten. – Fuyupe le puso un vaso entre las manos y no lo soltó hasta que se aseguró que la pelinegra lo sostuviera firme – Es agua, bebe un poco.

    - Me llamó cuñada... - murmuró la chica aún viendo algún punto fijo de la pared.

    - Eso dijo. – le confirmó Natsumi - ¿Estás bien?

    - Yo estoy bien...

    - ¿Estás preocupada por tu hermano? ¿Temes que esté con Fudo? – preguntó Natsumi con seriedad.

    Haruna lo medito un rato, el resto lo sintió eterno, pero finalmente dio el veredicto.

    -No estoy preocupada... de alguna manera creo que lo veía venir... Solo me tomó desprevenida. – la chica al final les sonrió, saliendo por completo de su burbuja de pensamientos.

    Iban a continuar la conversación, cuando Haisaki bajó a prisa las escaleras. Fue directo a la cocina, pasando junto a ellas e ignorándolas, se detuvo frente al congelador y al igual que Fudo un rato antes, maldijo la bolsa de guisantes.

    -Yo lo ayudo – avisó Aki, cuando vio que Haruna se iba a parar.

    Al igual que con Fudo un rato atrás, abrieron camino hacia la hielera.

    Haizaki tomó varios cubos y mientras Aki lo ayudaba buscando un paño límpio, lo comenzó a interrogar.

    - ¿Kido necesita más hielo? Fudo se llevó bastante hace poco.

    - Este no es para el Kido. – respondió el chico esperando impaciente – Es para "Fudo".

    - ¿Para "Fudo"?

    - Digamos que ha tenido un pequeño accidente con "Kido" por culpa de "Kazemaru".

    - ¿Accidente? – Aki no entendía por qué tanto misterio.

    - Créeme, no quieres saber.

    La peliverde iba a renegar, pero considerando el extraño día de peticiones que habían tenido. Prefirió no hacerlo, le haría caso a Haizaki y sería feliz viviendo en la ignorancia... así es que asintió levemente indicándole al peligris que no preguntaría más.

    Aparte de que, conociendo a los chicos, mañana todos sabrían los accidentes que ocurrieron hoy.

    -Listo, aquí tienes. – le pasó el paño con el hielo dentro.

    -Gracias. – con el recado en mano, Haisaki pegó carrera hacia arriba de las escaleras.

    Aki aprovechó para guardar de regreso las cosas al congelador y dejar la hielera a facil alcance... solo por si había más accidentados.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Todo esto nos lleva al inicio de la narrativa. Haruna estaba en su cama rememorando su día. Quizás no debería trasnocharse tratando de entender a los chicos. Ya había aceptado, que nunca los entendería... Pero su mente parecía querer recordarle todo lo que pasó hoy.

    También estaba lo que dijo Fudo, le tomó buena parte de la noche terminar de asimilar, el hecho de que Fudo Akio la llamara cuñada. No es que el chico fuera un príncipe azul, pero habría que estar ciego para no notar, como su hermano perseguía al chico y estaba muy al pendiente de él.

    Desde el FFI había notado que Kido tenía la tendencia involuntaria de "vigilar" a Fudo, para "evitar que hiciera cosas malas". Pero bastaban dos dedos de frente para saber que hace mucho Fudo dejó claro que no tenía "intereses malvados" y su hermano no había apaciguado su obsesión.

    Así es que Kido era un paranoico, que igual lo era, o gustaba de Fudo y aún no se había dado cuenta.

    Su hermano era muy listo dentro del campo de futbol, para los estudios y los problemas en general, pero lo que se refería a sentimientos sin lugar a dudas era su talón de Aquiles. Igual no es que era un completo desastre, Kido fácilmente podía entender cuando dos personas se gustaban, o si una persona X tenía interés en una persona Y... pero cuando se trataba de sus propios sentimientos, dejaba mucho que desear.

    Pero parece que Fudo fue más listo que su adorado hermano y colocó los puntos sobre las i.

    -Tengo un cuñado... - le dijo a la oscuridad de su cuarto. Al final se dijo que aquello no era malo.

    Si bien es cierto a ella no le gustaba el tipo de persona que era Fudo, también lograba entender que, si a él no le gustara su hermano de verdad, no la hubiera llamado de aquella manera.

    Pensando un poco más, comenzó a meditar en su otro hermano. "Kido" al contrario de Kido, no tenía una relación cercana con "Fudo", los chicos hablaban lo justo y necesario, eran dos compañeros de equipo nada más.

    Entonces aparecía Haizaki en la ecuación. Haruna no era tonta, tenía ese sexto sentido de reportera, que la guiaba a verdades que aún no salían a la luz.

    Si el instinto no le fallaba, a "Kido" debía gustarle Haizaki... y luego de ver como Haizaki había volado casi de un punto del comedor al otro para proteger a "Kido" de Fudo, estaba muy segura de que a su hermano de otra dimensión era correspondido.

    Pensó en ambos Kidos y al final solo sonrió, se alegraba por ellos. No hay sentimiento más llenador que el ser correspondido por la persona que quieres.

    Luego meditó un poco más y consideró que pasar mucho tiempo con Kageyama de seguro influyó mucho en su hermano. Porque parecía mucha casualidad que en dos líneas de tiempo diferentes a Kido Yuuto le gustaran chicos problemáticos, con difícil carácter, aires de grandezas y con miradas aterradoras.

    Es decir, su hermano era excéntrico, solo había que ver la capa y los googles para saberlo, pero que le gustaran chicos que casi podían compararse con demonios... pues era otro nivel de excentricidad.

    -Tal vez solo tienen complejos de domador de bestias o algo así...

    Fue lo último que razonó antes de que la invadiera el sueño. Se hizo una nota mental de tener una conversación con sus dos hermanos y la falta de confianza para contarle a ella que les gustaba un chico.

    Continuará....
  3. .
    QUOTE (Noriko Oumi @ 26/7/2020, 02:38) 
    A ver, necesito pensarlo con cuidado. Relativamente, porque ya te he comentado otras cosas, pero ajáh.

    Estoy convencida de que tus oneshot me dan vida. Tu forma de profundizar, sin exagerar en las expresiones o tendencias de los personajes, eso me encanta. Tienes una linea perfectamente dibujada entre la serie(que no es nada disimulada en cuanto al fanservice yaoi) y los fanfics.

    Estoy de acuerdo en lo de tus notas finales, y eso no es lo único que se ha visto. Es como si el Akihiro nos dijera "Tomen, pa' que jueguen, niñas", y nos da esas escenas disimuladamente yaoi pa' que nosotras las convirtamos a en AMOR. Jajajajaja.

    En fin, sólo puedo decir que tuve mucho impotencia al ver el pudor y la altivez en Nozaka, porque realmente sí es así,el reconoce que esa apuesto, y si quiere y puede, lo hace. Pero esa venganza fue tan perfecta, oculta, siniestra, casi pude ver la mirada de Fudou como si yo fuera Nozaka, y siento que esa mirada verde bosque profundo me congela y me destruye. Es tan asombroso.

    Además, AMO las apariciones que hiciste de Nishikage. Amo a Nishikage. Y a pesar de que Nozaka es un coño 'e madre, y será siempre un coño 'e madre, amo Nishikage x Nozaka.

    En fin, amo tu estilo. Eres lo máximo. ♥

    Muchas gracias, de verdad me esfuerzo por tratar de mantener lo más posible la personalidad de los personas, de verdad aprecio que se note :'3

    Disfruté MUCHO, escribir el momento en que Fudou veía a Nosaka y seguía besando a Kazemaru, hasta ahora es uno de los tantos momentos favoritos de mis historias.

    Tengo un fic en mi cuenta de wattpad de Nosaka x Nishikage, pero por varias cosas no lo continué. (me mataron las ganas)
    Pero por si te interesa creo que ya te dije mi nombre de usuario, puedes buscarla, el fic se llama No Gracias...

    Muchas gracias por leer :3
  4. .
    QUOTE (Noriko Oumi @ 26/7/2020, 23:58) 
    De hecho sí, has logrado mantener completamente el "That" de TODOS. Me encanta cómo dejas ese perfecto "Sólo coger", sin sentimientos, porque eso es básicamente lo que son ellos. Realmente también adoro esa pareja, pero verlos como un romance es muy raro. Igual que el Mansaku x Hiura, es complicado porque Mansaku no quiere perturbarlo y que nada lo perturbe, por eso hacer que lleguen a algo en difícil(irónicamente, considerando que Hiura cumple el día de San Valentin. Ajajajaja).

    En fin, sólo puedo pensar que esa fatídica noche nadie se miró a la cara, y el baño y los cuartos estuvieron completamente "ocupados", y el primero en meterse al baño fue Nishikage. Esito. Ajajajajaja.

    Estoy pensando en... el pobrecito de Hikaru, jajaja, esa vaina lo traumó, coño. No puedo dejá' de rei'me.

    Por cierto, estoy orgullosa de esa mamada, la describirse tan bien, que no me la pude imaginar dibujada, se vio demasiado realista. Dibujar eso sería un desafío.

    LO QUIERO DIBUJAR. AAAAAAAAA.

    Bueno, ajah... no sé, no soy muy buena para terminar los comentarios, alashit. Quisiera que conversemos algún día, eres demasiado cool.


    Gracias por tomarte el tiempo de comentar :3

    Esa fue una noche muy incómoda para todos ellos XD algunos lograron dormir bien y otros... digamos que no tanto.

    Este oneshot tiene una segunda parte, pero como no veo que llamara mucho la atención no lo subiré aquí. Si deseas leerlo puede buscarme en wattpad, bajo el seudónimo de SilverBullet4867IE ahí están todas las historias que hé escrito y es donde más me encuentro activa, incluso están algunas de mis redes. Me es más cómodo coversar ahí e incluso es más facil encontrar personas para hablar de inazuma.

    ... no sé que decir al resppecto de que quieras dibujar una mamada XD
  5. .
    Principal: Haizaki x Hiroto
    Leve: Fudou x Kazemaru


    No Pasó.


    .
    .
    .



    Inazuma Japón, hay tanto que se puede contar de Inazuma Japón, jugadas de futbol, problemas de trastorno de personalidad, peleas por completas estupideces, dobles sentidos del entrenador, desayunos, almuerzos, cenas, descansos... mil historias, de todo y de todos. Nadie se salva, todos tienen algún secreto que ocultar, alguna aventura de nada, un romance surgente, solo basta con agudizar el ojo y encontrarás lo que buscas.

    Pero hoy no estamos para esas historias, hoy nos centramos en un sitio diferente, no veremos a los chicos en los estadios peleando para llegar al mundial, ni las desvergonzadas situaciones que ocurren dentro de las duchas o las escapadas a otras habitaciones en medio de la noche.

    Hoy contaremos algo que "no ocurrió", un pequeño instante de toda la aventura que fue la historia de Inazuma Japón en el mundial y que todos los miembros del equipo han decidido olvidar... bueno, quizás unos cuantos de ellos falten a esa promesa, pero como esto "no pasó", no es gran problema.

    Un viaje en autobús...

    Lo que debió ser un tranquilo viaje en autobús luego de ganar el partido contra China, coronándose como los ganadores de las preliminares asiáticas, fue el momento más embarazoso que han podido vivir todos los miembros del equipo y miren que con el entrenador que tienen han pasado por varias vergüenzas...

    Tiremos ligeramente el tiempo atrás, antes de montarse al autobús para estar en sintonía.

    Aquel partido sin duda alguna sería para recordar, fue un partido honesto contra un equipo verdaderamente fuerte, de eso debería tratarse un mundial de futbol, el choque de dos equipos que entregan todo en la cancha y no la suciedad a las que les tocó enfrentarse en la cancha anteriormente.

    También salieron varios secretos a la luz, como la verdad sobre el jugador Li Hao y los planes a futuro de Chou Kinun. Pero siendo un poco conscientes, tanto China como Japón tenían el mismo objetivo salvar al futbol de las garras de la fundación Orión, se podía fácilmente perdonar el engaño.

    El silbato que indicó el final de aquel juego solo trajo el desborde de emociones en los jugadores, ambos equipos habían sobrepasado los límites de sus representantes y casi que terminaron aquel juego con la fuerza de voluntad tirando de ellos. Memorable, épico, no había palabras...

    Se reunieron en los vestuarios del estadio donde varias palabras de ánimos y celebración fueron expresadas, tenían las piernas entumecidas y los pulmones casi quemados por el esfuerzo, pero maldita sea, se sentían mejor que nunca en ese momento.

    Con los ánimos levemente calmados, los jugadores tomaron sus cosas, era hora de regresar a las instalaciones de Inazuma Japón para un merecido descanso.

    El estadio contaba con duchas para los jugadores, pero esperar por un equipo entero que se duche, se aliste, vuelva a revisar que nadie dejaba nada y por fin salieran todos del lugar era demasiado tiempo perdido.

    La concentración de Japón tenía suficientes duchas para todos y camas a poca distancia para descansar. Las únicas esperas fueron por algunas paradas técnicas al baño y las instrucciones del entrenador Kudo. Al parecer Chou Kinun necesitaba que se encargara de un papeleo o algo importante, el hombre no entró en detalles, solos les pidió mesura pues regresarían solos a las Instalaciones Japón, sería un viaje en autobús como todos los demás que han tenido.

    Chou Kinun no los acompañaría pues llevaría al equipo de su país natal a comer para animarlos luego de la derrota contra Japón.

    Bien, podían hacer eso. Tenían un cómodo autobús funcional que los llevaba y traía en cada partido. Los entrenadores y el mismo equipo eran conscientes de que una que otra pelea podría llegar a acontecer o alguna inocente bromita tonta. Por lo que el entrenador chino dejó planificada una película para el camino, el autobús era moderno e incluía pantallas cada cierta cantidad de asientos en el centro del corredor, con suerte un poco de entretenimiento audiovisual mantendría en sus lugares a todos los jóvenes.

    Superando las expectativas, entraron ordenadamente al autobús y tomaron asiento tranquilamente. Kazemaru contó la cantidad de cabezas dentro del vehículo y al confirmar que no faltaba nadie le dio la señal a Endou para que avisara al conductor, ya podía partir.

    La película comenzó y nadie prestó realmente atención a los títulos ni al inicio. Antes de comenzar el viaje el conductor había dejado el control universal de todos los televisores en manos de Asuto para que ajustara el volumen, pero como dije, nadie estaba realmente enfocado en la película.

    Varios cayeron dormidos a pocos minutos de comenzar el viaje, no se les podía culpar luego de semejante partido. Entre aquellos se encontraban los tres porteros del equipo, Iwato que luego de meterse una montaña de chucherías cayó en esos sueños que dan por bajón de azúcar, Sakanoue y las managers.

    Otros tantos como Mansaku, Kirina, Asuto, Goujin, Tatsuya, Nosaka, Nishikage e Ichihoshi veían la película, sea por falta de algo mejor que hacer, curiosidad o verdadero interés, el título no les sonaba de nada.

    Otros pocos iban concentrados en sus cosas más, díganse Fubuki y Kazemaru.

    Por último, tenemos a tres chicos de difícil carácter con tantos ánimos de convivir con sus compañeros que se colocaron sus audífonos y se metieron en la música que tenían sus teléfonos.

    Sí, aquello prometía ser un viaje tranquilo y sin ningún problema.

    Hablemos un poco de los asientos, de derecha a izquierda, siendo dos filas de asientos separadas por un pasillo.

    Tenemos en los primeros puestos a Endo y Sakanoue profundamente dormidos y llevando una sintonía de ronquidos, junto a ellos después del pasillo Anna y Ootani descansaban aún con el ruido de los asientos de al lado.

    Segunda fila y tenemos a Asuto junto a Goujin, continuos a ellos Mansaku y Hiura.

    Tercera fila un puesto vacío y Nishikage, separado por el pasillo de Nosaka e Ichihoshi. El portero lo admitía, estaba algo celoso de aquello.

    Cuarta final Fubuki junto a la ventana con dos asientos para su comodidad, al otro lado Saginuma con Iwato.

    Quinta fila y encontramos a Fudou con Kazemaru continuos a Tatsuya.

    Y por último, Hiroto y Haizaki sentados tras los asientos del lado del pelirrojo.

    El viaje iba tranquilo y la película hasta cierto punto era entretenida, todo estaba en calma hasta que cierta situación no apta para menores comenzó a crearse.

    -¡Ah! – la exclamación abochornada de Asuto fue el foco de atención que logró que todos los que se habían distraído de la pantalla o no les interesó ver desde un principio, dirigieran su atención al filme. Cuando menos lo esperaban una azafata estaba realizándole cierto trabajo de rodillas al tipo italiano...

    Varios rostros sonrojados, tomaron lugar, muchos cubrieron sus ojos otros miraron incómodos en cualquier dirección, eso pasaría rápido muy probablemente, era normal en las películas actuales contenido algo subido de tono, sería cosa de esperar un poco...

    Y sí, con la espera parece que la cosa se calmó, pero no por eso el tipo de escenas. A cada momento era más fuerte y explícito todo.

    - ¿Podrían quitar eso? Por favor... - pidió Kazemaru asqueado, eso era pornografía haciéndose pasar por película casi.

    - ¿Muy fuerte para el niño bueno? – se burló Fudou a su lado, se había quitado los audífonos y comenzó a prestar a tención cuando vio sangre correr en la pantalla.

    Kazemaru solo lo mató con la mirada.

    Varios asientos más adelante Asuto presionaba cada botón que tenía el control, pero nada pasaba.

    -¡Asuto, dame eso! ¡Voy a quitar esa película! – Mansaku a su lado estaba que ahorcaba al entrenador, había utilizado su gorra para cubrirle los ojos a Hiura.

    En lugar detener o quitar la película le subió el volumen sin querer y ahora se escuchaba más claramente los gemidos que salían de la pantalla. Kirina saltó en su asiento tratando de ayudar, pero terminó peleando el control remoto con los otros dos hasta que salió volando.

    El aparatito se estrelló contra el piso del autobús desarmándose, el volumen en todo su esplendor y una posiblemente escena BDSM a punto de desarrollarse en pantalla. Los tres responsables saltaron de su asiento para tratar de arreglar el desastre con las baterías rodando en todas direcciones.

    Nosaka veía fijamente la pantalla no perdiéndose un solo detalle de nada, a su lado Hikaru estaba vuelto un semáforo en luz roja brillante, cubriendo sus virginales ojos; Nishikage pasaba su mirada de la pantalla al emperador, aparte del bochorno por lo que acontecía en pantalla, Yuuma se veía imperturbable, no sonrojos, no incomodidad, no nada... como si viera el reporte del clima, mientras que él trataba de no ahogarse con su saliva por el descaro demostrado... los italianos no conocían el decoro o pudor.

    Kazemaru peleaba avergonzado contra un Fudou de los más divertido. El rebelde iba narrándole lo que acontecía en pantalla ya que el defensa se negaba a ver el televisor.

    Tatsuya no sabía ni dónde meter la cabeza, hasta que unos leves toques en su hombro llamaron su atención.

    - ¿Los quieres? – Hiroto le ofrecía sus audífonos asomado por sobre el asiento.

    - ¿No los necesitas? – Tatsuya aceptaría cualquier cosa que bloqueara sus sentidos de aquella pantalla en este momento, pero no quería utilizarlos él y que Hiroto quedara con semejante espectáculo.

    - Creo que puedo soportar esa película mejor que tú, no te preocupes. – volvió a extender los audífonos a su casi hermano y Tatsuya se notaba indeciso, pasaba la vista desde la salvación a sus oídos al rostro de su hermano, estaba acostumbrado a sacrificarse él para ceder ante los caprichos de Hiroto, pero hoy realmente quería ser egoísta y censurar el mundo un rato.

    Un gemido poco más alto que todos los anteriores y Tatsuya tomó los audífonos, si el peligrís decía que estaría bien le creería. Se colocó los casquitos, puso música y por casualidad vio un antifaz de esos que cubren los ojos para dormir. No sabía quién de sus compañeros lo había olvidado ahí, pero lo devolvería más tarde.

    Kira regresó a su asiento tranquilamente, mientras a su lado Haizaki tenía puesto sus propios audífonos y se concentraba en mirar por la ventana. Tenía un leve sonrojo en las mejillas muestra de que también estaba algo abochornado, pero honestamente estaba mucho más tranquilo que todo el resto del autobús.

    La película pareció volver a la normalidad por breve periodo de tiempo, pero honestamente los protagonistas parecían dos bombas sexuales de tiempo a punto de estallar... y no se equivocó

    .

    .

    .

    Haizaki a cada momento aumentaba el volumen del teléfono, porque no importa qué canción sonara igual se llegaban a filtrar otros sonidos. Giró la mirada a su compañero de asiento quien veía la pantalla, Hiroto hasta aburrido parecía, aún escuchando aquellos sonidos miró al televisor, sea por morbo, curiosidad o sus hormonas levemente alteradas por la situación. Inmediatamente apartó la vista escandalizado...

    - ¿Cómo puedes ver eso? – le recriminó al ojirosa a su lado.

    - ¿Qué tiene? Ni que fuera la gran cosa. – un tic se hizo presente en el rostro del demonio...

    - Eres un desvergonzado.

    - No lo soy. – Kira le regaló una de sus sonrisas, de esas que sabes que no auguran nada buen – Hay peores que yo.

    Un leve movimiento de cabeza le señaló algo que demostraba su punto, por instinto o porque confiaba en su amigo; aunque se negara a admitirlo en voz alta; siguió la dirección señalada.

    Diagonal a ellos se encontraban Fudou y Kazemaru peleando como siempre.

    - ¿Están discutiendo? Nada fuera de lo usual, sigues siendo peor que ellos.

    - Mira bien. – enfatizó Hiroto, molesto por el despiste del demonio.

    Haizaki se inclinó un poco más sobre el asiento de Hiroto tratando de conseguir una mejor vista, porque parece que había algo que se estaba perdiendo.

    Parecía una pelea usual de esos dos, Fudou molestaba a Kazemaru y este último trataba de alejarlo, iba de decirle al dios goleador que se buscara gafas porque aquello no era nada, hasta que notó cierto movimiento extraño...

    Había una chaqueta sobre el regazo del defensa, Kazemaru estaba rojo sosteniendo la mano de Fudou que se perdía bajo la chaqueta anteriormente mencionada, el defensa trataba de alejarlo, pero la sonrisa del solitario de rebelde era la cereza del pastel en ese cuadro...

    Haizaki pegó un brinco regresando a su posición cual resorte, con el color de su piel morena no era tan notorio el sonrojo que tomó lugar en sus mejillas, pero para la cercanía que tenían en el momento fue fácil de distinguir para Kira.

    - ¿Por qué diablos me dices que vea eso? – gritó entre susurros Haizaki, no queriendo llamar la atención de nadie más.

    - Me llamaste desvergonzado, yo solo me defendí. – el dios goleador se encogió de hombros como si aquello no fuera la gran cosa.

    -Tch... - chistó fastidiado, giró el rostro hacia la ventana ignorando de nueva cuenta a su compañero de asiento. Suficiente era con la película para ahora sumarle a su cabeza la imagen de Fudou queriendo... pobre Kazemaru...

    Negó varias veces con la cabeza tratando de quitarse la imagen mental, maldecía a Hiroto por hacerlo ver aquello.

    -Sigues siendo peor que Fudou. - dictaminó Haizaki con rostro pagado al vidrio de la ventana la leve sensación de frío que recibía lo relajó bastante, solo cerraría los ojos y se reventaría los tímpanos con música el resto del camino.

    Ese era el plan, hasta que sintió los auriculares ser jalados fuera de sus oídos.

    - ¡¿Qué te...?! - volteó furioso dispuesto a reclamarle al obvio culpable, pero las palabras se le atoraron en la garganta cuando Kira Hiroto se montó sobre él.

    - ¿Quieres que sea peor que Fudou? – la sonrisa de Hiroto le causó un escalofrío, el idiota frente a él tenía cara de estar dispuesto a cumplir con cualquier locura que se le pasara por la cabeza en este momento – Puedo serlo...

    Kira no le dio tiempo de quejarse, negarse, aceptar o maldecirlo, arremetió contra los labios del demonio sin pensárselo dos veces, mejor aprovechar la estupefacción antes de que reaccionara y lo lanzara lejos.

    Hiroto se abrazó al cuello de Haizaki para mayor control de la situación y presionó sus piernas a los costados del goleador de ojos rojos. Estaba cubierto bajo el sonido de la película y la desmesurada cogida que se estaban dando los protagonistas en un jate.

    Eran los últimos en el autobús y todos los miembros del equipo parecían demasiado ocupados tratando de evitar la pantalla de la televisión como para notar cualquier cosa que aconteciera con ellos.

    Su primer instinto fue separar al cabello de estropajo de él, pero cuando sus manos se posaron en la cintura del que actualmente invadía su boca, en lugar de alejarlo lo acercó más.

    ¿Qué quieren que les diga?

    Había básicamente una película porno de fondo, con la tipa retorciéndose y gritando por cada penetración y pose nueva que daba el italiano, el morbo de eso ya había hecho mella en su cuerpo. Pero aún podía ignorarse el leve cosquilleo que sentía en su parte baja, por eso el frío en la ventana se le había hecho tan agradable hace un momento, en contraste con su cuerpo que se había calentado por la maldita película.

    Ver a Fudou tratando de meterle mano a Kazemaru solo lo había encendido más y no vengan a decirle que es un mirón pervertido. Joder, que él no era de piedra. Estaba en todo su apogeo juvenil, a esta edad el apetito sexual no necesitaba mucho estímulo para ser detonado.

    Y con Kira devorándole la boca con la misma maestría que anteriormente le había demostrado pues ya fue mucho para su de por sí, poco autocontrol.

    Retiró una de sus manos de la cintura del dios goleador para hundirla en los enredados mechones de su compañero, haló con algo de fuerza provocando un jadeo del ojirosado; aprovechando la momentánea separación para hincar sus dientes en el labio inferior de Kira, sin llegar a lastimarlo, pero dejando en claro que no le daría el control total de este juego.

    Hiroto más que molesto pareció disfrutar de su amenaza. Le sonrió en respuesta cuando lo soltó.

    Volvieron a besarse con más ímpetu que antes, sus bocas danzaban con deseo y sus cabezas acompañaban aquel baile cambiando constantemente de posición para mayor disfrute de ambos.

    El autobús saltó un bache separando a los goleadores de su actividad, Kira dio un brinco en su regazo cayendo justo sobre el bulto entre sus piernas. El ojirosado retuvo un gemido mordiéndose el labio para disfrute de Haizaki, estaban cubiertos con todo el ruido de fondo, pero mejor evitar llamar la atención.

    -Parece que te ha gustado. – le susurró el de tes clara, tenía ligeramente agitada la respiración y el sonrojo fuertemente marcado en la cara, pero la sonrisa petulante no la perdía.

    - Cállate.

    Sus labios se encontraron nuevamente peleando por dominar al otro, sin dar tregua o descanso para respirar, apenas tenían tiempo de tomar una bocanada de aire porque ninguno de los dos cedería ante el otro. Hiroto se sostuvo del asiento de Haizaki para tener algo de estabilidad, mientras que Ryouhei pasea sin pudor sus manos por su cuerpo.

    Las manos le picaban exigiendo más contacto por lo que siguiendo sus bajos instintos e importándole poco estar comiéndose la boca del hermano de Tatsuya, que por cierto estaba en el asiento de en frente completamente ignorante a esto, llevó sus manos a las posaderas de su compañero.

    Apretó los dos cachetes logrando que se apegara más a su boca evitando que cualquier sonido escapara. Pero Kira no es de los que se acobarda, si antes estaba sentado sobre Haizaki, ahora estaba levemente alzado permitiéndole mayor acceso a las manos del demonio.

    El de largos cabellos aprovechó para pasearse por los muslos a su disposición, subió y bajó deslizándose con calma mientras apretaba en algunas ocasiones, no quería quitarle ninguna prenda al otro por más tentadora que sonara la idea de buscar contacto más directo, pero para su suerte, Kira llevaba puesto aún el short que utilizaron para el partido, en lugar del pantalón buso que solía tener el equipo.

    Adentró su mano por en medio de la suelta tela del short, Kira estaba frío o él muy caliente, pues el contacto directo de su mano con los muslos del otro goleador dio reacción inmediata, la leve rugosidad que sintió sin duda era Hiroto erizándose a su toque. Subiendo con calma por los muslos el cuerpo sobre el suyo tembló ligeramente cuando llegó a lo que quería, comenzó a jugar con el elástico de la ropa interior del que tenía el rayo.

    El ojirosado se separó de él, un leve temblor se hizo presente en los labios de Kira, señal innegable de lo excitado que se encontraba.

    -Saca las manos. – exigió.

    - No. – Haizaki le dio vuelta al marcador, adentrándose bajo el elástico de la topa interior, ambas manos apretando cada nalga con la idea de dejar marcada la blanca piel que tenía oculta.

    No solo la fuerza al ser descaradamente tocado sino la presión extra que se creó en su falo por el tirón que dio su bóxer, Kira se encogió temblando mientras mordía su antebrazo evitando jadear de placer... Maldito Haizaki que sabía cómo tocarlo.

    No era la primera vez en la que llegaban a algo así, es más, esta hasta parecía inocente en comparación a su primer encuentro. Cuando expulsaron a Kidou del equipo inculpándolo de utilizar pastillas para dopaje.

    Sí, ese día Haizaki perdió los nervios, la cabeza y el temperamento.

    ¿Quién lidió con él?

    Kira Hiroto, su compañero de habitación.

    ¿Cómo logró calmarlo?

    Esa es historia para otro día...

    Haizaki seguía en su labor de torturar los cachetes que tenía a mano mientras el de mechas trataba de no derretirse.

    Era sorprendente lo que podía llegar a aumentar el lívido por hacer algo así en público. El miedo de ser descubiertos se entremezclaba con el placer que sentía solo encendiendo más su cuerpo, él no solía ser tan sensible... que le agarraran el culo no representaba gran problema, pero no estaba ni a un metro de su casi hermano y Haizaki lo estaba tocando sin pudor alguno. Eso solo lo hacía querer más, quería ser más osado, quería más peligro, quería... él quería...

    - Para. – exigió presionando los hombros de su torturador.

    - No quiero. – volvió a apretar sus nalgas.

    - ¡Cabrón! – jadeo por lo bajo, vio su propio aliento en forma de un leve vaho. Fue en ese momento que notó que afuera llovía, las gotitas pegaban contra la ventana creando una diferencia de temperatura entre el interior y el exterior, la ventana estaba empañada. Eso lo explicaba, él estaba tan caliente que su cuerpo no iba acorde a la temperatura dentro del autobús.

    Desesperado por detener la acción tomó de los brazos a Haizaki pausando sus acciones momentáneamente. Luchó por recuperar el aliento tratando de que sus inhalaciones no fueran demasiado fuertes, por suerte estaba escuchando disparos desde la película y quedaba oculto todo lo que él dijera.

    El demonio se apiadó del dios y retiró sus manos dando una leve caria a sus muslos mientras las sacaba de debajo de su ropa. Hiroto volvió a sentarse sobre Haizaki

    -Mi turno. – dijo Kira, extrañando al ojirojo.

    Se bajó de su regazo y se reacomodó en su asiento, ingenuamente el de tes morena creyó que ese era el fin del capricho que le dio a Kira, porque sí, eso no era nada más que un capricho que le dio al goleador del rayo. Entre ellos no había sentimientos, no románticos por lo menos. Eran amigos, se comprendían bien y sus estilos de futbol se complementaban de maravilla, como dijeron una vez ellos estaban bien sincronizados.

    Se podían mentar la madre de la noche a la mañana y serían los primeros en tenderle una mano al otro si lo necesitaba, cada uno tenía su propio guía, la persona que los mantenía bien enfocados, Kidou Yuuto y Kiyama Tatsuya respectivamente; pero entre ellos la cosa era diferente, era tener un cómplice, no un profesor o un hermano mayor.

    Por así decirlo, "si uno llegara a matar a alguien y necesitar ayuda", el otro respondería: " ¿De qué tamaño es el cadáver?".

    Eran cómplices, amigos, rivales y por qué no agregar compañeros de cama. A falta de pareja y sentimientos románticos, podían ayudarse mutuamente con "las ganas" cuando fuese necesario y verse al día siguiente como si nada continuando con sus peleas estúpidas.

    Por perderse en sus pensamientos, pasó por alto que el ojirosa se bajó del asiento y apiñándose en el reducido espacio que había, quedó arrodillado frente a él.

    - ¿Qué rayos haces? – reprochó tomándolo por los hombros y tratando de sacar a Kira de ahí.

    - Hay que bajar esto antes de llegar. – señaló el bulto sobresaliente entre las piernas de Ryouhei.

    - ¡No, tú no tienes que hacer nada, sal de ahí! – volvió a gritarle en un susurro. Ahora sí se encontraba nervioso, comenzó a entender la advertencia que le había dado... Puto Hiroto.

    Forcejearon un rato, de forma milagrosa sin despertar a Tatsuya con las sacudidas que estaban dando.

    Kira ya cansado de la falta de cooperación de Haizaki, fue a por todas... literalmente.

    Haizaki dejó de pelear con el pelo de estropajo por la corriente que pasó de su pene hasta el último cabello de su cabeza. Apretó los dientes negándose a dejar salir el jadeo placentero que buscaba su camino por su garganta.

    Hiroto succionaba por sobre su pantalón humedeciendo la zona cubierta, el roce de la tela mojada contra la sensible área lo hizo perderse por un momento.

    Liberó sin querer al dios, quien ni corto ni perezoso aprovechó para bajar el pantalón e interiores del demonio. Hubo un pequeño instante en el que rosa y rojo chocaron, las respiraciones de ambos estaban agitadas, sabían lo que iba a pasar, sabían que no deberían estar haciendo aquello ahí, sabían que cualquiera podría descubrirlos, pero por la mierda que a ninguno le importaba.

    Incapaz de sostenerle la mirada a Kira que mostraba gula ante el trozo de carne que tenía frente a él, giró la mirada en otra dirección... error...

    Olvidó por completo que había otras dos personas cometiendo actos que no deberían dentro de ese autobús, aparte de ellos.

    Kazemaru estaba encogido sobre sí mismo, ocultándose en el cuello del rebelde, Fudou parecía estarle diciendo cosas al oído mientras su brazo realizaba cierto movimiento hacia arriba y abajo. La mano siempre oculta bajo aquella chaqueta del equipo que disimulaba apenas lo que realmente hacía el rebelde con el defensa, no podía ver su rostro, pero desde su lugar notaba el intenso rojo en la oreja del peliceleste.

    -¡Ah! – casi se ahogó con aquella exclamación, el aire se le cortó a medio paso hacia sus pulmones. Hiroto aprovechó su distracción para engullir su miembro. El interior caliente y húmedo de la boca de Kira fue un deleite ante el frío dentro del autobús, producto de la lluvia en el exterior – Bastardo. – gruñó apenas fue cazas de respirar.

    Aún con su miembro en la boca, los iris rosados le regresaron la mirada, se estaba burlando de él, lo sabía y para continuar con su travesura, succionó la parte más sensible de su cuerpo.

    -Oh~

    Apretó los dientes no dispuesto a dejar que otro sonido escapara de su garganta, el desgraciado que tenía entre las piernas ya bastante se estaba burlando, no le daría el gusto de escucharlo.

    Para mayor comodidad Hiroto apoyó sus manos en los muslos del goleador demoniaco, comenzó un lento vaivén subiendo y bajando, no hacía más que eso de a momento solo dejaba toda la extensión húmeda permitiendo un deslice más fácil a cada momento.

    Sabía que Haizaki estaba enfurruñado y se aguantaba dejar salir algún sonido que demostrara que eso le gustaba y lo prendía tanto como a él mismo.

    ¿Se acordaría Haizaki que seguían en el autobús con todo el equipo? Bueno... hora de comprobarlo. Esperaba que ese gritón demonio mantuviera la boca cerrada.

    Liberó el húmedo pene de Haizaki, un hilito de saliva unía su boca con el duro trozo de carne. Se deleitó viendo las leves sacudidas que daba, imaginando que por frío del lugar más la capa de humedad que él se encargó de proporcionar sería una tortura para el demonio.

    Con su mano derecha tomó entre sus dedos lo que anteriormente estaba en su boca, con un lento movimiento de muñeca masturbó a su compañero a la par que bajaba su boca más al sur del pene que atendía.

    Regaló una larga y lenta lamida por el escroto del demonio justo en medio de las dos bolas hinchadas y una sonrisa de orgullo brotó de sus labios cuando escuchó un leve – Mgh~

    Ya sin la parsimonia lentitud comenzó a repartir rápidas y cortas lamidas por la zona al tiempo que aumentaba la velocidad de su mano. Disfrutó el momento en que las manos de Haizaki se anclaron al asiento, sabía que ya no pensaba detenerlo porque sería un verdadero infierno parar en este momento.

    Pero Hiroto tampoco es considerado un dios muy benevolente, volvió a bajar el ritmo de las caricias y detuvo las lamidas. Solo un momento, quería ver la cara de frustración que pondría Haizaki, por cortarlo en tan buen momento.

    Esperó... estaba esperando la señal... y justo cuando el demonio abrió la boca, Hiroto engulló uno de sus testículos y con su mano apretó el miembro erecto. Sin llegar a lastimarlo, pero sabiendo que conseguiría una reacción por la brusca acción.

    -¡Mierda! – Haizaki se encogió un poco casi pegando su frente contra la cabeza de Hiroto, un temblor como resultado de todo lo que le estaban haciendo acompañó la maldición.

    Con aquella bolita que cargaba el esperma esperando a ser liberado Hiroto jugueteó con su lengua por el contorno, aquella piel no era la más agradable de sentir que podía tener el cuerpo humano, pero no era nada que no pueda soportar.

    Siguió con los movimientos sobre el pene de Haizaki, intercalaba leves presiones con movimientos suaves a un movimiento rápido. Mientras se entretenía pasando de un testículo al otro con su lengua.

    Lo estaba torturando, lo sabía, él no estaba mejor. El ego se le inflaba viendo como el otro se retorcía ante su toque aumentando su propia excitación. Calculando el tiempo que debía quedarles de camino, decidió que no podía seguir jugueteando mucho rato más con Haizaki de esta forma o tendrían problemas en la llegada a las instalaciones.

    Volvió a tragar aquel falo y se concentró en la punta, succionando con fuerza únicamente el glande y con sus dedos subía y bajaba el prepucio de su amigo. Usaba su lengua para para recorrer en círculo la punta, sabía que eso sería el cielo y el infierno.

    Haizaki llevó sus manos a la cabeza de enredados mechones y fue el turno de Hiroto para jadear por el brusco tirón que le dio a su cabello.

    Maldito desgraciado que sabía que le gustaba el trato brusco.

    Alejó su mano para volver a dedicarse exclusivamente con su boca al placer del demonio. Apretó ambos muslos para darse fuerza y comenzó a subir y bajar, de a poco aceleraba el ritmo y cuando sentía que Haizaki comenzaba a retorcerse paraba... y daba suaves lamidas para volver a iniciar.

    Subía y se concentraba en la punta del pene, le daba suaves caricias con su lengua y cambiaba succionándolo con ímpetu.

    Notó la inquietud en su compañero según movía las piernas o presionaba sus mechones.

    Hace rato su boca estaba a rebosar en líquido preseminal, ya no estaba seguro si por la comisura de sus labios escurría lo que producía Haizaki o su propia baba, no pensaba darle importancia en ese momento. Solo se dedicaba a mantener el movimiento inconstante de su boca. Sería tan fácil hacerlo venirse, pero prefería posponer el momento con el cambio de ritmo, una placentera tortura.

    Abrió uno de sus rosados iris para regalarle una rápida mirada a la persona a la que con devoción le estaba realizando una mamada. Haizaki tenía los párpados fuertemente cerrados y presionaba sus labios fuertemente presionados.

    Si estaba respirando o no, no lograba decirlo con certeza. Soltó el miembro que tenía en la boca para regalar una larga lamida antes de volver a engullirlo. Pensaba torturarlo un rato más, pero Haizaki no tenía ganas de seguir jugando al son del dios goleador.

    -Hijo de puta. – le susurró antes de reafirmar su agarre en su cabeza y comenzar a llevar el ritmo de la felación.

    Kira no hizo nada para poner resistencia, dejó que Haizaki penetrara su boca como mejor le pareciera, esto era lo que él quería. Las malas palabras, el toque brusco, que no pensara en él y lo trataran sin cuidado.

    Se estaba ahogando con el miembro de Haizaki en su boca y aquello solo lo prendía más. Soltaba leves gemidos acallados por el miembro en su cavidad, con cada estocada iba más profundo en su garganta, tuvo arcadas y la falta de aire no lo ayudaba. Lágrimas corrían por sus mejillas no sabiendo si por el sofoco o el placer, no podría importarle menos en el momento, su cabeza daba vueltas de lo bien que se sentía.

    Tenía los oídos tapados por el aire que no encontraba un curso de salida, pero aún así logro escuchar los leves jadeos que estaba soltando Haizaki.

    El demonio estaba cerca de terminar y él estaba ansioso de recibirlo.

    -¡Tch! – fue la única señal del final con el cuerpo tenso, Haizaki se enterró en él sin permitirle apartarse, las arcadas empeoraron cuando sintió el glande chocar contra su uvula y el espeso líquido chocar contra su garganta.

    -¡Mgh! – fue todo lo que se llegó a entender cuando retuvo las ganas de vomitar.

    Después de aquella placentera explosión, la calma volvió a ellos. Haizaki se forzaba a normalizar su respiración, mientras que Hiroto soltaba el flácido miembro liberado.

    Un ataque de tos invadió al goleador del rayo al tratar de recuperar el aire. El sabor salado que tenía en la boca le picaba un poco la garganta, pero no se quejaría cuando él fue el propiciador de la anterior actividad.

    Haizaki se acomodó la ropa y Hiroto regresó a su asiento.

    Los vestigios de su actividad recorrían el cuerpo de los involucrados, habían disfrutado eso más de lo que les gustaría dimitir.

    - Puto loco. – le agradeció Haizaki una vez más calmado.

    - De nada, cuando quieras repetir me avisas. – respondió orgulloso.

    ¿Lo disfrutaron? Por supuesto, pero admitirlo ante el otro era una historia diferente.

    Hiroto le pasó el teléfono con los audífonos que inicialmente había apartado de él y Haizaki agradeció pasándole uno de los auriculares.

    Como dos buenos amigos que no habían tenido un encuentro íntimo hace apenas un minuto, terminaron el viaje hablando sobre los gustos musicales de ambos.

    La película de la discordia aún no terminaba, pero a este punto era lo que menos les importaba a ambos.

    Llegaron a la residencia y el autobús no había terminado de abrir las puertas cuando Kazemaru Ichirouta salió corriendo fuera del vehículo para extrañeza de todo el equipo... menos para el causante de eso y los dos peligrises.

    Endou bajó preocupado persiguiendo a su amigo, seguido por Sakanoue, las managers bajaron con prisas corriendo bajo la lluvia buscando el techo, los chicos del Inakuni Raimon también bajaron a prisa no queriendo estar un minuto más ahí y asumiendo que el defensa de coleta escapaba luego del incómodo momento por la película.

    Nosaka bajaba tranquilamente diciendo que disfrutó el filme, Ichihoshi quería llorar, mantenía su camiseta hacia abajo tratando de cubrir la incómoda situación que tenía entre las piernas, Nishikage iba tras el dúo casi pálido después de todo lo visto.

    Fubuki bajó molesto luego del horrible momento de tener esa película de fondo.

    Otros tantos que habían dormido durante el viaje milagrosamente no entendían las extrañas acciones de varios que casi parecían haber visto un fantasma.

    Fudou parecía estarse tomando su tiempo, esperando a que los demás desalojaran del vehículo para él bajar con calma.

    -Hiroto, muchas gracias. – Tatsuya le regresó sus audífonos sinceramente agradecido por no tener que ver ni escuchar nada de lo que pasó en el bus con la película.

    - Por nada.

    El pelirrojo bajó tranquilamente y Haizaki lo siguió alegando que necesitaba una ducha. Hiroto aún tenía cierto problema en sus piernas, ya que él no pudo atenderse por estar ocupado en el demonio. Solo necesitaba un rato y podría bajar con calma o tal vez correr bajo la lluvia para que el frío lo ayudara con su problema.

    Aprovechó que Fudou seguía esperando en su asiento para molestarlo.

    - Kazemaru va a matarte, deberías dormir con un ojo abierto hoy.

    Akio no pareció sorprenderse por aquello.

    - ¿Eh? – Fudou lo volteó a ver divertido - Podría decir lo mismo, ten cuidado con los demonios o terminarás ahogándote alguna noche.

    Hiroto rio entendiendo la advertencia y doble sentido de aquella frase.

    Un rato después el solitario rebelde y el dios goleador abandonaban el vehículo rumbo a las instalaciones.

    Para muchos del equipo ese era un viaje que desearían olvidar con todas sus fuerzas, hacer como si aquello "no pasó", sería lo mejor para los más jóvenes e inocentes, pero para otros fue una experiencia bastante... gratificante. Sin duda un momento que "no ocurrió", digno de recordar.

    Fin????


    Me cuesta muchísimo ver a Haizaki y Hiroto como pareja, es que me encantan como amigos. No me molesta shippearlos, porque son shippeables, pero no sé en preferencia me cuesta bastante imaginarlos en plan romántico sin que pierdan los caracteres tan fuertes que ambos se cargan.

    Por eso esto no está hecho como una historia romántica. Aquí no hay romance, no hay amor o cualquier sentimiento derivado.

    Netamente es apetito sexual.

    Espero que disfrutaran de la historia y nos leemos en mi próxima invención.

    No olviden dejar sus opiniones, creo que logré mantener la personalidad de estos dos, pero realmente ellos no son mi fuerte.

    Bye, bye <3
  6. .
    Basado en los capítulos 11 y 13 de Inazuma Eleven Orion no Kokuin.

    .

    .

    .



    El equipo de Inazuma Japón estaba reunido en el campo bajo techo del que disponía el complejo, era de noche, pero no debían bajar la guardia. Mañana se jugaría un importante partido contra Arabia Saudita y debían estar preparados para todo.

    - ¿Qué tipo de entrenamiento haremos, Nosaka? – preguntó Asuto ansioso por comenzar el entrenamiento, ese niño era una carga de energía inagotable a su parecer.

    - En el partido que jugaremos mañana contra Arabia Saudita, también habrán miembros de Orion al parecer. Por los partidos que hemos tenido hasta ahora, es de esperar que harán juego sucio. – comenzó a explicar el emperador para todos – Es por eso que sugiero un entrenamiento para evitar sus jugadas.

    Tras Nosaka se encontraban dos extensas cajas formando un pequeño corredor, desde que entraron al campo sintió curiosidad por ellas, sus instintos ya estaban acostumbrados a los métodos poco usuales de entrenamiento que se solían practicar con el entrenador Chou Kinun. Agradecía que el Instituto Imperial fuera más tradicional, porque si eso vivían diario los del Raimon no se imaginaba cómo más de uno no ha perdido algún tornillo.

    Una explicación demostrativa por parte de la actual cabecilla del grupo fue todo lo que se necesitó para comenzar a entrenar. Saltando la parte en la que Goujin terminó mal herido e ignorado completamente por Nishikage, encargado de detener las máquinas. Si le preguntan a él, juraría a fuego que Nosaka omitió a propósito informarles que la máquina aumentaba la velocidad después de un tiempo.

    Para el resto aquello no fue gran cosa, Kazemaru las saltaba con su grácil habilidad, Endo siendo el portero igual cumplió con el entrenamiento realizando raros movimientos, por alguna razón desconocida Haizaki y Hiroto hicieron juntos el entrenamiento y nadie estaba seguro de si esquivaban los pies o los golpes del otro, Fubuki fue otro de los destacados en aquella tarea con un desplazamiento innato, por supuesto que él no se quedó atrás.

    Unas cuantas rondas después se realizó un pequeño descanso, las managers tenían bebidas y aperitivos para todos, eran las diez de la noche y no debían de extender mucho más aquel entrenamiento. Al final, parte de mantener al equipo en buenas condiciones era el descanso, una buena noche de sueño antes del partido también era importante.

    En medio de las burlas hacia Goujin y su actualmente desfigurado rostro, Nosaka aprovechó la distracción para hablar con dos miembros del equipo.

    - ¿Es una orden imperial del emperador?

    - ¿Cómo planeas utilizarnos?

    Kazemaru y Fubuki no dudaron en acatar cualquier orden o capricho que diera Nosaka, además todo lo que ha hecho hasta ahora ha sido para beneficio del propio equipo.

    En aquel momento no le dio mucha importancia a ese llamado, después de todo si Nosaka lo requería como pieza clave en algún otro partido él también aceptaría, era como una norma general no escrita pero sobreentendida entre todos.

    Al final el resto de los miembros del equipo se retiraron dejando a unos pocos bajo el cargo de Yuuma y su entrenamiento especial para aquellos que serían la clave del próximo partido. Por supuesto que en todo ese tiempo Ichihoshi; la actual fuente de problemas; no hizo acto de presencia en ningún momento y aquello no podía llegar a importarle menos.

    ...............(*)...............



    Abrió los ojos con fastidio, el reloj marcaba la 1:57 am y los ronquidos de su compañero de cuarto no lo dejaban conciliar el sueño.

    Dio varias vueltas en su cama, cambio su posición por una más cómoda, se destapaba con la sábana, le daba frío y se arropaba de nueva cuenta, incluso llegó al punto de cubrirse los oídos con la almohada cual avestruz tratando de crear una barrera anti ronquidos, pero aquello no estaba rindiendo frutos y por minuto que pasaba la idea de asfixiar a su compañero de cuarto se hacía más tentadora, le dio una última mirada a la almohada que llegaría a ser el arma homicida si se decidía por cumplir su idea, pero desistió a último minuto pues sería el principal sospechoso en caso de un deceso...

    Resignado a tener que calmarse por su cuenta o Inazuma Japón amanecería con un jugador menos, salió del cuarto rumbo a la cocina, tomaría leche o algo que lo relajara y trataría de volver a dormir... en el peor de los casos utilizaría algún sofá de las pequeñas salitas que tenía el complejo como cama.

    Salió del cuarto importándole poco el hacer mucho ruido, si su compañero no lo dejaba dormir, él no tenía por qué ser cuidadoso.

    Camino por los oscuros pasillos solo iluminados por las ventanas que poseía el complejo, la luz de luna tampoco era la gran lámpara, pero él orientaba bien; bajó las escaleras y dobló a la derecha, estaba por llegar al comedor cuando dos voces más allá de la cocina y en medio de un pasillo con luz artificial llamaron su atención. Impulsado por su curiosidad, más específicamente al haber reconocido una de las voces, se ocultó en la penumbra que le ofrecía el lugar en el que estaba y se asomó lo más que pudo sin llegar a delatarse.

    No le gustó nada de lo que estaba viendo.

    ¿Qué hacían Kazemaru y Nosaka a estas horas solos en el corredor?

    Más importante aún.

    ¿Qué diablos hacía el emperador tan cerca del defensa?

    Por suerte el silencio total de la noche le permitía escuchar claramente la conversación que se estaba llevando a cabo sin mucho esfuerzo.

    - Está muy rojo Kazemaru-san.

    - No pasa nada Nosaka, con todo lo que me has pedido hacer es normal.

    - Por lo mismo, asumo la responsabilidad de esto. – Nosaka acercó su mano al rostro de Kazemaru y este se alejó antes de que lo tocara, para tranquilidad de Fudou.

    - No tienes que hacer esto, no es necesario. Si es por el equipo no me molesta lidiar con las consecuencias. – Kazemaru hizo amago de marcharse, pero Yuuma le cortó el paso – Nosaka...

    El tono empleado para nombrar al emperador Fudou lo conocía muy bien, era la primera señal de advertencia que daba Kazemaru cuando alguien del Instituto Imperial quería salirse por la tangente y hacer lo que se le pegara en gana... dígase él cuando quería molestar a Sakuma y Kazemaru lo descubría.

    La mano que anteriormente fue rechazada levantó la barbilla del defensa, Nosaka en algún momento había logrado arrinconarlo contra la pared con una sutileza digna del emperador táctico.

    No le retenía de ninguna forma física, la mano de Nosaka sobre el rostro de Kazemaru era el único contacto que mantenían, y fue suficiente para mantenerlo en su posición. Estaba abrumado por la presencia del otro y no le gustaba sentirse así. Intentando poner algo de distancia, Ichirouta trató de apartar a su actual capturador empujándolo un poco, no quería hacer un escándalo innecesario a estas horas de la noche, pero la cercanía que había creado Nosaka lo tenía sumamente incómodo.

    -Solo déjeme dar un vistazo rápido, senpai.

    Un escalofrío subió por su columna y todo empeoró cuando notó que el rostro de Nosaka se acercaba aún más al propio, se supone que solo quería revisar su nariz que fue lastimada en el entrenamiento especial y que ahora tenía un leve rojo producto de un animalito con pinzas. Pero algo en la leve inclinación que tomó la barbilla del ojigris acercando más de la cuenta sus labios a los propios encendió las alertas en su cabeza, estaba por decir algo para apartarlo definitivamente, cuando una tercera voz rompió con el silencio de la noche.

    - ¡¿Qué se supone que está pasando aquí?! – salió de su escondite no dispuesto a seguir viendo aquello, por lo silencioso del lugar su voz resonó con más fuerza de la que debería logrando asustar a los presentes que tomaron distancia entre ellos, pero seguía sin disminuir el coraje que acumuló en el poco tiempo que los espió.

    El corazón del defensa se agitó preocupado por la expresión que cargaba Fudou, no quería imaginar lo que estaría pensando por la forma en que los encontró en aquel pasillo. Nosaka por el contrario se mantuvo impasible ante la clara amenaza que le estaba lanzando el ojiverde, un rápido vistazo a la persona junto a él, le indicó que sus planes de intentar algo más con el peliceleste estaban acabados... al menos por esa noche.

    -Ha llegado maestro del circo inesperadamente, creo que es mejor que me retire por hoy. – con calma, Yuuma dio la vuelta y se alejó del dúo proveniente del Instituto Imperial – Buenas noches.

    Fue lo último que escucharon de Nosaka antes de verlo perderse por los pasillos del complejo. Al perderlo de vista el aire en el pasillo se volvió menos denso, pero no por eso menos incómodo.

    Kazemaru sentía que había hecho algo malo ante los ojos de Fudou, aún si no había pasado nada.

    Fudou por su parte juraba sentir su sangre ebullir, el tono en el que Nosaka pronunció la palabra – senpai – fue el detonante que dio rienda suelta a su aparición. Ese tono claramente era una insinuación acompañado por las acciones que estaba tomando, Fudou no soportó más ver la que se estaba montando el emperador, lo único que lo mantuvo quieto hasta ese momento había sido el obvio rechazo que estaba demostrando Kazemaru, pero cual animal que siente el peligro saltó fuera de su escondite cuando todos sus instintos gritaron ¡Detenlo!

    Ahora ambos solos en medio de la madrugada y después de semejante escena, ninguno se atrevía a dirigirle la mirada al otro. Pero no podían permanecer ahí perdiendo el tiempo, no cuando mañana había un partido importante y se notaba que Kazemaru no había tocado cama en toda la noche por el "entrenamiento especial".

    -Kazemaru. – llamó Fudou aún con el fastidio latente en su tono de voz, pero haciendo lo posible por controlarse, no quería perder los papeles, no cuando Kazemaru se veía arrepentido por algo de lo que ni siquiera tenía culpa - ¿Qué hacías a esta hora con Nosaka aquí?

    - Hace unos momentos terminamos el entrenamiento para el partido de mañana, solo quería un poco de hielo. – cual niño pequeño Kazemaru señaló su nariz, la zona estaba levemente roja y Fudou notó unas pequeñas marcas sobre la piel del defensa.

    - ¿Cómo te hiciste eso? – ningún entrenamiento de futbol que pasara por su cabeza en ese momento explicaba el leve daño en el rostro de Kazemaru, no creía que dejara marca, pero no quitaba que la zona estaba enrojecida. Fudou acercó su mano palpando suavemente la piel afectada, su ego se infló un poquito al notar que Kazemaru no rechazaba su tacto como hace unos momentos lo hizo con el emperador.

    Ichirouta guardó silencio sin atreverse a contarle nada, la clave para mañana era precisamente el factor sorpresa. Fubuki y él juraron mantener en secreto aquello, pues cualquier reacción poco natural del resto del equipo podía delatarlos... no, no podía decirle.

    -No puedo decirte. – apenas lo dijo una punzada de culpa atacó su conciencia, la decepción en los ojos verdes era clara como cristal, Fudou apartó su mano inmediatamente – Yo...

    - Déjalo. No te obligaré a contarme los secretos que tengas con Nosaka. - el reclamo en aquella frase era obvio, aún más lo fue el ácido con el que se pronunció el nombre del emperador, pero Akio Fudou era una persona orgullosa y no iba a rogar por respuestas – Deberías dormir, es tarde.

    Kazemaru asintió no sabiendo qué más decir, su conciencia le recordaba que no debía contar nada, pese a que su pecho reclamaba por arreglar las cosas con Fudou. Pero no podía, no podía poner sus sentimientos por sobre el equipo. Estaban en una lucha y cualquier error por mínimo que fuera, sería la sentencia de ellos.

    Fudou comenzó a avanzar para regresar a las habitaciones, con tantas cosas se le cerró el estómago y no tenía ánimos para tomar nada. Es más, sabía que ahora más que antes le costaría conciliar el sueño por el enojo que estaba cargando.

    -Lo siento... - la disculpa de Kazemaru detuvo su andar, de reojo volteó a verle - Lo siento por no poder decirte – sería lo que cualquiera asumiría estando en su posición.

    Pero no, Kazemaru no se disculparía por una causa que creía justa. Fudou lo sabía, ese chico aguantaría callado incluso un insulto a su persona si sabía que era por un bien mayor. Kazemaru no se estaba disculpando por ocultarle un secreto.

    Kazemaru se estaba disculpando por no detener a tiempo el acercamiento de Nosaka. – y Fudou lo entendió.

    -No te disculpes por algo que no pediste.

    En silencio uno junto al otro, subieron a las recámaras, el pasillo estaba oscuro y se escuchaban leves ronquidos desde algunas de las habitaciones. Internamente ambos agradecieron no volver a toparse a Nosaka en ningún momento.

    Un escueto – Buenas noches – por parte de Kazemaru, un leve movimiento de cabeza por parte de Fudou en respuesta y cada uno entró a su respectiva recámara.

    Fudou gruñó al ser recibido por los ronquidos de su compañero.

    Kazemaru cayó agotado en su cama no queriendo pensar en nada más.

    Eran las 2:25 am cuando finalmente todos los integrantes de Inazuma Japón estaban en cama descansando.

    ...............(*)...............



    Era una movida mañana, parece que los ánimos por el partido que tendrían estaban a tope, el desayuno fue bastante animado entre los que trataban de balancear sus dietas alimenticias y aquellos que parecen posos sin fondo. Los pocos que fueron conscientes de la situación llegaron a sentir lástima por Nishikage aceptando de Nosaka el arroz frito artesanal del entrenador.

    Como era común no había rastro de Ichihoshi por ninguna parte, lo que mantenía ameno el ambiente de convivencia, desde que las sospechas estaban puestas sobre él siempre se creaba un tenso momento con su presencia.

    Kazemaru ingresó al comedor dando los buenos días y fue directo a servirse. Tomó asiento junto a Fubuki y mientras disfrutaba del desayuno se unió a la conversación de la importancia de comer balanceado.

    Poco después Fudou entró al comedor, pasando del grupo sin saludar. Sirvió su desayuno y tomó asiento en una de las mesas vacías, como siempre haciendo alusión a su apodo del solitario rebelde.

    Desde donde estaba podía observar perfectamente las leves bolsas bajos los ojos de cierto defensa. Aquello no era de extrañar, considerando que él mismo despertó con leves ojeras, ni siquiera tenía ánimos de recordar el motivo de su trasnocho. Esperaba que Kazemaru lograra dormir bien las horas de descanso que tuvo, porque él casi no pegó ojo anoche entre los ronquidos de Goujin y el cabreo que se presentaba cada que rememoraba a Nosaka demasiado cerca de Kazemaru.

    -Tch... - chistó por lo bajo, el causante de su enojo estaba junto a Nishikage tomando su propio desayuno ajeno a todo lo demás... incluso a la cara de nausea total que se cargaba el portero a su lado – Es un sádico total.

    Dijo para nadie más que él mismo.

    ...............(*)...............



    El recorrido en autobús fue una tortura... estaba exagerando un poco, pero él tenía pocas horas de sueño, seguía cabreado con cierto emperador táctico y Haizaki no había dejado de gritar en todo el viaje, no lo culpen por no brincar de alegría.

    Primero Haizaki se estaba peleando con Hiroto por alguna tontería, sobre algo mal puesto en el cuarto que compartían ambos, según lo que llegó a escuchar. El pasillo del autobús separaba al dios y al demonio, pero no impedía que asomaran las cabezas desde cada asiento para gruñirle al otro. Era patético ver como Tatsuya trataba de calmar a Kira y como Kazemaru trataba de lidiar con Haizaki.

    Lo que realmente le fastidiaba, era ver a Kazemaru tan encimado al goleador. Tratando de mantenerlo en su lugar para evitar una riña más grande, Tatsuya e Ichirouta habían terminado sosteniendo a los goleadores para mantenerlos en sus puestos y evitar que llegaran al otro.

    ¿Y cómo él estaba al tanto de esos detalles?

    Porque estaba sentado frente a Kazemaru, solo quería mantener vigilado al defensa por si alguien quería volver a pasarse de listo. Nosaka junto a Nishikage se habían sentado tras Kazemaru y Haizaki, dudaba que se atreviera a hacer algún movimiento con tantas personas, pero mejor prevenir que curar.

    Con lo que no contaba es que sería el demonio del campo el que detonaría su molestia.

    Cuando finalizó la ridícula pelea inicial con Kira, hubo momentánea paz. El suficiente tiempo como para que Kazemaru cayera dormido. Haizaki estaba distraído escuchando música y por lo que pudo distinguir el emperador estaba enfocado en otra cosa. Notó las leves miradas que dirigía a la parte posterior del autobús... aquello ya no le interesaba.

    Se acomodó en el asiento aprovechando que nadie se había sentado junto a él. Imitaría al defensa de cabellera celeste, no estaría mal una pequeña siesta para compensar el sueño perdido.

    Ese era el plan, hasta que cierto goleador lo despertó de un grito. Volteó sobre su asiento buscando una explicación a semejante exabrupto, Haizaki gritaba algo sobre el volumen en sus audífonos. Iba a reclamar, cuando notó que Kazemaru no se había inmutado por aquello. El defensa estaba profundamente dormido.

    Decidió dejarlo pasar y se reacomodó, cerró los ojos y cuando estaba perdiéndose de nuevo en el mundo de los sueños, Haizaki volvió a gritar y ahora le buscaba pelea a Hiroto.

    Adiós a su idea de dormir un rato... por lo menos Kazemaru si logró descansar.

    ...............(*)...............



    El partido dio inicio con el saque de Arabia Saudita, Ichihoshi corrió hacia el equipo contrario y no pudo importarle menos que lo último que hiciera fuera tratar de robar el balón, igual todos eran conscientes de que no podían contar con él para el partido.

    Kazemaru se lanzó al ataque y logró robarle el balón al capitán del equipo contrario, pero un parpadeo bastó para que el defensa se viera rodeado por tres jugadores. Justo como les advirtió Nosaka la noche anterior, Arabia Saudita dio rienda suelta al juego sucio por el que se caracterizaban, estaba tranquilo sabiendo que Kazemaru podría con eso, ese chico no era débil y sabía dar batalla.

    El narrador del partido elogió la brillante forma en la que Ichirouta esquivaba los ataques. Parece que el entrenamiento con aquellas cajas extrañas rindió sus frutos, aunque se negara a admitirlo.

    Pero de un momento a otro la felicidad y orgullo que sentía cayeron en picada, Kazemaru cerró los ojos por un brillo ya conocido y fue cuestión de tomar la oportunidad. La pierna izquierda del defensa se vio impactada por la de dos de los jugadores contrarios.

    Comenzó a correr en su dirección antes de que incluso terminara de arrodillarse para tomarse la zona herida. Fubuki, Nosaka y él alejaron a los causantes del daño ni bien llegaron junto a Kazemaru, Endou se acercó a ellos gritando junto a Sakanoue.

    Aquello, aunque le molestara no le sorprendía, el capitán solo sería capaz de dejar la portería por aquel defensa tan preciado para él.

    -Lo siento. – se disculpó – Como los estaba esquivando bajé la guardia.

    Estaba molesto, odiaba que Kazemaru se disculpara por cosas de las que no cargaba culpa. Fue frustrante ver cómo le sacaban del campo en camilla y el sentimiento se acrecentó al ver que fue cambiado por Iwato.

    El partido debía continuar...

    ...............(*)...............



    Hay momentos en la vida donde nos damos cuenta de que todo puede cambiar en un solo día, y hoy, para Fudou Akio fue uno de esos momentos. Inazuma Japón sufrió un cambio de 180° en menos de veinticuatro horas, es más, era una burla decir veinticuatro horas, en un solo partido de futbol cambiaron completamente su situación.

    Ichihoshi Mitsuru, estaba muerto... Ichihoshi Hikaru, resultó ser un agradable y tranquilo joven traumado por las circunstancias de la vida, siendo utilizado por una organización que se decía buena y se aprovechó de su condición. Muy buen jugador de futbol había que resaltar.

    Más impactante aún, descubrir que Kira tenía un corazón bondadoso bajo la petulante personalidad que se cargaba, cuando ofreció que su familia corriera con los gastos médicos. Por suerte no fue necesario nada de eso.

    Pero aquí le estamos dando vueltas al verdadero asunto, Nosaka Yuuma.

    Le mosqueaba saber que el emperaducho ese tenía conocimiento de toda la situación de Ichihoshi, nunca reveló nada hasta que fue el momento clave, mintió sobre su propia condición de salud jugándosela por el chico. Y aun así podía pasar por alto el teatro que se montó.

    La verdadera causa de su malestar y que tenía su cabeza funcionando sin descanso desde que regresaron a las instalaciones de Inazuma Japón, fue el segundo montaje creado por Nosaka.

    Las "lesiones" que deberían sufrir Kazemaru y Fubuki, fueron cuidadosamente planeados y entrenados para parecer reales. No le molestaba la mentira, ni el hecho de que Kazemaru no le contara cuál era el plan de Nosaka, porque cumplieron con su meta, le dieron al equipo entero un susto de los mil demonios cuando ambos salieron con "heridas" del campo.

    El epíteto de su enojo era todo lo que pudo haber salido mal en aquel plan.

    Si Nosaka quería jugarse el cuello y arriesgarse a que Ichihoshi le diera una patada en toda su cabeza, por él perfecto, hasta lo ayudaba si quería. Pero de ahí a poner en una situación de verdadero riesgo a otros, era completamente diferente.

    Sí, aceptaba que Yuuma Nosaka, era una calculadora persona y podía decidir el nivel de riesgo que podía implicar ser lastimado por Ichihoshi del que conocía su trasfondo. Pero no había fuerza humana en la tierra que le convenciera de que Nosaka conocía el nivel de riesgo al que expuso a Kazemaru y Fubuki.

    Bastaba un mal paso, un mal movimiento, un descuido o más astucia del otro equipo y tendrían dos serias lesiones... como si con Gouenji fuera del campo no fuera ya suficiente.

    Caminaba por las instalaciones tratando de mantenerse alejado de sus compañeros de equipo. No tendrían partido hasta dentro de unos días y con la victoria de hoy decidieron tomar más calmadamente la noche.

    Luego de evitar que Ichihoshi abandonara el equipo por creerse no deseado, el resto estuvo sobre el ruso como si se tratara de un cachorro recién llegado a la familia. Ese tipo de ambiente era demasiado empalagoso para su gusto.

    Apenas vio la oportunidad se alejó de todos, vagó buen rato sin rumbo fijo y tratando de calmar a sus demonios que estaban exigiendo ver correr la sangre de Yuuma Nosaka, decidió que quería un emparedado.

    Bobamente invocó el chiste de "Cómete un Snickers", riéndose de su estado de ánimo. Pero no era muy fanático de lo dulce, un emparedado estaría bien para él.

    Con un nuevo destino enfiló rumbo a la cocina y mientras pasaba por una de las salas de estar de las tantas que tenía el lugar, de reojo distinguió unos largos mechones celestes.

    Automáticamente sus pies detuvieron su rumbo.

    ...............(*)...............



    Kazemaru estaba tranquilamente en el sofá de la solitaria salita revisando unas notas sobre jugadas y técnicas, muchos aprovechaban noches como esta para descansar un poco, pero él sentía la constante necesidad de mantenerse ocupado, no quería bajar el ritmo de entrenamiento, no cuando se estaban enfrentando al mundo.

    Tan perdido estaba en sus ideas, que dejó caer las páginas que leía cuando alguien junto a él lo nombró.

    -Fudo. – llamó al culpable del sobresalto y que ahora se encontraba agachado recogiendo las hojas que él antes sostenía.

    Cuando quiso recoger su desorden, Fudou ya le estaba entregando en mano todas las páginas. Agradeció el gesto y se extrañó al ver que el ojiverde seguía arrodillado en el piso junto a él.

    Cierta incomodidad volvió a él, desde anoche con todo el malentendido no habían hablado. Y ahora estando completamente solos la intensa mirada que Fudou le dedicaba lo ponía nervioso.

    Sentía que ahora que podía explicarle mejor las cosas, ahora que no había nada que ocultar podrían arreglar las cosas entre ellos. Pero cuando trató de hablar, Fudou dejó de verlo a los ojos y se enfocó en sus piernas... específicamente su pierna izquierda, justo donde habían golpeado los jugadores de Arabia Saudita. Agradecía llevar medias semi altas en ese momento, porque se sentía expuesto en cierta manera. Maldijo el momento en el que decidió que la noche estaba un poco calurosa y en lugar de un pantalón buso agarró un short hasta la rodilla.

    Su corazón se agitó en su pecho cuando Fudou levantó su pierna y lentamente deslizó la media fuera de esta. Una leve marca morada resaltó en su piel y apenas quedó a la vista la expresión en su acompañante se afiló.

    - ¡No es tan grave como parece! – se apresuró a aclarar – Solo es un pequeño moretón.

    Y era verdad, haberse golpeado contra una silla o una mesa por accidente dejaría la misma marca, no estaba hinchado, raspado o herido de gravedad. Algo tan pequeño como eso no pondría en peligro su futuro como jugador de futbol.

    Pero Fudou Akio seguía viendo aquella mancha en su piel como si se tratara de un grave problema.

    -Ni siquiera me duele. – trató de suavizar aún más las cosas, quería hablar con Fudou y aclarar todo, pero sabía que mientras tuviera esa mirada tan pensativa y frustrada no lograría mucho.

    - Yo decidiré eso.

    - ¿A qué te ref... ¡Ah! – cortó la oración por la pequeña exclamación de dolor.

    El ojiverde sostenía su pierna izquierda con la mano derecha a la altura del pequeño hematoma, solo presionó un poco con el pulgar y obviamente le dolió. En sí la herida no le molestaba para nada, pero si venía Fudou tan bruto como era y hacía presión claro que iba a quejarse.

    -Entonces si duele. – le dijo casi con burla, refiriéndose a su intento anterior de negar la verdad.

    - Si haces eso claro que... ¡Ah! ¡Para! – trató de apartar de Fudou, pero este solo detuvo sus intentos con la mano que tenía libre.

    - ¿Ves que si duele? – volvió a ejercer un poco de presión. Esta vez logró reprimir la queja de dolor, pero su cara expresaba la verdad que callaba.

    - No dolía, hasta que hiciste eso. – se defendió, antes de que Fudou volviera a presionar el moretón - ¡Para ya!

    Akio alejó por fin su pulgar del morado, pero no soltó su pierna en ningún momento. Verde y avellana chocharon con intensidad, una pequeña lucha de miradas se estaba llevando a cabo en aquella sala. Después de un momento Kazemaru apartó la mirada, notaba el reproche en los ojos de Fudou y de nuevo sentía que hizo algo malo.

    -Fudou, sobre anoche... no podía contarte sobre el plan, yo... no podía, sería sospechoso si alguno de ustedes no reaccionaba y-

    - Lo sé. – lo cortó Akio – Debía parecer real. Entiendo por qué lo hiciste, pero no me agrada la idea.

    - Lo siento... - ni siquiera estaba muy seguro del por qué se estaba disculpando, pero sentía que debía hacerlo.

    - No vuelvas a hacer algo así, no puedes jugarte el cuello por los planes de otra persona. La próxima vez puede no ser solo un pequeño moretón.

    - Fudou... - Kazemaru cerró los ojos y se dio valor mentalmente para lo próximo que iba a decir, no iba a agradarle escucharlo – No puedo hacer eso... si Nosaka me pide que vuelva a hacer algo así, lo haré. Si es por el equipo lo haría sin pensar.

    Ni siquiera había terminado de hablar cuando Fudou ya fruncía el entrecejo. Sabía que sus palabras lo iban a molestar, pero no iba a mentirle para tranquilizarlo aquello solo sería peor a futuro.

    -Eso es lo que me fastidia, sé que lo harás, aún si trato de detenerte. – Fudou se veía decepcionado, molesto más bien – ¿Sabes que es lo que realmente me enfurece de esto? Que lo harás si Nosaka te lo pide, vas a confiar ciegamente en él y mientras te diga que es por el bien del equipo, tú lo seguirás. Porque así eres, siempre pensando en los demás, antes que en ti mismo Kazemaru. Por eso se terminan aprovechando de ti, por eso es que terminas en un pasillo con Nosaka a punto de besarte si yo no llego a intervenir.

    Kazemaru frunció el ceño con aquello, tampoco es que fuera una oveja que ciegamente sigue un pastor, tenía pensamiento crítico y propio, pero no podía negar la parte en la que afirmaba que haría lo que fuera por el equipo.

    Era verdad, él haría todo lo que estuviera en sus manos con tal de proteger a Inazuma Japón, incluso seguir los planes de otros, pero no sentía que merecía el regaño que obviamente le estaba propinando el ojiverde.

    -Mira Fudo, si estás molesto por lo que pasó anoche con Nosaka – comenzó a defenderse, pero Akio no lo dejó terminar.

    - No estoy molesto por lo que pasó anoche. – aprovechando el agarre que tenía sobre su pierna, Akio utilizó su extremidad como palanca reacomodándolo, lo tumbó sobre el sofá y se posicionó sobre el sorprendido defensa – Estoy celoso.

    Tanto aquella confesión como la comprometedora postura hicieron estragos en Kazemaru, sintió su rostro calentarse hasta las orejas y su corazón golpear con tanta fuerza que temía ser escuchado por Fudou.

    -Fudou... - llamó asustado por la intensidad en su mirada. Podía lidiar con el Fudou que peleaba con Sakuma, con el que realizaba travesuras, el que a veces escapaba de sus obligaciones o el enojado que gritaba sin importarle a quién hiriera con verdades... pero este... este Fudou que tenía frente a él era diferente, no podía controlarlo, porque sí, varias veces se había visto envuelto en situaciones un tanto penosas con él.

    Todo comenzó con un inocente beso en la biblioteca y las cosas en cierta forma fueron escalando... La última vez que recordaba haber pasado por algo parecido era en las duchas del Instituto Imperial pocos días antes de la selección del FFI, por cosas que en este momento no se molestaría en recordar quedaron solos en las duchas, el resto del equipo ya se había retirado y...

    Prefería no seguir la línea de pensamientos en lo que terminó esa tarde.

    Pero rescataba que la mirada que tenía el Fudou que estaba reteniéndolo en ese sofá ahora mismo, fue el mismo mirar que tenía aquel día que lo cazó en las duchas.

    Fudou tenía aún su pierna izquierda firmemente sujeta, su pierna derecha estaba inmovilizada por las contrarias, la mano libre que tenía la utilizaba para sostener su peso por sobre él evitando aplastarlo.

    Rogaba internamente que nadie decidiera pasar por ahí, porque esa situación sería muy difícil de explicar.

    -Fudou, no es gracioso. – su intento de sonar firme se fue al traste cuando la voz le falló al final de la oración, el leve temblor de su cuerpo delataba el nerviosismo que trataba de disimular con su ceño fruncido, pero el sonrojo en su rostro quitaba toda muestra de seriedad.

    - ¿Quién está bromeando? – Fudou disfrutaba de ver todas las reacciones que causaba en el defensa y con asientos en primera fila como los que tenía ahora, se disfrutaba aún más el espectáculo – Te dije que estaba celoso.

    Ichirouta apartó la mirada al escuchar aquello de nueva cuenta, a veces maldecía que Fudou fuera tan honesto y directo en momentos como ese. Lo desarmaba completamente y quedaba a merced de sus caprichos.

    -Este no es lugar para hacer lo que sea que estés pensando. – recriminó, tratando de resaltar el hecho de que cualquier podría entrar por esas puertas y encontrarlos así.

    -Y podrías contarme ¿qué se supone que estoy pensando en hacer? – el hecho de poder ser descubiertos más que aplacar sus actuales acciones, solo lo incitaban a continuar. Amaba ver las reacciones de Kazemaru, todas sus reacciones, feliz, molesto, concentrado, mandón... excitado...

    -Tu sabes a lo que me refiero. – Kazemaru pareció encogerse bajo él y eso solo lo prendía más. Nadie más conocía a este Kazemaru, el que temblaba de nervios y se sonrojaba era adorable, el Kazemaru inocente que conoció en la biblioteca aún existía... pero el que respondía a sus besos y caricias, el Kazemaru que apareció la última vez en las duchas del Instituto Imperial...

    - No, no lo sé. Sería más fácil si me lo explicas. – Fudou iba acortando la distancia entre ellos, consciente de que tampoco debía tentar a su suerte. Estaba molestando a Kazemaru, pero no planeaba hacer gran cosa en aquel sofá, no por pudor, sino por egoísmo. No quería compartir esas facetas de su defensa con gente indeseada.

    - ¡Esto! ¡Esto que estás a punto de hacer! – le estaba recriminando por algo que Fudou aún no había hecho, pero lo irónico del momento es que no hizo amago de apartarse o alejarlo.

    - No tengo idea de lo que estás hablando. – rozaba sus labios sin llegar a sellarlos, solo jugueteaba dándole leves toqueteos. Kazemaru no lo rechazaría, lo sabía por la forma en que abrió levemente su boca esperando a que terminara de cortar la distancia.

    - Fudou... – llamó sobre la boca del nombrado, el cosquilleo que estaba sintiendo con cada rose que Fudou provocaba sobre sus labios, solo incrementaban la necesidad por los labios ajenos. Alguna parte de su cabeza le decía que entre más rápido iniciaran con aquello, más rápido Fudou lo dejaría libre... quería creer que lo llamaba por aquel pensamiento y no por la necesidad de sentir la calidez de aquella boca tan problemática. Fudou lo estaba tentando y él estaba cayendo sin oponer resistencia.

    - Pídemelo. – exigió cuando tuvo que alejarse apenas unos centímetros al sentir que Kazemaru se alzaba para alcanzarlo. La vista del defensa viajaba de sus ojos a sus labios y él mismo estaba controlando la necesidad de lanzarse sobre su presa.

    - ... Bésame...

    Con todo el desborde de las emociones acumuladas desde ayer, atrapó los labios del peliceleste, deleitándose por la intensa danza que formaban. Con el tiempo y la práctica Kazemaru había aprendido a seguirle el ritmo, volviendo mucho más intensos sus esporádicos encuentros.

    Succionó los labios del defensa con tanto empeño que lo escuchó jadear contra su boca, suavizó sus movimientos cuando sintió dos temblorosas manos posarse sobre sus mejillas y comenzar una leve caricia.

    Le daría tregua por hoy, no era el lugar ni el momento, aparte de que, si aquello subía mucho de tono, sería más difícil detenerse. Se separaba por breves momentos permitiéndole tomar aire y regresaba al ataque, sabía que Kazemaru disfrutaba más los besos tranquilos, era la cursi manera en la que expresaban el mutuo afecto que se tenían, porque hablar de aquello o formalizar algo aún no estaba en vigencia. Tenían una rara relación de exclusividad sin ser oficialmente nada, no diría amigos con derecho porque aquello implicaría no tener sentimientos de por medio, lo cual no era el caso.

    Abrió los ojos disfrutando de la expresión que tenía Ichirouta al corresponderle y fue cuando notó algo más... alguien más...

    Aun ocupándose de distraer a su chico, posó su mirada en el ojigris que observaba desde la entrada de la sala. Quiso reírse por la frustración claramente palpable en el rostro de Nosaka Yuuma, pero si lo hacía Kazemaru podría tratar de separarse para reclamar aquello y encontraría a el espectador poco deseado... sería el fin de su diversión.

    Así es que hizo lo que mejor se le da hacer, si iba a terminar de fastidiarle a Nosaka cualquier idea que tuviera con Kazemaru, lo haría con todo.

    Cerró los ojos y se entregó a los labios del chico bajo su cuerpo. Volvió a subir la intensidad del beso, separándose apenas un momento, Kazemaru trató de tomar aire y él aprovechó para introducir su lengua en aquella cálida cavidad.

    Ichirouta jadeo ante la intromisión y hubo un leve temblor momentáneo en las manos que sostenían sus mejillas. Saliva escurría producto del jugueteo entre las lenguas de ambos y leves quejidos eran amortiguados en la boca de Akio. El deslice entre sus labios se volvió más fácil ahora con la humedad de por medio, regaló unos leves mordiscos en el labio inferior de su chico antes de volver a sellarlos.

    Volvió a abrir los ojos confirmando que Nosaka se había retirado por fin, se separó del defensa que jadeaba tratando de recuperar el aire, él no estaba mejor por lo que ambos alientos chocaban con el rostro del contrario.

    Kazemaru llevó una mano a sus labios cubriéndolos como un intento de barrera por si Fudou quería volver a la carga, giró el rostro apenado como siempre que terminaban en alguna situación parecida. Tampoco es como si la vergüenza lo abandonara en algún momento desde que comenzaban a besarse.

    Fudou se alejó por fin dándole espacio para relajarse. Flexionó un poco su pierna izquierda alzándola hasta la altura de su rostro y dejó un beso justo donde el hematoma resaltaba.

    Y aquello lo apenó aún más que todos los besos que compartieron hace un momento.

    -Kazemaru... - llamó por fin liberando su pierna y permitiendo que se sentara por fin en el sofá junto a él – No me disgusta que ayudes a los demás... eres así, lo tengo asimilado, pero no bajes la guardia frente a otros... Mucho menos frente a Nosaka.

    Fudou se desparramó en el sofá luego de decir aquello. Ya no estaba molesto y había cobrado su venganza con el emperador, ya estaba en paz.

    Abrió los ojos encontrándose a un Kazemaru que lo observaba feliz. Sí, ya todo estaba bien viendo aquella sonrisa.

    -Lo prometo.

    Ahora el bochorno se hizo presente en el rostro del solitario rebelde, era débil, muy débil ante ese chico frente a él. Tratando de evitar que Kazemaru notara su vergüenza, lo haló recostando la cabeza de Kazemaru sobre su hombro, posó su mano sobre la cabeza del peliceleste evitando que la levantara y miró en otra dirección. Aún así Ichirouta logró ver un leve tono rojizo en las orejas de Akio cuando levantó la mirada buscando alguna explicación de aquel gesto.

    Fudou era todo un caso.

    Se relajó entre los brazos ajenos y agradeció que nadie pasara por aquella sala. Eran raros los momentos como este entre ellos.

    Fudou era brusco en sus actuares y malo con las palabras. Quizás por eso su "relación" no subía de categoría a algo más formal, pero así estaba bien, sin presiones y a la manera de ellos. Honestamente él tampoco tenía prisas ni agregaba presiones, ahora mismo tenían muchas cosas por las que preocuparse; ganar las selecciones de Asia, ir al mundial y ganarlo, la fundación Orion, sobrevivir a los entrenamientos...

    Sí, había prioridades y ambos eran conscientes de aquello, no era momento de romperse la cabeza por darle un título a lo que tenían.

    Después de todo, eso era solo de ellos y si ellos estaban bien con su "algo sin nombre", no había mayor problema.

    Kazemaru cerró los ojos queriendo tomar un breve descanso luego del agitado día que habían tenido, Fudou parece tuvo la misma idea la cercanía del otro producía un efecto calmante casi inmediato.

    Los cinco minutos para descansar la vista, se volvieron varias horas de sueño. La mañana los encontró en la misma posición en la que cayeron dormidos.

    ...............(*)...............



    Nishikage iba junto a Nosaka siguiendo sus pasos sin cuestionar a dónde iban.

    El ojigris detuvo su andar cuando llegó a la sala en la que los encontró la noche anterior, mantuvo su expresión imperturbable viendo junto al portero a la pareja descansar.

    - ¿Esos son...? – dejó la pregunta al aire Nishikage, algo sorprendido. Nosaka dio un leve asentimiento confirmando lo obvio – Nunca lo hubiera imaginado.

    - Debo admitir, que tampoco lo esperé.

    Aquello no era problema para el portero, la vida amorosa de cada persona era únicamente de su propia incumbencia. Él no juzgaría a nadie... menos sabiendo que albergaba sentimientos que no se atrevía a expresar.

    Dio un leve vistazo a su costado, donde Nosaka seguía sereno, pero con la vista fija sobre los dos cuerpos que descansaban en aquel sofá.

    - ¿Deberíamos despertarlos? – sugirió al ver que Nosaka no parecía tener intensiones de moverse. Y él no encontraba otro interés por el cuál permanecer ahí.

    - No, no hace falta.

    Con eso Nosaka dio media vuelta y se alejó de aquella sala junto a Nishikage dejando a la pareja un rato más en su pequeño mundo de felicidad, aceptando de manera muda la derrota del emperador ante el circense.

    Fin...

    Espero de disfrutaran de esta nueva idea, disfruté muchísimo redactando todo esto y apegándome a todo lo que se ve en los capítulos 11 y 13 mencionados.

    Las palabras utilizadas por Kazemaru y Fubuki, diciéndole a Nosaka básicamente que los utilice como quiera.

    Los asientos del autobús están como salían en el capítulo, que creo fue una de las cosas más curiosas que encontré reviendo el episodio.

    Que Fudou fuera de los primeros en llegar a Kazemaru cuando fue lesionado, pero que ni se apareciera cerca de Fubuki cuando fue tu turno de fingir.

    Y creo que es la primera historia en la que utilizo los honoríficos después de los nombres, pero quería utilizar el senpai, que me quedé con eso del episodio en que Nosaka llama senpai a Kazemaru y bueno, fue todo o nada.
  7. .
    Primero que todo agradecer a Yumeorage, que me ha permitido hacer referencia a su historia "El Tercer Jardín". Pueden encontrar esta historia en su Wattpad o incluso buscarme a mí, bajo el nombre de SilverBullet4869IE
    No es necesario haber leído la historia, para entender esta.

    Mal Entendido





    -Gracias por lo de anoche Kazemaru.

    - No es nada, al contrario, fue todo un placer. – le respondió al portero.

    - No fue para tanto, fue la primera vez que lo hice.

    - ¿En serio? No se notó para nada, parecías un profesional.

    - Solo lo dices para que no me sienta mal.

    - Lo digo en serio Genda. Has sido el mejor hasta ahora.

    - ¿Tienes punto de comparación? ¿Con quién?

    - Con Miyasaka. Pero no fue tan dulce como tú anoche...

    - ¿Miyasaka? Ah cierto, tu ex compañero del club de atletismo. – recordaba levemente su mención en medio de alguna plática.

    - Ese mismo.

    - ¿Qué ocurrió?

    - Para empezar, ni te digo como quedó mi casa.

    - ¿Lo hicieron en tu casa? ¿No es mejor hacerlo en casa de la persona que invita?

    - Sí, no vuelvo a cometer ese error... Aparte de que no hubo preparación previa de nada, solo metió todo lo que pudo meter y fue realmente brusco en todo el proceso, no se comparaba en nada con lo que se ve en internet.

    - No pensé que fueras de los que buscaban eso en internet.

    - Bueno... - se sonrojo levemente – No lo hago muy seguido, pero a mi también me da curiosidad. – tosió aclarándose la garganta para continuar – Por eso te digo, contigo fue mucho mejor.

    - Gracias, Kazemaru. Aunque sigo creyendo que exageras un poco, no creo parecerme en nada a las personas que ves en internet.

    - A mí me gustó y no salí herido. Ya eso es ganar para mí.

    - ¿Saliste herido antes?

    - Sí. – recordó con pesar – Me dolía la cadera al día siguiente y no pude ir a las prácticas del club de futbol.

    - ¿Tan mal estabas?... ¿Qué fue lo que pasó?

    - Solo diré que el piso y yo no somos buenos amigos.

    - ¡¿Terminaste en el piso?!

    - Y con Miyasaka sobre mí... créeme fue horrible.

    - ¿Y el resultado final? Es decir, no pudo salir todo taaaaaan mal.

    - Bueno, aquello no creció para nada. Por más que esperamos y la sacarlo solo había una cosa viscosa poco agradable a la vista. Ni siquiera se veía apetitoso como para darle una probada.

    - Lamento que tu primera vez fuera así.

    - Ya nada puedo hacer, por eso lo pasé tan bien anoche contigo, lo disfruté mucho y hasta me dejaste quedarme a dormir cuando terminamos.

    - Bueno, era bastante tarde y me preocupara que estuvieras solo a esas horas.

    - Eres muy amable Genda...

    Esos dos siguieron con su conversación tranquilamente ignorando a todos los que estaban alrededor. No notaron a sus compañeros de salón estáticos y blancos como figuras de papel, en diferentes lugares o las personas desmayadas en el piso, mucho menos a el alma de Sakuma que escapaba de su cuerpo o a Fudo a punto de sufrir un paro cardiaco.

    ¡¿QUÉ DIABLOS HICIERON ESOS DOS ANOCHE?!

    Se estaban preguntando todos, porque no daban buenas señales.

    -Pero sabes quedé con ganas de más. – le comentó Kazemaru a Genda.

    - Creo que puedo ayudarte con eso en el receso.

    - ¿En serio? – preguntó con cierta ilusión en la mirada. Genda juraba que había brillitos alrededor del peliceleste.

    - Claro que sí.

    - ¿Pero será tan bueno como anoche?

    - No dudes de mis capacidades. – dijo con algo más de confianza el portero – Prometo dejarte sin palabras.

    Esos dos siguieron en lo suyo mientras que al otro lado del salón Sakuma terminaba de despedirse de su alma y Fudo se volvió una estatua de piedra, que poco a poco comenzaba a desintegrarse.

    Cuando Banjou regresó del baño, se encontró aquel caos en el salón, buscó a Sakuma para preguntarle sobre el ambiente tan extraño, pero se asustó al ver el estado en el que se encontraba el del parche.

    -¡Capitán! ¡Fudo! ¡Resistan!

    ..................

    Impacientemente esperaban la hora del receso, Sakuma y Fudo habían hecho una tregua temporal de sus peleas diarias. Porque es mejor tener un buen aliado, aunque te caiga mal, a dejar correr un mal mayor que se hace pasar por santa paloma.

    Porque esos dos conspiradores estaban seguros de que lo que sea que pasó anoche, fue culpa de Genda.

    Se les hicieron eternos los minutos, no hace falta decir que poco o nada le prestaron atención al profesor. Cuando sonó la campana indicando la hora de descanso, ambos se levantaron decididos a exigir explicaciones y detener cualquier otro acto que esos dos pensaran hacer y que dejaría a Kazemaru sin palabras.

    Pero en medio de su camino, Banjou se les atravesó.

    -¿Se encuentran mejor? ¿Qué ha pasado esta mañana? ¡Todos estaban extraños! – el joven de piel morena preguntaba y preguntaba, sin darles tregua o permitirles escapar.

    -¡Aparta! – le trató de mover Fudo - ¡Joder, que solo bloqueas el...

    -Se fueron... - dijo Sakuma, al ver que el ojiverde, se quedó mudo viendo hacia donde habían estado Genda y Kazemaru.

    Ignorando completamente al pelirrojizo, corrieron hacia el pasillo dispuestos a buscar a esos dos inmorales.

    Buscaron en todos los sitios donde se les ocurrió, la azotea, salas de conserje, salones vacíos, el club de futbol, los patios... pero no daban con ellos.

    -Estoy idiota. – se dijo Fudo palmeándose la frente.

    - Al fin lo aceptas. – se sorprendió Sakuma.

    - Ya sé dónde pueden estar. – ignorando el insulto indirecto, Akio dio vuelta y comenzó a correr, seguido del capitán, hacia una dirección desconocida.

    .

    .

    .

    Fudo condujo a Sakuma por un pabellón bastante solitario y que nunca había visto. La zona estaba desolada básicamente.

    - ¿Dónde estamos? – preguntó con cierta desconfianza. Estaba oscuro y solitario...

    - Casi llegamos. Ahora cállate que me desconcentras. – Fudo, no era malo orientándose, pero con tantos pasillos y vueltas antes de llegar a su destino, cualquiera podía perderse. Veía las diferentes opciones que tenía enfrente considerando hacia dónde debían girar...

    - Veo algo de luz. – dijo Sakuma, señalando hacia el final de un pasillo, sacando al ojiverde de sus pensamientos.

    - ¡Ahí está! – dejando completamente olvidado a su capitán, corrió hacia la claridad.

    - ¡Se dice gracias! – se quejó el del parche al ser ignorado.

    Apenas salieron al exterior, Sakuma quedó fascinado. ¡Era un jardín! Un precioso jardín, mucho más grandes que los otros que él conocía del instituto.

    -¿Cómo encontraste este lugar Fudo? – preguntó aún anonadado, pero al no recibir respuesta, giró en busca de su acompañante.

    Akio caminaba unos pasos por delante girando la cabeza en ambas direcciones.

    -¿Dónde están? – murmuraba por lo bajo, cuando Sakuma le dio alcance.

    - ¿Esos son gatos? – preguntó extrañado el capitán, por las tiernas criaturas, que los miraban como si acabasen de detectar intrusos.

    - Esos bastardos, son bestias del inframundo. – casi les gruñó Fudo, haciendo que los mininos se erizaran y le bufaran.

    - Los espantaste. – reprochó.

    Ignorando el reclamo, comenzó a buscar moviendo algunos arbustos. La última vez que estuvo aquí, Kazemaru no fue difícil de encontrar, no creía que fuera diferente esta vez.

    - ¿Qué te hace pensar que están aquí? – le comentó Sakuma, buscando también.

    - Kazemaru conoce este lugar. Si quiere estar solo con alguien, no hay mejor sitio. – casi que gruñó por aquello.

    - ¿Escuchaste eso? – llamó la atención Sakuma.

    Hicieron silencio y justo como dijo, había un leve murmullo y lograron ver cierto movimiento tras unos arbustos.

    Caminaron sin hacer ruido y lograron confirmar que lo que se escuchaba, eran los dos fugitivos.

    -Suave Kazemaru, que te vas a atragantar. – esa era la inconfundible voz de Genda Koujiro.

    -Mngh~ - definitivamente Kazemaru tenía algo en la boca que le dificultaba hablar pero lo peor vino después, al escucharlo como succionaba algo.

    - No te conocía estos gustos. Anoche te moderaste más.

    Se escuchó una pequeña exclamación del defensa, como si tomara aire antes de contestar – Lo siento, pero quiero acabar pronto. Estamos bastante lejos y debemos regresar antes de que comience el siguiente periodo.

    -Lo había olvidado. Estamos bastante lejos la verdad...

    - ¡Ah! Se está escurriendo. – se alarmó Kazemaru.

    - Cuidado te manchas el uniforme. Déjame ayudarte a quitarlo...

    Los dos espías no aguantaron escuchar más de aquella conversación. Tal vez era tarde para detener el inicio de aquello, pero no iban a permitir que fueran más lejos.

    -¡Ustedes dos! – gritó Sakuma.

    - ¡¿Qué creen que hacen?! – completó Fudo.

    Los gritos obviamente alarmaron a los dos chicos tras los arbustos al verse descubiertos. Lo peor era ver que Kazemaru tenía un líquido blanco escurriéndole del labio, mientras Genda pretendía ayudarlo a quitarse la chaqueta del uniforme.

    Se formó un silencio incómodo en el lugar, los cuatro se veían a la cara sin saber que hacer a continuación.

    - ¿Qué hacen aquí? – preguntó Kazemaru, sin entender por qué tanto grito.

    - ¿Y tienes el descaro de preguntarnos tú a nosotros? – Fudo no podía creerlo.

    - No puedo creer esto de ustedes – Sakuma parecía ofendido.

    Kazemaru solo los miró raro, con la cabeza hacia un lado y con su único ojo visible achinado. No entendía a esos dos. Primero se peleaban por todo y ahora estaban aquí creando un escándalo sin sentido.

    - ¿De qué están hablando? – preguntó Genda, por fin alejándose un poco del peliceleste y relajando levemente al dúo enojado.

    - ¡No te hagas el desentendido! – el ojiverde estaba que echaba chispas - ¡Te aprovechaste de él!

    - Genda... - el portero era visto por Sakuma como un completo desconocido – De verdad pensé que eras diferente, pero resultaste ser peor que Fudo.

    Kazemaru volteó a ver a Genda y Genda volteó a ver a Kazemaru...

    ¿De qué hablan estos locos?

    Se preguntaron con la mirada entre ellos.

    - ¡Dejen de verse! – gritaron crispados Fudo y Sakuma.

    - ¿Qué está pasando aquí? – una quinta voz se hizo escuchar, asustando a tres de los presentes.

    - Comandante. – saludó desde su posición Kazemaru.

    Nadie parecía querer responder a la interrogante, o quizás no sabían que debían responder.

    La falta de palabras exasperó al imponente hombre. - ¿Y bien? – el tono levemente amenazante, indicaba que había que decir algo rápido. Y el único valiente, que se atrevió a responder dejó a todos mudos.

    -Comíamos postre. – respondió Kazemaru.

    Genda juró haber escuchado el cuello de Sakuma y Fudo crujir de lo rápido que voltearon a verlos.

    El inocente peliceleste alzó un conito relleno de crema que tenía en la mano y que todos habían estado ignorando en medio de los gritos. La crema había escurrido un poco y manchado las mangas en la chaqueta de su uniforme.

    -Ya veo. – aceptó la respuesta Kageyama viendo que había algunos envases con más conitos rellenos de crema y algunas fresas con algo blanco – Espero que no baje el rendimiento del equipo por esto.

    - No lo hará. – prometió Kazemaru, con eso Kageyama pareció satisfecho y se dio la vuelta para retirarse del lugar, pero se detuvo al escuchar la exclamación del capitán.

    - ¡Espera, espera, espera, espera! – Genda estaba sorprendido de la rapidez con la que Sakuma dijo aquello después de salir de su estupor – ¡¿Estaban comiendo postres?!

    - Sí – respondieron a la par los involucrados.

    - ¡Dejen de mentir! – se quejó Fudo, también saliendo del asombro - ¡¿Qué fue todo eso en la mañana de la primera vez?!

    - ¡Dijiste que Genda fue el mejor hasta ahora! – Sakuma igual que Fudo estaban gritando, por suerte era un lugar abierto.

    - ¡Ah! - al inicio Kazemaru los miró sin entender, pero luego cayó en cuenta – La primera vez que traté de hornear un postre fue con Miyasaka. Las cosas no fueron muy bien. Anoche con Genda, parecía que estaba con uno de esos chefs profesionales.

    - Entonces... ¿Lo que dices que ves en internet?... – algunas cosas comenzaban a tomar sentido en la cabeza de Sakuma.

    - Son tutoriales de repostería.

    - ¿Y la cosa viscosa en tu cabello? – preguntó Fudo también armando el rompecabeza.

    - Algo de la mezcla quedó ahí, no sé cómo. Miyasaka solo tiraba todos los ingredientes y todo salpicaba.

    - ¡¿Y el dolor de cadera?! – gritaron a la par. Porque nada de lo que decían era lo que había pasado por sus cabezas.

    - Miyasaka hizo un desastre en mi casa y había huevo en el piso, ambos resbalamos y él cayó sobre mí. Me lastimé con la caída, pero no fue tan grave.

    - Entonces... - Fudo no podía creer lo que escuchaba – ¿Lo que disfrutaste anoche...?

    - Fue el pastel que hicimos. – Kazemaru no entendía la necesidad de hacer tantas preguntas.

    - Y te quedaste a dormir en la casa de Genda... ¿Por queeeeee? – volvió a interrogar Sakuma. Estaban ignorando completamente a Kageyama que veía el intercambio en completo silencio.

    - Terminamos en la madrugada, después de hornear, comimos y Kazemaru me ayudó a limpiar todo. – Genda respondió esta vez por el defensa, le daba algo de pena que estuviera en un interrogatorio, cuando fue cosa de dos – Le ofrecí quedarse a dormir, porque me preocupaba que se fuera muy tarde a casa. Tenemos varios cuartos para huéspedes.

    -...-

    -...-

    Hubo un carraspeo por parte de Kageyama, ya que se formó un silencio. Por lo que escuchó, asumía lo que pasó por las cabezas de dos de los titulares.

    -Pronto terminará el descanso, regresen a su salón. - Fue la despedida que les dio.

    Fudo y Sakuma, parecían analizar todo, así es que Genda comenzó a recoger lo que habían llevado y Kazemaru lo ayudaba, mientras esperaba a que reaccionaran.

    Cuando estaban por levantarse, escucharon un leve maullido, llamando la atención de todos. Un gato negro con ojos azules se acercó a Genda y comenzó a restregarse contra él.

    Sakuma y Kazemaru, vieron a Fudo ponerse en guardia. Y Genda comenzó a acariciar a la criatura.

    -¿Y ahora qué pasó? – cuestionó Sakuma.

    -Gatos hipócritas... - masculló Fudo y se dio la vuelta - ¿Qué esperan? El salón está lejos.

    Genda y Kazemaru se despidieron del gato, brindándole unos cuantos mimos, Sakuma trató de hacerlo también, pero terminó aruñado y no entendía el por qué. Si el gato se veía tan cariñoso con los otros dos... entendía que no le agradara Fudo, pero ¿él que hizo, para caerle mal a un gato?

    Los cuatro ingresaron a las instalaciones y de dejaron guiar por Kazemaru, ya que Fudo no recordaba del todo bien el camino. Sakuma y Genda, no sabían ni siquiera cómo habían llegado ahí.

    -Kazemaru. – llamó Fudo, haciendo que el guía volteara a verlo – Cuando dijiste que quedaste con ganas de más...

    - Me refería a más postre. No suelo comer muy seguido cosas dulces, pero a veces se me antojan.

    El ojiverde asintió y el silencio se volvió a apoderar del lugar.

    Fudo parecía molesto y Sakuma pensativo.

    Genda miraba extraño a esos dos, luego del interrogatorio que le hicieron a Kazemaru. No sabía por qué estaban así, pero se le ocurrió que podía aligerar el ambiente con un ofrecimiento – La próxima vez que horneemos algo, están invitados a unirse. Hay espacio por si se quieren quedar a dormir también.

    Kazemaru sonrió ante la idea y Genda parecía sumamente feliz de tenerlos a todos en casa.

    Sakuma y Fudo solo miraban a esos dos con un tic en el ojo.

    ¿Qué tan inocentes podían llegar a ser?

    ¡Nadie puede hablar con tanto doble sentido y no caer en cuenta de aquello! ¡NADIE!

    Pero parece que habían subestimado la inocencia de Kazemaru Ichirouta y el despiste de Genda Kojiro... lo bueno del caso, es que sabían que no había pasado nada entre ellos dos. Lo malo, es que quedaron como dos locos histéricos.

    Sakuma sabía que Genda no le haría nada a Kazemaru, si este no le daba el permiso.

    Y Fudo sabía que Kazemaru era demasiado inocente como para pedirle algo así a Genda o a cualquiera.

    El dúo suspiro dando a esos dos como un caso perdido.

    -Gracias por la oferta Genda. – respondió Sakuma, no quería ser grosero y rechazar el ofrecimiento.

    - Si nos quedamos a dormir en casa de Genda, me pido el cuarto con Kazemaru. – dijo Fudo y aquello bastó para enojar al capitán.

    Regresaron las típicas peleas y gritos entre ellos, la tregua había terminado oficialmente. Para alegría y tranquilidad del portero y el defensa, era mejor que mantuvieran su guerra diaria a tener que verlos hacer equipo por conspiraciones inventadas.

    En medio de los gritos, sonó la campana indicando el inicio de la siguiente hora.

    -¡A correr! – gritó Genda.

    Y así los cuatro regresaron a su rutina de siempre.

    Fin...
  8. .

    Prueba




    -... ¿Qué?... – Kazemaru seguía incrédulo.

    - Pregunté si te desvelaste estudiando para la prueba de física, tienes ojeras. – repitió Goenji.

    - Yo no dormí casi nada repasando, no entendía los temas – se unió Endo a la conversación.

    - La prueba es la próxima semana... - dijo Kazemaru con miedo, aquello debía ser una muy mala broma.

    - No, la prueba es hoy. – dijo Fubuki preocupado por su amigo peliceleste.

    - No puede ser. – con angustia, Kazemaru corrió hacia el salón buscando su cuaderno, comenzó a repasar los temas que venían. Por suerte la prueba se tomaría a la última hora de clase.

    Endo, Goenji y Fubuki, veían preocupados al defensa y se preguntaban la mejor manera de ayudarlo. Pero conociendo a su amigo, este prefería repasar solo.

    -Él puede, vamos a darle espacio. – sugirió Goenji.

    ----∞----

    -De seguro se metió en alguna pelea – se quejó por lo bajo Sakuma.

    - No sabes eso, tal vez solo se enfermó. – respondió Genda.

    - Tiene vendajes en la cabeza, un refriado no requiere vendajes.

    - Tal vez sufrió un accidente. Podemos preguntarle a Kido, así dejas de refunfuñar.

    - Kido lo alcahuetea, no nos dirá nada. – Sakuma aparte de enojado ahora estaba dolido. – Lo protege demasiado, como si alguien como Fudo necesitara que lo cuidaran.

    - Kido es su mejor amigo.

    - Kido quiere ser mas que eso. – el tono amargo con el que pronunció esa frase, Genda ya lo conocía. Ambos voltearon a ver a los sujetos de la conversación, Fudo veía hacia la ventana distraído respondiendo monosílabos, mientras Kido le platicaba alguna cosa. – Y el muy idiota ni cuenta se da.

    - Y tú quieres ser algo más que un amigo para Kido. – Sakuma nunca había notado, los ojos decepcionados que ponía Genda cuando recordaba eso.

    Vivian en un eterno cuadrado amoroso o algo así. Genda amaba a Sakuma desde hace años, pero el del parche se había enamorado de Kido desde niños. Kido jamás mostró interés fuera de la amistad, por eso Sakuma nunca intentó nada y Genda creía tener oportunidad, pero desde que Fudo llegó al Instituto Imperial, Kido comenzó a mostrar un interés nada típico en él.

    Fue cuestión de tiempo para que esos dos se convirtieran en amigos y Sakuma comenzara a sentirse amenazado. Lo único que lo consolaba era que Fudo nunca mostró interés romántico en Kido.

    -Fudo no se merece a Kido. – dictaminó Sakuma.

    - Sakuma, estás peleando una batalla unilateral. Y creo que la estás perdiendo.

    - ¿Qué sabes tú de luchar por amor? Tu no sabes como me siento Genda. – dijo ofendido.

    - ¿Qué no sé cómo te sientes? Yo entiendo perfectamente que es ver a la persona que te gusta todos los días babear por otro que ni le pela, llevar años anhelando que te dediquen una mirada y solo conseguir amistad. Estar dispuesto a bajar la mismísima luna si la pidieran y que lo único que te piden es un hombro para llorar, porque otro no lo quiere. – Genda se paró de su puesto – Así es que sí Sakuma, yo entiendo todos esos sentimientos, a diario los vivo. – y con eso último abandonó el salón, dejando extrañado a Sakuma.

    - ¿De quién gusta Genda? – se preguntó mentalmente.

    ----∞----

    -Voy al baño – avisó Fudo.

    - No demores, ya pronto termina el descanso. – recordó Kido.

    Caminó por los pasillos con toda su calma, venía distraído recordando la conversación de anoche con Kazemaru. El chico era agradable y muy tranquilo.

    -Asiste al Raimon... - mencionó en voz baja, tan metido iba en sus pensamientos que chocó con alguien que venía en dirección contraria – ¡Fíjate por dónde... ah, eres tú Genda.

    Fudo planeaba seguir caminando e ignorar al portero, pero fue jalado bruscamente.

    -Fíjate tú por dónde caminas. – prácticamente le gruñó a la cara.

    - Y yo pensando que solo servías como perro faldero de Sakuma, cuando quieres parece que sacas las garras. – dijo con burla Fudo.

    - ¿No piensas disculparte? – afiló la mirada el de ojos azules.

    - ¿Debería? El chico que te gusta no te determina. ¿Por qué debería yo disculparme de no haberte visto?

    Fueron necesarios cuatro profesores, más la intervención de Kido y Sakuma para separar a esos dos.

    Había sangre en el labio de Fudo y en la nariz de Genda, los uniformes antes impecables estaban todos maltratados.

    En el Instituto Imperial, una pelea ameritaba una expulsión, pero con ciertas influencias de un chico de capas, que alegó por ambos chicos, todo quedó perdonado con una detención al final de clases y un ensayo de 1000 palabras disculpándose por comportamientos inapropiados en el plantel estudiantil.

    ----∞----

    -Volteen las hojas, pueden comenzar. – anunció el profesor.

    Kazemaru había hecho todo lo que estaba a su alcanze para aprenderse el contenido, repasó cada tema. Pero sabía que no sería suficiente. Se dio ánimos mentalmente antes de tomar el bolígrafo y comenzar.

    Llenó sus datos a tinta y a lápiz logró resolver los dos primeros problemas, luego llegó al tercero... ese no lo entendía. Una mirada rápida al resto de la hoja, le indicó que no avanzaría más.

    -Estoy perdido... - se quejó a lo bajo.

    - El segundo problema está mal hecho.

    - ¿Eh? - Sorprendido volteó hacia la izquierda encontrando a Fudo, que revisaba su prueba.

    - Joven Kazemaru. – llamó el profesor - ¿Busca algo?

    - Perdone, me ha molestado un mosquito en el oído. No volverá a pasar.

    - Eso espero. – el viejo profesor lo dejó pasar, solo porque el joven se sentaba junto a la ventana y había movido la cabeza en esa dirección.

    - ¿Así es que ahora soy un mosquito?

    - ¿Qué quieres? Estoy ocupado. – Kazemaru susurró con la vista fija en su hoja, sabía que Fudo lo escucharía, pero debía disimular que no estaba conversando con alguien que no estaba ahí.

    - Vengo a ayudar y solo recibo hostilidad. Me hieres Kazemaru. – el ojiverde llevó una mano hacia su pecho, como si estuviera seriamente dolido. – Mueve la mano y déjame ver, creo que puedo ayudarte.

    Poco a poco, Fudo lo guio para solucionar cada uno de los problemas, no le decía directamente la respuesta solo le dictaba las fórmulas que debía usar y se las explicaba cuando no las entendía.

    Kazemaru trató de no hablar, solo asentía si entendía lo que decía Fudo o negaba cuando no, señalaba la formula si no la sabía desarrollar. Fudo estaba acuclillado junto al pupitre para ver la prueba y enseñarle a resolverla.

    Todo salió de maravilla, hasta que llegaron al último problema, el cual valía el 50% de la calificación. Kazemaru entró en pánico al no entender nada y Fudo hasta maldijo al viejo profesor, por el nivel de dificultad. El ojiverde vio el reto en aquel último problema de física y no pensaba dejarlo sin resolver.

    A veces las personas cuando no entienden algo, lo acercan a ellos, como si verlo a corta distancia hiciera llover las respuestas del cielo, y eso hizo Fudo. Había apoyado una mano en la mesa y la otra contra el respaldo de la silla, estaban bastante cerca, pero tan enfocados en resolver el "jefe final", que no cayeron en cuenta de que habían cambiado de lugar.

    El que estaba sentado ahora era Fudo terminando el último problema, el más difícil y Kazemaru estaba de pie junto a su puesto, viendo cómo Fudo peleaba para sacar la última respuesta.

    No fue hasta que la campana sonó anunciando el final de la clase y por ende el final de la prueba. Que ambos notaron el cambio, habían entrado en pánico porque no entendían cómo pasó aquello.

    -Kazemaru, dame la página. – llamó la chica que se sentaba al peliceleste, pero esta veía hacia Fudo, quien aún con dudas le entregó la hoja.

    Aprovechando que el salón estaba distraído comparando los resultados de la prueba, Fudo y Kazemaru, comenzaron a hablar entre susurros.

    -¿Qué acaba de pasar?

    - No lo sé, parece que estás en mi cuerpo...

    Continuará...
  9. .

    Planes





    Tobitaka estaba impresionado de la gran variedad de palabras altisonantes que lograba pronunciar Fudo por minuto. Desde que abrió el maldito sobre, el ojiverde se deshizo en versos no aptos para menores de edad.

    - ¿Y si solo le adviertes a Kido? - Fudo acaba de mirarlo como si hubiera insultado a su madre. – Ok, no quieres decirle nada a Kido. Entonces, no le digas nada, pero adviértele a "Kido", son compañeros de cuarto, podría mantenerlo vigilado. - Fudo ahora lo miró ofendido y le alzó la ceja – Entiendo, tampoco te gusta esa idea. Podemos decirle al entrenador sobre esto, quizás él...- ahora Fudo lo miraba como si fuera retrasado - ¿Sabes lo difícil que es tener una conversación con alguien que no responde?

    - Pero si lo estabas haciendo bien. – se burló.

    - Mira, no quieres ninguna de mis sugerencias. ¿Qué propones tú o gran estratega planificador? – esperaba que su sarcasmo al final, le picara un poquito el orgullo.

    - Para tú información, ya tengo un plan.

    - ¿Entonces por qué tanto drama?

    - La ejecución del plan es el problema.

    - Fudo por más que quieras que yo adivine lo que pasa por tu cabeza, no soy un genio. Tampoco soy alguno de los Kidos, a mí si debes explicarme el plan.

    - Tsk... bien, escucha. – Fudo se sentó en su cama para comenzar a explicar – La foto que tomó de Kido, ha sido en el exterior. Ha tenido acceso a nuestro equipaje, en el exterior. Nos ha atacado fuera de la concentración, cuando hemos ido a repartir la comida. En conclusión, no se atreve a atacarnos en "nuestro territorio". Lo único que hay que hacer para mantener a salvo a Kido, es asegurarnos que se quede dentro de este lugar.

    - Ahora lo que no entiendo es: ¿Cuál es el problema en el plan?

    - ¿Cómo mantener a Kido dentro sin que sospeche nada y se ponga a investigar por su cuenta?

    - Para ser un genio a veces eras despistado.

    - ¿Disculpa? – el tono sorprendido hasta le causó gracia a Tobitaka.

    - ¿Te gusta Kido? ¿Verdad? – si el ojiverde se sorprendió con esa declaración no lo demostró – Pasa tiempo con él. Lo mantendrás vigilado y te aseguras de que se mantenga aquí dentro. Si tu no sales tampoco, el encapuchado no se acercará.

    - Tobitaka – Fudo lo miró como si hubiera descubierto América – eso es brillante.

    En parte fue su idea... pero Tobitaka no pudo evitar desearle suerte a Kido. Porque sabía que Fudo lo haría por el plan... pero lo veía capaz de aprovecharse de la situación también.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Tatsuya, Hiroto y "Hiroto" estaban arreglando las cosas en su habitación, cuando la comida estuvo lista los habían interrumpido y ahora debían terminar el trabajo.

    -¿Quieres la gaveta de arriba? – ofreció Tatsuya a "Hiroto".

    - Cualquiera estará bien.

    Mientras doblaban ropa y sacudían almohadas, llamaron a la puerta.

    -Ya voy. – avisó Hiroto, que era el que más libre tenía las manos. – Hola Haizaki.

    - Necesito hablar con "Hiroto". – pidió luego de saludar con un movimiento de cabeza, tampoco había que ser maleducado.

    - Apenas nos cambiamos de cuarto y ya me extrañaste. – dijo en broma el ojirosa mientras iba hacia la puerta.

    - Ya quisieras que alguien te extrañara.

    - Rompes mi corazón. – le sacó la lengua al ver que Haizaki también se burlaba de él.

    - Tengo que pedirte un favor.

    - ¿Un demonio pidiendo el favor de dios? Esto tengo que verlo. – en medio de la burla, se notaba que estaba dispuesto a escuchar el pedido.

    - Sígueme. – Haizaki se dio la vuelta y entró a su habitación seguido de "Hiroto". Dejando a dos pelirrojos solos.

    - Te ves feliz. – le comentó Hiroto a Tatsuya.

    - Lo estoy. – aseguró mientras terminaba de guardar la ropa. – Es un alivio saber que "Hiroto" está haciendo amigos.

    - ¿Pensé que en su línea de tiempo se llevaban bien todos ustedes?

    - Al principio no. Era muy difícil convivir con "Hiroto". Nadie en el Sun Garden quería hablar con él, ni siquiera lo querían en el equipo. Entró como una de las condiciones de padre, para patrocinarnos.

    - Bueno, es alguien de carácter difícil. Pero no creo que eso baste para no tener amigos.

    - "Hiroto" no era como ahora. Siempre buscaba problemas, insultaba y lastimaba sin mirar a quién o medir las consecuencias. Me costó un mundo hacer que confiara en mí y más aún hacerlo confiar en los demás.

    Tatsuya aprovechó a sentarse después de terminar. Se veía cansado, pero Hiroto dudaba que fuera por acomodar todo.

    -Bueno, no llegué a conocer a "Hiroto" antes. Pero si tu no te rendiste con él, estoy seguro de que es porque habías visto algo bueno en él. – aquellas palabras le sacaron una pequeña sonrisa a Tatsuya - No creo dedicarme a causas perdidas. - le sonrió de vuelta.

    - Éramos niños, yo no tenía padres al igual que el resto de los chicos del orfanato. No teníamos mucha ropa o juguetes, pero éramos muy felices, nos teníamos entre nosotros y a la señorita Hitomiko. – suspiró por los agradables recuerdos que vinieron a su mente – Él era un niño igual que yo, tenía un padre y una hermana de sangre, una gran casa, todos los juguetes que quisiera y aún así se veía tan triste y solitario. – la expresión en el rostro del pelirrojo estaba cargada de lastima recordando aquello – No entendía por qué él no era feliz. Pero quería ayudarlo, me acerqué a él jugando futbol y mientras más lo conocía menos lo entendía.

    - Eras un niño – lo interrumpió Hiroto – es normal que no entendieras sus sentimientos a esa edad.

    - Tienes razón. No fue hasta varios años después que entendí que "Hiroto" se sentía solo. Pero cuando quise ayudarlo era tarde. Se había cerrado al mundo y parecía lidiar constantemente una batalla de odio contra todos... no podía dejarlo solo. No viéndolo ser miserable. Me había acercado a padre buscando ayudarlo con Tatsuya y bueno, porque yo también quería sentir lo que era tener un papá, no me había dado cuenta de que nuestra cercanía solo lo lastimó más. – se restregó los ojos frustrado mientras seguía el relato – Hiroto solo quería lo que cualquier niño quiere. Ser reconocido por su padre, pero no lo hizo de manera correcta.

    - Tu no querías lastimarlo...

    - Pero lo hice, aunque no fue intensional. Como dije, fue un largo camino para comprenderlo y lograr ayudarlo. Con gritos y peleas de por medio, pero todo ha valido la pena al final. "Hiroto" es como mi hermano, al fin podemos llevarnos bien. Y verlo ahora convivir con los demás y relacionarse sanamente con otros, no tiene precio.

    -Me alegro por ustedes. – y lo decía de corazón. – "Hiroto" es una buena persona... pero no lo quiero cerca de Midorikawa...

    Lo último fue un murmullo, pero por el silencio del cuarto Tatsuya logró escuchar y se largó a reír, para vergüenza de Hiroto.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -De acuerdo. – aceptó "Hiroto".

    - ¿De verdad vas a ayudar? – Haizaki no podía creer que lo convenció tan facil.

    - Será divertido. – esa sonrisa no auguraba nada bueno, pero se imaginaba el tipo de "diversión" que tenía "Hiroto" en la cabeza.

    - Solo vamos a interferir si necesitan ayuda, no crearemos los problemas nosotros. – volvió a aclarar el de largo cabello, por si el otro lo malinterpretó.

    - Lo sé, relájate un poco. Estás tan paranoico como "Kido".

    Haizaki pensaba refutar, pero en ese momento entró "Fudo" al cuarto.

    - ¿Más visitas? Y yo que pensaba que eras más del tipo solitario. – comentó el ojiverde.

    - Yo ya me iba. – dijo "Hiroto".

    - No interrumpan su reunión del té, por mí. – se burló tirándose a su cama y cruzando los brazos tras su cabeza.

    - ¡No olvides lo que dije! – repitió Haizaki al ver a "Hiroto" salir.

    - ¡Sí mamá! – le respondió desde fuera.

    - Debo conseguir más amigos. – se quejó el ojirojizo.

    - Pero si ustedes dos son adorables juntos, solo les falta hacerse coronas de flores. – las burlas con sarcasmo eran pan comido para "Fudo".

    - ¿Estás de buen humor? Hace unas horas no hablabas tanto. – se quejó Haizaki.

    - Digamos que traté de evitar que mi otro yo haga algo estúpido, pero como va a hacerlo igual, tendré un espectáculo para reírme por un tiempo.

    - Ustedes dos dan miedo...

    En general los Fudos le producían un escalofrío al equipo. Cuál de los dos estaba más loco que el otro.

    .

    .

    .

    Cuando "Hiroto" regresó a su habitación, encontró a Tatsuya retorciéndose de la risa y a Hiroto rojísimo de la vergüenza.

    - ¿De qué me perdí?

    Más risas fueron su respuesta.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -Acabo de ver algo muy interesante Nishikage. – comentó Nosaka, viendo desde la ventaba cómo entrenaban los Fubukis.

    - ¿Por qué lo dice Nosaka? – comentó caminando hacia la ventana para ver lo que el otro observaba tan atento.

    - Es bueno tener aliados tan poderosos. – el portero solo asintió ante esas palabras. – Es increíble ¿verdad?

    - Es una técnica muy buena. – aceptó.

    - No me refiero a eso. – aclaró cuando el pelicrema malinterpretó sus palabras – Es increíble estar aquí. Otra línea de tiempo, ver compañeros que son dos versiones de la misma persona... esto es increíble. Casi un sueño... una pesadilla. – dijo con pesar lo último.

    - ¿Nosaka? – cuestionó preocupado, no entendió la última frase.

    - Perdona... es solo que me pongo a pensar que nada de esto estaría pasando, si no nos hubieran atacado... hay personas secuestradas, no sabemos en qué condiciones. Yo me prometí cambiar nuestro mundo con estas manos – miraba sus palmas como si la respuesta al universo estuviera en ellas, mientras Nishikage lo veía preocupado – pero no sé si serán suficientes para cambiar dos realidades de tiempo.

    Sus manos se volvieron puños, mostrando la frustración de no poder hacer más por el momento. Los nudillos estaban blancos de la fuerza ejercida y su ceño fruncido, el portero lo veía en silencio.

    Seiya se había prometido seguir a Nosaka donde quiera que fuere y acompañarlo en todo... era hora de reafirmar su fidelidad.

    -¿Nishikage? – llamó sorprendido cuando de mayor estatura se arrodilló ante él y tomó las manos vueltas puños. Suavemente las acarició hasta que Nosaka relajó el agarre y cuando aquellas pequeñas manos estuvieron a salvo entre las grandes de él, pegó su frente contra ellas.

    - Nosaka, yo le prometí a usted seguirlo y estando ahora en otra dimensión, reafirmo mi promesa, sabiendo que puedo hacerla realidad. Lo seguiré a los confines del universo si usted me lo pide e incluso si no me considera digno de estar a su lado, yo igual estaré. Protegeré estas dos manos que usted usará para cambiar el mundo. Seré su escudo y su fiel seguidor, úseme como mejor le parezca. A cambio solo pido una cosa... - Nosaka estaba impresionado, las palabras se negaban a salir, Nishikage estaba esperando que aceptara escuchar su petición. Afirmando el agarre le dio permiso de continuar – Prométame no dudar de usted. Porque yo no tengo dudas en que estas dos manos serían capaces de cambiar el universo de ser necesario.

    - Nishikage yo...

    - No diga nada. Solo acepte a este escudo como su fiel seguidor.

    - Eres mucho más que solo eso...

    - Lo sé. – dijo suavemente mientras levantaba la vista – Pero usted no necesita sentimientos confusos en este momento, usted necesita seguridad.

    - Gracias. – fue todo lo que pudo decir Nosaka. No podía darle mucho más en el momento al portero, no era el momento ni el lugar. Pero sí podía hacer algo recíproco.

    Dejó un suave beso sobre los nudillos de Nishikage, para sorpresa del portero.

    -No volveré a dudar, ya que un escudo no puede ser exitoso si el empleador duda al momento de usarlo.

    Esa era todo lo que necesitaba el portero. Ellos estarían bien. Viniera lo que les viniera, ellos estarían bien.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -¿Necesitas ayuda? – ofreció Goenji luego de escuchar por 15 minutos a Baddap pelear contra el aparato que Canon había construido.

    - No sabrías cómo ayudar. – en general se hubiera molestado por tan cortante respuesta, pero con los pocos días de convivencia con el exsoldado, notó que este era de muy pocas palabras, era directo y conciso. No adornaba lo que decía, no lo suavizaba, ni siquiera con Canon.

    - De acuerdo.

    Baddap siguió trabajando y Goenji planeaba descansar un rato o buscar un balón y salir a entrenar. Pero cuando estaba por levantarse y buscar el esférico, su compañero de cuarto pidió su ayuda.

    -Si aún está en pie la oferta anterior. Requiero asistencia.

    - ¿En qué puedo ayudar?

    - Vigila el monitor y avísame si el número que proyecta en la esquina cae.

    - ¿Solo eso?

    - Sí. – el goleador de fuego vigilaba la pantalla y Baddap estaba utilizando un cautín. Parece que el silencio iba a continuar para pesar de Goenji, pero Sleed volvió a sorprenderlo hablando – El dispositivo que Canon ideó era para usar cierta cantidad de APX, con el robo, no tenemos la cantidad suficiente. Estoy tratando de modificarlo para que funcione con la cantidad que tenemos.

    - Entiendo. Por eso es que aún no tenemos esta protección extra.

    - Afirmativo. El número que vigilas en la pantalla es la resistencia que tendrá el campo, si decae será más débil. No debe bajar.

    - Por ahora sigue igual, si cambia avisaré inmediatamente.

    Un pequeño asentimiento fue todo lo que recibió. Goenji estaba agradecido por el esfuerzo que hizo Baddap en convivir con él. Siguieron así un buen rato. En algunas ocasiones el número decayó e inmediatamente avisó.

    Baddap fruncía el ceño y trataba de regresar los dígitos al valor original, siempre lo conseguía y volvía a comenzar el trabajo.

    -Creo que está listo para realizar una prueba.

    Ha caído la noche, luego de tanto trabajar, pero con suerte el campo de fuerza estaría listo para su constante uso.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Someoka había bajado con la intensión de salir a entrenar un rato, esa idea se vio truncada pues apenas puso un pie en el patio trasero, se encontró al trío de Fubukis.

    Perece que los chicos habían tenido la misma idea que él. Pero aquella técnica que estaban realizando era lo suficientemente impresionante para detener su propio entrenamiento, aún sin estar terminada.

    Los chicos planeaban tomar un descanso por agua, cuando los sorprendieron los aplausos de Someoka.

    -Gran técnica. – comentó el de piel morena.

    - Aún no está terminada. – se quejó Atsuya – Pero cuando lo logremos, verás cómo te quedas sin palabras.

    - ¿Vienes a entrenar un rato Someoka? – comentó Shiro al verlo con balón en mano.

    - Eso planeaba, pero su técnica me ha robado la atención.

    - Lastimosamente le falta fuerza al tiro, no logramos generar la potencia que queremos. – opinó "Shiro".

    - Mmmmm – Someoka lo pensó por un momento - ¿Podrían volver a intentar la técnica? Creo que tengo una idea.

    Los tres Fubukis se miraron entre ellos, no es como que tuvieran algo que perder con volver a intentarlo.

    En posiciones la nueva técnica se ejecutó nuevamente ante la analítica mirada de Someoka. Justo como decía "Shiro" al llegar a la portería el balón perdía potencia.

    -Ya lo tengo. – les avisó al trio – Le falta más altura.

    - ¿Más altura? – comentaron los tres a coro.

    Lo meditaron un momento y todos opinaron sobre cómo lograrlo, hasta que dieron con la solución.

    Un nuevo intento fue ejecutado, el ambiente se heló y los rugidos resonaron, la potencia del tiro cortó el aire del lugar con un silvido. La técnica estaba lista.

    Los dueños de la técnica estaban extasiados con el resultado y Someoka tenía en la cara aquella sonrisa de victoria que le regalas a tus amigos cuando lo ves cumplir sus metas.

    -Recuérdenme tenerles miedo a ustedes tres juntos. – fue su felicitación.

    - Que se cuide Jaret. – dijo con una sonrisa siniestra Atsuya, "Shiro" solo se palmeó la frente y Shiro se rio incómodo.

    Luego le harían entender al menor que no había que usar la violencia contra otras personas.

    Conversaron un rato, explicándole a Someoka cómo surgió aquella idea y mientras rememoraban todo, aparecieron Goenji junto a Baddap, ambos Endos y Canon con el dispositivo del campo de fuerza en la mano.

    - ¿Quieren acompañarnos en la prueba? – dijo feliz el bisnieto de Endo.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Kogure estaba en su cama pensando en cómo vengarse de aquel rubio. ¡Le había truncado su broma!

    -En algún momento se irá a dormir. – comentó para él mismo. Planeaba jugarle una broma cuando cerrara los ojos, con marcador en mano soltó una risita. No podía esperar a que el rubio cayera en brazos de Morfeo.

    Así lo encontró Afuro cuando regresó a la habitación, el pequeño disimulaba su risa... o lo intentaba. Mientras ocultaba de su vista el marcador.

    El de largos cabellos dorados solo sonrió tranquilamente, ya se ocuparía de ese diablillo. Por suerte se había preparado pidiéndole un favor a Haruna.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Asuto entró al cuarto encontrando solo a "Kazemaru".

    -¿Ocurre algo? – preguntó al verlo tan serio y pensativo. Pero el peliceleste no pareció escucharlo. - ¿"Kazemaru"? ¿Se encuentra bien?

    El menor se acercó tocándole el hombro para llamarlo.

    -¡Ah! – sorprendido giró encontrando al pelinegro – Asuto me asustaste, no te vi llegar.

    - Lo siento. Es que se veía preocupado. ¿Está todo bien?

    - Yo estoy bien tranquilo. Solo me preocupa un poco mi otro yo.

    - ¿Le pasó algo a Kazemaru?

    - No es que pasara algo en sí... - ¿Cómo explicar la situación sin delatar al otro? – solo está preocupado por el futuro. Hay muchas cosas inciertas ahora mismo se podría decir.

    - Lo entiendo. – ahora el que estaba desanimado era Asuto – Kirina y Mansaku están secuestrados, otros dos miembros del equipo también. Tenemos siete días sin saber nada de ellos y yo entiendo que no podemos realizar un rescate sin saber como mínimo, dónde los tienen... pero es frustrante solo esperar y no poder hacer nada.

    Ahora "Kazemaru" no solo estaba preocupado por su igual, sino también por la carga emocional que llevaba Asuto. Los cuatro chicos secuestrados no eran cercanos a él, no se conocían. Pero dos de ellos eran amigos cercanos del pelinegro, no podía creer que nadie hubiera notado lo que callaba el pequeño.

    -Ven aquí. – dijo invitándolo a sentarse – Vamos a encontrarlos ¿Sí? Recuerda que ellos también son miembros de Inazuma Japón, son de los mejores jugadores del país, llevan el espíritu de lucha del Raimon y estoy muy seguro de que son dos personas fuertes.

    - Sí lo son. – afirmó Asuto. En algún momento se le habían aguado los ojos y estaba tratando de no llorar.

    - Estarán bien. Igual que nosotros. Recuerda que un equipo está conformado por once personas y aunque estemos lejos, nuestro espíritu estará siempre unido.

    - S-sii – para ese punto el más joven tenía la voz quebrada y lágrimas corriendo por su rostro. Se abrazó a "Kazemaru" buscando consuelo y este le abrió los brazos para darle confort.

    Así los encontró Kazemaru cuando regresó a la habitación, pero Asuto estaba dormido sobre su igual y ahora no querían despertarlo.

    -¿Todo bien? – le susurró para no molestar el sueño del otro.

    - Más o menos, él solo necesitaba desahogarse. – le respondió igual de bajo – ¿Cómo estás tú? ¿Te sientes mejor?

    - Un poco. He estado pensadondo y no puedo cambiar el hecho de que Canon exista... tampoco quiero hacerlo, sería egoísta hacer algo para cambiar el futuro y que él desaparezca por mi culpa, nos ha ayudado tanto... no sería justo.

    - Tampoco es justo para ti rendirte sin pelear. Y el Endo de esta línea de tiempo se ve interesado en ti.

    - ¿En mí y en cuántas más? El futuro fue dictado, hay tres bisabuelas... no hay cabida para aun Kazemaru... ni en esta línea de tiempo ni en otra, al parecer. – "Kazemaru" no podía decir argumento contra aquello. – Tal vez no estamos destinados a estar juntos... seremos compañeros de equipo y amigos... nada más.

    -Kazemaru – trató de decirle algo, pero el otro se metió en su cama.

    - Estoy cansado... buenas noches.

    "Kazemaru" se acomodó como pudo con Asuto a su costado, pero no dejaba de lanzar miradas a la cama de su igual.

    -Alguien tiene que apagar la luz... - comentó al aire. Pero Kazemaru no le respondió. – Y necesito ir al baño... - ahora Asuto se acomodó mejor sobre él.

    Estaba atrapado, se hubiera palmeado la frente si alguno de sus brazos estuviera libre.

    En medio de sus lamentos, la puerta fue tocada.

    - ¿Hay alguien? – comentó "Kido" al no recibir respuesta, porque la luz del cuarto estaba encendida, se colaba por el marco de la puerta.

    - Ayuda... - llamó "Kazemaru" resignado. No saldría solo de esta.

    "Kido" abrió la puerta extrañado por esa respuesta, encontrado a "Kazemaru" siendo abrazado por Asuto.

    -Necesito ir al baño, pero si lo despierto temo que vuelva a llorar. – el estratega se aguantó la risa. Estas cosas solo le pasaban a "Kazemaru" por querer estar cuidando de todos.

    Removió suavemente a Asuto, liberando al peliceleste.

    -Gracias.

    - De nada. – respondió divertido el de rastas.

    - ¿Necesitabas algo?

    - Ah, casi lo olvido. Venía a preguntarte si "Fudo" te ha comentado alguna cosa de Fudo.

    - Mmmmmm, no que recuerde.

    - Vale, no te preocupes.

    - ¿Ha pasado algo?

    - Creo que sí, ven conmigo.

    Ambos salieron del cuarto cerrando suavemente la puerta. "Kido" le indicó con el dedo que guardara silencio, diagonal a ellos, la puerta del cuarto de los Kidos estaba semiabierta y se escuchaba la disputa en el interior.

    "Kazemaru" soltó un ruidito nasal, mientras "Kido" se mordía el lavio.

    Dentro del cuarto Kido trataba de largar a Fudo, que estaba de los más tranquilo acostado en su cama.

    - ¿Cómo pasó eso? – le preguntó el velocista al de la capa.

    - Ni idea, pero me voy a divertir viendo cómo se solucionan.

    Continuará...

    Espero les gustara el capítulo. Quiero hacerle una mención especial a Ritta-Ritta desde Brasil me ha sacado las lágrimas con tan bellas palabras de aliento que me ha dedicado. Espero que disfrutaras este capítulo como todos los demás.

    Bueno, ahora la parte del capítulo que más aman ustedes, PREGUNTAS:

    ¿Cuál es su parte favorita? La mía, el plan que se ha idea Fudo junto a Tobitaka XD Kido va a tener una segunda sombra ahora.

    ¿Qué hicieron Tsunami, Tachimukai y Toramaru? Que no han salido en el capítulo, díganme qué creen que fueron a hacer.

    ¿Qué le habrá pedido Haizaki a "Hiroto"?

    Los Midorikawas estaban en silencio este capítulo ¿Estarán creando algún loco plan nuevo?

    ¿Salió muy empalagoso lo de Nishikage y Nosaka? No quería muy azucarado... pero no sé.


    Otra cosa, si alguno es fanático del FudoKaze como yo, le recomiendo pasarse por mi fic SENSORIUM, son capítulos cortitos y disfrutables. Les aseguro que no se demora casi nada en leer. Sería lo que le digo una "lectura ligera".


    Creo que ya no tengo nada más que decir, así es que les recuerdo:

    No olviden votar y comentar si les gustó el capítulo.

    Nos leemos, hasta la próxima...

  10. .
    QUOTE (CherryBlossom @ 10/2/2020, 12:10) 
    HEYYY,, ANDO DE HYPEADA DE QUE ESTO CONTINÚA, ME ENCANTA LPM 8)-
    Me hice una cuenta de esto solo para responderte bb, muak, amo esto <3

    Hola linda, nuchas gracias <3 por comentar : ) me alegro que te guste la historia al punto que te has creado una cuenta para comentar. Trataré de mantener un poco más seguidas las actualizaciones, porque actualmente mi proyecto más fuerte es Nuestra Realidad. ^\\\\^ pero estoy tan emocionada por tu comentario que te prometo estar más al pendiente de actualizar esta historia
  11. .
    Arwen PS, aquí la continuación, me alegro que te gustara lo suficiente la historia como para dejar un comentario :D


    Investigando 2/2




    Kido caminaba diligente tras de mí, si alguien algún día me hubiera dicho que terminaría guiando a Yuuto Kido hacia una sana sexualidad, lo más probable es que primero me riera en su cara y luego lo golpeara.

    Pero como la vida y la autora, son caprichosas por igual aquí estoy. Siento un leve temblor gracias al agarre de nuestras manos, llámenme loco, pero sigo creyendo que si lo suelto este conejo escapará del depredador hasta ahora bien portado. Porque nadie en su miserable vida tiene derecho a poner en duda mi autocontrol, luego de tener a Kido desnudo en mi casa completamente solo y no haberle puesto un solo dedo encima.

    Llegamos al baño y un escalofrío pasa por el cuerpo del estratega de ojos escarlata. Supongo que lo ha golpeado el cambio de temperatura, la habitación estaba más templada, el baño está frío y él descalzo.

    Lo suelto cuando estamos frente a la puerta corrediza de la regadera-tina. Apago el agua del grifo de la tina y abro la regadera.

    -Entra. – le ordeno. Disfruto verlo tragar y acatar mi orden. Levanta una pierna para entrar a la tina y me deleito con la curvatura expuesta de su redonda nalga...

    - ¡Está fría! – se queja estando dentro. Claro que iba a estar fría, esa fue la pluma que abrí.

    -Acércate a la regadera, el agua estará caliente. – le digo entrando tras de él y cerrando la puerta de vidrio.

    ¿Les digo algo que amo de mi baño? La puerta corrediza de la tina-regadera, es de vidrio traslúcido y frente a este, está el lavamanos con un gran espejo.

    - ¿No vas a quitarte eso? – bajo el agua de la regadera, me señala con la mirada la única prenda que traigo puesta.

    - No comas ansias, que tenemos una larga semana por delante. Y el postre no se come antes del plato fuerte. – veo su cara tomar el mismo color de sus ojos, mientras me mata con la mirada.

    - No me gustan los postres... - ¿Te atreves a desafiarme?

    - Cuando pruebes este, te aseguro que volverás por más. – no sé si quiere saltarme encima para besarme o matarme, pero si es él, ninguna de las opciones me molesta.

    Disfruto ver a Yuuto sin palabras, pero ahora mismo no sé si es por vergüenza o porque planea en silencio la manera más eficiente para deshacerse de mi cadáver... me arriesgaré a ignorar la última opción y rebuscar entre mis cosas lo que necesito.

    Al fin tengo todo en mano, el agua de la tina va por la mitad de mi pantorrilla y ya va entibiando gracias al agua caliente que cae de la regadera.

    Le paso una barra de jabón al estratega bajo el chorro de agua y dicto la siguiente orden – Enjabónate.

    Lo veo dudar al inicio, pero sigue el mandato sin queja alguna. Yo hago lo mismo y en completo silencio estamos uno frente al otro "bañándonos".

    La cara de Kido grita que no entiende nada de lo que estamos haciendo desde que entramos al baño, pero necesito tiempo para que la tina se llene y también quiero que baje la guardia ante mi presencia.

    Estamos los dos solos en un pequeño espacio, con el relajante sonido del agua caer, el aroma de los jabones con avena y miel llenando nuestro olfato, el calor comenzando a hacerse presente en forma de vapor y la agradable vista de ambos cuerpos desnudos... bueno, yo aún en ropa interior pero la idea es lo que cuenta.

    Quiero que entre en confianza conmigo, ahora. No quiero que se altere cada vez que comiencen las dos horas. Esta también es la razón por la que me he dejado la ropa interior. Creo que, si me presento el primer día completamente desnudo ante él, estará alerta a todos mis movimientos, en lugar de disfrutando del momento.

    Siento que estoy aplicando uno de esos manuales de: ¿Cómo lidiar con un animal salvaje y no asustarlo al primer intento?

    Paso 1. No hacer movimientos bruscos cerca de él... cosa que ya fallé porque le metí una nalgada. Pero que tampoco soy perfecto... así es que mostrarle otro órgano reproductor masculino, creo que podría causarlo un corto circuito a sus ya bastantes fundidos nervios.

    -Alto – le aviso cuando veo que pretende regresar bajo el chorro de agua.

    - Ya terminé de enjabonarme.

    - Lo sé, solo espera. – suelto la barra que tengo a mano y tomo dos guantes de baño que compré... digamos que me puse creativo y fui de compras cuando Sakuma me "reclutó" para esta misión – Date la vuelta.

    ~*~*~*~*~*~*~*~*~

    Hago lo que me pide y me dedico a ver el agua caer. El frío inicial poco a poco abandona mi cuerpo, entre el vapor y el agua entibiándose en mis pies, se siente mucho más agradable esto. No sé qué pretenda ahora Fudo, solo puedo esperar a su siguiente movimiento y tratar de no golpearlo en el proceso.

    Escucho el agua moverse y pierdo el aliento cuando siento el pecho de Akio contra mi espalda.

    -Calma – me ha susurrado aquello al oído, evitando que escape de aquel contacto.

    Algo suave cae sobre mis hombros y una mirada me basta para ver las manos de Fudo cubiertas por unos guantes de baño color blancos. Comienza a masajear mis hombros y no puedo más que suspirar por la agradable sensación.

    - ¿Recuerdas qué estábamos haciendo en el cuarto? – me dice manteniendo un tono de voz bajo, casi como si quisiera mantener un secreto solo entre nosotros.

    -Investigando. – repetí aquella palabra empleada por él, para darle inicio a toda esta locura.

    - Correcto, seguimos investigando. – el movimiento circular de sus pulgares contra mis hombros me está relajando más de lo que podía creer y ahora entiendo por qué no dejó que me quitara el jabón – Muchas veces el toque correcto en los lugares correctos puede encender a una persona. Vulgarmente llamado "juego previo", prepara al terreno para la acción que viene luego. Muchos tienen la idea de cualquier persona solo con ver un pene o una vagina, dependiendo del caso, bastaría para llevarle la excitación del cuerpo a mil y cogerse así a la persona-

    - ¿Podrías usar un término menos vulgar? – le reprocho por la manera de hablar, aunque mi voz sale más ida que presente... sí lo admito, estoy siendo débil al masaje, que ahora mismo está contorneando mi columna vertebral.

    - ... y tener coito mágicamente con la otra persona. Si aún hay idiotas que creen que el coito es un vulgar mete-saca, juro que deberían revocarles el derecho a procrear. - ¿Es normal que me parezca tan verídica la explicación de Fudo sobre la reproducción humana? O quizás, solo estoy atontado por las manos en mi espalda – El coito, ya que no me dejas decir sexo – maldita palabra que me produce un escalofrío – es un ritual que permite a dos o más personas disfrutar de los placeres sexuales ocultos en nuestros cuerpos. Pero como normalmente nadie está listo para tener sexo con solo un parpadeo, el organismo requiere de un ritual.

    - ¿Ritual? – creo que voy a quedarme dormido estando de pie...

    - Sí, un ritual. Algo parecido a encender un auto, sino colocas la llave primero, la giras, quitas el freno y aprietas el acelerador, el carro no irá a ninguna parte. Igual es el cuerpo humano, si no se relaja y excita antes de la penetración, una o ambas partes pueden pasarlo mal.

    Solo Fudo Akio, podía comprar el coito con un auto y hacer que sonara coherente.

    -Tienes extrañas metáforas... - le comenté en medio de un pensamiento lúcido.

    - Soy más de enseñar con práctica que con palabras. – las manos por fin abandonaron mi espalda y ahora se paseaban por mis brazos, subiendo y bajando, llegaban hasta la muñeca y volvía a subir hasta los hombros. Gracias a los guantes de baño, comienza a generarse espuma – ¿Alguna vez te han contado lo sensibles que son las manos? Poseen muchas terminaciones nerviosas. Una persona podría llegar a excitarse solo con sus manos.

    - Eso es extraño... no creo que nadie pueda sentirse bien solo por sus manos.

    Por alguna razón la sonrisa que sentí crecer en la cara del ojiverde me dio un mal augurio.

    -Bueno, si te parecen raras las manos, serán más extraños los pies. Es el mismo principio, las terminaciones nerviosas en la planta de los pies son muchas... adivina el resto con la estimulación correcta. – ahora mismo siendo más consciente de mí, me doy cuenta de que estoy siendo abrazado por Fudo... sus manos aún pasean por mis brazos, relajándolos ante el suave toque de los guantes. Pero aparte de su pecho, hay otra parte de su anatomía que al principio no rozaba contra mí...

    - Fudo... - lo llamo con miedo de aquello.

    - No pasa nada, tranquilo. – las manos cubiertas que antes viajaban por mis brazos se posaron sobre mis manos. Fudo comienza a trazar círculos en mis palmas y lo que al inicio comienza siendo una inocente caricia, despiertas las extrañas sensaciones que sentí en la recámara.

    Un cosquilleo extraño comienza y un calor nuevo va creciendo en mi vientre. Esto es malo, a cada momento soy más cociente de aquello que golpea contra mis glúteos, quiero alejarme de Fudo, pero no puedo hacerlo, lo peor es que a cada movimiento que hago solo rozo más con él. No sé en que momento me han comenzado a temblar las rodillas y entre el miedo de caerme, a Fudo y las sensaciones de mi mano, estoy perdiendo la cabeza.

    Sostengo las manos que son las causantes de mis actuales problemas y me aferro a ellas, porque aún después de haber detenido a Fudo, no consigo estabilidad.

    ~*~*~*~*~*~*~*~*~

    Pensaba retar a Yuuto por haberme detenido, pero al sostenerlo entendí sus motivos. Deshago el agarre y lo guío hacia abajo. Lo jalo para que se recueste contra mi pecho y vuelvo a mi tarea de masajear sus manos.

    El agua nos llega a las costillas y está agradablemente caliente. El vidrio de la puerta ahora completamente empañado brinda algo más de intimidad, hay una leve capa con espuma flotando en el agua y lo único que daña este perfecto ambiente es que alguien está tenso otra vez.

    Tomando en consideración que Kido parece relajarse más cuando le estoy hablando y explicando las cosas, me deshago de los guantes de baño y me preparo para seguir compartiendo mi conocimiento.

    Suelto al tembloroso estratega que se encuentra entre mis piernas y me estiro levemente hasta alcanzar el champú. Por suerte Kido se había metido bajo el chorro de agua al inicio y sus rastas seguían húmedas.

    -Sabes Kido – lo llamo mientras aplico champú entre sus rastas – otra buena manera de relajar el cuerpo antes de algún acto sexual es masajear el cuero cabelludo o el cabello directamente.

    Con mis pulgares comienzo a presionar cerca de su cuello y juego con los pequeños cabellos sueltos de la zona. Continuo los movimientos circulares en todo su cráneo y poco a poco Kido destensa el cuerpo, incluso escucho leves suspiros que suelta cuando acaricio alguna zona que le gusta, por supuesto que le doy el gusto y permanezco más tiempo masajeando el lugar.

    Algunas rastas están enredadas entre ellas y me tomo todo el tiempo y la delicadeza que poseo para separarlas, es una forma de jugar con su cabello lo que al final pone en práctica lo que le dije.

    -Incluso después del orgasmo es buena idea en masaje en la zona. Porque el cuerpo se encuentra relajado. – sigo con mi tarea hasta que me veo detenido por el mismo Kido, que ha terminado utilizando mi hombro como almohada - ¿Te siente bien? ¿Te hago sentir bien?

    Un casi imperceptible asentimiento es todo lo que necesito. Enjuago mis manos y vuelvo a agarrar los guantes de baño, veremos que tanto puede aguantar Kido.

    Agarro las manos de Kido y coloco la derecha contra la puerta de vidrio y la izquierda contra las baldosas de la pared.

    -Mantenlas ahí, no las bajes. – le ordeno y aguardo un momento a que capte la orden, demora un momento, pero al final hace presión y mantiene sus manos donde le he indicado – Buen niño.

    Ahora con vía libre paseo mis manos cubiertas por los guantes de baño por sus caderas, como dije antes es bastante delgado, pero está marcado por todo el ejercicio que hacemos. Disfruto un rato deslizarme entra la leve curva que se forma en su cadera y finalmente me dirijo hacia mi objetivo. Atrapo los erectos pezones de mi estratega y comienzo a jugar con ellos.

    Presiono, tuerzo y giro a mi antojo. Veo a Kido batallar para mantener las manos donde las he colocado anteriormente y disfruto el pequeño instante en el que sus uñas terminan arañando el vidrio y las baldosas.

    - ¿Te gusta esto? – le pregunta sabiendo la respuesta, tengo la vista hacia una parte de su anatomía que me dice más verdades de las que Kido quisiera admitir.

    -Noooh...

    - Si me das una negativa, en medio de un jadeo, no voy a creerte. – aprieto con un poco más de fuerza de la necesaria y la reacción no se hace esperar.

    -Aah...

    - Tu cuerpo me dice lo contrario. – atrapo las pequeñas salientes y las giro en ambas direcciones, controlando la presión que aplico en ellas - ¿Te gusta esto? – repito la pregunta.

    - Basta. – trata de ser firme, pero le falla la voz al final.

    - Esa no es una respuesta aceptable. – le recuerdo mientras continúo mi tarea.

    - ¡Para! – termino mordiendo mi labio para controlarme, Kido jadea que me detenga. Pero su cuerpo me grita por más. Su espalda curvándose y la manera en que sutilmente acerca su pecho a mis manos me incita a perder el control y marcar aquel cuerpo, pero no puedo... no aún.

    - ¿Por qué? – lo cuestiono, mientras estiro sus pezones y los suelto.

    - Se sien... teeh – jadea con más fuerza y yo vuelvo a retorcer sus pezones – raro...

    No es la respuesta que busco, pero por ahora me conformaré. El cuerpo de Kido comienza a temblar más que antes y sé lo que se avecina. Mi estratega me desobedece y retira su mano izquierda de la pared, pensaba que iba a detenerme, pero termina llevándose la mano a la boca para morderla.

    - ¿Me estás retando? – le pregunto al ver que muerde sus dedos para retener lo más que pueda sus jadeos.

    - Yoo... no – Kido está dejando de razonas y ver sus dedos mojados por la saliva que se le acumula en la boca, hace crecer mis ansias por él.

    Suelto uno de sus pezones y con una sola mano comienzo a presionarlos, mi mano libre sujeta la de Kido y la atrae hacia mi boca.

    - ¿Recuerdas lo que te dije sobre las manos? – realmente no sé si Kido me está entendiendo, pero no opone resistencia – Pongamos en práctica la teoría.

    Lamo toda la extensión de su palma y Kido jadea aún más fuerte. Continúo repartiendo pequeños lengüetazos entre sus dedos y lo escucho suspirar a la par de mis movimientos.

    Hago círculos como mis dedos en su pezón derecho y con mi lengua en su mano izquierda. A cada momento Kido sube el volumen de sus exclamaciones que resuenan contra las paredes del baño, música para mis oídos.

    El cuerpo de Kido está caliente y dudo que sea por el agua.

    Vuelvo a verlo arañar el vidrio y admito que el sonido me molesta un poco, pero es cubierto por los jadeos que suelta Yuuto al poco tiempo.

    Mordisqueo sus falanges y las chupo al ritmo en que estimulo su pezón.

    Una fuerte sacudida junto a un último jadeo son la señal de que cumplí mi objetivo del día, presiono mis dientes contra su dedo corazón hasta que siento su cuerpo destensarse.

    Yuuto Kido ha tenido su primer orgasmo.

    Sigue temblando, producto de la nueva sensación recién experimentada, lo escucho jadeando, tratando de recuperar el aire y me quedo quieto esperando su siguiente acción.

    Cuando recupera algo de movilidad, se gira hacia mí y termina abrazándome por el cuello. Lo dejo acurrucarse contra mí y le devuelvo el abrazo.

    No le digo nada, porque no hace falta. No somos una pareja, no estamos haciendo esto como un acto de amor, no pienso confesarme en este momento. Solo le brindo la seguridad que él pida, en su post-orgasmo.

    Mantengo una mano alrededor de él y con la otra, agarro una vasija que mantengo en el baño y comienzo a enjuagar sus rastas.

    Cuando termino con mi tarea, escucho la pausada respiración de Kido contra mi hombro y una sola mirada me confirma mi sospecha.

    Kido se durmió.

    Continuará.... Esperemos que la actualización no demore...

    No tengo mucho que decir, solo gracias a todos aquellos que han esperado pacientemente una actualización de esta historia y por todos los que comentaron pidiendo una continuación.
  12. .

    Noche




    -¡¿Por qué no me avisaste que estabas en urgencias?! – gritó Kido.

    - Porque desperté en la madrugada y si te ponías a gritar, como ahora, nos sacaban del lugar.

    Estaba atardeciendo y luego de la práctica, Kido decidió ir a casa de Fudo. Su mejor amigo no había asistido a clases, cosa muy extraña porque incluso resfriado Akio solía ir. Las únicas tres veces, ahora cuatro, que no asistió al colegio era precisamente por terminar en algún hospital, cortesía de su padrastro.

    -Fudo, no puedes seguir así. – dijo por fin calmándose. – Podemos denunciarlo por maltrato familiar, tenemos suficientes pruebas.

    - Mi madre se niega a alejarse de él. Hasta que ella no de el primer paso, yo no haré nada.

    - Te quejas por la terquedad de tu madre, al no hacer nada. Pero eres igual a ella. No quieres denunciarlo.

    - Es diferente.

    - No es diferente. – Kido se sentó agotado mentalmente, no era la primera vez que tenían esta conversación. – Soy tu amigo Fudo, estoy preocupado de que un día no sea solo una ida al hospital por un golpe.

    - Estaré bien. Yo protegeré a mi madre, solo dame tiempo.

    El suspiro resignado de Kido, le indicó a Fudo que había ganado la discusión.

    -Solo prométeme, que en el momento en que quieras denunciarlo, me pedirás ayuda. Tienes los abogados de la familia a tu disposición Fudo, y esto no es caridad. Yo quiero a ese tipo tras las rejas y lo único que me ha evitado hacerlo antes, eres tu mismo, irónicamente, una de las víctimas.

    - No soy una víctima aquí. – refutó ofendido Fudo.

    - Estoy seguro de que el significado de la palabra discrepa contigo. Pero no discutiré eso ahora. – Kido se acercó a su mochila y sacó unos cuadernos – Te traje los deberes.

    - Wohooo – dijo con sarcasmo – Me encanta la tarea.

    Kido solo rio a lo bajo por el falso entusiasmo.

    ----∞----

    Kazemaru terminó de ayudar a su madre con los platos de la cena, dio las buenas noches a su padre y subió a su habitación.

    Se tiró en sobre su cama y rememoró su día.

    Tuvo suerte de que el profesor que lo sacó del salón, no lo reportara. Solo habló con él al final de clases y lo reprendió por no prestar atención, luego algo comprensivo le recordó que, si tenía algún problema, podía hablar con él o cualquier otro de los consejeros estudiantiles.

    Pero como el causante de los problemas de Kazemaru, ya había hecho acto de presencia y se encontraba bien, ya no había problemas... eso ignorando que seguía conversando con un chico que aparecía y desaparecía.

    Recordó también como se había arrojado a abrazar al chico, no pudo contener su emoción cuando lo vio. Había pasado la noche en vela angustiado.

    Lo último le hizo recordar que se moría de sueño.

    -Debería irme a dormir... - comentó para él mismo, viendo la hora en su celular.

    - ¿Tan temprano? Pareces una abuelita.

    - Hola Fudo. – saludó, sorprendiéndose a él mismo por no entrar en pánico.

    - Hola Kazemaru – le respondió el saludo, sentándose en el extremo contrario de la cama.

    ----∞----

    Fudo estaba en su escritorio, terminando los deberes cuando escuchó un murmullo que venía desde su cama.

    -Debería irme a dormir...

    - ¿Tan temprano? Pareces una abuelita. – quiso molestarlo, cuando entendió que el otro no lo había visto.

    - Hola Fudo.

    - Hola Kazemaru. – era la primera vez que parecían dos personas civilizadas en lugar de dos locos gritándose.

    - ¿Terminando deberes? – curioseó acercándose a donde estaba Fudo.

    - Si, falté a clase y ahora debo ponerme al día.

    - ...

    - ¿Qué pasa? Parece que viste un fantasma.

    - Que estés haciendo tarea, porque faltaste a clases, solo te hace más real. – el peliceleste no se veía feliz, pero tampoco asustado. Su rostro reflejaba la sorpresa de aceptar algo que ya sabías, pero te negabas a creer – No eres producto de mi imaginación... ¿verdad?

    ----∞----

    – No eres producto de mi imaginación... ¿verdad? – pregunté quizás con mi última esperanza. Hasta hace unos días, era un chico con una vida común y corriente y ahora hablaba con un desconocido desde su cuarto, al mismo tiempo que interactuaba con él desde otro lado, que suponía era el cuarto del oji verde.

    -No, no lo soy... Y tú no eres un fantasma que viene a molestarme.

    - Soy muy real, de carne y hueso.

    Escuchó unos toques en la puerta, volteó a ver a Fudo, esperando que desapareciera como la vez anterior, pero este seguía sentado en su cama.

    - ¿Todo bien cielo? – cuestionó su madre, cuando abrió la puerta. Por instinto miró hacia su cama, donde Fudo estaba de lo más tranquilo viendo a la señora.

    - Todo bien, mamá. – aseguró - ¿Por qué preguntas?

    - Te escuché hablando, estas no son horas de hacer llamadas cariño. – su madre lo había escuchado, pero como no podía oír las respuestas de Fudo, asumió que estaba hablando por teléfono.

    - Perdón, estaba pensando en voz alta. Estoy cansado, quizás debería ir a dormir. – Fingió estirarse para despachar a su madre, sabía que no ella no veía a Fudo, pero no lograba alejar la preocupación de que lo descubriera sentado tan tranquilo en su cama.

    - Está bien, ten buena noche. – su madre besó su frente antes de cerrar la puerta.

    - Siento que acabo de engañar a mi madre... - le comentó a Fudo, mientras volvía a su cama.

    - ¿Por tener a un chico en tu cuarto, al que ella no puede ver?

    - No me molestes. Y baja la voz.

    - Es a ti al que pueden escuchar, no a mí.

    ----∞----

    -¿No te preocupa que te escuchen en tu casa? – comentó Kazemaru, mirando hacia la puerta de su cuarto.

    - Para nada, estoy solo ahora mismo.

    Si la memoria no le fallaba, su madre haría horas extra, para pagar el gasto de la clínica y su "padrastro", desaparecería por una semana más o menos. Siempre que lo mandaba al hospital, el tipo no daba la cara, hasta que todo se calmara.

    -Volviendo al tema, no sé si estar feliz porque no me estoy volviendo loco y alucino gente o... - le dio vergüenza decir el resto.

    - ¿O preocupado, porque no estás loco y no alucinas gente, pero igual estás conversando conmigo? – completó por él.

    -... si – aceptó con un suspiro resignado.

    - Si te hace sentir mejor, piensa que, si te meten en un manicomio, iré a visitarte.

    - Ja, ja. Muy gracioso.

    - Soy hilarante – respondió como gato rizón. Parecía que la conversación iba a morir ahí, pero Kazemaru volvió a hablar.

    - ¿Cómo son las clases del Instituto Imperial?

    - Aburridas – respondió acabando el último problema de matemáticas. Sintió a Kazemaru asomarse sobre su hombro. – Todas las materias son bastante fáciles.

    - ¿Entiendes eso? – dijo asombrado – Ese tema apenas lo estamos comenzando y está difícil. – se lamentó.

    - Es pan comido para mí.

    - ¿Eres una especie de genio o algo así?

    - Si le preguntas a Kido, posiblemente te diga que soy una especie de mente maestra capaz de conquistar el mundo.

    - ¿Quién es Kido?

    - Me preguntas por Kido e ignoras que dije que podría conquistar el mundo... interesante.

    - Aún no respondes mi pregunta.

    - Es mi mejor amigo... me único amigo de hecho.

    Esa noche ninguno de los dos durmió, hablaron sobre sus vidas, amigos, estudios. Aprendieron del otro, lo básico, no podían decir que eran amigos, pero ser conocidos cordiales, era mejor que desconocidos. También hablaron de lo extraño que era tener esa especie de conexión o lo que fuera que los hiciera poder hablarse e inventaron mil teorías sobre eso.

    No fue hasta las cuatro de la mañana que notaron la hora y decidieron irse a dormir. Fue sorprenderte que esta vez al despedirse, el otro desapareciera.

    Parece que, sin saberlo, ya estaban comprendiendo su conexión.

    Continuará...

    Al fin estos dos aceptaron que no se están volviendo locos y que el otro es real.

    Como siempre, capítulos cortitos, porque si son largos nunca actualizaría esto.

    Espero disfrutaran el capítulo, si les gustó no olviden comentar

    Nos leemos, hasta la próxima...
  13. .
    QUOTE (Noriko Oumi @ 22/1/2020, 20:13) 
    Bueno, este capitulo fue mas bien... agresivo. Eso me FASCINO! La sola idea de verlos malheridos, arriesgando sus vidas por una idea tan, TAN SIMPLE, me encanto demasiado. No podia parpadear mientras lo leia, y estaba apretando los dientes viendo como te saliste de la caja del romance para hacer el Shounen perfectamente agresivo y aventurero que se necesita para nivelar ese moe empalagoso de antes. Esta serie de OneShots es demasiado hermosa para dejarla como si nada. La adore. A veces me lamento de no tener amigos que vean Inazuma Eleven, es molesto notar que eres la unica persona que le gustan cosas asi en tu zona. :( Pero bueno, gracias por compartir esto, TE QUIERO~ <3 :D

    Espero no te moleste que no responda en todos los capítuos, el internet está fallándome bastante y es la tercera vez que escribo esto...

    De verdad me alegro que disfrutaras los capítulos, sobre todo este que cambié todo lo lindo y cute por algo más dramático (?)
    No me gusto mucho la idea de hacer uno de mis personajes favoritos una damisela en peligro. Me gusta que sea despistado y que los otros lo cuiden, precisamente porque es despistado... pero no que deban correr a salvarlo las 24 horas del día, Kazemaru también puede velar por ellos.

    XD yo para compensar lo de los amigos que no ven Inazuma, he puesto a mi novio a ver el anime. Aún no terminamos la línea original, pero por lo menos vio Ares y Orión conmigo. Así es que me entiende cuando me pongo a hablar mis locuras XD

    De nada, encantada que disfrutaras la lectura. Se agradece el cariño u////u
  14. .
    QUOTE (Noriko Oumi @ 22/1/2020, 19:49) 
    Hola~ Se que debera comentar en Su Caracter, ya que es el capitulo final, pero realmente mi shipp favorita es Genda x Kazemaru (I'm so sorry~ n.nU). Me le los cuatro hace como una semana atras, y realmente no comprendo como no tienes ningun comentario, ¡ESTAN BUENISIMOS! Es tipo, respetando la personalidad de todos, pero sin dejar de lado ese mariquismo que nos gusta tanto a las fujoshis. xD Me dio cosita con Genda el mismo estaba en su mente tipo "Ya, aqui me muero. Le dejo todo a mi pantera". Esito. xD

    No te preocupes por el orden de los comentarios, al contrario. Me alegra que te gustaran lo suficiente todos los capítulos como para dejarme un comentario en cada uno.

    Por el GenKaze no te preocupes, cada quién tiene derecho a su shipp favorita. Y últimamente les he agarrado cariño a esos dos XD tengo un OneShot donde se shippean bastantes, pero no lo tengo aquí, está en mi wattpad.

    JAJAJAJAJAJA me encantó que lo de mariquitismo xD morí de la risa. Siempre trato de mantener lo más que pueda la personalidad de cada personaje, no soy muy fanática de volverlos OCs... Genda ya estavba viendo la luz al final del tunel XD
  15. .
    Xiao Bai Gracias por tomarte el tiempo de comentar. Midorikawa parece que puede leer el futuro XD
    Kido y "Kido" traman algo, qué sera? XD
    R.I.P. Kogure
    Es que me encanta la amistad que podría surgir de "Fudo" y Hazaki XD
    Yo también soy amante del FudoKaze y amo que en Orión y Ares se relacionaran por Teitoku.
    Gracias a ti por leer siempre : )


    La Misión de Jaret




    NOTA: Se recomienda ver o haber visto, hasta el capítulo 38 de Inazuma Eleven Orion no Kokuin. Porque este capítulo contiene SPOILER.

    ~*~*~*~*~*~*~*~



    Jaret caminaba por aquellos desolados pasillos, la base en la que se encontraba tenía un muy reducido personal. Todos élite en sus campos y con la sangre tan fría para cumplir todas las atrocidades que se encomendaban.

    Pero aquello no era de importancia, hace ya mucho que no lograba sentir. Decepción, ira, tristeza, traición, enojo, compasión... felicidad, hace tanto que no experimentaba alguna emoción. Tenía memorias de momentos con sus padres, él recordaba y sabía que fue feliz.

    Pero eso no concordaba con su ser actual, ni siquiera extrañaba el sentimiento. Simplemente era consciente de él, pero no tenía la necesidad de vivirlo.

    También recordaba el enojo contra su hermano, recuerda los gritos, arrojar objetos, las lágrimas... pero esos sentimientos ya no están. No lo malentiendan, él no ha perdonado a su hermano. Pero ya no tiene la necesidad de estar enojado, porque ese sentimiento se le ha vuelto desconocido.

    De lo único que está seguro es que está ayudando a las personas que su hermano traicionó injustamente... pero no hay un apego de fidelidad o verdadera creencia en sus causas. Muy literalmente no tiene más aspiraciones o emociones que lo guíen, por eso se deja guiar.

    Por fin llegó a la oficina que le confirmaría su misión, ese largo corredor parece que lo hizo reflexionar y al mismo tiempo no valía de nada su reflexión.

    -Puntual como siempre. – dijo su superior – Viajarás a una de las líneas de tiempo, la conocida como 19. Durante el periodo del FFI, deberás aparecer en la azotea de la Fundación Orión. Busca a Inamori Asuto, está secuestrado, pero su padre lo rescatará. Para eso dejará inconsciente al encargado del chiquillo. Debes traer la fórmula de control mental para estudiarla. Cuando esté en nuestras manos la modificaremos para facilitar tu misión, y por fin cobrarás venganza contra tu hermano.

    -...

    - Como siempre, eres de pocas palabras. – el hombre suspiró al ver la falta de emoción Jaret por deshacerse de Endo y su hermano mayor – Partes en 15 minutos, ve a la sala de prueba, te entregarán el brazalete codificado.

    - Entendido.

    Con eso se retiró del lugar, meditando algunas cosas. El general habló de venganza...

    Sí, tenía el leve recuerdo de que deseaba vengarse de su hermano, por la muerte de sus padres... pero aquello no le importaba ahora, su hermano podía morir bajo un puente y a él le importaría tanto como si le regalaran un pañuelo. Solo seguía con el plan... ni siquiera sabía por qué aún seguía el plan del Gobierno, pero tampoco es que tuviera nada mejor que hacer.

    Otra de las cosas que seguía rondando su cabeza, era que, a diferencia de otros soldados, científicos, generales, cadetes y todo personal de esta operación, mantenían permanentemente sus brazaletes. Él era el único elemento al que se le era retirado al regresar de alguna misión y devuelto cuando debía realizar otra.

    Como todo lo actual en su vida, no le importaba. Eso no lo ofendía o molestaba... ni siquiera se le hacía curioso, solo era un hecho. Se dio cuenta de ese hecho, pero no haría nada para cambiarlo o reclamar.

    -Jaret, por fin llegas. – habló un viejo científico – Ya programé el brazalete para tu viaje, escucha...

    Le repitieron todas las instrucciones como si fuera un retrasado y le recordaron enfáticamente que la fórmula de control mental era importante y que serviría para su misión de venganza.

    ¿Venganza?

    ...

    Todos solían repetir que lo apoyaban en su plan de venganza...

    ¿Plan de venganza? Él no planeó nada, solo seguía órdenes. Ellos querían salvar el futuro que perecería por el futbol de Endo Mamoru, eso evitaría que otros niños perdieran a sus padres por la rebelión como él lo hizo, porque era importante que los niños crecieran en entornos controlados, seguros y amorosos...

    Amor... no recordaba amar a sus padres...

    Es decir, imaginaba que los amó, pero el sentimiento no estaba en él.

    -¿Jaret me estás escuchando? – dijo frustrado el hombre con la bata blanca. Tenía su mano extendida hacia él, esperando que entregara su muñeca para colocarle el brazalete. - ¿Siquiera prestaste atención a algo que dije? ¡Tu misión es sumamente importante, esto salvará el futuro!

    Con un suspiro entregó su mano y comenzó a recitar todos los datos que se le habían brindado. Ubicaciones, tiempos, personas, movilidad, objetivos...

    El científico parecía desconcertado porque el muchacho que parecía vivir en las nubes estaba al tanto de todo. Resignado porque no podía pelear una batalla unilateral, lo envió a una de las capsulas de transporte para iniciar su misión.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -¿Averiguaste algo? – comentó el general que envió a Jaret de misión hacia uno de los investigadores del lugar.

    - Encontramos compatibilidad en el ADN con una de las chicas.

    - Mmmmmm... esto no coincide con los registros históricos.

    - Tal vez han cambiado los hechos entre las líneas de tiempo, pero el ADN no miente. Ella es la bisabuela de Canon Endo.

    - Entiendo. – comentó el hombre pensativo – Cuando Jaret regrese de misión se le asignará un nuevo objetivo.

    - Señor y qué haremos con la información de la variante. Sé que el ADN no miente, pero no deberíamos ignorar los informes anteriores.

    - ¿Qué sugieres? – comentó fastidiado por aceptar sugerencias.

    - Creo que las familias se forman de muchas maneras y quizás Endo estuvo parte de su vida con la que sería la bisabuela biológica de Canon Endo y posteriormente con la persona que dicen los registros.

    - Los datos históricos dictan que en todas las líneas de tiempo Endo Mamoru, siempre se ha mantenido con una sola pareja. ¿Por qué ha de ser diferente en esta?

    - Porque no se ha alterado una línea de tiempo, están ocurriendo variantes en dos líneas.

    - ... Quizás no eres tan idiota como creí. – ahora esta pensativo el general – Bien, mantén la vigilancia en ambas. Descubre quién es la mayor debilidad de Endo Mamoru. Cuando estemos seguros, se le informará a Baddap sobre su objetivo.

    - ¡Sí señor!

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    - ¿Cuál es su estado actual? – preguntó Shinjou, observando a Inamori Asuto inconsciente tras el cristal.

    - Aún se encuentra durmiendo. Tan pronto como se despierte, comenzaremos con el proceso de control mental. – respondió un científico de cortos cabellos rubios, enfundado en la típica bata blanca.

    - Hay algo que tengo que hablar con él antes de eso... - aclaró con su tranquilo tono, no podía levantar sospechas de sus intensiones y prefería intentar por la manera menos violenta posible.

    - Lo siento, pero tenemos la orden de que nadie se acerque a él. – dijo con determinación el de bata blanca – Las órdenes del presidente son absolutas.

    - Ya veo... - bueno, él intentó resolver esto de la forma pacífica. Sin hacer movimientos bruscos roció al científico con aquel espray preparado especialmente para el rescate.

    En un segundo el hombre cayó al piso desmayado.

    Shinjou no perdió tiempo y entró al cuarto donde un indefenso Asuto seguía inconsciente. Tomó en brazos a su pequeño hijo dispuesto a protegerlo de aquella oscura organización...

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Jaret vigilaba todo desde los ductos de ventilación. Tal como le fue informado, Shinjou Takuma se retiraría silenciosamente del lugar cargando a su hijo.

    El científico desmayado, cuyo nombre era irrelevante, no despertaría hasta dentro de 45 minutos y todo seguiría su curso normal. Suficiente tiempo para su misión de extracción y recolección de información. Inició el conteo regresivo desde su brazalete.

    Bajó sin hacer ruido de los ductos y comenzó a registrar el lugar. Se acercó a la computadora del lugar, pero esta pedía una tarjeta de identificación para brindar el acceso.

    Bueno, Shinjou le había facilitado ese punto. Se acercó al rubio que seguía en la misma posición en que fue abandonado, lo volteó y registró sus bolsillos hasta dar con la dichosa tarjeta de acceso.

    Junto a la computadora había un pequeño aparato que parecía un escáner, acercó la tarjeta al aparato e inmediatamente, salió una ventana en la pantalla dándole la bienvenida.

    Comenzó a pasar entre los archivos, ignorando olímpicamente informes sobre jugadores sometidos a las pruebas de la Fundación Orión. Vio jugadores de Corea, uno de España, Los Guardianes de la Reina... irrelevante para él.

    Solo por curiosidad reprodujo uno de los videos, viendo como un pelirrojo recibía la marca distintiva de la fundación.

    -Irrelevante... - comentó pausando el video y deteniendo los gritos que se escuchaban en pantalla.

    Siguió buscando hasta encontrar lo que necesitaba, una carpeta contenía de manera detallada el éxito del control mental aplicado en el equipo ruso y otro archivo contenía la información de qué debía hacerse con Inamori Asuto.

    Imprimió ambos informes y se dirigió a una de las neveras. Tomando una serie de frascos que contenían un líquido azul.

    -Extracción completada, esperando el salto de regreso. – comunicó a través del brazalete.

    Mientras esperaba a confirmación, escuchó pasos acercándose. Se escondió rápidamente ocultando las cosas.

    Un científico de cabellos marrón ingresó al lugar y al ver a su compañero caído corrió rápidamente hacia él.

    Revisando la hora notó que apenas había transcurrido 20 minutos desde su actuar. Eso no debía estar pasando, los registros históricos decían que a los 45 minutos el rubio despertaría encontrando a Shinjou junto al supuesto Inamori Asuto al que ya se le había aplicado la fórmula de control mental.

    -Jaret, está preparado, activa el salto. – anunciaron desde su brazalete.

    - Denegado, hay una variable que no ha sido considerada. Otro científico ingresó al lugar.

    - ... Deshazte de él. Recuerda que no debemos dejar rastros de nuestras operaciones. Y a Shinjou Takuma le conviene que la fórmula de control mental desaparezca, él no dirá nada.

    - Copiado.

    Jaret se puso de pie con sus nuevas instrucciones y sigilosamente se acercó al hombre que estaba por pedir ayuda al no lograr despertar al rubio.

    En un instante cayó inconsciente junto al rubio.

    ¿Qué haría ahora?

    Solo debía deshacerse del tipo para que no interfiriera. Pero no se le dieron más instrucciones.

    ¿Lo mataba?

    ¿Lo encerraba en el armario?

    ¿Otra opción?

    Miró con fastidio a los dos sujetos. Tenía más trabajo solo por un metiche.

    Al final revisó desde el brazalete revisó los planos del edificio de la fundación. Encontrando dos pisos más abajo, salas de descanso para el personal. Con el pesado peli marrón a cuestas. Logró llegar a su destino, luego de esquivar al personal que seguía con su vida normal.

    Dejó al tipo en una de las camas y con suerte, solo creería que fue un sueño. Revisó la hora...

    -Rayos... - perdió 10 minutos por esa "misión extra" y debía regresar al laboratorio antes de que llegaran Shinjou con "Inamori Asuto", quién realmente era Lus Kasim. Porque debió dejar la fórmula de control mental y los papeles, no podía cargar con un desmayado y algo tan delicado al mismo tiempo.

    Volvió sobre sus pasos, de nuevo esquivando al personal.

    Cinco minutos antes de cumplir el mínimo de tiempo, había llegado al laboratorio, tomado las cosas y escapado por el ducto de ventilación. Justo a tiempo para ver ingresar al padre de Inamori, junto al suplantador de su hijo.

    Se arrastró hasta la azotea ignorando los reclamos que llegaban al brazalete, sobre el tiempo que estaba tomando la misión.

    -Misión cumplida, activando salto dimensional. – avisó ignorando olímpicamente a su contacto con el futuro.

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    -Aquí está la fórmula y le brazalete. No hay testigos. Me retiro a mi recámara.

    A diferencia de otras misiones donde se tomaba el tiempo de informar todo lo que aconteció y esperaba alguna otra instrucción. Prefirió seguir sus instintos y dejar a todos con la palabra en la boca.

    -Bueno, por lo menos cumplió su cometido. – dijo el científico que recibió las cosas.

    - ...

    - ¿Ocurre algo señor? – preguntó el hombre al notar el ceño fruncido del general.

    - Duplica la vigilancia que tenemos sobre Jaret.

    - Perdone que cuestione. Pero ¿por qué debemos hacer tal cosa? Ha cumplido con su misión y se deshizo de las variables.

    - El chiquillo acaba de hacer un berrinche. – dijo remarcando el enojo que sentía.

    - Es un niño, a veces hacen berrinches. – respondió el científico como si fuera la cosa más obvia del mundo.

    - Tu no lo entiendes. Jaret NO debería hacer berrinches, no debe sentir enojo o frustración. Jaret no debe sentir nada. – puntualizó el hombre.

    - ... Aumentaré la vigilancia... y personalmente me aseguraré de vigilar las dosis de "medicamento" que se le suministren.

    - Eso espero. Tu vida, depende de que ese chiquillo siga siendo nuestra mejor arma contra Endo Mamoru.

    - Si señor...

    - Y comienza a trabajar en la formula de control mental. A ver si aprendes un poco y mejoras la "medicina". Dejaré descansar a Jaret unos días, espero que las nuevas dosis estén listas para ese momento.

    - Si señor, lo estarán.

    - Bien...

    ~*~*~*~*~*~*~*~

    Se arrojó a su cama, sin saber que pasaba con su cabeza.

    Tenía el ceño fruncido desde que llegó, no tenía deseos de hablar con nadie, ni de dar explicaciones. Aún sabiendo que debía reportar todo lo ocurrido.

    Simplemente se sentía...

    Detuvo la línea de pensamientos... ¿Sentía?

    ¿Sentía qué?

    Llevaba meses sin "sentir" un algo...

    Quedó sentado en su cama tratando de entender aquello. ¿Enojo?... Frustración quizás...

    Se sentía frustrado... ¿Por qué?

    Por cómo lo trataron quizás. Rememoró la misión y todo estaba bien, hasta que notó los 10 minutos perdidos. Eso le causó incomodidad. Sí... no... tal vez...

    ¿Preocupación? Tal vez esa era la palabra correcta. Se preocupó porque tenía el tiempo limitado... y luego se frustró porque lo estaban apresurando a regresar...

    Algo no estaba bien con él. Su cabeza comenzó a pulsar y la garganta se le cerró en ese momento. Le costaba pasar el aire.

    Su cabeza se volvió un revoltijo de pensamientos. Ni siquiera llegó a notar que alguien había ingresado a su recámara.

    -Tómalo, te hará sentir mejor... - llegó a distinguir entre borrosos manchones.

    Instinto o desesperación, de un trago se bajó lo que le ofrecían.

    Lentamente su vista volvió a enfocarse, se reguló su respiración y la cabeza dejó de punzarle.

    Sintió unas manos que lo ayudaron a recostarse y cayó dormido, luego de aquel extraño momento.

    .

    .

    .

    -El general tiene razón... hay que vigilarte. - Comentó el mismo científico que estuvo al tanto de la misión del chico – No puedes revelarte Jaret, será peor para ti si recuerdas todo.

    Continuará...

    Holaaaaaa

    Gracias por acompañarme una semana más en esto.


    Espero que les gustara el capítulo, así no salieran los chicos que todos amamos y de los que quieren saber mas cosas todos ustedes. Medio hubo cameo de Shinjou y de Lus, dos personajes que me gustan bastante.

    Como siempre, vengo con mis preguntas:

    ¿Les gustó el capítulo?

    ¿Te intrigó algo del capítulo?

    ¿Qué harán con la formula robada de control mental?

    Como se dice, Jaret tendrá unos días de descanzo, así es que veremos más del chico de la máscara.

    Me han preguntado dos veces: ¿Cómo no se confunden los personajes entre ellos?

    Simplemente porque algunos de ustedes se enredan distinguiendolos. Ahora imaginen que los personajes se confunden ellos mismos... ¿A cuántos no tendría yo que explicarle luego, quién es quién? Si con las "comillas" se me enredan a veces... Yo no se ustedes, pero el panorama que yo veo queda lleno de caos.

    Así es que todos vamos a fingir que todos ellos se distinguen y viviremos con ellos.

    Sin embargo, planeo causar una consufión para el proximo capítulo, sino es que el siguiente a ese.


    Sin más que decir, les recuerdo dejarme un voto si les gustó y sus comentarios.

    Nos leemos, hasta la próxima...
133 replies since 16/12/2013
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